11/15/2014

#AyotzinapaSomosTod@s

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scuchar es un acto político, social que merece respeto”, señala el periodista estadounidense, John Gibler, en un audio compartido en SoundCloud, al dar inicio a la narración de los crímenes cometidos contra estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa a manos de la policia de Iguala y Cocula en el estado de Guerrero.

Gibler, autor de Mexico no conquistado: Un llamado a la acción y a la resistencia global (2009), Morir en México (2011) y Tzompaxtle. La fuga de un guerrillero (2013), hace una detallada reconstrucción de los hechos del pasado 26 de septiembre a partir de su comprometido trabajo de escucha con los 15 normalistas sobrevivientes que estuvieron presentes el día de la balacera, donde murieron 3 y fueron desaparecidos 43 de sus compañeros en Iguala.
La narración no solo devela la violencia, corrupción, impunidad e indiferencia de las autoridades ante la violencia cometida contra los estudiantes y sus familias sino también la crueldad, ese goce del dolor ajeno reflejado en el silenciamiento, la omisión tanto en los aparatos represores del Estado como en ciudadanos de a pie que dan juicios de valor culpabilizando a las víctimas.

Muestra de ello es el encuentro que narra Gibler sostuvieron él y la periodista Marcela Turati con el médico que negó ayuda a los normalistas baleados que buscaron refugio en una clínica cercana a donde sucedió el ataque de la policia.
“Ellos andan en cosas de adultos, y eso es lo que le va a pasar a todos esos ayotzinapos, ¿no cree?”, sentenció el médico buscando un asomo de afirmación en ambos periodistas, ante lo que encontró un certero “Ojala y no”, de Turati y una mayor increpación de Gibler: “Ah, entonces para usted lo que está bien es sacarles los rostros, quitarles los ojos, descuartizarlos e incinerarlos”.

Con una impecable playera y teniendo el cuadro de Rembrandt ‘El regreso del hijo pródigo’ detrás de él y la estatua de La Piedad sobre su librero como refiere Gibler en la narración, el médico tajantemente dijo: Sí, la verdad que sí”.
Para el periodista estadounidense “ese es el rostro de la masacre” que se hace manifiesta en toda su complejidad, la insensibilidad, la crueldad, el horror. El que sin mayor resquemor, el médico aquel que se supondría tendría que actuar con total neutralidad y cuidar de la integridad física y salud de las personas es el que sentencia, juzga, culpabiliza a quienes son víctimas.

Queda claro que de indignación y solidaridad no queda nada en la respuesta del médico. Es ahí en este tipo de respuestas, de acciones que nos hacen reflexionar en la necesidad de hacer propio el dolor, no verlo como algo ajeno, algo que no nos toca, porque eso le pasa a aquell@s otr@s que se manifiestan, que por el solo hecho de no alinearse con el sistema, o simplemente por existir y conformarse como grupos pensantes merecen toda la rabia y crueldad del Estado represor.

La violencia lacerante que impera en México nos lastima a tod@s porque al momento de vernos en los otr@s y no verl@s como ajen@s sino como uno mismo en colectividad es cuando se puede luchar en conjunto, concientizar y hacernos uno solo. Nos encontramos en el momento de denunciar la violencia contra los normalistas, los feminicidios, la violencia contra los migrantes, en fin la violencia producto del Estado patriarcal aliado con el crimen organizado y el narcotráfico, porque como señalara en un cartel el fotógrafo Francisco Mata Rosas No solo es Ayotzinapa … es todo México.

Latinoamérica y Caribe: Irreal la información estadística sobre violencia contra las mujeres

Redacción      


       Aguascalientes, México, noviembre (SEMlac).- La información estadística sobre violencia contra las mujeres generada por los gobiernos de América Latina y el Caribe no responde a la realidad; hay inconsistencias metodológicas, en algunos casos ausencia de ética en las mediciones y, respecto a cifras de feminicidio, algunos gobiernos no tienen o no informan datos seguros para el panorama nacional, como los casos de México, Argentina y Brasil.

Las estadísticas, herramientas sustantivas para elaborar diagnósticos y políticas públicas, siguen planteando vacíos importantes pese a que las evidencias empíricas y los estudios o encuestas revelan que la violencia contra las mujeres limita su desarrollo y libertad y es muestra sustantiva de que la discriminación cotidiana conspira contra la democracia y la igualdad.

Especialistas en la materia que participan en el XV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género, efectuado del 5 al 7 de noviembre en Aguascalientes, al centro del país, también plantearon que hacen falta datos de prevalencia y metodologías para evaluar la enorme cantidad de acciones y creación de instituciones para prevenir la violencia, por lo que no se sabe si las estrategias han permitido avanzar en frenar la cara más dramática de la desigualdad entre hombres y mujeres.

Claudia García Moreno, especialista en violencia de género del departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoció que todavía no es posible hacer análisis comparativos, aun cuando se ha estudiado el fenómeno desde hace 35 años, 19 países de la región han hecho 75 encuestas y desde 1998 más de 20 han incluido la medición de la violencia de género contra las mujeres.

Eso, explicó, abre un enorme espacio de opacidad sobre lo que realmente está pasando, por ejemplo, en situaciones de conflicto, crisis o desplazamiento; sobre la violencia infantil y el tema de los impactos emocionales para las víctimas, y tampoco se ha podido evaluar el papel de las personas encargadas de atender a las mujeres en el sector salud.

"Es mejor no tener datos a tener malos datos", dijo García Moreno al considerar que faltan indicadores confiables, medición de factores de riesgo, estudios rigurosos que permitan conocer variaciones dentro de los países y elementos para hacer comparaciones, georreferencias o situaciones de alarma. Tampoco hay forma de evaluar programas y acciones.

Si las estadísticas sirven para poner en marcha políticas públicas, en violencia contra las mujeres son sustantivas.

Por ello llamó la atención la presentación de Juan Huambachano, gerente del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público de Perú, ya que el registro de la violencia desde las distintas instituciones de policía, ministerio público, oficinas forenses o agencias receptoras de denuncias es fundamental para la estadística, y esos registros no existen en la mayoría de los países, son malos registros o están desvinculados entre sí.
En Perú, el Observatorio permite actualizar la información de la denuncia, fundada en expedientes y seguimiento, de manera ágil y sencilla. Se usan las nuevas tecnologías de la información y se encaminan a tener una estadística en tiempo real.

Eso, que parece fácil, ha requerido de voluntad política y decisión institucional; cuando eso no existe, hizo notar Huambachano, hay dificultad para conocer las verdaderas cifras. Esto es dramático cuando se trata de homicidios por razón de género; cuando las mujeres son asesinadas, a pesar de haber denunciado con anticipación su condición de riesgo, y es fatal cuando no hay coordinación en el intercambio de esa información y su análisis.

No obstante, el informe de octubre de 2014 del Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, presentado en esta reunión, revela que la violencia física o sexual infringida hacia una mujer por su pareja está generalizada en todos los países, es transversal a todos los estratos socioeconómicos y tiene diversidad territorial.

Algunos estudios globales confirman que 35 por ciento de las mujeres en el mundo ha sido víctima de violencia física o sexual. Un estudio de la OMS plantea con evidencias que la violencia puede evitarse si se previene.

La responsable del Observatorio, la chilena Alejandra Valdés, dijo a SEMlac que, sin embargo, solo se tienen datos comparativos de feminicidio en siete naciones de la región y que países grandes donde existen repúblicas federadas como México, Argentina y Brasil no han logrado aportar cifras oficiales. No respondieron a la solicitud de información, aunque en México se han hecho diversos estudios en la Cámara de Diputados y otras instancias.

En México, explicó Gisela Ramírez, subdirectora de Estadísticas Sociales y de Violencia contra la Mujer del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las primeras encuestas sobre violencia contra las mujeres se hicieron en 1999 en la Ciudad de México y, a partir de 2003, la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) ha sido un instrumento fundamental para la política pública.

La última ENDIREH, de 2011, dejó en claro que hasta 50,7 por ciento de las mujeres en las diversas modalidades de pareja ha recibido violencia física o sexual, la cual ha sido muy grave para 28,7 por ciento de ellas. Pero la revelación más grave, aunque poco conocida, es que 73 por ciento de estas mujeres no recurrió a ninguna autoridad que debe atender o prevenir.

Este dato por sí mismo evidencia la urgente necesidad de políticas públicas en materia de educación, medios de comunicación de masas, valores en las relaciones sociales y un cambio cultural.

Evidentemente, en México no hay una encuesta para el feminicidio, esa información tiene que provenir de estudios de campo y datos de las áreas de justicia. Participante en este encuentro coincidieron en que es la cadena de justicia el tema de mayor rezago, por lo que las estadísticas y los diagnósticos deberían de ser materia sustantiva para sensibilizar a las distintas instancias de justicia.

No obstante, estudios y encuestas han generado políticas públicas y acciones directas consideradas como un avance. Tal es el caso de la creación, en la pasada década del ochenta, de las agencias de delitos sexuales o la existencia de un sistema nacional y una ley integral.

Pero todavía, como destacó Claudia García Moreno, los programas de prevención son "totalmente experimentales", pese a que existe un protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género, que no se pone en práctica, y por ello no pueden evaluarse las intervenciones.

La mexicana García Moreno, que trabaja en la OMS en Ginebra, también dijo que es urgente mejorar el estudio, las encuestas e investigaciones para hacerlas rigurosas y tomar medidas integrales para prevenir el maltrato, poner en práctica cambios en normas sociales, en la educación y empoderar a las mujeres, tanto como dar respuesta a los múltiples factores que podrían evitar la violencia, como los servicios de salud, de justicia y seguridad.

El informe del Observatorio de CEPAL sostiene que la falta de información sobre violencia y de datos desagregados por sexos es un obstáculo para enfrentar debidamente la magnitud del problema.
El documento asegura que la visibilidad de la violencia contra las mujeres en los últimos 20 años ha generado un relevante progreso en la generación de políticas públicas, pero esto no ha ido de la mano con el avance en la producción de datos cuantitativos que permitan medir el fenómeno. Señala, como fundamental, resolver el déficit de información, pues también es un derecho de la ciudadanía contar con esos datos.

Participación política: Especialistas llaman a prevenir retrocesos en la región

Escrito por Sara Lovera   


       Aguascalientes, México, noviembre (SEMlac).- En América Latina y el Caribe se vive una regeneración democrática; es la región del mundo donde en muy poco tiempo creció la participación femenina en la toma de decisiones.

Datos estadísticos indican que las mujeres ocupan 25,7 por ciento de las bancas parlamentarias, representan 22,9 por ciento en los ministerios o secretarías de Estado y en la última década fueron electas cinco jefas de Estado o presidentas. Es, además, la región del mundo donde cinco países han legislado sobre la paridad electoral.

No obstante, es necesario prevenir cualquier retroceso, porque en la práctica hay resistencias sistemáticas en partidos políticos y en la sociedad, advirtió Irune Aguirrezabal, asesora de Liderazgo y Participación Política en América Latina y el Caribe de ONU Mujeres.

Este proceso remató el 12 de octubre último con la paridad real en la Asamblea Legislativa de Bolivia, donde 49 por ciento son mujeres, y llegaron a 44 por ciento en el Senado y 51 por ciento en las circunscripciones.
Este hecho coloca al país andino a la cabeza en América Latina y es resultado de un acumulado de lucha de las mujeres bolivianas feministas que promovieron una estrategia de vigilancia a las leyes electorales, mediante de un observatorio, explicó María Ángela Sotelo, de la Coordinadora de la Mujer en Bolivia.

Ese anuncio, hecho durante los trabajos de la mesa que examinó la estadística sobre la participación de las mujeres en la toma de decisiones, durante el XV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género, efectuado en la norteña ciudad mexicana de Aguascalientes del 5 al 7 de noviembre, convirtió al salón de discusión en una fiesta.

Ahí María Ángela Sotelo explicó que de 1982 a 2009, la representación femenina pasó de 0 a 23 por ciento. En los cinco años siguientes se logró la paridad.

En un tema como promover la acción política de las mujeres, las estadísticas son muy valiosas para sensibilizar a los partidos políticos, a los líderes, dirigentes y a las mujeres para llegar a los puestos de decisión. Según Irune Aguirrezabal, asesora de ONU Mujeres, conseguir la paridad eleva la calidad democrática de un país, mejora la gestión pública, asegura un mejor desarrollo y, sobre todo, promueve la igualdad en la región más desigual del mundo.

En la mesa, Paula Soto, directora de Participación Social y Política del Instituto Nacional de las Mujeres, hizo la presentación del Observatorio de Participación Política en México, que será una herramienta sustantiva para vigilar y monitorear el proceso de elecciones en 2015, cuando se pondrá en práctica nacionalmente la paridad electoral.

La mesa de las especialistas, coordinada por la socióloga Guadalupe Espinosa, dejó en claro al auditorio que las evidencias estadísticas y los datos permiten tener una fotografía clara del largo proceso que ha significado promover la participación política de las mujeres y su acceso a la toma de decisiones. En el caso de Bolivia, una estrategia adecuada incluyó una campaña sobre el 50/50 que sensibilizó a la sociedad y sus resultados se reflejaron en las urnas el pasado octubre.

Al mostrar los ejes de la campaña, quedó claro que lo hicieron múltiple, considerando un lenguaje claro para las mujeres, mensajes efectivos para autoridades y líderes y, especialmente, una estrategia de medios capaz de acercar a líderes de opinión e informadores a su causa, un asunto clave porque el ascenso de las mujeres tiene muchos obstáculos, pero el de la opinión pública se forma en los medios, generalmente poco considerados en estas estrategias.

Aguirrezabal presentó una estrategia regional llamada Atenea, que con recursos de ONU Mujeres tiene el propósito de ofrecer asesoría y una guía para las mujeres líderes de la región, de modo que se mantenga esto que llamó un hito en la historia, del crecimiento sostenido en la participación de las mujeres.
Consideró fundamental vigilar el cumplimiento de las legislaciones electorales, el comportamiento de las élites de los partidos políticos y difundir ampliamente los cambios en los procesos electorales.

Las ponentes coincidieron en que la paridad electoral es el primer paso para la paridad social y económica, para que realmente se dé una transformación social, económica y política en los países de la región, donde el referente sea la igualdad no solo entre hombres y mujeres, sino en otros ejes fundamentales como el respeto a los derechos humanos, la igualdad económica, el empleo productivo y que la igualdad transversal a todas las clases sociales permita recuperar el desarrollo y el crecimiento sostenido y sustentable.

Atenea es, sobre todo, un proyecto de monitoreo impulsado en 19 países de América Latina que promueve la paridad, el desarrollo y la capacitación para que las mujeres accedan al poder. Pero esto no podrá ser, dijo la asesora de ONU Mujeres, si no hay recursos suficientes; no se puede hablar de paridad y promoción de derechos políticos, si las mujeres siguen recibiendo casi nada para sus campañas políticas, si no son promovidas por sus partidos.

Además, las participantes coincidieron en que existe un riesgo latente de violencia política contra las mujeres. Esto se funda en algunos hechos, en México por ejemplo, pero también en otros países de la región.

El ejercicio en la mesa permitió a las participantes preguntarse cómo hacer innovaciones en la estadística de género, qué asuntos nuevos abordar, qué fotografías de la realidad georreferenciadas serán útiles en el empeño de conseguir la igualdad de género mediante la participación política y social de las mujeres.

Las participantes, muchas de ellas técnicas en la información, especialistas en demografía, operadoras de sistemas de información estadística, celebraron la información de la mesa de discusión y coincidieron en que hay que desterrar, desarticular, desmontar los obstáculos que impiden a las mujeres acceder a la igualdad de hecho y no solo de ley.

Las estrategias de los observatorios, con la participación de la sociedad, las mujeres organizadas y las autoridades electorales, como es el caso de México, pueden ser el camino para garantizar que los partidos políticos cumplan con la ley, destacó Paula Soto, ya que la experiencia señala que a cada avance de las mujeres surgen formas, "mañas", acciones que intentan limitar los derechos políticos y el acceso de ellas a los puestos de decisión.

Pero no solo eso, sino que --dijo la representante de ONU Mujeres--, conspiran contra el desarrollo de las mujeres, la pobreza, la desigualdad social, la falta de empleo, el problema de la justicia y, por supuesto, la creciente violencia contra las mujeres.

Los observatorios y la tarea de empoderar a las mujeres deben enfocarse integralmente al diagnóstico y la explicación de estas realidades para tomar acciones que reequilibren el poder y la justicia. Es un asunto, además, de democracia.

Se destacó, igualmente, la importancia de las acciones positivas, con el establecimiento de las cuotas electorales y otras acciones que han contribuido al rápido crecimiento en la representación política, crecimiento que es irreversible e inaplazable.

Población: Sin indicadores, poco que hacer en materia de migración femenina


Escrito por Juana María Nava Castillo      

Aguascalientes, México, noviembre (SEMlac).- Por sí sola, la migración es un problema de derechos humanos no atendido ni resuelto; pero al tratarse de mujeres, se convierte en un asunto más delicado por la condición de vulnerabilidad en que la mayoría de ellas se traslada de frontera a frontera, siendo principalmente víctimas de violación sexual.

Pese a que tienen algunas referencias, no se cuenta con una estadística oficial y desagregada por sexo que permita dimensionar el problema para implementar acciones concretas y eficientes que atiendan este asunto, dijo la experta en el tema Monserrat Hernández, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Durante el "XV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género. Balances y desafíos en el marco de la Agenda de Desarrollo Sostenible Post 2015", efectuado del 5 al 7 de noviembre en Aguascalientes, al centro del país, Hernández refirió que en el mundo hay 214 millones de personas migrantes, de las cuales 50 por ciento son mujeres.

Se estima que para 2050 se duplique el número de personas migrantes en el mundo para llegar a 405 millones. La migración interna en las naciones se calcula en alrededor de 750 millones de personas actualmente, según la OIM.
En el transcurso del XV Encuentro de Estadística, que convocan conjuntamente el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ONU-Mujeres México y la División de Asuntos de Género de la CEPAL, la experta mencionó que el contexto social e institucional es lo que hace a las mujeres más vulnerables a ser víctimas de la violencia generalizada, a la trata y tráfico de personas, al abuso sexual, a la discriminación y en general a una constante violación a sus derechos humanos

A esto se suma la vulnerabilidad interseccional, pues no enfrenta las mismas condiciones una mujer mayor, que una joven, una mujer indígena o embarazada, una niña o una adolescente.

Según la "Encuesta sobre Migración y Salud Sexual y Reproductiva de Migrantes en Tránsito entre la frontera de México y Guatemala 2009-2010", publicada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), 28 por ciento de las migrantes refirieron ser víctimas de abuso sexual a cambio de bienes, dinero o protección. Un 29 por ciento reconoció ser sujeta de violencia psicológica.

A diferencia de las pasadas décadas de los sesenta, setenta y ochenta, cuando se les atribuía razones de acompañamiento con familiares, ahora se reconoce que las mujeres en general migran por razones económicas, de búsqueda de oportunidades, porque son sostén de familia o porque desean una mejor calidad de vida.

Sin embargo, las condiciones en que lo hace la mayoría de quienes se trasladan de manera irregular son de extremo peligro, por lo que han optado por prevenir embarazos ingiriendo anticonceptivos mientras hacen su trayecto, indicó Monserrat Hernández, al participar en el panel "Estadísticas de género y migración".

En materia legislativa, refirió, ha habido avances como la despenalización de la migración en 2008, o el acceso a la justicia a la que tienen derecho las personas migrantes, así como la misma Ley de Migración y la Ley sobre refugiados y protección complementaria y asilo político. Más recientemente, con la Ley general para prevenir, sancionar y erradicar los delitos en materia de trata y para la protección y asistencia a las víctimas de esos delitos.

Destacó, no obstante, que los retos son muy grandes debido a la falta de información y datos desagregados, sin los cuales no se puede sensibilizar en el tema, ni aplicar políticas que brinden atención a la problemática de la migración femenina, la cual es transversal con otros problemas nodales, como la violencia, la salud y la pobreza, entre otros.

En el mismo panel, la titular de Estadística en la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación en México, Graciela Martínez, reconoció que hay una significativa carencia de datos del tema migratorio, y más aún si se enfoca a las mujeres, y lo atribuyó, entre otras cosas, a la diferencia conceptual y jurídica de las diversas fuentes de información.

Aceptó que el Programa Nacional para la Igualdad de Oportunidades y no Discriminación contra las Mujeres (Proigualdad) 2013-2018 obliga a todas las entidades de la administración federal a incorporar la perspectiva de género en sus estadísticas; por ello, uno de los retos es generar nuevos criterios de recolección de datos y construcción de indicadores.

Latinoamérica y Caribe: Las estadísticas, necesarias para impulsar un efectivo desarrollo para las mujeres

Escrito por Juana María Nava Castillo


       Aguascalientes, México, noviembre (SEMlac).- Expertas de América Latina y el Caribe reconocieron que en esta región ha habido avances en la formulación de estadísticas desagregadas por sexo en algunas temáticas, pero puntualizaron que la ausencia o el limitado acceso a estos indicadores es una violación de derechos porque genera la inacción de los Estados, al invisibilizar a la mitad de la población.

Reunidas en el "XV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género. Balances y desafíos en el marco de la Agenda de Desarrollo Sostenible Post 2015", las especialistas coincidieron en que los adelantos no se han reflejado en un verdadero cambio para el desarrollo y la igualdad sustantiva de las mujeres.

Dijeron que los gobiernos han utilizado las estadísticas para hacer mediciones e informes más completos y a tiempo, pero no para ejecutar políticas públicas que eliminen la discriminación.

El encuentro fue convocado por Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la representación de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres) México y la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Realizada en esta ciudad del 5 al 7 de noviembre, la reunión contó con la participación de representantes de oficinas nacionales de estadísticas de 19 países de América Latina y el Caribe, así como de 12 mecanismos para el adelanto de las mujeres de naciones de la región, además de diversos organismos internacionales y especialistas en la materia.

Durante la primera jornada, Sonia Montaño, directora de la División de Asuntos de Género de la CEPAL, destacó las buenas prácticas de las naciones del continente para incorporar la estadística desagregada por sexo, lo que ha permitido visualizar la realidad en algunas temáticas específicas, como la violencia que se ejerce contra ellas.

Señaló que es imprescindible que los Estados produzcan un sistema fuerte de estadísticas y evitar la privatización de la recolección de datos, por lo que hizo un llamado a fortalecer a las instituciones dedicadas a esta tarea y ampliar la gama de usuarios a la academia y la sociedad civil.
Destacó la necesidad de apostar a un desarrollo integral, profundo y democrático para lograr la no discriminación.

Gladys Acosta, experta electa del Comité de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW), advirtió que contar con estadísticas con enfoque de género no necesariamente implica un cambio.

Reconoció, como lo hicieron otras panelistas, que ha habido avances "de jure" pero no "de facto"; es decir, de derecho pero no de hecho, porque aunque existan acciones encaminadas a la igualdad, a las mujeres les sigue costando trabajo acceder a las oportunidades en un sistema que se resiste al cambio.

Debemos, puntualizó la experta, alcanzar los tres niveles para realmente hablar de transformación: primero, el reconocimiento de derechos; segundo, el ejercicio de los derechos a través de políticas públicas y presupuestos, y tercero, el goce pleno de derechos.

"Esto implica un cambio de civilización, y creo que hombres y mujeres nos lo merecemos; hay que cambiar los modelos de desarrollo para hacerlo una realidad", dijo Acosta.

También en el primer día de trabajos, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Lorena Cruz Sánchez, dijo que para tener estadísticas verdaderamente útiles, la perspectiva de género debe estar presente en todo el proceso de generación de información, que va desde la planeación, la difusión y la evaluación de resultados.

Si todas las poblaciones se integran por hombres y mujeres, añadió, las políticas públicas se tienen que hacer con esta perspectiva para poder eliminar la desigualdad.

También destacó que uno de los frutos importantes que ha resultado de los XV encuentros de estadísticas ha sido la producción de datos desagregados por género en varias temáticas, aunque también dijo que la dinámica actual y la realidad nos rebasa y se requiere de esfuerzos constantes e innovadores para establecer soluciones desde la esfera de las políticas públicas.

"Contar con indicadores de género y establecer metas concretas para acortar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, es una obligación que debemos cumplir todos los Estados", agregó.

Todas las problemáticas que afectan a las mujeres y las niñas estarán en la nueva Agenda Post 2015, es indispensable atender las necesidades de información estadística oficial y de calidad para multiplicar y potenciar políticas públicas que garanticen el cumplimiento de nuestros derechos humanos, y con ello acelerar también el desarrollo y el crecimiento de nuestros países, el avance y el progreso de nuestras sociedades, dijo también Cruz Sánchez.

Así mismo, Ana Güezmes, representante de ONU-Mujeres en México, dijo que si bien ya tenemos evidencia en la región de cómo incorporar la perspectiva de género en la producción y análisis de la información estadística, y que esta es ya base de políticas públicas y presupuestos que se orientan al logro de la igualdad, aún falta verla reflejada en los resultados.

Somos la región más innovadora en producción de estadísticas sobre uso del tiempo, incluyendo su valor económico e inicio de políticas de cuidados, en incorporar la medición multidimensional de la pobreza -incluida la pobreza de tiempo-, así como en mejorar nuestros registros sobre violencia contra las mujeres.

Pero sabemos que estos avances serán mucho más rápidos en la medida en que las oficinas de estadística y los mecanismos para el adelanto de las mujeres logren establecer un diálogo continuo y sumar esfuerzos para revolucionar la forma en que se produce y analiza la información, teniendo presente la creciente demanda de estadísticas de género, destacó.

También el presidente del INEGI, Eduardo Sojo, remarcó el trabajo realizado durante los últimos 15 años en materia de estadísticas de género y dijo en este tiempo se han incluido temas como salud, trabajo, violencia, lo que ha servido de parámetro para medir desafíos y emprender acciones en esos campos.

Durante el primer día de trabajos del XV Encuentro Internacional de Estadísticas de Género se enlazaron vía teleconferencia para dar un mensaje breve Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU-Mujeres, y Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.

Mlambo-Ngcuka dijo que las estadísticas desagregadas oportunas y confiables deben servir de base para mejorar el progreso y medir los obstáculos, y que aquellas deben ser una oportunidad para el desarrollo de los países que en el siglo XXI permitan la igualdad de oportunidades y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Por su parte, Bárcena destacó el avance en el trabajo metodológico para impulsar las estadísticas desagregadas por sexo, y puso énfasis en considerar fundamental repensar el mundo del trabajo y del cuidado, desde el compromiso del Estado, con acciones concretas a partir de las bases de datos que ya se han generado en la materia.

La sociedad sí está cansada de tanta impunidad


MUJERES CAUTIVAS

Lo que está sucediendo en el país es la clara muestra de una sociedad harta de la impunidad y sedienta de justicia. Los verdaderos cambios en la historia moderna no se han dado por las buenas, frente a regímenes abusivos y autoritarios.



Ayotzinapa es la gota que ha derramado el vaso lleno de burlas hacia la sociedad mexicana de un gobierno corrupto que sólo trabaja para hincharse las bolsas de dinero, en medio de su ostentación en un país con 50 millones de pobres.

Al Estado mexicano no le importan los 43 estudiantes ni las 22 mil 322 personas desaparecidas, ni mucho menos las más de 70 mil ejecutadas, ni las fosas clandestinas, ni los cuerpos enviados a fosas comunes sin identificar.

LISTA DE IMPUNIDAD (LO MÁS RECIENTE)

Los cuerpos de Claudia Ivette González, Esmeralda Herrera y Laura Berenice Ramos fueron encontrados sin vida en el Campo Algodonero de Ciudad Juárez, Chihuahua, el 6 de noviembre de 2001.

Este caso ha sido emblemático para dar a conocer la omisión del Estado mexicano en la procuración de justicia en los casos de feminicidio en Ciudad Juárez.

Por eso la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) emitió una sentencia al Estado mexicano el 4 de noviembre de 2007 para obligarlo a una serie de medidas y trabajar con la debida diligencia contra la desaparición de mujeres y el feminicidio; la sentencia no ha sido cumplida.

El 5 de junio de 2009 un incendio en una bodega habilitada como guardería, llamada ABC, subrogada del IMSS, en Hermosillo, Sonora, provocó la muerte de 49 niñas y niños de entre dos y cinco años de edad y 76 más resultaron heridos.

La primera masacre de San Fernando fue un crimen cometido por Los Zetas entre el 22 y 23 de agosto de 2010, en el ejido de El Huizachal, municipio tamaulipeco de San Fernando.

Los 72 ejecutados, 58 hombres y 14 mujeres, eran en su mayoría inmigrantes provenientes de Centro y Sudamérica, asesinados por la espalda, para posteriormente ser apilados y puestos a la intemperie.

Las primeras investigaciones señalan que fueron asesinados porque no pagaron el dinero que les exigían para dejarlos libres, y se negaron a formar parte del grupo criminal.

La segunda masacre de San Fernando fue un asesinato masivo de al menos 193 personas, encontradas en fosas clandestinas del municipio de San Fernando el 6 de abril de 2011. Estas matanzas siguen hasta la fecha en total impunidad.

A finales de agosto pasado el Instituto Electoral del Distrito Federal exoneró al ex presidente del PRI-DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, de su responsabilidad por promover una red de prostitución.

La razón: no tuvo pruebas suficientes y por eso no pudo determinar si era culpable o no, y poco después supimos del escándalo de los diputados panistas a principios de este año y lo que nos faltará por ver.

Y así la lista podría seguir: Aguas Blancas; hermanas González Pérez, víctimas de tortura y violencia sexual por militares en el estado de Chiapas; el asesinato del hijo de Javier Sicilia y sus amigos; las 22 personas desaparecidas; el caso Tlatlaya, etcétera, etcétera…

En todos estos casos, la procuración de justicia ha identificado a los culpables, sin embargo, en algunos los ha dejado en libertad, o no se ha juzgado a los funcionarios de alta jerarquía, o no se ha responsabilizado a nadie.

Es decir, ha existido una total impunidad. La sociedad sí está cansada.

Jesús Murillo Karam, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), cuando trata de justificar su “ya me cansé”, en un espacio mediático de la cadena televisiva monopólica del país, nos vuelve a insultar otra vez, como lo hizo el pasado viernes, como si no nos diéramos cuenta que están montando un teatro para justificar su tardanza y cómo se viene administrando el dolor con la esperanza de que se nos pase el enojo, la rabia.

Dijo que estaba cansado pues no había dormido 40 horas. Yo le digo que hay madres que han buscado a sus hijas por años y que las noches de insomnio por desconocer su paradero no han sido de 40 horas, sino de años.

Como el de la señora Silvia Ortiz que ha buscado a Fanny con una estrategia mejor que las autoridades competentes por 10 años. O la familia de Daniela Xóchitl, quien por ocho años la ha buscado. O también la madre y padre de la pequeña María José, quien a los 11 meses fue arrebatada a su madre y han pasado cuatro años y seguimos sin saber de ella.

Sumado a que son ellas las que han tenido que encontrar pistas, las que han tenido que dejar sus trabajos porque, encima de todo, nadie les garantiza protección como víctimas indirectas, por citar sólo unos cuantos de los más de 200 casos que atiende nuestra organización en México.

Sin dejar de mencionar todas las noches y las lágrimas derramadas por las madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

Por si esto fuera poco, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó que “63 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia, ya sea por parte de su pareja o de cualquier otra u otras personas”.

También nos dice que “en 2013, seis de cada 10 personas a nivel nacional identifican la inseguridad como su principal preocupación, sobresale Nuevo León (74 por ciento); Coahuila (70 por ciento), y el Estado de México (69.2 por ciento)”. Yo agregaría Veracruz, Durango, Zacatecas y Michoacán.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), “en el país se cometen 6.4 asesinatos de mujeres por día, de los cuales 95 por ciento quedan impunes, según datos del informe y de la Organización de Naciones Unidas”.

Una más: en 2012, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reveló “que 95 por ciento de los delitos no se aclaran, lo que refleja el nivel de impunidad que existe en el país”.

Por eso la sociedad está cansada, cansada de los abusos, de la indiferencia y la corrupción de los que nos deben servir y sólo le sirven a la oligarquía.

Para mí todos los métodos de lucha son válidos, sobre todo frente a esta realidad apabullante en la que es el Estado, en sus tres poderes y sus tres órdenes de gobierno, responsable por acción u omisión; son ellos los que no respetan las leyes ni los principios de la buena gobernanza y la democracia.

Por eso la quema de la puerta mariana no puede desviar la atención del verdadero problema en México: la impunidad, la detención arbitraria de estudiantes y su desaparición, el asesinato y ejecución de miles de personas, algunas por parte del Estado mexicano (casos Atenco, Tlatlaya y Ayotzinapa).

La población está cansada de vivir con miedo, de despertarse todas las mañanas con baños de sangre e indiferencia, con miles de personas desaparecidas, ejecutadas, tratadas, explotadas y esclavizadas; está cansada de los narcogobiernos y los narcopolíticos, a quienes poco les importan las necesidades del pueblo y menos, pero con mucho, de las mujeres.

Y mientras no haya justicia para las mujeres, para las madres, en este país no habrá paz.

Twitter: @CATWLACDIR

*Directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).


CIMACFoto: César Martínez López
Por: Teresa Ulloa Ziáurriz*
Cimacnoticias | México, DF.- 

La herencia de las ausentes (Video)






RADIO FEMINISTA GANA PREMIO NACIONAL POR LA IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO 2014

 31 de octubre del 2014 
Por Katerina Anfossi/Radio Internacional Feminista
titulo La Herencia de las AusentesRadio Internacional Feminista ha sido seleccionada como ganadora del Premio Nacional por la Igualdad y Equidad de Género, Angela Acuña Braun 2014 por la produción de la "La Herencia de las Ausentes: El Caso de Campo Algodonero". 

El documental aborda parte de la experiencia de conocer y compartir con cinco madres y familias de jóvenes mujeres asesinadas y desaparecidas en Ciudad Juárez, Mexico y el camino que algunas han debido recorrer por conocer la verdad y alcanzar algo la justicia.

Según lo señala el Instituto Nacional de las Mujeres/ INAMU, el premio cristaliza un reconocimiento al trabajo realizado a favor de los derechos humanos de las mujeres, pues el material presentado constituye no solo una excelente sistematización histórica, sino también un material, que de manera sensible y respetuosa, denuncia una situación de violencia y discriminación en contra de las mujeres y un aporte metodológico, didáctico, político y artístico que reivindica las acciones de mujeres organizadas en su lucha por el derecho a vivir una vida libre de violencia.

La Herencia de las Ausentes hace honor a la búsqueda incansable de las hijas desaparecidas, al intenso trabajo del movimiento de mujeres que luchan contra la violencia, los feminicidios y la impunidad de estos crímenes.  Es un recorrido a través de las voces de muchas mujeres que asumieron roles fundamentales, no solo  por alcanzar la justicia para las víctimas, sino también para señalar la complicidad del estado en todos los casos. Sus testimonios ponen en evidencia el desprecio, prejuicios o desinterés  que muchos operadores de justicia tienen hacia las mujeres.

Este documental es una contribución para las mujeres costarricenses, centroamericanas o de cualquier lugar, no solo al conocer un proceso de justicia regional  desarrollado en la Corte Interamericana de Derechos Humanos /CIDH contra autoridades locales mexicanas que invalidaron y despreciaron el derecho humano a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición, sino también una contribución a la determinación, valor y honor de todas aquellas mujeres que se atrevieron a denunciar, a mantener la esperanza y no rendirse frente a toda la adversidad.

Participan Irma Monreal, madre de Esmeralda Herrera, asesinada a los 14 años, Karla Michel Salas, abogada de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD), María de la Luz Estrada de Católicas por el Derecho a Decidir y del Observatorio Nacional de Feminicidio, la jurista feminista Alda Facio, Teresa Incháustegui, ex Diputada Federal, Rosa Alvarez-Jueza Ad Hoc para Campo Algodonero,  Julia Monárrez, perita de la CIDH, la especialista en Derechos Humanos Roxana Arroyo,  la académica y abogada Line Barreiro , entre otras. 

 

Exigen mayor presencia femenina en operaciones de paz

Contribuirían a proteger a mujeres y niñas en conflictos bélicos

Una mujer y un bebé en el campamento de refugiados de Zaatari, donde viven decenas de miles de personas, desplazadas por el conflicto en Siria, cerca de Mafraq, Jordania. 



Los actuales conflictos militares que han desgarrado a Medio Oriente (MO), y en especial a Irak, Siria y Palestina, han dejado miles de víctimas civiles, en particular entre las mujeres, niñas y niños.

La guerra civil de Siria, que cumplirá cuatro años, es el conflicto que ha dejado un mayor número de víctimas, seguido del devastador ataque de Israel contra el territorio palestino de Gaza, que duró 50 días y terminó en agosto pasado.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que monitorea el campo de batalla, estimó que murieron más de seis mil mujeres y más de nueve mil 400 niños y niñas hasta fines de agosto. Pero el total de víctimas fatales desde el comienzo de la guerra, en marzo de 2011, supera las 190 mil.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) consideró “atroz” el número de muertes en Gaza al superar las dos mil 200 personas palestinas fallecidas, entre ellas 459 niñas y niños y 239 mujeres.

Por otra parte, totalmente desproporcionado en comparación con los 64 soldados israelíes, dos civiles y un ciudadano extranjero perdieron la vida en la operación “Margen Protector”.

En ese contexto, la Red Internacional de Acción de la Sociedad Civil (ICAN, por sus siglas en inglés) realiza una conferencia de cinco días en Turquía, que concluye este martes y que se concentrará en dos de los mayores desafíos que afrontan las mujeres, en especial en MO: el extremismo y el militarismo.

“Este año que pasó, nuestras contrapartes han afrontado desafíos inconcebibles, desde violencia por motivos políticos y religiosos, pasando por graves dificultades económicas, hasta el cierre de espacios públicos”, precisó ICAN.

Entre los participantes del encuentro hay más de 50 mujeres activistas de 14 países de MO, África del norte y Asia meridional, incluidos Egipto, Irán, Irak, Palestina, Tayikistán, Libia y Yemen.

Al subrayar la importancia de la reunión, Sanam Anderlini, una de las fundadoras de ICAN, dijo a IPS/Cimacnoticias que es la primera vez que mujeres de la región se encuentran para hablar de sus experiencias desde que en MO ocurrieron tres acontecimientos significativos: el surgimiento del Estado Islámico (EI), el bombardeo de Israel contra Gaza y las elecciones tunecinas.

Lo más importante, remarcó, es que el encuentro se concentra en las estrategias y las perspectivas de las mujeres respecto de la crisis actual, así como en las soluciones a los problemas de la propagación del extremismo y del militarismo estatal.

ICAN divulgó un comunicado el pasado miércoles 5 de noviembre en el que señala que las mujeres siguen excluidas de los espacios internacionales de decisión y de los medios, pese a las disposiciones de la histórica resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre mujeres, paz y seguridad.

En tanto, la baja representación de las mujeres (tres de los 14 integrantes) en un nuevo panel de especialistas de la ONU sobre operaciones de mantenimiento de la paz generó duras críticas.

Stephen Lewis, ex subdirector ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), se quejó de la marginación de las mujeres en un panel tan importante, que presidirá el ex presidente de Timor Oriental, José Ramos Horta.

En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, los directores de AIDS-Free World, el propio Lewis y Paula Donovan, escribieron: “Es necesario revertir esta tendencia. La equidad de género que usted dice defender sólo podrá alcanzarse con la designación de ocho mujeres más en el panel”.

“Si un panel de ese tamaño le parece complejo, entonces algunas de las personas que designó deben dejar sus asientos a mujeres calificadas para poder lograr un equilibrio”, propusieron.

“Si deja las cosas como están, este panel será un testimonio de la enorme e insalvable hipocresía entre las acciones y la retórica de la ONU”, criticaron.

Al pedir un comentario al respecto, el portavoz de la ONU, Farhan Haq, declaró: “Creo que este es uno de esos momentos en que no queda otra cosa que expresar nuestras más sinceras disculpas”.

“Nos esforzamos al máximo por lograr la equidad de género y el equilibrio regional en estos grandes paneles y a veces es una cuestión de disponibilidad”, explicó. “Pero cuando cometemos un error, tienen toda la razón, es un número muy bajo, tendremos que mejorar”, añadió.

El pasado 31 de octubre se conmemoró el 14 aniversario de la resolución 1325, que subraya la importancia de una participación igualitaria de las mujeres y su implicación en los esfuerzos de mantenimiento y promoción de la paz y la seguridad.

También urge, antes que nada, a aumentar la representación femenina en todos los niveles de decisión en instituciones nacionales, regionales e internacionales, y en los mecanismos de prevención, manejo y resolución de conflictos.

Al ser consultada si la resolución 1325 ha tenido algún impacto en la seguridad de las mujeres en zonas de guerra, Anderlini dijo a IPS/Cimacnoticias que la situación varía de un país a otro. En Sudán del Sur, por ejemplo, la organización civil Peace Force capacitó a varios grupos femeninos para distribuirlos en todo el país.

En Filipinas, indicó, las mujeres reclamaron y crearon un grupo civil exclusivamente femenino de monitoreo del cese el fuego.

“Marcan una diferencia porque prestan atención a la seguridad de los civiles asegurándose que las personas tengan un corredor humanitario seguro”, apuntó Anderlini.

También dijo que, en general, la ONU y los Estados miembros no han hecho todo lo que podrían hacer. Por ejemplo, dijo, la India desplegó una unidad femenina para el mantenimiento de la paz en Liberia. Otros países podrían hacer algo similar.

“Sin duda ayudaría a disminuir el riesgo o la incidencia de abusos sexuales de mujeres locales por parte del personal de mantenimiento de la paz”, subrayó Anderlini.

*Este artículo fue publicado originalmente por la agencia internacional de noticias IPS.
 

Foto: UN Photo/Mark Garten
Por: Thalif Deen*
Cimacnoticias/IPS | Naciones Unidas.- 


México: De 30 mil víctimas de violencia, sólo 2 mil acceden a casas de acogida

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Foro Internacional “Refugios para mujeres y sus hijas e hijos víctimas de violencia familiar. Impactos, logros y retos para su institucionalización”

Los albergues para mujeres carecen de recursos y apoyo oficial

Anaiz Zamora Márquez

México, DF, 13 nov. 14. AmecoPress/Cimacnoticias.- Los refugios para mujeres víctimas de violencia representan un espacio de protección, y una herramienta para acceder al Derecho Humano (DH) a vivir sin violencia, pero aún no son institucionalizados como una política pública, dijeron activistas y funcionarias.

Hasta este viernes 14 de noviembre, en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en esta capital, se lleva a cabo el Foro Internacional “Refugios para mujeres y sus hijas e hijos víctimas de violencia familiar. Impactos, logros y retos para su institucionalización”, con el objetivo de impulsar la permanencia, presupuesto y autonomía de estos albergues.
Como parte de la conmemoración por el 15 aniversario de la Red Nacional de Refugios (RNR), directoras y representantes de albergues y de refugios nacionales e internacionales, se reunieron para evidenciar las buenas prácticas en estos espacios, así como los obstáculos y retos que persisten para que formen parte de las políticas públicas.

Pese a que estos centros brindan un espacio seguro para las mujeres víctimas de violencia, no existe un presupuesto etiquetado de manera específica para su funcionamiento, y dependen de los montos asignados –previa convocatoria pública– a los Centros de Atención Externa de Refugios para Mujeres Víctimas de Violencia (CAER), por parte del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGySR), de la Secretaría de Salud (Ss).

Durante la inauguración del foro, Aurora del Río Zolezzi, directora adjunta de Equidad de Género del CNEGySR, señaló la urgencia de expandir los esfuerzos que realizan estos espacios, ya que se estima que una de cada mil mujeres vivirá violencia extrema en algún momento de su vida.

Lo que se traduce –dijo– en que alrededor de 30 mil mexicanas al año enfrentan violencia extrema que puede poner en riesgo su vida y su salud.

Del Río Zolezzi informó que en los espacios que tienen el reconocimiento de la Ss apenas se logra dar atención a dos mil mujeres al año.

La RNR está integrada por 44 refugios y 41 Centros de Atención Externa, que son los espacios que reciben fondos del CNEGySR.

Wendy Figueroa Morales, directora de la RNR, dijo que es posible romper el círculo de la pobreza si se generan herramientas y condiciones para que las mujeres y niñas vivan libres de violencia, y por tanto de discriminación y segregación en diversos espacios.

La activista aclaró que el déficit de atención a víctimas por parte de los refugios no se debe a la falta de interés para atender a más mujeres por parte de la sociedad civil, sino en el no reconocimiento por parte de las autoridades de las profesionales y activistas que laboran en ellos, y la falta de recursos e institucionalización de estos espacios como parte de una política pública. Figueroa Morales explicó que las convocatorias mediante las que los refugios pueden acceder a recursos públicos son “limitantes” en muchos aspectos, ya que en materia de infraestructura sólo se les permite la ampliación y no la construcción de más espacios.

Abundó que sus modelos de atención están homologados con el modelo vigente creado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en 2011, y que actualmente preparan un modelo nacional de atención para las hijas o hijos de las víctimas de violencia, pues aunque se brinda atención a la población infantil no se tiene un modelo que se aplique en todos los refugios.

Informó que en los Centros de Atención, espacios donde se brinda atención psicológica o jurídica y se evalúa si es pertinente enviar a más mujeres, se alcanza la cobertura de más de 69 mil personas víctimas de alguna agresión, pero aún así no se logra la cobertura deseada ante la alta incidencia de violencia de género.

Figueroa Morales destacó la necesidad de que los refugios cuenten con una partida presupuestal propia, que les permita operar de manera autónoma y los contemple como una política pública de Estado.

CIMACFoto: César Martínez López. 

Falta el chip femenino


Controversias recientes en el mundo de la tecnología señalan la falta de profesionales femeninas en esta industria, ausencia que tiene un efecto negativo sobre la estructura y cultura de estas compañías


Un informe reciente señala que las empresas no deberían de contratar y promover más mujeres sólo para proyectar una mejor imagen, sino en la búsqueda de su propio interés y el de sus accionistas
"Intervenciones estructurales y a menudo controversiales, como las cuotas (a nivel país) y los objetivos (a nivel empresa), pueden combatir sesgos y mejorar los resultados"
Joanna Barsh
Directora emérita de la oficina de Nueva York de McKinsey & Co.
10-20
por ciento la proporción ocupada por las mujeres en puestos técnicos en empresas de tecnología, como Google, Apple, Yahoo, Facebook y Twitter, entre otras
73
por ciento la ventaja salarial de los hombres sobre las mujeres, cuando ambos tienen estudios de posgrado, en Silicon Valley; en promedio esta cifra es de 52 por ciento en California
40
por ciento la ventaja salarial de los hombres sobre las mujeres, cuando ambos tienen estudios de licenciatura, en Silicon Valley; en promedio esta cifra es de 36 por ciento en California
No es ningún secreto que la equidad entre hombres y mujeres aún no es una realidad en el mundo laboral.
En proporción de la fuerza laboral, representación en puestos directivos e incluso en salario recibido, las mujeres se encuentran en desventaja frente a los hombres.
Pero lo que sí podría sorprender es que el sector tecnológico, una industria supuestamente progresiva e innovadora, contiene problemas iguales o peores que otras industrias en lo referente a la representación y tratamiento que se da a las mujeres.
La desigualdad de salarios entre hombres y mujeres de hecho es peor en Silicon Valley que en el resto de California, según datos de la asociación Joint Venture Silicon Valley.
Y en los empleos técnicos del sector, las mujeres sólo representan entre el 10 y el 20 por ciento de los puestos ocupados, según reportes de diversidad publicados este año por empresas como Google, Apple, Yahoo, Facebook y Twitter, entre otras.
Dos eventos recientes pusieron los reflectores sobre este problema: declaraciones realizadas por Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft, y la controversia en el mundo de los videojuegos conocida como Gamergate.
En ambos casos, las desventajas a las que se enfrentan las mujeres en el mundo tecnológico al momento de ser contratadas, compensadas y promovidas en sus empleos han sido enfatizadas.
Aún fuera de cuestiones éticas y de equidad sexual, un comunicado reciente de la consultora McKinsey & Co., señala que la falta de mujeres en las empresas, sobre todo en posiciones directivas y de liderazgo, tiene un efecto negativo sobre la estructura y cultura de estas compañías, lastimando su desempeño en el largo plazo.
Controversias tecnológicas
La primera controversia mediática sucedió al comenzar este mes cuando Nadella fue invitado especial en una conferencia dentro de la Celebración Grace Hopper de las Mujeres en la Computación.
La declaración que lo metió en problemas ocurrió cuando Nadella, respondiendo a una pregunta sobre qué pueden hacer las mujeres que se sienten incómodas pidiendo un aumento salarial, recomendó a las mujeres no pedir aumentos, sino más bien “conocer y confiar en que el sistema les otorgará el aumento correcto”.
Nadella posteriormente se disculpó por sus comentarios en Twitter y mediante un comunicado, reiterando su apoyo para “todos los programas en Microsoft y en la industria que atraigan a más mujeres a la tecnología y cierren la brecha salarial”.
Pero la polémica de Nadella rápidamente fue opacada por la intensificación de la controversia en la industria de los videojuegos conocida como “Gamergate”, la cual ha cuestionado el rol de las mujeres en esta industria y las normas éticas de la prensa de videojuegos.
Gamergate capturó la atención mediática debido a que, durante una serie de conferencias en la Universidad Estatal de Utah, Anita Sarkeesian, crítica feminista de medios, y la desarrolladora independiente de videojuegos Brianna Wu recibieron amenazas de ataques a tiros.
Estos eventos han levantado preguntas más amplias sobre el por qué hay menos mujeres en estas industrias, y por qué las que sí están en ellas se ven marginadas.
Capitalismo con toque de mujer
McKinsey & Co. recientemente publicó un análisis de Joanna Barsh, directora emérita de su oficina en Nueva York, el cual indica que permitir a más mujeres ocupar puestos directivos en las empresas es la clave para mejorar los negocios y la sociedad.
Esto significaría que las empresas no deberían de contratar y promover más mujeres sólo para proyectar una mejor imagen, sino también en la búsqueda de su propio interés y el de sus accionistas.
El argumento de Barsh se encuentra principalmente vinculado a los diferentes estilos de liderazgo y estrategia que en general son utilizados por hombres y mujeres.
Mientras que los hombres generalmente buscan maximizar los resultados de corto plazo, Barsh señala que las mujeres tienden a buscar crear valor en el largo plazo para todas las partes interesadas de una empresa.
Y aunque las cuotas y objetivos de diversidad son criticadas por no ser meritocráticas y por lastimar la competitividad de las empresas, Barsh apunta que casos como el Reino Unido muestran que el fijar objetivos voluntarios de diversidad para las empresas son útiles para combatir factores estructurales de discriminación y marginalización.

Cuando se nos quebraron los ojos


A cada uno la palabra. A cada uno la palabra que le cantó, cuando la jauría le atacó por la espalda A cada uno la palabra que le cantó y quedó helada”: Paul Celan.


lasillarota.com

“¿Quién dice que se nos murió todo cuando se nos quebraron los ojos? Todo despertó, todo comenzó”: Paul Celan.


La pérdida. La pérdida de un hijo. La pérdida de un hijo asesinado con una saña inaudita. La pérdida más absoluta. La innombrable. La infinita. No quiero decir que puedo imaginarlo con todo el corazón y con toda la piel. No puedo. Una se acerca apenas a ese dolor. Vamos temblando, vamos a tientas. Las madres y los padres de los normalistas desaparecidos nos llaman a seguir buscando: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Y esa seguirá siendo la frase que corra las calles, que tome las plazas, que encienda las velas cada noche. Por ellos. Por todas/os.

Vamos temblando y a tientas por la avenida, con esa conciencia de un movimiento ciudadano, horizontal y pacífico, que crece en número de participantes, y que crece en sus demandas.

Temblamos, porque estamos heridas/os.

Porque llevamos años heridas/os.

Porque nos hemos ido sumando miles y miles, y nos seguiremos sumando, hasta que seamos millones. Queremos justicia, queremos paz. Queremos un país sin ciudadanas/os perseguidas /os, acorraladas/os, desaparecidas/os.  Asesinadas/os. Queremos un país donde la explotación, el abuso y el hambre dejen de recibir cartas de “naturalización”.

Queremos un país de ciudadanos con acceso a la educación y a la salud. Queremos un país donde las elecciones no sean una farsa. Un país en donde las causas contra toda forma de violencia se sumen y una no lea el periódico para saber –casi cada mañana- de una adolescente, de una mujer más asesinada.

No son “crímenes pasionales”, no. Se llama feminicidio.

Los asesinatos de personas homosexuales no son tampoco “crímenes pasionales”, no, se llaman “crímenes de odio”.

No, ella no estaba “provocando” para ser violentada y asesinada, no.

No, no son hechos “aislados”, no.

No, los estudiantes de la normal de Ayotzinapa no eran una “banda de narcos”, no.

Esta sociedad en la que el desamor fue creciendo como un animal que devora, y se fue convirtiendo en odio, y el odio en destrucción. La impunidad llama a la destrucción.

¿Cómo construir una sociedad en la que cada ser humano importe y tenga derechos, sea ciudadana/o mexicana/o, o no?

Queremos aferrarnos con nuestras manos y todas nuestras fuerzas a la esperanza de un gran cambio: el comienzo del fin de la impunidad. El comienzo del fin del saqueo material y emocional al que de ninguna manera estamos “condenados”. Queremos un país, en donde los que “estamos cansados de tener miedo”, como dice una de las mantas en las marchas, no tengamos que sentirnos afortunados, porque sólo tenemos miedo.

Y no terror.

Y no el más infinito de los dolores posibles.

Como ellas/os.

Como los jóvenes torturados y asesinados.

Como sus madres y sus padres.

A los corruptos, a los socios encorbatados del narco, tenemos que subirles los costos de sus mentiras y sus infamias, hasta hacérselas imposibles. Tenemos que seguir creyendo en que la construcción de un “nosotros” es posible.  Así de distintas/os a como somos. La pluralidad de un “nosotros” capaz de proyectar objetivos comunes en un movimiento social pacífico, consistente, reflexivo…resistente.

Que no nos desgasten.

Que no nos intimiden.

¿Quiénes incendiaron el metrobús junto a ciudad universitaria?

¿Quiénes arremetieron contra la puerta del palacio de gobierno?


¿Ciudadanos enfurecidos que creen en la violencia como estrategia de lucha?

¿O ciudadanos pagados por el gobierno para reventar un movimiento social que crece?

Una foto que circula en las redes tomada casi al final de los hechos  violentos, muestra a un hombre encapuchado protegido por la policía antimotines. Escondido detrás de ellos. ¿Está detenido?

Estamos esperando que nos digan quién es y porqué estaba allí.

Esa noche, los manifestantes pacíficos se dispersaron.  Nos dicen que las televisoras que no transmitían la marcha, se apresuraron a mostrar la puerta incendiada. En ese momento, cientos de personas a través de las redes sociales comenzó a circular una consigna y una imagen: “Esta es la imagen importante de hoy, no las de la puerta del Zócalo #YaMeCanse #AccionGlobalporAyotzinapa”.


La historia de pocos violentos irracionales convocando a granaderos con su performance, es tan vieja como la represión. Tan parte de ella.

No podemos permitir los actos de vandalismo destinados a inhibir la participación ciudadana y a desvirtuar un movimiento PACIFICO.

Parece una situación condenada a durar todo lo que los atacantes quieran. La otra manifestación ha concluido.

No puedo celebrar una puerta incendiada como “acto simbólico”. El acto simbólico son las velas encendidas por un duelo abierto  y un movimiento social pacífico que necesita  planear y extender sus estrategias.  No puedo celebrar ese supuesto “acto simbólico” (suponiendo que ese haya sido el caso) que intimida y llama –más temprano que tarde si la escalada continúa- a una represión brutal. No quiero mirar esa noche, en la que los guardias no desaparezcan de tan extravagante ¿y conveniente? manera, y el enfrentamiento se dé. Dos personas fueron atendidas de emergencia– esa noche- sobre la plancha del Zócalo.

En Twitter un usuario señala: “¿Se escuchan, están defendiendo una puerta?”, y Álvaro Enrigue responde: “Yo no…estoy defendiendo unos principios”. 

Creo que quien apruebe la violencia como arma de lucha tiene que preguntarse si está dispuesta/o a soportar más horror, en su corazón y en su piel, y en el corazón y en la piel de aquellos a quienes ama. Así de cercano y concretito.  Creo que quienes están dispuestos –en la realidad, y no sólo en las provocaciones del Twitter- son hoy,  poquísimos. Creo que la frase de Salvador Camarena es muy explícita: “La otra manifestación ha concluido”.

La siguiente manifestación, está a punto de comenzar.

Y contra la imagen de una puerta desfondada, escuchemos las voces de los estudiantes de la Escuela Nacional de Música de la UNAM.  

“Va, pensiero”, el coro del tercer acto de la ópera  “Nabucco” de Verdi.
Oh, mia Patria, sí bella e perduta…”


¿Hacia dónde vamos con estos, nuestros ojos quebrados? ¿Hacia dónde vamos en un “despertar” que –esta vez-  no puede dar marcha atrás? ¿Cómo se suman el dolor y las indignaciones para articular un movimiento vastísimo, lo suficientemente vasto y sin tregua, para lograr, no sólo que cada una/o de las/los depredadoras/es caiga, sino –también- colocar los cimientos que construyan un estado de derecho. Un futuro?

Que no nos desgasten, “los caudillos del silencio”.

No nos dejemos solas/os los unos a los otros.
                                        
La conferencia de procurador

La conferencia del procurador Murillo Karam nos dejó demolidos. No es que nada nos llame a creerle, así, por principio. Ya sabemos de las puestas en escena, de los manejos “políticos” indiferentes a la vida y al dolor de las personas.  Pero no me quedó más que creerle, aunque no soporte creerle: todo lo que tiene que ver con el secuestro de los muchachos, la manera en la que los policías-narcos los entregaron a los narcos –quince de ellos ya estaban muertos- le creí a esa minuciosa descripción del asesinato de los que llegaron vivos. La madera, las llantas, el fuego. La frialdad de esas declaraciones de los detenidos durante la “reconstrucción de los hechos”. La espantosa frialdad. “Jóvenes matando jóvenes”, como escribió  Mónica Mateos-Vega en un mensaje por Twitter.

Le creí, aunque no quiera creerle,  aunque me provoque furia contra mí  creerle, porque el padre Alejandro Solalinde, nos habló –mucho antes- de sus asesinatos, de sus cuerpos calcinados y porque la aterradora secuencia de imágenes y datos, no me permitió otra cosa. El discurso del procurador está lleno de omisiones, sí. ¿Quiénes asesinaron a esos quince muchachos que cuando llegaron al basurero ya estaban muertos? ¿Cómo se  tomó la decisión de matarlos? ¿Cuál es la exacta cadena de complicidades? ¿Y el ex gobernador Aguirre? ¿Tres testigos son suficientes?

Las investigaciones y la búsqueda, tienen que continuar con todo. Esperamos los resultados de los laboratorios, y que de veras sean los laboratorios más especializados.

Pero más allá de esa tarde de luto y dolor: respetemos y sigamos el camino que nos marcan las madres y los padres de los desaparecidos: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”. Quizá algunos de los jóvenes sí están vivos. Quizá no los liberan porque ¿quién quiere liberar las palabras de un testigo? Y que este duelo abierto nos lleve a ser capaces de sumar tantos duelos ignorados y también abiertos que atraviesan México.

Nunca antes vi a un procurador salir a dar la cara con una descripción tan detallada de hechos, a pesar de todo lo que falta por aclarar y resolver. Nunca antes. Es un México terrible, y es  ya un poco, aunque sea muy poco, un principio de otro México.

Lo tuvo que hacer Murillo Karam. No tenía otra opción. Que el procurador haya salido a dar la cara –lo que no es sino su obligación- es el resultado de la presión social hacia adentro y hacia afuera de México.

Lo tuvo que hacer, Murillo Karam, y esa conferencia de prensa que lo dejó tan “cansado”, sin clamor ciudadano, es muy probable que se la hubiera ahorrado.
Se nos quebraron los ojos…

Y miramos más.

Y nos sentimos más fuertes,  ahora que nos sentimos tan desdichados.

Nos sentimos cada vez menos descosidos, menos aislados.

Reflexionar en todas las formas de resistencia pacífica.

Y echarlas a andar.

Denise Dresser en mesa con Carmen Aristegui: “No nos dejemos arrastrar por el río de fatigas”. Los movimientos sociales.