71 Festival de Cannes
Leonardo García Tsao
La policía francesa prepara el operativo de seguridad que resguardará la sede del festival de CannesFoto Ap
Cannes.
Antes de comenzar, esta edición del festival ha estado
sumida en la controversia. Primero fue la decisión de no programar
películas a ser difundidas por Netflix, misma que eliminó títulos
promisorios de la selección. Segundo, la decisión de alterar el esquema
de programación de las funciones de prensa –que se había mantenido por
décadas–, con el fin de que los periodistas especializados no vieran las
películas antes que el público y lo predispusiera con la crítica. (Como
si nuestra opinión importara tanto, la verdad.) Eso sumado a la
prohibición de tomarse selfies en la alfombra roja (alguien se
puso autocrático). Tercero, la demanda interpuesta por el productor
portugués Paulo Branco para impedir la exhibición, en función de
clausura, de la malhadada película The Man Who Killed Don Quixote, de Terry Gilliam. (A estas alturas ya se sabrá cuál fue la decisión de un juez francés al respecto.)
El delegado general Thierry Frémaux ha tenido las manos llenas
lidiando con esos temas y tratando de asegurar a la opinión pública que
todo está bajo control, incluso el inusitado perdón al realizador danés
Lars Von Trier, declarado persona non grata del festival hace
siete años por haber pronunciado irresponsables comentarios sobre los
nazis. Por lo pronto, el CEO de Netflix, Reed Hastings, admitió el
jueves pasado que la bronca con Cannes se le salió de las manos y confió
en que volverían al festival con el tiempo. Mientras tanto, la que vio
frustrada la posibilidad de competir en Cannes fue Roma, la
película más reciente de Alfonso Cuarón, pues fue adquirida por dicha
compañía. (Otro cineasta mexicano, Carlos Reygadas, que se pensaba
competiría este año con Donde nace la vida, no alcanzó a completarla a tiempo.)
Así las cosas, los largometrajes mexicanos que sí se proyectarán en la Croisette son pocos: la coproducción franco-mexicana Un couteau dans le coeur (Un cuchillo en el corazón), de
Yann González, único título medio nacional en la sección oficial y en
el que figura el ubicuo actor Noé Hernández. La coproducción
méxico-colombiana Cómprame un revólver, del guatemalteco Julio Hernández Cordón (egresado del CCC), que participa en la Quincena de Realizadores. Y Enamorada (1946), de Emilio Fernández, en la sección Cannes Classics, donde será presentada por Martin Scorsese, nada menos.
Además, el cortometraje Los tiempos de Héctor, de Ariel
Gutiérrez, producción del CCC, concursará en Cinéfondation, la sección
dedicada a las escuelas de cine. Y se exhibirán, como de costumbre, los
cortos ganadores del pasado festival de Morelia dentro de la Semana de
la Crítica.
Por su parte, la competencia oficial ha evitado la queja de siempre
de que sólo se invita a los cineastas habituales, con una selección
inusual en la cual sólo se podría considerar al veterano Jean-Luc
Godard, al italiano Mateo Garrone, al iraní Asghar Farhadi, al japonés
Hirokazu Kore-eda, al coreano Lee Chang-Dong, al turco Nuri Bilge Ceylan
y al chino Jia Zhang-Ke como habituales. Todos los demás participan por
primera o segunda vez. Un total de 21 títulos competirán por la Palma
de Oro este año, y se agradece por lo menos la voluntad de riesgo de la
comitiva al no apostar por puro nombre prestigioso (que, según se
demostró el año pasado, no se traduce necesariamente en buena calidad).
Ya comprobaremos los próximos días si le salen bien las cosas a Frémaux y
compañía.
Twitter: @walyder
No hay comentarios.:
Publicar un comentario