12/07/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada domimgo7 de diciembre 2025

Visita histórica de Putin a India: ¿asociación especialmente privilegiada o G-2?
India es un país de símbolos donde cada evento comporta significados que oculta la guerra de propaganda de “Occidente”. Más vale exponer la síntesis de 10 puntos de la visita histórica del zar Vlady Putin al primer ministro indio Narendra Modi (NM) del Hindustan Times (https://bit.ly/4iD4d9K), portavoz del partido Bharatiya Janata en el poder:

1) NM sentenció que India no era neutral, sino que se encontraba del lado de la paz en Ucrania; 2) Putin expresó que “Rusia e India mantienen relaciones en la esfera militar (sic), en el desarrollo del espacio, inteligencia artificial y otros rubros”; 3) “los dos líderes asistieron a la cumbre 23 (sic) de Rusia e India”; 4) ambos firmaron un memorándum de entendimiento en el sector portuario y de transporte marítimo; 5) “ambos países acordaron profundizar la cooperación en los corredores de transporte en el Corredor de Transporte Norte Sur (INSTC, por sus siglas en inglés), el Corredor Marítimo Oriental de Chennai-Vladivostok y la Ruta del mar Nórdico”; 6) NM asentó que “su prioridad común es elevar a nuevas alturas la asociación (sic) económica de Rusia e India”; 7) el impulso del turismo desde Rusia, por lo que NM anunció lanzar una visa electrónica turística de 30 días a los ciudadanos rusos; 8) “Putin hizo una declaración audaz en medio de la presión de Estados Unidos sobre India para que dejara de comprar petróleo a Rusia. Se mantendrán los “envíos ininterrumpidos” de combustible a India: “Rusia es un proveedor fiable de petróleo, gas, carbón y todo lo necesario para el desarrollo energético de India. Estamos dispuestos a continuar con los envíos ininterrumpidos de combustible para la economía india, que está creciendo rápidamente”; 9) NM anunció que han iniciado las discusiones para un acuerdo de libre comercio entre India y la Unión Económica Euroasiática, y 10) Putin visitó Rajghat, donde colocó una ofrenda floral a Mahatma Gandhi.

A mi juicio, resalta la salida de Rusia al “mar caliente” del Océano Indico. No pasó desapercibida la postura de Irán, que mantiene óptimas relaciones con Rusia e India, al comentar que “Putin y Modi firman acuerdos monumentales para cimentar una asociación estratégica” (https://bit.ly/4iH1I6s). Tal acuerdo tendrá impactantes reverberaciones desde el golfo Pérsico –donde India mantiene una relevante migración– hasta Sudáfrica. Tampoco se puede soslayar que “Putin recalcó que Rusia e India están pasando gradualmente a utilizar sus monedas nacionales en las transacciones mutuas cuando “su participación en las transacciones comerciales ya alcanza el 96 por ciento”, recordando que se han establecido canales estables de cooperación crediticia, financiera e interbancaria”.

Global Times, a diferencia del boicot de los multimedia occidentales, da el lugar histórico que le corresponde a la visita del zar Vlady Putin a India, donde el presidente ruso sentenció que “India y China son íntimos amigos” (https://bit.ly/48xUAoc). Quienes pernoctan en la caduca guerra fría se van a perder las nuevas jugadas geoestratégicas del postPokrovsk (v.gr. la derrota estratégica de la OTAN y la Unión Europea frente a Rusia). Según Press Trust of India, “Rusia e India dieron a conocer el viernes un plan quinquenal para reforzar su asociación económica y comercial frente al régimen de aranceles punitivos y sanciones de Washington”.

Permanece más vigente que nunca el concepto geoestratégico del RIC (Rusia/India/China) elaborado por el ex primer Yevgeny Primakov, en los peores momentos de pulverización de la ex Unión Soviética. Global Times recuerda la presencia simultánea de “Putin y Modi en Tianjin” durante la cumbre del SCO (Organización de Cooperación de Shanghái) que de facto propulsó un G-3 entre Pekín/Moscú/Delhi en medio de la dinámica irreversible hacia un mundo multipolar y policéntrico. En espera de la próxima visita en abril de Trump a China, ¿qué advendrá entre Rusia e India: “Asociación Especialmente Privilegiada” o “G-2”? Ambas. La dinámica del mundo se encamina a un nuevo orden tripolar y/o cuatripolar (https://bit.ly/4pmQKWl).

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Los Alpes suizos y su emblemático pico Matterhorn
Cuando se escucha de esta cadena montañosa, llegan a la mente imágenes de veloces esquiadores con zigzagueantes movimientos al descender. Aunque se vean sólo en una producción fílmica o documental, o bien durante la transmisión de los Juegos Olímpicos de Invierno, no deja de sorprender los más de 100 kilómetros por hora que alcanzan.

Los alpes suizos guardan también incontables anécdotas, al igual que lamentables accidentes que han costado la vida a algunos esquiadores. Es un deporte caro que exige una considerable cuota de condición física. Suiza cuenta con escuelas de esquí donde se pueden tomar cursos para dominar la técnica. Para esto hay que pagar un pase, ya sea por día, por varios o por temporada; esto permite acceder a las montañas que incluye el uso de teleféricos.

La renta de equipo tiene un costo adicional. Sólo quien practica el esquí de manera regular suele contar con uno propio. La indumentaria es especial, con material resistente al agua. El hospedaje suele ser costoso, especialmente en la temporada alta de invierno. Aquí hay varias estaciones que cuentan con la infraestructura ideal, restaurantes que ofrecen bebidas calientes y gastronomía local.

Aprender a esquiar puede convertirse en un reto que al lograrse conlleva una experiencia que para muchos es una sensación de incomparable libertad, como volar sobre los esquís bajo el cielo azul sostenido por la blancura de la nieve en la montaña, todo enmarcado en un paisaje de verdes coníferas.

Si hay una montaña que domina esa actividad es el llamado Matterhorn alemán, Mont Cervin en francés y Monte Cervino en español; es considerada una de las cumbres más icónicas y fotografiadas del mundo con su silueta piramidal, casi perfecta; con sus 4 mil 478 metros de altura el pico es un emblema de Suiza.

Está en la frontera con Italia y domina el panorama de Zermatt, un pueblo donde no circulan autos por sus románticas calles empedradas, donde las tradiciones ligadas con los Alpes se practican con orgullo. El paisaje, según la hora del día y posición del sol, cambia de tonalidad: para los madrugadores, se tiñe de dorado; a mediodía adquiere uno plateado y al caer la tarde es de tonalidades rosa. Este singular fenómeno tiene su propia denominación: Alpenglühen, que se traduce como resplandor o brillo alpino.

La historia del Matterhorn está estrechamente ligada con los primeros exploradores que en el siglo XIX impulsaron la llamada “era dorada del alpinismo”. Por años fue considerado un pico imposible de ascender. Su conquista data de 1865, cuando Edward Whymper, junto con un equipo logró alcanzar la cima. Sin embargo, el triunfo estuvo marcado por la tragedia: cuatro integrantes de la expedición murieron durante el descenso, un episodio que conmocionó a Europa y consolidó la reputación del pico como una montaña tan hermosa y peligrosa.

Actualmente el ascenso aún es un reto reservado a montañistas experimentados. Guías locales altamente capacitados enfrentan cada temporada los riesgos que entraña esta montaña de clima impredecible y paredes casi verticales.

Alia Lira Hartmann

De acciones oportunas y concertadas
Durante al menos ocho años, trabajamos por este medio el tema reiterativo de la milpa prehispánica e incluso llamamos a este esfuerzo “Cruzada por la milpa”, considerando que la palabra “cruzada” remite a una estrategia activa para recuperar algo valioso que el o los usurpadores no supieron apreciar cuando se lo apropiaron y desde entonces se dedican a deshacer su valor, mismo que nunca comprendieron. Si los españoles despreciaron lenguajes que nunca comprendieron y se dedicaron a obligar a sus conquistados por la violencia a imponer sus propias reglas y despreciar las prexistentes, los mestizos y criollos que fuimos sucediendo a los pueblos prehispánicos heredamos de generación en generación el sentimiento de superioridad de las culturas no americanas, y lo que percibieron los invasores como civilización fue impuesto por la buena o por la fuerza procurando deshacer lo emanado de las culturas americanas. En este sentido se fueron aplastando hasta la fecha de hoy los saberes autóctonos y las clases dominantes empobrecieron las culturas prexistentes que, si bien desde hace unas décadas se escogen ciertos rasgos que se rescatan y convierten en mercancías, la totalidad de pensamiento prehispánico y sus rasgos originales se reinterpretan (para mal) haciéndonos creer que son las interpretaciones bajo lupa occidental, la originalidad de que estamos orgullosos como nación. Salvo, ciertamente, algunas excepciones.

Lástima, sin embargo, que entre las excepciones no esté la milpa, pues se le encajonó en una concepción de atraso que no puede compararse, y mucho menos superar, los conocimientos agrícolas importados por los ibéricos. En pocas palabras, no se han superado los prejuicios e ignorancia respecto de los policultivos prehispánicos de América, y también de los asiáticos y los africanos y australianos, cuyas virtudes fueron descalificadas por los representantes de la cultura occidental, que con su superioridad tecnológica dio a sus creadores una supremacía en la fuerza de destrucción, pero no en la producción de bienes útiles para la humanidad y su desarrollo afín a los valores humanos.

Estas aseveraciones pueden probarse con infinidad de ejemplos, pero en estas breves líneas no haremos sino insistir en la superioridad demostrada por una capacidad tecnológica de satisfacer las necesidades humanas de las generaciones habidas en al menos ocho mil años, contra la capacidad tecnológica de destrucción habida en un par de milenios recientes.

Hasta el día de hoy, la milpa evoca en la aplastante mayoría de habitantes de México, un sembradío de maíz atrasado sólo por ser transmitido entre generaciones de poblaciones de origen mesoamericano, atrasado porque no usa fertilizantes químicos ni herramientas para cultivar grandes extensiones de terrenos. Pero reto, una vez más, a los lectores y a los expertos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para que demuestren la mayor productividad de maíz y frijol del campo en sus monocultivos depredadores de la tierra y la fauna con sus métodos, contra los policultivos milperos que demostraron exhaustivamente su productividad, variedad de elementos nutritivos y complementarios para el uso artesanal con útiles y objetos simbólicos, creciendo al tiempo que crecían las poblaciones, y todo ello preservando la biodiversidad, humedad y calidad de vida a lo largo de milenios previos al desastre de la invasión europea.

Estas líneas van dirigidas a todos los lectores y lectoras sobre todo, porque estamos volviendo a inclinar la balanza del lado donde peor nos va, sin a la vez proteger nuestra viabilidad mediante conocimientos propios. Es decir, inclinamos la balanza del desarrollo del lado donde se requerirá cada vez más el apoyo de los países industrializados, sin prevenirnos con una base de autosuficiencia no sólo en productos para satisfacer las necesidades vitales desde el punto de vista material, sino las necesidades del autodesarrollo inteligente y autogenerado por nuestra historia y experiencia colectiva.

Un buen futuro para México (que nunca alcanzaré a ver) sería proteger, expandir y apoyar el desarrollo que depende de los brazos, piernas, cabezas e inteligencias de nuestros campesinos, debiendo inclinarnos ante ellos, en vez de imponerles, paternalmente, los modos de producción de los alimentos exógenos cuyos parientes indígenas mantuvieron y levantaron civilizaciones sólo comparables a las asiáticas.

Basta de imponer lo exógeno con la mentalidad de los primeros hispanos, renegando de los saberes autóctonos. ¿Por qué no enseñar a los jóvenes y adultos lo que crearon nuestros ancestros y cuyo saber aún existe en campesinos ninguneados incluso por nuestro gobierno, por muchísima buena fe, la cual reconozco?

Estamos en el cuarto para la una del cambio brutal de la Tierra, para bien y para mal. Asumamos ahora ya nuestro papel histórico de recuperación y revalidación de lo extraordinario de nuestros ancestros y nuestras huellas materiales, antes de que desaparezcan de la historia de la humanidad. No se necesita retar a nadie, sino simplemente reivindicar y apoyar la resiliencia de la mejor parte de nuestra historia. No permitamos que nuestras milpas se conserven en museos turísticos. Como los arrozales acuáticos que hicieron falta dos bombas atómicas para reducirlos a unas islas.

Luis del Pozo, constructor de sueños, puntillero insuperable y promotor de la obra de Rendón Tapia
Existen seres humanos auténticamente millonarios, no en dinero, sino en logros y satisfacciones a las que muy pocos tienen el privilegio de acceder. Tal es el caso de Luis del Pozo Márquez, nacido en 1939 en el barrio de Tacuba de la Ciudad de México. De joven trabó amistad con Juan Quiroz El Cazadero, quien lo inició en el difícil y relativamente valorado oficio de puntillero o persona especializada en el manejo y uso de la puntilla, un cuchillo corto con el que se remata a los astados que una vez heridos de muerte, se echan en la arena. Es el utensilio menos modificado a través de los siglos y se emplea, como en los rastros, para acortar la agonía de los bovinos.

Luis del Pozo tuvo oportunidad de ver a su maestro apuntillar un toro a la ballestilla en una plaza de San Bartolo Naucalpan y aquella insólita escena se le grabó para siempre, animándolo a ensayarla y sobre todo, a ponerla en práctica en varias ocasiones, haciendo que el público emocionado se levantara para ovacionarlo. Como después de Luis nadie ha vuelto a hacerla, vale la pena recordar la mecánica de tan desusada cuanto espectacular suerte.

“Sólo una vez –recuerda Luis– realicé esa suerte por delante y fue en la plaza La Tapatía, de la capital. Otras ocasiones la ejecuté por detrás de la cabeza del toro y, modestia aparte, solía ser muy certero. Con los dedos pulgar, índice y medio tomaba el instrumento por la punta de la hoja y desde la distancia normal, ni muy cerca ni muy lejos, arrojaba con fuerza la puntilla, rematando a las reses con eficacia y lucimiento. Parecía más bien la descarga de un rayo. Tras haber apuntillado un toro a la ballestilla en la Plaza México fui entrevistado por los maestros Juan Pellicer y Pepe Alameda, que no daban crédito a lo que me habían visto hacer.

“No puedo hablar de lo que sucede hoy o sucederá mañana –añade del Pozo–, sino de las inmensas satisfacciones que viví con una fiesta de toros maravillosa. Hoy ya no hay toreros que interesen al gran público, pero hubo épocas de un ambiente taurino bárbaro, con varias plazas dando festejos que atraían a la gente. Los tiempos han cambiado mucho y se ha terminado con infinidad de escenarios importantes en la Ciudad de México. Durante 25 años fui puntillero. Cuando tenía 11 años falleció mi padre y mi madre me dejó una herencia: la palabra ¡acción!

“Jorge Rendón Tapia fue un pintor autodidacta y sensible aficionado que nació en Mixcoac en 1939 y falleció en 2021. Su colorido tenía influencias de PanchoFlores y de Reynaldo Torres pero logró desarrollar un estilo propio. Durante 25 años trabajé con él luego de ver a un muchacho que le andaba vendiendo dos cuadros en el restorán El Ruedo. Me gustaron tanto que fui a buscarlo a su domicilio en Yautepec, Morelos. Me ofrecí a promover su obra y aceptó. Durante 25 años, con una confianza recíproca, pude venderle centenares de cuadros en la capital y los estados. No le gustaba salir ni socializar por lo que pocos lo conocían personalmente.

“No faltó el que afirmaba que lo tenía secuestrado en un calabozo. Le monté algunas exposiciones y las imprentas Monterrey y Aboitis le publicaron varios cuadros. Nunca se casó, por eso fue tan productivo. Sólo tenía sus musas. Jamás rajó de la fiesta ni comentaba lo negativo de ésta. Su arte pictórico le aportó bastante a la tauromaquia y a fomentar la afición. Me quedan 15 óleos del maestro Rendón Tapia de diferente tamaño –remata Luis con la seguridad que apuntillaba– y quisiera venderlos. Pongo a disposición de coleccionistas e interesados el correo garciaolveramatilde075@gmail.com

EDITORIAL 
La Estrategia de Seguridad Nacional presentada por la Casa Blanca sostiene que “después de años de negligencia, Estados Unidos reafirmará y aplicará la Doctrina Monroe para restaurar la preminencia estadunidense en el hemisferio occidental y para proteger a nuestra patria y nuestro acceso a sus geografías a través de la región”. Esta reafirmación incluye negar “a competidores no hemisféricos la habilidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de adueñarse o estratégicamente controlar bienes vitales en nuestro hemisferio”, lo cual se presenta como un “Corolario Trump” a la Doctrina Monroe, el cual supone “una restauración de sentido común potente del poder estadunidense y sus prioridades, consistente con nuestros intereses de seguridad”.

La noción de un “Corolario Trump” hace referencia al Corolario Roosevelt, introducido en 1904. La doctrina original, concebida por el presidente James Monroe en 1823, se presentó como una advertencia a las potencias europeas contra todo intento de restaurar el colonialismo, en una época en que América Latina y el Caribe se sacudía el yugo de España y Portugal e intentaba reafirmarse frente a Gran Bretaña, Francia, Países Bajos y otros actores estatales o paraestatales que explotaban el vacío dejado por la debacle ibérica. Sin embargo, en los hechos ese presunto paraguas frente a la intervención europea supuso el remplazo de las metrópolis transatlánticas por la bota de Washington, como rápida y trágicamente descubrió México al sufrir el robo de más de la mitad de su territorio a manos de Estados Unidos entre 1835 y 1854. Para inicios del siglo XX, el presidente Theodore Roosevelt estimó que ya no era necesario fingir una postura defensiva y proclamó todo el hemisferio, fuera de las fronteras estadunidenses, como un territorio salvaje susceptible de ocupación y colonización bajo la premisa de que “en el continente americano, como en otros lugares, la inconducta crónica puede requerir finalmente la intervención de alguna nación civilizada, y en el hemisferio occidental la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe puede obligar a los Estados Unidos […] al ejercicio de un poder de policía internacional”. Bajo este corolario, República Dominicana sufrió la confiscación de sus aduanas, mientras Cuba, Nicaragua y Haití padecieron ocupaciones que se prolongaron por décadas y degeneraron en sangrientas dictaduras. Antes, en 1899, Washington ya se había apoderado de Puerto Rico, al que mantiene en situación colonial hasta ahora como haría con Cuba si la Revolución de 1959 no hubiera consumado la independencia de la isla.

En este contexto, lo que el trumpismo denomina “negligencia” no es sino el relativo y variable cuidado de las formas que las administraciones demócratas y republicanas han tenido en sus vínculos con las naciones de la región desde el final de la guerra fría. El respeto formal a la soberanía de sus pares (con las notorias excepciones de Cuba y Venezuela, contra las que el injerencismo ha sido siempre descarado) no impidió a los antecesores de Trump seguir aplicando la Doctrina Monroe, como atestiguan las continuas intervenciones en Haití, los golpes de Estado contra Manuel Zelaya (2009, Honduras), Fernando Lugo (2012, Paraguay), Dilma Rousseff (Brasil, 2016), Evo Morales (2019, Bolivia), Pedro Castillo (2022, Perú); así como el Plan Mérida impuesto de la mano del espurio Felipe Calderón; el brutal lawfare contra Cristina Fernández de Kirchner en Argentina; el apoyo al paramilitarismo uribista en Colombia; la soberanía siempre tambaleante de Centroamérica, con la resistencia prolongada de Nicaragua y efímera de Honduras, por mencionar sólo algunos entre los innumerables ejemplos del nunca extinto monroísmo. Así, el “Corolario Trump” no es un cambio de estrategia, sino de método: el control ejercido a través de Usaid, de la red de iglesias de ultraderecha, de universidades, medios de comunicación, poderes judiciales oligárquicos y corruptos y organizaciones no gubernamentales, se sustituye o complementa con el primitivismo del Gran Garrote, los despliegues militares ostentosos y el abandono de cualquier apariencia de legalidad. Como anunció el secretario de Guerra, en lo sucesivo la democracia será considerada una mera distracción para los objetivos imperiales de la Casa Blanca.

Lamentablemente para los entusiastas de Washington, la Doctrina “Donroe” no es la afirmación de las capacidades de una potencia emergente que fue hace dos siglos, sino el coletazo de un superpoder en decadencia acelerada, de la cual el trumpismo es tanto el síntoma más evidente como el máximo catalizador. El abuso de la fuerza no es, como pretende el magnate, una señal de fortaleza, sino el recurso de quien ya no puede atraer a sus vecinos con innovación tecnológica, inversión productiva, ejemplaridad institucional o un modelo civilizatorio viable.

Felicita a quienes apoyaron ayer en el Zócalo a la Presidenta

Felicito al pueblo de México por llenar completamente el Zócalo, en forma pacífica, en apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum, en el contexto del séptimo aniversario de la 4T en México.

Diga lo que diga la ultraderecha opositora, ayer fuimos testigos de que sin importar su violencia, descalificaciones, campañas y discursos de odio, lo único que han provocado es que los mexicanos se desborden para apoyar a la Presidenta en la continuación de la transformación del país. Sigamos adelante. ¡Enhorabuena!

Raymundo Colín Chávez

Día de fiesta para la 4T

Fue impresionante la multitud que asistió ayer al Zócalo, constituida por personas de carne y hueso, y no bots en redes sociales.Se vivió un día de fiesta, apoyo y convicciones, y se demostró la naturaleza del humanismo mexicano, con personas felices compartiendo su alegría.Sigue escuchar las maromas de la oposición y de los prianistas para denostar al exitoso movimiento de la 4T.
Fernando Quiroz Nácar

Es momento de detener el imperialismo de Trump, señala
La nota de los corresponsales en Estados Unidos, David Brooks y Jim Cason, publicada ayer en La Jornada, revela el profundo cinismo imperialista del presidente Donald Trump en su “corolario” o enmienda para reafirmar la Doctrina Monroe, con el lema “América para los americanos”, que proclamó el presidente James Monroe en el congreso estadunidense el 2 de diciembre de 1823.Dicha doctrina ha sido utilizada por Washington para justificar sus intervenciones militares y económicas en América Latina; también para proteger sus intereses políticos y profundizar su expansionismo.La esquizofrenia hitleriana de Trump de restaurar, mantener y aumentar la primacía militar estadunidense es parte de una ideología radical de extrema derecha para continuar con su injerencismo y apoderarse de los recursos naturales de las naciones latinoamericanas libres y soberanas, incluido el petróleo, el gas y el oro. Muestra de ello es la acusación a la República Bolivariana de Venezuela de ser narcoterrorista para invadir su territorio, mientras continúan los ataques criminales del Comando Sur y las fuerzas armadas contra lanchas –24 hasta ahora–, además de la ejecución extrajudicial de 87 de sus tripulantes, sin prueba alguna de que fueran delicuentes.
¡Alto al terrorismo criminal imperialista de Trump!
Francisco Antonio Mercado Calderón

Invitaciones
Marcha por Palestina y en repudio a la complicidad con el genocidio israelí
Repudiamos tajantemente el cinismo con el que se ha manejado el diputado Pedro Haces Barba, vicecoordinador de operación política de Morena en la Cámara de Diputados, quien además de haber recibido en sus oficinas al gran rabino sefarfí sionista David Josef, incansable promotor y defensor del genocidio en Palestina, justifica su reprochable acto al declarar que “la Cámara de Diputados es la casa del pueblo”.Como ciudadanos conscientes de lo que sucede en Palestina, le decimos a este supuesto representante nuestro, quien con su actuar demuestra que, al no tener compasión alguna por el sufrimiento infligido al pueblo palestino, carece de todo humanismo, que el rabino David Yosef es una persona non grata en nuestro país y que por ningún motivo reconocemos a Haces como representante del pueblo.Los esperamos hoy, como todos los domingos, en el Ángel de la Independencia, para manifestarnos en contra de este tipo de actos y a favor de Palestina.
Iriana de la Vega, Guillermina Torres, Mónica Soto, Norma Mendoza, Silvia Ramos, Alberto Escalante, María Elena Chávez, Josefina Mena, Columba Jiménez, Pablo Moctezuma, Carlos Luna, Leonardo García, José Librado, Arturo Escobedo, Arturo Hurtado, Francisco Rosas, Javier Bautista, Jesús Machorro, Armando Martínez, Rogelio Rueda y Gilberto García

Se Buscan lectores
En esta oportunidad leeremos Tango satánico, de László Krasznahorkai. (Hasta la página 90). Anfitriona: Maestra Rosalba Olivares.Jueves 11 de diciembre de 2025, a las 19 horas (horario de la Ciudad de México).ID de reunión: 305 518 6688Zoom: https://cutt.ly/oeFlcawKCódigo de acceso: galatea24Convocan: UACM, Programa Galatea y Lectores en activo.

Del cambio estructural globalizador al estancamiento económico, el país presenta tasas de crecimiento económico muy bajas, del todo insatisfactorias en términos de empleo y acceso a los mínimos de bienestar considerados en México y el resto del mundo. No hablamos aquí de “coyuntura” ninguna, sino de una constante o una estructura: el no crecimiento de la economía.

De crisis en crisis, a partir de 1982, con una población en transición acelerada hacia la madurez demográfica, ni el país ni su Estado han sido capaces de afinar la mirada y enfocar sus empeños en favor de una economía sustentable y sostenible, en condiciones de apoyar la expansión del mercado laboral e impulsar políticas en favor de los más vulnerables y pobres. Reconocimiento sumario, punto de partida imprescindible para reflexionar sobre el presente y el futuro y debatir sobre la conveniencia y posibilidad de un cambio de rumbo, un renovado curso de nuestro desarrollo que nos permita crecer y redistribuir –ingresos, accesos y capacidades–.

Urge tener la disposición y la voluntad de revisar, con hondura y seriedad, nuestros proyectos político-ideológicos para, desde ahí, formular estrategias y políticas alternativas para una recuperación económica sostenible y unas formas de gobernanza que den lugar a un orden democrático durable e incluyente.

Caminaríamos así a una construcción que sume fuerzas, esfuerzos y voluntades destinados a propiciar mutaciones primordiales en una economía contrahecha, acosada por múltiples reclamos, siempre listos para tornarse un gran reclamo social; un amplio acuerdo político, democrático, tendría que ser, como eje y soporte. Tal es nuestra agenda de arranque.

Sin plataformas principistas como ésta, difícilmente podremos lograr, como sociedad y como Estado, inscribirnos en las corrientes de cambio estructural de nuevo signo que las nuevas cohortes globalistas buscan definir e instrumentar frente a un mundo de vuelcos vertiginosos.

Para demostrar, en los hechos y en la retórica, una creíble voluntad unificadora de defensa de la democracia, ningún gobierno podrá sostenerse legítimamente si no es capaz de crear las condiciones mínimas para un crecimiento compatible con una progresiva equidad y horizontes de igualdad social. Desde ahí será viable y creíble el rechazo a cualquier forma de violencia como método de gobierno y forma de apropiación de los frutos del crecimiento.

Los grupos criminales deben desmantelarse con acciones claras y prontas apegadas a la legalidad y comprometidas con la justicia. Sólo así obtendrán mayor legitimidad y credibilidad tanto los gobiernos y sus fuerzas políticas, como todo Estado cuya reforma implica voluntad política y convicciones democráticas, no remedos electoralistas. Estas prácticas de recuperación democrática y cívica tendrán que orientarse a construir una democracia constitucional que, de serlo, tiene que ser social para proteger a los ciudadanos “de la cuna a la tumba”, como postularan lord Beveridge y los laboristas británicos al iniciar la segunda posguerra.

No olvidemos que aquella fue una época de sufrimientos y exterminio masivo, pero también de la toma de conciencia planetaria de la necesidad urgente de impulsar grandes acuerdos de renovación e inclusión globales. Se trató de proyectos que hubieron de considerar las exigencias de “los impertinentes”, quienes, al irrumpir en el mundo al calor de la terrible Segunda Guerra, querían echar por la ventana la arrogancia de Kipling de que aquellas historias no habían sido otra cosa que la “carga del hombre blanco”.

Por medio de senderos, muchos de ellos estrechos y bajo vigilancia severa por parte de “Occidente”, fue que empezó a abrirse paso en los corredores de la Organización de Naciones Unidas y de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial la idea del desarrollo como cambio y emergencia social, colectiva.

Pegada sin remedio a la nueva disputa global de la llamada guerra fría, esta idea de liberación se mantuvo, lo cual permitió que irrumpieran las voces del mundo nuevo que reclamaban bienestar y progreso material, como el que empezaba a recuperarse en el “Norte”.

Se trató, sin duda, de un cambio de clima; una circunstancia extrema que constituyó el fondo de, y para, la reconstrucción del mundo. Una formidable apuesta política de inclusión de las demandas sociales y, al mismo tiempo, de gobernanza democrática y modulación del ciclo económico capitalista. Se implantó así la idea del desarrollo como discurso de ofensiva de sociedades que emergían y trataban de verse y entenderse como unos estados y un “tercer mundo”.

Los saldos de aquellos momentos de confrontación virtual pero con “colmillos atómicos”, que alguna vez dijera Mao, son muchos y no pueden ser encasillados en una dimensión única que pretenda extraer logros atemporales y unívocos, menos redefinir el mundo de hoy conforme a un código único.

En nuestra entrega anterior, señalamos que el concepto de extractivismo describe y analiza fenómenos como la extracción masiva de recursos naturales, la minería de datos, el turismo masivo, la apropiación de conocimientos y la construcción de infraestructura, entre otros. Dijimos también que, en la autodenominada Cuarta Transformación (4T), distinguimos cinco elementos que destacan en la continuidad extractivista: 1) la construcción de megaproyectos extractivos, energéticos o de infraestructura; 2) una nueva forma de indigenismo; 3) la utilización de militares y de la cultura del militarismo; 4) conexión con corporaciones ilegales, y 5) el uso de consultas a modo y programas sociales para legitimar el sacrificio de territorios y poblaciones en nombre del “bienestar nacional” (https://goo.su/lBunIbJ).

Si bien el extractivismo es un eslabón fundamental en el patrón de acumulación capitalista, es durante el neoliberalismo que los procesos de extracción que implican despojo y expoliación se aceleraron con la financiarización de la naturaleza. En este sentido, la continuidad extractiva en la 4T no sólo exhibe su apuesta por el sistema capitalista basado en la acumulación de poder y de riquezas, es decir, de dominación y explotación, sino que también la vincula directamente con el modelo neoliberal que tanto pregona combatir. Hay que insistir, como lo han hecho muchos especialistas en la materia, que tanto el capitalismo como los extractivismos son siempre caminos que eligen los grupos en el poder y no destinos inevitables.

Es precisamente esa continuidad extractivista la que ha confrontado a la 4T con importantes sectores del movimiento popular independiente, principalmente con pueblos originarios y campesinos, con organizaciones ambientalistas y también con científicos y académicos que siguen alertando sobre los peligros y consecuencias de continuar por esa ruta. Al respecto, vale consultar el informe de la Misión civil de observación sobre impactos y afectaciones del proyecto Tren Maya (construcción y uso de las vías del tren y desarrollos colaterales) en los estados de Quintana Roo y Campeche (tramos 5, 6 y 7) (https://goo.su/8HqjY).

Hay que recordar que en México, como en toda América Latina, uno de los pilares de la resistencia antineoliberal han sido precisamente los movimientos en defensa del territorio, que encontraron en los pueblos originarios al sujeto sociopolítico que encabezó esas luchas. En la iconografía de aquellos años y que todavía impacta nuestros días, quedaron grabadas las imágenes y banderas de pueblos afros, andinos, mapuches, aymaras, quechuas, guaraníes, mayas y de tantos otros que no sólo emergieron para criticar al capitalismo neoliberal, sino que también cuestionan los programas de las izquierdas tradicionales que mantienen fuera de sus idearios la contradicción capital-naturaleza. Si Mariátegui había tenido la agudeza de observar el “alma agraria” de los pueblos indios y plantearse así las formas particulares y concretas del socialismo en la región, los originarios emergieron con toda su potencia para hacer nuevos planteamientos en las alternativas, planteamientos que algunos enunciaron como “buen vivir” o que incluso reforzó las ideas de quienes venían abogando por un ecosocialismo.

La crítica a la continuidad extractivista de la autodenominada 4T que hacen los originarios y distintas organizaciones que los acompañan debe entenderse desde esa radicalidad y potencia: la de los sujetos desposeídos que vienen agrietando al capitalismo y que han abierto la posibilidad para que mundos nuevos emerjan, mundos otros en los que no sólo se recuperen los medios de producción, sino que también se cambien los modos de producir.

La crítica al extractivismo, que es también una crítica al capitalismo, no puede colocarse del mismo lado ni reducirse al mismo nivel de los golpeteos de sectores de las burguesías y grupos conservadores, como generalmente hacen los grupos que gobiernan México desde 2018. Las críticas al extractivismo, que provienen muchas veces de sectores populares con orientaciones anticapitalistas, deben entenderse como invitación a la imaginación política, como una ventana por la cual asomarse a observar lo que hoy nos plantean como imposible: el fin del capitalismo.

México hoy es un escenario perfecto para emprender nuevas rutas: no sólo podemos observar con detenimiento y aprender de los errores de los progresismos que en la región se alejaron y confrontaron con los sectores populares. Además, en estas mismas geografías, podemos aprender cómo los pueblos mayas zapatistas continúan aportando nuevas rutas para pensar y construir la alternativa mediante “el común y la no propiedad”, al tiempo que revisan su camino, son autocríticos y echan abajo las pirámides para dar paso al dinamismo del cambio constante. Los zapatistas nos enseñan así que transformación que se estanca y no escucha crítica se vuelve conservadora.

* Sociólogo

X: @RaulRomero_mx

El 28 de febrero de 1992, el entonces presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari, publicó una reforma al artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en los siguientes términos: “La nación mexicana tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas. La ley protegerá y promoverá el desarrollo de sus lenguas, culturas, usos, costumbres, recursos y formas específicas de organización social, y garantizará a sus integrantes el efectivo acceso a la jurisdicción del Estado”. Era la primera vez en la historia del país que se reconocía la existencia de los pueblos indígenas. También era la primera en que no se reconocían sus derechos, sino se remitían a una ley que en el futuro llegará a aprobarse. Esto no sucedió porque dos años después, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional declaró la guerra al Estado mexicano y puso a discusión a fondo los derechos indígenas en México. Y hasta la fecha no se ha hecho.

El 8 de febrero de 2012, el Diario Oficial de la Federación publicó una reforma al artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para incorporar en ella el derecho humano al agua, dando 360 días al Congreso de la Unión para que aprobara la ley que lo reglamentara. Cuando se venció el plazo constitucional y el Congreso no cumplió ese mandato, ciudadanos y organizaciones sociales se ampararon para obligarlo a hacerlo; el Poder Judicial federal protegió a los quejosos y ordenó al Poder Legislativo cumplir con su obligación, pero éste siguió en omisión, cayendo en desacato judicial. Finalmente, el pasado 3 de diciembre, después de una omisión de 12 años, se aprobó una ley que, dicen sus promotores, atiende el mandato constitucional de regular para garantizar el derecho humano al agua. Dicen, porque voces de organizaciones sociales, de pequeños usuarios del agua y de académicos especializados en la materia cuestionan que al hacerlo se mantengan las disposiciones centrales de la Ley de Aguas Nacionales salinista, que permitió el acaparamiento y la mercantilización del agua.

Esto es claramente palpable en relación con los derechos de los pueblos indígenas. Las coincidencias se notan hasta en la forma. En la Ley General de Aguas, aprobada el 3 de diciembre, se reconocen los sistemas comunitarios de agua, sólo por exclusión de los servicios municipales, se establece que solamente podrán prestar los servicios de agua y saneamiento para uso personal y doméstico, sin fines de lucro, y su operación se regulará en una ley que emitan los estados. La joya de la corona es el artículo 43 de la mencionada ley, el cual expresa que “los sistemas comunitarios de agua y saneamiento, y los servicios de agua para actividades productivas, administrados por los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, serán regulados por la ley general reglamentaria del artículo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”; es decir, la ley que regule la reforma sobre derechos indígenas, que se publicó el 30 de septiembre de 2024 y que debió publicarse desde finales del mismo año y hasta ahora no se ha hecho ni se sabe cuándo se hará. Sobre la oposición a los intentos de terceros de apropiarse del agua que existe en sus territorios no se dice nada.

El Poder Legislativo del gobierno del cambio adolece del mismo problema que el de tiempos de Carlos Salinas de Gortari, la época dorada del neoliberalismo. Piensan o imaginan que ignorando los derechos de los pueblos indígenas o reduciendo su alcance, éstos no van a ser ejercibles. Se equivocan. En febrero de 1992, a la omisión legislativa había precedido la firma y ratificación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre derechos de los pueblos indígenas y tribales, y a ese tratado acudieron los pueblos para hacer valer sus derechos. La omisión en la recién aprobada Ley General de Aguas viene precedida del reconocimiento en el derecho internacional de los territorios y recursos naturales de los pueblos indígenas, así como del derecho al agua como derecho humano, al cual nos hemos referido. A esas disposiciones se atienen y se seguirán ateniendo los pueblos indígenas a falta de regulación nacional de sus derechos.

Los pueblos no pierden del todo, saben que cuentan con el derecho internacional para defenderse; sobre todo, tienen experiencia de siglos que les dice que sólo organizándose y preparándose pueden defenderse. Quien más pierde es el Estado, que cada día que pasa profundiza su distancia de los indígenas, y esta ley es la más reciente prueba. Los que realmente ganan son los empresarios, pues el modelo para la obtención de las concesiones y el manejo sigue siendo el mismo, ya que las transformaciones que en la ley se introdujeron no lo modifican sustancialmente. El derecho humano al agua, que debería ser el eje de la reforma, se ejercerá sobre el recurso hídrico que quede después de satisfacer las necesidades del mercado. La reforma a la Ley de Aguas Nacionales y la aprobación de la Ley General de Aguas muestra que el discurso que pregona el fin del neoliberalismo es sólo eso: un discurso que encubre la realidad y, como en el gatopardismo, a ésta la han ido cambiando no para acabar con ese modelo económico, sino para fortalecerlo y que siga teniendo larga vida.

El salinismo está más vivo que nunca.

Hemos revisado diversos documentos, videos y documentales acerca de la inteligencia artificial (IA) y sí, tenemos cada vez más preguntas. El desarrollo de esta posibilidad científica, en alrededor de 70 años, ha sido bastante amplio. No obstante, van surgiendo, además de asombros constantes por la aparición de nuevas opciones de solución a diversos problemas en el área de la salud, alternativas a las complicadas gestiones administrativas, mejores métodos ya en práctica a favor de la simplificación industrial y soluciones científicas en general, y algo fundamental: por medio de la IA se están buscando acciones que disminuyan el calentamiento global.

Sin embargo, surge una contradicción que nos señala la urgencia de buscar soluciones ante la contaminación y utilización de grandes cantidades de recursos naturales que se necesitan para llevar a cabo las actividades de la IA. Dicho problema se está complicando.

Hace más de medio siglo, la IA empezó como una disciplina científica desarrollada por cuatro investigadores llamados John McCarthy, Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon en el Dartmouth College, Estados Unidos, en 1956. Y desde entonces la IA se ha ido moldeando hasta convertirse en la herramienta de mayor demanda para el desarrollo y mejoramiento de la sociedad. Esa ventana hacia el futuro que vivimos durante las décadas anteriores ahora es una realidad, sobre la que continúan surgiendo preguntas y suspicacias. Al menos, algunas ventajas las estamos viviendo cotidianamente: máquinas que responden en una conversación con humanos, programas que pueden resumir un libro entero en cuestión de segundos, robots con la capacidad de hacer las actividades de alto riesgo de un trabajador y otras actividades.

De acuerdo con el material que nos comparte el compañero Mijaíl Blandino, con quien, desde el punto de vista de la filosofía de la ciencia, coincidimos en que en la profundización del análisis de las ideas encontraremos puntos claves para identificar los verdaderos beneficios y los también inquietantes perjuicios de la IA. Entendemos que, como valiosa y revolucionaria herramienta, debería generar más beneficios que daños. El objetivo debe ser en favor del desarrollo personal y colectivo de nuestra sociedad y no el enriquecimiento desmedido de quienes utilizan la IA en sus empresas. Además, un punto debe quedar bien claro: asegurar que siempre prevalezca el criterio humano sobre cualquier algoritmo impuesto por empresas dueñas de IA. Los seres humanos somos la civilización que crearon las máquinas, no al revés.

Por ello debemos continuar analizando y cuestionándonos, con detalle, sobre esta revolucionaria herramienta que podría perfilarnos hacia una era constructiva de un mejor y benéfico desarrollo humano a favor de nuestras culturas.

En cuanto al sector salud, ya hemos señalado que los vicios en nuestras instituciones son los causantes del estorbo a la práctica médica con responsabilidad, con ética profesional –tan necesaria– y que ésos no desaparecen de la noche a la mañana. Sin embargo, tomando ejemplos de otras experiencias, como es la propuesta más reciente de la medicina china, podemos avanzar con mayor rapidez. Uno de ellos es el hospital más avanzado del mundo en cuanto a funcionalidad. Éste se encuentra en la ciudad de Zhengzhou. Y no es una coincidencia, ya que el lugar ha sido nombrado Ciudad Civilizada Nacional y Ciudad Histórica y Cultural Famosa, y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por el Estado. Es una de las cunas de la civilización de China, donde se encuentran diversos monumentos y lugares reconocidos mundialmente por su aporte a la civilización universal. En esta ciudad se encuentra el famoso templo budista Shaolin.

En el hospital de Zhengzhou, considerado el más futurista del mundo, se ha buscado la automatización para que el personal médico y paramédico cuente con mayor tiempo para el cuidado personalizado y empático de sus pacientes, así como evitar al máximo los errores médicos en cuanto a los diagnósticos y tratamientos. La selección y entrega de fármacos la realizan brazos robóticos que han sustituido por completo al personal humano; con esta disposición, se evitan retrasos en la entrega del medicamento correcto.

Es la robótica la encargada de realizar aquellas actividades que, tradicionalmente, han ocasionado mayor riesgo, cansancio y distracción al personal, así como una prolongada estancia hospitalaria de los pacientes. Pequeños robots se desplazan por rieles en el techo, llevando el material y medicamento al lugar donde es requerido. En los quirófanos, se cuenta con el apoyo amplio de la IA. El hospital es el más grande de China, por lo que cuenta con un sistema propio de transporte eléctrico ligero interno para trasladar a enfermeras y demás personal dentro del hospital. Una característica del nosocomio es que todos los pacientes son recibidos por robots con forma humana que les atienden desde el primer momento con la orientación amable y certera. Por cierto, la anterior es la forma como quisiéramos que nos recibiera el personal en los hospitales donde seguimos nuestro tratamiento.

Por el momento, y por más que intenten copiar a un humano, los robots sólo son componentes, metal, circuitos y herramientas digitales.

Como se mencionó en otros artículos de La Jornada, ahora la utilización de los robots son esa realidad que sólo podíamos ver en libros o películas. Recordemos a Isaac Asimov, José Saramago ( La ceguera) y a muchos más autores y autoras de ciencia y ficción. Agradecemos a quienes nos han escrito opinando y sugiriendo material sobre el tema.

(Colaboró Ruxi Mendieta)

Para Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, la justicia llegará

Ya cerca del cuarto aniversario de la invasión rusa a Ucrania, la Unión Europea todavía no tomó una de las medidas con mayor poder para cambiar la situación en el terreno: usar los activos rusos congelados para ayudar a Ucrania a luchar contra el ejército ruso. Esa medida haría un gran aporte al futuro de Ucrania (y el de Europa).

Esta semana, el presidente francés Emmanuel Macron confirmó (t.ly/dwYCT) que en los próximos días, los países de la UE acordarán una solución para dar apoyo financiero a Ucrania. Dicho apoyo es cada vez más necesario, conforme Rusia sigue destruyendo infraestructuras civiles ucranias: viviendas y sistemas de generación y distribución de energía, calefacción y provisión de agua. Incluso si la guerra termina en 2026, y sin tener en cuenta los enormes costos de la reconstrucción –mucho más de 500 mil millones de dólares– (https://t.ly/JOeGQ), Ucrania necesitará en los próximos dos años unos 140 mil millones de dólares (entre otros fondos) como resultado de los efectos de la guerra en su economía.

Ucrania sigue oponiendo una valiente resistencia que ha logrado en la práctica detener el avance de un invasor mucho más grande que ella. Las bajas rusas (entre muertos y heridos) superan el millón (https://t.ly/ZC8Xm); sin embargo, lo que ganó Rusia con semejante pérdida de vidas es relativamente poco (https://t.ly/kfSUO): territorios y poblaciones devastados, tierras arrasadas por algunos de los combates más encarnizados desde la Segunda Guerra Mundial y ahora sembradas de minas. Rusia no logró ninguno de los objetivos estratégicos originales por los que inició la guerra.

En febrero de 2022, poco después de la invasión rusa a gran escala, las instituciones financieras occidentales inmovilizaron 300 mil millones de dólares en activos del banco central ruso (en su mayoría títulos con pago de intereses). En octubre de 2024, los países del G-7 establecieron un programa de aceleración de ingresos extraordinarios (ERA, por sus siglas en inglés) para la provisión a Ucrania de préstamos financiados con los intereses de esos activos rusos congelados. En el marco de ese programa se han desembolsado hasta ahora unos 30 mil 900 millones de euros (35 mil 700 millones de dólares) (https://t.ly/mwwEB) de un total previsto de 45 mil millones de euros.

¿Y qué hay de los activos subyacentes inmovilizados en jurisdicciones europeas? Muchos ya vencieron y se convirtieron en efectivo, que Euroclear (la institución financiera belga tenedora de la mayor parte) ha ido colocando en una cuenta del Banco Central Europeo que devenga muy pocos intereses.

En una reunión reciente del Consejo de la UE se debatió el uso de esos activos para dar a Ucrania un “préstamo de reparación” por valor de 210 mil millones de euros, que sólo debería devolver si Rusia compensa a Ucrania por la destrucción que le causó. En la práctica, la única diferencia sería que Euroclear invertiría el efectivo en bonos de la Comisión con calificación AAA en vez de depósitos del BCE con calificación AAA. En principio, Rusia podría reclamar la titularidad de esos activos tras pagarle a Ucrania, de modo que el préstamo de reparación sería temporal y reversible.

Como ya hemos explicado (https://t.ly/J2OzZ), no hay riesgo de que esto se interprete como una “confiscación”. Ninguno de los efectos adversos predichos por los críticos de la inmovilización de activos y del programa ERA se materializó. El euro sigue siendo la segunda moneda más importante después del dólar, y las instituciones financieras europeas son un refugio seguro para inversores de todo el mundo.

Rusia creó la crisis de seguridad más grave en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pisoteando el derecho y las normas internacionales, mientras sus activos todavía gozan de la protección de las instituciones europeas. Si alguna justicia existe en el mundo, esta combinación es incompatible. No se puede atacar a Europa con interferencias al GPS (https://t.ly/kUZ4K), incendios provocados (https://t.ly/IMrmY), sabotajes (https://t.ly/qO5KL), ciberguerra y campañas de desinformación (todo eso orquestado por la inteligencia militar rusa) y al mismo tiempo disfrutar de la protección de las instituciones financieras y jurídicas europeas.

Si existió alguna vez un buen momento para presionar a Rusia, es este. Ya experimenta una enorme pérdida (https://t.ly/4M0gB) de ingresos gaspetroleros, que le dificulta cada vez más financiar su agotadora guerra. En tanto, los gastos de defensa aumentan y la alta inflación provoca grandes perjuicios a los consumidores rusos.

Como consecuencia de las sanciones secundarias estadunidenses, el mayor conglomerado empresarial de la India dejó de importar petróleo ruso. Cuatro grandes petroleras estatales chinas también dijeron que harán lo mismo en lo inmediato. China y la India representan en conjunto alrededor de 85 por ciento de la venta rusa de petróleo, y la pérdida de estos mercados es un gran golpe para el esfuerzo bélico ruso.No sorprende que Rusia esté tan apurada por forzar un final de la guerra en condiciones favorables.

Para compartir el riesgo residual del préstamo de reparación, el primer ministro belga Bart de Wever exigió a los otros miembros de la UE garantías de que Bélgica no será responsable ante la Federación Rusa si ésta ganara futuras demandas judiciales. La idea es que cada Estado miembro garantice una parte del préstamo (en forma proporcional a su renta nacional bruta).

Pero las preocupaciones de De Wever son infundadas. Dadas las graves violaciones de la Carta de Naciones Unidas y la magnitud de los crímenes de guerra rusos, no existe ninguna posibilidad de que Bélgica tenga que pagar por un arbitraje o laudo favorable a Rusia. La inmovilización de los fondos se produjo en virtud de la legislación de la UE, y el Consejo Europeo ya limitó el cumplimiento de cualquier posible laudo en 2014, en respuesta a la primera invasión rusa de Ucrania, cuando Rusia se anexionó ilegalmente Crimea.

Pero si el requisito para salvar este escollo es que los estados miembros de la UE ofrezcan garantías, deben ofrecerlas hasta donde sea necesario. Puesto que Bélgica no corre ningún riesgo, tampoco existe riesgo para los garantes. Además, los países europeos deben rescindir sus tratados de inversión bilaterales con Rusia (algo que deberían haber hecho hace tiempo). Rusia ya lo hizo en la práctica expropiando numerosas empresas europeas.

Como reconocen muchos dirigentes europeos, Europa (incluidos el Reino Unido y Noruega) debe tener capacidad para defenderse. Conceder un préstamo de reparación a Ucrania es un importante paso en esa dirección, y los europeos pueden ponerlo en práctica sin participación estadunidense.

No usar esta opción sería inmoral. Rusia es culpable de la devastación que causó en Ucrania. Un préstamo de reparación aportaría un mínimo de justicia, aunque la cantidad represente sólo una pequeña fracción del daño a la infraestructura física causado por Rusia, por no hablar del daño causado a millones de ucranios. Toda una generación cargará el trauma mientras viva.

El préstamo de reparación no es sólo una cuestión de justicia. Es una cuestión de supervivencia. Defender a Ucrania es defender a Europa (https://t.ly/wSfAU). Si Europa quiere ser capaz de resistir la amenaza clara, inmediata y letal procedente de Moscú, tiene que superar el miedo a ejercer su poder.

*Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, ex economista principal del Banco Mundial y ex presidente del consejo de asesores económicos de la presidencia de Estados Unidos, es profesor distinguido en la Universidad de Columbia y autor de The Road to Freedom: Economics and the Good Society (W. W. Norton & Company, Allen Lane, 2024). Andrew Kosenko es profesor asistente de Economía en la Escuela de Administración del Marist College.

Traducción: Esteban Flamini

Copyright: Project Syndicate, 2025.

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Los que bailamos rock and rol fuimos al monumental cine Roble a ver la reseña, al París a ver la nueva ola del cine francés, nos enamoramos de Alain Delon o Brigitte Bardot, nos tocaron los horrores del 68 y el gozo de las Olimpiadas; hemos tenido que aprender un nuevo lenguaje para entender la tecnología actual y lo que sucede a nuestro alrededor.

El otro día me invitaron a la presentación de un libro en un Hub creativo, no tenía la menor idea de qué era eso. En Internet dice que un hub es un dispositivo que conecta varias computadoras y dispositivos; mi confusión se incrementó.

Tuve que acudir a un nieto que me explicó que es un centro de trabajo creativo con empresas y start ups (otro término nuevo) que pueden conjuntar arquitectura, diseño, arte, media y moda, entre otras.

Eso es precisamente el sitio al que me convocaron, se llama G.56, y es un proyecto arquitectónico que transformó un edificio brutalista de los años 80, ubicado en General Antonio León 56, en San Miguel Chapultepec, en un Hub creativo.

El sitio es original, luminoso y atractivo. Se entra por unas amplias escaleras, que a la vez sirven de mesas de café de un cafetín que está en la entrada. El generoso espacio conecta áreas funcionales que van desde galerías; sitios abiertos con novedosos diseños artesanales de ropa, muebles y adornos de marcas como México Territorio Creativo, Design Week Mexico, Le Laboratoire, Territorio, The Book Of Wa, Cerbatana, Los Placeres de La Vida, Agba Studio, Gallo Media, C Cúbica Arquitectos y G.56. Al ingresar al vestíbulo hay un foro central con unas gradas de madera que funciona como auditorio.

Ahí fue la presentación del libro de algunos trabajos de nueve fotógrafas de diferentes nacionalidades que integraron un grupo que se llama Buscadoras. Varias de ellas se conectaron en línea y hubo un interesante intercambio entre las autoras y el público.

Ahí mismo, en un área adyacente, se presentaba la exposición Pulsión espontánea de una de ellas, Margarita Adalid, quien, además de fotógrafa, es una talentosa artista plástica.

El barrio tiene antecedentes desde el siglo XVI, cuando se estableció una ermita dedicada al santo que habría de bautizar la colonia, que formaba parte de la villa de Tacubaya. La zona era muy apreciada por sus manantiales. Existe constancia de que la fundación del pueblo de San Miguel Chapultepec fue alrededor de 1530, muy poco después de la conquista de Tenochtitlan.

No debe extrañar que este Hub creativo se haya instalado en esta colonia, que conserva su añejo encanto y tiene magnífica ubicación. Esperamos que no lo pierda porque se está poniendo de moda.

Aquí se han establecido varias de las galerías más prestigiadas de México: la de Arte Mexicano, Kurimanzutto, Enrique Guerrero, Patricia Conde y varias más. También han surgido restaurantes, la mayoría pequeños, varios con buena comida y precios razonables.

Uno de ellos, Brutal, Vinata de Barrio, situado justo a la vuelta del Hub, en General Juan Cano 42, fue el sitio que escogimos para festejar la presentación del libro y la exposición de Margarita.

Tiene mesas en la terraza de la calle y el interior; de breves dimensiones, es muy acogedor, la decoración son las botellas de una amplia variedad de vinos: naranjas, blancos, tintos y espumosos, orgánicos y de pequeños productores de distintas regiones de mundo. Muy agradable, que cada botella muestra el precio, y van desde los 350 pesos. De entrada te mencionan los vinos que tienen abiertos para copeo y ofrecen abrir una botella nueva en caso de que no te apetezca ninguna. Si desea consumir toda la botella en el lugar, el descorche cuesta 250 pesos.

Decidimos iniciar con una copa de vino naranja que no conociamos; se elabora a partir de uvas blancas, pero con una técnica similar a la del vino tinto, en la que se dejan en contacto con las pieles y semillas de las uvas durante la maceración y fermentación. Este proceso da como resultado un vino de color ámbar con más cuerpo y aroma que un blanco.

Como nos gustó mucho, optamos por quedarnos con la botella para acompañar las sabrosas botanas que compartimos: hummus de edamames, ensalada de hinojo, aguachile de poblano, burrata y la tabla de quesos y charcutería. También venden productos gourmet.

Esta semana el cineasta iraní Jafar Panahi (1960) recibió en ausencia, la prohibición de abandonar su país durante dos años. La medida fue impuesta por un tribunal revolucionario por cargos de “propaganda contra el régimen y atentar contra la seguridad nacional”. Los antecedentes de Panahi con la justicia iraní incluyen una extensa serie de litigios, encarcelamientos y huelgas de hambre provocadas por sus obras cinematográficas y su postura pública respecto al gobierno. Las autoridades de la república islámica le impidieron realizar películas durante 20 años desde 2010 y pese a ello, Panahi se las ha ingeniado para filmar teniendo todo en contra.

No es casual quizá, que su nueva película, Un simple accidente ( Yek Tasadef sadeh, Irán-Francia-Luxemburgo-Estados Unidos, 2025) obtuviera la Palma de Oro en Cannes, un festival cuyos jurados no sólo tomaron en cuenta la hábil, sensible y eficaz narrativa del filme, sino el arrojo político de un cineasta dueño de una sencillez admirable y al mismo tiempo capaz de proponer una profundidad social fuera de serie como ocurre a su vez con la obra de otros excepcionales realizadores iraníes como el desaparecido Abbas Kiarostami, Majid Majidi, Asghar Farhadi o Mohammad Rasoulof. Y es que, su más reciente trabajo, resulta una suerte de grito de rabia y una recapitulación de los horrores vividos ante la injusticia, intolerancia y violenta represión del régimen iraní.

Se trata de una cinta muy lejana a su debut con El globo blanco (1995); obra en apariencia sencilla cercana a los melodramas neorrealistas italianos y mexicanos de barriadas empobrecidas en la que Panahi narraba la historia de un niño y su hermanita en la víspera del Año Nuevo y su intento por recuperar un dinero perdido que su madre les confiaba con mucho sacrificio para comprar un pez. Tres décadas más tarde, Un simple accidente deja atrás ese conmovedor y divertido relato de inocencia infantil para sumergirse en una serie de situaciones no exentas de ironía, drama y suspenso cotidiano protagonizado por una serie de personajes que representan a la sociedad iraní actual: víctimas y victimario.

Abre con un prólogo bastante inquietante: en una carretera solitaria, un hombre que se traslada en auto con su mujer y su pequeña hija, atropella a un perro, ese incidente provocará una serie de inesperados eventos que unirán a un disímbolo grupo de personas acosadas y humilladas por el régimen y a su posible torturador: un hombre llamado Eghbal (Ebrahim Azizi) con una pierna protésica, cuyo sonido al arrastrarse no ha olvidado Vahid (Vahid Mobasseri), un modesto mecánico que decide golpearlo, secuestrarlo en una vagoneta y enterrarlo en el desierto, pero ante la duda de que estuviera equivocado decide llevarlo con otros conocidos que pudieran arrojar luz sobre su identidad: Shiva (Mariam Afshari), una fotógrafa de bodas, una pareja que se casará al día siguiente Goli y Ali (Hadis Pakbaten y Majid Panahi) y Hamid (Mohamad Ali), un sujeto agresivo que los alienta a matarlo.

Un simple accidente resulta un entretenido y al mismo tiempo un angustiante y devastador relato moral en el que cabe el road movie, la comedia negra y ácida casi surrealista, el drama social, el thriller político, la piedad y el reclamo de justicia. La eficacia narrativa de Panahi consigue que estos elementos encajen de una manera tan natural como sorprendente para realizar una crítica sutil a medio camino entre la propia e irónica obra de Panahi ( Esto no es una película, Taxi Teherán), el humanismo de Majidi ( Baran, Los hijos del sol), los desplomes éticos y opresivos de Farhadi ( El viajante, El héroe) y la reflexión sobre el oscurantismo teocrático represor iraní de Rasoulof ( La maldad no existe, La semilla del fruto sagrado).

Escenas tan divertidas como la de los policías corruptos, otras potentes como la del torturador abandonado con los ojos vendados, pero sobre todo, momentos de enorme introspección como la ayuda de las víctimas a la esposa del victimario a punto de dar a luz o la perturbadora escena final en la que Panahi parece decir que extirpar el mal en la sociedad será imposible.

Un simple accidente se exhibe en la Cineteca México, Cineteca Chapultepec, La Casa del Cine, Cinépolis y Cinemex.

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