José Antonio Rojas Nieto
Aún
no se dan a conocer las famosas bases del mercado. Esperemos su
publicación para señalar algunas de las características principales de
lo que será –a partir del primero de enero de 2016– el mercado
eléctrico mayorista (mercado). Los tiempos están más que vencidos. Pero
la insistencia gubernamental de este sexenio en
cumplirplazos hace altamente probable que aparezcan de un momento a otro. No omito reiterar que la complejidad del asunto es mayor. Es preciso enfrentarla. Está en juego uno de los requerimientos más sensibles para la población.
Necesario será entender lo mejor posible lo que pasa. Lo que pasará…
Compañeros especialistas en asuntos petroleros no dejan de señalar la s alen aún.
enorme dificultad de lo eléctrico. Si no hay electricidad, a prender velas y veladoras, quinqués. O hacer uso de las limitadas baterías. Y si –por alguna razón– las fallas en el suministro se originan por falta de centrales eléctricas o falta de redes, no hay más que atender las urgencias con equipos de emergencia, siempre insuficientes y siempre caros, muy caros. Pero –simultáneamente– acelerar la construcción de centrales eléctricas y de redes, asunto que toma tiempo. Y con urgencias es más caro. Y acota uno de ellos. Si no hay gasolina, diésel, gas licuado del petróleo o algún otro petrolífero, se importa rápidamente. Para el caso del gas natural, la solución de indisponibilidad no es tan compleja como en el caso eléctrico, aunque también supone dificultades serias. Redes de gasoductos como las que ya se construyen en la zonas noreste, norte y noroeste de México. O terminales de gas natural licuado como las del Pacífico y del Golfo mexicanos. Lo cierto es que las bases del mercado eléctrico (bases) no
No es sencillo diseñar la normatividad de un esquema de competencia
mayorista de energía eléctrica. Pero no sólo de energía. Recordemos que
el artículo 96 de la Ley de la Industria Eléctrica (ley) indica que las
reglas el mercado –denominación conjunta de bases y disposiciones
operativas del mercado– establecerán
procedimientos que permitan
realizar, al menos, transacciones de compraventa de:
1) energía
eléctrica;
2) servicios conexos que se incluyan en el mercado eléctrico
mayorista;
3) potencia o cualquier otro producto que garantice la
suficiencia de recursos para satisfacer la demanda eléctrica;
4) los
productos anteriores vía importación o exportación;
5) derechos
financieros de transmisión;
6) certificados de energías limpias;
7) los
demás productos, derechos de cobro y penalizaciones que se requieren
para el funcionamiento eficiente del sistema eléctrico nacional.
Estamos en un proceso de reconformación de un sistema eléctrico
nacional que –según la ley– se integrará con cinco componentes a partir
de 2016. Los hemos señalado en otras notas. Los recordamos hoy:
1) red
nacional de transmisión (poco más de 90 por ciento de la energía
recibida en estas redes se mueve en tensiones de 230 o 400 kilovoltios;
2) redes generales de distribución (poco más de 90 por ciento de la
energía recibida en estas redes se mueve en tensiones de 115
kilovoltios o inferiores;
3) centrales eléctricas que entregan energía
eléctrica a la red nacional de transmisión o a las redes generales de
distribución;
4) equipos e instalaciones del Centro Nacional de Control
de Energía (Cenace) utilizados para llevar a cabo el control operativo
del sistema eléctrico nacional;
5) los demás elementos que determine la
Secretaría de Energía (Sener). El manejo y la interrelación de todos
estos elementos deberán ser normados por esas bases del mercado.
Definirán la manera en las que el Cenace y los participantes del
mercado van a realizar sus actividades en dicho mercado mayorista.
Me
he permitido señalar en otros momentos que hay dos puntos muy sensibles
en estas bases:
1) la determinación de las etapas o fases de
implantación de este mercado;
2) las reglas de comportamiento, normas y
disposiciones que deberán observar sus participantes.
Recordemos
quiénes son éstos, según la ley. Se trata de personas que celebran
contratos con el Cenace en calidad de generador, comercializador
suministrador, comercializador no suministrador (siempre pienso en
especuladores) o usuario calificado. Se trata de
cuatro participantes genéricos, aunque la ley menciona cinco, por una
coma extra o por una reiteración inecesaria en el parágrafo XXVIII del
artículo tercero. Se espera, entonces, que en un buen número de
capítulos y artículos, la Sener muestre no sólo los requisitos para que
se obtenga el registro oficial de los diferentes sujetos activos de la
nueva vida eléctrica de México, sino también bajo qué condiciones se
pueden convertir en participantes del mercado.
Atendiendo al borrador de bases del mercado que hemos venido
comentando desde inicios de marzo, se esperan definiciones claras sobre
la operación del mercado en el corto plazo, en principio con una
comercialización de energía eléctrica de un día en adelanto (por eso el
mercado debe iniciar el 31 de diciembre de este año) o de tiempo real.
También del mercado de largo plazo –de suma importancia por las
subastas– en lo fundamental de potencia, de derechos financieros de
transmisión y de certificados de energías limpias. El primero para
contar siempre con los equipos necesarios para atender la demanda,
considerando –como se dice en documentos oficiales como el Programa de
Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen)– capacidad de
generación neta disponible, capacidad de interconexión, mantenimientos,
salidas forzadas, y la famosa demanda controlable. El de derechos
financieros de transmisión –según la ortodoxia del modelo eléctrico–
para garantizar el cumplimiento del libre acceso y el uso no
indebidamente indiscriminado de las redes. Pero también mayor capacidad
para financiar su expansión, incluso en caso de que las tarifas
reguladas no permitan recuperar costos.
Finalmente –con esos concluimos estas observaciones preliminares
sobre el mercado– las bases deberán normar los contratos de cobertura
que –también a decir de la ortodoxia– permitirán que los
suministradores se cubran para atender eficientemente a sus usuarios:
del servicio básico, calificados o de último recurso. Ya estamos a
pocos días para conocer estas bases del mercado. Y mucho menos
–relativamente– para que inicie este
nuevo monstruoen nuestro país, el mercado eléctrico mayorista. Sin duda.
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