México y Centroamérica
Faltan poco más de 2
semanas para las elecciones presidenciales en México y según dan a
conocer diferentes encuestas la ventaja de Andrés Manuel López Obrador
(AMLO) es de 15 a 30 puntos sobre su más cercano contrincante. De
consumarse su victoria –porque no hay que descartar las prácticas del
fraude electoral recurrente en esa nación- se esperaría que América
Latina tuviera un giro geopolítico fundamental.
De entrada
la política de subordinación e integración estadounidense que se ha
seguido en las últimas tres décadas por los gobierno neoliberales
estaría cuestionada realmente y se buscaría que México recuperara su
soberanía en la definición de su política exterior y su liderazgo y
apoyo a los países centroamericanos y del Caribe, principalmente.
AMLO no ha dejado claro cual será el papel de México ante planes
geoestratégicos construidos por el capital trasnacional como el Plan
Mesoamérica (antes Plan Puebla Panamá) y menos aún como visualiza el
impacto de las Zonas Económicas Especiales que se ponen en marcha y que
implican el dominio de mercados y bienes naturales estratégicos en
Centroamérica y el sureste mexicano. Lo relevante es que sí México y
Canadá tienen dificultades en la renegociación del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte, peores desafíos se avizoran para los
países de Centroamérica que han concretado acuerdos comerciales con
Estados Unidos.
Y es ahí donde Centroamérica destaca de manera
importante como socio comercial mexicano. Por ejemplo, las exportaciones
de 2009-2014 por la aduana fronteriza con Guatemala en Ciudad Hidalgo
se incrementaron rotundamente de 700 mil toneladas en 2009 a más de 6
millones de toneladas en 2014, manteniendo México un superávit comercial
impresionante. Entre las empresas que cruzan la frontera de
México-Guatemala para introducir sus mercancías a América Central
destacan Terniun de México, el Grupo Bananero de la Frontera, el Grupo
Cemex Internacional, Truper, el Grupo Deacero, Arnecom , Kellogs,
Colgate Palmolive, entre otras. Sí se analizan las exportaciones
mexicanas se ubicará que son principalmente productos manufacturados los
que ingresan a territorio centroamericano tales como tapas de plástico,
manufacturas de fundición de hierro, candados, clavos, estufas, latas
de aluminio, refrigeradores, conductores eléctricos, etc. A ello se suma
la presencia de las grandes televisoras públicas mexicanas -Televisa y
Tv Azteca- en el mercado centroamericano.
Mientras que las
importaciones mexicanas son principalmente de cerveza, alimentos y
productos relacionados con aceites como los de la Palma Africana.
Destacan empresas como Compañía Cervecera del Trópico, Sigma Alimentos,
Industrializadora Oelofinos, Cargill México, etc. Muchas de ellas
empresas que funcionan también en México pero que se han instalado en
Centroamérica aprovechando facilidades fiscales y de explotación de la
mano de obra..
En los hechos la dinámica capitalista
contemporánea ha logrado conectar fuertemente a capitales trasnacionales
que operan en México y Centroamérica aumentando gradualmente la
necesidad de los intercambios comerciales con la consiguiente
construcción de infraestructura logística en todas las naciones con la
modernización de carreteras, ampliación de puertos, rehabilitación de
vía férreas, aeropuertos, etc.
Junto con este proceso, se
esperaría una modificación a los procesos de militarización de la
frontera sur de México (que ha llegado hasta el diseño de operaciones
conjuntas entre Estados Unidos, México y Guatemala) y un cambio de
política migratoria que deje de perseguir y criminalizar a los migrantes
centroamericanos y que enlace de nuevo a los pueblos de Mesoamérica en
una dinámica social, cultural, turística y comercial de otro tipo.
Dentro de ello cobra relevancia la discusión dentro del sector militar y
naval mexicano de la recuperación de los márgenes de influencia del
Estado Mexicano de hace algunas décadas y donde señalan la necesidad de
construir una nueva hegemonía mexicana en el terreno político, social,
económico y cultural con diferentes países de Centro América y El
Caribe.
Para ello -por ejemplo- el Centro de Estudios Superiores Navales de la armada de México en su dossier sobre Visión Geopolítica: Realidades Compartidas
introduce ya la idea de la conformación de un Área de Interés
Estratégico del Sur Mexicano (AIESM) que estaría delimitada por los
estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Tabasco y la parte
sur del estado de Oaxaca que se caracterizaría por procurar la
protección de recursos naturales estratégicos que son parte de la
Heartland (tierra corazón) mexicana.
Basados en la idea de que
el mundo experimenta un escenario geopolítico reconfigurado en relación a
los Recursos Naturales Estratégicos (RNE) que tienden a la escasez
absoluta y relativa, se plantea la necesidad de establecer mecanismos de
defensa que permita a México proteger grandes recursos naturales como
el petróleo, agua, la biodiversidad y la tierra fértil.
En el
caso de la AIESM se habla de la necesidad de asegurar un área que
concentra agua, petróleo, minerales, tierras raras, maderas preciosas,
plata y oro, así como la tierra que se utiliza para cultivar. Y para
lograr eso se habla de una visión de expansión que “de manera preventiva
contenga las pretensiones de potencias extranjeras sobre nuestros
recursos naturales estratégicos”.
Por lo que se habla de
conformar anillos de influencia el primero constituido por fronteras
marítimas y terrestres (Guatemala y Belice) , el segundo por el mar
territorial y las Zonas Económicas Exclusivas y el tercer anillo por
Honduras, El Salvador, Jamaica, Haití y República Dominicana. Esos
anillos conformarían un área-tapón que buscaría amortiguar también la
creciente presencia e intereses geopolíticos de la Republica Popular
China en México.
No se sabe que pensará el futuro gobierno de
México sobre este tema, lo que es importante señalar es que la dinámica
del capitalismo global puede provocar una militarización creciente de
los espacios que poseen Recursos Naturales Estratégicos (RNE) en
detrimento de la posesión agraria por parte de campesinos e indígenas en
esta importante región de nuestro país. El proyecto del istmo de
Tehuantepec que pretende impulsarse debe ser revisado realmente en
cuanto sus impactos culturales, sociales, ambientales y el riesgo que
puede producir para la seguridad nacional.
La relación con los
países de Centroamérica debe basarse realmente en el respeto a la
soberanía nacional y construyendo relaciones económicas equilibradas y
de comercio justo que permitan el florecimiento del buen vivir entre los
pueblos mesoamericanos.
Notas
Agustín Ávila Romero, Economista de la UNAM, profesor visitante en Brasil.
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