Pandemia
▲ Conversión de instalaciones del Colegio Militar en hospital Covid-19.
La demanda de camas generales de hospitalización en la
Zona Metropolitana del Valle de México se mantiene elevada, pues 38 de
los 73 nosocomios destinados a la atención de pacientes contagiados con
SARS-CoV-2 se reportan con saturación hasta la tarde de este sábado,
mientras otros 19 hospitales mantenían una disponibilidad media.
De acuerdo con el mapa de disponibilidad hospitalaria, con el que se
informa a la población cuáles nosocomios aún cuentan con espacios
disponibles para la atención de pacientes con Covid-19, en la Ciudad de
México y su zona conurbada sólo se tenían ocho hospitales con
disponibilidad, y dos más en el Valle de Toluca.
En tanto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que
en el hospital de expansión Covid-19 instalado en el Autódromo Hermanos
Rodríguez, que cuenta con 218 camas, se reportaron, hasta la noche de
ayer, 33 pacientes hospitalizados de la Ciudad de México.
También se dio a conocer el primer egreso de un paciente masculino,
quien abandonó las instalaciones sanitarias a las 15:30 horas de este
sábado. El instituto destacó que por ahora se cuenta con tres pabellones
habilitados con 24 camas cada uno, los cuales se van abriendo conforme
llegan los pacientes.
Por lo que respecta a los servicios funerarios, el IMSS dio a conocer
que fortaleció las medidas de higiene, desinfección y el protocolo de
seguridad para la recolección, traslado, manejo de cadáveres y su
disposición final en los 18 velatorios de la institución.
Josué Luna, administrador del Velatorio IMSS número 20 en Ecatepec,
estado de México, indicó que los cadáveres que presentan confirmación o
sospecha de infección por coronavirus pueden suponer un riesgo de
infección para las personas que entren en contacto directo con ellos,
por lo que en caso de que los familiares quieran velar a la persona
fallecida, la ceremonia será con ataúd cerrado, con una duración de
cuatro horas y un cupo máximo de 18 personas. También se recomienda
evitar el embalsamamiento, la tanatopraxia y la tanatoestética.
Foto José Antonio López
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
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