Ciudad de México. El Ministerio Público (MP) de
Chimalhuacán, en el Estado de México, no olvidará a Diana Velázquez
Florencio, recordará que sus propios agentes cometieron negligencias al
investigar su feminicidio, y que a casi tres años del crimen, no pueden
dar a su familia el nombre de quién la asesinó.
No habrá olvido del feminicidio de Diana Velázquez porque sus
familiares colocaron, con apoyo de la colectiva “Si no están ellas, no
estamos todas”, un memorial a las puertas del MP el pasado 12 de mayo de
2020.
Diana tenía 24 años cuando fue asesinada en Chimalhuacán, uno de los
11 municipios del Estado de México declarados en Alerta de Violencia de
Género (AVG). Su madre, Lidia Florencio, contó en entrevista que el 2 de
julio de 2017 Diana salió de su casa por la noche, todavía respondió
“ya voy” a un mensaje que le envío para saber si se encontraba bien. Sin
embargo, Diana nunca regresó.
Sus familiares de inmediato acudieron al MP de Chimalhuacán para
reportarla como desaparecida, pero les pidieron aguardar 72 horas. En
tanto, en la calle de Francisco I. Madero, a minutos de la institución,
las autoridades recogían el cuerpo de Diana y la identificaban como un
hombre.
Fue a los cinco días de la búsqueda de Diana cuando Laura Velázquez,
encontró el cuerpo de su hermana en el Servicio Médico Forense (Semefo)
del municipio vecino, en Nezahualcóyotl. Ahí, el cuerpo de Diana estaba
en suelo sin ningún tipo de cuidado.
El memorial entonces confrontará día a día a las autoridades que
suponen deben procurar la justicia en Chimalhuacán, les recordará que
fueron negligentes al no buscar de forma inmediata a Diana, que
perdieron pruebas esenciales para la investigación, y que a casi tres
años del crimen, sólo han dado a sus familiares una ficha de recompensa a
quien dé información sobre el probable feminicida de Diana.
El memorial, que es un marco rosa con la fotografía de Diana, no sólo
describe las circunstancias en las que fue asesinada y el contexto de
inseguridad en el viven las mexiquenses, denuncia públicamente al
alcalde de Chimalhuacán, Jesús Tolentino Román Bojórquez, por su falta
de voluntad e indiferencia en la resolución del caso, así como su
antecesora, Rosalba Pineda, quien nunca se pronunció sobre los
asesinatos de mujeres ocurridos en el municipio.
Chimalhuacán en 2015 fue uno de los municipios declarados en Alerta
de Género por la gravedad de la violencia feminicida. En 2019 sumó otra
declaratoria impuesta por la Secretaría de Gobernación, esta ocasión por
la grave problemática de desapariciones de mujeres y niñas, los datos
de la Fiscalía de Justicia del Estado de México reportaban 360 casos
entre 2012 al 15 de septiembre de 2018.
El memorial para Diana también tiene la intención de recordar quién era y el proyecto de vida que le fue arrebatado:
“Ella disfrutaba andar en bici, ir
al trabajo junto con su mamá, le gustaba leer, escuchar música, sus
pasatiempos favoritos eran las novelas de misterio y terror, le gustaba
mucho la poesía y la política, pero le gustaba más aún la cultura
griega”, se lee en el memorial.
Gracias a la construcción de este espacio conocemos que Diana era una
joven sensible que alimentaba a los perros que habitan en la calle, y
deseaba ahorrar dinero para comprarse una laptop y poder estudiar la
preparatoria en línea.
Este memorial es sólo uno de los 35 que alistan las integrantes de
“Sin ellas no estamos todas”, como parte de la campaña llamada “La
impunidad y olvido”, explicó en entrevista la defensora Malú García
Andrade.
Malú García, quien también vivió el feminicidio de su hermana Lilia
Alejandra García Andrade pero en 2001 en Ciudad Juárez, Chihuahua,
explicó que esta campaña “pretende que no sólo la sociedad conozca que
hay muchas mujeres asesinadas en el país”, es para “el rescate y la
memoria de estas mujeres que no son cifras, que son hijas, hermanas de
alguien”.
A su vez, como se coloca en un espacio público, el memorial llama a
la acción de la ciudadanía, dijo García. Al reconocimiento social de que
existe la violencia contra las mujeres y que se deben emprender
acciones de prevención.
Hasta el momento la colectiva ha instalado otros tres memoriales,
específicamente en el Estado de México, donde según cifras que comparte
la defensora se cometieron el año pasado 447 asesinatos de mujeres. Dos
de los memoriales se colocaron frente al palacio gubernamental del
municipio de Toluca en memoria a otras dos víctimas.
De acuerdo con Malú, han tenido que recurrir a amparos para que no
sean removidos los memoriales. Otro vía que optado es comprometer
públicamente a las autoridades a respetar y mantener estas
construcciones. En el caso del memorial para Diana Velázquez, frente a
los medios de comunicación un funcionario que se identificó como
encargado del MP, se comprometió con la familia de la víctimas y las
defensoras respetar el memorial, pero no tuvo ningún pronunciamiento
sobre la investigación del caso.
A la colocación del memorial acudió la familia de Diana que fue
acompañada por jóvenes defensoras mexiquenses, quienes gritaban “¿Qué es
lo quiere la madre de Diana? ¡Justicia!”.
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