Propone la Cepal ingreso básico universal
▲ Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la videoconferencia en la que presentó el informe El desafío social en tiempos del Covid-19.
La pandemia de Covid-19 y sus repercusiones económicas
amenazan con borrar 13 años de movilidad social en América Latina y
dejar 214 millones 700 mil pobres y 83 millones 400 mil pobres extremos.
Además, México será el país con mayor incremento de pobreza en la
región, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal). El organismo propuso a las naciones de la zona establecer un
ingreso básico universal de emergencia.
La pandemia hizo muy visibles los problemas estructurales del modelo de desarrollo, las carencias del sistema de protección social y de regímenes de bienestar muy incompletos, muy frágiles, muy vulnerables, declaró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, desde la sede de éste en Santiago de Chile.
La Cepal estima que en México se dará el mayor incremento de pobreza
extrema –personas que no pueden cumplir con al menos la mitad de sus
necesidades básicas–, con un alza de 4.8 por ciento, y será el segundo
mayor en pobreza –sólo detrás de Argentina–, con un aumento de 5.9.
Así, para el cierre de 2020 se considera que 47.8 de cada 100
mexicanos serán pobres y 15.9 de cada 100 se encontrarán en pobreza
extrema. Con dichos indicadores el país estaría al frente de la
ampliación de la desigualdad, plantea el tercer reporte de una serie que
prepara el organismo para seguir los efectos de la pandemia en América
Latina.
Bárcena admitió que los estimados sobre pobreza para este país están
vinculados con la contracción de 6.5 por ciento que se prevé este año en
el producto interno bruto (PIB), pero también incidirán en dichos
pronósticos –para bien o para mal– el desempeño de las remesas y la
política de transferencias y créditos anunciada por el gobierno del
presidente Andrés Manuel López Obrador.
En videoconferencia, subrayó que lo que hagan los gobiernos en lo
inmediato para enfrentar los efectos económicos de la pandemia
permitirá no caer de nuevo en otra década perdida, cuando las crisis económicas en los años 80 del siglo pasado llevaron a la región a transitar 25 años para recuperar niveles de pobreza previos
que tampoco eran buenos.
La Cepal propone un ingreso básico universal –es decir, para toda la
población en edad de trabajar–, pero los recursos para cumplir con éste
implicarían más allá de los márgenes de gasto que tienen algunos países.
Por ejemplo, en México, la transferencia para una línea de bienestar
mínima, que equivale al costo de la canasta alimentaria de las zonas
urbanas (73 dólares mensuales), representa 10.3 por ciento del PIB
proyectado para 2020.
Un ingreso equivalente a la canasta alimentaria y no alimentaria (144
dólares mensuales) alcanzaría 20.2 por ciento del PIB y la
transferencia de un salario mínimo (167 dólares mensuales) implicaría
23.5 por ciento. En ese sentido, explicó, se necesita moverse a un
esquema de este tipo de manera gradual.
Por lo pronto llamó a los países de la región a dar un ingreso básico
universal de emergencia, que se centre en 34.6 por ciento de la región
que hoy día es pobre.
Un modelo de transferencias por seis meses equivaldría a 3.4 por
ciento del PIB, ya sumados los programas de traspasos que se han
implementado. Dicho monto es casi la mitad del 6.3 por ciento del PIB
que pierde la región por evasión fiscal.
Foto Xinhua
Dora Villanueva
Periódico La Jornada
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