Nada ha cambiado desde 2015, cuando iniciaron la lucha que incluyó toma de carreteras, dicen
Jornaleros agrícolas de San Quintín, Baja California, marcharon ayer
por calles de Tepic y realizaron un mitin en el zócalo de esa ciudad
nayarita, como parte de la caravana para exigir mejoras laboralesFoto La Jornada
Periódico La Jornada
La lucha que emprendieron los jornaleros del valle de San Quintín,
Baja California, hace dos años para acabar con la esclavitud en los
campos agrícolas, obtener mejores salarios y prestaciones, así como el
derecho a la seguridad social, sigue en este 2017 con la
caravana nacional por un salario dignoque arribó ayer a Tepic, Nayarit.
Los trabajadores agrícolas de San Quintín, que iniciaron esta
movilización el pasado 4 de marzo, llevan alrededor de 2 mil 300
kilómetros recorridos hasta este sábado con el objetivo de llegar a la
Ciudad de México el próximo viernes y participar en una gran
movilización simultánea en la capital del país y Baja California.
La caravana ya visitó Hermosillo y Navojoa, en Sonora, donde
recibieron solidaridad de comunidades indígenas. Luego estuvo en Los
Mochis, cabecera municipal de Ahome, Sinaloa; después en Culiacán, y
Mazatlán de esta entidad. Ayer también se manifestaron en el zócalo de
la ciudad de Tepic, Nayarit.
Lorenzo Rodríguez, secretario general del Sindicato Independiente
Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas (Sindja), indicó que
alrededor de 80 mil jornaleros del valle de San Quintín, Baja
California, siembran, cosechan y empacan pepino, fresa, arándano, chile,
tomate, mora, calabaza y otros productos, la mayoría exportados, pero
que a ellos no les permiten salir de pobres.
Recordó que tras la movilización de 2015, que incluyó toma
de carreteras y paros laborales, de los 80 mil jornaleros, unos 15 mil
se afiliaron al Sindja; el salario subió 15 por ciento, pero también la
jornada, pues antes consistía en recolectar 45 botes de pepino, y ahora
son 60, el adicional –a partir del 61–, pasó de pagarse de un peso a
1.50,
y ahí terminan los beneficios.
Universitarios, trabajadores jubilados, organizaciones opuestos al
incremento al precio de la gasolina, defensores de los derechos humanos,
mujeres que luchan por la igualdad de género, ciudadanos que protestan
por los homicidios, mujeres que buscan a sus familias desaparecidos,
comunidades yaquis y seris de Sonora, y mayos de Sinaloa, los han
respaldado a su paso.
Los participantes señalaron que formar parte de la caravana significa
gastar lo poco que tienen, pero es mejor que quedarse a trabajar para
sobrevivir, pues en San Quintín la vida es cara: una sola comida, la de
mediodía, los hace gastar alrededor de 80 pesos, y dejar de trabajar un
día, y no ganar su salario de 150 pesos.
Dijeron que luego de las protestas de hace dos años, patrones y
gobierno se unieron para dividir el movimiento y lo lograron. De una
organización nacieron tres o cuatro sindicatos
charrosafiliados al PRI –que no defienden a los trabajadores del campo–, pero la lucha se mantiene, aunque en ésta ya no participan los que afiliaron sus sindicatos a la Confederación de Trabajadores de México.
En la caravana donde también participan Bonifacio Martínez Cruz,
Fidel Sánchez, Juan Hernández, organizadores de esta movilización,
Lorenzo Rodríguez refirió que su situación se debe a la corrupción de
los funcionarios que llegan al poder y sólo piensan en beneficiarse,
pues “se hacen de la vista gorda ante las injusticias y todo por una
buena tajada.
“Garantizan los beneficios para ellos, sus hijos, nietos y bisnietos,
pero nos sacrifican a nosotros. El culpable es el gobierno, que no
tiene esa capacidad, esa sensibilidad de hacer valer la ley; nuestra
Constitución no es mala, sino el gobierno, que no hace su trabajo.
Luchamos por el reconocimiento de los jornaleros como trabajadores con
derechos de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo, que cuenten con afiliación al Seguro Social para que tengan prestaciones y puedan jubilarse o pensionarse, mejores salarios y una jornada digna de labores. Padecemos el esclavismo moderno y disfrazado, sostuvo Rodríguez.
Entre las exigencias, dijo, está también la construcción de un
hospital del Seguro Social en San Quintín, que atienda a miles de
jornaleros de Chiapas, Sinaloa, Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla. El
gobierno amplió el hospital que ya existe (clínica 13), pero no contrató
más personal.
Hemos tenido apoyo de sindicatos, organizaciones campesinas y de la ciudadanía en lo económico y con víveres. Cada vez nos motivamos más para llegar el 17 de marzo al Monumento a la Revolución, manifestó.
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