Los verdaderos dueños
Salinas, Peña y conexos
Es fácil de convencer
Muere Armando Ramírez
Es probable que solamente quede
en el ruido mediático de ocasión, sin mayores consecuencias judiciales,
pero en las horas políticas posteriores al martes turbulento
(caracterizado por la renuncia del secretario Carlos Urzúa y la
detención del penalista Juan Collado) han aparecido, en un escaparate
que combina escándalo con amago, los nombres de los ex ocupantes de la
silla presidencial que están en las antípodas del registro político
obradorista (aunque frecuente es la frase de que
los extremos se juntan).
Carlos Salinas de Gortari (el villano favorito, en la narrativa
histórica de Andrés Manuel López Obrador) y Enrique Peña Nieto (el
facilitador del reconocimiento electoral y la transición aterciopelada)
han sido mencionados como presuntos dueños de la Caja Libertad, matriz
empresarial de la acusación que tendrá en la cárcel cuando menos durante
medio año al abogado Collado. La acusación es de oídas (un directivo de
la Caja Libertad se lo habría dicho a Sergio Hugo Bustamante Figueroa,
el denunciante tomado como referencia por el gobierno actual) y, al
menos en el texto oficial que ha circulado en medios, no se aportan
pruebas ni datos en firme. Es una versión, una plática, un dicho. De tal
manera que es probable que la autoridad judicial desestime tal versión.
Además, la clase política en general, y sobre todo a los niveles en
que se mueven Salinas y Peña, se esmera en no dejar constancia de hechos
que le puedan ser adversos. Para eso están los prestanombres, las
personas de paja, las triangulaciones accionarias y los mecanismos
internacionales de encubrimiento.
Aun así, el golpe de advertencia está dado. La aprehensión de Collado
es un aviso a personajes como el dirigente sindical petrolero en estado
de virtual autodesaparición política, Carlos Romero Deschamps,
convocado a compartir mesa con Collado cuando éste fue detenido. Y,
desde luego, a algunos de Los Verdaderos Dueños de buena parte del país,
de las fortunas, de los negocios, de las concesiones y los intereses en
resistencia al obradorismo: Salinas de Gortari, adversario histórico y
sin opciones de redención ante los ojos andresinos que no siempre
proclaman
Amor y paz, y Peña Nieto, quien tuvo la taimada habilidad de hacerse a un lado (y, con él, el PRI de sempiterna proclividad al fraude electoral, y el candidato designado para perder, José Antonio Meade) y ceder el escenario y buena parte del timón real a las 48 horas de la derrota electoral que al mexiquense le ha significado un ostentoso perdón político que le permite dedicarse al romance y a la fiesta.
No le ha ayudado al nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera,
pero tampoco a la causa del propio presidente López Obrador, la frase en
la que éste asegura que convencerá a aquel, con facilidad, de la
viabilidad de proyectos como el de Dos Bocas. La causa de la renuncia de
Carlos Urzúa fue la convicción de que no era escuchado ni atendido en
sus propuestas y objeciones. El relevista Herrera queda de entrada
sujeto a iguales o peores condiciones de subordinación y conducción de
criterios.
Ha muerto Armando Ramírez, un escritor nacido en Tepito que supo
plantear la esencia barrial en varias de sus crónicas y novelas. Asiduo
participante en programas de televisión, hizo (más) famosas algunas
frases surgidas del ingenio colectivo como
¿qué tanto es tantito?,
digo, yo nomás digoy
ay ojitos pajaritos. Su cuenta en Twitter era @uyuyuyy y en ella se definía así:
Escribo novelas, recorro la Ciudad de México, oigo, veo y cuento. A los 67 años ha abandonado la escena de lo inmediato, dejando el recuerdo de su desenfadada vida, su canto cotidiano a lo popular y novelas (algunas de ellas llevadas al cine) como Chin Chin el teporocho, Noche de califas, Violaciones en Polanco y Quinceañera. En un texto de despedida, su familia lo describe:
Un enamorado de la vida, su ciudad y sus barrios. Pero sobre todo, el papá más chingón, amoroso, comprensivo (...) no hablaremos de cómo falleció, sino de cómo fue un guerrero de vida.
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
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