La posición de la vivienda de la defensora del medio ambiente Claudia Zenteno Saldívar, enfrente de la zona protegida de Xochimilco, se ha convertido en una bendición y una maldición a la vez.
Ciudad de México. Llegó a asentarse en el borde del
área verde con su esposo, en 1995. Al inicio, contó en entrevista con
Cimacnoticias, se preguntaba qué había enfrente de su casa y muy pronto
realizó su primera exploración de la zona. “Me fui entre las hierbas y demás, ¡y me enamoré de eso!”, contó con voz emocionada.
“¡Es una belleza! Le decía a mi esposo, es que hay
unos animales blancos con un pico. Y me decía ¡son pelícanos! No, decía yo,
porque los pelícanos tienen una bolsa. Y bueno, estábamos en la discusión, que
sí, que no. Y ya después resultó que sí son pelícanos. Veía a las garzas y el
agua, ¡era azul! Me quedé enamorada, de ver las golondrinas, la neblina, el
amanecer. De aquí veo el Popo y el Ixtla. Veo el Ajusco, todos los volcanes.”
Sin embargo, observando la naturaleza, también
notaba los cambios, sobre todo del uso del suelo. Vinieron los asentamientos
ilegales dentro del área protegida, la filmación de las series “Mexica” y
“Hernán”, de Grupo Salinas, Grupo Azteca y Amazon. Y están los planes del
gobierno de la ciudad, de prolongar el Metrobús línea 5.
Poco después de su llegada, en 1997, Claudia inició
su lucha contra los proyectos que amenazaban la biodiversidad del área verde.
La zona de humedales, explicó, es de alto valor ambiental para la Ciudad de
México. “Si se pierde esta zona, toda la ciudad se convertiría en desierto”, dijo.
Además, las chinampas son vestigios arqueológicos, una herencia cultural que se
está “descuidando terriblemente”.
El día de hoy, el área protegida que la defensora
ama tanto, es afectada por varios proyectos. Por un lado, están las compañías
que filman la serie “Hernán” en las áreas verdes. “Este grupo, dice tener los
permisos”. Hasta ahorita, dijo, no han podido comprobarlo. “Y la
Secretaría del medio ambiente, cuando se le pide a través de información
pública, está ocultando, dan vueltas y vueltas”, narró Zenteno Saldívar.
La defensora criticó muy fuerte los proyectos de
desarrollo urbano en la región. Opinó que a la jefa de gobierno, Claudia
Sheinbaum Pardo, le importa más el voto de las personas que viven en las zonas
marginadas, y también en los asentamientos irregulares dentro de las áreas
protegidas, que la protección del medio ambiente. Recientemente, observó que
funcionarios de la alcaldía llevaron energía eléctrica a un asentamiento
irregular, lo que en su opinión está mal.
Defender el medio ambiente, la puso en posición vulnerable
Otro proyecto popular que afectará al medio
ambiente es la prolongación de la línea 5 del Metrobús. “Van a rellenar el
canal”, advirtió, “porque dicen que es una obra que beneficiará a toda la
comunidad.” En los planes originales, narró con tono enojado, “nunca se dijo
que se iba a tocar esa área. Yo verifiqué el expediente. Hoy, en su proyecto,
dicen voy a rellenar el canal, voy a dejar la ampliación junto a los
asentamientos irregulares que están dentro del suelo de conservación, y yo como
autoridad no he hecho absolutamente nada para detener la mancha urbana.”
Sin embargo, esta posición en defensa del medio
ambiente, le ha llevado a hacer enemigos. Las amenazas que ha vivido son
múltiples. Desde intimidaciones que le decían “pinche vieja, vaya usted a su
casa a lavar los trastes!”, infiltraciones a sus cuentas en redes sociales, a
un recurso administrativo de clausura para su casa, hasta ataques físicos como
golpes a su familia, el secuestro de su hijo, y un intento de homicidio. Fue
tanto que ella ahora se encuentra en el Mecanismo de Protección a Personas
Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
Ahora resulta que la posición de su casa también es
maldición. “Hay pintas en mi casa. Tiros de arma de fuego fuera de mi casa.
Grupos delictivos enfrente de mi casa. Los tengo aquí”, contó Zenteno Saldívar.
Su fuerte, habría sido la familia. “He visto el desmoronamiento de las familias
de compañeras”, dijo, pero a pesar de la represión que sufrió no solamente
ella, sino también su esposo, hijo, y otros familiares, se mantuvieron unidos.
“Quizá por eso, no han podido”, opinó.
Junto con una terapeuta, su familia aprendió a
cambiar rutinas, como medida de seguridad, y ser más vigilantes. “Vamos a abrir
más los ojos. Ese, tiene la piel de oveja pero véle las patas, será un lobo”,
concluyó la defensora.
20/SG/LGL
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