Triunfos de la resistencia social
Derriban
reforma educativa
Secretaria ganará más que AMLO
Malestar por despidos
Los dos movimientos de
resistencia social que con más fuerza se manifestaron durante el
peñismo (al menos, los de más difusión mediática) crearon las
condiciones para que el triunfo electoral de una opción de cambio les
permitiera echar abajo el entramado institucional que les era adverso:
los familiares de los 43 lograron que se establezca una comisión
buscadora de verdad y justicia y recibieron del presidente de la
República, Andrés Manuel López Obrador, un compromiso inequívoco de
voluntad política para esclarecer lo sucedido con los estudiantes de
Ayotzinapa y procurar castigo a los responsables; los profesores
reunidos en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
consiguieron el derribe de la llamada
reforma educativa, en la que Enrique Peña Nieto y sus operadores, sobre todo Aurelio Nuño (quien fue secretario de Educación Pública), invirtieron decenas de millones de pesos en propaganda y en maniobras de fallidas negociaciones, además de haber creado una sostenida tensión social que llegó a tener momentos de violencia política (un ejemplo grave en Nochixtlán, Oaxaca).
Conviene tener presente el carácter específico de ambos movimientos
para valorar el cumplimiento de las primeras expectativas por parte del
presidente López Obrador, pero, también, para no suponer que tales
avances provienen de una voluntad individual salvífica o redentora o que
dichos avances están garantizadamente exentos de maniobras o ajustes
gubernamentales que pudiesen reactivar las protestas y la lucha de
agrupaciones que han sobrevivido a los torrentes de declaraciones y
buenas intenciones que no siempre llegan a los términos anunciados.
El anuncio hecho ayer por el presidente López Obrador cumple en lo
básico lo convenido con ese magisterio disidente. En lo inmediato se
desarma el llamado Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación
(INEE), en una decisión que de inmediato provocó declaraciones de la
consejera presidenta de ese organismo, en el sentido de que AMLO atenta
contra las instituciones
autónomas.
El tema de la
evaluaciónpasa a una fase formativa y ya no punitiva, según lo dicho ayer, pero en ese, como en otros puntos, la afinación de los detalles puede provocar diferendos. En otra arista del mismo problema, se informó de la liberación de activistas considerados presos políticos, mediante amnistía gubernamental.
Resulta extraña la decisión de la secretaria de Gobernación, Olga
Sánchez Cordero, de no acompañar a plenitud la cruzada de su jefe
político, el presidente López Obrador, contra los altos sueldos de la
élite judicial. Beneficiaria de esos mismos salarios elevados que AMLO
denuncia, la ministra en retiro ha decidido conservarlos y, dado que
ahora tendría un doble sueldo, ya como titular de Bucareli, donará este
ingreso a una casa-hogar para niños, en Querétaro.
Es decir, donará los 107 mil pesos que le corresponden como
secretaria de Gobernación, pero mantendrá los más de 258 mil que
provienen de su plaza como ministra en retiro de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. Además, es titular de una notaría pública en la
que está de licencia. En los hechos políticos, la secretaria Sánchez
Cordero ganará más del doble que el presidente de la República y, de esa
manera, se mantiene en el flanco de los poderosos miembros de la élite
judicial que ayer convinieron con los diputados de Morena mantener su
facultad de asignarse los sueldos que consideren convenientes, y que las
medidas de austeridad deseadas por AMLO se apliquen solamente a los
futuros integrantes de esa cúpula del Poder Judicial federal.
En varios ámbitos del servicio público federal hay una mezcla de
desconcierto y enojo por las medidas a rajatabla que ha aplicado la
nueva administración gubernamental contra empleados que durante años
cobraron mediante el régimen de honorarios y, ahora, han sido botados
sin mayor consideración.
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