6/18/2016

"Tiempo de Mujeres" radio con perspectiva de género cfru.ca 93.3 FM


Violencia Contra Las Mujeres: 30 Años de Reformas Legales en América Latina

Amnistía Internacional se equivoca gravemente


   MUJERES CAUTIVAS
Por: Teresa Ulloa Ziáurriz*



De tiempo atrás he sostenido que Amnistía Internacional (AI) llegó tarde a la defensa de los derechos de las mujeres, pero tal parece que ni siquiera los conoce.

La nueva política de presión que AI dio a conocer a fin de instar a los gobiernos del mundo a despenalizar todos los aspectos del mercado del sexo, es el mejor ejemplo de que, a pesar de su prestigio como una de las organizaciones defensoras de Derechos Humanos (DH) más importantes del mundo, no está dispuesta a ubicarse del lado de las mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de trata y explotación sexual, sea por razones políticas y/o ideológicas.

De no ser esta la explicación, estaríamos hablando de simple ignorancia en la materia, sobre todo si tomamos en cuenta que la delincuencia organizada ha encontrado en este delito una fuente inagotable de ganancias, diversificando sus actividades ilícitas.

Mucho insiste AI en que no se trata de defender a los proxenetas, y en cambio dice que es mejor “legalizar” un supuesto “trabajo”, en aras de proteger a quienes “voluntariamente” ejercen la prostitución.

No obstante, lo que AI evita mencionar es un problema de dimensiones mayúsculas que nada tiene que ver con un mundo feliz en el que la prostitución bien podría equipararse con cualquier oficio o empleo como la docencia o la sastrería.

Por ejemplo, las estadísticas de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres Internacional (CATW, por sus siglas en inglés) reportan que 99 por ciento de las mujeres en situación de prostitución son explotadas por un proxeneta, y 75 por ciento entraron cuando eran niñas.

En primer lugar, cuando generaliza la industria sexual, AI no distingue entre cada uno de los integrantes de la cadena de explotación que vende y compra cuerpos, así como las responsabilidades, procedencia y condiciones de quienes la integran.

De acuerdo con su nueva política, para AI es lo mismo el dueño de un hotel, que la niña de 10 o 15 años que es explotada 60 veces al día; lo mismo el taxista que vigila a las mujeres para que no se muevan de su esquina, que el cliente que pide por catálogo los servicios de una latina o asiática; lo mismo el gerente de un congal que obliga a las mujeres a vender más de 100 copas cada noche, que la joven que debe pagar cuotas irracionales por un condón o la misma renta del cuarto, o la que es explotada por el hombre que dicen amar. En fin.

En segundo lugar, AI pasa por alto, deliberadamente, el hecho de que la prostitución, la trata y la explotación sexual no sólo están ligadas entre sí de manera intrínseca, sino que la violencia las cruza transversalmente, y que no son los clientes ni los dueños de prostíbulos o los taxistas quienes la padecen, sino las mujeres, niñas y adolescentes en situación de prostitución, que en gran medida terminan pagando con su vida, puesto que son perfectamente desechables y remplazables a la luz de otro fenómeno que va de la mano, y que AI no acepta: el marcado incremento de las desapariciones de mujeres y niñas en el mundo: prácticamente de todas las edades, pero principalmente de cero a 35 años, de cualquier raza y principalmente de países pobres.

Basta entrar un momento a internet para ver sus rostros en los volantes que sus familias difunden hasta el cansancio. ¿Dónde están, quién o quiénes se las llevan? ¿Para qué?

Por otro lado, AI evade la defensa del derecho de las mujeres y las niñas a una vida libre de violencia, el derecho a la vivienda, a la salud, a la educación y al trabajo digno en igualdad de condiciones.

Cualquier mujer o niña que gozara de ellos no sería presa del mundo de la prostitución y la explotación sexual. Me pregunto por qué el paladín de los DH no se enfrasca en una lucha por dotar a los derechos sociales, económicos y culturales de mecanismos de exigibilidad y justiciabilidad.

Es imposible decir que la prostitución es una opción (es decir, una decisión voluntaria), cuando de hecho no hay opciones para la gran mayoría de ellas. ¿No sería más congruente que AI exigiera a los países una verdadera igualdad para ellas?

Contrario a esto, AI no tomó en cuenta que al legalizar la prostitución inventa DH para los proxenetas y para todas las personas que intervienen en el segundo negocio más redituable después del tráfico de drogas.

Autoriza y avala a los clientes para usar los cuerpos de las mujeres y las niñas, como si se tratara de una lata de refresco que se usa y se desecha.

Acepta que las mujeres no somos personas, sino mercancías que es necesario “proteger” para que sirvan hasta que su vida no sea útil, para exprimir ganancias que obviamente ellas no recibirán, puesto que son el eslabón más bajo de esta salvaje cadena alimenticia.

¿Por qué los argumentos de AI nos parecen sospechosamente ingenuos? ¿A quién pretenden defender, a fin de cuentas? ¿Será que el Protocolo de Palermo y la misma Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) están equivocados al no reconocer a la prostitución como un trabajo?

¿Por qué dar manga ancha a los clientes y proxenetas, mientras se deja a las víctimas aún más vulneradas?

“Las mujeres prostituidas no se merecen su legalización, sino la persecución de sus ‘chulos’ (proxenetas, tratantes o ‘padrotes’) y el apoyo social para salir del infierno de la explotación sexual”, dijo el Centro Nacional de Explotación (NCOS), postura que compartimos con más de 500 organizaciones de todo el mundo que el año pasado dirigimos una carta a AI para expresar nuestro desacuerdo rotundo con la política de despenalizar todos los aspectos de la prostitución.

No fuimos escuchadas y debimos ser consultadas, porque tenemos la experiencia que AI no está demostrando.

Los cuerpos de las mujeres y las niñas no son mercancías. Ya basta de darles la espalda. ¡Sin demanda no hay oferta!

Twitter: @catwlacdir

*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe.



Teresa Ulloa Ziáurriz (der.) directora de la CATWLAC durante una clausura simbólica a las instalaciones de Amnistía Internacional México
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 1

Resignificar escenarios de dolor a partir de la fotografía



   Natalia Botero ayudó a familias ante desapariciones forzadas

Natalia Botero, fotoperiodista con más de 20 años de experiencia

De mirada penetrante, analítica, pero poseedora de una presencia serena, Natalia Botero** es una fotoperiodista con más de 20 años de experiencia. Sus fotografías se insertan ya en la historia reciente de Colombia, su país natal.
 
Originaria de Medellín, Natalia creció en un clima violento: “Medellín era una de las ciudades más impactadas y más permeadas por el narcotráfico. Inclusive a dos cuadras de mi casa, en la plaza de toros se soltó la famosa bomba de La Macarena (17 de febrero de 1991)”.
 
“Cuando hablamos de ‘el conflicto’ nos referimos al conflicto armado que se vivió entre paramilitares (conformados por el Estado, el Ejército, la policía y gente de la élite. Su existencia fue reconocida desde 1992) que entraron para repeler a la guerrilla, que era lo que le correspondía al Estado y no lo estaba haciendo. Paralelamente a eso, el narcotráfico permeó los dos grupos. Entonces se convirtió en una guerra de cuatro: narcotráfico, paramilitares, guerrilla y el Estado”.
 
Las de la también fundadora del proyecto “Focos Narrativos” son imágenes que provocan un vuelco en el corazón, sin embargo las historias que hay detrás de esas fotografías son aún más impactantes.
 
A pesar de ser testigo de muchas muertes violentas, lejos de transformarse en una fotógrafa inmune al dolor, “el conflicto” la ha convertido en una mujer sensible y comprometida con la construcción de la memoria de las familias que han sufrido la desaparición forzada de un o una familiar.
 
“Yo valoro mucho haber pasado por el fotoperiodismo y por los medios. Eso me dio mucha responsabilidad social y una mayor comprensión del país, de los actores, de los victimarios y del dolor de las víctimas. Pero después de un tiempo me di cuenta que el día a día no te permite hacer la elaboración de discursos, de reflexiones de investigaciones más profundas.
 
“Decidí retirarme de los medios para emprender un camino en solitario para replantear el ejercicio de la fotografía en el ámbito periodístico hacia una fotografía que se volviera facilitadora para que los otros se pudieran expresar a partir de la fotografía”.
 
FOTOGRAFÍA, MEMORIA Y DESAPARECIDOS   “Entonces me dediqué a estudiar lo que yo había hecho en 15 o 20 años de cobertura del conflicto, para lograr una reflexión profunda de lo que había hecho. Encontré que era un país al que se le había golpeado muy duro en lo administrativo y en las vidas de los involucrados. Yo no podía seguir registrando eso.   “Había que darle la vuelta para ver cómo aportaba para que esos escenarios de dolor se pudieran sobreponer, resignificar y transformar a partir de la fotografía.   “Empecé a estructurar los espacios y los ejercicios de memoria; de construcción de la memoria para reivindicar a los vivos, reivindicar las resistencias y para ayudar a las víctimas a que, a partir de la fotografía, ellos pudieran entender lo que les había sucedido. Ayudarlos a no culparse. Porque muchos de ellos tenían esa sensación de culpa”.   Natalia Botero habla también de la “egofotografía”, aquella que caracteriza al fotoperiodista que antepone primero su cámara ante la imagen, que ante la persona que está fotografiando, que sufre por la pérdida de un familiar. Pero, entonces ¿cómo debe ser un/una fotoperiodista?: “Debe ser humilde, honesto/honesta consigo mismo y con su trabajo. Debe ser sagaz, prever la foto”, responde.   Y habla Natalia Botero, la docente de fotografía y fotografía documental de la Universidad de Antioquia: “Más que saber manejar una cámara, debe tener mucha calidad humana. Porque si el fotoperiodista no sabe aproximarse al otro, está generando una barrera que le impide fotografiar la realidad que está sucediendo frente a él y corre el riesgo de interpretarla.   “Obviamente la mirada del fotógrafo es una interpretación y no hay una objetividad porque es el sujeto quien construye la imagen. Pero la objetividad sucede con la cercanía del tema, en el respeto y en la ética que estar presente al momento de hacer una imagen. La cámara es un instrumento que me sirve para relatar lo que el otro me está contando. Pero no por tener una cámara, el otro está obligado a decirme o mostrarme algo”.   –Osiris Aquino: ¿Qué significa México para ti? – Natalia Botero: Siento una gran admiración por los mexicanos. El momento álgido que ustedes están pasando, nosotros lo vivimos hace 20 o 15 años. Nosotros ya reelaboramos el discurso, ya entendimos cómo había que abordarlo y enfrentarlo.   “Siento una gran atracción hacia México por la relación que tienen con la muerte. Creo que podría aprender mucho de esto porque me da la sensación de que en México el sentido de la muerte es pragmático: hay fiestas a la muerte y siento que tienen una relación muy fuerte con el rito de la muerte.   “Quisiera saber cómo viven ese duelo. Me gustaría pasar un tiempo en México, no para establecerme, sino para poder aprender mucho y también poder darle lo que yo tengo”.   **Fotoperiodista. Corresponsal de la Revista Semana. Ha colaborado con el Museo Casa de la Memoria, y el programa de víctimas de la alcaldía de Medellín. Su más reciente proyecto es el taller de elaboración del “Álbum de Familia. Relato de Memoria”, y la exposición “Al Sol y Al Viento”, en Bogotá.  
 | Foto: Osiris Aquino/Enheduanna
Por: Osiris Aquino
Cimacnoticias/Enheduanna | Bogotá, Col.- 

La trata en el debate público


Madrid, 14 junio. 16. AmecoPress. En los últimos días la noticia de la posible vinculación de futbolistas internacionales y empresarios con delitos de explotación sexual que están siendo investigados ha llegado a las portadas de periódicos y los informativos de emisoras de radio y cadenas de televisión. Todo ha sido gracias a las declaraciones de la víctima que desencadenó la investigación al empresario del porno Torbe encarcelado desde el pasado abril por los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, agresión sexual, pornografía infantil, prostitución, extorsión y contra la salud pública, además de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública. Una vez más, se pone de manifiesto la complejidad y la implicación de muchos sectores sociales en las redes de trata, que mueven en España alrededor de 3.000 millones de euros al año.

Según datos oficiales, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, contabilizaron en 2015 a 13.892 personas en riesgo de caer en manos de redes destinadas a la explotación sexual, y desarticularon 42 organizaciones y grupos criminales. La mayoría de las víctimas identificadas por las autoridades en 2015 eran rumanas, españolas y nigerianas –estas últimas han aumentado mucho, según ha denunciado la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a Mujeres Prostituidas, APRAMP-.
La víctima-testigo en el llamado caso Torbe contó a la Policía que fue obligada en 2012 a mantener relaciones sexuales contra su voluntad, implicando a futbolistas internacionales: David de Gea, hoy portero del Manchester United y a Iker Muniain, delantero del Athletic de Bilbao.
Lamentablemente, el asunto genera más interés por el “compromiso” en el que ha puesto a los futbolistas y las consecuencias en la Eurocopa, que por mostrar la violencia que se está ejerciendo sobre miles de mujeres. Mujeres que no responden a un único perfil, pero que en todos los casos, a pesar de haber sido víctimas de un engaño y de haber sido forzadas a ejercer la prostitución, se suelen sentir culpables y avergonzadas.
Porque el hecho es que se sigue vinculando la existencia de la trata solo a la pobreza, como factor que conduce a las mujeres a venderse. Y no se profundiza en la demanda de prostitución, ni en la existencia de aquellos que se lucran del negocio de la trata. Ellas y no ellos son quienes sufren el estigma y el rechazo social. Y en esto los medios de comunicación son bastantes responsables.
“Es cierto que en los últimos años la prensa ha ido prestando más atención a esta realidad, tratándola con mayor profundidad. Sin embargo, todavía es necesario que los medios informativos se aproximen al tema relacionando las causas y las consecuencias de este grave delito y que ofrezcan información enfocada a incrementar la colaboración ciudadana y a fortalecer los derechos de las víctimas”, afirman desde APRAMP, que lleva más de 25 años junto a mujeres explotadas sexualmente.
La vulnerabilidad y el miedo a denunciar se multiplican cuando las víctimas residen en España de forma irregular. Aunque existe una vía de protección específica en la Ley de Extranjería que permite activar el "periodo de reflexión" en el que la persona identificada como víctima de trata debe decidir durante los próximos 30 días si cooperará en la investigación, las mujeres tienen miedo y no siempre son tratadas adecuadamente. Por cierto, es fundamental dejar de sostener la imagen de que las mujeres extranjeras son explotadas sexualmente por sus compatriotas. Esto contribuye a que la sociedad perciba el problema con lejanía y cierta indiferencia.

Protección de las víctimas

España cuenta con un plan específico contra la trata con fines de explotación sexual. Sin embargo, las organizaciones sociales de lucha contra la trata piden el desarrollo de una norma con rango de ley para hacer frente a esta vulneración de derechos. Estas entidades llevan tiempo denunciando que muchas veces el la lucha contra la trata prima el elemento de persecución del delito y no tanto la protección a las víctimas.
“Todavía se da falta de empatía y sensibilización por parte de algunos juzgados con las mujeres y con las situaciones que viven; esto van en perjuicio primero de las mujeres y segundo en el propio desarrollo del proceso penal. Sigue costando mucho que los jueces y magistrados permitan que las víctimas testifiquen en el juicio oral a través de videoconferencias, ya que suelen insistir en que declaren en persona en los juicios, lo que añade mucha tensión, angustia y complicaciones logísticas para muchas víctimas que, por razones de seguridad, no residen en el lugar donde fueron explotadas y donde se está enjuiciando el delito”, añaden desde Proyecto Esperanza, otra organización que trabaja atendiendo a mujeres víctimas de trata.

Foto: Amecopress; 
— - Sociedad – Violencia de género – Trata; 14 junio. 16. AmecoPress

Triunfo electoral de las mujeres: dialogar para avanzar


   ZONA DE REFLEXIÓN
Por: Lucía Lagunes Huerta*


Especial

Cimacnoticias | Ciudad de México.- Los ecos de las recientes elecciones que vivimos el pasado 5 de junio nos dicen que el avance de las mujeres dentro de los congresos locales es una realidad.

De las 12 entidades federativas en las cuales se renovaron los congresos estatales, las mujeres obtuvieron cuatro de cada 10 curules por voto directo lo cual también habla de la fortaleza de las candidaturas femeninas dentro de las preferencias electorales.

Es importante recordar que este logro es producto de un largo camino que han realizado las mexicanas en la defensa de sus derechos políticos, desde el sufragio femenino hasta la paridad.

Recordemos que tras la modificación a la Constitución federal en 2014 (fecha de su publicación) para garantizar el principio de paridad de género, estas son las primeras elecciones en las cuales los partidos están obligados a postular el mismo número de candidatas que de candidatos como propietarias y en lugares de competencia.

Es decir, se prohibió que las mujeres en su mayoría aparecieran como suplentes o propietarias en los distritos electorales denominados perdedores para los partidos.

Estas prácticas imposibilitaban que las mujeres políticas compitieran en igualdad de condiciones dentro de los comicios en las entidades federativas como a nivel federal.

Si bien el incremento numérico de las mujeres dentro de los congresos estatales es un logro en sí mismo, el reto siguiente para estas legisladoras es asumir la igualdad como principio rector de sus legislaturas.

El siguiente paso no es menor, pues en ellas recae la posibilidad de avanzar en la consolidación de la igualdad para las mujeres.

Está probado que son las diputadas las que normalmente asumen y empujan los avances de los derechos de las mujeres, sin su compromiso activo en ello el avance en números en las legislaturas no tendrá eco en la vida de las ciudadanas.

Vale la pena que las organizaciones feministas y de mujeres se acerquen a las diputadas electas para presentarles la agenda que en cada entidad es necesario que conozcan e impulsen.

Si bien hay un avance general, es importante señalar que en Zacatecas, Aguascalientes, Chihuahua, Quintana Roo, Sinaloa y Durango habrá más mujeres electas como legisladoras, y que en otras seis entidades (Veracruz, Baja California, Oaxaca, Tamaulipas, Hidalgo y Tlaxcala) las diputadas serán minoría.

Esto también nos habla de las diferencias de las democracias dentro de nuestro país.

Quedan pendientes las diputaciones que se lograrán vía plurinominal, las cuales están por definirse en estos días y con ello veremos cómo quedamos finalmente las mujeres.

Vale la pena también que las ciudadanas conozcan e identifiquen a las legisladoras que estarán dentro de los congresos locales, para acercarse a ellas, tomar contacto y hacer de este avance político un avance de todas las mujeres.

Presentarles propuestas, darles seguimiento a su actuar legislativo es la tarea que nos queda a las ciudadanas, como parte de esta democracia que avanza y amplía las libertades para las mujeres.

Asumir que quienes legislan son nuestras representantes y que podemos y debemos vigilar es un principio necesario para seguir avanzando.

Twitter: @lagunes28

*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.
  

Reinas sin corona


   CRISTAL DE ROCA
Por: Cecilia Lavalle*




Me mira con los ojos a punto de desbordar un par de años de tristeza. “Es que él no era así”, me dice; “cambió cuando nos casamos”, agrega; “y no le doy motivo”, explica; “ya no puedo más”. La presa de sus ojos se rompe y el río se desborda.

María es muy joven. Deduzco que tiene poco más de 18, aunque es difícil precisarlo, porque la opresión y el dolor avejentan más rápido que un reloj de arena sin calibrar.

En el bachillerato se enamoró de un hombre tan joven como ella. Antes de un año estaba embarazada y casada con ese hombre que, me dice, la trataba como reina.

–¿Cómo se trata a una reina?–, le pregunto.
–Estaba pendiente de mí todo el tiempo–, me contesta María como si fuera obvia la respuesta.

–¿Y eso qué significa?–, vuelvo a preguntar sin darme por enterada de la mirada de “obvio” que me acaba de entregar.
–Pues estaba cerca de mí, me acompañaba a todas partes, me hablaba o me mandaba mensajes a cada rato.

–¿Para qué te hablaba a cada rato?
–Para saber dónde estaba o qué hacía.

–¿Y eso te parecía bien?
María levanta los hombros en ese gesto que lo mismo dice “no lo sé” que “ya no importa”.

–¿Y nunca estabas sola? ¿No salías con tus amigas, con tus amigos?
–No, a él no le gustaba, decía que mis amigos eran unos vulgares y mis amigas no le caían bien. Decía que mejor salir juntos porque así él me protegía.

–¿De qué te protegería?
María me mira con cierta sorpresa. Nunca se había preguntado eso. Y, claro, no tiene respuesta. Como no la tiene cuando le pregunto por qué le revisaba el celular o decidía qué debía vestir o qué no, o cuándo y con quién salir.

Al casarse, “el rey” se sintió con título de propiedad, y la trató como tal. La revisión del celular se volvió una costumbre que se llevaba a cabo dos veces al día, en su guardarropa ya no había un solo vestido, a las amigas no las veía casi nunca, y los amigos se habían esfumado.

Llegó el momento en que María ya no podía siquiera visitar a su madre, había sido encerrada más de una vez en su propia casa, y al menos hubo un intento de violación y una amenaza con un cuchillo.

Para cuando me contó su historia, María lo había abandonado y estaba por solicitar el divorcio e iniciar una demanda por violencia.

Pero hasta que no platicamos, María no había caído en cuenta de que, en realidad, había vivido violencia todo el tiempo, y que sólo había cambiado el modo y el tono. 

María es una de las miles de jóvenes que no identificó la violencia en el noviazgo, que malinterpretó todas las señales que él enviaba de “eres de mi propiedad y yo te controlo”.

Y es que solemos aprender una retorcida idea del amor que a las mujeres nos sale muy cara.

Aprendemos que el amor es posesión. Pero tarde nos damos cuenta de que somos nosotras el objeto que se posee. Aprendemos que los celos son amor, y sacamos de la ecuación el control que implican.

Aprendemos en clave de “amor romántico” lo que en realidad es una cárcel estrecha donde hay rey, pero la reina no tiene corona, no tiene poder, es una súbdita a la que sólo se le permite callar y obedecer.

El amor debe implicar una relación entre dos personas que se perciben y se tratan como iguales. Lo demás, es puro cuento. Un cuento de reyes y reinas, donde las reinas, sin corona, pierden.

Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.

*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
  


CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Quintana Roo.-

Crean formas de economía solidaria para dejar de ser explotadas



   Colectivo Obreras Insumisas tiene cooperativa de costura

Reyna Ramírez Sánchez, activista del Colectivo Obreras Insumisas

 Tras años de explotación en las maquilas de Tehuacán, en el estado de Puebla, una de las grandes “ciudades industriales del vestido” en México, ex trabajadoras de este sector se organizan para consolidar cooperativas y otras alternativas de economía solidaria, para dejar de ser obreras y defender su derecho a un trabajo digno.
 
Desde inicios del siglo XX en México, los dueños de la industria, principalmente de la confección, encontraron un nicho de negocio en Tehuacán, la segunda urbe poblana más grande, también llamada “Ciudad de Indios” y una de las cunas del maíz en Mesoamérica.
 
En 2002, la región habitada principalmente por indígenas de etnia nahua, mazateca, popoloca y mixteca, tenía aproximadamente 700 empresas maquiladoras, las cuales empleaban a 47 mil 133 personas (57 por ciento mujeres), cuyos salarios eran de 346 pesos a la semana y experimentaban malos tratos, discriminación racial, hostigamiento sexual, y otros graves abusos a sus derechos laborales, según el libro “Tehuacán: del calzón de manta a los blue jeans”, de Martín Amaru Barrios Hernández y Rodrigo Santiago Hernández.
 
Lejos de mejorar, la reforma de 2012 a la Ley Federal del Trabajo (LFT) trajo precarización a las maquiladoras, ya que a través del “outsourcing” (subcontratación) se legalizaron prácticas abusivas de empleo.
 
Por ejemplo, se permitió que las obreras trabajen por contratos por hora o por día y no reciban utilidades ni prestaciones, aseguró Reyna Ramírez Sánchez, ex obrera en esa región.
 
La mujer, ahora activista del Colectivo Obreras Insumisas, participó los pasados 3 y 4 de junio en la cuarta reunión de la Coordinadora de Defensoras de Derechos Humanos Laborales, que es una iniciativa de la organización Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ProDESC), para articular a las trabajadoras de los sectores más marginados del país, como las empleadas del hogar, las jornaleras y las migrantes.
 
Como ex obrera y con 10 años de experiencia, Reyna Ramírez relató que tras padecer toda forma de abuso laboral y un despido injustificado, cobró conciencia de que no quería ser obrera el resto de su vida y que era necesario buscar otra alternativa para salir adelante.
 
REFORMA LABORAL, RETROCESO EN DERECHOS   “A mí lo que me motivó es que yo estaba harta y me di cuenta de que no podía pensar en un futuro y entregar toda mi vida a una maquiladora; yo ese futuro no lo veía conmigo. Yo no quería llegar a los 50 años y seguir siendo trabajadora de la maquila”, expresó.   En el encuentro de la Coordinadora de Defensoras de Derechos Humanos Laborales, Reyna concluyó junto con sus compañeras de otros estados que las condiciones de todas son similares, no importa en qué entidad estén, y que la nueva reforma laboral afectó por igual a las trabajadoras.   “Las condiciones laborales en Puebla son precarias; no hay ninguna garantía ni respeto a los derechos laborales. El tiempo de trabajo sigue siendo de 10 horas diarias, sin seguridad social, algunas prestaciones que antes marcaba la LFT ya no están ahora, y algunas herramientas que teníamos como defensoras ya no valen porque ahora está legalizado el trabajo por hora o contratos”, abundó.   Por ejemplo, en estas fechas algunas empresas hacían reparto de utilidades para las trabajadoras, pero después de que se estableció en la LFT la subcontratación, ya no se da esta prestación bajo el argumento de que los contratos son verbales, por día o por cada 28 días; lo mismo pasa con el aguinaldo y la afiliación a la seguridad social.   “Yo trabajé en la maquila de la confección 10 años, yo sufrí esas condiciones que en la actualidad se siguen sufriendo, pero ahora es legal. Antes podía organizarme con otras y exigir que no se violará ese derecho, ahora ya no”, criticó Reyna.   Para la ahora defensora es muy importante que las condiciones laborales en el sector cambien, ya que las maquilas no sólo dan trabajo a las mujeres de Puebla, sino que por su ubicación geográfica también son fuente de ingreso para mujeres migrantes de estados vecinos como Veracruz y Oaxaca.
Reyna Ramírez Sánchez en entrevista con Cimacnoticias | CIMACFoto: César Martínez López

 
AUTOGESTIÓN   Sin embargo, Ramírez Sánchez y sus compañeras de la maquila se dieron cuenta de que la exigencia de derechos laborales no es el único camino para mejorar sus condiciones de vida, sino que existen otras alternativas que además de dignificar el trabajo de las mujeres, contribuyen al cuidado del medio ambiente y a evitar que las grandes industrias impongan modas y valores que sean diferentes a los de las comunidades indígenas.     Junto a sus compañeras, Reyna formó una organización que da talleres y capacitaciones a otras mujeres del sector, para que tengan las herramientas para defenderse de abusos laborales, para que les digan a los patrones que merecen un trabajo digno, y para buscar otras formas de obtener ingresos.   A la par, emularon las estrategias que han usado otras mujeres en otros estados del país y crearon una cooperativa de costura, consiguieron máquinas, hilos y tela, y ahora elaboran ropa y accesorios con telas recicladas.   “Estamos construyendo otras alternativas, como conformar cooperativas con productos de telas recicladas. Es una idea diferente a la que las empresas internacionales traen, que imponen su moda, y estamos creando una manera para autosustentarnos económicamente”, destacó.   La activista aseguró que el proceso para que las trabajadoras cobren conciencia sobre su situación es complicado, porque la maquila en Puebla, que no sólo es de confección sino también de la industria automotriz y electrónica, convirtió a una comunidad de personas campesinas en obreras, lo que arrasó con las características culturales de Tehuacán.   Además, como defensoras también se enfrentan a amenazas de muerte por parte de empresarios que cometen abusos, pasan a formar parte de “listas negras” para no ser contratadas en otras maquilas, y son difamadas por el trabajo que realizan.   Pese a ello, Reyna Ramírez dijo que ha tenido la satisfacción de defender a sus compañeras, e impedir que se cometan algunos abusos. Afirmó que “vale la pena ser defensora para demostrar que hay dignidad, y que el hecho de que te den trabajo no quiere decir que te pueden usar a su manera, no eres un objeto, sino que todos somos seres humanos y merecemos respeto y una dignidad”.   Para esta mujer, la lucha contra la explotación es global e implica a diferentes actores, ya que se tienen que transformar desde la moda hasta la política y la lógica de consumo de la sociedad.   Ella y sus compañeras activistas consideran que una propuesta es la de contribuir a que las mujeres no piensen que nacieron para ser obreras, y cada que pueden, las activistas les preguntan a otras trabajadoras de la maquila en Tehuacán: “¿Qué vamos hacer si de repente la maquila se fuera para siempre?”. “No nos vamos a poner a llorar, vamos a buscar otros medios y otras alternativas para sobrevivir”, les responde Reyna.  


 | CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

La situación de las mujeres en Somalilandia

Zainab en su trabajo en Hargeisa, Somalilandia. Crédito: James Jeffrey / IPS

 


HARGEISA, Somalilandia, 15 jun 2016 (IPS) - En el centro de Hargeisa, la soleada capital de Somalilandia, mujeres vestidas de formas tradicionales islámicas conversan y bromean con hombres. Las mujeres de esta región del Cuerno de África no son sumisas ni dóciles.

Zainab en su trabajo en Hargeisa, Somalilandia. Crédito: James Jeffrey / IPS

La religión islámica ejerce una fuerte influencia en la cultura de Somalilandia – la ley islámica, la sharia, está incluida en su constitución -, aunque esa religiosidad coexiste con señales de una sociedad progresista de libre mercado, como los roles que ocupa la mujer en la economía y que no cuadran con ciertos estereotipos que equiparan la vestimenta femenina musulmana a la sumisión o la coacción.
"En los últimos 15-18 años se produjo un cambio dramático en el grado de influencia que tiene la religión en la vida diaria de la gente": Rakiya Omaar.

Somalilandia es reconocida por la comunidad internacional como una región del norte de  Somalia y no como un Estado autónomo, aunque opera de hecho como un país desde 1991, con su propia Constitución, sus elecciones y su democracia presidencial.
“Occidente tiene que dejar atrás su obsesión con la ropa de las mujeres. Debe concentrarse en lo que las mujeres contribuyen a la comunidad y al país”, opinó Zainab, de 29 años, en un café después de su jornada de trabajo como dentista en Hargeisa.
Desde que declaró su independencia de Somalia en 1991, Somalilandia desarrolló una sólida clase empresarial, a la que encargó la reconstrucción de su destrozada economía e infraestructura tras la guerra civil.
Hoy en día, muchas pequeñas empresas son dirigidas por mujeres, que además de criar a sus hijos a menudo son el sostén de familias cuyos maridos quedaron física o mentalmente marcados por la guerra.
“Aquí las mujeres son (hasta) carniceras, algo que no sucede en muchos lugares. Eso demuestra lo duras que son las mujeres de Somalilandia. Se trata de lo que está dentro de tu cabeza, no lo que está por encima” de ella, afirmó Zainab.
Aunque la cuestión de cómo el Corán, el principal texto religioso del Islam, indica que las mujeres deberían vestirse es fuente de continuo debate, en Somalilandia se adopta una postura tradicional, ya que todas se cubren al menos el cabello en público.
“Es lo que dice la religión islámica, que una mujer debe cubrir su cuerpo. Es una obligación, por lo que las mujeres no lo ven como una discriminación o una violación de sus derechos”, según Kaltun Hassan Abdi, funcionario de la Comisión Nacional Electoral.
La situación de las mujeres en Somalilandia
Las enfermeras Hasna (a la izquierda) y Marwa. Crédito: James Jeffrey / IPS
Sin embargo, algunos expresan la preocupación de que Hargeisa se dirige cada vez más hacia el conservadurismo islámico. La música ya no resuena en los salones de té, las coloridas túnicas somalíes son reemplazadas por abayas negras, más mujeres llevan el niqab – el velo que cubre el rostro – que hace un año, y ninguna se traslada por la ciudad con la cabeza descubierta, como sucedía en la década de 1970.
“En los últimos 15-18 años se produjo un cambio dramático en el grado de influencia que tiene la religión en la vida diaria de la gente”, observó Rakiya Omaar, abogada y presidenta de la empresa consultora Horizon Institute. “Hay presión para que vivamos como musulmanes cabales, que puede ser sutil o abierta, puede venir de la familia o de la sociedad”, añadió.
Pero no es fácil hallar una mujer en Hargeisa que diga que se siente presionada por el Islam o la adhesión de la sociedad a la religión.
“Me pregunté por qué me pongo el hiyab, y decidí que es porque esa es la voluntad de Dios, y es parte de mi religión y mi identidad, y desde entonces ha sido una opción”, sostuvo Zainab.
La dictadura de inspiración comunista de Mohamed Siad Barre reprimió al Islam en Somalia durante las décadas de 1970 y 1980. Pero desde que Somalilandia se separó, la religión logró reafirmarse, lo que se ve en el florecimiento de las madrasas, las escuelas religiosas islámicas.
“Existen problemas para las mujeres aquí, pero no se deben a la religión sino a… la cultura somalí”, subrayó Khadar Husein, director de la oficina de la organización Transparency Solutions, con sede en Hargeisa.
“El hombre es principalmente dominante en la sociedad somalí. Cosas como la violencia doméstica tienen su raíz en esa cultura, pero no en el Islam. El que la sociedad se torne más religiosa significa la eliminación de esos problemas culturales”, afirmó.
Pero la religión no parece haber disminuido las restricciones que padece la mujer en la vida política de Somalilandia.
“Sin una cuota femenina no creo que vaya a haber más mujeres en el parlamento”, comentó Baar Saed Farah, la única diputada entre los 82 legisladores de la cámara baja, en referencia a la iniciativa para que se reserven 30 escaños exclusivamente para mujeres en las próximas elecciones, en 2017. En la cámara superior, también con 82 integrantes, no se permiten mujeres.
“En el empleo normal no hay diferenciación entre los géneros, pero cuando se trata de la participación política se hace muy difícil para las mujeres debido a que la cultura favorece a los hombres”, según Farah.

Somalia sigue siendo una sociedad muy dominada por los hombres. La poliginia, por la cual el hombre puede tener varias esposas, es tolerada y común. Los matrimonios suelen arreglarse entre el novio y la familia de la novia, sin el consentimiento de esta, y los hombres tienen más facilidades para iniciar el divorcio. La mutilación genital femenina afecta a 95 por ciento de las niñas en toda Somalia, según el  Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Y las mujeres de Somalilandia todavía padecen muchos límites a sus oportunidades económicas.
“Solo dirigen pequeñas empresas. No encontrará muchas empresarias ricas aquí”, destacó Nafisa Yusuf Mohamed, directora de la red feminista Nagaad, de Hargeisa. “Por ahora no hay muchas alternativas, pero esto podría cambiar a medida que la matrícula en la educación superior mejore”, agregó.
La expansión de la educación femenina también afecta al aumento de la religiosidad de Somalilandia, explica Mohamed, ya que las mujeres jóvenes de hoy comprenden el Corán mejor que sus madres, lo que las hace más devotas.
Mohamed observó como las jóvenes, como su hija de 17 años – que recientemente comenzó a usar el niqab por su propia voluntad -, utilizan los medios sociales para discutir y aprender más sobre el Islam una vez que concluyen sus estudios en las madrasas.
Algunas mujeres se ponen el niqab porque son tímidas, quieren proteger su piel del sol o desean encajar con sus amigas que también los usan, señalan los observadores.
Otros hechos también ilustran el aumento de la religiosidad en Somalilandia, como el grado en que el tiempo de oración en las mezquitas afecta el horario de trabajo, la mayor proporción de adultos que rezan cinco veces al día, y el creciente número de mezquitas construidas.
“Estos cambios son también una respuesta a los acontecimientos regionales e internacionales que han afectado al mundo musulmán, y en particular, la creciente percepción de que la vida en el mundo occidental es cada vez más hostil a los musulmanes”, manifestó Omaar.
Traducido por Álvaro Queiruga 

Inicia campaña virtual en España contra violencia de género



   Cuestionarán vía Twitter a los 4 candidatos a la presidencia

Ante la escasa presencia e importancia que los temas sobre violencia de género e igualdad tuvieron en el debate de los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno español este lunes 13, el 7N Plataforma Feminista contra las Violencias Machistas lanzó la campaña “26 segundos no bastan para la violencia de género”.
 
Pensada para la red social Twitter, la campaña arrancó a las 10:30 horas de hoy y consiste en enviar a cada uno de los líderes políticos que participaron en el debate preguntas directas sobre las principales reivindicaciones de las organizaciones feministas respecto a la violencia de género, con la etiqueta #26segNoBastan.
 
Los cuestionamientos se dirigirán a los opositores Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE); Pablo Iglesias, de Podemos; y Albert Rivera, de Ciudadanos, al igual que al actual presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP).
 
El 7N llamó a todas las organizaciones y activistas con presencia en redes sociales a que contribuyan a la difusión de esta iniciativa, y participen directamente mandando su pregunta sobre violencia de género a los perfiles de los líderes de los principales partidos políticos que participan en las elecciones del próximo 26 de junio, con las que se renovarán el Congreso de los Diputados y el Senado.
 
Días después de la votación, el candidato del partido que gane los comicios debe pronunciar un discurso ante el Congreso. Las y los diputados votarán entonces para designarlo como presidente del Gobierno español.
 
Con la campaña “26 segundos no bastan para la violencia de género” se completa la iniciativa #26J #NoVotesMachismo, que se desarrolló hace unos días y que tenía como objetivo la difusión de las principales demandas de los colectivos feministas, y para la defensa de los derechos de las mujeres en relación con la violencia de género.
 
Para más detalles de la campaña, se puede seguir en Twitter al perfil @Marcha7Nmadrid y la etiqueta de la campaña #26segNoBastan.



Imagen retomada del sitio amecopress.net
Por: la Redacción
Cimacnoticias/AmecoPress | Madrid, Esp.-  
  

El odio como única expresión



   QUINTO PODER
Por: Argentina Casanova*


Orlando, con 50 personas asesinadas, generó lo que Xalapa no pudo. Mostrar que como resultado violento del llamado de algunos líderes religiosos fanatizados, hay quienes están respondiendo con violencia contra la población LGBTI, sin importar la ciudad y no sólo es el islam, sino otros grupos que han avivado la flama del rechazo y los crímenes de odio.
 
El mundo no aguanta más y aun así en vez de ponderarse que quien disparó en el bar en Orlando, Florida, no era un “musulmán”, sino un hombre violento, un sano hijo del patriarcado a quien le enseñaron que las cosas debían ser como él quisiera y si no era así, podía borrar a las personas porque son prescindibles desde esa lógica de pensamiento.
 
El sujeto tenía un historial de violencia doméstica, lleno de odio contra la población homosexual, intolerante, fanático y casualmente al parecer con apellidos árabes.
 
En cambio, de quien hizo los disparos en Xalapa no sabes nada, pero nos lo dijeron todo: que eran narcos, que era una disputa por la venta de droga, que ahí no pasó nada y la vida de los que murieron en esa balacera no se parece en nada a lo que pasó en Estados Unidos, el país de la libertad y por supuesto de la seguridad.
 
El papel que juegan los medios de comunicación, las estrategias de difusión del mensaje, la intención de convencernos que uno responde a un atentado terrorista del islam para sembrar justamente más odio en un mundo occidental en el que llamar al odio es sólo patente de los que se autonombran bajo la fe judeocristiana.
 
El odio se exacerba por supuesto contra el cristianismo; se dice que la Biblia es un libro lleno de odio, pero se olvidan –porque no les interesa, como tampoco les interesa conocer y entender al islam, con el mismo fanatismo que se desprecia a quien no cree, el que no cree desprecia al que elige creer– que cristiano es el que asume el pacto del amor al prójimo.
 
Y entonces parece que todos estamos llamados y llamadas al odio, a rechazar, a condenar, a tragarnos todas las mentiras y todas las supuestas verdades con las que nos han construido los discursos sociales sin importar que quien las construye es el mismo sistema que oprime, el patriarcal, el del capital, el de las grandes corporaciones que venden armas. Las mismas con las que han disparado ahí, aquí, porque la muerte no conoce fronteras.
 
No son suficientes los asesinados en Xalapa, ni los 11 de una familia en Puebla, ni serán los 50 de Orlando porque no fueron los asesinados en las Torres Gemelas, ni los miles de asesinados en el Congo o en Ruanda, o en cualquier otra ciudad en cualquier otro tiempo en nombre de cualquier odio.
 
El odio es lo único que nos une y lo que trasciende. El odio es el que permanece y lo sabe quien quiere eliminar, borrar, extinguir, quien vende armas y quien las trafica. El odio como única forma de expresión que parecemos entender en la humanidad porque nos negamos a las palabras.
 
Rechazamos el amor, la palabra, rechazamos la esperanza, rechazamos que dos personas puedan amarse sólo por querer amarse. Imponemos nombre y contrato, lo llamamos matrimonio y elegimos quiénes lo merecen y quiénes no.
 
Por supuesto hacemos discursos de odio, para oprimir, para vulnerar, lo saben las mujeres, lo saben las lesbianas invisibilizadas y borradas en todo acto de violencia masiva como éste. Lo saben las víctimas que se acumulan por miles en todo el mundo.
 
No. No es fobia, la fobia repele, huye del objeto o la causa que lo genera. Es odio que busca lastimar. Es odio humano a secas. Es lo único que parece encontrar coincidencia entre ateos, cristianos, católicos, musulmanes y pueblos enteros que se odian porque no se saben una sola cosa: humanidad.
 
No es un luto para la comunidad “gay”, no es luto para una población distinta o una especie diferente. Es el luto cotidiano de las personas asesinadas en un mundo en el que siempre se encuentran argumentos para justificar la muerte, la extinción, el exterminio del afrodescendiente, del débil, del enfermo, del judío, de las mujeres, de las niñas, de los indígenas.
 
El exterminio que nos acompaña en la historia de la humanidad y que se renueva en nuevos odios contra nuevos grupos, nuevas poblaciones y ahora se llama odio contra mujeres y hombres que no aceptan la imposición de un discurso heteropatriarcal hegemónico. Es el patriarcado asesino.
 
*Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
 
Imagen retomada del sitio infogay.com
Cimacnoticias | Campeche.- 

Mediante el futbol, rescatan a niñas indígenas de la violencia



   Ex jugadoras de EU las entrenan en comunidad mazahua

Selección femenil "Mazahuas" 

  Alumnas de la escuela primaria Ignacio López Rayón y jugadoras de la Selección de Futbol Femenil Mazahua Sub-16 recibieron entrenamiento por parte de las ex jugadoras estadounidenses Janine Szpara y Katie Bethke.
 
Ayer, en la comunidad de Tres Estrellas (en el municipio de San Felipe del Progreso, en el Estado de México), 150 alumnas de ese plantel participaron en una clínica de futbol soccer.
 
Janine Szpara, ex jugadora de varios equipos en Estados Unidos, fue nombrada en 1986 portera del año por la marca deportiva Adidas y desde 1989 empezó su carrera como entrenadora. Katie Bethke jugó como delantera en la selección estadounidense, y en las de Alemania y Suecia.
 
Las niñas mazahua aprendieron la técnica de ambas jugadoras, y también recibieron mensajes de motivación sobre cómo alcanzar sus sueños en el ámbito deportivo.
 
En entrevista telefónica, Monserrat Tapia Sánchez, vocera de la organización civil Mujeres, Lucha y Derechos para Todas (Mulyd), explicó que la clínica de futbol soccer se logró con la coordinación de su agrupación, pues aprovecharon la gira que las ex jugadoras de EU realizan por el centro de México.
 
La gira la organizaron She Wins-México, fundación sin fines de lucro que apoya a niñas y mujeres de escasos recursos a través del deporte y la educación, y la embajada norteamericana en nuestro país, que abrieron la convocatoria para que las ex jugadoras de manera voluntaria apoyaran este proyecto.
 
“Creemos que el futbol es una herramienta de fortalecimiento para las niñas y este evento es muy significativo para nosotras como organización, porque son los primeros pasos a una meta en especial: contar con la primera academia de futbol para niñas y jóvenes mazahuas de la región”, destacó Tapia.
 
En el evento estuvieron presentes la agregada cultural adjunta de la embajada en EU en México, Amber Aura, y Cecilia Vales, fundadora ejecutiva de She Wins-México.
 
Cimacnoticias ha reportado que las comunidades mazahuas representan focos rojos de violencia de género, y de negación de derechos sexuales y reproductivos para las niñas y mujeres indígenas.
 
La fundadora de Mulyd, Guadalupe García, dijo en su momento que en los municipios mexiquenses de San Felipe del Progreso, Jocotitlán y Temacalcingo hay altos niveles de alcoholismo y drogadicción entre personas adultas y las y los jóvenes, lo que ha incrementado el abuso y violencia contra las mujeres de esas localidades.
 
Asimismo, mujeres mazahuas han denunciado los altos niveles de violencia intrafamiliar en sus comunidades, así como marginación, falta de oportunidades y el no ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, situación que pone en riesgo la vida e integridad de las indígenas que desde adolescentes se convierten en madres.
 
| Foto: cortesía Mujeres, Lucha y Derechos para Todas AC
Por: Gema Villela Valenzuela
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

Querido Diego, te abrazamos


Querido Diego, te abrazamos.

lasillarota.com

Diego Lamas es pintor. El 28 de mayo se inauguró su exposición “Paisajes y Silencios” en la Galería Rojo del Museo Nacional de San Carlos. Carmen Gaitán (a) la Gaitancita, Directora del museo, le ofreció un hermoso discurso de bienvenida: la infancia de Diego, el amor de dos mujeres fundamentales en su vida: su madre y su abuela materna. El aprendizaje visitando las obras de los grandes maestros. La  madurez y la búsqueda de la singularidad en su expresión.  La travesía de un niño que abandonó la pintura, y un hombre adulto que volvió a ella.



“¿Dónde anda Diego?” “En su estudio”. “¿Se puede subir?” “No”. Diego está allá arriba. Encerrado. Solo o con su maestro. Regresó a esa Ítaca suya en donde las formas y los colores sustituyen a las palabras. Diego es un hombre de poquísimas palabras.  Quizá la mejor manera de internarse en su universo es intentar aprehenderlo en sus silencios. Sus cortes en la conversación, su manía de ser exacto. Como si le debiera al recuerdo –por ejemplo- una lealtad agradecida y honda. “Borra eso, no estoy seguro de que haya sucedido así”. Borro. “No lo escribas porque es muy personal”. Borro. 

Un hombre que prefiere escuchar que hablar.  Que prefiere la intimidad.  Pocos amigos y para siempre. Un gato (como le dice su madre) escurridizo. “¿Si tú fueras un color cuál serías?” le pregunta la investigadora Paloma Jiménez Vega en la entrevista que abre el catálogo de su exposición. “Escarlata”, responde Diego.  El más bello color de los gobelinos franceses renacentistas. La época preferida de Diego: el renacimiento. Ese color tan particular, que su fórmula se guardaba como un secreto. El rojo intenso.

Diego es un gato escarlata al que la vida ha sometido desde muy pequeño a pruebas demasiado duras. Por eso no le teme a la vida. Por eso pinta el fugo de un volcán que lame nubes grises, y lunas rojas sobre el mar,  y cielos rojos como fondo de un planeta naranja. Por eso un ojo morado nos observa desde un planeta remoto. Ese ojo es el suyo.  Diego observa. Todo el tiempo. Con una cierta distancia. Observó tanto durante toda su vida que ahora sus personajes estallan: personajes murciélagos, personajes gatos, personajes vampiros, mares y lunas. Oscuridad y luna inmensa. Tinieblas y nubes blancas.

¿Por qué ahora elegiste los paisajes?
- “Me eligieron, se dice.  Comenzó mirando puestas de sol.  Las puestas de sol en Acapulco, en otros mares. Viajé mucho y guardé mucho”.     
Carmen Gaitán, Diego y Natalia Gabayet.
Carmen Gaitán, Diego y Natalia Gabayet.

 Eres una persona muy callada.
- “Sí”.
¿Por qué?
- “En parte porque soy medio tímido,  porque es interesante escuchar para conocer a las personas, pero ya luego cuando las conozco me suelto. Bueno, me suelto un poco”.
Hablas muy poco de tu vida privada.
- “Me siento más a gusto teniendo mis cosas para mí,  a que otras personas sepan lo que siento si no son mis amigos”.
Te gusta mucho viajar. ¿Cuál es el viaje más bonito que has hecho en tu vida?
- “Deja remontarme a treinta años atrás. El más bonito sería un viaje que hicimos por ciudades en Inglaterra y luego nos trasladamos a Irlanda, pueblito tras pueblito. Lo hice con mi abuela”.
¿Viajaste mucho con ella?
- “Toda la vida. Ella y yo. Una vez vino mi tío Horacio con nosotros a un viaje al Caribe”.
¿La extrañas mucho?
- “Es otra cosa lo que siento. Cuando la iban a operar mi mamá me dijo: ‘¿vienes con nosotros para la operación de tu abuela?’ Todo eso lo tengo muy revuelto.  Un momento muy revuelto de mi vida. Le dije que no. No soportaba verla sufrir”.

Diego cierra los ojos, se concentra mucho tiempo. Su abuela materna Marta Encabo, argentina y residente desde muy joven en México, a donde llegó con su esposo, murió en 1998. Su nieto fue su pasión más intensa.

- “Mi abuela había salido bien de la operación, ya salían del hospital, regresaban a México, yo las estaba esperando, en ese momento le dio algo. No pudo salir del hospital. No podía hablar. Mi mamá le mostró un abecedario y le dijo que así podían comunicarse. Ella mostraba las letras y la pregunta era: ‘¿y Diego?’ Mi mamá le dijo: ‘Diego ya viene para acá’”. Lo primero que hizo fue preguntar por mí.  El 11 en la mañana Marta (su madre) me llama y yo lo supe: ‘¿se murió mi abuela?’ ‘Sí’. Me puse a llorar. Compartí con ella muchos de los días más felices de mi vida. En mi infancia, en mi adolescencia. Siempre”. 
Inauguración de “Paisajes y Silencios”. Diego, Elena Poniatowska, Marta Lamas, Natalia Gabayet. Fotografía de Lucero González.
 
Inauguración de “Paisajes y Silencios”. Diego, Elena Poniatowska, Marta Lamas, Natalia Gabayet. Fotografía de Lucero González.
El día de la inauguración de tu exposición, en el discurso de bienvenida, Carmen Gaitán dijo que comenzaste a pintar por insistencia de tu abuela Marta Encabo.
- “Sí”.
¿Qué pintabas entonces?
- “ Escenas de todos los días, y hacía cerámica”.  
            Me muestra un dibujo en tinta negra que está en la sala de su casa. Adoro ese dibujo. Son dos niños, uno monta bicicleta y el otro conversa con él, parece mostrarle un cuaderno que sostiene en la mano.
- “Mi abuela me llevaba a los museos, le gustaba mucho el arte. Cuando viajábamos los museos eran una parte importante del viaje. Ella tomaba clases con un pintor, pintaba pasteles. Y la esposa del pintor daba cursos, estuve un tiempo con ella cuando trabajé la cerámica”.

En la entrevista con Paloma Jiménez Vega, Diego  narra con más detalles sus experiencias estéticas junto a Marta Encabo: “Como fui nieto único, era el consentido de mi abuela que me llevaba de viaje a Europa a todos los museos. Ella me explicaba quienes eran los pintores, por qué usaban esos colores, los temas, y así me fui empapando del maravilloso arte. Ella pintaba y tomaba clases con Robert Bond, a veces yo la acompañaba. Así se fue perfilando mi amor por la pintura”.
¿Y después?
- “Durante mi adolescencia, Marta (su madre) y yo nos fuimos a vivir a Barcelona. Nada de pintura. Visitaba los museos, miraba, como me enseñó mi abuela.  Cuando regresamos tuve una época muy difícil. Hace unos años volví a pintar”.
¿Qué te llamó de regreso a la pintura?
-  “Una mujer muy jodona a la que quiero mucho. Marta (su madre) insistió con los pinceles y los lienzos. Comencé de nuevo a tomar clases. Comenzaba a pintar y las horas volaban, descubrí que estaba haciendo lo que más me gustaba. Tal vez sucede que por años uno puede olvidar lo que más le gusta y un día lo vuelve a encontrar”.
 ¿Has pintado a Marta Encabo?
- “No”.
¿Por qué?
-“No sé. Si viviera, tal vez la pintaría. Pero no, nunca la pinté. Guardo su memoria de otra manera. Pintar es estar conmigo mismo y un poco con ella. Las personas que quisiste están adentro con sus propios colores”. 
“Calaveras y vampiros”. Pablo Guisar, Nosferatu, Diego Lamas. Fotografía de Paulo Vidales.
 
“Calaveras y vampiros”. Pablo Guisar, Nosferatu, Diego Lamas. Fotografía de Paulo Vidales.
¿Cuándo fue la primera vez que expusiste?
- “La primera exposición fue en 2012, se llamaba ‘Calaveras y Vampiros’, se presentó en Pátzcuaro en el Festival de Cine Mórbido”.
¿Por qué esos personajes Diego?
- “Por el tema del Festival y porque me gustan. Me gustan los murciélagos, los vampiros, Nosferatu, la noche, la oscuridad”.
 ¿Te gusta sentir miedo?
- “Nada de lo que pinté me da miedo”.
¿Qué sí te da miedo?
- “No lo sé. Si lo supiera no tengo ganas de decirlo. Dejar de pintar me daría miedo”.
Eres una persona muy valiente ante la vida. Muy dulce y valiente ante la adversidad, y te admiro muchísimo por eso.
- “Lo que tenemos que vivir lo vivimos. No le doy tantas vueltas a las cosas. No me gusta darles vuelta. Es difícil y la vida es buena, quiero que sea buena y cuando no es buena pienso en los momentos en los que ha sido muy buena”.
¿Como cuándo?
- “La pintura, Marta mi madre, mis viajes con mi abuela, mis amigos, alguna ex novia, mis gatos”.
¿Y después de esa primera exposición?
 - “La segunda vez que expuse fue también en Pátzcuaro al año siguiente (2013), también durante el Festival. El tema era la magia, la buena y la mala suerte.
¿Cuáles son los personajes de esas obras?
- “Dados, escalera y una persona que pasaba debajo, una pata de conejo, así”.
¿Crees en la buena suerte?
- “Ni en la buena ni en la mala”.
Luego llegaron los robots.
- Sí,  en ‘Paradojas’ pinté a María, la robot que reemplaza al personaje de María en la película ‘Metrópoli’ de Fritz Lang.  Ese año el Festival de Cine Mórbido fue en Puebla (2014) y recuperé robots que han hecho historia: Arturito el de ‘La guerra de las galaxias’. El robot de ‘Perdidos en el espacio’.  El robot que tenía un solo ojo móvil en ‘Galáctica’”.   
Volviste en otra exposición colectiva en Puebla.
- “En 2015 celebramos el día de muertos en el Festival. Fue el momento de volver a tradiciones: la ofrenda. La mesa con calaveras, el cigarro y el tequila. Marta me dijo que era horrible. Pinté un vasito con una veladora con la estampa de la virgen de Guadalupe”.
Recuerdo una pintura de cráneos con velas. Era oscuro todo aquello.
- “La vida y la muerte, ¿eso es oscuro?  Porque están muy cerca. Trabajé muchísimo la pintura de los dos templos egipcios y al fondo la puerta que conduce al más allá”.
¿Crees en el más allá?
- “Si soy ateo, ¿como puedo creer en el más allá?
 Qué quisquilloso, yo soy atea y creo en el más allá. ¿Y tu primera exposición individual? Esa me encantó. Los gatos se comieron a los murciélagos.
- “Se llamó ‘Elurofilia’, que significa amor a los gatos. Fue en 2013 en un espacio académico y cultural en la colonia Roma. Un gato es la ternura. Los gatos son mi pasión”.

No tengo la menor duda.  En la sala y el comedor estamos rodeados de pinturas de gatos. Los amados gatos pintados por Diego: Diva, Leonardo, Cual, Mouche. En algunas pinturas una persona tiene el honor de figurar junto a un felino. En los rincones de la casa hay puertas pequeñas para que salgan a pasear. Escaloncitos en los muros del jardín para que escalen. Una falsa lagartija por aquí, una cuerda por allá.  Un túnel, me imagino que para que los animalitos filosofen cuando lo atraviesan.

Mientras conversamos, Leonardo salta en el jardín trasero mostrándole las garras a un par de pájaros pequeños e ingenuos. Ruego porque no aterricen en el pasto. Les hago señas. Se van. Esta es una casa de una hospitalidad excepcional, nada más no se te ocurra – acto considerado como una descortesía extrema- despachar a su majestad el gato si ocupa el sofá.   
“Elurofilia”, en el 2013.
“Elurofilia”, en el 2013. 
El mórbido Film Fest

¿Cómo comenzó tu otra pasión, el cine?
-  “Me gusta desde siempre, he pasado muchas horas de mi vida viendo películas”.
¿Pero prefieres el cine de terror?
- “Sí, y el fantástico. Comencé a verlo y me enganché: las atmósferas, la música, los personajes, los sucesos imposibles”.
 ¿Y tu participación en El Mórbido Film Fest?
- “Por el 2006 mi amigo Pablo Guisar Koestinger comenzó a imaginar un festival de cine que fuera también un espacio de difusión de las artes. Que hubiera de todo: cine, teatro, música, pintura, escultura. Así surgió El Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror Mórbido. Pablo lo dirige, yo soy el Coordinador de Relaciones Institucionales. Los primeros dos años fue una interminable talacha y a partir de entonces comenzó el Festival en sí. Exhibimos películas de todo el mundo. Tenemos también invitados de todo el mundo”.
Han elegido espacios muy hermosos fuera de la Ciudad de México para el Festival.
- “Sí, de 2008 a 2011 se realizó en el pueblo Mágico de Tlalpujahua, en Michoacán. Los Festivales de 2012 y 2013 fueron en Pátzcuaro. Después para 2014 y 2015 se eligió a Puebla como sede. Elegimos lugares antiguos, llenos de historia, para que lo que sucede hacia adentro del Festival se continúe en la belleza de los paisajes y las calles. Se convive muy bien así, es una fiesta. El Festival ha crecido muchísimo”. 
Diego y su obra en la Galería Rojo del Museo Nacional de San Carlos.
 
Diego y su obra en la Galería Rojo del Museo Nacional de San Carlos.
¿Si fueras un personaje de película quién serías?
- “Todavía no lo sé”.
¿Qué prefieres, el cine o pintar?
- “Por el momento pintar. Ahora voy menos al cine. Necesito mucho tiempo para pensar en lo que voy a pintar. Cómo voy a pintarlo. Las formas que me vienen a la cabeza y los colores”.
Has pintado varios autorretratos.
- “Sí, uno con mi gato Cual, otro que estoy como en piezas de rompecabezas, otro con mi gata Diva”.

En la presentación al catálogo de la exposición “Elurofilia”, la artista plástica Magali Lara escribe de sus dos piezas preferidas: “Donde aparece Marta Lamas y el autorretrato de Diego junto a un gato en un juego de doble retrato. En el de Marta una gatita la toca con una de las patas y mira hacia nosotros, cómplice de ese leve contacto. En el otro es Diego quien nos mira inquisitivo mientras sostiene muy de cerca del rostro a ese su otro yo”.
 ¿Quién te gustaría que hiciera tu retrato?
- “Rembrandt”.
 ¿Cuál ha sido el segundo más feliz de tu vida?
-  “En la inauguración de ‘Paisajes y Silencios’”.
 ¿Por qué?
- “Porque en su discurso Carmen Gaitán habló de mi pasado, porque me agradeció por ser un gran pintor, porque nombró a mi abuela y a Marta y sus influencias en mi vida”.
 ¿Y el más triste?
 “En los últimos años de mi vida: cuando se murió mi gato el Cualito. Hace como cinco años”.

Cualito está enterrado en el jardín. En ese mismo jardín en donde Leonardo intentaba engullirse un pájaro, está el cementerio felino: el inolvidable Güero (un corazón aventurero que regresaba trasquilado de sus continuas escapadas nocturnas), allí están Diva, Mouche y Cualito.  Protegidos por una buganvilia. 

  ¿Qué es lo que más te gustaría hacer en la vida?
- “Por el momento pintar”.
¿Sueñas mucho?
- “Supuestamente todos soñamos, a veces nos acordamos y otra no”.
 ¿Te ha sucedido pintar algo que soñaste?
- “No”.
¿A qué ciudad te gustaría volver?
- “Buenos Aires y Barcelona”.
 ¿Qué país te gustaría conocer?
- “Rusia”.
 ¿Fuera de México, ¿en qué ciudad te gustaría vivir?
- “Buenos Aires”.
¿Por qué has pintado tanto a esa muchacha, a Merlina? Podrías hacer una exposición sólo de ella. ¿Quién es para ti?
- “Si no estuviera medio divorciada, medio arrejuntada de nuevo con su marido, la buscaría”.
¿Sabe todo lo que la has pintado?
- “Sí, le he mandado fotos de sus pinturas”.
¿Y qué te dice?
- “Que es muy bonito”.
¿Es como la musa imposible del artista?
- “Más o menos. Es mi amor platónico”.

Nos despedimos. Diego sube a su estudio. Miro a la gatita Xuxu junto al ventanal del primer piso. La monedita escala los muros. La gatita Melusina se esconde – fingiendo aires distraídos- en un rincón junto a la puerta.  Apenas abra, se escapa rumbo al vasto mundo. Debe ser el alma del Güero que sobrevuela la casa y la llama a la vida loca. Imagino que el Gato Escarlata ya está en su estudio. Frente a su lienzo aún en blanco. Con su pincel en la mano. Imagino cómo se apodera del silencio. Cómo el murmullo de su memoria se desliza en ese silencio indispensable.  

Diego tan entrañable. Tan vulnerable y tan valiente. Tan sabio y tan escurridizo. Mirón y distante. Elegante y altivo. Se desliza por los espacios suavecito y sin ruido. No permite que una se le acerque demasiado, pero hay días en los que se deja ir al cariño con una ternura conmovedora. Tan amoroso a sus horas y tan arisco a sus horas. Coincido con Magali Lara, el alter ego de Diego, es un gato.

Rogelia González Luis: la ruptura de un destino


   TRANSGRESORAS
Por: Lucía Lagunes Huerta*


La palabra superación sería la mejor definición para Rogelia o la maestra Rogelia, como la conocen y se reconoce. Su destino parecía escrito en piedra, pero ella lo reescribió con el cincel del estudio, la tenacidad, la lucha social y feminista.

Le dio la vuelta: Rogelia decidió no seguir el mandato femenino de una mujer indígena, pese a las carencias en la infancia, cuyo dolor aún no cierra.

A los 12 años de edad tomó el destino en sus manos, regresó a su Juchitán querida (en el estado de Oaxaca) para seguir estudiando. En su andar encontró la lucha social, no sólo se sumó sino que se convirtió en una dirigente indígena.

Su liderazgo incomoda machismos, los cuales se unen para impedir su avance, a veces los obstáculos que le ponen son grandes, pero ninguno ha podido minar su liderazgo.

Rogelia, la misma que camina veredas para seguir construyendo una vida libre de violencia para todas las mujeres, para acompañar a otras mujeres indígenas a seguir el camino de la transformación de los mandatos y construir libertades.

La historia de Rogelia es inspiradora. Es una lástima que no ganara las elecciones del pasado 5 de junio, en las que compitió para la presidencia municipal.

La maestra Rogelia construye con las demás, junto a las demás; su compromiso con la vida y la libertad de las mujeres la llevó a abrir un albergue para mujeres indígenas que viven violencia machista.

Ella sabe que se puede romper con el círculo de la violencia, que sí se puede transformar aun cuando parezca que el destino está escrito en piedra, siempre hay una forma de cambiarlo como ella lo hizo.

Rogelia se sabe triunfadora por haber cambiado su “destino” y tener las riendas de su vida en sus manos. Orgullosa de su vestimenta, de su origen indígena, conocerla es una lección de vida.

–Lucía Lagunes Huerta (LLH): ¿Quién dirías que es Rogelia?
–Rogelia González Luis (RGL): Es una mujer indígena zapoteca originaria del municipio de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Ahí nací, ahí crecí.

“Desde pequeña crecí pensando que tal vez mi destino, como muchas mujeres, era el de quedarse en la casa ayudando a su mamá, a cuidar a sus hermanos, a realizar las tareas domésticas.

“Nací y crecí pensando en eso; tuve la gran oportunidad de cursar mi primaria, no fui a preescolar, pero cursé mi primaria, estudié mi secundaria y también con muchas dificultades y precariedades tuve la oportunidad de poder estudiar mi preparatoria.

“En ese camino pude encontrar a personas que me ayudaron para poder ser parte de un proyecto dentro del movimiento magisterial, pude entrar en el sector magisterial.

“Nací el 17 de noviembre de 1961. Encontré a personas que me tendieron la mano, ahí empezó a cambiar mi visión de cómo estar; de nacer en una comunidad indígena que tiene una cultura, una costumbre, que tiene una tradición.

“Ir a prepararme para ser maestra me dio la oportunidad de conocer a otras mujeres de la lucha feminista, las cuales, afortunadamente, tenían otra visión”.

FORMACIÓN DEMOCRÁTICA

–LLH: ¿Cuáles son las lecciones que te llevan a esta militancia?
–RGL: En mi municipio surgió una organización que luchó por elegir a sus gobernantes por métodos democráticos, respetar la voluntad popular.

“Esas eran las ideas con las que surgió la Coalición Obrera Campesino Estudiantil del Istmo de Tehuantepec (COCEI). Ellos hablaban de una lucha para los derechos de los jóvenes, estudiantes, campesinos, de las mujeres. Cómo tener una mejor calidad de vida, cómo atender los problemas de la gente.

“Yo fui parte de ese proceso; empecé a participar en un comité seccional y a escuchar las demandas de la gente, a acompañarlas, a hablar en micrófono, a dar mis discursos.

“Toda esta parte política me empezó a crear esta conciencia, desde esta trinchera de lucha; fueron momentos decisivos muy importantes porque eran más de 80 años de gobiernos priistas, caciquiles.

“Esta experiencia me permitió ir adquiriendo la conciencia. El trabajo comunitario, ir a las seccionales a escuchar que la gente no tiene agua, que en el callejón no tiene pavimento, que no hay drenaje, luz eléctrica, conciliar los problemas familiares, buscar opciones.

“Esto me fue formando esta visión y esta conciencia, que al llegar al magisterio se fortaleció porque la lucha sindical era otro frente. Yo también veía problemas entre las mismas maestras como violencia doméstica”.

–LLH: ¿Eso te fue haciendo conciencia de género?
–RGL: Eso me fue haciendo conciencia de por qué era necesario capacitar a las maestras, capacitarme y formarme. En este movimiento participaron comunidades, feministas (y de) Derechos Humanos.

“Mucha gente le dio solidaridad al magisterio. Cuando se da la lucha en Juchitán, en los años 80, llegaron Elena Poniatowska,  (Carlos) Monsiváis, gente vinculada a la UAM, intelectuales que llegaron a brindar solidaridad, enfrentando al Ejército, la cárcel, la represión de aquellos años de los gobiernos priistas.

“Todo ello me fue creando conciencia de porque era necesario  luchar dentro de una izquierda, fue así como llegó al PRD de aquellos años y empiezo a participar fuertemente, primero en mi municipio y después caminé otros municipios”.

–LLH: ¿Cómo es que te vas definiendo feminista? ¿Quiénes van siendo tus maestras?
–RGL: Una de ellas y que yo la recuerdo mucho es Cecilia Loría Saviñón (ex titular del Instituto Nacional de Desarrollo Social, de 2000 a 2006). Fue una gran mujer que fue fundamental para mi  formación y mi definición; de esto, que ni siquiera sabía que era feminismo lo que yo hacía.

“Estando en (la ciudad de) Oaxaca tengo más formación, con Cecilia Loría, Flor Cervantes, las mujeres que eran de comunidades indígenas y que nos juntamos con la lucha magisterial.

“Conocí a muchas mujeres a nivel nacional. En mi municipio recibo a la marcha “Pan y Rosas” y vienen mujeres como Leonor Aída Concha; empecé a recibir folletos de compañeras (de otros estados), e hice mi círculo de estudio con las mujeres de mi pueblo. Cuando empecé a inclinarme con la lucha por las mujeres tuve un fuerte conflicto con la dirección política de la COCEI”.

ENFRENTAR AL MACHISMO

–LLH: ¿Cuáles fueron esos problemas?
–RGL: Tuve problemas con los dirigentes de la COCEI, quienes me dijeron “a ver Rogelia, tú no puedes aquí venir a convocar a las mujeres para reunirte con ellas, porque esta organización es mixta y si tú quieres hacerlo (reunirse con mujeres) tienes que pedirnos autorización para saber cuáles son los temas que tú vas hablar con ellas”.

“Yo les decía: ‘Quiero que las mujeres se capaciten en sus derechos’ y eso atentaba contra ellos, porque lo que querían era seguir teniendo a las mujeres controladas, que no conocieran sus derechos.

“Eso me generó que dijeran: ‘A ella no hay que dejarla pasar; hay que ponerle todos los trabajos que sean posibles para que no llegue’. Y así han sido las cuatro veces (que he sido) candidata a la presidencia municipal.

“En 2004 perdí la presidencia por 100 votos porque ellos hicieron una alianza de facto para ganarme. Pero muy a pesar de ello les di competencia; ellos iban en alianza con seis líderes políticos.

“Soy una mujer inteligente, no soy manipulable. No me dejo de ningún líder que venga y me diga tú vas hacer esto. Todo lo que he ganado lo he ganado a pulso, nadie me lo ha regalado, no he tenido que comprar ningún espacio. He sido una mujer triunfadora”.

–LLH: ¿Cómo llegas al magisterio?
–RGL: En ese caminar encontré a la maestra Julieta López Jiménez. Me dijo: “¿Sabes qué? Yo quiero proponerte para que entres a trabajar como promotora en una escuela bilingüe. Tú hablas zapoteco y quiero que entres, pero te vas a ir a un curso de capacitación por seis meses”.

“Yo tenía a mi hija pequeña y pude, me decidí. Me dijeron mi abuelita y mi tía: ‘Vete, nosotras vamos a cuidar a tu hija’. Y así fue. Empecé a trabajar en el magisterio y seguí estudiando en el sistema de educación abierta; entonces trabajaba y estudiaba de noche para terminar mi secundaria.

“Seguí estudiando; me gustaba mucho ir a la escuela, inicialmente quería ser enfermera. Incluso con mi abuela me fui aprender en el centro de salud, a poner suero, a inyectar, hacer las suturas pequeñas, y eso me ayudaba. Con eso yo cobraba cinco, seis pesos, y con ello compraba la leche a mi hija”.

CARGOS DE DECISIÓN

–LLH: ¿Qué espacios públicos has tenido?
–RGL: Estuve en el primer gobierno que ganamos en Juchitán, como coordinadora de salud. Me integré en otro gobierno como síndica municipal, de 1989 a 2001. En ese periodo fundé el Centro de Apoyo a la Mujer Istmeña. De 2012 a 2013 fui regidora de Derechos Humanos; en 1999 fundé el Grupo de Mujeres 8 de Marzo. Esta asociación civil ha ayudado a mucha gente.

“En 2004 fundé la Alianza Regional por la Igualdad y la Justicia Simona Robles, en honor de la juchiteca que combatió la intervención francesa en 1866. En los nueve municipios que trabajé fundé nueve escuelas; estoy orgullosa de mí y de mi trabajo.

“Ahora que fui regidora de Derechos Humanos tuve la oportunidad de impulsar el proyecto de terrenos, para edificar vivienda para mujeres indígenas que han vivido violencia y que son egresadas del refugio. El proyecto de casa de transición no se ha concretado porque no hay voluntad política para ello. Eso es lo que he podido lograr en cada espacio que he tenido”.

–LLH: ¿Qué soñaba de niña Rogelia?
–RGL: Soy la segunda (hija). Cuando hablo de las precariedades que enfrenté, hablo porque yo me crié con mi abuela materna, una indígena zapoteca que no sabía leer ni escribir, que nunca fue a la escuela. Somos cinco: un varón y cuatro hermanas más.

“Esta historia de vida que traigo no fue fácil porque los motivos de mi niñez me orillaron a luchar para defender la causa de las mujeres, porque siempre tenemos una historia que nos motiva a hacer algo por las demás”.

–LLH: ¿Pero tus sueños?
–RGL: Mi sueño era estudiar. Cuando termino la primaria, mi mamá biológica me fue a traer de con mi abuela y me llevó a Tamaulipas porque mi papá era de Tampico. No pude aguantar y me regresé a vivir con mi abuela.

“Busqué una opción: estudié taquimecanografía para aprender a escribir a máquina. En la mañana ayudaba a mi abuela (a la venta de tamales y naranjas), y luego en la tarde entraba a la taquimecanografía. Para mí fue una gran oportunidad porque pude relacionarme con otras amigas mujeres, y aprendí algo que me ayuda”.

–LLH: ¿Qué te significa tu traje?
–RGL: Significa toda esta historia que las mujeres indígenas vivimos, que está impregnada en las mujeres de Juchitán. Cuando yo me pongo una enagua, un huipil, les digo a las mujeres de mi pueblo que soy igual que ellas, que ellas pueden sentirse orgullosas...

“Mi abuela, cuando yo era pequeña, me hacía mis trenzas de rueda y me ponía mi enagua y huipil para la escuela. Esto es un orgullo para mí y mi pueblo, es un valor humano social y cultural que me fortalece, me ayuda”.

–LLH: ¿Si alguien escribiera tu biografía, cuál sería la frase final?
–RGL: Siempre hablo de la gran fuerza de las mujeres, siempre les digo que hay que caminar con fuerza para lograr los cambios que queremos. Que la democracia la tenemos que hacer caminando juntas.

–LLH: ¿Cuál es el sueño de Rogelia hoy?
–RGL: Mi sueño es alcanzar la diputación, pero tampoco es a “patria o muerte”, que no se acaba con tener un lugar, hay mucha gente que nos necesita.

–LLH: ¿Qué les dirías a las jóvenes?
–RGL: Ellas tienen una gran oportunidad en sus vidas para ejercer sus derechos; que de ninguna manera se sientan limitadas por estar con un embarazo o porque sus familias las quieran obligar a casarse en contra de su voluntad. Que tienen derecho a estudiar, a viajar, a conocer otros lugares, que lo que no hay en su pueblo lo pueden encontrar si se preparan.

Twitter: @lagunes28

*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.


Rogelia González Luis
Por: Lucía Lagunes Huerta*
Cimacnoticias | Ciudad de México.-