11/07/2009


Como en Berlín, ¿por qué no derribar los muros de la esclavitud construidos por el capitalismo en el mundo?


Pedro Echeverría V.

1. Con la caída del Muro de Berlín en 1989, a pesar de que nada tuvo que ver con el socialismo o el comunismo -sino que sólo con gobiernos despóticos que durante 60 se autonombraron “socialistas”- se intensificó una gigantesca campaña anticomunista. El poderoso imperialismo del norte, los gobiernos burgueses de la mayoría de los países, los grandes empresarios y la alta jerarquía de la iglesia católica lanzaron a todos los medios de información a gritar que el capitalismo había triunfado, que la libertad, la democracia y el mundo libre habían borrado al comunismo del mapa mundial. La realidad es que quienes seguían los dogmas impuestos por la URSS lloraron de tristeza pero quienes desde 1968 –a raíz de la invasión soviética a Checoslovaquia- tuvimos claro lo que representaba la URSS y el llamado Pacto de Varsovia, lo vimos como natural.

2. El derribo del Muro de Berlín fue simbólico porque significó, en primer lugar, el derrumbe de la burocracia despótica que se autocalificaba como “socialista”, por lo menos desde la muerte de Lenin (1924) y, en segundo lugar, fue un enorme triunfo del capitalismo (Reagan, Thatcher, el Papa) que implantó la economía global de mercado sin el menor contrapeso. Fue la caída en una docena de países que hablaban en nombre del socialismo mientras oprimían a sus pueblos, pero también el fortalecimiento del imperio norteamericano y de todas las burguesías “nacionales” que continuaron sometiendo a la miseria y el hambre a sus pueblos. El socialismo marxista en el sentido de la implantación transitoria de la “dictadura del proletariado”, expropiación de los expropiadores, desaparición del asalariado y transición hacia el autogobierno nunca se dio.

3. Si bien los partidos socialistas y comunistas oficiales de casi todo el mundo usaron siempre como ejemplo de “sociedad socialista” a los gobiernos de la URSS y del bloque oriental, las izquierdas radicalizadas –las “nuevas izquierdas” que nacieron alrededor de 1968- fueron profundamente críticos de la URSS por sus “amoríos” de “coexistencia pacífica” con el gobierno de los EEUU cuando éste asesinaba a cientos de miles de campesinos en Vietnam. Los jóvenes izquierdistas nos hicimos maoístas, espartacos, muchos trotskistas, para luego acercarnos a los movimientos libertarios anarquistas. Así que la caída del muro no nos fue nada extraño porque el socialismo estaba muy lejos de construirse; porque en la URSS y otros países sólo había algo parecido a un “capitalismo de Estado”, una “burocracia socialista” o un “socialismo degenerado”.

4. Lo único que dolió fue que con la caída del muro y de la URSS como potencia económica y militar –ésta que durante décadas fue un importante contrapeso ante las amenazas y acciones criminales de los gobiernos yanquis- los EEUU se convirtieron en los amos indiscutibles del mundo. Esto se vino a demostrar con el bárbaro bombardeo que realizó Bush (padre) contra el pueblo de Irak el año de 1991 (Guerra del Golfo u Operación Tormenta), el bombardeo que Clinton ordenó contra Irak en 1998 (Operación Zorro del Desierto y las invasiones a Afganistán e Irak en 2003 impuestas por Bush (hijo… de puta) que hasta hoy con Obama –sin contrapeso alguno, continúa. La URSS, sin ser socialista en nada, era una gran potencia que competía con los EEUU y estaba más cerca de los países del llamado “tercer mundo”.

5. Analizar y discutir por qué la URSS, China o Checoslovaquia, etcétera no fueron nunca socialistas, mucho menos comunistas, corresponde a otros artículos y deben partir desde tener muy claro qué es socialismo y comunismo, cual es el papel del proletariado y su gobierno, cuáles son las condiciones para que estas sociedades pudieran ser realmente igualitarias y autogestivas, etcétera. No basta con que un gobierno se autonombre democrático, justo, libertario, socialista, de los trabajadores, para que lo sea; en la historia se ha demostrado que todos esos autocalifacativos se han empleado para hacer propaganda ideológica en la que suelen caer los gobernados. Mientras en un país haya trabajo asalariado, plusvalía, acumulación capitalista, gobiernos jerárquicos, el capitalismo sigue presente a pesar de que se tenga la voluntad de ser socialista.

6. ¿Por qué el capitalismo triunfó con la caída del muro, de la URSS y de los demás gobiernos de la “Europa del Este”? Porque sigue demostrando que la explotación del trabajo obrero y campesino es eterna, que el dominio de unos cuantos millonarios en el mundo aún perdurará, que las fuerzas del ejército y la policía pueden imponer su poder represivo, que los medios de información son capaces de mediatizar a la población con programas imbéciles y que la educación podrá seguirse orientando como la ideología de la clase dominante. Para el imperialismo y los medios a su servicio es muy importante seguir hablando que con la caída del Muro de Berlín el pueblo se liberó de la esclavitud comunista. Para la izquierda radical consecuente el desplome del Muro sólo fue un fenómeno más del fracaso de un proyecto que fue sepultado desde sus inicios.

7. Nuestra obligación como marxistas, bakunianos y libertarios es derribar todos los muros de la explotación y la opresión que mantienen a todos los pueblos en la esclavitud capitalista. A nosotros la caída del Muro de Berlín nos dio nuevos bríos porque con ello se demostró que el proyecto socialista o autogestivo no puede descansar en un partido, en una organización jerarquizada y autoritaria porque además de ser un fracaso debe combatirse. La década de los sesenta, en particular las batallas de 1968, demostró que las revoluciones o luchas sociales dirigidas por líderes y partidos suelen negociar y venderse; enseñó que en adelante las luchas sociales tienen que rebasar todas la direcciones burocráticas para instalar direcciones colectivas, rotativas y obedientes a las asambleas y reuniones de masas. ¡Hay que derribar todos los muros, pero en serio!

pedroe@cablered.net.mx

Este 11 de Noviembre

¡¡¡TODAS Y TODOS A PARTICIPAR ACTIVAMENTE

EN EL PARO NACIONAL!!!

El golpe autoritario del gobierno contra el Sindicato Mexicano de Electricistas es un golpe contra la Constitución, la legalidad y los más elementales derechos humanos y laborales; es la culminación de toda una nueva ola de ataques contra la población, como el alza de impuestos, para hacernos pagar como siempre las consecuencias de la crisis económica, y para destruir toda forma de resistencia y organización independiente.

Por eso, participa en el Paro Cívico Nacional del 11 de noviembre, porque apoyar al Sindicato Mexicano de Electricistas es defender tu propio derecho al trabajo y a una vida digna, y porque ya es hora de protestar por todos los agravios del gobierno contra el pueblo trabajador.

Rechacemos las medidas autoritarias del gobierno federal que para golpear al SME cierra inconstitucionalmente una empresa pública. ¡No dejemos que hagan del patrimonio de todas y todos una ganancia privada!

Para beneficiar a los empresarios que lo encumbraron en el poder, Felipe Calderón pretende que seamos las y los trabajadores quienes paguemos los costos de la crisis que ellos provocaron. Paremos esta nueva embestida contra el pueblo: NO MAS IMPUESTOS para que sigan siendo, ellos sí, los verdaderos privilegiados de este país mientras millones vivimos en la miseria y el desempleo.

Detengamos la brutal campaña de mentiras que dicen en los periódicos, la radio y la televisión, cuyos dueños se benefician del golpe al SME. Somos trabajadores luchando por nuestra fuente laboral, nuestros derechos; el derecho de nuestros hijos a la salud y a la educación. No te dejes engañar por quienes servilmente justifican a un gobierno totalmente contrario a los intereses de México y sus ciudadanos. Con el Paro Nacional divulguemos la verdad.

Participa con tus propias demandas, hay muchas formas de hacerlo:

Haz falta colectiva o con tus compañeros para tu centro de trabajo; sal a la calle a manifestarte, reparte volantes, escribe consignas en el transporte público y las paredes, envía correos de protesta a las autoridades, difunde los planteamientos del SME y contra el alza de impuestos, llama a las estaciones de radio y a los periódicos; coloca carteles con consignas en favor del SME, contra el autoritarismo del gobierno y por tus propias reivindicaciones. Apaga la luz de 19.30 a las 21:30 horas. Inventa tu propia forma de manifestarte, pero ¡¡¡HAZLO!!

Ayer fueron los mineros, Hoy son los electricistas, mañana podrías ser tú

¡Todos y Todas al Paro Cívico Nacional!

ALTO A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES !

Stop The Cycle of Violence Against Women!



Golpistas impresentables


José Enrique González Ruiz

josedesoledad@hotmail.com


Por más vueltas que le dan, a Micheletti y Vázquez se les asoma el rabo golpista.

Todo el discurso reformista de Barack Obama se destiñe cuando se analiza la situación de Honduras, donde un gobierno de facto (sólo reconocido como "interino" por la cadena televisiva CNN), se mantiene por medio de la violencia. Romeo Vázquez y Roberto Micheletti pretenden hacer creer al mundo que gobiernan dentro de un marco constitucional, cuando lo hacen por medio de la fuerza bruta. Son titulares de un poder fáctico, ajeno a cualquier sustento constitucional.


Obama ganó la Presidencia deslindándose de las peores acciones de Jorge Bush. Pero hasta hoy no ha podido retirar a los soldados estadunidenses de Irak, ni cerrar el campo de concentración que su ejército tiene en Guantánamo. Tampoco puede retirar a los golpistas de Honduras. ¿Cuáles pueden ser entonces sus méritos para recibir el premio Nobel de la Paz? No parece haber muchos.


La evidencia es clara: más allá de los poderes formales que representa Obama, hay grupos que toman las decisiones cruciales del imperio. Cuando el representante del gobierno estadunidense en la OEA criticó a Manuel Zelaya por retornar a Honduras, se reveló la verdadera actitud imperial.


A la luz de lo ocurrido a John F. Kennedy, se advierte lo complejo de la situación de Obama. Quizá por temor a un atentado es que incrementó el número de soldados norteamericanos en Afganistán, sembrando dolor y muerte en la población.


Los golpistas son insostenibles


Como cuentan con el respaldo de los empresarios hondureños, Roberto Micheletti y Romeo Vázquez se sienten muy seguros. Rechazaron incluso la extinta propuesta de Óscar Arias, que en su momento les dio una salida airosa del atolladero en que están metidos. Pero se dejaron llevar por la soberbia y creyeron que con la debilidad de Obama y el apoyo de Clinton podrían controlar las próximas elecciones.


Pero el mundo no está para gorilas y por eso son rechazados en todos lados. Su único respaldo real es el de Estados Unidos, que ha dado indicaciones al Fondo Monetario Internacional para que les preste "ayuda humanitaria".


Lo más importante para el impero es la base militar de Palmerola, enclave norteamericano para controlar militarmente la región del istmo centroamericano.


El problema para USA es cómo garantiza la impunidad de Vázquez y de Micheletti, a quienes el movimiento popular quiere ver en la cárcel. En una eventual negociación, tendrían que responder por los daños que causaron con su golpe militar.


La oligarquía se desmarca


El retorno del presidente Zelaya es la clave del asunto; no en vano disgustó tanto a los funcionarios imperiales. Su presencia en la embajada de Brasil fue el detonador de la aceleración de la protesta ciudadana.


Un sector de la oligarquía hondureña se desmarcó ya de los golpistas. Los presionan para que dejen sin efecto los decretos que suspenden las garantías ciudadanas, a fin de no cargar las consecuencias de esos actos. Y eso que estuvieron entre los promotores del golpe.


El movimiento de resistencia al gobernante de facto va ganando la batalla. Aunque es el que lleva sobre sus hombros el peso de la represión. Los asesinatos, los despidos y la persecución son pan de cada día. Pero se ha mantenido una férrea respuesta al golpismo, la cual será determinante en su caída.


Por más que formen parte de los planes imperiales para nuestro continente, Micheletti y Vázquez terminarán su usurpación y Manuel Zelaya retomará la Presidencia. Las luchas populares tardan en triunfar, pero finalmente lo logran.


Obama, Nobel de la Paz


Adolfo Pérez Esquivel / Agencia Latinoamericana de Información

info@alainet.org

Reciba el fraterno saludo de paz y bien.


En primer lugar mis felicitaciones por la designación como premio Nobel de la Paz 2009, esperando que la misma contribuya a fortalecer la paz en su país y el mundo, frente a los conflictos y situaciones donde EU está involucrado y que pueda contribuir a restablecer los lazos de cooperación y solidaridad entre los pueblos.


Tengo que señalarle que me sorprendió la noticia de su designación. Sé de sus valores humanistas y decisión de superar los graves problemas que afectan a su país y el mundo. Que quiere hacer realidad el sueño de Luther King, ése gran luchador por los derechos civiles en su país, para superar las injusticias a fin que todos y todas podamos sentarnos en la misma mesa de la fraternidad y compartir el pan que alimenta el cuerpo y el pan que alimenta el espíritu y construir los caminos de la libertad. La paz es la construcción permanente entre las personas y los pueblos, en la diversidad y la unidad.


Señor presidente, EU tiene grandes desafíos tanto en lo interno, como a nivel internacional. Se necesitan decisiones políticas para superar los conflictos armados que afectan a la humanidad y en los que su país está involucrado. No se ha logrado erradicar la tortura ni el cierre de las cárceles en Guantánamo, que EU tiene en Cuba y la de Abu Graib en Irak. Hasta el momento no fue posible llevar adelante la decisión que usted ha manifestado en reiteradas oportunidades: poner fin a la guerra en Irak y Afganistán. Los pasos dados son muy débiles e incipientes.


En América Latina es urgente terminar el bloqueo inmoral e injusto contra Cuba que ya lleva casi 50 años, la liberación de los cinco prisioneros cubanos en EU y permitir la visita de sus familiares que hace 10 años no logran la visa para poder ver a sus seres queridos, lo que viola el derecho humanitario.


Si bien sus declaraciones son esperanzadoras es necesario concretarlas en la práctica siendo coherente entre el decir y el hacer, y encontrar los caminos alternativos de construcción social, cultural y político que permitan cambiar las relaciones entre EU y los pueblos, muchas veces conflictivas y no de integración y respeto a la diversidad y soberanía de otros pueblos.


La instalación de siete bases militares norteamericanas en Colombia, no contribuyen a la paz. Por el contrario, intensifican los conflictos y ponen en peligro las democracias en Latinoamérica. Un ejemplo es el golpe de Estado en Honduras, que no podría haberse llevado a cabo sin la participación del gobierno de EU.


Señor presidente, usted está frente a grandes desafíos y bien sabe que no puede asumirlos una sola persona. Los pueblos deben ser partícipes y protagonistas de la construcción de nuevos paradigmas de vida y llegar a hacer realidad sociedades más justas y fraternas.


Escuche la voz de los pueblos y no se deje manejar por quienes siempre buscan privilegiar el capital financiero, imponer sus propios intereses, económicos, políticos y militares sobre la vida de la humanidad. Son quienes destruyen el medio ambiente, las libertades ciudadanas y generan el hambre, la pobreza y marginalidad.


Tenga presente que la FAO ha señalado que mueren por día más de 35 mil niños de hambre en el mundo. Usted, como presidente de EU y premio Nobel de la Paz tiene que optar y decidir el camino a seguir: o continúa aumentando el presupuesto militar, torturando e invadiendo otros pueblos, o está dispuesto a construir la paz, superar el hambre, el analfabetismo, la desigualdad social y construir un "nuevo contrato social" para la humanidad, de respeto e igualdad para todos y todas.


Señor presidente, le deseo mucha fuerza y esperanza y espero que su designación como premio Nobel de la Paz contribuya a fortalecer la gobernabilidad en su país, fundamentalmente, lo reitero, para estar al servicio de los pueblos y el mundo. Aquellos que hemos sido galardonados con el Nobel de la Paz, esperamos sumar esfuerzos y caminar juntos.

Esperamos con esperanza que sus próximos pasos y decisiones sean en la dirección correcta.

Le reitero el saludo fraterno de paz y bien.


La cofradía burguesa y el

internacionalismo proletario

Mario Rivera Ortiz
cuini@prodigy.net.mx


Ahora vamos a escribir brevemente sobre las relaciones de fraternidad de los grupos sociales fundamentales de la sociedad capitalista; más precisamente, sobre los actos de solidaridad política y militar dentro de ellos a través de las fronteras geográficas y a partir de su plasmación como clases sociales: en otras palabras, trataremos sobre el internacionalismo proletario y de su contraparte, la hermandad burguesa internacional, partiendo de que ambos tipos de relación siempre fueron instrumentos estratégicos en la lucha de clase contra clase. Unirse entre sí y hacer todo lo posible para mantener dispersa la clase social contraria, fue un elemento constante en la obligada convivencia de burgueses y proletarios durante la modernidad.


1. La hermandad burguesa. Las burguesías de todos los países del mundo han pasado su existencia riñendo mutuamente en las guerras nacionales a fin de ejercer la rapiña fuera de sus fronteras y frenar la lucha de clases al interior de sus países. La solidaridad en general nunca fue un sentimiento propio de esta clase social, pues en términos generales es la más egoísta de cuantas han existido, en obediencia a su posición en el proceso productivo y a sus principios "morales"; pero cuando el poder burgués ha estado en peligro, en cualquier parte del mundo, los Estados capitalistas y sus gobiernos, de izquierda o de derecha, se unen para aplastar irremediablemente la insurrección que los amenaza. ¡Esa es la regla!


Pero después del 11 de septiembre de 2001, iniciada la guerra contra el pueblo de Afganistán, las palabras "terrorismo", "narcotráfico" y "eje del mal", se convirtieron en el santo y seña para convocar a la defensa del orden imperial-burgués, primero bajo el mando de George Bush y ahora de Barack Obama.


Con tal objetivo los estrategas del imperio dieron en montar corralitos de exterminio para estrangular, uno por uno, a los pueblos con más riquezas que expropiar o aquellos que más resisten a sus afanes de conquista y esclavización.


Las formas de acción fundamentales de la hermandad imperial "antiterrorista" y "antinarco" son las siguientes: a) seleccionar a un país o grupo de países soberanos ricos en gas, en petróleo y/o que pueda representar una amenaza a la soberanía del imperio; b) satanizar la víctima escogida con las palabras malditas y aislarla políticamente para justificar la agresión militar masiva y sofisticada con el apoyo irrestricto de los medios de comunicación conservadores y liberales; c) utilizar los instrumentos bélicos y políticos ya existentes o crear otros especiales para el caso, como el Consejo de Seguridad de la ONU, la OTAN, la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad), la OEA, el TPI-Y (Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia), la híbrida Unasur, la OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica), la DEA, otros, con sus ejércitos de gendarmes, "contratistas", mercenarios, y lumpens; d) ampliar la red de cárceles de alta seguridad y tortura de prisioneros, al estilo de Guantánamo; e) activar o crear nuevas instituciones para el control político, ideológico, jurídico y cultural individual y de masas, como el premio Nobel, premio Príncipe de Asturias, Amnistía Internacional y los ombudsman de todos los colores, etcétera, y, f) invadir y saquear la presa (en los museos de Bagdad los yanquis y británicos no dejaron un ladrillo).


El frente mundial burgués actual está integrado por las más poderosas potencias capitalistas y sus satélites: EU, Unión Europea, Israel, Pakistán, Colombia y se ha transformado en un poderoso aparato de destrucción y conquista que ha causado la muerte a cientos de miles de seres humanos en unos cuantos años. Sólo para descuartizar Afganistán, se han concentrado hasta ahora más 100 mil soldados invasores de 42 nacionalidades distintas y sobre Haití están varios miles de mercenarios pagados por los gobiernos de Brasil, Colombia, Perú, Argentina y otros países latinoamericanos.


Los mismos anatemas de "terrorismo" y "narcotráfico", "eje del mal", con algunos dólares adicionales, sirven también al imperio, para lograr apoyo logístico de algunos gobiernos de los países que circundan las regiones acorraladas y para paralizar dentro de ellos cualquier acción solidaria en favor de las poblaciones masacradas: Rusia, Kirguistán y Tayikistán, por ejemplo.

Entonces, en resumen, hasta ahora el imperio mantienen en el mundo cuando menos los corralitos de Afganistán, Irak, Irán, Palestina, Cuba, Venezuela, República Democrática Popular de Corea, Haití y el territorio controlado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.


Pero la política internacional de los verdaderos terroristas y narcotraficantes en grande, tiene su historia, no es, que digamos, muy nueva:


Recordemos que en Francia, en el año de 1871, durante la lucha contra la Comuna, los ejércitos burgueses: el prusiano vencedor y el francés vencido, hicieron las paces y luego confraternizaron en la matanza de miles de proletarios parisinos.


En octubre de 1873, Austria, Rusia y Alemania, a iniciativa de Bismark, concertaron una alianza tripartita, o sea, un acuerdo de acción común en caso de "disturbios en Europa", con miras a reprimir conjuntamente el movimiento revolucionario y sobre todo de la I Internacional de Trabajadores.


En los años de 1950 la agresión contra la República Democrática de Corea se consumó bajo la sucia bandera de la ONU.


En México, durante los años 1960, la Border Patrol de Estados Unidos, entregó a varios guerrilleros mexicanos a la policía política mexicana, sabiendo perfectamente que iban hacia la tortura y la muerte.


El gobierno mexicano del presidente Ernesto Zedillo, violando sus propias leyes y apoyado por la SIDE argentina y la CIA norteamericana, entregó al revolucionario Enrique Gorriarán Merlo al gobierno de Menem, en octubre de 1995.


2. Hablemos ahora un poco del movimiento internacional del proletariado, o sea, el de la noble multitud.


A este respecto Jean Paul Sartre dice que el internacionalismo proletario como gran movimiento mundial, nació en el año de 1968 y que se trataba del acontecimiento más trascendente de los últimos años.[1] Nosotros diríamos, que aún ahora en el 2009, no es un hecho general y cotidiano en un mundo convulso que lo requiere a gritos; sin embargo, actos aislados de confraternización internacional del proletariado se sucedieron desde tiempo antes. Citemos algunos ejemplos:


Los hijos del pueblo polaco, Wroblevski y Dombrowski, fueron electos generales de la Comuna de Paris siendo extranjeros, ya en 1871; [2] las heroicas brigadas internacionales defendieron la República española en 1936 contra el fascismo franquista; los voluntarios chinos enfrentaron a las tropas norteamericanas en 1952 al lado de sus hermanos coreanos; las revoluciones de Vietnam y Cuba fueron objeto de grandes manifestaciones de apoyo de parte de la Unión Soviética y otros países; las tropas cubanas lucharon en Angola durante los años de 1986-1988, hasta derrotar a los invasores sudafricanos, etcétera.


Ciertamente, por la misma época una gran masa de obreros franceses, ingleses, norteamericanos, italianos y demás, dormían tranquilos sobre la alfombra del confort democrático, mientras que las burguesías nacionales e imperialistas remodelaban su estrategia bélica en los ensayos de las Islas Malvinas (1982), Libia (1986), Panamá (1989), Irak (1992) y Yugoslavia (1999).


Entonces, ahora, ante la realidad de los corralitos del imperio están apareciendo nuevas formas de solidaridad mundial de la noble multitud, porque ésta ha comprendido que las batallas aisladas están condenadas al fracaso. ¡Es demasiado poderoso y perverso el enemigo! Ni siquiera modelos de defensa nacional como el cubano que involucra a todo el pueblo o el recientemente decretado por el presidente venezolano Hugo Chávez, con sus Comités de Defensa Integral y la reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar obligatorio, podrían sobrevivir aislados dentro de los corralitos imperiales sin un amplio y decidido apoyo internacional. Puede haber heroicas intifadas, ni duda cabe, pero no victorias definitivas. Se requiere la acción conjunta y coordinada de los pueblos de todo el mundo o cuando menos en vastas regiones geográficas, para vencer al enemigo común, tal y como lo hace ahora el contra-corralito asiático que está combatiendo a las fuerzas invasoras de la OTAN-ISAF y socios, en Afganistán.



[1] Jean Paul Sastre, La Revolución Estudiantil, EDUCA, San José de Costa Rica, 1971, p.108.

[2] O. P. Lissagaray, Historia de la Comuna, Hispánicas, Méx. DF., 1987.



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Entrevista a Michael Löwy, uno de los primeros estudiosos del pensamiento del Che

Ernesto Che Guevara. Sombras y luces de una memoria siempre presente

contretemps

Traducido para Rebelión por Caty R.



Imagen del Che y su memoria en Francia

Nadie puede negar que en la actualidad la imagen del Che se ha convertido en un fenómeno comercial, sin embargo, ¿cree que eso tiene aspectos positivos? ¿Qué piensa de películas como la de Soderbergh (1) que juegan en un doble aspecto: la voluntad de que el gran público descubra al Che y que al mismo tiempo produzcan beneficios?

No podemos hablar de aspectos positivos, se trata simplemente del síntoma de un interés, de una simpatía, de una atracción que no siempre es muy política, pero que existe y da testimonio de algo. Eso no tiene aspectos positivos ni negativos, pero es interesante porque manifiesta un cierto estado de ánimo, sobre todo entre los jóvenes.

Con respecto a las películas de Soderbergh, éstas se rigen por las leyes del beneficio, como todo el cine. No son muy políticas. Se concentran en la faceta del combatiente heroico, el mito, la biografía. Sin embargo, la lucha y los retos políticos de la vida del Che se abordan de una forma muy limitada. Esos son los límites de la película. Al mismo tiempo, vemos que el cineasta simpatiza con el Che, y una vez más el punto más interesante de la película es sobre todo su éxito, que de nuevo indica un interés del público por saber más sobre el Che, por conocer mejor su biografía. Este aspecto es un auténtico síntoma representativo de una cierta manifestación pero sigue siendo superficial. La película en sí misma no es mala, pero no es muy profunda.

Su último libro (2) sobre el Che Guevara, ¿puede ser un despertador de la conciencia? ¿Y quiénes son los destinatarios? ¿Los jóvenes, la clase política?

En realidad no está destinado a la clase política, sino a todas las personas que se politizan, que se interesan, jóvenes o menos jóvenes, ¿Que si es un despertador de conciencia? Las personas que compran el libro ya tienen una conciencia, si no la tuvieran no harían nada o, como mucho, comprarían una camiseta. El libro puede ayudarles a profundizar esa conciencia, a conocer mejor los desafíos políticos más allá de la biografía, más allá de lo que hace Soderbergh. El libro puede desempeñar ese papel de ayudar a dar un paso más en el conocimiento del mensaje del Che, un mensaje revolucionario, anticapitalista, un socialismo diferente. Nos gustaría que las personas que lo lean quieran traducir esas ideas a la práctica, y esperamos que quieran comprometerse políticamente, que militen en los movimientos sociales, en el «Nuevo Partido Anticapitalista». Pero no hay una relación directa entre el libro y una práctica política.

¿Cómo ha evolucionado la percepción de la figura del Che en Francia?

En los años 60 hubo una primera percepción del Che por la izquierda radical. Especialmente en las Juventudes Comunistas Revolucionarias, JCR (3), en torno a Bensaid (4) y Jeannette Habel (5), para quienes Guevara es tan importante como Trotski, de quien traducían los textos. Fue una referencia importante para las JCR y también para otros, especialmente para algunos que se reivindicaban maoístas. Algunos se consideraban «guevaristas», como Debray (6) por ejemplo. La recepción de Guevara fue importante, estuvo presente en Mayo del 68 y en los años siguientes. Y no sólo el Che guerrillero, ellos reivindicaban precisamente su crítica de la Unión Soviética, su concepción del socialismo. Al Che se le veía como un pensador marxista en los años 60-70.

Reinterpretación de la imagen del Che

En el Che Guevara hay aspectos que si se malinterpretan pueden suscitar contradicciones, como es el caso de su autoritarismo. ¿Se puede explicar, sin embargo, por las condiciones extremas de la guerrilla?

No creo que se trate únicamente de la guerrilla. El aspecto autoritario está presente en el Che, sobre todo al principio, porque una parte de su formación política se hizo en el movimiento comunista estalinista. En algunos de sus textos, cuando era muy joven, escribió «viva Stalin», eso demuestra que aceptaba, hasta cierto punto, esa visión autoritaria de la política que era la del movimiento comunista estalinista. Al principio admiraba la Unión Soviética, admiraba el campo socialista y los consideraba un modelo a seguir.

Sin embargo, muy pronto muestra una sensibilidad antiburocrática, radical contra los privilegios. Desde el principio, y de forma creciente, es sensible a la cuestión de la libertad de expresión, de opinión. Afirmó que las divergencias no se arreglan a porrazos. No creo que la guerrilla fuese la causa esencial, aunque pudiese reforzar ciertas prácticas del mando. Son los límites de su formación política, pero muy pronto el autoritarismo cedió el paso a esa sensibilidad democrática radical, antiburocrática, igualitaria. Fidel Castro ha experimentado la misma evolución. Antes de empezar la guerrilla se definía como jacobino, y también tenía ese aspecto autoritario. La guerrilla pudo reforzarlo pero no era el punto de partida.

Parece que se ha establecido una reescritura histórica negativa cuando se habla del Che (UMAP (7), el verdugo de «La Cabaña» (8), el Che sexista…) ¿Cómo se puede explicar esta propaganda «antiguevarista» mientras que los escritos del Che, por lo tanto huellas históricas, parecen demostrarnos lo contrario?

El Che no era ni más ni menos sexista que la media de los militantes revolucionarios de América Latina de esos años. Ignoraba las cuestiones feministas. Son limitaciones obvias, pero no propias del Che.

Por principio, nosotros estamos contra la pena de muerte, humanamente es inaceptable, por lo tanto no vamos a justificar ni esas ejecuciones ni otras. Admiramos mucho a los sandinistas porque cuando llegaron al poder abolieron la pena de muerte. Sin embargo hay que tener en cuenta el contexto. En Cuba, tras derrocar una dictadura feroz, la multitud reclamaba justicia y estaba dispuesta a hacerla ella misma linchando a los responsables de la represión, los asesinos, los torturadores, los jefes de policía. Se instituyeron los tribunales para evitar que esa justicia popular expeditiva juzgase a los verdugos. Era una justicia relativamente expeditiva, pero los tribunales escuchaban y juzgaban aunque a menudo condenasen a muerte. En comparación, no es muy diferente de lo que hicimos en Francia cuando la liberación. Establecimos tribunales excepcionales y condenamos a los colaboracionistas. En Cuba ejecutaron a 500 ó 600 personas, en Francia por lo menos diez veces más. Los que llaman al Che «verdugo de La Cabaña» deberían decir «De Gaulle, los resistentes, una banda de verdugos y asesinos» Nadie ha dicho nunca eso en Francia salvo la extrema derecha fascista.

Si por principio estamos contra la pena de muerte en Cuba en 1960, en China, en Estados Unidos, en Francia cuando la liberación, entonces condenemos el principio en todas partes del mundo. Pero decir que sólo el Che fue un asesino es absurdo. Se puede decir que estamos ante una política de guerra fría, de doble rasero: si nosotros actuamos así, tenemos razón, pero si los demás actúan de la misma forma, entonces ellos cometen un error. Es la ideología de la Guerra Fría. Hay que relativizar las cosas a la luz del contexto.

He leído cosas sobre los campos de trabajo, y también los testimonios de personas que trabajaron con el Che. No niego la existencia de esos campos, pero no parece que fueran «gulags» tropicales, ya que el Che enviaba allí a sus colaboradores por un período de semanas o un mes. No me parece un buen método, pero tampoco hay que exagerar, esos campos eran campos de trabajo a los que el Che enviaba a sus colaboradores por pequeños problemas y ellos volvían y retomaban su trabajo como antes.

Machover (9) presenta al Che como un ser sanguinario, atraído por la muerte, que arrastró consigo vidas enteras a un combate inútil y perdido de antemano. ¿Cómo se pueden decir esas cosas sabiendo contra qué luchaban los jóvenes y esas organizaciones? ¿Por qué los gobiernos actuales toleran ese punto de vista y no rinden un homenaje a la «Junta de Coordinación Revolucionaria» (10) creada en abril de 1974?

Es cierto que existió el asunto de «La Cabaña», pero el mejor ejemplo de que el Che no era en absoluto un verdugo sanguinario es cómo trataba a sus prisioneros. En el diario Pasajes de la guerra revolucionaria cuenta cómo actuaba, exigía que sus soldados respetasen a los prisioneros. Hay testimonios de personas que vieron como prohibía que se atacase a los prisioneros, y en Bolivia existen montones de pruebas. En El diario de Bolivia, muchos pasajes confirmados por testigos lo demuestran. Por ejemplo, los guerrilleros estaban ocultos en las montañas de Bolivia, dos oficiales del ejército los espiaban y fueron capturados. En cualquier ejército del mundo, cuando se captura a un espía se le fusila, es la ley de la guerra, sin embargo, el Che no sólo no les fusiló, sino que les impartió una clase de política para explicarles los objetivos de la rebelión y después los liberó. Hay otra anécdota típica sobre el Che. La contamos en el libro. Ernesto podía ver a los soldados desde donde estaba escondido. Pasó un camión del ejército con los soldados dentro, el Che se preparó para disparar, no corría ningún riesgo, él estaba en alto y los soldados abajo, pero vio que tenían frío, iban tapados con una manta, y sintió compasión, le dieron lástima. Ése era el verdugo sediento de sangre.

Tampoco se puede decir que le atraía la muerte y que emprendió una batalla inútil y perdida de antemano. Sin duda creía en lo que hacía, y aunque cometió errores para él no se trataba de una batalla perdida de antemano. En absoluto era un suicidio político. Pensaba que había una posibilidad, y no estaba totalmente equivocado, porque Bolivia era un país con una dictadura, un país en el que había una tradición de lucha, obreros, campesinos, una izquierda. Pero es verdad que el Che no supo cómo integrarse en esos movimientos sociales, cómo aliarse con ellos. Tuvo problemas, fue traicionado por los partidos de izquierda. Al principio, dichos partidos le apoyaban, después le dejaron caer, pero su lucha no era absurda ni estaba perdida de antemano. Los que le acompañaron en su combate sabían lo que hacían, no obligó a nadie. Dijo «los que quieran venir conmigo, que vengan». Además eran sus amigos, sus antiguos lugartenientes… los que aceptaron, arriesgaron sus vidas y no murieron todos, algunos sobrevivieron.

Lo mismo se puede decir de todos los jóvenes que lucharon en la «Junta de Coordinación Revolucionaria», las personas del MIR, las personas de la guerrilla brasileña, de todos los que lucharon contra las dictaduras en América Latina. Muchos murieron, otros sobrevivieron, no era un combate inútil, ni absurdo, ni perdido de antemano; el problema real se basa en el hecho de que la gente piensa que si perdieron fue porque no tenían razón. Es una forma determinada de escribir la historia que debemos rechazar totalmente, es el punto de vista del vencedor, los ganadores vencieron porque tenían razón, los perdedores perdieron porque estaban equivocados.

En efecto, habría que rendir homenaje a aquellas personas de la «Junta de Coordinación Revolucionaria» que intentaron heroicamente, con grandes dificultades, luchar contra las espantosas dictaduras en América Latina; no triunfaron, fracasaron, fueron abatidos y sin duda cometieron errores. Se pueden cuestionar sus estrategias y sus tácticas, pero no su valentía y su dedicación. En primer lugar, intentaron hacer lo que era necesario, es decir, enfrentarse a las dictaduras. Estoy de acuerdo, sería necesario rehabilitarlos, pero por desgracia no se da el caso. Como mucho se está empezando a perseguir a los militares asesinos y torturadores en algunos países, y ya es un paso.

También se acaba de publicar un manuscrito del Che que ha estado en el cajón durante 30 años, hay que preguntar ¿Por qué? Dicho manuscrito es una crítica del manual económico-político soviético, y es muy interesante porque muestra hasta qué punto el Che en la última etapa (1966) era crítico con el modelo soviético en todos los ámbitos, incluidas la libertad de expresión, la democracia, el modelo económico basado en la economía de mercado… y la ausencia de internacionalismo. En otras palabras, se trata de una crítica en regla del modelo soviético. Vemos que el Che intentaba crear un modelo socialista alternativo. Es muy importante, aunque sea fragmentario, aunque los contenidos sean sobre todo notas y comentarios. Es un documento muy interesante, está bien que se haya publicado y es una lástima que se no publicase treinta años antes.

Reescritura ideológica de la memoria del Che

¿Cómo se puede explicar que la memoria del Che, que desapareció durante muchos años, se redescubra ahora? ¿Significa que el Che va más allá del icono romántico? ¿En Europa se le considera un auténtico teórico marxista?

La memoria del Che nunca desapareció totalmente, siempre ha estado presente, a veces un poco marginada. Podemos decir que ha sufrido la curva ascendente y descendente del estado de ánimo, de la conciencia, de la lucha revolucionaria en el mundo. Primero conoció un gran auge en los años 60-70, después un declive en los 80 con el punto más bajo en 1991, con el «fin de la historia», de la utopía, la muerte de Marx, el fracaso de los sandinistas (11), la anunciada disolución de la Unión Soviética. Pero, muy rápidamente, la imagen del Che vuelve al primer plano cuando resurgen las ideas radicales anticapitalistas y revolucionarias. Y no es por casualidad que el primer movimiento que relanzó una dinámica radical, utópica y revolucionaria fueran los zapatistas en 1994. Éstos se formaron en el guevarismo, por lo tanto es lógico que empiece un nuevo ciclo radical con el guevarismo.

Sin embargo para la mayoría de las personas, incluso las que le tienen simpatía, el Che continúa siendo el icono, es decir, que conocemos muy pocos elementos de su biografía; el hecho de que alguien tenga la valentía de dejar su puesto de ministro para relanzar la lucha revolucionaria impresiona porque es un comportamiento insólito en los altos cargos políticos. Existe ese lado romántico que suscita la simpatía. Películas como las de Soderbergh contribuyen a extender esta imagen, pero su pensamiento se conoce mucho menos. Están las obras publicadas, los libros, pero se difunden mucho menos. En la medida en que aparece un interés renovado por la teoría marxista, la gente va a interesarse por leer los escritos del Che; la gente se interesará y se fijará en ese aspecto.

Quienes conocen América Latina, los que han seguido la historia del pensamiento en América Latina, consideran al Che un pensador marxista, pero la mayoría de la gente, incluso quienes le tienen simpatía, le consideran y le ven como el guerrillero heroico. En este aspecto hay que trabajar para mostrar al público que era un pensador marxista interesante, innovador. Por otra parte, éste es el objetivo del libro.

La figura del Che en la actualidad, ¿no podría haberse vuelto apolítica, por encima de las divisiones políticas? (Entre ciertos líderes trotskistas hay quienes afirman que el Che era trotskista. ¿Por qué asistimos a este intento de apropiación? ¿No se trata, finalmente, de una idea que limita la aportación del Che?

Cuando existe un personaje tan popular, todo el mundo intenta apropiárselo. Dicho esto, si tomamos seriamente sus escritos, podemos ver que no era estalinista, quizás muy al principio, pero después se disoció del estalinismo. En las notas sobre el manual soviético trata a Stalin de criminal, no le hacía ninguna ilusión. Tampoco fue trotskista, su idea de la revolución permanente no la descubrió leyendo a Trotski (12), sino a través de su propia experiencia como les pasó a otros, a Mariatégui (13), por ejemplo, que por otra parte la denominaba «revolución ininterrumpida». Al principio, el Che no conocía los escritos de Trotski, no se sentía demasiado atraído por los trotskistas cubanos, que eran un poco delirantes y aparecían en una corriente vinculada a Posadas. Después empezó a descubrir los escritos de Trotski y encontró que había cosas interesantes. Cada vez se interesó más, y la prueba es que partió a la guerrilla boliviana con las obras de Trotski, porque las consideraba importantes. Hay un cuaderno de notas que requisaron los militares todavía inédito, salvo en italiano curiosamente, en el que hay numerosas notas sobre los escritos de Trotski. En resumen, no podemos decir que se convirtió en trotskista pero tuvo un interés creciente por él.

Guevara es un personaje del que no se puede apropiar ninguna corriente: ni maoísta, ni trotskista, ni estalinista, y mucho menos socialdemócrata. Era guevarista, era él. Tenía su propio pensamiento autónomo, que en determinados aspectos puede estar próximo a tal o cual corriente. Su pensamiento político no se puede identificar con ningún movimiento tradicional de la izquierda europea internacional.

Actualidad del socialismo guevarista: ¿Qué continuidades?

En la actualidad el capitalismo se tambalea… ¿La reflexión guevarista podría ser el punto de partida de una nueva alternativa socialista en América Latina?

El pensamiento político de Guevara no puede ser el punto de partida del nuevo socialismo de América Latina. Puede contribuir, ya contribuye a la reflexión y a la acción para una nueva alternativa socialista. Muchos de los que están en el proceso de lucha por una alternativa socialista, la que ahora denominan «el socialismo del siglo XXI» en América Latina, tienen referencias en el Che, bien sea el EZLN (14), Evo Morales (15), Hugo Chávez (16) o Rafael Correa (17). Pero van más allá de lo que era el movimiento guevarista, que persiste, pero de forma marginal.

El antiguo movimiento aún permanece de alguna manera en Argentina. En Colombia sigue existiendo un movimiento guerrillero guevarista. En Chile están intentando reconstruir el MIR. También hay personas que se autoproclaman guevaristas de forma más directa, pero se trata de movimientos un tanto marginales. Algunas fuerzas importantes, por ejemplo el MST (18) brasileño, se identifica con Guevara, no es un movimiento guevarista pero para ellos el Che es una inspiración muy presente, uno de sus iconos, porque descubrió la importancia del campesinado en la lucha, porque quería acabar con el imperialismo, porque era anticapitalista. Es una referencia fundamental, mientras que en los años 60-70 Guevara era sobre todo una referencia para los movimientos guerrilleros que querían copiar el modelo cubano. En la actualidad son otros aspectos del Che-héroe los que movilizan, tomamos su figura de una manera más general. El Che es más que una táctica, que una estrategia de lucha, que la guerra de guerrillas, es más que un «foco rural» (19); es la encarnación de una revolución, de una lucha revolucionaria sin concesiones contra el capitalismo, el imperialismo. La cuestión del socialismo era fundamental para el Che y para las personas que se identifican con él y se reivindican como sus herederos. El Che decía: «No hay otra revolución que hacer, o revolución socialista o caricatura de revolución» Es una idea que está muy presente en esos movimientos en América Latina.

Da la impresión de que el Che está muy instrumentalizado en Cuba y en cambio otros, como Evo Morales por ejemplo, tienen menos necesidad de él en la construcción del socialismo en el proceso boliviano. ¿Cómo es en realidad?

Guevara está muy instrumentalizado en Cuba porque estableció los fundamentos sociales de la isla, pero ambos aspectos están presentes. Por una parte, existe en tanto que referencia destinada a reemplazar lo que se escapa, el mito del socialismo real, por lo tanto se le instrumentaliza, en parte, para legitimar al gobierno. Por otra parte, al mismo tiempo entre los dirigentes cubanos hay una adhesión sincera a las ideas del Che. Es una mezcla de ambas cosas. La utilización no es completamente inocente, pero tampoco es una mentira. No quieren engañar a la gente. El Che desempeñó un papel tan importante en la revolución, en la cultura de la revolución cubana, que esa paradoja es normal.

Por otra parte, la imagen del Che es necesaria para Morales porque para muchos bolivianos el Che representa, encarna el radicalismo. La imagen es necesaria, pero en ningún caso suficiente.

La cátedra «Che Guevara» de Néstor Kohan (20) ha terminado recientemente, ¿cómo se puede explicar esto mientras se está redescubriendo y profundizando el pensamiento del Che? ¿Sigue siendo tan inquietante? ¿Incluso para los gobiernos de izquierda?

Existe un conflicto interno, pero Néstor Kohan continúa con sus actividades bajo otro nombre. Sigue identificándose con el Che y publicando sobre él.

El Che inquieta al mismo tiempo a las clases dominantes y a la izquierda reformista. Para las clases dominantes la reacción es el odio y la izquierda reformista se preocupa o le desprecia. En realidad, todo depende de la naturaleza del gobierno de izquierda del que hablemos. Los gobiernos que tienen una dinámica radical, anticapitalista, antiimperialista, antioligárquica, se identifican con el Che, como Venezuela, Bolivia, Ecuador o Cuba. Éstos le reivindican. Por el contrario, los gobierno de la izquierda blanda, social liberal, como Lula en Brasil, Tabaré-Vázquez en Uruguay, Kichner en Argentina o Bachelet en Chile, pueden ir a rendirle homenaje el 8 de octubre, conmemorar su muerte, pero el Che no es una referencia para ellos. Éstos pueden intentar o bien edulcorarle o bien rechazarle.

¿Cree que la izquierda francesa se interesa por las nuevas izquierdas latinoamericanas que buscan otra vía hacia el socialismo?

Todo depende de qué izquierda se trate. La izquierda social liberal, el PS, no se interesa en absoluto más que por la izquierda latinoamericana equivalente, es decir, los social liberales, Brasil y Chile. La izquierda radical, antiliberal, en el sentido amplio, anticapitalista, obviamente se interesa por los intentos del socialismo del siglo XXI en América Latina, que forman parte de las experiencias más alentadoras. Nosotros somos solidarios, los apoyamos de manera crítica. Es una referencia muy importante para nosotros, de la que el legado del Che forma parte. El regreso al Che no es la única, pero es una de las raíces de esta nueva vía.

Existen un desprecio, una desconfianza, un miedo por parte de la prensa burguesa, que no habla y si lo hace es para hablar mal, para tacharlos de populistas y antidemocráticos. Y cuando es imposible decir que las medidas, las decisiones, no son democráticas, prefieren no decir nada. Por eso hay tan poca información.

En un partido guevarista, como tal, empuñar el fusil forma parte de la elección ¿Sería posible en Francia o en América Latina?

En Francia no, las condiciones no son propicias. En América Latina ya existe eso pero, a decir verdad, un partido guevarista sin la elección del fusil es difícil de imaginar, porque ya en la propia definición del guevarismo está ese aspecto de la lucha armada…

En Colombia hay un grupo guerrillero, el ELN (21), que se proclama guevarista de una forma imprecisa, pero en la medida en que tienen una referencia de lucha, es la del guevarismo. Pero ese movimiento no es muy fuerte y está un tanto marginado. El guevarismo, en tanto que lucha armada, ha sido fuerte en el pasado pero se ha debilitado en la actualidad. Colombia es un país especial «una democracia» de muy baja intensidad, un régimen autoritario en el que la policía, los militares y los paramilitares ejercen el poder, matan impunemente a los sindicalistas, a los militantes de los derechos humanos. En resumen, es terrible. En semejante contexto, es comprensible que la gente tome las armas, pero en cambio, en el resto de América Latina, donde por lo menos hay un mínimo de derechos democráticos, no es viable. El propio Che decía que en cuanto hay un mínimo de democracia la lucha armada no se justifica. Un guevarista puro y duro que no empuñe el fusil no tiene mucho sentido. Un movimiento como el de los zapatistas, que nació del guevarismo, que tomó las armas en un momento determinado, se dio cuenta de que en la situación actual de América Latina eso no estaba justificado. Cambiaron de estrategia, de orientación, el movimiento continúa siendo revolucionario y el guevarismo forma parte de sus referencias, pero no es la única. No podemos decir que el EZLN es guevarista.

Sin embargo, un partido anticapitalista en Francia debe tener entre sus referencias centrales el guevarismo, aunque no únicamente. Cuando salió el libro, la prensa francesa intentó decir que ahora Besancenot era guevarista, pero no es cierto. El Che es una referencia, podemos inspirarnos en él, pero no vamos a crear una ortodoxia guevarista.

En relación con el altermundismo, ¿hay una continuidad del Che? ¿Se puede decir que el altermundismo es el auténtico heredero de Guevara y encarna la renovación de la lucha política?

El altermundismo es muy importante, hay continuidades del Che en la izquierda del movimiento, pero el altermundismo es un movimiento muy amplio, muy heterogéneo, muy largo, en el que existen corrientes más o menos reformistas que todavía creen en la existencia de un capitalismo keynesiano reformado; también están las corrientes anticapitalistas y, entre ambas, la gente que duda. Hay una unidad contra el neoliberalismo y cada vez más contra el capitalismo. En el último Foro Social Mundial, en Belem (22), los documentos procedentes de la asamblea de los movimientos sociales y de las asambleas temáticas (indígenas, mujeres…), todos se pronunciron en un sentido anticapitalista, es lo que predomina. El Che es una referencia importante, hay una continuidad en la sensibilidad anticapitalista, un interés antiimperialista, el socialismo, el papel de los campesinos. Incluso si dicha referencia se encuentra sobre todo entre los latinoamericanos.

Al mismo tiempo existen diferencias, el movimiento es mucho más amplio. La guerrilla no es un partido político, sino un lugar de encuentros y debates. Hay que decir, como mínimo, que la dinámica del Che era tercermundista, aunque reconocía la importancia de las luchas en Europa. Su preocupación era sobre todo tercermundista, el espíritu de la Tricotinental; su último documento es la carta a la Tricontinental dirigida a los combatientes de África, Asia y América Latina, y corresponde a la situación de los años 60. En la actualidad, el altermundismo es intercontinental; por otra parte, ya en 1996, el zapatismo convocó una conferencia que no era tricontinental, sino intercontinental, e incluso «intergaláctica», porque había estadounidenses y europeos… Estamos, por lo tanto, en una nueva dinámica que ya no es el apoyo de los europeos u otros a las luchas tercermundistas, sino que se trata de una convergencia de luchas contra los enemigos comunes: la OMC (Organización Mundial del Comercio), el FMI (Fondo Monetario Internacional), las multinacionales o el imperialismo estadounidense. Este movimiento, esta fuerza, es muy interesante porque es lo nuevo del altermundismo.

¿Che Guevara puede ser un auténtico referente político e ideológico para el siglo XXI?

Sin duda, pero no el único. Trotski tampoco. En el siglo XXI no tiene sentido ser un trotskista puro y duro o un guevarista ortodoxo. El socialismo del siglo XXI, necesariamente, tiene que ser un producto de la pluralidad, de enriquecimiento por las aportaciones de las diversas tradiciones: trotskismo, guevarismo, tradición libertaria, la Comuna de París... Existen numerosas referencias a las que hay que añadir los movimientos sociales, que no están escritos en el marxismo: el movimiento feminista, el movimiento indígena… Varios de esos movimientos son muy interesantes y debemos aprender de ellos, no sólo impartirles lecciones. El socialismo del siglo XXI debe salir de todo eso, de ese caldo de cultivo. Guevara es un condimento indispensable, da el sabor, pero no es el único ingrediente. Es un pilar necesario si queremos construir ese nuevo edificio.

La gente en general se interesa más por el aspecto espectacular y personal del Che. Pero los que se interesan por el pensamiento marxista deben tomar nota del hecho de que Guevara es un importante pensador marxista y no quedarse en la imagen del guerrillero heroico…

Notas:

(1) Steven Soderbergh: realizador estadounidense. En 2008, su díptico sobre el Che se presentó en el festival de Cannes. La primera película, Che el argentino, cuenta el último año de la revolución cubana, 1958, y se detiene en 1964, en la conferencia de la ONU. La segunda película, Guerrilla, narra el último combate de Che Guevara y su fracaso durante la guerrilla boliviana en 1967.

(2) Olivier Besancenot, Michael Lowy, Che Guevara, une brise qui brûle encore, Mille et une nuits, París, 2007.

(3) JCR: Juventudes Comunistas Revolucionarias (vinculadas a la IV Internacional)

(4) Daniel Bensaid: filósofo marxista y cofundador de la Liga Comunista en Francia. En la actualidad miembro del Nuevo Partido Anticapitalista.

(5) Jeannette Habel: politóloga y profesora universitaria (Institut des hautes études d’Amerique latine), especialista en Cuba. Durante mucho tiempo militó en la JCR y después en la Liga Comunista Revolucionaria.

(6) Régis Debray: escritor y filósofo francés que participó en la guerrilla boliviana donde fue capturado y estuvo preso de 1967 a 1971.

(7) UMAP: Unidad Militar de Ayuda a la Producción, campos de trabajo que existieron en Cuba de 1965 a 1968.

(8) La Cabaña: fortaleza de La Habana construida en 1763 que sirvió de prisión bajo el régimen del dictador Fulgencio Batista. Tras el triunfo de la revolución en 1959, los procesos y las ejecuciones decididas por los tribunales tenían lugar allí bajo la dirección del Che Guevara.

(9) Jacobo Machover: profesor, periodista, escritor cubano, exiliado en Francia desde 1963. Profundamente anticastrista, ha publicado un libro crítico sobre Che Guevara: La face cachée du Che, Buchet Castel, París, 2007.

(10) Junta de Coordinación Revolucionaria: movimiento creado en 1974. Está compuesto por el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) chileno; el PRT-ERP (Partido Revolucionario de los Trabajadores – ejército Revolucionario del Pueblo) argentinos; los Tupamaros Partido Revolucionario de los Trabajadores – (Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, MLN-T, grupo de extrema izquierda) de Uruguay; y el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) boliviano

(11) FSLN: Frente Sandinista de Liberación Nacional, en el poder desde 1984 tras la revolución. El FSLN perdió las elecciones en 1990 en provecho de una unión liberal apoyada por Estados Unidos.

(12) León Trotski: (1879-1940), revolucionario y político ruso soviético, fundador del Ejército Rojo y de la IV Internacional, se oponía a la burocratización del régimen y a Stalin. Fue asesinado en México por la NKVD, la policía política de la Unión Soviética.

(13) José Carlos Mariátegui: (1894-1930, político peruano, autor de los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928), fundador del periódico Amauta, foro de expresión sobre el socialismo, el arte y la cultura en Perú y en América Latina. Fue el fundador del Partido Comunista Peruano.

(14): EZLN: Ejército Zapatista de Liberación Nacional, creado el 1 de enero de 1994; la figura emblemática del movimiento revolucionario es el subcomandante Marcos.

(15) Evo Morales: líder sindical y político boliviano de origen Aymara, fue elegido presidente de Bolivia en 2005, su partido político es el MAS, Movimiento Al Socialismo.

(16) Hugo Chávez: presidente «bolivariano» de Venezuela desde 1999, su partido político es el PSUV, Partido Socialista Unido de Venezuela.

(17) Rafael Correa: economista y político ecuatoriano elegido a la presidencia desde 2006, su partido político es Alianza País, que es una alianza de diversos partidos de izquierda.

(18) MTS: Movimiento de los Sin Tierra, organización popular brasileña que milita para que los campesinos brasileños sin tierra dispongan de terrenos para poder cultivar. Se trata del movimiento social más poderoso del continente latinoamericano.

(19) «Foco Rural»: preconizaba la creación de focos de guerrilla que se integran incorporándose progresivamente al conjunto de la población.

(20) Néstor Kohan: autor y politólogo crítico argentino. Ha escrito numerosas obras sobre el marxismo, el Che Guevara y sobre los movimientos sociales de América Latina.

(21) ELN: Ejército de Liberación Nacional, movimiento revolucionario creado en 1964 que se reivindica de Simón Bolívar y de los comandantes Camilo Torres y Manuel Pérez.

(22) FSM: Creado en 2001, el Foro Social Mundial, foro altermundista, se plantea como alternativa al Foro Económico Mundial que todos los años reúne en Davos, Suiza, a los políticos y a los que deciden la economía. La edición de 2009 tuvo lugar en Belem, en el norte de Brasil, a las puertas de la Amazonía.

Michael Löwy es director de investigación jubilado del CNRS, ha publicado varias obras sobre el marxismo, la teología de la liberación, Kafka y Walter Bejamin. Publicó La Pensée de «Che» Guevara: un humanisme révolutionnaire, ed. Maspero, en 1970, reeditada por la editorial Syllepse, París, en 1997 y entre sus últimas obras (con Olivier Besancenot), Che Guevara. Une braise qui brûle encore, Mille et une nuits, 2007.

Camille Pouzol es estudiante en Master 2, Universidad Stendhal Grenoble 3. Está realizando una investigación sobre las imágenes y representaciones contemporáneas de la figura del Che Guevara, bajo la dirección de Franck Gaudichaud.

Fuente:

Los embates de la derecha han producido retrocesos, señala académica

El feminismo en el país requiere consolidarse
Mariana Norandi
Periódico La Jornada
Sábado 7 de noviembre de 2009, p. 33

A diferencia de lo que ocurre en otros países de América Latina, en México, con los embates de la derecha, el feminismo no puede avanzar, sino resistir para conservar lo que ha logrado, aseguró Lucero Jiménez Guzmán, docente en el posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, y especialista en estudios de género.

Al participar en la mesa redonda Diálogos sobre género, feminismo y estudios sobre varones, realizado en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, la investigadora señaló que el feminismo tiene que incluir el estudios de varones para que se dejen de reproducir los modelos sociales y culturales sexistas. Es más, dijo que el feminismo no pude estar relacionado con un cuerpo de hombre o de mujer, sino con una visión del mundo de equidad que puede ser compartida por ambos géneros.

La especialista sostuvo que la sociedad no ha avanzado tanto como se cree en materia de derechos de las mujeres, prueba de ello es que ha permitido que en 16 estados de la República se hayan reformado las constituciones locales para penalizar el aborto.

Por eso, además de resistir los embates de la derecha, hay que hacer alianzas y debates no estériles para poder avanzar.

Julio César González Pagés, profesor de la Universidad de La Habana, Cuba, y coordinador general de la Red Iberoamericana de Masculinidades, explicó la experiencia cubana en el estudio de los varones y aseveró que para estudiar las masculinidades hay que partir de los estudios feministas. Reconoció que es muy difícil atraer a los hombres para abordar cuestiones de masculinidades, por lo que los académicos han partido de tres de los temas que más interesan a los hombres: sexo, deportes y música, para que se acerquen y poder llevar a cabo transformaciones.

Jorge Lyra, sicólogo fundador de la organización feminista Papai, de Recife, Brasil, explicó el trabajo que se hace en ese grupo en materia de investigación, difusión de información, capacitación y agenda feminista. Subrayó que el feminismo es un proyecto de sociedad para hacer transformaciones por lo que, en este camino, es importante promover un debate politizado de los propios conceptos de sexo y género.



SME, el dilema de las liquidaciones

Arturo Alcalde Justiniani

Uno de los elementos claves de la estrategia gubernamental al dar el golpe a los trabajadores electricistas de Luz y Fuerza del Centro (LFC) consiste en convencerlos de aceptar el pago de sus liquidaciones para dar por terminadas las relaciones laborales. Este proceso está calculado para concluir en un periodo corto: alrededor de un mes. El plazo concluye el próximo 13 de noviembre y todo indica que no logrará su objetivo si los trabajadores durante la siguiente semana valoran con objetividad sus alternativas y posibilidades.

La aceptación de las liquidaciones es un aspecto de máxima importancia para los fines gubernamentales, ya que es la única vía para minimizar la protesta. Culminar con este proceso indemnizador sirve también para impedir que se conozca la verdad jurídica sobre los actos ilegales llevados a cabo, que corren el riesgo de ser revertidos por los tribunales de amparo, toda vez que se ha acreditado la violación de normas constitucionales y legales, tanto en el decreto presidencial como en el masivo despido de los trabajadores.

Además de los factores legales, existen otros motivos por los cuales el gobierno está urgido de que los trabajadores estampen de puño y letra su rendición. Requieren regularizar el servicio, pues sus fallas han generado afectaciones importantes a familias y empresas; para ello, necesitan volver a contratar a los empleados que operaban las antiguas plantas, ya que las compañías privadas subcontratadas, además de ser sumamente costosas, carecen de la capacidad técnica adecuada. Todo esto explica el interés gubernamental de abrir una vía falsa de interlocución, a través del disidente Alejandro Muñoz, haciéndole ofertas que puedan debilitar la resistencia; utilizar sus servicios será más importante cuando quede acreditado el fracaso de la estrategia liquidadora. Podría agregarse una razón adicional a las anteriores: culminar el impacto mediático del descontón gubernamental. A medida que transcurre el tiempo, se van develando nuevos elementos, más allá de los técnicos y económicos, que exhiben la concurrencia de varios intereses que se ocultaron en su inicio a la opinión pública, tales como el proceso de privatización de diferentes áreas del servicio.

Es comprensible que los trabajadores electricistas se sientan angustiados y confundidos. La naturaleza repentina del golpe desestabiliza la economía familiar sustentada en ingresos permanentes. Para incrementar esta zozobra, el gobierno, abdicando abiertamente de su condición de árbitro, da cuenta a diario del número de empleados liquidados, como si se tratara de un parte de guerra. La desesperada urgencia de convencer a los electricistas de aceptar su liquidación lo ha llevado a ejercer graves violaciones a los derechos humanos. Para incrementar la confusión se informa la cantidad de pensionados que han recibido su pago, cuestión que en nada afecta a la resistencia laboral, ya que dicho cobro no conlleva consentimiento alguno sobre el decreto cuestionado. Los trabajadores que han recibido sus liquidaciones son aquellos que cuentan con menor antigüedad; haciendo cálculos y considerando el número de empleados que han acudido al amparo es previsible que un alto porcentaje se niegue a recibir el pago indemnizatorio.

A la fecha, la estrategia del premio adicional para aquellos que reciban la liquidación antes del 14 de noviembre, ofrecido en proporción a los años de antigüedad, no ha surtido los efectos esperados, porque los trabajadores saben que una vez superado el absurdo ultimátum el gobierno se verá obligado a negociar en términos diferentes. De mantenerse la magnitud de la resistencia, no sólo deberá renovar sus ofertas de pagos adicionales por elementales principios de igualdad, sino que incluso buscará mejorar sus ofertas, sobre todo a los trabajadores con antigüedad avanzada, con ofrecimientos de carácter jubilatorio. Resulta obvio que para un trabajador con mediana antigüedad la propuesta indemnizatoria no es atractiva, porque la posibilidad de regresar al trabajo por la vía legal, de recibir una resolución favorable acerca de su jubilación o al pago de salarios caídos con motivo de la ilegalidad de su separación constituye una alternativa sensiblemente mejor que conformarse con la oferta gubernamental.

También ha resultado ilusoria la oferta de recontratación a aquellos que sean liquidados, ya que hasta la fecha no se ha concretado su inserción en la Comisión Federal de Electricidad, por el contrario, la autoridad laboral ofrece cursos a los despedidos con el fin de que inicien sus changarros y se subcontraten en una condición penosa en esa empresa. Por lo visto, dicha autoridad se ha convertido en promotora de un outsourcing ilegal que viola los principios que deben regir toda relación de trabajo.

La próxima semana no será fácil para las familias de los trabajadores, porque la pérdida de un empleo trastoca su estabilidad, formas, proyectos de vida, la propia autoestima y seguridad personal. Apoyados en la solidaridad, cuyo primer nivel deviene del ámbito familiar, deberán resistir el embate liquidatorio. Resulta contrastante que mientras en otros países los gobiernos diseñan planes y programas generadores de empleo, fortalecimiento del mercado interno y crecimiento, en el nuestro se haya optado por privar de tajo a miles de familias de la posibilidad de subsistencia, como si fuera el único camino para mejorar el servicio público eléctrico.

El golpe a los trabajadores de LFC trasciende las fronteras de este gremio, ya que lesiona a hombres y mujeres que viven de su trabajo. Sería mala noticia para todos que esta maniobra gubernamental lograra sus fines. Por ellos y por nosotros, es tiempo de desplegar en su favor la máxima solidaridad posible.