Pánico global tumba al peso y al petróleo
Trump regalará mil dólares a cada ciudadano
Moneda de plata, para proteger el ahorro
El pánico global desatado por
el coronavirus golpeó fuertemente a la moneda mexicana y al petróleo de
exportación de Pemex, llevándolos a niveles extraordinariamente bajos.
El peso se devaluó al nivel de 23 pesos por dólar (ver gráfica) y el
precio de la mezcla mexicana de exportación se contrajo a 18.78 dólares
por barril, un nivel no visto desde hace dos décadas. La economía
mexicana se ha vuelto compleja. Un dólar caro favorece a las familias de
los migrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos, cuyas remesas
constituyen la principal fuente de divisas del país, y también a los
exportadores; por otro lado, provocan aumentos de precios y alimentan la
inflación. Asimismo, petróleo barato perjudica los ingresos de Pemex,
pero la baja del precio de la gasolina favorece a los consumidores. El
gabinete presidencial llevaba a cabo anoche una reunión en Palacio
Nacional para hacer una evaluación de las circunstancias y tomar las
medidas conducentes –incluyendo el tema del coronavirus–. Habrá quienes
se nieguen a reconocerlo, pero los programas sociales de López Obrador
se anticiparon a la nueva realidad, aunque seguramente hubiera preferido
que no ocurriera.
Los programas de Trump
En dos semanas comenzará a llegar a cada estadunidense
adulto un cheque de mil dólares (23 mil pesos, de acuerdo con la
cotización de ayer). Es el apoyo que el presidente Trump hará efectivo
para ayudar a la población (léase electores). Nadie se atreverá a
llamarlo populista, por cierto. Es parte de un programa de más de un
billón de dólares (un millón de millones). La crisis global le ha pegado
de frente a Estados Unidos, pero la respuesta del gobierno federal
provocó ayer una recuperación de las bolsas de valores neoyorquinas. Las
últimas jornadas habían sido desastrosas. Trump opina que su respuesta a
la crisis merece un 10; sin embargo, sus opositores opinan que ha sido
mediocre y tardía. El número de muertos sobrepasó el centenar. Desde
luego, no se puede cuestionar que la ayuda será muy apreciada por los
ciudadanos, pero huele a campaña electoral.
Compiten por la vacuna
China y Estados Unidos están enfrascados en una lucha en
el terreno científico por el mérito de formular una vacuna eficaz para
el coronavirus. Johnson&Johnson y Moderna se cuentan entre las
estadunidenses. Por su lado, el Ministerio de Defensa de China aseguró
en un comunicado haber desarrollado
con éxitouna vacuna contra el nuevo coronavirus Sars-CoV-2, causante de la neumonía Covid-19, y ha autorizado las pruebas en humanos. Fue desarrollada por el equipo de investigación liderado por la epidemióloga ChenWei, de la Academia Militar de Investigación Médica.
Según Chen, la vacuna –producida en consonancia con
estándares internacionales y las regulaciones locales– está preparada para llevar a cabo
una producción a gran escala, segura y efectiva. Aparte del medicamento, el gobierno de Cuba ha informado que desarrolló con científicos chinos un tratamiento médico eficaz conocido como interferón alfa.
Tres meses, al menos
Complicaciones económicas
Reunión en Palacio Nacional
Trump liga CV con paisanos
Como el mismo subsecretario de
salud, Hugo López-Gatell, lo recordó durante la conferencia
presidencial mañanera, el plazo mínimo de riesgo en cuanto al
coronavirus en México es de unos tres meses.
Es probable que las anteriores menciones relacionadas con la duración
estimada de la crisis de salud no hubiesen sonado en su momento tan
impactantes como sucedió ayer, pues en las horas recientes se ha ido
formalizando en la percepción colectiva la dimensión del problema que
hasta ahora parecía agravado sólo en arenas extranjeras.
La actualización cronológica del subsecretario que es más activo, al
menos en términos mediáticos, que muchos otros secretarios, incluyendo
al de Salud, se produjo con antelación al encuentro del presidente
Andrés Manuel López Obrador con su gabinete extendido, según hizo saber
la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
Temas prioritarios, se precisó que era la causa de la convocatoria.
Esta reunión cumbre se realizó el mismo día en que el peso llegó a
canjear 23.2 unidades por dólar y el precio de la mezcla del crudo
mexicano de exportación llegó a 18.78 dólares por barril. En el curso
del martes aumentó la presión de los partidismos adversos a López
Obrador, sobre todo desde los flancos de Acción Nacional y Movimiento
Ciudadano.
A la hora de cerrar la presente columna, no había terminado la sesión
del Presidente de la República con su gabinete. Es probable que el
reloj técnico y político haya llevado al habitante del Palacio Nacional a
la toma de decisiones más fuertes. El subsecretario López-Gatell
concitó el enojo de diversos segmentos antiobradoristas por la
referencia a que el Presidente es una fuerza moral y no una fuerza de
contagio. Además de los ataques directos al citado funcionario de Salud,
podrían haberse considerado en la reunión presidencial el tono y la
cantidad de acciones de sus opositores, acusándolo de inacción e
ineficacia en el tratamiento del tema mundial del coronavirus. De lo que
se haya acordado en esa reunión se comentará en la próxima entrega de
esta sección.
La
guerra sanitariade algunos países fortalece a los imparables nacionalismos
Hassan Nasrala, líder del Hezbolá libanés, calificó la pandemia del Covid-19 como una
guerra(https://bit.ly/39427up).
Luego fue imitado por el presidente galo Emmanuel Macron, quien, en
medio de la toma de adecuadas medidas preventivas –muy por debajo de las
restricciones de su vecina Italia–, pronunció que Francia enfrenta una
guerra sanitaria.
Durante el debate por la nominación del antidemocrático Partido
Demócrata entre el ex vicepresidente Joe Biden y Bernie Sanders, el
primero dejó entrever que EU puede adoptar una intervención del
ejército. Trump también señaló (https://bit.ly/2QmETZV) que
el mundo se encuentra en guerra contra un enemigo oculto (sic).
Gran Bretaña no se queda atrás y su ejército está listo a intervenir
en caso de que se rompan las frágiles cadenas de cohesión de su sociedad
civil (https://bit.ly/33oCXVU).
¿Vamos a una militarización sanitaria?
CNBC comentó que el anuncio de Emmanuel Macron se realizó después de
que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, avisó el cierre de
sus fronteras a todos los extranjeros, con excepción de los de EU” (https://cnb.cx/2QDVlVR).
Le Monde, portavoz de la cancillería gala, reportó que Macron sentenció que Francia se encontraba
en guerracuando la epidemia se expande en forma
inquietante, por lo que decidió imponer un confinamiento en toda Francia (https://bit.ly/2Qmz0vN).
Por seis veces Macron martilló en tono marcial (sic) que Francia estaba en guerra contra un
enemigo (...) invisible e inasible:
Nunca Francia había tomado tales decisiones en tiempos de paz, por lo que el presidente galo sonó la
movilización general.
Bolsa: de histerias y
olvidos
Barril mexicano: 18.78 dólares
Ayer, al inicio de
operaciones, el principal indicador del mercado bursátil mexicano
registró una aparatosa caída superior a 7 por ciento (aunque finalmente
se redujo a la mitad de la proporción inicial), por lo que de inmediato
la autoridad de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) suspendió 15 minutos
las operaciones en el piso de remates.
Lo anterior provocó sonoros cuan histéricos reclamos, mentadas y
conexos –obviamente destinados a Palacio Nacional– de no pocos bisoños
en el tema, aunque incluso algunos medios –se supone– especializados no
dieron mayor explicación sobre el porqué de la citada decisión, de tal
suerte que, por omisión o comisión, también se subieron al carro que por
doquier reparte versiones apocalípticas.
Con gobiernos más comprensivo$$$, los mismos que ayer se rasgaron las
vestiduras por la citada suspensión aplaudían a rabiar decisiones como
la citada, siempre destacando –en aquel entonces– la
oportunidade
inteligenciade la autoridad bursátil.
Lo cierto es que –le guste o no y de mucho tiempo atrás– la autoridad
bursátil está obligada a proceder como lo hizo ayer; es decir,
suspender la cotización de una u otra acción, o, de plano, la operación
del mercado en su conjunto.
¿Por qué? Su marco normativo establece –como parte de una serie de medidas preventivas, siempre con el objetivo de
procurar una transparente y ordenada formación de precios–que la autoridad de la Bolsa Mexicana de Valores puede
suspender la cotización de un valor, incluso durante la preapertura; suspender la sesión de remate en curso; llevar a cabo programas de contingencia; realizar visitas y efectuar auditorías. Y ayer dicha autoridad aplicó su marco normativo y actuó en consecuencia; es decir, nada extraño, nada fuera de lugar.
De hecho, el citado marco normativo establece que –tratándose de
movimientos inusitados del mercado– “la BMV podrá suspender una sesión de remate en curso cuantas veces sea necesario durante un mismo día, cuando se presente un movimiento inusitado del mercado. Asimismo, en caso de que se presente una variación a la baja en el principal indicador del mercado de capitales, podrá suspender la sesión de remate en curso, durante el tiempo necesario y conforme a los rangos y metodología establecidos en el manual. La Bolsa podrá tomar en consideración las medidas que, en su caso, se adopten en mercados extranjeros, para en su caso decretar la suspensión a que se refiere la disposición anterior. La suspensión de una sesión de remate tendrá la duración que la Bolsa considere necesaria… La norma interna emitida por la BMV, aplicables, entre otros sujetos, a las emisoras de valores, casas de bolsa y otros participantes del mercado de valores”.
El horno no está para bollos y, por lo mismo, en nada ayuda que, por
desconocimiento o, de plano, mala leche, circulen versiones
apocalípticas, todas ellas
confirmadas(como la de los
muertos
vivientesy la relativa a la
madre del tío de un primo que es amigo de un sobrino–etcétera–, para no ir más lejos). Cierto es que la BMV puntualmente informó que aplicó la citada suspensión
conforme a nuestro manual operativo, pero todo indica que hasta los
especialistasfingieron no ver la notificación.
Editorial
Ala, en apariencia,
interminable concatenación de problemas generados por la pandemia de
coronavirus, y debido a los esfuerzos de los estados para frenar su
propagación, debe sumarse ahora la situación de las personas que se
encuentran fuera de sus naciones de origen o residencia, y que se ven
impedidas a regresar debido a los cierres fronterizos (en especial, los
aéreos) decretados por las autoridades de varios países.
Tres visiones sobre la crisis por el Covid-19
La Jornada
del domingo pasado nos muestra tres formas interesantes de ver la actual
crisis mundial provocada por el coronavirus. Marcos Roitman señala la
histeria colectiva provocada por el miedo al contagio que desarticula
movimientos sociales y da lugar a un control social basado en el miedo,
es momento de obedecer sin chistar.
Hoy estamos viviendo un
fenómeno inédito mundial, no porque no haya habido pandemias en otros
momentos –simplemente en mi generación, todavía está fresca la memoria
de la pandemia del sida–, sino porque la del coronavirus mezcla tres
factores: es una enfermedad de contagio fácil y veloz, que se está dando
en un momento en que la globalización ha entrado ya a una fase madura, y
en un tiempo en que muchos países están siendo gobernados desde
corrientes nacionalistas y aislacionistas. A esos tres factores hay que
agregar algunos otros, menos protagónicos pero que están también
rondando en el trasfondo, como el que el mundo ha llegado a un punto
crítico en el tema de cambio climático, por ejemplo, o como la caída
precipitada de los precios del petróleo, que no es causada por el
coronavirus, pero que sí se agrava por el freno productivo.
Mis nietos, mi hija y
su esposo viven en Trento, a mitad de camino entre Venecia y Milán.
Pequeña ciudad del primer mundo (muy parecida a la de los cuentos de
Heidi), Trento debe su fama al gran concilio que
modernizóel Santo Oficio de la Inquisición (1545-63), y a las Brigadas Rojas que allí surgieron, y que en 1978 asesinaron al primer ministro (democristiano) Aldo Moro.
Poco importa hacia dónde vaya,
cómo dirija la mirada o qué decida hacer, el azuzado toro habrá de
cogerlo en cualquiera de los terrenos que pise. Es casi una táctica
continua del presente juego político. El Presidente estará sitiado por
sus ya bien conocidos y cotidianos críticos. Y no se dirigen sólo a él
sino que, no pocas veces, incluyen en estos dilemas a los objetivos
transformadores que pretende llevar a cabo. Unos a otros se influencian
hasta formar un concierto opositor, tanto en el tópico referido para
golpearlo como los argumentos a usar. Y, también como la ya casi
costumbre, el grupo social al que se dirigen, es el mismo: una capa,
lejos de ser mayoritaria, pero decidida a corearles sus posturas y
hacerlas suyas de inmediato. No lanzan sus conceptos al aire difusivo
para que los oiga y siga su público, sino que, con frecuencia creciente,
se dirigen al mismo sujeto criticado para que se comporte y actúe tal y
como le dictan.
Sin duda, la vida es otra bajo
la amenaza del coronavirus. La manera en que organizamos la
cotidianidad se ha visto trastocada por la pandemia. Cuándo hubiéramos
imaginado que Italia, Francia y España declararían tiempos de excepción,
cerrando sus fronteras y limitado el libre tránsito de las personas.
Confinamiento obligatorio. Impensable, el discurso de Macron que declara
un estado de guerra contra el virus y llama a la unidad de todos los
franceses. Sin ejércitos ni divisiones militares, el Covid-19 se erige
como un poderoso enemigo que en sólo unas semanas ha puesto en jaque la
soberbia civilización occidental. Las grandes economías del planeta se
han cimbrado y la sombra de la recesión inquieta. La emergencia
sanitaria ha provocado un colapso mundial, las bolsas han caído, la
actividad económica y el comercio se han contraído y por lo mismo cayó
el precio del petróleo. La irrupción del coronavirus en la era global es
la primera pandemia que se expande en un mundo altamente
interconectado. Una civilización global intensamente interrelacionada
que facilita, como nunca, el contagio. Pareciera que seguimos un guion
catastrofista de un filme de ciencia ficción. Imágenes insospechadas,
como la del papa Francisco bendiciendo desde su balcón ante una plaza de
San Pedro despoblada. Las tradicionales avenidas y parques de Madrid y
París lucen vacíos, fantasmales. Sin estar infectados físicamente, el
coronavirus ha contagiado el ánimo de los pueblos a través de los
medios. El virus se ha apoderado de toda la centralidad de la agenda
mediática. Pero existe también la llamada
infodemia, fake news o desinformación que circula en Internet y medios de comunicación con respecto al Covid-19. Creando confusión como agravante de la crisis sanitaria, que obstaculiza las medidas de contención del brote, propagando pánico y generando desorientación. Algunos medios en Occidente, poco profesionales, nos han hecho sentir que vivimos tiempos terroríficos y hasta escatológicos con afectación de sicosis colectiva.
El coronavirus (Covid-19) no
fue responsable de la caída de los mercados bursátiles ni del desplome
de los precios internacionales del petróleo. En los últimos 159 años se
han presentado seis ciclos largos en los precios del petróleo, sin
considerar el actual, que aún no concluye, con una duración promedio de
27 años. En tres de estos ciclos los precios reales (dólares constantes
de 2018) llegaron a niveles máximos que rebasaron 100 dólares en el
precio promedio anual del barril del petróleo 1; en dos superaron 30
dólares y en uno, el más prolongado, el precio máximo apenas rebasó en
su punto máximo los 20 dólares 2.
En tiempos ordinarios, si los
hay, la operación quirúrgica a causa de una fractura de la cabeza del
fémur no presenta graves riesgos. La secuela inmediata es la dificultad
motriz. No queda sino hacer prueba de paciencia. A pesar de los
progresos científicos, los huesos tardan en solidificarse y las heridas
en cicatrizar. El paciente debe, pues, resignarse al hospital y a la
reducación en un centro especializado. Es decir, dos encierros. Algunas
visitas y un pedazo de cielo cuando se tiene la suerte de estar junto a
una ventana. Por dicha, con el paso de los días, aumenta el espacio
accesible: se va más lejos a cada caminata con la ayuda de bastones
ingleses o algún aparato. Eran los tiempos anteriores al coronavirus.
Albert Camus tenía la certeza
de que no se piensa más que por imágenes. Para hacer filosofía debían
escribirse novelas. No es casual que su narrativa contenga imágenes
poderosas: como aquella de El extranjero de una playa de calor sofocante, un sol molesto y un reflejo que deslumbra; o las ratas muertas en La peste que marcan el inicio y el fin de la novela.
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