Alternativa feminista
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1)
¿Ve una posibilidad de eventual “vuelta” de gobiernos progresistas en
Latinoamérica? ¿Qué implicancias o viabilidad tienen estos “modelos”
hoy? ¿Se agotó el denominado ciclo progresista?
En
principio me parece que no estoy pudiendo ver en el horizonte cercano
por venir una vuelta de gobiernos progresistas en Latinoamérica, más
bien lo que veo es una reconfiguración y reordenamiento de fuerzas
conservadoras, fundamentalistas, patriarcales, neoliberales,
extractivistas, colonialistas, que están logrando pactos, aún con sus
diferencias, en contra de los pueblos. No podría decirte si el ciclo
progresista se agotó en los términos en que sabemos que el capitalismo
genera crisis constantemente, pero hasta aquí las salidas a esas crisis
no están viniendo, me parece, de la posibilidad de gobiernos
progresistas, o no estamos encontrando la manera de hacerlo.
2)
¿Qué caracterización hace del avance de gobiernos de derechas en los
países de Nuestramérica? ¿Se puede hablar de una crisis de esos
proyectos en la región y/o del macrismo en la Argentina?
Por
lo mismo que digo antes creo que lo que se está imponiendo es un modo, o
mejor dicho, los gobiernos de derecha entre otras características en
Nuestramérica lo que tienen son modos patriarcales de organizar las
salidas que plantean con sus constantes lesbofobias, transfobias, con su
constante misoginia, que incluso aparece como aggiornada, porque
políticamente es muy incorrecto mostrar el odio que se tiene sobre los
cuerpos disidentes y sobre las mujeres pero las políticas de abandono
estatal hacia programas que podrían mejorar un poco las existencias de
las mujeres, y de las cuerpas y los cuerpos disidentes, me parece que
muestran en todo caso ese odio, esa misoginia. Y lo digo porque todos
los planes de ajuste neoliberales afectan de manera diferenciada a
mujeres, a varones, a travestis, es decir, quienes más sufren las
consecuencias de estos planes de ajuste son las mujeres empobrecidas
económicamente, son las travestis, son las mujeres de los pueblos
originarios, las mujeres que viven en zonas no urbanas también, con todo
lo que no se les garantiza allí.
Pero
me parece que también otro vector importante que analizar de estos
gobiernos es el colonialismo y el racismo que los caracteriza, cómo
construyen siempre al “otro”, a las “otras” diferentes, como enemigos y
entonces los efectos sociales, políticos y culturales que eso tiene. Por
supuesto, el vector que los organiza, por decirlo de alguna manera, es
su defensa a ultranza de las relaciones económicas desiguales, de las
relaciones que genera el capitalismo con la concentración de riquezas en
unos pocos, cada vez más pocos. Y como dice Rita Segato, ese “proyecto
histórico está dirigido a la meta de las cosas”, es decir, a
construirnos, a significarnos a las personas en condición de mercancía.
Me parece que ese aporte que hace Segato para pensar las relaciones del
capitalismo, del patriarcado, del colonialismo, es muy importante para
tenerlo en cuenta.
No
me animaría a hablar de una crisis del macrismo en Argentina. Creo que
el mayor problema que tenemos en Argentina hoy, y por eso entiendo que
el macrismo sobrevive, se acomoda, sigue demostrando capacidad para
salir bien parado de los desastres que genera, son justamente las
fuerzas alternativas y la incapacidad de dar respuestas desde el campo
popular sin tantas diferencias, en todo caso, o sin buscar las cosas o
los programas de acción que podrían encontrarnos. Me parece que cuando
el campo popular prioriza las diferencias entre los distintos
movimientos allí quienes triunfan son las hegemonías como las que
tenemos hoy en Cambiemos; y esto no quiere decir que una no reconozca
las crisis de este gobierno, pero sin embargo me preocupan más las
respuestas que podemos dar, si hay movimientos que estamos bregando por
otros modos de hacer política que puedan enfrentar a estos proyectos tan
liberales y con las características que dije antes.
3) ¿Qué actores sociales y diferentes proyectos políticos aparecen como alternativas al macrismo?
Yo
creo que hay un hecho, que a nivel mundial no puede desconocerse, en
relación a actores y a diferentes proyectos que aparecemos en la vida
política y pública para disputar sentidos, que es el feminismo; porque
la verdad es que los hechos, los acontecimientos, los eventos que
veníamos generando desde un feminismo cada vez más global dan cuenta de
un movimiento muy vivo, de un movimiento que tiene capacidad
articulatoria, aún con las diferencias y las tensiones que hay dentro
del feminismo, y que son propias a cualquier movimiento social. Pero me
parece que el feminismo está siendo una alternativa como no lo fue en
otras décadas, una alternativa por la capacidad de movilización que
estamos teniendo, de masificación de nuestros reclamos, porque estamos
logrando poner en el escenario un debate sobre el estatus de las mujeres
y de todos los cuerpos disidentes, porque estamos mostrando que podemos
generar respuestas ante los ataques económicos, ante las violencias
exacerbadas que vamos viviendo. Y esas respuestas son de reclamos que se
traducen en demandas, como es la demanda por el aborto legal en
Argentina y en toda América latina y caribeña, pero no solamente eso,
sino también que podemos armar redes de cuidados entre nosotras, y creo
que esa es la gran apuesta del feminismo, prefigurar otros modos de
hacer política.
Las
Revueltas la pensamos como una política que busca resolver entre
nosotras los problemas que nos aquejan sin construir fe estatal, sin
esperar a que todas las respuestas a nuestros problemas vayan a venir de
parte del Estado, porque este Estado genera violencia, hay una
violencia estructural que produce y reproduce todo el tiempo, entonces
no le vamos a confiar a estos Estados la resolución de nuestros
problemas. Pero así como le demandamos vamos creando redes de cuidado y
eso me parece que es un punto importante de la política feminista.
Luego
entiendo que también otros actores sociales, por lo menos en los
territorios que nosotros habitamos y en los que activamos, como son los
territorios de la Patagonia argentina y en particular de Neuquén, pese a
la inmensa criminalización, una criminalización de hechos concretos
como son el avasallamiento a los territorios, el extractivismo, la
explotación petrolera a través del fracking, etc., está en alza en estos
últimos años. Pero hay un pueblo que resiste, hay un pueblo que
defiende los territorios, hay un pueblo que muestra salidas a esa
organización que pretenden estos gobiernos, como es el pueblo mapuche.
Son movimientos que en este territorio tienen una fuerte impronta, que
va también de la resistencia a la prefiguración de estos otros modos.
Y
también todos esos movimientos sociales que están mostrando cómo afectan
los ajustes del gobierno de Macri a todos los sectores de trabajadores y
a los sectores subalternizados y vulnerabilizados, también van dando
cuenta de esta capacidad que tenemos de defender en todo caso, y de
reclamar por nuestros derechos. Ahora pareciera que algunos de estos
movimientos son de reacción, que no son movimientos que se adelanten en
todo caso a pensar los problemas que tenemos a partir de los ajustes,
sino más bien son movimientos de respuestas ante los golpes que nos está
dando este gobierno.
4)
¿Con qué ejes políticos y con quienes debería articularse el movimiento
popular para enfrentar a la derecha y poner en pie una alternativa
anticapitalista? ¿Podría mencionar medidas y/o propuestas concretas?
La
salida anticapitalista no puede verse solamente como anticapitalista,
sino que hay que pensar intersecionadamente las opresiones, las
discriminaciones, las desigualdades que produce un sistema que es
colonialista, que es patriarcal, y que también es capitalista, por
supuesto. Que es discapacitante, porque esa es otra arista que tenemos
que poder ver en esta sociedad: además de ser todo esto que decimos es
una sociedad que siempre discapacita a un otro desde un centro, desde un
modo de entender las normalidades, y eso genera especiales sufrimientos
y daños sobre todas aquellas personas que no encajan en los modelos de
normalidad. Y no encajar en los modelos de normalidad es no encajar en
los estereotipos esperados para una femineidad y una masculinidad
hegemónicas que son blancas, que son adultas, que responden a la
heterónoma.
Entonces
tenemos que pensar intersecionadamente todas estas aristas o vectores
para encontrar alternativas. El feminismo y el movimiento de los pueblos
originarios no pueden verse como agregados a la hora de pensar las
salidas al capitalismo.
El
capitalismo es lo que es también porque es colonialista, también porque
es racista, también porque es patriarcal. Entonces estos movimientos que
fui nombrando no pueden ser pensados como el cotillón a la hora de
buscar salidas y construir alternativas e imaginar otros mundos
posibles. Creo que la política toda debe reflexionar para transformar
los modos patriarcales que tienen de organizarse.
La
política toda, los movimientos sociales deben pensar el patriarcalismo
que los inunda, pese a la irrupción de las mujeres, de las travestis, de
cuerpos trans. Cuáles son todavía las lógicas profundamente
patriarcales que organizan sus modos de hacer política para que
justamente podamos pensar que esos modos reiteran ciertas
jerarquizaciones y ciertas opresiones, y que queremos salidas que puedan
enfrentar todas las jerarquizaciones que existen en este mundo, y
también las que se dan en lo interno de los movimientos.
5) ¿Qué rol juega la institucionalidad democrática actual en la construcción de alternativas populares?
En
ese sentido me parece que tenemos que ir generando pedagogías e ir
analizando cuales son las pedagogías que ponemos en acto, qué creamos,
qué imaginamos quienes estamos armando redes de cuidados, redes de
acompañamiento para evitar sufrimiento y daño. Vale la pena seguir
pensando y reflexionando de manera articulada las pedagogías que armamos
en contra de las crueldades de este sistema, para ver cuáles son las
salidas. Me parece que los movimientos que enfrentan a esos sectores tan
conservadores, misóginos, fundamentalistas, autoritarios en la
inmensidad de las movilizaciones convocadas en Brasil por el movimiento
de mujeres, dan cuenta de la vitalidad de un movimiento que ha venido
para quedarse.
*Ruth Zurbriggen.
Profesora en Ciencias de la Educación e investigadora en temáticas de
géneros, cuerpos, sexualidades y ciudadanías sexuales en la Universidad
Nacional del Comahue. Integrante de la Colectiva Feminista La Revuelta
de Neuquén y Socorristas en Red.
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