By Nancy Flores / @Nancy_Contra
El
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE) sufrió un robo masivo de medicamentos para combatir
enfermedades crónico-degenerativas y de alta especialidad, que ya es
investigado por la Procuraduría General de la República (PGR).
La
denuncia –presentada en 2016 por la propia institución que depende de la
Secretaría de Salud– se dio tras advertir un desfase entre el
inventario físico y los reportes en el Sistema Integral de
Administración Hospitalaria, de más de 3 mil unidades de fármacos con
valor superior a los 54 millones de pesos. Dicho Sistema registra las
recetas que amparan todas las salidas de las medicinas a favor de los
derechohabientes.
Según la denuncia de hechos, esto podría
constituir un robo de tratamientos contra enfermedades
crónico-degenerativas y de alta especialidad en el Centro Médico
Nacional 20 de Noviembre, uno de los hospitales insignia –de tercer
nivel– del Instituto que encabeza José Reyes Baeza.
Las medicinas
estaban destinadas a atender padecimientos como cáncer, problemas
cardiovasculares, hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica y
diabetes mellitus.
En diciembre del año pasado se amplió la
denuncia de hechos, originalmente presentada el 7 de marzo de 2016 por
el apoderado legal del ISSSTE, ante la Subdelegación de Procedimientos
Especiales de la Delegación de la PGR en la Ciudad de México (antes
Distrito Federal); misma que obra en el expediente
PGR/DDF/SPE-XXII/3006/2016.
En un primer momento, el ISSSTE
advirtió que el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre carecía de
sustento respecto de la distribución de 2 mil 914 unidades de
medicamento, por 37 millones 975 mil pesos, que corresponden a 28 claves
de fármacos, incluyendo de patente. Pero la ampliación –hecha a fines
de 2016, tras la intervención de la Auditoría Superior de la Federación
(ASF) en este caso–, ya estimaba el presunto daño contra el erario en 54
millones 493.2 mil pesos.
El faltante se registró a lo largo del
ejercicio 2015, consta en la auditoría “Adquisición, recepción,
distribución y control de medicamentos para enfermedades
crónico-degenerativas”, elaborada por el máximo órgano de fiscalización
del país.
El robo
El
saqueo de los medicamentos fue detectado por la ASF cuando revisaba 36
claves de medicamentos para enfermedades crónico-degenerativas, por 44
millones 472.5 mil pesos, distribuidas a los derechohabientes mediante
26 recetas colectivas (“documentos con los cuales las farmacias surten
medicamentos al Centro de Mezclas, que serán aplicados en el tratamiento
de pacientes en las diferentes áreas hospitalarias, soportados por la
prescripción del médico tratante”), de las cuales 31 claves de
medicamentos, por 38 millones 24.9 mil pesos, fueron incluidas en 16
recetas electrónicas registradas en el Sistema Integral de
Administración Hospitalaria en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre
y cinco claves de medicamentos, por 6 millones 447.6 mil pesos, con 10
recetas elaboradas manualmente en el Hospital Regional 1 de Octubre.
Respecto
del nosocomio 20 de Noviembre, la Auditoría Superior apunta que no
exhibió seis recetas colectivas, por lo que no se tiene sustento de la
distribución de 2 mil 914 unidades de medicamento, por 37 millones 975.3
mil pesos.
Durante la reunión de resultados preliminares y
finales de la ASF con el Centro Médico, las autoridades de este último
respondieron con el oficio 120.123.1/002275/2016/8, del 14 de noviembre
de 2016, en el que incluían cinco recetas colectivas por 3 millones 55.9
mil pesos, que amparaban la salida de 328 unidades de medicamentos.
También presentaron las hojas de solicitud de medicamentos del Centro de
Mezclas autorizadas, y el formato con la descripción y gramaje del
medicamento que se le designó a cada paciente, “con lo que se comprobó
que se atendieron las necesidades de los derechohabientes y los
medicamentos coincidieron con las cantidades registradas en el SIAH”.
No
obstante, en relación con los restantes 34 millones 919.4 mil pesos, el
Centro Médico informó a los auditores que el monto correspondía a una
diferencia entre el inventario físico realizado al cierre de 2015 y lo
reportado en el SIAH, por 2 mil 586 unidades de medicamentos. Para
“subsanar” la sustracción de las medicinas, la institución formuló la
receta AJS21122015, con la cual registró los tratamientos en el sistema
como una salida.
“Al respecto, el titular de la Jefatura del
Servicio de Farmacia proporcionó una denuncia de hechos presentada por
el apoderado legal del ISSSTE ante la Procuraduría General de la
República el 7 de marzo de 2016, en la que contempló las diferencias
determinadas en el inventario físico que se realizó el 3 de agosto de
2015.
“Con motivo de la intervención de la Auditoría Superior de
la Federación, el Centro Médico Nacional presentó una ampliación a la
denuncia relativa a la diferencia determinada en el levantamiento físico
del inventario al cierre del ejercicio 2015, por un total de 54
millones 493.2 mil pesos, presentada por el apoderado legal del ISSSTE
ante el Ministerio Público de la Federación con número
PGR/DDF/SPE-XXII/3006/2016.”
Además de la denuncia ante la PGR, la
Subdirección de Administración y Finanzas del ISSSTE notificó el 13 de
enero de 2017 al Órgano Interno de Control –dependiente de la Secretaría
de la Función Pública– los hechos que son investigados por la
Procuraduría, mediante el oficio 96.203.1.4/0054/2017. Por ello, turnó
copia del expediente al contralor interno Jesús Moreno Beltrán.
Sobre
este último punto, la ASF indica que está pendiente que la autoridad
del Centro Médico remita información sobre la recuperación ante la
aseguradora y la aplicación contable respectiva, “por lo que la
observación por esta parte persiste”.
Por estos hechos, la
Auditoría Superior recomendó al ISSSTE y al Centro Médico Nacional 20 de
Noviembre fortalecer los mecanismos de supervisión y control para que,
en la determinación de diferencias en los inventarios físicos, las áreas
responsables realicen el seguimiento conforme a lo establecido en la
normativa, y en caso de “sustracciones, robos o pérdidas se dé
conocimiento en forma oportuna al Órgano Interno de Control, y se
coordinen las áreas de farmacia, jurídica y contable para los efectos
correspondientes”.
Además, pidió que fortalezcan los mecanismos
para el registro, supervisión y control de la salidas de los
medicamentos de la farmacia y en el Sistema Integral de Administración
Hospitalaria, a fin de que cuenten con la evidencia documental conforme a
la norma y, respecto de la diferencia del inventario sustentada en la
receta colectiva AJS21122015, “se informe a este órgano fiscalizador el
cobro del seguro y su registro contable”.
Saqueo en hospital 1 de Octubre
El
robo en el Centro Médico 20 de Noviembre no fue el único que detectó la
Auditoría Superior. El informe da cuenta de un segundo saqueo, por 1
millón 428 mil 882 pesos, en el Hospital Regional 1 de Octubre. Tras el
hallazgo, emitió un pliego de observaciones.
En dicha medida, la
ASF indicó que “se presume un probable daño o perjuicio o ambos al
patrimonio del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado, por 1 millón 428 mil 882 pesos correspondientes
a 74 unidades de medicamentos reportadas como salidas –por medio de la
receta colectiva número 2222610022984– en el Sistema Integral de
Administración Hospitalaria (SIAH), que el área de Farmacia del hospital
no acreditó su distribución a los derechohabientes, ni remitió
aclaración alguna sobre el caso”.
En 2015, el ISSSTE gastó 11 mil
723 millones 976.3 mil pesos en medicamentos, distribuidos de la
siguiente forma: 10 mil 198 millones 473 mil en la partida 25301,
“Medicinas y productos farmacéuticos”; 472 millones 498.3 mil en la
subpartida 25301-0001, “Medicamentos de alta especialidad”; y 1 mil 53
millones en otras seis subpartidas relacionadas.
De acuerdo con la
ASF, ese año la institución de salud pública proporcionó servicios a
12.9 millones de derechohabientes. Respecto de los pacientes con
enfermedades crónicas no transmisibles, indica que éstos “demandan
servicios médicos de alta especialidad que implican costos elevados, ya
que los tratamientos son constantes y requieren de un periodo prolongado
de aplicación, debido a que los pacientes pueden vivir con dichos
padecimientos inclusive por el resto de su vida”.
Sobre
las enfermedades de este tipo, apunta que ese año las que presentaron
mayor relevancia fueron las cardiovasculares, los tumores malignos y la
diabetes mellitus: “para su atención se utilizaron 114.6 millones de
unidades de medicamentos prescritos, ya sea por receta individual o
colectiva”.
En el ISSSTE, “la distribución del gasto de
medicamentos se concentró en el segundo y tercer niveles de atención,
que en conjunto equivalen al 78.6 por ciento, y las unidades médicas
representativas en este rubro fueron el Centro Médico Nacional 20 de
Noviembre y los hospitales regionales 1 de Octubre y León, con el 5.92,
4.17 y 2 por ciento, respectivamente”.
Para la elaboración de este
trabajo, se solicitó entrevista con el director general del Centro
Médico 20 de Noviembre, doctor Luis Ernesto Gallardo –en forma directa y
a través de Comunicación Social del ISSSTE–; no obstante, al cierre de
esta edición no se obtuvo respuesta. También se pidió a la Secretaría
de la Función conocer los avances del Órgano Interno de Control en torno
a este caso; pero tampoco se obtuvo respuesta.
Nancy Flores
[BLOQUE: INVESTIGACIÓN][SECCIONES: RENDICIÓN DE CUENTAS/PORTADA]
Contralínea 530 / del 12 al 18 de Marzo 2017
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