7/20/2019

“Los ataques en internet paralizan nuestro trabajo como periodistas”


 Arzu Geybullayeva, periodista de Azerbaiyán exiliada por su trabajo
   

Arzu Geybullayeva es una periodista originaria de Azerbaiyán, país al que tiene prohibida la entrada. En el Encuentro de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, relató cómo fue amenazada de muerte en internet repetidas veces. En esta entrevista comparte con Pikara Magazine su experiencia sobre cómo dar respuesta ante los ataques y también destaca los avances significativos en la región del Cáucaso, donde las mujeres por fin se atreven a nombrar sus feminismos.
La periodista Arzu Geybullayeva nunca imaginó que su labor como periodista podía escalar en toda la violencia que ha recibido en los últimos años. En su perfil de Wikipedia se la destaca por ser columnista, bloguera y periodista colaboradora en varios periódicos y medios de comunicación, entre ellos Al Jazeera, Foreign Policy, Global Voices y Agos. También ha trabajado con varias organizaciones sin fines de lucro y grupos de reflexión, incluyendo el Instituto Democrático Nacional y la Iniciativa de Estabilidad Europea (European Stability Initiative). Geybullayeva fue seleccionada como una de las mujeres más destacadas del mundo por la BBC durante 2014. Aboga por una solución pacífica entre la población armenia y azerbaiyana sobre la Guerra del Alto de Karabaj, conflicto armado que enfrentó a Armenia con Azerbaiyán desde 1988 y por más de 20 años y que aún hoy tiene consecuencias sociales.
En los últimos años ha recibido varias amenazas, originadas principalmente en Azerbaiyán, debido a su trabajo en Agos, un periódico armenio. Las amenazas fueron condenadas por diversas organizaciones de Derechos Humanos internacionales.
Geybullayeva vive actualmente en un exilio autoimpuesto en Estambul, Turquía. “Sabía que no podían arrestarme, tampoco podían acusarme de delitos que no había cometido como posesión de drogas, evasión de impuestos o de estar simplemente atacándoles. Son acusaciones muy comunes cuando se trata de atacar de periodistas. Lo mejor que pudieron hacer fue acusarme de traidora, de una agente trabajando para el extranjero”, contó en el panel sobre libertad de expresión del Encuentro de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, celebrado en mayo en Montevideo (Uruguay). Aquellos días, habló con Pikara Magazine.
- Florencia Goldsman (FG): ¿Cómo es ser periodista en esta región del mundo? Y, ¿cómo fue el proceso en el que te amenazaron a raíz de tu labor informativa?
- Arzu Geybullayeva (AG): Vengo de un país que se ve asolado por las violaciones a la libertad de prensa, donde a los y las periodistas se les envía a la cárcel con acusaciones que no son verdaderas y donde la libertad se ve muy comprometida. Un país que está siendo administrado por la misma familia desde 1983. La primera amenaza de muerte me la enviaron por Facebook Messenger. Fue interesante porque en ese momento no la tomé en serio. Sólo hice una captura de pantalla y la compartí en Twitter: “Este hombre está amenazando con asesinarme y está diciendo dónde va a enterrarme”.  Yo no lo tomé en serio, pero otras personas sí. Fue la primera vez que recibí una llamada de una organización internacional que trabaja con periodistas y me dijeron que el tema era serio, que no debía considerarlo de manera liviana y que debería estar pendiente de mi seguridad, así como de crearme un ambiente de seguridad en el cual poder apoyarme cuando me atacaran así. En ese momento dije “ok, lo voy a intentar” y esa organización mandó pronunciamientos a los Estados de Azerbaiyán y de Turquía, llamándolos a estar atentos a mi caso y ofrecerme protección.
- FG: ¿Qué tipo de temas cubrías en ese momento?
- AG: Cubría básicamente violaciones a los Derechos Humanos, acoso, y cuestiones sociales de Azerbaiyán. Las amenazas de muerte que recibí estaban relacionadas con que en ese período trabajaba en un periódico turco-armenio en Estambul. El señor que me amenazó, en su enojo, transmitía el rechazo de que una azerbaiyana estuviera trabajando en ese periódico. Si analizo los tipos de ataques que he atravesado son amenazas de muerte on line, así como un acoso on line muy descriptivo y a la vez muy sexual, también trolling con la intención de desacreditar mi trabajo como articulista así como mis apariciones en medios sociales y conferencias. El último tipo de ataques tuvo como objetivo atacar a mi familia. Esa amenaza tenía raíces on line y off line. Con esto último me refiero a que se armaron campañas en otros periódicos del país o con periodistas de relevancia que inventaron historias falsas acerca de mi familia.
- FG: ¿Cómo se desatan estos ataques?
- AG: Diría que comenzaron en 2014 y continuaron a lo largo de los años. En marzo de 2014, una pequeña plataforma de medios me solicitó hacer una entrevista el título fue “Una periodista azerbaiyana trabajando para un periódico armenio”. La periodista no me había dicho que ese iba a ser el tema de la entrevista y, en cambio, me dijo que estaba trabajando en una serie de mujeres azerbaiyanas exitosas que trabajaban y vivían en el extranjero.
Cuando recibí las preguntas me di cuenta que no se trataba de lo anterior; de hecho, la mayoría de las preguntas se relacionaban con mi trabajo en Agos, un periódico turco-armenio de pequeño porte.
Comencé a trabajar en Agos en abril de 2013, esta participación tocaba mis creencias y fue parte de mi transformación como periodista. Este periódico es un buen ejemplo de colaboración en contextos en los que se trabaja con información errónea o propaganda en tiempos de conflicto, porque es un esfuerzo de cómo eliminar la información falsa y detectar la propaganda política disfrazada en las informaciones que recibimos a diario.
Pero otros encontraron que esta era la excusa perfecta para atacarme. Y lo hicieron. La entrevista impulsó una ola masiva de ataques misóginos, acosos y amenazas de muerte, así como una campaña de difamación on line.
- FG: ¿A lo largo del tiempo las amenazas se fueron sofisticando?
- AG: Algunos comentarios que hicieron sobre mí decían “un sucio microbio que se cayó de una puta armenia”. Jugando con mi apellido, que es es Gaybullay, otra persona escribió “Arzu puta yulaya”. “Es la hija gay de Gaybullaya, es probable que la estén violando todo el tiempo y que se limpie los dientes con esperma, miren qué blancos que los tiene”. “Si bien es una traidora, luce muy bien. Pagaría 50 centavos para estar una hora con ella”. Un usuario de las redes dijo que tenían que ahorcarme, había personas dispuestas a matarme, a violarme, a colgarme de los pies. Los mensajes me afectaron muchísimo, me sentí indefensa, me desacreditaban, y negarle la reputación a una periodista, lo saben, es un ataque muy fuerte. En 2016 me enviaron una imagen dibujada con el presidente de Armenia sosteniéndome entre sus brazos y yo atándole los cordones del zapato. En el fondo de la imagen dibujaron la tumba de mi padre; mi papá había muerto en esa época. La imagen también mostraba a mi padre cubriéndose la cara, como avergonzado de mis actos. Así, no fue solo verbal, con creación de noticias, sino también visual con creación de imágenes específicas. Hubo otra imagen mía de lado de una mujer heroína en mi país que había cubierto noticias de guerra, ya muerta. En la descripción le ponían a ella como una heroína y yo como una traidora. Hice uso de las medidas digitales: tenía protección en mi computadora, en mi teléfono, verificación de cuentas en dos pasos. Tomé todas las medidas posibles pero eso no los previno de presionarme.
- FG: Muchas veces los ataques no son tomados en serio por les comunicadores. ¿Cómo piensas que podemos hacer un cambio colectivo?
- AG: Creo que como parte de una comunidad de mujeres periodistas que frecuentemente somos sujetas de este tipo de amenazas, lo principal es darnos cuenta de que no estamos solas y de que hay muchas otras periodistas que atraviesan por los mismos problemas. Es importante saber que hay una comunidad que nos puede dar apoyo. En mi caso particular fue importante conocer a una comunidad que se tomó el tiempo para apoyar y valorar mi trabajo, y tener apoyo organizacional, que están ahí para decirte “no, no, recibir una amenaza de muerte en internet no está bien. No deberías desmerecer esto. Es muy serio y puede tener consecuencias por fuera de línea. Entonces vamos a seguir los siguientes pasos…”. Saber que existen las organizaciones internacionales que pueden proporcionar asistencia psicológica, digital, o que tal vez necesitas una relocalización temporal para tomar un descanso. También hablar con otras colegas puede ayudar. En mi experiencia lo que veo es que las mujeres que buscan asistencia en estos casos suelen pensar que son las únicas a las que les sucede. Se sienten alienadas. Actualmente soy parte de esa red de apoyo que está disponible para conversar con una mujer cuando aparece un nuevo caso y contarles mi experiencia. Decirles “te comprendo pero no estás sola, vas a recuperarte”.
- FG: ¿Hay alguna ley o institución en tu país que contemple las violencias en línea?
- AG: No. Podría haber demandado a los atacantes en la Corte sobre una base de difamación, pero sabiendo que el Gobierno de mi país controla el poder judicial y que no hay posibilidades de tener acceso a un juicio libre y justo, no lo hice. Tampoco estaba en el país en ese momento. Segundo, no creo en la justicia de Azerbaiyán; y tercero, pienso que hubiera escalado la situación de violencia al punto que los atacantes podrían haber redoblado el ataque.
- FG: ¿Cómo articulamos un debate político sobre la internet, las amenazas a nuestra libre expresión y nuestro derecho de habitarla sin censura?
- AG: Ahora hay una mayor articulación en ese plano, hay muchas más organizaciones que trabajan estas problemáticas de ataques on line, no solo abarcan la violencia hacia periodistas sino que toman en cuenta también el sesgo de género. Hay muchos más recursos que pueden ayudarte a atravesar el proceso, aún si no conoces nada al respecto. Pero creo que deberíamos evitar seguir avanzando de manera individual porque esto es parte de un cambio comunitario.
Las periodistas tienen que entender que están siendo atacadas por el hecho de ser mujer y que eso no debería pasar, especialmente en relación al desarrollo de su trabajo y su futuro. Una de los puntos a tener en cuenta es que a las periodistas los ataques nos detienen y paralizan nuestro trabajo, nos pone en un lugar donde comenzamos a buscar desesperadas soluciones para estar a salvo mientras podríamos estar escribiendo historias o haciendo películas o, simplemente, dedicándonos a nuestra profesión. El impacto se siente en el desvío de nuestro tiempo, el precioso tiempo que todas necesitamos, y no nos queda alternativa. Si somos atacadas tenemos que comenzar a documentar y a reportar los incidentes.
Asegurarnos de que tenemos una red de apoyo y de que el problema se haga visible y público.
- FG: ¿Crees que las redes sociales comerciales abren una brecha para que nuevas voces emerjan?
- AG: Creo que las redes sociales son herramientas. Dependiendo cuan astuta seas usando estas plataformas, puedes hacer muchas cosas. Puedes volverte una influencer que puede expandir la llegada de sus mensajes y hacer oír su voz. Todo depende cuán estratégica seas con tus plataformas de redes sociales y saber qué es exactamente lo que quieres lograr. Instagram tiene su propia comunidad, así como Facebook y Twitter tienen las suyas. Todas son diferenciables. En mi vida de redes sociales uso Instagram más como un espacio personal: publico fotos de mi familia, de mi práctica de yoga, de mis viajes. Twitter es mi trabajo: ahí es donde leo, publico y comparto noticias. Y Facebook es en donde sigo en contacto con las personas, especialmente con aquellas que están lejos. En el contexto de Azerbaiyán, Facebook se vuelve la plataforma para seguir las discusiones políticas y económicas, es la plataforma más usada y donde las personas sienten que pueden compartir, ventilar, escribir sobre sus problemas. No deberíamos olvidar que es solo una herramienta y no la solución para todo.
- FG: ¿Cómo se articulan los movimientos feministas en tu región?
- AG: En Azerbaiyán siempre tuvimos mujeres fuertes como referentes. Diría que es parecido en la región, por región me refiero al Cáucaso: Armenia y Georgia. Mi país fue la primera nación musulmana en asegurar el derecho al voto, esto ayuda a visualizar el potencial del lugar en donde nací, pero que en el presente no se lleva a cabo. La configuración patriarcal, la mentalidad conservadora, el atraso generalizado… Aunque, a pesar de decir esto, cuando miro a mis amigas y las cosas que hacen, me siento emocionada y a la vez desafiada porque se está haciendo muchísimo trabajo. Hay una gran variedad de mujeres haciendo cosas destacables: las mujeres periodistas revelando historias asombrosas y haciendo un trabajo increíble; están las mujeres trabajando en educación y desarrollo, llevando adelante organizaciones con programas educacionales y de incidencia. Sin olvidarme de las mujeres abogadas que trabajan en ambientes extremadamente masculinos haciendo un trabajo muy duro e insistiendo desde adentro. Sucede lo mismo con las doctoras, las artistas.
- FG: ¿Existe prejuicio sobre quien se nombra feminista?
-  AG: Sí, en Azerbaiyán el feminismo como concepto y se percibe como “antihombre”. Cuando dices que eres feminista lo primero que te responden es “entonces eres lesbiana y ¿estás pidiendo matrimonio para personas del mismo sexo?”. En este sentido nos hace falta más educación, y por educación no me refiero a una educación formal o estatal, sino a concebir relaciones con mayor libertad y que yo me pueda sentar con un amigo varón para compartir lo que significa el feminismo para mí. Que exista la opción de que él sea lo suficientemente sensible e inteligente para buscar un libro y leer sobre feminismo, investigar sobre estas mujeres que hicieron tantas cosas para toda la sociedad. No es algo de ayer, ni dirigido a una sola persona, está entre nosotras hace un largo tiempo. Hay muchas mujeres jóvenes muy determinadas. Este año hubo un intento de manifestación por el día internacional de la mujer pero el Gobierno las persiguió y bloqueó la marcha. Ellas estaban allá con pañuelos multicolor, con sus labiales rojos, tenían pósters, flores, pedían por derechos iguales, salarios iguales y representación igualitaria. ¡Eso nunca había pasado! Veo un nivel de conciencia sin precedentes. Creo que hay mucha esperanza para la región.
*Este artículo fue retomado del portal de noticias Pikara Magazine
Imagen retomada del portal Pikara Magazine |Foto: Florencia Goldsman

Por: Florencia Goldsman*
Cimacnoticias | Bilbao, Esp

Más preguntas que respuestas (ante el feminicidio en la CDMX)


Transmutaciones
Por: Lucía Melgar*


A raíz de la desaparición y posible feminicidio de Daniela Ramírez, quien el 18 de mayo le avisó a un amigo que un taxista quería secuestrarla, ha circulado en redes el mensaje “¿Qué hacer si una amiga te dice que la están secuestrando?”. Bien intencionado, este texto perturba. ¿A qué grado de indefensión ante la normalización de la violencia criminal hemos llegado para considerar necesario difundir consejos de este tipo? Los secuestros desde luego no son novedad. El feminicidio azota al país desde hace décadas, a muchas chicas y mujeres las han secuestrado y luego desaparecido o asesinado en la capital. Lo perturbador, pues, no es que se busque evitar estos crímenes, sino que, aun de buena fe, el peso de la prevención y defensa se cargue, de nuevo, a las víctimas en potencia.
¿Por qué, a 25 años del inicio del feminicidio (documentado) en Ciudad Juárez, seguimos advirtiendo a niñas y mujeres: “no te pongas en riesgo” o “avisa, huye, grita”? ¿Por qué nuestra respuesta ante el horror sigue siendo privada, individual? ¿Por qué no hemos salido en masa a las calles por el asesinato de Lesvy, el de Aidée, el de Daniela (si es que son sus restos) y tantas más? ¿Por qué la marcha del Orgullo de la diversidad atrae multitudes y la del 25 de noviembre escaso apoyo? ¿Por qué, a diez años de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el caso “Campo algodonero”, las autoridades siguen sin prevenir la violencia machista, el feminicidio, ¿la trata y la desaparición? ¿Acaso no recuerdan que en 2009 la CoIDH señaló que el Estado mexicano era responsable por omisión y negligencia ya que no había tomado medidas para prevenir el feminicidio?
Hoy seguimos constatando que la muerte violenta de mujeres por sus parejas o desconocidos no les quita el sueño a las autoridades, más dispuestas a la retórica que a investigar con seriedad o a diseñar una política pública integral con perspectiva de género para prevenir y sancionar la violencia feminicida. La PGJCDMX tardó más de un mes en investigar en la zona donde desapareció Daniela; no ha aclarado el asesinato de Aidée; no ha sancionado a funcionarias/os que obstaculizaron la justicia en el “caso Narvarte” o el de Lesvy.
Si la PGJ anterior maquilló las cifras de delitos graves, ¿dónde están los responsables? Por otro lado, tampoco se hacen valer las normas que prohíben el sexismo y la promoción de la violencia machista en los medios. No hay indicios de que se integre algún día la perspectiva de género en los libros de texto o en la enseñanza pública. Tampoco las universidades parecen dispuestas a incluirla en sus programas. ¿Cuántos años más sin abogados, juezas, médicas, psicólogas, profesores que entiendan la violencia de género?
Lo mismo que gobiernos anteriores –con menos sentido de la realidad incluso– éste trivializa la violencia machista. La gobernadora capitalina opta por el punitivismo y presume el aumento de penas por robo de celulares, cuando urge reconstruir el sistema de justicia (no llenar las cárceles); anuncia la “coordinación con la Guardia Nacional” cuando debe saber que la militarización aumenta la violencia (contra las mujeres en particular). En vez de fortalecerlos, el gobierno federal recorta y retrasa los recursos para los refugios. En vez de mejorar la educación, acuerda repartir por millones una “Cartilla moral” trasnochada, que a muchas casas llegará acompañada de prédica religiosa.  
Mientras tanto, desde la ciudadanía seguimos difundiendo avisos de niñas y niños desaparecidos, nos indignamos por los secuestros y feminicidios; tememos por nuestras familias y amistades, les repetimos “cuídate”, “toma precauciones”. ¿Hemos exigido al menos que se regulen y supervisen con seriedad taxis y servicios de transporte? ¿Sabemos qué pasó con los secuestradores del metro?
Ni la mano dura, ni la militarización, ni la prédica moralina resolverán estos problemas. La prevención individual y los buenos consejos no bastan. ¿Será hora de exigir nuestro derecho a vivir sin miedo ni violencia?

*Ensayista y crítica cultural, feminista.
Twitter: @luciamelp

CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Sheinbaum lanza reforma para abatir impunidad en feminicidios


Protesta contra los feminicidios en la CDMX
Foto propiedad de: Andrea Murcia / Cuartoscuro
México.- La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, envió una iniciativa de reforma al Código Penal local para ampliar las razones de género que tipifican el asesinato de una mujer como feminicidio. Entre las que se encuentran desigualdades de género, parentesco y relación del victimario con la víctima, así como las condiciones de vulnerabilidad de la mujer.

La propuesta se entregó el pasado 8 de julio al Congreso de la capital e incluye adecuaciones al Artículo 148 Bis sobre el delito de feminicidio, entre ellas que se tipifique como feminicidio cuando existan antecedentes de que “el sujeto activo ha cometido amenazas, acoso, violencia en el ámbito familiar, laboral o escolar de la víctima”.
También se incluye como razón de género para considerar como feminicidio cuando “exista o haya existido una relación laboral, docente o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad”, y propone incluir “estado de indefensión” y cualquier relación sentimental, afectiva o de confianza entre la víctima y el agresor. 
Actualmente, el Código Penal de la capital considera como feminicidio cuando por razones de género se prive de la vida a una mujer, y especifica que las razones de género se dan cuando la víctima presenta signos de violencia sexual, lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones. 

Además cuando el cuerpo de la víctima sea expuesto, depositado o arrojado en un lugar público o la víctima haya sido incomunicada. Y prevé una pena de entre 20 y 50 años de prisión. 

Los silbatos no son prevención 

Durante la inauguración de las “Mesas técnicas de acceso a la justicia para mujeres y niñas en casos de muertes violentas de la Ciudad de México”, Sheinbaum consideró que la prevención de la violencia contra las mujeres “no se trata de entregar silbatos”, como en lo hizo el ex Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, que entregó silbatos para combatir el acoso en el transporte público.

La Jefa de Gobierno aseguró que el programa de Ministerios Públicos ha iniciado 2 mil 500 carpetas de investigación por violencia de género de marzo a junio, además de que aumentó en 300 por ciento, comparado con 2018, las medidas de protección para mujeres en la capital del país.
En lo que va de 2019, según los Datos Abiertos de la Ciudad de México, se han cometido al menos 10 feminicidios. 

El dolor y sus resarcimientos

María Teresa Priego

"Dolor y gloria" de Pedro Almodóvar es una historia de amores, distancias, lealtades, olvidos que en realidad no lo son. 

"Hay veces que uno necesita escribir y después descubrirás algo de ti mismo en lo que ni habías pensado". –Pedro Almodóvar, "Dolor y gloria".
En este Foro de la Cineteca Nacional diría: "allí vamos, a golpe de nostalgias". Me gustó muchísimo "Dolor y gloria" de Almodóvar. Tanto como "Algo sobre mi madre", a la que recuerdo con una ternura grande. Qué espacio delicioso la Cineteca, con su librería, sus jardines, sus cafés, su terraza-bar. Una isla con helado de coco y bolsas de palomitas. Como un escondite secreto. El bullicio de la avenida se detiene. Cuántas salas. Cuántas pantallas. Cuántas películas. Cuántos mundos. "Dolor y gloria" es una historia de amores, distancias, lealtades, olvidos que en realidad no lo son. Culpas silenciadas que terminan por hablar a través del desánimo y los males del cuerpo.
La historia de "lo reprimido que regresa". Un muy aclamado director de cine se retira. Se siente deprimido y enfermo. Ya no puede crear más. Por un amigo comienza –un tiempo– a consumir heroína. Pero ese "dolor" que está allí, antes y después de la "gloria" se nos revela en los constantes viajes al pasado. Eso que Almodóvar sabe hacer tan bien: la historia de la relación de una madre y un hijo. Ese mutuo amor. Esa circunstancia de vida que podría ser desamparada, muy, pero deja de serlo porque el amor de la madre ilumina la pieza. Esa madre que también, va a pedir –sin quererlo, sin darse cuenta– "demasiado". Y, claro, la culpa del hijo que en algún momento de su vida –como corresponde– se echó a andar sin ella.
La madre y el hijo se acomodan para dormir en una estación. El niño en la banca, la madre en una cobija en el suelo. Juntos. Ella lo cubre y se da cuenta de que uno de sus calcetines tiene un agujero. Saca el "huevo" de madera para coser. Ese mismo huevo que muchos años después, ya adulto, el hijo le pedirá de regalo a su madre, con un gesto de una profunda ternura. Un objeto tan valioso, esa modesta metáfora de lo cotidiano, del cuidado materno. Logran vivir en "una cueva", un espacio subterráneo sin ventanas en el que la luz entra por el techo. Y se llueve. El padre pasa por allí como un fantasma. Luego deja de pasar y ya está.
Pero la madre embellece "la cueva", acomoda sus plantitas. Contrata a un joven albañil para que coloque mosaicos en el muro. Hacer hogar. Ese joven albañil al que le pagarán con las lecciones que el pequeño Salvador le ofrece: enseñarle a leer y a escribir. El orgullo de la madre ante los talentos de su pequeño. En una entrevista con RTVE, Francisca Caballero, la madre de Almodóvar, explica lo que su padre deseaba para él:
"Su padre, que en paz descanse, me recomendó mucho: ´Paca, no consientas que Pedro se salga de la telefónica, que tiene ahí su porvenir, que el día que sea mayor, tiene su buena paga, no lo consientas". Pero Pedro soñaba con ser como la Ava Gardner".
Y en esa misma entrevista la madre de Almodóvar abunda: "Al principio era muy guarro, sabes tú que me gustan las cosas muy ordenadas... no las veía sus películas, me decían las vecinas: ´las películas de tu hijo, tienen mucha cama´...Y me decía yo: ´qué vergüenza cuando mis vecinas vean todo esto, por Dios´. Una escucha y casi quisiera reírse, pero no habrá sido tan divertido ese pasado. Casi quisiera enternecerse entre "la telefónica" y "la mucha cama". Pero, qué duro".
En una escena de la película, Julieta, la madre comienza diciendo: "No has sido un buen hijo..." y le explica por qué, y es tan tremendo y tan duro y tan... que las tres cuartas partes de los asistentes se lanza a llorar en la sala. El hijo acepta, con humildad. Tremendo de injusto. Y, él, por las plantitas, por la madre que cosía y cose aún en su memoria, por los mosaicos para hacer hogar: acepta y pide perdón. Almodóvar afirma: "Julieta haciéndole algún reproche que se había callado a lo largo de los años, no es una escena que yo haya vivido nunca con mi madre. Él le dice que le ha fallado simplemente por ser como es. Pero yo creo, porque a mí me sorprendía a qué punto me emocionó esa escena, después de verla tan bien filmada, yo creo que allí de lo que estoy hablando es de mi infancia, del sentimiento de extrañeza que yo sentía en la mirada de los demás en el pueblo, en el colegio, esa sensación de que te miran porque eres diferente o ellos piensan que eres diferente y esa sensación de extrañeza en la infancia es un sentimiento muy fuerte, muy agresivo".
Una película intimista y bella. Salvador tiene buenos amigos. Amores que regresan. Así, como el azar y la vida le regresan una pintura que le hizo el joven albañil cuando Salvador era niño. Un niño lee. Un joven lo pinta y en su momento le envía el cuadro que no llega nunca a su destino. Es decir, sí: cuatro décadas después. El cuadro en el cual en la parte de atrás, escribiéndole, le agradecía que le hubiera enseñado a escribir. Y en ese apartamento –rodeado de pinturas– en el que decidió aislarse, comienza a considerar la posibilidad de regresar a dirigir. A escribir y dirigir. Salvador, por fin, cierra sus duelos. Por fin, recupera su deseo.

Las otras formas de la violencia


Quinto Poder
Por: Argentina Casanova*


¿Cuánta vida te está costando tu salario? La frase debiera ser suficiente para repensar los tiempos actuales y que encontré en una red social pero me llevó a reflexionar sobre los mecanismos de control y opresión que, bajo el amparo de las necesidades de trabajo se llevan a cabo en los espacios laborales, que minan el ánimo y la salud de las mujeres y hombres, que afectan su desempeño como sujetos dentro de un núcleo familiar y finalmente en la misma sociedad.
Lo que tenemos, indistintamente del género, son personas afectadas anímicamente, diezmadas emocionalmente, castradas en la frustración de trabajos de larguísimas jornadas, estrés constante y el deterioro paulatino de la salud derivado de lo que se le hace al organismo sometido a presión.
El problema es que esto parece ser cada vez lo más usual, lo normal porque en la competencia y las dinámicas laborales actuales, se pretende que las personas acepten sí o sí esos ambientes de trabajo bajo la presión principal de que es eso o el desempleo, es eso o el temor de no encontrar espacios acordes a sus habilidades.
Lo que se vive cada vez más es el abuso físico y emocional sobre las personas, bajo argumentos de que lo que prevalece es el estrés en los espacios laborales, bajo la supuesta exigencia de eficiencia y rendimiento que en realidad ocultan la incapacidad de coordinar equipos, la falta de experiencia en la construcción de liderazgos y modelos de dirección no violentos ni jerarquías opresivas.
El mal es que el modelo de dirección y coordinación laboral fue permeado por las violencias heteropatriarcales hace mucho, y se cree, se piensa que ese es el único modelo; en el que se puede ejercer la violencia en la misma dinámica en la que se ejerce en los hogares, a partir de la incapacidad machista de la gerencia de las emociones propias.
Así, es común que dentro de más violenta sea la relación entre el jefe/jefa y sus colaboradores, se cree que más eficiente va a ser el rendimiento, y si no, al menos bajo el amparo del miedo a ser despedidos tendrán que esforzarse en granjearse la aprobación de sus directivos.
Desafortunadamente este modelo cada vez más vigente está costado la salud de las personas en los ámbitos laborales, en un sistema social en el que las personas se tornan más agresivas pues lo que se hace es multiplicar el efecto de la violencia. Quien es oprimido u oprimida en su espacio laboral, seguramente lo hará con sus subalternos y/o si no los tiene al interior de sus familias o en los espacios donde puede ejercer una forma de poder.
Lo que tenemos como resultado es una sociedad cada vez más violenta y enferma, que adolece de la capacidad de entender que no es la violencia ni la opresión lo que necesitamos que se multiplique, sino la paciencia y la comprensión, la capacidad de coordinar equipos estimulando, motivando y propiciando que las personas sean competitivas sí, que se esfuercen y preparen pero que se desempeñen en la medida de sus propios recursos y sus habilidades.
Si hay algo que necesitamos cambiar para contribuir a la eliminación de la violencia es precisamente replantearnos qué tanto las mujeres como los hombres están replicando los mismos modelos de gerencia y dirección, que solo se replica y reproduce la violencia para generar ondas expansivas que terminan por minarlo todo, y el resultado lo vivimos al salir a la calle y ver a personas infelices, enfermas y hartas de tener que tolerar ambientes violentos de trabajo.
La decisión no es nada fácil ¿cuánta vida te está costando tu salario? Es una pregunta que nos pone en la justa dimensión para valorar si se trabaja en un espacio idóneo, empático y sin opresión, para entender o tratar de apoyar a las personas que desafortunadamente no lo están, para aspirar a contagiar e impulsar con un sentido positivo de mejorar los rendimientos laborales en todos los espacios. Que se termine de una vez por todas con la creencia que la violencia y la opresión son necesarias para que los espacios laborales funcionen.
Renunciemos a la violencia como método de convivencia y formas en los espacios laborales, y seguramente muchas cosas mejorarán en el país. 
*Fundadora del Observatorio de Violencia Social y de Género en Campeche.

CIMACFoto: Montserrat Antúnez
Cimacnoticias | Campeche, Cam.

Inmujeres construirá primer registro de orfandad por feminicidio


Permitirá resarcirles el daño como víctimas secundarias 
   


El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) trabaja en la construcción de un padrón de víctimas indirectas por los crímenes de feminicidio que permitirá identificar con claridad a las niñas y niños en condición de orfandad por el asesinato de sus madres y brindarles protección a sus derechos.
El número de víctimas secundarias por los crímenes de feminicidio en México es desconocido, la directora de general para una Vida Libre de Violencia del Inmujeres, Fabiola Analís Sámano, adelantó que sólo en los últimos ocho meses estiman unas 3 mil 400 niñas y niños en condición de orfandad.
Lo certero es que cada vez que una mujer es asesinada, lo que sucede nueve veces diariamente en nuestro país según Naciones Unidas, existe la posibilidad que niñas, niños y adolescentes queden en orfandad, así como un número equivalente de abuelas o tías quienes asumen repentinamente la responsabilidad de su crianza. 
Desde 2017 Cimacnoticias realizó una investigación para conocer la situación de la niñez que se encuentra en esta situación debido a que sus madres fueron asesinadas y lo que se encontró en ese entonces y que se documentó en el texto Hijas e hijos de mujeres asesinadas, víctimas ignoradas del feminicidio es que no había un censo de la niñez como tampoco políticas públicas para atenderla.
Los datos eran escasos, apenas la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, cuya función inició en octubre de 2015, conocía de un caso de orfandad por feminicidio hasta febrero de 2017, y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) en tres años de operación de 2014 a febrero de 2017, había registrado 65 casos. 
A pesar de que existe un marco legal que los ampara, la Ley General de Víctimas indica que los familiares o las personas que tengan una relación inmediata con la víctima directa son víctimas indirectas y por lo tanto pueden recibir ayuda provisional del Estado, apenas comienza a llegar a cuentagotas la ayuda a la niñez y adolescencia en situación de orfandad.
Después de la investigación de Cimacnoticias instituciones como las Comisiones Estatales de Atención a Víctimas y los Sistemas de Desarrollo Integral de la Familia locales han emprendido programas de apoyos económicos, como ocurre actualmente en Jalisco, Chihuahua, Coahuila y el Estado de México, por mencionar algunos estados.
No obstante estos apoyos hay otros derechos que deben ser garantizados como a la educación, a la salud, a la vivienda y garantizarles el derecho a recibir apoyo psicológico, social y jurídico.
Este último recurso porque otra lucha que en paralelo llevan las familias de víctimas de feminicidio es lograr obtener la custodia de la niñez y adolescencia. En casos de feminicidio en relaciones de pareja, la niñez además de ser muchas veces testigos de la violencia se queda en custodia de la familia del feminicida, que es su padre o padrastro, o de él mismo cuando no se le investiga y se le deja en la impunidad.
Por ello en busca de resarcir los impactos sociales que causa el feminicidio en el “Plan Emergente para Garantizar la Integridad, la Seguridad y la Vida de las Mujeres y Niñas en México” de la administración de Andrés Manuel López Obrador, se contempla la necesidad de crear un registro sobre la orfandad por los asesinatos de mujeres por razón de género.
Para identificar claramente a esta población que como documentó esta agencia, ha permanecido invisible, el Inmujeres anunció que se encuentra recopilando información de las 32 fiscalías de justicia, la Comisión de Atención a Víctimas, Institutos estatales de las Mujeres y del Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
De acuerdo con información que compartió el Instituto a Cimacnoticias, una vez que se cuente con este censo –que podría quedar el próximo año- se construirá una ruta para brindarle a la niñez protección a sus Derechos Humanos.
El Inmujeres, quien encabeza el Plan Emergente, ya comenzó a instalar mesas de trabajo en cada entidad federativa para que las fiscalías estatales retomen casos de feminicidio y homicidios dolosos de mujeres, ocurridos de diciembre 2018 a abril 2019, y les den solución.
Cabe recordar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la sentencia contra México por el feminicidio de tres mujeres en Ciudad Juárez, caso conocido como “Campo Algodonero”, indicó que el Estado debe reconocer también como víctimas a hijas e hijos de mujeres contra las que se cometió un asesinato por razón de género.

CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México

Sin igualdad salarial


Monedero 



“Aparte de las personas desempleadas, en 2018 hubo otros 140 millones de personas en la categoría de “fuerza de trabajo potencial”, un grupo clasificable como fuerza de trabajo subutilizada. En este grupo de quienes buscan empleo pero no están disponibles para incorporarse a un empleo, o que están disponibles pero no buscan empleo, hay muchas más mujeres (85 millones) que hombres (55 millones).

En consecuencia, la correspondiente tasa de subutilización de la fuerza de trabajo es más elevada en el caso de las mujeres –del 11.0  por ciento– que en el de los hombres –del 7.1 por ciento–. Además, es mucho más probable que las mujeres trabajen a tiempo parcial, aunque un importante porcentaje de ellas afirma que preferiría trabajar más horas.”
Es lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su documento: “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, 2019, OIT denomina “Mayor prevalencia de la subutilización de la fuerza de trabajo entre las mujeres”.
Cuatro son los puntos más destacados de este documento:
  1. Persiste una gran brecha entre los géneros en la participación laboral
  2. Generalización de los déficits de trabajo digno. En particular el salario tan bajo en las Mujeres
  3. Más de 170 millones de personas desempleadas pese a la reducción constante de la tasa de desempleo mundial
  4. Generalización de los déficits de trabajo digno. Mayor prevalencia de la subutilización de la fuerza de trabajo entre las mujeres.
Esa brecha entre géneros de la que habla OIT es muy amplia en el caso de México, 49.1 es la participación laboral de las mujeres versus 75.7 por ciento la masculina, prácticamente el doble (datos de Enoe-Inegi, segundo trimestre de 20189).
Mientras que para los países miembros de la OCDE la participación femenina es de 67 por ciento. Las barreras a las que se enfrentan las mujeres mexicanas pasan -entre otras cosas- por la carga de trabajo de género, y una división sexual del trabajo que sigue confinando a las mujeres a la cocina.
Por lo que concierne al punto 4 del documento referido, es indispensable enfatizar que el salario -tanto de mujeres como de hombres - dista mucho de ser un salario digno, o como lo marca el Artículo 123 de la Constitución Política Mexicana, implica que no hay empleo digno, como lo establece la OIT.
Pese a que el incremento salarial de este año fue inédito, la recuperación del poder adquisitivo salarial tiene un “atraso” de más de 38 años; por lo consiguiente es prácticamente imposible que, en un año, dé un salto a más de 300 pesos diarios que es el que se requiere, como declararon el actual presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y el propio Observatorio del Salario de la Universidad de Puebla.
El número de mujeres que gana hasta tres salarios mínimos en el primer trimestre de 2015 era de 6.3 millones (79.1 por ciento). Para el mismo trimestre de 2019 creció a 8.7 millones, representa siete de cada diez mujeres (datos de Coneval).
Esta institución informa que en el primer trimestre de 2019 el ingreso laboral promedio (poder adquisitivo) masculino fue de 4 mil 584.38 pesos, en contraste el ingreso femenino es inferior en un 30 por ciento (3 mil 548.92 pesos); lo mismo sucedió en el primer trimestre de 2005, hace 14 años, prácticamente no hay ningún avance para las mujeres en materia salarial o de un empleo digno
Ahora, si se compara la situación del salario entre los municipios indígenas y los “no indígenas”, la situación es mucho más crítica.
La brecha salarial con los “no indígenas” supera 200 por ciento; en los primeros el salario en el primer trimestre de 2019 fue de 1 mil 981.13 pesos y 4 mil 337.92 pesos, para lo segundos municipios.
Por fortuna el nivel de inflación ha estado decreciendo y eso permite un ligero repunte del 3 por ciento en el salario general. Pero igual, las mujeres están lejos de un empleo digno, por la simple y sencilla razón de que uno de los componentes esenciales de éste son los salarios y su poder adquisitivo
Definitivamente, hay una generalización de los déficits en el trabajo decente. Por lo menos para las mexicanas.


CIMACFoto: César Martínez López
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*

Cimacnoticias | Ciudad de México.

De delitos y mujeres policías



Dos palabras resumen el gran reto del momento: inseguridad y violencia.

Así lo reconoce el actual gobierno federal y también el local. Esta semana el Inegi difunde un descenso de 74.6 a 73.9 por ciento en la percepción de inseguridad de marzo a junio, según la Encuesta Nacional Púbica Urbana, en la misma se confirma que tal apreciación es mayor en 10 por ciento entre las mujeres que entre los hombres (78.7 contra 68.2 por ciento).
La Ciudad de México no es la más violenta de la nación, sin embargo, la jefa de Gobierno ha reconocido los altos niveles que se viven en esta capital, por lo mismo, ha colocado como la más alta prioridad el programa de seguridad y la erradicación de todas las formas de violencia.
Algunas cifras de la capital comienzan a moverse positivamente en estos meses, de 17 delitos analizados, 13 disminuyeron su nivel de denuncia entre mayo y junio: bajó 20.8 por ciento el homicidio doloso, 25.8 por ciento las denuncias por lesiones con arma de fuego, hubo 10.8 menos por robo de vehículo con violencia y de 8.7 por ciento menos por robo de automóvil sin violencia. En cuanto al feminicidio, de enero a mayo de este año se registraron 13 casos enla ciudad, cifra que muestra un es-tancamiento relativo, aunque en esos mismos meses del año pasado, el número de feminicidios fue de 19. Varias estrategias se están enfocando para identificar el riesgo y evitar el feminicidio, una de ellas es el fortalecimiento de las medidas de protección a las mujeres en riesgo, las cuales han aumentado en 136 por ciento.
Ayer circularon diversas encuestas en los periódicos sobre los niveles de aprobación de la actual jefa de Gobierno. La de Buendía & Laredo, de El Universal, reporta que seis de cada 10 habitantes de la capital consideran que Claudia Sheinbaum hace un buen trabajo y 52 por ciento opina que el rumbo que mantiene su gobierno es el correcto. Valoran su honestidad e ideas modernas, y piensan que debe poner más empeño en la lucha contra la delincuencia. La encuesta de El Heraldo resalta que 59.3 por ciento de los capitalinos confía en la administración que encabeza la jefa de Gobierno, reconoce el combate a la corrupción como principal logro de la mandataria local y consideran que el problema más relevante es el de la inseguridad. Consulta Mitofsky, publicada en El Economista, reporta que 58.5 por ciento de quienes habitan acá está de acuerdo con la administración de Sheinbaum.
Esta semana la jefa de Gobierno instaló la Comisión Ciudadana contra la Violencia a Mujeres Policías. Se reconoce que al igual que otras compañeras, las policías muchas veces reciben tratos crueles de sus compañeros: hostigamiento laboral, acoso sexual y violación, así como represalias por quejarse y hasta castigos por no acceder a favores sexuales; la complicidad de algunos comandantes inhibe e impide que prosperen las denuncias, la situación se agrava en una institución donde la jerarquía es muy vertical, y casi todos cargan armas de fuego. Ante ese entorno, en la nueva comisión se recibirán quejas y denuncias, las mujeres policías serán escuchadas y recibirán asesoría jurídica y sicológica para atender cada uno de los casos de violencia con una perspectiva de género y de derechos humanos con la finalidad de sancionar, canalizar y dar seguimiento. El nuevo órgano es presidido por la Secretaría deSeguridad Ciudadana, participan como vocales la Secretaría de las Mujeres, la Procuraduría Generalde Justicia y la Comisión de Dere-chos Humanos, todas ellas de la Ciudad de México, además participan consejeras y consejeros honorarios. Las compañeras policías también podrán acudir a las Lunas de la Secretaría de las Mujeres, ubicadas en cada alcaldía, para recibir asesorías jurídica y sicológica, o a las abogadas de las mujeres instaladas en las agencias del Ministerio Púbico. Las mujeres policías que logran defenderse serán las mejor capacitadas para defender a sus hijas y compañeras, y desde luego, al resto de ciudadanas y ciudadanos de la capital.

*Titular de la Secretaría de Mujeres.

Twitter: @Gabriearodr108

'El escuadrón' contra Trump: estas son las cuatro mujeres valientes que quieren cambiar el rumbo de EE.UU.


Alexandria Ocasio-Cortez, Ayanna Pressley, Ilhan Omar y Rashida Tlaib son las cuatro congresistas demócratas a las que Trump atacó con mensajes racistas. Lejos de amilanarse, han alzado la voz para lanzar un mensaje al país: "Quiero decirles a los niños de todo el país que no importa lo que diga el presidente. Este país os pertenece".

El sábado pasado Donald Trump atacó con comentarios racistas a cuatro congresistas demócratas y las instó a regresar a sus países de origen, que describió como "lugares infestados de crimen".
Las cuatro congresistas demócratas a las que se refería son Alexandria Ocasio-Cortez, Ayanna Pressley, Ilhan Omar y Rashida Tlaib, todas ellas poseedoras de la nacionalidad estadounidense.
El pasado lunes las cuatro dieron una rueda de conjunta para responder al presidente y argumentar que “Estados Unidos es de todos”. Además, aprovecharon la oportunidad para dirigirse a los más pequeños que pudieran verse reflejados en ellas. "Quiero decirles a los niños de todo el país que no importa lo que diga el presidente. Este país os pertenece", afirmó Ocasio-Cortez.
Alexandria Ocasio-Cortez
Conocida en gran parte del mundo por sus pasionales discursos en el Congreso, Alexandria Ocasio-Cortez, nació en el Bronx, Nueva York, en 1989 y tiene ascendencia puertorriqueña.
También denominada como AOC, tras graduarse en Economía y Relaciones Internacionales por la Universidad de Boston, trabajó como camarera o conductora de autobuses escolares.
En las elecciones de 2016, Ocasio-Cortez organizó la campaña presidencial de Bernie Sanders y comenzó su andadura en la política hasta noviembre de 2018, cuando, con 29 años, consiguió su escaño por Nueva York al Congreso de Estados Unidos y se consagró como la congresista más joven de la historia estadounidense.
Empedernida activista, defensora de la sanidad y escuela públicas y promotora de políticas ambientalistas como la Green New Deal, que pretende que Estados Unidos alcance un nivel de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, es también una de las congresistas más críticas con el mandatario y con sus políticas inmigratorias.
10. 07.2019. / Alexandria Ocasio-Cortez reacciona al testimonio de Yazmin Juarez, madre del bebé Mariee, que murió después de una detención en el ICE.REUTERS/Erin Scott
Alexandria Ocasio-Cortez reacciona al testimonio de Yazmin Juarez, madre del bebé Mariee, que murió después de una detención en el ICE.REUTERS/Erin Scott
Ilhan Omar
Omar nació en Somalia en 1981, aunque al estallar la Guerra Civil en el país se exilió con su familia y acabó viviendo en un campo de refugiados de Kenya donde pasó cuatro años. En 1995 emigraron a Estados Unidos y en 2000 recibió la nacionalidad estadounidense.
A los 34 años, ya graduada en Política y Relaciones Internacionales, fue elegida por Minnesota en noviembre de 2016 y se convirtió en la primera mujer de origen somalí y en la primera musulmana en obtener un escaño. Es miembro del Partido Demócrata Laborista Agrícola de Minnesota, aliado local del Partido Demócrata.
Ilhan Omar es muy conocida por su lucha para cambiar la prohibición contra el uso de velos en la Cámara Baja, logro que le permitió vestir su hijab cuando prestó juramento al cargo.
15.07.2019. / Ilhan Omar habla durante la conferencia de Demócratas en el Congreso de Estados Unidos. REUTERS/Erin Scott
Ilhan Omar habla durante la conferencia de Demócratas en el Congreso de Estados Unidos. REUTERS/Erin Scott
Rashida Tlaib
Tlaib nació en Detroit, Michigan en 1976, en el seno de una familia de inmigrantes palestinos. Siendo la mayor de 14 hermanos, dedicó gran parte su infancia a la crianza de estos, mientras estudiaba y se licenciaba en Derecho.
En 2009 se convirtió en la primera mujer musulmana estadounidense en la Cámara de Representantes de Míchigan y en la segunda mujer musulmana en la historia de los Estados Unidos en ser elegida para cualquier cámara estatal estadounidense.
Además, en noviembre de 2018 Tlaib se convirtió en la primera mujer palestino-estadounidense en obtener un escaño en el Congreso de los Estados Unidos. Desde entonces, ha sido muy crítica con el mandatario, atrayendo los focos mediáticos en repetidas ocasiones.
15.07.2019. / Rashida Tlaib habla durante la conferencia de Demócratas en el Congreso de Estados Unidos. REUTERS/Erin Scott
Rashida Tlaib habla durante la conferencia de Demócratas en el Congreso de Estados Unidos. REUTERS/Erin Scott
Ayanna Pressley
Ayanna Pressley nació en 1974 en Cincinati y se crió en Ohio. Muy pronto comenzó a trabajar como la principal asistente del representante Joseph P Kennedy II, y después trabajó para el senador John Kerry.
Más tarde, en 2009, cuando , cuando ya acumulada más experiencia política, consiguió convertirse en la primera mujer de una minoría étnica en ser elegida en Boston, donde se centró en la lucha por los derechos sociales y la igualdad de género.
Finalmente, Ayanna Pressley es la primera mujer afroestadounidense en ser elegida al Congreso de Estados Unidos en representación del estado de Massachusetts y desde el Congreso ha luchado activamente el derecho al aborto y por una mejor protección a las víctimas de violencia de género.
15.06.2019/ Ayanna Pressley habla durante la conferencia de Demócratas en el Congreso de Estados Unidos. REUTERS/Erin Scott
Ayanna Pressley habla durante la conferencia de Demócratas en el Congreso de Estados Unidos. REUTERS/Erin Scott
Estas son las cuatro mujeres que conforman El escuadrón, miembros de la Cámara de Representantes, que siempre se han mostrado muy críticas con las políticas de Donald Trump, por lo que son foco de sus críticas.
Además, las cuatro congresistas demócratas han criticado al Gobierno por las condiciones en los centros de detención de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos ya que algunas han visitado los campos de hacinamiento en México y han visto y difundido las pésimas condiciones en las que viven.

Pendiente atención integral a víctimas de trata de personas


En México, 85 por ciento son mujeres y niñas: CNDH
   


En México, 85 por ciento de las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas, y aproximadamente 95 por ciento de ellas son explotadas sexualmente.
Al ser rescatadas su pesadilla no termina, ya que las instituciones no les garantizan medidas de atención, reintegración laboral, además enfrentan impunidad y constantes negligencias que no les permiten comenzar de nuevo.  
De acuerdo con el “Diagnóstico Sobre la Situación de Trata de Personas 2019” realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), durante los años 2012 y 2017 en el país se identificaron 5 mil 175 personas víctimas de trata, de las cuales, 3 mil 308 eran mujeres y mil 86 niñas.
Pese a que en el mundo se observó una reducción en la proporción de mujeres y niñas víctimas de trata en un 12 por ciento, en México la cifra se mantiene por arriba del 80 por ciento desde el año 2012.
De acuerdo con la CNDH, las principales fallas que no permiten atacar la trata de personas es la falta de comprensión del delito, su diferencia con la explotación y las deficiencias en la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, así como en los diversos instrumentos jurídicos de las entidades federativas, los cuales impiden que el delito se persiga de la misma forma en todo el país, conjugando así los elementos necesarios para la impunidad.
Las fallas sistémicas se dejan ver en todo el país, no sólo en el tema de acceso a la justicia y reparación del daño, sino desde el momento en que la víctima es rescatada luego de haber sido explotada sexual o laboralmente, después de haber sido víctima de esclavitud o matrimonio forzado, las principales modalidades que ocurren en nuestro país.

ATENCIÓN A VÍCTIMAS, LA CONSTANTE FALLA

El informe realizado por la Quinta Visitaduría de la CNDH deja ver una falta de homologación en los protocolos de atención que deben recibir las víctimas de trata de personas. Las instituciones no cuentan con registros, no hay datos y tampoco líneas trazadas para encaminar una política pública que permita a las víctimas comenzar de nuevo.
Tomando en cuenta el Modelo Integral de Atención a Víctimas -que incluye ayuda inmediata, medidas de asistencia, medidas de atención y reparación integral- la CNDH observó que continúan diversas fallas sistémicas que impiden a las víctimas un acceso adecuado a la atención integral.
Tan sólo entre enero de 2014 y julio de 2017, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) informó a la CNDH que brindó atención a 790 víctimas de trata de personas.
Pese a que las mujeres y niñas representan el más alto porcentaje de víctimas, la CEAV únicamente les brindó atención a 375, mientras que atendió a 398 hombres y niños.
La atención que se debe brindar incluye ayuda inmediata, la cual se compone de atención médica y psicológica de emergencia, alojamiento, alimentación y aseo personal; gastos funerarios; medidas en materia de protección; transporte de emergencia y asesoría jurídica, dicha medida sólo fue aplicada en un 84 por ciento. 
En el Modelo Integral de Atención a Víctimas también se mencionan medidas de alojamiento, alimentación y aseo personal. De acuerdo con información proporcionada a la Comisión, sólo en seis casos se brindó esta medida; en cuatro de ellos se reportó que esta ayuda fue proporcionada por la CEAV y el resto fue canalizado a otra institución.
Los 784 casos restantes se registraron sin información, lo que significa que solamente al 1.75 por ciento del total de las víctimas se le brindó esta medida; cabe resaltar que estas cifras no se encuentran desagregadas por género.
Sumado a lo anterior, no se cuenta con albergues, refugios o casas de medio camino para la atención exclusiva de víctimas de trata de personas. Respecto a la ayuda para gastos funerarios, las instituciones consultadas por la CNDH se registraron sin información para la totalidad de las víctimas.

De igual manera, la CEAV registró que no cuenta con información sobre medidas de protección gestionadas por su personal de Asesoría Jurídica, y señaló que únicamente seis víctimas recibieron esta atención por parte del Ministerio Público y una fue reportada como ingresada en el Registro Nacional de Víctimas (RENAVI) como parte de las medidas de protección.
En el tema de transporte de emergencia, se señaló que únicamente en ocho casos la CEAV brindó esta ayuda, y en un caso se canalizó a la víctima al Consulado de Cuba. Para el resto de las víctimas (781) se dio a conocer que tampoco se cuenta con información.
Otro aspecto que no se cubre del Modelo Integral de Atención a Víctimas tiene que ver con las medidas de atención a través de las cuales se brinda a las víctimas orientación jurídica y psicosocial. En este rubro, únicamente se registraron 15 casos a los que se les brindó esta atención, el resto de las víctimas continúa sin tener herramientas para acceder a sus derechos.

REINTEGRACIÓN Y REPARACIÓN DEL DAÑO

La CNDH destacó la importancia de dotar de herramientas para la vida a personas que sobreviven a la trata de personas, pues es uno de los aspectos más importantes para su recuperación. Sin embargo, las oportunidades para reincorporarse a una vida laboral, social y política son bajas o muchas veces nulas.
Al respecto, la CNDH identificó que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), no cuenta con una estrategia o programa implementado para brindar oportunidades de rehabilitación y resocialización a las víctimas de los delitos en materia de trata de personas.
En la STPS tampoco hay modelos y protocolos para dar acceso a oportunidades de empleo y capacitación para el trabajo a víctimas de trata de personas.
Al no permitir a las víctimas comenzar de nuevo, tampoco se les está asegurando una correcta reparación integral del daño. La cual se compone de acciones como rehabilitación, compensación, satisfacción y no repetición.
Sin embargo, las fallas también persisten en este rubro, ya que únicamente se tiene registro de una víctima que tuvo acceso a una compensación.

La incorrecta reparación del daño también se debe a la falta de implementación del Fondo de Protección y Asistencia a las Víctimas de los Delitos en Materia de Trata de Personas.
Al respecto, la Secretaría de Gobernación (Segob) no brindó información sobre la implementación de dicho fondo. Es decir, no realizó gestiones para su creación, cuando es uno de los mecanismos más importantes que la Ley General y su Reglamento crearon para la reparación del daño a las víctimas ocasionado por cualquiera de los delitos en materia de trata de personas y para el financiamiento de albergues, casas de medio camino y refugios, así como la implementación de medidas de protección.
“Reportó en este rubro la Segob que no se tuvo registro de resolución o sentencia ejecutoria alguna en la que se haya ordenado la reparación del daño a víctimas de estos delitos en el periodo que abarca la solicitud de información”, destacó el informe.
No hay información, no hay cifras, no hay instancias especializadas y tampoco justicia. Ante este contexto, la CNDH concluyó que las instituciones no hacen lo correspondiente, por lo que la atención, asistencia, protección y reparación integral a las mujeres y niñas víctimas de los delitos en materia de trata de personas continúa siendo un tema pendiente.

Imagen retomada del portal imagenesactual.com
Por: Berenice Chavarría Tenorio
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

La selección de fútbol femenino estadounidense obtiene una plataforma global para sus batallas

Un grito por la igualdad
Democracy Now!

El miércoles, las calles del Bajo Manhattan retumbaron con el sonido del descorche de champán, no solo por los festejos en honor a la victoriosa selección nacional de fútbol femenino de Estados Unidos, que fue homenajeada con un desfile por el “Cañón de los Héroes” de la ciudad de Nueva York en Broadway, sino también porque el grito de victoria no pasó desapercibido en Wall Street, donde el índice bursátil Standard & Poor’s 500 superó los 3000 puntos por primera vez en la historia. Las 23 mujeres de la selección de fútbol acababan de volver de Francia, donde ganaron el Mundial de Fútbol femenino. Ya de regreso en Estados Unidos siguen con otra batalla, más difícil, por salarios y condiciones de trabajo iguales a las de sus homólogos masculinos de la Federación de Fútbol de Estados Unidos. Una pancarta que llevó al desfile Crystal Dunn, jugadora de la selección, de origen afroestadounidense y criada en el barrio Rockville Centre de Long Island, decía: “Los desfiles son geniales, pero la igualdad salarial es mejor”. La multitud acompañó ese sentimiento. Cuando Carlos Cordeiro, el presidente de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, habló en el escenario después del desfile, la multitud coreó: “¡Igualdad salarial! “¡Igualdad salarial!”. Ese mismo coro resonó en todo el estadio de Lyon cuando las mujeres se convirtieron en campeonas mundiales el domingo pasado.
El éxito del Mercado de Valores de Wall Street, yuxtapuesto a la desigualdad salarial impuesta a estas notables mujeres, remite a la declaración hecha por uno de los alcaldes más famosos de la ciudad de Nueva York, Fiorello La Guardia, en 1946: “La cinta de teletipo no es espagueti”. La Guardia acababa de asumir la dirección general de la Administración de Socorro y Rehabilitación de la ONU , que inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial brindó ayuda a refugiados y otras personas que luchaban por sobrevivir. El uso de la cinta de teletipo estaba bastante extendido en aquellos días previos a la era digital, siendo el medio por el cual se distribuían los precios de las acciones en tiempo real. De ahí que grandes cantidades de esta cinta de papel usada en el distrito financiero de Nueva York se utilizaran como confeti para arrojar a soldados, astronautas y equipos atléticos que regresaban victoriosos, desde el primer desfile en honor a la nueva Estatua de la Libertad, en 1886. El punto de La Guardia era simple: si bien la economía de posguerra estaba aparentemente experimentando un boom y las inversiones en la bolsa de valores tenían un gran desempeño, esto no implicaba seguridad alimentaria para los refugiados de guerra. Del mismo modo, hoy un desfile que celebra a las mujeres atletas es un honor, pero no compensa una vida de salario desigual.
La selección femenina presentó una demanda en marzo de este año en la que acusa a la Federación de Fútbol de Estados Unidos de “pagarles menos que a los miembros del equipo nacional masculino por un trabajo sustancialmente igual, y de negarles, como mínimo, iguales condiciones de juego, entrenamiento y viajes; igual promoción de sus partidos; el mismo apoyo y desarrollo para sus partidos”. La selección nacional femenina de Estados Unidos ha obtenido cuatro campeonatos mundiales, cuatro medallas de oro olímpicas, ha ganado muchos otros torneos y ocupa el puesto número uno en la Clasificación Mundial de Fútbol Femenino de la FIFA . Comparemos todo esto con el lamentable récord de la selección nacional masculina estadounidense que ni siquiera logró clasificar para la última Copa del Mundo. A pesar de su desempeño mediocre, los hombres, en promedio, ganan mucho más que las mujeres.
Esta disparidad es común en toda la economía de Estados Unidos. En su testimonio ante el Congreso en febrero de este año, en apoyo a la Ley de equidad salarial: igualdad de salario por igualdad de trabajo, Fatima Goss Graves, presidenta y directora ejecutiva del Centro Nacional de Derecho de la Mujer, expuso estos perturbadores detalles: “Las mujeres que trabajan a tiempo completo, todo el año, normalmente ganan solo 80 centavos por cada dólar que se les paga a los hombres que trabajan a tiempo completo durante todo el año. La brecha salarial es aún peor cuando se observa específicamente a las mujeres de color: por cada dólar pagado a hombres blancos que no son hispanos, a las mujeres negras solo se les paga 61 centavos, a las indígenas 58 centavos y a las latinas 53 centavos. Las mujeres, especialmente las mujeres de color, enfrentan discriminación manifiesta y discriminación inconsciente en el lugar de trabajo; esto tiene un impacto en su salario”.
Las jugadoras de fútbol femenino de Estados Unidos ahora tienen una plataforma global para darle voz a la lucha por la igualdad salarial y la justicia hacia las mujeres. Como declaró la cocapitana Megan Rapinoe el miércoles: “Sí, hacemos deporte. Sí, jugamos al fútbol. Sí, somos mujeres atletas, pero somos mucho más que eso”. Rapinoe, la máxima anotadora y mejor jugadora del Mundial de Francia 2019, es una abierta defensora de los derechos LGTBQ , y en 2016 se convirtió en una de las primeras atletas blancas importantes en arrodillarse en señal de protesta durante el himno nacional. A lo largo del Mundial, además, se negó a ponerse la mano en el corazón y a cantar el himno estadounidense.
Megan Rapinoe aprovechó su discurso en el acto del miércoles, donde el alcalde le entregó al equipo las llaves de la ciudad, para hacer un llamado a la acción: “Tenemos pelo rosa y pelo violeta; tenemos tatuajes y rastas. Tenemos mujeres blancas, negras y todo lo que está entre medio. Mujeres heterosexuales y lesbianas. Tenemos que ser mejores. Tenemos que amar más, odiar menos. Tenemos que escuchar más y hablar menos. Tenemos que saber que esto es responsabilidad de todos, de cada persona que está aquí, de cada persona que no se encuentra aquí, de cada persona que no quiere estar aquí, de cada persona que está de acuerdo y [de cada persona] que no está de acuerdo. Es nuestra responsabilidad hacer de este mundo un lugar mejor”.

© 2019 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
Fuente: http://www.democracynow.org/es/2019/7/12/un_grito_por_la_igualdad_salarial

Aumenta presencia de mujeres en la minería

Cada vez más ingenieras y geólogas

Equidad de género mejora el desempeño de empresas

La presencia de las mujeres en la industria minera, aunque sigue siendo mínima, ha aumentado de manera paulatina. Según datos de la Cámara Minera de México (Camimex), del personal del sector, 14.9 por ciento es femenino. En 2017, ellas representaban 13.9 por ciento.
Nayeli Flores Rodríguez, integrante de la asociación internacional Mujeres en la Minería (Women in mining), indicó que han podido ubicar que en la industria ellas laboran en secciones como laboratorios, operadoras de equipos pesados en las minas, en almacén o brigadas de atención de emergencias.
No obstante, advierte, es visible que entre más científica y tecnológica es el área, menor es su participación. Si bien hay geólogas, ingenieras de mina y mujeres que están en la planta son pocas en comparación con las administrativas como finanzas, contabili-dad, jurídico.
Para Flores Rodríguez, presidenta del distrito Ciudad de México de Mujeres en la Minería, la desigualdad que se presenta en el sector no es específicamente de la industria, sino el reflejo de los problemas de discriminación en general y estereotipos de género que hay en la sociedad. Las mujeres, desde que estudian, están más orientadas a áreas administrativas.
Indicó que otro de los obstáculos a los que se enfrentan es el llamado techo de cristal. Por más que hemos demostrado que somos tan competentes como los hombres, con creatividad, innovación y capacidad de liderazgo, lo cierto es que estamos insuficientemente representadas en los puestos de toma de decisiones de los trabajos.
Un reto más en la minería es que las modalidades de trabajo flexible son menos factibles, por eso cuando las mujeres que laboran en este sector prevén tener hijos, buscamos cambiar de ocupación porque consideramos que como madres necesitamos disponer de otro tipo de jornadas laborales.
Pese a lo anterior, Flores Rodríguez destacó que el futuro de las mujeres en la minería es prometedor, lo que se refleja en el incremento de su participación, y porque los líderes del sector están más conscientes que la inclusión de las mujeres en el mercado laboral es un buen negocio y las empresas que tienen mayor igualdad de género gozan de niveles más altos de crecimiento y mejor desempeño.

 Periódico La Jornada

Lamentan falta de políticas públicas dirigidas a las mujeres activistas


En el contexto de la violencia que enfrentan los activistas, la que sufren las mujeres defensoras de derechos humanos es mayor, diferenciada y con claros indicios de género. Las agresiones van desde amenazas, hostigamientos, violencia sexual y asesinatos, hasta criminalización, difamación y la advertencia, a las que son madres, de arrebatarles a sus hijos.
Estas son algunas circunstancias que enfrentan las activistas, documentadas en el Informe sobre la situación de defensoras y defensores de derechos humanos que el relator especial de las Naciones Unidas en la materia, Michel Forst, presentó hace unos meses ante el Consejo de Derechos Humanos del organismo multilateral, y que en 2017 realizó una visita de trabajo a México.
Ayer, convocados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y grupos civiles, especialistas revisaron el reporte y señalaron que éste evidencia las formas de violencia contra las activistas, además de que no se les reconoce como protagonistas del cambio social.
Al enlazarse por video-llamada, el relator Forst reconoció el papel fundamental de las activistas. Mucho de lo que se ha logrado en materia de derechos humanos ha sido por acción individual y colectiva de muchas mujeres que han superado los numerosos obstáculos tanto en el ámbito privado como público.
Lamentó la falta de políticas públicas dirigidas a ese sector, y que cuando existen, no aplican un enfoque diferenciado de género que permita tomar en cuenta los riesgos específicos que enfrentan las mujeres.
Eréndira Cruzvillegas, cuarta visitadora de la CNDH, manifestó que el informe detalla que la propia condición de ser mujer permite los ataques. Indicó que uno de los nuevos agresores son las empresas, sobre todo porque decenas de mujeres trabajan en la defensa de la tierra.
Marusia López, de Jass Mesoamérica, afirmó que uno de los efectos más devastadores contra las mujeres es el uso de su cuerpos y su vida como botín, y la violencia sexual como mecanismo de control. Dos elementos más, explicó, son la difamación, con lo cual se pone en duda su voz, y la amenaza de quitarles a sus hijos como castigo.
Ricardo Neves, de la Oficina en México del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, señaló que las activistas están expuestas a riesgos adicionales y específicos distintos a los de sus compañeros debido a su condición de género.

Periódico La Jornada

María Teresa Rivera: “al Estado salvadoreño le quiero decir que no nos siga criminalizando”

Marcha

Evelyn Hernández atravesará un segundo juicio que revisará la condena que pretende encerrarla por 30 años por un delito que no cometió. Víctima de violencia sexual, está acusada de “homicidio agravado” tras un parto espontáneo. Ante esto, María Teresa Rivera, una de Las 17, liberada en 2016 y asilada en Suecia, reclamó al Estado salvadoreño en todo un acto de solidaridad: “la audiencia de Evelyn me recuerda lo que pasé”.

En El Salvador, hay presas políticas. Son las mujeres jóvenes y pobres, en ocasiones violentadas sexualmente, señaladas, acusadas judicialmente, perseguidas, criminalizadas, condenadas y encerradas en cárceles de máxima seguridad por el Estado, bajo la figura de homicidio agravado tras padecer emergencias obstétricas, partos naturales o abortos espontáneos.
Este 15 de julio, Evelyn Hernández, víctima de violencia sexual y condenada a 30 años de prisión, se enfrentará a un nuevo juicio. Será en el Tribunal de Sentencia de Cojutepeque, a solo 36 kilómetros de San Salvador, donde, a mediados de 2017, la jueza de sentencia Nury Velásquez la condenó por “homicidio agravado” tras un parto espontáneo. Sus abogados apelaron la sentencia y la Sala en lo Penal resolvió, el 20 de diciembre de 2018, que el tribunal de esa ciudad debería celebrar un nuevo proceso al que Evelyn llega en libertad, pero tras padecer 33 meses de re-victimización en un encarcelamiento injusto.
Sin embargo, donde hay una injusticia, hay voces que la gritan y hay organización feminista sin fronteras. Por eso, desde Suecia, donde se encuentra rehaciendo su vida, y donde tuvo que exiliarse por las consecuencias de la criminalización y la violencia de parte del Estado que recayó sobre ella en El Salvador, María Teresa Rivera, una de “Las 17” (aunque son más), habló en exclusiva con Marcha sobre la esperanza en la revisión de la condena que recae sobre Evelyn Hernández.
“Nos persiguen por venganza porque no nos quedamos calladas”
Entre 2000 y 2014 fueron 149 las mujeres acusadas con las figuras delictivas de homicidio u homicidio agravado bajo argumentos que en realidad buscan disciplinar y persiguen el aborto tras complicaciones en sus embarazos. 26 de ellas fueron declaradas culpables y condenadas a cumplir con penas privativas de la libertad que van entre los 20 y 40 años. Mujeres que están siendo liberadas gracias a la articulación de los feminismos y el movimiento de Derechos Humanos.
“La audiencia de Evelyn me recuerda lo que pasé”, expresó María Teresa Rivera desde el lejano atardecer de domingo en Suecia. “Me pongo en sus zapatos”, dijo, reflexiva: “saber que te están persiguiendo cuando nunca existió un delito es injusto”, y agregó, “nos persiguen por venganza porque no nos quedamos calladas”.
María Teresa Rivera fue condenada en 2012 a 40 años de cárcel tras un parto espontáneo. Pasó cuatro años y medio encerrada y a mediados de 2016 recuperó la libertad después de una revisión de condena similar a la que se someterá a Evelyn. Sin embargo, la Fiscalía General de la República, uno de los organismos más desprestigiados del país, no aceptó la absolución y presentó un recurso en contra de ella que, afortunadamente, fue desestimado. Ante la vulneración de derechos y el abuso de poder institucional, María Teresa sintió que su única alternativa era abandonar El Salvador.
“La revisión de sentencia es un proceso duro y no es fácil estar frente a un juez con el miedo de que te toque volver”, dijo María Teresa solidaria. “Ante la revisión de condena de Evelyn se me viene el recuerdo de lo que se siente, por eso, al Estado salvadoreño le quiero decir que no nos siga criminalizando”, y afirmó convencida: “nos persiguen por un delito que no cometimos. Porque un parto natural no es delito; entonces, nos persiguen por jóvenes y pobres”.
Pic: Las 17
“Lo que más deseo es que Evelyn quede en libertad”, agregó María Teresa, ya en tono activista. Su voz es hoy la de una referente en la lucha por la libertad de otras salvadoreñas. “Las mujeres nos debemos apoyar entre nosotras porque lo que le pasa a ella le puede pasar a cualquiera”. “Evelyn fue presa pero el violador está libre”, entonces, “¿dónde está la ley?”, se preguntó, “es triste, nos persiguen pero no hay ninguna ley que nos proteja”. María Teresa contó que sigue en contacto con las liberadas y que habló con Evelyn estos días: “si yo estoy nerviosa no me imagino cómo debe estar ella ahora”, dijo. Y agregó, contando sus charlas con las compañeras: “es importante que cada una cuente su propia historia, porque solo entre todas podemos cambiar algo para que ninguna más pase lo que hemos pasado nosotras”.
En El Salvador hay presas políticas. Son presas de la decisión política de criminalizar a las mujeres pobres. Son presas del abuso de poder y el machismo explícito ejercido por quienes jamás van a padecer una emergencia obstétrica. Por quienes están en las instituciones de un Estado que prefiere encerrar y callar antes que trabajar por la garantía de vida, salud y libertad para la mitad de la población del país en incumplimiento de leyes, tratados y convenciones internacionales para prevenir, sancionar y erradicar toda forma de violencia contra las mujeres.
Evelyn espera su absolución. María Teresa, Teorora, Imelda, Marisela y más la acompañan. Porque aun tiene que rehacer su vida. Y para eso están y estarán, las feministas organizadas. En El Salvador y en todo el mundo.