Amy Goodman y Denis Moynihan
El
martes, la Estatua de la Libertad quedó casi completamente a oscuras,
un día después de que el presidente Donald Trump firmara su nueva orden
ejecutiva contra el ingreso a Estados Unidos de refugiados y ciudadanos
de seis países de mayoría musulmana, un decreto conocido como
“Prohibición contra musulmanes 2.0”. El apagón pareció también un
presagio de lo que ocurriría al día siguiente, el Día Internacional de
la Mujer, que este año contó con la organización de la huelga “Un día
sin mujeres”. La dama de la Libertad, que durante más de 130 años ha
proclamado al mundo “Dadme vuestros seres pobres y cansados / Dadme esas
masas ansiosas de ser libres”, desapareció, al menos por unas horas,
del horizonte de la ciudad de Nueva York.
El Día Internacional de
la Mujer se conmemora el 8 de marzo desde hace más de un siglo, pero el
día de acción mundial de este año tuvo un valor agregado de urgencia. Un
hombre que fue filmado mientras alardeaba de cometer acoso sexual
terminó siendo el actual presidente de Estados Unidos.
En una
grabación del programa “Access Hollywood” de 2005 que se hizo pública el
pasado mes de octubre, Trump le dice a Billy Bush, ex presentador de la
cadena NBC: “Ni siquiera espero. Y cuando
eres una estrella, ellas te dejan hacerlo… Puedes hacer cualquier cosa.
Agarrarlas por el chocho.” Billy Bush perdió su trabajo a causa del
escándalo, pero Trump fue electo presidente pocas semanas después.
Al
otro día de la asunción de mando de Trump, más de cuatro millones de
personas participaron en manifestaciones en todo Estados Unidos, en lo
que quizá sea la mayor protesta política en la historia estadounidense.
La Marcha de las Mujeres en Washington, por ejemplo, congregó una
cantidad de gente tres veces mayor que la multitud que asistió a la
ceremonia de asunción de Trump el día anterior, lo que claramente
enfureció al presidente.
Dos días después, Trump firmó una orden
ejecutiva que impuso una “ley mordaza mundial” que prohíbe a Estados
Unidos financiar a cualquier organización de salud que realice abortos o
que incluso lo mencione como opción. Trump también está presionando a
los legisladores para que aprueben el proyecto de ley republicano que
tiene como objetivo derogar la Ley de Cuidado de la Salud a Bajo Precio,
conocida como Obamacare. La ley dejaría sin fondos a la organización
Planned Parenthood, que brinda anualmente una amplia gama de servicios
de salud a más de dos millones y medio de mujeres estadounidenses. Solo
el 3% de sus servicios están vinculados al aborto, y los fondos
federales no financian los abortos.
Con manifestaciones en más de
50 países, la huelga de mujeres de este año es la más importante en la
historia reciente. El sitio web de la organización señala: “El 8 de
marzo será el comienzo de un nuevo movimiento feminista internacional
que organice la resistencia no solamente contra Trump y sus políticas
misóginas, sino contra las condiciones que dieron lugar a Trump;
concretamente, décadas de desigualdad económica, violencia racial y
sexual, y guerras imperiales en el exterior”.
Esta misma semana,
un documento filtrado reveló que el Departamento de Seguridad Nacional
está considerando una propuesta para separar a las madres refugiadas de
sus hijos en caso de que sean capturados al cruzar la frontera entre
México y Estados Unidos.
En un video realizado para dar difusión a la acción mundial del 8M, distintas personas declaran sus motivos para participar:
“Voy
a hacer huelga el 8 de marzo porque creo que las mujeres deben tener
libertad para tomar decisiones sobre sus propios cuerpos... Voy a hacer
huelga el 8 de marzo... por la igualdad salarial y de oportunidades...
porque el trabajo de las mujeres hace posible el resto de los
trabajos... y porque ya es hora que comencemos a valorar el trabajo de
la mujer. Voy a hacer huelga el 8 de marzo... porque quiero sentirme
libre cuando salgo, no valiente... porque las mujeres importan”.
Al
despuntar el alba en Washington DC, en el Día Internacional de la
Mujer, Donald Trump tuiteó: “Tengo un enorme respeto hacia las mujeres y
los numerosos papeles que desempeñan, que son vitales para la
estructura de nuestra sociedad y nuestra economía”. Esto proviene de un
hombre que ha sido acusado de asalto y acoso sexual por al menos 15
mujeres, la mitad de ellas durante su reciente campaña electoral.
Las
mujeres del mundo, junto con los hombres que apoyan su lucha, juzgan a
Trump por sus acciones, no por sus palabras. Están comprometidas, están
enfurecidas y se están organizando para abordar cada tema. Entre los
carteles de las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer
había uno que decía: “Nada de mordaza, nada de prohibición, nada de
muro”. Otro decía: “El lugar de la mujer es la revolución”. Todos los
días, Trump afecta los pilares de los logros progresistas por los que
tantas personas han luchado, han sido encarceladas e incluso han muerto a
lo largo de más de un siglo. Pero la resistencia está creciendo y
brinda esperanzas en esta era de oscuridad.
© 2017 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy
Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional
que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión
en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro "Los que
luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios
en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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