5/09/2015

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU la radio comunitaria de la Universidad de Guelph sabado 9 mayo 2015

Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
en Ontario, Canadá
escuchalo cada sabado en www.cfru.ca

MUJERES POR LA DEMOCRACIA


Bienvenida al programa de hoy
Noticias de Género en la Red



Género en la mira con

 Daniela Villegas
Les recordamos que el espacio de Género En La Mira de nuestra amiga Daniel Villegas‬ maestra en estudios de género se encuentra en receso ya que como hemos informado se encuentra estudiando en Australia, le deseamos la mejor de las suertes y la esperamos muy pronto de regreso! 
En 1870 la poetisa y activista Julia Ward Howe‬ escribió la  Proclama Del Día De LaMadre‬, un apasionado llamado a la  paz‬ y a desarme‬. Durante un par de años, Ward Howe empeñó sus esfuerzos en llevar a cabo un congreso de esta naturaleza, De todos modos, en 1873, mujeres en 18 ciudades estadounidenses realizaron una reunión del Día de la Madre. Boston lo siguió celebrando durante al menos una década más. Al paso de los años, se fueron apagando más festejos. Howe continuó trabajando por otras vías por los derechos de las mujeres y por la paz, a un día de esta celebración hablaremos de las otras madres, las madres que no tienen a sus hijos y salen a luchar 

Y entonces hoy es un buen dia para, más que celebrar podamos reflexionar, necesitamos las madres un día para recibir regalos, comida, y abrazos? O necesitamos políticas públicas que nos ayuden en la economía, con un trabajo y una mejor educación, existen en el mundo programas sociales que son la mayor parte de veces utilizados como zanahoria para atraer votos o mantener un clientelismo a ciertos grupos de poder político, las políticas públicas son importantes ni duda cabe, pero no como apoyos, sino como leyes, justas equitativas, porque las mujeres participamos en la vida económica de los países, y cuando esta equidad existe se avanza como sociedad, inclusión es democracia

La directora ejecutiva de ONU Mujeres nos dice que “Nuestra economía globalizada parece aplicar nuestra visión universal de los derechos de las mujeres con fines contradictorios; en lugar de facilitar dichos derechos, los limita” , La falta de servicios castiga injustamente a las mujeres cuando el Estado no ofrece recursos, y afecta a miles de millones de mujeres en todo el mundo.Datos procedentes de Francia, Alemania, Suecia y Turquía indican que el salario de la población femenina es de entre 31 y 75 por ciento inferior al de los hombres a lo largo de su vida.Necesitamos políticas que faciliten que tanto las mujeres como los hombres puedan cuidar de sus personas queridas sin tener que sacrificar su propia seguridad económica, prosperidad e independencia

y continuamos con el programa de   nuestra querida amiga María Néder y sus Mujeres de Puerto Almendro, un espacio para conocer de las mujeres latinoamericanas instrumentistas, compositoras y cantautoras a lo largo del tiempo

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Tiempo de Mujeres
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NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES: Comunicado Urgente. Alto a la represión de los jornaleros de San Quintín




NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES
Comunicado urgente
¡¡ALTO A LA REPRESIÓN EN CONTRA DE LOS
JORNALEROS DE SAN QUINTÍN!!
• La Nueva Central de Trabajadores (NCT) condena enérgicamente la brutal represión desatada en contra de los Jornaleros Agrícolas de San Quintín, Baja California, por fuerzas de seguridad del Estado Mexicano.
México, D.F., 9 de mayo de 2015
La mañana del día de hoy, sábado 9 de mayo del 2015, elementos de la policía estatal del gobierno de Baja California ingresaron violentamente en la colonia Nuevo San Juan Copala, en el Valle de San Quintín. En una reprobable muestra de brutalidad y uso excesivo de la fuerza los cuerpos policiacos irrumpieron en las casas de los trabajadores agrícolas, atacaron con toletes y disparo de armas de fuego a jornaleros, mujeres y niños, acción que dejó un saldo confirmado, hasta el momento, de decenas de jornaleros detenidos y 70 heridos, de los cuales 7 son de gravedad. Se habla también de la muerte no confirmada de tres jornaleros.
Esta agresión se da en el contexto de la suspensión unilateral de la mesa de negociación entre la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social y los gobiernos gobierno federal y estatal, quienes no cumplieron el acuerdo de presentar propuestas de solución a las justas demandas de nuestros compañeros: libertad sindical, mejores condiciones de trabajo, seguridad social y salario de 200 pesos por jornada laboral.
La Nueva Central de Trabajadores exige a los gobiernos Federal y del Estado de Baja California detener la escalada represiva en contra de los jornaleros de San Quintín y reanudar, en forma inmediata, la mesa de negociación estos trabajadores para dar solución a sus justas demandas.
La Nueva Central de Trabajadores y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) convocan al mitin en solidaridad con los compañeros de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social a celebrarse el próximo día lunes 11 mayo a las 12 hrs. en la sede de la representación política del gobierno del estado de Baja California en el D.F, ubicada en la calle de Patricio Sanz número 18 Colonia del Valle, entre Xola y Av. Coyoacán.
Demandamos:
¡¡ALTO A LA REPRESIÓN EN SAN QUINTIN, BAJA CALIFORNIA!!
¡¡ LIBERTAD INMEDIATA A TODOS LOS JORNALEROS DETENIDOS!
¡¡CASTIGO A LOS RESPONSABLES DE ESTA BRUTAL REPRESIÓN!!
¡¡SOLUCIÓN INMEDIATA A LAS JUSTAS DEMANDAS!!
DE LOS JORNALEROS AGRÍCOLAS DE SAN QUINTIN!!
¡NI UNA LUCHA AISLADA MÁS!
 
NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES
José Humberto Montes de Oca Luna.

Coordinador de la Estructura Ejecutiva de la Nueva Central.

Mayo, madres y maestras: la Ingratitud


Palabra de Antígona

México DF., 04 may. 15. AmecoPress.- Mayo me duele. No puedo olvidarme de las movilizaciones de las madres con hijas desaparecidas, asesinadas, sin justicia; ni ocultar que están ahí las madres de los 43 de Ayotzinapa que no se consuelan naturalmente; ni desestimar a las que mueren antes, durante o después del parto. O esas madres que han convertido su indignación en desesperanza y coraje, como las del incendio de la guardería ABC en Hermosillo.
A las madres que me duelen se suman las maestras, las mentoras, las sabias y las humanas que abren caminos, que además enseñan con su experiencia, las que aconsejan no más por aconsejar; a las que dan no más por dar o abren una pequeña puerta para que alguien se desarrolle o sea beneficiada. Y sólo recibe desagradecimiento y olvido.
Y si las junto: las madres y las maestras. La primeras madres individuales, las que queremos o padecemos, reales y simbólicas que en un proceso, no esencialista, son el ejemplo, el mástil donde apoyarse, las ancestras que, como Rosario Castellanos, que nació hace 90 años un 25 de mayo, nos dejó su Eterno Femenino y su Poesía no eres tú; en mayo nuestras colegas, algunas ya muertas, nos dejaron el 28 para reflexionar por el día de la salud de las mujeres, un 28 de mayo para saber que la muerte materna es evitable, como es evitable el conflicto con quien da y enseña; como evitable es la ingratitud.
En mayo me duele la ingratitud entre mujeres, tanto como la muerte materna o la desaparición de una hermana. Y la ingratitud como desagradecimiento, que Marlene Dietrich reconocía: “Más duro que los reveces de la fortuna, es la cruenta ingratitud” y Martín Lutero agregaba: ingratitud, soberbia y envidia, “cuando muerden dejan una herida profunda”, en quien los vive o siente o contra quien se ejerce. Para Kant la ingratitud es la esencia de la vileza.
Y es esa ingratitud que se vive individualmente, de abajo hacia arriba por el olvido de un favor, de una enseñanza, por el desatino a no reconocer en esa persona su amabilidad o ayuda y también la ingratitud de arriba, de las que tienen poder o conocimiento con las de abajo, como sus asesoras, ayudantes o estudiantes que sin ellas la tarea no podría hacerse. Y la ingratitud, eso que para José Ortega y Gasset es el defecto humano más grave, cuando se expresa socialmente es devastadora.
Solamente datos sueltos en una sociedad adoradora de la madre: todavía cerca del 30 por ciento de los partos en México no suceden en un hospital; sólo el 8.7 por ciento de las mujeres mayores de 60 años reciben una pensión; unas 700 mil mujeres exponen su vida al interrumpirse un embarazo porque esa interrupción es un delito y hay muchas de ellas enfrentando procesos judiciales.
Yo que las pienso, a las que son miles y a las concretas, me duele que no exista, como decía Rosario Castellanos, otra forma de ser humanas y libres. Mayo me recuerda que las mujeres de mi vida me dieron fuerza física y moral; confianza en el corazón y en los sentimientos; apoyo y crítica profesional, sin las cuales no sería nada.
Lo que María-Milagros Rivera Garretas llama el orden simbólico de la madre. Como en la historia del mundo, controlada mayoritariamente por los hombres y el poder, las mujeres, dice María-Milagros, nos han dejado una genealogía fantástica: muchas mujeres a lo largo de la civilización han luchado contra las conductas impuestas, han hecho vida aparte del orden dado y nos han heredado fuerza y capacidad.
Entre ellas, mi madre y mi abuela paterna, que además de enseñarme la vida, me enseñaron a trabajar, a pensar en distribuir, a no ser madre tradicional y confiar en la libertad y el libre albedrio; a elegir y a tener horizonte; tengo que agradecer infinitamente a quienes me forjaron con ética e inquietud intelectual y periodística mis maestras: Dolores Cordero, Adelina Zendejas, María Luisa la China Mendoza y Sara Moirón. A quien refinó críticamente mi audacia, a mi maestra Teresita de Barbieri.
Las que me apoyan, creen en mí, sin sus propuestas no se es nadie. Esas son tantas y tan variadas que no puedo nombrar. Con toda humildad, sabiendo que la gratitud no es vasallaje, y que tampoco la gratitud disminuye mi capacidad e inteligencia, tengo que reconocer en el mes de mayo a mis iguales, mis amigas, de quien aprendo, en positivo y negativo, desde hace lustros, en todos los campos, especialmente el del periodismo y el feminismo. A ellas este mes las incluye por maestras, madres simbólicas, hijas indirectas o también simbólicas.
Finalmente, mayo me hace recordar mi infancia y mi disciplina. Mis libros y mis amores. Recordar la riqueza de contar con una hija de mis entrañas y tres nietas, una infinita riqueza donde la trascendencia no es que las mime 24 horas o las sostenga en su vida cotidiana, sino en esa oportunidad de establecer lazos humanos que nos conduzcan a espacios amorosos, sanos y no ingratos, porque como decía la ingratitud conspira contra la democracia, el bien vivir y el progreso de las mujeres. Así de simple.
Foto: Archivo AmecoPress. 

Día de la madre pero ¿qué madre?


Uno de los grandes logros del Feminismo, tanto para las mujeres como para los hombres, ha sido desligar la sexualidad de la reproducción. Algo que hoy nos parece natural en muchos países del mundo, sigue siendo casi impensable en otros. Y no hace tantos en España, el país desde el que escribo, planificar la maternidad mediante el uso de métodos anticonceptivos era un delito tipificado en el Código Penal.

Por tanto, hablar de maternidad -como hablar casi de cualquier cosa- es hablar de política. Y esa es la premisa desde la que parto para hablar del Día de la madre. Celebrado y detestado a partes iguales, a veces sin saber muy bien por qué. Cuando se obliga o se prohíbe la maternidad, el exigir que sea voluntaria es irrenunciable. Pero ¿qué es ser madre? ¿cómo nos situamos frente a un modelo de maternidad heteronormativo y patriarcal completamente obsoleto?
Desde luego, casi nadie al hablar de madres habla de la madre que nos venden los grandes almacenes un día al año. Un "invento" pervertido y comercializado que en su origen tenía una pretensión reivindicativa, como nos cuentan maravillosamente nuestras compañeras de Mujeres Imperfectas. Tampoco la madre de la tradición judeocristiana que parirá con dolor como castigo al pecado original, origen de todos los males del universo.

El debate sobre la maternidad entre las mujeres que cuestionamos el patriarcado y la heteronormatividad, lleva fresco varias décadas por unos u otros motivos. La polémica ha estado candente en España hace apenas unas semanas. Desde las que reivindican la maternidad como esencia de la feminidad, coincidiendo en postulados extremos opuestos del posicionamiento político, hasta quienes intentamos hacer malabares con nuestras contradicciones, esquivando por un lado los detectores de mujer-mujer del patriarcado o de la feminista-feminista por quienes entienden el Feminismo como un movimiento unívoco y centralizado.
Plantearse la maternidad desde lo político no es sencillo. Y sin embargo ¿cómo hablar de maternidad exclusivamente desde lo privado en una sociedad en la que los horarios laborales son imposibles, la mono o bimarentalidad silenciadas, la conciliación se plantea como una  carga para la empresa y la sociedad y las escuelas de educación infantil públicas son casi inexistentes? 
Y entre tanto las mujeres seguimos pariendo. Unas serán madres mediante el parto pero ¿acaso no hay madres que jamás han parido? ¿no hay mujeres que paren y ni desean ser ni serán nunca madres? ¿Qué juicios de valor, qué políticas públicas, qué mecanismos sociales rodean esas decisiones?
(Ver en * educación diferenciada)
Las propuestas teóricas feministas a la maternidad son diversas pero en la práctica las madres -feministas y no feministas- seguimos haciendo lo de siempre: lo que creemos mejor para nosotras, para nuestras criaturas, para nuestra familia. La clave es que en esta ecuación el orden de los factores sí altera el producto. Lo que priorizamos no es baladí, no es natural y no siempre es fruto de una decisión libre e informada.
La maternidad puede ser un milagro, o una pesadilla, o ambas cosas varias veces al día. Y tenemos que decirlo y reivindicarlo. No es cuestión de ser "buenas madres" o "malas madres" porque eso supondría reconocer o dar validez a un modelo determinado y ¿quién decide ese modelo? ¿el patriarcado? ¿la sociedad? ¿nosotras a solas? ¿en pareja? ¿cómo lo conjugamos con la cultura y la sociedad preexistentes? 
Lo que no podré es "celebrar" la maternidad mientras una sola alumna treintañera, inteligente, formada y madre por decisión libre y gozosa me siga confensando dolida que se siente como un "desecho humano" porque tras el parto y la subida de teta se siente triste, frustrada, cansada y con ganas de estar sola aunque sea un ratito. Porque algo estamos haciendo muy mal cuando un modelo de "buena madre" sigue presente en el imaginario colectivo y la sociedad nos plantea como alternativa disidente ser "mala madre".

Utilicemos el Día de la Madre para construir alternativas de maternidades libres de culpa. Muchas, tantas como mujeres seamos. Y reconozcamos que las alternativas de nuestra elección no nos hacen "malas madres" solo nos hacen -si aceptamos la definición- madres diferentes.



María S. Martín Barranco
Especialista en Igualdad
@generoenaccion

Formación político-social (niños): LA FAMILIA. "Toda agrupación, para conseguir sus fines, necesita un jefe. El jefe de la familia es el padre. Como tal, trabaja y manda. Trabaja para dar ejemplo y procurar el bienestar de los demás miembros; manda, para que bajo su armoniosa autoridad cada cual cumpla su misión: la madre administrando el hogar y los hijos preparándose para una vida moral y materialmente digna."


Formación política (niñas): "Las misiones que actualmente tiene encomendadas la Sección Femenina son dos: servir a la Patria en quehaceres propios de la mujer y preparar a ésta para que el día de mañana pueda formar una familia cristiana, patriótica y ejemplar."

Políticas sociales latinoamericanas dieron impulso a las mujeres


La Conferencia Internacional “Las mujeres y la inclusión social: de Beijing a Post 2015”, durante su jornada inaugural, el miércoles 6 de mayo, en el Palacio San Martín, sede de la cancillería de Argentina. Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS

La Conferencia Internacional “Las mujeres y la inclusión social: de Beijing a Post 2015”, durante su jornada inaugural, el miércoles 6 de mayo, en el Palacio San Martín, sede de la cancillería de Argentina. Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS

BUENOS AIRES, 7 may 2015 (IPS) - No se dirigieron específicamente a las mujeres, pero políticas sociales como subsidios familiares y pensiones contribuyeron a mejorar su vida en América Latina, la región que más avances registró este siglo en materia de  género, pese a que todavía persisten enormes deudas.
La brasileña Luiza Carvalho, directora regional de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe, aseguró que esa realidad se constata en cada uno de los informes de la organización que promueve la igualdad de género en el mundo.
“Es interesante notar que dentro de todas las regiones del mundo, América Latina, de hecho, es la que observó mayores progresos”, sostuvo Carvalho en entrevista con IPS, durante la Conferencia Internacional  “Las mujeres y la inclusión social: de Beijing a Post 2015”, realizada  en la capital argentina entre el miércoles 6 y el viernes 8.
El avance latinoamericano, detalló Carvalho, “no fue tanto por las políticas económicas, al contrario, sino por las políticas sociales, que aunque no necesariamente tenían como objetivo promover a la mujer específicamente, terminaron beneficiándola mucho, directa e indirectamente”.
“La mujer depende de un articulado conjunto de políticas sociales y económicas... Todas las políticas, en sus diferentes niveles, influencian a la mujer y pueden mejorar o empeorar la desigualdad de género": Luiza Carvalho.

Entre esos programas  de transferencia de renta destacan el brasileño de la Beca Familia, el argentino de la Asignación Universal por Hijo, el ecuatoriano del Bono de Desarrollo Humano o el mexicano de Prospera.
También influyeron positivamente medidas como la mejora del salario mínimo, que no incluyó una perspectiva de género, pero que  benefició a las mujeres que están entre los que mayoritariamente lo perciben. Ello aumentó su poder de compra y, en consecuencia, su capacidad de decisión y “de control sobre algunos asuntos domésticos”, dijo.
Lo mismo sucedió con iniciativas de protección del trabajador informal y con la creación de pensiones no contributivas, entre las que Carvalho mencionó las de Argentina, Bolivia,  Brasil, Colombia, Costa Rica y México.
Como medida de los diferentes planes de transferencia de renta, “no hay duda que hubo una disminución de la pobreza extrema en toda América Latina. Con la mejoría del poder adquisitivo, del salario mínimo y la extensión de las pensiones no contributivas también hubo una modificación significativa en la desigualdad de género”, subrayó.
Sin embargo, recalcó, esos programas tienen el hándicap de que hacen hincapié en la responsabilidad de la mujer como madre.
“Sus condicionalidades son para la mujer. La mujer tiene que ayudar a los niños a permanecer en la escuela,  la mujer tiene que darle vacunas. Y esas condicionalidades no refuerzan un papel más responsable del hombre en la crianza de los hijos”, opinó.
“Si queremos ir más allá de esos logros, las políticas deben ser focalizadas”, reafirmó Jessica Faieta, directora regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), al referirse a lo que denominó como “la segunda generación de políticas sociales”.
“Deben ser políticas dirigidas directamente a incluir a las mujeres en estos logros del desarrollo que no han llegado a todos”, puntualizó a IPS. Entre esos “grupos excluidos”, destacan las mujeres, especialmente las campesinas, los indígenas y los afrodescendientes.
Faieta destacó que la inclusión social femenina tiene un impacto positivo en la eliminación de la pobreza, mientras que Carvalho lo definió como un “círculo virtuoso” para el desarrollo.
“Está probado que incluir mujeres tiene un rédito más amplio. Emplear más mujeres, darles un pago más equitativo, tiene un alcance que va más allá de ellas mismas, va a la familia”, puntualizó Faieta.
“América Latina tiene eso muy claro. Tanto que estamos viendo la expansión de esos programas en África y en su introducción en Asia, que están replicando sus experiencias positivas”, explicó Carvalho. Para apuntalar este proceso, el PNUD y el brasileño Instituto de Investigación Económica Aplicada buscan actualmente sistematizar las iniciativas regionales.
“Hay una posibilidad de cooperación Sur-Sur muy importante”, enfatizó Faieta.
En la jornada inaugural del encuentro internacional de Buenos Aires En el encuentro participaron la directora ejecutiva de ONU Mujeres, la sudafricana Phumzile Mlambo-Ngcuka, y  la administradora mundial del PNUD, la neozelandesa Helen Clark.
En la reunión, convocada por esas dos agencias de la ONU y el gobierno argentino, han participado delegadas de las diferentes regiones del mundo, con el objetivo de evaluar los desafíos que persisten para la población femenina 20 años de la Conferencia  Mundial sobre la Mujer, realizada en Beijing en 1995.
A nivel regional, Carvalho mencionó entre esos retos los altos indicadores de mortalidad materna, la violencia contra la mujer y su expresión más grave: los feminicidios.
“De los 28 países de mayor índice de feminicidios en el mundo, ¡14 están en nuestra región!”, lamentó.
Un fenómeno que atribuyó tanto a “una ausencia del Estado, que responda con medidas de prevención” como  a “una cultura machista muy entronizada, en una visión de la mujer como una propiedad, como parte de una colección particular de un hombre”, así como a “cuestiones legales que impiden que tenga acceso a tierra o a crédito”.

El “empoderamiento económico de las mujeres”, es otra deuda latinoamericana,  añadió Faieta.  Pese a los avances regionales, “todavía es la mujer la que sufre mayor desempleo. El pago por igual trabajo, sigue siendo menor para las mujeres”, ejemplificó.
Pese a ello, el informe “El progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016: transformar las economías para realizar los derechos”, lanzado por ONU Mujeres el 27 de abril, registra ese avance al indicar que entre 1990 y 2013, el mayor aumento mundial en la participación femenina laboral se dio en América Latina.
Durante ese periodo, esa participación pasó de 40 por ciento a 54 por ciento, aunque lejos de la masculina, de 80 por ciento.
El informe añade que la brecha de género persiste en las remuneraciones latinoamericanas, que es de 19 por ciento, pero es más limitada del promedio mundial, de 24 por ciento.
Asimismo, en todos los países latinoamericanos con encuestas sobre el uso horario, las mujeres dedican entre el doble de tiempo y cinco veces que los hombres al trabajo no remunerado.
También hubo logros  como la inclusión política de las mujeres, en la región del mundo con el mayor número de jefas de Estado y de gobierno.
Once países aprobaron leyes de cuotas políticas, en los parlamentos, 26,4 por ciento son mujeres y en los gobiernos hay en promedio 22,4 por ciento de ministras, la mayor proporción mundial, aunque todavía no lo deseable para una democracia inclusiva, según Faieta.
“Está claro que la transferencia condicionada de renta, no va a resolver todo. Por eso también tienen que implementarse otras políticas”, aclaró Carvalho.
Políticas específicas de género pero además macroeconómicas, fiscales y monetarias.
Carvalho criticó el recorte de programas sociales, que “afectan a la sociedad como un todo pero prioritariamente a la mujer” porque disminuyen las políticas de educación y salud, y otras que “aumentarán más su carga doméstica”.
“La mujer depende de un articulado conjunto de políticas sociales y económicas… Todas las políticas, en sus diferentes niveles, influencian a la mujer y pueden mejorar o empeorar la desigualdad de género”, sintetizó.
“No puede haber igualdad de género sin justicia, inclusión, crecimiento y desarrollo social”, reafirmó la ministra argentina de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, durante la inauguración de la conferencia.
Por eso según Clark, del PNUD, en la global Agenda de Desarrollo Post 2015, que se definirá en septiembre,  es crucial garantizar que todas las políticas tengan una “perspectiva de género”.
Editado por Estrella Gutiérrez

Pretenden “comprar la dignidad” de sobrevivientes de Atenco

Mujeres repudian fondo creado por Edomex para indemnizarlas

Mujeres denunciantes de tortura sexual durante los operativos policiacos en Atenco en conferencia de prensa en 2014 

Las 11 mujeres sobrevivientes de tortura sexual durante los operativos policiacos del 3 y 4 de mayo de 2006 en Texcoco y San Salvador Atenco, Estado de México, denunciaron que el Estado mexicano anunció la creación de un fondo económico para ellas, con lo cual de nuevo pretende detener su denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). 

En conferencia de prensa hoy en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) –organización que acompaña el caso–, las mujeres dijeron que el pasado 19 de marzo en la Gaceta Oficial del Estado de México se publicó un documento donde se anunciaba la creación de un fondo para las sobrevivientes de violencia, sin que se especificara el monto.

Italia Méndez, Edith Rosales y Norma Jiménez, tres de las 11 denunciantes, aseguraron que esta nueva estrategia del gobierno mexicano es una ofensa que pretende “comprar la dignidad” de las mujeres, a pesar de que en reiteradas ocasiones han manifestado que no hay posibilidad de tener un acuerdo con el Estado mexicano, ni mucho menos recibir una reparación monetaria por las vejaciones que vivieron hace nueve años.  

Así lo hicieron saber a los comisionados del CIDH en 2013 durante una audiencia pública en Washington, cuando la entonces subsecretaria de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía Limón; y el subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Manuel Gómez Robledo, ofrecieron cerrar el caso a través de una “solución amistosa”.

A pesar de la negativa de las mujeres, Stephanie Erin Brewer, coordinadora del Área Internacional del Centro Prodh, aseguró que después de esa audiencia el Estado continuó enviando escritos a la CIDH donde refrendó su disponibilidad de tener un acuerdo con las víctimas.

Apenas en marzo pasado, dijo la activista, el gobierno del mandatario mexiquense, Eruviel Ávila, anunció el fondo para las mujeres e incluso publicó sus nombres, y dijo que podían pasar a recoger su indemnización.

Sobre esto, Italia Méndez aseguró que han pasado nueve años de lucha, resistencia y trabajo colectivo, y aún así aseguró que estas estrategias buscan “detener sus pasos”. Ante ello declaró: “Nuestro interés no es el dinero, es dignidad y justicia”. Aseguró que a pesar de todo han logrado que más mujeres víctimas alcen la voz contra este crimen.

Por su parte, Edith Rosales dijo que el método del Estado mexicano ante casos que se ventilan ante organismos internacionales es ofrecer una reparación económica para así terminar con las denuncias, lo que para ella es “comprar su dignidad y pagar porque usaron su cuerpo”, por ello exigió al Estado y a la CIDH que garanticen “justicia real”.

Mario Patrón, director del Centro Prodh, dijo que el anuncio de un fondo de reparación es una muestra de que “no hay interés de garantizar justicia, verdad y reparación a las mujeres”, y que al contrario se busca un atajo o dilatar el proceso de un caso donde estuvo involucrado Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Edomex y actual titular del Ejecutivo federal.

Sobre la investigación penal en el Estado de México, a la fecha hay 28 policías acusados de tortura por omisión, es decir, de no evitar las agresiones contra las mujeres, 12 de ellos están encarcelados y 16 tienen órdenes de aprehensión pendientes de cumplimentar.

Asimismo hay un agente del Ministerio Público arrestado por no tomar las declaraciones de las mujeres que fueron detenidas durante aquellos operativos y que en ese momento dijeron ser agredidas por policías. El funcionario en ese entonces se negó a considerar las denuncias porque afirmó que ellas estaban como imputadas y no como víctimas.

Hay también 21 médicos acusados y procesados por encubrimiento; sin embargo, de acuerdo con Araceli Olivos, abogada del Centro Prodh, las detenciones se dan cuando hay algún evento internacional.

Puso como ejemplo que en 2012 el Estado mexicano anunció avances en el caso durante la evaluación ante el Comité de Expertas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), en Nueva York.

Por otra parte, las mujeres y sus abogados confiaron en que este año la CIDH emita el informe “de fondo” sobre las violaciones sexuales cometidas en Atenco, el cual desde su perspectiva sería una condena en sí mismo, pero además abriría la puerta para que el caso sea remitido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, máximo tribunal hemisférico.


Archivo CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- 

Guerrilleras: desde niñas surgió el espíritu de resistencia


Ante la represión, no tuvieron otra opción que la lucha armada

A mediados del siglo pasado, las ideas contrarias a las impuestas por el Estado mexicano eran acalladas a punta de golpes, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales… en ese contexto de represión, muchas mexicanas rebeldes pasaron de niñas a guerrilleras.


Influenciadas por sus familias, que tenían una formación o pensamiento socialista, o empujadas por la situación de exclusión en la que vivían, muchas mujeres se integraron desde muy corta edad a los movimientos armados de los años 60 y 70.
Una de ellas fue Marta Piña, quien desde la primaria y secundaria fue testigo de la brutalidad con la que maestras y maestros eran silenciados. 
Como ella misma cuenta en el libro “Guerrilleras” –de reciente publicación–, en ese México de mediados del siglo XX las y los niños vivían cotidianamente las represiones, pues “la policía montada entraba a las aulas normalistas a golpear y reprimir a nuestros maestros”, lo que sin duda dejó una huella importante en la vida de todas y todos los que presenciaron esos actos.
Por eso –según su relato– muchas y muchos decidieron iniciar a temprana edad la lucha social. Hasta menores de 12 años “nos enlistábamos en los grupos de izquierda para trabajar políticamente por una necesidad personal de lucha”, narra Marta Piña.
Años después, la joven Marta se integró a la Liga Comunista Espartaco, que trabajó políticamente en fábricas y sindicatos, y también entre estudiantes universitarios.
Bertha Lilia Gutiérrez Campos también cuenta en “Guerrilleras” que cuando era niña los movimientos sociales eran la regla, por lo que su infancia transcurrió entre mujeres y hombres que querían una mejor condición de vida.
La guerrillera recuerda que el movimiento médico surgido en 1968 “por primera vez movió a los sectores médicos privilegiados confrontándolos con su realidad de trabajadores”.
Fue precisamente en medio de esa protesta que ella empezó su disidencia política, justo “cuando cada vez era más claro que por las vías institucionales no se llegaba lejos y había que avanzar de otras formas”.
En la secundaria, Bertha conoció a Arnulfo Prado Rosas “El Compa”, quien le enseñó un aspecto totalmente desconocido para ella en ese momento: la política. Luego se sumó al Frente Estudiantil Revolucionario (FER), integrado por jóvenes que tenían el propósito de democratizar la Universidad de Guadalajara.
Tras un enfrentamiento armado con la policía, de víctima pasó a ser perseguida política, pero ella no dejó de pertenecer al movimiento. 
Ya para 1974, “el oportunismo, la infiltración policiaca y nuestros propios errores habían contado con creces una cuota de muerte, desaparición forzada y encarcelamientos”. En ese momento ella pertenecía al movimiento de mujeres del FER.
Fue presa política en el penal de Oblatos, Jalisco, donde de inmediato se puso en contacto con Hilda Dávila, quien estaba al frente de la brigada de mujeres del FER. Su compañera le facilitó la vida carcelaria; pasaron más de cuatro años para que ella pudiera salir de prisión como parte de la Ley de Amnistía aplicada a las y los perseguidos políticos.
Durante los años de militancia, cuenta Bertha Lilia, “hubo momentos en que pareciera que los sentimientos estaban prohibidos; los duelos no se podían vivir completos, llorar a los nuestros era un lujo que no se podía dar sin correr riesgo”.
Entre quienes pasaron de niñas a guerrilleras y cuentan su historia en el libro también están Rosa María González Carranza, Marta Maldonado, Minerva Armendáriz, María de la Luz Aguilar Terrés y Guillermina Cabañas.
  


CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

Día Internacional del Trabajo: ellas laboran más y ganan menos

MONEDERO
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*



En México la participación del trabajo en el ingreso nacional –como factor de producción, masa salarial– es muy baja, apenas del 30 por ciento, mientras que la del capital alcanza el 70 por ciento restante; en el capital están reflejadas las ganancias.

Situación muy diferente a la que prevalece en los países desarrollados (Francia y Reino Unido), donde la proporción es justamente a la inversa.

Pero esta participación de las remuneraciones al trabajo no sólo es baja, sino que además en los últimos 30 años ha sido decreciente. Es muy importante porque ésta resulta determinante en el origen de la desigualdad, por tanto también en el desarrollo.

Las causas de esta masa salarial tan baja es la debilidad del empleo formal y la caída constante de los salarios. En ambos casos las más afectadas son las mujeres, tienen una participación minoritaria en el empleo formal y sus salarios son más bajos que los masculinos, es decir, existe una brecha de género.

La debilidad del empleo formal es clara. Durante la década 1960-70 la tasa de crecimiento del empleo formal era 10.8, 40 años después (2000-2010) esta tasa se desplomó a 1.3 puntos porcentuales. La generación de empleos formales es insuficiente, frente a la demanda provocada por el crecimiento demográfico, generando desempleo.

Para el largo plazo las remuneraciones al trabajo y el empleo formal se han rezagado con relación al ingreso nacional.

En el desempleo son las mujeres las que tienen las tasas más altas. Un desempleo que se compone de mujeres con experiencia en un 84.01 por ciento, así como de niveles de educación media superior y superior.

Aunque hay que señalar que en el grupo de desempleadas sin experiencia el número de mujeres es casi el doble que el masculino; cada vez son más las mujeres interesadas y necesitadas de ingresar al mercado laboral.

Su participación en la informalidad también es superior a la masculina. Datos de ENOE-Inegi indican que en marzo pasado la tasa de informalidad masculina alcanzó 57.7, frente a 58.4 puntos de la femenina.

En lo concerniente a la dinámica de los salarios y su influencia en la masa salarial, éstos han mostrado una clara tendencia a la baja, en especial a partir de la crisis de 2008. No es casual que durante los últimos 30 años (1981-2010) el PIB per cápita sea de apenas 0.63 puntos porcentuales.

Hay una precarización del empleo que se expresa claramente en el crecimiento del número de trabajadoras y trabajadores que sólo perciben hasta tres salarios mínimos, aproximadamente 6 mil pesos mensuales y son más de la mitad de la población ocupada.

Los puestos de trabajo creados desde fines de 2008 son mayoritariamente de bajo salario, en tanto que los de más de tres salarios mínimos han seguido reduciéndose. De acuerdo con la ENOE, en el primer trimestre de 2014 el número de empleos de más de tres salarios mínimos era de 1.5 millones inferior al registrado más de cinco años de iniciada la crisis, en el tercer trimestre de 2008.

Para las trabajadoras la situación es más crítica: de 2009 a 2014 (segundo trimestre) el número de trabajadoras que perciben hasta tres salarios mínimos pasó de 10.3 a 12.1 millones, un incremento del 17.5 por ciento. Aquí es necesario hacer hincapié que estas trabajadoras representan más de la mitad de la población ocupada, 61.1 en 2009 y 64.2 por ciento para 2014 (datos de ENOE-Inegi).

Simultáneamente el número de trabajadoras y trabajadores que perciben más de cinco salarios mínimos se reduce drásticamente, pero en mayor medida en las mujeres. Es un ingreso mensual de aproximadamente más de 10 mil 300 pesos mensuales (ver gráfica).

En 2008 había 1.4 millones de trabajadoras que ganaban más de cinco salarios mínimos; para 2014 esta cifra ya había disminuido a 971 mil 824, una caída de 46.7 por ciento, prácticamente la mitad menos. Como proporción de la población ocupada pasaron de representar el 8.4 al 5.2 por ciento.

Para la población masculina la situación también es grave: en 2008 el 13.5 de los trabajadores tenían un ingreso de más de cinco salarios mínimos, seis años después esta proporción bajó a 7.7 puntos porcentuales.

Sin embargo sigue siendo superior el porcentaje de trabajadores que percibe este nivel de ingresos; en las mujeres es menor la proporción de trabajadoras con ese nivel. La brecha de género ha disminuido pero persiste; las mujeres ganan cada día menos y trabajan más.
VER GRÁFICA AQUÍ

En el marco del Día Internacional del Trabajo, exigir mejores condiciones para las mujeres trabajadoras es una asignatura pendiente, pero requiere que las necesidades se conviertan en demandas.

Twitter: @ramonaponce
 *Economista especializada en temas de género.
  CIMACFoto: César Martínez López

Cimacnoticias | México, DF.- 

La Jenízara: Una chimuela que masca tuercas Bienvenidas las locas del di (des) ván.


lasillarota.com

Y de cómo me imagino a la Jenízara pintada por Matisse.

La Jenízara duerme debajo de siete edredones, y de una frazadita azul que le regaló su mamá. En verano como en invierno. Es muy acalorada de día y muy friolenta de noche, lo que no quiere decir que en entrañable compañía, no le suceda también acalorarse de noche.  El asunto de los edredones (y la frazadita) es muy importante porque le ofrecen protección y seguridad. Ella es lo que podríamos llamar: una miedosa consuetudinaria. Sus miedos son tantos y tan diversos, que a veces terminan fulminándose los unos a los otros, lo que es una ventaja. Les pongo un ejemplo: un día se fue la luz en su edificio. La lamparita de batería no estaba cargada, y de la última cena en su casa sólo quedaba un minúsculo resto de vela que duró como quince minutos. La oscuridad. Miedo uno: está encerrada en su casa y la oscuridad la envuelve y podría tragársela. Miedo dos: para liberarse del encierro es necesario descender a tientas, en ese cubo de escaleras angosto y sin ventanas.
              
Más de una vez la Jenízara le ha lanzado maldiciones al arquitecto: ¿qué tan retorcido y oscuro –justamente- tiene que ser un humano para no prever ni una sola ventana? El miedo uno la hizo pensar en bajar corriendo, el miedo dos la detuvo, dada la estructura claustrofóbica de las escaleras producto de la cabecita inhóspita de un arquitecto, a quien es probable que su mamá lo pellizcara de chiquito.
               
Ambos miedos se enfrentaron el uno al otro con una cierta ferocidad. A la Jenízara le sudaban las manos. “Oh, la pelea del Milenio”, podría haber dicho la Jenízara, como si esas cosas no le pasaran varias veces por semana. El enfrentamiento fue tan ríspido, que los miedos se noquearon el uno al otro. Y sí, cayeron tendidos sobre el piso de la sala,  y la Jenízara comenzó a sentir una paz y una armonía digna de mejores circunstancias. Tomó su libro, se sentó en su sofá, lo abrió, y comenzó a leer en voz alta sin ver nada.
              
Pero vuelvo al punto: además de la pila de edredones que permanecen en la cama todo el año, la Jenízara duerme abrazada de un almohadón delgado y larguísimo, casi de su tamaño, al que salvó de una canasta de almohadones en el Sam’s.  El cariño entre ellos se ha afianzado con los años y -dada su caballerosidad y ternura incondicional- el almohadón se llama Lancelot du Lac.
              
Pero no todo puede ser felicidad, ¿acaso el alma no se engrandece en los valles de lágrimas? Como solía decir la hermana Conchita en el Colegio para niñas de las Hermanas Siervas de Jesús Sacramentado, en donde la Jenízara hizo carrera (de obstáculos) desde el kínder hasta la prepa.  Con uniforme azul marino y calcetas blancas. Les cuento: la temerosa y a sus horas intrépida Jenízara se enamoró de un hombre barbudo que detesta los edredones. Y detesta –además- a Lancelot du Lac. Y sí, quizá a él de chiquito lo pellizcaba su papá.
                              
Las noches se convirtieron en un remolino de pasiones por las buenas y por las malas razones.  Primero, los remolinos productos de los éxtasis místicos (como también diría la hermana Conchita, devota de Santa Teresa de Ávila) que ahora no estoy en condiciones de narrar. Amanecí tímida, ruborizada y timorata.  Baste decir, que la Jenízara –en un arranque de gratitud sin límites ni fronteras- solicitó al Programa de Estudios de Género de la UNAM que instituyera y otorgara el Doctorado Honoris Causa a Kaliman (que así se llama el peludo cuando están solos en su casa) por su excelencia en la práctica del cunnilingus.  “A los feministos se les reconoce en la cama”, expresó la Jenízara por escrito en un breve texto al que tituló: “Lo personal es político”,  retomando –por una gran causa- el célebre lema de la segunda ola de los feminismos. La ceremonia de premiación fue muy emotiva. Algunas compañeras hasta lloraron.

En esta historia, en el papel de Kalimán: “El propio Kalimán”. 

En esta historia, en el papel de Kalimán: “El propio Kalimán”.
 Pero en la vida de todo hombre y de toda mujer llegan momentos en los que ya toca dormir. Apenas el abrazo se disuelve, el forcejeo comienza.  A continuación un ejemplo de una típica noche de desavenencia: Kalimán retira los edredones. La Jenízara los recupera. Él los retira de nuevo hasta que ya de plano los avienta. La Jenízara los recupera.  “Destápate tú que me tapo yo”, dice la Jenízara negociadora y con un hilo de voz. “Veinte kilos de plumas sintéticas nos separan”, dice él. “No son sintéticas, son de ganso”. Aclara ella ofendida. Ahorró por meses para cada uno de esos magníficos edredones protectores, no es cosa de permitir que los deshonren. “No comes nada que contenga ganso, pero no te molesta que les arranquen las plumas”, dice él. “Tienes razón”, dice ella. “Todos somos un mar de contradicciones. Seres ambivalentes y desplumados”.               
Para entonces la Jenízara ya  acaricia su piecito (el de él) con su piecito (el de ella) en un intento de soborno. “Más la frazada de tu mamá”, dice él.  “Me la regaló con tanto cariño porque sabe que tengo malos sueños”. “Pero aquí estoy yo, ¿por qué tendrías malos sueños?” Zas. La Jenízara se queda sin palabras. A veces retira la frazada. A veces un edredón o dos. “Deja todos los edredones en mi mitad de la cama”, insiste ella. “Es como dormir junto a un tamalito”, dice él.  “¿Qué tipo de tamalito?” dice ella.  “De esos tabasqueños de chipilín”, dice él. “Con esos sí que me identifico”, dice ella.
              
Casi siempre Kalimán se resigna y acepta  dormir bajo los edredones. No se acalora demasiado, parece que lo de aventarlos es para él más bien un asunto de principios. Ya están abrazaditos. Del lado derecho de la cama, la Jenízara, hipócrita y taimada, esconde a Lancelot du Lac, el más dulce caballero de la Mesa Redonda. “¿Hasta nombre tiene el estorboso objeto?”  Kalimán lo sabe pero finge demencia. “Un día se te va a olvidar el fulanete ese”, le dijo en los comienzos.  “Todos tenemos nuestras pequeñas manías, es un hecho”, dijo ella, como si lo suyo fuera la descubierta horizontal del hilo negro.  Apenas él se duerma la Jenízara va a abrazar a Lancelot y se lanzará con él en un abrazo profundo y como de principios del mundo. Como el tiempo ha pasado, una noche la frase subió de tono: “¿Alguna década de estas me lograré librar de ese pendejo?” Los diálogos transcurren –como suele suceder- entre sobaditas, chupetones,  lengüetazos y masajes de arañita.
              
Pero la Jenízara ya está muy preocupada, si continúan así, el inanimado Lancelot va a comenzar a tomar rostro humano. “A mí no me gustan los triángulos”, dice él, como si tuvieran en la cama a un vecino. “¡Es sólo un almohadón!”. “¿De verdad crees lo que me dices: ‘sólo un almohadón que no significa nada?’”. “No, no lo creo”. “¿Entonces qué significa?”. “Si no abrazo a Lancelot siento que me voy en un hoyo”. “¿Cuál hoyo?”. “Uno que puede abrirse en la cama durante la noche”.  “¿Te das cuenta que lo que dices es una burrada?”. “Sí, pero es mayor el miedo al abismo, que el miedo a decir burradas”.

“El abismo”, dice él.  Y la abraza rete bonito. “¿Y por qué mi abrazo no te salva del abismo?”. Mis queridas/os compañeras/os de viaje, ¿qué podría hacer la Jenízara (cualquier ser humano) ante esta pregunta?
 
La Jenízara (de nuevo un Matisse) apoyando su brazo izquierdo (para no caer en el abismo) en el cuerpo amarillo y relleno de plumas (sintéticas) de Lancelot du Lac, el más adorable caballero de la Mesa Redonda.

“Tendría que demandar a mis dos psicoanalistas”, piensa ella. “Por incapacidad de ayudarme a erradicar los abismos imaginarios de mi vida”. Luego se dice que todas/os nos rodeamos en nuestras casas y oficinas de objetos que nos protegen.  Lo que podríamos llamar “objetos contra-fóbicos”.  Ese “todas/os” que la inserta en los retruécanos de la condición humana la tranquiliza. Pero pasando de lo general a lo particular él dijo:
                             
                               “¿Por qué mi abrazo no te salva del abismo?”. 
          
Allí les dejo la frase como letrerito de neón a ver qué hacemos con ella en páginas venideras. Lo que significa: páginas por venir, y ninguna otra cosa.

Kalimán se duerme enfurruñado. La Jenízara se da una vueltita despacito (para no despertar sospechas), se abraza a Lancelot y hace una lista de respuestas posibles:

A) Porque de los abismos imaginarios no puede salvarse más que una misma. Eso suena muy bien. Muy psicoanalizado, muy militante. Pero es una verdad a medias.
B) Porque sólo quien con su amor te protege del abismo puede, con su desamor, lanzarte al abismo. Eso suena espeluznante y a verdad descarnada. (En este punto, ya es hora de poner de cabeza al San Antonio de la cocina).
C) ¿Me pellizcaron mi papá y mi mamá de chiquita?

“No hay manera de amar y ser amada, sin el riesgo de desamar y ser desamada”. Susto peludo y barrigón. La Jenízara muerde a Lancelot y le pica los ojos que no tiene, como si fuera un fantasma del pasado encarnado en almohadón. “Tú no me puedes traicionar, Lancelot”, le dice en un murmullo. “Por eso nos amaremos toda la vida con nuestro amor incondicional”.  La Jenízara siente que los siete edredones se mueven como si un cuerpo tan querido la buscara por debajo de las no sé cuántas capas de la tierra: “Ven para acá, mensa. Un día vamos a incendiar a tu chorizo de plumas en una gran hoguera”. “Me da miedo el fuego”, dice ella, “una vez vi incendiarse un campo entero”. “Siempre tienes ese tono optimista, como de nota roja. No te preocupes, consultamos antes al servicio meteorológico, la hoguera tendrá lugar minutos antes del principio de una tormenta tropical”.
              
Para dormir, no hay nada más entrañable que el bullicio de una tormenta tropical. Es científico. La Jenízara toma aire y se sumerge en su abrazo. “¿Ya ves que no hay hoyo alguno?”. “Ay, pero claro que no”. Quieta por unos segundos. Después desliza su mano derecha calladita, calladita, y busca el cuerpo –inanimado, sí, es verdad, inanimado- de Lancelot du Lac para estrujarle su piel de tela. Por si las moscas. Por si el barco se hunde. Por si el hoyo aparece.  Por si una emergencia.

“Soy una valiente”, que se dice la Jeni, en un segundo de encariñamiento con ella misma. Por aquello del positive thinking y “la auto-estima”, como dirían los manuales. “Soy una chimuela que masca tuercas”.

@Marteresapriego