11/26/2016

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU radio universitaria de Guelph sabado 26 nov 2016

TIEMPO DE MUJERES
Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph

en Ontario, Canadá
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MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Bienvenida al programa de hoy
Noticias de Género en la Red

 vamos terminando Noviembre el mes para recordar el alto a la Violencia contra las mujeres, una violencia que es ya una pandemia global y en la que es urgente establecer politicas publicas que la eliminen, porque la defensa de los derechos es una tarea de todos y todas, la violencia contra las mujeres ha sido una conducta permitida porque era vista en el contexto privado no publico, esta permisividad dio fruto a la violencia que hoy vemos en el mundo en cuanto a feminicidios, desapariciones y violacion a los diversos derechos que tenemos como sociedad, es por eso que rechazamos la calificación de crimenes pasionales a aquellos asesinatos contra las mujeres, tanto en campo privado, como el público o comunitario, porque se mata, asesina a las mujeres con un fin determinado

Y para muestra un botón, el capitalismo que como bien deciamos la semana pasada destruye lo que toca, nos muestra en las pasadas elecciones estadounidenses que el proximo presidente el empresario corrupto Trump significa la ratificación y consolidación pública del machismo como instrumento político y simbólico para seguir condicionando la realidad, y para remodelarla sobre el retroceso, no sobre el progreso hacia la Igualdad
25 de Noviembre Dia Internacional Contra las violencias hacia las mujeres 
Y continuaremos con algunos audios propios de la violencia machista ejemplos sobre la violencia contra las mujeres indígenas en México y para terminar con el recuerdo siempre presente de las hermanas Mirabal


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Tiempo de Mujeres


Todos los Sábados de 6 a 9 de la noche
(tiempo del Este)

El Feminicidio no es un “crimen pasional”, es un Genocidio sistemático


El ataque contra las mujeres defensoras de la Tierra que se oponen a las Multinacionales amparadas por los Estados y Gobiernos es una estrategia Capitalista y Patriarcal para el control territorial…. Atacando a las mujeres se ataca la estabilidad de los pueblos y comunidades…

fotografía proporcionada por Rubén Collío, pareja de Macarena
Cuando se violenta a las mujeres se lo hace con objetivos materiales, el primero dañar sus cuerpos, quitarlas de en medio para que no sigan afectando variados intereses patriarcales como rebajar la hombría masculina del agresor individual o amenazar la estabilidad financiera de depredadores colectivos y territoriales (hombres enriquecidos y con poder económico).
El Feminicidio es un crimen contra la existencia de las mujeres. Se comete por medio de  prácticas de sexo-género, racistas y clasistas que se ensañan con la condición y situación concreta de las mujeres. Hay asimetría entre las posiciones de las víctimas y los agresores, siempre, comenzando por el hecho de que vivimos en una sociedad patriarcal.
Cuando se nos amenaza a las mujeres -por lo que sea- se apela a nuestros cuerpos, sexualidades, maternidades, y eso se combina con elementos sociales de identidad, culturales y territoriales. Se nos insulta en la lógica masculina racista diciéndonos: puta, amargada, maricona, vieja, fea, indecente, bruja, india, hipi, ridícula, loca… etc. O en una lógica diplomáticamente hipócrita se nos recuerda que debemos ser “prudentes” “por nuestros hijos”, y un largo etcétera.
Cuando finalmente se lleva a la práctica estas amenazas, se aprovecha las condiciones personales, íntimas, domésticas de la víctima. Se abusa sexualmente a mujeres perseguidas, se ataca directamente a defensoras de territorios provocándoles abortos, se amenaza a sus hijas de violación, se acosa a sus hijos, y se aprovecha por ejemplo, el momento en que la víctima está cuidando a su guagua porque en ese instante estará más impedida de recurrir a la autodefensa, como en el caso de Macarena Valdés Muñoz[2].
El crimen feminicida es un acto de Poder que puede ser individual o colectivo; no es un crimen eventual, aislado o pasional. Surge de la Dominación clasista, territorial y de heterosexualidad obligatoria.
El Patriarcado ve como normal que los hombres luchen. Se enfrenta a ellos y los mata cuando éstos toman causas y luchas antisistémicas y, a la larga, incluso puede reconocerlos como “enemigos dignos” en las guerras masculinas acostumbradas. Pero cuando se trata de mujeres defendiendo causas y explicitándolo, la reacción patriarcal es “de Género”, o sea: específica, violenta, cruenta y con una perversidad inusitadamente machista.
Y es que, los agresores feminicidas de mujeres defensoras de la Tierra, el Territorio y las Aguas, pueden imaginar en su precaria y concreta ideología por ejemplo, que matar a una mujer será “más fácil” y “más invisible” que asesinar a un hombre, el que será rápidamente defendido como “dirigente”, y al que sus compañeros –hombres y mujeres-, asumirán de inmediato como “luchador”.
Violencia Política Sexual
Dentro del contexto de Violencia Estructural contra las Mujeres, la Violencia Política Sexual es una forma de venganza específica que usan los agresores y el Estado como un agresor organizado y armado para aniquilar a las mujeres que se rebelan[3]. La Violencia Política Sexual no son solamente acciones concretas de tortura en que se viola sexualmente a mujeres perseguidas y apresadas por sus ideas. Ahí no se agota la Violencia Política Sexual, puede ni siquiera haber contacto físico e igualmente nos están violentando con insultos y desprestigio.
El Patriarcado de Supremacía Masculina nos violenta porque somos una amenaza real a todos sus intereses estructurales. A los económicos y territoriales –Capitalistas-, y a los sociales y culturales que instituyen que las acciones insurgentes son de los hombres, propiedad masculina, muestras de poder “de hombres bien hombres”.
La Dictadura de Pinochet y la Derecha imperialista, ejerció Violencia Política Sexual contra niñas, jóvenes y adultas que resistíamos a su régimen político porque éramos revolucionarias y antidictatoriales, y por ser mujeres que no aceptábamos las reglas machistas y reaccionarias de la burguesía dominante.
En los primeros días del Golpe, un pantalón o una minifalda eran una ofensa a los “valientes soldados” que habían tomado la supremacía gobernante del país. Nos rompían las bastillas de la falda y el vestido, y nos cortaban los pantalones con tijeras; todo violentamente, amedrentándonos en las calles, porque “las mujeres no usan pantalones” y “las minifaldas son de putas, no de mujeres decentes”.
En los años que vinieron ser dirigentas de organizaciones estudiantiles u otras, y hacer discursos públicos, nos valieron persecuciones en las que específicamente usaron el machismo para amedrentarnos. En todo el periodo de resistencia a Pinochet, muchas mujeres que adhirieron a movimientos insurgentes fueron encarceladas, torturadas sexualmente y masacradas.
Feminicidio Capitalista y Racista
El ataque contra las mujeres defensoras de la Tierra y contra las mujeres de los pueblos y comunidades en general, que se oponen a los Megaproyectos de Multinacionales amparadas por los Estados y Gobiernos, es una estrategia Capitalista -por ende Patriarcal- para ejercer control territorial.
En la lógica Patriarcal de heterosexualidad obligatoria, la reproducción social  incluye (al menos) el proceso de la alimentación, de la conservación de la salud, de la formación ética y moral, de la energía emocional que contiene a los hombres y a sus herederos ­-trabajo doméstico y energético no remunerado-, y todas ellas serían “funciones femeninas”. Las mujeres como colectividad, efectivamente -resistiéndonos o no-, nos dedicamos a la reproducción social y también al trabajo de producción en los campos y ciudades. La siembra, la cosecha, la conservación de los alimentos son experiencias de las mujeres que sostienen la estabilidad cotidiana y trascendente de los grupos humanos. Atacando a las mujeres se ataca la estabilidad de los pueblos y comunidades.
A lo largo de la Historia occidental-colonial, los ciclos de explotación económica se han relacionado íntimamente con los ciclos de Violencia contra de las Mujeres. Uno de los primeros Genocidios de mujeres –conocidos- es la Caza de Brujas medieval en Europa que al mismo tiempo se replicaba en los territorios invadidos que habitamos.
A la vez que el Desarrollo de Europa se sostenía sobre la explotación de las colonias, surgía el Capitalismo transformando el Trabajo Humano en Producción, y el Apego de las mujeres a niñas y niños, en Reproducción Social.
El “Maleficum Maleficarum”, Manual de los inquisidores, decía que por 100 brujas había 1 brujo, ya que las mujeres seríamos lascivas y perversas por naturaleza. Y el Pecado de “Salamanca” era definido por la “Santa Inquisición” en los territorios de Abya Yala, como la brujería colectiva de indias, negras y mestizas profiriendo hechizos.
Las brujas europeas, mujeres pobres en general –no “damas”-, y las brujas de acá, eran diversas; podían ser tribadas, mujeres que efectuaban frotamientos sexual-amorosos entre ellas, podían ser mujeres que no creían en el Dios masculino de la Iglesia ni en el Dios blanco del colonizador; mujeres que no querían producir riqueza para los invasores o para los señores feudales, mujeres que muchas veces se negaron a parir más esclavos, y mujeres que creían en el espíritu de todo lo viviente, guardianas de los ríos y lagos donde, en creencia ancestral, habitan espíritus femeninos. Fueron cerca de 60 mil las mujeres asesinadas sólo en Europa en este Genocidio patriarcal. Las “indias”, “negras”, “mestizas” –nuestras ancestras- no han sido contabilizadas como un crimen específico del Colonialismo.
Está pasando
“¡Despertemos, despertemos humanidad!, ya no hay tiempo, nuestras conciencias serán sacudidas por el hecho de solo estar contemplando la autodestrucción, basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”. Esta es una frase de Berta Cáceres Flores, defensora lenca del Río Gualcarque, de 45 años, que sus tres hijas, su hijo y su madre, recuerdan en un Comunicado Público tras su crimen en Honduras en Marzo 2016[4].
El crimen contra BETY CARIÑO[5], feminista que resistía contra las multinacionales mineras en su territorio, asesinada por paramilitares en Oaxaca, en abril 2010 dio una voz de alarma. En 2002, en Kauñiku en el Alto Bio Bio, Walmapu, en proceso de recuperación de territorio, había sido asesinada AGUSTINA HUENUPE PAVIÁN, dirigente pewenche  cuando 90 hombres atacaron a su comunidad de 20 personas, asesinaron a su hermano, José Mauricio y mataron a Agustina ensañándose con su cuerpo: la defecaron y le cercenaron los senos[6] (y no dijimos nada). Vino la desaparición forzada de SANDRA CUELLAR en 2011, defensora de los derechos laborales y ambientales frente a la expansión del cultivo de palma aceitera y de caña, una de las 50 defensoras y defensores del medio ambiente asesinados en Colombia en los últimos 12 años. Luego, en diciembre 2013 NICOLASA QUITREMÁN CALPÁN, férrea opositora -junto a su hermana Berta-, al proyecto de la Central Ralco en el Alto Bío Bío, Walmpau, que gritó que “Ni muerta la sacarían de sus tierras”, apareció flotando en las aguas del lago artificial de la misma central. MARGARITA MURILLO, otra feminista, campesina y defensora de los DDHH, fue asesinada por varios hombres que le dispararon en agosto de 2014 cuando cultivaba la tierra en la aldea El Planón, Villanueva, Honduras[7]. LESBIA JANETH, activista de la misma organización que Berta Cáceres, Copinh, fue asesinada en Julio 2016; su cuerpo apuñalado fue hallado cerca de un vertedero de basura en la Región de La Paz, Honduras. MACARENA VALDÉS MUÑOZ, activista por la defensa de la Salud contra un proyecto hidroeléctrico apareció muerta hace dos meses, en agosto 2016, en Tranguil, Liquiñe, Walmapu.
Por todo el territorio, mujeres de comunidades, de organizaciones, de pueblos ancestrales que resisten al Patriarcado colonial y Defienden la Tierra, el Territorio y las Aguas, están siendo perseguidas y hasta asesinadas. El Capitalismo ha colocado su mira en las mujeres para usarlas en sus campañas de buenas prácticas y si se resisten a ser integradas, las persiguen. La relación entre violencia sexual, dominio territorial y explotación de recursos naturales es estrecha pues la insurgencia como la resistencia cotidiana de las mujeres es amenazante para el Sistema.
X victoria aldunate, lesbofeminista, escritora, terapeuta[1]

[1] “Cuerpo de Mujer: Riesgo de Muerte”, Victoria Aldunate Morales, Compilación de artículos y textos, 276 páginas, Ediciones Sarri-Sarri Distro & Records, www.sarrisarri.org,  Santiago, Noviembre 2012. http://www.bibliotecafragmentada.org/wp-content/uploads/2015/07/Cuerpo-de-Mujer-riesgo-de-muerte.-pdf.pdf
[2] http://www.eldesconcierto.cl/santiago-no-es-chile/2016/10/20/el-feminicidio-empresarial-de-la-activista-macarena-valdes-munoz-en-liquine/
[3] http://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/manifiesto-por-la-defensa-de
[4] Página del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (Copinh) fundado por Berta Cáceres Flores. https://copinh.org/article/comunicado-de-las-hijas-y-hijo-y-madre-de-berta-ca/
[5] https://www.centrodemedioslibres.org/2016/04/09/30-abr-y-1-may-homenaje-a-bety-carino/
[6] https://unidadmpt.wordpress.com/2013/02/06/asesinato-de-agustina-y-mauricio-huenupe-pavian-anos-de-completa-impunidad/

Documental Las Mariposas: Las Hermanas Mirabal

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


 (25 de noviembre)



México: CLADEM exige Alerta de Violencia de Género en todo el país


Por CLADEM

México atraviesa por una profundización en la crisis de derechos humanos donde la violencia contra las mujeres, jóvenes y niñas, en sus distintas manifestaciones, es una constante vergonzosamente arraigada, solapada, naturalizada e ignorada.

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En casi cuatro décadas las mujeres de América Latina y el Caribe hemos logrado avances significativos en la construcción de ciudadanía, sin embargo, vivimos un recrudecimiento de las violencias que impactan en la profundización de las brechas de desigualdad en la región.

Enfrentamos una alianza entre los gobiernos de todos los órdenes con las fuerzas más oscurantistas de la ultra derecha que buscan el retroceso en el ejercicio de derechos de las mujeres, jóvenes y niñas, que pretenden institucionalizar su ideología conservadora respecto de la mujer, la familia y la sociedad.
Al mismo tiempo que la defensa de los derechos humanos y particularmente la integridad de quienes los defendemos, somos objeto de ataques y amenazas que buscan silenciar nuestras voces para mantener los privilegios de poderes fácticos, legales e ilegales, asociados con corrupción y una débil procuración y administración de la justicia que ignora o se resiste aplicar el marco de internacional de los derechos humanos y los protocolos creados para juzgar con perspectiva de género, de diversidad, de inclusión  y de interculturalidad.
Aunado a ello no existen políticas públicas, planes y acciones intersecciones dirigidos al empoderamiento económico y político de las mujeres, jóvenes y niñas indígenas y afrodescendientes mexicanas, que promuevan el fortalecimiento de economías sostenibles propias y autogestivas garantizando un modelo de desarrollo basado en el cumplimiento de la agenda 2030 y que contribuya a generar mejores condiciones para enfrentar y salir de la violencia.
México atraviesa por una profundización en la crisis de derechos humanos donde la violencia contra las mujeres, jóvenes y niñas, en sus distintas manifestaciones, es una constante vergonzosamente arraigada, solapada, naturalizada e ignorada; vivimos un incremento en el número de feminicidios, crímenes de odio, trata, desapariciones forzadas de mujeres de todas las edades y clases sociales, violencia institucional, acoso callejero, estigma y discriminación en los medios de comunicación, segregación y hostigamiento laboral que nos lleva a exigir  la declaración de la Alerta de Género en todo el país, porque la violencia feminicida se extiende en todos los rincones del territorio nacional, no distingue clases sociales, pertenencia étnica ni edad y se manifiesta por igual en la calle y en los hogares.
Ante este escenario exigimos, denunciamos, alzamos la voz para decir:
¡Ni Una Menos!
¡La alerta ciudadana en Jalisco ya!
¡La alerta de género en todo el país!
Comité de América Latina y el caribe para la Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres, México

Si cumpliera años en otro hemisferio


   COLABORACIÓN ESPECIAL
Por: Valeria Bautista


La siguiente semana llega mi cumpleaños 16, ése que esperan todas las princesas en las películas y cuentos. Como no soy princesa, no he estado contando los días para que llegue, pero quiero aprovechar para hacer unas reflexiones sobre mi pequeña existencia, y también aprovecho que el 25 de noviembre se designó como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
 
Soy una chica de 16 años que divide su tiempo entre escuela, apostolado, colectiva feminista, gimnasia, música, escritura, entre otras cosas. En realidad soy como muchas otras. Pero ¿qué sería de mí si hubiera nacido en otro punto del globo?
 
Si hubiera nacido en India, podría ser parte del poco más del 10 por ciento de menores de 16 años de edad que ya están casadas. En escala mundial, 250 millones de niñas se casaron antes de cumplir los 15 años; y al día, 38 mil niñas se casan con menos de 18 años de edad (13 niñas cada 30 segundos). En India, por cada 10 mil partos mueren entre 100 y 300 mujeres, según WomenStats Project.
 
Si hubiera nacido en Pakistán, quizás no habría estudiado. Ahí, 83 por ciento de las niñas no tiene acceso a la educación. En el mundo, 66 millones de niñas no asisten a la escuela. En Afganistán, 87 por ciento de las mujeres son analfabetas.
 
Pero aunque hubiera podido estudiar, tal vez no podría estar escribiendo esto. En la República Democrática del Congo, ninguna mujer puede firmar documentos legales sin el consentimiento de su marido. Y si sigo con estas cifras voy a quebrarme en llanto.
 
Hablando sobre otro hemisferio, espero que hayan escuchado e indignado con el caso de Lucía Pérez. Por si me lee alguien que no se enteró, les cuento: esta chica argentina (también de 16 años) fue drogada, violada y empalada por dos hombres en la ciudad de Mar de Plata. Además, los violadores se la llevaron al hospital diciendo que estaba inconsciente por una sobredosis. Esto pasó hace unas semanas, y mi estómago y yo aún no lo podemos procesar.
 
En Argentina hay un feminicidio cada 36 horas y 18 por ciento de ellas tenía menos de 18 años. El caso de Lucía me suena en todas partes cuando analizo las terribles raíces del problema, ella puede ser tu hija, tu hermanita, tu mejor amiga, puedo ser yo.

Y creo que es mejor si no nos vamos tan lejos... hablemos de México. ¿Qué hubiera pasado si nacía en la otra punta del país o incluso en otras regiones de mi propio estado?
 
En México se registran siete casos de feminicidio, SIETE VIDAS AL DÍA.
 
Aquí, una de cada cinco mujeres es casada cuando es menor de edad; 29.7 por ciento de las menores de edad se dedican a hacer trabajo del hogar 28 horas a la semana, como si nuestro único objetivo fuera lavar pisos y tener hijas o hijos.
 
Estoy harta de pensar que es un lujo poder sentirme segura, que soy de las raras excepciones. Me es tan difícil procesar que niñas que llevan menos tiempo que yo en este mundo son propensas a tantas injusticias, y me es aún más difícil pensar que pocas veces nos enteramos de los nombres, muchas veces se quedan en cifras.
 
Necesitamos entender que hablamos de vidas y no sólo de numeritos, de personas con nombre y alma, con sueños y esperanzas.
 
Ojalá en poco tiempo las oportunidades de tener una vida digna alrededor del mundo suenen menos distantes, ojalá cada día todas las personas hagamos que esas niñas puedan ver lo humano como algo menos inalcanzable.
 
valeriabautistag@gmail.com
twitter @valybautista_g
 
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.-  

Mujeres de Edomex y CDMX marchan para exigir fin a violencia de género


   ¡Vivas nos queremos!

Este Día Internacional de la Eliminación contra la Violencia hacia las Mujeres agrupaciones y colectivos feministas salieron a marchar en el municipio de Naucalpan por ser el segundo municipio del Estado de México con alta incidencia de violencia de género después de Ecatepec.
 
Las mujeres que asistieron a la marcha “Ni una más en los Panteones” realizada desde la estación del metro Panteones de la Línea 2 hasta el Palacio de gobierno de Naucalpan, gritaron consignas en contra del gobernador del Estado de México Eruviel Ávila Villegas porque a un año de que la Alerta de Violencia de Género fue decretada en esa entidad las mujeres y niñas desaparecidas y víctimas de feminicidio siguen en aumento.
 
La vocera de la Asamblea 24A CDMX, Xóchilt Rodríguez Quintero, dijo que en apoyo a las integrantes de esta marcha, acudieron a la movilización de Naucalpan y señaló que las mujeres que habitan en este municipio se tienen que transportar a diario a la Ciudad de México para ir a estudiar o trabajar por lo que se exponen a la inseguridad en ambas localidades.
 
Antes de iniciar la marcha hicieron pase de lista de las mujeres y niñas víctimas de feminicidio, después caminaron con cruces de madera en las manos y gritaban “Ni una más”.
 
Odette del Pilar Herrera estudiante de Artes plásticas, acudió a la marcha de manera individual para documentar el acto de protesta y después hacer una pintura que exprese la violencia contra las mujeres y el derecho a manifestarse.
 
En entrevista con Cimacnoticias la coordinadora de Mujeres Abrazando México, Enma Obrador Garrido, señaló que después de la declaración de la AVG en el Estado de México se dieron avances en la homologación legislativa con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, al incluir tipos y modalidades de las violencias de género, pero indicó que en el tema de prevención y seguridad para las mujeres no hay resultados.
 
La también integrante de la Asamblea 24A, Obrador Garrido, dijo que de acuerdo a su monitoreo en medios, en el municipio de Naucalpan suman 38 mujeres (de enero a noviembre de este año) víctimas de feminicidio.
 
La directora del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, Verónica Rubi Olvera Torres dijo a Cimacnoticias que realizaron un monitoreo de 5 medios de comunicación desde agosto del 2015  hasta agosto del 2016 y contabilizaron un total de 197 notas periodísticas que trataban sobre homicidios de mujeres y feminicidio en el Estado de México.
 
Al final de la marcha las activistas entregaron un pliego petitorio al gobierno municipal de Naucalpan para exigir que se investiguen con perspectiva de género 231 casos de mujeres que fueron asesinadas en la entidad durante este año.
 
Participaron madres de víctimas de feminicidio; estuvo la madre de Karen Mosso y Erick, menores de edad que fueron raptados en su propia casa, la madre de Fernanda, caso que se clasificó como homicidio y una sobreviviente de feminicidio.
 
MARCHAN CAPITALINAS   Este día naranja fue diferente. En medio del creciente número de feminicidio, desapariciones y Alertas de Violencia de Género, en el país, miles de capitalinas decidieron vestirse de negro y marchar por una de las principales avenidas de la Ciudad de México.   Distintos colectivos feministas, mujeres adolescentes y niñas, se reunieron bajo el Ángel de la Independencia para demandar justicia ante las violaciones sexuales, hostigamientos, desapariciones y asesinatos de mujeres que cobran 7 vidas al día en el país.   Sus voces resonaron para pedir alto a la violencia machista. ¡Vivas nos queremos! gritaban reiteradamente. A las 5 de la tarde comenzó la caminata encabezada por la Caravana de Madres de migrantes desaparecidos, quienes exigieron justicia y la búsqueda de sus hijas e hijos.   Las mujeres expresaban tristeza por la situación que atraviesa el país. “Me causa impotencia saber que no puedo hacer nada más por las mujeres”, expresó la estudiante Diana Celaya.   En tanto, la Red de Mujeres por la Equidad y una vida libre de violencia para las mujeres, manifestó que es necesario que el Estado haga frente a estos asesinatos; lo que se necesita es justicia para todas estas mujeres, agregó.

  CIMACFoto: César Martínez López
Por: Gema Villela Valenzuela y Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

La prostitución: la peor humillación


MUJERES CAUTIVAS
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*



 Cuando se acerca la fecha para que la Comisión de Carta de Derechos dictamine el contenido del Artículo 15 de la Constitución de la Ciudad de México y muy especialmente el Apartado F, creo que viene a cuentas compartir con ustedes una historia que me cimbró el corazón.
 
El jueves 16 de noviembre asistí a una víctima de trata y explotación de la prostitución, en su audiencia de ampliación de declaración. Al tomar la palabra dijo lo siguiente:
 
“Soy Víctima 1, una indígena. Cuando tenía 16 años de edad, en 2006, acompañé un domingo al mercado de mi pueblo a mi papá y a mi mamá.  Ahí nos abordó un hombre que iba acompañado de su madre y me ofrecieron trabajo cuidando a la señora que estaba enferma y haciendo el aseo de la casa. Le pidieron permiso a mi madre y a mi padre y me ofrecieron pagarme 400 pesos a la semana, y como éramos muy pobres, acepté el trabajo.  Más tarde, el hombre y su madre fueron a mi casa a recogerme y llevarme a San Pablo del Monte, Tlaxcala, el lugar donde iba yo a trabajar.
 
Al llegar a la casa, me pude percatar que tenía tres pisos y estaban tres mujeres en la sala que me las presentaron como hijas de la señora que supuestamente yo iba a cuidar. Me acomodaron en una habitación en la planta baja y aproximadamente a las once de la noche llegó el hombre y me dijo que ése era su cuarto y me violó. Traté de resistirme, pero era más grande y más fuerte que yo y me golpeó hasta que no pude seguir resistiéndome. Traté de escaparme pero no pude, él se pasó toda la noche en el cuarto.
 
Al día siguiente me dijo que me arreglara porque ya nos íbamos y a pesar de mis protestas y de que en innumerables ocasiones les dije que yo me quería regresar con mis papás, a golpes me llevó al comedor, donde la supuesta señora enferma -su mamá- me dijo que estaba muy contenta que ya fuera yo la novia de su hijo y que yo tenía que estar con él, a donde él me llevara.
 
Su hermano nos llevó a la Central Camionera de Puebla, a mí, al hombre, a dos muchachas que iban muy golpeadas, como yo, y a dos hombres más que me dijo, eran sus hermanos.  Abordamos un autobús de la línea Futura que nos llevó hasta Reynosa, Tamaulipas.
 
Al llegar ahí, nos acomodaron en un hotel y de ahí nos llevaron a la zona de tolerancia, y una mujer que le decían “Nancy” nos dijo que teníamos que prostituirnos, y contrató tres cuartos con un señor y le dijo que nosotras pagaríamos la renta en la noche.  Yo me negué a prostituirme y pasé toda la noche encerrada en ese cuarto sucio, oscuro y siniestro y al día siguiente, cuando me llevaron al hotel, el hombre me golpeó hasta que se cansó porque no llevaba dinero y me dijo que si no me prostituía me iba a matar e iban a matar a toda mi familia.
 
Casi inmediatamente me llevaron de nuevo a la zona de tolerancia, que estaba controlada por el Cártel del Golfo, pero el hombre llegó y me volvió a golpear y me dijo que me iban a estar vigilando, que mejor me pusiera a talonearle, porque si no me iban a desmembrar.
 
Como yo era la más jovencita, me dieron un acta de nacimiento de otra mujer, “Maricela”, de 20 años y me dieron su credencial de elector, y así me registraron en los servicios sanitarios municipales.  Yo me dí cuenta que hombres armados nos vigilaban y nos llevaban a los servicios municipales.
 
Ahí empezó mi pesadilla, tenía que cobrar 400 pesos por quince minutos y mil por una hora. Llegué a producirles mil dólares diarios, no tenía un sólo día de descanso.  No podía negarme a atender a un cliente, no importaba en qué condiciones llegaba, si venía tomado, sucio, armado, etcétera.
 
Me mantuvieron en la zona de tolerancia por 4 años, hasta que un día me dijeron que me preparara porque nos íbamos.  Un señor, Ramiro, que era el pollero y esposo de una de las hermanas del hombre, nos cruzó la frontera y ahí nos subieron en una Van café que nos llevó hasta Nueva York.  Llegando a Nueva York, nos alojamos en la casa de un primo del hombre, donde vivía también otra joven que también estaban explotando sexualmente.
 
Al día siguiente me hicieron que me comunicara con varios “deliveris” (taxistas que nos recogían y nos llevaban a donde teníamos que prestar servicios sexuales), a veces en Nueva Jersey, en Nueva York, Virginia y Connecticut.  Cuando no había trabajo con los deliveris nos llevaban a algún burdel.
 
Trabajaba de día y de noche, muy mal alimentada, y dormía cuando más cuatro horas.  Cuando me venía la menstruación me hacían que me pusiera un tapón hecho con pantimedias para que no dejara de trabajar y no fuera yo a ensuciar a algún cliente.
 
Nunca recibí un solo dólar, todo el dinero que ganábamos las otras jóvenes y yo se lo mandaban a la señora que supuestamente estaba enferma en San Pablo del Monte, a mí me decía mi proxeneta que era porque estaba construyendo una casa muy grande.
 
Me obligaban a decir que estaba ahí por mi gusto, pero, afortunadamente cuando ya tenía año y medio en Nueva York, en una redada en un burdel de Queens, me detuvieron, y cuando les conté mi historia me protegieron y me asistieron.
 
Hoy tengo residencia legal en Estados Unidos, pero tengo 10 años de no ver a mi familia, en un país frío, indiferente al dolor, me acaban de diagnosticar Virus del Papiloma Humano y a los 26 años en enero próximo ‘me van a vaciar’, una consecuencia de atender a 50 hombres diarios por tanto tiempo. Estoy sola, enferma, deprimida, todavía no he podido reconstruir mi vida”.
 
Cuando le conté que en la Ciudad de México están tratando de reconocer la prostitución como trabajo no asalariado, me pidió que les dijera a las diputadas y diputados constituyentes que no lo hagan, que no hay peor humillación para las mujeres que la prostitución. Que ni siquiera se imaginan las formas en que son obligadas a decir que están ahí por su libre elección y que nadie las explota. 
 
Me dijo: “por las demás víctimas y posibles víctimas de grupos delictivos como el que me esclavizó por tantos años diles que no lo hagan, por favor. Que todo mi dolor y mi historia sirva para que no haya ni una víctima más de las redes de trata y prostitución. Que quiero sentirme orgullosa de la capital de mi país”.
 
*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: Catwlac Directora
 
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Sí, lo soy…


ZONA DE REFLEXIÓN
Por: Lucía Lagunes Huerta*

Nunca antes  decir lo que pienso y lo que creo se había vuelto tan difícil como ahora cuando se tiende una capa ¡qué digo una capa! ¡un techo de acero! para normalizar la explotación más antigua de las mujeres: la prostitución.

 
Cuando las voces que más se escuchan en los medios son éstas, las que hablan de las “bondades” de la legalización de la prostitución como el gran avance de la humanidad y de la democracia.
 
Yo no sé ustedes, pero yo no deseo que las niñas crezcan convencidas de que su cuerpo es una mercancía que se puede vender y comprar.
 
En 1996, cuando era reportera de Doblejornada y Cimacnoticias conocí la prostitución en los rincones más oscuros de la zona de la Merced. La disputa por la calle entre grupos y “organizaciones sociales” estaba a todo, pero la calle no era el motivo de la disputa sino las mujeres que ocupaban esas calles todo el día a lo largo del año, entre otros negocios.
 
La disputa por el control de la calle ya había dejado  a varias mujeres en situación de prostitución asesinadas de uno y otro lado. Como en cualquier guerra, las mujeres y sus cuerpos son transformados en campos de batalla.
 
Ya en varias ocasiones había entrevistado a la directiva de Brigada Callejera, organización que trabaja con mujeres en prostitución, incluso había acudido a sus oficinas dentro de la iglesia de la Soledad, ahí, en el centro de la zona de la Merced, que en más de un sentido hace honor a su nombre, Soledad.
 
Brigada Callejera ya me había invitado a talleres donde las mujeres en situación de prostitución recibían información sobre el VIH y cómo prevenirlo con el uso correcto del condón. Información más que necesaria cuando el VIH era el enemigo a vencer. Tras el éxito, desarrollaron su propia marca de condones “Encanto”, que venden entre las mujeres en situación de prostitución.
 
Me adentré a ese mundo a conocer a las mujeres de carne y hueso, que día a día ocupan las calles que controlan otros. Conocí los hoteles donde ellas viven, como el Madrid, confiscado en 2009 por trata de personas, según el acuerdo A/005/09 publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal. Un hotel propiedad de un ciudadano español, con un patio interior enorme rodeado de cuartos para la prostitución, o lo que sea. Tres pisos dedicados a ello, con barandales pintados de azul estridente; el cuarto piso estaba reservado para las mujeres en prostitución y sus niñas y niños.
 
Como en cualquier vecindad, la ropa lavada colgaba de los barandales, el llanto de bebés reventaba el silencio de la noche, voces de niñas y niños, la televisión a todo volumen; todo se mezclaba mientras subía por la escalera al primer piso, donde una mujer me esperaba en una de las habitaciones, recostada en la cama matrimonial, con cabecera de madera y el olor a creolina.
 
No era una mujer débil ni mucho menos, era una mujer atlética, con los músculos marcados producto de la disciplina del gimnasio. Su sueño era destacar en la Triple A como luchadora técnica, pero la mala paga la llevó a las calles de la merced a prostituirse.
 
Con el rostro color morado, sus brazos hablaban de una lucha, pero no en el ring. Dos semanas antes, el bando contrario a Brigada Callejera la había atacado a patadas en la calle hasta dejarla inconsciente y casi muerta.
 
Producto de la tremenda paliza, se le habían “volteado los intestinos” y los tenía en una bolsa, fuera de su vientre.
 
Después recorrí las calles vacías, oscuras, donde las loncherías de noche con las cortinas cerradas, dejaban escapar la música de la rocola. Ahí la prostitución seguía, sobre todo la explotación sexual infantil.
 
Las narraciones de lo que ahí sucedía parecían de otro mundo. Cada quincena, o los días de raya, se solía rifar a una joven virgen; “el gran evento” en todas las loncherías que en el día venden quesadillas o comida corrida y en la noche ofrecen a mujeres y niñas a la carta. Repito: corría el año 1996, cuando ya las mafias tenían el poder.
 
Por ello, el control de las calles de la Merced es fundamental en el negocio de la prostitución, quien controla las calles controla a las mujeres que ahí son explotadas.
 
Durante horas escuché las narraciones de Jaime sobre las atrocidades que viven las mujeres en prostitución del “otro bando”, cómo eran controladas y obligadas a trabajar en las peores condiciones, el comercio con la cartilla de sanidad, las formas en que eran revisadas para garantizar que no trabajaran menstruando, violadas por el dedo que un señor introducía en sus vaginas, el riguroso vigía del periodo de cada una.
 
Ahí conocí a Rubí, una mujer culta, proveniente de la clase alta de nuestra ciudad, quien había llegado a la Merced - después de pasar por la Zona Rosa y Sullivan- para sacar adelante a sus hijos, para mantener el nivel de vida que solían tener antes que ella enfrentara a su marido violento e infiel, próspero ingeniero civil constructor de las carreteras del norte de nuestro país.
 
Enfrentar al ingeniero le valió a Rubí quedarse en la calle, con dos hijos inscritos en colegios particulares, acostumbrados a vacacionar cada año en Europa y a usar ropa de marca. La culpa de que sus hijos “perdieran todo” la llevó a la prostitución, porque ella quería que sus hijos no pasaran carencias.
 
Y muchas más mujeres que llegaron a las calles de la Merced bajo la fuerza del hambre, de la miseria de sus vidas y la urgencia de que su prole tuviera algo mejor. Siguiendo sueños, como la luchadora, que mientras conseguía la fama, tenía que comer, pagar gimnasio, entrenador y todo lo que ello le implicaba.
 
Mujeres que creyeron que con tres meses prostituyéndose obtendrían lo que debían pero se quedaron atrapadas, endeudadas, en las redes de la prostitución donde la calle es el gran negocio de los señores que les cobran por todo, donde los hoteleros se hacen ricos con la renta de los cuartos tanto para la prostitución como por vivir.
 
De estas mujeres se habla, de las que no contaron con opciones reales para elegir. Todas tenían sueños distintos a lo que estaban viviendo, todas preferían salir de “eso”, como le llaman. Ninguna se sentía orgullosa de ser prostituta, ni deseaba que sus hijas lo fueran, aunque algunas estaban resignadas en que ahí terminarían porque ese es el ambiente en el que viven (o la “opción” que les da su país).
 
Todas le pagaban a alguien para poder pararse en una esquina, para poder usar el hotel, para estar en la lonchería, para que el poli no se las llevara; todas eran explotadas por todos los negocios alrededor de ellas.
 
Sobre estas mujeres están hablando otras, que dicen que “ellas” -las mujeres en situación de prostitución- optaron libremente por ello. Académicas, legisladoras acompañadas por hombres llamados “progresistas”, colocadas en los medios de comunicación con sus voces hablando de las “bondades” de la prostitución como trabajo.
 
¿Qué significa eso? ¿que dentro de la orientación vocacional  la prostitución será una opción para las jóvenes? ¿crecerán las academias que profesionalizarán a las mujeres para que sean las mejores prostitutas de la historia? Como el nuevo modelo de negocio, las academias de “Pole Dance”, que no son otra cosa que el entrenamiento para los Table Dance, o para el placer sexual de los hombres.
 
De qué estamos hablando, me pregunto. Sé que esto no gusta a las personalidades que tienen el poder para susurrarle al oído al jefe de gobierno que esto es lo de hoy, y que ha ganado muchas y muchos adeptos.
 
La investigadora Ana de Miguel ya decía en su conferencia en el CEIICH sobre Neoliberalismo Sexual “lo que nos estamos jugando es el concepto de humanidad”, y en especial de la humanidad de las mujeres. Si la dignidad humana es el principio básico de los Derechos Humanos, ¿dónde subsisten los derechos de las mujeres?
 
¿Por qué buscan legalizar la prostitución y no empujar con todo el poder que ellas tienen, mejoras en las condiciones laborales de todas las mujeres? para que todas ingresen a las escuelas,  para que sean grandes científicas, legisladoras, gobernantas con trabajos bien remunerados.
 
Sí, me han dicho que mi argumentación es moralina, porque lo mismo da trabajar con las manos que con la vagina. Nada tiene de comparación. Hoy, los mismos países que legalizaron la prostitución no vieron el desarrollo de las mujeres y sí de los señores de la pornografía, los dueños de los bares y prostíbulos, donde se ofrece a las mujeres.
 
En estas semanas se decidirá el futuro real de la vida de las mujeres y de las niñas, las niñas de 10 años que el Fondo de Población de las Naciones Unidas ha elegido como  el indicador humano para la medición del éxito de los Objetivos de Desarrollo. La decisión final será tomada el 10 de diciembre, fecha emblemática para los Derechos Humanos.
 
Normalizar la compra y venta de seres humanos nunca ha sido el camino del progreso ni de la democracia; los años de historia nos lo han demostrado más de una vez.
 
Las mujeres en situación de prostitución merecen opciones reales de desarrollo, no la cadena que las eternice en ella.
 
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC
Twitter: @lagunes28
 

Imagen retomada del sitio argentinaindymedia.org
Por: Lucía Lagunes Huerta*

Cimacnoticias | Ciudad de México.- 

Las feministas no son responsables de educar a los hombres

Alianzas Antiagresiones Patriarcales

Texto original, en inglés, de Cecilia Winterfox, reimpreso en Feminist Current.

Como feminista ruidosa con varios amigos varones inteligentes, me encuentro, a menudo, con indignación cuando decido no entablar conversación con ellos sobre feminismo. Si realmente me importara cambiar nuestra cultura de discriminación y desigualdad, ¿no debería, entonces, intentar educar a los hombres? ¿No es esa la tarea de una activista? ¿No deberían las feministas estar agradecidas cuando los hombres nos plantean preguntas, ya que eso muestra que por lo menos están intentando comprender?

Es a la vez agotador y causa de distracción que se espere de una debatir cuestiones básicas con hombres que no se han tomado antes la molestia de pensar sobre su privilegio. Hombres que no tienen el derecho a esperar que las feministas les eduquen. El cambio real sólo ocurrirá cuando los hombres acepten que la responsabilidad de la educación recae sobre ellos y no sobre las mujeres.
misandry-report  Créditos: Tatsuya Ishida
“Hola, ¿emergencias? Me gustaría denunciar un caso de misandria. Sí, esta chica apareció de repente y ha ignorado completamente mis sentimientos de hombre
Recientemente rechacé de forma amable debatir con uno de estos amigos varones confundidos, quien siguió enviándome algunos consejos bienintencionados sobre cómo ser una feminista más efectiva. Sin antes haber pensado mucho sobre feminismo, dijo, simplemente no le parecía que mis posts en las redes sociales fueran apelativos. Demasiado gritones y académicos. Lo que necesitaba yo era explicar las cosas de una forma que hiciera un llamamiento a los hombres.
Considerándose a sí mismo como el tipo de tío que “podría ser parte de la solución”, me envió amablemente el enlace de una charla Ted de doce minutos que contenía, en sus palabras, un “test básico de sí/no” sobre misoginia, además de una propuesta de pasos a seguir para solucionar el problema. En un gesto de arrogancia impresionante, me sugirió que la próxima vez que me pidieran que educara a un hombre que estuviera genuinamente intentando aprender sobre feminismo, le reenviara este jugoso y conciso recurso que acababa de conseguirme.
Es increíble que al 50 por ciento de la población se les pida tan a menudo que hagan una charla promocional para liberarse de las desventajas estructurales y la violencia sistémica.
He aquí el problema con que se espere de ti que cojas la mano de cada hombre  mientras él se pelea con la posibilidad de que, a pesar de la auto-percepción de su buena naturaleza y sinceras intenciones, es un beneficiario de la opresión estructural de las mujeres. En realidad, te hace daño. El patriarcado daña a las mujeres a diario. Pero aunque pueda ser traumático hablar, por ejemplo, sobre la cultura de la violación, vivimos bajo la esperanza de que si enseñamos a los hombres cómo se nos daña, ellos empezarán a entender y se volverán nuestros aliados. Cuando los hombres aparentan estar interesados en el discurso feminista, ello tira de este anhelo. Mientras los hombres pueden jugar al abogado del diablo y barajar situaciones hipotéticas completamente desconectadas de su realidad y luego, al final, elegir salir, para las mujeres estas discusiones suponen revelación y vulnerabilidad. Son el compartir de nuestra experiencia vivida real.
El argumento más común es: Si Tú No Me Educas Cómo Puedo Aprender. Normalmente funciona así. El auto-denominado Tío Guay interrumpe la discusión solicitando seriamente a las feministas que entren en un debate con sus opiniones personales. Habiendo hecho el esfuerzo de aparcar su enojada incomodidad con que las feministas sean amargadas, resentidas y combativas (aunque no sin antes llamar la atención para  tal sacrificio), el Tío Guay se queda perplejo con que sus teorías no sean inmediatamente discutidas de forma razonable y no enfadada. A pesar de los cientos de recursos sobre el tema de que podría, al igual que el resto de nosotras, echar mano y leer, el Tío Guay espera que las mujeres paren lo que están haciendo para, en lugar de ello, compartir sus experiencias de opresión y contestar a sus preguntas. Irónicamente, el Tío Guay no es consciente de que al demandar de las mujeres que desvíen sus energías para satisfacer de forma inmediata sus caprichos, está reforzando las dinámicas de poder que supuestamente busca comprender.
No hace falta decir que no hay nada de errado con tener preguntas básicas sobre feminismo. Desmontar algo tan complejo e insidioso como el patriarcado, en particular cuando exige examinar tu propio privilegio, no es fácil. Se vuelve, sin embargo, problemático cuando estás tan seguro que tus preguntas son SÚPER IMPORTANTES que buscas apropiarte de las discusiones feministas para que las escuchen.
Usando la analogía de otra mujer:
“Es como si entraras en un seminario de posgrado de matemáticas, gritando: ‘Ey, ¿cómo podéis siquiera usar números imaginarios si a fin de cuentas no son reales?’ Cuando alguien, más bien furiosamente, te señala un manual de primero en un rincón, tú hojeas sin ganas el primer par de páginas durante unos segundos y dices: ‘No estoy de acuerdo con algunas de estas definiciones y, en cualquier caso, no has contestado a mi pregunta. ¡¡¿Nadie quiere discutir conmigo?!!”
Esta incredulidad es normalmente juzgada con grave reprensión por ser sarcástica, irrazonable, ilógica, desagradecida y amargada. Ahora bien, como mujer criada bajo el patriarcado, estoy socializada para responder positivamente a las alabanzas y aprobación de los hombres. Habiendo sufrido las consecuencias de la desaprobación por parte de ellos, el conflicto me resulta contraintuitivo. Es tentador sucumbir al deseo de ser reconocida como “buena” feminista que se toma su tiempo para explicar las cosas de forma amable, divertida y pícara. Pero, aquí está la sorpresa: el feminismo amable no sólo no funciona, sino que es, en realidad, contraproducente.
Gastar tiempo y energía educando a los hombres a lo largo de su camino de auto-descubrimiento no es sólo increíblemente aburrido, sino que, en realidad, sirve para reforzar las dinámicas de poder existentes y nos aleja de colectivizar como mujeres y de promulgar el cambio real.
Mi consejo a los hombres que genuinamente quieren aprender sobre feminismo es el siguiente: leed y escuchad las voces de las mujeres cuando ellas os explican cómo se siente en la piel la misoginia y como ésta funciona. Nunca pidas a las mujeres que te busquen recursos. En serio, sácate el carnet de la biblioteca. O internet. No interrumpas para discordar o descarrilar la discusión usando ejemplos particulares de mujeres en situaciones de poder o casos de lo que entiendes como “sexismo invertido” (aquí va una información útil: la “misandria” no es real).
Parafraseando a Audre Lorde:
“Cuando se espera que las personas de color eduquen a las personas blancas sobre su humanidad, cuando se espera que las mujeres eduquen a los hombres, a las lesbianas y a los gays se espera que eduquen al mundo heterosexual, la opresión mantiene su posición y evade la responsabilidad por sus acciones.”
Si perteneces a un grupo que tiene ventajas estructurales respecto de salarios, seguridad, salud y educación – cuando básicamente ganaste la lotería de la vida simplemente por aparecer – es tu responsabilidad educarte a ti mismo. Y, en serio, no digas a las mujeres que sean amables. Estamos enfadadas. Tenemos todas las razones para estarlo. Francamente, tú deberías estarlo también.
Traducción al castellano: Alianzas Anti-Agresiones Patriarcales

“Fuera de ética y de sentido común” legalizar prostitución: Amélia Valcárcel

No sólo se compra sexo, sino dominio y humillación


Por: Lucía Lagunes Huerta y Cecilia Lavalle Torres


Amélia Valcárcel, una de las referentes teóricas más importantes en el feminismo de la igualdad, 
quien en marzo pasado, fue reconocida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Valencia | 

La reglamentación o no de la prostitución tiene sus horas contadas dentro de la Constituyente de la Ciudad de México. El próximo 10 de diciembre, será  votado dentro de la Comisión de Derechos Humanos, uno de los temas que más violencia ha desatado contra organizaciones y feministas abolicionistas, durante la realización de los foros públicos.

 
Antes de que el debate sobre la reglamentación de la prostitución en la Constituyente de la Ciudad de México estuviera en su punto más álgido- pero ya con los esbozos de lo que podría venir- en octubre del 2015, tras su seminario “Construyendo el Humanismo del Siglo XXI” impartido en el Tecnológico de Monterrey, organizado por la Cátedra Alfonso Reyes, tuvimos la oportunidad de conversar con una de las referentes teóricas más importantes en el feminismo de la igualdad, Amélia Valcárcel, quien en marzo pasado, fue reconocida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Valencia.
 
Uno de los temas que abordamos en esta entrevista conjunta, fue la tendencia a la reglamentación de la prostitución, que ya venía creciendo desde hace un quinquenio atrás. La también Consejera Electiva del Consejo de Estado (Supremo órgano consultivo del gobierno español) considera que la legalización de la prostitución, coloca en crisis la idea de sujeto como tal.
 
Para la filósofa y feminista española Amélia Valcárcel, “buscar la reglamentación de la prostitución es una posición que pertenece a la defensa del orden más antiguo, fuera de ética y de sentido común”.
 
- Cecilia Lavalle Torres (CLT): En la Ciudad de México hay una postura muy fuerte en la que algunas feministas están de acuerdo, para legalizar la prostitución.
 
-Amélia Valcárcel (AV): No me extraña. Yo creo que eso al patriarcado le encanta, encontrará muchos aliados.
 
- Lucía Lagunes Huerta (LLH): Uno de los argumentos es que consideran que esto es un problema de la moral de “algunas feministas” porque no entienden que haya mujeres que decidieron de manera autónoma usar el cuerpo como un terreno del trabajo.
 
- AV: Ya, ya. Todas trabajamos con el cuerpo, ahora mismo estamos hablando y estamos trabajando con el cuerpo, Pero una cosa es trabajar con el cuerpo y otra vender, siquiera sea por ratos, nada menos que el propio pudor  y la propia capacidad de unirse a otra persona sexualmente.
 
Pedir esto (vender la capacidad de unirse a otras sexualmente), pedírselo a alguien; es pedir algo que definitivamente la pone al borde de la crisis como sujeto. Además todo esto es estrategia neoliberal en directo. Todo lo que se pague está bien, todo lo que se cobre está bien ¿verdad? Pues no, no todo lo que se paga está bien, no todo lo que se cobre está bien.
 
Que tiene que haber regulación al acceso al cuerpo de las mujeres, ¡es una atrocidad! El movimiento feminista se empeñó desde hace 200 años que la prostitución, que siempre ha estado reglamentada, dejara de estar, y le costó mucho.
 
Hasta 1950, realmente no se tomó el acuerdo internacional de que se desreglamentara la prostitución. Volver a decir que se reglamente pertenece a la defensa del orden más antiguo.
 
Hay que recordar que en el año 1949 la Asamblea de Naciones Unidas adoptó el Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena, que en su primer párrafo señala que: “la prostitución y el mal que la acompaña, la trata de personas para fines de prostitución, son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y ponen en peligro el bienestar del individuo, de la familia y de la comunidad”.
 
- AV: Yo no creo que una persona que se prostituya esté haciendo nada especialmente terrible, ni que sea especialmente inmoral, por lo tanto, a mí la moralina antigua no me afecta. Probablemente esa persona lo está haciendo por muchas razones que ella conoce. Pero creo que el que va a comprar sexo está haciendo mal y no hay que facilitárselo.
 
El problema es el “cliente”, por llamarle “cliente”, que es una manera demasiado suave de llamarle al que va a lo que va, porque no sólo va a comprar sexo, va a comprar dominio, la humillación del otro, aunque esté sólo en su cabeza.
 
Y luego además decir esto en el momento en que uno de los más graves problemas internacionales que tienen las mujeres es la trata, eso ya no sólo es una falta de ética, es una falta de sentido común.
 
Cabe recordar que existen dos propuestas en la Asamblea Legislativa. Una presentada en octubre por la diputada priista Jany Robles Ortiz quien sugiere crear la “Ley que Regula el Trabajo Sexual en el Distrito Federal”; y la segunda presentada por el legislador del Partido Verde, Fernando Zárate Salgado, quien plantea reformar la Ley de Cultura Cívica para que la “prostitución” ya no sea una falta.
 
En paralelo la Asamblea Constituyente analiza el proyecto de Constitución Política de la Ciudad de México, un borrador que en su artículo 15, apartado F, numeral 3, inciso b, dice que las autoridades de la ciudad “reconocen y protegen el trabajo sexual voluntario y autónomo como una actividad lícita”.
  

CIMACFoto: Lucía Lagunes Huerta

Cimacnoticias | Ciudad de México.-