1/09/2016

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU la radio universitaria de Guelph sabado 9 de enero 2016

TIEMPO DE MUJERES
Colectivo
Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
en Ontario, Canadá
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA
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Noticias de Género en la Red
Género en la mira con
Las mujeres hemos luchado para defender nuestros espacios y nuestros derechos, hemos hablado del voto y el derecho a participar en elecciones para gobernar nuestras naciones, para hacer leyes, para aplicar justicia, pero dadas las circunstancias de violencia contra las mujeres, estos espacios, estos derechos son también vulnerados, violentados, hoy por hoy existe la violencia política de género, una violencia que un estado machista utiliza para no permitir el avance de las mujeres a espacios políticos que ántes se consideraban propios de los hombres, pero que como ha dicho recientemente el Primer Ministro Canadiense respecto a su gabinete con equidad de género,  es el 2015, hoy 2016 seguimos luchando por esos espacios, nuestra compañera Daniela Villegas nos habla del asesinato de la alcaldeza de Morelos Temixco Gisela Mota

Y somos las mujeres las que podemos apoyarnos en los momentos difíciles, y por eso hablaremos sobre el comadreo: un saber étnico y cultural fundamental, es una estrategia “femenina” y no violenta  de acompañamiento en el dolor, el comadreo encontrarse con otro ser humano que puede hacerte la carga más fácil, el comadreo es una herencia ancestral,  en las casas, ayuda al encuentro comunitario, a crear un ambiente diferente al violento, distensiona la mente, relaja a las mujeres y crea un espacio fraterno
Dicen que la sociedad debe ser juzgada por la forma en que trata a sus presos, y en este rubro no nos va mejor, porque cuando un hombre comete un delito se le perdona con facilidad, se le justifica y no se le abandona, en cambio cuando una mujer cae presa es doblemente juzgada, olvidada o doblemente violentada, las condiciones carcerlarias son terribles sobre todo en las cárceles de mujeres

Y tenemos una historia de lucha y organización, una historia que he recorrido el mundo, un movimiento de 6 000 trabajadoras de un nivel educativo muy bajo que se enfrentaron a una de las empresas más poderosas del planeta. En un país azotado por el machismo, desafiaron el mundo de los sindicatos y los partidos políticos, dominado por hombres, negándose a dejar que los hombres se hicieran con las riendas de su lucha. Y lo que es más: ganaron


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Asesinato de Gisela Mota: entre la violencia política de género y el crimen organizado

Daniela Villegas 

Daniela Villegas
@danyelavillegas

En un país como México en el que hasta junio de 2015 se habían registrado el asesinato de 73 alcaldes en la última década, según datos de la Asociación de Autoridades Locales de México (AALMAC), el homicidio de la recién electa alcaldesa del municipio de Temixco, Morelos, Gisela Mota del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se suma a una serie de asesinatos políticos en que se evidencia la falta de Estado de derecho prevaleciente en el país, especialmente a nivel municipal, en el que la delincuencia organizada, tiene el monopolio de la violencia, eliminando a cualquiera que se oponga a sus intereses económicos y políticos.

El 2 de enero, a tan sólo un día de haber ocupado el cargo, la joven política de 33 años y militante desde muy corta edad del PRD vio cesada su vida profesional y el triunfo histórico como primer mujer alcalde de Temixco por una ola de violencia que se ha instalado en México desde el gobierno de Felipe Calderón y con más fuerza durante el presente sexenio de Enrique Peña Nieto.

Lamentablemente no sería la primera vez que se asesinara a una mujer alcaldesa o candidata a alcalde. Habríamos de recordar los homicidios de la candidata a alcaldesa Aidé Nava por el PRD en el municipio de Ahuacuotzingo, Guerrero en 2015; el asesinato de la alcaldesa María Santos Gorrostieta Salazar del PRD de Tiquicheo, Michoacán en 2012, tras varios intentos previos de asesinato; el homicidio a la alcaldesa Marisol Mora Cuevas del PAN del municipio de Tlacojalpan, Veracruz en 2012 y de Luz María García Villagrán del PRI de Gran Morelos, Chihuahua en 2011.

Son varios los ejes que se entrecruzan en los casos de estos homicidios, por un lado a nivel general, la vulnerabilidad de las autoridades municipales ante la delincuencia, ya sean mujeres u hombres, y en el caso específico de las mujeres políticas el hecho de que pese a los avances en paridad constitucional, los crímenes pueden inhibir la ya de por sí insuficiente presencia de políticas a nivel municipal, así como la grave afrenta a los derechos políticos de las mujeres tanto como mujeres electas como a las mismas mujeres que las han elegido en su ejercicio de ciudadanía.

El asesinato político de Gisela Mota hace más que urgente la implementación del protocolo de seguridad que ya el 25 de noviembre la Magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación María del Carmen Alanís proponía en una columna en el periódico mexicano El Universal. Este protocolo (que se encuentra en ciernes)  buscaría establecer acciones frente a casos de violencia política hacia las mujeres, desde los enfoques de género e interculturalidad.

Entre las distintas instancias que apuntalaba la funcionaria para que se encargarán de la elaboración e implementación de tal protocolo señalaba al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF); el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismos Públicos Electorales Locales; las Fiscalías Especializadas para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) y para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra); el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres); las Comisiones Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim); y dos organizaciones de la sociedad civil así como dos académicas.

Ante las inminentes elecciones de 2016 en que se renovarán autoridades estatales, municipales, y de los congresos locales en 13 entidades de México, en donde participan varias mujeres es más que fundamental implementar un protocolo de seguridad eficiente de protección para quienes resulten amenazadas pues las mujeres políticas no sólo están en riesgo físico de perder la vida sino también la misma democracia, pues al anularse la vida de ellas se acaba con la vida política de la mitad de la población que lucha día a día por un ejercicio pleno de su ciudadanía.

El año en que las mujeres dieron un gran salto

Mujeres de Gujarat, India. Crédito: Krishnakant/IPS.

Este es un artículo de opinión de Lakshmi Puri, subsecretaria general de la Organización de las Naciones Unidas y directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres.

Mujeres de Gujarat, India. Crédito: Krishnakant/IPS.
NACIONES UNIDAS, 5 ene 2016 (IPS) - El año 2015, el último para los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, anuncia el comienzo de 15 años clave para la realización de la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible que la comunidad internacional puso en marcha junto con renovados acuerdos para el cambio climático y la financiación para el desarrollo.
También representa una coyuntura histórica en la realización del Proyecto de Igualdad de Género, tal vez el más importante para la humanidad en el siglo XXI. La ONU (Organización de las Naciones Unidas) a sus 70 años está comprometida con su realización.
En 2015 se realizaron grandes avances en la priorización de los derechos humanos de las mujeres, a través de la igualdad de género y el empoderamiento, en todos los esfuerzos normativos de la ONU.
Los derechos económicos, sociales y políticos de las mujeres, su seguridad e integridad, y su voz, participación y liderazgo ocuparon el centro de su ambición de “transformar el mundo” y “no dejar a nadie atrás”.
La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres no solo son considerados una obligación moral, sino también “cruciales” para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La Plataforma de Acción de Beijing, 20 años después
El mundo conmemoró el 20 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, con exámenes nacionales, regionales y globales de la aplicación de la Plataforma de Acción de Beijing (PAB).
ONU Mujeres movilizó a los Estados miembros, las entidades del sistema de la ONU, el sector privado, la sociedad civil, los jóvenes y los medios de comunicación mediante la generación de conocimiento de alto impacto, campañas de promoción, coordinación y alianzas estratégicas para llamarlos a la acción.
La sesión 59 de la Comisión de la ONU sobre la Condición de la Mujer (CSW) examinó el progreso realizado en la aplicación de la PAB y basó sus conclusiones en 168 informes nacionales y exámenes regionales. El veredicto es que hubo avances, pero desiguales y de una lentitud inaceptable. El cambio no ha sido profundo ni irreversible y persiste el déficit de financiación de género.
El año en que las mujeres dieron un gran salto
Lakshmi Puri
A pesar de los avances en las leyes para promover la igualdad de género y abordar la violencia contra las mujeres y las niñas, en la matrícula educativa, la participación en la fuerza laboral, el acceso de las mujeres a los métodos anticonceptivos y  la representación femenina en los órganos legislativos, 20 años después muchas de las mismas barreras estructurales siguen vigentes en el mundo. La Agenda 2030 deberá abordar esas barreras de manera integral.
La violencia contra las mujeres es una epidemia mundial que toma diferentes formas. La mayoría de los pobres del planeta son mujeres. Las inequidades persisten en la educación, la participación laboral, los salarios, los ingresos, la protección social, el trabajo de cuidados no remunerado y el trabajo doméstico.
La desigualdad en la participación en las empresas, los órganos legislativos y el gobierno es grande. Ningún país alcanzó la igualdad sustantiva entre los géneros.
Al ritmo actual se necesitará otro siglo para alcanzar la igualdad de género. El examen destacó la necesidad de avanzar rápidamente para anular los sistemas y las estructuras patriarcales que infravaloran a las mujeres y las niñas desde hace siglos, las despojan de la igualdad de derechos y les niegan a ellas y al resto de la humanidad las oportunidades para realizarse por completo.
La declaración política aprobada por los Estados miembros en la 59 sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer reafirma su voluntad política para abordar estos desafíos, inequidades y barreras estructurales. Promete la aplicación total, acelerada y efectiva de la PAB, así como fortalecer leyes y políticas y su aplicación para transformar las normas sociales discriminatorias y los estereotipos de género.
También promete aumentar la inversión para terminar con la inequidad de género en los recursos, en particular mediante su priorización en la asistencia oficial para el desarrollo y en la movilización de recursos internos, así como fortalecer los mecanismos nacionales de género.
Se reconoció el valioso papel de la sociedad civil y las organizaciones de mujeres y se asumió el compromiso de apoyarlas, en particular brindándoles un entorno seguro y propicio.
Los fondos transformadores de los compromisos con la igualdad de género
La Agenda de Acción de Addis Abeba, aprobada en 2015 en la Conferencia Mundial sobre la Financiación para el Desarrollo, se compromete a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer e incorporarla en particular mediante acciones e inversiones específicas en la formulación y aplicación de todas las políticas financieras, económicas, ambientales y sociales.
También se compromete a aplicar políticas sólidas, legislación y “medidas transformadoras” en todos los niveles.
El “Plan de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación Transformadora para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer” de ONU Mujeres, que implica un aumento considerable de la inversión en la igualdad de género de todas las fuentes y en todos los niveles, cosechó un amplio apoyo. La urgencia de estos compromisos de dotación de recursos sin precedentes se enmarcó en la fecha límite de 2030.
La Agenda 2030 – la igualdad de género en el centro
La adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible centrada en la igualdad de género representa una victoria importante para quienes defienden este objetivo, incluida ONU Mujeres. Acogemos con beneplácito el reconocimiento de que “el desarrollo sostenible no es posible si a la mitad de la humanidad se le sigue negando la plenitud de sus derechos humanos y oportunidades”.
Las dimensiones trípticas e indivisibles del marco universal de desarrollo sostenible – lo económico, lo ambiental y lo social – y sus fuertes referencias a los derechos humanos, la erradicación de la discriminación, la violencia y la desigualdad es importante para todas las mujeres y niñas, las personas y los países, ya sean industrializados o en desarrollo.
El gran salto es que la Agenda 2030 posiciona la PAB como marco fundamental para el desarrollo sostenible – “una placa base normativa” con todos los objetivos y metas de género transformados en aquellos de desarrollo sostenible.
Existe el compromiso general de aumentar significativamente la inversión para cerrar la brecha de género, fortalecer el apoyo a las instituciones de igualdad de género en todos los niveles, incorporar de manera sistemática la perspectiva de género en la implementación de la Agenda, y eliminar todas las formas de discriminación y violencia, incluso mediante la participación de hombres y niños.
Se aseguró el ODS 5 para lograr – y no solo promover – la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas. La igualdad de género también se integra a 11 ODS más relativos a la pobreza, el hambre, la salud, la educación, el agua y saneamiento, el empleo, las sociedades justas y pacíficas, las ciudades sostenibles y el crecimiento económico.
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de la autora y no representan necesariamente las de IPS – Inter Press Service, ni pueden atribuírsele.
Traducido por Álvaro Queiruga

Mujeres políticas en riesgo


El 29 de noviembre en la edición mensual del suplemento Todas, que edita el Instituto Nacional de las Mujeres la magistrada Carmen Alanís Figueroa propuso elaborar cuanto antes un protocolo de 10 acciones inmediatas para garantizar la seguridad de las candidatas que participarán en las elecciones de 2016, en que se renovarán al menos mil 353 autoridades estatales, municipales y de los congresos locales en 13 entidades del país.

La magistrada, integrante de Mujeres en Plural, sabía que la violencia contra mujeres en la política está a la vista. Por ser mujeres, por transitar en un espacio antes reservado a los hombres y minado por el contexto belicoso de la vida de México.

Por ello, advertía que un protocolo es más práctico que esperar la discusión, la aprobación y luego la promulgación de una ley para acotar y perseguir la violencia contra las mujeres en la política; sabía que el riesgo existe, porque hay numerosas querellas, ejemplos, situaciones ríspidas en la lucha electoral e intereses bastardos, de caciques y del crimen organizado.

Las mujeres no están exentas. Lo sucedido el 2 de enero en Temixco, Morelos, responde a un mapa de características donde las mujeres o se prostituyen o las matan; obedecen o las matan; se adhieren a los usos políticos o las matan. No estoy hablando de asesinarlas; también las matan políticamente o las desprestigian. Es decir, en un espacio dominado por el crimen o un ambiente patriarcal extremo, es caldo de cultivo para llegar al extremo de la violencia feminicida.

¿Qué no son machísimos los dueños de la política, el comercio, el turismo o el dinero, el tráfico y las armas?

Gisela Mota Ocampo tenía 33 años, una carrera política exitosa, pertenecía al grupo que domina al Partido de la Revolución Democrática (PRD), con estudios, criterios y discurso; formada en la social democracia y con un perfil de actuaciones en defensa de los ingenios azucareros, de las y los trabajadores en una entidad. Originaria de Temixco, en la zona conurbada con Cuernavaca.

En Temixco hay una modesta vida turística, la ex hacienda y sus piscinas son un atractivo. Es una zona alta, seguramente llena de pinos y flores (muchas rosas), pero su zona de cultivo es mediana. Se produce cerámica. ¿Por qué matarla?

Es una zona incluida en los municipios de la Alerta de Género contra la Violencia, donde hay asesinatos repetidos de mujeres; ¿es una víctima del feminicidio?

Tal vez en Temixco hay intereses del crimen organizado. Pero sus 108 mil habitantes son rurales en mayoría y los urbanos se van a trabajar a Cuernavaca. El prepuesto es modesto. ¿Está en la ruta del narco? No parece haber suficiente información. Y a dos días del asesinato hay claroscuros. Lo más fácil es decir que se oponía a la corrupción y los malosos la mataron.

Morelos, además de la visión mortuoria y tremendista que dan los medios y los dueños de la opinocracia, es una entidad con historia, donde nació Emiliano Zapata; donde se desarrollaron la industria del azúcar, de las flores de exportación; de haciendas y también de caciques históricos. Donde, se decía, hay lugares de primavera eterna, como Cuernavaca.

Su historia incluye la voracidad por la tierra urbana y rural. Temixco no era la excepción seguramente, y ¿cuál es su riqueza? Me sigo preguntando como para disputar el gobierno municipal. No hubo amenazas tampoco. No se sabe de ello, ningún miembro de su partido ha hablado  ello. ¿Qué sucedió realmente?

De ahí la importancia de investigar a fondo. ¿Qué saben las autoridades que la mayoría de nosotras no sabemos? Que nos digan, que se pare la violencia contra las mujeres en la vida pública; que se instale el protocolo propuesto por Mary Carmen Alanís, que de verdad se analicen los contextos y los espacios que se abren a las mujeres. Todo lo demás es un riesgo y se habla fácilmente de las motivaciones.

La propuesta del protocolo de seguridad para las mujeres involucra a siete instituciones relacionadas con el poder judicial, el aparato electoral y encargadas de la igualdad de las mujeres. Alanís Figueroa, ex presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), advierte en su propuesta que el tema es buscar garantías efectivas a las candidatas.

Y señala que quienes sean víctimas de la violencia política deberán recibir atención inmediata. Ello evitará que sufran daños personales, al tiempo de proteger a sus familias y personas cercanas que colaboran en sus campañas.

Si hubo amenazas o no para Gisela Mota Ocampo, su partido político debe saberlo. No es clara la respuesta del PRD en lo inmediato, sólo lamentaciones. ¿Pero que sabían de su situación y, si había, qué tipo de intereses? Tampoco sabemos nada de con qué tipo de intereses se topó la ex diputada cuando defendió obreros y campesinos. Necesitamos una mejor explicación que los golpes de pecho.

Es importante implementar el protocolo porque en 2016 cada partido debe presentar al menos a 676 candidatas, unas siete mil mujeres estarán en riesgo, más aquellas que formarán parte de las planillas municipales, en sentido horizontal y vertical, como lo señalan las jurisprudencias del TEPJF.

Las aprehensiones hechas rápidamente en Morelos, con menores de edad involucrados; con opacidad en cómo fue nos deja un mal sabor de boca. Necesitamos mucha más información.

Ojalá que nos digan la verdad y que  pare la violencia contra las mujeres. Que en Morelos la Alerta de Género se tome en serio.

SemMéxico. Cd. de México., 3 enero 2016.

saraloveralopez@gmail.com, http://www.semmexico.org/mujeres-politicas-en-riesgo/

Sin brechas de género, subirían 76 por ciento ingresos de mujeres


   Economías del mundo también crecerían más rápido: ONU

Aumentar la fuerza laboral de las mujeres y disminuir las brechas de género en el mercado de trabajo tiene como efecto que las economías del mundo tengan un crecimiento más rápido, sostuvo ONU-Mujeres.

El aumento de la participación femenina en la fuerza de trabajo –o una reducción de la desigualdad entre la participación de mujeres y de hombres– produce un crecimiento económico más rápido, estimó ONU-Mujeres tras analizar varios reportes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre diferentes países.

En su informe “Hechos y cifras: empoderamiento económico”, el mecanismo de Naciones Unidas advirtió que incrementar la proporción de los ingresos en los hogares encabezados por mujeres (con recursos que ganan ellas mismas) modifica “los patrones de gasto” a favor principalmente de las hijas e hijos, según los datos aportados por la OCDE.

Se suma que los países donde las mujeres tienen menos posibilidades que los hombres de acceder a instituciones financieras, tienen economías de ingresos medios-bajos, abundó ONU-Mujeres.

También se estima que en el mundo las mujeres podrían aumentar sus ingresos hasta en 76 por ciento si se superaran las brechas de participación en el empleo y salarial entre los sexos.

Este incremento tendría un valor global de 17 millones de dólares, lo que equivale a 306 millones de pesos mexicanos, precisó el organismo internacional.

Por otra parte, las empresas también se benefician enormemente al aumentar las oportunidades para las mujeres en cargos de liderazgo, lo que –según se ha demostrado– aumenta la eficacia organizacional.

Se estima, añadió ONU-Mujeres, que las compañías donde tres o más mujeres ejercen funciones directivas registran un desempeño más alto en todos los aspectos de la eficacia como organizaciones.

En lo que respecta al campo, la instancia señaló que las mujeres realizan 43 por ciento del trabajo agrícola en los países en desarrollo; sin embargo, tienen acceso limitado a insumos y menos de 20 por ciento de ellas son propietarias de la tierra.

Esa desigualdad de género –mencionó el organismo– se debe en parte a las legislaciones que restringen las oportunidades, y representa un obstáculo para que quienes se dedican a la agricultura inviertan y se beneficien de nuevas oportunidades económicas

Asimismo, las mujeres de países en desarrollo se ven más afectadas por las brechas de género en las actividades de recolección de agua, combustibles y procesamiento de alimentos, y éstas se intensifican en contextos de crisis económica, degradación medioambiental, desastres naturales y servicios inadecuados.

Además, en condiciones de desastre natural, las mujeres pobres registran una mayor probabilidad de morir que los varones. En contraste, entre las personas con mayores recursos económicos no existe esta desigualdad.

ONU-Mujeres observó que casi 90 por ciento de 143 economías estudiadas tiene al menos una legislación que restringe las oportunidades económicas para las mujeres.
 

Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-

Políticas públicas necesarias


   QUINTO PODER
   Primera de dos partes

Por: Argentina Casanova*

Uno de los problemas en la prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres es la ausencia de datos sobre los servicios y de la eficiencia de las políticas públicas implementadas, que permitan adoptar decisiones y la instrumentación de políticas públicas orientadas a procurar el acceso a la justicia para las mujeres.

Esto se suma a que, en las más graves violaciones a los derechos de las mujeres, la denuncia por sí misma no es garantía de acceso a la justicia, y el proceso constituye una revictimización que deriva en violaciones a los Derechos Humanos (DH) de las mujeres.

Esto, además de limitar el acceso a la justicia con procedimientos, son desarrollados por parte de los ministerios públicos que llevan las carpetas sin interés de obtener justicia para las mujeres. Los agentes saben que no habrá ningún control o indicador, o una evaluación del promedio de casos ganados a favor de las víctimas y los acuerdos logrados.

A pesar del elevado número de casos con procesos viciados por el desinterés y la falta de voluntad de los ministerios públicos, las instancias responsables de recibir quejas por estas violaciones a los DH de las mujeres no registran un número importante de denuncias debido a que son escasas las mujeres que inician un procedimiento.

Por esa razón urge crear una política pública dirigida a fortalecer el acceso a la justicia para las mujeres, y es necesario empezar a generar los registros específicos de cuántos de los casos iniciados por denuncia concluyen con una sentencia, y cuántas de estas sentencias son favorables y/o reparan el daño para las víctimas.

Incluso se deben incluir variables que permitan obtener datos específicos para generar estadísticas de servicio que establezcan si hay correlación entre el número de mujeres que denuncian un delito y el número de las que están dispuestas a presentar una queja por violación a sus DH al no obtener una sentencia favorable.

Necesitamos que las instancias como los Centros de Justicia para las Mujeres, las Fiscalías Especializadas y las propias Comisiones Estatales de Derechos Humanos empiecen por generar registros –dentro de su competencia– del número de denuncias presentadas por mujeres ante el Ministerio Público, del número de casos sentenciados, y de los que tienen sentencias favorables para las mujeres.

De obtener esta información anualmente se pueden realizar análisis de datos que nos permitan tomar decisiones y reorientar políticas públicas, desarrollar proyectos medibles y con metas específicas.

Esta información por supuesto debe incluir cuáles son los delitos de violencia de género que son denunciados, cuántos de estos delitos son sentenciados, y cuántas de estas sentencias son favorables para las mujeres, específicamente por cada tipo de violencia: física, sexual, económica, patrimonial y psicológica.

Datos que deben estar disponibles para acercarnos a la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la justicia: el número de quejas presentadas anualmente ante la CEDH por violaciones a DH de las mujeres.

Esta es una responsabilidad que se establece en las instituciones con base en la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia, y que se debería proporcionar bajo los criterios de tipos y modalidades de violencia.

Se requiere conocer el porcentaje –de los millonarios presupuestos–que se están destinando en las Comisiones Estatales de Derechos Humanos; es decir, incidir y hacer efectivo el derecho al acceso a la justicia de las mujeres que son víctimas de esas violaciones de DH.

La rendición de cuentas sólo será posible cuando no haya opacidad, pero también cuando se pueda establecer si es o no efectiva la promoción de los DH en manos de las instancias tradicionales, o se requiere reorientar a través de las organizaciones de la sociedad civil que están realizando un trabajo necesario en el país.

Una forma de empezar es establecer la obligatoriedad de aplicar encuestas de opinión supervisadas por organismos externos al trabajo que se desempeña en las instituciones, sobre el servicio que reciben las mujeres y que se implementen como una medida inherente a la inversión en la política pública, para garantizar la eficiencia y el acceso de las mujeres a la justicia, y no tirar el dinero en edificios, servidores públicos y acciones que no contribuyen a resolver la grave situación de violencia contra las mujeres en México.

*Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Campeche.- 


Hojas en blanco


A Gisela Mota, quien debería estar viva


   CRISTAL DE ROCA
Por: Cecilia Lavalle*




No sé de dónde sacamos que los nuevos comienzos en el calendario traen mejores oportunidades. Pero no está mal. Digo, no es una mala idea. Al menos nos permite alimentar el optimismo.
 
Mire, yo pertenezco a la especie de las personas optimistas. Rotundamente me niego a ser pesimista profesional o víctima perpetua. No sólo porque de esa especie hay sobrepoblación, sino porque no me da la gana sumarme al equipo de “todo está perdido”.
 
No siempre es fácil mantenerse lejos de tal equipo, he de confesar. Pero, hasta ahora, me defiendo bastante bien de sus llamados.
 
Permítame contarle que tan pronto como empieza el año cambio de agenda. Y para mí es todo un ritual. La elijo, la desempaco, la huelo, la hojeo y leo algunos de los mensajes que contiene. Es como si pudiera husmear o echar una mirada a lo que me traerá este año.
 
Llevo un par de años comprando la agenda de Mafalda; esa extraordinaria niña, creación de Quino, cuyas irreverencias y reflexiones siguen tan vigentes como en los años setenta.
 
Leo la que esta edición eligió para empezar el año. Felipe dice: “Lo lindo de un año nuevo es que viene todo lleno de días sin estrenar; es como empezar a escribir en un block con todas sus hojas listas y en blanco ¿no?”. “Sí –contesta Mafalda–, la única pena es que haya tantos codos rozando el tintero”.
 
Ese diálogo da justo en el centro de lo que siento y pienso ahora. Porque una cosa es creer que los comienzos traen nuevas oportunidades, y otra pensar que las adversidades desaparecieron. Lo primero es optimismo puro, si usted quiere. Pero lo segundo es ingenuidad absoluta.
 
Yo soy una optimista. Pero no soy ingenua.
 
Veo los nubarrones que amenazan tormenta. Veo las tormentas que ya azotan algunos lugares del mundo. Veo el huracán en el que está sumido mi país.
 
Leo que el año comenzó con el asesinato de Gisela Mota, presidenta municipal de Temixco, Morelos. Una mujer que bien pudo hacer la diferencia. Una mujer que hoy mismo debía estar viva.
 
Sé de las cifras de la desigualdad entre mujeres y hombres: menos salario, menos cargos de poder, más trabajo de cuidado, más violencia, más mujeres asesinadas o secuestradas.
 
Sé también que hay más personas en línea de pobreza, menos empleo, menos oportunidades de desarrollo, más recortes a los presupuestos sociales.
 
Sé, asimismo, que hay más corrupción, más impunidad, más violencia del crimen organizado, del desorganizado y del institucional.
 
Sé, en fin, lo que cualquier persona medianamente informada sabe. Así que mucho margen para la ingenuidad no hay.
 
Pero también sé que hay muchas personas esforzándose por un mejor país. Conozco a mujeres y hombres que cada día entregan su corazón, sus saberes y sus habilidades para construir igualdad y paz, lo mismo en las aulas, que en cargos públicos, que en organizaciones de la sociedad civil, que en la formación de sus hijas e hijos. Así que margen para el optimismo hay.
 
Dice bien Mafalda, hay muchos codos rozando el tintero. Pero también dice bien Felipe: hay muchas hojas en blanco.
 
A mí cada una de esas hojas me anuncia un nuevo comienzo, y cada comienzo una oportunidad de hacer de mi país, de mi mundo, uno mejor.
 
Así que, con mi optimismo a cuestas, así sea a duras penas, le abrazo en el comienzo de este año.
 
Seguramente, como ahora, lloraremos por la tinta derramada.
 
Seguramente, como ahora, nos encontraremos esforzándonos por limpiar esa tinta derramada, por sacar de la mesa los codos que rozan el tintero.
 
Seguramente, más de una vez, haremos eso y el desánimo, la rabia y la frustración y la impotencia se nos atoren en la garganta, en el estómago, en el corazón.
 
Pero si nos acompañamos, alguien recordará que lo que sigue es una hoja en blanco. Y eso siempre es una nueva oportunidad.
 
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.
 
*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.



CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Cancún, QR.- 

  

En 2015, ninguna mejoría para las trabajadoras en el mundo


Persisten brecha salarial de género, precariedad y discriminación

Pese al cúmulo de recomendaciones de organismos internacionales para que los Estados den oportunidades laborales a las mujeres, en 2015 en todo el mundo no se consiguió igualar el salario entre los sexos, que más de la mitad de la población femenina trabajara, ni que los varones contribuyeran más en actividades no remuneradas, informó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

 
El año que recién concluyó no destacó por hacer una diferencia en la disminución de la brecha salarial de género, sino que los hombres siguieron predominando en el mundo laboral mientras que las mujeres no recibieron una remuneración por la mayoría de sus actividades, según el Informe Global de Desarrollo Humano 2015 del PNUD.
 
A escala mundial –determinó el estudio– la tasa de participación femenina en el trabajo fue de 50 por ciento, lo que contrasta con la tasa de participación varonil que fue de 77 por ciento.
 
Se suma que 3 por ciento de las mujeres que ya ingresaron al mercado laboral estuvieron desempleadas, mientras que 72 por ciento de los hombres consiguieron un trabajo por el que sí les pagaron.
 
En contraste, en la realización de las actividades no remuneradas (en el hogar y de cuidados, tanto en el campo como en la ciudad) ellas participaron el triple que los varones, de quienes sólo 10 por ciento contribuyó, se añade en el informe.
 
En 2015 la mayoría de las mujeres tampoco ocupó puestos de decisión, ya que sólo 22 por ciento de todas las trabajadoras en el mundo llegó a un cargo directivo, y en 32 por ciento de las empresas no hubo alguna mujer en puestos de mando.
 
Así, ellas prevalecieron en ocupaciones de calificación media, como empleadas de oficina, trabajadoras del sector servicios, comercio y como vendedoras.
 
No obstante –advirtió el PNUD–, aunque las mujeres realicen el mismo trabajo que los hombres, en 2015 ellas percibieron 24 por ciento menos de salario que sus pares varones.
 
Y en puestos de decisión la brecha salarial es más grande, ya que ellas recibieron 53 por ciento menos de ingreso que sus homólogos hombres.
 
Además, en la mayoría de las regiones del mundo las mujeres también son más propensas a desempeñar empleos vulnerables, trabajando por cuenta propia o en contextos informales en los que los ingresos son “frágiles”, o que ofrecen poca o ninguna protección y seguridad social, observó el mecanismo de Naciones Unidas.
 
Tales diferencias de género en el trabajo contrastan con los estatutos de más de un tratado internacional –como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), o convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)– que obligan desde hace décadas a los Estados a erradicar la discriminación contras las mujeres en el mundo laboral.
  


Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-