Incluso las
pandemias tienen género, el tema es que quienes toman las medidas para
enfrentarlas suelen olvidarse de ello, pero para eso está el feminismo, para
recordárselo.
Ante el COVID-19 se ha tomado la medida del
aislamiento, así, a secas, sin tomar en cuenta las desigualdades de género y las
violencias contra las mujeres que ocurren dentro de las cuatro paredes de las
casas, en el transporte público o en los centros de trabajo.
Tampoco se consideran los impactos económicos diferenciados que
tendrá esta pandemia, como en la pérdida de empleos, donde los más
precarios son los ocupados por mujeres y los que mayor impacto tienen en
situaciones como estas. Posibles cierres de empresas pequeñas y
medianas, que en muchos casos están encabezadas por mujeres.
El día de ayer la
senadora Patricia Mercado llamaba a un plan de emergencia para proteger
precisamente el empleo, y en estas acciones hay que pensar en la situación de
las mujeres para desarrollar programas que aminoren los impactos en ellas, que
de por sí, viven ya condiciones de desigualdad.
Otro tema
fundamental son violencias a las que las mujeres de todas las edades pueden
estar expuestas sin pandemia, y que ante las acciones drásticas que deben
tomarse, son olvidadas y no son consideradas en las acciones preventivas, como
los confinamientos.
Datos del Fondo de
Población de las Naciones Unidas señalan que la violencia contra las mujeres,
especialmente la sexual, es más común en entornos de emergencia humanitaria.
Ahora empieza a
documentarse que el aislamiento prolongado puede
generar, en ambientes familiares tóxicos con hombres violentos, posesivos,
machistas superlativos, incremento en las violencias contra las mujeres, poco
se sabe lo que ocurre en las calles y en los centros de trabajo.
Por ello, en
prácticamente todos los países que están enfrentando la pandemia del COVID-9 han surgido las campañas para
anunciar los números y servicios de emergencia a los cuales estas mujeres
pueden recurrir, muchas de estas acciones están siendo emprendidas por las
propias organizaciones feministas y en algunos casos por las instancias
responsables de las políticas de igualdad.
El encierro
prolongado, para las mujeres que viven violencia de los hombres de su familia, es
el peor enemigo pues sus agresores es probable que aprovechen ese encierro para
el maltrato, como lo ha reportado la organización feminista china tras la
pandemia, lo cual de acuerdo con reportes policiales las denuncias de maltrato
en el hogar se triplicaron durante el mes de febrero, sólo de una comisaría
policial.
El problema se
agudiza pues ante la falta de sensibilidad de los policías que, de por sí, no
acuden a los llamados de auxilio de las mujeres, con la emergencia sanitaria
menos.
Países como
España, Argentina, Costa Rica y Uruguay han empezado a transmitir la
información de que los números de emergencias destinados para la denuncia de
violencias machistas estarán operando al igual que los refugios, esperemos que
en estos casos los policías estén instruidos a reaccionar ante las llamadas de
auxilio.
Incluso MexicanasResistiendoExtranjero,
inició una campaña en 17 idiomas para asesorar en caso de violencia contra las
mujeres en estos momentos de emergencia sanitaria mundial.
En México la Red
Nacional de Refugios, dio la voz de alerta y empezó a distribuir en redes
sociales los números de contacto para las mujeres que necesiten apoyos frente a
las violencias machistas que puedan enfrentar en esta etapa de confinamientos
prolongados.
Aquí me gustaría
proporcionar los números: en la zona metropolitana pueden marcar 56 74 96 95 y
la línea nacional 8008224460.
Es necesario que
las autoridades tomen cartas en el asunto e inicien una gran campaña a todos
los niveles para que los hombres violentos sepan que también se están
preparando reacciones para salvar la vida e integridad de las mujeres, si ellos
deciden ejercer violencia contra alguna mujer dentro o fuera de la familia.
Que todas las
autoridades de todos los niveles estén prestos a responder ante las llamadas de
auxilio de cualquier mujer, de cualquier edad, es fundamental ante las
violencias contra las mujeres.
#AislamientoSinVIolencia
es el hashtag que está circulando toda la información para que las mujeres
puedan estar en confinamientos seguros. Faltan medidas para las trabajadoras
que no podrán dejar de ir a trabajar y que tendrán que estar con sus jefes
hostigadores, con sus compañeros acosadores.
¿A quiénes van a
recurrir, qué acciones están tomando las empresas y la secretaría del trabajo
para evitarlo? ¿cómo se está garantizando la movilidad sin violencia para las
mujeres que sí o sí van a tener que salir a trabajar en calles vacías con transportes
desolados?
Cuando en México estamos a punto de entrar a esta etapa de manera
masiva y después de la histórica movilización del 8 de marzo, se deben
tomar ya, las medidas para enfrentar la otra pandemia de la desigualdad.
20/LLH/LGL
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