5/12/2018

Narrando la ignominia: el feminicidio en México

Daniela Villegas

Guerrera, Frida. 
#NIUNAMÁS El feminicidio en México: tema urgente en la Agenda Nacional. 
Ciudad de México: Aguilar, 2018.

¿De qué manera narrar el riesgo de ser mujer en México? 

¿Lo mortal que entraña la calle, el transporte, la casa, para bebés, niñas, jóvenes y mujeres adultas en la actualidad? 

¿Los sueños truncados, las vidas destrozadas de las víctimas de feminicidio y sus familiares? 

Frida Guerrera lo logra al dar rostro, nombre, edad, a aquellas a las que el Estado tan sólo ha convertido en meras cifras, parte de los 7 feminicidios diarios que ocurren en el país según la oficina de ONU Mujeres. 

La periodista y activista Verónica Villalvazo, mejor conocida como Frida Guerrera ofrece en su libro #NIUNAMÁS El feminicidio en México: tema urgente en la Agenda Nacional, un puntual y comprometido seguimiento y acompañamiento de los feminicidios en México, partiendo del 2016, año en que creó su blog, hasta la fecha. 

En los testimonios recopilados a partir de las narraciones de los familiares de las víctimas, conocemos entre muchas otras a Silvana; Lupita; Miriam; Ana Patricia; Nancy; Xóchitl; Leticia; Nadia; Selene; Joselyn; Karina; Francia Ruth, sus gustos, sus deseos por la vida, sus miedos, y a sus verdugos.

Una ola de indignación, impotencia, horror me invade al ver desfilar ante mi tanta vida coartada, pero también algo más, que han señalado en innumerables ocasiones los familiares de las víctimas ante la indiferencia ciudadana: “En un futuro pueden ser ustedes”. 

Es entonces que la denuncia se convierte en una alerta ante la ineptitud judicial, el encubrimiento a los perpetradores de los crímenes, la normalización de los feminicidios en un país bañado por la violencia generalizada, y el estado de vulnerabilidad que condena a mujeres y corporalidades feminizadas. 

#NIUNAMÁS es el grito desesperado de madres, padres, hermanas, hermanos, hijas, hijos por expresar su dolor, comprender lo innombrable, una catarsis plasmada en palabras en un país donde a las víctimas de feminicidio se les culpabiliza y niega justicia, porque todo indica como señalara la familiar de una de las víctimas: “La justicia en México mata cualquier esperanza de justicia”. 

La lacerante impunidad no impide que Frida Guerrera documente, denuncie, de acompañamiento y evidencie el mínimo o nulo compromiso de las autoridades a resolver los crímenes, como sucediera en el caso de la niña de las calcetitas rojas quien no sólo fuera víctima de feminicidio sino también del abandono de su memoria, la cual fue rescatada por Frida, al descubrir tras insistentes indagatorias su identidad como Lupita una pequeña nacida en enero de 2013 y asesinada en marzo 2017 en Nezahualcóyotl, Estado de México.

En éstas páginas se da voz y rostro a todas las víctimas, se denuncia y se dan las herramientas para denunciar, para acompañar, para escuchar, para estar alerta, pero sobre todo se defiende y construye memoria de las miles de víctimas para que se sepa su historia, y no se olvide en la vorágine numérica deshumanizadora. #FeminicidioEmergenciaNacional

El machismo juez y parte

Miguel Lorente Acosta

Quizás recuerden la anécdota que se contaba hace años de un maestro que ensañaba a leer a una clase de niños y niñas en un pueblo perdido de la sierra. Para ello escribía en la pizarra con letras grandes la sílaba “MO” y les pedía que la repitieran en voz alta, a lo que toda la clase decía al unísono “¡MO!”. Después escribía la otra sílaba de la palabra, también en letras mayúsculas, “TO”, y del mismo modo les decía que la dijeran en alto, a lo que el grupo respondía, “¡TO!”. El maestro, contento del resultado escribía entonces la palabra completa en la pizarra, “MOTO”, e indicaba al grupo que ahora debían leerlo todo junto; la clase, atenta a la pizarra, decía entonces en voz alta “¡A-MO-TO!”.
Y eso es lo que pasa cuando la idea que se tiene sobre el significado de la realidad es mucho más fuerte que los propios hechos que la definen.
El machismo es cultura, y como tal tiene dos grandes formas de condicionar la realidad, por un lado es capaz de determinar todo lo que sucede para hacer que las cosas sean “como tienen que ser” a partir de las ideas, valores, principios, costumbres… que define como normales; y por otro, da significado a todos los acontecimientos, especialmente cuando se alejan de lo que previamente ha determinado. De esa forma todo encaja, lo que es como tiene que ser porque lo es, y lo que se aparta de lo esperado porque se considera ajeno a la normalidad, y se presenta como producto de circunstancias excepcionales o patológicas. Lo vemos habitualmente en violencia de género. Cuando las lesiones no son graves se entiende como algo “normal” en las relaciones de pareja, y cuando es tan grave que termina por asesinar a la mujer, entonces se dice que es un problema debido al alcohol, las drogas o los trastornos mentales. Al final lo que sucede es que en ningún caso se cuestiona la realidad que da lugar a que esa violencia maltrate cada año a 600.000 mujeres, a más de 800.000 niños y niñas, y termine por asesinar a una media de 60 mujeres.
Con la violencia sexual sucede lo mismo, es una realidad que sufre el 11% de las mujeres de la UE (FRA, 20124), situación que lleva a que todos los años se interpongan miles de denuncias, aunque sólo representan un 15-20% del total y las condenas son mínimas, no muy distinto a lo que sucede con la violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja. Pero en lugar de abordar esta situación para corregir los problemas que dan lugar a sus consecuencias, se vuelve a recurrir al “manual” impuesto por la cultura machista para echar mano de los estereotipos y mitos, y se piensa que son denuncias falsas, que la mujer provoca, que dice no cuando en realidad significa sí, que no opuso resistencia, que el hombre no sabía que era no…
La educación con perspectiva de género abre la mirada para ver la realidad en sus tres dimensiones: la de los acontecimientos, la del significado y la de las justificaciones. El machismo es el tuerto en el reino de la ceguera, no porque la gente no pueda ver, sino porque ha ocultado esa realidad y la ha presentado plana y sin perspectiva para que tropecemos con ella una y otra vez. Es un problema de cultura, y por ello afecta a quien juzga, a quien cura, a quien hace leyes, a quien gobierna, a quien vende en un supermercado o a quien trabaja en la construcción… Por eso se trata de un problema social, como eran los mitos que  impedían a las mujeres realizar determinadas tareas y actividades cuando tenían la regla por las graves consecuencias que podían acarrear para su salud o la tarea, o lo mismo que ocurría cuando los valores de la sociedad presentaban la homosexualidad como un vicio y una desviación y la Medicina tomaba el testigo para decir que se trataba de una enfermedad… Todo lo impregnado por el machismo es más un problema de conciencia que de conocimiento técnico, aunque la primera debe llevar al segundo para evitar la subjetividad y romper con la voluntad de quienes quieren permanecer en sus posiciones de privilegio dadas por la desigualdad.
Dejar que todo siga tal y como está ahora es posicionarse a favor de las referencias y el significado que el machismo ha establecido para definir la realidad, y permitir que sean sus mitos, estereotipos, ideas, valores… los que juzguen los hechos desde su perspectiva. No hay neutralidad, no modificar estos elementos es hacer del machismo “juez y parte”, pues será la interpretación dada por sus referencias las que se utilicen para definir la realidad, tanto a la hora de probar los hechos como en el momento de otorgar trascendencia y gravedad a lo sucedido, tal y como se observa en la sentencia de “la manada”.
Pero no es sólo un problema de esta sentencia, lo venimos viendo todos estos años atrás cuando, por ejemplo, entre un 20-30% de las mujeres asesinadas por violencia de género lo son tras denunciar, cuando algunas de ellas son asesinadas sin haber adoptado los instrumentos existentes para protegerlas, cuando todavía se duda de su palabra… o cuando se vuelve a presentar, como se ha conocido estos días, que el estado de shock de una menor no es razón para entender una posible intimidación en el agresor sexual que mantuvo relaciones con ella, y se le condena por abuso, no por violación.
Los responsables políticos de la Administración de Justicia, el CGPJ, la FGE y demás operadores jurídicos deben entender que la sociedad ha cambiado gracias al feminismo y al movimiento de mujeres, y que ese cambio ha introducido la Igualdad en las calles y en las conciencias para hacer la convivencia más justa. La consecuencia es directa: si la sociedad es más justa la Justicia no puede ser más injusta.
Si yo fuera juez exigiría formación en género, no trataría de enrocarme en mis circunstancias, pues la independencia no significa conocimiento, ni la separación de poderes debe traducirse en distancia a la realidad.

Será delito tomar fotos y video a mujeres sin su consentimiento


ALDF aprueba iniciativa con sanción de 1 a 3 años de prisión
 

La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó adicionar un nuevo tipo penal que castiga, con uno hasta tres años de prisión, a quienes tomen fotografías o grabaciones con índole sexual a mujeres sin su consentimiento.
Esta reforma que adiciona los Artículos 177 Bis y 179 al Código Penal de la Ciudad de México surgió de una iniciativa propuesta por el diputado del Partido de la  Revolución Democrática (PRD), Iván Texta Solís, quien argumentó que en promedio tres mujeres al día acuden a la Procuraduría General de Justicia de la ciudad (PGJDF) para denunciar que les tomaron fotos o videos sin su consentimiento.
Con esta reforma, aprobada el 7 de mayo de 2018 a partir del dictamen que elaboró la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, se establece que “a quien realice una conducta de naturaleza sexual indeseable para quien la recibe, que lesione su dignidad, se le impondrá de uno a tres años de prisión”.
Este tipo de acoso sexual ocurre principalmente en el transporte público, por lo que la iniciativa contempla elevar a una tercera parte la sanción cuando ocurra en dicho espacio, o bien, alguna otra instalación pública. De la misma forma se elevará la pena cuando exista una relación jerárquica por relación laboral, docente, doméstica o de cualquier clase, entre el agresor y la víctima.
Por “conductas de naturaleza sexual indeseables”, la norma describe que se consideran solicitar favores sexuales para sí o una tercera persona, además de la difusión de imágenes por cualquier medio con implicaciones sexuales, ello, sin el consentimiento de las víctimas y que atente contra su dignidad. 
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del 2017 (Endireh) 61 por ciento de las mujeres en la Ciudad de México reportó haber sido a lo largo de su vida víctima de violencia comunitaria, en específico violencia sexual, que ocurre en la calle, transporte público, parques y otros lugares públicos.  
Con ello la Endireh ubica a la Ciudad de México en el primer lugar de violencia comunitaria contra las mujeres del país, en tanto, en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública de 2016 (Envipe) se reportó que 79 por ciento de las capitalinas reveló sentirse insegura en la calle.
Esto sucede a pesar de que las autoridades de la Ciudad de México pusieron particular atención en campañas y programas para atender la violencia y el acoso sexual callejero y en el transporte público, por ejemplo, en 2008 inició el “Programa Ciudades y Espacios Públicos Seguros para Mujeres y Niñas” de la mano de ONU Mujeres.
La aprobación de esta iniciativa al Código Penal entra en una serie de reformas legislativas que está realizando el gobierno capitalino en cumplimiento con el proceso de la solicitud de Alerta de Violencia de Género (AVG), pedida por organizaciones civiles el 7 de septiembre de 2017.
Estas acciones gubernamentales incluyen hasta ahora el aumento de la sanción a quién cometa un feminicidio (hasta 60 años de cárcel) y la implementación del llamado “Protocolo Alba” un instrumento especializado en la búsqueda de mujeres y niñas desaparecidas.
Asimismo, con el fin de garantizar la vida y seguridad de las capitalinas se planteó la puesta en marcha de un sistema de información que identifique a mujeres en riesgo de violencia feminicida y un programa en atención a la niñez y adolescencia que queda en orfandad por el feminicidio de sus madres.

CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

CDMX creará programa para atender orfandad por feminicidio


Crearán protocolo de atención en cumplimiento con AVG    

El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (Inmujeres) junto al Sistema para el Desarrollo Integrante de la Familia capitalino (DIF) informaron que crearán un “Programa de atención y cuidado a la niñez y adolescentes hijas e hijos de víctimas de feminicidio”.
Este programa se deriva de las propuestas que planteó un equipo de académicas expertas en género encargadas de atender la petición de Alerta de Violencia de Género (AVG) que hicieron las organizaciones civiles, Justicia Pro Personas AC y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, en septiembre de 2017.
Sin revelar cuántas hijas e hijos de víctimas de feminicidio actualmente están en orfandad en la Ciudad de México, en un comunicado de prensa el Inmujeres explicó que para desarrollar este programa la Escuela de Administración Pública local se encargará de la formación y especialización de las y los servidores públicos que den asistencia a la infancia víctimas indirectas del feminicidio.
Para ello la Coordinación General de Modernización Administrativa deberá definir los perfiles de este personal con el objetivo de asegurarle a la niñez el acceso oportuno a las medidas de ayuda, asistencia, atención, acceso a la justicia y reparación integral. Finalmente, sin precisar la fecha en que se pondrá en marcha este programa, se diseñará un “protocolo de atención a los hijos de víctimas de feminicidio”, informaron.

TRASTOCADO EL PROYECTO DE VIDA
Las expertas del Grupo de Trabajo de la AVG para la capital del país plasmaron en su informe su preocupación por el impacto que tiene la violencia de género en este grupo etario. Recordaron que la mayor incidencia de la violencia está en el entorno familiar en donde comúnmente se encuentran menores de edad, convirtiéndolos también en víctimas directas o indirectas, y en muchas ocasiones testigos presenciales del feminicidio de sus madres. 
El impacto de esta violencia, sustentaron, “implica un riesgo en su proyecto de vida”, de ahí la necesidad de que cuenten con una atención integra tanto física como psicológica.
No obstante, en el informe que el equipo de trabajo de la Alerta entregó al gobierno de la urbe, se explica que por medio de entrevistas hechas a las familias de víctimas de feminicidio se detectó que estas no tienen acceso efectivo al resarcimiento y reparación del daño.
Sobre este derecho el Tribunal Superior de Justicia local (TSJCDMX) informó a las académicas que de los 3 mil 738 procesos legales que concluyó por delitos de homicidio doloso y feminicidio, entre 2012 a 2017, en 2 mil 735 casos se condenó la reparación del daño a las víctimas, en 390 no se sentenció la reparación, en 251 casos no aplicaba, en 168 casos las víctimas “se dieron por satisfechas” y en 87 no contaba con datos.
En este sentido para atender, en la medida de lo posible, a las víctimas indirectas del feminicidio, en específico a la niñez, el Grupo de Trabajo propuso al gobierno capitalino “revisar exhaustivamente los protocolos de atención a menores de edad víctimas indirectas o testigos de los hechos de violencia de género”, a la par de inspeccionar los perfiles del personal público del DIF, de la Procuraduría General de Justicia y del TSJCDMX que interviene en el acompañamiento y tratamiento de este grupo etario.
En cumplimiento con estas recomendaciones, durante la Primera Sesión Ordinaria 2018 de la Comisión de Igualdad Sustantiva del Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), el gobierno de la Ciudad de México anunció la creación de este programa para atender a la orfandad por feminicidio. 
De acuerdo con el Inmujeres otras instituciones que participan en el proyecto son las secretarias de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades, Cultura y Seguridad Pública, Escuela de Administración Públicas, el Programa de Derechos Humanos de la CDMX, la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y las organizaciones de la sociedad civil World Vision México, así como como la clínica Karuna, Salud y Desarrollo.
Cabe mencionar que Cimacnoticias realizó en 2017 una investigación periodística sobre la orfandad por feminicidio en México, donde halló que no existen registros oficiales sobre cuánta niñez y adolescencia queda en esta condición por el asesinato de sus madres, únicamente la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) reportó que en tres años  (2014 a 2017) conoce de 65 casos de orfandad por feminicidio en el país.
En el caso de la Ciudad de México solo se sabe el número de asesinatos de mujeres por razón de género ocurridos de 2012 a 2017, periodo durante el cual la PGJDF reporta 260 casos de feminicidio, pero de estos, se ignora cuántas niñas, niños y adolescentes quedaron en orfandad.

CIMACFoto: César Martínez López

Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 



El gran dilema, ¿ser o no ser madre?

 Motherhood, libro escrito por Sheila Heti    

“¿Deseo tener hijos porque quiero que me admiren tanto como a las mujeres que son madres? Eso se pregunta Sheila Heti en su libro “Motherhood”, que habla de ese pensamiento dividido que nos asalta: tener o no tener descendencia.

El libro de Heti, que toca ese tema fundamental para muchas mujeres, llevó a otra mujer, a la periodista Alexandra Schuwartz a hacer su propia reflexión sobre el tema y a afirmar que ese libro puede prevenir lágrimas y convertirse en un cuestionamiento personal. Le hace también recordar que el punto esencial de esa disyuntiva ante la maternidad es la posibilidad de decidir. 


Schuwartz, en un artículo publicado este mes en The New Yorker, titulado “To have and to do”, reseña críticamente el libro de Heti y repasa con ella desde la historia cultural de la  maternidad hasta las palabras que le dijo su madre cuando le llegó el momento de decidir si tenía o no hijos. “Tú eres libre”, le dijo su madre a Shila y ella decidió.
Sin embargo, reflexiona que cuando una mujer está en edad reproductiva o tiene  menos de 30 años, no es sencillo decidir, ya que no es fácil pensar en cómo sería la vida de una mujer sin hijos, de la misma manera en que cuando eres niña o adolescente no puede vislumbrar con objetividad sobre lo que es ser adulta porque los periodos de la vida son, hasta cierto punto, autónomos.
El problema, dice, es que la posibilidad de la maternidad trabaja contra reloj, no dura toda la vida, como lo dice Rachel Cusk en su libro autobiográfico “A life work”, publicado en 2001, después de convertirse en madre de una niña.  
Sheila Heti abunda en el tema del tiempo porque decidir entre ser madre de un hijo de carne y hueso o engendrar un “hijo” de tinta y papel sólo se puede hacer cuando es biológicamente posible engendrar.

Heti recuerda que, cuando tenía 36 años y vivía en Toronto, Canadá, con su novio Miles (quien tenía una hija de su anterior relación y no quería más descendencia), ella decidió que quería tener hijos y él aceptó, pero como una concesión, no sin antes aclararle que “lo pensara bien”. 
No es frecuente que las mujeres tengan la libertad para decidir sobre su fertilidad sin coerción o condicionamiento, dice la escritora, y la actitud del novio no fue exactamente un gesto de benevolencia, sino una justificación para no asumir o involucrarse.
Por eso, Heti lamenta que cuando una mujer quiere tener un hijo es como un secreto que sólo lo guarda para ella. Y considera que planear a los hijos es la parte más difícil mientras tenerlos es la parte más maravillosa.   
La maternidad, según Heti, tiene implícita una validación social para una mujer y es por eso que también puede significar una trampa para que se quede en el espacio doméstico, lugar socialmente reservado para ellas, en donde tiene que estar ocupada con los hijos.
Ella confirmó la vigencia de esta idea cuando, sin asomo de duda, decidió interrumpir un embarazo no deseado y el doctor asignado la atendió con un día de retraso. Para ella, a 15 años de distancia, esa demora fue un acto de oposición del médico al aborto, justamente por la idea de que una mujer no puede negarse a la maternidad.
Para Heti la maternidad no es una acción automática, por lo que recomienda que, antes de decidir si quiere ser madre, una mujer pase tiempo con los niños de otras mujeres, que se acerque a ellos para darse idea de qué significa compartir con ellos la existencia.
Esto podría ayudarle a  entender, por ejemplo, cómo vive una mujer sin tiempo para hacer las miles de cosas que tiene planeadas o sueña, o cómo tiene que arreglárselas para hacer esas cosas mientras cría a sus hijos. Recuerda que ella, aunque vivió con su  madre y padre, tuvo momentos en que se sintió como una hija mal cuidada.
“Motherhood” habla también de la maternidad y la religión, desde la instrucción que dios les dio a Adán y Eva para multiplicarse, como cuenta la Biblia, hasta la idea del vientre bendecido y de la bendición que significa tener un hijo.

MATERNIDAD Y LITERATURA

Al hablar de su carrera de escritora, Heti dice que su oficio no la deja estar sola, es una pasión, el centro de su vida y contrasta esa situación con la de muchas escritoras que son madres y  no pueden dedicarse a su oficio tiempo completo, ya que tienen que estar siempre disponible para los otros.
No es lo mismo, explica, que una mujer pueda cerrar la puerta para ponerse a escribir, a que tenga la obligación de estar siempre al servicio y las órdenes de los demás. Por eso no resulta exagerado que muchas mujeres lleguen a decir que odian ser madres. 
Heti, autora de seis libros, recuerda que aunque su novio le dijo que a él le gusta que su compañera viva para su arte, no para tener hijos, por alguna razón ella no usó ningún método anticonceptivo. Hoy, a sus 40 años, aunque consulta el I Ching, no le ha preguntado si debe o no tener un hijo. 
Ella supone que escribió “Motherhood” para su propia madre, una mujer judía que pudo continuar con su carrera y sus investigaciones, que podía mudarse de casa con plena libertad como lo hizo. Recuerda que en la escuela le preguntaban si tenía mamá, pues era su padre el que casi siempre iba por ella a la escuela. 
Cuando terminó su libro, Heti envió el manuscrito a su madre, quien al día siguiente le respondió "es mágico", una alentadora respuesta que siempre quiso escuchar. 
Es cada vez más frecuente que haya casos como el de Heti, quien reflexiona y cuestiona la maternidad, sobre todo en los últimos años, con la existencia de movimientos como NoMo (No Mother). Tan sólo en mi entorno cercano, son más de 10 las mujeres solteras y casadas que optaron por no tener hijos; incluso varias se casaron con la condición de no procrear. Yo las veo felices, complacidas, plenas, seguramente porque pudieron decidir.

Imagen retomada de Prensa Latina
Por: Leticia Puente Beresford
Cimacnoticias | Nueva York.-

Lo que el patriarcado le debe a Evita

Ilka Oliva Corado

La historia que ha sido ultrajada desde la edad de la humanidad, por seres patriarcales, misóginos, homofóbicos, racistas, clasistas, xenofóbicos y; en el caso particular de Latinoamérica seres de mentes colonizadas, se han encargado de invisibilizar a mujeres como Evita, que nunca calzaron en el yugo patriarcal y que jamás se durmieron en el ronroneo de las mieles del poder, que por el contrario: fueron sus más grandes críticas. 

Evita, es la poesía de la rebelión de los pueblos. El patriarcado que carece de ideología la coloca en la historia como un ser pasional, jamás la ha visto como un ser intelectual con un raciocinio de pocos y con unas agallas únicas. Los de la izquierda dicen que es el alma y el corazón del Peronismo, porque Perón fue la intelectualidad y la cordura. Nada más alejado de la realidad, y es que las cosas hay que decirlas como son: No hay Perón sin Evita. Ni Perón ni el Peronismo existirían sin Evita. 

Entonces sin el patriarcado y sin una historia ultrajada por la misoginia, lo que ahora conocemos como Peronismo debería llamarse Evitismo o Evitista, algo así por el estilo para hacer justicia y reivindicar a quien fue la propulsora. Para ser justos, Perón tuvo suerte de encontrar en su camino a una mujer como Evita, que lo inmortalizó al sensibilizarlo y acercarlo al pueblo y al dar su palabra y respaldarlo ante los parias, porque sin el respaldo de Evita, Perón hubiera sido un presidente más. 

Y eso que es visto en las mujeres como pasional, como alma y corazón, en los hombres es visto como intelectualidad y agallas, como voz de mando y estabilidad emocional, así es el patriarcado. Entonces Evita, de las grandes mentes de Latinoamérica, avanzada a su edad y a su época es vista así, como el alma y el corazón del Peronismo, nada más injusto porque hay que ver sus pronunciamientos ante el pueblo, su manera de actuar, leer sus textos para comprender su genialidad para convertir lo complejo en algo completamente entendible para los obreros, que como ella no tuvieron oportunidad de asistir a una universidad y empaparse de libros y de la educación superior y de las oportunidades de desarrollo que por ejemplo tuvieron personajes como Perón, que facilita el camino de la compresión de la política. (No siempre). Entonces si el alma y el corazón son tan importantes, ¿por qué el patriarcado, que repito, no tiene ideología no dice que Evita era la intelectual y Perón el pasional? 

Porque lo hermoso y grandioso de la intelectualidad de Evita, es que es natural, su sensibilidad viene de la pobreza y la miseria, de su origen de paria y ella aún con todas las carencias de las facilidades para aprender, pudo pensar y sentir lo que muchos egresados de universidad con maestrías y doctorados no pueden. No se quedó ahí, ese análisis lo escribió en numerosos textos y lo dio a conocer en sus pronunciamientos y sus acercamientos al pueblo argentino. Pasó de la pasividad a la acción y es lo que necesita todo el mundo que hagamos los seres humanos. Evita no se convirtió en Evita al casarse con Perón, ya lo era y es ésa la deuda del patriarcado. Que piensan que Perón la convirtió al tener la “misericordia” de verla y casarse con ella y darle un apellido y una posición económica. Repito, el patriarcado no tiene ideología. 

El día que logremos erradicar el patriarcado y la misoginia, mujeres como Evita serán reconocidas por su enorme aporte a la lucha de los derechos humanos y a las políticas de desarrollo de los pueblos del mundo. Era tan pero tan adelantada a su época, que jamás pensó en hombres y mujeres, o en géneros, si no en seres humanos con los mismos derechos. 

El patriarcado es el enemigo más grande que tenemos, parece imposible vencerlo pero lo podemos erradicar, y entonces podemos volver a reescribir la historia y hacerle justicia a tantas mujeres que han luchado por la libertad de sus pueblos y han sido invisibilizadas por la sombra de sus esposos, compañeros, amantes, padres, hermanos y sus apellidos. 

La historia y el patriarcado están en deuda con Evita. Algún día ella será reconocida como el alma, el corazón y la intelectualidad del una era que cambió la historia de la mujer en la política argentina, latinoamericana y mundial. 

Ya es hora…


@ilkaolivacorado

Fiscalía de Nezahualcóyotl no busca a niñas desaparecidas


--Ministerio Público obstaculiza investigaciones, denuncian 
   

Las autoridades del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México (Edomex) cometen diversas irregularidades que obstaculizan la localización de mujeres desaparecidas como sucedió en los casos de Estrella García Soriano y Karina González Fabián, así lo denunciaron las integrantes de la Asamblea Vecinal Nos Queremos Vivas Neza, Karina Bolaños y Elsa Arista.
Las defensoras y familiares de las niñas acusaron que tanto el funcionario del Ministerio Público (MP), Héctor de Nova Cruz como la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de Delitos en materia de Desaparición Forzada y la Desaparición Cometida por Particulares del municipio han aplicado un mecanismo de impunidad al no hacer funcionar los protocolos ni dar un “trato digno a los afectados”.
En conferencia de prensa, realizada este 9 de mayo en el Centro de Comunicación (Cencos) las integrantes de la Asamblea Vecinal exigieron la destitución de Nova Cruz, quien aseguraron ha cometido negligencias, abuso de su poder e incluso ha protegido a los agresores para no ser procesado, no sólo en los casos de desaparición de Karina y Estrella, sino en otros que se analizan en la “mesa 5 del turno vespertino” que él atiende.
BUSCAN JUSTICIA ANTE LA IMPUNIDAD
Antonio González Eusebio, dijo a Cimacnoticias que el 9 de abril de 2017, su hija Karina González Fabián, de 12 años de edad, fue sustraída pues aseguró que Joel Cristian Bolaños, de 28 años de edad, entró a su domicilio ubicado al oriente del Edomex y sacó a la niña. El sujeto justificó su acción al decir que era novio de Karina. 
Los padres de la niña levantaron la denuncia al día siguiente de la desaparición en el Ministerio Público de Neza, donde el funcionario encargado de la “mesa 5 del tuno vespertino”, Héctor de Nova Cruz tomó la de denuncia por “desaparición”. El 11 de abril el funcionario entregó a los padres las hojas de la “Alerta Amber” y el “Protocolo Alba” pero de ahí en adelante, comentaron, no hubo ninguna otra acción de las autoridades.
González Eusebio denunció una deficiente respuesta por parte de las instituciones para detener al hombre que se llevó a su hija, ya que –dijo– tanto su esposa como él tuvieron que negociar, durante casi 4 semanas, vía telefónica, para que Cristian Bolaños regresara a Karina a su casa, pues se trasladó con la menor al pueblo de Villa Tamazulapan, en el estado de Oaxaca.
Cuando el agresor aceptó regresar, acordó con los padres de Karina reunirse en una parada de autobuses de la colonia Santa Martha Acatitla, en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México. Previo al encuentro los padres de la niña, junto con las integrantes de la Asamblea Vecinal apoyo al MP de “Neza”, pidieron que la policía municipal los acompañarán al lugar de encuentro para detener al agresor, sin embargo, éstas se negaron al decir que esa zona no les competía por no ser parte del municipio.
En un intento de compensar su ineficacia el MP dio a los padres de Karina una hoja para que solicitaran ayuda a la policía de la CDMX, pero la policía capitalina también se negó a ofrecer sus servicios.
Como resultado de lo anterior los padres de la niña optaron por acudir al lugar acordado con el agresor por sus propios medios. “Tomamos un taxi y nos fuimos… teníamos medio que se fuera a escapar”.  Ese día, 4 de mayo, después de casi 4 semanas, los padres de Karina por fin volvieron a ver a su hija.
Un vez reunidos con el supuesto agresor, Joel Cristian Bolaños, los padres de la menor lo llevaron a la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de Delitos en materia de Desaparición Forzada y la Desaparición Cometida por Particulares de “Neza” para acusarlo de desaparición, no obstante la Fiscalía les dijo no estar enterada del caso de su hija, por lo cual se negaron a aprehender al sujeto con el argumento de que no lo encontraron cometiendo un delito.
En repuesta a lo dicho por la Fiscalía, las integrantes de Asamblea Vecinal iniciaron un mitin afuera de las instalaciones del edificio de gobierno. “Al final, debido a la presión y a que el agresor quiso sobornar a las autoridades, fue retenido por el delito de cohecho: soborno”, explicó la activista Elisa Arista.
Ese día, mencionó Antonio González Eusebio, el funcionario Héctor de Nova Cruz, ya se encontraba en la Fiscalía antes de su llegada y cuando ellos se presentaron aprovechó para conversar con la niña sin la presencia de él o de la madre de Karina. Después se enteró que en la charla el funcionario sugirió a la niña no dejarse revisar por el médico legista. El funcionario le dijo: “Tu no quieres que él vaya a la cárcel”.
Al ver que Karina no quiso una revisión médica, las integrantes de la Asamblea Vecinal exigieron se pidiera una psicóloga y una médica legista de MP de Tecámac, donde hay personal capacitado en casos de violación sexual, esto con el fin de que realizaran un peritaje psicológico., mismo que más tarde determinó que Karina presentaba el síndrome de “la mujer maltrata”, por tanto, no era consientes de haber sido violada.
Con base en los resultados, el 5 de mayo de este año, la Fiscalía cambió la tipificación del caso de Karina de “desaparición” a “violación equiparada”, delito que reconoce “la cópula con una persona incapacitada para resistir física o psíquicamente el acto, por razones de padecimientos físicos o mentales, edad u otras condiciones o situaciones de indefensión”, el cual se sumó al delito de “cohecho”.
“La niña asumía estar enamorada del agresor y muchas de las cosas que él le hizo como algo normal”, agregó Elsa Arista.
El padre denunció que el funcionario, Héctor de Nova Cruz no le ha entregado la carpeta de investigación sobre el caso de su hija. A la fecha se han realizado 6 audiencias para revisar el caso y dictar sentencia contra Joel Cristian Bolaños en el Penal de Neza-Bordo. Agregó además que teme que el agresor quede libre o reciba una sentencia injusta debido a las irregularidades que se han suscitado durante el proceso.
“SE FUE CON EL NOVIO”                           
Por su parte, la madre de Estrella, Elizabeth Soriano Soriano, reclamó la falta de apoyo y respuesta en su caso. Desde hace 17 meses está a la espera de que las autoridades investiguen y den con el paradero de su hija, Estrella García Soriano, adolescente de 14 años de edad que desapareció el año pasado.
La madre de la niña evidenció que durante las primeras horas de la desaparición cuando acudió a denunciar sólo le repetían: “se fue con el novio”, “en dos meses regresa”, sin embargo hasta la fecha su hija no ha regresado ni ha obtenido información de su paradero.
Estrella García Soriano desapareció el 26 de octubre de 2017. Ella estaba con su madre trabajando en el negocio familiar en un tianguis ubicado entre las calles Mixtecas y Mañanitas, de la colonia de Benito Juárez, en Nezahualcóyotl. El tianguis se ubica a dos cuadras de su casa. La niña le dijo a su madre que se sentía muy cansada y que se ir iría a la casa pero nunca llegó.
“El no saber de tu hija es muy difícil (así como) el saber qué pides ayuda y no hay nadie para darte una mano… seguiré así hasta que pueda encontrarla”, dijo Elizabeth Soriano.
Al igual, explicó que la única acción de las autoridades ha sido proporcionarle el boletín “para que lo pague”, no obstante –enfatizó– los carteles son despegados por los policías de los módulos de vigilancia: sitios destinados para dar difusión a este tipo de casos bajo el argumento de que “no quieren basura”. En consecuencia Soriano Soriano ha buscado ayuda con instituciones y organizaciones con el propósito de hacer presión en las autoridades para agilizar averiguación de su hija.
“Todo esto te cambia, cambia tus planes. Son varios los casos no sólo es el mío”, dijo.
Las irregularidades el MP de “Neza” no sólo son en los casos de mujeres desaparecidas, también sucede con varones con discapacidad o adultos mayores, por ejemplo con Andrés Salinas González, hombre de 60 años de edad, quien desapareció el 20 de febrero de este año. “Aún no se sabe dónde exactamente se perdió”, comentó Francisco Salinas García, hijo del señor.
Salinas García declaró que el funcionario Héctor de Nova Cruz le ha dado un trato “déspota”, no le informa sobre las acciones que se han efectuado en su caso y retrasa la entrega de oficios importante: “Ahorita no tengo tiempo”, “hay mucho trabajo”, “si quieres una respuesta rápida hágalo usted mismo”, son algunos de los argumentos con los que se respaldan las autoridades para no realizar sus funciones.
Además, explicó las autoridades han atribuido la desaparición de su padre a la enfermedad que padece: demencia senil, y de eso se aprovechan para no buscar más indicios. “No he aceptado la desaparición de mi papá. Pido nos apoyen a mí y a mis compañeros”, finalizó.
Además de estos tres casos las defensoras e integrantes de la Asamblea Vecinal declararon que acompaña dos denuncias más: una por feminicidio de una niña de nombre “Diana” y otra por la desaparición de dos hermanas gemelas, de los cuales no se quisieron dar más información por seguridad de las familias.
DIFERENTES CASOS, MISMAS IRREGULARIDADES
Las defensoras Karina Bolaños y Elsa Arista explicaron que el primer obstáculo al que se enfrentaron las y los familiares de las menores fue a la falta de atención, asesoramiento e incluso intimidación por partes de las autoridades al momento de levantar una denuncia. Aseguraron que si las y los denunciantes no son acompañados por organizaciones o alguien “importante” que los respalde las autoridades no realizan más acciones que imprimir boletines por el delito de desaparición.
Asimismo, comentaron, desde un inicio las autoridades no activaron o aplicaron los mecanismos y protocolos diseñados para hacer frente a la violencia de género, a pesar de la existencia de la Alerta de Violencia de Género (AVG) que los obliga a adoptar medidas urgentes, como la implementación de la “Alerta Amber” y el “Protocolo Alba” para impulsar la búsqueda de mujeres desaparecidas, en menos de 24 horas.
Las autoridades, añadieron, se quedan sólo en la gestión documental: expedir un boletín, y olvidan el aspecto central de una desaparición que es encontrar a la persona a la brevedad y con vida.
Cabe mencionar que la AVG es un instrumento de emergencia para salvar la vida de las mujeres y niñas mexicanas que en 2015 se activó en Neza y otros municipios mexiquenses como Ecatepec de Morelos, Tlalnepantla de Baz, Toluca de Lerdo, Chalco, entre otros. La activación de la Alerta fue resultado de la situación  de violencia género hacia las mujeres.
De acuerdo con el informe del Secretario Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, en 2017, el municipio de Nezahualcóyotl se encontró en los primeros lugares entre los municipios, ya mencionados, con más casos de feminicidio en el país.
La Asamblea Vecina de Neza recordó que al no aplicar este mecanismo de orden internacional ni mucho menos otros enfocados en proteger de forma integral a las niñas y mujeres en los ámbitos familiar, social, psicoemocional y jurídico, las autoridades incurren en diversas irregularidades.
Es por ello que hoy en día un MP no inicia una carpeta de investigación de manera inmediata, integra averiguaciones conformadas sólo en girar oficios, comete demoras de hasta más de 5 días tras la desaparición de una persona con el pretexto de reunir pruebas y evita interrogar a testigos o acudir al lugar de los hechos.
Por ello, explicaron, la AVG junto con el “Sistema Municipal de protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes” y el  “Plan de Acción Integral para Construir una Ciudad Segura para las Mujeres y las Niñas”, implementados en 2016 por el presidente municipal, Juan Hugo de la Rosa García “sólo son letra muerta para tratar de ocultar mediáticamente una terrible realidad que sigue sucediendo cada día”.
Añadieron que al día reciben en su página de internet de 2 a 3 casos de desaparición de personas entre los 11 y 17 años de edad, los cuales no sólo se limitan al municipio de Neza.
Asimismo, expusieron que esta falta de conocimiento de las autoridades sobre qué es el mecanismo de AVG y lo que éste les exige llevar a cabo, trae consigo la no aplicación de la perspectiva de género en las investigaciones de los dos casos y los padres de las niñas se han visto obligados a realizar el trabajo de las autoridades.  “Los papás hacen la investigación por su cuenta y tienen que estar aguantando sus emociones porque no reciben apoyo psicosocial", reprochó la integrante de la Asamblea Vecinal, Karina Bolaños.
De acuerdo con datos oficiales de la Procuraduría local, desde que se decretó la AVG hasta junio de 2017, el Edomex ha registrado 87 casos de feminicidio y 412 homicidios de mujeres. Con estas cifras este estado concentra 17 por ciento de todos los asesinatos de género cometidos a nivel nacional, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En su página oficial, el gobierno estatal reporta que la AVG ya cuenta con protocolos de búsqueda en mujeres, con los cuales ha incrementado el patrullaje, recuperado espacios públicos a través de alumbrado público y murales, otorgó medidas de protección a las víctimas e hizo difusión a la sociedad civil sobre qué es la Alerta.
No obstante, varios de los asesinatos y desapariciones de mujeres y niñas, incluido los casos de Karina y Estrella han dejado al descubierto el poco interés, conocimiento y capacitación de las autoridades encargadas de hacer funcionar este mecanismo.
Es por ello que las y los ciudadanos han optado por iniciar estrategias de prevención de la violencia en su comunidad, un ejemplo de ello es la organización civil Asamblea Vecinal Nos Queremos Vivas Neza, la cual inició actividades en junio de 2017 como respuesta ante la creciente ola de violencia contra niñas y mujeres “que entre sus más graves formas se ha manifestado en altos índices de secuestros, violaciones y asesinatos”, dijeron las integrantes.
Esta organización, especificaron las también activistas, ha realizado hasta el ahora el trabajo que le corresponde a las autoridades del municipio como: investigar las cosas de la violencia, registrar los casos, dar seguimiento a las investigaciones, dar acompañamiento a las familias e incluso se han manifestado con el fin de agilizar los procesos o evitar irregularidades en la detención de los agresores.
Las integrantes reiteraron como una de sus exigencias a las autoridades del Edomex a destitución del MP de Héctor de Nova Cruz y sancionarlo por desatender todo el marco legal; capacitar al personal en materia de Derechos Humanos y perspectiva de género; cumplir con los protocolos y mecanismo que exige la AVG y atender el principio del interés superior de la niñez.
"Si él (Héctor Nova Cruz) no es capaz de hacer su trabajo con dignidad, que se vaya. Nosotros exigimos que exista en el Ministerio Público personas capacitadas para atender a los familiares de forma integral”, expresaron las activistas.
Especial

Por: Aline Espinosa Gutierrez
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 



Alertan equivocada aplicación de la ley sobre aborto en El Salvador


Asamblea evadió despenalizar la interrupción del embarazo 


“Si a las mujeres no se les permite defender su vida, difícilmente se les van a reconocer otros derechos”, afirmó la presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico, Morena Herrara, quien habló de las consecuencias de que la Asamblea Legislativa de El Salvador concluyera sus funciones, hace dos semanas, sin legislar la despenalización del aborto.
Este año, expuso en entrevista con Cimacnoticias la feminista y defensora de Derechos Humanos (DH), la Asamblea Legislativa mostró su compromiso por despenalizar el aborto pero aun cuando se presentaron las iniciativas necesarias no aprobó las modificaciones a la ley, por tanto las salvadoreñas siguen sin tener alternativas seguras para la interrupción de un embarazo no deseado y prevalecerá el suicidio como la principal causa de muerte de adolescentes embarazadas por violencia sexual.
La aplicación de la legislación vigente que prohíbe el aborto en cualquier circunstancia, explicó Morena Herrara, sigue discriminando a las mujeres: por ejemplo, en los hospitales y centros de salud la “equivocada aplicación de la ley”, dijo, obligará al personal médico a seguir considerando criminales a las mujeres que se presenten por tener complicaciones obstétricas y no un aborto voluntario precisamente.
Para la defensora de DH existen dos ideas que fijadas en la sociedad salvadoreña con relación a este tema: “aborto es igual al asesinato y mujer que aborta es una asesina”, por eso las organizaciones civiles, feministas y defensoras de DH iniciaron diversas campañas enfocadas en informar el impacto que tiene la penalización absoluta del aborto en la vida de las mujeres y de la sociedad.
La Asamblea Legislativa, expresó, se ha dedicado a inhibir la discusión del aborto porque en su opinión las y los diputados no están conscientes del costo político que conlleva penalizar a quienes no desean ejercer la maternidad. Incluso, dijo, después de las elecciones en El Salvador del 4 de marzo y la integración de la nueva Asamblea, se conoció la muerte de una mujer por un embrazo ectópico, es decir porque el feto se desarrollaba fuera del útero.
En este contexto la defensora resaltó que decenas de mujeres han pasado más de una década en prisión por interrupciones del embarazo que en muchos casos han sido involuntarios, sin embargo, eso no las exime de ser acusadas de cometer un delito.
Morena Herrera agregó que de las 24 mujeres condenadas actualmente por aborto, la mayoría provienen de condiciones económicas precarias sin posibilidades de poder solventar atención médicas particular o ir al extranjero para realizar la interrupción del embarazo.
Tal es el caso de las “17 y más” de El Salvador, nombre con el que se conoce a las mujeres salvadoreñas encarceladas por sufrir abortos “extrahospitalarios”. Dos de estas mujeres, Teodora del Carmen Vázquez y Maira Verónica Figueroa Marroquín, recibieron la conmutación de la pena, después de estar en la cárcel durante 11 y 15 años, respetivamente.
A pesar de lograr la libertad de estas dos mujeres, las organizaciones civiles siguen en busca de que el Estado salvadoreño repare el daño a ellas y a muchas otras mujeres encarceladas.
Herrera, recalcó que finalmente el apoyo que tenían tanto de diputados de izquierda como de derecha no fue suficiente porque tuvieron miedo de ser señaladas como “abortistas”.
No obstante consideró que a pesar de que esta legislatura está compuesta en la gran mayoría por perfiles conservadores, seguirán en la lucha para que se garantice justicia y libertad a las mujeres encarceladas injustamente por aborto, se detenga la violación a los derechos fundamentales de todas las salvadoreñas y se dé seguridad jurídica a los médicos.
Destacó que después de las elecciones en aquel país, el diputado de Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Norman Quijano, asumió la presidencia de la Asamblea Legislativa por un periodo del 1 de mayo de 2018 hasta el 31 de octubre de 2019. La decisión fue ratificada por 82 votos de las diputadas y diputados. El cargo de vicepresidente para el mismo periodo fue concedido al diputado del Partido de Concentración Nacional (PCN), Serafin Orantes.
Cabe recordar que el Congreso salvadoreño ha debatido la despenalización del aborto desde 2016, cuando la diputada del partido de izquierda Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) presentó un proyecto de ley para reformar el Artículo 133 del Código Penal y permitir la interrupción del embrazado por cuatro causales: cuando esté en riego la vida o salud de la mujer, por inviabilidad de la vida del feto, si era producto de una violación y en caso de menores de edad por violación y estupro.
Más tarde, el tema se volvió a retomar, en 2017, cuando el diputado del partido Arena, Johnny Wright plantó otra propuesta para permitir aumentar la condena de mujeres o personal médico como auxiliares que lleven a cabo una aborto sin el consentimiento de la madre o fuera de las cuatro cuales mencionadas. Estas dos iniciativas abrieron el debate sobre el aborto, por primera vez desde la reforma, en 1997, al Código Penal.
FALTA DE ALTERNATIVAS IGUAL A MUERTE MATERNA
Más de 60 organizaciones de personas, feministas y defensoras de Derechos Humanos (DH) de El Salvador e internacionales, en un comunicado, aseguraron que las y los diputados de la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales no cumplieron con sus obligaciones de garantizar el derecho constitucional a la salud y a las vida de mujeres y niñas.
Esto a pesar de que esta Comisión recibió opiniones de diversas instituciones del Estado como el Ministerio de Salud y del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, así como de instancias médicas, organizaciones internacionales defensoras de Derechos Humanos (DH), entre otras, quienes reiteradamente recomendaron al Estado revisar y modificar la legislación en este campo.
Las organizaciones expresaron que el Ministerio de Salud, el Consejo Superior de Justicia de Salud Pública, entidades especializadas como la Asociación de Ginecología y Obstétrica han evidenciado las dificultades de disminuir el número de mortalidad materna si las mujeres no tienen acceso a la opción de interrumpir su embarazo a tiempo.
Resaltaron que otra consecuencia de la penalización del aborto es la inadecuada aplicación de la justicia ante casos de abortos espontáneos o de complicaciones obstétricas. Las mujeres, explicaron las organizaciones, son acusadas por cometer o inducirse a un aborto sin una investigación previa. Esto, ha generado estigma contra las mujeres y el aborto, al dejar de considerarse como una práctica médica necesaria en determinados casos.
Las mujeres, explicaron, son acusadas por aborto sin una previa y “suficiente” investigación, que conlleva a la violación de su derecho a la presunción de inconciencia y condenándolas por homicidio agravado a penas de hasta 30 años cárcel, añadieron. Esta legislación deja en una situación de inseguridad jurídica al personal médico y a los prestadores de servicios de salud para poder actuar ante embarazos de alto riesgo con  base en criterio médicos sin correr el riesgo de ser procesados.
Después que el Estado salvadoreño reformó su Código Penal en 1997, estableció la penalización absoluta del aborto, incluso en los casos en que la vida de la mujeres o del feto está en riesgo, o si el embarazo fue producto de una violación sexual. Este delito (aborto culposo) condena a las mujeres con sanciones de 6 a 12 años de prisión e inhabilita al personal médico o personas auxiliares que realicen un aborto.
Asimismo, explicaron que otra consecuencia de esta legislación criminalizadora del aborto es impedir a las niñas y adolescentes que tienen un embarazo producto de una violación que puedan acceder a la interrupción segura de la gestación. Datos del Ministerio de Salud registraron 55 embarazos en niñas y adolescentes al día durante 2016.
Ese mismo año, el Instituto de Medicina Legal evidenció que de los mil 844 casos donde niñas y adolescentes vivieron abuso y violencia sexual (alrededor de cinco casos diarios), 80 por ciento fueron cometidos por un familiar o conocido, al ocurrir dentro de un ámbito familiar. Muchos de los casos no se denuncian.
Las organizaciones nacionales e internacionales exigieron al Estado salvadoreño garantizar a las mujeres respeto, protección y garantías de sus Derechos Humanos, así como la libertad inmediata de todas las mujeres encarceladas por cargos relativos a complicaciones del embarazo y garantizar a todas las mujeres el acceso a un aborto seguro y legal en las cuatro causales propuestas.

Tras "La Manada", el machismo no se disuelve, se refuerza

Machismo reforzado

El autor nos señala que como recogen los informes del Observatorio del CGPJ, se presenta en el 20-30% de los homicidios por violencia de género, en los que el agresor acaba con la vida de la mujer con sus propias manos,


A los hombres les gusta mucho contar con las palabras y con los números. Cuentan las cosas tomando su posición como referencia y la de las mujeres como un ataque o una provocación. Y cuentan los casos de violencia con números marcados capaces de hacer pasar el todo por la parte y la parte por el todo, según interese. 

Y lo hacen porque sus números no van solos, no son números primos, sino una especie de números “primos hermanos” a los que siempre les acompaña el relato para que al final les salgan las cuentas y también los cuentos. Lo vemos estos días, cuando el destino caprichoso ha puesto ante nuestros ojos un ejemplo de lo que un hombre solo es capaz de hacer, al tiempo que otros dudaban de que cinco pudieran llevarlo a cabo. 

Ha ocurrido en Burgos, justo tres días después de hacerse pública la sentencia de “la manada”. Un hombre asesinó a su expareja a golpes en plena calle. La mató con sus manos y su violencia, no necesitó recurrir a ningún objeto ni arma alguna para asesinarla, los traumatismos ocasionados con sus pies y sus puños fueron suficientes para dejarla mortalmente herida en mitad de la acera, en una agonía criminal que finalizó en el hospital horas después. Un modus operandi que, tal y como recogen los informes del Observatorio del CGPJ, se presenta en el 20-30% de los homicidios por violencia de género, en los que el agresor acaba con la vida de la mujer con sus propias manos, bien mediante golpes o por medio de la estrangulación o sofocación. 

La realidad es objetiva: los hombres son capaces de maltratar y matar a las mujeres sólo con sus manos, y la consecuencia directa: las mujeres se sienten intimidadas y amenazadas ante la presencia de un hombre en muchas circunstancias, aunque se trate de un encuentro fortuito y en un contexto en principio alejado de cualquier escenario relacionado con posibles actividades criminales, como puede ser caminar por una calle solitaria a plena luz del día. 

Un punto de partida que facilita que conforme el contexto se hace más amenazante, por ejemplo al unir la oscuridad al escenario poco transitado o al aumentar el número de hombres, la intimidación aumente. ¿Qué debió pensar y cómo debió sentirse la víctima de “la manada” en las circunstancias en las que se produjo el asalto? 

Unas circunstancias, según recoge la sentencia, creadas por los agresores tras introducirla de modo “súbito y repentino” en el portal, decirle “¡calla!”, rodearla entre los cinco, comenzar a desnudarla entre todos, llevar la “mandíbula” de ella hasta los genitales de uno de los agresores para que le hiciera una felación, al tiempo que los cinco comenzaban a penetrarla vía oral, vaginal y anal. ¿No era para sentirse intimidada ni amenazada?.

Si un hombre es capaz de asesinar a una mujer con sus propia manos, tal y como ha ocurrido en Burgos hace unos días y como sucede en el 20-30% de los homicidios por violencia de género, cinco hombres son mucho más capaces de asesinar a una mujer con sus manos. Y si una mujer se puede sentir intimidada a plena luz del día en un lugar solitario ante la presencia inesperada de un hombre, una mujer en un cubículo oscuro sin salida, rodeada por cinco hombres que empiezan a desnudarla y a llevar a cabo conductas sexuales, se siente mucho más intimidada y amenazada, tanto que los hechos le han producido un trastorno por estrés postraumático. 

Pero no son cinco, son cientos los hombres que violan, miles los que estarían dispuestos a violar si les aseguraran que no iban a ser descubiertos, como recogen los trabajos de Sarah Edwards, de la Universidad de Dakota del Norte (2014), con un 31’7% de estudiantes universitarios que lo harían, y son millones los hombres que callan ante toda esta realidad que conforma la “cultura de la violación”. Por eso este silencio de ahora que guardan muchos hombres sólo es el prefacio que prepara el machismo y su posmachismo para no perder terreno. Y lo hacen sobre dos argumentos principales:

1) El primero es el recurso a presentar a los hombres como víctimas. Víctimas de la manipulación de las mujeres y de sus denuncias falsas, algo que la propia sentencia insinúa en el voto particular, y víctimas de la violencia sexual de las mujeres, pues ya empiezan a aparecer trabajos en los que presentan la “presión de ser hombre” y de “tener que responder sexualmente” ante determinadas insinuaciones y solicitudes de las mujeres como “coerción sexual”, e incluso como violación, aunque en ningún momento su consentimiento esté comprometido. Eso es lo de menos, lo importante es poder contar con “números” para luego contar sus historias. 

2) El segundo es la amenaza, una amenaza que se materializa en los hombres, de ahí su victimismo, pero que amplían a toda la sociedad al presentar al feminismo y a la movilización por la Igualdad como un ataque al orden establecido y la forma de enriquecerse a través de ayudas y subvenciones. 

Si no somos capaces de entender todo el contexto en clave machista, desde la situación previa a la agresión sexual cometida por “la manada”, lo que sucede en este momento post-sentencia, y lo que va a continuar cuando pase algo de tiempo, el machismo puede salir reforzado, da igual que lo haga con cinco agresores en la cárcel, siempre ha necesitado hombres que actúen como chivos expiatorios para demostrar que los problemas de la desigualdad se deben a unos “pocos hombres”. 

No lo olvidemos, el machismo es cultura, no conducta.

‘Acosadas, incómodas e intimidadas’: la situación de las empleadas de Nike


POR  JULIE CRESWELL, KEVIN DRAPER Y RACHEL ABRAMS

‘Acosadas, incómodas e intimidadas’: la situación de las empleadas de Nike
Publicada originalmente en New York Times.

Para demasiadas mujeres, la vida dentro de Nike se había vuelto tóxica.

Había salidas de miembros del personal que empezaban en restaurantes y terminaban en locales nocturnos con bailarinas desnudistas. Un supervisor presumía sobre los condones que llevaba. Un jefe trató de besar a la fuerza a una subordinada; otro hizo referencia a los senos de una empleada en un correo electrónico que le envió.

También se frustraron muchas carreras profesionales. Las mujeres se sentían marginadas en las juntas y eran ignoradas cuando se otorgaban ascensos. Se les excluía en gran medida de los departamentos más importantes. Si se quejaban ante Recursos Humanos, según dicen, veían muy poca o nula evidencia de que se castigara el mal comportamiento.

Finalmente, ya hartas, un grupo de mujeres de las oficinas centrales de Nike en Beaverton, Oregon, comenzaron una pequeña revuelta.

Encuestaron secretamente a sus compañeras sobre si habían sido víctimas de acoso sexual y discriminación de género. Sus hallazgos produjeron grandes cambios en los rangos ejecutivos de la empresa de ropa y zapatos deportivos más importante del mundo.

El 5 de marzo, el paquete de cuestionarios respondidos llegó al escritorio de Mark Parker, director ejecutivo de Nike. Durante las siguientes semanas, por lo menos seis altos ejecutivos dejaron o dijeron estar planeando abandonar la empresa, incluyendo a Trevor Edwards, presidente de la marca Nike, a quien se veía como un candidato puntero para suceder a Parker, y a Jayme Martin, el segundo de Edwards, quien supervisaba gran parte de los negocios globales de Nike.

La lista de los que se han marchado incluye al jefe de Diversidad e Inclusión, a un vicepresidente de Calzado y a un director sénior de la división de Básquetbol de Nike.

Se trata de un revés humillante para una empresa famosa mundialmente y que ha construido su marca alrededor del eslogan “Sólo hazlo” (Just do it). Aunque el movimiento #MeToo ha causado la caída de algunos varones poderosos, el tipo de ajuste arrasador que sucede en Nike es inusual en el mundo corporativo e ilustra cómo la presión interna está obligando a que incluso las grandes empresas aborden con rapidez los problemas en el lugar de trabajo.

Conforme las mujeres —y los hombres— siguen presentándose con quejas, Nike ha comenzado una revisión integral de las operaciones de su departamento de Recursos Humanos al hacer obligatoria la capacitación administrativa y al analizar muchos de sus procedimientos de informes internos.

Un nuevo reportaje de The New York Times, que incluye entrevistas con más de cincuenta empleadas y exempleados, proporciona el recuento más extenso hasta ahora de la manera en que el distanciamiento entre las mujeres se propagaba y las hacía sentirse ignoradas y acosadas, con obstáculos que se interponían en sus carreras. El Times también tuvo acceso a copias de tres quejas ante Recursos Humanos.

Muchas de las entrevistadas, de distintas divisiones, describieron un entorno de desprecio hacia las mujeres en el lugar de trabajo. Por ejemplo, tres personas dijeron recordar ocasiones en que los superiores de sexo masculino se referían a la gente usando un término vulgar para los genitales femeninos. Otra empleada señaló que su jefe le aventó las llaves de su auto y la llamó “pendeja”. Ella informó del incidente a Recursos Humanos, pero ese hombre siguió siendo su supervisor.

La mayoría de las personas que hablaron con The New York Times insistieron en que se conservara su anonimato, con el argumento de que existen acuerdos de confidencialidad y por el temor de que se les aplique el ostracismo en ese sector. Algunas tienen cónyuges o parientes que aún trabajan en Nike.

Al ser cuestionada, la compañía presentó sus problemas como confinados a “un grupo insular de gerentes de alto nivel”, que “se protegían unos a otros y se hacían de la vista gorda”.

“No vamos a tolerar eso”, dijo el vocero KeJuan Wilkins.

Para Amanda Shebiel, quien dejó Nike en septiembre luego de trabajar aproximadamente cinco años en la empresa, la promesa de abordar problemas sistémicos y crónicos es bienvenida, pero llega tarde.

“¿Por qué fue necesaria una encuesta anónima para que se hicieran cambios?”, preguntó. “Muchas de mis compañeras y yo informamos conductas recurrentes y una cultura que eran incómodas, molestas, amenazantes, injustas, con sesgos de género y sexistas, con la esperanza de que cambiara algo que nos hiciera volver a creer en Nike”.

“Nadie fue sólo para quejarse”, añadió Shebiel. “Acudíamos buscando una mejora”.

Los obstáculos para el progreso de las mujeres en Nike no son nuevos y, en muchos sentidos, son comunes en empresas con un liderazgo mayoritariamente masculino. Desde los primeros días de Nike en la década de 1960, muchos empleados se han orientado por una ética simple: trabaja mucho, ve a muchas fiestas y levántate a correr ocho kilómetros en las mañanas.

La cultura que evolucionó a partir de eso podía ser denigrante para las mujeres. En el camino hacia una cena de trabajo en Los Ángeles, dos hombres en puestos altos discutían si Los Ángeles o Portland contaban con mejores centros nocturnos con desnudistas, según una persona que estaba presente, mientras las mujeres que viajaban con ellos en la camioneta miraban hacia afuera.

Una empleada actual dijo que un supervisor se metió a la fuerza a un baño y trató de besarla, según una copia de su queja, a la que tuvo acceso The New York Times.

Con el paso del tiempo, muchas mujeres comenzaron a tener serias dudas sobre los servicios de Recursos Humanos de Nike. Algunas evitaban los tratos con ese departamento, pues temían alguna represalia o estaban convencidas de que no pasaría nada. Quienes sí buscaron ayuda dijeron que a menudo terminaban sintiéndose frustradas.

En vista de que los hombres ascendían más rápido a puestos clave en comercialización, mercadotecnia y diseño, una buena cantidad de mujeres en cargos altos comenzaron a dejar la empresa. Entre las primeras en irse, en la primavera de 2017, estuvo Patty Ross, vicepresidenta de Conectividad y Diseño del Lugar de Trabajo, que empezó a trabajar en Nike cuando tenía 16 años; también había fundado una red de mentoras en la empresa.

Le siguió Kerri Hoyt-Pack, una empleada que llevaba quince años en la empresa y había ayudado a lanzar la marca Nike para mujeres. Luego se fue Nikki Neuburger, vicepresidenta de Mercadotecnia Global para Carreras, y quien fue una fuerza impulsora tras la aplicación Nike+.

En ocasiones las quejas se manejaban de manera informal. La empleada cuyo supervisor trató de besarla en el baño pidió una junta en Recursos Humanos para hablar de eso, pero se quedó pasmada cuando le dijeron que se encontrara con un representante en la cafetería Mia Hamm, un espacio público dentro de las extensas instalaciones de Nike.

Aunque Nike cree que tiene un conjunto de procedimientos de Recursos Humanos implementado, esos sistemas “no funcionan de manera uniforme”, dijo Wilkins.

Ahora depende de Parker, de 62 años, hacer avanzar a Nike. Parker, quien es definido como un ejecutivo tranquilo que diseñó varios de los modelos de tenis de Nike, ha sido el director ejecutivo de la empresa desde 2006. Parecía haber consolidado su control sobre las operaciones de la compañía en 2015, cuando el cofundador de Nike, Phil Knight, dejó su puesto como presidente.

Sin embargo, dada la reciente agitación en Nike, Parker podría enfrentar fuertes cuestionamientos. Por lo menos una decena de empleados y exempleados le dijeron a The New York Times que no les parece posible que él no estuviera enterado de los problemas con sus altos cargos. Lo que no está claro, según algunos, es si a Parker se le escondía deliberadamente ese tipo de información.

Si Parker no lo sabía, Shebiel —quien dejó la empresa en septiembre— dijo: “Eso invalida las ocasiones a lo largo de los años en que mis compañeras y yo buscamos el apoyo y consejo de personas en las que se nos dijo que podíamos confiar para que generaran un cambio”.

Shebiel dijo que ella y otras colegas se arriesgaban o de hecho estaban enfrentando represalias “por sacar a la luz experiencias significativas y diarias” que las hicieron sentirse “acosadas, incómodas e intimidadas”.

Foto: Nike News

Papi ¿por qué me odias?

Las crecientes revelaciones de casos de violación de bebés obligan a reaccionar.

 Algo muy malo sucede con la especie humana cuando padres, hermanos, maestros, líderes espirituales o simples vecinos son capaces de violar. Pero algo mucho más perverso se revela ante las agresiones sexuales perpetradas contra seres tan indefensos como bebés, niñas y niños en sus primeros años de vida. Cuerpos y mentes aniquilados por ese embate violento y espeluznante que suele acabar con su vida.
Los casos recientes en Chile y Colombia de violaciones y asesinatos de bebés -por mencionar solo algunos- provocan un asco indescriptible. Sin embargo la repulsa social no es aún suficientemente rotunda para evidenciar el horror de estos hechos por existir una especie de pacto de silencio tendente a poner etiquetas grises sobre los atroces crímenes sexuales perpetrados por hombres. Eso es el patriarcado. Así es como se manifiesta a través de los medios de comunicación, los círculos sociales y los tribunales de justicia esa inconcebible complicidad ante las violaciones sexuales.
“No me lo cuentes” es la primera reacción ante la noticia de una bebé de poco más de un año de vida, prácticamente destrozada por la penetración del pene de su propio padre o de su protector asignado por un juez de familia. Eso, porque no queremos saber los detalles de uno de los episodios más crueles que es posible imaginar contra un ser indefenso. Entonces se nos agolpan las imágenes de nuestras propias hijas e inútilmente intentamos borrarlas para hacer como que nunca nos hubiéramos enterado. Pero estos hechos nos perseguirán porque, como sociedad, tenemos la responsabilidad de hacer algo para evitarlos.
La violación es un crimen convertido en costumbre, en una especie de derecho del macho, en una forma de diversión para jaurías de jóvenes o adultos capaces de asaltar, torturar e incluso asesinar a una niña o una mujer. La violación se considera una manera de reafirmar la virilidad imponiéndose física y psicológicamente sobre alguien del sexo opuesto o de su mismo sexo y por ello se ha utilizado históricamente como táctica de guerra. La violación ha sido la manera de someter a otro ser humano y arrebatarle la dignidad.
Esto es una realidad a la cual se enfrenta la mitad de la población mundial; esa mitad que para equiparar sus derechos humanos con los de sus pares masculinos ha tenido que arriesgar la vida y soportar múltiples campañas de desprestigio por tener los arrestos de intentar un cambio radical. Pero los avances, aunque importantes, no son suficientes. A las mujeres se les niegan sus derechos desde antes de nacer y esa desigualdad contribuye a colocarla en posición de inferioridad en su hogar, en su escuela y en su puesto de trabajo durante todo el resto de su vida. Por ello, cuando denuncia una violación o un acto de acoso, es la primera víctima del sistema. A ella se la interroga con dureza, en ella recaerán las dudas y será sancionada por ponerse en la situación objeto de su denuncia. De hecho, se la condenará por haber tenido el descaro de poner de manifiesto uno de los mayores vicios de la sociedad: la misoginia.
Si para las mujeres adultas el sistema patriarcal representa un atentado a su integridad como ser humano, la situación de una niña dependiente de las decisiones de los adultos que la rodean puede llegar a ser una de las peores pesadillas si esos adultos abusan de su debilidad y la convierten en una esclava sexual desde sus primeros años de vida. Para estas prácticas inhumanas, sin embargo, no existen obstáculos bien definidos porque la voz de las víctimas apenas ahora comienza a escucharse.

 Los depredadores sexuales son sujetos normales, respetados socialmente, amparados por el sistema.

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Los Incel o el derecho al sexo


   Desde la Luna de Valencia 
Por: Teresa Mollá Castels


Hasta el pasado viernes, 4 de mayo, no había escuchado el término Incel en mi vida. Fue mi amigo Antonio quien me descubrió esta verdadera barbaridad. Bueno, pues al parecer los Incel (acrónimo en inglés de célibes involuntarios) son un movimiento o comunidad misógina, machista y racista que pretende que los Estados obliguen a las mujeres a tener sexo con ellos. Eso sí, han de ser mujeres blancas y sin discapacidades.
En estos dos días he estado buscando información y al parecer el despreciable ser que perpetró el atropello de Toronto era uno de ellos gracias a lo cual se está poniendo el foco sobre ellos.
El tema está tomando tal cariz que en el New York Times ya se ha publicado un artículo sobre el tema bajo el título “The Redistribution of Sex”, escrito por Ross Douthat, donde se dice que hay que entender a esta gente y se propone usar “prostitutas” o robots sexuales para evitar que este movimiento siga cometiendo atentados.
Y yo me pregunto al leerlo ¿estaremos perdiendo el norte como sociedad?
El deseo sexual, es eso, deseo. Y como deseo puede o no ser cumplido. Pero no es ningún derecho. Y mucho menos cuando se trata de utilizar a las mujeres como herramienta para satisfacerlo. Y sí, he dicho herramienta, porque el nivel de cosificación implícito en el discurso misógino de estos “seres” que abogan por que el Estado les garantice el sexo, es de tal magnitud, que es difícilmente soportable.
Es lo mismo que los vientres de alquiler: pretender que los deseos (sexuales, parentales, etcétera) pasen a formar parte del ordenamiento jurídico.
Deseos generalmente de hombres sobre los cuerpos y vidas de las mujeres a quienes estos impresentables de los Incel quieren usar a su antojo para desahogar sus instintos. No importa que sean mujeres tratadas y “prostituidas” como propone el articulista del New York Times cuando propone recurrir a la “prostitución” para frenarles. Solo le faltó decir aquello de: “Total, solo son putas”.
La mirada y el deseo patriarcal sobre las mujeres siguen siendo sorprendentemente misógino y desconsiderado.
Nada les importan las vidas que puedan destrozar para satisfacer sus deseos. Aquí tenemos a los cafres de “La manada” y tantas otras manadas que, esencialmente buscan lo mismo: satisfacer sus deseos sexuales a cualquier precio, puesto que pueden llegar a considerarlo un derecho.
En el Estado Español se denuncia una violación cada ocho horas. Y el número sigue al alza según datos oficiales.
Los Presupuestos Generales del Estado de 2017 contemplaron tan solo 31,7 millones para prevenir la violencia de género frente a 152 en material de oficina.
Y los del 2018, pese al pírrico Pacto de Estado, van en esa misma dirección. Lo que manifiesta una falta de voluntad política total por parte de quienes nos gobiernan para atajar este tipo de violencias específicas contra las mujeres.
Los Incel asesinan porque no satisfacen sus deseos sexuales con mujeres blancas y no discapacitadas. O, como dice en su hilo de twitter el periodista Ernesto Filardi, “matan por no follar”. Así de duro. Pero también así de silenciado, como también denuncia este periodista en ese mismo hilo del pasado día 3de mayo. O sea de solo hace unos días.
Al final la mirada patriarcal todo lo escruta y recorre. Al final las mujeres somos las eternamente perjudicadas por esa mirada. El Gran Hermano de Orwell es el patriarcado para las mujeres.
No tengo capacidad para imaginar el odio que se puede albergar para realizar una acción como la de Toronto, el pasado 21 de abril, en donde murieron diez personas y otras quince quedaron heridas. Pero este “ser” lo hizo porque se sintió humillado por no ligar. Inimaginable para mi hace solamente tres días.
Buscar convertir en derechos los deseos masculinos es una constante histórica en donde nunca hemos salido bien paradas las mujeres. Pero también como dice la frase activista feminista “somos las nietas de aquellas que no conseguisteis quemar” y aquí estamos y seguiremos denunciando. Orgullosamente de pie y reivindicando nuestros derechos ante el Estado que no cumple, manadas varias y de distintos tipos, incels, discursos misóginos de los de faldas largas y negras o neomachistas disfrazados de falsos progresistas.
Seguiremos exigiendo a los poderes públicos de todo orden y condición que se garanticen nuestras vidas de mujeres, como ciudadanas con plenitud de derechos que somos. Porque el derecho a una vida digna y sin violencias en un derecho también nuestro, de las humanas.
Porque no somos “coses” que se usan y se tiran. Somos personas completas y nuestros cuerpos son nuestros y no se tocan sin nuestro consentimiento. Porque somos libres de ligar o no con quien nos dé la gana. Porque no somos productos permanentemente disponibles para satisfacer los deseos masculinos de cualquier índole. Y una larga lista de situaciones que no estamos dispuestas a seguir soportando.
Haber descubierto a esta comunidad me ha hecho saltar muchas alarmas. Y no son buenas. Habrá que estar muy alerta de por donde andan y plantarles cara porque la satisfacción del deseo sexual no es un derecho de ellos ni una obligación para nosotras.
*Corresponsal, España. Comunicadora de Ontinyent.

CIMACFoto: César Martínez López
Ontinyent, Esp.-