10/03/2008

Tenía que hacerlo", indicó Andrés quien fue reconocido entre los mejores estudiantes del país.

Tenía planeado no darle la mano al Presidente: Andrés GómezLos estudiantes que increparon al Ejecutivo durante la entrega del Premio Nacional de la Juventud fueron puestos en libertad luego de que la Presidencia de la República no presentó cargos en su contra
Video: Increpa joven a Calderón en Palacio NacionalAndrés Gómez le grita ´espurio´ al presidente durante el mensaje que daba a los ganadores del Premio Nacional de Juventud


Claudia Bolaños
El Universal
Ciudad de México
Viernes 03 de octubre de 2008 13:51

Andrés Gómez, el estudiante de 18 años de edad que le gritó "espurio" al presidente Felipe Calderón, así como uno de sus compañeros, Mario Virgilio Santiago Jiménez, ya fueron liberados del juzgado cívico 33, luego de que no se presentaran cargos en su contra.

"Tenía que hacerlo", indicó Andrés quien fue reconocido entre los mejores estudiantes del país.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el ganador del Premio Nacional de la Juventud 2008 por actividades académicas mencionó que tenía planeado no darle la mano a Calderón Hinojosa, pero una vez al estar frente a él decidió mostrarle su inconformidad con su figura.

El joven cursa el tercer semestre de bachillerato internacional en Noruega, y luego de llamar "espurio" al Ejecutivo, fue detenido por elementos del Estado Mayor Presidencial.

El joven mencionó que Felipe Calderón no dio voz y voto a los mexicanos y por eso, con apego a su propia filosofía, es que decidió manifestarse en su contra.

Por su parte, Mario Virgilio Santiago Jiménez, otro de los detenidos, mencionó que fue maltratado por los elementos del Estado Mayor Presidencial a quienes les preguntó por qué lo habían detenido, a lo cual recibió como respuesta "eso pregúntaselo a tu pinche conciencia".


Jóvenes increpan a Calderón y los detiene el EMPdaniel lizárraga
México, D.F., 3 de octubre (apro).- Dos estudiantes que increparon en Palacio Nacional al presidente Felipe Calderón durante la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Juventud, fueron detenidos por el Estado Mayor Presidencial (EMP) y puestos a disposición de las autoridades del Distrito Federal “por la probable realización de conductas que son sancionadas penal o administrativamente por la legislación vigente”, informó la propia presidencia de la república.Se trata de los jóvenes Leonardo Gómez Emilsson, por cierto uno de los galardonados con el premio y quien gritó a Calderón “espurio” mientras daba lectura al mensaje oficial y de Marco Virgilio Jiménez Santiago quien se encontraba entre el público asistente y exclamó en voz alta: “No hay libertad”.

Luego de su abucheo, a Gómez Emilsson lo rodearon tres presuntos elementos del EMP, quienes lo sacaron del recinto e incluso se le prohibió posar en la fotografía oficial de la entrega del premio. Lo mismo ocurrió con Jiménez Santiago. Una hora y media después, y cuando ya la información circulaba profusamente por los portales de internet denunciando la desaparición de los dos jóvenes, presidencia de la republica emitió un comunicado en el que informó: “El día de hoy elementos del Estado Mayor Presidencial, en cumplimiento de las obligaciones contenidas en a legislación que regula la organización y funcionamiento de este cuerpo castrense, pusieron a disposición de las autoridades competentes del Distrito Federal a los jóvenes Andrés Leonardo Gómez Emilsson y Marco Virgilio Jiménez Santiago, por la probable realización de conductas que son sancionadas penal o administrativamente por la legislación vigente. La presidencia de la república, anticipó que no formulará cargos contra estos jóvenes”.

¿SE ACABÓ EL NEOLIBERALISMO?


SATIRICOSAS
- Manú Dornbierer –
4-10-08

Ojalá , pero no se acaba la pasión demente por el dinero. Sin embargo el strip tease de Wall Street entre otros hechos dramáticos está mostrando muchas indecencias . No es impune hacer carretadas de dinero virtual para enriquecer a los menos con el dinero de los más. Hoy hasta los más cerrados derechistas , por diferentes razones, rechazan la ecuación dinero =éxito, especialmente si se queda en manos de unos cuantos y es el estado, es decir, todos los ciudadanos, los que pagan los platos rotos. Hasta los gringos partidarios de Bush abrieron un poco los ojos y se negaron de entrada al fobaproa made in USA, en su caso porque no quieren que le gobierno meta la mano en sus finanzas ni para rescatarlos. Pero muchos de esos mismos, cual borregos belicistas, aceptaron la elección fraudulenta del 2000 y luego reeligieron a Bush y estuvieron de acuerdo en darle al gobierno los 700 mil millones de dólares que hoy les pide para el rescate bancario cuando se trató de una cantidad igual para destruir Iraq _ curiosa coincidencia de números_ . ¿Acaso alguien ha podido olvidar la carísima y sangrienta invasión petroneoliberal, con vehículos y armas de la guerra de las galaxias contra una inerme población, debilitada por 10 años de embargo total, pero dueña de su petróleo ? ¿ todavía lo es?

En México, hasta los empresarios fabricantes de espurios , entienden al ver el país cada día peor, más pobre y asfixiándose bajo el peso de miles de cadáveres - más que en Iraq – que se equivocaron de “peligro”. Se queja de Calderón el presidente de Coparmex , Ricardo González Sada, : “Se aventó como el Borras”, sin estar organizado contra el crimen (bien) organizado y sigue metiendo patas. A este respecto hasta Eduardo Ruiz Healy lo acusa de “gastar a lo tarugo” 310 mil millones de pesos sin resultado alguno, al contrario. Pero les faltó decir o quizás entender que si pudieron los empresarios comprar la presidencia, no pudieron comprar la legitimidad que es el cobijo que busca su Lipe con el ejército al que le sigue aumentando el presupuesto y los sueldos (aparte de poner a los soldados en riesgo constante de morir por él , porque no por la Patria, o de desertar e irse con los narcos ) , todo en detrimento de rubros como la educación , la salud, el empleo, la ciencia, etc. Lo único que hace viable a un país.

Aquí no se ha acabado el neoliberalismo ni su impunidad. El que lo implantó , Carlos Salinas se “ríe y se carcajea”. Los Carlos &Charlie , son cada vez más ricos y el político quiere ahora ser gobernador de Nuevo León, capital Agualeguas. ¿Alguien habla de juicio? Pero este año en la revista Forbes no sólo Slim es la estrella nacional. El presidente del Grupo México, verdugo de mineros, Germán Larrea o “Ralea”, subió al 3er lugar de los 10 más ricos que 1.- No pagan los impuestos que deben- 2.-Imponen salarios de hambre. 3.- Violan las leyes de Trabajo y otras.

4.- Se benefician con la inflación. Para los neoliberales que esten dejando de serlo, los panistas que quieran recuperar su verdadero rostro, conservador pero no canalla como el actual, y desde luego para la mayoría de la población que no votó por Fecal, hay un mail que nos ayudará a dehacernos de nuestro franquenstein :
Es la democrática puerta de salida de este horror neoliberal que los amigos de la familia Bush , empezando por Salinas y terminando con Lipe, le impusieron a México. Jesús González Schmal y Jaime Cárdenas , con otros prestigiados juristas que están , como usted y yo , hasta el copete, nos brindan la salida. Da el ejemplo, la poderosa Sudáfrica que acaba de despedir a su presidente, nada menos que el sucesor del maravilloso Mandela. Su propio partido lo suspendió . Bye, Bye & thank you. No problem.

Los empleados de los Bush, Salinas-Zedillo-Fox-Calderón quieren cumplirles hasta el final y sacar el mejor partido de la deblacle ¡para ellos no para el país, como manda el neoliberalismo ! Se mueren por soltar Pemex a las petroleras texanas y españolas. Por eso vino el alto vacío , heredero del matador d e osos , a ver si el michoacano ya le suelta su cacho a Repsol, como le prometió en Madrid, viviendo unos días en el boato de esa dinastía acabada que el genocida Francisco Franco revivió.¿Lipe prometió que Pemex estaría su disposición?
¡Prueba de traición!

Si tal cosa sucede, entrarán a las listas de Forbes Calderón y tesoritos anexos (la PGR ha actuado con "tortuguismo y ha sido omisa" en la investigación contra el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, ya que a 40 días de que se presentó la denuncia en su contra por los delitos de tráfico de influencias y uso indebido de funciones, por la firma de presuntos contratos irregulares con Petróleos mexicanos no se ha asignado número a la averiguación previa) , de la manita de Don Beltrone , amigo de Mckain. Y si les sueltan rápido el petróleo, como quieren los panistas, chance y hasta gana Mc Cain y su Sara que estuvo un poco menos loca en su debate , pero que no pudo dejar su fija sonrisa colgate ni su pasión por la Exxon. ¡Que la dejen perforar bajo los hielos hasta del Polo Norte! Los republicanos más que nunca quieren que Calderón les ayude con Pemex a ganar la elección . ¿Acaso ellos no lo ayudaron a él? NO lo permitamos, mexicanos.

CARTA DE MICHAEL.

“Para que sepamos lo que en USA realmente pasa, leamos parte de la carta a sus conciudadanos de uno de los colaboradores de este espacio(también de Reuters)
Michael Moore:

“Amigos. Déjenme ir al grano. Mientras ustedes leen estas líneas se está llevando a cabo el robo más grande en la historia de este país. Aunque no se están empleando armas, 300 millones de personas fueron tomadas como rehenes. No nos equivoquemos: después de cinco años de robarse medio trillón de dólares para llenar los bolsillos de sus aliados que se enriquecen con la guerra, después de forrar con dinero a los magnates petroleros con 100 mil millones de dólares en los pasados dos años, Bush y sus secuaces –que pronto dejarán vacante la Casa Blanca– están saqueando todos los dólares que se encuentran del Tesoro de Estados Unidos. Están barriendo con todos los cubiertos de plata que pueden mientras caminan rumbo a la puerta de salida.

No importa lo que digan, no importa cuántas palabras empleen para asustarlos; están recurriendo a las viejas triquiñuelas para fomentar el miedo y la confusión para mantenerse a sí mismos y a uno por ciento de la población asquerosamente rica. Sólo basta leer los primeros cuatro párrafos del reportaje principal del New York Times del pasado lunes para conocer de qué se trata todo este asunto:

“Aunque los legisladores trabajaron en los detalles del rescate de la industria financiera por 700 mil millones de dólares, Wall Street volvió a buscar la manera de lucrar con el plan.

“Las firmas financieras cabildearon para lograr la cobertura de todas las formas de inversiones problemáticas, no sólo las relacionadas con las hipotecas.

“Al mismo tiempo, las firmas de inversión maniobraron para supervisar todos los activos que el Tesoro planea eliminar de los registros de las instituciones financieras, una actividad que podría generarles cientos de millones de dólares al año en honorarios. Nadie quiere ser excluido de la propuesta del Tesoro para la compra de los activos de mala calidad.”

Increíble. Wall Street y sus partidarios fueron los artífices de este desorden y ahora pretenden limpiarlo como viles bandidos. Hasta Rudy Giuliani está haciendo cabildeo con su consultoría para ser contratado (recibir sueldo) y brindar asesoría en el rescate.

El problema es que nadie sabe en verdad a qué se debe este “colapso”. Aun el secretario del Tesoro, Paulson, admitió ignorar la cantidad exacta que se requiere (¡se le ocurrió de la nada la cifra de 700 mil millones!) El director de la oficina de presupuestos del Congreso afirma que no podía entenderlo ni explicarlo.

No obstante, dicen histéricos que ¡el final está cerca! ¡Pánico! ¡Recesión!

¡La Gran Depresión! ¡Y2K! ¡La gripe aviar! ¡Abejas asesinas! ¡Debemos aprobar la ley del rescate hoy mismo! ¡El cielo se está cayendo! ¡El cielo se está cayendo!

¿Cayéndosele a quién? No hay NADA en este paquete de “rescate” que baje el precio de la gasolina que debemos cargar en nuestros vehículos para ir al trabajo. NADA en esta iniciativa nos protegerá de perder nuestro hogar. NADA en esta iniciativa nos dará un seguro médico.

¿Seguro médico? Mike, ¿por qué hablas sobre ese tema? ¿Qué tiene que ver con el colapso de Wall Street? Tiene mucho que ver. El supuesto “colapso” fue desencadenado por la moratoria y la pérdida de hogares de la gente con deudas hipotecarias. ¿Saben por qué tantos estadunidenses están perdiendo sus hogares? Los republicanos explicarían que se debe a que muchos idiotas de la clase trabajadora recibieron hipotecas que en realidad no podían pagar. Pero la verdad es ésta: la razón número uno por la cual la gente se declara en bancarrota es por el costo de sus cuentas médicas. Déjenme ponerlo de forma más simple: si tuviéramos un sistema universal de salud, esta crisis hipotecaria jamás habría sucedido.

El objetivo de este rescate es proteger la obscena acumulación de riqueza que ha sido amasada en los ocho años anteriores. Es para proteger a los accionistas que poseen y controlan a las corporaciones en Estados Unidos. Es para asegurarse que sus yates y mansiones y su “forma de vida” no sean interrumpidos mientras el resto de los estadunidenses sufren y luchan para pagar las cuentas. Dejemos que los ricos sufran al menos una vez. Que paguen el costo del rescate. Estamos gastando 400 millones de dólares al día en la guerra de Irak. ¡Que acaben de una vez con la guerra y nos ahorraremos otro medio trillón de dólares!

Están protagonizando un golpe de Estado financiero en contra de nuestro país.

Esperan que el Congreso actúe rápido para evitar que piensen, antes de que tengamos la oportunidad de detenerlos. Así que dejen de leer esto y hagan algo ¡YA! Pueden poner manos a la obra de manera inmediata: 1. Llamen o envíen un correo al senador Barack Obama. Díganle que no necesita sentarse a ayudar a Bush y a Cheney y todo el desastre que han provocado. Díganle que tiene la inteligencia para detener el ritmo de los acontecimientos y encontrar cuál es el mejor camino a escoger. (…)”. Ejemplo a seguir ¿o no?

LAS 25 NOTICIAS MAS CENSURADAS DE 2007/2008


A R G E N P R E S S . i n f o

Prensa argentina para todo el mundo

Las 25 noticias más censuradas en 2007-2008: Estados Unidos, Canadá y México
militarizan el NAFTAPOR: Laura Carlsen - Stephen Lendman - Constance FogalTraducción: Ernesto Carmona (especial para Argenpress.info)
La presidenta Cristina Kirchner sabía bien adonde no dejar de ir en Nueva York
Gustavo Herren (especial para ARGENPRESS.info)

Los niños y niñas Mbyás
(Parte III)Elena Luz González Bazán (especial para ARGENPRESS.info)
Redondo, redondo, barril sin "fondo"… ¿qué es?
Félix Herrero (MORENO - INFOSUR)
Argentina: Estigmas de sangre
Alberto Morlachetti (APE)
Pino Solanas: "Es un absurdo un shopping en una estación de trenes"
Mariano Martínez (TMO)
Buenos Aires oculta: Nenna, “A la desinversión sigue la privatización”
Carlos Saglul (ACTA)
Argentina no está desacoplada de la crisis global
Ricardo T. Rivas (XINHUA)
Ecuador: Confirman el "Sí" a la nueva Carta
Estados Unidos: Barack Obama amplía su ventaja en los estados clave
¿Un ex funcionario del régimen de Pinochet, a la Presidencia deINTERPOL?
Alemania: Angela Merkel aboga por reforzar a la ONU y revisar el papel del FMI
Afganistán: Soldados franceses hirieron a cuatro civiles
Irak: Mueren 20 personas en dos atentados suicidas en Bagdad
Pakistán aspira a firmar un acuerdo nuclear similar al de EstadosUnidos-India

Rusia se aísla, dice el subsecretario de Estado Daniel Fried
RIA NOVOSTI
Brasil: El nuevo régimen para el "pre sal" sería después de laselecciones
Ecuador: Destinan 170 millones de dólares para el suministro eléctrico
Francia: Desmienten un plan de salvataje europeo
Panorama económico de Rusia
RIA NOVOSTI
Ecuador, América Latina y las nuevas alternativas
Angel Guerra Cabrera
(especial para ARGENPRESS.info)
Monstruoso crimen en Barbados
Marcos Alfonso
(AIN, especial para ARGENPRESS.info)
Costa Rica: La unidad patriótica y ciudadana
Luis Paulino Vargas Solís (especial para ARGENPRESS.info)
Panamá: Anulemos el contrato de Minera Petaquilla
Julio Yao (PANAMÁ PROFUNDO)
México puede resistir
Gerardo Fernández Casanova
(especial para ARGENPRESS.info)
México: El IFE anticonstitucional
Teodoro Rentería Arróyave (especial para ARGENPRESS.info)
México: El dos de octubre la CNTE marcha en apoyo a Morelos
Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)
Barack Obama en su laberinto
Jorge Gómez Barata (especial para ARGENPRESS.info)
Aprueba el Senado de Estados Unidos una versión endulzada del rescate
David Brooks (LA JORNADA)
Amy Goodman: “el mundo está hambriento de voces independientes”
Eva Usi (DEUTSCHE WELLE)
Hallan arañas no conocidas en Argentina
José Goretta (AGENCIA CYTA - INSTITUTO LELOIR - UNNE)
Científicos rusos desarrollan una "enfermera automática"
RIA NOVOSTI
Rusia conserva la bioproductividad y biodiversidad en el 65% de suterritorio
RIA NOVOSTI
Humor por Sergio Langer

Propuesta para dialogar


Utopía

Eduardo Ibarra Aguirre

Con independencia de que se comparta o no de manera parcial o plena, o bien que se discrepe en lo particular o en forma total de la propuesta que presentó Andrés Manuel López Obrador para emprender el diálogo con el gobierno de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y todas las fuerzas políticas, resulta lamentable el silencio de los principales destinatarios y tragicómicas algunas de las reacciones.

Por el hecho de que fue presentada ante un Zócalo atiborrado de partidarios y simpatizantes el pasado día 28, como sucede en mayor o menor medida desde el segundo domingo de julio de 2006, y sobre todo por la gravísima circunstancia socioeconómica que vive el país, era dable esperar que los jefes burocráticos de los legisladores de Acción Nacional en San Lázaro (Héctor Larios Córdova) y en Xicoténcatl (Gustavo Enrique Madero Muñoz) reaccionaran con reflejos más proclives a la sensibilidad política y menos a defender al jefe y correligionario que despacha en Los Pinos. “El diálogo se construye con argumentos y no con imposición ni restricciones”, dijo el comunicador chihuahuense que con cada posición que asume no sólo se aleja de los medios, sino contrasta con su antecesor Santiago Creel Miranda, destituido de la coordinación por obra de Germán Martínez Cázares y órdenes del guía de turistas de los príncipes de España. De plano, el golpeador profesional Larios remitió al tabasqueño a “dialogar con los propios perredistas, “esa sería la primera muestra que esperaríamos sobre una real disposición a negociar”; e inventó que al odiado señor López “le importa poco la seguridad” pública. Por las bancadas de Manlio Fabio Beltrones Rivera y Emilio Gamboa Patrón, enviaron a Luis Enrique Benítez Ojeda a declarar que el de Macuspana no es confiable ”porque trae un doble discurso: un día dice que sí y otro que no”.
Si de confiabilidad ciudadana, no del poder, fuese el problema, los tres priístas juntos requerirían un préstamo más que urgente. La frivolidad y la invectiva es hasta hoy la respuesta a una importante propuesta, la primera que formula el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, para construir acuerdos con el gobierno federal, en el marco del Poder Legislativo, a condición de que Calderón renuncie “en cualquier modalidad” en su empeño de privatizar la industria petrolera, otorgue su apoyo al Programa de Acción Inmediata para el Fortalecimiento de Pemex (Petróleos Mexicanos), remueva de sus cargos a Juan Camilo Mouriño Terrazo, Eduardo Medina-Mora Icaza y Genaro García Luna; así como que suscriba el plan de rescate de la economía popular, propuesto el 15 de septiembre y más que opacado por las criminales explosiones de Morelia, Michoacán.
Acostumbrado como está Calderón Hinojosa y la autodenominada clase política a negociar concesiones gubernamentales, contratos, prebendas y espacios de poder, se comprende que la primera propuesta del obradorismo para discutir y negociar con sus adversarios, obtenga como respuesta el silencio de los principales actores políticos y agentes económicos, y la diatriba del panismo. Lo anterior muestra lo complicadísimo que será el camino por recorrer por el principal movimiento opositor en las próximas semanas, decisivas para la aprobación del paquete legislativo para la reforma petrolera que el gobierno y sus aliados priístas están decididos a consumar, aunque sea parcialmente.
Las propuestas que presentó AMLO en el Zócalo, por otra parte, constituyen la sistematización del reclamo social y político que tiene en movimiento a millones de profesores, padres de familia, campesinos, sindicalizados, pobladores, adultos mayores, indígenas, jóvenes, exbraceros, estudiantes e intelectuales que Utopía pretendió valorar a lo largo de estas 600 entregas..
Acuse de recibo
A propósito de Los otros 68 (1-X-08), Jesús Vázquez Vázquez, exsecretario general del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos y Representante ante el Consejo Nacional de Huelga por la Escuela Vocacional No. 7 del IPN, informa: “Durante estos 40 años, en un foro o en otros, hemos exigido la devolución al IPN del majestuoso edificio de la Voca 7, donde nuestro IPN pueda volver a impartir actividades sustantivas propias de su función, y a la ciudad de México se le restituya la imagen urbana original del sitio histórico por muchas razones” …
Comenta el invidente Bulmaro Landa Quezada, de Tlalnepantla, estado de México: “Sucede que en este mundo visual la tendencia es a impulsar todos los programas cibernéticos como imagen, lo cual es un verdadero inconveniente para nosotros, ya que los lectores de pantalla no leen imágenes, sino texto, nos vemos así excluidos paulatinamente del uso de portales en la internet, el uso adecuado de programas antivirus, sistemas operativos, intercomunicación con teléfonos móviles, y un sin fin de programas”... Para Ramsés García Ancira Saba “Se llena la boca Felipe Calderón diciendo que habrá un castigo ejemplar a los asesinos materiales de Morelia. Lo que se necesita saber es quién los mandó y armó”.


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2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA ES DE LUCHA COMBATIVA !!






A las 6.10 PM, el Comité 68 pidió un minuto de silencio, en memoria

de los muertos de hace 40 años.

Una gran marcha conmemoró los hechos que para siempre

marcarían a México. 2 de octubre no se olvida, es de lucha combativa.


Desde hace 40 años, y hasta conseguirlo, seguiremos luchando para transformar a nuestro país. El Dr Fausto Trejo, el poeta Leopoldo Ayala, Emilio Rehesa, Víctor Martín del Campo y muchos otros, marcharon con cientos de estudiantes y ciudadanos para recordar que tenemos memoria y que seguiremos luchando,


¡hasta la victoria!

El CNH reconoció así la participación de las compañeras


Adela González, maestra de ceremonias el 2 de octubre en Tlatelolco

Por Gustavo González López*

México DF, 2 oct 08 (CIMAC).- Myrthokleia Adela González Gallardo, integrante en 1968 del Consejo Nacional de Huelga (CNH), profesora de la Vocacional 9 Juan de Dios Bátiz, alumna de la escuela Wilfredo Massieu, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y una de las dos maestras de ceremonias del mitin del 2 de octubre en Tlalteloco, recuerda así el Movimiento estudiantil y social de aquel año:

“La enfermera y un doctor les avisaron a mis papás que estaba viva, pues pensaron que yo estaba muerta desde el momento en que vieron en Tlatelolco cómo caí. Pensaron todos que ya estaba sin vida. Hasta salí en la lista de los muertos.

Un doctor de la Cruz Verde me preguntó “¿qué te pasó?”. Le contesté: “iba pasando por Tlatelolco y unos señores me agarraron y me dijeron que querían cosas buenas y no lagartijas”. Entonces, me internaron en el hospital. Estuve no sé cuántos días ahí con los agentes (de policía) que cuidaban la entrada del cuarto donde me encontraba.

Creo que fue al quinto día cuando una enfermera se acercó y me preguntó que si yo era la persona que no podía caminar. Le dije que sí. Casi al amanecer, fue otra enfermera y me dijo quedito al oído: “¡ahorita o nunca!”.

-- Pos´ ahorita --contesté.

-- Entonces, me vas a seguir…

La seguí y me encerró en un baño. Después me escondió en unos “lockers” donde me puso una bata de enfermo. Antes de que saliera el sol, corrimos. Ella iba delante de mí y yo atrás sintiendo que los dos agentes que me custodiaban venían tras de mí.

Salimos del hospital y la enfermera le hizo una señal de alto a un taxista, de esos cocodrilos (pintados como si tuvieran dientes de lagarto). Dentro del vehículo, me indicó que me recostara en el asiento trasero para que no me viera nadie.

La enfermera apresuraba al chofer del cocodrilo y éste le decía que era difícil salir, a la vez que señalaba a los soldados que patrullaban el hospital, que ahora es el de Traumatología de Balbuena.

No sé el rumbo a dónde me llevó, pero fue en la casa de unos pepenadotes (papeleros). Allí me dejó encargada y encerrada mientras ella regresaba a ver qué había pasado en el hospital…
Luego de varias horas, regresó y me llevó ropa.

La casa de los pepenadores era un cuartito con cortina, como tiendita. Ahí me quité la bata, la rompí y la eché a la taza del baño. Me cambié la ropa y me llevó con otra familia, la cual estaba dispuesta a ayudar a cualquier estudiante.

Luego de varios años ubiqué que la casa de los pepenadores estaba en la colonia Prohogar. De ahí me llevaron a otro domicilio, rumbo a Naucalpan. Luego de dos días me trasladaron a casa de otra familia y, por último, llegué a Guadalajara.

Mis papás ya sabían que estaba viva. Incluso, cuando la enfermera les avisó, ellos mandaron al chofer de nuestro doctor particular a la casa de la familia donde estaba escondida.

ACTIVISMO Y CONDICIÓN DE GÉNERO

¿Por qué me hice activista del 68? A los 21 años, con una posición económicamente media alta, me hice activista porque los compañeros me invitaron a participar… pero para hacerles de comer, pues era la única mujer.

No me gustó eso. Yo quería participar más a fondo, más arriba de la situación, del problema. Entonces me nombraron representante ante el Consejo Nacional de Huelga. Ahí conocí a varios compañeros como Fernando Zárate Hernández, Sócrates Campus Lemus, Cabeza de Vaca y otros.

Yo veía como que había otro círculo arriba del Consejo Nacional de Huelga, suponía que del gobierno; e intuía que también estaba moviendo a los de abajo, a los que estábamos en las escuelas. Eso yo me imaginaba entonces.

Fue por eso que me metí más a fondo en la cuestión del CNH. Mi actividad principal era dar a conocer, informar a mi comunidad, a mi escuela, sobre los acuerdos tomados en el Consejo. Otras veces era elaborar propaganda, porque no nada más asumí mis tareas como dirigente, sino a repartir volantes, botear. En otras ocasiones, nos mandaban a otras juntas del Poli, porque además del Consejo, estaban los Comités de Lucha.

Ahí eran los enfrentamientos con los integrantes de la Federación de Estudiantes Técnicos (Fenet), porque mi ideología no comulgaba con la de los fenetos: la mía iba con la de la comunidad, con la del pueblo, con la de los estudiantes reales.

Yo boteaba en el Casco de Santo Tomás y en varias “vocas” del Instituto Politécnico Nacional. Salía también a la calle a brigadear por Avenida Jardín, donde está Ciencias Biológicas, recorría mercados de las colonias Prohogar, Metropolitana, Clavería, San Álvaro, todas alrededor del Casco, porque todos sus habitantes estaban con nosotros, con nuestra lucha.

A todas y todos los estudiantes nos apoyaron tanto el pueblo como familias que no estaban en el movimiento, pero estaban dispuestos a ayudar a cualquier activista que tuviera cualquier situación difícil.

MAESTRAS DE CEREMONIAS

Por ser maestra de ceremonias, el 2 de octubre me agarraron con orden judicial.

Estábamos muy reprimidos. Había muchas situaciones que, en ese entonces, no iban con la juventud. En nuestras familias era igual. ‘Ora sí que me puse rebelde y me metí al movimiento. Trabajé hasta que, antes del 2 de octubre, en el CNH se inició todo un proceso para que dos mujeres fueran las maestras de ceremonias. Salimos electas mi compañera Marcia Gutiérrez, de Odontología de la UNAM, y yo por el Politécnico, porque decían que la mujer estaba participando fuertemente.

No fue mucha lucha hacerles ver a los compañeros que las mujeres no sólo servíamos para hacer comida, sino hacerles ver que una también podía hacer otras cosas porque, la verdad, a mí nunca me gustó estar en la cocina, sino trabajar, luchar…

Desde ese entonces, yo era militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y me gustaba trabajar, precisamente, en la cuestión de propaganda y participar en cosas que estuvieran a mi alcance. Mis compañeros nunca me criticaron por ser de ese Partido. Aunque yo militaba en ese organismo político, éste nunca tuvo que ver con mi ideología de estudiante ni como profesora del Politécnico. Yo me metí como estudiante del Poli y hasta ahí.

Era una muchacha totalmente introvertida, pero la lucha estudiantil me sirvió de mucho. En el único mitin en que yo participé fue como maestra de ceremonias el 2 de octubre, aunque ya lo había hecho en mítines-relámpago. Mi actividad fue, más bien, de brigadeo.

EL 2 DE OCTUBRE

El hecho que más me impactó fue el del 2 de octubre. Fue el más duro. Diosito me iluminó para poder salir adelante ese día. También me tocó en la Manifestación del Silencio la corretiza del Zócalo a la Alameda Central. Me salvé. Logré salir de la matazón que hubo en la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, donde hubo muchos muertos la noche en que íbamos a instalar tiendas de campaña.

Casi a la medianoche, de la puerta principal de Palacio Nacional salieron los tanques. Todos gritaron “¡no corran!”, pero cuál no corran, nos estaban apachurrando, matando. Salimos por Avenida Juárez. Todos los estudiantes íbamos como liebres. Precisamente un compañero de la Fenet, que era supuestamente contrario a mi ideología, fue quien me sacó de ahí durante la corretiza luego de la Manifestación del Silencio.

CURAS Y HUÍDA

Cuando elementos del Ejército Mexicano, granaderos y policías vestidos de civil invadieron Ciudad Universitaria y gritaron que nadie saliera de ahí, yo corrí… No sé cómo me crucé al paso de los tanques. Logré subir al toldo de un carro que estaba ahí estacionado. Brinque la barda de piedra que está frente a la Facultad de Odontología y corrí hacia la iglesia y me recibieron los curas de ese lugar.

Seríamos como 30 estudiantes a quienes los sacerdotes nos abrieron las puertas de su templo. Y nos protegieron aún a costa de sus vidas.

Desde el mirador de la iglesia, vimos cómo todos los soldados y granaderos saqueaban los edificios de las escuelas de la Máxima Casa de Estudios. Pinturas, máquinas de escribir, equipo de laboratorio, libros, sillas, escritorios, eran sustraídos del campus universitario.

Ahí, en la madrugada –dos-tres de la mañana-- cuando vimos que se había tranquilizado la situación, los padres nos sacaron de la iglesia y nos trasladaron, de poquitos a poquitos, a nuestros domicilios.

Yo me acerqué a los compañeros universitarios a través del Consejo Nacional de Huelga, donde nos fuimos conociendo, tratando y así se entabló la comunicación.

Los de la Universidad se unieron a los del Poli porque el inicio del problema estudiantil fue la bronca entre alumnos de la Voca cinco, de la Ciudadela, contra los de la preparatoria particular, Isaac Ochotorena. Luego de ese enfrentamiento, los granaderos también arremetieron contra los manifestantes que iban al Monumento de la Revolución y la que se dirigía al Zócalo.

DISPUESTA A TODO

Siendo profesora de la escuela Juan de Dios Bátiz, del Instituto Politécnico Nacional, me corrieron por convertirme en activista y al no aceptar las órdenes del director de esa institución para que los alumnos entregaran la escuela.

Y no acepté, porque pensé que todo lo que había pasado, lo que había vivido, lo que había luchado, había que echarlo para abajo. Dije “no”. Es traicionar los ideales que dieron origen al Movimiento Estudiantil. Preferí que me corrieran porque recordé el 2 de octubre.

Esa tarde estaba ahí, bajo la terraza... En la noche, cuando paró la balacera, unos agentes ya nos habían detenido con órdenes de aprehensión. Nos bajaron y nos metieron a unos departamentos y nos separaron. A algunas y algunos nos robaron lo que traíamos y a otros los golpearon. Cuando dos agentes me iban a meter para patearme, empecé a gritar “¡no veo, no me dejen sola!”. ¿De dónde me salió? No sé.

Los dos tipos me jalaban y ya estaba con un pie adentro cuando un sujeto les gritó “¡esta es la muchachita que quieren, a esa la quieren viva!”. Entonces me apartaron. Como a tres o cuatro nos apartaron de toda la bola que habíamos estado en el balcón.

A varios nos metieron a un cuarto de uno de los edificios. Yo me hice la ciega y empecé a manotear hasta que unos policías me dieron una cachetada para calmarme. Luego de varias horas, llegó un agente y les dio órdenes de que me apartaran de los demás. No sé cuánto tiempo haya pasado. Me sacaron de ese departamento y como yo les decía que no veía, me cargaron hasta la orilla de una banqueta y me treparon a una camilla.

Ahí oía lo que decía el chofer de que nos iba a llevar junto con los heridos a la Cruz Verde, pero dos sujetos replicaban que traían una orden de aprehensión en contra mía. Grité “¡¿Por dónde quiere que me baje si no veo!?”. Me bajaron otra vez y me subieron a otra ambulancia en donde iban los heridos. Se subieron los agentes y ahí ya no me soltaron.

Me llevaron a la Cruz Roja de Polanco. Me revisaban los ojos con lamparitas y lamparotas y todo. Los doctores se dieron cuenta de mi mentira… Llegó un momento en que los médicos me dijeron: “en la madrugada la vamos a ayudar a que salga a los patios y usted corre pa´ donde pueda”. Los galenos también estaban de acuerdo en ayudar a los estudiantes. Pero a mí me tenían amarrada de piernas y brazos. Estaba bien fichadita y bien cuidadita.

De ahí me sacaron. No sé qué horas serían y ahí fue cuando me entregaron los sujetos vestidos de civil a los agentes que me llevaron a la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal. Ahí estuve hasta el amanecer. Me preguntaron qué hacía yo ahí. Les contesté “es lo que quisiera saber… ¿por qué estoy aquí?”.

Ahí me conocían como Mirta, la de la Wilfredo Massieu y no con mi nombre verdadero. Me preguntaron mucho por Sócrates, me sacaron muchas fotografías. Me preguntaron por varios compañeros.

De ahí me trasladaron a la Jefatura de Policía de Tlaxcoaque donde me hicieron declarar. Y lo hice con mi segundo nombre de Adela. Estuve aproximadamente ocho días en ese lugar. Como vi que nadie me sacaba, empecé a hacer teatro, a revolcarme, a gritar como si estuviera loca.

Yo no me puedo quejar de los agentes o de los militares. Nunca me trataron mal aunque me dieron mis cachetadas porque creían que tenía un shock o una cosa así, pero de ahí en fuera no me tocaron nada. No me insultaron más que cuando me trasladaron a la Cruz Verde, donde mis custodios expresaban que querían cosas buenas y “no lagartijas”.

No sé cómo se enteraron, pero varios compañeros del Consejo Nacional de Huelga y algunos del Instituto Politécnico Nacional estaban listos con mi familia “pa´ rescatarme de ese hospital”. Pero cuando se presentaron en el hospital de la Cruz Verde…no me encontraron.

Hubo problemas con la agente del Ministerio Público a quien le dijeron que la iban a detener si no me entregaba. Entonces, los agentes de la Judicial corretearon a mi mamá y a todos los compañeros que iban a rescatarme, nada más.

Desde que entré como activista, procuré no aprenderme nombres: estaba dispuesta a que me mataran a dar nombres…

MÉDICOS Y ENFERMERAS, DISPUESTOS A AYUDAR

La enfermera me ayudó porque todo mundo estaba dispuesto a ayudar. El doctor les decía a los agentes que yo tenía fractura en el cráneo con el fin de evitar que me regresaran a la Jefatura.

Todo mundo, toda la ciudadanía estaba con los estudiantes, estaban de acuerdo con el Movimiento del 68. Todos cooperaron igual que en los sismos de 1985. A mucha gente tengo que agradecerle que estoy viva, definitivamente. ¿Quiénes son…? No sé nombres, ni me los quise aprender.

A una de las enfermeras sí la recuerdo mucho y me gustaría volverla a ver, pero no sé por dónde empezar a buscarla. Gracias a los doctores y enfermeras de las Cruces Roja y Verde, muchas hijas e hijos volvimos a ver a nuestros padres, a abrazar a nuestras hermanas y hermanos, a nuestros novios…

Aunque a mis papás, ya desde el momento en que me llevaron con la primera familia, la enfermera les vino a informar dónde me encontraba, porque también aquí las casas de mi familia y de mis tías estaban vigiladas. La casa de mis tías, hermanas de mi mamá, fueron saqueadas, me quemaron fotografías, me quemaron ropa, que no quedara ningún vestigio de que viviera yo.

No sé qué hubiera pasado conmigo si no hubiera habido el Triángulo de la Solidaridad. De no ser por esa solidaridad, tal vez hubiera estado en el bote, allá en Santa Martha, en la Cárcel de Mujeres, porque la Penitenciaría del Palacio Negro de Lecumberri era para puros hombres.

FAMILIA Y ACTIVISMO

Toda una familia en el Movimiento Estudiantil de 1968. Éramos de diferentes ideologías, pero toda mi familia participó en el Movimiento Estudiantil de 1968: mi papá, el ingeniero Agustín González fue catedrático del IPN y el estaba en la Coalición de Maestros; mi hermano Mariano estaba en Voca cinco y fue uno de los que se enfrentó con los estudiantes de la Isaac Ochotorena, pero él era feneto, contrario a quienes pugnábamos por el cumplimiento del pliego petitorio aunque después dejó la Federación.

Mi mamá Adela repartía propaganda en las tiendas de por aquí, en la colonia, el mercado. Mi hermana Silvia era activista de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México; y otra de mis consanguíneas Khyseiah, también en la misma carrera pero en la Escuela de Ciencias del Instituto Politécnico Nacional, hacía lo mismo.

Mis hermanas participaron en mítines-relámpagos. Si las intentaban detener los agentes policíacos, mi papá tenía que ir por ellas a las tiendas donde se refugiaban, pues las amas de casa impedían que se las llevaran las fuerzas del, dizque, orden.

Las consecuencias del 2 de octubre originaron que mi papá se enfermara mucho: se puso medio sordo; y mi mamá se puso muy mala. Mis hermanos no me querían ni ver. Me echaron la culpa de lo que les pasaba a mis padres. Ni preguntaban cómo estaba yo.

Me siento triste porque no nos dejaron luchar más, porque nos dieron en toda la torre. Yo siempre he sido una mujer de lucha, de ayudar. Yo regresé –varios años dejé de militar en el PRI-- al Partido, porque ahí me dan la oportunidad de trabajar sin recibir sueldo. Aquí en mi colonia soy presidenta seccional de 11 manzanas. Ayudo a mis vecinos a resolver cualquier problema y sigo en el PRI. Mis razones tengo.

Si me dijeran que volviera a entrar a un Movimiento como el del 68, ya lo pensaría por mi familia, porque hace 40 años estuve dispuesta a todo y pensaba “si me llegan a agarrar o antes de que lo hagan yo pelo gallo a Cuba. Mi idea era ir a la Isla. Tenía mi pasaporte y todo se me quedó ahí, en Tlatelolco, mi cuenta de ahorros, todo, menos los recuerdos.

En los dos últimos semestres, antes de jubilarme, les pidieron mucho trabajo sobre el 68 a los alumnos. Y mis compañeras y compañeros maestros argumentan: “la maestra Mirto les puede hablar de eso”. Yo me llevaba mi televisor, mi video para enseñarles una fotografía del 68 y… pues sí me hacían llorar; ahora lloro poquito por fuera y mucho por dentro…”

* Este texto forma parte del aún inédito libro Activistas de 1968: carne, huesos y alma.

08/GGL/GG



Democracia, línea de fondo del Movimiento
El 68 cambió nuestra relación con el erotismo: Marcela Lagarde

De la redacción*

México DF, 2 octubre 08 (CIMAC).- A las mujeres del 68, las que lo vivieron de la casa a la calle, la generación de la píldora, la de las marchas y los Beatles les sucedió que ya nada podría regresarlas a las “camisas de fuerza”, rompieron con el autoritarismo familiar. Muchas se volvieron definitivamente feministas. El movimiento estudiantil abrió también otros cauces: al erotismo y las relaciones en la pareja, aún cuando no se modificaran de fondo.

Este es el recuento del movimiento del 68 y sus consecuencias en las mujeres de la feminista mexicana Marcela Lagarde, ex diputada federal en la LIX Legislatura. En entrevista habla de sus experiencias personales y de sus efectos, cuando “hace 40 años estudiaba antropología, era una feliz chilanga apenas salida de la adolescencia…”.

Con relación a la participación de las mujeres puntualiza: “No participamos como grupo, es decir con conciencia feminista o con demandas concretas de las mujeres, el nuevo feminismo no había nacido, no hablamos de eso, no teníamos palabras propias todavía”.

No obstante había un grupo que sí participó como grupo femenil: la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas.

“Un grupo de heroínas que siempre participaron en las movilizaciones por la defensa de la revolución Cubana, contra la intervención en Vietnam, por la liberación de Guatemala. Para las jóvenes este grupo era admirable. Nos encantaba ver sus mantas en las manifestaciones, pero en realidad estábamos ajenas, vivíamos con una especie de amnesia respecto de las luchas que debían ser nuestras, de las tradiciones de la lucha de las mujeres, de las abuelas”, señala.

En su opinión, las mujeres del 68, jóvenes y estudiantes, no tenían una militancia como la feminista. “En cambio hoy muchas de nosotras formamos parte de este movimiento, al igual que participamos en los partidos políticos de izquierda. Y lo hicimos inmediatamente después de la revuelta estudiantil”.

También cambió su estatus, dice.

“Pasamos de estudiantes a trabajadoras, a formar sindicatos, colegios de profesionistas. Nos introdujimos a todo tipo de organizaciones democráticas siempre buscando cauces a la lucha política y revolucionaria de la coyuntura. En términos generales, para muchas mujeres que vivimos el 68, la historia común fue una vía por la que pasamos del movimiento estudiantil al sindical, al partidario, y al feminista, muy pronto”.

HAZ EL AMOR Y NO LA GUERRA

Con relación a los efectos del movimiento en su vida personal, Marcela Lagarde, quien actualmente preside la Red Nacional de Investigadoras por la Vida de las Mujeres, de la que es fundadora, relata:

“Lo que nos pasó a las mujeres del 68 podría describirse así: se modificó la relación de las mujeres con el erotismo, con la autoridad familiar, con los hombres y esto, definitivamente, nos marcó la vida”.

Y apunta, “primero fue claro que encontramos una gran contradicción entre lo que vivíamos en el Movimiento y lo que vivíamos en nuestras casas, con nuestras familias, autoritarias y con muchas restricciones. Vivimos de manera muy clara la represión sexual, el veto a lo erótico. Y así, cuando llegábamos a casa, después de hacer la revolución, con frecuencia encontrábamos un regaño de papá”.

¡MARAVILLOSA PÍLDORA!

Fue también la generación de la píldora.

“¡Maravillosa píldora! La vivencia era sencilla: la píldora, las marchas, la política y los Beatles. Todo junto. Creo que se hizo una gran revolución dentro, en el inconsciente. Esa participación de la casa a la calle y de la calle a la casa fue lo más importante. Ahí encontramos la diferencia entre un gran espacio de libertad y lo de antes, de modo que después ya no quisimos perder lo que habíamos ganado, no había manera de regresar a las camisas de fuerza ni a los corsés que nos querían imponer”.

Recuerda cómo muchas mujeres abandonaron sus hogares paternos “porque vivir como antes ya era mal visto”, una conducta que era parte de lo que se consideraba la cultura sesentayochera.

Abunda acerca del erotismo que se vivía en aquellos años.

“Realmente pegaron en nuestra conciencia aquellas frases de: ‘Haz el amor y no la guerra’ y mientras más haga el amor más quiero hacer la revolución. Quiero decir que se estaba modificando nuestra mentalidad, se desmitificó aquello de la exclusividad del amor. Y eso fue para toda la vida. Nació un erotismo que arrasaba todo. Aprendimos a conocer el placer, por eso se modificaron, aunque sólo en parte, las relaciones con los compañeros, aunque no se modificó de fondo la relación de poder entre los sexos”.

Aún cuando la participación de las mujeres fue masiva, pocas llegaron a ocupar un liderazgo.

“En el Consejo Nacional de Huelga veías que casi era en su totalidad un consejo masculino. Sin embargo, sí se dio la irrupción masiva de las mujeres en la política estudiantil. Podría decir que el 68 fue el movimiento previo al feminismo que conocemos. Muchas de nosotras, las que vivimos el 68, encontramos el arraigo ahí, porque empezamos a vivir a la luz plena todo lo que encontramos, aprendimos a vivir las contradicciones entre lo que vivíamos en lo público y político y lo que vivíamos en lo privado. Esto nos llevó al feminismo”.

SU SIGNIFICADO, LUCHAR POR LA DEMOCRACIA

Al referirse al significado del Movimiento del 68 para el país y en su vivencia personal, Marcela Lagarde señala que a partir de él es que explica lo que se vivió en 1988 luego de las elecciones presidenciales de 1988: el movimiento neocardenista.

“Fue un periodo en el que siempre estuvo en primer lugar la actividad política. Todo tenía que ver con la política: estudiar, leer el periódico, subirte a los camiones que iban por toda la avenida Insurgentes para ver qué pasaba con las movilizaciones, hacer el amor. Salía uno de las asambleas a hacer el amor, a ir a una fiesta. En fin, se vivía, pero todo lo que uno hacía en aquellos días tenía que ver con la política”.

“Yo fui profundamente feliz durante el movimiento. Existía por primera vez la posibilidad de ser protagonista. Todos los estudiantes nos sentíamos protagonistas, dueños de esta ciudad, dueños de este país y… del mundo”.

PODER AUTORITARIO

También sintió miedo del poder autoritario.

“Aprendí lo que era triunfar, ampliar perspectivas de lucha y también tener derrotas; no tengo palabras para describir el dolor del final porque el movimiento fue derrotado con las armas. Sé, sin embargo, que no nos derrotaron en esencia porque todos los que participamos en aquella época, están hoy haciendo mil cosas en los espacios democráticos”.

LA VIDA FUERA

Para Lagarde el movimiento estudiantil fue la posibilidad de transformar la vida.

“No nada más hubo grandes manifestaciones, fue alterar la vida cotidiana, la de los círculos de estudio, de análisis, de reflexión. Más importante fue convivir con los obreros telefonistas, electricistas, textiles. Uno vivía más tiempo en las calles y en la escuela. En el 68 se da una ruptura política muy importante, es el inicio del atisbo de grupos de la sociedad que dicen: ¡basta! Suma de culturas, de sectores. Fue realmente un movimiento revolucionario que ha ido construyendo a México.

“También se caracterizó por la crítica a la sociedad y a la represión como mecanismo de contención. Nació la crítica a la academia y a la ciencia. Hubo reformas a las universidades. En suma, después de la derrota iniciamos una gran reflexión filosófica y, muchos, seguimos militando”.

Por esto expresa que no hubo finalmente una derrota. Afirma, por el contrario “hay que admitir que los movimientos actuales forman una secuencia con el 68, que a su vez fue consecuencia del movimiento de los ferrocarrileros y el magisterial”.

De este movimiento Marcela Lagarde, promotora de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia aprobada en 2007, retomaría su línea de fondo –la lucha por la democracia-- y formas de organización --práctica autogestionaria-- y desecharía la cultura política autoritaria.

Creo que nunca hay que pensar que los que están enquistados en el poder han cambiado, dice: “Vuelve la culpabilización, vuelve el lenguaje autoritario. El fondo político y jurídico de todo esto es ponernos en la ilegalidad. Ellos son los que definen la legalidad”.

Por tanto, propone, “requerimos de un movimiento civil y político más fuerte, evitar que ellos tengan oportunidad de acudir a la represión”.

* Con información de un artículo de Alicia Carballo publicado en el suplemento mensual Doble Jornada, del periódico La Jornada, el 7 de septiembre de 1988.

08/CV/VR/GG

Alcira, Amada, Úrsula, Lote, Elena, Gabriela, Virginia, Paz…
Ellas siempre estuvieron ahí, en medio de la revuelta


Por Guadalupe Gómez Q.

México DF, 2 oct 08 (CIMAC).- Maravillosa, hermosa, qué bella y pura, qué noble, terrenal, amada, entrañable. ¡Y te dejamos tan sola! ¡Qué bella, qué prodigiosa, qué nube, qué agua, qué aire, qué luz eres!

Así describió el escritor José Revueltas a Alcira Sanst Scaffo, activista en el movimiento estudiantil y social de 1968, quien fue hallada el lunes 30 de septiembre de ese año en los baños del octavo piso de Humanidades, en Ciudad Universitaria, donde permaneció 12 días escondida y a punto de morir de hambre.

Ella estaba el día 18 en ese edificio, cuando entró el Ejército a la Universidad, narra Revueltas en “México 68: Juventud y Revolución”. La tropa fue recibida por la voz del poeta español León Felipe que recitaba con toda la potencia de “Radio Humanidades”, como se bautizó al micrófono con el que se transmitía música sinfónica y mensajes revolucionarios, desde el octavo piso. Era Alcira que, de este modo, recibía a los invasores, dice Revueltas.

Al entrar el Ejército, cada quien se salvó como pudo y muchos más cayeron presos. “Todos pensábamos que Alcira habría sido presa y, ante el silencio de los periódicos, algunos supimos que estaría en libertad, pero perdido el contacto”.

Fue el poeta Rubén Bonifaz Nuño quien la descubrió en los baños y enseguida fue hospitalizada. Fue el mismo día en que las madres de las y los estudiantes presos hicieron una manifestación para exigir la liberación y acudieron hasta la Cámara de Diputados con esa demanda.

Revueltas conoció a Alcira meses atrás, en un café. Estaba en una mesa y, mientras escribía sobre una pequeña hoja de papel, recuerda Revueltas, lloraba en silencio. Terminó de escribir, fue a su mesa para entregárselo: era un poema. Y no cesaba de llorar.

“Todo se le había aglomerado en el alma: la guerra de Vietnam, la persecución de los negros, el vacío y el dolor de la vida”. El poeta la encontró después en la Facultad de Filosofía, desde el inicio del Movimiento. Era otra mujer, dice José, su espíritu se había hecho nuevo y combatiente. Imprimía sus poemas en el mimeógrafo del Comité, por las madrugadas.

EL CNH Y LAS COMPAÑERAS

En los días previos a la masacre de la Plaza de las Tres Culturas, las y los participantes del Movimiento estudiantil estaban “a salto de mata”, iban de casa en casa, de refugio en refugio para no sufrir la detención y el encarcelamiento. El 20 de septiembre, Revueltas escribió: “Se reestructura lo más que se puede el Consejo Nacional de Huelga (CNH). Se redacta desplegado, para que amanezca mañana en El Día”.

Al día siguiente, apareció el desplegado, como evidencia de que el CNH continuaba dirigiendo, a pesar de la represión, de la amenaza de encarcelamiento y tortura. Y el escritor deja testimonio de varias mujeres que estaban en ese proceso: “Úrsula, actriz; Lote; María Elena, la jovencita que tiene días de dormir vestida; Gabriela, actriz (a determinada hora ensayaba: Marat y otra obra), Virginia, otra joven actriz (atendía la cafetería Vallejo de la Facultad), Paz, Gabriela…”.

AMADA

El 22 de diciembre de 1969, preso en la Cárcel de Lecumberri, José Revueltas escribió al escritor Arthur Miller, presidente del Pen Club Internacional, sobre la huelga de hambre que iniciaron ese día 86 presos políticos para obtener su libertad.

Revueltas habla de los presos que dejaron de comer en Lecumberri como medida de presión, pero menciona también a Amada Velasco, una de las seis activistas presas, la mayoría muy jóvenes, en la Cárcel de Mujeres. Amada fue la única que participó en esa prisión en la huelga de hambre. Era abogada y maestra universitaria.

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UN TEMA PARA MEDITAR .COMANDANTE FIDEL CASTRO.



Reflexiones del compañero Fidel

Cuba es un país donde la electricidad, en circunstancias normales, llega directamente al 98 por ciento de la población, existe un sistema único de producción y suministro de la misma, y se garantiza a los centros vitales en cualquier circunstancia a través de equipos electrógenos. Tan pronto se restablezcan las líneas de transmisión será de nuevo así.

Vale la pena meditar un minuto cada día sobre el costo de la energía eléctrica, sin la cual en el mundo de hoy la vida civilizada se vuelve imposible. Esto es válido aún más si se acerca la época del año en que las noches son más largas y todas las luces y equipos se encienden a la vez, y son pocos los hogares que no disponen de varios objetos electrodomésticos.

Reflexionar sobre el tema nos permite comprender el desafío de gran número de países en el mundo que deben importar el combustible. No abundó nunca ni pudo abundar en Cuba, sin caudalosos ríos, la energía hidráulica; la solar, una forma renovable y no contaminante de energía, aunque costosa, se emplea en varios miles de puntos que satisfacen necesidades sociales; y por último, la eólica, cuyas pruebas se iniciaron bajo el peligro destructor de los huracanes. No cesará, por ello, el esfuerzo de buscar respuesta a las necesidades crecientes de energía.

Nuestra producción de electricidad depende fundamentalmente de las termoeléctricas, construidas a lo largo del país en los años de Revolución pues antes apenas existían, acompañadas de la extensa red que requiere una isla larga y estrecha para compensar déficit regionales y los tiempos de imprescindibles reparaciones.

En nuestras manos, sin embargo, está el ahorro del combustible que se consume cada día no solo en producir electricidad, sino en las actividades de la nación: industria, transporte, construcción, preparación de tierras, etcétera, etcétera. No las enumero todas porque son decenas las circunstancias en que aquel se consume no pocas veces más allá de lo necesario, tanto en Cuba como en cualquier parte del mundo; pero, en nuestro caso, con el agravante de habernos acostumbrado a recibir de la Revolución muchas cosas por las cuales no hemos luchado. Nos olvidamos incluso no pocas veces de que los huracanes existen, a lo que se unen cambios de clima y otros fenómenos creados por la llamada civilización.

Un dato nos ayudaría a ilustrar tal situación: el valor de la energía que Cuba consume anualmente, a los precios vigentes del presente año, supera los 8 mil millones de dólares.

Si, por otro lado, se suman el valor del níquel, el azúcar y los productos del Polo Científico, que constituyen los tres principales renglones de exportación, estos a duras penas alcanzan, en sus actuales precios, los dos mil millones de dólares, de los que habría que descontar los gastos e insumos necesarios para producirlos.

Desde luego que no son estos nuestros únicos ingresos en divisas convertibles. Por exportación de servicios nuestra Patria obtiene hoy más ingresos que por toda la exportación material que realiza. Tal vez lleguemos, en un período relativamente breve de tiempo, a ser exportadores de petróleo. Ya en parte lo somos de crudo pesado, que no puede refinarse en Cuba por nuestras limitadas capacidades actuales.

Una conclusión que se deduce de lo dicho es que, frente a la demanda desmedida de combustible por parte de los organismos del Estado, la respuesta ha sido categórica: reduzca las actividades que ha pensado o soñado.

Algunos de los nuestros sueñan realmente con satisfacer todas las solicitudes de “pajaritos volando” que la gente desea. Dentro del Estado, se necesita rigurosa disciplina y un orden absolutamente racional de prioridades, sin temor alguno a establecer lo que debe o no hacerse, y partiendo siempre del principio de que nada es fácil y que solo del trabajo con calidad e intensidad deben proceder honradamente los bienes materiales.

Los que no deben faltar en ninguna circunstancia son los medios disponibles que transportan materiales, alimentos, y los recursos para la producción y los servicios más vitales.

Vuelvo a insistir en la necesidad no de trabajo burocrático para las telarañas de las musarañas, sino de trabajo físico imprescindible e irrenunciable. No ser solo intelectual, sino también ser obrero, trabajar con las manos.

Fidel Castro Ruz
Octubre 2 de 2008
5 y 18 p.m.

TRES MUJERES HABLAN DEL 68, DRESSER, LOVERA Y TREJO.

EL PASADO PRESENTE.

DENISSE DRESSER
PROCESO

¿Qué pasaría si hoy se repitieran los eventos del 2 de octubre de 1968? ¿Qué ocurriría si al hijo de cualquier lector lo acribillaran mañana en la calle? ¿Cómo respondería el sistema jurídico en estos tiempos? ¿Qué tipo de investigación emprendería el Ministerio Público? ¿Cuál sería el comportamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o de la PGR?
¿Qué posición asumirían la Comisión Nacional de Derechos Humanos y su titular, José Luis Soberanes? ¿Qué tipo de cobertura le darían las televisoras al caso? ¿Acaso el andamiaje institucional actual reaccionaría ante la impunidad de manera distinta a como lo hizo entonces?

Probablemente no, y ese es el problema que aqueja a México 40 años después de un episodio que muchos han querido enterrar. Pero al hacerlo contribuyen a que el pasado sea presente. A que la impunidad de antes se repita ahora.

Alguna vez Vaclav Havel escribió que para poder ver las estrellas había que descender hasta el fondo del pozo. Para cambiar la realidad es necesario conocer la verdad sobre ella y eso implica saber de dónde venimos y cómo llegamos hasta aquí. Pero en México el escrutinio del hoyo negro en el cual se ha convertido nuestro pasado es aún una tarea pendiente.

Ante la guerra sucia del pasado prevalecen las incógnitas del presente. Ante los abusos de ayer persisten los abusos de hoy. Al lado de las familias deshechas de 1968 está parada de la familia de Fernando Martí, entre tantas más. Pasa el tiempo y el esclarecimiento se convierte en una demanda de ciudadanos ignorados, en una colección de hojas marchitas, en una amnesia obligada.

Una amnesia peligrosa, porque como dice la frase célebre de George Santayana, "aquellos que se olvidan del pasado están condenados a repetirlo". En México hubo y hay muertos y heridos producto de la violencia desde el Estado. En México hubo y hay perseguidos y desaparecidos.

Allí están sus rostros desfigurados, sus narices rotas, sus ojos amoratados, sus familiares desesperados. Aunque Miguel Nazar Haro lo niegue, aunque Luis de la Barreda lo haya logrado eludir, aunque Luis Echeverría no quiera reconocerlo, aunque Ulises Ruiz haya logrado escabullirse, aunque la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado haya fracasado, aunque los responsables de Atenco no hayan pagado un precio por lo que provocaron.

La impunidad persiste a 40 años del 68 porque nunca ha sido verdaderamente combatida. Porque nunca se dieron las consignaciones a los responsables de la matanza del 10 de junio de 1971. Porque nunca hubo asignación de responsabilidades a Luis Echeverría y a Mario Moya Palencia y a Pedro Ojeda Paullada y al Ejército Mexicano.

Porque Fiscalía Especial nunca obtuvo los recursos humanos y materiales que necesitaba; nunca obtuvo el acceso a los documentos desclasificados que requería; nunca obtuvo la cooperación prometida por parte del Ejército; nunca obtuvo la actuación eficaz de la Agencia Federal de Investigación, encargada de encontrar a aquellos contra quienes se habían girado órdenes de aprehensión. Porque nunca hubo un rompimiento claro con el pasado.

Cuando el fiscal Ignacio Carrillo Prieto aceptó el puesto, preguntó si iba a ser posible encarar a todos los responsables de la guerra sucia, aunque hubieran estado en la punta del poder. Y se le dijo: "todos son todos". Pero al final del día todos fueron sólo uno: Miguel Nazar Haro y nadie más. Otros están prófugos, otros tienen protección política. Y entonces -como se preguntó Human Rights Watch- ¿para qué se creó la fiscalía especial si estaba condenada al fracaso?

Más allá de lo que hizo o no hizo, Carrillo Prieto se enfrentó a un pecado original, a un problema de origen. La fiscalía dependía de las instancias a las que investigaba: dependía de la buena voluntad del Ejército para obtener información sobre su comportamiento, dependía de la colaboración de las corporaciones policiacas para denunciar a quienes antes operaban dentro de ellas, dependía del apoyo del Estado mexicano para averiguar qué hizo mal en el pasado.

Y de allí su parálisis. De allí su falta de resultados. La opción mexicana para lidiar con el pasado sugiere que nunca hubo una voluntad real de hacerlo. A la fiscalía no se le dio la autonomía que necesitaba, el poder que requería, los recursos que hubieran hecho viable su gestión.

Por ello, su desempeño constata que fue creada para fracasar. Que fue creada para prevenir la confrontación. Que fue creada sólo para permitirle a Vicente Fox decir que existía. Que fue una opción suave para evadir una opción dura. Como argumenta Sergio Aguayo, la Fiscalía Especial contribuyó a que el gobierno de Vicente Fox le otorgara una amnistía de facto a los perpetradores del viejo régimen.

Porque el escrutinio del pasado a muchos incomoda. A muchos asusta. A la élite empresarial y a los políticos que promueve. Al Ejército y a los culpables que protege. A los priistas con la conciencia intranquila y las manos sucias. A los cómplices, a los callados, a los represores, a los culpables, a los que actuaron sin límites en el pasado y no quisieran revivirlo. A los que no quieren responder a la pregunta persistente: "¿Y mi hijo? ¿Sabe algo?".

Todos los defensores del statu quo argumentan que perseguir el pasado colocaría a México al borde del abismo, polarizaría al país, generaría un alto grado de incertidumbre, impediría las reformas estructurales, debilitaría al Estado, acorralaría a la Presidencia.

Pero paradójicamente todos esos escenarios ya están ocurriendo. Se están dando. México ya está parado en un lugar precario, ya enfrenta la polarización, ya vive la incertidumbre, ya padece un Estado débil, ya presencia las reformas postergadas, ya sufre una Presidencia acorralada. Lo único que ha producido el esfuerzo por enterrar al pasado es la perpetuación de sus peores prácticas en el presente.

Basta con pensar en Vicente Fox y Marta Sahagún abrazados bajo un árbol, presumiendo su rancho. Roberto Madrazo con los brazos en alto, celebrando su triunfo en el maratón de Berlín. Mario Marín en una reunión reciente de la Conago, sonriendo mientras platica con sus contrapartes. Ulises Ruiz de la mano de su esposa, paseando por un hotel de lujo en la playa. Arturo Montiel, en un resort invernal, esquiando de cuesta en cuesta. Emilio Gamboa sentado en la Cámara de Diputados, negociando las reformas a la medida del priismo desde allí.
Personajes impunes, progenitores de la desconfianza, patrones de la trampa, emblemas de la nación, faros de la mentira e iconos de la República. Protagonistas del país que reproduce lo más criticable del pasado, una y otra vez.

El país donde siempre hay corruptos señalados pero nunca corruptos encarcelados. Y donde todo esto es normal. Los errores, los escándalos y las fallas no son indicio de catástrofe sino de continuidad.

El coyotaje practicado por la primera dama o la pederastia protegida por un gobernador o la fortuna ilícita acumulada por un candidato presidencial o las negociaciones turbias entre un senador y un empresario no son motivo de alarma sino de chisme. No son síntoma de un cáncer a punto de metástasis, sino de una urticaria con la cual el país se ha acostumbrado a convivir.

La permanencia en el poder público de quienes violan sus reglas más elementales desde 1968 es lo acostumbrado, tolerado, aceptado.

Porque en todos los casos de impunidad, no importa la evidencia sino la coyuntura política. La correlación de fuerzas en el Congreso. El calendario electoral. Las negociaciones entre los partidos y sus objetivos de corto plazo. La relación entre el presidente y la oposición que busca acorralarlo. Las conveniencias coyunturales de los actores involucrados. Los intereses de los medios con agenda propia y preferencias políticas particulares.

En un contexto así, el combate a la impunidad con la cual cargamos desde 1968 se vuelve una variable dependiente, residual. No es un fin en sí mismo que se persigue en aras de fortalecer la democracia, sino una moneda de cambio usada por quienes no tienen empacho en corroerla. Hay demasiados intereses en juego, demasiados negocios que cuidar, demasiados personajes que proteger.

Desde la elección de 2000 se nos dice que ahora sí, la impunidad terminará. Ahora sí, la Secretaría de la Función Pública -de verdad- actuará. En el gobierno del "México ganador" -de verdad- los juicios políticos ocurrirán. Todos los esfuerzos se encaminan en esa dirección, afirman los vendedores de la inmunidad gubernamental.

El gobierno de la República trabaja para ti -anuncian- mientras parece hacerlo siempre para ellos, los mismos de siempre. Los Echeverría o los Salinas o los Cabal Peniche o los Madrazo o los Montiel o los Marín o los Ruiz o los Gamboa o los Bribiesca Sahagún.

Desde hace décadas, el gobierno como la explotación organizada, como la depredación institucionalizada. Así se vive la política en México. Así la padecen sus habitantes, víctimas involuntarias de una clase política que como sentencia el Financial Times, "sigue sirviéndose a sí misma".

Y precisamente por ello, a 40 años del 68 no son tiempos de olvidar y archivar. Siguen siendo tiempos de esclarecer y sancionar. No son tiempos de perdón y olvido. Siguen siendo tiempos de justicia y memoria. No son tiempos de celebrar lo mucho que México ha cambiado. Siguen siendo tiempos de reconocer cuánto le falta por hacerlo. No son tiempos de celebrar la transición electoral como un avance. Siguen siendo tiempos de exigir que quienes gobiernan tengan un mínimo de decencia.

No son tiempos de aplaudir que por los menos hay "paz social". Son tiempos de gritar que los mexicanos se merecen más que Luis Echeverría y Miguel Nazar Haro y Arturo Montiel y Roberto Madrazo y Mario Marín y sus facsimilares a lo largo del país. No son tiempos de punto final. Son tiempos de renglón seguido.

Porque como ha escrito Gilberto Rincón Gallardo sobre quienes murieron aquella tarde del 2 de octubre de 1968: "Podían haberlos detenido. Podían haberlos consignado. Podían haberlos juzgado". Y ese sigue siendo el reto ante quienes participaron y siguen participando en actos de violencia y corrupción y encubrimiento estatal. Denunciarlos, detenerlos, juzgarlos, castigarlos. Hoy y siempre, para que el pasado no empañe al presente.


LA NACHA RODRIGUEZ UN PRIVILEGIO SEGUIR VIVA

OCTUBRE 68
S.TREJO
PROCESO

MÉXICO, DF, 2 octubre (apro-cimac).-Detenida tres veces por participar en el movimiento estudiantil de 1968 y encarcelada durante dos años en Santa Martha Acatitla, Ignacia La Nacha Rodríguez es un referente en la movilización que emprendieron las mujeres hace cuatro décadas.

En entrevista, la exbrigadista afirma que las mujeres que participaron en las movilizaciones y tenían como consignas la libertad y el cese a la represión, no han sido reconocidas debidamente.

En 1968, Ignacia Rodríguez tenía 24 años, recién había concluido la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se aprestaba a iniciar su tesis.

-- ¿Cómo se da tu participación en el Comité de Lucha de la Facultad de Derecho?

--Participé en la sección de finanzas. Me encargaba de conseguir los materiales para las actividades que hacían las brigadas, pero decidí unirme formalmente al movimiento cuando el Ejército entró a Ciudad Universitaria, el 18 de septiembre, y fui detenida junto con otras 41 mujeres durante 72 horas en Lecumberri. Fue por la violación a la autonomía universitaria y por todo lo que hicieron que decidí unirme formalmente.

-- ¿Qué pasó durante esa primera detención?

-- El Ministerio Público me interrogó. Los agentes me hicieron preguntas alrededor de lo que fue un mito: se hablaba de un complot comunista por parte de los estudiantes, quienes, según los agentes, queríamos derrocar al gobierno e impedir la celebración de las Olimpiadas. Me preguntaron cuántas veces había ido a Cuba o a la Unión Soviética. Yo les dije que sí había ido a Cuba y también a Estados Unidos, pero únicamente les importaba si había ido a países comunistas. También preguntaron que si leía a Marx o a Lenin. Yo no estudiaba nada de eso.

"Como había mucha presión por parte de compañeras, compañeros, maestras y maestros, nos liberaron. Fue una de las más grandes emociones que he tenido en mi vida. Al verlos afuera de Lecumberri, al observar esas puertas tan grandes abiertas, nos vitorearon y nos cargaron."

-- Pero este no fue un movimiento únicamente estudiantil; en general había un descontento social ¿no es así?

-- El movimiento de 1968 se dio en varias partes del mundo y creo que cada país demostraba su necesidad de libertades democráticas. Los seis puntos del pliego petitorio tienen un marco social y entre ellos estaba la derogación del Artículo 145 y 145 bis, porque consideraban un delito el que incluso cinco personas se reunieran y te podían detener. Además, se pedía la desaparición de los cuerpos de granaderos; básicamente queríamos vivir en un clima de libertad, nos hacía falta.

"Era la época en la que acababa de darse la píldora anticonceptiva, estaba la revolución cubana, la guerra de Vietnam, el movimiento hippie, había una efervescencia libertaria. A los hombres de pelo largo y a las mujeres de minifalda se nos veía mal.

"Además, hay que destacar que no fue únicamente el 2 de octubre, sino que esto inició desde el 22 de julio y termina hasta 1969, cuando compañeras y compañeros somos secuestrados".
-- ¿Cómo fue la liberación sexual para ti?

-- La liberación sexual formó parte de este contexto. Había una frase que se volvió popular entre nosotros: "la virginidad provoca cáncer". Y esto viene a colación porque era una posición contra la forma en que se daba la crianza. En mi familia me inculcaron que tenía que ser virgen para casarme de blanco y ser una muchacha decente, cuando nada tenía que ver la vagina para ser una mujer digna o decente.

-- ¿Cómo recuerdas el 2 de octubre?

-- Después de la primera detención trabajé con las brigadas, hacía pintas, informábamos a la gente qué era lo que pasaba. Ese día, 2 de octubre, asistí con el colectivo de la Facultad de Derecho, incluso salimos en uno de los videos que fue difundido posteriormente. Traíamos una manta con la palabra libertad y el nombre de la institución de donde veníamos.

"Me acuerdo que había un helicóptero y de él cayeron tres luces. David Vega fue el último orador. Estábamos en frente del edificio Chihuahua y de repente vi un brazo con un guante blanco que le tapó la boca a Vega y lo echó para atrás. Ahí empezó la ráfaga de balas.

"No podía creer lo que estaba viendo, oía balas por todas partes. Una amiga me dijo: '¡vente, porque nos van a matar!'. Todavía tenía la manta en mis manos. '¡Déjala, no seas tonta, nos van a alcanzar!'. En ese tiempo las ruinas no estaban enrejadas y salimos por ahí, corrimos agazapadas, nos caímos, llevábamos las rodillas lastimadas. Logramos salir porque en este momento el Ejército estaba haciendo lo que se llama una operación peine, donde apenas iban a cerrar los accesos, por eso pudimos salir".

-- ¿Qué paso después? ¿Qué pasaba por la mente de alguien que sobrevivió a estos hechos?

-- Esa noche me quedé en el departamento de un amigo que era doctor, me dijo que no saliera porque había órdenes de aprehensión en contra de Tita (Avendaño) y contra mí. Me tuvo que sedar por que estaba muy inquieta.

"Al día siguiente pensé que por algo continué viva, para contar y denunciar todo lo que había pasado. Fui a la universidad a buscar a mis amigos y no había nadie, los teléfonos estaban intervenidos y las autoridades supieron dónde me refugié. Detuvieron a la esposa de mi amigo porque no me conocían, luego les dijeron que hasta que no me entregara no la iban a liberar. Regresé al departamento y ya estaban los agentes esperándome.

"Me llevaron a los separos de Tlaxcoaque, que ahora ya no existen, pero fue muy duro y triste, porque me tocó ver las torturas en contra de los preparatorianos ahí detenidos. Pasaron alrededor de dos semanas. Mientras, me mantuvieron en aislamiento, me liberaron y me dijeron que fuera a mi casa porque si no me iban a matar.

"Yo soy de Guerrero y me fui con mi familia allá. Era triste ver cómo los medios de comunicación celebraban la medalla de oro del 'Tibio' Muñoz, mientras nadie se acordaba de tantos muertos. Mi familia nunca supo entonces que pertenecí al movimiento, de otra forma nunca me hubieran dejado regresar.

"Para el 2 de enero ya estaba de regreso en la ciudad. Fui a mi departamento en Avenida Coyoacán 1625, que todavía existe, y estaba con otro compañero que se llamaba Antonio Pérez Sánchez, que por tener el cabello largo y ser apodado 'El Che' pasó dos años en la cárcel. Para ese momento también estaban secuestrando a Tita, que era dirigente del Consejo Nacional de Huelga, afuera de la escuela donde daba clases.

"Nos tuvieron vendadas de los ojos y maniatadas por aproximadamente dos semanas. Nos decían que nos iban a liberar, a dejar en un 'parquecito', y cuando nos dimos cuenta estábamos en Lecumberri, ahí pasamos más de 72 horas. Las celadoras nos torturaron psicológicamente, nos decían qué nos iban a hacer cuando nos trasladaran a Cárcel de Mujeres, en Santa Marta Acatitla. Nos enviaron para allá el 13 de enero de 1969 y salimos hasta el 24 de diciembre de 1970".

-- ¿De qué las acusaron?

-- Se nos acusó de 10 delitos, ocho comunes y dos políticos. Entre los comunes, por robo y homicidio. Y los otros eran por sedición e incitación a la rebelión.

"Tuvieron que violar la Constitución para meternos a la cárcel, nos condenaron a 16 años, y tuvieron que violarla otra vez para liberarnos. Únicamente se nos dejaron los delitos políticos, nos dieron libertad bajo protesta. ¿De qué? ¿De ya no hacer nada?".

Las mujeres alzan la voz

Ignacia Rodríguez, brigadista del movimiento estudiantil de 1968, integrante del Comité Nacional de Huelga (CNH), testigo de la masacre de Tlatelolco y presa política, afirma que partir de ese desenlace fatal del movimiento estudiantil, las mujeres tomaron un papel importante en la lucha por sus derechos y por su libertad, sobre todo con su cuerpo. Entonces comenzaron a organizarse.

Después del 68 -explica- surgieron varios movimientos y organizaciones no gubernamentales, que no había.

Abona:

"Para mí es muy importante la lucha que dieron, porque si bien antes participaron en movimientos como el ferrocarrilero y el de maestros, esa intervención era más bien centrada en el aprovisionamiento de víveres y comida o en la elaboración de material.

"Pero en 1968 las mujeres adquieren el carácter de participación política al igual que los hombres. Ellas también fueron a plazas, mercados, fábricas, autobuses y camiones, informando, porque la prensa estaba vendida. Nos tocaron golpes, corretizas y sustos, lo mismo que a ellos.

"La labor de las brigadas también fue muy importante. Sin éstas, el movimiento no hubiera tenido la resonancia que tuvo. Sin embargo, tanto algunas mujeres como las brigadas han quedado en el anonimato y, por lo tanto, no han sido resaltadas en la magnitud que merecieran tener".

-- ¿Por qué crees que sucede esto?

-- De 10 años para acá, algunas compañeras hemos tomado la voz para hablar de nuestra participación, pero muchas mujeres no se han animado a decir todo. Yo no lo hice antes porque me dediqué a cuidar a mis hijas. Hasta que ellas estuvieron seguras económicamente ingresé al Comité 68.

"Hay voces que permanecieron calladas porque les mataron a sus hijos, hermanos, padres, la represión fue brutal. Se sabe que a algunas de ellas les dijeron: 'te quedas callada, ya matamos a uno de tus hijos y podemos matar a los demás que te quedan'".

-- ¿Cómo fue la prisión?

-- Nuestro encierro fue difícil. Como eran más los hombres, estaban juntos en las crujías, todos eran presos de conciencia, por sus ideas. Nosotras éramos unas cuantas y por eso nos metieron con las comunes, ahí convivimos con La viuda negra o con La tamalera, casos muy tremendos.

"Cuando nosotras llegamos a la cárcel, el peor delito en ese momento era ser estudiante. Cuando preguntaban por qué estaba ahí, les decía: 'soy estudiante', y ellas contestaban: '¡uy! vas a tardar mucho tiempo en salir, y yo que maté, en un año ya estoy fuera'. Y así fue".
-- ¿Cuántas eran?

-- Éramos Tita, Nacha y Adela Salazar de Castillejos, madre de dos estudiantes. Ella fue detenida cuando fue a buscarlas en Ciudad Universitaria, no participaba en el movimiento, pero era activista obrera junto con su marido. Cuando Fidel Velásquez, líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), se entera que están ahí, los señala y por eso los encarcelan. También estaba Amada Velasco, esposa de un dirigente político, nada más. Y ahí conocimos a presas políticas de otros movimientos armados. Había varias por guerrilla, de las que nadie se había enterado, ni nosotras que participamos en el movimiento sabíamos de su existencia. O sea, las mujeres siempre están relegadas".
Perder ganando

-- Al revisar las entrevistas, a 40 años de estos hechos, unos dicen que se ganó mucho, otros que se perdió, ¿qué?

-- Personalmente, a nivel material perdí el departamento que tenía en Coyoacán. Al detenerme lo clausuraron y mi familia no hizo nada por recuperarlo, tenían miedo.
"A nivel físico, Tita (Avendaño), también del CNH, perdió a su madre cuando estaba dentro de la prisión, eso es un dolor muy grande. Y, pues, también nos enfermamos porque no puedes vivir ya de una forma normal ante un constante sobresalto en la prisión. Yo tengo dos enfermedades crónicas: diabetes e hipertensión.

"Están las pérdidas de vida, desaparecidos, sangre derramada, hubo bastantes pérdidas que lamentar y, después de salir, a nivel laboral también hubo represión porque no nos querían contratar.

"¿Ganancias? Muchas, porque al 68 se le debe que hoy en día, bien o mal, se tenga un gobierno de "izquierda" en el Distrito Federal y en otros estados. No ha sido gratuito. Se crearon diversas instituciones democráticas al interior de la Universidad Nacional Autónoma de México: los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH).

Efeméride sin mujeres
-- Como participante del movimiento, ¿qué opinas de los actos conmemorativos?

-- Estamos aquí como iconos, a mí no me interesa, no estoy muy de acuerdo porque hay personajes que no deben estar, y no están personas que deberían. Por ejemplo, yo propuse para el Memorial de 1968 (en el centro cultural de Tlatelolco) que la participación de la mujer fuera debidamente acreditada. Tita aparece en unas fotos, quien la conoce la ubica, pero no hay un pie de foto con su nombre y no aparecen las lideresas políticas.

"No me siento satisfecha de salir en una pantalla, tampoco se trata de quedarse como piedras de museo, sino que se necesita un memorial activo. Estoy sorprendida porque hoy todo mundo quiere participar con documentales y entrevistas, quieren enterarse de qué pasó y lo que hay es bueno para que las personas tengan un acercamiento general".

¿Vuelve el 68?

-- Este movimiento no fue sólo de estudiantes, había un descontento social. ¿Habría alguna comparación con lo que se vive actualmente, derivado de la inseguridad?

-- La represión continúa, sigue siendo sistemática, sobre todo hay un abuso marcado hacia las mujeres para amedrentar. "Tú te metes y te vamos a violar, a matar".

-- Hoy, el Comité de 1968 sigue luchando para que se castigue a los culpables ¿Cómo se ha desarrollado este proceso?

-- Cuando se cumplieron 30 años de la matanza, las autoridades quisieron cerrar el caso, decían que el delito ya había preescrito, por eso interpusimos la demanda legal en contra de los responsables. El genocidio es un delito de lesa humanidad y nunca prescribe.
"Echeverría está arraigado en su casa, pero el pueblo continúa pagando su nómina, tiene guardaespaldas, ese dinero se podría canalizar a gente que lo necesita. No lo metimos a prisión porque hay una ley en México que estipula que no se encarcelará a los mayores de 70 años, pero esto desde el punto de vista del poder, porque si yo tuviera 70 y cometiera un crimen, me meterían a la cárcel como lo hicieron con Ignacio del Valle, preso político de Atenco y condenado a más de 100 años de cárcel.

"A 40 años todo mundo sabe que nosotros no fuimos culpables, que fuimos víctimas. A 40 años, la impunidad continúa. Hay que seguir luchando para que se castigue a los culpables. A mí no me interesa una comisión de la verdad, lo que queremos es un castigo a los militares aún libres".

A sus 64 años y a ocho de la ausencia de su amiga Tita, Nacha habla de lo que le ha tocado vivir después de 1968:

"Yo no sé si para el 50 aniversario esté aquí, me da pena que la Tita se nos hubiera ido, sería bueno que viviera lo que yo estoy viviendo. Los últimos años de su vida fueron difíciles, se tuvo que ir a Colima, el clima ya no le favorecía. Vino a las últimas manifestaciones en silla de ruedas.

"Es una gran satisfacción ver que la Cárcel de Mujeres, donde estuvimos, se convirtió en una preparatoria. Fue muy emotivo ver que donde yo estuve presa hay un cubículo de un profesor. La comunidad de Iztapalapa se encargó de exigir una preparatoria y rechazar una cárcel. Es grato ver que donde padecieron tantas mujeres, ahora haya gentes jóvenes y se preparen profesionistas.

"Con mi estancia ahí supe que las cárceles del país son un submundo, todo se compra y se vende, hay una corrupción tremenda. En esos lugares no se rehabilita nadie, es una escuela de la delincuencia".

-- Al ver hacia atrás, ¿qué piensas del 2 de octubre?

-- Si realmente querían acabar con el movimiento, porque pensaban que el gobierno de Díaz Ordaz iba a caer, hubieran ordenado la detención de los líderes, llevarlos a prisión y hacerles un juicio. ¿Por qué dar la orden de tirar a matar? No tuvieron consideración de niñas y niños, mujeres, de personas de la tercera edad. Somos seres privilegiados de estar vivos a 40 años de esto...


LAS MUJERES DE AQUEL 68

SARA LOVERA
PROCESO

MÉXICO, D.F., 2 de octubre (apro).- Una violación o su simulacro une la esfera política con los miedos que existen en la vida cotidiana.

Ximena, Marina y Lulú rememoran su experiencia en el 68. Lo hacen en una reunión de un pequeño grupo y con las mujeres de Atenco, que estuvieron presas.

Forman parte del Colectivo el Legado de las Mariposas (2006 La Jornada), donde también participan las presas y perseguidas durante la guerra sucia.

Mariana reconoció que es precisamente la ambigüedad entre ambos aspectos: la política, su represión, y la condición de las mujeres en la vida cotidiana lo que dificulta la comprensión de lo que hoy se conoce como violencia de género, sobre todo la de muchos integrantes de los movimiento sociales que no lo pueden entender. Que lo banalizan.

Cuarenta años después de la brutal represión de un segmento de mi generación, de las y los estudiantes, de esa terrible experiencia de Tlatelolco, se me llena de hiel el alma, al ratificar la sospecha.

Me pasa todavía. A veces, sin proponérmelo, retumba en mi memoria el silbido de las balas. Oigo como un eco la caída sistemática de las gotas que resbalan de un tinaco de agua horadado por las balas o el rumor nocturno de las carreras de mis camaradas, y veo en mi recuerdo todos los zapatos que quedaron regados en la plaza.

Lo peor es la imagen fugaz y profunda: la cara sudada y feroz de un hombre vestido de militar. Y el miedo. Ahí estaba tirada boca abajo entre periodistas en el edificio Chihuahua. Y vi un par de heridos. Y sólo tenía miedo de perder la vida.

Y, entonces, regresa a la memoria, el militar, el detalle del guante blanco, las carreras y el sonido del ulular de las ambulancias, un silencio en eco se difumina en la mente.

Pero ese dolor es social, colectivo, es saber que nunca se supo cuántos y cuántas cayeron, cuántas y cuantos se fueron a la guerrilla, a las islas del campus de la UNAM a fumar mariguana; cuántas y cuántos se fueron a hacer el amor y no la guerra y crearon sus colectivos.

Pero no ¡saber hoy! de Ximena, Mariana y Lulú duele e indigna.

"Lulú estaba sentada frente a la ventana mientras compartía sus memorias sobre su encarcelamiento, relacionando su experiencia cuatro décadas atrás con las de las presas políticas de San Salvador Atenco, Estado de México".

Otras mujeres de la generación posterior a la de Lulú, habían invitado a exguerrilleras a hablar de la época de la llamada \"guerra sucia\", a la que ellas se referían como el terrorismo de Estado.

Ahora se sabe bien a bien que usar el cuerpo de las mujeres es tortura venga o no del Estado, como lo hicieron los policías federales en Atenco (mayo 3 y 4 de 2006), como documentó Soledad Jarquín, 86 casos, desde 1956, cuando incursionó el Ejército en la Zona Triqui a 2006 en Castaños, Coahuila, donde hubo abusos y violaciones.

Por ello, saberse botín de guerra, no consuela.

Cuatro décadas después no hay nada. No se sabe, aunque se presiente, cuántas de mis compañeras de marchas, plantones, toma de edificios universitarios y noches corriendo sin parar para evitar que te alcanzara una tanqueta militar, pudieron ser mancilladas esa madrugada del 3 de octubre, que les pasó al ser obligadas, con ellos, a ponerse frente al muro de piedra de la iglesia de Tlatelolco, construida en el siglo XVI.

Para Lulú, fueron las denuncias públicas de agresiones sexuales y de violaciones sufridas por 45 de las 47 mujeres detenidas en Atenco las que resignificaron su pasado, que fue escrito en un artículo de La Jornada:

\"También en el 68 hubo violaciones, pero nadie lo dijo. Cuando alguien me preguntó: '¿A ustedes les hicieron lo mismo, también las violaron?' Dije que no, afortunadamente. Y me dijo una compañera: '¿A ti no te quitaron la ropa y te manosearon? A nosotras sí, a mi grupo, sí.' Yo me quedé sorprendida porque ahora me entero. ¡Hasta ahora! Las compañeras no lo dijeron porque no se atrevieron a decirlo.\"

Yolanda, otra presa política, coincidió con lo expresado por su excompañera de celda. Ella también vivió varios años de su juventud detrás de las rejas, detenida por haber pertenecido a un movimiento armado, y agregó:

\"En mi caso, cuando me detuvieron, sí tuve simulacro de violación que por suerte no se llevó a cabo. Me desnudaron simplemente para obligar a un compañero a hablar; a él lo pusieron enfrente. Pero ahora sí que salen las violaciones.

"Recuerdo en ese entonces que yo le restaba importancia. Fue un mecanismo de defensa, o algo así, pues decía: 'no me está pasando a mí, no pasa nada'. Era un tipo de autismo, no recuerdo oponerme a que me desnudaran para que el compañero hablara. Toda la vida le resté importancia.\"
Yolanda me ha hecho recordar a mí, que toda la memoria del 68, incluido el último libro Memorial del 68/UNAM, los testimonios de las mujeres no existen. Hay, como en la independencia, tres heroínas, otras que testimonian de oídos, pero las que marchaban, hacían pegas, corrían en las persecuciones, hacían el café y la comida en las escuelas en huelga, asistían a las asambleas, las que pasaron por la cárcel después de la toma de las prepas, no se sabe cómo y qué sufrieron. Esas nos deben palabras.

Recordar el 2 de octubre desde la condición femenina, duele doble. Las que ahí cayeron que no pudimos enterrar ni homenajear, y las que se quedaron sin compañero de vida y se hicieron viudas prematuras, y las que perdieron a sus hijos e hijas y las que todavía tienen el corazón compungido porque no soportan el ulular de una sirena ni el olor de metralla, ni la bota que ahora amenaza en cada recodo de este herido y sangrante país.

De esas hay que acordarse estos días, porque muchas de ellas construyeron el feminismo de la segunda ola, y esta sensación de que hemos avanzado, a pesar de las asesinadas a diario y las perseguidas y presas, es nuestro hoy.

saralovera@yahoo.com.mx