3/19/2020

UACM: nada humano me es ajeno


Nada humano me es ajeno (el lema de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México) expresa un concepto del ser humano diametralmente opuesto a la degradante noción de humanidad que define a la llamada ciencia económica: el homo economicus, el individuo egoísta para quien los intereses, necesidades y derechos de los demás le son totalmente ajenos. También es contrario al concepto de ser humano implícito en el conductismo, dominante en gran parte de la sociedad contemporánea, en especial en el sistema educativo: el individuo como un objeto, una caja negra, cuya vida, emociones, y voluntad nos son ajenas, y susceptible de ser conducidas, con premios y castigos, para alcanzar un propósito también ajeno al sujeto. Degradantes conceptos del ser humano examinados en las dos entregas anteriores (5 y 12 de marzo).
En la ley de autonomía de la UACM se determina que la comunidad universitaria se constituye mediante relaciones de cooperación y apoyo mutuo. En dicha ley queda establecido que tanto estudiantes, como académicos, coordinadores y trabajadores son considerados como personas que valoran al conocimiento y la cultura no por un cálculo egoísta de costos y beneficios sino, antes que nada, porque les permiten desarrollarse como mejores seres humanos, contribuir a la solución de los problemas de la comunidad y de la humanidad, y ampliar su capacidad de apreciar las artes, el valor de la ciencia y todas las expresiones culturales de los demás seres humanos.
En la vida actual de la UACM estos valores de uso de los conocimientos y la cultura (valores prácticos unos, trascendentes otros) están vivos y se manifiestan de diversas maneras. Hay evidencia clara de que el fortalecimiento de una conciencia social, histórica, política y ética que ambiciona el proyecto de la UACM, no se ha quedado en el papel, es una realidad en las motivaciones de estudiantes y maestros.
De forma institucional, se han generado espacios en los que los estudiantes reflexionan acerca del sentido que tiene para ellos haber llegado a la universidad y poder formarse como profesionistas ycomo personas. Esta es una de las funciones del programa de integración (que cursan todos los estudiantes en el primer semestre) y en el cual también su busca subsanar carencias de preparación en áreas básicas (lectura, redacción y matemáticas).
Invitados a expresar por escrito sus ideas, proyectos y aspiraciones, los alumnos dan testimonio de estar motivados por una valiosa conciencia social y ética. De estos logros dan cuenta varios trabajos publicados. Un aporte muy valioso es, por ejemplo, el libro Somos uacemitas: nuestras historias, nuestras vidas (reseñado en este espacio el 21 de abril de 2016) En él se narran 13 historias que son muestra clara de cómo la perspectiva social, histórica y humana se traduce en la perseverancia necesaria para sortear las múltiples dificultades que significan los estudios universitarios.
En un artículo recién publicado, el maestro Aldo Fabián Hernández, del plantel Cuautepec de la UACM, da cuenta de las expresiones de estudiantes de ese plantel a quienes se les preguntó ¿Qué es la UACM? Algunas respuestas fueron las siguientes:
“(…) es mi segundo hogar, un cobijo intelectual y social que ha logrado sacar una mejor versión de mí.” Es un proyecto que le dio cabida a muchas personas como yo, que no tenían esperanza de entrar a la educación superior por el entorno violento, por la familia que no acabó la primaria, por los estigmas sociales y muchas cosas más que condicionan. (...) es para mí una oportunidad de ser un profesionista. La posibilidad de convertirme en una mejor persona. Me dio luz verde cuando no tenía idea de qué hacer, se volvió mi segunda casa, mi maestra en la escuela de la vida. Es un espacio donde se forman personas que van a ayudar a mejorar el mundo (...) Es un gran regalo de la vida. Para mí la UACM llegó a decirme: animo, tú puedes demostrar todo lo que puedes hacer (...) pues entré en una depresión muy fuerte al no quedarme en mis opciones. He aprendido a quererla y sacarle todo el jugo necesario para crecer tanto académica como personalmente. La universidad más noble. (...) no sólo es un proyecto para los que habitan la ciudad. Es el espacio que te permite crecer como un estudiante universitario, como un ser vivo que siente el dolor de otro que no soy yo.
La reflexión acerca del sentido de los estudios universitarios es un camino fértil para lograr no sólo una más rica y sólida conciencia, sino también para fortalecer el trabajo académico de los estudiantes, como lo demuestran experiencias en prestigiadas instituciones de otros países. Pueden verse al respecto las experiencias analizadas en The purposfull graduate, de Tim Clydesdale, y Helping colleges students find purpose, de Robert J. Nash; en ambos libros se muestran experiencias influenciadas por los valores de confesiones protestantes que tienen fuerte presencia en varias universidades estadunidenses. También hay significativas experiencias con una orientación laica como las que analiza el conocido educador estadunidense Alexander Astin, de la Universidad de California en su libro Cultivating the Spirit.
Uno de los estudiantes del maestro Hernández del Plantel Cuautepec dice: la UACM para mí, es ser más humano.

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