3/12/2022

Mujeres que mandan, disruptivas desde niñas: investigadora Rocío Arreguín

  

La también secretaria Académica de la Comisión de Género, Diversidad e inclusión social, de la División de Ciencias Sociales de la Unison, participó como ponente invitada en la mesa de debate: “8 de marzo, Día internacional de las mujeres, procesos históricos, avances, retrocesos y agendas pendientes desde una perspectiva interseccional y decolonial”, organizada por la Universidad de Guanajuato, acerca de su investigación sobre mujeres presidentas municipales en Sonora.

El estudio realizado con la participación de 19 de un total de 21 presidentas municipales, quienes ocuparon el puesto en el periodo 2018 a 2021 fue realizado durante el periodo de pandemia por SarsCov-2, factor por el que no todas pudieron participar.

La doctora Arreguín explicó que en el estudio se abordó la problemática para ejercer el poder, pero también las experiencias de vida que dieron lugar a la ruta para llegar a ser la primera mandataria de su municipio, encontrando coincidencias entre las mujeres entrevistadas.

Fueron representantes de municipios tanto grandes como pequeños, cuyas poblaciones van desde 500 habitantes, hasta los que cuentan con más de 100 mil residentes.

Rocío Arreguín comentó en entrevista para Cimacnoticias que su objetivo era conocer las experiencias de las presidentas municipales, ya que le llamaba la atención que fueran tantas las mujeres que habían ganado en el proceso electoral de ese periodo, constituyendo 29 por ciento del total de los ayuntamientos del estado de Sonora.

Imagen: Cortesía Rocío Arreguín

Fue uno de los periodos en que hubo más alcaldesas, teniendo como principal condición favorable la Ley de paridad electoral, consideró. Su idea era descubrir cuáles eran los elementos que se conjuntaron para que ellas llegaran al poder.

Partía de la hipótesis de que el ser universitarias podría haber sido determinante para la construcción de una trayectoria que las llevó a estar en el puesto de mayor responsabilidad en el municipio, pero no fue así.

Arreguín Moreno cuenta que la escolaridad fue importante, pero hubo más elementos en la niñez que le permitieron entender que el tipo de familia y la disrupción en la niñez fue contundente.

Fueron infancias que, a pesar de proceder de ejidos pertenecientes a municipios pequeños, sin facilidades para cursar altos grados académicos, incluso con dificultad para acceder a la escuela primaria, en condiciones de pobreza, geográficamente separadas del acceso a muchas cosas, entre ellas el conocimiento, aun así, participaban como deportistas.

Las mujeres entrevistadas que se encuentran en un rango de edad desde 27 a 61 años de edad, estuvieron también interesadas en actividades artísticas como el teatro, la oratoria, la gimnasia, el futbol, el básquetbol, es decir, en cosas que permiten entender que el espacio público lo tomaron desde muy pequeñas, sin importarles que tuvieran que desplazarse.

Esto permitió que al llegar a un espacio del tipo que ocuparon como presidentas municipales, les fue cómodo, “con muchas dificultades, pero fue cómodo”, fue un espacio que tomaron como un derecho que venían ejerciendo desde niñas, asegura la investigadora universitaria.

Otra característica que comparten las mujeres entrevistadas que ejercían como alcaldesas, es que son mujeres que rompen reglas. Es por ello que a su charla de hoy le llamó “Mujeres disruptivas”, ya que se identifican con ese calificativo.

Rompen reglas a partir de esas características que tenían desde niñas. Se definen por ejemplo como “aguerridas”, “polvorín”, “no soportaba las injusticias”, “no me daba vergüenza nada”, les gustaba correr, brincar, saltar, subir, bajar, describe.

Arreguín Moreno aludió a autoras como Martha Marina Subirats en su libro: “Forjar un hombre, moldear a una mujer”, que establece los roles que conocemos sobre lo que debemos hacer las niñas y los niños, y estas mujeres expresaban frases como: “nunca me gustaron las barbies”, “nunca aprendí a peinarme”, incluso “no me gusta cocinar”, contrario a lo esperado.

Otra característica disruptiva se identifica en la frase: “Tuve muchos novios, con las debidas precauciones para no quedar embarazada”. Otra coincidencia es que el valor de la sexualidad no la ponían “en la primera vez”, dicho por ellas mismas.

Imagen: Cortesía Rocío Arreguín

Es por ello que considera que las presidentas entrevistadas para la investigación rompen con el rol asignado desde la niñez con una conciencia superior, con la conciencia de ejercer derechos como cualquier otra persona.

Tener información para crear herramientas para las niñas, y modelos a seguir, es el objetivo de difundir la investigación, sobre todo de las áreas rurales del estado de Sonora. Proveer de elementos para que también tengan espacios en lo público para ocupar más puestos de decisión.

Con los resultados, la autora de la investigación pretende construir elementos para estimular a las niñas a irrumpir en más espacios públicos.

Considera que con el estudio sobre y con la participación de las presidentas municipales queda claro que las artes, el deporte, así como tener espacios de participación de la misma manera que los tienen los niños, por ejemplo, escuelas de deporte que sean mixtas y no solo para niños, forja a las mujeres.

En relación a las violencias experimentadas por las presidentas municipales, reportaron varios tipos de éstas. Fue una parte muy importante de ellas, pues la mayoría refiere que cuando eran candidatas fue cuando recibieron lo más fuerte de la violencia.

Todas comparten las agresiones y violencia en los medios de comunicación, principalmente en redes sociales, donde fue muy fácil violentarlas, denostarlas, cuestionar su capacidad, todo lo que conlleva que una mujer participe en la vida pública.

“Se nos cuestiona mucho sobre si somos mujeres, se pone en duda, como se hacía antes, como las primeras mujeres que participaban en las olimpiadas y todavía en algunas ocasiones en la actualidad, se pone bajo sospecha el cuerpo de las mujeres y se ausculta”, analiza Arreguín.

Imagen: cortesía Rocío Arreguín

Así las presidentas municipales cuando participan en lo público, se les agrede. Hay violencia que viene desde partidos políticos opositores, bandas criminales, familia, regularmente el esposo o ex esposo, compañeros o compañeras de trabajo, funcionarias y funcionarios públicos, fuerzas militares, siendo la violencia familiar en la niñez la más sentida.

Otro de los hallazgos fue que a más alto el rango disputado por las mujeres, más atroz puede ser la violencia contra ellas, refirió la académica.

A sus madres a las que valoran como sumisas, las consideraron un referente sobre lo que no querían ser para no repetir el rol de sumisión y en algunos casos de violencia.

Para difundir sus hallazgos, en el mes de junio próximo participará en un coloquio de Facultad Latino Americana de Ciencias Sociales, FLACSO y tiene compromisos para escribir artículos académicos sobre la investigación.

No lograron la foto de un movimiento feminista incendiario

  CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta


Las acciones que enmarcan las manifestaciones del pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, muestra la madurez de un movimiento político como lo es el feminismo.

Pese a las descalificaciones y afirmaciones gubernamentales de supuestos grupos preparados para generar una violencia de dimensiones extremas en la Ciudad de México, el movimiento evidenció la madurez de su organización, que, construyó una movilización masiva con exigencias claras, música, danza, inclusiva como es el feminismo, que pintó de violeta las ciudades de este país.

Si lo que se quería era la foto de un feminismo incendiario, no lo lograron; si lo que buscaban era desalentar la presencia de las manifestantes también fracasaron.

Lo que sí consiguieron es sembrar la duda de las intenciones gubernamentales de los anuncios de advertencia y alejarse más del movimiento.

La violencia estuvo del lado de los gobiernos estatales. Gobiernos que siguen apostando a la represión de las movilizaciones feministas como en el estado de México donde las encapsularon, en Tlaxcala y Morelos donde las rociaron de gas o en Morelia donde además de gas se usaron balas de pintura con daños tremendos y donde además la Fiscalía General de la República inició carpetas de investigación por las pintas en el palacio de Gobierno. Sobre esto no hubo rechazo de las autoridades federales.

Todos estos actos represivos de gobierno estatales nos revelan los desniveles de democracia en nuestro país.

Por otro lado, lo ocurrido en la ceremonia oficial del 8 de marzo en Palacio Nacional, deja al descubierto cómo se han construido dos mundos a lo largo de estos años.

Dos mundos que corren de manera paralela.

Por un lado, la indignación organizada que se manifiesta en las calles por las mujeres, jóvenes principalmente, que están hartas de tener que defenderse de la muerte y de la violencia que les coarta todo el tiempo su libertades y autonomía, y otro mundo que se construye entre las paredes del palacio, un soliloquio gubernamental que se cuenta a sí mismo que lo que hace para las mujeres está muy bien.

Y esta separación a quien más perjudica es a las mujeres y sus derechos.

Mientras miles de ellas salen a las calles a interpelar a los gobiernos por sus pésimas políticas para garantizar una vida libre de violencia para las mujeres y niñas que les permita disfrutar de la igualdad plena, el gobierno federal a puertas cerradas y con una comitiva selecta de funcionarias públicas, se desborda de elogios hacia el jefe de la nación.

Hay que señalar que ninguna de las mujeres que fueron nombradas en la Ceremonia Oficial del Día internacional estuvieron presentes, ni las indígenas, ni las madres, ni las trabajadoras, mucho menos las jóvenes, ellas estaban en las calles movilizándose en la defensa de sus derechos, porque no hay un solo gobierno en todo el país que coloque a las mujeres y sus derechos en el centro de su política.

Y esto responde a una visión que concibe a las mujeres como objeto de tutela y no como sujetas de derechos, por ello el discurso oficial habla de apoyos, porque se está convencido que por sí mismas no pueden salir adelante, por lo que deben ser tratadas con asistencia.

Por ello no dialogan con el movimiento feminista, porque no lo ven como movimiento político con el cual hay que pactar, porque las mujeres organizadas aún no logran ser asimiladas como ciudadanas plenas.

Intentaron generar miedo o buscaron mostrar un feminismo dispuesto a quemarlo todo y no lograron la foto.

El feminismo actuó con un alto nivel de organización, donde miles de mujeres marcharon con sus propios esquemas de seguridad y tiraron la justificación de un despliegue policial exagerado.

Por más que les digan a las jóvenes “no están solas”, “que el gobierno está de su lado”, lo cierto es que las juventudes que marcharon el martes tienen claro que no es así, porque no lo viven así, porque en el sistema de justicia encuentran juicios que las culpabilizan de la agresión, porque las autoridades escolares no les creen y justifican a los agresores, porque las policías en muchas ciudades son las agresoras y porque por más que les repitan que trabajan todos los días para  garantizar una vida libre de violencia ellas siguen con miedo.

Y porque las autoridades que dicen acompañarlas no las escuchan realmente porque han colocado vallas infranqueables, autoconvencidas que lo están haciendo está bien, sin dejar la oportunidad a dudar que probablemente algo no está bien y por ello salen miles a las calles a manifestarse y esa es la razón y no otra.

Las jóvenes no creen en las instituciones, revela una investigación que pronto saldrá a la Luz y una de las razones es porque les han fallado, porque la impunidad sigue caminando tan fresca por las calles, porque la violencia sigue pegada a sus vidas por más que ellas buscan alejarse y porque lo ganado en términos de libertades e igualdad está en riesgo cotidianamente.

Dejar la política de autocomplacencia, para realmente escuchar a las mujeres sería un acto de democracia profunda y de la constatación de un verdadero cambio en nuestro país en materia de la política para la igualdad de las mujeres.

22/LLH/LGL

Desactivan cuentas que vulneraban la seguridad de mujeres y niñas


 

La responsable de la seguridad en Sonora, agregó que de igual forma, se desactivaron cuentas que ofrecían trabajo en el crimen organizado, en actividades diversas.

La secretaria de Seguridad Pública María Dolores Del Río Sánchez, explicó en rueda de prensa que un grupo de jóvenes se acercaron a la institución para solicitar apoyo por paquetes de imágenes  suyas, que eran utilizadas comercialmente.

Fue a través de las aplicaciones Tik Tok y Telegram por las que se hicieron las “ofertas de trabajo”, y las publicaciones y oferta de fotografías de las jóvenes denunciantes.

En total fueron 91 cuentas de Tik Tok y dos grupos de Telegram que se utilizaban para cometer los ciberdelitos.

La ahora secretaria de Seguridad Pública, María Dolores Del Río se desempeñaba como diputada local cuando se presentó la iniciativa, se discutió y se aprobó el paquete de leyes y reformas a diversas normativas, conocidas como “Ley Olimpia”.

Las reformas a diversas leyes y código penal llevan como finalidad proteger la intimidad sexual de las personas, particularmente en los medios digitales.

Del Río Sánchez expuso que mediante ciberpatrullaje, la SSP de Sonora detectó y desactivó las noventa y un cuentas que hacen apología del delito, promueven servicios de “polleros” para cruzar ilegalmente la frontera con Estados Unidos.

Las cuentas eran utilizadas también para ofrecer trabajo de transportación de drogas y armas entre México y Estados Unidos. “Las invitaciones son muy concretas, se les dice que tendrán dinero fácil y que lo único que necesitan es la visa para pasar a Estados Unidos”, precisó.

Así también cancelaron dos grupos de Telegram, de un total de veinte, dedicados a compartir pornografía infantil y paquetes de mujeres conocidos popularmente como “packs”.

Además, las cuentas de la red social Tik Tok fueron desactivadas como parte de la medida cautelar.

Reveló que según lo que han detectado, en todas las cuentas participan personas de Sonora, sin embargo, hay usuarios de todo el país.

La funcionaria agregó que los contenidos se compartían con o sin consentimiento y entre ambas plataformas alcanzaban hasta 18 millones de miembros activos, por lo que tendrían un alcance de igual número de visualizaciones y visitas.

Explicó que la forma para ser aceptados en los grupos, y obtener el ingreso al mismo, es llevar u ofrecer paquetes de fotografías de mujeres, lo cual constituye su acceso al grupo.

Destacó que actualmente el personal especializado de la Unidad Cibernética de la SSP de Sonora continúa trabajando para desactivar otros veinte grupos similares de Telegram detectados hasta la fecha.

En Sonora la violación a la intimidad sexual se sanciona con prisión que va desde cuatro a seis años de cárcel, y de 150 a trecientas unidades de medida y actualización. La Ley Olimpia en Sonora fue publicada el 29 de octubre del año 2020. Más sobre la Ley Olimpia en México

¿Puede 70 % de las personas en pobreza del mundo celebrar su Día Internacional (de la Mujer)?

Este artículo integra la cobertura de IPS sobre el Día Internacional de la Mujer, el 8 de Marzo, que este año tiene como lema: “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”.

Las mujeres predominan en la producción mundial de alimentos (50-80 %), pero poseen menos de 10 % de la tierra. Foto: Jency Samuel / IPS

MADRID – El panorama es sombrío: no solo las mujeres representan 70 % de los 1300 millones de personas que viven en condiciones de pobreza, sino que hasta 40 % de los hogares más pobres de las zonas urbanas están encabezados por mujeres.

Si esto no es suficiente, sepa que:

  •               Las mujeres predominan en la producción mundial de alimentos (50-80 %), pero poseen menos de 10 % de la tierra.
  •               Un 80 % de los desplazados por desastres y cambios relacionados con el clima en todo el mundo son mujeres y niñas.
  •               El cambio climático puede provocar más violencia de género, un aumento de los matrimonios infantiles y un empeoramiento de la salud sexual y reproductiva.

Estos datos tan asombrosos los aporta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con motivo de celebrarse el Día Internacional de la Mujer, este martes 8 de marzo.

A pesar de todo ello, prosigue la ONU, las mujeres y las niñas son líderes eficaces y poderosas, y artífices del cambio para la adaptación y la mitigación del clima.

“Se implican en iniciativas de sostenibilidad en todo el mundo, y su participación y liderazgo dan lugar a una acción climática más eficaz”, destaca.

La igualdad, esencial

Hay que seguir examinando las oportunidades, así como las limitaciones, para empoderar a las mujeres y a las niñas, a fin de que tengan voz y sean actores iguales en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático y la sostenibilidad es esencial para el desarrollo sostenible y una mayor igualdad de género.

“Sin igualdad de género hoy, un futuro sostenible, y un futuro igualitario, sigue estando fuera de nuestro alcance”, considera la ONU.

Por ello, el Día Internacional de la Mujer de 2022 reivindica como el tema focal: «La igualdad de género hoy para un mañana sostenible».

Las mujeres y el cambio climático

Por su parte, ONU Mujeres subraya que el avance de la igualdad de género en el contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres es uno de los mayores retos mundiales del siglo XXI.

Los problemas del cambio climático y la sostenibilidad han tenido, y seguirán teniendo, un impacto severo y duradero en nuestro medio ambiente y desarrollo económico y social. Las personas que se encuentran entre los más vulnerables y marginados sufren los impactos más profundos, destaca.

“Cada vez más se reconoce que las mujeres son más vulnerables a los impactos del cambio climático que los hombres, ya que constituyen la mayoría de los pobres del mundo y son más dependientes de los recursos naturales que el cambio climático más amenaza”, añade la agencia de la ONU dedicada a promover el empoderamiento de la mujer, la igualdad de género y los derechos de la mitad de la humanidad.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Según ONU Mujeres, «sin la igualdad de género hoy en día, un futuro sostenible, y un futuro igualitario, queda fuera de nuestro alcance».

Empoderamiento de la mujer

El tema del Día Internacional de la Mujer está en consonancia con el tema prioritario del 66 período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66), que tendrá lugar del 14 al 22 de este mes de marzo.

Ese tema es: «Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas en el contexto de las políticas y los programas relativos al cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres».

ONU Mujeres se centra en cuatro áreas de acción clave:

  •               Empoderamiento económico
  •               Poner fin a la violencia contra las mujeres
  •               Paz y seguridad
  •               Acción humanitaria

Liderazgo y participación política

La participación y el liderazgo igualitarios de las mujeres en la vida política y pública son esenciales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030. Sin embargo, los datos muestran que las mujeres están infrarrepresentadas en todos los niveles de la toma de decisiones en todo el mundo, y el logro de la paridad de género en la vida política está muy lejos.

Mujeres en puestos ejecutivos de gobierno

A partir del 1 de septiembre de 2021, hay 26 mujeres que ejercen como jefas de Estado y/o de gobierno en 24 países. Al ritmo actual, la igualdad de género en los más altos puestos de poder no se alcanzará hasta dentro de 130 años.

Solo 10 países tienen una mujer como Jefe de Estado, y 13 países tienen una mujer como jefa de Gobierno.

Solo 21 % de los ministros del gobierno son mujeres, y solo 14 países han alcanzado 50 % o más de mujeres en los gabinetes. Con un incremento anual de sólo 0,52 puntos porcentuales, la paridad de género en los puestos ministeriales no se alcanzará antes de 2077.

Las cinco carteras más ocupadas por mujeres ministras son: Familia/niños/jóvenes/ancianos/discapacitados; seguidas de Asuntos sociales; Medio ambiente/recursos naturales/energía; Empleo/trabajo/formación profesional, y Asuntos de la mujer/igualdad de género.

Igualdad fuera de alcance

En otro informe, ONU Mujeres afirma que con los últimos datos, ahora entendemos el vínculo vital entre el género, la equidad social y el cambio climático, y reconocemos que sin la igualdad de género hoy, un futuro sostenible, un futuro igualitario, sigue estando fuera de nuestro alcance.

Las mujeres y las niñas son las que sufren el mayor impacto de la crisis climática, ya que ésta amplifica las desigualdades de género existentes y pone en riesgo la vida y los medios de subsistencia de las mujeres.

En todo el mundo, las mujeres dependen más de los recursos naturales, aunque tienen menos acceso a ellos, y a menudo tienen una responsabilidad desproporcionada en la obtención de alimentos, agua y combustible.

Dado que las mujeres y las niñas soportan la carga de los impactos climáticos, también son esenciales para liderar e impulsar el cambio en la adaptación, la mitigación y las soluciones climáticas.

“Sin la inclusión de la mitad de la población mundial, es poco probable que se lleven a cabo soluciones para un planeta sostenible y un mundo con igualdad de género mañana”, sentencia con rotundidad ONU Mujeres.

T: MF / ED: EG

El feminismo inunda las calles del país, miles de mujeres salieron a marchar

 

Así se vio la marcha en estos estados

Amnistía denuncia ataques a derechos y dignidad de las mujeres

Una niña ucraniana y su perro en un centro temporal para refugiados en la frontera entre su país y la vecina Moldavia. La guerra en el este de Europa es el más reciente foco de conflictos que afectan acentuadamente la vida cotidiana de las mujeres, los niños y las niñas, según AI. Foto: Constantin Velixar/Unicef

LONDRES – Los ataques contra los derechos humanos y la igualdad de género en los últimos 12 meses han reducido la protección y aumentado las amenazas contra las mujeres y las niñas en todo el mundo, sostuvo una declaración de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) este martes 8, Día Internacional de la Mujer.

Los acontecimientos de 2021 y los primeros meses de 2022 “se han confabulado para para aplastar los derechos y la dignidad de millones de mujeres y niñas” y “las crisis del mundo no afectan por igual a toda la población, mucho menos de forma justa”, expresó Agnès Callamard, secretaria general de la organización.

“El desproporcionado impacto para los derechos de las mujeres y las niñas está bien documentado y, aun así, es desatendido cuando no directamente ignorado. Pero los hechos son claros”, agregó Callamard.

Entre esos hechos mencionó la covid-19, el enorme retroceso de los derechos de las mujeres en Afganistán, la violencia sexual generalizada que caracteriza el conflicto de Etiopía y los ataques contra el acceso al aborto en Estados Unidos.

También la retirada de Turquía del Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, suscrito por 46 países de la región europea y ratificado por 34, en los cuales es ley.

“Todos y cada uno de estos hechos son en sí mismos una grave erosión de los derechos, pero ¿tomados en su conjunto? Debemos alzarnos y mirar cara a cara este asalto global contra la dignidad de las mujeres y las niñas”, dijo Callamard.

“Las crisis del mundo no afectan por igual a toda la población, mucho menos de forma justa. El desproporcionado impacto para los derechos de las mujeres y las niñas está bien documentado y, aun así, es desatendido cuando no directamente ignorado. Pero los hechos son claros”: Agnès Callamard.

AI destacó que este Día Internacional de la Mujer “llega mientras el conflicto armado en Europa –desatado por la invasión de Ucrania por fuerzas rusas- lanza al mundo a una nueva crisis”.

“Las imágenes de mujeres dando a luz refugiadas de los bombardeos, huyendo de las bombas con niños y niñas en brazos, de madres desconsoladas, de niños y niñas que acaban de quedarse huérfanos, hacen hincapié en lo que representa el conflicto y la crisis humanitaria para las mujeres y los niños y niñas”, asentó el texto.

Las mujeres y las niñas atrapadas en el conflicto en Ucrania “se suman ahora a los millones que sufren el inexorable coste humano del conflicto armado desde Siria hasta Yemen, pasando por Afganistán y mucho más allá”, abundó la declaración.

Según AI, con el aumento de la militarización de la vida diaria, mientras proliferan las armas, la violencia se intensifica y se redirigen los recursos públicos a apoyar el gasto militar, todo lo cual cobra un precio “elevado e insostenible” en la vida cotidiana de las mujeres y las niñas.

Ya antes de que arreciaran los conflictos armados, con la pandemia aumentó la violencia de género en el ámbito familiar, empeoró la inseguridad laboral para las mujeres, se erosionó el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, y la presencia de las niñas en las escuelas se redujo en muchos lugares.

“Quienes ya eran las más marginadas han sufrido las peores consecuencias”, resume la declaración de AI, y por ello en primer lugar, “deben revocarse las decisiones adoptadas por gobiernos y autoridades que han empeorado la situación de las mujeres y las niñas” en muchos lugares del mundo.

En medio de los reveses, en el lado positivo según AI, han dado frutos los esfuerzos de las defensoras de los derechos humanos, por ejemplo con “victorias clave para el derecho al aborto en Colombia, México y San Marino”.

Activistas de los derechos de las mujeres de Eslovenia lograron que se reformase la ley sobre la violación para que fuera acorde con las normas internacionales tras cambios positivos similares en Dinamarca, Malta, Croacia, Grecia, Islandia y Suecia, mientras las reformas están en curso en Países Bajos, España y Suiza.

Las activistas y las defensoras de los derechos humanos también están en la vanguardia de la resistencia y las protestas en favor los derechos humanos en otros países, como Ucrania, Polonia, Bielorrusia, Rusia, Estados Unidos y Afganistán.

“En muchos casos, lo hacen incluso ante amenazas de muerte contra ellas y sus familias o amenazas de prisión y de lesiones corporales. Merecen el apoyo mundial”, concluyó la declaración de AI.

Ucrania: las mujeres y la guerra

 Este es un artículo de opinión de Ana María Jara Gómez, profesora de Filosofía del Derecho de la española Universidad de Jaén.

Este artículo integra la cobertura de IPS sobre el Día Internacional de la Mujer, el 8 de Marzo, que este año tiene como lema: “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”.

Despedida de dos mujeres ucranianas en el paso fronterizo de Palanca-Maiaki-Udobnoe entre Ucrania y Moldavia, el 1 de marzo de 2022. Foto: Aurel Obreja / ONU Mujeres

JAÉN, España – Hay ocasiones en las que, contra toda lógica, cuanta más información se produce y se emite sobre un determinado acontecimiento, menos luce la gama de grises que lo envuelve y más se oscurecen las zonas de penumbra con las que inicialmente se presentó.

No es casual. En tiempos de pensamiento débil, dogmatismo y dominio de la posverdad, las cosas son exclusivamente lo que parecen, las emociones sustituyen la racionalidad y los únicos colores perceptibles con nitidez son los de las banderas.

El relato de una guerra, por ejemplo, se construye antes de que suene el primer disparo y el desarrollo de las operaciones bélicas debe ajustarse a las exigencias de un guión preestablecido y de los actores elegidos para interpretarlo.

Aceptando la distinta densidad moral de víctimas y verdugos, no siempre es fácil asignar con acierto el rol convencional de vencedores, ni parece aceptable admitir que todas las víctimas lo son en igual medida.

Cosificación de la mujer en la guerra

Un superficial vistazo a la extensa literatura sobre las últimas guerras avala la tesis de la específica posición de la mujer en los escenarios bélicos, su cosificación, su salvaje instrumentalización y su sistemática desconsideración omisiva en los tribunales y en los análisis postconflicto.

Las mujeres que hoy están envueltas en la invasión rusa de Ucrania eran, hace apenas unos días, periodistas, profesoras, cantantes, funcionarias, ministras, bailarinas, amas de casa, youtubers, más o menos creyentes. Eran lectoras, feministas, cinéfilas, veganas; cosmopolitas unas, hippies otras, rurales, urbanitas o punkis, pobres o adineradas, con orientaciones sexuales diferentes. Muchas eran estudiantes de las que hacen preguntas o atienden en silencio, más o menos ingenuas, políticamente conservadoras o progresistas.

La autora, Ana María Jara Gómez

Eran mujeres con una identidad determinada y plena, compuesta de muchos elementos vitales, proyectos y sueños cumplidos o en ejecución que han quedado temporalmente suspendidos y quién sabe si total e irremediablemente perdidos. Cada identidad individual nos aleja del relato colectivo, pero la guerra concede el alarde de simplificación que permite distinguir entre las mujeres que se marchan de Ucrania y las mujeres que se quedan.

Mientras lo logrado se tiene que abandonar, lo nuevo se abre paso: el miedo, el trauma, la pérdida, en algunos casos será el horror en forma de violaciones continuadas, prostitución forzada o abusos de toda clase. El tiempo que va pasando aleja la posibilidad de que vuelvan a ser lo que fueron.

Las mujeres que se marchan para salvar a sus hijos pronto se darán cuenta de qué supone ser una refugiada en Europa. En muchos casos, la guerra matará a otros: sus hijos, sus maridos, sus padres y madres. Las que se quedan, ya privadas de sus trabajos, sus casas, sus amigos y familias, ven acercarse la tortura y la muerte.

Mujeres en el paso fronterizo de Palanca-Maiaki-Udobnoe entre Ucrania y Moldavia, el 1 de marzo de 2022. Foto: Aurel Obreja / ONU Mujeres

Ni negociadoras, ni mediadoras, ni firmantes de nada

Ante nuestros ojos aparecen víctimas, algunas de las cuales serán sometidas a sufrimientos específicos de su género, como ya ocurrió en tantos conflictos en el pasado. Otros relatos y documentos deberían tener cabida donde las voces femeninas no se diluyan en el ámbito pretendidamente masculino de lo político-jurídico.

¿A nadie ha llamado la atención la práctica ausencia de mujeres en las mesas de negociación previas al conflicto, en toda aquella profusa “vía diplomática”, en los actuales intentos de negociar las treguas, por ninguna de las partes? Ni negociadoras, ni mediadoras, ni firmantes.

La posguerra, y las penurias que conlleva, permitirá tal vez ver a las supervivientes sin reducirlas a víctimas, construyendo en el centro de la destrucción.

En Kosovo, donde se ignoraron también las resoluciones de la ONU sobre mujer, paz y seguridad, existen grupos de mujeres que luchan contra la supresión de las voces femeninas. Un referente de enorme relevancia es la Women’s Peace Coalition, que atraviesa todas las barreras y divisiones estatales, nacionales y étnicas.

Las mujeres que forman parte de ella, albanokosovares y serbias, hacen algo que nadie más en sus países ha sido capaz de hacer hasta el momento: trabajan juntas.

Incluso en la aldea kosovar que sufrió una de las masacres más horrendas en 1999, en la que murieron casi todos los hombres, y en un país en el que menos de 10 % de las mujeres son la principal fuente de ingresos de sus familias, una mujer pasó de vender adobos por las ferias a convertirse en la cabeza de una próspera cooperativa agrícola, gestionada completamente por mujeres.

No deja de ser desalentador que las mujeres ucranianas puedan repetir hoy lo que la escritora alemana Hannah Arendt escribió en 1943:

“Perdimos nuestro hogar, es decir, la cotidianeidad de nuestra vida familiar. Perdimos nuestra ocupación, es decir, la confianza de ser útiles en este mundo. Perdimos nuestra lengua, es decir, la naturalidad de las reacciones, la simplicidad de los gestos, la sencilla expresión de los sentimientos… Nos hemos convertido en testigos y víctimas de terrores peores que la muerte”.

Todo ello, en medio del silencio jurídico y la desconsideración política reinantes ante la situación –una verdad de hecho– de las mujeres en guerra. Lamentablemente, cada día estamos más cerca de confirmar la sospecha de la propia Arendt de que “el compromiso con la verdad de hecho es una actitud antipolítica”.

Quizá por eso resulte inaplazable encaminar nuestras fuerzas a evitar el juego de las emociones, encarando una reflexión rigurosa y exigente sobre la situación de la mujer en el escenario de la guerra.

Quizá por eso hayamos de intensificar la lucha contra el engaño y la mentira en política. Quizá por eso es urgente de combatir la simplicidad de la propaganda en la guerra, apostando eficazmente por una prensa libre y no corrompida.

Quizá por eso, y sobre todo por eso, resulte obligado un firme compromiso ético frente a la expansión del autoengaño.The Conversation

Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.

Dictamen aprobado en Congreso de Sinaloa que despenaliza aborto puede corregirse: Ipas

 

.-Ciudad de México.- El dictamen aprobado en Sinaloa para la despenalización del aborto aún puede corregirse para evitar que viole diversos derechos reproductivos, explicó la subdirectora de incidencia de Ipas Centroamérica y México (Ipas CAM), Fernanda Díaz de León Ballesteros.

En entrevista con Cimacnoticias, Ballesteros explicó los errores técnicos contenidos en el dictamen que las Comisiones Unidas de Igualdad de Género y Familia, de Derechos Humanos y de Salud y Asistencia Social, del congreso de Sinaloa aprobó ayer para despenalizar el aborto hasta las 13 semanas de gestación.

Confundir interrupción del embarazo con aborto

De acuerdo con Ipas, el primer error radica en que el dictamen aprobado invierte conceptos: en lugar de definir lo que deberá entenderse por “aborto”, utiliza el término “interrupción del embarazo”. 

La interrupción del embarazo es un concepto médico que se utiliza en el marco normativo y regulador de la provisión de servicios de salud, para guiar la atención a las mujeres en las diferentes etapas de la gestación acorde con disposiciones oficiales como la Norma Oficial Mexicana 046 (NOM 046). Es un término técnico que se utiliza en la atención en salud. 

Por otro lado, el aborto es la denominación del delito contenido en la normativa nacional y las locales y que se refiere a una conducta reprochable penalmente, que debe desinsentivarse a través de una sanción penal, detalló Ballesteros en la entrevista. 

Invertir los términos como se hizo en este dictamen generará confusión entre la población, prestadoras y prestadores de los servicios de salud sobre el alcance y legalidad de sus actuaciones en un amplio margen de servicios obstétricos, así como en los sistemas de procuración de justicia, con lo que se abre la posibilidad de criminalización a usuarias y proveedores de los servicios de salud, así como la violación de derechos, epxlicó Ipas.

Criminaliza procedimientos obstétricos 

La experta en derechos sexuales y reproductivos detalló que otro de los errores técnicos consiste en la forma en la que se define la conducta penal, ya que es para aquella persona que interrumpe anticipadamente el embarazo después de las 13 semanas. 

Esto genera una ambigüedad e incluso podría ocasionar que se penalice o consideren como delitos de atención ginecobstétrica que son de rutina y cotidianos en los servicios de salud (…) el embarazo se interrumpe con distintas finalidades y con esta definición toda interrupción que se lleve a cabo, incluyendo las atenciones obstétricas que se lleguen a presentar, estarían penalizadas”, explicó Ballesteros. 

Por ejemplo, detalló la experta, en el caso de las mujeres que se detecta que tienen preeclampsia (un trastorno hipertensivo que puede ocurrir durante el embarazo y el posparto y que tiene repercusiones tanto en la madre como el feto), el producto empieza a tratarse con la intención de no llevar a la mujer a la semana 40 del embarazo, sino anticiparlo a la semana 36 para no arriesgar la vida de la mujer, ya que eso sería altamente riesgoso. “Estas prácticas, este tipo de atenciones, serían consideradas delitos bajo este dictamen, esta nueva ley aprobada”, precisó Ballesteros.

Excluye de sanción penal a los abortos forzados en ciertas circunstancias

El dictamen aprobado ayer en Sinaloa establece que las causales que permitirían el aborto sin castigo penal aplican a todo el capítulo, donde se incluye el delito de aborto forzado o por violación. 

Esto quiere decir que cuando tenemos a una mujer que interrumpe su embarazo por violación, por riesgo a su salud o la vida o por detectar una malformación, obligada a hacerlo, esto no se sancionaría penalmente. 

“Es una cuestión de técnica jurídica que tiene un impacto profundo en la forma en la que se considera que las mujeres pueden o no ser obligadas a interrumpir un embarazo”, detalló Ballesteros. 

Otra preocupación es que el dictamen establece el requisito de presentar el juicio de dos médicos especialistas para interrumpir un embarazo bajo la causal de que el feto presente malformaciones genéticas o congénitas.

A decir de Ballesteros, esto es una consideración que está presente en varios códigos penales pero en realidad es un requisito innecesario cuando se cuenta ya con el dictamen de un médico, lo que lo convierte en una berrera más para el ejercicio de los derechos de las mujeres. 

Objeción de conciencia

La experta dijo que también les preocupa cómo se está reglamentando el término de objeción de conciencia, ya que se espera que el dictamen considere incluir este término tal cual se establece en el lineamiento que emitió en septiembre pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y que indica que su ejercicio no debe violar Derechos Humanos de otras personas, debe estar sujeta a estándares y aplica tanto a instituciones públicas como privadas.

“El decreto ya aprobado es perfectible, es necesario que se reivindiquen estos errores y estaremos haciendo incidencia para que el gobernador del estado (Quirino Ordaz Coppel) sepa de estas deficiencias de la ley y pueda verter comentarios y regresar el decreto al Congreso para que lo modifique”, detalló Ballesteros, quien además señaló que Ipas previamente había enviado comentarios expertos al congreso con respecto a este decreto pero que éste no los tomó en cuenta.

Este 9 de marzo se espera que el congreso continúe en la discusión del dictamen pero al respecto de las reservas que se presentaron al artículo 154 y 155, sobre el límite de 13 semanas de tiempo gestacional para la interrupción del embarazo.  

Una vez que quede aprobado el paquete de reformas, este decreto se debe enviar al gobernador de la entidad para que pueda publicarla o comentarla. Ipas, por su parte, insistirá en sus observaciones para que el gobernador los tome en cuenta a fin de que los derechos de las mujeres queden reconocidos de manera correcta, sin obstáculos y sin posibilidades de interpretaciones de mala fé. 

Hasta la fecha, 6 entidades han despenalizado el aborto hasta las 12 semanas de gestación: Hidalgo, Veracruz, Baja California y Colima, los cuales se sumaron a la Ciudad de México (2007) y Oaxaca (2019), con lo que Sinaloa se convierte en la séptima entidad en despenalizarlo por voluntad de la mujer.

El 8 de marzo es y será feminista

#8Marzo2022
Por Ana Pollán 

La prensa que informe sobre los actos y manifestaciones del próximo 8 de marzo de 2022, probablemente hablará de fractura en el movimiento feminista; de actos paralelos o consecutivos que congregarán a feministas con intereses opuestos.

Si afirma eso, mentirá. Efectivamente, habrá actos paralelos o en distintas fechas que congregarán a grupos con intereses opuestos, pero no habrá fractura. El feminismo está más unido y cierto en sus objetivos que nunca. La única división que existe es una muy clara entre lo que es feminismo y lo que es intentar, en vano, apropiarse del feminismo como marca para colar intereses espurios. Esto es, un entrismo, un caballo de Troya del que nuestras filósofas Amelia Valcárcel y Alicia Miyares ya advirtieron hace tiempo. Por ser el caballo en cuestión burdo, torpe, cutre, inconsistente y ruin, aunque no por ello menos preocupante, nadie debe temer no poder distinguir lo justo y bueno de lo reaccionario y regresivo. Las cosas, pese a todo el ruido, emergen siempre con claridad meridiana.

Si se dicen feministas y mantienen que la prostitución es un trabajo y, en consecuencia, se desentienden de que la vida de cientos de miles de mujeres esté presidida cada día por violaciones sistemáticas, palizas, torturas, encierro, miedo, chantaje, subalimentación y hacinamiento, no lo son. Si consideran que la prostitución es un intercambio sexual libre y económicamente mediado, no lo son porque ignoran que no hay libertad donde la miseria y la esclavitud doblegan la voluntad de las mujeres, aun cuando acepten, por necesidad. Si se dicen feministas y velan por el derecho de los hombres a satisfacerse sexualmente mediante la existencia de un puñado de esclavas torturadas y anuladas en cada barrio y en cada pueblo, no lo son.

Si se dicen feministas, pero defienden la pornografía como un contenido audiovisual estimulante que promueve la libertad y el disfrute sexual no lo son. Tampoco si afirman que la pornografía es mera fantasía, como si no supieran que se filman a mujeres de carne y hueso, víctimas de todas las humillaciones que se muestran en cada vídeo, y como si ignoraran que la pornografía incita a los hombres que la consuman a practicar lo que ven en sus “relaciones sexuales”, convirtiéndolas en una tortura sexual para las mujeres. Solamente critican que los/as menores la visualicen o que no tenga contenidos más “diversos”, como si la pornografía en sí misma no fuese siempre cosificante. Si se dicen feministas mientras presentan una visión tan pobre y reducida de la sexualidad como para celebrar que la respuesta sexual de las personas, desde la preadolescencia, debe ser moldeada para excitarse ante la humillación, la violencia, la tortura, la cosificación, la agresión o el sometimiento, no lo son. No sólo no son feministas, sino que su retorcida visión de la sexualidad los/as enfrenta al disfrute y a la libertad sexual misma. Nada más “antisexo” que erotizar los antónimos del sexo, segando así la posibilidad de relaciones sexuales libres, deseadas, en las que cada persona explore y exprese lo que desea, contando con el bienestar y el disfrute de la otra, mucho más amplio si se produce en igualdad, buscando el placer mutuo y compartido y no la humillación. Y nada más misógino que sexualizar la violencia contra las mujeres.

Si se dicen feministas y aprueban la explotación reproductiva, no lo son. Si consideran que se puede comprar temporalmente a una mujer pobre (una rica nunca lo haría) para, aprovechando su necesidad y su subordinación, obligarla, por dinero, a quedarse embarazada (mediante técnicas que además la cosifican y comprometen su salud) y entregar por precio al bebé inmediatamente después del parto, porque si no lo hace se enfrentará a una indemnización inasumible que la lastrará de por vida, no lo son. Si tienen el cinismo suficiente para ver inaceptable lo anterior y afirmar, sin embargo, que si no media intercambio económico y la mujer se somete por altruismo (esto es, por abnegación) la práctica es exquisita, tampoco lo son. Y a su misoginia, se le suma una indigencia ética e intelectual insoportable.

Si se dicen feministas al tiempo que afirman que el género debe ser reconocido como identidad, no lo son. El género es una estructura y normativa patriarcal que perpetúa la desigualdad entre los sexos y la subordinación de las mujeres por el hecho de ser mujeres (por su sexo, por haber nacido mujeres). Reconocer el género como identidad es asumir que la feminidad y la masculinidad, necesariamente resultado del sexismo y la misoginia, merecen perpetuarse en lugar de abolirse. Si se dicen feministas y aprueban que los menores que no cumplan con los estereotipos de género son menores “trans” que deben ser medicalizados para ajustar su cuerpo y su apariencia a los intereses y actitudes que prefiere, no lo son. Si se dicen feministas e imponen una ley que no sólo no beneficia ni a lesbianas, ni a homosexuales, ni a bisexuales ni a transexuales, sino que cuestiona la legitimidad de las orientaciones sexuales y borra el sexo como evidencia prefiriendo sustentar la identidad de los individuos en el género, una estructura patriarcal artificial y necesariamente opresiva, no lo son.

Si se dicen feministas y sostienen que el cuidado de los hombres ha de ser uno de los aspectos clave en el que el feminismo debe volcar todas sus energías, no lo son.  Si afirman que el feminismo ha sido injusto con los hombres, replicando los argumentos más rancios propios de la extrema derecha, no lo son. Si afirman que el feminismo no se puede construir sin ellos como protagonistas del mismo, no lo son. Si sostienen la posibilidad de que existan nuevas masculinidades en lugar de empeñarse en la abolición de la masculinidad (y la feminidad) misma en tanto que estructura artificial y opresora, no lo son. Como tampoco sería comunista quien promoviese la existencia de una nueva forma de ser burgués ni antirracista quien promoviese una nueva forma de ser supremacista. La masculinidad y la feminidad han de abolirse en tanto resultado directo del patriarcado. Sólo así habrá mujeres y hombres libres e iguales, sin privilegios ni subordinaciones.

Si se dicen feministas y hacen del 8 de marzo una batucada carnavalesca, una fiesta, una performance sin mayor objetivo que remachar los intereses patriarcales eludiendo cualquier reivindicación feminista clara, seria, contundente y sólida, no lo son. Las victorias feministas se celebran cuando se consiguen (aun cuando siempre haya que continuar apuntalándolas) pero sin esperpento ni banalización. Lo que se hace en una manifestación es sacar a la calle exigencias que, por justicia, han de hacerse efectivas. En los 8 de marzo se lucha por objetivos nada desternillantes ni festivos: que no nos violen; que no nos maten; que no nos chantajeen; que no nos torturen; que no nos prostituyan; que no nos exploten reproductivamente; que no nos mediquen ni amputen por no seguir los dictados del patriarcado; que no nos agredan en nuestras  propias casas  ni en ningún otro lugar por ser mujeres;, que no nos paguen menos que a un hombre por el mismo trabajo; que no se reserven para nosotras los trabajos más ingratos, miserables y peor pagados; que no se utilice la maternidad como imposición; que no nos mutilen sexualmente con una sexualidad androcéntrica y pornificada; que no se nos restrinja la libertad de acción y movimiento a través del miedo. En fin, nada por lo que dar saltos y reír ruidosamente disfrazadas e inconscientes del qué y por qué nos convoca. Nosotras no lo somos. Sí quienes sin suerte intenta colonizarnos. Tenemos demasiados motivos para ser claras, sobrias, exigentes, coherentes e irreductiblemente feministas. Lo evidenciaremos.

El feminismo, como el ocho de marzo, o es abolicionista de la prostitución, de los vientres de alquiler, de la pornografía y de todas las demás violencias y subordinaciones contra las mujeres y, en consecuencia, del género como estructura que produce y reproduce todas ellas o no es.

El 8M ha de volver a llamarse «8 de marzo”, con todo lo que ello implica. Dejar así de ser réplica de la flor de un día, marchita e inútil, que fue el 15M, digno de toda abreviatura por exiguo e inane. Nosotras tenemos una historia sólida que no merece empequeñecerse ni equipararse con charlotadas. Nos vemos en las calles, abolicionistas todas y unidas frente al opresor. Como siempre.

Fuente: https://tribunafeminista.org/2022/03/el-8-de-marzo-es-y-sera-feminista/



Las africanas luchan contra prejuicios y estereotipos sobre lo que pueden hacer

Teresa Lokichu (I) y Joyce Nairesia comparten sus experiencias sobre sus luchas para romper las barreras de género en Kenia. Las activistas a favor de los derechos de la mujer dicen que el patriarcado profundamente arraigado no tiene cabida en un mundo que enfrenta el cambio climático, las enfermedades, las pandemias y la inseguridad alimentaria. Foto: Twitter

NAIROBI – Teresa Lokichu no olvida el día en que concurrió a una reunión de altos funcionarios del gobierno, líderes de la comunidad y ancianos para discutir varios temas urgentes como la seguridad en su comunidad rural de Pokot Occidental, en la región del Valle del Rift, en el oeste de Kenia.

A pesar de ser una conocida defensora de la paz en la comunidad, lideresa de la defensa de los derechos de las mujeres y luchadora contra la mutilación genital femenina (MGF), no tuvo puesto, y mucho menos voz, en lo que era una reunión consultiva.

«Hice lo que una mujer de nuestra comunidad pastoril debe hacer: ponerme de pie y esperar en silencio hasta que los hombres a cargo consideraran oportuno darme la oportunidad de hablar”, contó a IPS esta directora de la Red de Niñas Pokot.

Rememoró que “todos en la sala estaban sentados, pero yo permanecí de pie. Tenía que hablar en nombre de las mujeres y los niños, que son los más afectados por la inseguridad y el conflicto», dijo Lokichu,

«La reunión continuó como si no pasara nada, mientras yo permanecía de pie. Una ministra del gabinete gubernamental estaba presente e interrumpió la reunión para preguntar por qué permanecía de pie. Se sorprendió mucho al saber que solo así una mujer puede pedir permiso para hablar en una reunión de este tipo», dijo.

A Lokichu se le concedió inmediatamente el derecho de palabra y más tarde se convertiría en diputada de la Asamblea del Condado de Pokot Occidental, en el sistema de gobierno descentralizado de Kenia.

Su experiencia no dista mucho de la de Joyce Nairesia, la primera mujer samburu en formar parte del Consejo de Ancianos e incluso presidirlo.

Naresia contó a IPS que los ancianos varones levantan un rungu (garrote) tradicional durante las reuniones del Consejo, como muestra de poder. Al ser una mujer en una comunidad de pastores, no puede hacer lo mismo.

«Para dirigirme al Consejo, primero me pongo de pie, levanto un trozo de hierba y espero a que me dejen hablar. Es una muestra de respeto y humildad en su presencia», explicó. «La gente dice, pero ¿cómo es posible? Yo digo que es mejor influir en el cambio desde dentro que desde fuera mirando hacia dentro», dijo.

Estos testimonios son parte de un esfuerzo de las comunidades de esta nación de África oriental, bajo el lema “Rompe Prejuicios” con que tratan de promover experiencias a favor de una mayor paridad de género.

El objetivo final es una sociedad sin los prejuicios, estereotipos y discriminación que soportan las mujeres en su actividad pública, para una mayor inclusión de ellas en los espacios de decisión.

Situación de África

Especialistas en cuestiones de género como Grace Gakii, establecida en Nairobi, afirman que el mundo y en particular África se enfrentan a un sinfín de retos, desde el cambio climático, las enfermedades, las pandemias, la inseguridad alimentaria y la fragilidad de la paz. La reivindicación de la igualdad y la equidad de género en todas las facetas de la vida es crucial para mejorar los resultados sociales y económicos.

«Tenemos que desarraigar el patriarcado y la misoginia profundamente arraigados, así como la discriminación sistemática de las mujeres en el liderazgo político y en los negocios», dijo a IPS esta investigadora en igualdad y equidad de género.

Los datos de ONU Mujeres sobre las mujeres en la política muestran que Ruanda tiene el mayor porcentaje de mujeres en el parlamento a nivel mundial. Sudáfrica, Senegal, Namibia y Mozambique también figuran en la lista de los 20 primeros países en equidad legislativa.

«Ruanda es también uno de los 14 países del mundo que tiene 50 % o más de mujeres en su gabinete. Pero lo que está cada vez más claro es que la representación no es suficiente. Las mujeres necesitan la influencia necesaria para cambiar la forma en que la sociedad percibe a los hombres y a las mujeres, y los papeles que les asignan», explicó Gakii.

Las cifras de ONU Mujeres indican que 50 % de las mujeres africanas que forman parte del gabinete tienen carteras de bienestar social.

Gakii considera que estos puestos se ajustan a la percepción que la sociedad tiene de las mujeres como cuidadoras y no como portadoras de poder que participan en los niveles de toma de decisiones políticas y de liderazgo de alto nivel.

Solo 3 % de las mujeres africanas que integran el gabinete están a cargo de carteras críticas y de gran poder, como las de finanzas, defensa, infraestructura y asuntos exteriores.

Lokichu afirma que las voces de las mujeres faltan en los niveles más altos de la toma de decisiones y la gobernanza, lo que perpetúa aún más los estereotipos de género, los prejuicios y la discriminación contra las mujeres en el continente africano.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Mejor situación tienen las mujeres en el mundo empresarial y de los negocios, donde las compañías africanas tienen el mayor porcentaje de representación femenina en los consejos de administración, con 25 %, frente a la media mundial de 17 %, según el McKinsey Global Institute. Pero Gakii considera que ese porcentaje resulta insuficiente.

«Las mujeres están cada vez más representadas, pero su influencia es limitada. No hay un impacto real y un progreso hacia la paridad de género si la participación y la influencia no van de la mano», afirmó.

A juicio de la especialista keniana, «la media mundial de mujeres en los comités ejecutivos es de 21 %. África está a la cabeza con 22 %, siendo Sudáfrica el país con mayor porcentaje de paridad de género. Pero no basta con que se vea a las mujeres en puestos de poder. El poder debe sentirse para que haya un cambio de paradigma en la conciencia colectiva de la sociedad».

En reconocimiento de estos hechos, en 2021 los ministros de la Unión Africana (UA) encargados de los asuntos de género y de la mujer adoptaron la Posición Común Africana (PAC) para impulsar la participación plena y efectiva de las mujeres y la toma de decisiones en la vida pública.

La UA afirma que, debido a las brechas de género existentes en los puestos de liderazgo en los mercados financieros, de inversión y empresariales, el continente africano pierde cada año más de 20 % de su producto interno bruto (PIB) colectivo.

Gakii afirma que las mujeres deben alcanzar el poder y la influencia en la política, los negocios, la religión y las instituciones de enseñanza superior para que puedan superar los límites del género de forma “coherente, sistemática y con impacto” para sus sociedades.

Abortos inseguros causan la muerte de 39 000 mujeres cada año

 

Una nueva guía de la OMS contiene 50 recomendaciones de políticas y medidas que los países pueden establecer en materia de educación sexual, planificación familar y atención de mujeres y niñas necesitadas de un aborto seguro. Foto: Giuseppe Imperato/Unicef

GINEBRA – Unas 39 000 mujeres mueren cada año como resultado de los 25 millones de abortos inseguros que se practican en el mundo, informó este miércoles 9 la Organización Mundial de la Salud (OMS) al presentar una nueva guía para ayudar a ese tipo de atención crucial para las mujeres y las niñas.

“Casi todas las muertes y lesiones que resultan del aborto inseguro son totalmente prevenibles. Por eso recomendamos que las mujeres y las niñas puedan acceder a los servicios de aborto y planificación familiar cuando los necesiten”, dijo Craig Lissner, director interino de Salud e Investigación Sexual y Reproductiva de la OMS.

La mayoría de los decesos ocurren en países de renta baja; 60 % en África y 30 % en Asia.

La OMS ha explicado que el aborto es un procedimiento sencillo y seguro cuando se realiza con un método adecuado para la etapa del embarazo, y por una persona con la información y capacitación necesarias.

“Lamentablemente, solo la mitad de las intervenciones de este tipo practicadas en el planeta cumplen con estas condiciones, provocando así decenas de miles de muertes y millones de mujeres hospitalizadas por complicaciones”, se indicó.

Con el fin de acabar con los procedimientos inseguros, las nuevas directrices de la OMS incluyen la práctica clínica, la prestación de servicios de salud, y las intervenciones legales y políticas para respaldar la atención del aborto de calidad.

El organismo de las Naciones Unidas, basado en esta ciudad suiza, ofrece asistir a los Estados interesados en la implementación de las directrices y el fortalecimiento de las políticas y programas de anticoncepción, planificación familiar y servicios de interrupción del embarazo.

Las más de 50 recomendaciones que componen la guía se basan en evidencia científica y centran los servicios en las necesidades de la persona atendida.

Entre esas pautas destacan las intervenciones simples en el nivel de atención primaria que mejoran la calidad de la atención del aborto, como son garantizar el acceso a las píldoras abortivas y ofrecer información precisa a las mujeres que la requieran.

Incluyen también recomendaciones para el uso de la telemedicina, una herramienta que ha ayudado a respaldar el acceso a los servicios de aborto y planificación familiar durante la pandemia covid-19.

Junto con las directrices clínicas y de prestación de servicios, la OMS recomienda eliminar las barreras políticas médicamente innecesarias para el aborto seguro, como la penalización, los tiempos de espera obligatorios, el requisito de que terceros den la aprobación, y los límites de tiempo para realizar un aborto.

Esas barreras “causan retrasos críticos en el acceso al tratamiento y colocan a las mujeres y niñas en mayor riesgo de sufrir abortos inseguros, estigmatización y complicaciones de salud, además de que aumentan las interrupciones en la educación y en la capacidad para trabajar”, destacó la OMS.

Aunque la mayoría de los países permiten la interrupción voluntaria del embarazo en circunstancias específicas, unas 20 naciones lo consideran ilegal en cualquier caso.

Asimismo, más de 75 % de los países imponen sanciones legales que pueden incluir largas penas de prisión o multas muy altas para las personas que se someten o ayuden con el procedimiento.

Los países y territorios de América Latina y el Caribe donde se ha legalizado ese derecho o despenalizado el aborto son Argentina, Colombia, Cuba, Guayana Francesa, Guyana, México (en siete de sus 32 entidades federales), Puerto Rico y Uruguay.

La responsable de la Unidad de Prevención del Aborto Inseguro de la OMS, Bela Ganatra, dijo que “es imperativo que este procedimiento sea médicamente seguro, pero también debe respetar las decisiones y necesidades de las mujeres y las niñas, y garantizar que se les trate con dignidad y sin estigmas ni juicios”.

Las pruebas muestran que restringir el acceso no reduce el número de abortos que se practican. Al contrario, cuando existen restricciones, las mujeres y niñas recurren a procedimientos inseguros con resultados a menudo trágicos, según Ganatra.

Especificó que en los países con más restricciones, sólo 25 % de los abortos se practican en condiciones seguras, mientras que en aquellos donde el procedimiento es legal, los abortos seguros llegan a 90 %.

“La evidencia es clara: si desea prevenir embarazos no deseados y abortos inseguros, se debe ofrecer a las mujeres y niñas un paquete integral de educación sexual, información y servicios precisos de planificación familiar, y acceso a servicios de aborto de calidad”, concluyó Ganatra.

Madres de víctimas de feminicidio regresan a Chiapas sin ser recibidas por AMLO

 

Este 7 de marzo arribaron en caravana desde Chiapas a la Ciudad de México dos familias de víctimas de feminicidio, quienes a su vez representaban los casos de otras madres que no pudieron venir a la capital del país.

Una de las madres era Maricruz Velazco Nájera, madre de Karla Yesenia Gómez Velazco, quien fue asesinada el 4 de julio del 2019. Karla era una joven estudiante de Derecho que fue asesinada después de las elecciones estatales. Ella hacía su servicio social en la campaña del diputado Carlos Penagos Vargas, quien pretendía ocupar la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Dos días después de las elecciones, la joven le dijo a su mamá y su papá que iría, por órdenes de su jefa inmediata, a la casa de campaña del candidato. Karla ya no regresó a su casa.

La última vez que su familia habló con ella fue a las cuatro de la tarde, después ya no respondió el teléfono. En el transcurso de la tarde/noche, Maricruz consiguió comunicarse con dos de sus compañeros, quienes le aseguraron que pasarían a dejar a Karla a su casa, lo que nunca pasó. Al día siguiente, Maricruz se comunicó con la jefa inmediata de Karla, quien dijo primero que ella había pasado a dejar a la joven a su casa y después cambió su versión para decir que se quedó en casa de su hermana y su cuñado, llamado Marvin, en la colonia Francisco I. Madero, pero que Karla salió muy temprano y no la habían visto.

Ese mismo día, pero horas más tarde, unos policías encontraron el cuerpo de Karla en la Francisco I. Madero. Cuando Maricruz quiso ver el cuerpo en el Semefo, no la dejaron entrar pero pudo identificar a su hija a través de un monitor y observó signos de violencia, como golpes, dos uñas de acrílico arrancadas, el cabello revuelto, la blusa al revés, entre otros. De acuerdo con la necropsia, la joven murió por estallamiento de vísceras y un pulmón perforado.

Pese a la evidencia, el caso se investigó como homicidio y hasta ahora sólo hay un sentenciado, a quien se le castigó con 11 años de prisión. Maricruz busca que el caso se reclasifique a feminicidio y se investigue con perspectiva de género dado que fue una muerte violenta. Quiere también que se castigue al resto de las personas implicadas y a los funcionarios que cometieron omisiones.

“Con todas la acciones que hagamos no vamos a recuperar a nuestras hijas pero sí vamos a hacer que paguen los culpables que les quitaron la vida”, declaró a Cimacnoticias.

Con Maricruz también vino Adriana Gómez Martínez, madre de Jade Guadalupe, quien fue asesinada en el Instituto del Deporte de Chiapas el 14 de enero del 2020.

En su caso, a dos años de los hechos, la carpeta no ha sido investigada como feminicidio y perspectiva de género, sino que los hechos siguen clasificados como suicidio, señaló Adriana.

Jade tenía 13 años y practicaba judo de alto rendimiento en el Instituto del Deporte de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. El 14 de enero, uno de sus compañeros llamó a Adriana para avisarle que Jade “se había matado”.

El personal de la institución deportiva, que es una instancia de gobierno, cometió varias irregularidades. De acuerdo con Adriana, además de no avisarles directamente de lo sucedido, impidieron que viera el cuerpo inmediatamente; dijeron que encontraron a la niña en el baño y luego en la zona de patinaje; dieron nombres distintos sobre quién la encontró; y aseguraron que la niña se colgó de un cinturón naranja cuando el papá, el policía y un intendente, la vieron colgar de un listón rojo. El intendente cambió su versión días después.

La policía le dijo a Adriana que Jade había dejado una carta con la que podía responsabilizar al papá del suicidio, sin embargo, hasta ahora nadie le ha entregado esa carta; también movieron el cuerpo para que estuviera más cerca del piso. Cuando el personal forense fotografió a Jade le bajó la manga de su suéter para ocultar unos hematomas y registraron una talla y peso diferente al que tenía, entre otras irregularidades.

La carpeta de investigación de este caso se integró como suicidio por asfixia mecánica, y nunca se investigó a nadie dentro del Instituto. La policía en cambio, inició un hostigamiento contra Adriana y su esposo luego de que ella organizara manifestaciones en Chiapas para dar a conocer el caso.

Por todo esto, en 2022 Adriana pide que la Fiscalía General de la República atraiga el caso porque en Chiapas las autoridades están rebasadas y han permitido que el presunto agresor de su hija, un maestro, siga trabajando impune.

“Esta lucha es cansada. Si las leyes existieran por qué no agarran al asesino. El gobierno nos echa a la calle para exigir justicia. No tendríamos necesidad de hacer esto si las leyes se cumplieran”, refirió Adriana.

Las mujeres aseguraron que en los días que estuvieron en la capital del país insistieron ser escuchadas por el presidente pero que nunca fueron recibidas, por el contrario, un policía las agredió y les gritó cuando intentaron colgar una manta con las fotos de sus hijas.

Sin haber sido escuchadas, las mujeres regresaron a su entidad natal este 9 de marzo, luego de haber participado en la marcha por el Día Internacional de la Mujer.

Y dijeron que se declaraban “Madres Revolucionarias contra el Feminicidio” porque se están viendo obligadas a hacer justicia por sus propias manos, ya que la Fiscalía del estado no ha hecho justicia.

Es de recordar que hace un año, estas mismas mujeres vinieron también en caravana y montaron un plantón de tres días afuera de Palacio. Aquella vez tampoco las recibió el presidente quien si bien ha mantenido reuniones con colectivos de víctimas de diversos delitos, entre ellos la familia LeBarón o de Ayotzinapa, nunca ha recibido a ninguna madre de víctimas de feminicidio o violencia machista.

Chiapas cuenta desde 2016 con una Alerta de Violencia de Género para 7 municipios.