7/29/2011

Salud de jefas de familia pasó a segundo término


Agudización de crisis reduce gastos en ese rubro: economista


Por Gladis Torres Ruiz

México, DF, 28 jul 11 (CIMAC).- La pobreza que enfrentan miles de mujeres que encabezan familias en México, las ha obligado a dejar de lado derechos básicos para ellas y sus hijas e hijos, tal es el caso de la educación y la salud, advirtió la economista especializada en temas de género Carmen Ponce Meléndez.

Este tipo de violencia económica afecta de manera particular a las mujeres que son jefas de familia ya que soportan todos los gastos del hogar, y absorben los trabajos domésticos y del cuidado de las y los hijos.

“Muchas de ellas dejan de lado su propia salud por no tener el poder económico para acceder a ella, a lo que se suma la escasa inversión en educación de sus hijas e hijos. De cada 100 pesos las madres destinan sólo cinco a la educación”, toda vez que tienen temas emergentes que atender como la alimentación, abundó Carmen Ponce.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del total de las mujeres con hijas e hijos, 20.9 por ciento son jefas del hogar y el promedio de integrantes en los hogares que ellas dirigen es de 3.5. Del total de las jefas de hogar con hijos, 48.1 forman parte de la población económicamente activa.

Por cada 100 trabajadoras 18 trabajan sin contrato escrito o por su cuenta, y en su mayoría son jefas de hogar.

La especialista refiere que la crisis económica en el país ha generado una disminución en los ingresos de los hogares, sobre todo en los de escasos recursos, los cuales apenas obtienen 2 mil pesos mensuales.

Al haber menos recursos para educación, se generan otros problemas, tal es el caso de las y los jóvenes que ni estudian, ni trabajan, a quienes les queda como única opción ingresar a las filas del crimen organizado.

El Censo de Población y Vivienda 2010 indica que las mujeres cursan en promedio 8.5 años de escolaridad; en ese año el 12.4 por ciento de las niñas y adolescentes de 15 a 19 años de edad ya tenía descendencia y sólo 5.1 por ciento de quienes eran madres en el grupo de 15 a 29 años de edad continuó estudiando.

Mientras que la tasa de desempleo (TDA) a nivel nacional para las mujeres jóvenes de 14 a 19 años es de 10.5; lo doble del desempleo nacional de mujeres (5.2 ). Durante el período 2005-2010 el desempleo femenino adolescente ha sido creciente, 5.3 de tasa de crecimiento medio anual, según la Encuesta Nacional de Empleo.

Ponce Meléndez señaló que estas situaciones socioeconómicas impactan en la vida de las mujeres no sólo en lo que se refiere a la violencia económica, sino también se incrementa la violencia familiar y la violencia social.

El origen de estas violencias que padecen las mujeres es la falta de políticas públicas que tejan una red de sustento a la nueva dimensión social de la maternidad y de la jefatura de hogares; ya que con ello se lograría reducir la violencia y reconstruir un tejido social en crisis.

Las jefas de hogar requieren guarderías suficientes en calidad y cantidad; horarios extensos en primaria y secundaria, comedores y muchas otras prestaciones.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica 2009 realizada por el INEGI, el 43 por ciento de las mujeres ha sufrido incidentes de violencia de pareja y el 29.9 violencia laboral.

La economista agregó que otro renglón que está siendo muy castigado por la crisis económica es el de salud: “Ya sabemos que las usuarias numero uno de los servicios de salud son las mujeres y la infancia, en los hogares se destina muy poco para ello”.

Al ser ellas las que encabezan las familias, tienen que decidir en qué invertir y por lo regular lo hacen en la salud de las hijas e hijos, dejando en segundo término la propia.

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