Jalisco suma ya las 55 víctimas de género en lo que llevamos de año
Artículo copiado tal cual de: Qdiario Autora: Meritxell Fandiño. 10:37h Domingo, 24 de julio de 2011
“Estamos en una cresta que tiene casi una pendiente completamente vertical que contrasta mucho, desde el punto de vista del comportamiento del fenómeno, con lo que está ocurriendo con los homicidios masculinos. Es decir, aunque todo el homicidio ha crecido, y los homicidios masculinos también, la pendiente que se ve en las cifras de los homicidios dolosos contra mujeres es realmente preocupante”, explicaba Teresa Inchaústegui Romero, diputada federal y presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios, en el foro Tipificación del Feminicidio celebrado en Jalisco.
Según indicaba, el número de estos casos en México ha aumentado un 67% desde 2007, un incremento muy preocupante que acelera la urgencia en la toma de medidas. Pero por el momento sigue el oscurantismo y la ocultación de datos por parte de los gobiernos federales, creándose así el espejismo de una permisibilidad que aumenta la magnitud de la barbarie. Hospicio Cabañas, en Guadalajara (México)
El feminicidio es uno de los grandes problemas de los países hispanos, también del nuestro. Sin embargo, no todos los países lo consideran un delito autónomo en lugar de un simple agravante del homicidio. México es uno de esos ejemplos, y con el objetivo de conseguir avances en la materia, se celebró este foro en el que expertas convocadas por el Congreso del Estado de Jalisco y organizaciones civiles retrataron las dimensiones del problema. Ichaústegui destacó que diez de los 32 estados federales que conforman México concentran los máximos focos de violencia contra las mujeres. La mayoría de estos puntos se ubican en el norte del país, así como en los estados de México, Oaxaca o Jalisco.
En el último de los casos, y según datos recogidos por el periódico El Occidental, el número de mujeres asesinadas desde 1997 hasta 2009 alcanza las 581. En 2010 se registraron 88, y en lo que llevamos de año (hasta el pasado 13 de julio) ya se ha llegado a la cifra de 55 víctimas. Sin embargo, indica El Informador, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) negó a la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) el informe especial que le solicitó para conocer los datos exactos sobre los feminicidios y su naturaleza en el Estado. El argumento fue que se trataba de información confidencial. Patricia Bedolla Zamora, presidenta del Observatorio Nacional del Feminicidio y ponente en el foro, identificó seis conductas reiteradas en los estados con más feminicidios en el último lustro.
Feminicidio íntimo, de relaciones de poder, perpetuado por personas desconocidas, con exposición de cuerpos, escenas infamantes y abuso sexual. En definitiva, homicidios con grandes dosis de ensañamiento y motivados por fenómenos que también deberían ser estudiados. Desde la web Feminicidio.net apuntan al narcotráfico, las maras o las mafias de trata de mujeres con fines de explotación sexual entre las causas del problema en México. Aunque Inchaústegui, y según informa la web de Milenio, confía en que las reformas constitucionales en materia de Derechos Humanos contribuyan a una mejora de la situación, la realidad es que aún queda mucho camino por hacer. Los cambios legislativos son urgentes y muy necesarios. Porque, aunque no hacen “milagros”, son el único camino para conseguirlos.
Artículo copiado tal cual de: Qdiario Autora: Meritxell Fandiño. 10:37h Domingo, 24 de julio de 2011
“Estamos en una cresta que tiene casi una pendiente completamente vertical que contrasta mucho, desde el punto de vista del comportamiento del fenómeno, con lo que está ocurriendo con los homicidios masculinos. Es decir, aunque todo el homicidio ha crecido, y los homicidios masculinos también, la pendiente que se ve en las cifras de los homicidios dolosos contra mujeres es realmente preocupante”, explicaba Teresa Inchaústegui Romero, diputada federal y presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios, en el foro Tipificación del Feminicidio celebrado en Jalisco.
Según indicaba, el número de estos casos en México ha aumentado un 67% desde 2007, un incremento muy preocupante que acelera la urgencia en la toma de medidas. Pero por el momento sigue el oscurantismo y la ocultación de datos por parte de los gobiernos federales, creándose así el espejismo de una permisibilidad que aumenta la magnitud de la barbarie. Hospicio Cabañas, en Guadalajara (México)
El feminicidio es uno de los grandes problemas de los países hispanos, también del nuestro. Sin embargo, no todos los países lo consideran un delito autónomo en lugar de un simple agravante del homicidio. México es uno de esos ejemplos, y con el objetivo de conseguir avances en la materia, se celebró este foro en el que expertas convocadas por el Congreso del Estado de Jalisco y organizaciones civiles retrataron las dimensiones del problema. Ichaústegui destacó que diez de los 32 estados federales que conforman México concentran los máximos focos de violencia contra las mujeres. La mayoría de estos puntos se ubican en el norte del país, así como en los estados de México, Oaxaca o Jalisco.
En el último de los casos, y según datos recogidos por el periódico El Occidental, el número de mujeres asesinadas desde 1997 hasta 2009 alcanza las 581. En 2010 se registraron 88, y en lo que llevamos de año (hasta el pasado 13 de julio) ya se ha llegado a la cifra de 55 víctimas. Sin embargo, indica El Informador, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) negó a la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) el informe especial que le solicitó para conocer los datos exactos sobre los feminicidios y su naturaleza en el Estado. El argumento fue que se trataba de información confidencial. Patricia Bedolla Zamora, presidenta del Observatorio Nacional del Feminicidio y ponente en el foro, identificó seis conductas reiteradas en los estados con más feminicidios en el último lustro.
Feminicidio íntimo, de relaciones de poder, perpetuado por personas desconocidas, con exposición de cuerpos, escenas infamantes y abuso sexual. En definitiva, homicidios con grandes dosis de ensañamiento y motivados por fenómenos que también deberían ser estudiados. Desde la web Feminicidio.net apuntan al narcotráfico, las maras o las mafias de trata de mujeres con fines de explotación sexual entre las causas del problema en México. Aunque Inchaústegui, y según informa la web de Milenio, confía en que las reformas constitucionales en materia de Derechos Humanos contribuyan a una mejora de la situación, la realidad es que aún queda mucho camino por hacer. Los cambios legislativos son urgentes y muy necesarios. Porque, aunque no hacen “milagros”, son el único camino para conseguirlos.
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