Tomar café mejora la energía y el bienestar, dijo Alberto Ascherio, de la Facultad de Salud Pública de Harvard.
Las mujeres que beben cuatro tazas de café al día tienen un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que raramente toman esa infusión, indicaron investigadores estadounidenses.
La cafeína es el estimulante del sistema nervioso central consumido con más frecuencia en el mundo, y la ingesta de café representa alrededor del 80 por ciento del consumo de cafeína.
Tomar café mejora la energía y el bienestar, dijo Alberto Ascherio, de la Facultad de Salud Pública de Harvard.
"Este efecto a corto plazo es lo que impulsa el consumo de cafeína", dijo Ascherio, cuyo estudio aparece en Archives of Internal Medicine.
"Aquí estamos mirando el consumo crónico a largo plazo del café cafeinado", dijo Ascherio en una entrevista telefónica.
Su equipo analizó a más de 50.000 mujeres apuntadas en un estudio de salud de enfermeras. Las mujeres tenían una edad promedio de 63 años, y ninguna estaba deprimida cuando inició la investigación.
El equipo de Ascherio midió el consumo de café basándose en datos de las mujeres durante 14 años, remontándose a 1976. Entonces clasificó a las mujeres en función de cuánto café bebían y las siguieron durante otros 10 años.
"Descubrimos que las mujeres que bebían habitualmente cuatro o más tazas de café al día tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de tener depresión que las que raramente o nunca bebían café", dijo Ascherio.
El equipo se centró específicamente en el café, pero indicó que tuvo conclusiones similares cuando observó el consumo de cafeína en general, incluyendo bebidas cafeinadas y chocolate.
Los autores hallaron que las mujeres que estaban entre las cinco primeras por consumo de cafeína tenían un 20 por ciento menos de posibilidades de desarrollar depresión que las que estaban entre las cinco de menor ingesta de esa sustancia.
El equipo estableció un intervalo de dos años o período de latencia entre cuando empezó a medir el consumo de cafeína y su evaluación de la depresión para asegurarse de que no estaban analizando sólo a mujeres demasiado deprimidas para ser bebedoras habituales de café.
Ascherio dijo que había muy pocos estudios que se fijaran en los efectos a largo plazo del consumo de café. Una investigación más pequeña efectuada en Finlandia halló que los hombres que bebían mucho café tenían menos posibilidades de suicidarse.
Y el propio equipo de Ascherio ha mostrado que beber mucho café puede proteger de la enfermedad de Parkinson tanto en hombres como en mujeres .
El autor añadió que todavía no está claro cómo el café protege de la depresión, pero que había algunas pistas.
Estudios con animales han demostrado que la cafeína protege contra ciertas neurotoxinas. Y que receptores cerebrales que responden a la cafeína están concentrados en los ganglios basales, un área que es importante tanto para la depresión como para la enfermedad de Parkinson.
Ascherio subrayó que el estudio no demuestra que el café reduzca el riesgo de depresión, sólo que podría proteger contra esa condición de alguna manera, y agregó que se necesitan muchos más estudios para probar si la famosa infusión podría usarse para prevenir la depresión.
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