4/11/2015

Hacen de la poesía canto de resistencia contra el feminicidio

Leticia Ruíz describe la violencia prevaleciente en Ciudad Juárez


Ciudad Juárez, Chihuahua, es una urbe fronteriza con Estados Unidos tristemente reconocida a nivel nacional e internacional por la crisis de Derechos Humanos (DH) en la que vive su población, y que ha sido visibilizada desde el inicio de los años 90 cuando madres de víctimas de feminicidio y desaparición comenzaron a exigir justicia para sus hijas.

Años de impunidad ante las agresiones, delitos y violaciones a DH de las mujeres –cuyas cifras siguen acumulándose– han sido caldo de cultivo para el surgimiento de movimientos de resistencia ciudadana, expresiones artísticas contra la violencia, y un sinfín de “actos de amor”.

Así describe a su ciudad Leticia Ruíz Arroyo, activista juarense que comenzó a escribir sus ideas en medio de las manifestaciones contra el feminicidio, “para poder decir mejor las cosas cuando tuviera que tomar la palabra”.

Poco a poco Leticia comenzó a transformar sus palabras en poemas contra la represión y el hostigamiento que ha tenido que enfrentar.

En febrero pasado, junto con otras 10 poetas originarias de los estados de Chihuahua y San Luis Potosí, Ruíz Arroyo publicó el libro “Girasoles, sueños y palabras”.

La antología poética cuyo motivo de inspiración es “el amor”, integra 110 poemas de Cleo Gordoa, Isabel Luna Quiroga, Alicia Zepeda Patterson, Teresa Fierro Pérez, Esperanza Ayala Ramírez, Betty Martínez Compeán, Lili Anchondo, Carmen Poblanno, Martha Patricia Lozoya Nájera y Blanca Ríos Tiscareño, además de los de Leticia Ruíz.

“Independientemente de nuestras realidades locales, la situación de discriminación, violencia y segregación contra las mujeres es igual en los diferentes estados en los que cada una radica”, contó a Cimacnoticias “Esperanza Justa”, como se hace llamar Leticia en redes sociales.

SOBREVIVIR, RESISTIR Y AMAR

Ruíz Arroyo relató que su inspiración proviene de “todos los actos de amor” que se viven en medio de contextos difíciles, como el de Ciudad Juárez, y en el que ha aprendido a “sobrevivir, resistir y amar”.

Las constantes violaciones a DH que se cometen en el municipio fronterizo han obligado a muchas mujeres a enfrentar, sin mediadores, la realidad y convertirse en defensoras y activistas.

“Cuando levantamos la voz sufrimos mucha represión; basta con recordar a quienes han sido asesinadas por exigir justicia para sus hijas. Yo soy activista y empecé a escribir en medio de las marchas, manifestaciones y plantones, para tener algo que decir cuando había que subirse a la tarima y decir algo. Escribía mis ideas antes de subirme al escenario.

“En 2011, cuando la violencia (agravada por la estrategia contra el narcotráfico implementada por Felipe Calderón) disminuyó un poco, me dediqué a buscar los papeles que tenía por todos lados y en los que había escrito esas ideas de resistencia, y los convertí en poemas”.

Así nació el primer libro de poemas de Leticia Ruíz –“Juárez, vive, resiste y ama”–, con el que la activista recurre a la poesía para retratar la situación por la que atravesó Juárez durante 2010,

Esta obra cuenta con un apartado dedicado a las mujeres que han sido asesinadas y a las niñas que han sido desaparecidas en la urbe, “porque es un tema obligado del que no debemos dejar de hablar”.

Una de las múltiples manifestaciones en las que participó la poeta fue reprimida por las autoridades locales y muchos de sus compañeros fueron encarcelados.

“Yo fui de las pocas personas que se salvó de ser encarcelada, pero me tocó quedarme afuera para atender a los compañeros y exigir que salieran de la cárcel. En medio de esa acción conocí al amor de mi vida, poco tiempo después le escribí algunos poemas relacionados con el activismo político y social que estábamos haciendo”.

EL AMOR EN TIEMPOS DE CRISIS

Para la activista, la experiencia vivida demuestra que “en medio de las crisis el amor sigue existiendo, a pesar de todo, siempre existe y no me refiero sólo al amor de una pareja.

“En Ciudad Juárez vemos actos de amor todos los días; por ejemplo todas esas mujeres que han perdido a sus hijas y sin importar qué, cómo y sus escasos recursos, hacen cosas extraordinarias prácticamente solas por encontrarlas; su lucha es el acto de amor más fuerte que he conocido”, concluyó.

Ambos libros (“Girasoles, sueños y palabras” y “Juárez, vive, resiste y ama”) pueden solicitarse directamente a la activista a través de sus redes sociales con el nombre de “Esperanza justa”. El dinero obtenido por la venta de los materiales se donará al Comité de Madres con Jóvenes Desaparecidas en Ciudad Juárez.
 

Especial
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

Ecos de Nueva York: La Belleza es Poder


Palabra de Antígona

Helena Ribinstein cuando llegó a Nueva York, en 1915, conoció al grupo de mujeres sufragistas que se pintaban los labios de rojo como símbolo de emancipación, con lo que se identificó.

Sara Lovera


México D.F., 09 abr. 15. AmecoPress.- El 21 de marzo, al terminar mi trabajo periodístico en la ONU a propósito de la 59 Sesión de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer, me topé con el Museo Judío, en la 5ª. Avenida y la calle 92. Había una exposición temporal-homenaje a Helena Rubinstein, conmemorativa del cincuentenario de su muerte. Nada más alejado, me dije, de los propósitos de Beijín y las demandas pendientes de las mujeres. Dudé, pero entré.
Helena Rubinstein, pude leer en la exposición con más de 200 objetos personales, fotografías, vestidos y joyas de esta acaudalada empresaria, que revolucionó la cosmetología de su época, creadora de los salones de belleza –el primero lo instaló en París en 1912-, inventó más de mil cremas, rizadores de pestañas, el rímel resistente al agua e instaló para la salud de la piel y el cutis los spa.
Helena Rubinstein
A los 93 años, a la hora de su muerte, dejó a su familia 15 fábricas y un capital de millones de dólares. En los años cincuenta donó 500 millones de dólares a la comunidad judía. Es considerada la primera empresaria gigante del siglo XX, sus productos se globalizaron y tuvo al mismo tiempo cadenas de tiendas en Londres, París y Nueva York; lugares donde también tuvo sus casas diseñadas con lujo y buen gusto. Increíble.
Cuando llegó a Nueva York, en 1915, conoció al grupo de mujeres sufragistas que se pintaban los labios de rojo como símbolo de emancipación, con lo que se identificó. Tenía claro, dice Viridiana Mirón, que la individualidad y la independencia económica de las mujeres era el acto más revolucionario de su época; lo mismo escribía Alejandra Kollantai en 1920 cuando fue nombrada embajadora de la Unión Soviética en México. Y es una de las líneas de lo que se ha dado en llamar igualdad sustantiva.
Helena Rubinstein es considerada colaboradora de la “lucha”, conoció a algunas feministas de principios de siglo XX, admiró a Elizabeth Cady Stanton (12 de noviembre de 1815-26 de octubre 1902, participante de la Asamblea de Seneca Falls, la primera convención sobre los derechos de la mujer en los Estados Unidos, realizada del 19 de julio al 20 de julio de 1848 en Seneca Falls Nueva York, Estados Unidos) y convivió con Charlotte Perkins Gilman, (Hartford, 3 de julio de 1860-17 de agosto de 1935) ésta última escritora, fundadora de la Asociación de la Prensa de Mujeres Costa del Pacífico (PCWPA), de la Alianza de Mujeres.
De Rubinstein se pudo ver, en los tres espacios de la exposición, una colección de sus fotografías, obras escultóricas de sus colecciones, objetos personales, sus vestidos, imágenes de sus departamentos y una muestra de collares de varios hilos y pedrería, y una película.
JPG - 16.7 KBEsta mujer que medía un metro 47 centímetros de estatura, no guapa según los cánones de la belleza vista por el patriarcado, amiga de Picasso, mecenas de artistas, apoyó a las universidades y también a creadoras y creadores que huyeron de Europa tras la primera guerra mundial, fue una estratega de la publicidad y promotora del diseño y el arte, inspiró a otros creadores, como lo hizo Nahui Ollin en México.
Ella acuñó una frase simple, que por cierto le dio el nombre a la exposición en el museo Judío, que estuvo abierta al público desde octubre de 2014 hasta el 22 de marzo último: “La belleza es poder porque da libertad”. Ella lo había probado señalando que la belleza se construye con trabajo y esfuerzo. “No es para perezosas”. Vapores para limpiar la piel -como decimos que sucede en el spa y el sauna-, se lee bajo una colección de fotografías que la muestran, un cutis envidiable.
Pudimos apreciar una película en blanco y negro, donde se ve cómo daba clases de purificación de la piel a las mujeres; la estructura de los primeros secadores de cabello; el uso de mascarillas y sobre todo una colección de cremas. Ello me recuerda algunas escritoras en boga, que han venido de este mundo de la perfumería y la cosmética. Más allá de la conciencia de que la publicidad de cremas maravillosas puede “manipular a las mujeres” intentó curar también el alma a base de vapores en la cara y mascarillas relajantes; fue ella la que recomendó cepillar hasta mil veces el cabello por la noche para mantenerlo vivo y brillante.
La señora Rubinstein nació en Cracovia, Polonia, en 1872, la mayor de ocho hijas en una familia judía de escasos recursos. A los 30 años, para huir de un matrimonio arreglado, se fue con un tío a Australia a un pequeño pueblo cuya tranquilidad permitió imaginar las tres cosas que la hicieron libre: crear una primera crema a base de lanolina (con la grasa de las ovejas) llamada Velazé; un lugar para que las mujeres hablaran: el salón, y acumular dinero que la hiciera libre. En 1908 ya tenía un capital de cien mil dólares, al morir dejó más de 750 millones.
Un texto a la entrada de la exposición fue elocuente: De una granja de ovejas en Australia (1908) pasa a tener quince fábricas de cosméticos, miles de puntos de venta y 40 mil empleados a finales de los años cincuenta. Poco antes de su muerte, en 1965, confesaba: "Quisiera que el negocio durase por lo menos trescientos años más”.
A partir de 1917, Helena Rubinstein logró que la fabricación y distribución de sus productos al mayoreo abrieran cientos de espacios para dar trabajo a obreras de la cosmetología. Creó el "Día de la Belleza" en los diferentes salones y se convirtió en un gran éxito.
Fundó el pabellón de Arte Contemporáneo de Tel Aviv y en 1957 se estableció la beca arte Helena Rubinstein. En 1953, se hizo filántropa y creó la Fundación Helena Rubinstein para proporcionar fondos a organizaciones especializadas en la salud, la investigación médica y rehabilitación, así como a la Fundación Cultural Israel Latina y, además, otorgó becas a los israelíes. Fundación Cultural que ella creó.
En 1959, Rubinstein representaba la industria de los cosméticos de Norteamérica en la Exposición Nacional de Estados Unidos en Moscú. Su industria, tras su muerte en Queens en 1965, fue comprada por la trasnacional Palmolive y luego por L’Oreal. Se cree que los Premios L’Oreal-UNESCO para las Mujeres en la Ciencia también conocidos como los Mujeres Rubinstein, fueron inspirados en su historia.
Fue una coleccionista de obras de arte. Su trato con Picasso, se ve en la exposición, hizo que el artista malagueño hiciera varios retratos de ella, le regaló los bocetos que mostró el museo ubicado frente al Parque Central de Nueva York y fue Andy Warhol quien elaboró algunos de los carteles publicitarios de esta mujer. El autor de un cartel famoso de Marilyn Monroe.
Una visita aleccionadora. Me hizo recordar a las Pelonas en México, al Charlestón de los años veinte, cuando las mujeres tiraron a la basura el corsé y delineaban sus cejas como era costumbre en Antonieta Rivas Mercado y Rosario Castellanos; se maquillaron discretamente y alargaron sus pestañas gracias a algunos de los secretos descubiertos por Rubisnstein.
Una curiosa muestra de que la lucha sufragista que este año tendrá un nuevo capítulo en México, estuvo acompañada por Coco Chanel y el traje imprescindible y duradero; la belleza eternizada y muy diversa de las mujeres libres como se muestran en los retratos del Dr. Atl, los desnudos azules de Picasso, los pectorales de joyería que han vuelto a la moda, los vestidos de pedrería que ahora se usan de día, el me da la gana de ponerme lo que se me ocurra para sentirme bien, las sesiones de cirugía plástica que de vez en vez atacan a algunas de nuestras mejores funcionarias, diputadas y hasta una que otra feminista.
Así como el no me apena tener varios trajes tipo Chanel y admiro la valentía de Gala, la compañera de Dalí y su revolución sexual. En fin, que no podemos olvidar nuestra construcción en muchos sentidos y nuestra permanente decisión de ser libres.
El museo Judío de Nueva York se aloja en la antigua mansión de Felix Warburg, posee una impresionante colección de objetos religiosos, pinturas y objetos de plata y hasta un mosaico de una sinagoga de Persia del siglo XVI y obras contemporáneas de pintura, fotografía y escultura. Siempre ofrece exposiciones temporales. Imaginé que vería una colección de cosméticos, carteles publicitarios y fotografías. Y me encontré con esta historia.
Foto: Archivo AmecoPress. 

Mujeres cayeron luchando contra “las injusticias del gobierno”

Guerrilleras en México, asesinadas por los cuerpos represivos

Algunas de las mujeres guerrilleras que formaron parte de los grupos armados que se gestaron en los años 60 y 70 perdieron la vida en combate; murieron –como lo describen las compañeras que han rescatado su historia– luchando contra “las injusticias del gobierno”.

Su historia y en algunos casos el paradero de sus restos se supo muchos años después, mediante los informes presentados por el Comité Pro Defensa de Presos Perseguidos Desaparecidos y Exiliados Políticos de México.

Así como cuando se hizo pública una parte de las actas informativas de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS) –policía política del régimen que recababa información de actividades subversivas–, historia que se completó con los reportes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

El libro “Guerrilleras”, de reciente publicación, es una obra que busca que la memoria histórica no olvide el paso de estas mujeres combatientes por un México que intentaron cambiar, y rescata algunas de las historias de a quienes les fue arrancada la vida en algún enfrentamiento armado. 

Teresa Hernández Antonio, integrante de la Brigada Roja de la Liga Comunista 23 de Septiembre (LC-23), es una de ellas; la madre de dos hijos perdió la vida en un dispositivo especial montado por agentes de la DFS y la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, del mismo órgano de inteligencia.

El operativo fue para capturar a activistas en Ciudad Universitaria. Teresa fue acribillada y ultimada en la sien con el llamado “tiro de gracia”. Su cuerpo inerte permaneció en la zona conocida como “Las Islas” hasta que fue levantado por el Servicio Médico Forense.

María Margarita Marcela Andrade Vallejo, también fue integrante la LC-23. Ella custodiaba una de las casas de seguridad del grupo guerrillero, que fue descubierta cuando capturaron y torturaron a varios de sus compañeros.

REPRESIÓN Y RESISTENCIA

El 14 de abril de 1977, al menos 100 agentes de la policía cercaron la casa de seguridad, en la colonia Avante, en la Ciudad de México. En un primer momento María Margarita se defendió, pero cuando vio que la superaban en número y en armas decidió entregar a su hijo de apenas dos años de edad a las trabajadoras del hogar que estaban en el domicilio. Ellas pudieron ponerlo a salvo.

Margarita lanzó dos bombas de fabricación casera a los agentes, una bala de su propia arma le alcanzó accidentalmente el parietal derecho (cráneo) y la mató.

Pese a que ella cayó en combate, el número de policías incrementó y se realizaron cateos violentos en las casas aledañas que provocaron daños económicos en las viviendas. Su familia también fue detenida con el objetivo de arrancarles información sobre todo lo que Margarita Marcela pudo haberles contado.

Olivia Ledezma Flores, “La Güera”, también integrante de la LC-23, fue asesinada el 6 de julio de 1977 cuando agentes de la DFS apoyados por miembros de la Brigada Especial (el grupo paramilitar conocido como Brigada Blanca) instauraron un dispositivo frente a su domicilio, en la colonia Reforma Iztaccihuatl –también en la capital del país–, que también fungía como casa de seguridad de algunas y algunos de sus compañeros.

Los agentes abrieron fuego contra ella y su esposo sin previo aviso. Ambos cuerpos presentaron el tiro de gracia.

Entre las guerrilleras muertas en combate también está Cruz Elena Montoya Ortiz, originaria del estado de Chihuahua. Esta mujer fue capturada el 28 de agosto de 1974 por patrulleros de la policía municipal de Ciudad Juárez. En 1976 fue absuelta y se reintegró a la LC-23. Murió en un enfrentamiento el 1 de septiembre de 1977.

Junto a ella quedó el cuerpo de la también guerrillera Alma Celia Martínez Magdaleno, de apenas 18 años de edad. Ambas perdieron la vida cuando agentes de la Brigada Especial instalaron un dispositivo en el exterior del mercado “Benito Juárez”, en la colonia Electricista, en la capitalina delegación Azcapotzalco.

Tras haber torturado a integrantes de la LC-23, la Brigada Blanca sabía que las guerrilleras y algunos de sus compañeros acudirían ese día a una cita en el mercado. Al principio intentaron detenerlos, pero se desató un tiroteo que acabó con las vidas de las y los sublevados.

CRÍMENES DE ESTADO AÚN IMPUNES

Un fragmento de la historia de María de los Ángeles Sánchez, esposa de Juan Manuel Ramírez Duarte, uno de los principales dirigentes de la LC-23, también forma parte del libro.

Ella fue detenida con lujo de violencia el 10 de junio de 1977 en Tlatelolco, en la Ciudad de México. Con apenas 19 años de edad fue llevada al Campo Militar Número 1 donde fue brutalmente torturada.

Aunque fue liberada con vida el 25 de octubre de 1977, finalmente murió el 6 de septiembre de 1978 a consecuencia de las torturas por parte de la Brigada Blanca.

Hasta el día de hoy no han sido castigados los responsables de estos y otros crímenes cometidos contra mujeres y hombres que lucharon por un México más justo y democrático.


CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
  

Las mujeres latinoamericanas, al frente del cambio social


La Marea

Es muy probable que Zoila no se llame a sí misma feminista. Su lucha es por el río Magdalena: ese donde, en la región colombiana del Huila, la filial de Enel Endesa pretende hacer una represa que, según los lugareños, acabará con su sustento: la agricultura, la pesca y la minería artesanal. En el pequeño municipio de La Jagua, el principal afectado por las obras y los desplazamientos forzados, y por ello epicentro de la resistencia contra la multinacional, Zoila se ha convertido en un referente. Su casa, donde Zoila vive con sus cuatro hijos, su marido y su padre, es un punto de encuentro para los vecinos implicados en la resistencia. Y de puertas para adentro de la casa, también han cambiado las cosas: “Ahora me ayudan más en casa”, afirma ella.

El de Zoila no es un caso aislado. A lo largo y ancho de América Latina, las mujeres están liderando procesos de resistencia contra el modelo extractivista, esto es, los grandes proyectos de minería, centrales hidroeléctricas, monocultivos destinados a la exportación y otros negocios que proyectan grandes transnacionales y contribuyen al acaparamiento de tierras en la región y al despojo de comunidades rurales e indígenas que no sólo pierden sus tierras; también su identidad, su cultura, sus lazos comunitarios. Y su salud y la de sus hijos: lo vieron claro las Madres de Ituzaingó Anexo – un barrio de la Córdoba argentina-, que llevan años batallando para frenar el avance del monocultivo de soja, desde que se dieron cuenta de que el empleo de agrotóxicos como el glifosato estaba provocando el aumento de cánceres y nacimientos con malformaciones.

Estas mujeres han conseguido visibilizar la relación entre el extractivismo en América Latina -la extracción a gran escala, para su exportación, de recursos naturales-, la herencia colonial y el patriarcado. No sólo eso: proponen alternativas al mercado que pasan por la revalorización del territorio, de lo comunitario y de la gestión de los bienes comunes. Su propuesta reivindica la soberanía alimentaria y prioriza la reproducción de la vida por encima del lucro monetario.

Extractivismo, prostitución y patriarcado

Muchas comunidades han visto con sus propios ojos cómo la llegada de proyectos extractivistas potencia las estructuras patriarcales que intentan someter a las mujeres; así lo relatan mujeres peruanas afectadas por la minería en Cajamarca: “Hombres de otro lugar ocupan las calles, toman alcohol y fastidian a las mujeres, que no pueden ni salir a la calle porque las tratan como a putas”. A lo largo y ancho del continente, la llegada de grandes obras mineras, pozos petrolíferos o represas fomenta el aumento de la prostitución en la zona: “Vienen los ingenieros, agarran a las muchachas, las dejan embarazadas y después ya nadie las quiere; en algún momento, a alguien se le ocurre hacer un prostíbulo. El negocio aumenta y con él, la trata de mujeres”, explica Nora Dedieu, activista del movimiento contra las represas en la provincia argentina de Misiones.

La connivencia con las redes de prostitución y trata cuenta en Argentina con la complicidad del Estado. Lo evidenció el caso Marita Verón: hace una década, la joven fue secuestrada por una red mafiosa en la provincia de Tucumán; su madre, Susana Trimarco, inició entonces una búsqueda incansable, un peregrinaje que la llevó de prostíbulo en prostíbulo y que evidenció la resistencia de policías, gobernadores y jueces a que avanzase en su investigación. Por eso dice Sonia Sánchez, exprostituta y activista feminista, que el argentino es un “Estado proxeneta”. Y no es el único: diferentes estudios han demostrado un alarmante aumento del tráfico de personas, con fines de explotación sexual y laboral, en países como Brasil, Uruguay y Paraguay. Así lo denunció en 2012 un estudio de los obispos católicos, que enfatizaron además que esas redes funcionan con “estructura empresarial” y mantienen sólidos lazos con los poderes públicos. El Estado sostiene así una forma de dominación y violencia sobre las mujeres que no es en absoluto una cuestión marginal. Como sostiene Sonia Sánchez, hay putas porque hay patriarcado; porque el lugar que se deja a las mujeres es el de santa o puta, y entonces, “¿qué cara tiene una puta? La de toda mujer”.

Abortos clandestinos

Pero hay formas más sutiles de violencia patriarcal ejercida por el Estado, y una de las más mortíferas es la prohibición del aborto en todos los supuestos, a excepción de unos pocos países -Cuba, México, Uruguay-. Pese a ello, según la Organización Mundial de la Salud, unos cuatro millones de mujeres inducen un aborto en la región cada año -es, en términos relativos, la región con más abortos- y el 95% de ellos son ilegales; de esas mujeres, 1,4 millones son brasileñas y una de cada 1.000 muere por complicaciones de abortos clandestinos; casi todas son pobres.

La mayor parte de las legislaciones latinoamericanas siguen utilizando el Código Penal para controlar la vida sexual y reproductiva de las mujeres; en algunos países se dan realidades que parecieran sacadas de otro siglo. Como cuando, en Argentina, un suboficial de la policía violó a su hijastra de 15 años, la dejó embarazada y los jueces le impidieron abortar en dos instancias; o como las 17 mujeres que, en El Salvador, enfrentan condenas de hasta 40 años de cárcel por abortar, pese a que la interrupción de la gestación fue involuntaria. Sea por la influencia de las iglesias católica y evangélica, o por el conservadurismo de los votantes, los políticos que se atreven a colocar la despenalización del aborto en la agenda resultan severamente penalizados. Con todo, la lucha avanza: en Argentina, la Corte Suprema permitió abortar a aquella adolescente y sentó precedente; en El Salvador, recientemente fue indultada una de esas 17 mujeres.

En paralelo, las leyes que penalizan la violencia doméstica contra las mujeres avanzan lentamente, pero el maltrato físico y psicológico no retrocede en la región. “Se produce un proceso paradójico. En la medida en que se da un aparente aumento de poder de las mujeres, una equiparación (igualdad es una palabra tramposa) de las condiciones laborales y sociales, los varones ven cómo se socavan las bases de su poder patriarcal, y les queda la violencia, es brutal, el cuerpo femenino y la violencia sobre él, se constituyen en la forma de asegurar el poder patriarcal”, señala la economista feminista Natalia Quiroga.
Acoso virtual

Las activistas feministas han mostrado la necesidad de visibilizar otras formas de violencia sobre el cuerpo de las mujeres, como el acoso callejero y los tocamientos a los que se exponen en los vagones de metro y los autobuses urbanos, que han provocado que, en ciudades como el México DF y Rio de Janeiro, se hayan implementado vagones sólo para mujeres. Una encuesta reciente muestra que el 90% de las brasileñas se ha cambiado de ropa por miedo al acoso y más del 80% ha dejado de hacer cosas en la calle por el mismo motivo. Sin embargo, apenas hay denuncias: “La sociedad todavía naturaliza estas formas de acoso, pues justifica esa violación de derechos por el uso de escotes o ropas cortas, como si la mujer fuese culpable. Cuanto más mujeres se animen a denunciar, más vamos a poder combatir esa impunidad”, defiende Rosangela Rigo desde la delegación que enfrenta estos casos de violencia en la Secretaría de Policía Metropolitana.

Además, en la era de internet y de las redes sociales, está en aumento una nueva forma de agresión machista: la divulgación por internet de fotos íntimas. En Brasil, se denunciaron 108 casos sólo en el primer semestre de 2014, según la ONG SaferNet; el 77% de las víctimas son mujeres con edades entre 13 y 15 años (34,7%) y entre 18 y 25 (32,14%). Algunos casos acaban en tragedia: dos adolescentes, en los estados de Piauí y Rio Grande do Sul, se suicidaron el pasado noviembre después de que se publicasen, respectivamente, un vídeo de la muchacha haciendo sexo y fotos de la joven desnuda; en los dos casos, sus exparejas son los principales sospechosos. Otras veces, la víctima pierde el empleo y sufre todo un asedio social.

Existen leyes que protegen a las mujeres, pero su efecto es muy limitado. ¿Por qué? Así lo resume Gabriela Ferraz, coordinadora del Comité Latinoamericano para la Defensa de los Derechos de la Mujer, en una entrevista a la revista Caros Amigos: “El machismo que vivimos es estructural y permea todas las instituciones brasileñas. Se trata de un problema social, cuya solución no está en un sistema penal. Cuando usamos el Derecho Penal como única solución, estamos reduciendo el problema al individuo agresor. Es preciso enfocar en el problema real: vivimos en una sociedad patriarcal que reduce la autonomía y el papel de la mujer. Es preocupante una sociedad en que el mero hecho de hacer sexo consigue descalificar a la mujer”.

Cineastas cubanas rompen muro de la “hegemonía androcéntrica”


Se abren paso como directoras, fotógrafas, editoras y guionistas



La carencia de directoras que hace sólo unos años marcaba el panorama audiovisual cubano va dejando de ser ya una tendencia. Ellas aportan, además, nuevas miradas temáticas y estilísticas a un cine de “hegemonía androcéntrica”, afirman especialistas en el tema.

 
Basta revisar los catálogos de la Muestra Joven ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos) para advertir el crecimiento por años de nombres femeninos creando obras de ficción, documentales y animación, al tiempo que confluyen como fotógrafas, productoras, sonidistas, editoras y guionistas.
 
La antigua Muestra de Nuevos Realizadores, apenas el único espacio de exhibición para la joven hornada de cineastas en el país caribeño, incluyó a 16 directoras en el catálogo de la recién finalizada 14 edición, del 31 de marzo al 5 de abril.
 
Sus piezas fueron el 34 por ciento de las 22 obras de ficción, 19 documentales y seis animaciones que incluyó el concurso abierto a menores de 35 años de edad. Sin embargo, disminuye ligeramente la proporción alcanzada en 2014, cuando ellas fueron el 37.5 por ciento en el rol de dirección.
 
“Hace años que no puede decirse que faltan las mujeres en el cine cubano porque existen muy buenas directoras jóvenes, con propuestas contundentes y caminos narrativos diversos”, dice a SEMlac la experta en género y cine Danae C. Diéguez.
 
Nombres como Patricia Ramos, Heidi Hassan, Marilyn Solaya, Daniellis Hernández, Susana Barrigas, Ariagna Fajardo o Maryulis Alfonso presentaron sus primeras obras en la Muestra, y hoy protagonizan un cambio en los puntos de vista de la cinematografía cubana, refiere la especialista.
 
La apertura tecnológica del video y el cine digital fue impulso para la democratización de la producción audiovisual en la isla, a mediados de la década de los 80 del siglo pasado.
 
Además, centros de enseñanza como la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños y la Facultad de Medios Audiovisuales (Famca) del Instituto Superior de Arte (ISA), y el auge de las producciones independientes permiten a las realizadoras de hoy ir cerrando brechas excluyentes de la industria cinematográfica nacional, en la cual sólo tres mujeres han realizado un largometraje de ficción en más de cinco décadas.
 
Para Diéguez, el conflicto actual en cuanto a cine y género en Cuba no pasa por la cantidad de obras realizadas por mujeres, sino por las temáticas que a ellas y ellos les preocupan.
 
“No todas están posicionadas desde un compromiso o mirada de equidad de género, aunque abunda el interés por discursar sobre universos femeninos que ponen en crisis los estereotipos y roles tradicionales de la feminidad y la masculinidad”, apuntó la profesora universitaria.
 
La apertura relativa a los debates feministas sobre las desigualdades entre mujeres y hombres en Cuba provoca que, cada vez más, estos asuntos motiven obras de ficción y documental realizadas por jóvenes.
 
Según la catedrática del ISA, hay piezas asestando un golpe simbólico al patriarcado, pero inconscientemente, porque falta preparación. “Hablar de género no implica especializarse, sino una sensibilización coherente que permita ajustar el punto de vista sin divagación temática y estilística, como a veces sucede”, reafirma.

“CONTAR DE OTRA MANERA”   

Precisamente el aporte estilístico más significativo que la investigadora avista en las obras realizadas por mujeres en la 14 Muestra Joven ICAIC es un giro en las formas de narrar y en los temas que se tratan.   “Ellas cuentan desde otras maneras, con una baja narratividad que permite entrar en aspectos más íntimos, en los silencios y conflictos interiores asociados a universos femeninos”, refiere.   

El instante de cambio que supone la primera menstruación, dos jóvenes releyendo los símbolos que definen su nación para hablar de participación femenina o la experiencia intimista de una joven que emigra a La Habana desde otra provincia figuran entre los argumentos que pueden leerse en clave de género entre las piezas femeninas presentadas al festival.   

Sobre las ficciones distingue “Resina”, un cortometraje de Maryulis Alfonso, que inserta por primera vez en el audiovisual cubano la experiencia de una adolescente campesina en su primera menstruación.   Esta realizadora, graduada de la filial de la Famca en la provincia central de Camagüey, se ha acercado en otras obras, como “Misericordia” y “Las ventanas”, a procesos de intimidad femenina en los que la violencia psicológica resulta constante.  

 “Trabajo estos temas de manera intuitiva, pensando en la manera en que me crié y las relaciones con mi familia y, en este caso, quise hablar del crecimiento de las mujeres desde una experiencia muy íntima”, expone a SEMlac.   

DISCRIMINACIÓN   

Alfonso percibe tiempos diferentes para las mujeres cineastas en su país, pero eso no implica que no se les discrimine. “Siento las diferencias entre los roles de trabajo que desempeñan los hombres y las mujeres, se nos valora distinto cuando estamos en un equipo de filmación, aunque la tecnología nos permita iguales oportunidades de acceso al cine”, reflexiona la cineasta.   

Otro de los trabajos que se posiciona desde el género es “Antígona”, el proceso, un documental que repasa la participación de las mujeres en la Cuba revolucionaria desde una representación desdramatizada y anárquica, en la cual las realizadoras Yaíma Pardo, de 35 años, y Lilián Broche, de 25 años, también son personajes.   Inspiradas en la obra teatral “Antigonón, un contingente épico”, de Rogelio Orizondo, las autoras proponen una relectura histórica mediante la elección de un equipo totalmente femenino, para resaltar desde el proceso productivo el empoderamiento de las mujeres de su generación.   

“El cine cubano está preparado para que las mujeres creen de manera independiente, siendo autosuficientes y gestionando sus propios presupuestos, por eso juntamos mucho talento femenino en nuestra obra, para demostrar que esto es posible y marcar un cambio”, explica Pardo en entrevista con SEMlac.   Otros documentales de mujeres eligen una mirada intimista a los personajes en su espacio cotidiano, como las obras de Helena Rodríguez López (“Elogio de la sombra”), Diana Montero (“La Milagrosa”), y Joanna Pérez Vidal (“Trópico de Ariguanabo”).   

Por su parte, Rosario Alfonso Parodi explora, en clave periodística, una zona compleja de historia cubana posrevolucionaria en “Los amagos de Saturno”, y Jessica Rodríguez, con “Ahlam”, narra las dudas de una joven egipcia expuesta a la inseguridad y el desconcierto de un país en conflicto, luego de la llamada primavera árabe.   

HORA TARDÍA PARA LAS DIRECTORAS   

Como tendencia, las nuevas poéticas de la realización audiovisual femenina siguen gestándose desde los márgenes de la producción independiente, que aún afronta conflictos para su exhibición y comercialización.   La inclusión de realizadores y realizadoras jóvenes en los mecanismos de producción audiovisual nacionales queda pendiente, según coinciden críticos y creadores entrevistados por SEMlac.   

“Quizá sea hora, muy tarde, por cierto, para que directoras que han demostrado su valía detrás de las cámaras puedan contar sus historias en el largometraje”, escribió Diéguez en un artículo publicado hace dos años en la revista La Jiribilla.   La estudiosa reafirma a SEMlac que, con ellas, será posible asistir a rostros nuevos y diversos dentro del cine cubano.  



Especial
Por: Helen Hernández Hormilla
Cimacnoticias/SEMlac | La Habana.- 


Ernesto Samper: Igualdad de género no es sólo un asunto de mujeres



América Latina en movimiento

La búsqueda de la equidad de género en la región, así como la evaluación de indicadores para transversalizar esta perspectiva en las políticas públicas contra la discriminación, fue el centro de la reunión de alto nivel que tuvo lugar este 26 de marzo en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), en Quito.

El secretario general de esta organización, Ernesto Samper, junto a la directora regional de la agencia ONU-Mujeres para América Latina y el Caribe, Luiza Carvalho, presidieron las sesiones, a las que asistieron además otros representantes de esas instancias en Ecuador.
Este encuentro, el primero de tres organizados por el bloque regional, se dedicó principalmente al análisis de la desigualdad femenina y las medidas para facilitar el acceso a una mayor calidad de vida.
El 30 por ciento de las mujeres de Suramérica no tiene ingresos propios, señaló Carvalho, indicador que muestra la diferencia de oportunidades para el sexo femenino, reforzado por una cultura patriarcal y machista.
En ese sentido, hizo un llamado a que los hombres se sumen a las labores del hogar y el cuidado de la familia, y que en el sector privado se ofrezcan condiciones de igualdad, así como agendas de Estado mejor definidas respecto al empoderamiento femenino.
Por otro lado, Samper resaltó el hecho de que como promedio, las mujeres reciben el 75 por ciento del salario que perciben los hombres por el mismo trabajo y retomó la idea de la paridad en los ámbitos de toma de decisión, especialmente las fuerzas armadas, la justicia y los respectivos gabinetes ejecutivos, donde ha sido continua y notoria la ausencia de las mujeres: “Solamente hasta que se abran espacios en los gabinetes, en ese momento va a ser realmente una política efectiva".
Aún cuando diversas iniciativas internacionales con impacto en la región ha mejorado indicadores de salud, sociales, educativos, de acceso a los recursos, trabajo y niveles de representatividad, queda mucho por hacer en el campo de los derechos y la equidad de género.
Con ese propósito, se lleva a cabo en redes sociales la campaña #HeForShe (ÉLPorElla), a la que se sumó este jueves Ernesto Samper, siguiendo el ejemplo de otros líderes mundiales, como Ban Ki-moon, secretario general de la ONU.
A la reunión en la sede de Unasur asistieron además Moni Pizani, Representante de ONU MUJERES en Ecuador, Gabriela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea del Ecuador y Ledy Zúñiga, Ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos del Ecuador.

Violencia política: Mujeres en campaña


México
Alainet

Hay realidades que ya nadie puede ocultar. El México efervescente, en rebeldía, con enojo se manifiesta todos los días. Las protestas se multiplican en todas partes. Hombres y mujeres buscan trabajo, salario, seguridad cotidiana sin respuesta.

Los políticos han perdido credibilidad. La ausencia de los 43 nos echa a la cara la incapacidad de nuestro sistema judicial para convencernos, aunque se reitere con énfasis y cotidianamente que hay 104 detenidos, presuntos responsables de hechos de salvajismo que nadie atina a explicarse.
En ese ambiente, si de barbarie, las mujeres, 50 por ciento de las listas electorales para la renovación de los congresos nacional y estatales para 2015, tendrán que salir a las calles a convencer a la ciudadanía de que son un opción posible.
Apenas hace tres días en la ciudad de Oaxaca, donde se respira temor y angustia, como se respira en Guerrero, la magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), María del Carmen Alanís Figueroa, advirtió de la violencia política contra las mujeres.
Se explicó claramente. Hay ejemplos, dijo, según informaciones de la prensa, las precandidatas recibieron amenazas para registrarse, hay candidaturas fraudulentas, toda clase de recursos para no cumplir con la paridad constitucional, para no cumplir con las leyes electorales locales, que en muchos casos también garantizan paridad para armar las planillas municipales.
La magistrada dijo más. Muchos dirigentes obligan a las aspirantes a firmar renuncias en blanco, muchas otras fueron registradas en distritos donde es muy probable que pierdan. Pero esto que ya está calificado como violencia política de género, se traduce en acciones u omisiones que perjudican o anulan el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos políticos del ser humano.
Qué pasa además. Que las dirigencias partidarias les ocultan información; procuran un ambiente hostil para que las comunidades violen los derechos de las mujeres. Ya empiezo a oír las justificaciones: “se trata de usos y costumbres” o bien “voluntariamente renunció y pasó un hombre a la lista” o más “la verdad ninguna ha querido participar, prefieren estar con sus niños” y así sus derechos para votar y ser votadas siguen cercenados.
Ante ese escenario, lograr la participación de las mujeres parece enfrentar la anulación de facto. Desde la perspectiva de la magistrada, las candidatas podrían generar cambios y ser abanderadas para resolver problemas sociales.
La realidad es otra. En marzo, el mes de las mujeres, fue asesinada en Guerrero, Aidé Nava González, precandidata a la alcaldía de Ahuacuotzingo, y unos días antes también fue asesinada una dirigente priista en San Luis Potosí. No sabemos cuál es el curso de las investigaciones, pero evidentemente el mensaje es “no participen”, no se crean que ya se logró la paridad.
A ello hay que agregar a los agoreros del atraso y la desmesura, la ignorancia y la barbaridad. La historia ha demostrado que hay muchos riesgos, que existe una cultura machista que no admite, no soporta imaginar congresos paritarios, espacios de poder compartidos. Todavía estamos escuchando a muchos líderes locales, de los distintos partidos políticos decir que no existen mujeres, que no hay perfiles, que de dónde las van a completar sus listas.
Escuchamos igualmente a los comentaristas de la radio, a los “analistas”. Algunos se preguntan si realmente en la Reforma Política se garantiza eso, que parece venir de otro planeta. Prefieren, con frecuencia, no hablar de eso.
Por ello nos sorprendió que en la reunión en Oaxaca, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, en un foro denominado “Mujer y política. Avances y retos de la participación política de las mujeres de Oaxaca y México", asegurara que la igualdad de las mujeres es una realidad incontrovertible en las candidaturas.
Córdova fue clarísimo al manifestar cuál será su actitud, como responsable principal del proceso, dijo que el INE “será absolutamente intransigente en el cumplimiento de las reglas de paridad en las candidaturas del proceso electoral federal".
La reforma política promulgada en 2014 estableció que debe existir una paridad en las candidaturas para la Cámara de Diputados para que sea un 50 por ciento para mujeres y otro 50 por ciento para hombres.
La campaña nos dará crónicas ya anunciadas. No sabemos cómo se resolverán las controversias, las mañas, las artimañas, las trampas, los pretextos, cómo ya hemos visto en algunas entidades y hemos visto en el pasado. Además inclúyale a los que piensan, como en el siglo XIX, “hay otros problemas, realmente importantes” que no tienen que ver con mujeres que renuncian a su feminidad.
La preocupación es clara, aunque se mantenga un silencio aterrador. La violencia que se ejerce todos los días en contra de las mujeres parece no ocupar a los agoreros que señalan que tal vez no haya mujeres capaces, que quizá se promoverán solamente a las esposas, amantes, primas, sobrinas, hermanas y que seguro ellas no tendrán espacios de poder, porque las controlan y mandan quienes las han registrado y les han pedido subordinación y obediencia.
Lo cierto es que quién sabe. No importa que la magistrada Alanís haya dicho que se necesitan instituciones capaces de entender y aplicar lo que se llama a perspectiva de género. Y luego pidió a las mujeres en campaña que confíen en la justicia, para poder denunciar la violencia, el fraude o los intentos de no dejarlas llegar.
Por lo pronto es de hacer notar que también el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, Organismo Público Local Electoral de Oaxaca, en ese importante foro, reiterara que la participación de las mujeres en la vida política es de vital importancia en la formación de una sociedad más justa e incluyente.
Lo cierto, sorpresivo e inquietante, es que se elegirán 500 personas para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, nueve jefaturas ejecutivas en igual número de entidades, 661 diputaciones locales y mil 15 jefaturas de ayuntamientos en 17 entidades federativas.
Es decir, se repartirán dos mil 185 puestos de representación. Idealmente 50 por ciento de cada sexo. Eso significa que podrán ser elegidas mil 92 mujeres.
Habrá que ver si es posible movilizar solidariamente a todas las instancias de género que se han creado hace muy poco en todo el aparato gubernamental; si rinde frutos el esfuerzo de algunas funcionarias de esas instancias y si es posible que las organizaciones de mujeres estén al pendiente, sin fundamentalismos, sin prejuicios porque hoy todas corren el mismo riego.
En ese contexto habría que agregar que la presidenta del Instituto Nacional de las mujeres, Lorena Cruz Sánchez, ha reiterado en diferentes escenarios que la protección y seguridad de las candidatas es propio de un sistema democrático, que la violencia política es inaceptable y que solicitará medidas precautorias para todas las candidatas que participarán en las elecciones de junio próximo, por considerar que el asesinato de Nava González en Ahuacuotzingo, Guerrero, debe ser condenado por todos los sectores y todas las mujeres del país.

Mujeres del campo afirman liderazgos


América Latina en Movimiento

La participación de las mujeres con propuestas, acciones y reivindicaciones propias en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VC) –como también en la Vía Campesina internacional– se ha traducido en un proceso de afirmación progresiva hacia el pleno reconocimiento en la organización. Los Congresos de la CLOC, desde su segunda edición, están precedidos de una Asamblea Continental de Mujeres del Campo. La V Asamblea tendrá lugar en Buenos Aires, del 12 al 13 de abril de 2015.

Aspectos como el principio de paridad de participación en todos los niveles o la lucha contra la violencia a las mujeres, ya no son solo demandas de las mujeres, sino políticas asumidas por el conjunto de la CLOC-VC. Así, por ejemplo, en 2012, la CLOC-VC afirma:
“Luchamos para construir un proyecto de sociedad global, justo e igualitario, las campesinas y campesinos rechazamos toda forma de violencia contra las mujeres y desde nuestra Asamblea llamamos a continuar denunciando y haciendo frente a la violencia intrafamiliar en el campo y la violencia que acontece en la mayor parte del mundo contra las mujeres en las empresas y el trabajo asalariado. Saludamos la organización y la lucha de las mujeres por su emancipación y por avanzar en la igualdad de género y su participación en los espacios de poder”.
(Conclusiones de la Asamblea Continental de la CLOC-VC, Managua.)
El debate sobre el feminismo también está presente dentro de la Coordinadora, como consta en las conclusiones de la IV Asamblea de Mujeres (Quito, 2010): “reafirmamos nuestra voluntad de continuar luchando para que la propuesta feminista continúe contribuyendo a definir los cambios socialistas que anhelamos, por los que lucharemos sin cesar hasta que las fuerzas combinadas del capitalismo y del patriarcado sean parte del pasado”. Se trata, justamente, de desarrollar una propuesta de feminismo campesino, popular y socialista, pensando no solo en las mujeres, sino en una sociedad más justa, igualitaria y en armonía con la naturaleza.
Y es que, sin duda, los aspectos específicos de género son un eje central de su accionar; pero también es de destacar que las propuestas y acciones de las mujeres de la CLOC-VC abarcan una temática mucho más amplia. Es más, en varios aspectos de la problemática del campo, ellas han asumido liderazgos y reivindican ser históricamente las defensoras o protectoras de las semillas de la humanidad. Justamente entre los temas de mayor importancia definidos por las mujeres están, por un lado, la soberanía alimentaria, que implica producir alimentos saludables, distribuidos localmente; y por otro, las luchas en defensa de la tierra, del agua, de la biodiversidad y de las semillas, frente a las empresas y corporaciones de los agronegocios.
Erradicar la violencia
Para Marina dos Santos, dirigenta del Movimiento Sin Tierra de Brasil e integrante de la Comisión Política de la CLOC-VC, las mujeres han avanzado mucho en los espacios organizativos, especialmente respecto a la participación de las mujeres y la política de paridad en las organizaciones. “Prácticamente todas las organizaciones que componen la región Suramérica de la VC tienen definida una política de paridad”, comentó, en conversación con ALAI, durante la reunión de balance que la Articulación de Mujeres de la CLOC-VC Suramérica realizó en Quito, en septiembre de 2014.
No obstante, dice, no les basta solo tener participación, sino que apuntan a desarrollar un proceso de formación con las mujeres, particularmente en las luchas: “para que garanticen en sus espacios una actuación con mucha calidad, con mucho énfasis en sus actos”, tanto en lo teórico -investigar, elaborar- como en la práctica. De hecho, en casi todos los países de la región ya existen procesos de formación política y técnica. También en muchos países se han conformado colectivos de mujeres entre diversas organizaciones, para debatir, investigar, intercambiar sobre problemas y desafíos e incluso trabajar en conjunto.
Hace seis años, la Vía Campesina internacional adoptó también la resolución de luchar contra la violencia hacia las mujeres del campo, en todas sus formas: violencia sistémica, doméstica, laboral, en contexto de guerras, y otras. Es complejo, porque se trata de una violencia diaria, pero muchas veces vedada; “una violencia que el sistema nos ha impregnado”, comenta la líder campesina. Por lo mismo, considera que “el principal desafío es continuar este debate en medio de las organizaciones, con los compañeros, con el conjunto de las familias. El diagnóstico es que no tenemos los espacios, la institucionalidad necesaria, para el combate a la violencia contra las mujeres. Hemos debatido que hay necesidad de mecanismos populares para combatir la violencia contra las mujeres, porque tenemos pocos espacios institucionales, y aquellos que tenemos están muy lejos, no contemplan las necesidades que hay, sobre todo para el campo. Por ejemplo, tenemos en Brasil la Ley Maria da Penha, es una ley muy importante, pero es insuficiente, porque muchas veces sufrimos la violencia y no tenemos adonde ir a hacer la denuncia; o si vamos a hacer la denuncia implica enfrentar a personas que son muy violentas con nosotras”.
Las principales experiencias exitosas de esta campaña se registran a nivel de las comunidades, cuando se discute y se busca comunitariamente cómo hacer frente a casos concretos de violencia, lo que ayuda a encontrar mecanismos más colectivos para enfrentarla.
Feminismo campesino popular
No obstante, el principal desafío que identificaron las mujeres campesinas de la región Suramérica de la CLOC-VC es cómo desarrollar el feminismo campesino popular. “Tenemos que profundizar sobre este tema, ir elaborando teóricamente sobre qué es para nosotras el feminismo, al mismo tiempo que tenemos que ir produciendo, elaborando y también ir haciendo en la práctica con las y los compas de las organizaciones”, subraya Marina dos Santos, añadiendo que: “para nosotros el feminismo campesino y popular tiene que ser un feminismo socialista”. Ello implica mantener “los principios de la sociedad que queremos para nosotras y para los campesinos del mundo y especialmente para toda la clase trabajadora”. Y acota: “No es un proyecto solo para las mujeres o para los campesinos, sino que queremos hacer una lucha y tener un proyecto de sociedad para el conjunto de la clase trabajadora”.
Dos Santos reconoce, sin embargo, que históricamente el feminismo ha tenido un desgaste muy grande: “tuvo períodos en que la burguesía intentó transformar el significado, el concepto de feminismo, como el contrario del machismo; esto fue un intento que la ideología capitalista intentó implantar en la sociedad”. Por ello –señala–, los lemas de la CLOC-VC: “sin feminismo no hay socialismo” y su revés: “sin socialismo no hay feminismo”, se deben ir construyendo “en la práctica con nuestras organizaciones y elaborando en lo teórico para ir avanzando. Y hemos crecido en ese debate, en esa construcción”, que ya se debate en todas las organizaciones, afirma.
La CLOC-VC es una organización de composición muy diversa, que incluye, entre otros, a indígenas y afrodescendientes. Este hecho presenta desafíos a la hora de abordar estos temas, por las diferentes cosmovisiones y culturas. Por ejemplo, en los pueblos indígenas, que encaran la relación hombre-mujer desde los conceptos de dualidad y complementariedad, hay resistencia al término feminismo, por su origen occidental. Pero las mujeres indígenas también lidian con problemas de discriminación, marginación y violencia. ¿Cómo trabajar con estas diferencias? Marina explica: “estamos yendo bien despacio con las organizaciones indígenas, pero tenemos muchos avances ya. Porque también en las organizaciones indígenas, las compañeras han asumido tareas importantes y están siendo convocadas para los trabajos dentro de las organizaciones, sobre todo están llamadas a la participación, que para nosotras es importante. Las bolivianas nos han dado muchos ejemplos de esto; en Colombia y Ecuador también”.
Ante estos retos, para el VI Congreso de la CLOC-VC, que se realizará en Buenos Aires del 14 al 17 de abril de 2015, las mujeres han acordado debatir este tema del feminismo campesino popular y socialista con el conjunto de participantes: “lo vamos a profundizar en la Asamblea de las Mujeres, pero queremos debatirlo con todo el Congreso”, afirma la líder campesina.
* Texto publicado en la revista América Latina en Movimiento No. 502 de marzo de 2015, sobre el tema "Agricultura Campesina para la Soberanía Alimentaria" - http://www.alainet.org/es/revistas/168312

I Congreso Internacional “La voz de las mujeres rurales en el mundo”


Durante los días 8 y 9 se está desarrollando el encuentro nacional e internacional organizado por AFAMMER en Ciudad Real que reúne a mujeres de todas las regiones del mundo cuyo objetivo es cambiar las desigualdades de las mujeres rurales

Redacción AmecoPress

Madrid, 09 abril. 15. AmecoPress. Desde ayer está teniendo lugar el I Congreso Internacional “La voz de las mujeres rurales en el mundo”. Un encuentro que reunirá a más de 500 mujeres rurales de todos los continentes y a importantes personajes públicos, autoridades nacionales e internacionales; parlamentarias, economistas y activistas de diferentes países. Castilla La Mancha y en concreto, Ciudad Real ha sido el lugar elegido para realizar el encuentro, convirtiéndose en un foco de interés nacional e internacional durante estos dos días.

Un programa muy ajetreado con diferentes invitados e invitadas para abordar numerosos temas como los derechos humanos y la igualdad de género, la diversificación económica y desarrollo sostenido, empleo, salud de las mujeres, erradicación de la violencia contra las mujeres y niñas.
Una reunión con un fuerte carácter informativo, abordada tras la celebración de los vigésimos aniversarios del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población (Cairo, 1994) y de la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer (Being, 1995) y en el contexto de la Nueva Agenda Desarrollo Post- 2015.

El encuentro está organizado por la Confederación Nacional de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER) contando con la colaboración de Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y la ayuda de distintas empresas españolas e internacionales. Patrocinado por Bankia, Fundación Mutua Madrileña, Fundación Repsol, Red Eléctrica de España, etc.

Aun así, lo importante no es el Congreso, sino conseguir a través de éste, como ha dicho Carmen Quintanilla, presidenta de AFAMMER “apoyos personales e institucionales, que se impliquen con nosotras en el ambicioso desafío de conseguir para las mujeres que no tienen voz ni derechos, la dignidad que otorga la libertad para pensar, para opinar y para decidir, para, en definitiva, hacer uso del libre albedrío”.

Durante la inauguración del Congreso, el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ha anunciado la próxima aprobación por el Consejo de Ministros del Plan para la Promoción de la Mujer Rural. En la elaboración de dicho Plan, según ha afirmado Mariano Rajoy, se han involucrado siete departamentos ministeriales y es un plan único hasta ahora ya que “por primera vez en España se coordinarán de forma integral las políticas de igualdad en el medio rural”. El Plan para la Promoción de la Mujer Rural hará posible, según ha señalado el presidente del Gobierno, “favorecer el emprendimiento, el autoempleo y la participación de las mujeres en la sostenibilidad del medio rural y promoverá la conciliación y aumentará la presencia de mujeres en los puestos y órganos directivos de las cooperativas agrarias”.

AFAMMER es una ONG de mujeres rurales. Pionera en España y Europa para dar voz a las mujeres del medio rural, representarlas en los foros internacionales e impulsar sus derechos y la igualdad de género. Creada en 1982, en la actualidad representa a más de 180.000 mujeres rurales y participa en diversos organismos internacionales, entre ellos; tiene un estatuto consultivo en el ECOSOC (Consejo Económico y Social de la ONU), es miembro del Departamento de Información Pública de la ONU, miembro del Movimiento Mundial de Madres, forma parte de la Confederación de Familias de la Unión Europea (COFACE)… Sus principales objetivos son la igualad real y mejores oportunidades para las mujeres y los pueblos rurales cambiando las infraestructura y servicios (pueblos mejor comunicados, servicios sanitarios, educativos, etc.), consiguiendo mayores oportunidades para las mujeres de trabajar sin tener que abandonar sus pueblos, una mayor presencia de las mujeres en los órganos e instituciones donde se toman decisiones en el medio rural y erradicar la violencia contra las mujeres.

Todas las conclusiones y propuestas que se logren en este Congreso, serán recogidas en el Libro Blanco de la Igualdad de Oportunidades y serán expuestas por AFAMMER a los organismos naciones e internaciones para conseguir esos objetivos.
Foto: Archivo AmecoPress 

Más alrededor de Modotti Weston


¿Por qué Tinísima abandonó la fotografía?


lasillarota.com

Frida Kahlo y Diego Rivera. Fotografía de Tina Modotti. 1929.“No he sido muy creativa Edward… ¡esto es terrible! Ahora estoy convencida de que las mujeres en lo que se refiere a la creación –salvo la creación de la especie- son muy ineficientes… les falta el poder de la concentración y de dejarse absorber totalmente por una cosa… ¿Acaso esta declaración es demasiado prematura?

Tal vez; si así fuera les pido humildemente perdón a las mujeres… no puedo como alguna vez me aconsejaste, resolver el problema de la vida perdiéndome en el problema del arte… ansío constantemente adaptar la vida y mi temperamento a mis necesidades- en otras palabras, invierto demasiado arte, demasiada energía, en mi vida, y por eso no me queda nada para dárselo al arte…”: Carta de Tina Modotti a Edward Weston. 1925.
 Frida Kahlo y Diego Rivera. Fotografía de Tina Modotti. 1929.

              
Algunos investigadores afirman que el encuentro de Tina con la fotografía se remonta a su infancia y adolescencia en Udine, en el taller fotográfico de su tío Pietro Modotti. Quizá sí fue el caso, pero lo cierto –dato duro-  es que Tina no incursionó en el trabajo fotográfico sino hasta su encuentro en California -1921- con Edward Weston. La pareja Modotti y Weston, camuflajeada tras la extravagante fachada de “El fotógrafo y su asistente”, viajó a México en  1923. En 1924  expusieron por primera vez juntos, arrejuntaditos y en las mismas salas. Como ahora, en este año remoto del 2015, en el que el Museo de Arte Moderno  nos ofrece una travesía  estética, sensual y… romántica. Tina y Edward de nuevo juntos… 91 años después.

Observamos las fotos. Nos hundimos largos minutos en cada foto y luego emergemos hacia sus vidas. No a las nuestras, no. A las de ellos. Las fotos son en sí mismas, pero el mito Modotti -Weston es intenso. La figura de Modotti como una heroína  magnífica y trágica. La figura de Weston como el artista en plena rebeldía contra la rutina. Rompiendo cadenas. El maestro liberándose en los brazos de una mujer que se quiere libre, y en un México que se quiere nuevo y ruge de anhelos. Los maravillosos personajes de ese México ardiente. Qué ganas de haberlo vivido. Qué ganas de estar allí. Qué emoción indagar la belleza de Nahui en sus fotos tomadas por Edward.

Dicen que se empanteró Nahui Olín cuando vio una de las fotos que le tomó Weston: la del maquillaje corrido. Ella eligió posar para él, pero aquella foto la revelaba en su intimidad, en sus secretos. “Fotografío lo que no puedo poseer” escribió Weston mucho después refiriéndose a Modotti, “lo que me elude”. Allí está Nahui, en su entera plenitud de pantera herida. Entonces la lastimadura de Nahui era refulgente, salvaje, joven, pero Weston fotografió también lo que estaba oculto. El dolor  que tantas veces se esconde en lo femenino-salvaje. La soledad, que llegó después, en una cultura que no estaba preparada para la fuerza de femineidades tan disruptivas.

“La eleganca y la pobreza”, fotografía de Tina Modotti, 1928.Weston y la foto de Lupe Marín con los cabellos recogidos, hablándole al viento. Y –en contraste- esas otras femineidades más aparentemente apacibles que capturó Weston.  Paulette Amor, Rosa Rolanda/Rosa Covarrubias, con rebozo o vestida de Tehuana. ¿Apacible Rosa Rolanda? A sus horas. ¿Acaso Tina no posó también envuelta en telas oscuras ante la fachada de una casa? Es bello e interesante lo que logra Weston, en esa aprehensión de  femineidades: los contrastes. No entre una mujer y otra, como si opusiéramos la foto de Nahui y la de Paulette Amor. Sino entre cada mujer con respecto a sí misma.

 “La eleganca y la pobreza”, fotografía de Tina Modotti, 1928.

Hay  fotos que me parecen interesantes –también- en sus contrastes. Como si expusieran con particular claridad una diferencia de necesidades y temperamentos entre Modotti y Weston. Los excusados de Weston, y los cables telegráficos de Tina, por ejemplo. ¿Qué puede existir de más íntimo y secreto que un excusado? El espacio de la introversión, del monólogo. Tina en cambio, la –para entonces- dos veces exiliada, fotografía los cables del telégrafo. ¿Qué puede existir de más indispensable para la comunicación, para las redes afectivas que un telégrafo? El excusado es uno consigo mismo en su necesidad de aislamiento. El telégrafo es uno con los otros en su necesidad de interdependencia.  Como si él quisiera estar –cobijado- adentro, y ella quisiera estar, también cobijada, pero afuera.

Su amiga Lola Álvarez Bravo, la que trajo tanta generosidad y tanta alegría a la vida de Tina, dijo de ella: “Tina tuvo una infancia muy dura; en medio de muchas privaciones. En los Estados Unidos le fue mejor, porque tuvo éxito, llegó a ser una estrella de cine y estaba rodeada por intelectuales importantes. Después en México, hubo una especie de reflexión, de regreso a la infancia. En este país, donde la falta de derechos se notaba tanto, ella empezó a ser otra persona…”. Baltazar Dromundo, cuya ternura por Modotti fue tan conmovedora, dijo: “Tina era como mi país: triste, dolorosa y resplandeciente”.

“El amor feliz no tiene historia”, escribe Sylvia Navarrete en su texto para el libro/catálogo, antes de encaminarse hacia la larga historia de una relación –en términos temporales- breve. Siete años de imágenes, desde la cámara de Modotti. 400 negativos. 750 fotografías desde la cámara de Weston. Tres años juntos en México marcados por las separaciones y las ambivalencias. El diario que escribió Weston de 1922 a 1944 en donde revela su cotidianidad con profusión de detalles. Ese diario en el que en 1942 se vio obligado a lidiar con la muerte de Tina. Con la memoria de Tina. Con sus fotos. Con su época juntos, aquella en la que ambos pensaron que –quizá- él podía romper y recomenzar.

“Marcha de campesinos”, Tina Modotti, 1928.¿Qué hubiera sucedido si se quedaban juntos en México, si la ambivalencia de Weston no los hubiera separado?  Oh, vaya que los “hubiera” existen. Suelen ser una manera bien rotunda de entender la realidad. La separación habría llegado de todas maneras, me imagino. Porque como bien escribe Sylvia, “él hace abstracción, ella antropología”. Y por esa diferencia que les digo, entre la metáfora del excusado y la de los cables del telégrafo.      
 
“Marcha de campesinos”, Tina Modotti, 1928.

 Sylvia cita el testimonio del hermano de Lupe Marín: “Tina… una belleza misteriosa, sin asomo de vulgaridad, pero no alegre, sino más bien austera, terriblemente austera. No melancólica ni trágica”. Una casi podría decir: las dos Tinas (sin que ese “dos” excluya la existencia de varias Tinas más) la que posa desnuda en la azotea, la Tina del kimono, la modelo que condujo a Weston de fotografiar mujeres más o menos desnudas, más o menos veladas; a soportar y desear la plenitud de la desnudez ante su cámara. Y la otra Tina,  la de la blusa blanca y la falda cafecita que posa junto a Weston en las fotos como de bodas tomadas en México. La Tina descalza y enkimonada y la Tina, como diría Elena Poniatowska: De “los zapatos de trabitas”.

En  diciembre de 1924 Weston volvió a los Ángeles: “Mi vida en México ha terminado… nunca habré de volver; al menos en varios años, una vez con mis hijos, sé lo difícil que sería marcharme…Tina y yo tendríamos que separarnos para siempre”. Ya estaban allí los vidrios rotos en el piso del patio de la casa de Tina y Edward. En el piso de la recámara, de la cocina, de la azotea.  Es un hecho. No hay manera de saber si Tina los veía. O quizá estaba en ella esa manera de arrojarse descalza por la vida, aunque los viera, a los vidrios. Como si tuviera que amar, cortándose. Que vivir y trabajar, cortándose. Pese a todo lo que haya podido pensar y escribir, Edward regresó: hacia México y hacia Tina.

En 1925, Edward (y sus celos a la alza) visitaron Chapingo para conocer los murales de Diego Rivera para los que posó Tina. Lupe Marín -la esposa de Rivera- narraba a los cuatro vientos que Tina era amante de su marido. No sabemos qué habrá pensado Weston de la desnudez de Tina ante Diego. En principio nos preguntaríamos, ¿por qué lo habría perturbado?  Porque la sensualidad de Tina lo perturbaba, muchísimo.

Es en 1926 cuando Weston regresó a California de manera definitiva. Desencanto, desencuentros, celos. Añoranzas de su familia.  No es un hecho, pese a la naturaleza del pacto entre ellos: “El maestro y su asistente-alumna, el maestro y su aprendiz”, que Weston haya querido encarnarse en Pigmalión, pero si ese fue el caso, y si Tina en algún momento pensó que podía ser el caso, es evidente que la fotógrafa subestimó su autonomía y su propia fuerza. A veces me pregunto si no vino de allí esa desilusión de Weston y sus continuos celos.

Tinísima junto a su trabajo.Edward escribió en su diario: “La despedida de México quedará en la memoria a causa de la despedida de Tina. Por el instante se rompió la barrera entre nosotros dos. Sólo… en un taxi que nos llevó, con prisa, hacia el tren, me permití mirar sus ojos. Pero cuando lo hice y cuando vi lo que tenían que decir, la atraje hacia mí- nuestros labios se encontraron en un beso interminable…Tina con lágrimas en los ojos…Esta vez, México es un adiós para siempre. ¿Y tú, Tina? Siento que esto también ha de ser un adiós para siempre”. Weston jamá volvió a México. Él y Tina continuaron escribiéndose hasta 1931.

Tinísima junto a su trabajo.
En 1926 Tina traducía textos anti-fascistas para El Machete, en la redacción conoció al comunista Xavier Guerrero. Se enamoraron. Manuel Álvarez Bravo describe a la Tina de 1927, el año en el que se inscribió en el Partido Comunista: “Recuerdo una vez que le mostré el libro de un pintor francés … no recuerdo su nombre. Mientras lo hojeaba, había una gran tristeza en su cara. Fue como si supiera que le tocaba despedirse para siempre de un arte puramente formal. Para ella, lo que importaba ahora era el documento social, la fotografía y la pintura con un contenido concreto”. El partido decidió que Xavier Guerrero viajara por tres años a Moscú para formarse en la escuela Lenín. Tina –una vez más- se quedó sola. En 1928,  ya sabemos: Su amor por el hermoso Julio Antonio Mella.

Mella fue asesinado el 10 de enero de 1929, se dice que por órdenes del dictador cubano Machado. Tina caminaba al lado suyo, colgada de su brazo. La ráfaga alcanzó su objetivo junto a ella. Mella corrió. Tina corrió detrás suyo para abrigarlo en sus brazos. A las pocas horas murió Mella. Tina fue interrogada. El juicio interminable. La intimidad de Tina exhibida como en un tendedero de vilezas. Se sospechaba de un crimen pasional. Un amante celoso de Tina habría asesinado a Mella. La historia tenía todo para gustar en un México pacato. Exhibirla era sabroso, y toda una lección de moralidad para señoras y señoritas: Lo que comienza en el ateísmo, la desnudez y el “libertinaje”, termina en homicidio pasional. ¿Acaso podría ser de otra manera?  “La Mata Hari del Komintern”. “Tina ya no era una criatura de sensualidad renovada, sino una copia cautelosa de sí misma”, cita Elena Poniatowska.       

Tras el asesinato de Mella, y la persecución de la que fue objeto, viajó  al Istmo de Tehuantepec a esconderse y a intentar sanarse. Tomó fotos de las mujeres del Istmo. Para su exposición en 1929 en la UNAM escribió un Manifiesto sobre la fotografía que se repartió con la invitación. Fotografiar era aún un centro de su vida. Las vilezas del tendedero regresaron cuando Tina fue detenida, acusada de participar en la planeación del intento de homicidio del presidente electo Pascual Ortiz Rubio. Diego Rivera intervino como su abogado de oficio. Tina estuvo en la cárcel, y luego vigilada día y noche en su casa.  Modotti fue expulsada. Cuando supo que su estancia en México se agotaba, llamó a sus amigos Manuel y Lola Álvarez Bravo y les vendió sus cámaras y su material de trabajo. Hacia Berlín, sólo viajó con su Graflex.

En el barco que la lleva a Berlín se reencuentra con el estalinista Vittorio Vidali, él viajaba hacia la Unión Soviética.  Estaba convencida de que en Berlín encontraría posibilidades de trabajar como fotógrafa, y de retomar su militancia entre los comunistas alemanes. Además, estaría cercana a Trieste a donde regresaron a vivir su madre y su hermana. ¡Volver a verlas! En Berlín, todavía toma algunas fotos. Los comunistas viven perseguidos por el ascenso del Nacional Socialismo. Tina muestra sus fotos de México -entre sus “camaradas” - y le revelan que no son lo suficientemente “comprometidas”.  ¿Quién ha sido ella? ¿Acaso la foto de las manos resecas de un campesino no son un documento social? “Insuficiente”, le responden. ¿Cómo se habrá sentido la hija de Giuseppe, el militante anti-fascista, escuchando que sus imágenes mexicanas, no eran sino fotos preciosistas que la convertían casi en una traidora de clase? 
En el Istmo de Tehuantepec.

En el Istmo de Tehuantepec. Le escribe a Weston que en Berlín planea vivir de su trabajo como fotógrafa, pero su cámara Graflex que llevó de México era anticuada y pesaba mucho, los materiales eran costosos. Nada ni en su cámara ni en ella, que las lleve a fotografiar a las velocidades del “diarismo” al que la invitan. Se conocen algunas fotos de Tina en Berlín: una pareja en el jardín zoológico, dos monjas junto a una fuente, un paisaje. Una mujer embarazada con un niño en brazos. En una carta a Weston del 23 de mayo de 1930  le habla de sus problemas con la fotografía, y sus dificultades para encontrar trabajo: Lo complicado de encontrar el material para la Graflex, su imposibilidad económica para comprar una cámara compacta, que además, no termina de gustarle.

“Me sentí como para abandonar completamente la fotografía, pero ¿qué otra cosa puedo hacer?”. Cinco días después Tina escribió otra  carta  a Weston: Le ofrece disculpas por haber manifestado sus preocupaciones en la carta anterior: “Por favor perdóname y no te preocupes por mí, ya saldré victoriosa de alguna manera. Hay momentos –y quien no los tiene- cuando todo parece negro, pero probablemente,  al día siguiente vuelve a salir el sol, y los pajaritos cantan y el panorama se transforma como por obra de magia”.  El día anterior había recibido una carta de Weston. No entiendo qué –sino la vergüenza de sentirse agobiante para su amigo, o demasiado demandante- podría haber llevado a Tina a escribir esta carta, con canto de pajaritos incluidos.

En el taller de su amiga la fotógrafa Lotte Jacobi en Berlín, Tina exhibió algunas de sus fotos “mexicanas”. Cuando  fue enviada en 1935 a España, dejó su cámara Graflex y sus negativos en Moscú. Vidali contó mucho tiempo después, que Tina había hecho algunas fotos, pero no sabemos dónde están, ni si alguien las ha visto.

Desilusionada, cansada y sola, a los seis meses de vivir en Berlín decide reunirse con Vidali en Moscú. Allí –piensa- podrá intentar reanudar su amistad con Xavier Guerrero que aún vive en la Unión Soviética. Guerrero no quiso saber  de ella. Por años guardará el rencor de lo que consideró como la traición de Tina y de Julio Antonio Mella. Tina se refugia en Vidali. Ese momento en que el orden de la vida se trastoca y Tina y su activismo, se convierten en el activismo… y Tina.  Vidali cuenta que a la llegada de Tina a la URSS le ofrecieron trabajar como fotógrafa para el partido, o trabajar en la organización de solidaridad. Eligió lo segundo. Es muy probable que de todas maneras, tomar fotografías –sobre pedido- para el partido, estuviera muy lejos de su idea de para qué fotografiar.

Tina escribió su última carta para Weston el 12 de enero de 1931 desde Moscú: “Nunca he tenido menos tiempo para mí misma que ahora… me falta el tiempo que podría dedicarte a ti, aunque sea algunas palabras escritas al volar…Vivo una vida totalmente nueva, tanto, que casi me siento otra persona… Querido Edward, si todavía estás con ánimo para algunas palabras para mí- aún está vigente la dirección berlinesa. Pero sé conciso si es posible, por múltiples razones…”. Fin de la correspondencia.

“Las dos hermanas”, una de las últimas fotos que se conservan de Modotti. Berlín.La fotógrafa alemana Lotte Jacobi  -su amiga de Berlín- encontró a Tina en Moscú en 1932, y le preguntó si seguía fotografiando: “Me dijo que no, que no tenía tiempo para ello… que había tanto que hacer en el Socorro Rojo. Parecía considerar la fotografía como un lujo, pensaba que primero había que ayudar a la gente”. “Tinotscka”, como la llamaba la feminista rusa Alejandra Killontay, trabajó en misiones secretas para el Socorro Rojo Internacional. En 1936 se unió –junto a Vidali que entonces ya era el Comandante Carlos- a los republicanos, durante la guerra civil española, con el nombre de María. Trabajó como enfermera en el hospital obrero. No sabemos si Tina tomó fotos durante la guerra, todo parece indicar que no, aunque es posible que el futuro nos sorprenda. Pero sí sabemos que admiraba a Robert Capa y que mantuvo una relación con su compañera la fotógrafa Gerda Taro, quien murió en el frente.
“Las dos hermanas”, una de las últimas fotos que se conservan de Modotti. Berlín.
La fotografía dejó de tener un sentido para Tina. Quizá, los zapatos de trabita no podían sostener más los pasos de la militante y de la fotógrafa. La belleza tenía que dejar de existir, porque sus manifestaciones respondían “al peor vicio de la pequeño-burguesía: el –individualista- arte por el arte”. Tina se dio con todo. En el sentido de entregarse, y en el de golpearse a sí misma. Sus elecciones de vida estuvieron íntimamente ligadas con sus elecciones amorosas.

Cuando creyó en al arte se enamoró de Robo. Cuando decidió que la fotografía era su forma de arte elegida;  se enamoró de Weston. Cuando la militancia y su urgencia de cercanía con la mexicanidad se convirtieron en un elemento indispensable para su vida, se enamoró de Xavier Guerrero. Cuando la vida y las órdenes del partido la separaron de Guerrero, eligió a Julio Antonio Mella, (a quien Elena Poniatowska llama: “La encarnación más atractiva de la lucha contra el imperialismo”). Cuando la expulsaron de México reencontró –en el barco- a Vidali.  No sé si se enamoró, Tina, esa última vez. Quizá no.

Tras los tiempos de la infinita desolación, Tina regresó a México en 1939, con Vidali. Dicen que era una mujer muy distinta. Irreconocible. Christiane Barckhausen cita un encuentro entre Tina y su entrañable amigo Manuel Álvarez Bravo: “Tocaron el timbre, fui a abrir, y ¡allá estaba Tina! Entró, platicamos un rato y le dije: mira, a ti te gustó tanto trabajar con la Graflex…tengo una aquí y también hay un cuarto oscuro… ¿No quieres volver a…? Y ella sólo dijo con una tristeza indescriptible en la voz: No, Manuel, no, ya no”.

1942. Del diario de Edwrad Weston: “Esta mañana recibí un correo de México informándome de la muerte de Tina Modotti. Durante la noche de ayer había estado soñando con Tina y aquellos días en México… al despertar corrí a la bodega donde los negativos de esa época han permanecido durmiendo desde mi regreso de México”. Narra que imprimía una foto de Robo, el primer marido de Tina cuando sonaron a la puerta… la carta, la noticia de su muerte.

Tina fotografiada por Weston. 1921.
“Regresé al cuarto oscuro a mirar las imágenes de aquellos días materializarse, pose por pose, para citar a Tina en ellas como un nigromante. Tina con su blusa de seda translúcida, su cabello hacia atrás, sentada en los escalones de la hacienda. Tina recitando poesía. Fotografío lo que no puedo poseer, inscribo en plata lo que me elude en la realidad. Tina toma un baño de sol en la azotea…. Tina es un acertijo, pero nunca disimula…”. En esta otra foto está Tina “en la flor de su juventud”, escribe Weston…” su perfil emerge de la oscuridad, sus ojos se fijan en un algo lejano y contienen una tristeza que parece mucho más allá de sus años. Ella y Robo han estado juntos seis años. En esta foto capturé algo demasiado privado y verdadero y todavía ella es poco menos que un extraña para mí. Me enamoré de ella inmediatamente”.

Se refiere a su foto “El iris blanco”. 
Tina fotografiada por Weston. 1921.
  En 1958 a la muerte de Weston,  aún colgaba –de la pared de su estudio- una de las fotografías de Tina desnuda en la azotea. Weston y Modotti se separaron en 1926. No puedo dejar de pensar en todo lo que esta exposición hoy,  en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México tiene  de romanticismo justiciero.  Como de darle un tantito la vuelta a las separaciones, a las pérdidas. A eso que luego nos da por llamar pomposamente: el destino. Trastocar los tiempos. Reunirlos de nuevo.
“TINA MODOTTI. EL DOGMA Y LA PASIÓN”
              
Para quienes deseen conocer un poco más a Tina Modotti: enlace al documental de Laura Martínez Díaz.

¡Muy bueno!

Primera parte: https://www.youtube.com/watch?v=fyWjmlMK8Qg

Segunda parte: https://www.youtube.com/watch?v=ubVLo6kLfEU

Tercera parte:https://www.youtube.com/watch?v=54Ow4t45oVo
 
@Marteresapriego