2/03/2018

¿Quién es Virginia Woolf y por qué es tan importante en la lucha por la igualdad en la escritura?

Google homenajea a la escritora inglesa Virginia Woolf con motivo del 136º aniversario de su nacimiento

Una de las indudables voces más influyentes del feminismo moderno

 
Madrid/México, 29 ene. 18. AmecoPress/SemMéxico.- Virginia Woolf está considerada una de las figuras literarias más importantes del siglo XX. Esta escritora británica, nacida en Londres en 1882 con el nombre Adeline Virginia Stephen, también es una de las voces más influyentes del feminismo moderno gracias a sus textos. "Las mujeres han vivido todos estos siglos como esposas, con el poder mágico y delicioso de reflejar la figura del hombre, el doble de su tamaño natural", escribe Woolf en el ensayo ’Una habitación propia’.
La autora inglesa, que se suicidó el 28 de marzo de 1941, tiene entre su obra títulos como ’La señora Dalloway’, ’Al faro’, ’Orlando’ y ’Las olas’. Este jueves se cumple el 136º aniversario del nacimiento de Virginia Woolf, por lo que Google la homenajea con un ’doodle’.
La personalidad de Virginia Woolf estuvo marcada por su vida familiar. Hija de un escritor y una modelo, creció en el seno de una familia de la alta burguesía de Londres, en una casa con una gran biblioteca y entre frecuentes visitas de autores a su padre. Woolf no fue a ninguna escuela, pero recibió clases de profesores particulares y de su progenitor. Empezó a escribir en un periódico en 1905 y no fue hasta 1915 cuando publicó su primera novela, ’Fin de viaje’, a través de la editorial de su hermano. Los primeros años de su vida y sus vivencias impregnaron alguna de sus obras, como ’Al faro’.
En su poderosa narrativa, Woolf sobresalió por la introspección de sus personajes y la descripción de las emociones que subyacen a eventos aparentemente mundanos. Las obras de no ficción como ’Una habitación propia’ (1929) y ’Tres Guineas’ (1938) muestran la decidida perspectiva feminista de Woolf al documentar la discriminación intelectual hacia las mujeres y la dinámica de poder dominada por los hombres de la época.
Pero además, su lucha por conseguir la igualdad plasmada en su famosa frase “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”, aún sigue inspirando al feminismo y explica las dificultades de la mujer por abrirse paso en el mundo de la escritura.
Otra de las grandes aportaciones de la escritora británica fue el dominio de la técnica del monólogo interior, también llamada ’el fluir de la conciencia’. Esta forma de escribir, con influencias freudianas, consiste en volcar directamente en el papel las cavilaciones de los personajes. En ’La señora Dalloway’ (1925) este recurso brilla con especial intensidad. Como el pensamiento, la escritura se volvía caótica pero directa, saltando de una idea a otra, siguiendo los hilos de preocupaciones e ilusiones. Era una aproximación sin tapujos a lo más íntimo de los personajes.

Trastorno bipolar

La vida de la escritora estuvo marcada por las depresiones -a los 13 años tuvo la primera de ellas tras la muerte de su madre- y el trastorno bipolar que sufrió. Esto no alteró su productividad literaria, pero sí dejó huella en su obra.
Al final de la vida de Virginia Woolf, su depresión se agravó con varios sucesos, como el estallido de la segunda guerra mundial o la mala acogida de uno de sus libros, hasta que se suicidó. La autora se llenó los bolsillos del abrigo con piedras y se tiró al río Ouse cerca de su casa en la localidad de Sussex (Inglaterra).

La carta de suicidio que dejó


Antes de suicidarse dejó una nota a su marido, el periodista y editor Leonard Woolf. "Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible", empieza la carta.

La nota de Virginia Woolf, que expresa su amor incondicional hacia su marido, continúa así: "Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo, todo el mundo lo sabe. Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas pudieran ser más felices de lo que hemos sido tú y yo".
Las obras de Virginia Woolf se han representado en teatros, filmado en películas y debatido en ensayos. Y su influencia es tal que ha inspirado a generaciones posteriores de autores, así como muchos otros libros y filmes.

Su legado literario mas sobresaliente

’Fin de viaje’ (1915); ’Noche y día’ (1919); ’El cuarto de Jacob’ (1922); ’La señora Dalloway’ (1925); ’Al faro’ (1927); ’Orlando’ (1928); ’Las Olas’ (1931); ’Los años’ (1937); ’Entre actos’ (1941) y, sobre manera, su largo ensayo ‘Una habitación propia (1929)’.
Foto: Archivo AmecoPress y Google.

Las distintas caras de la violencia contra mujeres en internet


Física, verbal, psicológica…y más
   


La violencia en internet contra las mujeres puede generar otros tipos de violencia, lo que las obliga o a autocensurarse, o a desplazarse a otros lugares, para no continuar siendo violentadas, refirieron las organizaciones integradas en la coalición Internetesnuestra.
En el informe elaborado para la Relatora sobre Violencia contra las mujeres de la ONU, Dubravka Šimonović,  y presentado recientemente, las organizaciones citan el caso de una bloguera a quien una persona le había tomado una foto debajo de su falda en un festival de música. Ella denunció los hechos con unos policías, pero éstos se negaron a tomar acción. La mujer afectada decidió contar su historia en Internet, lo que desató una oleada de odio en contra de ella.
Después de recibir amenazas personales, incluyendo algunas que identificaron su dirección o paradero, la mujer se sintió obligada a mudarse lejos. En este caso, se observan varias infracciones, como el control de la información, la omisión por parte de autoridades, el acoso y las amenazas, dice el informe.
También sirve de ejemplo de cómo la violencia en línea puede traducirse en violencia física, una de las razones por las que, dijeron las integrantes de Internetesnuestra, no se debe subestimar esta forma de agresión.
Sin embargo, las activistas se mostraron preocupadas ante la respuesta política a esta nueva forma de violencia. En muchas campañas legislativas y mediáticas, advirtieron, existe una tendencia a culpar y responsabilizar a las mujeres. Preocuparía también que a nombre de la protección de las víctimas, se restrinjan otros derechos.
Soluciones como la regulación indebida, la vigilancia sin controles o la prohibición del anonimato difícilmente ofrecerían mecanismos de reparación y garantías de no repetición, afirmaron las organizaciones, y observan efectos negativos: Estas medidas tendrían como consecuencia que las mujeres se autocensuren limitando así su derecho a la libertad de expresión.
De acuerdo con estas organizaciones en el trabajo de investigación que hicieron para la elaboración de este informe, pudieron identificar los siguientes tipos de violencia que viven las mujeres en internet.
Acceso no autorizado y control de acceso que se traduce en robo de contraseñas o programas espía; control y la manipulación de la información, por ejemplo cuando se toman fotos sin consentimiento, o el control de cuentas en plataformas digitales; suplantación y robo de identidad, por ejemplo, la creación de perfiles o cuentas falsas.
Otras formas de violencia son el monitoreo y acecho, como la identificación de ubicación  por medio de imágenes, o cámaras escondidas; expresiones discriminatorias; comentarios abusivos; discursos lesbo/homofóbicos; acoso y en este caso también es claro  observar cómo cuando se habla del tema en internet enseguida se presentan oleadas de insultos en grupo; las amenazas en mensajes, imágenes o videos, son otras formas de violencia que viven las mujeres en internet.
El informe destaca la difusión de información personal o íntima sin consentimiento; la extorsión, el chantaje, el desprestigio, como las campañas de difamación y descalificación; el abuso y explotación sexual relacionada a las tecnologías, como el enganche con fines de trata o de abuso sexual y también establecieron la categoría de “omisiones” por parte de actores con poder regulatorio, la cual se refiere a la falta de interés, reconocimiento o acción de actores con posibilidad de regular o sancionar agresiones.
El informe puede ser consultado en línea en la dirección www.internetesnuestra.mx
Imagen retomada del Colectivo TragameLuz de Chiapas
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 02/02/2018

Mujeres en México tienen cuatro por ciento menos de probabilidad de acceder a computadoras que los hombres

POR  El Zappo 

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) presentó el estudio Adopción de las TIC y usos de Internet en México: "Impacto de las características sociodemográficas de los usuarios", donde se analiza el efecto que tiene la edad, sexo, ocupación, ingreso, nivel educativo y lugar de residencia de una persona sobre su probabilidad de usar computadora, Internet y teléfono móvil (celular básico y teléfono inteligente o Smartphone). También abarca el efecto sobre la probabilidad de usar el Internet para realizar compras, pagos, operaciones bancarias y la interacción con el gobierno. El estudio se realizó con base en los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares publicada en 2017, la cual es representativa a nivel nacional, por entidad federativa y para las 49 ciudades con mayor actividad económica en México. De acuerdo al estudio, la probabilidad de los hombres de tener acceso a una TIC o utilizar el Internet para alguno de los fines estudiados es mayor a la de las mujeres. El IFT señala que el nivel de ingreso tiene un impacto significativo en la probabilidad de usar el Internet para compras, pagos y operaciones bancarias, pues en todos los casos un mayor ingreso elevaba probabilidad de compras de 5% a 20%, lo que podría reflejar otras problemáticas como la falta de acceso al sistema financiero de la población con menores ingresos. El grupo con mayores probabilidades de tener acceso a las TIC y usar el Internet son los usuarios con educación superior (licenciatura, especialidad, maestría o doctorado). Contar con este nivel educativo arroja una probabilidad de acceso o uso mayor al 90%. “Cabe mencionar que únicamente el 12% de la población encuestada tiene educación superior”, menciona el IFT.. El 59% de la población encuestada respondió tener educación básica (preescolar, primaria, secundaria, estudios técnicos o comerciales con primaria terminada y estudios técnicos o comerciales con secundaria terminada) como máximo grado de estudios. La probabilidad de usar el Internet para este sector de la población es menor al 5 por ciento. Respecto a la adopción del Internet mediante Smartphone, el estudio arrojó que el perfil con la mayor probabilidad de este uso es el de una mujer de entre 18 y 24 años, con educación superior, que trabaja, tiene un ingreso alto y reside en una entidad federativa donde la mayoría de los hogares tienen ingresos altos. Adopción de computadora
De acuerdo al IFT, la probabilidad de que un hombre tenga acceso a una computadora es 4 puntos porcentuales más alta que la de las mujeres. Asimismo, los usuarios de TIC que viven en hogares con ingreso alto tienen una probabilidad 43 puntos porcentuales más alta de usar computadora que los usuarios que viven en hogares de ingreso bajo.
Por otra parte, los usuarios que estudian tienen una probabilidad 38 puntos porcentuales más alta con acceso a computadoras que los usuarios que trabajan.
Los usuarios de TIC de 13 a 17 años son los que tienen mayor probabilidad de acceder a una computadora (76.6%) y conforme aumenta la edad la probabilidad disminuye.
Mientras mayor es el nivel educativo de los usuarios, mayor es su probabilidad de usar computadora. La probabilidad de que los usuarios con educación básica tengan acceso a una computadora es 60 puntos porcentuales menos que los que tienen educación superior.
En los estados donde los hogares tienen en su mayoría un nivel de ingreso bajo, la probabilidad de acceso a una computadora es 10 puntos porcentuales menos que la media nacional (45.8%), mientras que las entidades donde los hogares tienen ingreso alto, la probabilidad es 8 puntos porcentuales más alta que el promedio nacional.
Adopción de Internet
-La probabilidad de que un hombre acceda a Internet es 3.5 puntos porcentuales más que la de las mujeres.
-Los usuarios de TIC que viven en hogares con ingreso alto tienen una probabilidad 40 puntos porcentuales más alta de utilizar Internet, que en los hogares de ingreso bajo.
-Los usuarios que estudian tienen una probabilidad 26.5 puntos porcentuales más alta de acceso a internet que los que trabajan.
-Los usuarios de TIC de 13 a 17 años son los que tienen mayor probabilidad de acceder a Internet (86.8%) y conforme aumenta la edad la probabilidad disminuye.
-Mientras mayor es el nivel educativo de los usuarios, mayor es su probabilidad de tener acceso a Internet. La posibilidad de que usuarios con educación básica lo utilicen es 47.3 puntos porcentuales menor que los que tienen educación superior.
-En los estados donde los hogares tienen en su mayoría un nivel de ingreso bajo, la probabilidad de acceso a Internet es 12 puntos porcentuales menos que la media nacional (60.4%), mientras que las entidades donde los hogares ingresos altos, la probabilidad es 10 puntos porcentuales mayor al promedio nacional.
Adopción de teléfono móvil 
-La probabilidad de que un hombre tenga acceso a un teléfono móvil es 4.3 puntos porcentuales mayor que la de las mujeres.
-Los usuarios de TIC que viven en hogares con ingreso alto tienen una probabilidad 24.8 puntos porcentuales más alta de acceder a un teléfono móvil que los usuarios que viven en hogares de ingreso bajo.
-Los usuarios que se dedican al hogar tienen una probabilidad 20.2 puntos porcentuales menor de acceso a un teléfono móvil respecto a los que trabajan.
-Los usuarios de TIC de 18 a 24 años son los que tienen mayor probabilidad de tener acceso a un teléfono móvil (91.9%).
-Mientras mayor es el nivel educativo de los usuarios, mayor es su probabilidad de acceder a un teléfono móvil. La posibilidad de que aquellos con educación básica lo usen es 25.1 puntos porcentuales menor que los que tienen educación superior.
-En los estados donde los hogares tienen en su mayoría un nivel de ingreso bajo, la probabilidad de tener acceso a un teléfono móvil es de 70%, mientras que en las entidades donde los hogares tienen un ingreso alto, la probabilidad es de 86%.

Alistan segundo Paro Internacional de Mujeres en marzo


Se organizan movilizaciones en 51 países    


Por segundo año consecutivo mujeres, trabajadoras, ciudadanas y feministas de todo el mundo se preparan para participar en el Paro Internacional de Mujeres el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con el objetico de evidenciar la brecha salarial de género, reconocer el trabajo doméstico no remunerado y protestar por el incremento de la violencia y el feminicidio en todos los países.
Las acciones van cobrando fuerza a lo largo del mundo y ya se hacen visibles en las redes sociales que han contribuido a la organización de las demandas de los grupos feministas de cada país, quienes se están organizando para participar en las movilizaciones masivas.
Diversos colectivos feministas, organizaciones civiles, sindicatos obreros e instituciones alrededor del mundo planean campañas para convocar al paro de mujeres bajo el lema: “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras” que invita a todas las mujeres a frenar labores con el propósito de evidenciar la desigualdad.
Según información del portal #2018M, de La Internacional Feminista, quien trabaja en la coalición y organización de movimientos, redes y colectivos para fortalecer y emprender acciones de la lucha feminista, países como Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, Francia, Guatemala, Honduras, España, Estados Unidos, Venezuela y México se han sumado a la convocatoria.
Se espera que en el paro participen más de 51 países donde ya se celebran asambleas con la finalidad de reforzar el movimiento y planear estrategias de movilización.
A un mes del 8 de marzo se mantiene la expectativa, en particular ante las campañas contra el acoso sexual y la violencia feminicida como el movimiento #Metoo (#YoTambién, en español) que surgió después de que en octubre del año pasado se dieran a conocer casos de acoso sexual contra las actrices de Hollywood.
Aunado a estos casos que salen a la luz hay grupos feministas que señalan las deficiencias de las políticas públicas diseñadas para erradicar la violencia de género alrededor del mundo y las diversas opiniones respecto a las acciones feministas en contra de las violaciones a los derechos de las mujeres y la inseguridad.
El llamado al paro, según las organizadoras, se hace con la intención de visibilizar la importancia de la mujer en todos los ámbitos. Por ejemplo, en el trabajo que realizan dentro y fuera del hogar, que normalmente no es reconocido o es impuesto como un rol de género y las consecuencias que estas asignaciones tienen en sus vidas.
Como parte de las acciones planeadas, las mujeres están invitando a otras a realizar compras de primera necesidad en comercios locales emprendidos por mujeres y boicotear a las empresas que cosifican el cuerpo femenino al recurrir al sexismo y misoginia para hacer rentables sus productos.
Así como el 8 de marzo de 2017 marcó una huella en la historia de la organización y la unidad de las mujeres porque no incluyó a mujeres de varias nacionalidades y provocó la generación de redes y asambleas a nivel mundial, ahora también se espera que resurja el grito frente a la violencia cotidiana. Es por ello, que este 2018 se prevén acciones similares y multitudinarias para lograr respuestas efectivas a las demandas en cada país.
Imagen retomada de Tribuna Feminista
Por: Stephany Reyes Chávez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

Casarse y migrar, sinónimos para las mujeres en India

Por Neeta Lal

Una mujer india que trabaja en tecnologías de la información,
en su oficina de Nueva Delhi. Crédito: Neeta Lal/IPS
NUEVA DELHI, 31 ene 2018 (IPS) - Rekha Rajagopalan, maestra de escuela de 26 años, vivió toda su vida en la sureña ciudad india de Chennai. Pero en 2015, cuando se casó, migró hacia la capital porque su esposo y la familia de éste estaban radicados allí.

Su caso es uno entre millones de otras mujeres indias que, tras contraer matrimonio, abandonan su hogar natal para mudarse a otra ciudad con su nueva familia.
Los problemas de Rekha empezaron poco después de instalarse en Nueva Delhi. Acostumbrada al calor de Chennai, odiaba el frío de la capital en invierno. Estaba tan estresada que sus períodos menstruales se volvieron erráticos. También extrañaba a su hermana menor y confidente, Sumathi, y la comida de su madre.
“Para mí, mudarme a Nueva Delhi fue una gran conmoción cultural”, relató a IPS.
“Amo a mi esposo, pero es duro lidiar con la presión de vivir en una ciudad que está tan lejos de mi hogar paterno. La comida, el lenguaje, el clima, todo parece tan ajeno. Es casi como vivir en un planeta diferente”, agregó.
Según el último censo, realizado en 2011, 217,9 millones de mujeres indias tuvieron que dejar sus hogares natales para mudarse a otra parte del país al contraer matrimonio.
Estas cifras reflejan un aumento significativo desde el año 2001, cuando 154 millones de ellas concretaron ese cambio radical tras casarse. En contraste, los números correlativos en el caso de los hombres son mucho menores: 7,4 millones y seis millones en esos mismos años respectivamente.
Las migraciones femeninas dentro de territorio indio están pautadas principalmente por el matrimonio, como destacó el sitio web periodístico IndiaSpend. Según el censo de 2011, 97 por ciento de los habitantes del país que migraron por este motivo fueron mujeres, lo que implica una reducción marginal en relación al 98,6 por ciento que constituían en el censo de 2001.
En efecto, distintos estudios señalan a las mujeres como la categoría mayoritaria dentro de la población migrante en el país.
Durante la última década, 69 por ciento de ellas se mudaron de su lugar de residencia después de contraer nupcias, o bien para vivir en la localidad de su esposo o bien para irse con él a otra parte. En comparación, apenas 2,3 por ciento de las mujeres se reubicaron por motivos laborales y uno por ciento por educativos. El empleo y la educación en general constituyen 10 y dos por ciento del movimiento migratorio respectivamente.
Sin embargo, pese a lo extendido del fenómeno, las implicaciones de las migraciones femeninas no se han estudiado lo suficiente.
“La falta de atención sobre las migraciones debidas al matrimonio significa que se conoce muy poco sobre su alcance, distribución geográfica, cómo ha cambiado con el paso del tiempo, y su relación con (variables como) la edad, la distancia, la casta, el consumo del hogar y la geografía”, señala Scott L. Fulford en una investigación de 2015 titulada “Migraciones por matrimonios en India: Vastas, variadas e incomprendidas”.
Este tipo de migración es parte de “un rompecabezas más grande, de baja participación en la fuerza laboral, la educación y la negociación del poder por parte de las mujeres en India”, agrega.
Más allá de las diferencias entre regiones, la mayor parte del país practica alguna forma de exogamia en relación a la aldea de origen de las mujeres, haciendo que ellas se casen con alguien ajeno a su lugar natal y que se unan así a sus familias políticas en los pueblos de sus esposos, plantea.
“En toda India, tres cuartas partes de las mujeres mayores de 21 años han abandonado su lugar de nacimiento, casi todas a raíz del matrimonio”, escribe Fulford.
Aparte de poner a prueba la capacidad de una mujer para superar los enormes desafíos que implica un nuevo entorno, las migraciones por casamiento también disparan una sensación de desarraigo y desplazamiento de los lugares habituales y hogares establecidos hacia nuevas ubicaciones, lo que requiere un considerable sentido de la reorientación, coinciden expertos.
El demógrafo K. Laxmi Narayan, de la Universidad de Hyderabad, quien ha investigado los niveles de las migraciones de zonas rurales a urbanas en el país, sostiene en el ensayo “La crisis migratoria urbana de India” que el motivo de las migraciones por matrimonio es principalmente cultural y social.
En el norte del país, por ejemplo, no se espera que las mujeres se casen con un hombre de la misma aldea, “así que, invariablemente, matrimonio significa migración”, señala.
Sin embargo, a diferencia de lo que suele temerse, las migraciones por matrimonio no necesariamente empujan a las mujeres fuera del mapa del trabajo. Muchas de quienes migran al casarse sí se integran a la fuerza laboral, dice un informe del Ministerio de Vivienda y Alivio de la Pobreza Urbana de enero de 2017.
Las migraciones por motivos de empleo suelen aliviar la pobreza, aunque impliquen una vida dura en las ciudades indias, señaló IndiaSpend el 13 de junio de 2016.

Una migrante de la región de Marathwada, golpeada por las sequías en el estado de Maharashtra, por ejemplo, triplica temporariamente sus ingresos tras mudarse a Mumbai, según el informe.

No obstante, la situación de las mujeres que migran tras casarse es análoga a la de los trabajadores migrantes, dijo Kavita Krishnan, activista y secretaria de la Asociación de Mujeres Progresistas de Toda India.
“Esas mujeres se sienten vulnerables y socialmente aisladas, dado que no son nativas del lugar al que se mudaron. A menudo son explotadas por sus esposos y las familias de estos, no se les permite contactar a sus familias paternas y se restringe su movilidad”, añadió, y la violencia doméstica y los abusos están a la orden del día en sus vidas.
El rampante fenómeno cultural de la “compra de novias” (cuando se compran mujeres de otras regiones para casarse con hombres que viven donde ellas escasean) solamente empeora la situación, explicó Krishnan.
“Estas mujeres son traídas de rincones remotos del país, y son mayoritariamente analfabetas. Muy lejos de sus seres queridos, su situación en una tierra desconocida es especialmente precaria”, agregó.
Ranjana Kumari, presidenta del Centro para la Investigación Social, con sede en Nueva Delhi, cree que la falta de correlación entre la cantidad de hombres y mujeres en India exacerba las migraciones por matrimonio.
Kumari citó como ejemplo el caso de Haryana, donde hay 914 niñas por cada 1.000 varones. Allí “se traen novias por la fuerza de otros estados, lo que conduce a su aislamiento e inadaptación cultural. Hemos visto casos de mujeres analfabetas en Bundelkhand (Madhya Pradesh) que son vendidas a hombres de otros estados por apenas 500 dólares”, explicó.
“Esta práctica tiene lugar en el marco del fenómeno de las migraciones forzadas, y es prevalente en muchos estados”, dijo.
Esas mujeres también tienen más probabilidades de permanecer en matrimonios abusivos que aquellas que viven cerca de sus hogares natales y se sienten empoderadas para salir de esas situaciones debido al apoyo emocional y monetario que le brindan su familia original y sus amigos.
Es muy inusual que una mujer busque divorciarse, y en caso de que lo haga se ve desalentada por los varios años que insume el proceso en tribunales, señaló Kumari.
“A menudo estas mujeres no pueden costear las varias rondas de litigios y dependen de otros para subsistir económicamente. Así que terminan transigiendo y viviendo con sus familias abusivas, especialmente si hay niños y niñas de por medio”, explicó.
Diversos expertos coinciden en que por culpa de la falta de estudios detallados sobre este fenómeno, así como por la carencia de suficientes debates públicos al respecto, no se implementa ninguna política para abordar los problemas específicos que suscita la migración por matrimonio.
“En esos casos se aplican las reglas de un divorcio normal”, dijo Abha Rastogi, abogado de la Alta Corte de Justicia.

“Pero a menudo hay en juego matices que son pasados por alto debido a la falta de datos y de investigaciones en la materia. Necesitamos abordar esta laguna de inmediato”, opinó.

A un año de la Women's March


Hace cuatro meses que vivo en Estados Unidos, después de haberlo hecho toda mi vida en Chile, específicamente en la “empalmerada” ciudad de San Diego. Inmunizada frontera con Tijuana, en donde se levantan los ocho muros prototipos de la administración de Trump. Violenta hibrys [1] de la supremacía blanca, es esta la que sirve para sustentar el discurso que hizo presidenciable la misoginia y el racismo blanco, capitalista e imperialista, recrudecido y legitimado en el púlpito estatal (¡cuándo no ha sido así!). Por supuesto que la historia de Estados Unidos, su propia constitución como Estado, ha demostrado en múltiples ocasiones la fuerza que esa hibrys posee para perpetuar la voluntad de poder entendida como dominación (¡cuándo no ha sido así!, again). Sin embargo, la embestida trumpista ha puesto en juego nuevamente las reaccciones más mortuorias del pasado, pero ahora engolosinadas frente y en contra de la crítica pública de medios masivos ante soportes del poder o de las afirmaciones de incapacidad mental del presidente por parte de agrupaciones psiquiátricas, como también entre otras, pero principalmente, de la reactivación de la calle.


Hoy marchamos en San Diego como lo hacen también casi la totalidad de las ciudades del país para celebrar el primer aniversario de la Women's March, convocada en Washington contra el nombramiento de Donald Trump en enero de 2017. Aquella marcha que se replicó por todo el país y su significación actual, presentifica la memoria feminista de Estados Unidos, sobre todo pienso en su formación interseccional. El feminismo negro de los setenta nos legó esa importante noción surgida desde el activismo [2], a veces olvidada su genealogía se vuelve tan vacía en los circuitos académicos del norte y el sur (¡arena para otro debate!), y que me parece sumamente relevante para comprender el triunfo de la supremacía blanca y la violencia misógina y clasista que la cruza.

La calle se viste de rosa y púrpura, bello gesto del Pink Powers [3], no solo en rechazo a Trump –todo lleno de “pussy hats” como signo de revuelta en su contra–, sino para volver a reivindicar demandas históricas para las mujeres, la disidencia LGTBI, derechos civiles y educativos, políticas ecologistas y antirracistas. Un llamado con unidad feminista a la acción y en un clima general de demanda contra el patriarcado en todas sus formas. Pensemos que este es un año en que han cobrado fuerza movimientos como el #MeToo, iniciado también desde el territorio del feminismo afroamericano a través de la figura de Tarana Burke, que simbólicamente se expande a partir de los casos de abuso sexual en Hollywood. Siempre en una escena tambaleante está Trump con todas las acusaciones que pesan sobre él, recordemos que la palabra “pussy” hace referencia a los audios de 2005 que se filtraron en la prensa mientras era candidato y en donde señalaba que la fama le permitía hacer lo que quería con las mujeres, incluso agarrarlas “by the pussy” . Toda la marcha llena de “pussy hats” con orejas de gato (aunque la cosa se está volviendo un poco comercial, tan propio de este país), mueca brava en el juego de palabras gatito/vagina.

Este aniversario me hace pensar en la importante reactivación de los feminismos a un lado y al otro del Río Bravo, sabernos más feministas que nunca en los últimos años es un logro que debemos conmemorar.

Marcho con toda esta gente en una ciudad sin anclaje familiar aún para mí, y la analogía me asalta como el modo más silvestre de aprehender lo ajeno. Recuerdo la celebración del 8 de marzo de 2004 en Santiago de Chile. Hoy por hoy las marchas en Chile son multitudinarias, pero a comienzos de los 2000 cuando el feminismo se había replegado a la universidad y las ONG ―aunque desapareciendo estas aún reunían a las mujeres feministas de la resistencia a la Dictadura―, las marchas del Día Internacional de la Mujer eran pequeñas en Santiago y su recorrido solo iba por el Paseo Ahumada hasta la Catedral, a diferencia de la ocupación que hoy hacemos de la Alameda. Las marchas son fundamentales para la composición de lugar feminista, nos ayudan a discernir de modo ostensible la expresión del deseo feminista. La simbólica que las viste anuda los debates históricos y actuales.

Las marchas, podríamos decir recordando a la feminista chilena Julieta Kirkwood, son nudos para los feminismos. Al reconocer una rearticulación mundial del feminismo, pienso también en sus tensiones, reacciones, discusiones: ¿son marchas feministas o marchas de mujeres? Kirkwood en los ochenta proponía la distinción entre feministas y políticas para pensar en el nudo de los lugares comunes entre mujeres provenientes de la política más tradicional de izquierda y las mujeres feministas en América Latina. Operatoria analógica que utilizo para leer ahora esta Marcha de la Mujeres en Estados Unidos.

El feminismo es el significante que agrupa mayoritariamente a todas las subjetividades devenidas en diversidad y disidencia para no seguir pensando solo en una noción heteronormativa y muchas veces racista de mujer. Ampara una nueva fase, este movimiento que orbita su novedad en la apertura crítica frente al fascismo histórico de un Estado y del patriarcado colonialista capitalista que necesita nuevos ciclos de quema de brujas, como diría quizás Silvia Federici. Esta marcha convoca multitudes y multiplicidad de miradas, corporalidades, ideologías, pero es la “gritería” feminista la que se escucha más potente, la que se lee en los carteles, la hoja de ruta de esta jornada.

Notas:

[1] Recurro al uso que alguna vez ha hecho Santiago Castro-Gómez de este concepto griego. 

[2] Históricamente es posible atribuir al colectivo feminista negro Combahee River Collective y su manifiesto de 1977 la conceptualización de una simultaneidad entre las opresiones de clase, raza, género y sexualidad, como también las estrategias de resistencia feminista. Más tarde, a fines de la década de 1980, desde el campo del derecho, Kimberlé Williams Crenshaw popularizó el término “intersectionality”. 

[3] El color rosa ha sido emblema de las marchas en contra el cáncer de mamas históricamente, sin embargo, ahora se reviste de un nuevo sentido de la mano del activismo feminista.