6/21/2014

Peeping Terry Richardson

Daniela Villegas 

¿Terry Richardson, artista o depredador? se pregunta en su más reciente número New York Times Magazine, el suplemento dominical del periódico The New York Times, evidenciando no sólo su postura binaria y reduccionista sobre el famoso fotógrafo de moda sino también el engañoso titular que pone en duda las acusaciones de abuso sexual de las que ha sido denunciado en los últimos años por distintas modelos.

Benjamin Wallace, el autor del perfil del fotógrafo estadounidense -quien ha tenido bajo su lente a celebridades como Lady Gaga, Lindsay Lohan, Kate Moss, Rihanna, Miley Cyrus e incluso el presidente Barack Obama- resaltó la infancia desatendida, adolescencia aparentemente sin rumbo de Richardson y maestría fotográfica, dando poca importancia a las agresiones sexuales cometidas por el fotógrafo y pasando por alto una de las principales demandas presentadas contra el fotógrafo en 2005, la de la modelo rumana Gabriela Johansson.

Johansson denunció que Richardson publicó fotos de ella desnuda sin su consentimiento haciendo apropiación indebida del material, incumplimiento de contrato y abuso hacia su persona al presionarla a desnudarse completamente cuando la sesión de fotos sólo era en top-less.

Otros casos incluyen a Jamie Peck, Rie Rasmussen, Sara Hilker, Felice Fawn y más recientemente Anna Del Gaizo quienes han abiertamente denunciado el abuso sexual y comercial de sus imágenes por parte del polémico fotógrafo.

Rie Rasmussen, la famosa supermodelo danesa, productora y directora de cine encaró a Terry Richardson en 2010 al acusarle de explotar a jóvenes modelos. “Él utiliza chicas jóvenes, las manipula para que se quiten la ropa y les toma fotos de las cuales ellas se sentirán avergonzadas. Están completamente atemorizadas de decir no porque su agencia las mandó a hacer la sesión de fotos y son muy jóvenes para posicionarse y valerse por sí mismas”, señaló Rasmussen.
La fama, contactos y aparente personalidad bromista del fotógrafo suele atraer a las jóvenes mujeres, quienes después de participar en algunas sesiones fotográficas en donde Richardson llega a participar desnudo, supuestamente para que las modelos se sientan más cómodas al posar sin ropa, descubren que las intenciones son más pornográficas y abusivas de las estipuladas al principio, donde incluso las presiona a que toquen sus genitales como en el caso de Jamie Peck quien fue presionada para que lo masturbara, de esta manera arrebatándoles la dignidad a través de diversas manipulaciones disfrazadas de un agrio sentido del humor.
Como refiere el texto de New York Times Magazine en algunas entrevistas ha dicho cosas tales como: “Yo era un chico tímido, y ahora soy este sujeto poderoso con esta erección, dominando a todas las chicas”.
Sin embargo pese al más que evidente abuso y las muchas denuncias contra Richardson continúa teniendo much@s seguidor@s e incluso defensor@s entre los cuales se encuentran algunas mujeres como su asistente Alex Bolotow quien ha aparecido en varias fotografías de la serie TerryWorld, practicándole sexo oral.

Bolotow al ser entrevistada señala que le tiene muy poco respeto a las modelos que han denunciado a Richardson: “Creo que ser una mujer fuerte es ser dueña de las decisiones que has hecho en tu vida”, afirmó, “tratar de responsabilizar a otra persona por tus propias decisiones es muy cobarde y deshonesto”.
Pero, ¿acaso son las decisiones de las mujeres? El hecho de que Richardson tiene un historial de trabajo con modelos que no son conscientes de que van a ser invitadas a posar desnudas o a tocar sus genitales evidencia que no son las decisiones de las mujeres fotografiadas las que hablan por ellas.
Al volver a la pregunta con que abre el artículo redactado por Wallace me parece que la pregunta no sería si Richardson es un artista o depredador, ya que no se pone en duda que lo es, un depredador sexual, sino que nos tendríamos que preguntar por qué si muchas mujeres ya lo han denunciado se sigue poniendo en entredicho el que sea un manipulador y abusador sexual.
Quizá el hecho de que mujeres como Bolotow, que ha participado en varias de sus sesiones en prácticas sexuales explícitas con el fotógrafo, validen el sometimiento al que se ven sujetas en una supuesta decisión propia y empoderada, en una evidente adherencia al sistema patriarcal que trivializa los abusos a las mujeres y al final las culpa a ellas mismas de las agresiones contra ellas tanto en el plano físico como mental, les resta legitimidad para denunciar la violencia que han vivido.
Al referirse a las fotografías en que realiza sexo oral a Richardson ella señala “Oh, estoy totalmente expresándome a mí misma, y esto es genial. " "Me encanta esa foto, y estaba como, "Me veo tan sexy en esta foto”, pero ¿Por qué tanta felicidad en convertirse en mujer-objeto?
Es un autoengaño el que hace la asistente de Richardson al señalar que una de las imágenes en que se encuentra practicándole sexo oral al fotógrafo con la frase SLUT (prostituta) pintado en su frente ha sido de su total invención, como si el hecho de que ella misma se cosifique restara la sujeción y la misoginia a la puesta en escena.
Parece que se ha educado mediante diversos dispositivos culturales para que las mujeres gocen de su propia subordinación, de que otro sea superior a ellas y que disfruten de una sexualidad engañosamente libre al posicionarse como objetos.
No me extraña que Richardson dijera a los medios: “No tengo ningún remordimiento sobre el trabajo, pero obviamente nunca he querido que alguien se sienta así. Nunca fue mi intención. Pero la gente hace cosas y luego se arrepiente y eso no tiene nada que ver conmigo”
Como señalara la escritora y cineasta francesa Virginie Despentes: “Voluptuosa y excitante, resulta también perjudicial: que nos atraiga lo que nos destruye nos aparta siempre del poder”.

La sexualidad y el desasosiego


La Silla Rota publica un excelente reportaje: “Pantallas calientes que transpiran sexo…el comportamiento compulsivo de quienes son adictos al porno en Internet los lleva a una vida en la clandestinidad y en algunos casos les provoca sentimiento de culpa”.
Los testimonios son honestos y conmovedores. Elijo el de una joven mujer madrileña que aparece con el subtítulo “El desenfreno”: “Susana es una chica normal de Madrid. Hija de una familia normal y corriente de clase media. Su cuerpo es menudo y esbelto…Fue una niña exigente consigo misma. No tuvo amigas… A los 15 años padeció anorexia y bulimia. A los 17 mantuvo su primera relación sexual y encadenó varios novios. En la universidad comenzó a salir de fiesta todos los días... De noche, entre la neblina de las discotecas, empezó a sentirse atractiva. Deseada. ‘Y sentirse deseada crea adicción…Me centraba con una amiga en salir de caza. Nunca me llevaba los tíos a casa. Lo hacía con ellos en las esquinas, en los baños, en el coche. He llegado a tirarme a tíos en plena calle, mientras pasaba gente a nuestro lado. Usaba abrigos largos para taparme. Entonces no veía nada raro en todo aquello. Y la búsqueda de la emoción, de la sexualidad al límite, me tenía enganchada. Después me sentía vacía. Abandonada’”. (El texto completo está en la portada del portal).
“Abandonada”, dijo. Quizá una podría deletrear a-ban-do-no para intentar entender el trasfondo de toda adicción: el cigarro que “acompaña”, el alcohol que “abraza”, el sexo compulsivo e indiscriminado que libera por unos segundos de la angustia que producen el amor y el desamor. “Y sentirse deseada crea adicción”, la muchacha que se sentía solitita encontró una manera de encubrir su ansiedad, de silenciar preguntas que quizá tienen más que ver con la búsqueda de identidad, que con el sexo. Cuando el psicoanalista Jacques Lacan dijo su frase: Los seres hablantes (nosotros, inscritos en las palabras) vivimos “el deseo de ser deseados por el otro”, se refería a “deseados” en el sentido más amplio de la palabra, un deseo que incluiría –necesariamente- el más allá del cuerpo. Deseamos ser respetados, escuchados, amados por el otro. La sexualidad compulsiva sería –quizá- la negación de esa demanda de amor de la cual somos portadores, y su reducción al territorio de la corporeidad.  Una negación en la que una persona se instala, porque no le queda de otra, porque no encuentra otra posibilidad en esos momentos para manejar su inmenso desasosiego.
“Hacemos como que te doy y hacemos como que me das, hacemos como que estamos juntos estos minutos detenidos entre mi nada y tu nada”. Ese “Hacer como si…” (as if) del que escribía el psicoanalista Winnicott: La puesta en escena de las emociones en el afán de ser capaz –un día- de vivirlas. Repetir, para intentar sanarse. Quienes padecen o han padecido de una sexualidad compulsiva describen  el vacío que viene después. Más soledad. Y la urgencia de recomenzar. La adicción lastima los afectos, irrumpe a todo lo largo del día afectando la vida cotidiana. La adicción toma el poder. En el reportaje, los testimonios hablan de la terapia que les permite comenzar a imaginar una vida distinta, buscar ese daño interior, el verdadero, ese daño no dicho que está detrás de la compulsión. Acercarse a la demanda de amor, y soportarla.
(Egon)

El reportaje de La Silla Rota me llevó –ineludible- hacia la película “Ninfomanía” de Lars Von Trier, ahora –la primera parte- en la Cineteca Nacional. Y me llevó hacia el libro autobiográfico “La vida sexual de Catherine M”, de Catherine Millet y al “Diario de una ninfómana” de Valérie Tasso. Pasando, por supuesto, y toda proporción y diferencia guardada, por las obligadas reminiscencias del Marques de Sade y de Bataille.  En el caso de Millet, (un best seller con más de 25 traducciones) su éxito tuvo mucho que ver con el curriculum de la autora: La directora de la revista Art Press, una “intelectual” y personaje del mandarinato cultural francés, publicaba un testimonio de treinta años de relaciones sexuales compulsivas. Un testimonio muy doloroso en el que Millet describe su urgencia por el “número de hombres” y el “anonimato de los encuentros”. Todo el libro una se pregunta: Pero ella, ¿siente placer? ¿La adicción sexual, se trata de sentir placer? Es muy probable que no. Al final, una estremecedora alusión al padre nos deja atónitos y tristísimos en esa larga saga del cuerpo invocado como tierra de nadie.
¿A qué se debe la conmoción que estas narrativas produjeron y producen? ¿Gazmoñería? Quizá en algunos casos. ¿El impacto que produce el sexo que se expone en toda su crudeza sobre todo cuando quien ofrece su testimonio es una mujer? También. ¿Hay algo allí que llama como diría Kristeva “a esa parte oscura de nosotros mismos?”. También. Todas/os somos portadores de fantasmas e imaginarios inconfesables. Pero hay una diferencia, ciertamente, entre el juego de los imaginarios y el paso –descarnado- al acto.  A cada quien de elegir como vive la singularidad de sus deseos, pero no deja de ser hermoso cuando sucede en el contento.  ¿En dónde se coloca la piel y por qué? Como suele suceder con las películas de ese enfant terrible que es Lars Von Trier, “Ninfomanía” nos arroja hacia el callejón de las preguntas inevitables: ¿Qué es la sexualidad? La sexualidad y la sensualidad, ¿acaso son idénticas? ¿Cuáles son las diferencias entre la sensualidad femenina y la masculina? ¿Podríamos permitirnos generalizaciones en este tema? ¿Cuál es el lugar de la ternura, de la equidad,  de la empatía en el acto sexual? Aún en el más intempestivo y producto del azar (suponiendo que “el azar” exista).
Entre un hombre y una mujer, ¿son equitativas las posibilidades de placer en un encuentro fortuito? Dado, y acá sí me permito generalizar, que nuestros ritmos en la sensualidad suelen ser muy distintos. Continuó el deslizamiento y dejo de lado lo fortuito: en las relaciones entre un hombre y una mujer que sí se conocen y saben sus nombres, que son amigos, o que se aman en una pareja constante: ¿existe cada vez un intercambio amoroso inscrito en la equidad sexual, es decir en la búsqueda del placer y del orgasmo para ambos? Voy hacia una frase que me apena y me parece extravagante: ¿Entendemos la importancia del orgasmo femenino? Es decir, su “naturalidad”. Cuando escucho esos “chistes” que hacen referencia a “los eternos dolores de cabeza”, me da por preguntarme: si esa mujer supiera que va por el placer del otro y por el suyo, por el orgasmo del otro y por el suyo: ¿le dolería la cabeza? No digo que el amor sexual no esté repletito de complejidades (cada una/o arrastra su historia) sólo digo que los desencuentros silenciados y la inequidad entre hombres y mujeres ante la sexualidad –tan determinada por la cultura- la complican de más.
“Ninfomanía” es la historia de una mujer desde la adolescencia hasta los cincuenta años. La película sucede en dos capítulos, hasta ahora en México se exhibe el primero. Comienza con una pantalla oscura, luego aparece una mujer que yace en el piso con sangre en el rostro. Un hombre la descubre e intenta ayudarla. Ella no quiere. Insiste, la lleva a su casa y le sirve un té. El decorado es sobrio, nos queda claro que Seligman es un hombre solitario que ama la música y los libros. Nos queda claro que su deseo es proteger a esa muchacha desamparada, y sobre todo –y sin juicio alguno- tratar de entenderla. Joe insiste en que ella es “una mala persona”, él responde que “las malas personas”, así, como absoluto, tal vez no existan. La narrativa comienza mientras ella está tendida en una cama (a la manera de un diván) y Seligman la escucha desde una silla, manteniendo una distancia entre los cuerpos (a la manera del psicoanalista).
Un hombre está junto a Joe, en una habitación cerrada, y su interés –inaudito en la vida de Joe- no es sexual. Quiere conocerla y escucharla.  A partir de ese momento Joe puede librar su historia. La excelente actriz que interpreta el “presente” es Charlotte Gainsbourg, la hija de Serge y Jane Birkin. Sí, aquellos que cantaban juntos: “Yo te amo, yo tampoco”, la canción en la que ella lanza sus encantadores gemiditos. Joe comienza con el erotismo a solas (que nunca es “a solas”, puesto que la imaginación existe) y pasa de allí a la búsqueda de un joven que la inicie en la sexualidad, lo que sucede con una brutalidad y un desapego tal, que las risas nerviosas invaden el cine. Horrible. Luego compite con su amiga para ver cuál de ellas logra más no-relaciones sexuales en los vagones del tren, el premio es una bolsita de bombones. Ambas se aplican. Así comienza la fuga de Joe hacia la sexualidad, cuyas causas no conocemos, nos falta la segunda película.
Hay quien considere que “Ninfomanía” es una película misógina, no es mi impresión. Es una historia de dolor que se expresa en la compulsión sexual, y el personaje es femenino. Tampoco me parece que sea una película “moralina que intenta llevar a las mujeres ‘por el buen camino’”, los “buenos caminos” a ultranza no se le dan a Von Trier. Narra el exceso de una adicción atravesada por el sufrimiento. Narra la búsqueda de identidad y de sentidos de vida. Y sobre todo: nombra el pánico a la cercanía, a la intimidad, el pánico de amar, experiencias que todas/os podemos reconocer como nuestras, sólo que acá rozan un extremo. Los extremos suelen ser una buena manera de indagar, no sólo lo que implican, sino también su cantidad de “en medios”. Si Seligman, el hombre que sabe escuchar, es la manifestación de las emociones de Lars Von Trier, el director es profundamente empático –en esta película- con los avatares de una femineidad que busca sus rumbos. No hay en Seligman juicios “moralinos”, lo suyo es la poesía y el intento de aprehender lo humano. “Hay dos actitudes frente a la adicción, juzgarla o empatizar”, dice Seligman.
Hay claves que se van librando a lo largo de la película en las conversaciones de Joe con su amiga: No compartir una relación sexual dos veces con la misma persona. Prohibido en el pacto. Separar los actos sexuales del amor, porque el amor es un gran inconveniente. No se especifica por qué.  En algún momento la amiga le insinúa que tal vez el amor podría ser un ingrediente que lleva a modos muy deseables del placer; Joe no puede escuchar, su búsqueda continúa…hasta que se enamora. Aterrizamos en un final de esta primera parte cuando en medio del acto sexual Joe le dice desesperada a su amante: “No siento, no siento nada”. ¿No siente nada porque es incapaz –aún- de concebir a su objeto sexual y a su objeto de amor en la misma persona? Lo que nos lleva a ese tan interesante ensayo de Freud: “La degradación de la vida amorosa”, en el que describe los conflictos de algunos hombres (sólo habla en masculino, aunque quizá es igual en ambos caos) para permitirse desear a la mujer que aman, y como terminan separando: el objeto de amor no les provoca deseo (asociado al maternaje), el objeto de deseo no puede (dejaría de serlo) provocarles amor.  O,  quizá Joe por primera vez puede expresar en voz alta lo que siempre estuvo: se aferró a la compulsión sexual en un intento por sentir y sentir y sentir, porque no siente casi nada. Algo en ella, en su historia, congeló sus emociones y sus deseos.
(Chagall)

La adicción es una huida, la adicción se vive como la posibilidad –única- de un refugio, hasta que somos capaces de construirnos una calidez interior que nos proteja y nos albergue. Es un tránsito.  Somos tan frágiles, tan desbrujulados, tan humanos. La dificultad para simbolizar un más allá del cuerpo, podría tender a convertir el cuerpo en una tierra de nadie, cuando en la vida parecería que cada una/o compulsiva/o o no, sueña –más que nada- con ser reconocido y nombrado y vivir su sexualidad con libertad, con pasión y con contento.
Pienso en las realidades más cotidianas que nada tienen que ver con la compulsión, pero sí con la sexualidad concebida como falta: el constante aumento de los embarazos adolescentes. ¿Cómo sucede en los casos en los que la relación es consensuada y los jóvenes sí tienen la información necesaria? ¿Cuál es la prohibición y/o el hondo malentendido cultural que lleva a las/los jóvenes a castigar su sexualidad no protegiéndose? ¿Por qué el deseo y el placer sexuales tienen aún tanto de amenaza y de culpa? ¿Por qué el cine se llena de risas nerviosas ante los actos sexuales explícitos, aún cuando su trasfondo sea más bien dramático?
La sexualidad es trasgresora. Lo es porque implica un placer en el que compartir implica arrancarse de una/misma/o para visitar otros mundos. Lo es porque implica dejarse ir a los jardines secretos, del corazón y del cuerpo; pero “trasgresora”, no es sinónimo de culpable. No tendría por qué serlo. Nos encontramos para nombrarnos la una al otro, el uno al otro, la una a la otra. Por un día, por meses o por años. En relaciones que traen consigo o no, la sensualidad. ¿Acaso encontrarse no es el más profundo anhelo humano?
@Marteresapriego

En Nueva York e inspiradas por las zapatistas, las mujeres luchan contra el despojo


El Movimiento por Justicia del Barrio celebra a las mujeres, que lo crearon y lideran su lucha contra la especulación inmobiliaria y el desplazamiento.

Jessica Davies

Estados Unidos. Las integrantes del Movimiento por Justicia del Barrio de Nueva York  y las  zapatistas de La Realidad son dos ejemplos de cómo las mujeres en lucha en todas partes del mundo se unen para inspirar y aprender una de otra, y cómo, en el proceso, transforman al mundo.

El 24 de mayo, cientos de miembros del Movimiento, la mayoría mujeres, se reunieron para honrar la vida y lucha del zapatista asesinado en La Realidad, el Votán Galeano. Aquí exponemos algunas de sus más importante luchas.

La denuncia del propietario y especulador de más de mil 800 edificios en Nueva York, que maltrata a los migrantes, es la más reciente en una larga serie de batallas ganadas por las mujeres y hombres del Movimiento por Justicia del Barrio contra los especuladores de propiedades, las empresas multinacionales, políticos corruptos e instituciones gubernamentales, que pretenden desplazarlos de su comunidad.

El Movimiento por Justicia del Barrio es una organización de base comunitaria, dirigida por mujeres inmigrantes, que lucha por la dignidad, la justicia social y contra la opresión, gentrificación y desplazamiento en El Barrio, Nueva York.

La organización fue fundada hace casi diez años por madres inmigrantes mexicanas, muchas de ellas indígenas, desplazadas de su tierra natal y obligadas a emigrar. Se encontraron enfrentando al racismo, patrones brutales, terribles condiciones de vida y la amenaza de ser desplazadas nuevamente. Estas mujeres no participaron en las luchas sociales en México y no hablan inglés, pero empezaron a escuchar a sus vecinos y se dieron cuenta de que todos comparten los mismos problemas y necesidades: una vivienda digna, una comunidad fuerte y justicia.

Las mujeres empezaron a ir de puerta en puerta, edificio por edificio, escuchándose una a otra sobre sus problemas y juntas pensando sobre cómo resolverlos. Así se estableció su forma de trabajar y nació el Movimiento por Justicia del Barrio.

Son las mujeres quienes construyeron la organización: el Movimiento tiene ahora 850 miembros, en 80 comités de edificio, de los cuales 80 por ciento son mujeres. Como inmigrantes, trabajan turnos muy largos, seis a siete días a la semana, por salarios muy bajos, además de todas las labores que tienen que hacer en casa –muchas son madres. A pesar de todas estas ocupaciones, están profundamente comprometidas con la lucha contra el neoliberalismo, la gentrificación y los propietarios capitalistas, corporaciones multinacionales e instituciones gubernamentales que buscan desplazarlas de, y destruir, su comunidad. Con determinación, sacan tiempo para organizarse con sus vecinas y trabajar para seguir construyendo una base comunitaria fuerte para la organización.

Inspiración zapatista

Las mujeres del Movimiento por Justicia del Barrio –la mayoría, originarias de Puebla, Guerrero y Oaxaca- obtienen una gran inspiración de las luchas notables de las mujeres en todas partes, pero especialmente de las zapatistas en Chiapas, con quienes comparten ideas y experiencias: la importancia fundamental de “escuchar”, algo para lo que las mujeres son muy buenas; la defensa colectiva de la comunidad como esencial; la importancia de hacer propia la lucha de cada quien; y que si uno es afectado, todos lo son.

Como las mujeres de El Barrio, las mujeres zapatistas también son mujeres indígenas mexicanas en lucha, aunque en un ambiente rural en lugar de uno de ciudad. Las integrantes de Movimiento, como adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, ven su lucha como una forma de zapatismo urbano, y adoptan diversas herramientas de lucha y métodos de organización utilizados por sus pares en Chiapas.

Uno de los instrumentos utilizados por las mujeres son las “Consultas del Barrio”, en las cuales todos los residentes locales son consultados; así garantizan que los miembros de la comunidad más amplia de El Barrio sean capaces de decidir la dirección de la organización. La consulta es un ejemplo de democracia participativa y toma de decisiones horizontales para construir y fortalecer la comunidad a nivel local, y una forma de unir más gente a la lucha.

Una forma de las Consultas del Barrio es la impulsada por comunidad, donde los miembros, principalmente mujeres, le piden a la gente identificar los temas que más afectan sus vidas, a través de reuniones comunitarias, foros públicos, diálogos comunitarios, divulgación calle por calle, tocando puertas, reuniones en casa y votos de todos. Luego, el Movimiento luchará alrededor de los temas seleccionados.

Otra tradición zapatista que Movimiento por Justicia del Barrio utiliza con éxito, tanto en Nueva York como México y de nuevo con las mujeres al frente, es el encuentro. Ellas definen que “un Encuentro es un espacio de intercambio humano y de reflexión. Es un lugar donde tod@s podemos hablar, donde tod@s vamos a escuchar a l@s demás, y donde tod@s podemos aprender. Es un lugar donde podemos compartir las muchas luchas diferentes que hacen de nosotr@s un@ sol@. Un Encuentro es un puente entre pueblos dignos de toda la ciudad y alrededor del mundo”.

El Encuentro, por lo tanto, ayuda a unir y fortalecer las muchas luchas de las comunidades marginadas y de sus organizaciones, además de formar redes de apoyo mutuo y solidaridad entre ellos.

Homenaje a las luchas de las mujeres

Para todos los miembros de Movimiento por Justicia del Barrio, es de gran importancia reconocer las contribuciones de las mujeres a la lucha contra el neoliberalismo y la discriminación en todas sus formas.
En El Barrio y a lo largo del mundo las mujeres permanecen al frente de estas luchas -desarrollando estrategias, impartiendo sabiduría, construyendo comunidad y luchando incansablemente por la justicia y dignidad para todos. Muestran valentía frente a la violencia y agresión que enfrentan; y fuerza y dignidad al oponerse a la opresión, mientras trabajan constantemente juntas y se apoyan mutuamente.

Una forma en la que al Movimiento por Justicia del Barrio le gusta honrar a las mujeres de su organización y del mundo es con la organización de una serie de eventos a lo largo de todo el año. El 4 de junio de 2014, desarrollaron un “Foro público sobre Género, Despojo y Gentrificación”, que incluyó un debate sobre la lucha de las mujeres zapatistas y tendrá continuidad el 2 de julio con una discusión inspirada por las zapatistas, acerca de los roles y las contribuciones de las mujeres a las luchas alrededor del mundo, titulado: “Las Luchas de las Mujeres Transforman el Mundo”.

Celebración de la lucha

Los inmigrantes de El Barrio tienen mucho que celebrar, incluyendo las victorias obtenidas durante el año anterior, en una batalla de todo un año liderada por las mujeres contra un nuevo propietario que dispone de casi mil 800 apartamentos. Este propietario ataca a sus inquilinos basándose en su percepción sobre los estatus migratorios. Las líderes de los comités de los edificios afectados dieron entrevistas y denunciaron la injusticia, sin temer las represalias.

Ésta es la más reciente en una larga serie de batallas luchadas y ganadas por las mujeres y hombres del Movimiento por Justicia del Barrio contra los especuladores de propiedades, las empresas multinacionales, políticos

corruptos y las instituciones gubernamentales, que pretenden desplazarlos de su comunidad. Así continúa la lucha diaria que, a su vez, inspira a otros.

Las mujeres del Movimiento por Justicia del Barrio se apoyan mutuamente y luchan por derechos, justicia y dignidad para su comunidad, para las mujeres del mundo, y para todos aquellos que están marginados por la globalización neoliberal.

El 8 de marzo de 1996, el finado Subcomandante Marcos habló del papel de las mujeres en la lucha y en la historia: “mañana, si va a haber uno, será hecho con las mujeres y, sobre todo, por ellas”.

Ocho de marzo, celebración fundamental

Quizás el día más importante para las mujeres en lucha por todas partes es el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer que Lucha, que en El Barrio llama a una celebración muy especial.

En el Día Internacional de la Mujer que Lucha de 2014, las mujeres de Movimiento por Justicia del Barrio se reunieron y, tras la tradición anual, todas recibieron una rosa roja a su llegada, además de una cena preparada y servida por los miembros masculinos, de forma que las mujeres pudieron completamente disfrutar de la noche.

El programa comenzó con una presentación de fotografías del año anterior que muestran a las mujeres del movimiento dirigiendo y participando en acciones comunitarias, a menudo con sus niños protestando. Posteriormente se presentaron dos filmes: un documental sobre el encuentro de mujeres zapatistas (en el que las participantes de diversas partes del mundo dialogaron, mientras los hombres se hicieron cargo de la logística y alimentación, y el segundo, un video centrado en el papel femenino en los movimientos sociales de todo el mundo: Egipto, Grecia, Sudáfrica, Chiapas, las Filipinas, Tokio, Madrid y Nueva York.

Las mujeres reflexionaron sobre los videos, y miembros del movimiento -nuevos y veteranos- rindieron homenaje a mujeres rebeldes en cada rincón del mundo. Las mujeres se reunieron con los puños en el aire y un grito subió: “¡que vivan las mujeres en lucha en el mundo!”.

Una parte vital de la celebración en El Barrio fue el reconocimiento de las mujeres, que asumen gran parte del liderazgo y son vistas como ejemplos de “Indignadas” en este lugar de inmigrantes. Las mujeres fueron celebradas y honradas por su incansable trabajo de difusión, por la creación de una base fuerte en la comunidad, y por ponerse al centro de los medios de comunicación para denunciar a su propietario –que las amenazó y acosó.

Lanzan campaña social contra el reguetón



Dos fotógrafas y un fotógrafo toman letras de las canciones y las interpretan literalmente a través de imágenes


Redacción AmecoPress


Madrid, 12 jun. 14. AmecoPress. “Usa la razón, que la música no degrade tu condición”. Bajo ese lema, un trío de profesionales de la fotografía lanzó una campaña social en Colombia que persigue exponer el contenido sexualmente explícito y de naturaleza violenta contra de las mujeres que se halla en el reguetón.
Tomando canciones como “En la cama” (Daddy Yankee) “Pa’ que retozen” (Tego Calderón) y “Bellaquera” (Arcángel), entre otros, las fotógrafas Alejandra Hernández, Lineyl Ibáñes y el fotógrafo John Fredy Melo obviaron el doble sentido de las letras de estos temas y las interpretaron literalmente a través de impactantes imágenes.

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En la serie de fotos se muestra a una mujer desnuda siendo consumida por un muchacho como si fuera un pedazo de carne. 

En otra figura una fémina de rodillas sujetada a la pierna de hombre que está a punto de darle con un palo, mientras en otra imagen aparece una mujer clavada sangrientamente contra la pared y con un hombre encima de ella.

Según informa el portal Merca20.com, las fotógrafas han compartido estas imágenes a través de sus redes sociales, donde han sido apoyadas por cibernautas que consideran que este género musical promociona la violencia de género, la vulgaridad y el mal gusto.

Ibáñes, por su parte, escribió en su página de Facebook que “la crítica va dirigida a los contenidos de las canciones que solo dejan a las mujeres como objetos sexuales, que no solo en las letras son agredidas, sino que además en los vídeos son usadas como símbolos de sexo”.

Foto: Archivo AmecoPress 

Mujeres nórdicas critican estancamiento de políticas de igualdad


   Presentan propuestas de cara a revisión de Plataforma de Beijing




A 20 años de su último encuentro y en vísperas de la próxima reunión global para revisar los logros de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing+20), 20 mil feministas nórdicas se reunieron en este puerto sueco para exigir a los gobiernos acciones tangibles encaminadas a la verdadera igualdad entre los sexos.

Con el lema “Nuevas acciones en los Derechos Humanos de las mujeres, es tiempo para la acción”, y convocadas del 12 al 15 de junio por organizaciones feministas de Noruega, Islandia, Dinamarca, Finlandia (junto con su región autónoma de Islas Aland) y Suecia, activistas analizaron los 12 puntos de la Plataforma de Acción de la Conferencia de Beijing, realizada en 1995, a la luz de la crisis económica en Europa y el estancamiento en las políticas de igualdad de los gobiernos nórdicos.

Cinco son los puntos centrales de las demandas de este Foro Nórdico; el primero de ellos es que los presupuestos nacionales y municipales integren una perspectiva de género por la igualdad, tanto en los documentos como en las decisiones financieras.

Segundo, que los gobiernos nórdicos financien a los grupos feministas en la misma dimensión que al resto de las organizaciones sociales, y tercero, que los procesos de residencia legal de las mujeres con familias en los países nórdicos sean independientes de los hombres.

Asimismo, que se detenga la política de deportación de las mujeres víctimas de violencia de género, y que se proteja a las víctimas de trata independientemente de que sean testigos o no de procesos penales.

El cuarto punto se enfoca a toda la vida laboral, tanto para el desarrollo de políticas de conciliación familiar, como el desarrollo de medidas en el mundo del trabajo que permitan a las mujeres el tiempo completo, así como acciones laborales que les garanticen estabilidad en el empleo.

El quinto punto consiste en estimular la presencia femenina en puestos de dirección y decisión en todas las esferas sociales, económicas y políticas de los países nórdicos, en una lógica de desarrollo sostenible.

Los cinco puntos fueron entregados durante la clausura del evento el pasado domingo, donde estuvieron presentes las ministras de Igualdad de los países nórdicos, incluso la ministra de Noruega, Solveig Horne, quien se ha manifestado abiertamente en contra de la ley de cuotas, la legalización del aborto y quien ha responsabilizado a las mujeres por la violencia que viven.

La presencia de Horne provocó el rechazo, abucheo y hasta la salida de varias asistentes.

El Foro Nórdico se enmarca en el proceso global que ha iniciado de cara a la revisión en marzo de 2015 de la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer.

Si bien siete mil feministas nórdicas pagaron para estar en el evento, las organizadoras estimaron que alrededor de 20 mil mujeres asistieron sin costo a la feria de organizaciones, así como a los 300 talleres, grupos de trabajo y mesas de análisis que se realizaron durante tres días.

La política de pago generó reacciones en contra de varias de las asistentes, por excluir de los foros centrales a las mujeres que no pudieron pagar las 700 coronas (87 euros/mil 541 pesos mexicanos) de la inscripción, asimismo cuestionaron la pluralidad del encuentro por no reflejar la diversidad racial ni migratoria.

De acuerdo con el registro del Foro, 53 países estuvieron presentes en la feria de organizaciones y las mesas centrales de discusión.
 

Foto: Lucía Lagunes Huerta
Por: Lucía Lagunes Huerta, enviada
Cimacnoticias | Malmoe, Suecia.-


Brasil: un Mundial sin trata y sin turismo sexual


Activistas protestan contra el turismo sexual en la embajada de Brasil en México. Foto: Xinhua / Pedro Mera

MÉXICO, D.F. (apro-cimac).-La semana pasada inició el Mundial de Futbol en Brasil, donde 32 países participan para intentar ganar la tan anhelada Copa.
En este país sudamericano diversas energías se concentran. Habrá fiesta, samba, competencia. Las personas seremos testigos de la diversa información difundida en los medios de comunicación: comida típica, hermosas playas, lugares para bailar, monumentos, tradiciones e infinidad de actividades turísticas.
Sin duda, Brasil es el gigante latinoamericano. Algunos dicen que es la sexta economía más grande del mundo con 200 millones de habitantes y grandes brechas en la distribución de la riqueza.
Se estima que, aproximadamente, 600 mil turistas asistirán a la Copa Mundial de Futbol, principalmente de América.
Sin embargo, Brasil tiene un lado oscuro. Se estima que es el segundo destino a nivel mundial de turismo sexual, sólo después de Tailandia. Se calcula, según datos de Unicef, que cerca de 250 mil niñas son víctimas de explotación sexual.
Es un país de origen, tránsito y destino de mujeres, hombres, niñas y niños víctimas de trata sexual. La parte noroeste de Brasil, en Fortaleza, justo una de las sedes de la Copa Mundial, se caracteriza por ser un lugar con alto índice de trata.
“Es fácil comprar una niña, es como comprar chocolate… está fuera de control”, dice Carlos Da Bomb, consejero juvenil.
Pobreza, discriminación y violencia de género son factores que posibilitan la comercialización de millones de niñas y mujeres en Brasil.
Sin duda, el gobierno brasileño ha tomado medidas para prevenir la trata sexual en el país. De hecho, a finales de mayo pasado, lanzó la Campaña “Violência contra as Mulheres-Eu Ligo” y “Clica 180”, y una app que se llama “Protegem Brasil”, de la Secretaría de Políticas para las Mujeres de la Presidencia de la República (SPM-PR).
Tales acciones buscan que, a través de una llamada o aplicación para dispositivos móviles, las personas puedan denunciar cualquier acción violenta hacia las mujeres y las niñas.
Peso a ello, y a otras medidas emprendidas por el gobierno brasileño, en el imaginario colectivo se percibe a Brasil como un lugar paradisíaco en donde es legal comprar servicios sexuales porque la prostitución es permitida y, por lo tanto, la idea de visitarlo está asociada a la idea de comprar servicios sexuales sin ser penalizados.
En 2002 el Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil incluyó la prostitución en la lista de oficios y profesiones autorizadas y reconocidos para cualquier persona mayor de 18 años.
El promedio de escolaridad sugerida como necesaria para ejercer la prostitución es entre cuarto y séptimo grado, o sea muy cerca de primaria completa.
Por eso, aunque el actual gobierno brasileño pretende no reconocer que su país tiene una imagen al exterior de un lugar de turismo sexual, la realidad es que en esta Copa Mundial de Futbol, muchos turistas irán a sus playas, los partidos, a bailar, a comer, a disfrutar, pero también a “comprar” mujeres y niñas.
En esta ocasión no voy a profundizar sobre el tema de si la prostitución es un trabajo o no, porque sabemos que es un tema controvertido, ya que existen dos posturas para analizarlo.
A lo que quiero llegar es a enfatizar que muchas de estas mujeres en situación de prostitución posiblemente llegaron ahí por pobreza, falta de oportunidades, engaño, amenaza, en suma, por el abuso de su situación de vulnerabilidad.
Es decir, ¿cómo sabemos que no son obligadas a prostituirse por un proxeneta o por las circunstancias que les niegan acceso a oportunidades?
Si la prostitución es un oficio o profesión como ser doctora, ingeniera, actriz, maestra, y siguiendo la lógica de pensamiento reglamentarista de Brasil, ¿realmente las mujeres teniendo la posibilidad económica, social y cultural de elegir entre estos oficios o profesiones, serían prostitutas?
¿O más bien, los gobiernos como Brasil no garantizan un piso mínimo de derechos sociales, económicos y culturales para todas las mujeres, y es por eso que no les queda otra opción que la prostitución como medio de sobrevivencia?
Y ni qué decir de las miles de niñas que son prostituidas. ¿También ellas han “elegido”?
Es por eso que desde la organización que orgullosamente dirijo y porque cada día se incrementa más la trata de mujeres y niñas para el turismo sexual en ocasión de grandes eventos deportivos, como la Copa Mundial, las Olimpiadas y el “Súper Bowl”, hemos emprendido la Campaña Internacional ¡Di no al turismo sexual: comprar sexo no es un deporte! Brasil 2014-2016, con el fin de desalentar a los turistas que representan el incentivo principal a través de la demanda de servicios sexuales de mujeres y niñas, y con ello prevenir la trata y la explotación sexual.
La campaña puede ser consultada en www.catwlac.org, donde están las imágenes descargables para ser compartidas y también está la petición para sumarse. Toda la información está en cuatro idiomas: español, inglés, francés y portugués.
Para finalizar, quiero agradecer a CIMAC y a Cimacnoticias por el honor de empezar a difundir esta columna “Mujeres Cautivas” en este espacio informativo con alto reconocimiento nacional e internacional en la información con perspectiva de género.
Cada 15 días intentaremos provocar la reflexión, el debate y el aprendizaje mutuo por este medio. Hasta la próxima.
Twitter: @CATWLACDIR
*Directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).

Entrevista - Develando el mito de la igualdad sueca: Maria Sveland


   La periodista y feminista advierte rezagos para las mujeres

Por: Lucía Lagunes Huerta*

Cuando se supone que la igualdad está al alcance de las manos de las mujeres suecas, cuando Suecia es un referente mundial del avance de las mujeres, develar que la desigualdad aún persiste no es agradable para nadie, mucho menos para las fuerzas conservadoras.



Como respuesta, la violencia contra las feministas que alzan la voz para señalar que la desigualdad aún pervive en el país más igualitario del mundo.

Una de ellas es Maria Sveland, escritora y periodista sueca, quien previo al Foro Nórdico que se realizó del 12 al 15 de junio en Malmoe, Suecia, visitó México y se reunió con feministas mexicanas invitadas por la embajada del país escandinavo.

Maria es clara: Suecia vive un estancamiento en la política de igualdad de 30 años y en algunos casos de la vida privada; las mujeres suecas viven como en los años 50.

Frente a feministas mexicanas recorre la cortina de la contradicción sueca. Sí, Suecia es uno de los países con mayor igualdad en el mundo, pero falta mucho para lograr la igualdad plena.

Las suecas ganan en promedio entre 2 mil y 3 mil coronas (entre 3 mil 800 y 5 mil 800 pesos mexicanos) menos que los hombres por un trabajo igual, y ellas están en su mayoría en empleos parciales y por horas, con la obvia consecuencia de un menor salario.

En materia de violencia, sólo entre el 2 y 3 por ciento de las denuncias por violación llegan a una sentencia condenatoria.
Sólo el 1 por ciento de los varones suecos comparten la responsabilidad del hogar en las mismas condiciones que las mujeres.

Estos son algunos de los retos del país nórdico, señala Maria Svelan, quien participó en el Foro Nórdico sobre misoginia y neofacismo y donde llamó a construir la verdadera igualdad.

Develar la contradicción que viven la sociedad sueca no gusta, especialmente a los conservadores y fascistas, dice Maria en la entrevista con Cimacnoticias durante su visita a México.

La reacción de estos grupos conservadores ha sido la intimidación y la amenaza: ella misma tuvo durante un año la protección policial por las amenazas de muerte que recibió.

Una vía de su activismo para denunciar la desigualdad ha sido a través de la escritura. Maria recientemente publicó su libro “La cabrona amargada”, una traducción libre al momento de la entrevista, pues su libro sólo está disponible en sueco.

Maria es una figura pública, de renombre en el país nórdico, con quien conversamos en uno de los cafés de la Cineteca Nacional sobre su libro y la visión de la Suecia actual.

“IRA SANA”

–Lucía Lagunes Huerta (LLH): ¿De qué trata tu libro?
–Maria Sveland (MS): Es una pareja joven que tenía la misma edad que yo en aquel entonces; ese libro se basa en mis propias experiencias cuando tuve a mi primer hijo.

“Sara –el personaje– siente que tener un hijo, convertirse en mamá es como viajar en el tiempo y regresar a los años 50. Experimenta y siente que hay exigencias y expectativas muy diferentes sobre ella como mamá en comparación con lo que él experimenta como papá y se siente engañada.

“Siente como si se hubiera dejado engañar durante mucho tiempo sobre Suecia igualitaria, siente que se está empezando a convertir en una persona muy amargada y lucha para entender, para intentar captar por qué pasó esto con ella y su pareja, con quien a pesar de todo sí compartía ideales acerca de la igualdad.

“Esta novela termina con la idea de que sentirte como una ‘cabrona amargada’ es una reacción muy sana ante una sociedad muy enferma, ya que esta ira, todo lo que siente por el trato que recibe, es muy sana precisamente porque vivimos en un sistema que de manera estructural está oprimiendo a las mujeres”.

El primer libro que escribió Maria reflexiona sobre el odio contra las mujeres, basada en los comentarios por internet.

–LLH: La otra cosa: el odio… ¿Por qué  odian tanto a las feministas?
–MS: El odio hacia las mujeres, hacia las feministas, adopta formas muy diversas. No es que exista un movimiento organizado con una mesa directiva y sus reglamentos.

“Pero ese odio sí es algo que se ejerce y se expresa por varios individuos, porque en el fondo de la historia –estoy segura– tiene que ver con una lucha de poder.

“En Suecia últimamente ha sido el tema tabú decir que existe un conflicto, y que existe esta estructura de poder entre hombres y mujeres porque nos hemos quedado con una recesión donde ambos sexos viven como en una existencia pacífica que compartimos”.

–LLH: ¿Dirías que esa existencia pacífica es una trampa?
–MS: Tal vez no tanto una trampa, más bien es como un mito. Como feminista, cada vez que haces ver que sí hay un conflicto entre los sexos la gente dice “claro que no, eso no es cierto, eso es mentir”.

“A fin de cuentas se trata de que los hombres tienen el poder, entonces cuando las mujeres llegamos y decimos que nosotras también queremos el poder, que tenemos la facultad para tener el poder, obviamente hay un conflicto.

“Hay una resistencia fuerte; si uno ve en internet, en los blogs, en los campos de comentarios, ahí es donde muchos ejercen su odio de manera muy abierta. Yo tengo la sensación de que lo que les molesta profundamente es que nosotras tomamos espacio, queremos que nos escuchen; eso es lo que les molesta.

“Creo que antes, en el sistema antiguo, un hombre siempre podía estar seguro de que por más abajo que estuviera en la jerarquía siempre iba a estar una mujer más abajo.

“Hoy no se ve así, la mujer tiene una representación muy diferente, tanto en la política como en la industria; no necesariamente es así y muchos de esos hombres pienso que se sienten extremadamente amenazados porque hay mujeres muy exitosas, porque pasan por ahí y las ven y aparentemente para varios de esos hombres es muy fácil sentarse en el internet y escribir un correo de odio o meter sus ideas en los campos de comentarios”.

VIVIR BAJO AMENAZA

–LLH: ¿Dónde queda el Estado en todo esto?
–MS: No hacen tanto; la policía apenas se está dando cuenta, ya están viendo que es un problema que sí existe gracias a que somos un grupo de feministas que hemos sacado el tema a la luz de día y lo hemos llevado a la televisión, a lo público.

“Hay que admitir que hacen un buen trabajo. Por ejemplo, en un periodo en el que yo estaba amenazada de muerte me pusieron protección especial y había policías que me acompañaban cuando daba conferencias; es un grupo especial que se llama seguridad personal.

–LLH: ¿En qué época fue amenazada?
­–MS: En abril de 2012, hasta el otoño pasado. Hay una cosa muy irónica, pero el primer ministro de Suecia (Fredrik Reinfeldt) llamó la primavera pasada a una conferencia de prensa porque dos de los entrenadores de los técnicos de dos equipos importantes en Suecia habían recibido amenazas de muerte por vándalos, y él no se aguantó nada. Dijo que eso no podía ser, que era una locura total, que eso no podía pasar en una sociedad democrática.

“Eso pasa después de que nosotras durante meses habíamos llevado un debate bastante fuerte, incluso en la televisión, sobre lo que nos pasaba a nosotras que éramos varias mujeres periodistas  completamente amenazadas. ¡No lo mencionó, no dijo ni una palabra!

–LLH: ¿Cómo dar un mensaje crítico sin desalentar?
–MS: Yo pienso que a toda la base del movimiento hay que ponerle leña bajo el fuego. Hay grandes diferencias entre Suecia y México, pero en el fondo ahí están las mismas razones por el odio hacia la mujer.

“Mi estrategia es hablar partiendo de la idea de que todos sabemos lo que es el feminismo y que todos somos feministas, porque hay tanta información, estadísticas que demuestra que no estamos viviendo en una sociedad justa y cómo el feminismo a final de cuentas se trata de Derechos Humanos; no vamos a estar regateando nada”.

Twitter: @lagunes28

*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.

Imagen retomada del sitio bizkaiaporelmilenio.com
Cimacnoticias | México, DF.- 

ONU divulga guía de reparación para víctimas de violencia sexual


 

Combatientes rebeldes siguen amenazando la aldea de Angeline Mwarusena, víctima de tres de ellos. Crédito: Einberger/argum/EED/IPS
Combatientes rebeldes siguen amenazando la aldea de Angeline Mwarusena, víctima de tres de ellos. Crédito: Einberger/argum/EED/IPS

NACIONES UNIDAS, 16 jun 2014 (IPS) - Cuando se detectan episodios de violencia sexual, contra hombres, mujeres o menores de edad, en las misiones de paz de la ONU, esta no demora en identificar a los responsables y expulsarlos a sus países de origen. Pero prácticamente no puede hacer nada para procesarlos, hacer justicia o asegurar una adecuada indemnización a las víctimas.

Los 193 estados miembro, que contribuyen con miles de efectivos a las misiones de paz en Asia, África y América Latina y el Caribe, quedan fuera del largo brazo de la ley.

Pero el secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ban Ki-moon, aprovechó una cumbre realizada en Londres entre el 10 y el 13 de este mes, para divulgar una serie de pautas llamadas “Reparaciones para la violencia sexual en conflictos”.

Las reparaciones incluyen retribución, indemnización, rehabilitación y garantías de no repetición.
“La gente debe tener derecho a guardar silencio si es su elección, pero también tiene derecho a la justicia social" - Sanam Naraghi Anderlini, una de las fundadoras de la Red Internacional de Acción de la Sociedad Civil (ICAN)

“Un elemento clave de la reparación es que debe ser proporcional a la gravedad de la violación y al daño sufrido”, señala el documento de 20 páginas.
Sanam Naraghi Anderlini, una de las fundadoras de la Red Internacional de Acción de la Sociedad Civil (ICAN, por sus siglas en inglés), comentó a IPS que sería útil saber cómo la ONU divulgará la guía para que todo su personal esté capacitado para atender este problema.
“¿Y qué medios tienen para asegurar su cumplimiento?”, preguntó.

En otras palabras, ¿estas pautas son opcionales o sientan las bases para un estándar de operaciones para la ONU?, precisó.
“¿Qué sanciones se prevén para quiénes no las cumplan? ¿Cómo supervisarán esto?”, prosiguió Anderlini, quien también es investigadora del Centro de Estudios Internacionales del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
En el informe, la ONU también menciona algunas fallas del sistema actual.
En Sudáfrica, por ejemplo, las reparaciones a las víctimas de violencia sexual consisten en un pago único de unos 4.000 dólares.
Pero la medida no tomó en cuenta las diferencias de poder dentro de las familias, así como la histórica falta de acceso de las mujeres a las cuentas bancarias.

“Grupos de víctimas denunciaron que el dinero se depositaba en las cuentas de los hombres de la familia y que las mujeres tenían un acceso limitado o ningún control sobre el mismo”, señala la guía.
En algunos casos, las tensiones sobre cómo utilizar el dinero terminan desembocando en violencia familiar, según la ONU.
Shelby Quast, directora de política de la organización Equality Now, con sede en Nueva York, dijo a IPS que es fundamental que las reparaciones se enmarquen en el desarrollo de un marco legal sustentado en los derechos humanos para proteger los derechos de las mujeres y de las niñas al término del conflicto en el periodo de desarrollo.
“Como es tanta la violencia sexual contra las adolescentes, también es importante que las reparaciones sean variadas, -médica, psicológica y económica, entre otras- y se preste especial atención a la necesidad única de las niñas en una época particularmente formativa de su vida”, añadió.

En la cumbre para “Acabar con la violencia sexual en Conflictos”, la representante especial de la ONU dedicada a este asunto, Zainab Hawa Bangura, subrayó: “Las reparaciones quedan sistemática afuera de las negociaciones de paz o al margen cuando se fijan las prioridades de fondos, aun cuando son de suma importancia para las supervivientes”.
La subsecretaria general para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, mencionó un estudio del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia que concluyó que en los campos de concentración cerca de Sarajevo habían sido violados entre 4.000 y 5.000 presos.
Una investigación en el este de República Democrática del Congo señala que uno de cada seis hombres entrevistados dijeron haber sufrido violencia sexual en el marco del conflicto.
Otro estudio realizado tras la guerra en Liberia concluyó que entre los excombatientes, 42 por ciento de las mujeres y 33 por ciento de los hombres habían sufrido violencia sexual.

“Nos falta mucha información, pero sabemos que el número de casos de delitos sexuales denunciados está por debajo de la realidad, son especialmente difíciles de cuantificar los que sufren hombres y niños”, observó Amos.
La subsecretaria general y directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, remarcó que urgen medidas más fuertes y que “la violencia sexual en conflicto es una prioridad para nosotros”.
Anderlini, quien ha estudiado mucho este tema y tiene mucha experiencia de campo, dijo a IPS que las víctimas de violencia sexual deben tener el derecho y la capacidad de salir de la victimización y recuperar sus vidas.
Por eso necesitan asistencia física y psicosocial, acceso a la justicia y oportunidades educativas y profesionales para reconstruir sus vidas. También requieren un contexto sociocultural que las acepte y las respete, subrayó.

Además, precisó que la justicia para las víctimas no debe limitarse al aspecto legal o a un programa concreto de reparación que depende de que las personas declaren.
“La gente debe tener derecho a guardar silencio si es su elección, pero también tiene derecho a la justicia social, es decir que el marco debe ir más allá de solo programas de reparación para garantizar la salud, la educación, los planes de integración económica en conflicto o pos-conflicto integrar y atender las necesidades de las personas perjudicadas por la violencia sexual”, añadió.
Por ejemplo, apuntó, las clínicas de salud y el personal sanitario deben estar capacitados para manejar la violencia sexual en todos esos contextos.
Las víctimas de violencia sexual deben poder acceder a oportunidades y capacitación profesional y educativa que también integre una dimensión psicosocial y el apoyo de una terapia grupal, remarcó Anderlini, autora de “Women Building Peace: What They do, Why it Matters” (“Mujeres construyen paz: qué hacen, por qué importa”).

“Estoy presa porque denuncié las porquerías del gobierno”: Nestora Salgado


 Desde la prisión de alta seguridad en la que lleva diez meses recluida, la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá señala que para lograr su libertad, solamente confía en la presión de la gente.


Escucha el podcast


Nestora Salgado

Paula Mónaco/ Telesur

México. El gobierno de México “es una vergüenza”, define Nestora Salgado tras sus diez meses de reclusión. “Al gobernador de Guerrero no le conviene tenerme afuera, pero yo no estoy contra el gobierno, sino contra quienes hacen las cosas mal y contra la delincuencia”, apunta.

Nestora Salgado denunció en voz alta las complicidades de las autoridades municipales del municipio de Olinalá, en la Montaña de Guerrero, con el crimen organizado. Su papel como coordinadora de la Policía Comunitaria, conferido en asamblea, la llevó a ordenar, el 16 de agosto del 2013, la detención del síndico Armando Patrón Jiménez, acusado de abigeato y de presunta participación en el asesinato de dos ganaderos. 

El funcionario local fue trasladado a la Casa de Justicia regional para ser procesado por un sistema comunitario legitimado desde hace 18 años en la región.

Sin embargo, la detención del síndico provocó que personas cercanas a él la acusaran de secuestro. Cinco días después llegó la fuerza del Estado a bordo de 15 vehículos militares. Los miembros del ejército la entregaron a la Marina Armada de México, luego la subieron a un avión e inmediatamente después Nestora vio abrirse las puertas del penal de Tepic.

“A los ojos de todo el mundo están violando mis derechos. Aquí no hay respeto para los derechos humanos ni para nada”, alega la líder comunitaria en entrevista con Telesur, que denuncia que la tratan como “la peor de las criminales”. Salgado considera que el trato en su contra es porque no aceptó el dinero que le ofrecieron a cambio de la libertad del síndico Armando Patrón Jiménez.


“No llamaré a la puerta de ninguna prisión, me declaro insumisa”: Maria Osório, independentista gallega


 Organizaciones sociales y culturales rechazan la sentencia de cárcel contra la militante, sobre quien pesa una orden de captura de un tribunal español de excepción.

Andrés Luca

Galicia. La condena contra la independentista galega Maria Osório –siete años y nueve meses de prisión- no tiene más causa que “pertenecer a una generación que optó por la lucha para dignificar su existencia”, afirmó la militante que, en un acto público, anunció su decisión de pasar a la clandestinidad para “no obedecer las leyes de un Estado del que sólo conozco represión y persecución política e ideológica”.

La militante independentista galega Maria Osório fue condenada en 2013 por un tribunal de excepción, la Audiencia Nacional española, a siete años y nueve meses de prisión por pertenencia a banda arma (supuestamente Resistência Galega) y falsificación de documentos. Fue detenida en diciembre de 2011, y hasta febrero de 2012 permaneció en prisión preventiva en un régimen especial, sometida a incomunicación y en cárceles alejadas de su territorio.

En el juicio no fue acusada de daños a personas ni a bienes materiales, y se violó sistemáticamente su derecho a la defensa, así como el de los otros imputados –Antom Santos, Eduardo Vigo y Roberto Fialhega, Teto.

Maria Osório, en libertad condicional desde febrero del 2013, después de un año y tres meses de prisión preventiva en régimen especial, ahora se enfrenta a la sentencia firme por la cual el Estado español pretende encerrarla de nuevo para cumplir más de seis años que le restan.

El pasado 12 de mayo, la justicia española dictó, sin previo aviso, orden de busca y captura para la militante independentista. Ante esta situación, el Organismo Popular Anti-represivo Ceivar convocó un acto de apoyo para el sábado 7 de junio. El anuncio de la participación de la militante en el evento -para explicar su rechazo a ser detenida e informar de su situación actual- levantó una gran expectativa.

El día del evento, la capital galega, Santiago de Compostela, amaneció tomada por un fuerte dispositivo policial, que impidió que muchas personas pudieran entrar al acto. Sin embargo, la intención de capturar a Maria se frustró pues la comparecencia se realizó a través de internet, mediante videoconferencia.

“No llamaré a la puerta de ninguna prisión, me declaro insumisa”

Al acto, convocado en un centro social de la capital galega, acudieron decenas de personas, entre ellas familiares, militantes independentistas y gente de la cultura y movimientos sociales, para mostrar su rechazo al ingreso en prisión de la militante. Desde hace meses, se desplegó una campaña de solidaridad con la consigna “Yo también soy Maria Osório”, apoyada por miles de personas solidarias que contribuyeron con el envío masivo de fotos al blog creado para el efecto.

Ante una gran expectativa, Maria Osório comenzó con un agradecimiento a las constantes muestras de apoyo desde que fue encarcelada en 2011: “Si algo importante aprendí es que la solidaridad y el apoyo mutuo es lo que nos va a garantizar ser solventes en una lucha que se está poniendo muy complicada”.

Durante la intervención, la militante dejó clara su postura de rechazo ante una condena injusta y totalmente desproporcionada: “No llamaré a la puerta de ninguna prisión, me declaro insumisa. No tengo por qué obedecer las leyes de un Estado del que sólo conozco represión y persecución política e ideológica”. Maria Osório denunció que las causas de esta condena no son otras que pertenecer a “una generación que optó por la lucha para dignificar su existencia”.

La solidaridad

En la rueda de prensa, Osório anunció que mientras no se produzca su detención, seguirá luchando por su libertad y participando desde la clandestinidad en el movimiento independentista.

Ante esta nueva situación, el Organismo Popular Anti-represivo Ceivar anuncia que la campaña de solidaridad se intensificará con un nuevo lema: “Yo también escondo a Maria Osorio en mi casa”, para seguir apoyando a la militante galega en su decisión de no entregarse a las fuerzas represivas españolas.

Las indígenas en reclusión, tortura y terror



El sistema penitenciario en México carece de un enfoque de género y por ello hay una constante vulneración de los derechos humanos en la cárceles, lo que se expresa en graves diferencias de la norma para con las mujeres, mucho peor para las indígenas

 Gloria Analco, Sara Lovera


México D.F., 12 jun. 14. AmecoPress/SEMlac.- Vivir en una cárcel es ya de por sí una penuria; para las mujeres significa hacinamiento, trato indigno, castigos inenarrables, cero atención médica y pésima alimentación. Si, además, se es indígena, la situación es de terror.

Cerca de 12.000 mexicanas lo padecen y muchas fueron detenidas arbitrariamente. A ellas nadie las visita y son discriminadas al interior del sistema penitenciario.

Leticia Escandón Carrillo, cuarta visitadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), informó que entregó un informe exhaustivo al Congreso de la Nación, especialmente sobre la situación de las mujeres indígenas, que debe atenderse con carácter urgente.

Mientras, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), mediante su secretaria ejecutiva, Marcela Eternod Arámburu, demandó a los legisladores a crear leyes y reglamentos de justicia con visión de género "para mejorar las condiciones en las que se encuentran actualmente 294 mujeres indígenas en reclusión".

Para Escandón Carrillo, el sistema penitenciario en México carece de un enfoque de género y por ello hay una constante vulneración de los derechos humanos en la cárceles, lo que se expresa en graves diferencias de la norma para con las mujeres, mucho peor para las indígenas.

Las mujeres encarceladas cargan una vida de tantas dificultades que llevó a la CNDH a elaborar un informe que ya estudia la Cámara de Diputados y que fue entregado a la Comisión legislativa en esa materia para que sea atendido con carácter "urgente".

Lo más grave, explicó Escandón Carrillo, es la discriminación hacia las indígenas en la vida cotidiana, en la que participan el personal penitenciario y las reclusas urbanas.

A ello se suma el sufrimiento habitual de las mujeres en los penales: hacinamiento, trato indigno, castigo excesivo, escasa atención médica y pésima alimentación, lo que contraviene normas nacionales e internacionales sobre los derechos humanos de las mujeres privadas de la libertad.

Agregó que, por razones de confidencialidad, es imposible conocer los nombres de las indígenas en reclusión, pero precisó que en 2013 la población autóctona carcelaria del país era de 8.486 personas; de ellas, 290 mujeres (3,42 %).

Esa composición se ha modificado en el actual año, de acuerdo con un informe no publicado de la Cuarta Visitaduría General de la CNDH, al cual SEMlac tuvo acceso. El documento registra una reducción a 8.335 de la población indígena en las cárceles, de la cual 294 son reclusas, para 3,52 por ciento de la población indígena total.

Por entidad federativa, se encuentran encarceladas, actualmente, 21 mujeres indígenas en Oaxaca; 58 en Chiapas; 53 en Puebla; 19 en Veracruz; ocho en Guerrero; 31 en el Distrito Federal; 18 en Yucatán; seis en San Luis Potosí; una en Chihuahua; 11 en Hidalgo; 19 en el estado de México y cinco en Sonora.

A esas cifras se agregan dos en Nayarit; ocho en Michoacán; dos en Quintana Roo; una en Campeche; dos en Morelos; dos en Tabaco; tres en Sinaloa; una en Jalisco; dos en Baja California; dos en Baja California Sur; tres en Querétaro; una en Nuevo León; una en Zacatecas; una en Aguascalientes; nueve en el Complejo Penitenciario Islas Marías y cinco en CEFERESO Femenil Noroeste-Nayarit.

Las reclusas indígenas pertenecen a 27 diferentes grupos étnicos del país: Náhuatl (79), Tzotzil (41), Mixteco (20), Otomí (20), Zapoteco (19), Maya (19), Tzeltal (19), Totonaca (18), Mazateco (15), Mazahua (8), Mixe (7), Tlapaneco (6), Chol (6), Chinanteco (5), Mayo (5), Purépecha (4), Huasteco (3), Amuzgo (2), Chatino (2), Cora (2), Huichol (2), Quiché (2), Zoque (2), Cuicateco (1), Pame (1), Matlatzinca (1), y Tarahumara (1).
Los cambios en la composición de esta población, de un año a otro, obedecieron a que se otorgaron 10 libertades a mujeres indígenas, derivado de las gestiones realizadas por la CNDH ante las autoridades penitenciarias, en colaboración con los jueces de Ejecución de Sentencias, en diferentes entidades, a la vez que hubo nuevos ingresos a los penales, según consta en el citado informe, por lo que actualmente suman 294.

Durante 2013 y lo transcurrido de 2014, los principales presuntos delitos atribuidos a las indígenas en reclusión en todo el país fueron: homicidio, robo, fraude, lesiones, contra la salud y delitos contra el medio ambiente, según el mismo documento.

Los delitos contra la salud están relacionados con mujeres que son engañadas y enviadas a la frontera con droga, forzadas a hacerlo para proteger a sus maridos o bien por verse involucradas en los campos de cultivo de amapola o cannabis. Ellas son retenidas en centros penitenciarios del norte del país, donde quedan aisladas, sin atención jurídica y sin familia.

Entre los actos violatorios más frecuentes que encuentra la CNDH en contra de las indígenas están las detenciones arbitrarias, la incomunicación, tratos crueles y la falta de asesoría jurídica inmediata y de traductores en sus lenguas.

En México hay 418 centros de reclusión, apenas 10 de ellos son exclusivos para mujeres. Las cifras más recientes de la CNDH indican que en las cárceles hay 11.901 mujeres, de las cuales 8.839 (72,27 %) tienen procesos llamados del fuero común, que pueden ser juzgados por la entidades de la República, y 3.062 (25,72 %) del fuero federal, de carácter nacional, como los de la salud.

Del total, solo 4.189 (apenas 35,19 %) se encuentran recluidas en cárceles exclusivas para mujeres, mientras que 7.712 (64,80 %) están en centros mixtos.

La población femenina recluida apenas representa 4,87 por ciento del total de la población encarcelada, razón por la cual, según la CNDH, la infraestructura, la organización y el funcionamiento de las cárceles y del sistema penal giran en torno a las necesidades de los hombres.

La secretaria ejecutiva del Inmujeres, Marcela Eternod, señaló que, al procesarlas, 67 por ciento del personal encargado de impartir justicia en 15 Tribunales Superiores (de los 32 del país) desconoce todos los instrumentos internacionales de protección a los derechos de las mujeres.

Agregó que era inadmisible que, al momento de emitir un acuerdo, de proyectar o dictar una sentencia, "se haga caso omiso del marco jurídico nacional e internacional relativo a los derechos de las mujeres, que no se considere su situación ni su contexto y mucho menos las implicaciones y consecuencias que conlleva".

Por ello, llamó a los legisladores a crear leyes y reglamentos de justicia con visión de género, para mejorar las condiciones de las mujeres en las cárceles, particularmente de las indígenas en reclusión.

La situación que describe la CNDH sobre los centros de reclusión, destinados exclusivamente a las mujeres, es desolador, pues presentan una serie de restricciones o carencias materiales que no les permite el ejercicio de sus derechos humanos.

Mientras, en los establecimientos mixtos, por ser considerablemente más numerosa la población masculina, las internas atraviesan por situaciones en las cuales su dignidad se ve socavada y están expuestas a una sistemática violación de los derechos humanos establecidos en leyes y convenios, tanto locales como internacionales.

La CNDH como Inmujeres coinciden en que las autoridades penitenciarias, tanto en el ámbito local como federal, deben implementar medidas para garantizar el respeto y ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres en prisión, con espacios de reclusión exclusivos para ellas, para evitar así afectaciones por las adecuaciones que suelen hacerse a las instalaciones mixtas que las albergan y donde, en muchas ocasiones, las obligan a compartir diversas áreas comunes con los hombres.

Están expuestas a maltrato, abuso sexual y violación

Tras advertir las graves deficiencias y carencias que padecen las reclusas, ambas entidades llaman a los legisladores a adecuar las leyes mexicanas a los convenios internacionales para que las reclusas reciban el trato digno, salud, alimentación, legalidad y reinserción social que estos establecen.

Por ejemplo, la Corte Interamericana, en el Caso Yvon Neptune Vs. Haití, sentencia de 6 de mayo de 2008, considera que el artículo 5.4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos impone a los Estados la obligación de establecer un sistema de clasificación de los reclusos y reclusas en los centros penitenciarios, no solo en diferentes celdas, sino también en que estas estén ubicadas en diferentes secciones dentro del penal, o en diferentes establecimientos.

Esta Comisión Nacional considera que el adecuado funcionamiento de los centros de internamiento se logra con la conducción disciplinada por parte de una autoridad que tenga la preparación, capacidad, uso y dominio de habilidades propias de su actividad o función, que goce de prestigio y mantenga el orden mediante el respeto a los derechos humanos de las internas.

La Comisión ha emitido diversos pronunciamientos, particularmente la Recomendación General número 18 sobre la situación de los derechos humanos de los internos en los centros penitenciarios mexicanos, emitida en septiembre de 2010, y ha insistido en que la obligación de proporcionar a cada recluso y reclusa la asistencia médica es uno de los deberes del Estado cuando priva de la libertad a una persona, a quien por su situación de encierro le es imposible satisfacer por sí misma sus necesidades.

En opinión de la CNDH, el sistema penitenciario debe tener muy en cuenta los pronunciamientos sobre derechos humanos del Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer (CEDAW).

Este comité define la discriminación contra la mujer como "toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o civil o en cualquier otra esfera".

En el ámbito interamericano, la Convención Belém do Pará señala que la violencia contra la mujer "es una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres" y reconoce el derecho de toda mujer a una vida libre de violencia y a ser libre de toda forma de discriminación.

Los artículos 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el 2.2 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1 y 2 de la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer y 1 de la Convención Interamericana sobre Concesión de los Derechos Civiles a la Mujer refieren que todas las personas son iguales y tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley, sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

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