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No fueron reclamadas y costaron más de 2.3 mil mdp
En los próximos días podrían ser destruidas más de un millón de cédulas de identidad, generadas durante el sexenio pasado, cuya elaboración costó más de 2 mil 300 millones de pesos, según las cifras que en 2012 reportó la Secretaría de Gobernación (SG).
El 12 de junio pasado, la SG emitió un aviso para indicar que serán destruidos los documentos de identidad.
“Aviso general por el cual se comunica a las personas interesadas que realizaron trámites ante la dirección general del Registro Nacional de Población e Identificación Personal (Renapo) la existencia de documentos de identidad que contienen datos personales.
El plazo para la entrega del documento de identidad será de 15 días hábiles, contados a partir del día siguiente de la publicación del presente aviso. Transcurrido dicho plazo, los documentos de identidad con datos personales que no hayan sido reclamados para su entrega, serán destruidos, se indica en el texto publicado en el Diario Oficial de la Federación.
No se precisa la cifra de micas en bodega, sólo se menciona el proyecto aplicado durante el sexenio de Felipe Calderón denominado Registro de menores de edad y expedición de la cédula de identidad personal, así como a la vigencia de seis años del documento.
Luego menciona la ley y lineamientos de protección de datos personales, y los plazos de conservación de los mismos.
La historia de intentos fallidos para dar a todos los mexicanos un documento único e integral de identificación es larga.
El origen del mandato –y del primer proyecto en la materia– es de 1933.
Han pasado 85 años y los mexicanos siguen sin un documento único; al contrario, usan varios según el fin: credencial de elector, pasaporte, cartilla del servicio militar y/o cédula profesional, así como cláve única de registro de población (CURP), entre otros, los cuales contienen distintas características de datos biométricos.
El proyecto del sexenio pasado, para ordenar el tema de identidad, se fundó en una estrategia vinculada al combate a la criminalidad.
Se recabaron entonces las huellas dactilares, imagen del iris y fotografías de 6.8 millones de menores de edad, en 15 entidades, de un universo posible de 25 millones de niños y adolescentes.
Gobernación finalmente elaboró 3.5 millones de cédulas, y se habrían entregado 1.8 millones, por lo que en las bodegas del Renapo estarían 1.7 millones de cédulas, ahora en vías de destrucción, según datos recabados en 2012.
Este diario pidió a Gobernación actulizar el dato anterior, pero hasta ayer no había respuesta.
La estrategia del calderonismo no estuvo exenta de dificultades, tanto económicas como jurídicas, e incluso el asunto llegó a la Suprema Corte, en contra de los procedimientos para la toma y archivo de los datos biométricos de los menores entre cuatro y 17 años.
En 2012, en el compromiso 33 del Pacto por México, firmado por el presidente Enrique Peña y tres partidos políticos, retomó el proyecto. Sin embargo, en los años recientes no se continuó por esa vía y, desde 2014, se prometió dotar a los mexicanos de una clave de identidad, la cual hasta hoy, a cinco meses de que concluya el sexenio, tampoco se ha concretado.
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 17 de junio de 2018, p. 3
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