3/03/2018

Las no razones de la violencia contra la mujer: en busca de la equidad

La violencia de género contra las mujeres no tiene justificación. Necesario, romper con los patrones que la alientan o toleran, incluida la indiferencia e indolencia de las autoridades en los tres niveles de gobierno

La problemática de la violencia desde su perspectiva social y no meramente individual o de corte sicopatológico tiene que ver con la falta de equidad entre los géneros y la dominación masculina, raíz de la violencia.
La manera en que las afectadas viven y afrontan este problema es producto de un proceso social de acción y comunicación, que es responsable de los modos de comprensión del fenómeno en general y de la historia biográfica individual.
De esta concepción se deriva que las denuncias notificadas por las mujeres víctimas de violencia compartan ciertas representaciones del fenómeno como producto del intercambio social del que provienen.
Asimismo, hemos de considerar que el conocimiento social que orienta las prácticas se distribuye de manera desigual, de acuerdo con la posición que ocupan los individuos en la sociedad, ya sea en términos de su pertenencia de género, clase, etnia, etcétera y confiere de manera desigual oportunidades de ejercicio de poder.
Este breve análisis pone en evidencia que la violencia del hombre contra la mujer en una relación de convivencia es un problema que involucra, además del vínculo de pareja, un conjunto complejo de relaciones con el entorno social que favorecen la aparición de la violencia y contribuyen a perpetuarla.
La violencia de pareja resulta ser la manifestación más radical de la inequidad de género y dominación masculina y se rige o comporta según determinadas orientaciones, valores y normas, que establecen derechos desiguales para el hombre y la mujer. Esto se manifiesta no sólo al interior de la relación de pareja, sino también a través de los agentes sociales del entorno.
En el análisis que recogí revisando diversas notas en revistas y periódicos, percibí dos aspectos: el subjetivo, es decir, mujeres hablando de las razones de la violencia experimentada y los obstáculos para superarla. En relación con este último aspecto, me fue interesante observar la presencia de redes tanto informales como formales que colaboran u obstaculizan la trayectoria de búsqueda de ayuda.
La percepción subjetiva de la mujer acerca de las razones a las que obedece la violencia que ejerce su pareja contra su persona está directamente asociada con el modo en que ella vive este maltrato.
Asimismo, el análisis de las explicaciones subjetivas que brindan las mujeres víctimas o las autoridades que presentan “justificaciones” de la violencia se extiende a la prensa, que registra: la mató porque la encontró con otro individuo, pensó que le era infiel. De momento no se enteró que se trataba de su hermano que vivía fuera del país y que llegó al domicilio a saludarla…
Y es que resulta crucial  entender las acciones que se llevan a cabo dando de antemano una “explicación” una especie de “disculpa” a la violencia masculina, es decir, en la búsqueda de la interpretación que dan a la violencia masculina.

Las causas

Entre las causas de la violencia hay que mencionar, en la mayoría de los casos, el machismo reinante en la sociedad, pero también problemas no resueltos en la infancia del cónyuge o conflictos con la familia de origen, características sicológicas como la inseguridad o la necesidad de ser reconocido, y el consumo de alcohol.
Estas causas asociadas al maltrato parecen restar responsabilidad a la pareja, quien supuestamente la maltrata impulsado por cuestiones que van más allá de él. Pero la realidad es que hay mucho machismo. Y la mentalidad de muchos hombres redunda en que las mujeres no valemos lo mismo que ellos.
Incluso hay mujeres víctimas de violencia de su pareja, violaciones y golpes para obligarlas a responder a estas situaciones no deseadas, que encuentran una disculpa al pensar que su agresor tiene “justificación” en las normas sociales que pautan el rol femenino dentro del matrimonio.
Y ese rol es que “la mujer fue hecha para la procreación y por ende debe responder a los requerimientos del esposo”.
La obligación marital de la mujer de mantener relaciones sexuales con su pareja, independientemente de su propio deseo, lleva, con frecuencia, a la violencia sexual: “Me quiso forzar para que tuviera relaciones sexuales con él. Yo le dije que no quería y me dijo que era mi obligación, que por eso yo me había casado”. “Tenía relaciones sexuales a fuerza, porque si yo no accedía, era motivo de que me pegara o también decía: ‘no quieres acostarte conmigo porque quién sabe con quién te estás acostando. Eres una cualquiera”.
Lo anterior porque el hombre no considera relevante a la mujer. Muchas madres pasan la noche en vela por cuidar a su hijo o hija enfermo; madrugan para preparar el desayuno; atienden a los pequeños que van a la escuela: revisan que lleven sus tareas; asean la casa.
No pocas mujeres desempeñan roles de enfermera, empleada doméstica, cuidadora, asesora, chofer. Algunas de ellas, además, trabajan. Otras atienden tareas del hogar, pagan luz, agua, llevan al médico al hijo o hija, van a la farmacia, llevan la ropa a la tintorería, lavan, planchan en casa, etcétera.

Violencia de género

No sólo la mujer es invisible, la violencia de género también lo es, no sólo para la sociedad sino también para las autoridades.
Cuando se lee en los diarios respecto de los crímenes cometidos contra la mujer –tanto feminicidios como denuncias de maltrato– no siempre tenemos la suficiente consciencia de que se trata de víctimas de violencia de género.
En el caso de las autoridades, en la mayoría de los casos se resisten a calificar de feminicidios estos crímenes. Y hasta los llegan a justificar: la pareja, en un arranque de celos o por cualquiera otra situación, la asesina; pero “no pensaba matarla, solamente corregirla”.
No reconocer esta violencia mortal como feminicida se refleja en estadísticas maquilladas, como ocurre en el Estado de México donde se presentan los más altos índices, lo mismo en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Lo social

Mantenerse fiel al marido es otra “obligación” de la mujer, pautada por los valores y normas sociales que orientan los modos de relación entre los cónyuges. La violencia masculina originada en la sospecha de infidelidad ocupa un lugar central entre los motivos percibidos.
Algunas mujeres suelen interpretar este tipo de violencia como expresión de celos de parte de su pareja. Sin embargo, una mirada más atenta permite advertir que el tema de la infidelidad no debe situarse necesariamente en el ámbito de los sentimientos de ambos cónyuges, sino en el de los intereses que la unión conyugal representa para cada uno: se trata de que ella no transgreda una norma que lo colocaría a él en una situación de poca hombría y de dignidad manchada.
En el caso de la mujer, la amenaza de que él le sea infiel conlleva el riesgo de perder eventualmente la manutención para ella y sus hijos y/o el estatus social que le confiere tener una pareja estable.
Con frecuencia, se observa la firme creencia de que una pareja es exitosa mientras permanezca unida, independientemente de la existencia de violencia. El riesgo de que la infidelidad del hombre se transforme en abandono, sin embargo, favorece durante largos periodos la tolerancia a la violencia.
El análisis de noticias al respecto me permitió observar que las normas sociales que gobiernan la relación conyugal se hacen explícitas a través de los argumentos del conflicto y éstas se expresan, en términos generales, como un ejercicio irrestricto de la voluntad del hombre y un control sobre el comportamiento de la mujer.
Asimismo, estas normas establecen la distribución de responsabilidades y obligaciones de cada uno de los cónyuges y ponen en evidencia la relación de profunda inequidad existente entre la mujer y el hombre.
En este contexto se ubican los motivos de la violencia masculina como intención consciente de castigo del hombre por el incumplimiento de las expectativas de rol de género femenino. Algunas mujeres se sienten en falta y aquejadas de sentimientos de culpa cuando el hombre justifica su maltrato por el incumplimiento de sus obligaciones domésticas.
Dado que parece incuestionable que el ámbito doméstico es exclusiva responsabilidad de la mujer, las expectativas de comportamiento femenino no cumplidas convierten la violencia en un castigo “merecido”:
“Me echa la culpa a mí: ‘es que tú no atiendes a los niños, es que tú no limpias la casa, es que la comida se echa a perder’”.
Además, el sentimiento de desconcierto vinculado a la violencia como castigo inmerecido hace evidente que la relación de pareja establece las pautas de lo que sí puede ser castigado en caso de incumplimiento.
No pocas veces leemos que los vecinos  se solidarizan con la mujer golpeada y dice lo siguiente al golpeador: “La trae como su sirvienta y no como su esposa, y ahora usted le pegó muy feo sin que se lo mereciera”. “Ella no andaba haciendo nada malo, ya veíamos venir que un día la iba a matar”.

Tipos de violencia

El control que el hombre ejerce sobre el comportamiento de la mujer también se hace evidente fuera del ámbito doméstico y se observa en la imposición y reglamentación de los modos de vestir, en la prohibición de relacionarse con vecinas o con su misma familia, padres, hermanos, y en la prohibición de trabajar aun a sabiendas de que el salario que él gana es insuficiente.
Así, la violencia masculina de tipo físico, emocional, sexual y económico sigue el patrón de reencauzar la conducta femenina y restablecer tanto las reglas del poder que el hombre detenta como la sumisión de la mujer.
Este tipo de explicaciones subjetivas permiten observar una clara atribución de responsabilidad del maltrato al hombre abusador, como también un umbral de tolerancia a la violencia menor.
Asimismo, se hace evidente que, debido a la precariedad emocional que caracteriza a las mujeres violentadas resulta de fundamental importancia contar con la presencia de redes de apoyo que faciliten la ayuda necesaria para salir de este círculo de violencia.
En general, las mujeres toleran diferentes formas de violencia durante mucho tiempo y sólo con el transcurso de los años y con ayuda de otros, aprenden a visualizar el maltrato y cuestionan ese modelo aprendido del “hombre que manda”.
Empero, cabe señalar que la sola presencia de redes sociales no siempre resulta una fuente de apoyo. Aquí interesa, en particular, mostrar el tipo de reacción y argumentos que ofrecen las personas del entorno de la mujer ante el fenómeno de la violencia, para dejar en evidencia los aspectos negativos de cierto tipo de vínculos.
Los valores y normas sociales que establecen las pautas de comportamiento femenino, y que se reproducen y transmiten en el ámbito familiar (entre otros), imponen a la mujer un imperativo de sometimiento a la violencia que se expresa de dos modos: como justificación al considerarse como un castigo merecido por el incumplimiento del rol de género prescrito y/o como tolerancia hacia el maltrato por aceptación de un destino natural de toda mujer.

Indiferencia, otro obstáculo

Cuando acuden por lesiones o malestares causados por la violencia de género, muchas víctimas constatan que los médicos se muestran indiferentes. En contraste, las sicólogas o las trabajadoras sociales que laboran en los mismos servicios les merecen más confianza, en especial porque muestran un mayor interés o voluntad de ayudar:
En el proceso de búsqueda de ayuda, las mujeres suelen acudir directamente al ministerio público para levantar un acta de denuncia. Los funcionarios de estas instancias suelen responder con todas las representaciones rígidas de género que contribuyen a la violencia.
Incluso a quienes acuden al ministerio público heridas, sangrando, les restan importancia: las tratan con indiferencia, con indolencia. Para algunos funcionarios, se trata de problemas familiares normales. Así que no les importa.
De ahí que solamente un número infinitamente menor acudan a presentar denuncias contra su pareja, debido a que experimentan desaliento por el mismo procedimiento al que deben someterse, combinado con la falta de voluntad del personal que no les evita molestias o humillaciones y que las mujeres interpretan como intentos de disuasión por parte de las instituciones.
Cuando levantan un acta por lesiones, generalmente se les pide la constatación de las lesiones por parte de un médico que muchas veces no se encuentra presente. Por lo que es frecuente que se les pida regresar otro día, y solicitar otra cita.
Para entonces puede ser que las lesiones ya no sean visibles, en cuyo caso se envía a la mujer de nuevo a su casa sin ninguna solución. En otras ocasiones, la misma espera hace que la propia mujer se arrepienta y abandone el proceso.
Algunas instituciones, incluso, alientan a la mujer a “no deshacer la familia”. Se les aconseja dialogar y recomponer la situación “por el bien de los hijos”.

Ayuda necesaria

En contraste con estas reacciones de parte de funcionarios públicos, existen experiencias muy positivas en los centros de atención a mujeres víctimas de violencia.
Las mujeres que tienen la posibilidad de recurrir a centros de asistencia sicológica y orientación especializadas, muestran signos claros de empoderamiento y la posibilidad de obtener ayuda institucional.
Para entender la situación actual a la que estamos llamadas las comunicadoras, periodistas y escritoras, a presentar nuestros análisis para que la mujer ocupe el lugar que le corresponde, ni atrás ni adelante del hombre, siempre juntos para resolver los graves problemas que reinan en el país, de pobreza extrema, de corrupción, de antivalores.
Carmen Aída Guerra Miguel*
[ANÁLISIS SOCIAL]

México: La imagen de las mujeres en la campaña electoral 2018

Aparecen con aspecto conservador y estereotipado
Los retrocesos que vienen: las mujeres como madres y esposas

Cd. de México, 27 feb. 18. AmecoPress/SemMéxico,.- El 17 de octubre de 1953, después de décadas de insistencia del movimiento feminista y de mujeres, se publicó en el Diario Oficial el nuevo texto del Artículo 34 Constitucional que reconocía a las mujeres como ciudadanas.
A partir de esa fecha todas las mexicanas podríamos votar, pero también ser votadas. En este 2018 por primera vez en la historia se elegirán más de tres mil cargos de representación popular bajo el principio de paridad.
Pero la inclusión de las mujeres a los espacios de poder no se trata solo de números 50 % y 50 % y es que no solo para México es un reto la incorporación de mujeres a espacio de poder.
En el mundo las mujeres son subrepresentadas y su incorporación a la toma de decisiones tiene en los países más adelantados 150 años, contra los milenios de dominación masculina en todos los rincones del mundo. Por ello no sorprende que las campañas políticas de mujeres en México 2018 sean abordadas de manera conservadora y estereotipada.
Este fenómeno es lo que conocemos como sociedades formalmente igualitarias sin igualdad real, como escribía una chica en Twitter refiriéndose al futbol: “Antes no nos dejaban jugar, ahora jugamos, pero no nos pasan el balón” y justo eso es lo que ahora pasa en la política y si no me creen vean las imágenes donde los ungidos presidenciables se encuentran rodeados principalmente por hombres y entre ellos unas cuantas mujeres salen en la foto.
En las siguientes semanas las campañas políticas serán más fuertes y visibles y podremos ver más sesgos de género en la puesta en marcha de las campañas. Hoy ya es notorio que la campaña de Alejandra Barrales candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México es apostar por exaltar su maternidad, elemento que no tiene nada que ver con la política, pero que para sus consultores en marketing es un rasgo que debe ser llevado a la arenga. Un error en una ciudad donde las mujeres ya no quieren seguir siendo vistas solo en el rol estereotipado de madres.
Otro juego que se hace desde las campañas políticas es usar a las esposas de los presidenciables para conectar con la gente, pero nuevamente se hace esto desde el estereotipo de buenas esposas como es el caso de Juana Cuevas (pareja del aspirante por el PRI) quien es tan sencilla que va ella misma al super o la pareja de Obrador –Beatriz Gutiérrez Müller- que es tan inteligente que será la primera dama que tendrá doctorado pero que nunca ha sido una sombra para su esposo.
En las siguientes semanas compartiré más reflexiones sobre las campañas políticas y la imagen de las mujeres en ellas, porque es claro que para el marketing las mujeres somos objetos al servicio de otros, pero este modelo no podrá ser sostenido la sociedad ya ha evolucionado y lo mismo tendrá que hacer el marketing político para proyectar la fuerza de las mujeres y su llegada a la política.
Foto: SenMéxico. Beatriz Gutiérrez Müller, pareja de Obrador.

¿Y machista no era…?



Racista, xenófobo, supremacista… así describen los medios de comunicación a Nikolas Cruz, autor del asesinato de 17 personas en el instituto MS Douglas de Parkland en Florida. Se le acaban los adjetivos para hablar de la conducta y de los elementos de identidad que la motivaron, y en cambio no hacen referencia al elemento que está en la base de todos los demás: el machismo.
Quien parte de considerar que la identidad está basada en que su condición de hombre-blanco-heterosexual-estadounidense… es superior a la del resto, se siente legitimado para desarrollar toda una serie de conductas de discriminación y violencia contra quienes considera inferiores, de los cuales piensa que están usurpando parte de lo que le pertenece. Y como toda conducta violenta, su desarrollo puede aumentar de forma progresiva hasta llegar a las distintas expresiones de la violencia física, entre ellas el homicidio. Son crímenes que cuentan con todos los ingredientes en sus autores: razones morales basadas en su idea de superioridad, argumentos prácticos al entender que le están quitando algo que les pertenece, una carga emocional basada en el odio que refuerza toda esa construcción, y una solución a su alcance a través del uso de la violencia.
Todo indica que es lo que ha ocurrido con Nikolas Cruz, a pesar de la advertencia que se había producido a través de la denuncia sobre sus planes sin que que hubiera respuesta del FBI, algo nada casual cuando el contexto social y cultural crea una sintonía bajo referencias cercanas con quienes reciben la denuncia, restándole credibilidad a su contenido o a su trascendencia.
La identidad construida sobre las referencias biológicas que llevan a entender que una determinada condición es superior al resto, que es lo que se observa en este caso y en todos los crímenes de odio, no es nueva. Se remonta al Neolítico y su ADN es el machismo, que fue la primera referencia utilizada en aquel entonces para definir la identidad de los hombres y de las mujeres, a partir de la cual se ha ido reforzando para establecer la desigualdad en la convivencia social sobre las referencias de quienes ocupaban las posiciones de poder, que eran los hombres.
Fueron las ideas, voluntades y deseos de los hombres los que decidieron que la convivencia tenía que organizarse en diferentes niveles jerárquicos, y que lo masculino pasaría a ser considerado como universal y común para toda la sociedad, convirtiéndose en la referencia social, y de ese modo permitir que los hombres contaran con las condiciones idóneas para ocupar y desarrollar espacios de poder en lo individual. Y a partir de esos primeros momentos, en lugar de cambiar conforme la organización social se modificó, lo que se hizo fue reforzar la construcción con los distintos elementos de poder e integrar otras referencias para incorporar al grupo original a los niveles más altos de su estratificación social, y de ese modo consolidar la estructura social sobre sus ideas, valores, creencias, origen, procedencia, color de la piel… pero siempre con lo masculino y los hombres como núcleo de esa organización.
El resultado es que la condición dominante no sólo es diferente a las otras, sino que, además, es superior. Por eso, para ese modelo, una mujer es diferente a un hombre e inferior, un homosexual es diferente e inferior, un afroamericano es diferente e inferior, un extranjero es diferente e inferior… y así podemos seguir uniendo factores de discriminación para hacer de esa construcción jerarquizada una fuente de discriminación interseccional, es decir, resultante de la interrelación de los diversos factores individuales para aumentar la desigualdad y acumular más poder; por ejemplo, una mujer es discriminada por su condición, pero si además es extranjera, con otro color de piel y una orientación sexual distinta, aún será mas discriminada.
Esa es la razón que hace que un machista sea homófobo, racista, xenófobo… porque el machismo está en el núcleo de esa identidad que parte de la condición como factor de referencia para considerar al resto diferentes e inferiores. Luego podrá expresar las distintas discriminaciones con más o menos frecuencia o de forma más o menos explícita dependiendo de las circunstancias, pero la construcción de la identidad machista las lleva todas en su esencia.
El machismo es cultura, no conducta, y la cultura machista es una estructura de poder, por eso se desarrollan conductas dirigidas a la consecución y a la perpetuación esas posiciones de privilegio bajo el amparo del sistema social y cultural, que a su vez se ver reforzado por los comportamientos individuales en una especie de “todo el mundo gana”.
Es lo que ha ocurrido con Nikolas Cruz, que ha desarrollado una actitud y una conducta sobre las referencias comunes de una sociedad que él ha llevado hasta el peor de sus extremos, pero no por ser diferentes, sino por vivirlas de una forma especialmente intensa y particular en sus circunstancias. Y esos factores comunes son los que hacen que la advertencia de que podía pasar no se vea tan grave o no resulte creíble, como ha ocurrido con las denuncias ante el FBI. Si la denuncia hubiera sido sobre un posible atentado yihadista, aunque las evidencias hubieran sido similares, habría conllevado la respuesta inmediata por parte del FBI, pues esa violencia está construida sobre referencias completamente diferentes a las que caracterizan el contexto socio-cultural. Es la misma situación que se presenta en violencia de género, cuando la palabra de las mujeres no resulta creíble o las consecuencias de su denuncia no se vean tan graves o posibles.
El machismo está en la base de la violencia interpersonal nacida de la condición de quien la ejerce y desarrollada de la mano del odio contra quien se considera diferente e inferior, por eso en una cultura levantada sobre la superioridad de los hombres sobre las mujeres estas son las primeras en sufrir sus consecuencias, pues cada golpe hace que el hombre que lo da se siga creyendo superior, y la sociedad más sólida sobre el machismo.
Nada es casual, el machismo es causa, no resultado.

Crean sistema para identificar a mujeres en riesgo de violencia feminicida en CDMX


Equis Justicia capacitará al poder Judicial capitalino


El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (Inmujeres DF) y el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJCDMX) presentaron el Sistema para la Identificación y Atención del Riesgo de Violencia Feminicida (SIARVFem), un mecanismo que permite ubicar y brindar medidas de protección a mujeres y niñas víctimas de violencia de género recurrente.
Este programa colaborativo entre el Inmujeres DF y el Tribunal Superior de Justicia local busca recolectar, procesar, clasificar y dar seguimiento a la información de casos de violencia de género en la capital del país con el objetivo de prevenir la violencia feminicida y garantizar la integridad de las mujeres y sus familias.
De acuerdo con información del Inmujeres DF, el SIARVFem –aún un sistema piloto- funcionará a través del enlace de información de mujeres que acudan a denunciar violencia de género en las instituciones de las secretarías de Salud, Desarrollo Social, y Seguridad Pública de la Procuraduría General de Justicia local, para conocer mediante los registros si han tenido incidentes previos de violencia y qué atención les han brindado.
Una vez que se tenga conocimiento de un caso se realizará una evaluación de factores de riesgo y vulnerabilidad de las mujeres y su familia, características del agresor y el contexto en el que viven para que ellas puedan tomar una decisión informada respecto a las medidas de protección que deseen obtener. 
En la Ciudad de México los registros del Sistema Nacional de Información en Salud (Sinais) indican que de los 275 homicidios de mujeres ocurridos entre 2012 a 2015 un 25 por ciento de las mujeres fueron asesinadas dentro de sus hogares.
Asimismo datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) indican que la urbe tienen el mayor número de carpetas de investigación  por violencia familiar en el país, tan sólo en el mes de noviembre de 2017 se abrieron un total de mil 445.
Cabe mencionar que dentro de los registros del SESNSP la Ciudad de México es una de las dos entidades –con Yucatán- que no cuentan con un registro de las llamadas de emergencias relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres.
En medio de este contexto y de una solicitud de Alerta de Violencia de Género (AVG) para la CDMX, se anunció este nuevo registro el pasado 27 de febrero como parte de la Red de Información de Violencia contra las Mujeres, establecido en la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia de la Ciudad de México.
Será el Tribunal de Justicia capitalino quien lo alimente de datos de las víctimas de violencia de género, personas agresoras y las medidas de protección solicitadas y otorgadas.
CAPACITACIÓN A PODER JUDICIAL
El Inmujeres local y el Tribunal también anunciaron su adhesión al proyecto, “Ciudadanizando a la Justicia: Modelo de Acompañamiento a Tribunales”, una iniciativa de la organización EQUIS Justicia para las mujeres que busca capacitar al personal del Poder Judicial de la ciudad para que incorporen la perspectiva de género en su trabajo.
Este proyecto financiado por la Unión Europea y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, tiene una duración de dos años. Al término, las organizaciones Fundar, AsiLegal y Transversal, realizarán un análisis de las sentencias con perspectiva de género emitidas en la Ciudad de México para evaluar el impacto que tuvo el curso en las personas juzgadoras.
La coordinadora del área legal de Equis Justicia, Fátima Gamboa Estrella, añadió en entrevista con esta agencia que buscarán que se hagan públicas las sentencias en materia de género dadas en la ciudad y crearán una red para prestar servicios eficientes a mujeres víctimas de violencia en compañía con organizaciones civiles.
Es por esta violencia contra las capitalinas y la falta de acceso a la justicia para las capitalinas
Imagen cortesía del InmujeresDF
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Violeta, el color que le hacía falta a la radio


OPINIÓN
   Zona de Reflexión
Por: Lucía Lagunes Huerta*


El día de ayer la radio se pintó de violeta, el color que le hacía falta.  La propuesta feminista de la Alianza por el Derecho Humano de las Mujeres a Comunicar, fue presentada ante un auditorio abarrotado y decenas de personas esperando que no pudieron entrar. Lo que ayer se atestiguó fue la creación feminista con gran potencial.
Decenas de mujeres y hombres de todas las edades y todas las diversidades feministas estuvieron presentes para conocer la propuesta radiofónica de Violeta, la cual no sólo en sus contenidos al aire será feminista, sino en sus cimientos.
Tres organizaciones y una investigadora han hecho un pacto feminista para garantizar el Derecho Humano de las mujeres a comunicar. Para que las mujeres accedan a los medios de comunicación y los dirijan.
Cada una de las hoy involucradas han sumado sus talentos y habilidades, sus trayectorias y sus mejores recursos, para hacerla realidad; y han construido alianzas con otras mujeres feministas, como Lydia Cacho, la madrina de Violeta Radio, y aliados como Antonio Tenorio, director de Radio Educación, que ayer dio a conocer el Convenio entre esta institución histórica y Violeta Radio para que pueda transmitir.
Sí, ayer la Radio se pintó de violeta, gracias a la energía de Mujeres en Frecuencia, Salud Integral para la Mujer, Comunicación e Información de la Mujer y la doctora Aimée Vega Montiel.
La producción informativa busca equilibrar la asimetría periodística que enfrentan las mujeres. A continuación comparto lo dicho ayer durante la presentación de Violeta Radio.
La organización Nordicom dio a conocer el lunes los resultados de su investigación en relación al lugar que ocupan las mujeres en los altos cargos de toma de decisión de 100 corporaciones de medios.
Los resultados la llevaron a asegurar que “los medios son un negocio masculino”.
Las evidencias que las llevaron a esta conclusión fueron las siguientes:
En promedio 80 por ciento de puestos de dirección, son ocupados por hombres. 17 por ciento de los puestos de alta dirección, tienen como titulares a mujeres y sólo 6 mujeres dirigen estas corporaciones.
En el año 2010 el optimismo estaba de nuestro lado. De acuerdo con los resultados del Proyecto Monitoreo Mundial de Medios, único en el mundo, las mujeres alcanzaríamos la paridad dentro de las noticias en 50 años, siempre y cuando cada quinquenio se registrara un incremento del 5 por ciento.
Tras los resultados del año 2015 el optimismo se debilitó al encontrar un estancamiento en la presencia de las mujeres dentro de las noticias en el mundo.
Es decir, desde el año 2010 de cada 100 noticias que se publican en el mundo por cualquier vía, 24 tienen una voz femenina.
Sin embargo, hay secciones noticiosas en las cuales por decir lo menos, las mujeres estamos un poco más abajo del inframundo, por ejemplo en la sección de finanzas o deportes.
En nuestra Ciudad de México las mujeres ocupan apenas 20 minutos de cada hora de transmisión radiofónica. De las 530 horas de noticias a la semana 82 son transmitidas por mujeres, reporta la investigación realizada por CIMAC en el año 2017.
“En Perspectiva: noticias por la igualdad”, es una apuesta a construir la lectura del mundo desde la mitad de la población que ha sido invisibilizada por la lectura masculina del mundo público.
Ciertamente las noticias no tiene sexo pero su tratamiento sí tiene género, y hasta el día de hoy la mirada del género masculino tamiza la información, aquello que se considera noticioso, los personajes de las noticias y el lugar que éstas ocupan.
Hacer periodismo profesional y de investigación será la brújula que guíe “En Perspectiva: noticias por la igualdad”, donde las protagonistas de las noticias son las mujeres; y donde el derecho a la información de éstas esté garantizado.
Tomar el pulso de lo que ocurre en el país implica contar con ojos y oídos comprometidos con los Derechos Humanos de las mujeres, reporteras de Cimacnoticias y de la Red Nacional de Periodistas serán quienes nos acerquen los hechos que acontecen en nuestro país en torno a la igualdad de las mujeres.
Contaremos con corresponsales extranjeras que nos traerán las otras perspectivas que impactan en nuestras vidas. Porque en todos lados estamos las mujeres, tendremos secciones sobre deportes, finanzas, tecnología y cultura.
Construir la igualdad implica necesariamente el análisis y la reflexión que diseccione el mundo desigual al que nos enfrentamos cada día las mujeres.
Evaluar las políticas públicas que dicen buscar la igualdad de las mujeres será tarea fundamental del trabajo periodístico que realicemos y para ello contaremos con las expertas y académicas indispensables.
Por supuesto que la sociedad civil y el movimiento feminista que ha pugnado por los Derechos Humanos de las mujeres y contra la discriminación, estarán presente en nuestro quehacer informativo.
En un país donde hacer periodismo crítico implica jugarnos la vida, no se pueden crear medios de comunicación como si esto no pasara, como si las periodistas no tuvieran que dejar sus ciudades para salvar la vida por hacer su trabajo de informar a la sociedad, para ellas los micrófonos de Violeta Radio están abiertos.
Porque estamos convencidas que para construir la igualdad nadie debe ser silenciada.
Larga vida para Violeta Radio
*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.
Twitter: @lagunes28

CIMACFoto: Sonia Gerth
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Movimiento feminista impulsó agenda de género en México


Construcción de alianzas para avances de temas


En medio del proceso de democratización en México y la celebración de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, China, en 1995, las organizaciones feministas mexicanas aprovecharon la coyuntura  internacional para impulsar la adopción de una agenda política de género.

De este proceso en Beijing nació la primera agenda nacional de género en el país llamada “Agenda de las mujeres para las elecciones de 1997”, realizada por la Asamblea Nacional de las Mujeres para la Transición a la Democracia, conformada en 1996 por organizaciones civiles y legisladoras feministas que destacaba 4 puntos:

1) la partición activa de las mujeres en la reforma de Estado; 

2) la aplicación de los Convenios, Acuerdos y Pactos Internacionales signados por México en políticas públicas a favor de las mujeres; 

3) el fortalecimiento del Programa Nacional de la Mujer (creado en la presidencia de Ernesto Zedillo) y 

4) adoptar medidas para eliminar la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres.
La agenda fue signada por 26 organizaciones civiles entre las que se encontraban: la Asociación de Mujeres para la Defensa de los Derechos Civiles, Balance, Ciudadanas en Movimiento por la Democracia, Grupo de Información en Reproducción Elegida y el Grupo Interdisciplinario sobre Mujeres, Trabajo y Pobreza.

Sin embargo para que las demandas de las mujeres fueran plasmadas en la política pública se necesitaba que las mujeres estuvieran en puestos de decisión. De ahí que la Asamblea Nacional de Mujeres promovió la Campaña “Si la mujer no está, la democracia no va” para presionar a líderes de los partidos políticos para que no postularan más de 70 por ciento de candidatos varones a puestos de elección popular.  

En 1998 se conformó el primer espacio de interlocución para debatir una agenda política de género desde la administración legislativa. Se concretó en marzo el Parlamento de Mujeres de México (PMM), participaron mil 600 mujeres, entre legisladoras federales, estatales, académicas y representantes de organizaciones civiles.

Se leyeron 211 ponencias que abarcaron y profundizaron en temas para las mujeres como la educación, seguridad social, trabajo, participación política y salud con el objetivo de trabajar en una agenda que ampliara el marco jurídico en el reconocimiento de los Derechos Humanos (DH) de las mujeres.

De este Parlamento se desprendieron reformas legislativas sustantivas para el beneficio de las mujeres, tales como la instauración de comisiones de Equidad de Género en los Congresos estatales, la estipulación en los Códigos penales de la violencia familiar, el hostigamiento sexual y protección a víctimas de delitos sexuales.

PACTOS ENTRE ORGANIZACIONES Y PARTIDOS

En años posteriores las organizaciones de mujeres mantuvieron la construcción de alianzas entre los partidos políticos para el avance de una agenda de género. En las elecciones del 2000 impulsaron que las candidatas políticas refrendaran su compromiso para trabajar en una política enfocada en los derechos de la población femenina a través de la firma de pactos.

Como lo documentó Cimacnoticias, en junio de ese año más de 100 organizaciones no gubernamentales lograron convocar a 400 candidatas de partidos políticos, con excepción del PAN, para firmar el “Pacto entre Mujeres: hacia una agenda legislativa y de gobierno por la equidad”.
Éste contenía 13 compromisos a defender -si las favorecían los votos populares- fincados en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos; del trabajo, en la promoción de una vida libre de violencia y no discriminación; en participación política; un presupuesto público e institucionalización del enfoque de género; en defensa de un Estado laido y el cumplimiento de los compromisos internacionales signados por México.

Algunas de las agrupaciones convocantes fueron Mujeres y Punto, Mujeres en Lucha por la Democracia, Ciudadanas en Lucha y DIVERSA, organizaciones nacidas en los años noventa y fundamentales en vigilar, promover y negociar con partidos políticos para ganar espacios de representación popular para las mujeres.

Al ganar el panista Vicente Fox la presidencia en el 2000, las organizaciones mantendrían el dedo en el reglón para obtener una agenda de género. En septiembre del 2000 se llevó acabo el Congreso Nacional de Mujeres –acudieron mil 300 mujeres de todo el país entre legisladoras, organizaciones y académicas- “para impulsar la agenda feminista y el movimiento amplio de mujeres frente a los tres poderes de gobierno”.

El encuentro tuvo como resultado la  “Agenda del Congreso Nacional de Mujeres: hacia la reforma del Estado con equidad de género”, sin embargo en los resolutivos se desecharía un tema fundamental dentro de la agenda feminista: el aborto, debido a que las militantes panistas y su afín, la Asociación Nacional Cívica Femenina, se manifestaron en contra.

Estas diferencias entre las organizaciones feministas forjadoras de la agenda de género y grupos conservadores, continuarían en los siguientes años a tal punto que la interrupción legal del embarazo continúa siendo un tema de debate de la agenda para las mujeres.

Para este periodo electoral se presenta una nueva oportunidad para que quienes aspiran a cargos de elección popular, coloquen de nuevo una agenda de género con los temas pendientes y que miren las necesidades reales del 52 por ciento de la población.

CIMACFoto: Rosario Nieto
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

SCJN protege doble jornada de mujeres


Determina que pueden pedir compensación en caso de divorcio


La Suprema Corte de Justicia de la Nación, determinó que los cónyuges tendrán derecho a una compensación cuando la pidan, siempre y cuando demuestren que se dedicaron a las tareas domésticas y que esto les generó algún costo de oportunidad, aún cuando hayan dedicado alguna proporción de su tiempo al trabajo remunerado fuera de casa.
En un comunicado, la SCJN informó que la Primera Sala aprobó la propuesta del ministro Arturo Zaldívar derivada del amparo directo en revisión 4883/2017; que enfatiza el valor de la doble jornada que realizan las mujeres que cuidan de su hogar y tienen algún desempeño profesional y el derecho que tienen a que se les compense dicho trabajo cuando se disuelva el matrimonio.
El amparo analizado se trató del caso de una mujer casada bajo el régimen de separación de bienes, quien solicitó de su exmarido la compensación del 50 por ciento de los bienes que adquirieron durante su matrimonio toda vez que los 40 años que permaneció casada, si bien tuvo actividades profesionales, se dedicó preponderantemente al cuidado del hogar y sus tres hijas, lo que le impidió desarrollarse en el ámbito profesional en igualdad de circunstancias que su exmarido.
El comunicado destacó que al acudir a diversas instancias la petición le fue negada con el argumento de que para tener derecho a esa compensación debía demostrar que “nunca tuvo actividades profesionales y que se dedicó de manera exclusiva al cuidado del hogar” lo cual, consideraron las y los ministros de la Primera Sala, es una decisión que no protege “adecuadamente” a aquellos cónyuges que asumieron cargas domésticas y familiares en mayor medida sin recibir remuneración económica a cambio.
La sentencia sostiene que si las mujeres dedicaron más tiempo que sus parejas al trabajo doméstico y no recibieron remuneración alguna por el mismo, no pudieron desarrollarse profesionalmente en igualdad de condiciones que sus excónyuges, por lo que no pudieron adquirir la misma cantidad de bienes y por tanto, al no reconocer esta situación se invisibiliza el valor del trabajo doméstico y las dificultades de tener una doble jornada.
Datos del Grupo de Información y Reproducción Elegida (GIRE) en su informe "Horas hábiles. Corresponsabilidad en la vida laboral y personal" refieren que la presencia de mujeres en el mercado laboral ha reforzado una doble jornada para ellas.
En el país, de acuerdo con este informe, 52.8 por ciento de las mujeres trabajan y reciben un salario por ello al igual que 47.2 por ciento de hombres. Sin embargo, ellas dedican 76.1 de su tiempo semanal a ello en comparación con los hombres que emplean 23.9 por ciento.
En el informe se expone que, en 2012, las mujeres dedicaron 65.2 por ciento de su tiempo al trabajo no remunerado y 33.5 por ciento al remunerado. Mientras que los hombres dedicaron 76.2 por ciento a las labores con sueldo y 21.1 por ciento a las actividades sin paga.

Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Equidad de género más cerca de Latinoamérica, pese a desigualdades


 Informe “Igualdad de género en la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”
   


Aunque la equidad de género y el empoderamiento femenino aparecen como metas más cercanas de alcanzar para mujeres en todo el mundo, todavía es un anhelo distante y bastante esquivo en el horizonte de otras tantas.
Esas brechas fueron reveladas en el informe “Igualdad de género en la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, el primero de su tipo realizado en Naciones Unidas.
Según dijo a Prensa Latina la autora principal del reporte y jefa de la sección de Investigación y Datos de ONU Mujeres, Shahra Razavi, Latinoamérica y el Caribe presenta varias señales de mejoras en temas de empoderamiento.
Esta área experimenta el más alto incremento en términos de empleo y participación femenina en la fuerza laboral que se reportó en las regiones en desarrollo durante la última década, indicó.
La tendencia constituye un indicador de los cambios positivos en América Latina y el Caribe, no solo en lo referido al empleo sino también en cuanto a la enseñanza, enfatizó.
Uruguay -país en el cual existe uno de los casos de estudio reseñados en el informe- figura entre los líderes de la zona al proporcionar importantes servicios de educación, capacitación y puestos de trabajo, ahondó.
De acuerdo con Razavi, poco a poco se están cerrando las brechas de género, pero todavía persisten en la región las desigualdades entre mujeres y hombres, precisó la especialista en investigación e información de ONU Mujeres, Ginette Azcona.
La inclusión de indicadores de pobreza se encuentra entre las novedades que recoge el reciente informe y que no se habían incluido en otros anteriores, detalló.
Por ejemplo -dijo- en lo relacionado a la edad del primer trabajo, la brecha entre hombres y mujeres es mayor en Latinoamérica y el Caribe que en cualquier otra zona.
En tanto, 32 por ciento de las mujeres en Latinoamérica vive con menos de un dólar y 90 centavos al día, cuando a nivel mundial la estadísticas es del 22 por ciento, añadió.
Para la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, los avances en temas de igualdad de género y empoderamiento femenino siguen sin alcanzar a quienes más los necesitan.
Además, recalcó, las mujeres son más propensas que los hombres a padecer pobreza extrema y también tienen menos acceso a los servicios de primera necesidad debido a las inequidades de género, alertó.
Mlambo-Ngcuka señaló que la igualdad de género puede ser un catalizador para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“A menos que se acelere considerablemente el progreso en materia de igualdad de género, la comunidad internacional no podrá cumplir con la promesa de no dejar a nadie atrás. Esta es una llamada urgente a la acción y el informe hace recomendaciones sobre qué camino tomar”.
En ese sentido, llamó a reforzar la implementación de políticas públicas que las beneficien a ellas.
La atención de salud para las mujeres y su descendencia, la necesidad de un empleo decente y el respeto a sus derechos son algunas de las prioridades a tener en cuenta ahora, según indica el reporte, añadió. Aún se necesitan más estadísticas sobre el tema, pues existen muy pocos datos a nivel global y los que hay son de fechas muy recientes, ahondó la directora ejecutiva de ONU Mujeres.
“Esta organización busca escuchar y hacer oír las voces de todas las mujeres del mundo, sobre todo en aquellos lugares donde no pueden hablar por sí mismas'. Dos años y medio después de la adopción de la Agenda 2030, ONU Mujeres elaboró un informe para examinar desde una óptica de género el progreso alcanzado y los desafíos pendientes para la implementación de los ODS.
En 89 países con datos disponibles, el número de mujeres y niñas que viven en condiciones de pobreza asciende a 330 millones.
Asimismo, más del 50 por ciento de las mujeres y las niñas en medios urbanos de las naciones en vías de desarrollo carecen de al menos uno de estos recursos: acceso al agua limpia, instalaciones sanitarias mejoradas, una vivienda durable y espacio suficiente para vivir.
En tanto, una de cada cinco mujeres menores de 50 años de edad sufrió violencia física o sexual a manos de su pareja en los últimos 12 meses, arrojaron las estadísticas mundiales.
Todos esos datos están recogidos en el reporte de ONU Mujeres que identifica brechas y oportunidades para la igualdad de género en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, el primero de su tipo realizado en Naciones Unidas.
Como destacaron sus autoras, el informe demuestra la naturaleza generalizada de la discriminación en contra de las mujeres y las niñas, por ello uno de sus acápites recomienda medidas para abordar el problema.
El logro de la igualdad de género no resulta solo un objetivo importante en sí mismo, sino que es además un factor capaz de acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030 y de un futuro sostenible para todas las personas, subraya el documento.
Por ejemplo, en el informe se muestra que la reducción de la carga de cuidados no remunerados para las mujeres mediante el acceso a servicios de ese tipo gratuitos y universales les permitiría acceder a más oportunidades de empleo.
Del mismo modo, propiciaría la creación de trabajos en el sector de los servicios sociales y mejoraría los resultados en salud y nutrición infantil.
Tal y como insiste el informe, no se trata solo de un asunto de mujeres: la equidad de género impacta en todos los sectores y esferas de la sociedad a escala global.
*Corresponsal Jefa de Prensa Latina en Naciones Unidas

Imagen retomada de la página de ONU
Por: Ibis Frade*
Cimacnoticias/PL | La Habana, Cuba.-

Pedagogías feministas

Feminismos & Educación

¿De qué hablamos cuando hablamos de pedagogías feministas?

A pesar de que tanto el activismo como la teorización feminista han tenido como punto central la reivindicación educativa, centrada en el acceso de las mujeres a los diferentes niveles educativos en condiciones de igualdad, existe escaso desarrollo de pedagogías feministas como marco epistemológico y propuestas de acción.

La vinculación entre feminismo y educación se ha dado fundamentalmente a partir de propuestas coeducativas, asociadas a la pretensión de igualdad de oportunidades en educación, basando la intervención educativa en las cuestiones de socialización y roles de género, y en la eliminación de la diferencia tradicional entre aprendizajes masculinos y femeninos. Desde este planteamiento se pretende compensar las diferencias de las niñas a través del diseño de materiales y currículos, transformación del currículo oculto, reflexión sobre la composición por sexos del personal escolar, y la formación docente (Maceira, 2006).

Frente a este planteamiento, la propuesta desde las pedagogías feministas pone en el centro la ruptura de esquemas que impiden la libre realización. No es pedagogía feminista simplemente analizar o incorporar la experiencia de las mujeres en entornos educativos, incluir conocimientos de la historia del feminismo, o la enseñanza llevada a cabo por personas que se autodenominan feministas, si no se acompaña de una transformación desde la raíz, preguntándose por los recursos materiales, subjetivos y simbólicos que se requieren para transgredir las normas hegemónicas. (Maceira, 2006).

Las pedagogías feministas promueven la deconstrucción de las categorías identitarias hegemónicas
“hombre – mujer” y “masculino – femenino”, los mandatos de género asociados y las narraciones androcéntricas, reconociendo la existencia de múltiples sujetos experienciales sin jerarquizar ni dicotomizar sus conocimientos (Martínez Martín y Ramírez Artiaga, 2017). Puesto que la pedagogía es un discurso para la acción, se encuentra en diálogo constante con otras narrativas; no es una reflexión cerrada o normativa, sino construida por una serie de discursos cruzados por relaciones de poder que producen unos ideales de hombre o mujer a educar (Arango, 2012).

Por tanto, las pedagogías feministas son filosofía y práctica de enseñanza que toman las herramientas de la teoría y la acción feminista para analizar el hecho educativo y hacer propuestas, tanto en el ámbito de la educación formal como de la no formal. Es un campo de trabajo de un enorme potencial, puesto que es capaz de aglutinar propuestas innovadoras, luchar contra prácticas hegemónicas que reproducen el orden social, y plantearse como objetivo la transformación social.

A partir de grupos de reflexión de docentes o educadorxs, esta línea de teorización y trabajo en construcción puede dar respaldo a planteamientos educativos innovadores y transgresores, puede suponer una nueva forma de abordar el hecho educativo con múltiples posibilidades de análisis y desarrollo. Aunque las pedagogías feministas encuentran puntos de conexión con la tradición de pedagogía crítica, ponen en cuestión al sujeto emancipado, que presupone una identidad fija, unificada y homogénea.

La incorporación de la perspectiva postestructuralista feminista plantea que los conceptos de subjetividad, identidad, lenguaje, contexto y poder tienen mucho que ofrecer al campo de la enseñanza, y no espera sugerir una sola estrategia para las pedagogías del empoderamiento, de la emancipación o de la liberación (Arango, 2012). Siguiendo a Debortri Dhar (2014) y Adela C. Licona y cols (2009), podríamos sintetizar algunas características que distinguen las pedagogías feministas:

- Proveen un lenguaje de análisis crítico de la realidad. Abordan las narrativas que naturalizan las diferencias entre sexos, y que explican el hecho de que, a pesar de planteamientos igualitarios, las prácticas de género subsisten.

-Interseccionalidad de la identidad social: se aproximan a la desigualdad de los sexos junto con otras dimensiones identitarias como la clase, la etnia, la raza, sexualidad, etc. Unida a otras pedagogías críticas, pretenden crear entornos que no silencien las voces de grupos tradicionalmente desplazados. Se critica la consideración de las mujeres como grupo homogéneo universal y se propone que la capacidad de transformación parta desde lo local y situado.

-Se ponen en cuestión las categorías identitarias fijas y esenciales, recogiendo aportaciones de feminismo postestructural y teoría queer. Las identidades se entienden como discursivas, fragmentadas y fluidas. Se ofrece visibilidad y espacio a formas de actuar las identidades no normativas, y se crean condiciones para que los colectivos más vulnerables se muevan con seguridad.

-La acción y la transformación social son objetivos explícitos. Se realiza una vinculación del aula con la mejora comunitaria.

-Importancia del aprendizaje experiencial. Los contenidos curriculares y la estructura de la institución educativa se entienden como limitantes, y se incorpora la vivencia de las mujeres y otros grupos no hegemónicos al discurso académico como un elemento central. La pedagogía feminista debe ser construida en una lucha colectiva por el conocimiento, punto de vista y experiencia de identidad de los grupos no hegemónicos.

- Introduce la ética del cuidado en la escuela (Noddings, 2015). Visibiliza, reconoce y valora los trabajos de cuidado dentro y fuera del espacio educativo. Se analiza de forma crítica el entorno escolar, y se realizan intervenciones contra la hostilidad de la organización.

-Análisis y deconstrucción de las diferentes relaciones de poder que se establecen en la institución.
Se proponen relaciones no hieráticas entre profesorado y estudiantes. Se introduce la reflexividad sobre el poder en el aula y fuera de ella.

-El aprendizaje es democrático y participativo (común a todas las pedagogías críticas). Paulo Freire, en su Pedagogía del Oprimido y como Práctica de Libertad, argumenta contra la relación rígida, contra el profesorado como sujetos de enseñanza y el alumnado como el objeto, y contra la no inclusión de las decisiones del alumnado.

En definitva, las pedagogías feministas están en permanente construcción, huyendo de la rigidez de recetas cerradas y de la pretensión de neutralidad del discurso educativo oficial. Se trata de tomar conciencia de qué contexto habitamos y cómo lo vivimos, sentimos, reproducimos y transformamos.

En este caminar, las pedagogías feministas proponen “entre – tejer” diversas experiencias desde lo educativo, entendido como un espacio de subversión de un sistema de poderes y privilegios sustentado en las desigualdades de género, clase, sexualidad, etnia, edad, etc. bell hooks (1994) nos recuerda:

 “The academy is not paradise. But learning is a place where paradise can be created. The classroom, with all it´s limitations, remains a location of possibility. In that field of possibility we have the opportunity to labor for freedom, to demand of ourselves and our comrades, an openness of mind and heart that allows us to face reality even as we collectively imagine ways to move beyond boundaries, to transgress. This is education as a practice of freedom”.


Referencias Bibliográficas:

  • Arango Rodríguez, S. C. (2012). Pedagogía feminista: una lectura desde la crítica cultural feminista. IX Simposio Internacional Educación y Cultura en Iberoamérica. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Juan Marinello Vidaurreta”, Matanzas, Cuba, 20-24 marzo, (paper).
  • Crabtree R. D. , Sapp, D. A.,  Licona, A. C. (Eds) (2009). Feminist Pedagogy: Looking Back to Move Forward (A Feminist Formations Reader). Baltimore: Johns Hopkins University Press. 
  • Dhar, Debotri (ed.) (2014). Education and Gender. London: Bloomsbury Academic,.
  • hooks, bell (1994). Teaching transgress. Education as the practice of freedom. London: Routledge.
  • Maceira, L. (2008). El sueño y la práctica de sí. Pedagogía feminista: una propuesta. México D.F: Colegio de México.
  • Martínez Martín, I. (2016). Construcción de una pedagogía feminista para una ciudadanía transformadora y contra-hegemónica. Foro de Educación, 14(20), 129-151. doi: http://dx.doi.org/10.14516/fde.2016.014.020.008
  • Martínez Martín, I., Ramírez Atiaga, G. (2017). Des – patriarcalizar y des- colonizar la educación. Experiencias para una formación feminista del profesorado. Revista internacional de educación para la justicia social (RIEJS), 6 (2), 81 – 95
  • Noddings, N (2015): Autonomía relacional. En Buxarrais, M. R. y Martínez, M. (Eds). Retos educativos para el siglo XXI: autonomía, responsabilidad, neurociencia y aprendizaje. Barcelon: Octaedro.

A Dios se la pedí prestada: en memoria de las desapariciones


Samuel Mendoza*

Caminando y pidiendo ride por las carreteras del centro y sur del país, madres con hijos desaparecidos o asesinados llegaron a la sede principal de la Secretaría de Gobernación (SG) el 17 de enero. Sobre la banqueta instalaron sus casas de campaña, entre las rejas de herrería amarraron sus consignas, y dentro de cajas acartonadas resguardaron el agua y el azúcar que necesitaban para los días que duró su huelga de hambre.

Desde el primer momento de presencia, las más de 15 mujeres que integraron el campamento trabajaron. Algunas coordinaron las jornadas de rastreo que realizan familiares por montes y llanuras, donde saben que existen cementerios clandestinos. Otras realizaron llamadas telefónicas para monitorear la seguridad de compañeras que venían en camino para unirse a quienes ya estaban chupando limones con sal para que el cuerpo aguantara el cansancio y el frío.
Las familiares provenientes de Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Morelos, Querétaro, estado de México y de la misma capital mexicana afirmaron que no retirarían el plantón hasta que las autoridades dejen de revictimizar sus casos, entreguen el apoyo económico al que tienen derecho por ser víctimas, identifiquen con base en pruebas genéticas los cuerpos encontrados por colectivos de búsqueda y el titular de la instancia gubernamental agende una cita para ellas.
Me ha tocado recuperar cientos de cuerpos en fosas, por todo el territorio nacional. Sólo nosotras entendemos cómo y dónde buscar. Cuando la tierra está abultada significa que hay cadáveres recientes; cuando la tierra está sumida hay restos humanos desde hace tiempo, y si los fragmentos de hueso están regados y negros, sospechamos que allí a nuestros seres queridos los destazaron y quemaron. Hemos localizado barrancas con más de 60 personas. Urge otorgarles identidad, porque no queremos que pasen de una osamenta a un panteón ministerial, explicó María Guadalupe Narciso, integrante del Comité de Familiares de Desaparecidos de Chilpancingo.
Las mujeres esperaban respuesta oficial a sus demandas. Automovilistas y ciclistas transitaban por la zona, pero ni de reojo observaron el campamento. Los visitantes frecuentes eran estudiantes, reporteros y defensores de derechos humanos. Como si estuvieran en su propia casa, las madres recibieron a estas personas con amabilidad y gratitud. Dedicaron tiempo suficiente a la conversación y cuando llegó el momento de la despedida, pidieron con un abrazo: Por favor, anote mi número por cualquier cosa que necesite. Aquí estoy, no me olvide. Así sucedió con el joven Ángel Estrada, de la Universidad Nacional, y con la sicóloga María del Rosario, hija de Rosario Ibarra de Piedra, quien al igual que compañeras también convocó a huelga de hambre el 28 de agosto de 1978 para exigir el regreso de su hijo Jesús y demás muchachos desaparecidos durante el periodo conocido como guerra sucia.
Todas las víctimas somos un mismo grupo, un mismo equipo. Hoy estamos en huelga de hambre como ayer estuvimos en instancias internacionales. En cada espacio solicitamos personal capacitado y dispuesto a trabajar con nosotras. Los funcionarios no pueden cargar nuestro dolor porque no lo han sentido, pero sí pueden tener empatía y sensibilidad hacia gente que a raíz del arrebato de los nuestros nos cambió la vida. Desde el feminicidio de mi hija Lilia Alejandra García Andrade, en Ciudad Juárez, Chihuahua, en 2001, me volví hipertensa y diabética; tuve que encargarme de mis nietos Jade y Kaleb, y frente a ellos recibí dos atentados, narró Norma Esther Andrade, al tiempo que muestra la cicatriz del impacto de bala que recibió a 10 centímetros del corazón.
Pero ni fuera de la SG las madres de familia, acompañadas de niños y adultos mayores, están a salvo de agresiones o intimidaciones. La madrugada del domingo 21, sujetos no identificados patearon sus tiendas de fibra sintética, donde ya dormían. El mismo día por la tarde, un hombre grabó y fotografió desde el otro lado de la calle todos sus movimientos. Esto descubrieron las madres cuando encararon la actitud sospechosa del individuo y lo obligaron a borrar el contenido que su celular guardó sobre ellas. Después él encendió el motor de su automóvil Aveo, cuyas matrículas protegía una placa grisácea.
La huelga de hambre fue una oportunidad para dar a conocer problemas nacionales e influir en la toma de decisiones de quienes detentan el poder político, pero también representó una ocasión para reivindicar la memoria, conservar, reflexionar y relatar lo que cada mujer ha vivido.
De lo anterior, Margarita López Pérez es consciente. Para La Jornada rememora:
Mi hija... ¡Mi hija es la única luz de mis ojos...! Cuando tuve tres hijos varones le pedí a Dios que me regalara una niña, que me diera la oportunidad de tener una mujer. A Dios se la pedí prestada. Pero me la prestó por poco tiempo.
Yahaira Guadalupe Pérez, de 19 años, desapareció en el municipio Tlacolula de Matamoros, Oaxaca, la tarde del 13 de abril de 2011, cuando un comando armado entró a la casa, la violó y la decapitó. Luego de dos años, cuatro meses y 19 días encontré su cuerpo. Sin embargo, nuevos peritajes aseguraron que ella no es mía.
A Melisa Maravilla
*Escritor

Un siglo de movilización contenciosa de las mujeres egipcias en el marco de la Marcha Global de las Mujeres

Feminismo & Egipto


Sobre la movilización de las mujeres egipcias en el contexto de la Marcha de las Mujeres del pasado 21 Enero 2018.


Frente a la reciente Women’s March (Marcha de las Mujeres) realizada en Washington el pasado 21 de enero, surgen reflexiones en torno a la influencia que este tipo de movilizaciones tienen en las luchas de las mujeres de otras regiones y respecto a de qué manera estas mujeres construyen sus propias dinámicas de emancipación como respuesta al entorno sociopolítico en el que viven. Tal es el caso de Egipto, el cual es considerado como uno de los primeros países de Medio Oriente donde las mujeres han participado activamente en la esfera pública, sobre todo en la política. 

Las mujeres egipcias tuvieron una importante presencia en las luchas anticolonialistas desde finales del siglo XIX. A pesar de que su intervención fue más evidente en el levantamiento por la independencia egipcia de 1919, su participación no surgió de manera espontánea, sino que se venía gestando desde décadas atrás. Muestra de ello fue el apoyo que brindaron algunas mujeres al Movimiento Urabi de 1882. El papel que las mujeres han desempeñado en la política se ha constituido a partir de los procesos de cambio sociopolítico de Egipto.

Ante las dinámicas de expansión hegemónica de los distintos mandatos y la gran influencia de sociedades occidentales, las mujeres egipcias han adquirido estándares propios de emancipación, diversas ideologías de movilización; por ejemplo, de corte feminista, islamista, nacionalista, anticolonialista, de izquierda, liberal y sufragista, así como estrategias de contención. Algunas de éstas han sido marchas, levantamientos, asambleas, desobediencia civil, declaraciones formales, publicaciones, organizaciones independientes y expresiones culturales. 

El discurso de emancipación de las mujeres egipcias comenzó con las publicaciones de algunas escritoras que criticaban la asignación exclusiva de actividades para las mujeres, como lo hizo Zainab al Fawwaz en 1892, en la revista Al Nil. Años más tarde, en 1910, surgieron otros escritos e incluso libros; por ejemplo, Al Nisa’iyyat de Malak Hifni Nasif. En el contexto del levantamiento por la independencia de Egipto en 1919, Huda Sharawi, una de las figuras más importantes en la lucha de las mujeres egipcias, fundó en 1923 la Unión Femenina Egipcia. 

Esta organización pugnaba por los derechos políticos de las mujeres y cambios en la Ley del Estatuto Personal. En 1922 Egipto obtuvo una independencia nominal por parte de Gran Bretaña y en 1936 fue reconocido como un Estado soberano, pero permanecía bajo el control militar británico en la zona del Canal de Suez[1]. En este marco, entre la década de los treinta y la primera mitad de los años cincuenta, se diversificaron las tendencias de las asociaciones femeninas. Las primera de estas orientaciones se caracterizó por la protesta política, con organizaciones como la Unión de la Hija del Nilo de Doria Shafik, fundada en 1948. 

Por otro lado, estaban las asociaciones de tendencia comunista; por ejemplo, las Mujeres Jóvenes, formada por Ceza Nabarawi e Inji Aflatoun y las islamistas que se identificaban con la Sociedad de Mujeres Musulmanas creada por Zainab al Ghazali en 1937. Esta diversidad organizativa tuvo un período de relativa calma durante el régimen de Gamal Abdel Nasser, debido al control político que se estableció sobre el activismo y las movilizaciones. Además, el gobierno se apropió de la cuestión de las mujeres, lo que llevó a la instauración de un “feminismo de Estado”. 

Nasser combatió a los grupos islamistas y de izquierda. Incluso fueron silenciadas voces de mujeres, como ocurrió cuando fue encarcelada Zainab al Ghazali, acusada de haber participado en un presunto plan de la Hermandad Musulmana para asesinar a Nasser. Con Anwar al Sadat, se dio un giro definitivo a la postura antiimperialista y antisionista que caracterizaba a Egipto al establecer una paz por separado con Israel e implementar una política económica de puertas abiertas (infitah). Respecto a las mujeres, bajo la influencia de Jehan Sadat, esposa del presidente, se hicieron reformas a la Ley del Estatuto Personal; por ejemplo, se garantizaron derechos legales para las mujeres en cuanto al matrimonio y divorcio. Sin embargo, al igual que ocurrió con Nasser, durante la presidencia de Sadat la cuestión de las mujeres fue definida, en gran medida, por la perspectiva del gobierno. 

En 1981 llegó al poder Hosni Mubarak y en el marco de los primeros años de su mandato hubo un resurgimiento de los grupos feministas. Algunas figuras y asociaciones importantes en la década de 1980 fueron Nawal al Saadawi con la Asociación Solidaria de Mujeres Árabes y Fathia al Assal con la Unión de Mujeres Progresistas. Estas dos organizaciones lograron formar parte de una red de solidaridad con mujeres fuera de Egipto; por ejemplo, cuando la activista y profesora afroamericana Angela Davis visitó Egipto y se reunió con Fathia al Assal, Inji Aflatoun y otras mujeres reconocidas por su trayectoria política. Como resultado, en 1985 Davis publicó un ensayo sobre las mujeres egipcias en su libro Mujeres, Cultura y Política, con el que mostró su solidaridad con la lucha feminista egipcia. Durante los últimos diez años del gobierno de Mubarak existió un descontento enorme por parte de la población respecto a la corrupción, las malas condiciones económicas, el desempleo, entre otros temas. 

Esta frustración llegó a un punto crítico durante los primeros meses del año 2011 cuando la población egipcia tomó las plazas principales del país y pidió la caída del régimen. Estas revueltas populares ocurridas en el contexto de la llamada Primavera Árabe llevaron a la renuncia del presidente el 11 de febrero del mismo año. Aunque las insurrecciones no se basaron en cuestiones de género, la presencia femenina en las protestas llamó la atención de los medios de comunicación internacionales, ya que en muchos países había predominado una imagen de sumisión de las mujeres árabes. Asimismo, los movimientos y organizaciones de mujeres pusieron en duda las dinámicas tradicionales de participación femenina en el ámbito público y mediante el uso de la tecnología pudieron encontrar renovados medios de expresión. 

Con el paso del tiempo, en Egipto se han observado avances y retrocesos en la trayectoria de la participación política de las mujeres. Tuvieron una presencia activa en la lucha anticolonialista, pero sus asuntos no lograron ocupar un lugar central; posteriormente, las organizaciones de mujeres tomaron forma durante las dos primeras décadas del siglo XX y adquirieron una diversidad ideológica sobre todo en los años cuarenta. 

A pesar ello, estuvieron en relativa calma debido al control político establecido durante el período de Nasser, el cual fue retomado por Sadat. Con Mubarak, surgió una nueva ola de organizaciones, las cuales se mantuvieron activas en las revueltas populares de 2011. 

Influidas por una combinación entre ideas feministas provenientes del exterior, tácticas locales de movilización, así como por el ambiente sociopolítico del país, en la actualidad las mujeres egipcias siguen organizándose y buscando espacios en la política; sin embargo, no dejan de ser vulnerables a las agresiones derivadas del predominio del sistema patriarcal y la censura por parte del gobierno.



Fuentes de consulta

  • Al-Ali, Nadje. (2002). “Women’s Movement in the Middle East: Case Studies of Egypt and Turkey”. En United Nations Research Institute for Social Development Paper. Vol. 5. p. 1-42.
  • Badran, Margot. (1993). “More Than A Century Of Feminism In Egypt”. En Tucker, Judith. (Ed.). (1993).
  • Arab Women : Old Boundaries, New Frontiers. Estados Unidos: Indiana University Press. Baron, Beth. (2005).
  • Egypt as a woman. Nationalism, gender and politics. Estados Unidos: University of California Press. Davis, Angela. (1985).
  • Women, Culture & Politics. Estados Unidos: Vintage Books. Saleh, Amani. (2010).
  • Women’s movement in: Kuwait, Egypt, Iran and the UK. Reino Unido: Author House.

El gobierno ofrece ante la CIDH concluir este año el caso Ayotzinapa

Buscan dar carpetazo al asunto para que no interfiera en los comicios: padres de los 43

Se cuenta con datos relevantes que permitirán detener a otros 30 involucrados, asegura fiscal especial


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En las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez se dio seguimiento –mediante videoconferencia– a la audiencia de la CIDH realizada en Bogotá, Colombia, sobre el caso Iguala

El Estado mexicano se comprometió a arribar a conclusiones este mismo año sobre el caso Ayotzinapa, y aseguró que en su investigación sobre el tema ha tenido avances relevantes y alentadores –entre ellos el descubrimiento del móvil del ataque contra los normalistas–, pero sin explicar cuáles son, lo cual fue interpretado por los familiares de las víctimas como un anuncio de que se podría dar carpetazo al asunto, para que no interfiera en el proceso electoral.
En audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), realizada en Bogotá, Colombia, los familiares y representantes de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos señalaron que el gobierno de México únicamente se ha dedicado a administrar el caso, sin hacer ningún avance significativo en el cronograma de trabajo que las mismas autoridades establecieron.
Una muestra de ello, destacaron, es que 80 por ciento de dicho calendario de actividades se ha incumplido, pues ya no se han registrado más detenciones ni consignaciones de presuntos responsables.
Asimismo, reiteraron la solicitud de que se les permita ingresar a los penales donde se encuentran detenidos los supuestos autores materiales de la desaparición, para poderlos interrogar sobre el caso, y lamentaron que el gobierno se niegue a confirmar su participación en la siguiente audiencia sobre el tema ante la CIDH, en mayo próximo, alegando que el proceso electoral podría interferir en el asunto.
Al responder a las críticas, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Miguel Ruiz Cabañas, aseguró que el gobierno ha cumplido con el programa de trabajo acordado con los familiares de los normalistas, e incluso señaló que podrían arribar a conclusiones este mismo año sobre la agresión cometida la noche del 26 de septiembre de 2014.
Lo anterior, afirmó, se debe a que se han hecho avances muy relevantes y alentadores sobre el caso, aunque no detalló cuáles son, alegando que no se pueden comentar por la reserva de las investigaciones.
En el mismo sentido, el fiscal especial para el caso Ayotzinapa, Afredo Higuera Bernal, aseguró que en semanas recientes han obtenido información por demás importante que les permitiría detener a 30 personas más, supuestamente involucradas en los hechos, e incluso identificar el móvil de la agresión contra los estudiantes.
Aunque también argumentó que las indagatorias deben mantenerse en reserva y eso impide entrar en detalles en una audiencia pública, señaló que hay datos específicos que pueden explicar la razón del ataque, como el involucramiento de los grupos criminales de la zona de Iguala con agentes policiacos, esencialmente municipales.
Horas más tarde, el propio Higuera concedió una entrevista radiofónica en donde reiteró que había existido participación de policías en los hechos, y descartó por completo que el ataque tuviera que ver con la presencia de drogas en alguno de los autobuses donde viajaban los estudiantes, que es una de las líneas de investigación sugeridas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.
Al término de la audiencia, Hilda Legideño Vargas, madre de uno de los normalistas desaparecidos, manifestó su preocupación por los dichos de Ruiz Cabañas sobre la próxima conclusión de las indagatorias.
Nosotros no aceptamos ninguna conclusión hasta no dar con el paradero de nuestros hijos. Si no hay avances, más personas detenidas ni se ha investigado a los militares, no sabemos por qué quieren cerrar el caso; a lo mejor por las elecciones o porque el Presidente ya se retira (del cargo, en diciembre de este año) y no quiere que se investigue, concluyó.

Foto Cuartoscuro
Fernando Camacho Servín
 Periódico La Jornada

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Se tiene identificados a El Caminante y El Patrón, afirma
PGR: hay información para determinar el móvil de la agresión a los normalistas

La Procuraduría General de la República (PGR) tiene información para determinar el móvil del ataque en contra de los normalistas de Ayotzinapa ocurrido en septiembre de 2014; ya se cuenta con la identidad de El Caminante y El Patrón, señalados como dos de los principales artífices de la agresión y posterior desaparición de 43 estudiantes, reveló Alfredo Higuera Bernal, titular de la Oficina de Investigación del caso Iguala.
En entrevista con La Jornada y luego de participar en las audiencias del 167 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que se desarrollan en Colombia, el funcionario mexicano refirió que habrá una definición en específico del rol que tuvo el Ejército.
El gobierno mexicano informó en la sesión de la CIDH que en las semanas recientes el Ministerio Público Federal ha obtenido información importante para la identificación del móvil de los hechos, que además daría cuenta del nivel de involucramiento de la organización criminal y el papel de las corporaciones municipales, en un esquema de organización delictiva importante. Ello, no obstante, deberá ser corroborado, incluso en el marco del diálogo con los representantes de las víctimas.
Posterior a la sesión, La Jornada entrevistó al fiscal Higuera Bernal y se le preguntó sobre los resultados del encuentro. Indicó que “con base en recientes elementos que se han incorporado a la investigación, se han obtenido datos que consideramos muy importantes para ir definiendo los aspectos esenciales del caso; concretamente hablaríamos del móvil de la agresión que sufrieron los jóvenes, de quiénes orquestaron y actuaron en contra de ellos y cómo urdieron para tratar de responsabilizar a algunas autoridades de los hechos y tratar de salvar a algunos de los que estaban implicados.
Creemos que esta es una información valiosísima y no queremos salir y hacer pronunciamientos con detalles de todo eso, porque justamente estamos en la convicción de que muy pronto se agregarán a la investigación nuevos datos que todavía pueden ampliar más el panorama en la búsqueda de la verdad completa, indicó.
Higuera Bernal mencionó que esa información les fue proporcionada a los padres de los 43 normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, y que previamente a integrantes de la CIDH también se les dieron a conocer detalles al respecto.
Vamos a tratar de reconstruir todo lo que ocurrió alrededor de estos fatídicos hechos en contra de los jóvenes.
–¿Todavía tiene que ver con la verdad histórica que la PGR construyó del caso o modifica esa versión?
–Tenemos que recuperar toda la información posible de cada uno de los apartados de los hechos ocurridos ese día para hacer una consideración integral de lo que ocurrió. Pero no podemos concluir en este momento sobre la totalidad de los sucesos en general, aunque con sustento no queremos divagar ni especular sobre ello; queremos ir sobre la base de la sustentación.
–¿La agresión fue por un tema de narcotráfico?
–Sobre lo que no hay duda es de la participación de una organización criminal que ha sido más que mencionada en el caso.
–¿Se sostiene que parte del móvil del ataque fue porque, sin quererlo, los jóvenes retuvieron un cargamento de droga que estaba dirigido a algún destino?
–Esa es una de las líneas que se han manejado; sin embargo, algo en específico como tal, no aparece dentro del móvil, con base en los datos que tenemos incorporados en la indagatoria. Habrían sido otros aspectos que motivaron la agresión sobre los jóvenes, y está pendiente de incorporarse al expediente una información que podría ser todavía más concluyente a este respecto.
–¿Variará la situación jurídica de algunos de los detenidos?
–Consideramos que no varía para quienes están en prisión.
–¿Tendremos recontada la historia al final de su trabajo?
–Sí, ese tendría que ser uno de los objetivos, y precisamente lo que origina el ataque es uno de los aspectos sustanciales del asunto.
–¿En cuánto tiempo estima que podemos tener estas conclusiones y qué ha pasado con los participantes que únicamente se les identificaba por sus apodos?
–En la audiencia se informó que hemos estado trabajando en el desahogo de la información y se confía en que se pueda llegar este año a las conclusiones generales del caso, aunque se ha avanzado en relación con el C-4, la Policía Federal, estatal, el rol del Ejército y aquí habrá una definición en lo específico.
“Asimismo, se ha trabajado en la identificación de los personajes (El Caminante y El Patrón) de los que sólo se tenían sus apodos y de los que consideramos que ya hay elementos para conocer quiénes son esas personas.
Se siguen investigando corporaciones de diversas municipalidades, para conocer sus actuaciones u omisiones que tuvieron en los hechos, concluyó.

Gustavo Castillo y Georgina Saldierna 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de marzo de 2018, p. 3