4/23/2022

Nuestras desaparecidas

  

CIMACFoto: César Martínez López

desapariciones15_IMG_5408cesarmartinezlopezQuiero detenerme el día de hoy en el informe que sobre México realizó El Comité de Desapariciones Forzadas tras su visita oficial a nuestro país y que se dio a conocer recientemente, y lo hago porque en él se colocan alertas importantes que deben tomarse en cuenta en nuestro país, en primer lugar, por las autoridades para hacer su tarea y hacerla bien, pero también por la sociedad para poder hacer vigilancia ciudadana.

Y por ello quiero recuperar una información que contempla el Informe y que ha pasado desapercibida y no se ha profundizado lo necesario.

Me refiero a las desapariciones de mujeres y niñas, que aún cuando está colocado en los primeros puntos del informe se ha quedado marginado, pero que es de enorme trascendencia a la luz de la violación a los Derechos Humanos de las mujeres que ocurre en México.

Y no es que el dato que señala el documento del Comité no existiera con anterioridad sino que al colocarlo en el marco del análisis de la desaparición forzada en México como responsabilidad del Estado, remarca el deber presidencial y de todas las instituciones, en sus obligaciones para proteger y garantizar los Derechos Humanos de las mujeres.

Y aún cuando desde Palacio Nacional se busca hacer a un lado su deber, el Informe del Comité no deja duda que lo que ocurre en México en materia de desaparición forzada tiene como actores a funcionarios públicos, ya sea por omisión en su actuar o por la colusión con estructuras criminales.

Y no es que se quiera poner en el banquillo de los acusados a nadie, sino que el Informe brinda elementos para actuar en concordancia con el mandato constitucional de proteger y garantizar los Derechos Humanos.

Las evidencias que coloca el Informe es que la desaparición forzada que ocurre en México no es sólo del pasado o de la época de los sesenta, sino que es una realidad que ocurre actualmente, si bien no como una acción de represión sí hay una relación con la política de militarización de las tareas de seguridad.

Otro elemento fundamental que señala y que tiene que ver precisamente con la desaparición de niñas y mujeres, es que los perpetradores responden al momento actual que vive México, son estructuras criminales y civiles.

En cuanto a las estructuras criminales señala que están relaciones con la trata y la explotación sexual comercial, que no son sólo nacionales, sino incluso transnacionales. Las desapariciones de niñas y mujeres también están ligadas a delitos sexuales y feminicidio, porque los criminales usan la desaparición de sus víctimas como un modo de ocultar sus crímenes.

Es este el análisis sobre lo que ocurre en México. El Comité llama la atención en el incremento de desapariciones de mujeres, en especial de jóvenes y niñas en plena pandemia.

Otro elemento nodal que señala el Comité como parte de las falencias del Estado Mexicano es que las autoridades no actúan inmediatamente para buscar a las y los desaparecidos, pues en muchas entidades aún siguen esperando 72 horas para iniciar carpetas de investigación con lo cual dejan la responsabilidad de la búsqueda a las familias, desde el inicio, hasta el final.

En el caso de las mujeres y niñas esta inacción de las autoridades está basada en prejuicios sexistas y machistas, si bien esto no lo señala el Informe, en otras recomendaciones nacionales e internacionales se ha señalado.

Hay que recordar que desde que las madres de víctimas de Ciudad Juárez denunciaron la falta de actuación de las autoridades en la década de los noventa, hasta el día de hoy las madres de víctimas en todo el país señalan reiteradamente que una de las razones que dan las autoridades para negarse a iniciar una carpeta de investigación por desaparición de una mujer, especialmente si es joven, “es que se fue con el novio”, si está casada el pretexto “es que está queriendo darle un susto al marido”, o cosas peores.

Ser mujer, adolescente o niña en México, son combinaciones que incrementan el riesgo para ser desaparecidas. Este es el drama que evidencia el informe del Comité de desapariciones, pero además señala que este delito no es igual en todo el país sino que hay entidades que tienen datos escandalosos de desaparición de mujeres y niñas. De acuerdo con la información que recabaron, entidades como Campeche, Chiapas, Tabasco y Yucatán, rebasan al doble el promedio nacional de mujeres y niñas desaparecidas.

Bajo los parámetros internacionales la desaparición de mujeres es un delito de lesa humanidad porque ocurre sistemáticamente y las autoridades dejan que suceda; y eso, le guste o no al actual gobierno federal, lo hace responsable de lo que está ocurriendo, como lo señala el Informe del Comité, que, insisto, hay que estudiarlo.


La trata de personas se nutre de la vulnerabilidad

 

Por Olatz Silva Rodrigo

Los tratantes se aprovechan de la ola solidaridad en las fronteras de Ucrania para captar a mujeres y niñas

Madrid, 07 abr. 22. AmecoPress. - La trata de personas aumenta en situaciones de conflictos armados, dado que la vulnerabilidad es el elemento clave para que exista este peligro. Desde el comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania, millones de mujeres, niños y niñas han huido de Ucrania. Los tratantes se hacen pasar por voluntarios en las fronteras para captar a estas personas.

"Las mafias y las redes de trata de personas están en la frontera de Ucrania desde el minuto cero", alerta Eva Márquez, Coordinadora de lucha contra la trata en Diaconía España. El estallido de la guerra ha producido "un caos" en Ucrania y en las fronteras con otros países. Millones de personas han tenido que abandonar apresuradamente el país, lo cual ha generado una confusión: "Es un escenario magnífico para toda aquella persona que se quiera aprovechar de esa desesperación para hacer negocios".

Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), desde el 24 de febrero más de cuatro millones de personas refugiadas han salido de Ucrania y 6,5 millones permanecen desplazadas dentro del país. La mayoría de ellas son mujeres, niñas y niños, dado que los hombres entre 18 y 60 años no pueden abandonar Ucrania. Las principales víctimas de trata son aquellas que huyen del país.

Márquez aclara que muchas de las mafias se están "camuflando" en la ola de solidaridad y entre las personas voluntarias que están acudiendo a las fronteras. Se acercan para "ofrecer un sueño migratorio o una promesa de una vida mejor" a las personas refugiadas. Estas personas se aprovechan de la situación de vulnerabilidad en la que están estas mujeres, dado que ese es el elemento clave para la existencia de la trata de personas: "Ahí donde hay vulnerabilidad, ahí hay trata".

Lubja, mujer ucraniana de 31 años, es una de las personas que huyó de Ucrania en situación de vulnerabilidad. Perdió su trabajo antes del comienzo de la guerra y tenía dificultades para ocuparse de su hijo de cinco años. Según le contó a la ONG Alianza por la Solidaridad, el 24 de febrero huyó a Rumanía sin su hijo, con un señor que conoció en una aplicación de citas. En Rumanía este señor le robó todo el dinero, por lo que Lubja se quedó en un país que desconocía por completo, sin dinero, sola y aterrorizada. Una organización rumana que acoge a familias ucranianas que han huido de la guerra le proporcionó soporte para continuar su viaje a Alemania, creando un grupo de WhatsApp con todas las personas que le iban a ayudar. Lubja, "asustada y nerviosa", tenía que atravesar cinco países. Además de la organización que le intentaba tranquilizar, otra persona contactó con ella a través de Facebook: quería conocer todos los detalles de su viaje, le iba tranquilizando e insistía en ayudarle. Al llegar a Alemania, el voluntario que acudió a por Lubja consiguió bloquear a este presunto bienhechor de Facebook, sin nunca llegar a saber quién era realmente.

No todas las personas tratantes actúan igual. La Coordinadora de lucha contra la trata en Diaconía España explica que hay redes que lo hacen "de manera muy abierta". Países como Alemania o Países Bajos tienen legalizada la prostitución. Acuden a donde estas personas para ofrecerles trabajo en prostitución, "pero lo que no saben estas personas son las condiciones en las que estarán".

Diferentes países, misma situación

Después de Polonia, Rumanía es el país vecino que más personas refugiadas ha acogido. Según ACNUR, más de 643.000 personas han cruzado la frontera para entrar en este país. "De todas esas personas, tres cuartos son mujeres y niñas", comenta Lee Webster, Asesora de Protección de la Mujer (Women’s Protection Adviser) de la ONG Alianza por la Solidaridad-ActionAid, quien ha estado siete días en Rumanía. Según Webster, las responsabilidades de las mujeres se han multiplicado con el comienzo de la guerra: "Las mujeres tienen que hacerse cargo de todo, tienen la responsabilidad completa de su familia y del futuro de su familia, de los demás parientes, hijos e hijas de otras personas, etc.".

Webster lamenta que la trata de personas es un problema realmente grave en Rumanía, dado que es el centro de tráfico en Europa. Hasta mediados de marzo, el número de casos reportados de trata de personas eran 15.

Atria Mier, gerente de género y protección (gender and protection manager) de la ONG Alianza por la Solidaridad-ActionAid, lleva poco más de una semana en Moldavia. Más de 394.000 personas han cruzado la frontera entre Ucrania y este país vecino. Mier explica que no tienen ninguna información sobre detenciones de redes de trata de personas, pero "por desgracia, son regiones donde tradicionalmente se ha producido y hay mafias de trata de personas".

Ambas resaltan que las primeras personas en salir fueron mujeres y niñas con más recursos económicos, contactos en otros países y también con más información. "Ahora cruza un perfil más variado", explica Mier, a lo que Webster añade: "Ahora vemos mujeres y niñas cruzando fronteras sin nada, sin tener ningún plan".

Según Mier, la escasez de recursos económicos, la diferencia del idioma o el no tener redes familiares aumenta la situación de vulnerabilidad de las mujeres, facilitando la trata de personas: "Hace que sea mucho más fácil abusarlas, engañarlas o aproximarse a ellas con distintos tipos de promesas y captarlas para las redes".

La gerente de género y protección en Moldavia ha querido resaltar la situación de la población gitana. Existen varios factores que hacen más fácil reclutar en la trata de personas a esta población: hay algunas personas que no tienen papeles identificativos, no hablan el idioma y muchas no tienen teléfonos móviles. A todo eso hay que sumarle la discriminación que sufren. "Cualquier persona que se acerque a donde estas personas pretendiendo ’buenas intenciones’, lo tiene relativamente fácil", explica.

Necesidad de medidas a corto, medio y largo plazo

Márquez alerta que está siendo "muy preocupante" la ola de solidaridad que está acudiendo a las fronteras: "Por supuesto que la solidaridad es buena, pero tiene que estar canalizada o acorde con las autoridades para no favorecer que estos delincuentes se hagan pasar por personas altruistas y voluntarias". Después de haber estado en Rumanía, Webster añade que no cree que la mejor manera de ayudar sea acercarse a la frontera: "Es mejor trabajar localmente con servicios locales y centros de recepción de apoyo".

Dadas las circunstancias, lo que ahora mejor puede funcionar, según Márquez, "es informar e intentar que la mejor herramienta en estos casos sea la propia autoidentificación de las personas". Es necesario dar a las personas que llegan de Ucrania información para que generen el conocimiento suficiente para que ellas mismas puedan identificar alguna de estas situaciones. "Es importante proporcionarles información para que ellas mismas puedan pedir ayuda o sepan con quien tienen que irse y con quien no, para que no sufran estas situaciones", agrega.

Además de las medidas preventivas en los puestos fronterizos para cubrir las necesidades más básicas y urgentes, Márquez explica que tienen que ir acompañadas de otras medidas a medio y largo plazo: "Se tienen que desarrollar todas las legislaciones o protocolos necesarios que prevean que estas personas van a estar en el país un tiempo indefinido y tienen que integrarse de manera correcta". Fallar en la integración, no ofrecerles oportunidades laborales, no dejarles participar en la vida comunitaria o la posible creación de guetos supone desarrollar otras situaciones de vulnerabilidad: "Son otras situaciones con una oportunidad magnífica para que los explotadores y tratantes puedan captar a estar mujeres".

"Es más, ya lo estamos viendo a día de hoy", denuncia Márquez, "en páginas de prostitución ha subido exponencialmente la ’oferta’ de mujeres ucranianas". Además, según sacó a la luz el proyecto Desactivalatrata impulsado desde la organización Diaconía España a mediados de marzo, "chica ucraniana", "porno ucraniano" o "porno de refugiadas" fueron los términos más buscados de forma masiva en Google y Pornhub desde el comienzo de la guerra.

El peligro es mayor, pero la situación no es nueva

La Coordinadora de lucha contra la trata en Diaconía España subraya que para entender la situación de la trata de personas en Ucrania, "hay que partir de la base de que antes de la guerra, Ucrania era uno de los países de donde provenían las víctimas de trata en Europa". La situación de vulnerabilidad de las mujeres no es un hecho que haya surgido con la guerra de febrero: "Determinadas situaciones a nivel social generaban determinadas vulnerabilidades en el país".

El informe ’Not a private matter: domestic and sexual violence against women in Eastern Ukraine’ de Amnistía Internacional de 2020 subrayaba que en Ucrania las mujeres siguen estando insuficientemente representadas en la esfera política y que tienen posibilidades limitadas de elaborar leyes y políticas que puedan afectar a sus vidas. Además, son más desfavorecidas que los hombres en los puestos de trabajo de menor categoría y remuneración. Los espacios públicos y los medios de comunicación están saturados de imágenes sexualizadas de cuerpos de mujeres representados como mercancías. Todo esto normaliza la violencia de género contra las mujeres en todo el país.

La situación empeora para las mujeres que viven en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde comenzó el conflicto armado en 2014. Estas mujeres tienen mayor riesgo de sufrir diversas formas de violencia por razón de género, que también se oculta con más frecuencia, debido a diversos factores, por ejemplo, la presencia militar, la falta de seguridad y la omnipresencia de la impunidad real o percibida para los perpetradores. Esta violencia se ve afectada por la crisis económica y la vulnerabilidad de los desplazamientos, entre otros factores.

Asimismo, según el estudio ’Well-Being and Safety of Women’ de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) de 2019, alrededor de 60 millones de mujeres, es decir, el 70% de las mujeres del país, han sufrido alguna forma de violencia desde los 15 años de edad. Además, el 45% de las mujeres, aproximadamente 10,2 millones de mujeres, han sufrido acoso sexual.

"A la situación del país ahora hay que sumarle el estallido de la guerra", explica Márquez. El conflicto armado de febrero ha agravado la vulnerabilidad que ya sufrían anteriormente las mujeres.

Foto: archivo AmecoPress.

“Nombrar las diferencias”: Andrea Medina

  

Ésta es la segunda de una serie de entrevistas a expertas en los derechos de las mujeres, feministas abolicionistas, quienes desde sus distintos ámbitos de trabajo (la academia, la investigación, el periodismo, la defensa de Derechos Humanos) explicarán las implicaciones que tiene cambiar conceptos en las leyes o en las instituciones y desdibujar a las mujeres como sujetas de derechos.

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En esta segunda entrega, Cimacnoticias conversó con la abogada feminista Andrea Medina Rosas, quien tiene casi 30 años de trabajo a favor de los Derechos Humanos de las mujeres y las niñas. 

Entre algunos casos emblemáticos de su trayectoria, Medina Rosas fue parte del equipo jurídico de las organizaciones representantes en el “Caso González y otras vs. México ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, y acompañó en la defensa legal y organizativa a mujeres universitarias que denunciaron casos de violencia dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Angélica Jocelyn Soto Espinosa (AJSE).- Desde el Derecho, ¿cuál es la definición de la categoría “sexo” y “género”?

Andrea Medina Rosas (AMR).- El Derecho regula e interviene sobre todos los ámbitos de la sexualidad. El sexo y el género tienen que ver con la sexualidad pero es muy importante que no lo reduzcamos sólo a eso, ya que la sexualidad también incluye la reproducción, el parentesco, el estado civil o la preferencia sexual. 

Refiriendo a (la antropóloga) Marcela Lagarde y de los Ríos en su libro “Género, feminismo, desarrollo humano y democracia”, la sexualidad humana es el conjunto de experiencias humanas basadas en el sexo y constituyen un conjunto de elementos, no sólo de la experiencia sino de las significaciones sociales, que se hacen en torno al sexo y al género. 

Eso determina las posibilidades de vida de cada persona y constituyen grupos sociales determinados biológicamente, socialmente, culturalmente, políticamente. La sexualidad no se queda sólo en el erotismo y sólo a la categoría relacionada a la base biológica del sexo, sino que incluye todo eso y muchas más categorías que están significadas socialmente y que determinan a cada persona. 

El Derecho no es que defina exactamente cada una de estas categorías sino que reconoce que esas condiciones sociales juegan un papel social importante en el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos y libertades de las personas. 

En el ámbito en el que más se han desarrollado y definido estas condiciones es en el derecho a la no discriminación o el deber de los Estados a no discriminar. Ahí podemos ver el conjunto de categorías que se han incluído, entre ellas sexo, género, nacionalidad, la situación de migración, clase social, etcétera, que son importantes para hacer un análisis de las relaciones de poder y para la definición de políticas públicas. 

AJSE.- ¿Cómo se llegó al reconocimiento de esas condiciones sociales que afectaban de manera diferenciada el ejercicio de los derechos y qué aportó el feminismo a ello?

AMR.- Históricamente las primeras condiciones que se tomaron en cuenta fue la raza, la condición de sexo en relación a las mujeres y la edad, con la Convención de los Derechos de las Niñas y los Niños. 

En el caso de la Convención sobre Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de 1979, se reconoció que ningún país trata igual a las mujeres que a los hombres, por lo tanto, la discriminación que se identificó fue en relación a las mujeres sobre la base del sexo. 

Lo que aporta el feminismo es que socialmente se reconozca que por la condición sexuada de las personas también hay situaciones de relaciones de poder que afectan el acceso y reconocimiento de derechos y libertades. 

Esto es muy importante porque en toda la construcción jurídica del Derecho moderno se trató de omitir que en relación a la sexualidad existían construcciones sociales que afectaban ese reconocimiento, goce y ejercicio de los derechos y las libertades. 

Por ejemplo, desde el siglo XVIII todo el debate de la igualdad jurídica pasaba por el reconocimiento de que las personas tenemos la capacidad de raciocinio y, por lo tanto, la libertad para elegir y para decidir, pero en ese debate predominó la tendencia a decir que las mujeres no teníamos la misma capacidad de raciocinio que los hombres y, por lo tanto, nuestro reconocimiento social y jurídico de la libertad se restringió. 

Eso afectó directamente toda la igualdad, ya que al decir que nosotras no teníamos la misma capacidad de razonar y de decidir, no podíamos ir a la universidad, ser ciudadanas y elegir quién nos represente,  o también nosotras representar a los demás.

El Derecho moderno se estructura de una manera que asume que todo lo vinculado con la sexualidad está dado simplemente por la naturaleza. ¿Qué hace el feminismo? Dice: no, todo lo relacionado con la sexualidad está cruzado por significaciones sociales y culturales y, por lo tanto, está cruzado, al igual que todas las otras categorías, por relaciones de poder. 

Ese es el gran aporte de tener los conceptos de sexo y género en el ámbito jurídico y en las otras disciplinas. Se logró sacar todo lo relacionado con la sexualidad del ámbito supuestamente natural y, por lo tanto, no pactable y no discutible. Y se dijo: esto se analiza, se discute y se pacta para definir qué derechos y libertades se garantizan.

Empezamos en general con las categorías de sexo y género pero a la par fuimos desarrollando categorías que tienen que ver con la sexualidad, por ejemplo, todo lo relacionado a la reproducción, como la maternidad o las licencias por maternidad y de paternidad, o toda la discusión sobre, por ejemplo, si la reproducción asistida se puede hacer o no. Antes era si las células madre, si los ovarios, si el esperma se puede donar o vender, ahorita volvemos a tener el debate en el eje de la reproducción con el tema de los vientres de alquiler, que decimos que no pueden entrar al mercado porque son Derechos Humanos. 

AJSE.- ¿Qué protegen y quiénes son las o los sujetos de los derechos en los instrumentos internacionales como la CEDAW o la Convención de Belém Do Pará?

AMR.- Los Derechos Humanos son derechos para todas las personas pero desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos se reconoció que por construcciones sociales, de acuerdo con ciertas condiciones o situaciones sociales, se restringen el reconocimiento o el goce y ejercicio de esos derechos. 

En relación a la condición de sexo y género se reconoció desde las Naciones Unidas que los hombres no tenían un problema en el reconocimiento, goce y ejercicio de sus derechos en tanto hombres, pero que las mujeres sí los teníamos, por ejemplo, para que se nos reconociera como ciudadanas, titulares de derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.

Lo que hemos nombrado como DH de las mujeres es reconocer que históricamente hemos sufrido una discriminación en el mundo jurídico y que el Estado tiene la obligación de construir obligaciones reforzadas que garanticen la igualdad no solo formal sino también sustantiva entre mujeres y hombres, y que garanticen la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres, eso implica eliminar todos los privilegios que tuvieron los hombres históricamente. 

Las convenciones específicas que hablan de derechos de las mujeres obviamente se refieren a las mujeres pero eso no significa que son derechos aparte, sino que es el reconocimiento de la necesidad de decir que esos DH reconocidos en la Convención Universal son también derechos de las mujeres. 

Ahí mismo hay un reconocimiento también por otras condiciones vinculadas a la sexualidad como la preferencia sexual y se ha estado luchando durante mucho tiempo para que se reconozca como un motivo de discriminación y a apartir de ello que se puedan construir garantías especializadas y reforzadas para que esa preferencia sexual no afecte la igualdad en derechos y libertades. 

En la CEDAW y la Belém Do Para, los sujetos a los que se refiere son las mujeres pero en sus diferentes condiciones, sean niñas, adolescentes, adultas mayores, embarazadas, etcétera. De hecho, la Belem Do Para en su artículo 9 plantea que los Estados deben tener presente que para trabajar la violencia contra las mujeres hay que reconocer que tienen a su vez otras condiciones sociales que deben tomarse como prioridad. El Derecho no toma de manera aislada solo la condición de género sino que la prioriza para poder articularla con otras condiciones que también pueden ser motivos de discriminación. 

AJSE.- ¿Qué implica cambiar los conceptos en la legislación, por ejemplo, modificar el artículo 4 de la Constitución mexicana para quitar las palabras “mujer” y “hombre” y poner en su lugar “persona”?

AMR.- Ese cambio es un retroceso porque la primera base jurídica que se tuvo para pensar la igualdad fue decir: no vamos a tomar ninguna diferencia. Eso es lo que nombramos como una igualdad sin reconocimiento de las diferencias, pero surge de una idea de que lo universal y esa igualdad formal implica que las especificidades afectarían eso universal. 

Esa es una idea que tuvimos mucho tiempo en el Derecho pero a partir de la comprensión del deber de la no discriminación nos dimos cuenta que las especifidades y las diferencias no contravienen lo universal y la igualdad, sino que al contrario, eso universal y esa igualdad refieren el reconocimiento de esas diferencias. 

El debate feminista sobre la igualdad y la diferencia fue central en esa discusión. Dijimos: la igualdad y las universalidades es un pacto, es un principio, pero ese pacto no es la realidad. No es que una persona crea la ley y la realidad se transforma, la ley tiene que establecer políticas públicas y obligaciones para que la realidad se transforme: la realidad es que todas las personas tenemos diferencias, no sólo de sexo y género, también de edad, de nacionalidad, etcétera, y a lo largo de la vida se van modificando todas esas condiciones. 

El Derecho tiene que relacionarse con la realidad, ¿de qué forma el Derecho bajo sus principios de igualdad y universalidad se relacionaría correctamente con la realidad? Reconociendo de manera positiva todas las diferencias que existen. 

Antes sí se reconocía que había mujeres pero de manera negativa y restrictiva de nuestros derechos. Pasamos de un Derecho que hablaba en masculino y de manera general, a un Derecho que reconoce y nombra cada una de las diferencias que tenemos. Omitir la diferencia sexual que tenemos en la realidad es regresar a este elemento en el que supuestamente eso universal sólo se va a garantizar sin nombrar las diferencias. El paso acertado que logramos jurídicamente es que se tienen que nombrar las diferencias.

El artículo cuarto constitucional que primero habló de “varones y mujeres” y luego de “hombres y mujeres” es central para reconocer la condición sexuada de las personas. 

AJSE.- ¿Qué implicaciones tiene incluir en las leyes conceptos vinculados con la identidad, como “persona gestante”?

Ahora se ha abierto un eje (de debate en el Derecho) sobre lo que se nombra como identidad de género. El Derecho no había entrado con tal detalle a cuestiones de identidad porque no puede reconocer solo cosas individuales, sino que retoma lo que se construye de manera general desde la sociedad y hace siempre un diálogo y una relación con lo que sucede con cada persona. Es parte de las características del Derecho. No puedes legislar para una persona, tienes que decir: estos son derechos generales, en igualdad para todas las personas, que se pueden aterrizar de acuerdo a condiciones que se comparten por grupos sociales. 

Si yo soy lesbiana u homosexual, no es sólo que yo me nombro lesbiana u homosexual, sino que hay toda una construcción social que significa esa preferencia sexual. El Derecho retoma estos elementos. Lo que ahora algunos grupos están planteando es: yo quiero que se me reconozca a mí, por lo que yo digo, sin que eso que yo digo sea una condición más amplia generalizada. 

Ahí entramos a un problema muy severo jurídicamenet que se tiene que debatir con mayor seriedad y no solamente decir que el Estado, sin ningún proceso, me reconozca un cambio de nombre, de sexo, etc. Todo lo que está relacionado con las condiciones sociales pasan por procesos de reconocimiento. Por ejemplo, no cualquier discapacidad es reconocida jurídicamente para tener un apoyo del Estado. Si yo quiero hacer un cambio de nombre, se tiene que hacer todo un juicio, todo un procedimiento para decir: sí es la misma persona. Lo que buscamos es dar certeza no solo a la persona sino a la sociedad sobre con quién se está trabajando. 

Lo que yo he registrado es que se dice “mujeres gestantes” y “personas gestantes” pero hay una tendencia de querer omitir mujeres y dejar solo personas, supuestamente señalando que personas es un término más inclusivo. Pensar que lo más abstracto es lo más inclusivo no corresponde al deber de no discriminación, el deber de no discriminación requiere que seamos específicas de acuerdo a las condiciones que ya hemos reconocido que pueden motivar discriminación. Sabemos que la condición sexuada de las personas y la condición de género pueden ser un motivo, por eso es importante nombrarlas. 

Esto que se va planteando como súper inclusivo en realidad lo que está haciendo es regresarnos a las formas anteriores en las que las mujeres quedamos invisibilizadas, y no solo las mujeres sino también otras condiciones sociales. Esto de personas gestantes o personas menstruantes, o un lenguaje en el que no se reconozca la condición sexuada, no necesariamente está incluyendo más, sino que está borrando una especificidad que nos ha costado muchísimo trabajo que se reconozca y que todavía no se ha eliminado la discriminación por esa especificidad.

Si ya se hubiera eliminado la discriminación contra las mujeres, yo diría: va, pensemos otras formas, pero todavía existe la discriminación contra las mujeres, entonces querer incluir otras condiciones sociales que pueden motivar discriminación excluyendo o invisibilizando a  quienes siguen siendo discriminadas, refuerza la discriminación. 

El Estado tiene la obligación de generar todo lo que esté en sus manos (educación, publicidad, debates, cuestiones jurídicas, políticas públicas) para que esa construcción que ha llevado a decir que las mujeres no existen, que no se deben nombrar, que no pueden pactar, sea eliminada. Sin embargo, esa construcción prevalece, todavía existe. Decir ya no nombremos la condición sexuada para incluir a otros”, no, no se puede incluir excluyendo. 

Por eso todas las definciones de discriminación en todos loa convenios y leyes siempre van nombrando edad, sexo, raza, clase, género, nacionalidad, opinión política, preferencia sexual, y cualquier otra. Ese “cualquier otra” es muy importante porque jurídicamente hemos dejado la puerta abierta para que se sumen otras condiciones.

Que ahora se quiera decir: vamos a sumar un nuevo motivo de discriminación que hemos reconocido por identidad sexogenérica o transexualidad, quitándo otra cosa que no se ha eliminado como motivo de discriminación es en sí mismo un motivo de discriminación.

AJSE: ¿Entonces hacia dónde debe ir la transformación del Derecho para la eliminación de esas relaciones de poder y de construcciones sociales que impiden los derechos de las mujeres?

-Los debates en el Derecho todavía se deben mantener y están abiertos pero en torno a la sexualidad, pensando en que la sexualidad abarca muchos ámbitos: la reproducción, el parentesco, el género, la preferencia sexual.

Cada uno de esos ámbitos están en proceso de cambio como la clase social, la raza, la edad. En el siglo XIX ni siquiera se hablaba de niñas, niños ni de mucho menos adolescencia, eso fue a mitad del siglo XXI y siglo XX. Todo lo que se refiere a la humanidad está en constante cambio. Lo que estamos creando es garantías reforzadas de acuerdo a lo que cada contexto y cada condición se requiere para mantener la igualdad, no sólo formal, sino también sustantiva; jurídicamente no sólo se reconocen los derechos sino que importa también cómo se garantizan; por ejemplo, cuáles son los procedimientos, cómo se diseñan las políticas públicas, cómo se ejerce la participación ciudadana. 

Tienes que hacer un debate pero siempre con libertad de expresión y libre de violencia.  Este debate en torno a la identidad sexogenérica se está queriendo hacer violentando la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y con mucha violencia. Jurídicamente eso es contrario a los DH, y ahí sí es un eje a reflexionar cómo ciertas instancias públicas dedicadas a la no discriminación y de DH no están garantizando esos elementos que son de procedimiento. En el derecho nos importa el fondo y la forma. Tenemos reglas para todo eso. 

22/AJSE/LGL

Nacer devaluadas, la realidad de las niñas en México

  

CIMACFoto: María Esparza Quintana

En México la grave desigualdad en la que nacen y viven las niñas no ha cambiado casi nada en los últimos 20 años. A pesar de las acciones para revertir la discriminación de la violencia estructural, los avances son lentos, y aún hoy el nacimiento de las niñas es motivo de preocupación para sus madres por el futuro que les espera.

Kimberlé Crenshaw feminista afroamericana nos ayudó a entender a través de la interseccionalidad, cómo un mismo hecho o condición afecta de manera diferenciada a las mujeres y a los hombres, y específicamente a las mujeres mismas según sus múltiples identidades. El ejemplo más reciente de las mujeres afroamericanas asesinadas por la violencia policial invisibilizadas en medio del movimiento de protestas por las agresiones contra hombres afroamericanos. Los nombres de ellas eran desconocidos, invisibles.

Es claro, la diferencia persiste a pesar de las décadas de lucha feminista.

En algún momento el organismo internacional ONU Mujeres afirmó que faltaban 50 años para alcanzar la igualdad salarial entre las mujeres y los hombres en el mundo. Países muy avanzados en el tema como Islandia, Noruega, Finlandia y Suiza, que aventajaron a los demás países por casi 100 años en el reconocimiento del voto femenino, apenas están logrando la igualdad salarial en algunos ámbitos.

En muchas regiones del mundo el matrimonio infantil forzado, el matrimonio servil, no son las únicas formas de violencias que distinguen con muchísima claridad a las niñas, ubicándolas en contextos de desigualdad desde antes de nacer. Aquella vieja frase para explicar la desigualdad histórica que viven las mujeres sigue estando vigente: las niñas nacen devaluadas, en algunos países como India y China, aún hoy día se “estimula” el nacimiento de las niñas, en México se implementaron hace algunos años las becas más altas para -de alguna forma- garantizar que las niñas permanecieran en las aulas.

Nacer devaluadas para las niñas en México es la realidad más antigua y vigente que agudizará ese contexto de violencia estructural que antecede una vida de desigualdad, invisibilización, violencias económicas y tristemente, la violencia sexual mediante el abuso, la explotación, los matrimonios tempranos, el embarazo infantil que constituye violencia sexual, la trata, la explotación sexual, matrimonios y embarazos tempranos, todo para llegar a una edad adulta con salud deteriorada, sin recursos ni redes y sin preparación para la autonomía económica.

Las niñas en México y en muchas partes del mundo nacen devaluadas, pero esa “devaluación” se perpetúa mediante la explotación del trabajo no remunerado, sin el apoyo de la familia en embarazos tempranos, con la sexualización infantil, con escenarios de abuso sexual normalizado al grado de que a nadie le asusta ni le sorprende que una niña sea “la mujer” de un hombre 20 años mayor.

Lo he dicho y escrito e insistiré en el punto: nos debería llenar de vergüenza como sociedad que se piense que las niñas o las adolescentes son prostitutas, y creer que pueden consentir libremente en el abuso y la explotación que beneficia a otros.

A finales de los 90 las políticas públicas en México impulsaron programas de becas para promover que las niñas y los niños asistieran a las escuelas, pero se hizo énfasis en la necesidad de garantizar mediante acciones afirmativas que las niñas se mantuvieran en la escuela, si era necesario dotar de unos pesos más a las becas para hacer desistir a las familias de que fueran ellas las sacadas de las aulas.

Veinte años después tenemos un importante incremento de las niñas en las aulas, más mujeres jóvenes egresando y estudiando el nivel de licenciatura; parece haber quedado atrás la desigualdad que hacía que menos mujeres se graduaran. Y digo parece, porque este cambio se refleja en algunos ámbitos, pero en la zona rural y entre algunas comunidades semiurbanas o de las periferias urbanas, las niñas afrontan graves dificultades para tener acceso a una alimentación adecuada, servicios de salud, y eso si sobreviven a la violencia de las calles y a la del ámbito familiar, violencia feminicida y sexual.

Basta voltear fuera de las grandes ciudades para darse cuenta de que la realidad de las niñas en México afronta la desigualdad por “nacer devaluadas”, víctimas de incesto, abuso sexual en las aulas, en las carreteras, en los caminos, precarizadas, mal alimentadas, cumpliendo con tareas escolares y trabajo de cuidado en las casas sin ninguna remuneración, afrontando el embarazo adolescente e infantil, nulo interés por la investigación de los abusos que denuncian cuando se atreven.

Nacer niña en este país es llegar con menores posibilidades para afrontar la vida en igualdad, es ubicarse en ese “cruce” en el que además de ser mujer, está el haber crecido sin oportunidades de estudio, con una vida de trabajo sin llegar a tener propiedades, afrontar la violencia patriarcal incluso con violaciones correctivas, siendo invisibles o “anómalas” si salen de la feminidad hegemónica impuesta es ser mujer, menos las mujeres; violentadas porque no entran en lo que se define como “mujer” en el imaginario colectivo, en un mundo en el que las niñas luchan por ser visibles, nombrarse y existir a pesar de nacer devaluadas.

segunda parte 

CIMACFoto: Sonja Gerth

En una ocasión escuché a una mujer embarazada decir a otra que ya le faltaba poco y que estaba muy contenta porque pronto daría a luz, la acompañante le preguntó si era niña o niño y ella muy emocionada y feliz le respondió que era “niño”, y justificó su alegría diciendo: “mejor, ya ves que las niñas sufren demasiado”; una mujer que tenía muy claro por experiencia propia lo que significaba las diferencias de oportunidades desde antes de nacer para las niñas y los niños.

Esta anécdota no es una invención, es real y la recuerdo constantemente, ni siquiera tiene muchísimo tiempo, quizá hace tres años que la oí en la Ciudad de México. El mundo lo tiene clarísimo, en varios países se continúa restringiendo el acceso a la educación de las niñas desde la etapa preescolar y el pronóstico sobre su presente y futuro está directamente relacionado con la expectativa, la carga de los estereotipos que pesan sobre el nacimiento de las niñas que afecta sus oportunidades de salud, alimentación, educación y en consecuencia esperanza de vida.

Aunque poco se ha avanzado en romper los estereotipos o modelos a seguir para las niñas, cada vez son más mujeres que rompen estereotipos y demuestran lo que siempre supimos, que las niñas igual pueden ser futbolistas, deportistas, abogadas, ingenieras, boxeadoras y arquitectas, pero para tener esas oportunidades aún necesitamos transformar el mundo en un mejor lugar para ellas.

Hace varios años a nivel global se emprendió una campaña denominada “Efecto niña”, un poco después se impulsó la campaña mundial “Niñas, no esposas”, luego se empezó a hablar de las acciones “Niñas, no madres”, y no es de sorprenderse que aún hoy todavía en muchas partes del mundo es muy común que las niñas son entregadas como “esposas” para que la familia se quite el peso que significa tener una boca más que alimentar, consideradas débiles de fuerza y por ende de escaso aporte de fuerza de trabajo, a las niñas se les restringía la expectativa de ejercer cualquier profesión que transgrediera la idea de la femineidad hegemónica hoy tan ensalzada y caricaturizada.

Malena, Candy, Brígida, Fátima, Verónica y muchísimos nombres más tienen algo en común, son las niñas de las que tengo memoria reciente y lejana cuyas vidas fueron cegadas desde la infancia por la violencia feminicida cuando aún no existía el término o cuando eran estadísticas de muertes accidentales y/o vulneradas sexualmente.

Quizá la dimensión de esa realidad la pueden dar las que hoy son mujeres adultas que, pese a los pronósticos, superaron la adversidad y se sobrepusieron a todas esas condicionantes que se presentan en la vida de las niñas para permitirles llegar a ser adultas, mujeres atravesadas por múltiples condiciones de violencia sobre sus vidas, venir de las periferias, ser pobres, niñas que son sobrevivientes de violencias y que saben lo que es vivir con el estigma de ser víctima de un abuso sexual en lugares en donde se criminaliza más a las víctimas que a los agresores.

Vivir en un país en el que las discusiones se centran en lo que desde el centro se considera importante, menos en la realidad que les ha tocado vivir a ellas, las niñas olvidadas de una sociedad que de tan progresista ya se olvidó de que la desigualdad empieza desde antes de nacer para muchas, que no es lo mismo ser mujer en una ciudad en la que tienes acceso a los alimentos, a la educación, a los cuidados que ser niña en las periferias.

Que incluso para muchas niñas el acceso a toallas sanitarias e insumos de gestión de su menstruación es un lujo que no pueden darse y atienden estas necesidades con telas, además de las anemias a las que deberá sobreponerse por dismenorrea, por sangrados dolorosos y abundantes que la avergonzarán y marcarán sus primeros años escolares, en espacios públicos en los que vivirá el acoso y la violencia sexual apenas empiece a mostrar el crecimiento de sus pechos, en una sociedad que sexualiza a las niñas y rivaliza con ellas.

En una familia en la que sus propias madres son educadas para tratar de expulsar desde temprana edad a sus hijas porque las miran como competencia sexual, o porque ellas creen que buscándoles un “marido” a temprana edad, les están resolviendo la vida que de “todas formas terminaría con un abuso”, víctimas de incestos familiares y abusos de conocidos.

En promedio en México las víctimas de trata son en 70 por ciento mujeres, y más del 30 por ciento son menores de edad, algunas estadísticas globales destacan que en México el particular problema es la venta de niñas como “esposas”, matrimonio servil, esclavitud y trata, hablamos de al menos cinco entidades de la República en los que los embarazos infantiles están relacionados con esos “acuerdos” en los que el producto de venta o intercambio por un cartón de cervezas[1] es una niña.

No, no estamos ni tantito cerca de la igualdad anhelada, urge visibilizar todas estas desigualdades históricas que no son discurso, son realidad en la vida de miles de niñas que deberían ser la única urgencia y prioridad en las acciones a favor de las mujeres en México.

No podemos para nada hablar de las más discriminadas entre las discriminadas si no ponemos en primer lugar a las niñas de México, cientos y miles de niñas desaparecidas, raptadas, secuestradas, explotadas, abusadas, asesinadas, cuyos nombres están en el silencio absoluto porque a mucha gente le parece que no son “moda”, pero para algunas defensoras las prioridades son ellas y solo ellas, las niñas que desde el nacer llegan a este mundo más que devaluadas.

Es justo que otras personas desde sus propias condiciones coloquen en sus agendas otras prioridades, pero también tenemos el derecho a exigir justicia para las niñas en México antes, mucho antes que pensar en otras agendas de derechos humanos de los que ya se ocupan otras personas. Déjennos seguir hablando y colocando en primer lugar a las niñas a quienes elegimos defender su derecho a una vida con dignidad, el derecho a vivir en un país en el que las discusiones y los debates se van por otro lado, una vez más invisibilizando a las más invisibles.


Concede Poder Judicial, suspensión provisional a Roxana, acusada de homicidio con exceso de legítima defensa

  

Es de recordar que Roxana es una joven, madre soltera de un niño de 4 años de edad e indígena. Actualmente enfrenta un proceso penal en el Estado de México por haber actuado en defensa propia contra un hombre que abusó sexualmente de ella. Si bien el pasado 15 de febrero Roxana consiguió llevar su proceso en libertad, el pasado 10 de abril el Tercer Tribunal de Alzada en materia penal, en Texcoco, le notificó que admitió un recurso de apelación que interpuso la familia de su agresor en contra de esta decisión, por lo que al presentarse en su próxima audiencia, con fecha de hoy, 18 de abril, estaba en riesgo de ser detenida para enfrentar nuevamente su proceso en prisión.

No obstante, la suspensión temporal que concedió la mañana de este 18 de abril el Juzgado de Distrito en Nezahualcóyotl, Estado de México, deja en pausa la orden del Tercer Tribunal de Alzada en materia penal.

Esta suspensión se logró luego de que desde el 11 de abril, Roxana y su defensa legal (a cargo de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos A.C) interpusieron un amparo en contra de la decisión del Tercer Tribunal, sin embargo, debido a que se atravesaron las vacaciones por semana santa, no había certeza de si el amparo sería admitido antes de este lunes 18 de abril, cuando se tenía prevista la audiencia por medio de la cual Roxana sería regresada a prisión.

Al mismo tiempo que este recurso legal, Roxana y las colectivas feministas que la apoyan (entre ellas Nos Queremos Vivas Neza) mantuvieron plantones afuera de las oficinas del Poder Judicial de la Federación en Nezahualcóyotl para exigir que diera una respuesta a tiempo para que Roxana pudiera defenderse en la audiencia de este día.

De acuerdo con lo que explicó Roxana en entrevista con Cimacnoticias, la suspensión que se les concedió esta mañana sí la protege para que en la audiencia de hoy ella pueda evitar que la lleven detenida nuevamente al Penal de Neza-Bordo, sin embargo, no es un recurso definitivo sino que es vigente hasta que el Poder Judicial de la Federación revise en una próxima audiencia que se llevará a cabo el 22 de abril las pruebas y argumentos que presente la defensa legal de Roxana.

Es de recordar que el delito por el que se acusa a Roxana tiene una pena mínima de seis meses (que es lo que se busca para Roxana); no obstante, la joven ya pasó en prisión preventiva y sin sencencita un total de nueve meses, durante los cuales se tuvo que reponer parte del proceso en su contra porque se encontró que durante la fase inicial no se investigó ni se juzgó con perspectiva de género, con debida diligencia ni con perspectiva intercultural en razón de su condición étnica.

Además, aunque Roxana denunció desde el momento de su detención que había sido abusada sexualmente y ha buscado demostrar que actuó acorde a las circunstancias que amenazaban su vida, la Fiscalía de Homicidios del Estado de México la acusó del delito de homicidio con exceso de legítima defensa y del delito de violación a las leyes de inhumaciones y exhumación.

Este mes y medio en libertad, Roxana se reunió con su hijo, consiguió un nuevo lugar para vivir, intentó adaptarse a una nueva vida y ha cumplido con todas las medidas que le impuso el Juzgado de Control como parte del proceso penal en su contra: firmar todos los lunes, tomar terapia psicológica, ir a talleres cada lunes, presentar informe de antidoping y resultar negativo a cualquier estupefaciente, presentar constancia de residencia cada mes, presentar una carta compromiso, asistir a las audiencias, no salir de la ciudad y no ingerir bebidas alcohólicas.

22/AJSE/LGL

La aversión al feminismo y a las mujeres. #ParidadQueSirvaALasMujeres

 tribunafeminista.org

Después del escándalo en la Cámara de Diputados Federal, el pasado 31 de marzo, día de la visibilidad trans, protagonizado por dos Diputades Trans, Salma Luévano y María Clemente García Moreno, por cierto, escándalos con los que nos asombran a menudo, justo cuando se discutía la ley de infancias trans, en la que se estaba discutiendo si las niñas, niños y adolescentes en el umbral de la pubertad pueden recibir bloqueadores de la pubertad.

En México todos los códigos civiles y la propia Convención de los Derechos de la Niñez establecen que niña y niño son toda persona desde su nacimiento hasta los 18 años de edad, lo que eso significa que están sujetos a la patria potestad y custodia de sus madres y padres.

Sin embargo, no faltaron las voces discordantes, como la de la Sra. Marta Lamas que sale hoy con su artículo en la Revista Semanal Proceso con un texto que titula: La aversión a las personas diferentes, donde por lo menos reconoce que:

” El tema de las “infancias trans” es muy complejo, pues implica cuestiones de salud, derechos humanos y libertad. Hay que distinguir con mucho cuidado el rechazo de algunes niñes a pautas culturales relativas al aspecto, el vestido y los juguetes, de lo que es una identidad de género trans. No todo varoncito que se quiere vestir de princesa y jugar con muñecas se convertirá en una mujer trans, así como tampoco toda niña que se niegue a usar vestidos y quiera traer el pelo al rape será un hombre trans. Hay una diferencia sustantiva entre ciertas rebeldías y la vivencia de tener determinada identidad. Y cuando durante años se persiste en la vivencia, y se acerca la etapa en la que el cuerpo infantil se empieza a transformar (sea con la menstruación y el desarrollo de los senos o con el engrosamiento de la voz y la aparición de bigote y barba), entonces hay que tomar la decisión de si bloquear o no ese proceso. Pasarán cinco o siete años para que la/el púber alcance la mayoría de edad y así pueda tomar una decisión más definitiva. …

… El tema es espinoso y requiere ser abordado con conocimiento, respeto y cuidado, pues es muy común tratar a niñas, niños y adolescentes como seres incapaces de decidir sobre cuestiones que les afectan, y se les subordina a las decisiones de sus padres y madres.”

En su artículo Lamas defiende el derecho de las niñas, niños y adolescentes a que participen en las decisiones que les afecten, y con esta postura, lo que sigue es que nos proponga que las niñas, niños y adolescentes decidan tener relaciones sexuales con personas adultas.

Y aunque reconocemos que tuvo la sensibilidad de reconocer que es un tema difícil que tiene implicaciones y que no todas las niñas y niños que se rebelan con los roles de género que les asignan según su sexo, eso no lo reconoce, por lo menos dice que eso no quiere decir que todos tengan la identidad trans.

Tampoco mencionó que los bloqueadores de la pubertad son bombas hormonales que puede traer graves consecuencias en la salud de las niñas, niños y adolescentes, como cáncer, infertilidad, osteoporosis, y otros muchos padecimientos.

Lamas defiende el derecho de las niñas, niños y adolescentes a que participen en las decisiones que les afecten, y con esta postura, lo que sigue es que nos proponga que las niñas, niños y adolescentes decidan tener relaciones sexuales con personas adultas.

Pero aunado a esto, y mientras esperamos que la propuesta de reforma a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y a la Ley General de Salud, en la Cámara de Diputados para dejar claro que es trata de personas y tráfico de órganos, sea dictaminada, para poner un freno a los vientres de alquiler, el Senado de la República se apresta a aprobar la propuesta de 2018 de Olga Sánchez Cortero y una nueva propuesta presentada por Sylvana Beltrones, una Senadora por Morena y la otra por el Partido Revolucionario Institucional. Incluso organizaron en días pasado un foro en el que incluso tuvieron el descaro de llamarlo Hacia la Reglamentación de la Maternidad Subrogada, donde hubo dos voces  abolicionistas, Julia Aparisi a distancia y Ana Elena Contreras del Frente Nacional Feminista Abolicionista, pero incluso hubo una del Comité de Bioética y otra que nos consta que es abogada de las agencias de vientres de alquiler, lo que nos dejó ver que ambas senadoras Sánchez Cordero y Beltrones, cada una por separado traen una agenda oculta, por cierto, el negocio multimillonario de los vientres de alquiler, hoy ya son un objetivo del crimen organizado.

Es tan triste que pseudo feministas estén a favor de estos temas, cuando no es una demanda sentida de las mujeres, no hay multitudes demandando su reglamentación, incluso las estadísticas que manejan las propias senadoras proponentes de la reglamentación de los vientres de alquiler establece que el 16 por ciento de las parejas en México sufren de infertilidad, porcentaje que resulta muy alto, pero aún así no deja de ser una minoría.

Ahora bien, nos ha llamado mucho la atención cómo las senadoras interpretan el Artículo 4º. Constitucional, por cuánto al derecho a fundar una familia, ya que a la letra dice:

“ARTICULO 4 – El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos. Toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. …

En ningún lado establece que es necesario tener hijos para fundar una familia, ni tampoco dice que es un derecho de las familias tener hijos y usar técnicas o prácticas de reproducción asistida cuando sean infértiles. El derecho que queda claro es a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos.

Cuando en el país hay una crisis de desaparición de mujeres y niñas, cuando el número de feminicidios rebasa los 12 diarios, y cuando el número de violaciones sexuales de mujeres y niñas llega a números escandalosos, en esta la Legislatura de la Paridad, resulta que a este respecto no se hace nada, y están más preocupadas por reglamentar la explotación reproductiva de las mujeres de escasos recursos o en exclusión social, mujeres jefas de familia, solas, y con hijos previos, que son parte de los requisitos de las agencias de vientres de alquiler.

La paridad en todo, tiene que garantizar los derechos de las mujeres, defender sus causas, no intereses oscuros ni de hijas o padres, es de las mujeres para las mujeres. Por eso decimos #ParidadQueSirvaALasMujeres.

Cuándo entenderá el Senado y las senadoras proponentes que los deseos no son derechos y que las mujeres no somos incubadoras para gestar y parir para otros. Y que, además, las niñas y niños no se ordenan, compran y venden por contrato.

Lo que yo detecto es que existe una verdadera aversión contra el feminismo y contra las mujeres que sólo puede deberse al patriarcado y al machismo neoliberal que galopa en nuestro país de la mano de los más siniestros intereses de la delincuencia organizada, tanto políticos, como económicos. Si bien dicen que las feministas abolicionistas mexicanas, “patriarcado y capital, son una alianza criminal.

Pero, además agrega la que en algún momento llegó a ser una voz autorizada de feminismo y que se ocultó tras un discurso liberal su misoginia, Lamas.

…»La transfobia surge de emociones como el asco, la repulsión y el miedo. Dado que nadie acepta tener miedo (¿de la atracción?), el asco resulta ser uno de los argumentos que se expresan con más frecuencia. Desde la antropología se interpreta que sentir asco o repugnancia ante un ser humano diferente construye “otredad”. Los límites entre lo que aceptamos y lo que rechazamos crean una división entre “nosotros” y los “otros”. Zaldívar lo entiende muy bien. En un comentario acerca de lo ocurrido en el Congreso, el presidente de la Corte dijo que la transfobia es “producto de la arrogancia de quien se siente superior y poseedor de la única verdad, pero en el fondo es miedo a quien es diferente”…

…“¿Qué hacer ante el miedo a la diferencia? La politóloga Wendy Brown, en un libro reciente titulado Regular la aversión, pone en el centro algo fundamental: ante la aversión, que es un agudo rechazo hacia las personas diferentes, hay que desarrollar la tolerancia. Sí, de acuerdo, necesitamos más tolerancia, ¡y de ambos lados!”

De verdad será en serio que piensa que la transfobia, que puede llegar a ser un crimen de odio, se reduzca al asco a la otredad. Flaco favor les hace a quienes dice defender. Pero además su conclusión es muy pobre, se reduce a tolerancia de ambos lados, cuando los trans nos acusan de ser las culpables de los transfeminicios y abrazados de esta falacia nos atacan, nos persiguen, nos insultan, nos incluyen en listas negras, etc., etc.

Pero resulta que Wedy Brown es totalmente queerista pura y dura, incluso es pareja de Judith Butler. Por cierto, otra blanca, privilegiada, de ojos claros que cobra en dólares por estar sentada en un escritorio o frente a grupo en la Universidad de Princeton y en la Universidad de California, en Beckerley. Las referencias de Lamas, son, sin lugar a dudas, personas que la ayuden a ubicarse a favor de las legítimas demandas de las mujeres y las niñas.


[*] Coordinadora del Frente Nacional Feminista Abolicionista.

StopNCII, la plataforma que evita la difusión de contenido íntimo sin consentimiento

 

Ciudad de México. Frente a la difusión no consensuada de imágenes o videos íntimos se creo la plataforma StopNCII.org , que permite colocar a estos contenidos una huella digital para impedir que sean compartidos en redes sociales como Instagram y Facebook. Fernanda Vera, cofundadora de Defensoras Digitales en Baja California, nos contó en De la X a la Y más sobre esta herramienta.

De la X a la Y es una producción realizada por CIMAC e Ibero 909, se transmite todos los miércoles a las 13:30 horas en la 90.9 FM de la Ciudad de México. 

El horizonte económico inmediato

CIMACFoto: César Martínez López

La pandemia del Covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania acelerarán de manera inevitable esta tendencia desglobalizadora.

Junto con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la ruptura en las cadenas globales de valor atribuible a la pandemia fue una primera gran señal de alerta sobre la vulnerabilidad del sistema económico actual. La escasez de semiconductores que aún afecta a la industria automotriz y electrónica en el mundo, así como el aumento desmesurado de los costos de los fletes de Asia a Estados Unidos ilustran con claridad los enormes riesgos que se corren al depender excesivamente de los insumos de una sola región. La enorme dependencia europea del gas proveniente de Rusia y el impacto que la guerra en Ucrania podría tener sobre los precios de alimentos y materias primas es un factor adicional que impactará negativamente a la economía mundial y que revela la fragilidad del arreglo económico actual. En general, estos dos fenómenos han puesto de manifiesto que las premisas bajo las que se construyó una economía excesivamente globalizada eran incorrectas. Gerardo Esquivel, Subgobernador de Banco de México. “México frente a la reglobalización”, 24-3-2022.

Todas estas afirmaciones hablan de un proceso de transición esencial y con amplias repercusiones. No hay vuelta atrás. La carestía en alimentos que hoy se vive en el país y en otras partes del mundo, golpea los bolsillos y la calidad de vida, también forma parte de estas transformaciones y los escenarios para el crecimiento se mueven día a día, no hay certezas.

Con estas referencias la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publica los pre-criterios de política económica para 2023. Su expectativa de crecimiento económico para el próximo año es de 3.5 pero no es la única cifra: la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal) estima 2.9, Banxico 2.2 y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) 2.3 por ciento del PIB.

Se prevé un Indice Nacional de Precios al Consumidor de 5.86 (2022) y, 3.98 en 2023, mientras que Banco de México estima que hasta 2024 habrá una estabilidad de precios. El reporte de marzo de ete año es de 7.45 de inflación, cifra muy alta. Los productos con mayor crecimiento en los precios fueron: gas doméstico (7.48); transporte aéreo (41.69); aguacate (13.84) y cebolla 10.87 por ciento.

Las mayores alzas en alimentos con 12.10 por ciento anual se ubican en los estados de Campeche, Zacatecas, Oaxaca y Morelos.

Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los precios mundiales de las materias primas alimentarias alcanzaron sus niveles más altos en marzo, mientras la guerra en Ucrania propaga la conmoción en los mercados. El índice de precios de los alimentos promedió 159.3 puntos en marzo, un 12.6 por ciento más que en febrero de 2022 y un 33.6 más que en marzo de 2021.

En política cambiaria Hacienda estima un tipo de cambio en 21.63 y para el precio promedio del petróleo, 92.9 (2022), disminuye a 61.1 dólares por barril en 2023. El pronóstico es una plataforma de producción de 1 millón 851 millones de barriles, valor superior en 25 millones de barriles a lo previsto en 2022.

El valor de los CETES es alto, 8.03; indica que continuarán los incrementos graduales en las tasas de interés que fija Banxico, en detrimento del empleo y los salarios, a favor de la especulación. Anclados a los movimientos del Banco Central de Estados Unidos (FED).

El documento reconoce como motores de crecimientoy bienestar a la inversión en infraestructura, el mercado interno y el comercio exterior, estos últimos impulsados por la interconectividad que propicie la inversión. En ese sentido, la política fiscal para la segunda mitad de la presente administración continuará orientada a mantener:

1) Finanzas públicas sanas

2) una trayectoria decreciente de la deuda pública

3) incrementar la recaudación a través del combatea la evasión y elusión fiscal.

Significa que la 4T renunció a una reforma fiscal progresiva que se había anunciado para el segundo año de gobierno, y que sigue siendo tan necesaria, tirando por la borda un importante capital político.

Dadas las circunstancias internacionales y nacionales se prevé un posible desabasto de materias primas clave para la industria manufacturera; episodios de volatilidad en los mercados financieros y una recomposición de los flujos financieros, que responden también a las políticas monetarias más restrictivas por los bancos centrales y a la reducción de compras de activos.

Asimismo, el cierre temporal de algunas fábricas por nuevos brotes de contagio, podrían limitar el crecimiento económico global durante el resto del año. Se espera una mayor afectación de Covid en el Sector Servicios, fuente de empleos feminizados.

La expectativa de variación anual en el número de trabajadores asegurados en el IMSS, que estiman especialistas en Economía del sector privado (marzo/2022), es equivalente a 469 mil asegurados para el cierre de 2022 y de 446 mil en el próximo año. El problema central sigue siendo los bajísimos salarios de los empleos, en especial para las mujeres.

Riesgos que pueden afectar la dinámica nacional, según SHCP:

  • Prolongación y agravamiento del conflicto en Europa del Este
  • Estancamiento del sector industrial y las exportaciones manufactureras
  • Rebrote de la pandemia con la aparición de nuevas variantes
  • Endurecimiento de la postura monetaria de los bancos centrales de México y Estados Unidos, derivado de una persistente y alta inflación

Acciones para la erradicación de la pobreza:

  1. Incrementos anuales del salario mínimo a partir de 2019
  2. Regulación de la subcontratación
  3. Crecimiento de los programas sociales
  4. Reforma laboral

Pese a lo anterior los terribles efectos de la pandemia se siguen expresando en pobreza y empleos de muy baja calidad, no son empleos dignos.

Para Gerado Esquivel el país debe tomar algunas acciones específicas en el futuro cercano: debe invertir más en infraestructura y comunicaciones (puertos, aeropuertos, carreteras), debe reducir la inseguridad que afecta a amplias zonas del país, debe enviar señales claras de respeto y compromiso con los acuerdos comerciales internacionales, debe garantizar la provisión accesible de insumos clave para la producción y debe seguir reduciendo la corrupción para garantizar un piso parejo a los agentes económicos.

Pero sobre todo debe reducir la brecha de género que agobia y limita a las mujeres, más de la mitad de la población. Resolver sus carencias son de una elemental justicia social, su autonomía económica experimentó un retorceso de diez años por la carencia de apoyos y sus condiciones de pobreza.

PD:

El Convenio 190 de Organización Internacional del Trabajo sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo

El día 6 de abril se publicó en el Diario Oficial de la Federación, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el decreto que aprueba el Convenio 190 sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo, adoptado en Ginebra por la Conferencia Internacional del Trabajo, lo que resulta en una excelente noticia para las mujeres trabajadoras que sufren de acoso y violencia como el pan de cada dia.

Permite resaltar la importancia de una cultura laboral basada en el respeto mutuo y la dignidad al ser humano, protegiendo así a las y los empleados, sin importar su situación contractual y considerar la inversión de la carga de la prueba en procedimientos distintos de los penales, es decir, que la víctima no está obligada a presentar pruebas, ahora esa carga recae en la persona señalada, también amplía la definición de acoso sexual.

En el mundo del trabajo designa un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género.

El Convenio hace referencia a la reparación del daño de las víctimas, que incluye proporcionarles acompañamiento psicológico y obliga al Estado mexicano a tener en cuenta la violencia de género como riesgo psicosocial. En este mismo orden de ideas, impulsa un enfoque preventivo desde las políticas públicas, haciendo énfasis en la inclusión de campañas de sensibilización.

Compromete a México a combatir prácticas de violencia y acoso laboral contra mujeres y hombres por lo cual deberá recopilar datos y publicar estadísticas sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo, desglosados por sexo, por forma de violencia y acoso, y por sector de actividad económica, en particular respecto de los grupos prioritarios.

A la letra el Artículo 1 del Convenio dice:

  1. A los efectos del presente Convenio:

(a) el término “violencia y acoso” en el mundo del trabajo se refiere a una gama de comportamientos y prácticas inaceptables, o amenazas de los mismos, ya sea que ocurran una sola vez o se repitan, que tienen como objetivo, dan como resultado o es probable que tengan como resultado lesiones físicas, daños psicológicos, sexuales o económicos, e incluye la violencia y el acoso por motivos de género;

(b) el término “violencia y acoso por motivos de género” significa la violencia y el acoso dirigidos a personas debido a su sexo o género, o que afectan de manera desproporcionada a personas de un sexo o género en particular, e incluye el acoso sexual. 

Hacer realidad la aplicación del Convenio es tarea de Sindicatos, Organizaciones sociales y de los gobiernos federal y estatal, ya sea como patrones o como autoridad.

Rosario Ibarra: un legado en la búsqueda de hijos desaparecidos

 

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El 18 de abril de 1975, su hijo Jesús Piedra Ibarra, fue detenido y desaparecido en Monterrey, Nuevo León, acusado de pertenecer a la “Liga comunista 23 de septiembre”, una organización político-militar que pugnó por crear un partido político y un ejército, surgida durante el sexenio de Echeverría, que operaba de manera clandestina.

La realidad de Rosario Ibarra era la de muchas mujeres más a las que fue conociendo durante sus protestas y a quienes el Estado también había desaparecido a sus hijos, por lo que se hizo común verlas en mítines portando las fotografías de sus hijos desaparecidos, lo que provocó que fueran conocidas como “las doñas”. Tiempo después fundó el “Comité Eureka” y durante el sexenio de José López Portillo el “Comité Pro Defensa de presos, perseguidos y exiliados políticos de México”.

El 28 de agosto de 1978 realizó la primera huelga de hambre de madres de desaparecidos políticos en la Catedral de la Ciudad de México pero fueron reprimidas dada la cercanía del informe presidencial del 1 de septiembre.

Fue la primera mujer candidata a la Presidencia de México en 1982, por el Partido Revolucionario de los Trabajadores. Con su lema “Arriba los de abajo” recorrió el país.

Se desempeñó como diputada federal entre 1985-88, y fue candidata al Nóbel de la Paz en 1986.

En 2019 el Senado de la República le otorgó la medalla “Belisario Domínguez”. Su hija Claudia recibió el reconocimiento, y en nombre de su madre, leyó un discurso en el que dirigió las siguientes palabras al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

“No quiero que mi lucha quede inconclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia de tan preciado reconocimiento y te pido que me la devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin los ha cubierto con su velo protector”.