Pedro Echeverría V.
1. Para acabar con la sangrienta dictadura de 35 años (1876/1811) de Porfirio Díaz triunfó la revolución mexicana; fueron asesinados en los campos de batalla miles de mexicanos que lucharon con las armas. Esta victoria de la revolución (1910/17) quedó en manos de la clase media que inmediatamente se transformó en burguesía. Los gobiernos en adelante se transformaron en representantes de la gran burguesía gubernamental (pública o política) y privada (empresarial) El pueblo continuó tan aplastado como durante la dictadura porfiriana. En ese contexto se implantó en México el “presidencialismo”; régimen donde el “señor presidente manda y el pueblo obedece”. Es decir, donde el poder legislativo y judicial sólo existen de nombre: sólo obedecen.
2. Por ello, como se ha publicado, “el proceso judicial contra la activista Nestora Salgado García se reabrió” inmediatamente, luego que la Fiscalía General del Estado (FGE) apeló ante el Tribunal Superior de Justicia de Guerrero del auto de libertad de seis causas penales que hace más de dos años le otorgó un juez federal a la candidata de Morena al Senado y ex comandante de la Policía Comunitaria. Las causas que apeló la FGE son por secuestro, secuestro agravado y privación ilegal de la libertad; asimismo, homicidio calificado y tentativa de homicidio; también secuestro agravado y privación ilegal de libertad; secuestro agravado, por robo y privación ilegal de la libertad. Todo un “chorizo” de acusaciones que el presidente Peña decidirá. Con un sí o con un no.
3. Nestora, nuestra luchadora social y candidata a Senadora por Morena, ante la bocanada del candidato presidencial del PRI acusándola de “secuestradora”, ha lanzado ahora sus batallas contra ese señor Meade exigiéndole que se desdiga públicamente o que renuncie a su candidatura. La realidad es que Meade, desesperado por alcanzar a López Obrador, está cometiendo mil errores y este error le puede costar mucho porque evidencia su criminalización a la protesta social. Otro de los candidatos de Morena muy perseguidos es Napoleón Gómez Urrutia mediante una acusación que jamás ha podido demostrarse; sin embargo, frente a todo lo negativo de los monopolios territoriales y la contaminación en México que provoca la minería, es indispensable combatirla en serio.
4. Si López Obrador llega a la Presidencia uno de los primeros problemas básicos a atacar es el de la minería. Leía y escuchaba a Jesús Lemus, el investigador que estuvo tres años encarcelado por investigar. La minería es un gran contrasentido; lejos de garantizar una forma de vida holgada y tranquila para la población, sólo ha traído violencia, despojo y muerte para los que menos tienen, que son la mayoría de sus casi 130 millones de habitantes del país. Se observa que la riqueza natural del suelo y del subsuelo, incluyendo el agua, está en manos de unos cuantos privilegiados, que nadie sabe cómo se adueñaron de ella, aunque no es difícil adivinar: la corrupción es el signo que ha marcado a los gobiernos de las últimas décadas en México. (26/V/16)
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