5/10/2014

Jefas de familia y madres, 6 millones de mexicanas


Mujeres multitareas

Encabezan 24% de 25 millones de hogares en el país: Inegi

ONG: trabajan y atienden a sus hijos en medio de condiciones laborales adversas

Muchas viven con sentimientos de culpa mal atendidos y entre críticas de la sociedad, dice experta

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Millones de mexicanas que combinan el trabajo con el cuidado de los hijos viven con sentimientos de culpa por dejarlos solos mucho tiempo, cuando no corresponde a ellas garantizar la conciliación entre el trabajo y la familia con los derechos laborales y los de la infancia a tener una vida segura y feliz, sino al Estado, señala la organización DserFoto Luis Humberto González y Notimex
Ángeles Cruz Martínez
 Periódico La Jornada
Sábado 10 de mayo de 2014, p. 2

Para 6 millones de mujeres que son madres y jefas de familia la vida no es fácil. Combinar el trabajo, la obligación de llevar el sustento para sus hijos y asegurarse de que ellos tengan un sano desarrollo es un reto enorme, y para muchas muy difícil de cumplir. Representa una problemática a la que el gobierno no presta atención más que en el discurso.

En los hechos, afirma Adriana Jiménez, coordinadora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser), las mujeres, sobre todo las de menores ingresos, se enfrentan a situaciones cada vez más adversas, como las nuevas condiciones laborales, que permiten contratos de tres o seis meses, les obstaculizan el acceso a derechos sociales, como guardería para los hijos, el disfrute de la media hora de lactancia o los permisos de cuidados maternos cuando alguno de sus vástagos se enferma.

Y aun cuando pudieran hacer uso de alguno de estos permisos para ausentarse, ellas procuran no tomarlos por temor al despido. En cambio, dice, pueden cumplir jornadas laborales hasta de 12 horas o hacer largos recorridos desde su casa para llegar al trabajo, a costa de dejar solos a sus hijos y sufrir, ellas mismas, un desgaste físico y emocional que tampoco nadie se ocupa de atender.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay alrededor de 25 millones de hogares, de los cuales 24 por ciento son encabezados por mujeres, los cuales están integrados por tres personas en promedio.

A pesar del cúmulo de responsabilidades que enfrentan estas jefas de familia, en ocasiones también deben hacer frente a señalamientos de la sociedad y sentimientos de culpa mal entendida, porque en realidad corresponde al Estado garantizar la conciliación entre el trabajo y la familia, los derechos laborales y los de la infancia a tener una vida segura y feliz. Pero eso no ocurre en México, señala Adriana Jiménez.

Algunas de las madres-jefas de hogar con más posibilidades económicas no escapan a estos problemás.
También deben trabajar y dejar a sus hijos en guarderías donde pasan la mayor parte del día; los más grandes en escuelas y cursos de todo tipo durante las tardes, o bien al cuidado de algún familiar.

Ellas también enfrentan sentimientos de culpa, y algunas tratan de superarlos en la sicoterapia, explicó Claudia Sotelo, directora del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos de la Infancia (Ceepi). Son pocas las que tienen esa posibilidad, y de todas formas son reflejo de la realidad: ocho de cada 10 mujeres que acuden a terapia son jefas de hogar que se sienten culpables por no pasar más tiempo con sus hijos pequeños.

La especialista advirtió sobre la importancia de una visión integral de la situación, porque tan mala es la culpa por estar ausente del hogar como la frustración en que viven las que, tal vez con mejores condiciones económicas, dejaron su desarrollo personal y profesional para dedicarse al cuidado de sus hijos.

Debido a que las condiciones que viven las madres de familia en México son tan variadas, se hace necesario hacerles saber y comprender que en la vida hay tiempos para realizar todo lo que está a su alcance y ofrecer a sus hijos lo que requieren de acuerdo con la etapa de desarrollo en que se encuentren.

Sotelo comentó que los primeros cinco años de vida son muy importantes, porque se construye la personalidad de los niños y las características que los regirán a lo largo de sus vidas. En esta etapa las madres deben darles calidad en los tiempos que pasan con ellos, aun cuando sean cortos. Por ejemplo, leer un cuento que les puede tomar sólo algunos minutos.

Después de esa edad, los niños se vuelven más autónomos y ellas pueden emprender nuevas tareas o plantearse otras metas. Mencionó que los sentimientos de culpa son un fenómeno de nuestros tiempos, pero es necesario que se haga conciencia sobre el mismo y matizarlo. De esa manera, las madres pueden tener relaciones afectivas más sanas con sus hijos.

Para Adriana Jiménez, de Ddeser, otra parte del problema está relacionada con la corresponsabilidad, no asumida en muchos casos, de los varones. Aunque ha habido avances, todavía persisten creencias como que el cuidado y crianza de los hijos es una tarea que corresponde sólo a ellas.

Es una concepción que debe cambiar en las personas, las empresas y sindicatos, a fin de que desde esos ámbitos también se favorezcan las condiciones para ejercer una paternidad responsable, apuntó.

10 de mayo, nada que festejar


Nunca pensé que la desaparición y posterior asesinato de Alejandra me convirtiera en lo que soy ahora; mi vida dio un giro de 360 grados. 


Abuela malcriando nietos, dedicada a mi trabajo (maestra de escuela primaria). Me convertí nuevamente en mamá.

Lilia Alejandra desaparece un 14 de febrero de 2001 y su cuerpo fue encontrado una semana después en un lote baldío, con huellas de tortura y violencia sexual. A raíz de esta situación es que nace la asociación “Nuestras Hijas de Regreso a Casa”, organización conformada por familiares y amigos de jóvenes desaparecidos y asesinados en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Asesorada por algunas personas y en compañía de Marisela Ortiz, fundamos la organización y como siempre he dicho -no fue que un día me levantara y decidiera ser activista- ¡No!, fue la omisión, negligencia y corrupción de las autoridades lo que nos obligó a constituirnos en Asociación. La necesidad de exigir que hicieran su trabajo bien hecho a quienes se supone son nuestros abogados, pues esa es la función del M.P. (Ministerio Público), realizar las investigaciones y defensa a las víctimas, pero la realidad es otra, que nos ha obligado a las madres a luchar en contra del Gobierno y las instituciones encargadas de impartir justicia, a convertirnos en investigadoras y buscar nosotras mismas a nuestras hijas, ya sea en el desierto realizando rastreos, en bares de la localidad o donde alguna llamada anónima nos indica que las vieron; asimismo, apoyando a otras madres en la misma situación, pertenezcan o no a la organización.

En estos 13 años de lucha hemos recibido acosos de las instituciones gubernamentales, además de amenazas de todo tipo, hasta el intento de asesinato. Sabemos que no todas las amenazas han partido del Gobierno, pero sí que es el mayor interesado en mantenernos calladas, pues no le conviene que rompamos el silencio y alcemos la voz para denunciar los actos de corrupción que hay en las filas de la Procuraduría.

La realidad señala que el problema no acaba y al contrario, se agrava cada vez, pues siguen desapareciendo jóvenes. En la actualidad, se tienen 85 osamentas en el Servicio Médico Forense sin identificar. Según el fiscal Ernesto Jáuregui, titular de la Fiscalía de Género del estado de Chihuahua, esto nos indica la gravedad de la situación, y el Gobierno sólo nos lo oculta.

“10 de mayo, nada que festejar”

“Todas son nuestras hijas, todas son nuestras asesinadas” 

Programa es Tiempo de Mujeres del sábado 1o de mayo 2014 CFRU 93.3 FM la radio universitaria de Guelph


Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph 
en Ontario, Canadá 
escuchalo cada sabado en www.cfru.ca
MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Bienvenida al programa de hoy
 con Hilda Venegas 
Noticias de Género en la Red

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Género en la mira con

útero artificial 

Pocas veces nos detenemos a pensar las probables consecuencias que tienen los adelantos en la ciencia y/o la teconología, lo primero que hacemos es celebrar que sea un avance en, es el caso de un tema muy interesante que trae Daniela Villegas a su espacio en este programa, leí en una nota que por un lado veíamos muy lejano las consecuencias de un cambio clilmático cuando en realidad ya lo estamos padeciendo, el futuro nos alcanzó, de qué manera estamos alterando la naturaleza, cuáles serán los resultados, los libros de ciencia ficción pueden ser ya una realidad, Daniela nos habla hoy de útero artificial, un tema que ya da mucho que hablar.

Y hablando de éstos derechos reproductivos y también sexuales, hemos hablado de la pasada reunión de la Conferencia Internacional Cairo + 20, por qué son importantes estos eventos? Porque son formas de obligar a los gobiernos a cumplir con el respeto de los derechos humanos, aún cuando muchos no firman o no acuerdan hay una presión internacional que los tiene en la mira, y así vamos reduciendo o aumentando según sea el caso las violaciones y el respeto a nuestros derechos, el análisis de hoy es sobre los principales debates en dicho Conferencia, los logros y desafíos del encuentro: las nuevas y viejas alianzas conservadoras que tienen el foco puesto en el control de los cuerpos y las sexualidades, los temas silenciados- aborto y trabajo sexual, entre otros-, la soberanía como barrera para no debatir creencias culturales y religiosas y las dificultades para hablar de la sexualidad por fuera del paradigma de la salud, entre otros tema, hablaremos de : Retos y desafíos del lenguaje: la Conferencia Internacional de Cairo+20 Retos y desafíos del lenguaje: la Conferencia Internacional de Cairo+20
Y continuando con los derechos reproductivos, hemos hablado del error que la Secretaria de Desarrollo social la mexicana Rosario Robles tuvo hace unas semanas con respecto a amedrentar a familias indígenas negándoles la asistencia de un programa social que ayudaba las familias más pobres, porque decía: ellas tenían más hijos para vivir del gobierno, y decimos que fué tremendo error ya que es mundiamente conocido el hecho de corrupción de los políticos mexicanos, las formas de vida que presumen en redes sociales, los onerosos sueldos que disfrutan en contraste con la desmedida pobreza de un pueblo maltratado, Soledad Jarquin nos habla sobre De la Rosa de Guadalupe a Rosario Robles
Y continunando con los derechos sexuales y reproductivos, hablaremos sobre los estereotipos, en nuestros países la vida de las mujeres esta delimitida por tiempos y espacios, un eje es la maternidad, el estudio y o el trabajo es posiblemente un lujo del que no todas disfrutan, continuamente escuchamos a las chicas de menos de 24 años, cuando te casas, para después insisitir en cuando los niños, hablaremos del problema de las solteronas, Cuba: Treintañeras sin pareja son mal vistas  
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Madres callejeras, entre la discriminación y la criminalización



Las mujeres que viven en la calle y se embarazan a diario se enfrentan con actos discriminatorios, falta de acceso a la salud, malos tratos y criminalización. 

Son vistas como malas mujeres y por tanto se les niega el derecho a ser madres, opina El Caracol, AC. Sin programas integrales de atención, el destino mandatado por el Código Civil capitalino para sus recién nacidos es la separación del seno familiar. 

El artículo 492 de dicho ordenamiento obliga a la madre a entregar a su hijo a las instituciones de asistencia social. De los infantes no queda rastro, asegura la organización no gubernamental

 

El miedo acosa a Martha desde hace más de 1 año. Sale poco a la calle, apenas lo necesario para llegar al consultorio médico, a la tortillería, por leche o a la tienda. Acompañada de su hija, se escurre por las calles con prisa. Desconfía.
Teme que en cualquier momento personal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal (Dif-DF) se lleve a Daniela, tal como lo establece el Código Civil capitalino. Conoce a algunas mujeres a las que les ha pasado. Por eso ahora procura permanecer el menos tiempo posible fuera de la casa de religiosas donde le brindan hospedaje.
Fue advertida desde que Daniela nació en diciembre de 2012. “Me lo dijeron en el hospital: si me ven con ella, me la quitan. Me advirtieron que si me ven tantito en la calle con ella, haciendo algo, limpiando parabrisas o algo, me iban a mandar al Dif, por eso no salgo”, detalla Martha, con espanto, mientras mira a su hija dormir en sus brazos: cabello rizado y claro, coleta bien ajustada, los dientes que se empujan entre las encías.
Sabe bien que a las mujeres que sobreviven en el espacio público no se les permite quedarse con sus hijos. Bajo el amparo del artículo 492 del Código Civil para el Distrito Federal, los menores, hijos de callejeros, son separados de sus madres y familia a través de diferentes mecanismos, denuncia Luis Enrique Hernández Aguilar, director de El Caracol, AC.
Dicho artículo establece que “la ley coloca a los menores en situación de desamparo bajo la tutela de la institución autorizada que los haya acogido, quien tendrá las obligaciones, facultades y restricciones previstas para los demás tutores. Se entiende por expósito al menor que es colocado en una situación de desamparo por quienes conforme a la ley estén obligados a su custodia, protección y cuidado y no pueda determinarse su origen. Cuando la situación de desamparo se refiera a un menor cuyo origen se conoce, se considerara abandonado.”
Daniela pudo ser un caso más. Fue retenida en el hospital. “No me la enseñaron ni me la llevaron para que le diera de comer. No me la iban a dar”. Martha estaba desesperada, triste. No sabía qué hacer. No comía. No le daba hambre.
Personal del hospital interpuso una denuncia en el Ministerio Público en su contra por supuesto maltrato infantil. “Me pusieron una queja. En la Agencia me decían que yo no iba a ser madre”. Para recuperar a Daniela debía llevar testigos que aseguraran que estaría bien con la niña, en un lugar estable.
—¿Por qué se le acusaba de maltrato infantil? –se le pregunta a Hernández Aguilar.
—Porque la bebé nació en la calle.

Martha dormía en los alrededores de la estación Juárez del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en las banquetas, con un grupo de jóvenes. Se dedicaba a pedir dinero, charolear, eventualmente hacía mandados, sacaba puestos, lavaba loza. Aunque notaba que el vientre se le agrandaba no sabía que estaba embarazada. El dolor de cabeza, de estómago y la fiebre la obligaron a pedir que la llevaran al médico.
Con la noticia vino el miedo. Pensaba que no tendría el apoyo de nadie, pero los compañeros no la dejaron sola. Cuando nació Daniela fueron ellos quienes la arroparon para que no sintiera frío y llamaron a la ambulancia, a Locatel; fueron ellos quienes, desesperadamente y sin éxito, buscaron una patrulla.
No alcanzó a llegar al hospital. La niña nació en la calle. “Las personas me ayudaron. Si no me hubiera ayudado nadie mi hija se me hubiera muerto”. La ambulancia tardó mucho. Los dolores de parto le llegaron a las 5 de la mañana. “Me agarré bien fuerte de las cobijas”.
Le dio aviso al compañero que la cuidaba durante la noche. “La ambulancia no quería venir que porque siempre nomás era cuento de nosotros. Sentí mojado el pantalón, pedí prestado uno. En ese momento nació”. Martha estaba de pie. Por instinto sostuvo con las manos al diminuto y resbaladizo cuerpo para evitar que la cabeza callera al suelo. “Me dijeron que si hubiera caído en el suelo le iba a poder dar una infección y se iba a quedar más tiempo internada en el hospital. Vi cuando lloró, lloró cuando nació, se movió y todo…”. Los compañeros la taparon con una playera para que no le diera frío. “La playera no estaba sucia, me dijeron que si estaba sucia le iba a hacer daño”.
Renuente a dejar la vía pública durante el embarazo, a partir de esa madrugada no volvió. “Ha cambiado mi vida, ella me la hizo cambiar. Estoy en un lugar para madres solteras. Tengo donde calentarle el agua, donde bañarla y todo. Ahorita andar en la calle es peligroso, están pasando muchas cosas allá donde me quedaba”.
Durante sus pocos minutos en la calle se mantiene perceptiva, ve a las mujeres con sus hijos: “Se quedan con ellos en la calle. Siento feo por los niños. Venía yo de las tortillas y una señora estaba vendiendo dulces con su hijo, ahí me reflejé”.

Ahora aspira a conseguir un trabajo y pagar una renta. “Me gustaría estar en un lugar estable para salir adelante con mi hija. Yo sé que sí se puede echándole ganas, he visto a madres así, solas, que salen adelante con sus hijos. Ser madre no es fácil, hay que darle de comer, escuela, doctor, estar pendiente. Cuando ella se me enferma, luego luego al doctor. Nunca la he dejado sola”.
La falta de documentos de identidad ha entorpecido el tránsito. “No he buscado trabajo porque no me dieron hoja de alumbramiento de ella, me pedían muchas cosas, mi credencial [de elector], el CURP [Clave Única de Registro de Población] y tres testigos. Así sin un papel un día me la vayan a quitar… Y cómo compruebo que es mi hija”.
Dejó sus documentos oficiales cuando se fue de la casa donde creció. Ya no la encuentra, tampoco a los documentos ni a la familia. “Los locatarios me dijeron que si me quería ir con mi familia ellos me pagaban el pasaje. No los encontramos. Viven en Xochimilco. Ahorita estuviera yo con ellos”, dice resignada.
Busca ayuda gubernamental para encontrar un empleo: “Hago bien las cosas. Quiero salir adelante con mi hija. Que lo que no me dieron cuando era niña se lo pueda dar”.
—¿En qué te gustaría trabajar?
—A mí me gusta mucho la cocina, hacer quehacer. Cuando no estaba embarazada trabajaba en [el mercado de] Jamaica, en una cocina.
—¿Dónde se quedaría la niña?
—En una guardería. Allá [en la casa hogar] tenemos quien cuide a los niños, pero luego se desesperan, no es como la mamá que está al pendiente, a qué hora va a comer, si ya comió.
Sin un acta de nacimiento, Martha no tiene posibilidades de acceder a una instancia infantil para trabajar, a programas sociales de madres solteras o de desempleo.
Luego de 18 años de experiencia con población callejera, los integrantes de El Caracol están convencidos de que lo que se requiere es una instancia que entienda la complejidad del fenómeno y facilite a las madres en situación de calle el acercamiento institucional.
“Nadie tiene por qué vivir en la calle. La propuesta es inclusión social, acceso a la justicia, a documentos de identidad, trabajo, vivienda, a un programa integral de atención”, refiere Hernández Aguilar, en entrevista con Contralínea.

La criminalización callejera

A decir de Luis Enrique Hernández, el artículo 492 del Código Civil para el Distrito Federal tiene “especial dedicatoria” para las mujeres en situación de calle.
Contenido en el Capítulo V de dicha normatividad, el artículo coloca a los menores en situación de desamparo bajo la tutela del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal.
“Se considera como situación de desamparo la que se produce de un hecho a causa de la imposibilidad, del incumplimiento o inapropiado ejercicio de los deberes de protección establecidos por las leyes para la patria potestad, tutela o custodia de los menores, cuando éstos queden privados de la necesaria asistencia material o moral; ya sea en carácter de expósitos o abandonados […] En todos los casos, quien haya acogido a un menor, deberá dar aviso al Ministerio Público Especializado”, se lee en el Código.
Al director de la organización civil no le queda claro bajo qué criterios se determina la moral de una mujer. “El Estado parte de un juicio de valor: ‘No trabajan, no tienen la moral necesaria. No deben de tener hijos’. Se les criminaliza porque hay una representación social que las concibe como malas madres”.
El Código también se refiere a la asistencia material, que incluye contar con el alimento necesario, ropa, vivienda digna, educación, salud. Elementos de los que carecen quienes viven en la calle.
De acuerdo con el Código Civil del Distrito Federal, como una obligación, los nosocomios deben dar parte al Ministerio Público cuando se presenten estas circunstancias. La Procuraduría General de Justicia les pide que cambien su estilo de vida. “No se puede de manera inmediata. Las mujeres se deprimen, consumen sustancias tóxicas y es casi imposible recuperar al niño”, refiere el defensor de derechos humanos.

Para las mujeres callejeras que se convierten en madres de familia, el drama no comienza ahí, sino desde el embarazo. Se acercan a los hospitales para solicitar atención médica y constantemente se les niega o se les trata con discriminación, trayendo para ellas incluso la muerte, denuncia la organización civil.
Claudia Martínez Cruz, de 23 años, integrante del grupo callejero ubicado en las calles Artículo 123 y Humboldt, en la colonia Centro de la Ciudad de México, perdió la vida tras dar a luz a su primer hijo la tarde del domingo 22 de agosto de 2010, por no haber tenido un apropiado seguimiento clínico del embarazo y, por ende, la oportuna detección de enfermedades o posibles complicaciones.
Ello, sumado a la negligencia médica, desembocó en el fallecimiento de la joven por preeclampsia en el Hospital General la Villa, luego de haber sido rechazada del Hospital de la Mujer y del Hospital Gregorio Salas. Aunque se presentó una queja por esos hechos, a la fecha, la Comisión de Derechos Humanos capitalina no ha emitido recomendación alguna.
De acuerdo con El Caracol, el embarazo de una mujer en situación de calle debe ser atendido como de alto riesgo. El consumo de sustancias y la mala alimentación, aunado a las precarias condiciones de higiene, las coloca en una situación vulnerable: “En los espacios de salud no se reconoce como tal”.
Hernández Aguilar expone que no hay programas que tengan como objeto la salud sexual y reproductiva. “Los niños terminan naciendo en la calle o en condiciones no planeadas”. Cuando las mujeres llegan a pasar los filtros de los policías que resguardan las puertas de entrada de los hospitales, no existen protocolos médicos para tratarlas. Asegura que en una tesis de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales se documentó cómo en el trabajo de parto el doctor hace lo posible por infligirles dolor a las mujeres de calle con la idea de castigarlas. “Ese trato podría ser calificado como tortura o tratos crueles”.

Sin rastro

Además de la retención de menores en los centros de salud capitalinos, El Caracol ha tenido conocimiento de otros “mecanismos” utilizados por la autoridad para quitarles a las mujeres de calle la tutela de los niños, desde el “convencimiento” hasta la firma “voluntaria” de madres analfabetas.
Las organizaciones desconocen el número de niños que han sido alejados de sus familias, tampoco sabe del destino de los menores: “No hay cifras de cuántos, quiénes y dónde están”.
De los casos que conoce El Caracol, AC, “ninguna de las madres sabe el paradero de sus hijos. Les dicen que están en una institución privada pero ya no les permiten mantener contacto”, señala Luis Enrique Hernández.
Relata que El Caracol solicitó la información a través de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito Federal. Les respondieron que cinco menores fueron acogidos por el Programa Hijos e Hijas de la Ciudad. “Desconocemos si la cifra es real o no”.
El Programa, con 5 años de operación, tiene por objeto “contribuir al bienestar social de la población en situación de calle, particularmente de las y los menores de edad, así como mujeres madres que se encuentren embarazadas o tengan bajo su cuidado a sus hijos e hijas menores de edad que vivan en las calles del Distrito Federal”, según consta en su portal de internet.
Perteneciente al Dif capitalino, uno de los tres mecanismos de acceso al Programa permite la canalización por conducto de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. “La Jefatura de Unidad Departamental de Asistencia a Niños en Situación de Calle y la Coordinación del Programa, a petición de la PGJ-DF, hacen una revisión del caso (averiguación previa en la que está involucrado el o la menor) y determina si es candidato(a), es decir, población en situación de calle, que no cuente con algún familiar que pueda hacerse responsable y que no presente padecimientos siquiátricos o condiciones de salud que no puedan ser atendidas por la institución receptora. En caso de ser candidato se le canaliza a alguna institución de acuerdo a su perfil”.
Para Luis Enrique Hernández, los espacios del sistema Dif no siempre son los más adecuados. Ilustra con el caso de Casitas del Sur, que se dio a conocer en 2008 y dejó al descubierto la sustracción de 15 menores de casas hogar y otros centros de asistencia, como el Centro de Adaptación e Integración Familiar, en Monterrey, Nuevo León, y en la casa hogar La Casita, en Cancún, Quintana Roo.
Hasta el momento, siete personas están detenidas y consignadas por ese caso, de acuerdo con la Procuraduría General de la República. De los 15 menores que desaparecieron de los albergues en el Distrito Federal, Monterrey y Cancún, 12 han sido recuperados, entre ellos Ilse Michel Curiel Martínez, quien fue encontrada el 7 de marzo en el Estado de México, mientras que el 2 de abril fueron localizados en Puebla los hermanos Azael Israel, Nathanael Isaí y Hefzida Magdalena Juárez Ojeda.

La complejidad del fenómeno

Para Perla Gómez Gallardo, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, se trata de un tema delicado porque, “antes que nada, se tiene que ver la integridad y la salud del niño o la niña. Hay una situación de protección integral a niñas y niños por interés superior.”
En el caso de que el interés superior del menor implique quitárselo a la madre, Martha opina: “Se siente feo que les quiten a sus hijos. Uno como madre sufre para tenerlos, luchar por ellos. Yo he visto casos así, que les quitan a sus hijos, pero también porque luego las mamás no quieren salir de la calle. A mí me costó salirme…”.
—¿Crees importante que las mujeres que tienen niños no vivan en la calle?
—Sí, porque los niños corren peligro.
Pese a eso, lamenta que a las mujeres de calle no se les ofrezcan oportunidades.
—Cuando te advirtieron que enviarían al Dif a Daniela, ¿te ofrecieron trabajo?
—No.
—¿Y tienes trabajo?
—No.
—¿Recibes algún apoyo del gobierno?
—Tampoco. Me gustaría que me ayudaran con despensa, para que a mi hija no le falte nada.
Luis Enrique Hernández señala que el interés superior del niño debe entenderse desde la perspectiva de la Convención sobre los Derechos del Niño, de la Organización de las Naciones Unidas, la cual estipula que la mejor alternativa para el infante es estar con su familia.
 “En vez de quitarles a sus hijos, se debe garantizar la inclusión de las familias: atender integralmente el fenómeno. Tenemos un gran desafío como sociedad. Falta trabajar mucho en el tema”, concluye el defensor.
Para la realización de este trabajo se solicitó la postura del Dif-DF. Al cierre de edición, no se obtuvo respuesta.

¿Un sólo género? qué poca imaginación




En 2012 el periódico británico The Guardian se preguntaba si acaso la nostalgia o un cambio en el estado emocional mundial estaba generando el revival de los 90's en la música, el cine, el arte y la moda. La atmósfera comenzaba a impregnarse de un ánimo un tanto idealizador de la era en que se vaticinó el Fin de la Historia por Francis Fukuyama, el neoliberalismo se afianzaba en las economías globales y las pasarelas elogiaban el estilo heroin chic de Kate Moss de cabello descuidado, ojeras profundas, delgadez extrema y piel pálida cual heroinóman@.


Justo ese estilo desenfadado, de cierta ambigüedad sexual, en que la línea entre lo femenino y lo masculino se difumina, donde las tendencias de la moda apuntan a emular a los personajes de Trainspotting pareciese que ha vuelto en la moda, permitiéndonos reflexionar sobre lo femenino y lo masculino, la construcción de los mismos y la incidencia de la moda en éste fenómeno.

Recientemente la modelo sueca Erika Linder quien se ha destacado por tener un estilo andrógino participó en el comercial de ropa JC Jeans Company modelando ropa para hombre y mujer, jugando con nuestras concepciones de feminidad y masculinidad. A través de una serie de gesticulaciones, movimientos, maneras de caminar, vestimentas, maquillaje y accesorios, Linder arma y desarma lo consabido como género masculino y femenino.

Ya desde su cuenta de Twitter, Linder anuncia: “Tengo demasiada imaginación para pertenecer a un solo género” y vaya que sí. Las múltiples campañas publicitarias en las que ha participado modelando ropa masculina y femenina dan cuenta de ello. Desde su aparición en 2011 como un juvenil Leonardo di Caprio en la revista española Candy de Luis Venegas, quien define a su publicación como “la primera revista transversal de estilo”.

Si bien en un principio podríamos decir que por tal o cual estilo de caminar y/o gesticular nos encontramos frente a un modelo masculino, descubrimos segundos después que ese modelo es una ella, o ¿acaso un él? La confusión llega a nosotr@s y nuestro deseo de definir, darle una identidad dentro del binomio mujer-hombre se vuelve imperante, aunque después se desmonta para dar paso a la reflexión de que el género es una construcción social en la que se asignan a hombres y mujeres ciertos roles según su aparente diferencia sexual pero que al fin y al cabo pueden ser intercambiables y no fijos.


El género termina siendo una actuación, una serie de actos repetitivos que según el contexto social determinan lo que es femenino y masculino, como señala la teórica Judith Butler quien explica que la repetición constante de ciertas acciones consolida el género, naturalizando ciertos actos sin cuestionarlos.

El video donde aparece Linder es un ejemplo de la performatividad de género de la que habla Butler, al revelar que el rostro con mirada “sexy” femenino no está integrado en nuestro ADN, sino que es construido y por lo tanto existe la posibilidad a ser alterado, ser transitorio y por lo tanto subvertido. Si la cultura en donde mujeres y hombres nos socializamos construye los roles femeninos y masculinos que oprimen a ambos puede ser modificado pues no son naturales ciertos comportamientos como bien se nos ha querido enseñar como por ejemplo que por ser hombre tienes que ser más activo y la mujer pasiva o que las mujeres usan vestidos y los hombres pantalones (partiendo de los ejemplos más básicos y burdos), esto permitiría sociedades más sanas y de múltiples identidades.

Es muy cierto que la industria de la moda ha jugado y juega actualmente un papel importante en la construcción y deconstrucción de las normas de género, pero ¿qué sucede cuando la androginia, aquello que es inidentificable se convierte en una identidad? ¿Cuál es el propósito de la moda al utilizar modelos andróginos? ¿Por qué capitalizar ganancias económicas con las figuras andróginas de modelos?

Estas son algunas de las preguntas que me surgen al observar fascinada el rostro de Linder que con tan sólo un mohín, un alzar o bajar las cejas construye y deconstruye mis nociones de lo que es femenino y/o masculino en un sólo cuerpo acompañada del mensaje publicitario “Come as you are/Whatever you are” (Muéstrate como eres/Lo que sea que seas).

Retos y desafíos del lenguaje: la Conferencia Internacional de Cairo+20


A comienzos de abril fue realizada en Nueva York la 47ª sesión de la Comisión de Población y Desarrollo de Naciones Unidas, en la que se debatió cuánto avanzó el mundo en derechos sexuales y reproductivos desde la Conferencia Internacional de Población y desarrollo que se desarrolló en El Cairo en 1994. María Alicia Gutiérrez -integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y de la Asociación Civil FUSA, que participó de la sesión como parte de la delegación de organizaciones de la sociedad civil- analiza en este artículo los debate principales, logros y desafíos del encuentro: las nuevas y viejas alianzas conservadoras que tienen el foco puesto en el control de los cuerpos y las sexualidades, los temas silenciados- aborto y trabajo sexual, entre otros-, la soberanía como barrera para no debatir creencias culturales y religiosas y las dificultades para hablar de la sexualidad por fuera del paradigma de la salud, entre otros temas.

Por María Alicia Gutiérrez*  ma3
COMUNICAR IGUALDAD- Hace escasos días se realizó en Nueva York la 47 Reunión de la Comisión de Naciones Unidas de Población y Desarrollo Cairo+20. El evento, de suma importancia en el proceso de revisión final que culminará en septiembre, fue antecedido de conferencias regionales desarrolladas durante 2013. La de América Latina y el Caribe, realizada en Montevideo y de cuyos debates resulto un documento clave, el  Consenso de Montevideo, firmado por los países participantes de la región avanza en propuestas y legislaciones sobre los temas  clave de la Plataforma de Acción.

En Nueva York, Uruguay en la figura de su embajador, partiendo de  un draft zero (documento borrador para la discusión), de  alrededor de 28 páginas, logró articular un documento de consenso luego de  numerosos debates, dificultades y controversias. Los intercambios iniciales marcaron un modus operandi que hubo que ir desbaratando lentamente y con pericia: los países alineados en posiciones conservadores aducían sistemáticamente problemas de procedimiento, de ubicación en la sala y varias argucias más para dilatar el tiempo del debate y demorar los consensos necesarios para el documento final que se logró en las últimas horas del viernes, fecha límite para su entrega.

La conformación de la delegación argentina encabezada por la embajadora Marita Percival, y los funcionarios de carrera/negociadores Luz Mellon y Eduardo Porretti, incluyó a representantes de las organizaciones de la sociedad civil, articuladas en la Alianza de las Organizaciones de la Sociedad Civil, quienes  habían formulado un documento de revisión para la reunión de Montevideo. La conformaban: Mabel Bianco (FEIM), Lourdes Bascary  (CELS), Paola García Rey (Amnesty Internacional), Marcelo Ferreyra (Global Initiative for Sexuality and Human Rights – Heartland Alliance for Human Needs & Human Rights), Victoria Tesoriero (Católicas por el Derecho a Decidir),  Mariel Bernal Vilte (Kolla-ECMIA: “Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas”), Pamela Martin García (CEDEM), Mariana Iacono (Mujeres viviendo con VIH) y Maria Alicia Gutiérrez (FUSA).

La cálida recepción y el reconocimiento de los saberes compartidos produjo una sinergia de trabajo que apuntaló la excelente intervención de los negociadores.

Dada la imposibilidad de articular estrategias y  propuestas bajo la cobertura de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), Argentina instrumentó una reunión con diversos países de América Latina y el Caribe para poder acordar en algunos  puntos básicos: incluir derechos sexuales; la continuación de la revisión de la Conferencia de El Cairo más allá del 2014; la estrecha relación con la revisión de las Metas del Milenio 2015 y la inclusión de los tratados internacionales, regionales y locales entre otros).  Se logró un acuerdo básico regional (con auto exclusión de Guatemala, Honduras y Nicaragua) sin que ello obstara la toma de posiciones nacionales en otros conflictivos campos temáticos.

ma2¿Qué temas definieron los puntos de fricción y como se organizaron las diferentes coaliciones/estrategias? Haré referencia sólo a algunos temas:

Derechos sexuales: Es un lenguaje que no permeó la Conferencia 1994 y fue motivo de enormes controversias en las revisiones sucesivas. Esa puja prevaleció en el debate actual. La idea de la reproducción y la sexualidad bajo el paraguas del derecho a la salud sigue persistiendo y en ese sentido es complejo introducir  avances. Sin embargo, tampoco es posible ocultarlo. El enorme trabajo desarrollado, tanto entre las intrincadas paredes de Naciones Unidas  como de las organizaciones sociales en los diversos niveles de interacción no permitieron que dicha  formulación sea olvidada y más aún, como el retorno de lo reprimido, reaparece en varios cuestionamientos (entre otros la inclusión o no del término“familias” por sobre el monolítico heterosexual “familia”).

Soberanía: La inclusión del concepto de soberanía como paraguas para el desarrollo de los derechos humanos locales y el resguardo de cualquier forma de intromisión de unos estados sobre otros (antiguo debate que tiene un sustrato muy fuerte en la memoria sangrante de los procesos de colonización). Sin embargo, y con el avance de las regulaciones internacionales, se levanta una sospecha: si soberanía es autonomía legítima en la toma de decisiones locales o supone regirse sólo por las creencias culturales, tradiciones, religiones. No se podría menos que acordar por el respeto irrestricto a la soberanía pero, al contraponerlo con lo global presupone el desconocimiento de acuerdos regionales e internacionales, lo que resta eficacia a la demanda de grupos e individuos en otras esferas que trasciendan el Estado Nación.

Pobreza: La controversia que atravesó Cairo 1994, retornó revitalizada tras el desarrollo sustentable y las condiciones de mitigación y o eliminación de la pobreza. La Santa Sede nuevamente enarbola su bandera de defensa de los pobres contra las supuestas políticas de derecho que quieren eliminar no la pobreza como mal endémico e injusto sino a los pobres a través de políticas de control de la fertilidad. Viejo argumento reciclado que no se entiende, ni se explica porque va en contradicción con los derechos humanos básicos de las personas.

SOGI (sigla en inglés para orientación sexual e identidad de género): Las organizaciones de la sociedad civil junto con algunos países (entre ellos Argentina), intentaron que el
  ma1derecho quedara explicitado en el documento, lo que no fue posible frente a la resistencia de países y alianzas conservadoras.

Hubo grandes ausentes en el debate: entre otros, el aborto que fue silenciado mayoritariamente (excepto países del norte de Europa, la India, Nepal y Cuba que promovían revisar y remover las leyes restrictivas)  trabajo sexual y  otros temas.

Al igual que en Cairo, una de las tareas de la Articulación Feminista y las organizaciones de la sociedad fue enfrentar, en el campo discursivo, a los diversos grupos fundamentalistas, encabezados básicamente por la Santa Sede, pero también por otras religiones y tradiciones. Algunos países africanos reunidos en el Grupo Africano, con Camerun a la cabeza, llevaron la voz cantante de la oposición conservadora. Este monolítico bloque defensor de las tradiciones culturales y religiosas tenía sus fisuras representado en Sud Africa y otros países que sistemáticamente intentaban salir de ese encorsetamiento. Lo mismo se visualizó con los países árabes cuyo vocero principal Egipto, intentó aglutinar un bloque que también (caso Líbano en el tema SOGI) mostró sus fisuras y diferencias. Esto nos habla de una serie de realineamientos que si bien tienen sustratos comunes y convergentes, difieren en algunos temas y eso hace posible pensar en un armado de una delicada filigrana de acuerdos y alianzas.

maPara finalizar, si bien la Conferencia de Población y Desarrollo plantea un sinnúmero de problemáticas que hacen a los tópicos de su propia nominación (desarrollo sustentable, soberanía alimentaria, migración, entre otros), los cuerpos y la sexualidad están jugando un rol altamente significante en la construcción discursiva del derecho internacional y en los realineamientos geopolíticos del orden multilateral. Este proceso que se inicia hacia fines del siglo XX,  y que se puso en la escena internacional con las diversas conferencias de Naciones Unidas de la década del 90 del siglo pasado, reapareció fuertemente en los debates recientes y en la necesidad de defender como punto de no retorno la propia Conferencia de Cairo del 1994. No son nuevos estos realineamientos: han aparecido en cada una de las revisiones realizadas en este complejo proceso de veinte años.

El desarrollo de los acontecimientos, y la gestión de Uruguay como país líder de la conferencia, permitió acceder a un documento de consenso que traduce en alguna medida la dificultad y la potencialidad de las negociaciones para que el juego no finalice en un suma cero. En este contexto si bien fueron logrados algunos avances  (defensa de los derechos humanos de las personas afrodescendientes y de las poblaciones indígenas), quedaron por fuera el acceso al aborto legal y seguro y  el derecho  a una vida  libre de violencias  basada en la identidad de género y la orientación sexual.

El documento adolece de enormes deficiencias, los vacíos siguen siendo demasiados. La lucha continua. Entre lo global y lo local, en ese campo de disputas que la sexualidad y los derechos conllevan, es imperativo continuar construyendo espacios donde las demandas y necesidades de las personas puedan ser expresadas como es el caso de la presentación del Proyecto de ILE de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en nuestro país.

* Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito/ Coordinadora del Area de Advocacy de FUSA.


Cuba: Treintañeras sin pareja son mal vistas


Escrito por Helen Hernández Hormilla   
   
La Habana, mayo (SEMlac).- El antiguo estigma de la solterona parece seguir acechando a las cubanas que pasan de treinta años de edad y no tienen pareja estable. Ellas sufren la presión social por no tener descendencia ni haber logrado el matrimonio, asegura una reciente investigación de la periodista Mayra Pombo.
Al estudiar la representación social de la soltería de 12 habaneras entre 30 y 49 años de edad, la graduada de Filosofía encontró que, socialmente, a la soltera de estas edades se le considera una mujer loca, grosera, conflictiva, neurótica, mojigata o rara.

Ellas sufren el rechazo social por desafiar el "deber ser" femenino y son presionadas, directa o indirectamente, por las familias y amistades que preguntan sobre su vida sentimental y cuestionan la elección de vivir solas.

La tesis "Soltera en los treinta… ¿y qué? La deconstrucción de un mito", por la que Pombo obtuvo el Máster en Ciencias Sociales de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, incluye un pormenorizado estudio filosófico de la construcción social de imaginarios patriarcales sobre la soledad femenina.

"Las mujeres contemporáneas experimentan, en muchos casos, una contradicción: el ansia de libertad y espacio y el logro del ideal romántico en el terreno amoroso", señaló la reportera de la revista digital Cubanow.

En la idealización del amor y las relaciones personales impuesta a la identidad femenina existe, a su juicio, una fuente de insatisfacción y baja autoestima de las mujeres.

"Nos han enseñado que podemos tenerlo todo, carreras profesionales, la libertad vedada a nuestra abuelas, pero también que necesitamos ser amadas o encontrar a 'la media naranja' para estar completas", destacó Pombo durante el acto de defensa académico, la pasada semana.

Pese a los espacios y libertades sociales alcanzados por la mujer moderna, aún siguen existiendo valores patriarcales en la vida privada que estandarizan la relación de pareja por la cultura machista dominante en Cuba.

"Las mujeres occidentales contemporáneas se desarrollan exitosamente en las esferas de lo profesional, la cultura, el arte, la política; pero esta aparente autonomía se distorsiona en lo relativo al matrimonio y la maternidad", sostuvo la investigadora.

La mayoría femenina en la enseñanza superior, que a cierre de 2013 llegaba a 66 por ciento, ha derivado en la postergación del casamiento y el incremento de mujeres y madres solteras en la isla caribeña, expuso.
Otros factores que inciden en el cambio de paradigma de pareja en las cubanas son la falta de vivienda propia y los problemas económicos de un país en crisis hace casi 30 años.

Todas las solteras de la investigación se han sentido cuestionadas, presionadas o discriminadas en algún momento de sus vidas debido a su estado civil, una realidad que las deja incómodas ante preguntas y comentarios de personas cercanas.

Por otra parte, en espacios profesionales y sociales es frecuente que les pongan tareas extra, pues aprecian sus responsabilidades menos importantes que las de mujeres casadas o con hijos.

Frente a la representación social de que las solteras se encuentran "incompletas", Pombo encontró características comunes como seguridad en sí mismas, actividades extralaborales, gustos bien definidos, alto nivel de exigencia con los hombres y necesidad de autosatisfacción.

Ellas desean encontrar un hombre que les respete prioridades, espacio personal y valore su profesión e independencia, y no están dispuestas a modificar una parte importante de su vida por tener pareja.

La maternidad también se encuentra entre sus preocupaciones, lo que en opinión de Pombo demuestra que esta sigue representando una exigencia asociada al sentido de la vida de la mujer y su identidad.

En opinión de la investigadora, se necesita un cambio de paradigma en cuanto a la soltería femenina, al que pueden contribuir los medios de comunicación si naturalizan el tema como opción válida de vida y dejan de presentarlo como objeto de disfuncionalidad, rareza o burla.

"En la medida en que una sociedad cambie su mentalidad por introducir la teoría y prácticas de equidad de género, este estereotipo acerca de las mujeres solteras irá desapareciendo", consideró.

"No podemos seguir promoviendo una cultura que no valora a la mujer independiente y esta, en aras de legitimarse, deba exhibirse con una pareja", agregó.

De la Rosa de Guadalupe a Rosario Robles



Mujeres y Política

El programa Oportunidades no apoyará a las familias indígenas que tengan más de tres hijos, “porque la recreación se ve como una forma de que ingrese más dinero a sus hogares”

 Soledad Jarquín Edgar

México D.F,, 08 may. 14. AmecoPress.- En México suceden hechos inverosímiles. Por ejemplo, un político puede hacerse millonario con sólo estar unos meses sentado en su curul defendiendo las causas partidistas y no los problemas sociales.

Un presidente de partido puede comprar en poco más de un millón de pesos el camino libre para que su hermano sea candidato a la presidencia municipal.

Es común que un dirigente sindical pueda superar todas las expectativas de riqueza gracias a las cuotas de las y los agremiados.

Hay notorios recuentos de corrupción en el sistema presidencial mexicano y ni qué decir de los virreyes en cada una de las entidades del país y de sus colaboradores más cercanos, tanto que resulta ocioso señalar uno tras otro.

Por eso resulta interesante analizar lo dicho por la Secretaria de Desarrollo Social, la ex perredista y ex jefa de gobierno en el Distrito Federal, Rosario Robles Berlanga, quien anunció que el programa Oportunidades no apoyará a las familias indígenas que tengan más de tres hijos, “porque la recreación se ve como una forma de que ingrese más dinero a sus hogares” y que se suspenderá el apoyo económico por nacimiento que actualmente se entrega.

De nueva cuenta, como se hace ancestralmente, se condena la pobreza y todo lo que implica y no las razones que ocasionan la pobreza, entre las que destacan la corrupción del sistema político mexicano.

Además, pretenden recular en un programa asistencial que durante años le ha dado grandes dividendos a los políticos, sus los partidos y, claro, a los gobiernos.

Es más fácil, así parece, pretender resolver el problema de la pobreza distribuyendo migajas entre la gente en lugar de resolver de fondo el problema a través de cero tolerancia a la corrupción y cumpliendo a cabalidad con lo indica la Constitución Política Mexicana que mandata a reconocer (y por tanto a practicar) los derechos humanos de cada uno y cada una de las mexicanas y no, como sucede, a recibir migajas de un pastel que sola clase política se come en grandes tajadas.

Resulta, por demás grotesco considerar que las familias que tienen más de tres hijos buscan “defraudar” al sistema del programa Oportunidades, porque a más hijos e hijas les representan más ingresos, pero no es corrupción la desigualdad salarial que impera en este país.

No es corrupción que en este país la llamada clase política sea tan grade como los -500 diputados y diputadas federales, 128 senadores, gobernadores, el presidente y por supuesto sus amplios, muy amplios gabinetes y séquitos- y que sigamos pagando sus privilegios.

Lo dicho por doña Rosario Robles resultará siempre molesto. Primero porque está violentando el derecho de las personas a tener los hijos que deseen, como dice la Constitución; segundo porque las “becas” de Oportunidades no resuelven el problema de la pobreza, pero dicen que les “ayuda”.

Ahora resulta que las familias de indígenas pobres no tienen derecho a recibir ayuda por tener más de tres hijos, mientras que otros se reparten bastante dinero en portafolios y amarrados con ligas, de los cuáles ninguno está preso y otros hasta gobernadores son.

¿Acaso el tener tantos hijos no es resultado del sistema? Lo que por cierto ha inhibido las campañas o políticas públicas para educar a las personas en prevención de enfermedades como VIH-SIDA o los contagios de transmisión sexual y que ahora repuntan entre la población joven?

¿Acaso no es a través de la televisión que se educa “religiosamente” a las familias mexicanas con la Rosa de Guadalupe y otros programas, y donde se les dice que el aborto es un pecado mortal, lo mismo que rechazar a los hijos e hijas que Dios manda y que por tanto se deben tener?.

¿Acaso no es a través del sistema mexicano de televisión y educación en las aulas donde no se habla de los derechos sexuales ni de la salud reproductiva? ¿Ni qué pensar en la prevención ni en el uso del condón en algunas instituciones de educación superior privadas en Oaxaca y en otras ciudades del país? Campañas, presupuestos que parecen invisibles en las políticas públicas de la Secretaría de Salud.

No son estos acasos algunas de las contribuciones más importantes para que las mujeres tengan más hijos y por tanto más necesidades, al grado tal de que algún brillante se le ocurrió el programa Oportunidades que vienen arrastrando sexenio tras sexenio priistas y panistas y luego priistas y también los perredistas en el D.F.

Como es “brillante” también el programita Sin Hambre, con el cuál las familias reciben 14 alimentos básicos con un costo de 640 pesos mensuales, lo que ella se gasta en un café, en un labial, en unas chanclas para bañarse…nada importante.

Y, por último, me pregunto ¿cuántas familias se quedarán fuera del programa? Sabrá que estas mujeres son las que menos posibilidades tienen en la vida, menos educación, menos acceso a la salud pública…Las mexicanas estamos más lejos de los derechos humanos y más cerca de la televisión y la iglesia.

Así estamos esperando las ocurrencias del funcionariado y no el disfrute pleno e los derechos humanos, así de simple.