2/20/2011

De la Fuente es el candidato de Calderón para la alianza PAN-PRD; López Obrador la tendrá que jugar solo.



Pedro Echeverría V.


1. A principios de noviembre pasado, mientras se desataba la cargada priísta hacia Humberto Moreira para presidir el PRI, Calderón destapaba como su candidato presidencial al ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente. No lo empujaba hacia la candidatura panista sino lo ventaneaba como el candidato de unidad PAN-PRD con el fin de que se enfrentara a cualquiera que resulte del PRI: Peña Nieto, Beltrones o Paredes. Y después de leer hoy sobre los resultados del Consejo del PRD sobre las alianzas –en el que el lópezobradorismo fue ampliamente derrotado- reconfirmo lo que escribí en aquellos días de noviembre: el ex secretario de Salud (1994-99) del gobierno de Zedillo y ex rector de la UNAM (1999-2007) será el candidato presidencial que buscará derrotar al PRI. Aunque pudieran aparecer candidatos propios del PAN y PRD (Creel, Ebrad) Calderón, el panismo, el chuchismo, el perredismo, se inclinarían por De la Fuente.


2. La experiencia que obtengamos de las elecciones del Estado de México, parece que será definitiva: el PRI lleva el candidato oficial que se supone debe reconfirmar la gubernatura; el lópezobradorismo cuenta con un candidato popular que –junto con AMLO- recorre y recorre todo el estado; el PAN-PRD están por la alianza y éste último acaba de aprobar la encuesta que se haría al respecto, misma que los amloistas rechazaron de entrada y el mismo López Obrador se deslindó de cualquier alianza PRD-PAN. Por tanto iría a las elecciones como PT-Convergencia. Como dirían: “las cartas están echadas”. Si bien no se puede en política la “verdad definitiva”, las tendencias apuntan que esta elección será un buen indicador. Varias cosas más pueden suceder: que Encinas quiera ser el candidato del “unidad… con el PAN”, que PT, Convergencia y hasta el mismo AMLO reflexionen y acepten “por única vez, por patriotismo, para no hacer el juego al PRI”.


3. Aunque después de la Revolución cubana toda la izquierda radical de Latinoamérica se transformó en antielectorera, no dejó de impulsar y participar en las luchas sociales donde éstas pudieran levantarse. La izquierda, por lo menos hasta de la década de los setenta, era esencialmente semilegal o clandestina; por el contrario la derecha panista –sin ninguna fuerza o presencia social, aunque sí en el empresariado- negociaba cargos gubernamentales y subsidios por el sólo hecho de estar en el juego electoral. Mientras la izquierda apoyaba las huelgas, salía a la calle, realizaba mítines y sufría represión y cárceles, del otro lado la derecha –con el apoyo empresarial negociaba mendrugos con el PRI y su gobierno por el hecho de participar en cada elección aunque sus votos no rebasaran el 4 por ciento. El PRI obtuvo siempre el 90 o 95 por ciento de los votos y contaba con el 99 de funcionarios electos y nombrados. Decir PRI era decir gobierno y viceversa.


4. La candidatura de De la Fuente, por aquello de “ex rector de la UNAM”, no sería impugnada por panistas o perredistas; tampoco por “intelectuales”, medios de información, incluso muchos priístas serían mediatizados. Cosa que no sucedería con Ebrad que no sería del gusto de panistas y de Creel que no le agradaría a muchos perredistas. Sólo habría que pensar la gran oposición en ambos partidos si se presentara al ultraderechista Cevallos o al radical socialdemócrata López Obrador. Por eso el mismo De la Fuente ha dicho que sería algo así como un candidato ciudadano de centro, independiente, no identificado con la izquierda. Sería un “candidato de la sociedad civil”, según dijo esos mismo días en una reunión en el Club de Industriales. Qué De la Fuente está en campaña, eso es indudable. Sabe por experiencia, como ex rector, del mucho desprestigio de los partidos, de los diputados, senadores, gobernadores y sabe por donde apunta la jugada.


5. ¿Recuerdan lo que dijo el presidente ilegítimo Calderón para abonar, sin que nadie se lo pidiera, por De la Fuente? En primer lugar, el Día del Médico, Calderón felicitó a De la Fuente por su galardón así como por los logros que ha alcanzado su profesión como médico y rector de la UNAM. Destacó que entre el legado que ha generado al sector salud el doctor De la Fuente, están 120 trabajos médicos así como sus investigaciones sobre el alcoholismo, entre otros trabajos reconocidos internacionalmente. Dijo que en su paso por la máxima casa de estudio, De la Fuente regresó a la UNAM su prestigió y honor, tras una huelga que duró casi un año. Apuntó que “es inescapable el paso de De la Fuente por nuestra máxima casa de estudios que tomó la rectoría en una Universidad paralizada, prácticamente condenada a esa parálisis, una Universidad que estuvo en paro durante casi un año y su rector codo con codo con la comunidad universitaria, logró recuperar el orgullo de la UNAM".


6. Calderón, en sólo cuatro años, usando todo el dinero de presupuesto, logró someter al PRD y de paso debilitar a López Obrador. Las votaciones de su Consejo político (72 contra 129) reflejan claramente que la correlación de fuerzas favorece totalmente a “los chuchos”. El mismo anuncio de AMLO en el sentido en que “pediría permiso en caso de… “demuestra que “los chuchos tienen todo para imponerse en cualquier congreso de partido. Da la impresión que AMLO ha sido tan arrinconado que tendrá que caminar hacia la fundación de otro partido con los representantes de las decenas de miles de comités que ha organizado en el país y, al mismo tendrá que llegar a acuerdos con sus seguidores del PRD, con PT y Convergencia, para saber que recomposiciones se pueden hacer. ¿Será necesario para AMLO esperarse hasta después de los resultados del Estado de México? Pienso que el PRD ampliamente mayoritario ya decidió su camino en comunión con Calderón.


7. Lo que realmente me interesa es lo que pasará con las luchas sociales y las batallas defensivas de indígenas, campesinos, obreros, estudiantes, colonos, etcétera. Lo qué pasará con el EZLN, La Sexta, los profesores y la APPO de Oaxaca, la CNTE, los electricistas y mineros. Los procesos electorales, la llamada alternancia, partidos y candidatos, sólo garantizan que las cosas queden igual o empeoren, tal como ha sucedido en los últimos 29 años. Las luchas sociales, por el contrario, aunque sean respondidas por los gobiernos con represión, cárcel y asesinatos, tiene que realizarse porque es la única forma de defender los derechos de los trabajadores. Si AMLO se decide por la creación de otro partido tendrá que ser de “nuevo tipo”, es decir, aunque en un momento llegara a participar en elecciones, deberá ser no electorero, plenamente al servicio de las luchas sociales, de plena confrontación con el poder, horizontal, libre y abierto a los análisis y discusiones.


http://pedroecheverriav.wordpress.com


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