5/18/2013

No hay paz sin justicia: la condena de Ríos Montt en Guatemala


17 de mayo de 2013 — El ex Presidente de Guatemala Efraín Ríos Montt fue condenado a prisión el viernes pasado. Fue un acontecimiento muy importante, ya que es la primera vez en la historia que el ex Presidente de un país es juzgado por genocidio en un tribunal de su propio país. El juicio fue el resultado de la iniciativa y el esfuerzo de tres valientes mujeres guatemaltecas: una jueza, una fiscal general y una ganadora del Premio Nobel de la Paz.


Amy Goodman

El ex Presidente de Guatemala Efraín Ríos Montt fue condenado a prisión el viernes pasado. Fue un acontecimiento muy importante, ya que es la primera vez en la historia que el ex Presidente de un país es juzgado por genocidio en un tribunal de su propio país. Más de tres décadas después de haber asumido el poder mediante un golpe de Estado, el ex dictador guatemalteco de 86 años de edad, que desató una campaña de asesinatos contra su propio pueblo con el apoyo de Estados Unidos, fue sometido a juicio, acusado de genocidio y de crímenes de lesa humanidad y condenado a 80 años de prisión. El juicio fue el resultado de la iniciativa y el esfuerzo de tres valientes mujeres guatemaltecas: una jueza, una fiscal general y una ganadora del Premio Nobel de la Paz.

Después de que se anunciara el veredicto del juicio contra Ríos Montt, Rigoberta Menchú me contó que a su hermano Patrocinio lo quemaron vivo en la región Ixil y que nunca hallaron sus restos. En la entrevista, también me contó cómo su familia fue asesinada sistemáticamente: “Lo de mi madre nunca se esclareció exactamente; si está en una fosa común o si fue comida por animales. Lo más probable es que si no es ella la que fue comida por animales, después de ser torturada, humillada, seguramente estará en una fosa común, muy cerca del área Ixil. Porque nosotros en realidad somos parte del área Ixil, aunque hablamos el maya quiché. Igualmente, mi padre fue quemado vivo en la Embajada de España el 31 de enero del año 80. Por eso es que entiendo mucho el dolor de la gente que juzga a Ríos Montt."

Rigoberta Menchú recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992 “en reconocimiento de su labor por la justicia social y la reconciliación étnico-cultural, basada en el respeto de los derechos de los pueblos indígenas”. Menchú continuó contándome la historia de la destrucción de su familia: "En el año 83 fue fusilado mi hermano Víctor, Víctor Menchú. Fue fusilado en Uspantán, igualmente muy cerca del área Ixil. Mi hermano huyó con sus tres hijos a la montaña. Mi cuñada había sido degollada y él sobrevivió con sus tres hijos. Después de varios meses lo capturaron, lo trajeron al pueblo de Uspantán y a Víctor lo encarcelaron en el pueblo, pero a los tres hijos los confinaron en un destacamento militar que se llamaba Chajul. Mis dos sobrinas murieron de hambre en el destacamento y mi hermano Víctor fue fusilado. Hasta la fecha no encontramos los restos de Víctor."

Según la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, que llevó a cabo una investigación exhaustiva de las tres décadas de genocidio en Guatemala, al menos 200.000 personas fueron asesinadas en ese período. Rigoberta Menchú entabló una de las demandas iniciales contra los responsables del genocidio, que dio lugar al juicio que culminó con la condena de Ríos Montt.

Claudia Paz y Paz es la primera Fiscal General mujer de Guatemala. Fue nombrada en diciembre de 2010 y ha sido muy elogiada por su persecución de los responsables de cometer crímenes de lesa humanidad. La jueza del caso también es una mujer, Yassmin Barrios. En un país en el que históricamente quienes desafían a los que están en el poder son asesinados, Paz y Paz y Barrios demostraron un valor admirable.

El periodista Allan Nairn, que ha cubierto el conflicto en Guatemala desde el comienzo de la década del 80, así como también otros conflictos en otras partes del mundo, siguió de cerca el juicio. A mediados de abril, otro tribunal de Guatemala ordenó que se archivara el caso, supuestamente bajo la influencia del actual Presidente Otto Pérez Molina. Nairn informó desde la ciudad de Guatemala: “La jueza Yassmin Barrios y la fiscal general Claudia Paz y Paz afirman que van a impugnar la orden de archivar el caso, algo extraordinario”. El juicio prosiguió y, finalmente, Ríos Montt fue hallado culpable. Nairn sostuvo tras conocer el veredicto: “La jueza Barrios fue la que estuvo directamente involucrada en la causa, ella dirigió el juicio. Ella tuvo que pronunciar el veredicto. Cada noche, al salir del tribunal, llevaba un chaleco antibalas. Los jueces y los fiscales de la causa recibieron amenazas de muerte. En un caso, un fiscal fue amenazado de muerte y la persona que lo amenazó colocó una pistola sobre la mesa y le dijo: ‘Sé dónde están tus hijos’. Hace falta mucho valor para llevar a cabo un juicio como este”.

La Premio Nobel de la Paz y referente indígena guatemalteca, Rigoberta Mechú, afirmó: "Esta sentencia es histórica. Es grande. La sentencia de Ríos Montt... Esperamos más de 33 años para que hubiera justicia en Guatemala y queda claro que una paz sin justicia, una paz sin verdad no es paz; es la paz de los victimarios. Un punto que hace muchos años que hemos señalado”. El veredicto es verdaderamente histórico porque proviene de un tribunal nacional de Guatemala. Menchú mencionó que la Corte Penal Internacional no podría haberse ocupado del caso: “Se creó el Tribunal Penal Internacional, pero ese Tribunal Penal Internacional no juzgó a los genocidios ya cometidos, sino que tendría que esperar nuevos genocidios... Eso no es posible...pensar que un Tribunal debe esperar que se cometan genocidios para juzgarlos. Por eso la sentencia contra Ríos Montt significa un enorme desafío para la humanidad. Yo creo que es un gran desafío para todos los países que deben sentir vergüenza porque permitieron el genocidio en Guatemala."

Allan Nairn iba a declarar en el juicio. Una entrevista que realizó en 1982 atrajo mucha atención internacional. Habló ante la cámara con el “Mayor Tito”, quien afirmó que familias enteras de pobladores indígenas trabajaban con la guerrilla. Los soldados de Tito le dijeron a Nairn que mataban sistemáticamente a esos pobladores civiles. Resulta que “Tito” no es otro que el actual Presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. Nairn considera que la condena de Ríos Montt podría significar la apertura de un posible procesamiento contra Pérez Molina y otros: “Un último argumento jurídico es que el mandato que emitió la jueza, la orden que le dio a la Fiscal General, la orden de la Jueza Barrios a la Fiscal General Paz y Paz de seguir investigando a todos los implicados en los crímenes de Ríos Montt podría incluir a funcionarios estadounidenses, porque los agregados militares de Estados Unidos en Guatemala, la gente de la CIA que estaba allí ayudando a la unidad G2 de inteligencia militar, los funcionarios encargados de formular las políticas en Washington, la gente como Elliott Abrams y los altos funcionarios del gobierno de Reagan estuvieron directamente involucrados y fueron cómplices del ejército de Guatemala. Les suministraban dinero, armas, apoyo político, inteligencia. Ellos podrían ser acusados en virtud del derecho internacional y del derecho nacional de Guatemala. La justicia y la Fiscal General tendrían derecho a solicitar su extradición de Estados Unidos. Además, en el proceso de investigación podrían solicitar documentos de Estados Unidos, porque seguramente hay informes exhaustivos y registros de las comunicaciones del Ejército de Guatemala interceptadas por el Departamento de Seguridad Nacional durante ese período. También hay informes que aún están clasificados sobre qué estaban haciendo exactamente la CIA y la DIA [Agencia de Inteligencia de la Defensa], la Casa Blanca y el Departamento de Estado con Ríos Montt y con otros comandantes, gente como, bueno, antes de Ríos Montt, el General Benedicto Lucas García, y después Pérez Molina. De modo que, tanto el Presidente Pérez Molina como ex funcionarios estadounidenses son ahora posibles blancos de una investigación penal de estos crímenes de genocidio y de lesa humanidad en Guatemala”.

Más allá de lo que suceda de ahora en adelante, al alejarse de la violencia y la impunidad, Guatemala le ha dado un ejemplo al mundo. Como afirma Nairn “los Mayas de Guatemala alcanzaron un nivel de civilización superior al de Estados Unidos”.


Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

México: Hacia el Encuentro Nacional Feminista 2013


Palabra de Antígona

 Sara Lovera

México, D.F., 11 may. 13. AmecoPress.- A lo largo de la historia cada avance de las mujeres se obstaculiza, se frena. Conseguir un derecho, un avance, una ley a favor de las mujeres en ocasiones significó homicidio, encarcelamiento o escándalo. De la decapitación de Olimpia de Gauges, durante la Revolución Francesa por exigir los derechos ciudadanos de las mujeres, al escándalo de prensa en México porque mujeres de poder se reunieron a celebrar los 50 años del voto, habían sumado más de 200 años.

Hoy estar en la vida pública está relacionado con la violencia feminicida, que incluye violencia política en los partidos.

La única manera de atemperar el golpe, conseguir un pequeño cambio, ser escuchadas y discutir cara a cara con los distintos poderes, sólo ha sido posible cuando las mujeres se organizan, se juntan, hacen comunidad o grupo por un objetivo preciso.

En México tenemos una larga tradición en ese sentido, de los primeros dos Congresos Feministas en 1916, donde como se dice ahora, se hizo una primera agenda política por las mujeres, a decenas de otras instancias, frentes, agrupaciones de obreras, campesinas y claramente feministas desde finales del siglo XIX, nos hace certificar que así es. La historia no miente.

Un ejercicio fundamental ha sido poner por encima de diferencias -en todos los tiempos ha habido diversos feminismos- objetivos claros y concretos.

Hoy de cara a una reformulación de los obstáculos a manos llenas. La intentona sistemática para ver cuando quitan el derecho al aborto en el Distrito Federal; cómo hacen para desestimar el asesinato de mujeres con tipos penales innecesarios que tienden a dificultar, aún más, el proceso a los responsables de la violencia y la disminución de presupuestos a los institutos o secretarías de las mujeres en diversas entidades del país, quieren acorralarnos de nuevo.

Y lo más grave es que no nos quieren escuchar. Por ello es tan importante que ya esté en marcha el Noveno Encuentro Feminista Nacional, que se realizará en Guadalajara, Jalisco la última semana de octubre.
Lo que anima es la claridad de la convocatoria. Se trata de llamar a todos los feminismos, de que las mujeres que así se sientan, organizadas, independientes, militantes, académicas e inspiradoras se reúnan para analizar qué está pasando con los derechos adquiridos y todos los pendientes; que ahí se avance en las estrategias y se profundice la vinculación, palabra oenegenera pero precisa: tender puentes, lazos, juntarse positivamente.

Se trata de plantear ideas, discutir, acordar y disentir con otras.Estos encuentros permiten seguir adelante.
¿Y para qué un encuentro? Para pensar juntas y discernir sobre cómo actuar y cómo organizarnos, una práctica casi abandonada o simplemente individual.

Hoy se trata de construir fuerza política para enfrentar el nuevo golpeteo que avecina.

Es importante, porque hoy más que nunca efectivamente se puede retroceder, aunque parezca hipotético para muchas personas. Ya hemos visto cómo los nuevos gobiernos disminuyeron sin pena ni gloria la representación femenina en sus gabinetes; que suponen que con tantas leyes, las mujeres llegamos a la cima y no se explican qué más queremos.

Lo cierto es que hay grandes pendientes, probablemente ligados a la calidad de nuestra exigua democracia; el problema gravísimo de la economía y los millones de mujeres pobres; el tema del ejercicio de los derechos inscritos, frenados día a día, desde la discriminación laboral hasta los asesinatos impunes y las violaciones cotidianas a los derechos humanos de las mujeres.

Bienvenido el Noveno Encuentro. Seguro que ya en todo el país las mujeres feministas están listas para dialogar y discutir en un espacio libre, no cercado por la tentación del discurso, las miles de hojas de ponencias magistrales, sin conocer toda la realidad de millones de mujeres. Oírse, oírlas, tomar nota que entre la política, la ley y la realidad es inmensa. Sería bueno eso, hacer un encuentro donde no se dividan por temas ya sabidos y estudiados hasta al cansancio y se discuta cuál la estrategia, cómo armar la fuerza y cómo comunicar a todas las mexicanas.
Veremos…
Foto: Archivo AmecoPress.

Tragedia expone debilidad de trabajadoras textiles de Bangladesh


Por Suvendrini Kakuchi
DACA , may (IPS) - Hasta hace un mes, la joven Shapla era solo una empleada más de una fábrica de la localidad de Savar, a las afueras de la capital de Bangladesh. En la actualidad es una sobreviviente discapacitada de uno de los peores accidentes de la industria textil de este país.
El derrumbe del gran Rana Plaza, un edificio con cinco fábricas, enterró el 24 de abril una enorme cantidad de trabajadoras y trabajadores bajo un bloque de cemento y vidrio. Había casi 1.000 personas muertas registradas el viernes 10, pero autoridades y familiares de las víctimas todavía cuentan los cuerpos y buscan a otros entre los escombros.

"Me desespera el futuro", confesó Shapla, de 18 años. Un sentimiento que comparte con cientos de mujeres que, como ella, perdieron algún miembro aquel fatídico día.

Esta joven madre se recupera en un hospital de Daca de la amputación de una de sus manos. La consideran como una de las "afortunadas" por sobrevivir al derrumbe, pero ella se resiste a encontrar un lado bueno, pues su discapacidad seguramente le impida encontrar trabajo en el futuro.
Capitalismo salvaje

Zahangir Kabir, propietario de Rahman Apparels, con sede en Daca, reconoció que las condiciones de trabajo del sector textil son muy duras, pero alegó que los empleadores están sometidos a "una fuerte presión".

Arguyó que pequeñas compañías, como la suya, tienen la obligación de cumplir con altos estándares comerciales o asumir pérdidas enormes.

Kabir tiene dos fábricas, una que cose y otra que lava telas de vaqueros. Su plantilla de 500 personas, la mayoría mujeres, produce chaquetas y pantalones que venden en los mercados europeos y estadounidense.

Pero los estrictos estándares de calidad y plazos impuestos por las empresas matrices de Occidente son difíciles de cumplir en Bangladesh.

"Agitaciones políticas imprevistas y regulares cortes de electricidad hacen que no se puedan cumplir los plazos ni entregar productos baratos", explicó.

Los proveedores bangladesíes trabajan por un prometido ingreso sustancioso, pero también enfrentan grandes riesgos en el "salvaje mercado capitalista".


Las mujeres, que constituyen 80 por ciento de la fuerza laboral en la pujante industria de la vestimenta de este país, fueron las más perjudicadas por la tragedia. Según los primeros datos conocidos, representaron también 80 por ciento de las personas que murieron o resultaron heridas en el desastre.

"Tienen una fuerte desventaja social y económica", remarcó Mashud Jatun Shefali, fundadora y directora de Nari Uddung Kendra (Centro de Iniciativas de Mujeres).

La organización, dedicada a abogar por mejores condiciones de trabajo, ayuda a las sobrevivientes a superar el trauma del siniestro, indicó Shefali.

Algunas "quedaron tan mal que dicen que nunca volverán a trabajar en una fábrica otra vez", dijo Shefali a IPS. "Necesitan rehabilitación física y psicológica de largo plazo, y que sus familias y la sociedad las acepten como personas discapacitadas", remarcó.

El lado oscuro de las fábricas

Bangladesh, donde la pobreza afecta a 49 por ciento de sus 150 millones de habitantes, desempeña desde hace una década un papel crucial en el comercio internacional al ofrecer una vasta mano de obra barata.

La industria textil bangladesí es la tercera mayor del mundo, detrás de China y Vietnam, con 20.000 millones de dólares al año, lo cual representa 80 por ciento del ingreso de divisas extranjeras al país.

Grandes compañías de Occidente o de ricos países asiáticos, como Japón y Corea del Sur, comenzaron a trasladar sus centros de producción a Bangladesh, cuando en los viejos polos productivos, como Tailandia, aumentaron los salarios.

Compañías como Gap, Primark, HMV, Walmart, Sears y American Apparel producen aquí ropa barata en masa, que luego se venden los países importadores.

Más de 5.000 fábricas, con 3,5 millones de trabajadores hacinados en altos edificios de Daca y sus alrededores, funcionan de forma ininterrumpida.

La plantilla de las empresas, de las grandes como de las pequeñas, son principalmente mujeres jóvenes de zonas rurales que emigraron a la ciudad con la esperanza de adquirir una capacitación a la que no acceden en las regiones agrícolas.

En la ciudad suelen vivir juntas en lugares pequeños y compartir el baño y los alimentos.

Analfabetas y sin formación, las trabajadoras textiles tienen pocos medios para proveerse un ingreso estable. Su vulnerabilidad las convierte en presas fáciles de los empresarios, quienes arguyen que para seguir siendo "competitivos" en el mercado mundial deben gastar lo menos posible en mano de obra.

Shefali contó que las jóvenes suelen comenzar a trabajar como aprendices y no perciben un salario sino solo un estipendio que puede ser de apenas un dólar al mes.

Al año pasan a operar máquinas más complejas y cobran un salario regular, apuntó.

La mayoría de las mujeres cosen, lavan y empacan la ropa por el equivalente a 30 o 40 dólares, trabajan un promedio de 10 horas por jornada y los siete días de la semana. En cambio, los hombres suelen ocupar cargos más altos, como de control de calidad y de gerente.

El sector de la vestimenta es el que ofrece más cantidad de empleo y proporciona un salario a miles de mujeres. Pero en los últimos tiempos, una serie de tragedias subrayaron las duras condiciones de trabajo del rubro.

En noviembre, murieron unas 100 trabajadoras en el incendio de la fábrica Tazreen Fashion, ubicada a las afueras de Daca. Las sobrevivientes denunciaron que los gerentes las encerraron cuando trataron de escapar.

En el siniestro del 24 de abril, los responsables de la fábrica amenazaron con despedir a las empleadas que no se presentaran a trabajar, pese a la advertencia sobre la seguridad del edificio de ocho pisos, que solo tenía permiso de construcción para cinco.

Una semana antes de la tragedia comenzaron a aparecer grandes grietas en los techos y los ingenieros advirtieron de que el derrumbe era inevitable.

La negligencia en materia de seguridad laboral es una de las tantas violaciones de derechos que sufren las empleadas de las fábricas. A veces deben cumplir turno de 14 horas para producir una partida que le generará un rápido beneficio a los propietarios.

Algunos activistas señalan que en un país musulmán con altos índices de pobreza, la industria textil ofrece a las mujeres una oportunidad para salir de sus casas y mejorar su estatus, pues pasan de trabajadoras del hogar a proveedoras de la familia.

La profesora Sharmin Huq, jubilada de la Universidad de Daca y especializada en discapacidad, teme que la discriminación social haga más complicada la vida de las mujeres.

También dijo a IPS que las generosas donaciones que llegan de países como Alemania y Estados Unidos para ayudar a los sobrevivientes deben canalizarse hacia la "gran cantidad de trabajadoras afectadas y ayudarlas a recomenzar sus vidas".

Eso incluye desde la adquisición de miembros artificiales hasta atención psicológica regular para lidiar con el trauma de la tragedia. 

Ni protagonistas ni hacedoras de noticias



Los medios de comunicación siguen invisibilizando y estereotipando a las mujeres







Madrid, 14 may. 13, AmecoPress. La visión de género y el punto de vista de las mujeres no está representado de forma equitativa en los medios de comunicación. No solo tienen menor presencia como autoras de las informaciones que aparecen en la portada de los periódicos sino que también protagonizan menos historias de primera página. Los periodistas apenas recurren a fuentes expertas femeninas y la imagen de las mujeres que ofrecen los medios está fuertemente esteriotipada.
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Los datos del informe ‘Vistas pero no escuchadas: cómo las mujeres hacen noticias de portada’, publicado por la organización Women in Journalism, y del Proyecto de Monitoreo Global de Medios 2010 (GMMP), demuestran que las mujeres protagonizan menos historias que los varones y les son encomendadas fuentes como espectáculos, cultura o salud, contrario a los periodistas que generalmente se encargan de temas de política nacional e internacional, economía e incluso deportes.
Un análisis realizado por el diario El País, sobre las principales noticias de los periódicos españoles, reveló que las periodistas apenas firman 26 por ciento de los artículos de la primera página, mientras que los hombres lo hacen el 63 por ciento de las veces.
Una de las razones de este desequilibrio, según aseguran las personas expertas, es que la distribución de hombres y mujeres en las áreas temáticas de la redacción es desigual. “Este problema está ligado a que los hombres son mayoría, y están al frente, en las secciones de mayor peso de los medios impresos (política, economía, corresponsalías, enviados especiales, investigación o internacional). Son las secciones que suelen copar a diario las portadas”, explica Nemesio Rodríguez, vicesecretario de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y vicepresidente de FAPE.
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Un informe de la Asociación de la Prensa de Cádiz (2004) advertía de la “diferencia notable” entre las tareas a desarrollar por género. Los varones predominan en tareas de redacción (54 por ciento frente al 46 por ciento), en coordinación y redacción (63 por ciento frente al 38 por ciento), en dirección y coordinación (82 por ciento frente al 18 por ciento) o jefaturas de sección (73 por ciento frente al 27 por ciento). Mientras que las mujeres superan a los hombres en tareas como auxiliar de redacción (71 por ciento frente al 29 por ciento) y en las relaciones con los medios.
También el “Informe Anual de la Profesión Periodística 2012”, de la APM, acredita que pese a la igualdad en el número, el porcentaje de mujeres con cargo en las redacciones es mucho menor que el de los hombres.
Para Aidan White, Secretario General de la FIP, este es un problema muy grave. “En un mundo en el que las “noticias serias” todavía las escriben y las presentan sobre todo hombres, los periodistas tienen que defender la igualdad de género. Esta igualdad no es solo un asunto de mujeres; todo el mundo se beneficia si se elimina la discriminación”, defiende.
“Hay quien aboga por las cuotas de género, con el argumento de que la igualdad no se producirá de forma natural. Habría que incentivar a las empresas que fomenten la conciliación y que los convenios apliquen criterios de paridad. También que los hombres puedan disfrutar de un permiso de paternidad igual que el de la mujer, a fin de que no recaiga sobre ella todo el peso de la maternidad”, defienden desde la APM.
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“Por su parte la FIP propone medidas complementarias para reducir las diferencias salariales entre sexos. Por ejemplo: promover inspecciones salariales, aumentar la posibilidad de un trabajo más flexible, mejorar los derechos de maternidad/paternidad y que se tengan en cuenta cuestiones ligadas al género en la negociación de los convenios colectivos”.
Invisibilización y estereotipos
El momento actual es de una fuerte discriminación de las mujeres en los medios de comunicación, como protagonistas de las noticias y como hacedoras de las mismas. El trato diverso como protagonistas tiene dos formas predominantes: la invisibilización y la construcción de estereotipos.
Según el Proyecto GMMP, las mujeres aparecen como “sujetas” de las noticias sólo en el 24 por ciento de las mismas, es decir que por cada mujer que aparece, hay cuatro varones. Asimismo, el estudio arroja resultados parecidos sobre el sexo de las fuentes en los medios generalistas. El 91 por ciento de las personas expertas y 82 por ciento de los portavoces consultados son hombres.
En opinión de Nemesio Rodríguez esto se produce “por pura discriminación, ya que son tan válidas como los hombres como portavoces, expertas, profesionales o líderes de opinión”.
Otro indicativo de que los estereotipos se reproducen en la prensa es que el 17 por ciento de ocasiones en las que se menciona a una mujer se cita su situación de parentesco. Este tipo de identificación solo se utiliza para el 5 por ciento de los varones. También en las fotografías hay una escasa presencia femenina.
La igualdad de trato no es posible sin las voces de las mujeres a la par de los hombres, como hacedoras, como expertas y como protagonistas. La responsabilidad de los medios de comunicación con el público no es completa si una parte de la sociedad es invisibilizada. Y si sucede que en muchos ámbitos de la vida pública las mujeres aún no ocupamos el 50 por ciento de los espacios se debe a muchos factores y barreras. Que estas barreras existan es ya una noticia que merece ser denunciada e investigada.
El rol de los medios de comunicación es central en la construcción de las sociedades contemporáneas: conforman identidades e impactan de lleno en el diseño del imaginario colectivo o lo que es lo mismo, en la imagen del mundo. Una imagen equilibrada de mujeres y hombres en los medios tendría amplias posibilidades de conformar un mundo más igualitario.
Fotos archivo AmecoPress 

Empleos solo para mujeres extrovertidas y atractivas


En Guatemala la discriminación está tipificada como un delito, según el artículo 202 del Código Penal

Si tienes entre 18 y 30 años de edad, eres atractiva, dinámica, extrovertida y tienes una buena presencia, eres apta para conseguir un empleo



Guatemala, 16 may. 13. AmecoPress/SEMlac.- "Si tienes entre 18 y 30 años de edad, eres atractiva, dinámica, extrovertida y tienes una buena presentación, eres apta para aplicar a un empleo en Guatemala". Pero, si eres hombre, esos requisitos no son obligatorios, solo debes "ser responsable, tener habilidades numéricas, liderazgo, capacidad de trabajar bajo presión y experiencia".

Así de clara es la diferencia entre uno y otro aviso clasificado en la sección de empleos en la prensa en este país centroamericano.

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"A las mujeres no se les evalúa por su experiencia o capacidad profesional, eso es lo de menos", confirma a SEMlac Lilian Solís, exdirectora del departamento laboral de género del ministerio de Trabajo, "sino por su cara, su cuerpo o su forma de sonreír o ser simpática".

"Pedir que sean extrovertidas es centrarse en una cualidad que no determina su capacidad profesional", destaca por su parte Dora Amalia Taracena, de Convergencia de Mujeres, organización que promueve la participación en agrupaciones y procesos locales y nacionales, especialmente en instancias de toma de decisiones, mediante un ejercicio activo de la ciudadanía como votantes, lideresas sociales, militantes políticas, dignatarias o funcionarias públicas.

Por si fuera poco, un requisito fundamental es la edad: ni menor de 18 pero tampoco mayor de 30. Esta es una imposición que prevalece desde hace más de 20 años en los anuncios para optar a una plaza, independientemente de que sea para el cargo de secretaria, perito contador, vendedora o administradora, incluidas entre ellas las que son carreras universitarias e intermedias.

Para ellos el panorama cambia. Angélica Valenzuela, del Centro de Investigación, Capacitación y Apoyo a la Mujer, indicó que se les amplía el margen de edad y se les da oportunidad desde los 18 años de edad hasta los 40 o 50 años.
"A las mujeres, ni pensar en contratarlas con esos años", explica Solís a esta agencia, "porque ya están en la categoría de seres improductivos".

Pero no solo en los clasificados ocurren estas cosas, también cuando las mujeres están laborando. Un ejemplo son aquellas que trabajan en las maquilas, precisa Rosa María Tacán, de la Comisión contra la Discriminación y Racismo, entidad que ha recibido denuncias porque una vez que llegan a los 40 años a las guatemaltecas se las considera viejas para esas funciones y se les obliga a renunciar.

"La discriminación es clara", asevera Tacán, "y les afecta la parte más sagrada del ser humano: es un atropello a su dignidad. En el ámbito laboral es común que a la mujer se le discrimine por su edad y género, pagándole menos por servicios o puestos similares a los que desempeñan los hombres", destaca.

La Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos realizada en 2011 por el Instituto Nacional de Estadística determinó que el salario promedio mensual percibido por un hombre es de 264.00 dólares estadounidenses, mientras que el de las mujeres es de 216.00.

Silvia Marina Grevalo, de la Central de Trabajadores de Guatemala, indicó en un comunicado que "hay muchas mujeres solas que están a cargo de sus hijos y la discriminación es un factor más en contra nuestra".

Maritza Velásquez, de la Asociación de Trabajadores del Hogar a Domicilio y de Maquila, refirió que se realizó un estudio en el que se determinó la situación laboral de las mujeres en este país.

El documento titulado "Las mujeres en el mercado laboral guatemalteco" da cuenta de que en una muestra de 1.000 mujeres trabajadoras, 43 por ciento empieza a trabajar entre los 16 y 17 años, mientras seis por ciento lo hace a los ocho años.

El 50 por ciento aseguró que la edad es un factor predominante para discriminarlas, pues los patronos prefieren que tengan menos de 30 años.

Pero mucho más preocupante para Velásquez es que el 28 por ciento de las mujeres dijeran que se sienten discriminadas por ser indígenas, analfabetas y por pertenecer a determinada religión. De ahí que muchas opten por empleos donde no las discriminan, como la venta de determinados productos por catálogo.

Velásquez señaló a esta agencia que en Guatemala existe al menos un millón de mujeres que generan sus ingresos a través de ese empleo, pero indicó que las empresas violan los derechos laborales de esas trabajadoras, ya que no les garantizan un seguro social ni tampoco indemnización alguna.

También hay una marcada diferencia de salarios ofrecidos por las empresas en los clasificados de prensa. Por el mismo trabajo se ofrece a los hombres un sueldo más elevado que a las mujeres.

De acuerdo con el estudio "Legislación y jurisprudencia comparadas sobre derechos laborales de las mujeres", elaborado por la Organización Internacional del Trabajo en 2011, recibir salarios más bajos que los hombres, tener dificultad para acceder a los ascensos y ser las primeras despedidas en situaciones de recesión son prácticas discriminatorias contra las mujeres, escasamente penalizadas.

Sin embargo, en Guatemala la discriminación ha sido tipificada como un delito, según el artículo 202 del Código Penal. Con una pena de tres años y una multa entre los 60 y 500 dólares estadounidenses, la ley sanciona toda forma de distinción y exclusión, basada en motivos de género, raza, etnia, idioma o edad.

Para Luís Oscar Estrada, director de Vestuarios y Textiles, es vital que no se haga exclusión de género y que las compañías, a la hora de contratar personal, se basen en la capacidad, conocimiento y preparación de las personas, dándole más participación a la mujer.

En Guatemala, según el Ministerio de Trabajo, hay 21 por ciento de subempleo, el 40,9 de esta tasa son mujeres y 59,1, hombres. El 65 por ciento del sector de los servicios lo ocupan los hombres y el resto las mujeres; mientras que en el sector del comercio, 49 por ciento son mujeres.
Foto: Archivo AmecoPress

Las feministas exigen a los gobiernos del mundo un reparto equilibrado de bienes y poder



México: Última sesión del Seminario Internacional de CLADEM

Manifiestan que las mujeres siguen discriminadas, en crisis alimentaria y de salud y denuncian nuevas formas de violencia y la criminalización a las defensoras de los derechos humanos




México D.F., 11 may. 13. AmecoPress.- Feministas de América Latina, Asia y África pronunciaron, el pasado viernes en la ciudad de México, un llamamiento enérgico a los gobiernos de esos tres continentes para establecer un sistema democrático, de justicia económica, cuidadoso de la naturaleza y con un reparto equilibrado de bienes y poder, con el fin de que las mujeres del mundo puedan acceder a sus derechos y ser libres.

Tras cuatro días de trabajos en el seminario internacional “Incidencia en red: el desafío que los Estados cumplan con los derechos humanos de las mujeres”, participantes en redes feministas, académicas y defensoras de derechos humanos concluyeron que las mujeres siguen discriminadas, en crisis alimentaria y de salud; que sufren nuevas formas de violencia y un proceso preocupante de criminalización a las defensoras de los derechos humanos.

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Convocadas por el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM), las deliberaciones en que relatos, discursos y explicaciones puntuales de lo que sucede día a día en los espacios donde trabajan, hicieron evidente que los Estados no cumplen sus compromisos firmados para respetar y promover los derechos humanos de la mitad de la población.
En el último día de sesión, la declaración fue leída colectivamente y sancionada por todas las participantes.
En las deliberaciones estuvieron mujeres de cuatro generaciones que por todos los medios, durante 25 años han lidiado por hacer respetar los derechos que están en las constituciones, en los acuerdos internacionales, en las declaraciones de jefes de Estado, en demandas y agendas internacionales sin que hasta ahora se haya eliminado ni la discriminación, ni el homicidio contra mujeres, ni cumplido derechos elementales como la libertad de expresión, de tránsito y de decisión sobre sus cuerpos.
Venidas de países centroamericanos de corte democrático/conservador; de países con democracias autoritarias, de historias de conflictos armados, consideraron que en algunos lugares del mundo las mujeres no tienen ni derecho a la educación ni a los mínimos de salario y alimentos.
Ante ello, las integrantes de la red continental y mundial de CLADEM denunciaron: “vivimos injusticias estructurales producto del sistema” y agregaron que existe una crisis energética-ambiental, alimentara, económica y política que las afecta.
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Denunciaron que crece la intromisión de grupos religiosos fundamentalistas en asuntos de los Estados, que consolida y profundiza nuevas formas de explotación, control social, violencias, subordinación y criminalización de las defensoras de los derechos humanos y movimientos sociales.
En la declaración final del seminario, afirman que ningún gobierno ha garantizado la libertad y el bienestar de la ciudadanía; que las brechas de discriminación por orientación sexual, identidad de género, clase social, raza, nacionalidad, etnia, procedencia geográfica, edad y/o creencia religiosa siguen pendientes de zanjar para millones de mujeres, lo que hace impostergable la exigencia de que los Estados cumplan el compromiso de los derechos humanos signado hace 65 años.
También exigieron el respeto al patrimonio y los bienes naturales, la generación de riqueza efectiva, con planes de productividad y no con dádivas; su redistribución equitativa, que garantice el control, manejo y acceso de las mujeres sobre recursos productivos como requisito para la sostenibilidad, el buen vivir y la ciudadanía plena de las mujeres del mundo.
Se pronunciaron por la transformación de los modelos educativos hacia una educación centrada en derechos humanos, no sexista, antidiscriminatoria, laica, pública, gratuita e intercultural.
Es claro el diagnóstico: hoy, en el Siglo XXI las mujeres mueren de parto. Es urgente que esas muertes, muchas por aborto, se prevengan y eliminen. Es urgente el reconocimiento explícito de los derechos sexuales y reproductivos, garantizando el acceso a los servicios de salud integral con calidad y calidez, y la legalización y despenalización del aborto en los países donde está criminalizado.
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Luego de conocer las cifras de la violencia contra las mujeres, que en lugar de disminuir aumentan, pidieron que se prevenga positivamente ésta, que se sancione y erradique, puesto que atenta de forma sustantiva contra la autonomía y la libertad en todas las esferas de la vida económica, política, sexual y reproductiva como derechos humanos de las mujeres, las niñas, las jóvenes, las transexuales, transgénero e intersexuales.
Un llamamiento especial para que los Estados se hagan cargo de la persecución y amenaza a las defensoras de derechos humanos, a las periodistas, las migrantes, las mujeres víctimas del conflicto armado y militarización, las mujeres indígenas, las afrodescendientes, las adolescentes, las campesinas, las personas en situación de pobreza estructural, las mujeres con capacidades diferentes, con orientación sexual e identidad de género, de la tercera edad y de quienes viven con VIH-sida.
En el transcursos de las reuniones, que se desarrollaron del 7 al 10 de mayo, saltaron las demandas emergentes; la urgencia de hacer vigentes y aplicados los derechos de las mujeres. Dijeron que es claro que los Estados tienen obligaciones que no están cumpliendo.
Acordaron mantenerse en red; seguir gestionando la justicia para las mujeres y mantener una campaña mundial de denuncia; acompañar los procesos por país y mantener alianzas con las redes temáticas de los tres continentes.
Foto: Archivo AmecoPress. Elba Beatriz Núñez, Coordinadora Regional de CLADEM.

La lucha por la igualdad en la profesión periodística sigue de actualidad


Madrid, 07 mayo. 13, AmecoPress. La mayor parte del alumnado de las Facultades de Ciencias de la Información son mujeres. Pero esto no permite hablar de una feminización de la profesión periodística, ni desde luego de igualdad de condiciones entre mujeres y hombres dentro de los medios. Las periodistas son discriminadas: no reciben el mismo salario que sus colegas varones, están infra representadas en los cargos de dirección y gestión de las empresas periodísticas y de las asociaciones de prensa y sufren más el fenómeno del paro y el abandono de la profesión.

Una de las pocas excepciones es Elsa González, presidenta de Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), quien destaca de manera reiterada que “nuestra asignatura pendiente” es que las mujeres “conquisten los puestos de responsabilidad” en los medios de comunicación. No se trata de una lucha por el poder, es que desde esa realidad se construye la mediática, es decir, la que reciben cada día miles personas.

Según datos de la FAPE, en las facultades de Periodismo españolas un 70 por ciento del alumnado es femenino, mientras que en las redacciones se invierte la proporción (el 59 por ciento de la plantilla son hombres). En la dirección, la diferencia es aún mayor, con solo un 20 por ciento de representación femenina. En los consejos de administración la presencia de las mujeres es incluso menor: un 10 por ciento. Los datos constatan que las cúpulas de los medios son terreno vedado a la mayoría de mujeres.
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tabla cargo en las redacciones
La desproporción no se limita al sector empresarial: en el organigrama de la FAPE, por ejemplo, solo 18 de las casi 50 asociaciones tienen una mujer al frente de la presidencia.

La dirección y gestión, terrenos vedados para las periodistas

Es crucial que se incremente el número de mujeres miembros de los sindicatos y asociaciones de periodistas para mejorar las posibilidades de una igualdad de género en la profesión. Además, el lugar que ocupen en ellas tendrá también un profundo impacto en la actitud de estas organizaciones hacia la cuestión del género.

“A menos que las mujeres estén suficientemente representadas en la directiva, los sindicatos no pueden tener credibilidad para los futuros miembros femeninos, ni pueden acostumbrarse a las preocupaciones diferenciadas de las mujeres trabajadoras” dice la Organización Internacional del Trabajo.

Entre las principales causas de este desequilibrio, según denuncia de FAPE, “destacan la tradición masculina, vigente en el acceso a los puestos de mando de muchas empresas, la desconfianza del personal directivo masculino en la capacidad de liderazgo de las mujeres, y las dificultades de conciliación de vida familiar y laboral que imponen los exhaustivos horarios de esta profesión, además de la pervivencia de un modelo social en el que el hombre todavía ocupa un papel residual en la vida doméstica”.

Diferencia salarial

Si los medios de comunicación son el reflejo de la sociedad, a la vez que ayudan a su avance y configuración, ciertamente necesitan mostrar mejor el hecho de que la igualdad de género es un derecho humano fundamental. Esto abarca cuestiones como igual salario por igual trabajo.

Los datos del informe elaborado por la Federación internacional de Periodistas (IFJ), titulado ‘Diferencias salariales por género en periodismo’, constatan que en Europa las mujeres periodistas ganan un 17 por ciento menos que sus colegas masculinos. En el caso de España, esta diferencia se reduce al 12 por ciento, según los datos recogidos de la encuesta salarial realizada el proyecto Wagelndicator, en el que colabora la FIP y en el que han participado unas 200 personas profesionales españolas. Ambos estudios demuestran que las mujeres periodistas siguen enfrentadas a una discriminación persistente tanto salarial como social.

Aparte de recibir menor retribución económica por el mismo trabajo que desarrollan los hombres, tienen menos avances sociales (pensión, seguros de salud, vacaciones), lo que agrava las diferencias laborales. Con toda razón, las periodistas están menos satisfechas de su trabajo que los hombres.

Además, el informe demuestra que la disparidad retributiva aumenta con la edad. Son las mujeres entre 35 y 45 años las que tienen mayores diferencias salariales con sus compañeros de profesión, ya que tienen que enfrentarse a la elección del trabajo o del cuidado de los hijos e hijas, que les hace perder la antigüedad acumulada y les coloca en una posición peor de cara a su jubilación. Algo que constata también el primer Informe wellcomm de salarios de la comunicación 2012, según el cual, aunque existe una clara presencia predominante de las mujeres en el sector (un 59 por ciento de las personas encuestadas son mujeres frente a un 41 por ciento de hombres), éstas se ven perjudicadas por una importante diferencia salarial entre sexos, sobre todo a medida que avanza la experiencia.

El salario medio del profesional de la comunicación en España se sitúa en 32.652 euros brutos anuales, el del hombre es de 38.216 euros, mientras que el de la mujer es de 29.026 euros brutos anuales. Entre las personas encuestadas con más de 8 años de experiencia, los hombres cobran bastante más que las mujeres.

Paro y abandono de la profesión

Se añade también que el paro femenino es mayor en el sector de la comunicación pero además, las periodistas que se incorporan a trabajar, en muchos casos abandonan porque no pueden conciliar vida familiar y laboral, a juicio del Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM), organización que desde su fundación en 1999 cuenta con un área específica de Igualdad y un enfoque particularizado sobre las cuestiones de género.
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tabla paro
De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Condición de la Mujer en los Medios Noticiosos publicado por la Fundación Internacional de Mujeres Periodistas (IMFW), las condiciones laborales, el horario de trabajo, viajes, coberturas especiales e incluso los recortes de personal motivados por la actual crisis incrementan la desigualdad que viven las periodistas, por lo que se considera necesaria e inmediata una legislación que impulse políticas de equidad en los medios de comunicación y lograr así romper el “techo de cristal” que aprisiona a las mujeres y que permita al mismo tiempo, un avance en la manera de construir y transmitir las noticias, que incluya una visión de género.
Fotos AmecoPress

Víctimas de la moda



Un derrumbe de la industria textil en Bangladesh deja cerca de 1200 personas muertas y 2500 heridas, la mayoría mujeres





Madrid, 14 may. 13, AmecoPress. El número de personas muertas en el Rana Plaza, el edificio situado en Dhaka (capital de Bangladesh) que el pasado 24 de abril se derrumbó asciende cada día. Hasta ahora el resultado es la escalofriante cifra de 1.127 víctimas –mujeres en su mayoría- y 2.500 personas heridas. Este episodio ha dejado ya un rastro de tremendo dolor en el país asiático y supone un revulsivo para las conciencias occidentales.
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El accidente nos vuelve a recordar el precio que se paga en muchos países productores a causa de un sistema cuyo máximo valor es el dinero. Que justifica y promueve que multinacionales del sector textil externalicen la confección a países empobrecidos gracias a las ventajas fiscales que obtienen y a la posibilidad de disponer de mano de obra barata. Y que relativiza la responsabilidad personal por esta catástrofe de aquellos que se benefician de las pésimas condiciones laborales y de seguridad que las trabajadoras de esta fábrica tenían que soportar. Y es que, pocos días antes de que el edificio se derrumbara, ya habían aparecido las primeras grietas en las paredes y el techo del edificio, pero la dirección había ordenado a las personas empleadas que continuaran trabajando.
Caras de la violencia económica
La misma moda que esclaviza con sus imágenes tramposas de perfección en una parte del mundo somete a la más cruel violencia económica en la otra. Y el mayor porcentaje de las víctimas, en ambos lados, son mujeres.
Compran y fabrican las líneas de ropa diseñadas por Primark y Bon Marche (Reino Unido), Walmart (Estados Unidos) y Mango (España). Y por multinacionales como la inglesa Benetton, la española El Corte Inglés, la sueca H & M y otras empresas de las que se encontraron etiquetas entre los cadáveres.
Ahora bien, partimos de condiciones diferentes. Una trabajadora gana en esa industria textil bengalí la mísera cantidad de 30 euros al mes, o sea, menos de 20 céntimos la hora en caso de que su jornada fuera de solo 40 semanales, lo que es mucho suponer. Lo que permite a las empresas ofrecer productos más baratos que la competencia gracias a una mano de obra a precio de explotación.
Esto es conocido por los Gobiernos e instituciones. Desde el año 2005, la red internacional Campaña Ropa Limpia ha contactado con las principales empresas europeas que suministran en Bangladesh alertando sobre la inseguridad en las fábricas y reclamando que se adopten medidas urgentes y coordinadas de prevención de accidentes.
Bangladesh es el país del mundo con costes más baratos de producción en la industria de la ropa y por eso empresas de todo el mundo, incluida China, están trasladando parte de su producción al país asiático, constata la Campaña Ropa Limpia. Según datos de la Federación Nacional de Trabajadores del sector Textil de Bangladesh, en los últimos 15 años ha habido unos 600 muertos y 3.000 heridos en accidentes ocurridos en fábricas textiles (incendios o derrumbes) en el país.
La Campaña Ropa Limpia en España ha acogido "con esperanza y cautela" que algunas de las empresas implicadas en la tragedia del Edificio de Rana Plaza en Bangladesh hayan anunciado un plan de ayudas para compensar a las víctimas y los familiares de las personas fallecidas en el accidente. "Confiamos en que las empresas que por el momento han asumido responsabilidad en este trágico suceso, se coordinen y trabajen con los sindicatos de Bangladesh, el sindicato IndustriALL y las organizaciones de defensa de los derechos humanos en la industria de la ropa" recoge la red internacional en un comunicado.
Pueden evitarse
La organización, que lleva desde 1989 trabajando por la mejora de las condiciones laborales en este sector y que se encuentra activa en 14 países europeos, sostiene que el cálculo y reparto de la carga de las indemnizaciones a las familias de las personas que murieron y a las personas heridas, debe basarse en las mejores prácticas empleadas en anteriores tragedias relacionadas con la falta de seguridad en las fábricas de la industria textil bangladesí.
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De esta forma, las multinacionales tendrían que asegurarse que los trabajadores y trabajadoras reciben los salarios que se les deben, una ayuda económica para pagar la asistencia médica y facilidades a las personas heridas para encontrar un nuevo empleo una vez recuperadas.
A esta labor, se suman campañas desarrolladas en países occidentales como la iniciativa de ‘ConsumeHastaMorir’, que ha trabajado junto a alumnas y alumnos de la Universidad Carlos III en un taller sobre consumo responsable y contrapublicidad. Son testimoniales intentos de oponerse a unas prácticas basadas en la esclavitud y que conducen a la muerte a miles de personas en una parte del planeta mientras, en la otra, aumenta el paro y se reducen los ingresos públicos. Lo cual debería dar lugar a compromisos y acciones más contundentes.
Los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia y algunos la llevaron al seno de sus debates y centro de artículos de opinión. Pero el análisis y tratamiento no pudo deshacerse de la superficialidad y la inmediatez propias de la época.
El mundo es hoy más propiedad que nunca de las grandes multinacionales. Echan mano de ingenierías económicas permitidas por la ley, utilizan paraísos fiscales para exportar o declaran sus ganancias allá donde los impuestos son más bajos. Es legal, sabido e incluso promovido desde los centros políticos de poder. De vez en cuando hay grandes declaraciones de intenciones pero la política parece haberse rendido definitivamente al mercadeo y sus grandes gestores. Y las mujeres, seguimos siendo víctimas.
Fotos archivo AmecoPress 

Cada vez hay más mujeres migrantes en el mundo


Por Thalif Deen
NACIONES UNIDAS, 30 abr (IPS) - El rostro de la población migrante cambia de forma drástica, dado que las mujeres y las niñas representan alrededor de la mitad de las 214 millones de personas que han debido abandonar sus lugares de origen en el mundo.
En algunas regiones superan a los hombres, precisó Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Muchas mujeres emigran por su cuenta en tanto que jefas de hogar para garantizar su sustento, apuntó Osotimehin, en el marco de la 46 sesión de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Población y Desarrollo (CPD), que duró una semana y concluyó el viernes 26.

"Otras abandonan sus hogares en busca de sociedades más abiertas, para escapar de un mal matrimonio o huir de todas las formas de discriminación y violencia de género, conflictos políticos y limitantes culturales", apuntó.

Al igual que otros emigrantes, las mujeres contribuyen al bienestar de sus hogares mediante el envío de remesas para sus familias que quedaron en el lugar de origen, puntualizó Osotimehin.

Una creciente cantidad de migrantes son mujeres, niños y niñas, quienes sufren la peor parte de las violaciones de derechos humanos.

Tras un debate polémico, la CPD adoptó una tardía resolución de consenso el viernes en la que reconoce el papel central de los derechos sexuales y reproductivos, dándoles destacada visibilidad.

La sesión de la CPD de este año se concentró en las nuevas tendencias en las migraciones internacionales. Y el cambio en la composición por género de las poblaciones migrantes es uno de los nuevos acontecimientos.

Yasmin Hassan, directora de Equality Now, con sede en Nueva York, dijo a IPS: "Nuestra experiencia nos indica que la llamada migración femenina está profundamente vinculada al tráfico de personas, ya sea con fines sexuales o para trabajo doméstico".

Las mujeres que migran por voluntad propia se ven envueltas en situaciones de profunda explotación, puntualizó.

"Eso es posible y se ve exacerbado por la situación legal vulnerable que viven, su falta de contactos sociales y familiares, su aislamiento, su incapacidad, a menudo, para comprender el lenguaje o acceder a sistemas de protección", explicó.

Eso hace que se vuelvan un blanco muy atractivo para las redes de tráfico, remarcó Hassan, quien trabajó en la División para el Avance de las Mujeres de las Naciones Unidas y colaboró en la implementación de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw).

En nombre de Estados Unidos, Margaret Pollack, dijo que las mujeres migrantes solían ser víctimas de explotación y abuso sexual, y a menudo no tenían acceso a servicios de salud.

También señaló que esto se daba especialmente en las más jóvenes y otros sectores vulnerables como las personas LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transgénero) y discapacitadas.

Pollack pidió políticas específicas destinadas a ayudar a esos grupos, así como para la recolección de datos sobre abusos a los que están sujetos las personas migrantes.

Un estudio divulgado la semana pasada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, dijo que unos 600.000 trabajadores migrantes "son estafados y quedan atrapados en trabajos forzosos en Medio Oriente".

Sobre la base de más de 650 entrevistas realizadas en un periodo de dos años en varios países, como Jordania, Líbano, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, el informe indica que solo en Medio Oriente residen millones de trabajadores migrantes, los que en algunos casos exceden en forma sustancial la cantidad de los que son ciudadanos.

En Qatar, 94 por ciento de los trabajadores son migrantes y en Arabia Saudita, alrededor de 50 por ciento.

Una empleada doméstica srilankesa, acusada de matar un bebé a su cargo, fue decapitada el mes pasado en Arabia Saudita.

"El tráfico de personas solo podrá atenderse de forma efectiva atendiendo los vacíos sistémicos en la gobernanza de la migración laboral en la región", dijo Frank Hagemann, subdirector de la OIT para los estados árabes, a la CPD.

La resolución adoptada por la CPD llama a todos los estados miembro a asegurarse de que las migraciones se integren a las políticas de desarrollo nacional y sectorial, a las estrategias y los programas.

También se le debe dar la debida consideración a los vínculos entre migración y desarrollo en la implementación del Programa de Acción de 1994, adoptado en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, y en la elaboración de la agenda de desarrollo para después de 2015.

El texto de la resolución también llama a la protección de los derechos de las mujeres, niños y niñas migrantes, entre ellos los vinculados a la salud sexual y reproductiva.

En un nuevo informe sobre migraciones, divulgado la semana pasada, la Organización de las Naciones Unidas señala que los nuevos polos de crecimiento económico en el Sur crearon flujos migratorios entre los países de la región.

En los últimos años también hubo un significativo aumento en la migración de los países en desarrollo hacia los ricos del Norte.

"El aumento de las migraciones de Sur a Norte generó un significativo flujo de remesas hacia el Sur que puede estimular el crecimiento económico", señala el informe.

Según datos del Banco Mundial, las remesas que reciben los países en desarrollo alcanzaron los 406.000 millones de dólares en 2012.

Muchas economías de rápido crecimiento en Asia Pacífico y Sudoriental, América del Sur y África occidental se volvieron destino de migrantes de sus respectivas regiones, añade el estudio.

Además, los países petroleros del oeste de Asia (Medio Oriente y estados del Cáucaso) y del sur de Europa (los del Mediterráneo) vivieron un rápido crecimiento en la cantidad de migrantes internacionales entre 1990 y 2010.

Tras el inicio de la crisis económica y financiera que comenzó en 2008, algunas tendencias se enlentecieron o se revirtieron de forma temporal, pero los últimos datos muestran que la migración a esos países creció en 2011. (FIN/2013)