11/19/2016

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU la radio comunitaria de la Universidad de Guelph sabado 19 nov 2016

TIEMPO DE MUJERES
Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
en Ontario, Canadá
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Bienvenida al programa de hoy
Noticias de Género en la Red

 sabemos que hay una crisis del sistema capitalista, sabemos de los grados de violencia hacia las mujeres que existen por despojo de tierras, como medio de control para evitar la organización y los movimientos sociales, sabemos lo que vemos, pero tal vez no entendamos por qué, por eso hoy tenemos una entrevista con la escritora, activista y profesora de la Universidad de Hofstra de Nueva York Silvia Federici, quien es un referente para comprender la interconexión entre la crisis sistémica del capital y el incremento de las diferentes formas de violencias hacia las mujeres  

Y para muestra un botón, el capitalismo destruye lo que toca, y la violencia desmedida es por la avaricia desmedida de las grande empresas, quienes provocan no sólo corrupción e impunidad para poder existir, sino graves consecuencias de salud en los habitantes de este planeta, y es entonces que la perspectiva de género puede ser una herramienta de ayuda, porque somos las mujeres las primeras en enfrentar las graves consecuencias de las enfermedades de la tierra, de su explotación

 Pero ánimo que no todo esta perdido, porque la organización hace la fuerza y una muestra es como - América Latina y el Caribe da paso hacia igualdad de género en lucha contra el hambre-, el empoderamiento de las mujeres con la inclusión de las mujeres rurales es indispensable para obtener logros de lucha contra el hambre en los países más explotados, Ministras y altas autoridades de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) aprobaron la estrategia de género de su Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del hambre 2025, el principal acuerdo regional de lucha contra el hambre, donde su objetivo principal es asegurar que la implementación del conocido como Plan SAN-CELAC garantice el empoderamiento de las mujeres, para que los resultados de su aplicación alcancen por igual a hombres y mujeres.

El feminismo no es el machismo al revés. El feminismo es la desobediencia individual y/o colectiva de las mujeres frente a mandatos patriarcales culturales o estatales, religiosos, económicos o de cualquier índole, fundados en el deber de sometimiento de las mujeres a la dominación del macho; éste disfrazado de Dios, de Estado, de padre, de marido o de partido

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“Hoy, el cuerpo de las mujeres es sustituto del salario y el empleo que han perdido. Hay hombres que venden a su pareja para el trabajo sexual”


Ecuador, 16 nov. 16. AmecoPress/GeneroConClase.- El análisis feminista de la etapa de la transición del feudalismo al capitalismo y del trabajo reproductivo no asalariado como sostén del sistema capitalista han convertido a Silvia Federici, escritora, activista y profesora de la Universidad de Hofstra de Nueva York, en un referente para comprender la interconexión entre la crisis sistémica del capital y el incremento de las diferentes formas de violencias hacia las mujeres.
Su paso por Ecuador para participar en diferentes encuentros con la academia y movimientos feministas, permitió una conversación en la que de manera crítica analiza la actualización directa e indirecta de la caza de brujas y las consecuencias de las políticas extractivistas sobre las vidas y los cuerpos de las mujeres en América Latina.
La crisis del sistema ha tenido un grave impacto para las mujeres en diversos aspectos, pero también de manera diferenciada según territorios. ¿Cuáles son las consecuencias que se pueden identificar a nivel global tanto en el ámbito del trabajo como en el reproductivo?
La crisis capitalista ha significado cosas muy diferentes para las mujeres, según los lugares del mundo, pero igualmente existen elementos comunes. Las mujeres hoy se enfrentan de una forma muy diferente, pero contundente, con una crisis muy fuerte de la reproducción a todos los niveles como consecuencia del fracaso del estado de bienestar, el fracaso del salario masculino, el de la política del pleno empleo, que ha obligado a muchas mujeres a salir de la casa, tomar un segundo trabajo que se ha añadido al trabajo doméstico no pagado, así que ahora la jornada laboral de las mujeres es una jornada sin fin.
Las mujeres hoy deben trabajar fuera y dentro de la casa para recuperar todos los cortes de los servicios sociales que el estado ya no realiza. En Estados Unidos, las mujeres se encuentran en una crisis existencial, personal y colectiva, muy fuerte, y se han convertido en las mayores consumidoras de antidepresivos. El número de suicidios de mujeres se ha elevado y se calcula que la esperanza de vida de una mujer proletaria sin recursos es cinco años menor que la de su madre.
A nivel más internacional, las mujeres de las áreas rurales de América Latina y de África se encuentran con un ataque muy grave al territorio, lo que implica un impacto específico hacia ellas. Se trata de una agresión a las formas de cultivo de subsistencia, que para muchas mujeres son una manera de tener autonomía del mercado y sustentar a su familia en un contexto social donde la comunidades han sido desmonetarizadas como consecuencia del ajuste estructural, con el desempleo, y muchas veces con el despojo de la tierra que poseían.
Y en este contexto, también se da un ataque hacia el cuerpo de las mujeres y su autonomía…
Sí, también existe un nuevo ataque directamente contra el cuerpo de la mujer, contra su capacidad reproductiva, contra su capacidad de controlar la procreación, un ataque que es diferente según los lugares. En otros casos, las mujeres se enfrentan, por ejemplo, a la esterilización. Durante los años noventa hubo una campaña de esterilización brutal es muchas partes de África, de India, de Indonesia. En estos países se realizan los safaris de la esterilización, donde se juntaban mujeres dándole a cambio pequeñas cosas, como arroz, para convencerlas de que debían ligar o cortar las trompas. Había miedo a que estas mujeres fueran a procrear una generación de jóvenes más combativa. Yo creo que estos programas de esterilización están conectados como una respuesta a las luchas de las nuevas generaciones de los territorios colonizados, generaciones que se proponían, como proyecto político, recuperar la riqueza robada.
En otros lugares, se prohíbe el aborto, como en Ecuador, que no solamente significa prohibir a la mujer el control sobre su cuerpo, es parte de toda una política para controlar el trabajo de las mujeres, para poner una vez más su sumisión a los hombres de la casa y a su sexualidad, y su capacidad reproductiva al control de los hombres y del estado. Esto es un proceso que se puede documentar a nivel internacional. En Estados Unidos, muchos estados han aprobado leyes que intentan controlar la vida y el comportamiento de las mujeres cuando están embarazadas. Se establecen penalizaciones por comportamientos que no son aceptados, así, en muchos hospitales donde van las mujeres que no tienen recursos, se realiza un test de sangre después del parto, y en caso de identificar alguna anormalidad, se les envían a prisión acusadas de sabotear la vida del futuro nacido. Mujeres embarazas que han sufrido accidentes de coche han sido arrestadas por irresponsables.
Se trata de un nuevo ataque como el que se produjo en el periodo de la acumulación originaria, y que pasa por el trabajo, por el acceso de las mujeres a la tierra y a su cuerpo. Es una súper explotación. Ahora las mujeres deben trabajar fuera del hogar, dentro del hogar y trabajar también en industrias que son formas de esclavización, como la maquila, las mujeres han sido la carne de cañón de la desestructuración industrial del mundo con la maquilización del trabajo. Las mujeres jóvenes han sido destinadas a consumir su cuerpo, consumir su vida, en estas nuevas plantaciones industriales, donde se dan formas de trabajo verdaderamente esclavizantes.
Las mujeres son expulsadas de la tierra, marginalizadas, se penaliza el cultivo de subsistencia y el cuerpo también. Por eso, muchas mujeres en América Latina hablan de cuerpo y territorio, por la continuidad que hay en él.
¿Cómo relaciona la crisis del sistema y la explotación de los territorios con la violencia hacia las mujeres y la caza de brujas?
Una imagen muy fuerte de lo que está ocurriendo a nivel internacional es el gran aumento de la violencia contra las mujeres, un incremento del número de atentados y de abusos de forma cuantitativa, pero también cualitativa, por la intensidad de la brutalidad: hoy las mujeres se matan, se desmiembran, se queman vivas, se entierran… En esta caza de brujas de África, las entierran vivas, las desmiembran con machetes. Y son formas de violencia que también se documentan en países como España y e Italia.
Este fenómeno tiene muchas caras: la violencia que se usa para aterrorizar poblaciones, para vaciar territorios que son destinados a la comercialización, destinados a la empresa minera, es otro tipo de violencia, es la violencia de la que habla Rita Segato, y que tiene como finalidad dar un mensaje a la población sobre la falta de compasión y de consideración, de manera que se les obliga a abandonar el territorio. Se destruyen a las mujeres para destruir a la comunidad, para obligarlas a salir.
Esta es una violencia conectada al trabajo, como el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, muchas de ellas trabajadoras de la maquila, que ha servido para paralizar su forma de organización, es un fenómeno también de la frontera y a estas formas de súper explotación, que al principio habían provocado protestas de las trabajadoras de la maquila, que se habían sofocado, paralizado, contra esta gran violencia. Y también está la violencia de los narcotraficantes, de paramilitares…
Está la violencia de los hombres, de la familia, porque los hombres descargan sobre las mujeres las frustraciones que llegan de su pérdida de poder social, y hombres que intentan recuperar a través del cuerpo de las mujeres lo que han perdido perdiendo el salario. Yo decía que en el periodo de acumulación originaria el capitalismo dio las mujeres a los hombres como compensación por la tierra que habían perdido.
Hoy, el cuerpo de las mujeres es sustituto del salario y el empleo que han perdido. Hay hombres que venden a su pareja para el trabajo sexual, que es otro tipo de violencia, pero todas ellas están conectadas porque tienen sus raíces en la desestructuración del trabajo impulsado por el neoliberalismo, por la relación capitalista. Me interesa subrayar también la interacción entre violencia familiar, más no privada, porque es tolerada y mandatada por el estado, y la violencia pública e institucional. Y me interesa subrayar también la continuidad entre la violencia física del desmembramiento, de la quemadura, y de la política social, porque el empobrecimiento, la expropiación, el corte de los servicios sociales, deben ser considerados formas de violencia. Es importante no reducir la violencia a solamente la violencia directamente física, que es una medida central para imponer todo esto, pero que es parte integrante de otras violencias, que es integrada, configurada, en toda la organización capitalista del trabajo y de las relaciones sociales.
En diferentes países de África y Asia se han documentado asesinatos y torturas hacia mujeres acusadas de ser brujas. ¿Cómo se presenta en esta época la caza de brujas y con qué objetivos se ha producido esta actualización?
La caza de brujas que se conoce ahora empieza a actualizarse en los años ochenta, mano a mano con los programas de ajuste estructural y las políticas extractivistas que actúan de manera conjunta con el apoyo e intervención masiva en muchas partes del mundo, con un ejército de misioneros pentecostales financiados por las matrices más conservadoras de los partidos de derecha de los Estados Unidos, coincidiendo con la desestructuralización de la economía del tercer mundo, pero también de los países del primer mundo.
Estos misioneros llegaron pretendiendo hacer milagros, con propaganda e introduciendo la presencia de un diablo que conspira y que se esconde detrás de todos los males. Estos grupos tienen estrictos manuales de cómo reconocer a una bruja. En la televisión se difunden programas que enseñan a identificarlas, mientras que en los mercados populares también hablan de la brujería. Esto ha sido muy importante porque hay un conjunto de fenómenos de empobrecimiento, de migración, de desfragmentación y desmantelamiento del tejido social, como consecuencia de la intervención extranjera, principalmente de compañías mineras y petroleras que en muchos lugares conspiran con los jefes locales y con la organización pentecostal. Mujeres que viven solas, que se sustentan cultivando un trozo de tierra, empiezan a ser acusadas de brujas y de ser responsables de todo lo malo que ocurre en la comunidad, como la muerte de un niño, de un animal o de un accidente de coche. Ahora, familiares de mujeres que tienen tierra, sobre todo jóvenes que quieren apropiarse de esa tierra, se convierten en mercenarios de esos otros personajes.
En muchos lugares, la ausencia de asistencia médica ha sido sustituida por la figura del curandero. El curandero moderno es una figura que se presenta como alguien capaz de reconocer a las brujas. A veces, los jefes locales traen curanderos, o a personajes que se dicen capaces de reconocer a las brujas, mujeres que terminan siendo golpeadas, torturadas, despojadas de sus propiedades, y asesinadas.
En Tanzania, en 2014, casi mil mujeres han sido asesinadas o brutalmente abusadas, acusadas de ser brujas, y es algo que también ocurre en otras partes de África, y en otras zonas como India. En África, hay hombres ancianos acusados de ser brujos, con el claro objetivo de confiscar su pensión. Los jóvenes acusaban a personas mayores de ser brujos, en el momento justo en el que estas personas regresaban de la ciudad con dinero, con el objetivo de confiscar su ganancia.
Vemos de esta manera la conexión y complicidad entre estos fenómenos y las políticas de despojo, la relación entre el contexto del despojo, del empobrecimiento y de la fragmentación de la solidaridad social. Y a esto se añade una comunidad de intereses entre los grandes actores, los gobiernos, con los planes de desarrollo, con su complicidad con las compañías mineras, petroleras, que están interesadas en desplazar aldeas y comunidades enteras, o a realizar formas muy contaminantes de extracción. Y, en esta situación, una juventud sobre todo masculina local que no tiene futuro, que no ve capacidad de algún empleo o estudio, y que no sabe cómo salir del empobrecimiento, es fácilmente reclutada por los jefes locales y por la compañía minera para formar parte de su ejército privado. Es decir, terminan siendo utilizados para enfrentarse a las comunidades, sobre todo a las mujeres. Esperando apropiarse de un trozo de tierra y de los pocos recursos que puede haber, son los que acusan directamente a las mujeres de ser brujas.
En África y en India se produce una caza de brujas bajo acusación directa, pero en otras regiones del mundo, como América Latina, ha identificado una criminalización de las prácticas y saberes tradicionales
Las diferentes versiones de la caza de bruja están conectadas. Está la caza de brujas que pasa por la acusación directa en la que te dicen: “tú eres bruja”; pero también existe una caza indirecta en la que se lleva a cabo la criminalización de las prácticas y saberes que no gustan al estado porque dan autonomía a las mujeres y no puede ejercer su control. Junto a la criminalización de estos espacios de autonomía se da un conflicto intergeneracional, que es un conflicto de valores. Los jóvenes, también las mujeres, vinculan la felicidad con el desarrollo del consumo, en el marco del sistema capitalista monetario, y ven con desprecio y con rechazo a sus mayores, sobre todo a las mujeres, porque tienen valores que consideran atrasados, como amar a la naturaleza y negarse a vender la tierra.
En mi investigación, he encontrado testimonios de hombres mayores que afirman tener miedo de que un hijo los mate para vender su tierra y con el dinero comprar un taxi. Literalmente, es el pensamiento del Banco Mundial, que ha adoptado la teoría del economista peruano Hernando de Soto, quien afirma que la tierra no es verdaderamente fértil y que, si hoy hay pobreza en el mundo, se debe a que millones de personas usan la tierra para sustentarse. Según este pensamiento, la tierra es fértil solo cuando se usa de manera colateral, cuando se intercambia con el banco por un préstamo monetario con el que se va a impulsar un negocio. Y este es el pensamiento de los jóvenes, ven que el futuro está en el dinero, no está en los árboles, ni en la tierra, ni en los animales.
Este desprecio y desvalorización es parte de un proceso histórico de desvalorización de las mujeres, de la tierra, del proceso de reproducción y de desvalorización de la vida, cuando la vida solo sirve como medida de la ganancia individual por la acumulación de la riqueza individual.
Las políticas extractivistas y la explotación de los territorios se justifican en algunos países de América Latina como un “mal necesario” que permite obtener financiamiento dirigido al desarrollo social. ¿Qué han supuesto estas políticas de manera específica para las mujeres?
Es mentira que estas acciones extractivistas sobre el territorio permitan un desarrollo social, y es una visión que he elaborado a partir de muchos encuentros con mujeres en América Latina sobre lo que está sucediendo. En algunos países se ofrecen a cambio del despojo bolsas familiares, que no pueden compensar de ninguna manera la gran catástrofe, el desplazamiento y la contaminación de la tierra en la vida de los pueblos, en general, y de las mujeres, en particular.
La contaminación de la tierra, implica la pérdida de la vida, la cultura y los saberes, no se deja nada a las siguientes generaciones, de manera que es un ataque a la vida misma. Esas pequeñas bolsas familiares que se dan en algunos países nunca fueron pensadas para el bienestar de las mujeres, si no para dar la impresión de que se ofrecía algo a cambio y, sobre todo, para desmovilizar la protesta que surgía del despojo.
Se pretende eliminar la forma más horrenda de empobrecimiento, pero estas bolsas familiares nunca fueron dirigidas a cambiar el modo de producción, a crear una sociedad más justa. Y me parece, hablando con muchas mujeres de Bolivia, pero también de Sudáfrica, que las políticas de las bolsas familiares es un estándar de estos gobiernos que se dicen progresistas.
Además, los requisitos exigidos para recibir las bolsas son complicados y aquellas mujeres de zonas rurales que no están familiarizadas con las instituciones pierden estas bolsas que no cambian las condiciones de vida ni tampoco el sistema de producción. Más bien, piensan que es una forma de control gubernamental por integrarlas en la economía monetaria y controlar a unas mujeres que estaban fuera del sistema. Además, con la caída de los ingresos como consecuencia de la bajada del precio del petróleo, es probable que esta medida vaya a desaparecer.
Precisamente, usted observa una relación entre la expropiación de la tierra y la nueva organización de la producción industrial, con la maquila como único medio de subsistencia para las mujeres que han sufrido el despojo.
La desestructuración de la producción industrial a nivel global fue la respuesta a la enorme lucha de las décadas de los años sesenta y setenta contra la gran concentración industrial. El desmantelamiento de empresas, como Fiat, ha dejado ciudades fantasmas, como Detroit, que ha perdido más de la mitad de su población, después de que se convirtiera en un centro de lucha obrera. Es muy interesante ver cómo desde finales de la década de los años ochenta se ha reconstruido la organización del trabajo a nivel mundial, han cerrado y desmantelado la gran concentración industrial y la reorganizaron la producción industrial a nivel internacional con la maquila, que es alimentada por la expropiación de la tierra.
En América Latina, la expropiación de la tierra es la raíz de la maquila, ya que las mujeres jóvenes no pueden sustentarse con una actividad del campo que dejó de existir, y ante la falta de oportunidades se ven obligadas a trabajar en la maquila. Son trabajadoras cuyos padres perdieron la tierra o se han endeudado con la política de Monsanto para comprar las semillas. El despojo de la tierra, el endeudamiento de los campesinos, que ha provocado tantos suicidios, ha sido la base y el fundamento sobre el cual se ha construido la maquila, que ha sido el reemplazo de las grandes concentraciones industriales.
La maquila es una institución militar, no solamente económica, y en ella se puede poner cualquier condición de trabajo: no se permite la organización ni la sindicalización, no existen horarios ni protección de los derechos. La maquila es un ataque contra la salud de las mujeres y un ataque contra los derechos humanos en general. Hay que recordar cuántas mujeres han muerto por no poder salir de un incendio, a causa del cierre de puertas de la fábrica, es algo que recuerda a la fase del periodo de acumulación originaria.
En Foxconn, la empresa que fabrica los productos para Apple, trabajan sesenta mil mujeres con unas condiciones de trabajo tan brutales, que han adoptado el suicidio desde los techos de la fábrica como estrategia de lucha, y ahora hasta les hacen firmar un compromiso de que no van a suicidarse en el trabajo.
Foto: Tania Macera.
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Internacional – Opinión – Economía – Situación social de las Mujeres. 17 nov. 16. AmecoPress.  

Megaproyectos extractivistas provocan estragos en salud de mexicanas


Cáncer de mama, alergias y daños al sistema nervioso
Por: Hazel Zamora Mendieta

La Cámara Minera Mexicana (Camimex), señaló que en México, desde 2011 existen 853 megaproyectos extractivistas que provocan impactos ambientales negativos que están afectando a niñas, niños, adolescentes y mujeres, por lo que la perspectiva de género puede ser una herramienta para lograr atenderlos de manera integral.
 
Lo anterior lo señaló la directora de la organización Mujer y Medio Ambiente, Hilda Salazar Ramírez, durante el seminario “Minería, fracking y el agua: el enfoque de género frente al extractivismo”, organizado por Mujeres y Medio Ambiente AC y la Fundación Heinrich Böll.
 
Salazar Ramírez dijo que ante este panorama la organización social ha sido fundamental para hacer frente a los megaproyectos que se han incrementado de manera importante en América Latina, por lo que los retos que enfrentan estas organizaciones son más complejos.
 
En el seminario que reunió a más de 20 activistas de distintas zonas del país intercambiaron experiencias para enfrentar los megaproyectos de minería, extracción de gas y petróleo no convencional (fracking) y el uso del agua desde una perspectiva de género.
 
Desde 2013, Mujer y Medio Ambiente en colaboración con la Fundación Heinrich Böll iniciaron un trabajo de investigación para analizar los impactos socioambientales de la minería en tres casos de tres entidades: Guerrero, Hidalgo y Oaxaca. Esta investigación fue vertida en el libro “Miradas en el territorio: cómo mujeres y hombres enfrentan la minería”, publicada en 2015.
 
“Nosotras pensamos que el enfoque de género puede ayudar a ampliar el horizonte a temas, sectores y ámbitos que aparecen invisibilizados. Y por lo tanto, no es un asunto de las feministas o de las organizaciones de mujeres, queremos que sea un trabajo también de las organizaciones mixtas quienes empiecen a incorporar este enfoque”, dijo Hilda Salazar.
 
A partir de este esfuerzo, las organizaciones han buscado intercambiar conocimientos, métodos de análisis y experiencias de lucha frente al extractivismo, con el fin de invitar a otros activistas a generar enfoques más integrales.
 
Durante el primer día del seminario, el debate se centró en los impactos que deja el extractivismo en las mujeres. Por ejemplo, en el tema de salud señalaron que los padecimientos que sufren las comunidades cercanas a estos megaproyectos son muy graves. De acuerdo con la Alianza Mexicana contra el Fracking, al menos 25 por ciento de las sustancias utilizadas en las distintas mezclas de perforación pueden causar cáncer y mutaciones, 37 por ciento afectar al sistema endocrino, 40 por ciento provocar alergias y 50 por ciento dañar el sistema nervioso.
 
La integrante de la Alianza Mexicana contra el Fracking, Beatriz Olivera, reconoció que esta problemática debe tratarse también desde la perspectiva género, ya que se ha constatado que la extracción de explotación gas y petróleo no convencionales por fractura hidráulica (se fractura la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas para extraer los hidrocarburos) está relacionada con el aumento en cáncer de mama de las mujeres que habitan en estas zonas.
 
Otro tema central fue la inclusión de las mujeres en la participación política de los movimientos, de las organizaciones. “Suelen ser las mujeres las que dan el primer paso, las que arriesgan su vida y su integridad física”, dijo el integrante de la Alianza Mexicana contra Fracking, Francisco Cravioto, sin embargo no son ellas quienes toman las decisiones.
 
El activista señaló que en el país sólo 2 por ciento de las autoridades agrarias son mujeres, “basta con ver la construcción de las organizaciones agrarias para que ver que no están las mujeres ahí, sí están en los foros, en las movilizaciones, se están informando, pero no participan en la toma de decisiones”.
 
De la misma manera, la propiedad de la tierra sigue perteneciendo en su mayoría a hombres, señaló Beatriz Olivera quien recordó que en México sólo 19 por ciento de las mujeres tiene acceso a la tierra.
 
Se piensa que las mujeres gobiernan distinto por su perspectiva más completa para construir y apoyar a la comunidad, si ellas manejaran la tierra podrían hacerla rendir hasta un 30 por ciento más de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), añadió la activista.
 
Además de las empresas privadas y el Estado, otro actor que se ha añadido al control de las tierras en nuestro país es el crimen organizado. Las y los asistentes coincidieron en que éste se ha situado en las mismas zonas donde se está realizando la explotación de recursos naturales, en las cuales, los crímenes de violencia contra las mujeres  han aumentado de manera importante.
 
La integrante de la Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio (Corason)  Alejandra Jiménez, expuso que en Veracruz en lo que va del año se han registrado 160 casos de feminicidio ocurridos principalmente en las zonas donde se están llevando a cabo estos megaproyectos (Papantla, Poza Rica y Tihuatlán).“Este extractivismo es una guerra, y las mujeres son una herramienta para demostrar el control y el poder sobre los territorios también”.

DATOS DEL EXTRACTIVISMO EN MÉXICO   

Desde 2013, con la implementación de la Reforma Energética se incrementó el número de concesiones de estas prácticas a Pemex y otras empresas privadas. De acuerdo con la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) a partir 2010 se han contabilizado 28 pozos de extracción de gases y petróleo no convencionales en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.   

Por otra parte, el proyecto de Aceite Terciario del Golfo (2013), afectó a los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo y se estima que hasta 65 por ciento de los pozos pueden haber sido fracturados hidráulicamente, lo cual aumenta los daños ambientales y de la salud a las poblaciones.   

Ante esta situación 120 ejidos y comunidades indígenas y campesinas y los municipios del estado de San Luís Potosí, Veracruz, y la Sierra Norte de Puebla, se han declarado libres de esta técnica.  

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

América Latina y el Caribe da paso hacia igualdad de género en lucha contra el hambre



El empoderamiento de las mujeres es parte del Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del hambre 2025 de la Celac. Crédito: FAOALC
El empoderamiento de las mujeres es parte del Plan de Seguridad Alimentaria,
 Nutrición y Erradicación del hambre 2025 de la Celac. Crédito: FAORLC
SANTO DOMINGO, 17 nov 2016 (IPS) - Ministras y altas autoridades de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) aprobaron la estrategia de género de su Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del hambre 2025, el principal acuerdo regional de lucha contra el hambre.
Su objetivo principal es asegurar que la implementación del conocido como Plan SAN-CELAC garantice el empoderamiento de las mujeres, para que los resultados de su aplicación alcancen por igual a hombres y mujeres.
Para ello será necesario asegurar que se consideren  diferenciadamente  las condiciones en que afecta el hambre a ambos grupos, así como la contribución  que unos y otros hacen para lograr la seguridad alimentaria.
Las  brechas de género no solo son limitantes en términos de acceso a recursos y a posibilidades de crecimiento de las mujeres, sino que también afectan su bienestar y el de sus hogares, especialmente en términos de seguridad alimentaria y nutricional.
Según el documento presentado el miércoles 16, esto significa “tomar medidas que atiendan las inequidades en cuanto a oportunidades de participación y acceso a los beneficios derivados de la aplicación del Plan en favor de las mujeres”.
“Aunque en la región encontramos importantes avances en la reducción pobreza es muy significativo que esta reducción no ha impactado de igual manera a hombres y mujeres, ya que el índice de feminización de la pobreza ha crecido de manera sostenida en los últimos años, lo cual pone en evidencia que las estrategias para la superación de la pobreza por si solas no impactan de manera significativa en la vida de las mujeres” aseguró Margarita Fernández, directora del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer.
La estrategia de género fue elaborada por el Grupo de Trabajo de la Celac para el Adelanto de las Mujeres, con  el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y fue presentada el miércoles 16 en la reunión ministerial de la Celac.
Para la ministra de la Mujer de la República Dominicana, Janet Camilo, esta estrategia constituirá una punta de lanza para la inclusión de las mujeres rurales en las políticas públicas de la región y facilitará el empoderamiento económico y el bienestar de las mujeres rurales y la construcción de la plena igualdad de género para el año 2030.
Según la FAO, asegurar el éxito del Plan SAN-CELAC -cuya meta es erradicar el hambre al año 2025- requiere una distribución del poder equitativa entre hombres y mujeres en todas las esferas del desarrollo como establecen los objetivos de desarrollo sostenible-agenda 20-30.
La estrategia será presentada a los jefes y jefas de Estado de la región en la próxima Cumbre de la Celac, en enero de 2017.
La seguridad alimentaria de las mujeres en América Latina y el Caribe
La proporción de mujeres con obesidad supera a la de los hombres y en más de 20 países la diferencia es mayor de 10 puntos porcentuales. En Antigua y Barbuda la obesidad afecta a 38,7 por ciento de las mujeres, y en Jamaica a 35,7 por ciento en mujeres, en comparación a 18,4 por ciento en hombres.
La anemia en mujeres es un problema que ha persistido en el tiempo, y que afecta actualmente alrededor de 40 por ciento de las mujeres a nivel mundial y al 25 por ciento de las mujeres de la región.
Garantizar los derechos de las mujeres
La estrategia de género presentada por la FAO destaca la necesidad urgente de producir estadísticas e indicadores nacionales desagregados por género. “Necesitamos saber exactamente cómo afecta el hambre a las mujeres de la región, y desarrollar políticas que consideren la división sexual del trabajo en las zonas rurales”, explicó Claudia Brito, oficial de Género de la FAO.
Además, el documento destaca que se debe analizar la institucionalidad de la seguridad alimentaria para incorporar el enfoque de igualdad de género y fortalecer la participación de las mujeres en el diseño y operación de las políticas públicas.
Las mujeres también deben tener acceso igualitario a los servicios y programas para la producción, para que no recaiga en ellas solamente las tareas de alimentación y cuidado que reproducen inequidades y la distribución tradicional de roles de género al interior de los hogares
La estrategia destaca la importancia de incrementar la alfabetización y el acceso de tecnologías de información y comunicación, para garantizar el derecho a la consulta y el consentimiento libre e informado, con énfasis especial en mujeres indígenas y afro descendientes.
Fortalecer las organizaciones de mujeres y su rol en la toma de decisiones
Según la FAO, los países deben promover la participación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios y en los procesos de elaboración y toma de decisiones de políticas públicas de alimentación y la nutrición.
“La voz y agencia de las mujeres es fundamental para alcanzar hambre cero al año 2025, y los objetivos de desarrollo sostenible”, señaló Brito al respecto.
Un factor urgente es que los países desarrollen marcos jurídicos y programas que respondan a las necesidades específicas de las mujeres indígenas y afro descendientes, dado que muchas de ellas sufren los más altos índices de inseguridad alimentaria en la región.
La estrategia destaca la necesidad de promover políticas que involucren intencionalmente a las mujeres jóvenes, considerando sus intereses, condiciones y necesidades.
Este artículo fue publicado originalmente por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. IPS lo distribuye por un acuerdo especial de difusión con esta oficina regional de la FAO.

El Buen Fin y la guerra ideológica


Aldo Fabián Hernández Solís

A partir de mañana inicia el Buen Fin, evento que suplanta la conmemoración del inicio de la Revolución Mexicana, con un fin de semana consumista, frívolo y nada inocente. Es claro que los gobiernos neoliberales han destruido el legado material de la Revolución, hoy buscan borrarla también de la memoria del pueblo. El Buen Fin es parte de la guerra ideológica del neoliberalismo.
La gesta popular latinoamericana más importante de la primera mitad del siglo XX fue la Revolución Mexicana. Episodio violento, que destruyó la dictadura oligárquica de Porfirio Díaz, inaugurando un ciclo de luchas clasistas por encontrar un nuevo proyecto de nación. Los triunfadores, Carranza y Obregón, tuvieron que incorporar demandas de sus ejércitos (campesinos en su mayoría) y de los ejércitos populares de Zapata y Villa. Anhelos de justicia social de los oprimidos del campo y la ciudad fueron plasmados en la Constitución de 1917.
La fuerza de la Revolución reestructuró el aparato estatal, pero también se volvió un referente central de la sociedad mexicana, promesa, bandera de lucha, orgullo nacional y parte de la identidad del pueblo. Esto tuvo como referentes materiales la conquista de derechos, las ocho horas laborales, los repartos agrarios, la educación gratuita, la recuperación de las minas, la nacionalización del petróleo y la defensa de la soberanía nacional.
Es muy cierto que la Revolución quedó inconclusa, que las trasformaciones sociales, salvo en el cardenismo (1934-1940), fueron administradas por los nuevos gobernantes, que organizaciones e instituciones con espíritu revolucionario se corrompieron. Los ímpetus de justicia social y de transformación se toparon con nuevos intereses de una nueva clase dominante y con traiciones profundas a su ideario.
Para los gobiernos PRIistas la Revolución Mexicana se volvió retórica y legitimación ideológica, mientras la traicionaban. Sin embargo, la Revolución se mantuvo en el campo subalterno como mito movilizador, bandera de lucha y como proyecto por cumplir. Múltiples movimientos sociales han recuperado de la Revolución, fuerza, demandas y proyecto.
Hoy después de más de tres décadas de neoliberalismo, con “reformas” estructurales que han destruido la herencia revolucionaria, con la pérdida de derechos sociales y laborales, con el campo destruido, nos enfrentamos a un embate ideológico más contra la Revolución. En su intento de destruir cualquier referente de lucha social, de soberanía y de justica, en la fecha de aniversario del inicio de la Revolución, se desarrollará una edición más del Buen Fin. Un fin consumista a la norteamericana, del que sacan el mayor provecho las grandes tiendas departamentales. ¿Qué tiene que ver una revolución con el consumismo banal?
Se busca borrar nuestra historia, consagrar a México como un país dependiente, la ignorancia como mecanismo de dominación. Es una muestra del desprecio de la actual clase dominante por el pasado popular y revolucionario. Es, también, un reconocimiento de su traición. Madero, Zapata, Villa y Cárdenas los incomodan, buscan borrar sus actos. Hacer del pueblo un ente sin historia, con bajo autoestima y sin capacidad de lucha.
Mientras algunos historiadores, falsificadores de la historia, declaran que la Revolución no fue tal, coordinadamente tenemos este Buen Fin de compras, de deudas, de ganancias para unos pocos. A la ideología neoliberal mexicana, le estorba la Revolución y cualquier referente popular de lucha, de ahí estos ataques. Buscan reescribir la historia, rescatar a Iturbide, Maximiliano, Miguel Alemán, Salinas, y a su respetado y admirado Don Porfirio.
¿Lograran borrar a la Revolución Mexicana de la historia y de la memoria del pueblo? 

El Feminicidio no es un “crimen pasional”, es un Genocidio sistemático

El ataque contra las mujeres defensoras de la Tierra que se oponen a las Multinacionales amparadas por los Estados y Gobiernos es una estrategia Capitalista y Patriarcal para el control territorial…. Atacando a las mujeres se ataca la estabilidad de los pueblos y comunidades… 
fotografía proporcionada por Rubén Collío, pareja de Macarena
Cuando se violenta a las mujeres se lo hace con objetivos materiales, el primero dañar sus cuerpos, quitarlas de en medio para que no sigan afectando variados intereses patriarcales como rebajar la hombría masculina del agresor individual o amenazar la estabilidad financiera de depredadores colectivos y territoriales (hombres enriquecidos y con poder económico).
El Feminicidio es un crimen contra la existencia de las mujeres. Se comete por medio de  prácticas de sexo-género, racistas y clasistas que se ensañan con la condición y situación concreta de las mujeres. Hay asimetría entre las posiciones de las víctimas y los agresores, siempre, comenzando por el hecho de que vivimos en una sociedad patriarcal.
Cuando se nos amenaza a las mujeres -por lo que sea- se apela a nuestros cuerpos, sexualidades, maternidades, y eso se combina con elementos sociales de identidad, culturales y territoriales. Se nos insulta en la lógica masculina racista diciéndonos: puta, amargada, maricona, vieja, fea, indecente, bruja, india, hipi, ridícula, loca… etc. O en una lógica diplomáticamente hipócrita se nos recuerda que debemos ser “prudentes” “por nuestros hijos”, y un largo etcétera.
Cuando finalmente se lleva a la práctica estas amenazas, se aprovecha las condiciones personales, íntimas, domésticas de la víctima. Se abusa sexualmente a mujeres perseguidas, se ataca directamente a defensoras de territorios provocándoles abortos, se amenaza a sus hijas de violación, se acosa a sus hijos, y se aprovecha por ejemplo, el momento en que la víctima está cuidando a su guagua porque en ese instante estará más impedida de recurrir a la autodefensa, como en el caso de Macarena Valdés Muñoz[2].
El crimen feminicida es un acto de Poder que puede ser individual o colectivo; no es un crimen eventual, aislado o pasional. Surge de la Dominación clasista, territorial y de heterosexualidad obligatoria.
El Patriarcado ve como normal que los hombres luchen. Se enfrenta a ellos y los mata cuando éstos toman causas y luchas antisistémicas y, a la larga, incluso puede reconocerlos como “enemigos dignos” en las guerras masculinas acostumbradas. Pero cuando se trata de mujeres defendiendo causas y explicitándolo, la reacción patriarcal es “de Género”, o sea: específica, violenta, cruenta y con una perversidad inusitadamente machista.
Y es que, los agresores feminicidas de mujeres defensoras de la Tierra, el Territorio y las Aguas, pueden imaginar en su precaria y concreta ideología por ejemplo, que matar a una mujer será “más fácil” y “más invisible” que asesinar a un hombre, el que será rápidamente defendido como “dirigente”, y al que sus compañeros –hombres y mujeres-, asumirán de inmediato como “luchador”.
Violencia Política Sexual
Dentro del contexto de Violencia Estructural contra las Mujeres, la Violencia Política Sexual es una forma de venganza específica que usan los agresores y el Estado como un agresor organizado y armado para aniquilar a las mujeres que se rebelan[3]. La Violencia Política Sexual no son solamente acciones concretas de tortura en que se viola sexualmente a mujeres perseguidas y apresadas por sus ideas. Ahí no se agota la Violencia Política Sexual, puede ni siquiera haber contacto físico e igualmente nos están violentando con insultos y desprestigio.
El Patriarcado de Supremacía Masculina nos violenta porque somos una amenaza real a todos sus intereses estructurales. A los económicos y territoriales –Capitalistas-, y a los sociales y culturales que instituyen que las acciones insurgentes son de los hombrespropiedad masculina, muestras de poder “de hombres bien hombres”.
La Dictadura de Pinochet y la Derecha imperialista, ejerció Violencia Política Sexual contra niñas, jóvenes y adultas que resistíamos a su régimen político porque éramos revolucionarias y antidictatoriales, y por ser mujeres que no aceptábamos las reglas machistas y reaccionarias de la burguesía dominante.
En los primeros días del Golpe, un pantalón o una minifalda eran una ofensa a los “valientes soldados” que habían tomado la supremacía gobernante del país. Nos rompían las bastillas de la falda y el vestido, y nos cortaban los pantalones con tijeras; todo violentamente, amedrentándonos en las calles, porque “las mujeres no usan pantalones” y “las minifaldas son de putas, no de mujeres decentes”.
En los años que vinieron ser dirigentas de organizaciones estudiantiles u otras, y hacer discursos públicos, nos valieron persecuciones en las que específicamente usaron el machismo para amedrentarnos. En todo el periodo de resistencia a Pinochet, muchas mujeres que adhirieron a movimientos insurgentes fueron encarceladas, torturadas sexualmente y masacradas.
Feminicidio Capitalista y Racista
El ataque contra las mujeres defensoras de la Tierra y contra las mujeres de los pueblos y comunidades en general, que se oponen a los Megaproyectos de Multinacionales amparadas por los Estados y Gobiernos, es una estrategia Capitalista -por ende Patriarcal- para ejercer control territorial.
En la lógica Patriarcal de heterosexualidad obligatoria, la reproducción social  incluye (al menos) el proceso de la alimentación, de la conservación de la salud, de la formación ética y moral, de la energía emocional que contiene a los hombres y a sus herederos -trabajo doméstico y energético no remunerado-, y todas ellas serían “funciones femeninas”. Las mujeres como colectividad, efectivamente -resistiéndonos o no-, nos dedicamos a la reproducción social y también al trabajo de producción en los campos y ciudades. La siembra, la cosecha, la conservación de los alimentos son experiencias de las mujeres que sostienen la estabilidad cotidiana y trascendente de los grupos humanos. Atacando a las mujeres se ataca la estabilidad de los pueblos y comunidades.
A lo largo de la Historia occidental-colonial, los ciclos de explotación económica se han relacionado íntimamente con los ciclos de Violencia contra de las Mujeres. Uno de los primeros Genocidios de mujeres –conocidos- es la Caza de Brujas medieval en Europa que al mismo tiempo se replicaba en los territorios invadidos que habitamos.
A la vez que el Desarrollo de Europa se sostenía sobre la explotación de las colonias, surgía el Capitalismo transformando el Trabajo Humano en Producción, y el Apego de las mujeres a niñas y niños, en Reproducción Social.
El “Maleficum Maleficarum”, Manual de los inquisidores, decía que por 100 brujas había 1 brujo, ya que las mujeres seríamos lascivas y perversas por naturaleza. Y el Pecado de “Salamanca” era definido por la “Santa Inquisición” en los territorios de Abya Yala, como la brujería colectiva de indias, negras y mestizas profiriendo hechizos.
Las brujas europeas, mujeres pobres en general –no “damas”-, y las brujas de acá, eran diversas; podían ser tribadas, mujeres que efectuaban frotamientos sexual-amorosos entre ellas, podían ser mujeres que no creían en el Dios masculino de la Iglesia ni en el Dios blanco del colonizador; mujeres que no querían producir riqueza para los invasores o para los señores feudales, mujeres que muchas veces se negaron a parir más esclavos, y mujeres que creían en el espíritu de todo lo viviente, guardianas de los ríos y lagos donde, en creencia ancestral, habitan espíritus femeninos. Fueron cerca de 60 mil las mujeres asesinadas sólo en Europa en este Genocidio patriarcal. Las “indias”, “negras”, “mestizas” –nuestras ancestras- no han sido contabilizadas como un crimen específico del Colonialismo.
Está pasando
“¡Despertemos, despertemos humanidad!, ya no hay tiempo, nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción, basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”. Esta es una frase de Berta Cáceres Flores, defensora lenca del Río Gualcarque, de 45 años, que sus tres hijas, su hijo y su madre, recuerdan en un Comunicado Público tras su crimen en Honduras en Marzo 2016[4].
El crimen contra BETY CARIÑO[5], feminista que resistía contra las multinacionales mineras en su territorio, asesinada por paramilitares en Oaxaca, en abril 2010 dio una voz de alarma. En 2002, en Kauñiku en el Alto Bio Bio, Walmapu, en proceso de recuperación de territorio, había sido asesinada AGUSTINA HUENUPE PAVIÁN, dirigente pewenche  cuando 90 hombres atacaron a su comunidad de 20 personas, asesinaron a su hermano, José Mauricio y mataron a Agustina ensañándose con su cuerpo: la defecaron y le cercenaron los senos[6] (y no dijimos nada). Vino la desaparición forzada de SANDRA CUELLAR en 2011, defensora de los derechos laborales y ambientales frente a la expansión del cultivo de palma aceitera y de caña, una de las 50 defensoras y defensores del medio ambiente asesinados en Colombia en los últimos 12 años. Luego, en diciembre 2013 NICOLASA QUITREMÁN CALPÁN, férrea opositora -junto a su hermana Berta-, al proyecto de la Central Ralco en el Alto Bío Bío, Walmpau, que gritó que “Ni muerta la sacarían de sus tierras”, apareció flotando en las aguas del lago artificial de la misma central. MARGARITA MURILLO, otra feminista, campesina y defensora de los DDHH, fue asesinada por varios hombres que le dispararon en agosto de 2014 cuando cultivaba la tierra en la aldea El Planón, Villanueva, Honduras[7]LESBIA JANETH,activista de la misma organización que Berta Cáceres, Copinh, fue asesinada en Julio 2016; su cuerpo apuñalado fue hallado cerca de un vertedero de basura en la Región de La Paz, Honduras. MACARENA VALDÉS MUÑOZ, activista por la defensa de la Salud contra un proyecto hidroeléctrico apareció muerta hace dos meses, en agosto 2016, en Tranguil, Liquiñe, Walmapu.
Por todo el territorio, mujeres de comunidades, de organizaciones, de pueblos ancestrales que resisten al Patriarcado colonial y Defienden la Tierra, el Territorio y las Aguas, están siendo perseguidas y hasta asesinadas. El Capitalismo ha colocado su mira en las mujeres para usarlas en sus campañas de buenas prácticas y si se resisten a ser integradas, las persiguen. La relación entre violencia sexual, dominio territorial y explotación de recursos naturales es estrecha pues la insurgencia como la resistencia cotidiana de las mujeres es amenazante para el Sistema.
X victoria aldunate, lesbofeminista, escritora, terapeuta[1]
[1] “Cuerpo de Mujer: Riesgo de Muerte”, Victoria Aldunate Morales, Compilación de artículos y textos, 276 páginas, Ediciones Sarri-Sarri Distro & Records, www.sarrisarri.org,  Santiago, Noviembre 2012. http://www.bibliotecafragmentada.org/wp-content/uploads/2015/07/Cuerpo-de-Mujer-riesgo-de-muerte.-pdf.pdf
[2] http://www.eldesconcierto.cl/santiago-no-es-chile/2016/10/20/el-feminicidio-empresarial-de-la-activista-macarena-valdes-munoz-en-liquine/
[3] http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/manifiesto-por-la-defensa-de
[4] Página del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (Copinh) fundado por Berta Cáceres Flores. https://copinh.org/article/comunicado-de-las-hijas-y-hijo-y-madre-de-berta-ca/

[5] https://www.centrodemedioslibres.org/2016/04/09/30-abr-y-1-may-homenaje-a-bety-carino/
[6] https://unidadmpt.wordpress.com/2013/02/06/asesinato-de-agustina-y-mauricio-huenupe-pavian-anos-de-completa-impunidad/