9/12/2015

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU la radio Universitaria de Guelph sabado 12 sept 2015

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en Ontario, Canadá
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA

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Noticias de Género en la Red



Género en la mira con

 Daniela Villegas
de vacaciones por motivos academicos

La Justicia es ética equidad y honradez, es la voluntad constante de dar a cada persona lo que es suyo, su derecho, libertad, equidad, tolerancia, es aquel sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todos los derechos de los demás, en este espacio defendemos los derechos de las mujeres, derechos que en muchas ocasiones no son siquiera reconocidos, o no son valorados, respetados o mencionados, continuamente escuchamos a gente sorprendida con acontecimientos que desatan la falta de empatía, compasión o respeto, rechazamos o repudiamos conductas que consideramos injustas, inequitativas, pero no analizamos lo inmediato, el papel de las mujeres que no ha sido plenamente reconocido, y estando mal en eso se entiende el caos, porque hay un sistema de pocos que omprime a los muchos, y de ahi a las mujeres, dentro de los parametros de injusticia estan las conductas enraizadas del sistema clasista, racista y machista que violenta a todas las mujeres en el mundo

Y si bien es cierto que tenemos algunos derechos, no gozamos de ellos en su totalidad o si los usamos son violentados con un toque especial del machismo más recalcitrante, en cuestiones políticas es tan notorio, tan palpable porque no se usa la misma violencia entre hombres que contra las mujeres, porque a este sistema le gusta que las mujeres estén quietas cuidando el hogar, los niños, no defendiendo derechos de todos, de la tierra, del cuestionamiento de la distribución de la riqueza, del empoderamiento de las mujeres que permite salgan a votar y a contender espacios públicos, espacios que los hacen masculinos, pero a nosotras nos crea conciencia, nos libera

Es por eso que defender los espacios es tan importante, defender exigir un trato justo e igualitario es también necesario, porque no podemos entender que exista caos y no hacer nada por cambiarlo, las mujeres no podemos seguir siendo violentadas, víctimas del sistema capitalista, neoliberal, patriarcal y machista que nos oprime, despoja y violenta, y la organización es nuestra primer herramienta de lucha, como el ejemplo que nos dan las mexicanas 


Y otra herramienta necesaria es la comunicación, pero sin exclusión, sin sexismos, la inclusión y el respeto a la multiplicidad de voces y expresiones culturales que propone la comunicación para el desarrollo son esenciales en el camino hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres


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CACEH: 15 años de lucha a favor de las trabajadoras del hogar



   Empuje de Marcelina Bautista se cristaliza en sindicato nacional

El Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH) cumple hoy 15 años de trabajo en la promoción y fortalecimiento de los Derechos Humanos (DH) y laborales para las más de 2 millones 300 mil trabajadoras del hogar en todo el país.

 
CACEH y el Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar, que se conformó el pasado fin de semana, fueron un sueño de largo aliento de Marcelina Bautista Bautista –ahora una de las más importantes activistas en América Latina en la lucha y el reconocimiento de las garantías para estas trabajadoras– que mientras hacía limpieza en casas se organizaba junto a otras mujeres para conocer sus derechos laborales.
 
Desde que se fundó en esta capital, CACEH también se convirtió en el proyecto de vida de varias trabajadoras del hogar –algunas que incluso ya son profesionistas–, para continuar en la defensa de los DH y laborales del gremio, integrado en su inmensa mayoría por mujeres, muchas indígenas y migrantes, y hasta menores de edad.
 
A fin de documentar el desarrollo de CACEH en estos tres lustros, Cimacnoticias visitó sus nuevas instalaciones en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, en la céntrica delegación Cuauhtémoc.
 
En la puerta de entrada luce una hoja blanca que presume la creación del nuevo sindicato. Adentro, un equipo de cinco personas trabaja a marchas forzadas en un salón de unos 15 metros cuadrados –dos veces más grande que el espacio anterior que tenían las trabajadoras en el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos)–, para finiquitar los últimos pendientes antes de que este viernes 11 de septiembre entreguen la solicitud de registro sindical ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
 
EL EQUIPO
 
Aunque por muchos años Marcelina Bautista trabajó sola para mantener a su organización, ahora que su lucha se ha hecho más visible gracias a sus esfuerzos de incidencia, ya cuenta con un equipo de mujeres y hombres solidarios que la respaldan.
 
Y es que durante estos 15 años, CACEH –como se lo propuso Marcelina desde el primer momento– ha sido encabezado e integrado por trabajadoras del hogar que imprimen su visión y su experiencia en cada nuevo proyecto.
 
Por ejemplo, Sofía Pablo López, de 24 años, es la joven de cabello largo que en cada evento sobre los derechos de estas trabajadoras acompaña a Marcelina. Se sienta a escuchar en alguna de las primeras filas, toma fotografías y hace apuntes.
 
En CACEH ella se encarga de apoyar el área de capacitación y formación, y –entre otras tareas– acude cada 15 días a las plazas públicas de la Ciudad de México para enseñar a 50 o 60 empleadas del hogar sus derechos, e informarlas sobre la violencia de género y el empoderamiento.
 
Es socióloga de profesión y de oficio trabajadora del hogar desde que tenía 18 años, cuando decidió apoyar a su mamá –también empleada del hogar– con los gastos de su educación en una universidad pública.
 
La joven asegura que así como se profesionalizó para tener un trabajo que fuera más reconocido socialmente, también en la labor de las trabajadoras del hogar hay formas de especializarse, por ejemplo en el aseo general, lavado, planchado, cocina o cuidados, un aprendizaje que ella buscó perfeccionar con el paso del tiempo.
 
Su tesis de licenciatura, sobre identidad y vida de este gremio, está dedicada a todas sus vecinas que son empleadas del hogar en el norte del DF (muy cerca del Estado de México), y que –como su madre– batallan  durante muchos años en traslados de hasta tres horas y ganar menos de 200 pesos diarios.
 
Los proyectos profesionales y personales de Sofía están puestos en CACEH, donde ahora busca impulsar el nuevo sindicato de la mano de Marcelina.
 
Otra integrante del equipo es Marta Leal Morales Esperanza, de 45 años de edad, quien se encarga del área de colocación para quienes solicitan trabajo.
 
Antes de estar en CACEH, esta jefa de familia era parte del personal de limpieza en los módulos de la extinta Mexicana de Aviación, cuya quiebra tuvo un “efecto dominó” en otros sectores laborales. “Cuando un pilar se cae, se caen varios”, dice Marta.
 
Llegó al Centro de Apoyo en 2012, y junto a Marcelina –que le ofreció empleo–, fueron las únicas dos personas que echaron andar el proyecto.
 
Ahora, desde su puesto en la organización, Marta se preocupa porque algunas empleadoras no quieren contratar a todas las trabajadoras que buscan empleo, porque –comenta– no quieren asumir todas las responsabilidades legales que les corresponden.
 
Para ayudarse con los gastos, Marta, Sofía y a veces Marcelina hacen espacios en sus agendas de trabajo tan apretadas para seguir haciendo labores del hogar remuneradas.
 
En la recepción de esta organización hay un varón, se trata de Fernando Montejo, de 18 años de edad, y que apoya a CACEH mientras concluye sus estudios, ya que su mamá, también trabajadora del hogar, percibe un sueldo insuficiente para cubrir ella sola todos los gastos familiares.
 
A ellos se suman Claudia, Mauricio y muchas personas más que ayudan a la organización con trabajos más especializados de manera externa y de forma solidaria.
 
LOS INICIOS
 
Durante estos 15 años, el principal reto de CACEH ha sido conseguir suficientes recursos económicos para mantenerse en pie, contar con un espacio de trabajo, tener personal para ayudar en las diferentes gestiones que realiza, y poder convocar en las plazas públicas los fines de semana a todas las trabajadoras que quieran conocer sobre sus derechos.
 
La idea de conformar este Centro se le ocurrió a Marcelina hace más de 20 años durante una de las tardes en las que se reunía con una amiga suya que era costurera.
 
Las ganas de defender a sus compañeras de los abusos fueron tan fuertes que desde entonces se fijó la meta de formar un organismo.
 
Marcelina, que trabajó muchos años para Cencos –organización defensora de la libertad de expresión y los DH–, cuenta que debía llegar a las 6 de la mañana a esas oficinas para tener las salas limpias; luego a las 9 se iba a las capacitaciones, y después regresaba por la tarde para seguir limpiando.
 
El personal de Cencos no tenía idea de que para entonces Marcelina ya era una líder a nivel internacional en la defensa de los derechos laborales, y se dio cuenta hasta que ella tuvo que pedir un permiso para viajar al sur del continente. “Recuerdo que incluso a los directivos de la organización les costó trabajo creer la noticia”, rememora Marcelina.
 
Finalmente, en el año 2000 Marcelina ganó una beca para seguirse capacitando, pero en lugar de hacer sólo eso decidió solicitar un espacio en Cencos para brindar capacitaciones, y ofrecer varias becas para sus compañeras del sector, además de pagar sus comidas y pasajes a cambio de que fueran a aprender sobre la defensa de sus derechos. Así nació CACEH.
 
Siguió de beca en beca y luego de premio en premio hasta consolidar en 2015 un proyecto más sólido que también es fuente de empleo para trabajadoras del hogar. Durante los primeros cinco años, Marcelina escasamente tomó tres diplomados sobre liderazgo, lo demás lo aprendió en el camino.
 
“Al principio no sabía si era mejor tomar un diplomado o dar las becas, pero ahora (echa un vistazo a su lugar de trabajo) me doy cuenta que tomé la mejor decisión”, concluye Marcelina, quien asegura que aunque CACEH ya cumplió sus primeros objetivos, seguirá en la defensa de todos los derechos de las trabajadoras del hogar y afrontará los desafíos que se presenten en el porvenir.



CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- 

Marcha Mundial de las Mujeres: “una forma de construcción de alternativas”


Marcha Mundial de las Mujeres: “una forma de construcción de alternativas”En el marco de la Cuarta Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres se realizó en Buenos Aires un encuentro de formación entre las integrantes del Cono Sur. Un espacio de analisis sobre el contexto internacional con el objetivo de propiciar la reflexión sobre los desafíos que enfrenta el feminismo popular y las estrategias que el mismo se da desde el Movimiento.

Durante los días 22, 23 y 24 de agosto, con la participación de militantes de Paraguay, Brasil, Colombia, Turquia, Chile, Uruguay y Argentina se celebró en el Anfiteatro Eva Perón de ATE Nacional el encuentro de la Subregional Cono Sur de la Marcha Mundial de Mujeres (MMM), un movimiento internacional de grupos  y organizaciones de bases que se nuclean en acciones feministas y anticapitalistas desde el año 2000 como tal.
Sin embargo, sus inicios se remontan al año 1995 contexto en el que el neoliberalismo era fuertemente hegemónico e imponía un pensamiento único que proponía salidas individuales a su propia crisis. En contraposición los movimientos sociales y de mujeres generaron alternativas desde la construcción colectiva y la movilización permanente, es así que luego de una manifestación realizada en Canadá por más de mil mujeres que recorrieron 200 kilómetros luchando por la reivindicación de derechos básicos, surge la necesidad de compartir y replicar la propuesta de una marcha de mujeres.
Allí las mujeres organizadas en la Central Única de las Trabajadoras y Trabajadores (CUT) de Brasil tomaron conocimiento y junto a otras organizaciones participaron del primer encuentro acontecido en el año 1998 en Quebec, Canadá. En ese marco se elaboró la plataforma del Movimiento que se compone de 17 reivindicaciones que exigen la eliminación de la pobreza como así también de la violencia contra las mujeres. Desde el año 2000 se llevan a cabo acciones internacionales las cuales comienzan los 8 de marzo Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras y finalizan los 17 de octubre Dia Internacional Contra la Pobreza de esta forma se pone de manifiesto la relación explicita entre Capitalismo y Patriarcado que denuncian, definiendo al movimiento como una articulación feminista de organizaciones populares y de trabajadoras.
Este 8 de marzo comenzó con la realización de la Cuarta Acción Internacional, la misma se propuso el objetivo de enraizar y fortalecer las regionales de la MMM ante la necesidad de aunar la lucha de la defensa de los terrritorios de las mujeres, es decir la defensa de los propios cuerpos como así tambien de los territorios donde se desenvuelve la vida, el trabajo, la organización comunitaria y las luchas. En ese marco, el encuentro de la Regional Sur se presentó como un espacio de reflexión y balance ante la coyuntura actual, en el mismo llevaron a cabo exposiciones de las experiencias presentes a través de paneles, charlas y talleres finalizando con una manifestación ante las oficinas de la empresa trasnacional Monsanto como claro ejemplo de la violencia trasnacional que ejerce el sistema capitalista y patriarcal sobre los cuerpos-territorios.
Luego de dar la bienvenida a las compañeras internacionalistas que allí se encontraban el encuentro comenzó planteando los “desafios continentales actuales” eje central de debate de la formación. Allí, en su comienzo Nalu Farías coordinadora brasilera de la MMM a nivel región, reconoció la complejidad que afronta este campo del feminismo ante el contexto actual ya que es  “un momento que exige mucho de nosotras, somos quizás el movimiento que tiene la critica más radical al actual sistema de dominación”.
Farias puso de manifiesto que si bien en la actualidad el feminismo ha vuelto a tener lugar en los debates políticos, y  lo caracterizó como “una situación de recomposición” del mismo. Advirtió que, paradógicamente se presenta “cara legitimada y lavada del feminismo por el mercado” lejana a la del feminismo orgaizado, de forma aparece despolitizado como aislado de la lucha de clases e individualista posiblemente “teñido en parte por las lineas posmodernas y queer del feminismo”  alejandolo de la propuesta del movimiento que entiende al feminismo desde la lucha colectiva y la organización desde abajo. De esta forma, la referente reconoció que “hay todo un debate que nos hace reafirmarnos como movimiento politico” para ello el desafío entonces se debe centrar “en la construcción de un proyecto politico común desde la articulación con otras fuerzas políticas pero integrando la perspectiva feminista.”
A continuación, Claudia Korol educadora popular del Equipo Pañuelos en Rebeldía caracterizó al encuentro como positivo para la unidad y clave para la construcción de la “indentidad del feminismo que entendemos como popular”. Por lo que enfatizó la importancia de haber comenzado la jornada con un homenaje a los 12 compañeros y especialmente a las 4 compañeras combatientes fusiladas en Trelew por el Gobierno de Lanusse ya que, “nuestra memoria es parte de esa construcción política” por lo que da cuenta de la intención de continuidad de la lucha revolucionaria. En ese marco expresó que “andar y caminar con esa memoria subersiva de todo nuestro continuente y pensarnos en esa búsqueda, como lo fue en ese momento, de unidad” se asemeja la identidad de ese feminismo “que queremos ser” reconociendose como “parte de los movimientos populares yen marcha contra este sistema de multiples opresiones”.
Al enunciar los desafios propios del momento, Korol recalcó que es en si mismo un desafío para las feministas generar una una mirada continental y territorial sosteniendo a la vez el acompañamiento desde los cuerpos  y de la vida cotidiana, compartiendo aquí el ejemplo ellos casos de criminalización de Relmu y Reina. Por eso cuando entendemos la dominación debe ser en terminos continentales y estrategicos pero también debe darse “la batalla por cada cuerpo” al mismo tiempo ya que, “cada cuerpo que queda prisionero es una derrota de todas como así cada triunfo en libertad es trinfo de todas”.
Para finalizar la militante concluyó que en esta coyuntura “hay que pensar un horizonte único anticapitalista, anticolonialista y antipatriarcal desorganizando la violencia que los sostienen ” porque “no nos alcanza con trabajar en las grietas, vamos a tener que hacer revolciones”. Y para ello, reforzó la linea planteada por Nalu Farias previamente “la forma es construyendo una fuerza, haciendo alianzas, organizadas y solidarias”.
Luego de dicha apertura se dieron en simultáneo seis talleres desde donde se continuaron poniendo en común los desafíos del feminismo popular en el contexto continental per partiendo esta vez de las distintas experiencias presentes en el encuentro, en base a las mismas se trabajó sobre la “soberanía sobre nuestros territorios y bienes comunes; La lucha contra la megaminería, el fracking, los hidrocarburos, las megarepresas y el déficil energético” también “el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sexualidades, con la presencia de integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito entre otras. A su vez se propuso otro espacio donde abordar “violencias hacia las mujeres: trata, explotación sexual, femicidio” ante el panorama del Ni una Menos.
Otro tema central en la formación fue “militarización: criminalización y judicialización frente al avance del extractivismo y el modelo hegemónico en la región” teñido por la participación de las compañeras del Congreso de los Pueblos de Colombia y Relmu Ñamku militante mapuche criminalizada por defender sus tierras de una petrolera, por lo que realizó un comunicado en solidaridad para cada compañera entendiendo la dualidad entre la crítica al sistema en general pero a su vez atendiendo la particularidad de la lucha y acompañamiento a quienes lo viven en sus propios cuerpos. Por último se realizó también el taller “mujeres y trabajo. División sexual del trabajo, trabajo reproductivo, trabajo formal y precarizado. La economía del cuidado” donde se problematizó el rol de las mujeres trabajadoras y la tensión que este provoca entre las organizaciones sociales, los sindicatos y la vida cotidiana.
Las conclusiones obtenidas en dichos talleres se compartieron al día siguiente en el que se continuó con la exposición de experiencias concretas de  construcción de alternativas para el enfrentamiento de la mercantilización de la vida, aquí se acercaron integrantes de la Campaña Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres y de la Casa de las Mujeres del Moviemiento Popular La Dignidad, Socorristas en Red, Barrios de Pie, Central de Trabajadoras/es de la Argentina, poniendose en común también la acción colectiva en la que integrantes de distintas organizaciones del campo popular argentino, consolidaron un espacio de formación politica feminista.
El día domingo finalizó con la realización de una plenaria general, en la que por un lado se leyeron los distintos comunicados realizados en solidaridad con las compañeras criminalizadas para luego dar tiempo para el debate de las distintas temáticas que atravesaron las dos jornadas, como trabajo, criminalización de la protesta, extractivismo y violencias hacia las mujeres entre otros.
Ya en el cierre del evento, Nalú Farias referente de la MMM se refirió al encuentro para Marcha como “muy positivo, ya que logramos los objetivos que nos habíamos propuesto, de marcar por un lado con una accion subregional y a la vez convocar y articular las mujeres de Argentina”. En ese marco, afirmó que con la dinamica realizada se obtuvo “un debate bastante amplio desde nuestras resistencias y alternativas frente al modelo de sociedad actual”. Por lo que reforzó la necesidad de generar un debate más amplio en el que la perespectiva feminista pueda articular, ya que para Farias la importancia del Movimiento es que el mismo “organiza a las mujeres desde su trabajo y realidad pero conecta este accionar con la realidad nacional e internacionales”.
Para finalizar, en nombre de la Marcha Mundial Farias recordó que el encuentro terminaría con un escrache a las oficinas de Monsanto planificado de ante mano con el objetivo de “marcar nuestra posicion de movieminto y de lucha. Se eligió realizar esta acción simbólica para mostrar nuestro rechazo a las trasnacionales y al modelo  que ellas representan” y a continuación manifestó “nuestro pueblo no necesita a Monsanto, necesita soberanía alimentaria”.

Cuba: Nace otra herramienta para una comunicación no sexista


Manual "Comunicación sin exclusión. Cartilla no sexista por una comunicación sensible a género y favor del desarrollo"

Incluyen instrumentos de planificación, proyectos, programas e iniciativas diversas de cooperación, reconoce la introducción del documento impreso


La Habana, 10 sep. 15. AmecoPress/SEMlac.- La inclusión y el respeto a la multiplicidad de voces y expresiones culturales que propone la comunicación para el desarrollo son esenciales en el camino hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Bajo ese principio ha nacido el manual "Comunicación sin exclusión. Cartilla no sexista por una comunicación sensible a género y favor del desarrollo", presentado el pasado dos de septiembre en La Habana, gracias a un esfuerzo colectivo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y especialistas.

"Con unas 50 alternativas para la comunicación inclusiva y sensible al género, la cartilla traza una ruta de actuación para insertar el tema en todas las prácticas del PNUD en Cuba", que incluyen instrumentos de planificación, proyectos, programas e iniciativas diversas de cooperación, reconoce la introducción del documento impreso.

Presentado por la doctora Isabel Moya Richard, directora de la Editorial de la Mujer, en la sede de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el manual contó con la coordinación técnica de Inalvis Rodríguez, oficial de Género del PNUD, y contiene textos de Tamara Roselló, parte del equipo de comunicación del Centro Memorial Martin Luther King, con diseño gráfico de Alejandro de la Torre.

Una novedad hace atractivo este reciente esfuerzo editorial: la cartilla no viene sola, forma parte de una trilogía que incluye un manual impreso, un juego de tarjetas didácticas para ayudar a conducir trabajos grupales y una compilación multimedia, que permite consultar toda la bibliografía utilizada para llegar al producto final.

Según Moya, entre los mayores aportes de la propuesta trasciende el hecho de que no es un texto estático, sino una "incitación a pensar, investigar, dialogar y debatir desde un enfoque de género".

"Aunque uno de los soportes es impreso, la manera en que está pensado es muy interactiva, presupone, desarrolla y provoca al lector o lectora a buscar, profundizar, dialogar y debatir", agregó la presentadora.

La forma oportuna y original de abordar el sexismo del lenguaje constituye otro de los aspectos destacados por el equipo de trabajo que preparó la trilogía.

Entre los asuntos que aborda la propuesta se encuentran el sexismo en el lenguaje, así como las imágenes de hombres y mujeres, explicaciones y recomendaciones para evitar los enfoques machistas en productos de comunicación como los audiovisuales, por solo citar un ejemplo.

Con un total de 120 páginas, se trata de una herramienta en construcción, precisó Inalvis Rodríguez, su coordinadora técnica: "Cuando llegue a las manos de los diferentes actores, instituciones y proyectos, estos tienen la posibilidad de hacer sugerencias y aportaciones para enriquecerlo", anunció.

"El manual motiva a continuar reflexionando sobre los desequilibrios en la representación de hombres y mujeres y en el reconocimiento que reciben en los medios y otros escenarios de la comunicación: También sobre el cómo y por qué se comunica en masculino, contribuyéndose así a naturalizar las desigualdades de género y los estereotipos sexistas", declara la "Carta para este viaje" que abre la propuesta impresa.

Firmada por Myrta Kaulard, coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba y representante del PNUD, la misiva introductoria recomienda también una mirada a las "buenas prácticas desde la mirada de los proyectos nacionales implementados por el PNUD, y otras experiencias promovidas o coordinadas por nuestra organización en la región", igualmente recogidas en el texto.

"Sentimos la necesidad de tener una cartilla y tarjetas que puedan ser utilizadas para promover un lenguaje respetuoso de la igualdad de género, porque tenemos que partir de ser ejemplo de comunicación sensible al género para apoyar un cambio de cultura, lenguaje y comunicación", apuntó Kaulard, quien estuvo presente en la presentación.

El encuentro contó también con la presencia de Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la FMC, quien agradeció al Sistema de las Naciones Unidas en Cuba por entregar a la organización que dirige esta útil herramienta.

El manual, consideró, responde a una lógica que articula las diferentes dimensiones de la comunicación. "No es solamente para especialistas, sino también para las personas que trabajan en las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia y las trabajadoras sociales, pues contiene herramientas que pueden ser muy bien usadas en la comunicación comunitaria".

Para Moya, esta propuesta "no se limita a hacer catarsis sobre los errores, sino que es, sobre todo, una proposición para el cambio", concluyó.

Foto: Archivo AmecoPress. la doctora Isabel Moya Richard, directora de la Editorial de la Mujer. 

“La mujer está oprimida en todos los países del mundo”


La feminista y escritora egipcia Nawal El Saadawi, interviene en la inauguración de las Jornadas de Género del Programa Masar, “En el camino hacia la igualdad de género en el Norte de África y Oriente Próximo"

 Gloria López

Madrid, 10 septiembre. 15, AmecoPress. “La mujer está oprimida en todos los países del mundo, es una cuestión universal” y la raíz de esta situación está en el “sistema patriarcal, clasista, racista y machista”. Así lo ha asegurado la feminista y escritora egipcia Nawal El Saadawi, durante la inauguración de las Jornadas de Género del Programa Masar, “En el camino hacia la igualdad de género en el Norte de África y Oriente Próximo", que se han celebrado los días 9 y 10 de septiembre en Madrid.
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El objetivo de estas Jornadas, organizadas por la Agencia Española de Cooperación (AECID) en colaboración con la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), ha sido dialogar sobre las problemáticas, intereses y reivindicaciones de las mujeres del Norte de África y Oriente Próximo para mejorar el acompañamiento de la Cooperación Española en los procesos de lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
Acompañada por Enrique Viguera, director de la Escuela Diplomática de España, anfitriona de la jornada, y por Alberto Virella, como representante de la AECID, Nawal El Saadawi ha pedido un esfuerzo para liberar el lenguaje de colonialismo y de machismo y contribuir con ello a una “revolución” que “empieza desde la conciencia”. “Tenemos que tender puentes de cooperación para superar el momento de violencia que vivimos, muy relacionado con el sistema patriarcal, un sistema económico, político, religioso, que está generando discriminación, hacia las mujeres y también hacia los hombres”.
En ese sentido se ha referido a los “millones de seres humanos que ponen en riesgo sus vidas para llegar a Europa y ser discriminados” y ha asegurado que “ellos harán una revolución por necesidad”.
“La mujer está oprimida en todos los países del mundo, es una cuestión universal”, ha dicho la feminista, para aclarar que esa situación no tiene que ver con el islamismo, judaísmo o cristianismo, sino que la raíz es económica. “Por supuesto, todas las religiones han afianzado el sistema patriarcal, clasista, racista y machista, pero la causa última es el tema económico y las religiones respaldan este sistema”.
A sus 84 años, la escritora egipcia ha denunciado con claridad el error de un enfoque que separa el tema de la igualdad de la mujer de la cuestión económica y racista y clasista. “Nunca se va a liberar la mujer desde ese enfoque. Para que empiece la liberación en la mente tenemos que relacionar la liberación de la mujer con la liberación de todos los seres humanos en todos los países. No podemos quedar parados ante la pobreza y ante los millones de seres humanos que se ven obligados a emigrar y luego hablar de la igualdad de la mujer, de la ablación, del pañuelo….”.
En su intervención, la feminista ha arremetido contra el “capitalismo salvaje que ha causado la pobreza a todos los países, incluyendo el pueblo de EEUU” y ha advertido del vínculo entre el fenómeno de la islamización y la americanización: “nadie quiere hablar de ello pero ambos están generando discriminación a la mujer”, ha dicho.
También se ha referido a la pérdida de significado de las “religiones mentirosas” o de palabras como democracia. “La democracia es un estilo de vida desde la casa, es un diálogo permanente y puedes discutir hasta con Dios”. De este modo, según la escritora, se ha producido un retroceso, no hay conciencia, y “la mujer puede estar dentro del Parlamento pero su mentalidad y su acción puede ser patriarcal, de clase, racista y no hacer nada a favor de la mujer”, ha dicho citando ejemplos como Angela Merkel, Margaret Thatcher o Hillary Clinton.
Para la experta es necesario propiciar la unión de mujeres y hombres a favor de la igualdad: “es necesario tener organización y conciencia, este es el secreto de la liberación”, ha concluido.
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Durante la inauguración de las jornadas, en las que han participado más de 90 personas relevantes de organizaciones de la sociedad civil e instituciones procedentes de 9 países de la región, se ha presentado el vídeo “Camino hacia la igualdad”. Entre otras reconocidas ponentes de distintas nacionalidades, ha participado la jurista y especialista tunecina en violencia de género, Sana Ben Achour.
Foto: Archivo AmecoPress. 

Lo peor


CRISTAL DE ROCA

Por: Cecilia Lavalle*

“Si hay algo peor que enterrar a un hijo –me dijo una mujer ya sin lágrimas–; no enterrarlo porque está desaparecido”.

 
Teresa es una mujer de baja estatura, pelo blanco, una edad indeterminada porque el sufrimiento envejece más que el tiempo, con una piel blanquísima, una sonrisa a flor de piel y una mirada firme, dulce y sabia.
 
Asesinaron a su hijo en el Distrito Federal, en su departamento, mientras estudiaba en una universidad de la capital del país. No sabe quién y no sabe por qué. Exactamente como muchas madres y padres de hijas e hijos asesinados en nuestro país.
 
Lo poco que sabe lo ha averiguado ella, atando cabos, preguntando aquí y allá, siguiendo los últimos pasos que dio su hijo. Exactamente como muchas madres y padres de hijas e hijos asesinados en nuestro país.
 
Y espera justicia sin esperar nada en realidad, porque sabe que en México eso no existe. Exactamente como muchas madres y padres de hijas e hijos asesinados en nuestro país.
 
“No puedo imaginarme en tus zapatos. No quiero imaginarme en tus zapatos”, le dije con absoluta honestidad. Me abrazó con los ojos y me dijo: “Por eso los familiares de víctimas asesinadas y desaparecidas nos hemos convertido en un movimiento social. Para que nadie más se ponga en nuestros zapatos”.
 
“No me imagino algo peor que enterrar un hijo o una hija”, dije en voz baja, casi sólo para mí. “Yo también pensaba eso; en especial cuando enterré al mío, que estaba lleno de vida, comiéndose al mundo. Hasta que me uní al movimiento y conocí a madres y padres de personas desaparecidas. Entonces supe que sí había algo peor: no tener un cuerpo que enterrar”, me contó Teresa y en sus ojos claros pude ver un río interminable de dolor.
 
Un río. Eso es. Un río interminable de dolor, indignación, impotencia, frustración, desesperanza, hartazgo y de nuevo dolor, es el que recorre mi país de punta a punta por las mentiras históricas, las verdades a medias, las omisiones, la indolencia de nuestros gobernantes.
 
Un río interminable que muestra una inmensa herida. Porque la injusticia sólo deja heridas sangrantes, que no sanan, que no cicatrizan, que sólo supuran y duelen.
 
El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los 43 jóvenes desaparecidos en Ayotzinapa no reabrió la herida porque no se había cerrado. No la hizo supurar más; ya supuraba. No reavivó el dolor, porque el dolor no se ha ido.
Nada más confirmó lo que en cada rincón de mi país circulaba: la “verdad histórica” es en realidad “la mentira histórica”.
 
Sólo que, en un país donde el Estado de Derecho es casi un mito, la voz de miles de compatriotas, la voz de madres y padres de esos jóvenes, la voz de miles de personas en medio mundo, no pesan lo que pesa un informe como el que rindió la CIDH.
 
A partir de ese informe, todo lo que se dijo desde la autoridad ya no tiene peso alguno. Incluso si alguna parte pudiera ser cierta. El descrédito no es algo que se obtenga mediante decreto.
 
La sentencia del ministro de Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels, ya no es funcional: una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.
 
Aquí y ahora todas las especulaciones, incluso aquellas que parecían descabelladas, hoy tienen visos de verdad.
 
Me duele enormemente mi país. Me duelen enormemente esas madres y padres de los jóvenes de Ayotzinapa, de las miles de mujeres desaparecidas, de los miles de hombres desaparecidos, de las miles de personas asesinadas.
 
¿Cuánto más dolor debemos soportar en mi país? ¿Cuántas mentiras históricas más?
 
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.
 
*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.- 

Ofensiva sexista en Grecia contra la resistencia al memorando


El caso de la presidenta del Parlamento griego
CADTM
Traducido del francés para Rebelión por Caty R.

En el paroxismo de la crisis que sacude Grecia asistimos al desencadenamiento de un sexismo extremadamente violento contra las mujeres. Y esto pasa en el escenario político, a la vista de todo el mundo. Pensamos que ese sexismo extremo y violento que está empezando a tomar las dimensiones de una verdadera epidemia, difiere sensiblemente del viejo sexismo cotidiano que conocimos en un pasado reciente más pacífico, antes de la actual crisis de la deuda.

Pero analicemos de qué se trata. Días tras día, desde hace siete meses, todas las declaraciones de la presidenta del Parlamento griego aparecen prácticamente en todos los grandes medios del país, periódicos y canales de televisión incluidos, títulos como «Ayer un nuevo delirio de Zoé». Esta monotonía de los «delirios de Zoé» es interrumpida frecuentemente por títulos de la prensa llamada «popular» del tipo «el marido de Zoé no puede calmarla» o «Zoé está para el psiquiatra». En plena campaña electoral para las elecciones del 20 de septiembre, los principales canales de televisión (privados) han inventado una sección especial en sus programas por cable que día tras día presenta lo que circula en los medios sociales sobre Zoé. Naturalmente siempre se trata de caricaturas, a menudo obscenas, imágenes o dibujos de la presidenta deformados a voluntad y cuya autoría no está –por supuesto- del todo garantizada…

Pero hay algo peor. Desde hace largos meses incluso los diputados no dudan en atacar públicamente a Zoé con frases como «orangutana insatisfecha» mientras otros apelan a su marido, capitán de la marina mercante, para que «desembarque enseguida para calmarla».

La presidenta del Parlamento griego mostró, en plena sesión del Parlamento, la portada del periódico que apelaba a su marido para «tranquilizarla».

La enumeración de esas agresiones verbales y sexistas de las que es víctima la presidenta del Parlamento podría continuar durante mucho tiempo, pero el objetivo de este artículo es otro. En realidad el caso de Zoé Konstantopoulou es importante porque es un símbolo de toda una ofensiva sesixta violenta de los diversos poderes (políticos, partidistas, mediáticos, mafiosos…) contra las mujeres insumisas que persisten en reivindicar sus derechos y los derechos de los oprimidos (1). Así, a partir del momento en el que Zoé se impuso como símbolo de la oposición al memorando que ha arruinado a Grecia, fue denigrada, vilipendiada, humillada, calumniada… en resumen, satanizada por todos los que se alinean tras la troika. Y los ataques contra ella son tan continuos, organizados, coordinados y sistemáticos que aparecen como una auténtica estrategia de guerra cuyo objetivo es eliminar a la presidenta del escenario político.

Sería un error atribuir este «fenómeno sexista extremo» a comportamientos machistas individuales debidos a la casualidad o a mentalidades anacrónicas. Se trata de una caza de brujas contemporánea. Es más bien esto y no lo que pretendía la sección de política feminista del (viejo) Syriza cuando publicó un comunicado con el título «El ataque sexista contra Konstantopoulou nos reenvía a estereotipos anacrónicos».

¿Pero qué es lo que vincula la caza de brujas de los albores del capitalismo con el actual fenómeno de sexismo violento que fácilmente podría derivar en una caza de brujas contemporánea?

La caza de brujas apareció en Europa entre finales del siglo XV y principios del XVI, cuando el capitalismo hizo su aparición (2). La caza de brujas se caracterizaba por la satanización sistemática de mujeres presentadas como brujas en un período histórico de crisis –análogo al actual de la explosión de la crisis de la deuda- marcado por revueltas y resistencias que tenían a las mujeres en primera línea.

Hoy como entonces vivimos en medio de una reorganización de las fuerzas de producción y reproducción a costa de las mujeres. Este es un hecho totalmente ignorado por los protagonistas de la escena política.

En la época de la caza de brujas las mujeres estaban excluidas del trabajo, del conocimiento, de la propiedad de la tierra. Estaban enclaustradas, encerradas en la casa y en el dormitorio.

Hoy se las caza, se las saca de la vida pública y se las empuja a trabajar gratis en el hogar desempeñando diversos servicios públicos que antes asumía el Estado del bienestar ahora liquidado por las políticas neoliberales de austeridad. Y las enormes sumas que se ahorran se destinan, obviamente, al pago de la deuda pública…

No es una casualidad que fuera en la época de la caza de brujas cuando aparecieron estereotipos bien conocidos como «las mujeres a la cocina». Las mujeres que no tenían miedo a decir en público lo que pensaban, que tenían confianza en sí mismas, eran condenadas y calificadas de «mujeres coléricas e irritantes que perturban la paz y encienden disputas públicas». Ser una mujer y ocuparse de asuntos públicos se consideraba un crimen y la culpable merecía la hoguera.

Si esto os recuerda un poco la cotidianidad de nuestra época de austeridad y autoritaria no os equivocáis. En la Grecia actual de ruinas humanas y sociales, todos los que defienden a los verdugos y sus políticas inhumanas (medios, partidos políticos neoliberales, políticos corruptos, centros de poder más o menos ocultos, organizaciones patronales e incluso el crimen organizado) utilizan a fondo y más que nunca el sexismo más abyecto para quebrar a las mujeres que se ponen al frente de las luchas contra las políticas de austeridad o del sistema-deuda, que se atreven a defender a los inmigrantes, a los refugiados, la naturaleza, a las innumerables víctimas de las políticas bárbaras que se están aplicando.

Aparece una estrategia semejante a la utilizada por el crimen organizado para imponer su «ley» -la ley del amo, del chulo- en el sistema de explotación de las esclavas del sexo, el tráfico sexual. Consiste en utilizar el miedo, la violencia, las torturas e incluso la muerte para quebrar cualquier resistencia, para destruir el alma y el espíritu, la dignidad y la autoestima, para disciplinar los cuerpos de las mujeres con el fin de que se sometan sin condiciones a sacrificarse en el altar de la maximización de los beneficios del entramado de la prostitución.

Dicho esto solo podemos sentirnos impresionadas negativamente por la actitud de una institución como la Secretaría General para la Igualdad de Géneros del Gobierno de Tsipras, presunta defensora de todas las mujeres víctimas de ataques sexistas, que se queda totalmente impasible ante el auténtico linchamiento sexista del que es víctima la presidenta del Parlamento griego. Esta impresión negativa se vuelve todavía mayor cuando recordamos que la víctima de este linchamiento político es un personaje público de primer orden e incluso dirigente de un partido del que también son miembros la secretaria general para la Igualdad de Géneros y el primer ministro Alexis Tsipras. Pero las «sorpresas» llegan al summum cuando sabemos que esa misma secretaría general se volcó en actuar y condenar el ataque sexista de una publicación cuya víctima fue la rumana Delia Velculescu, representante del Fondo Monetario Internacional, al frente de la actual versión de la troika que impone sus dictados a Grecia.

Nos detenemos un poco más en esta historia porque es emblemática de nuestros tiempos neoliberales. Pensamos que para defender eficazmente nuestros derechos como mujeres es necesario el renacimiento de una corriente feminista radical que emergerá de la lucha de las mujeres contra la durísima realidad social de este principio del siglo XXI, contra el sistema deuda y los fundamentalismos patriarcales de todo tipo. Hay que conseguir que renazca una corriente feminista que rompa con la corriente «de la identidad» que solo se interesa por las políticas de identidad de género y olvida la relación de la vida de millones de mujeres, en tanto que género, con la lucha de clases, así como otras desigualdades y discriminaciones.

Conclusión. El sexismo desencadenado en la actualidad en Grecia es espantoso porque es un arma que sirve para dividir las luchas y aniquilar la resistencia de todas las personas. Dicha resistencia, por lo tanto, no concierne únicamente a las mujeres, sino a todas las personas. Y mucho más allá de las fronteras griegas.
Notas
(2) Calibán y la bruja , de Silvia Federici.

Violencias contra las mujeres: Un arma estratégica en manos del poder en tiempos de guerra social


 Sonia Mitralias



Ya sabíamos que la violencia contra las mujeres a menudo ha sido utilizada como un arma de guerra, con la intención de castigarlas, humillarlas y deshumanizarlas, pero sobre todo, con la intención de reprimir y destruir por todos los medios posibles el grupo al que pertenecen. En los conflictos armados, esta violencia ha sido durante mucho tiempo asimilada a un signo de dominación más que a una herramienta de destrucción. Sabemos también que en tiempos de paz, las violencias contra las mujeres pasan sobre todo por ser actos individuales de hombres violentos, y no por armas de destrucción «estratégicas».


Y bien, ¿Qué diríais si en la situación de crisis exacerbada que sacude Grecia, la violencia contra las mujeres se estuviera convirtiendo en un arma en manos del poder?
En efecto, en los últimos tiempos, los casos de tal violencia se multiplican en Grecia. Es el ejemplo de cuatro manifestaciones emblemáticas:
La primera y más reciente ha tenido lugar a principios de noviembre de 2013 ante las cámaras, prácticamente en directo, cuando las fuerzas especiales de la policía griega (MAT), quisieron impedir a dos diputadas entrar en el edificio de la Radiotelevisión Pública (ERT), que acababa de ser ocupado por la policía, y las acorralaron contra el portón de entrada de hierro forjado. Las dos diputadas de la oposición parlamentaria, Zoe Konstandopoulou, de Syriza, y Rachel Makris, del partido ‘Griegos Independientes’, fueron muy maltratadas. Especialmente Zoe Konstandopoulou, que fue conscientemente asfixiada y estuvo a punto de morir, ha demandado a sus agresores por intento de asesinato. Y todo esto, porque las dos diputadas querían simplemente ejercer su derecho constitucional de entrar en la Radiotelevisión Pública para impedir el montaje policial (destrucción de material, etc.) que tenía como objetivo ir contra la lucha de los trabajadores.
La continuación de este suceso es muy elocuente y viene a confirmar nuestra tesis. Al día siguiente, el gran periódico pro-gubernamental ‘TA NEA’, lanzaba una violenta campaña ultra-sexista contra las dos diputadas, publicando una viñeta en portada que presentaba a las dos diputadas… haciendo striptease bailando en una barra ante un público de clientes masculinos habituales de este tipo de locales (ver viñeta). En la leyenda del “dibujo” se podía leer este supuesto intercambio entre dos clientes: “A la derecha está Raquel y a la izquierda Zoe. ¿Y es que ellas hacen también otra cosa? He oído que también emprenden acciones legales. Pero mejor vamos a preguntar al chico”…
La segunda ha dado lugar a un auténtico linchamiento público, acrecentado por las cadenas de televisión, de mujeres seropositivas, algunas de ellas prostitutas. En plena campaña electoral, dos ministros socialdemócratas, tristemente célebres por su papel en la represión salvaje de las manifestaciones contra la Troika Troika Troika : el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo y el desmantelamiento del sistema de Sanidad, animaron a la población a denunciar para detener a las que, según los ministros, “constituyen una bomba de relojería sanitaria”, “contaminan a la sociedad con enfermedades contagiosas” y matan de sida a “los padres de familia griegos”.
La tercera manifestación de esta violencia ha tenido como víctimas a las decenas y decenas de mujeres -¡incluso abuelas!- de los alrededores de Skouries, en el norte de Grecia, que se oponen a la sociedad canadiense Eldorado y su proyecto de extracción de oro de la región. Desde hace meses, las fuerzas especiales de la policía, por órdenes directas de su ministro, hacen de las mujeres de los pueblos de los alrededores el blanco prioritario de una represión feroz y en masa que ya ha desembocado en el encarcelamiento de algunas de ellas y en la acusación por… crímenes de aún más (ver las fotos). No es casualidad que esta campaña de represión sin precedentes enmarcada en la imposición del estado de excepción en una región habitada por pacífica/os campesina/os se pretende -a decir de sus responsables- que sea ejemplar con la intención de prevenir la multiplicación de estos actos de “desobediencia civil”. Y evidentemente, no es casualidad que esta “represión ejemplar” se ejerza prioritariamente contra las mujeres de esta población local a la que ha hecho destruir cueste lo que cueste.
Y la cuarta manifestación, el episodio tristemente célebre del diputado del partido neonazi Kassidiaris, que golpeó “en directo” a dos diputadas de izquierda durante una emisión transmitida durante la campaña electoral de la pasada primavera. Este acto de violencia, en lugar de suscitar la indignación y la reprobación, suscitó por el contrario una gran ola de simpatía popular y contribuyó al éxito electoral de Amanecer Dorado.
¿Qué está pasando?
Pensamos que se trata de un nuevo mal que empieza a aparecer. Esta violencia nos lleva a pensar en las violencias exacerbadas contra las mujeres en las guerras étnicas. La violación de mujeres por parte de hombres del bando contrario muy a menudo debe analizarse no como el efecto de un deseo masculino “incontrolable”, sino como parte de una estrategia de conflicto, de combate, en la que las mujeres representan biológica y simbólicamente la integridad de la etnia o de la nación a combatir. Y que hay que destruir. En nuestro caso, es evidente que no estamos en presencia de una violencia nacionalista con motivo de una limpieza étnica. Estamos en presencia de un conflicto de una naturaleza diferente, de otra guerra, de una guerra social, ¡de una lucha de clases!
En suma, humillar a las dos diputadas identificándolas con bailarinas de striptease no significa solamente que dedicarse a la política es ante todo un derecho de los hombres y no de las mujeres. Significa, más vulgarmente, que el papel que se le deja a la mujer es ante todo estar siempre disponible para ser follada, poseída y gobernada por los machos.
Igualmente, lapidar a las mujeres seropositivas, criminalizarlas, satanizar su sexualidad, presentarla como una “amenaza” para la ley y el orden que debe reinar en nuestras sociedades, esta amenaza se parece a la que siempre han representado las “clases” que estos señores llaman desde hace casi dos siglos “peligrosas”. Mismo lenguaje, misma demonización y misma represión…
Así pues, hacer de la misoginia, el odio contra las mujeres, la violencia contra las mujeres y sus derechos un arma de guerra no debería extrañar en la medida en que todas las políticas de quienes mandan en estos tiempos de la Troika triunfante apuntan también a hacernos volver a los peores momentos del capitalismo más salvaje y bárbaro del siglo XIX. Exactamente a una época durante la cual las mujeres no tenían prácticamente ningún derecho…
El hecho de que asistamos a la puesta en marcha de un auténtico ataque frontal, de una verdadera guerra de dimensiones históricas contra la inmensa mayoría de la/os ciudadana/os (asalariada/os, pobres, parada/os, pensionistas, jóvenes, “diferentes”, inmigrantes, minorías…) debería explicar esta transformación de la violencia contra las mujeres en una verdadera arma que poder y pudientes utilizan en masa y cada vez más frecuentemente. Como en los casos de violaciones en masa que sirven a los limpiadores étnicos para hundir la moral del pueblo víctima y someterle definitivamente, la violencia contra las mujeres ejercida por poder y pudientes en tiempos de guerra social tiene en la actualidad exactamente los mismos objetivos: hundir la moral, romper el tejido social para someter no solamente a las mujeres -que son evidentemente el primer objetivo- sino a todas las víctimas, hombres incluidos, de sus políticas inhumanas y neoliberales.
Traduccion: Fatima Fafatale

Analizarán mujeres indígenas la paridad en partidos políticos



   Líderes comunitarias de 7 estados se reunirán en Juchitán

Los próximos días 25 y 26 de septiembre, líderes indígenas de siete entidades del país visitarán la tierra zapoteca de Juchitán para participar en el Tercer Encuentro de Mujeres Indígenas de la región sur-sureste, con el tema “La paridad dentro de los partidos políticos”.

 
Mujeres líderes de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán se reunirán como lo han hecho durante dos años consecutivos, a fin de reflexionar el rumbo de las mujeres, los avances y retrocesos de la sociedad mexicana, y cómo salir avantes de manera colectiva.
 
Rogelia González Luis, dirigente zapoteca que durante más de tres décadas ha impulsado el respeto y la igualdad entre mujeres y hombres, señaló que también se abordará el rechazo a la violencia de género.
 
“No podemos las mujeres vivir en la desigualdad, tampoco en la violencia; cada una de las 100 mujeres que pretende reunir este encuentro de líderes indígenas es para analizar, comprender y reflexionar los cambios de la vida social y aportar nuevas ideas rumbo al Encuentro Nacional Feminista, a realizarse en el Estado de México”, indicó.
 
González Luis resaltó que rechaza toda violencia contra las mujeres, sobre todo por cuestión social, de género y orientación sexual.
 
“El hecho de generar estos encuentros es para que maduremos todas las ideas desde la zona sur-sureste, donde siempre hemos estado rezagadas en materia educativa y salud sobre todo, y formemos una agenda completa para presentarla en otros foros, como el Encuentro Nacional Feminista, y seguir creciendo unidas y con fortaleza”, dijo.
 
El Tercer Encuentro de Mujeres Indígenas es patrocinado por organizaciones como Alianza Regional por los Derechos de las Mujeres “Hermanas Mirabal”; Alianza Regional Simona Robles por la Justicia e Igualdad Social; Grupo de Mujeres 8 de Marzo; Milenio Feminista; y la Red Interinstitucional de Prevención y Atención a Casos de Violencia Familiar y Sexual en la Región del Istmo de Tehuantepec.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Diana Manzo
Cimacnoticias/Página3 | Juchitán, Oax.-