2/05/2022

El Papa, el negacionismo y la violencia de género

 Por Miguel Lorente Acosta 

Fuentes: https://miguelorenteautopsia.wordpress.com

El Papa Francisco, en la primera misa del año, se ha pronunciado de forma clara contra la violencia de género, ha dicho: “herir a una mujer es ultrajar a Dios”.


Sus palabras son duras, contundentes y sin ningún tipo de matiz. Muy diferentes a las que con frecuencia hemos escuchado en boca de obispos y párrocos con argumentos que justifican, minimizan o contextualizan la violencia contra las mujeres; incluso llegando a hablar directamente de “ideología de género” o “adoctrinamiento” para referirse a las medidas y acciones dirigidas a su atención y prevención.

Y el Papa ha sido claro cuando ha dicho que “herir a una mujer es ultrajar a Dios”. No ha manifestado que “herir a una mujer o a un hombre es ultrajar a Dios”, se ha centrado en la situación de las mujeres porque conoce de sobra las circunstancias en las que se produce la violencia de género, y cómo la normalidad es la que lleva a su invisibilidad y retenerlas en el mismo hogar donde son maltratadas. De hecho, el 58 % de todos los homicidios que sufren las mujeres en el planeta se producen en sus casas, por parte de los hombres con los que comparten una relación o forman parte de su propia familia (Naciones Unidas, 2019).

El Papa sabe, al igual que lo sabía Jesucristo, que muchos de sus fieles lo negarán,porque las apariencias sólo engañan al que aparenta, y porque  la clave para entender el verdadero sentimiento y posicionamiento de muchas personas no está en lo que afirman, sino en lo que niegan, pues es esa negación la que revela toda su estrategia de fondo.

Por eso Jesucristo sabía que Pedro lo iba a negar tres veces antes de que cantara el gallo, al igual que el Papa sabe que muchos de sus fieles ultracatólicos de ultraderecha, y también bastantes de la derecha, al hablar de este tema lo niegan tres veces cada día antes de que a la mañana siguiente cante el gallo del despertador.

Y lo sabe porque sus posiciones no atienden a razones, sino a la defensa de unos valores, ideas y privilegios que son presentados como una especie de pack, de manera que unos llevan a otros sin necesidad de reflexionar sobre su significado y sentido, Así, por ejemplo, muchos hombres asumen que por ser hombres pueden imponer su criterio a la mujer con la que comparte una relación, y que si ella no lo asume puede utilizar la violencia para imponérselo, porque eso es lo “normal” y porque sabe que las consecuencias de esa conducta son mínimas, lo cual es un privilegio. De ese modo, todo permanece como siempre para hacer de la historia la referencia desde la que juzgar a una sociedad que en esencia es dinámica y cambiante, y presentar cualquier cambio como un ataque a ese modelo conservador que busca mantener “lo de toda la vida”.

Y la Iglesia como institución no puede mirar de perfil a esta realidad ni mantener el reloj retrasado en otra época.

Por esta razón, cuando hablamos de la desigualdad que sufren las mujeres, con toda la discriminación, abusos, maltrato, violaciones, agresiones, homicidios… que padecen cada día, la respuesta no puede ser “resignación cristiana” ni posponer la justicia a otra vida.

Si no lo hace en otros temas, como ocurre, por ejemplo, con la asignatura de Religión en secundaria, la educación concertada, la segregación por sexo en las aulas, las inmatriculaciones de sus bienes… en los que defiende su posición en negociaciones, homilías y tribunales, sin hablar de “resignación cristiana” ni de “otra vida”, tampoco puede hacerlo cuando más de la mitad de las mujeres de España ha sufrido algún tipo de violencia de género, y muchas lo siguen pareciendo cada día. 

La Iglesia no puede mantener silencio ante esta terrible situación, como tampoco puede callar ante los millones de hombres que maltratan, abusan, acosan, violan y asesinan a mujeres desde esa normalidad capaz de justificarlo todo, o contextualizarlo en determinadas circunstancias.

¿No tiene nada que decirles a esos hombres “pecadores”? ¿Dónde está el propósito de enmienda exigido para perdonar? ¿No tiene nada que cuestionar de esa masculinidad capaz de reproducir esas conductas violentas año a año?

El Papa Francisco ha sido muy claro con sus palabras en este comienzo de año:las madres saben infundir la paz, y así logran transformar las adversidades en oportunidades para renacer y en oportunidades de crecimiento. Lo hacen porque saben proteger. Las madres saben proteger. Saben cómo mantener unidos los hilos de la vida, todos. ¡Cuánta violencia hay contra las mujeres!  Basta. Herir a una mujer es ultrajar a Dios.”

Son muchos los hombres que ultrajan a Dios por acción y por omisión, unos con los golpes y los otros cuando la niegan y dicen que es “violencia doméstica”, que “las mujeres también maltratan”, o que “hay más homicidios en hombres que en mujeres”.

Además de negar algo objetivo y de facilitar que continué bajo las mismas referencias, están mintiendo con la manipulación que realizan, lo cual es un doble ataque a los valores que defiende la Iglesia

Y en este, como en otros temas, hay que exigir más coherencia y consecuencia. No basta con ir a misa y cumplir con los mandatos eclesiásticos en lo formal, cuando luego esas mismas personas se mueven por la vida bajo criterios y conductas alejadas de esas referencias que tanto dicen respetar. 

Esperemos que la Iglesia continúe el discurso del Papa Francisco y acerque sus palabras a la gente, pero también que cambie su posición y contribuya a esa paz y protección que el Papa sitúa en las mujeres. Y para ello debe dejar de cuestionarlas a ellas y empezar a hacerlo a los hombres, a los que maltratan y a los que niegan que hay hombres que maltratan por razones de género. Amén.


Fuente: https://miguelorenteautopsia.wordpress.com/2022/01/12/el-papa-el-negacionismo-y-la-violencia-de-genero/

CEPAL: “La recuperación económica postpandemia será feminista o no será”, asegura la secretaria ejecutiva Alicia Bárcena

 

“Este es un cambio de época, un cambio urgente y civilizatorio. Vamos hacia una época feminista donde se reconozcan todas las diversidades… Cuando una mujer avanza y transforma avanzamos todas; cuando avanzan las mujeres, progresa nuestra sociedad”


México, 31 ene. 22. AmecoPress/SEMlac.- La recuperación económica de América Latina postpandemia será feminista o no será, aseguró la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena Ibarra, al inaugurar la 62 mesa directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer, que se realizó de forma virtual.

Advirtió que aún estamos en pandemia, la que ha profundizado y perjudicado desproporcionadamente a las mujeres, por lo que no podemos volver a una "normalidad" que produjo enormes desigualdades, pobreza y sufrimiento.

Agregó que "vemos la sociedad del cuidado como un salto civilizatorio, como el más promisorio horizonte para una recuperación transformadora, sostenible y con igualdad de género", al recordar que las mujeres han estado en la primera línea de la respuesta a la pandemia provocada por la covid-19.

Este es un cambio de época, un cambio urgente y civilizatorio. Vamos hacia una época feminista donde se reconozcan todas las diversidades.

Cuando una mujer avanza y transforma avanzamos todas; cuando avanzan las mujeres, progresa nuestra sociedad.

Pero los datos desalentadores no sólo ocurren en el ámbito de la autonomía económica, debemos visibilizar la pandemia en la sombra. El feminicidio y otras violencias de género continúan afectando a las mujeres y niñas de la región.

También señaló que los datos desalentadores para las mujeres no fueron solo económicos, el feminicidio y otras violencias de género continúan afectando a las mujeres y niñas de la región.

De acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, en 2020 al menos 4.091 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 26 países de la región.

Una de cada cuatro niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe contrajo matrimonio por primera vez o mantenía una unión temprana antes de cumplir los 18 años; una práctica nociva y una violación de derechos humanos que no ha variado en los últimos 25 años.

En su discurso, Alicia Bárcena repasó los aportes que bajo su dirección se hicieron a la región para la igualdad sustantiva y la agenda regional de género.

Abundó que la CEPAL ha contribuido a instalar en la región la autonomía de las mujeres, a analizar y vincular la desigualdad de género con la falta de autonomía de las mujeres y a generar evidencia sobre la autonomía física, económica y en la toma de decisiones de las mujeres, sus interrelaciones y sus manifestaciones en los nudos estructurales de la desigualdad.

Reconoció explícitamente a los movimientos de mujeres y feministas de la región por su invalorable trabajo a favor de la igualdad de género.

La creatividad, la persistencia, el talento de estos movimientos sumaron energía y propuestas a nuestro trabajo.

También reconoció a los Mecanismos para el Adelanto de las Mujeres, el avance en la institucionalización ha permitido alcanzar resultados significativos en la implementación de estrategias de transversalización de género en distintos sectores y niveles de los Estados. Es un importante desafío proteger las décadas de avance, fortalecer su financiamiento y contrarrestar decididamente las amenazas y retrocesos que ha producido la crisis.

Reafirmó el compromiso de la CEPAL para continuar impulsando políticas y alianzas que permitan proteger los avances en la garantía de derechos de las mujeres alcanzados en la última década, evitar retrocesos y promover una recuperación transformadora con igualdad de género, que se base en los principios feministas de la redistribución del poder, de los recursos, del trabajo y del tiempo.

La autonomía de las mujeres, la igualdad de género y la construcción de una sociedad del cuidado son una condición, un camino y un catalizador para el desarrollo sostenible, subrayaron María-Noel Vaeza, directora regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres; y Mónica Zalaquett, ministra de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, en su calidad de presidenta de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.

Foto: SemMéxico.

Indígenas Embera regresarán a sus territorios tras sentencia que les tutela


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Alrededor de 1000 indígenas llegaron hace tres meses a la ciudad capital para expresar su voz ante el Gobierno, para pedirle mayores garantías en temas de derechos a la salud, educación y seguridad en sus territorios; otras como víctimas de violencia



Bogotá, 23 dic. 21. AmecoPress/Internacional.- Las comunidades Embera asentadas en el Parque Nacional en Bogotá regresarán a sus territorios de residencia después de tres meses. Este es el anuncio emitido por el Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas – SNARIV, informa Contagioradio.

Esta decisión fue tomada tras la orden del juez Tercero de Pequeñas Causas y Competencia Múltiple de Suba de reubicar en un término máximo de diez días a las comunidades indígenas.

Comunidades Embera en el Parque Nacional. Fotografía Guillermo Torres.

Los antecedentes

Alrededor de 1000 indígenas llegaron hace tres meses a la ciudad capital para expresar su voz ante el Gobierno, para pedirle mayores garantías en temas de derechos a la salud, educación y seguridad en sus territorios; otras como víctimas de violencia.

Después de que ni la Alcaldía ni el Gobierno brindaran soluciones adecuadas de alojamiento, las comunidades se asentaron en el Parque Nacional, en donde quedaron durante tres meses, amparándose con carpas, bajo escasísimas condiciones de salubridad. Las trágicas condiciones de vivienda hasta produjeron un muerto: un niño murió por física inanición.

La movilización

El SNARIV informa que el lunes 20 de diciembre 490 personas serán trasladadas desde Bogotá hasta los municipios de Bagadó, en Chocó y Mistrató y Pueblo Rico, en Risaralda. Las comunidades recibirán ayudas y alimentos básicos para poder vivir dignamente y evitar dificultades a la llegada a sus territorios.

La Unidad para las Víctimas hace diez días había trasladado a un primer grupo, con esta segunda fase transportará a los que sobraban.

Ramón Rodríguez Andrade, director general del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas así se expresó: Estamos desde la Unidad haciendo todo el acompañamiento pertinente, tal como se hizo hace tan solo unos días con los otros núcleos, guardando todos los protocolos y respetando los principios de voluntariedad, seguridad y dignidad de nuestros indígenas.

Lo establecido por la sentencia

La sentencia referente a la tutela que interpuso el personero de Bogotá, Julián Pinilla, estableció también que los integrantes que no volverán a sus hogares tendrán que ser reubicados en otros puntos de la ciudad. Les tendrán que ser reconocidas, además, todas las condiciones de bioseguridad necesarias para que puedan quedarse de manera satisfactoria y para que sus derechos sean garantizados.
Acerca del fallo de la tutela que interpuso Julián Pinilla el mismo declaró:
La comunidad ha manifestado su deseo de salir del Parque Nacional (…) Si bien, la Alcaldía les ha ofrecido tres albergues que han sido rechazados porque no cuentan con las condiciones mínimas. Por ejemplo, el último ofrecido había sido destinado como un matadero en el barrio Santa Fe y las comunidades han dicho que esto va en contra de sus costumbres espirituales, además, en el lugar no tenían baños.

El personero afirmó también que es importante distinguir entre los 13 pueblos étnicos que se encuentran en el Parque Nacional, para hacerles ofertas que sean conformes a sus necesidades peculiares.

Indígenas Embera desplazados en Bogotá, con graves afecciones de salud y sin atención por parte de la Alcaldía

Pueblos Embera en el Parque Tercer Milenio, Fotografía Gustavo Torrijos – El Espectador.

La situación de 13 pueblos indígenas Embera desplazados de los departamentos de Chocó y Risaralda, sigue agravándose en Bogotá. Tras las vulneraciones de DD.HH. perpetradas en sus departamentos por grupos armados, unos 200 indígenas se vieron obligados a abandonar sus territorios y refugiarse en el concreto de la ciudad sin encontrar la atención necesaria por parte de la Alcaldía de Claudia López que los ha desalojado en dos ocasiones de dos partes en las que han buscado resguardarse.

Desde hace varios meses las familias indígenas se ubicaron en el Parque Tercer Milenio en el centro de la ciudad y después de acordar con la administración local y el Gobierno Nacional el pago de uno arriendos de vivienda que aliviaran en algo su situación, sin embargo, la ineficacia de las medidas hace que nuevamente sean sometidos a ocupar carpas improvisadas.

Le sugerimos ver aquí un vídeo de contexto.

Los subsidios de arriendo prometidos dejaron de ser depositados y ante la mora en los pagos de las viviendas niños, niñas, ancianos, mujeres y hombres fueron desplazados nuevamente. Desde el 29 de septiembre, el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera es el lugar donde se alojan las familias que se movilizaron en Bakatá y exigen respuestas inmediatas al Gobierno Nacional frente a su desplazamiento forzado.

Sin embargo, el Gobierno Nacional sigue sin escuchar las peticiones de retorno y reubicación de las autoridades indígenas que también se encuentran amenazadas en sus territorios. Después de la violenta respuesta del ESMAD para desalojar el icónico parque de la capital, la administración local ha propuesto diálogos que por ahora no dan respuesta a las necesidades básicas de los y las indígenas desplazadas.

Salud de los Pueblos Embera preocupan a brigadas médicas

Brigadas de salud realizadas por organizaciones y entidades privadas, alertaron sobre las graves enfermedades que están padeciendo los más vulnerables de la comunidad indígena. Según los médicos de dichas campañas los niños, niñas, mujeres lactantes y embarazo y adultos mayores son quienes están siendo más afectados.

Dentro de las afecciones que más preocupan están amenazas de aborto, partos prematuros, neumonías crónicas, disneas, enfermedades cutáneas como escabiosas, lesiones de piel graves, deshidratación total, fiebre generalizada, diarrea, infecciones respiratorias y desnutrición.

Las Autoridades Indígenas Embera, advirtieron que los problemas de salud presentados están desde el abandono de sus hogares y pidieron el apoyo de misiones de verificación internacional y de organizaciones de DD.HH. en Colombia.
De igual manera hicieron responsables a la Alcaldía Mayor de Bogotá ante cualquier hecho que se pueda lamentar ante su «omisión» de la situación y denunciaron que solo se les ha dispuesto una ambulancia «para sacar a los que se están muriendo».
Las familias también pidieron el apoyo de ferias artesanales como medio para sobrevivir e invitan a que se hagan donaciones de enseres básicos.

Fotos: Contagioradio.
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Internacional – Mujeres del Mundo – Mujeres indígenas – Pobreza y género – Violencia de género. 23 dic. 21. AmecoPress.

Los hombres que te caen bien también pueden matar mujeres

 Sobre el asesinato machista en Lavapiés (Madrid)

Fuentes: https://www.eldiario.es

El caso del padre que asesinó a su hija en el barrio madrileño de Lavapiés, un hombre conocido en el activismo de izquierdas, ilustra hasta qué punto el machismo es transversal: «Con frecuencia se olvida que el patriarcado lo penetra todo»


Julien Charlon tenía 47 años, trabajaba como fotógrafo y vivía en el barrio madrileño de Lavapiés. El pasado 30 de diciembre asesinó a su hija de tres años. Acababa de separarse de su pareja, la madre de la niña, que también residía en el barrio. El crimen conmocionó a la sociedad con la especial crueldad que rodea siempre el asesinato de una menor, en esta ocasión, además, a manos de su propio padre. La sacudida golpeó especialmente a Lavapiés y los ambientes en los que se movía. Julien Charlon era conocido por su compromiso ligado a las banderas de la izquierda, un hombre implicado en la vida social y cultural de un barrio atravesado por el activismo. Cuando la noticia del crimen llegó al vecindario, las conversaciones y los chats se llenaron de la misma pregunta: ¿Cómo era posible que un hombre así hubiera cometido un crimen machista? Matar a su hija, condenar a su expareja a un sufrimiento de por vida.

El caso ilustra hasta qué punto el machismo cala hasta los tuétanos de la sociedad y desmiente estereotipos; desde los tópicos que relacionan el machismo con hombres conservadores, de derechas o de clase baja al prejuicio de que los agresores son ‘locos’, seres que actúan así porque pierden la razón. Votar unas siglas o parar un desahucio, ser parte de un centro social okupado o acudir a una cumbre del clima o un 8M, no quita lo machista. «El machismo es una construcción identitaria cultural, no es una serie de ideas que vas acumulando, es una manera de ser hombre que se puede modificar», explica el forense y ex delegado del Gobierno contra la Violencia de Género Miguel Lorente.

«Un contexto de izquierdas facilita las críticas sobre los elementos que los machistas utilizan, entre ellos, el uso de la violencia. Resulta más difícil mantener una postura machista en un entorno que critica esos comportamientos que hacerlo en un contexto ideológico donde de alguna manera se integran, donde no hay tantos elementos críticos a esa identidad o en el que no saltan tantas alarmas. Pero la construcción de la masculinidad es transversal, está por encima de la ideología, el machismo es identitario, es parte esencial de la masculinidad. La facilidad con la que acudas a él dependerá del grado con el que te identifiques con esas ideas culturales», asegura Lorente. 

El shock del entorno

Laura es el nombre ficticio de una mujer muy cercana a Lavapiés que conocía a Charlon desde hacía años. El shock cuando otra amiga del barrio le reveló la identidad de aquel hombre del que hablaban los telediarios dio paso a unos comentarios que les eran familiares. «De repente nos vimos diciendo las cosas que rechazamos cuando las escuchamos en otros casos. Pensábamos ‘no pueden ser él’, ‘si era un tío agradable’ o ‘se le veía siempre amoroso con la niña’ o ‘no puede ser, con lo comprometido que era», recuerda. Laura reconoce que esa despersonalización que ayuda a encajar el horror cuando los crímenes machistas nos resultan lejanos no ha sido posible en este caso. «Y eso es muy desestabilizador».

Cuando tuvo noticia del asesinato, Yayo Herrero, antropóloga, educadora social y reconocida activista ecofeminista, estaba precisamente con varios amigos del barrio de Lavapiés. También en su caso la estupefacción dio paso a «los mismos comentarios que escuchamos cuando se trata de otras personas»: parecía bueno, era cuidadoso con la gente de su alrededor… «Con frecuencia se olvida que el patriarcado lo penetra absolutamente todo, es una manera de mirar la vida y las relaciones. Quien piensa que el feminismo, como el ecologismo, son algo que llevan en la mochila las personas de izquierda de manera inherente se equivoca. Hay personas que tienen muy claro el discurso de la redistribución de la riqueza, por ejemplo, y luego en su vida tienen comportamientos absolutamente patriarcales», explica.

El gran estímulo para la violencia machista es la autonomía y la independencia de las mujeres. Las rupturas y separaciones son momentos en los que el riesgo aumenta exponencialmente. «Es la percepción de pérdida de control: ellos dejan espacio para que la mujer vuelva y actúan cuando se dan cuenta de que no va a volver. Es cuando dicen ‘ahora te mato’ o ‘ahora te vas a enterar'», dice Lorente. Como subraya el experto, cuanto más cerca se está de las normas culturales que no cuestionan la construcción tradicional de la masculinidad ni el machismo «más fácil y rápidamente se pueden usar los elementos que esa construcción pone a su alcance», pero eso no evita que alguien que esté ideológicamente más alejado pueda también llegar a hacerlo. 

Machismo y activismo

Cualquiera que haya militado en un partido político o sindicato, cualquiera que de una u otra manera haya formado parte del activismo, sabe que ahí, en los lugares donde se habla de horizontalidad y respeto, de crítica al sistema y búsqueda de alternativas, la condescendencia, el desprecio, la anulación o el ninguneo de las mujeres existe. También el acoso, en múltiples formas, y el abuso físico, verbal o psicológico.

Lo sabe Yayo Herrero: «Quienes estamos en el activismo en espacios mixtos sabemos que existen conductas patriarcales con las que tenemos que bregar y trabajar constantemente y que nos encontramos esas reacciones que se producen cuando las mujeres ponen límites o dicen basta. Se presume que están más en hombres conservadores y de derechas, pero por supuesto que también se produce acoso y maltrato en sectores de izquierda». La violencia extrema que el fotógrafo de Lavapiés ejerció contra su hija muestra, apunta Herrero, hasta qué punto debemos seguir trabajando internamente para educar, denunciar y cambiar. Y hasta qué punto los hombres que se consideran progresistas deben mirar hacia dentro.

La activista Fefa Vila, vecina del barrio desde hace años y parte de la asamblea 8M de Lavapiés, también vivió en su entorno el shock, tanto por lo sucedido como por la identidad el asesino. «Cuando conoces a alguien que es de tu contexto cuesta más nombrar lo sucedido. Es algo inimaginable y al mismo tiempo está ahí, forma parte de nuestra vida cercana y el siguiente paso es ponerle palabras. La primera reacción es pensar ‘¿cómo nos ha pasado esto?’ Parece que lo hacen otros que no tienen determinada sensibilidad o recorrido, pero esto va mucho más allá de eso. La violencia machista es un vector de nuestra sociedad», relata. Ella misma, en su recorrido como activista, ha vivido en ocasiones anteriores la violencia que compañeros de izquierda ejercían sobre mujeres, incluso en forma de asesinatos.

«La violencia machista y vicaria es muy compleja, es un fenómeno psicosocial en el que hay muchas variables y en el que hay un contexto ideológico que lo activa: no matas al vecino, matas a tu hija o a tu compañera. La ideología no te salva o no te salva totalmente. Donde hay feminismo y una cultura política antimachista y antirracista hay más reflexión y más cauces para impedir la violencia, para diluirla o contenerla, pero sabemos que eso no la evita cien por cien», reflexiona la activista. 

Mirar hacia dentro

Reflexionar es lo que muchas personas del barrio llevan haciendo desde el 31 de diciembre. ¿Cómo abordar este machismo que emerge también donde menos se espera? «Hay algo muy profundo que no puede abordarse solo punitivamente, es un tema que hay que trabajar mucho antes: los procesos de socialización, las formas de relacionarnos, la generación de espacios seguros para poder hablar y tomar medidas…», piensa Yayo Herrero. Nada de eso es fácil, tampoco en espacios de activismo, «donde se da por hecho que estas conductas no se producen y por eso hablar de feminismo o privilegios sigue generando tremenda resistencia», apunta. 

«Hay que salir del encasillamiento de que ese tipo de hombres y conductas pertenecen a ciertos contextos, es mucho más profundo, está más en el núcleo, en el ADN de la masculinidad. Sabemos que no todo el ADN se expresa, hay genes silentes que en determinado momento se pueden expresar. Con esto pasa igual, puede haber algunos comportamientos durmientes que cuando el estímulo es lo suficientemente intenso se ponen en marcha, porque forma parte de la manera de ser hombre», concluye Miguel Lorente. Dicho de otra forma, que más allá de los discursos y las causas afines, la igualdad hay que ejercerla en público y en privado. 

Fefa Vila espera que este crimen revuelva a los hombres cercanos: «Que se pongan a pensar en ellos. Los cortocircuitos que produce la masculinidad de siempre son muy fuertes».


Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/hombres-caen-matar-mujeres_129_8642161.html

Uruguay | Caso de violación en manada conmociona al país y responsables están libres

Por Redacción AmecoPress

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Red contra la Violencia Doméstica y Sexual: sin una “emergencia nacional”, “seguiremos siendo violadas y sin tener una adecuada respuesta institucional”
Montevideo, 28 ene. 22. AmecoPress/Nodal.- La violación grupal de una mujer de 30 años en el barrio Cordón generó reacciones de todo tipo, aunque en general las manifestaciones fueron de repudio al hecho concreto, de preocupación por la situación de la violencia de género en general y, sobre todo para las mujeres, de miedo. La Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual (RUCVDS), que reúne a más de 30 organizaciones de la sociedad civil, no estuvo ajena, y este martes difundió un comunicado en el que aseguró que el caso demuestra, una vez más, que “la violencia basada en género es la única violencia en la cual se culpabiliza a la víctima”.

“Se sostiene que las mujeres no deben salir solas, vestirse provocativamente y menos ejercer su derecho a la sexualidad concurriendo al domicilio de un varón que conocen recién”, afirmó la red en el texto. “Lástima que, a la inversa, en lugar de pretender que las mujeres sigan atadas a las tradiciones patriarcales, no se vea necesario cambiarlas: que los varones no sean una amenaza para las mujeres y que respeten su derecho a una vida libre de violencia”.

Las organizaciones nucleadas en la RUCVDS también aseguraron que a veces se dice que “la Justicia está flechada a favor de las mujeres” y agregaron que, “si así fuera”, los responsables de la violación en Cordón “estarían esperando la prueba de ADN en la cárcel”. El lunes, los tres hombres denunciados fueron detenidos pero se negaron a hacer la prueba de ADN y fueron emplazados, mientras la Fiscalía espera los resultados de esos exámenes.

La RUCVDS recordó que desde hace “muchos años” reclaman un “cambio cultural” que, entre otras cosas, implique el cumplimiento cabal de la Ley 19.580, específicamente “enseñar perspectiva de género y violencia basada en género en el sistema educativo, desde jardinera a la universidad”, y “sensibilizar y capacitar en el sistema de justicia”.

El documento también asegura que, mientras la problemática de la violencia de género no sea abordada como una “emergencia nacional”, “mientras sigamos educando ‘princesas’ y ‘campeones’”, “mientras ‘cuidemos’ a las niñas y adolescentes y estemos ‘orgullosos/as’ de las ‘hazañas sexuales de los varones’, perpetuando la cultura de la depredación varonil”, “las mujeres seguiremos siendo violadas y sin tener una adecuada respuesta institucional”.

Clyde Lacasa, una de las coordinadoras de la RUCVDS y especialista en educación sexual, dijo a la diaria que es necesario “generar conciencia” sobre una problemática que se reproduce a diario en Uruguay. “Tiene que haber una toma de conciencia de que estas situaciones no pueden seguir sucediendo y que, si una mujer elige salir con alguien, está en todo su derecho, igual que el hombre elige salir con alguien y nadie se lo cuestiona”, apuntó.

La activista explicó que la violación grupal “no es un ejercicio de sexualidad, sino una demostración de poder de estos hombres ante la mujer, que en realidad deviene de una sociedad patriarcal y machista, en la cual vivimos y nos formamos, y seguimos trabajando para que esto cambie”. En el camino hacia ese cambio, insistió en la importancia de la educación en estos temas, no sólo a nivel del sistema educativo sino en la familia. Y reivindicó especialmente la educación sexual como una herramienta “fundamental para cuando trabajamos en la prevención de este tipo de situaciones”.

Los dichos del presidente

Este martes, durante una visita a Soriano, el presidente Luis Lacalle Pou fue consultado por la prensa acerca del caso. El mandatario respondió que “debería ser contundente la pena, ejemplarizante”, y afirmó que el episodio “no es propio del ser humano ni es propio del género masculino”. Para Lacasa, estas últimas declaraciones muestran que el presidente debería “informarse un poco más”. “Él vive en la misma sociedad en que vivimos todos, y las violaciones y los abusos sexuales son, lamentablemente, pan de cada día para nuestras niñas, nuestras adolescentes y las mujeres, mayoritariamente”, señaló la representante de la RUCVDS, y recordó que la violación sexual es una práctica que existe “hace muchísimos siglos”.

La Coordinadora de Feminismos también repudió los dichos de Lacalle Pou en un comunicado en el que aseguró que el presidente “pareciera tomar revancha ideológica frente a una situación dolorosa e injustificable, en la que se refiere a la violencia sexual como un acto no propio del género masculino, alimentando la idea de una supuesta guerra entre sexos, y desviándose del problema central: la violencia sexual como una problemática estructural”.

La plataforma de colectivos feministas recordó que en Uruguay “la violencia sexual es lamentablemente una de las armas más naturalizadas del patriarcado” y repudió que, “en pleno año 2022, sigan existiendo prácticas reproductoras de la cultura de la violación en lugares de entretenimiento y disfrute, como por ejemplo pueden ser los espacios bailables, donde se invite a ‘noches de chicas’ hasta cierta hora, donde los cuerpos feminizados nos volvemos oferta de consumo para los varones”.

La invitación de la coordinadora es “a reflexionar y pensarse, entendiendo que ningún aumento de penas va a solucionar de raíz ninguna violencia, si en nuestro día a día cotidiano seguimos naturalizando el maltrato, la discriminación, la violencia sexual, el feminicidio, y no tomamos acciones que puedan invitar a construir otras maneras de relacionarnos”.

Repudio y avance lento en la justicia

La fiscal Sylvia Lovesio está a la espera de una orden judicial para que habilite una prueba de ADN a dos hombres mayores edad que se encuentran emplazados junto a un adolescente como presuntos autores de la violación en grupo a una mujer de 30 años el domingo en el Cordón.

Ayer, mediante una primera orden judicial, se tomó muestra de ADN al menor, que el lunes se había negado a realizarse el test voluntariamente. Los dos mayores también se negaron a ceder por iniciativa propia una muestra de ADN.

Estas órdenes judiciales demoran más de 48 horas en ser emitidas, lo que excede el plazo máximo en que una persona puede estar detenida sin ser imputada. Por eso, Lovesio liberó a los arrestados y los emplazó con restricción de acercamiento a la víctima y prohibición de salir del país. De todas maneras, Lovesio adelantó que “ni bien” tenga “los resultados de los informes y las pruebas de ADN”, estas personas serán citadas a declarar “y se va a pedir la formalización”.

En diálogo FM Del Sol, la fiscal se refirió en particular a la indignación que generó el hecho de que se tratara el caso como de “presunta violación” y explicó el procedimiento que se está siguiendo. “Hasta que no tengamos evidencia contundente para poder ir al juez de garantías a pedir que se formalice la investigación de la Fiscalía, nosotros tenemos que entender que el o los denunciados son inocentes” en la medida que no se haya probado lo contrario “en un juicio oral y público”.

De todas formas, afirmó que empatiza con los reclamos que se suscitaron en redes sociales:

Me pasa lo mismo que al resto de la gente; a nosotros, que estamos todos los días trabajando con víctimas, nos gustaría que el sistema cambiara. Es lo que reclamo todos los días: poder tener las evidencias con mayor inmediatez, para poder actuar más rápido, para poder darle a la víctima una respuesta.

Lovesio dijo que es necesario «cambiar» el proceso actual por el que pasan las víctimas de ese delito para poder dar «respuesta rápida», pero lamentó que los delitos sexuales en Uruguay «no son una prioridad en materia de políticas públicas».

La mujer denunciante relató que concurrió con una amiga a un boliche donde conoció a un hombre con el que se fue a un apartamento en la calle Jackson y Guaná y que mientras mantenía relaciones sexuales con él, llegaron otros dos que entraron en la habitación y la violaron.

Foto: Archivo AmecoPress. Nodal. 

Refugios cerrados y mujeres deben vivir con su violentador o en la calle

 

El refugio municipal, del que se apoderó Hugo Jarquín López desde 2017, político que ha pasado de un partido a otro, la Casa de Medio Camino (CAMEC) está en litigio y no es habitable. El grado de abandono es tal que el espacio es ocupado por basura y ratas.

Sin personal, en condiciones insalubres y sin capacidad de gestión económica por una deuda de millón y medio que arrastra el Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) desde la gestión de Elia Pérez Martínez (2017), su reapertura se ve lejana.

El refugio no opera a pesar de que la declaratoria de Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres (DAVGM) ,emitida por la Secretaría de Gobernación (Segob) en agosto de 2018 para 40 municipios de Oaxaca, entre estos la capital del estado, ordena a las autoridades a establecer refugios temporales para que las mujeres, sus hijas e hijos, puedan salvaguardar su integridad.

Así, en su resolutivo cuarto, relativas a las de seguridad, establece que “los trabajos municipales deberán incluir la creación o fortalecimiento de albergues para mujeres víctimas de violencia, sus hijas e hijos en las ocho regiones estatales, garantizando su cobertura y enfoque diferencial y especializado”.

En indefensión, mujeres e infancias víctimas de violencia

Mirna López Torres, quien fuera regidora de Igualdad de Género en la pasada administración y actualmente de Derechos Humanos y Asuntos Indígenas, destacó que la CAMEC, como muchos otros servicios, dejó de funcionar los últimos meses de la administración encabezada por Oswaldo García Jarquín, a pesar de la necesidad de las mujeres por un espacio de resguardo.

“Desgraciadamente, la necesidad es permanente y en aumento. El problema es que no se les ha podido atender al no contar con el espacio, toda vez que la CAMEC dejó de estar funcionando y operando, no solo por el tema de la pandemia sino porque no hubo los medios económicos y humanos para seguir en este proceso de atención y acompañamiento que las mujeres con sus hijas e hijos que acudían los atendían”, destacó.

El tema -apuntó- fue varias veces señalado en sesión de Cabildo en la administración anterior, sin embargo, no hubo atención ni respuesta.

¿A dónde enviaron a las víctimas?

Con el incremento de la violencia en el hogar, agudizada por el confinamiento en el inicio de la pandemia por COVID-19, la CAMEC albergó hasta 11 familias al mismo tiempo con la aplicación de protocolos sanitarios para evitar contagios.

De acuerdo con datos de la Red Nacional de Refugios (RNR) durante los primeros meses de la pandemia se incrementaron 12.71 por ciento las solicitudes de ingreso a nivel nacional, y en algunos casos registraron un aumento de más de 50 por ciento.

Tan sólo de enero a abril de 2020 el número telefónico 911 registró 4 mil 285 llamadas de emergencia relacionadas con hechos de violencia familiar en todo el estado de Oaxaca, detallan cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

“La CAMEC llegó a resguardar hasta 11 familias juntas durante la pandemia. El área de biblioteca se habilitó para que fuera un cuarto de filtro y que las mujeres de nuevo ingreso tuvieran una cuarentena preventiva”, explicó Jaquelina Escamilla, quien fuera titular de la IMM y destituida el 29 de mayo de 2020 por denunciar violencia política en razón de género por parte del entonces edil capitalino, Oswaldo García Jarquín.

A su despido le siguió el de diez personas más que laboraban con ella, entre éstas personal a cargo de la CAMEC. De las mujeres albergadas no se supo cuándo y cómo comenzaron a ser desalojadas o si fueron canalizadas a otros albergues dado que algunas enfrentaban alto grado de riesgo.

La Casa de Medio Camino nació en 2019. Su objetivo, establecido en su reglamento, es brindar alojamiento, asistencia, protección y atención integral especializada con perspectiva de género, Derechos Humanos e interculturalidad a las mujeres víctimas de violencia, así como a sus hijas e hijos, en base al interés superior de las niñas, niños y adolescentes; para contribuir a mejorar sus condiciones de vida, libres de todo tipo de violencia, su empoderamiento y la construcción de un proyecto de vida digna.

Era un edificio que estaba en abandono, se hicieron los arreglos necesarios y se ejerció un recurso de 400 mil pesos del gobierno federal, en ese entonces la Secretaría de las Mujeres aportó un vehículo y gente de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) acudió a revisar las instalaciones.

Se habilitaron tres habitaciones más a las cinco ya existentes, se rehabilitaron los baños, las recámaras y cocina, además de la instalación de un área verde para que el lugar comenzara a operar, recordó Jaquelina Escamilla.

Refugio en manos de un líder del comercio informal

Tema aparte es el refugio, el cual está en manos del exdiputado federal y líder de comerciantes informales, Hugo Jarquín. Este despojo fue propiciado por la propia autoridad municipal.

El comodato fue firmado con fecha 3 de abril de 2017 por Elia Pérez Martínez, directora del IMM en representación del municipio y por Rigoberto José Ramírez, representante legal de la Red Internacional de Grupos Organizados Mixtecos, organización vinculada al político.

El contrato fue firmado por el entonces presidente municipal José Antonio Hernández Fraguas y el síndico segundo Juan Enrique Lira Vásquez. Hoy Hugo Jarquín vuelve como parte del equipo de la actual administración, sin que esto halla logrado destrabar el conflicto legal. Mientras tanto, las mujeres víctimas de violencia continúan en vulnerabilidad.

En cifras

Violencia contra las mujeres en Oaxaca de Juárez, de acuerdo con el mapa de la plataforma Violencia feminicida de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad:

  • 27 casos de feminicidio
  • 289 reportes de mujeres desaparecidas
  • 82 delitos sexuales
  • 2 casos por violencia política de género
  • 182 por violencia familiar
  • 19 suicidios

¿Un simple juego?

  

Si es cuestión de confesar no sé preparar café y no entiendo de futbol.  Así empieza una canción de Shakira, y la traigo en la cabeza porque así estoy. Yo, en efecto, no sé de futbol; pero sí sé preparar café y sí quiero confesarle algo.

Como diría mi madre en los mejores tiempos en que ejercía su capacidad formadora de una humana de provecho: Estuve tiradota sin hacer nada (frase que decía de corrido, y que se aplicaba a cualquier cosa que estuviéramos haciendo, mis hermanos o yo, acostados fuera de la hora de dormir).

Durante unos días estuve tiradota y, además de leer (cosa que sí es de provecho), me dediqué a un ocio que es nuevo para mí. Entré al mundo de los videojuegos. Bueno, eso es una exageración. Bajé un par de jueguitos a mi tableta. Pero igual son videojuegos, e igual es un mundo nuevo para mí. 

Bajé un juego de armar palabras y otro de encontrar figuras similares. Un poco ñoños, la verdad, pero me han entretenido mucho. 

Lo que me tiene boquiabierta es la cantidad de juegos que se anuncian, cuyo relato implica una violencia y una misoginia increíble.

En muchos de ellos tienes que salvar a algún personaje. Ya de entrada, me pregunto por qué el relato debe centrarse en salvar a alguien. 

Ese alguien suele ser una mujer que es una inútil, incapaz de ponerse a salvo, en plena nevada, en una casa con la ventana rota. A veces esa mujer lleva un bebé, pero siempre es igual de inútil y debe ser salvada. 

Otra constante en ese relato, es que fue abandonada. La dejó –se infiere- el papá de esa criatura. Y la dejó por otra mujer que, nomás faltaba, luce más joven y sexy, y que, además, se regocija con el sufrimiento de la otra.

En otra variedad de este relato, una mujer es botada –literalmente- por un señor que elige a otra (mucha imaginación no tienen). La mujer que ha quedado en el suelo debe ser salvada, y las opciones son: ¡cambiarle el corte de cabello, cambiarle el vestuario, maquillarla! Y, el colmo, es que el objetivo es que ¡regrese con el señor que la botó!

Nada es inocente. Nada carece de intención. Y los juegos no sólo no son la excepción, sino que son el vehículo más engañoso (precisamente porque parecen inocentes) para fijar en el inconsciente una idea de cómo es o como debe ser la realidad, de cómo es o como deben ser las personas en la vida real.

Cuando a una niña le regalan un muñeco que parece un bebé, y que debe ser cuidado y alimentado, le regalan la idea de que su tarea es ser madre. 

Del mismo modo, cuando a un niño le regalan una pistola, le entregan la idea de que su tarea es matar a quien se considere ”el enemigo”. 

No, ningún juego o juguete es inocente. Tienen un relato implícito.

En los videojuegos el relato es más brutal porque en la realidad virtual los personajes lucen, se mueven, interactúan de manera bastante real. 

Un joven amigo me dice que no he visto nada. Que en los videojuegos “de verdad”, la violencia y misoginia contra las mujeres puede alcanzar niveles feminicidas.

Si queremos construir igualdad es preciso cambiar el relato. Cambiar el relato en los juguetes, en los juegos electrónicos, en los videojuegos. Porque no hay nada más inocente que suponer que “es un simple juego”. 

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La linterna roja

Patriarcado & Cine

Fuentes: Fotograma de la película "la linterna roja"

Una profunda critica a las tradiciones chinas más ancestrales a través de un espléndido drama que ofrece una extraordinaria visión del sexo, la intriga y la pasión.


Songlian tiene 19 años cuando ha de escoger entre ser la esposa de un hombre pobre o la cuarta esposa de un hombre rico. No es el destino que ella quiere, pero tras la muerte de su padre debe abandonar sus estudios y elegir “libremente” entre esas dos opciones. Y se decide por la opción que no le haga pasar necesidades económicas. Su marido vive en un castillo donde ella dispondrá de una casa independiente, al igual que el resto de las esposas. Cada noche, delante de la puerta de cada casa, las esposas saldrán a esperar la decisión de su dueño y los criados colocarán una enorme linterna roja en la puerta de la elegida para esa noche.

“La linterna roja” es una película de 1991 de Zhang Yimou que describe con bastante crudeza cómo el patriarcado envenena las relaciones entre las mujeres haciéndonos competir por la aprobación de alguien que no nos importa pero que nos hace subir en el estatus aunque sea medio escalón. El director chino nos relata esas luchas de poder, las intrigas y los momentos de tregua y entendimiento que se dan entre esas esposas que no aman a su dueño, pero que disfrutan con las migajas de poder que les arroja cuando la gran linterna roja es colocada ante su puerta. Las atenciones que siguen a este anuncio se convierten en el único premio en una vida vacía y rutinaria.

¿Por qué estoy hablando de todo esto? Porque cien años después de que esta historia pudiera haber sucedido seguimos igual. Creyendo que tenemos derecho a elegir cuando podemos escoger entre lo malo y lo peor, haciendo de la aprobación masculina la medida de las cosas y, lo que es peor, de nuestras vidas. Seguimos esperando a que pongan una enorme linterna roja delante de nuestra puerta.

Tenemos ante nosotras a no sólo una, varias generaciones de mujeres muy preparadas, mujeres que no pudieron estudiar pero lo hacen ahora, que traducen textos, que leen feminismo en las redes sociales, en los libros, en los blogs. Mujeres que no sólo acuden a un curso de preparación al parto, hablan de violencia obstétrica, de sus experiencias y de cómo quieren vivir la crianza. Mujeres que deciden no ser madres o que deciden serlo solas. Mujeres que lo cuestionan todo con argumentos, con teoría, con determinación… Esta ofensiva que vivimos de silenciar nuestro discurso no es nueva, quizá no nos esperábamos un intento de borrado tan brutal, pero está claro que pocas veces hemos tenido tantas mujeres con el discurso y los argumentos para estar en primera línea.

Escribimos efemérides sobre las feministas que nos precedieron, poniendo en valor que se hicieran oír cuando no tenían derecho ni a publicar con su nombre. Rescatamos los nombres que los historiadores quisieron borrar de los libros. Pero aún no hemos sido capaces de creernos que estos trescientos años hayan generado la suficiente teoría o de la suficiente calidad midiendo esa validación por la falta de interés que ha tenido el otro sexo en conocer tanta sabiduría.

No vemos, ni veremos, a ningún otro movimiento cultural, social o político esperando a que una mujer intelectual publique sobre ello para afirmar que sí, que por fin la humanidad ha visto la luz. Es más, lo normal será que la ignoren o que le atribuyan el mérito a su compañero. Si publica con sus iniciales tendrá suerte y más opciones de que la lean desde la neutralidad. Y seguramente, en la presentación de su libro, algún señor le explicará los conceptos sobre los que ella ya ha investigado y teorizado.

Pero nosotras seguimos con el síndrome de la impostora subido a la chepa del feminismo, y después de escribir miles de definiciones, de conceptualizar opresiones y violencias, de desentrañar la toxicidad de las relaciones que nos ha impuesto el patriarcado, le vamos a hacer la ola al señor que define bien una palabra y al que “ayuda en casa”. No señores, llevamos ya unos cuantos años explicando y si no se han enterado es porque no les ha dado la gana.

Y el que se ha enterado y se ha puesto a explicárselo a las mujeres, se ha equivocado. Nosotras no queremos nuevas masculinidades, queremos adultos funcionales que nos respeten y nos vean como iguales; por eso no nos lo tiene que contar a nosotras, es su propia fratría la que funciona así.

¿Seguimos esperando por ese hombre que ponga una maldita linterna roja delante de la puerta de nuestras ideas o las hacemos brillar nosotras mismas?


Fuente: https://elcomun.es/2022/01/21/la-linterna-roja/

Mujeres que cambian el mundo

 



Por Redacción SemMéxico


Entrevistas realizadas por la periodista Lucila Entin. Tres historias de vida que respaldan la idea del conocimiento, la fuerza y la espiritualidad


Cd. de México, 22 ene. 22 AmecoPress/SemMéxico/AishLatino.- Llenas de fuerza y ganas de transformar, así se mostraron el pasado martes 28 las participantes del webinar Mujeres que cambian el mundo. Si te lo perdiste, déjanos decirte una de las grandes conclusiones: generar un impacto en el mundo no se contrapone con tu realización espiritual, personal y profesional.

En el webinar Mujeres que cambian el mundo conocimos, mediante las entrevistas realizadas por la periodista Lucila Entin, tres historias de vida que respaldan la idea de que el conocimiento, la fuerza y la espiritualidad pueden ser el motor para que vivamos comprometidos con nuestra misión en el mundo y generemos cambios en nuestros entornos.

¿Crees que estas mujeres debieron escoger entre dedicar su vida a ayudar a otros y seguir los preceptos de la Torá, perseguir el trabajo o la vida de sus sueños? ¡Piensa de nuevo!

Ante la emergencia, ¡estoy lista!

Raquel Weintraub tiene 23 años y lleva siete de ellos trabajando en el Comité de Ayuda a Desastres y Emergencias Nacionales, CADENA en México. Actualmente, es la directora de Estrategia global de la entidad, y su trabajo implica planear y dirigir programas para atender desastres y crisis alrededor del mundo.

En sus palabras, “el reto de ser mujer en el mundo de las ayudas humanitarias es fuerte, sobre todo en el trabajo de campo. Se trata de una labor llena de hombres: rescatistas, paramédicos y militares. Todo el tiempo debes estar probando que tú puedes, tanto de manera física como intelectual”.

Y si bien cree que los temas sobre mujeres se escuchan más en la actualidad, aún existe una gran lucha por delante para que las futuras generaciones encuentren un camino más transitable.

La clave, según ella, es “buscar en nosotras mismas y encontrar lo que nos apasiona. Debemos probar muchas cosas y ser honestas sobre nuestros deseos. Eso sí, es necesario ser muy perseverantes para alcanzarlos”.

La búsqueda de una misión

Daniela Schindlower soñaba con ser actriz y modelo. Así que puso todas sus fuerzas en cumplir dicho sueño: estuvo en clases de actuación y dedicó varios años a llamar la atención de una prestigiosa agencia de modelos, con el fin de ser incluida en su catálogo.

Pero, justo en el momento en que fue contactada para ingresar a dicha agencia, sintió que Hashem le tenía una misión mucho más grande.

“Cuando llegué al cuarto año de la carrera, sentí que no me llenaba. Yo podía hacer algo más. Luego, surgió la oportunidad de dar clases de religión y vi cómo los rostros de mis alumnas se iluminaban al escucharme”, recuerda.

Decidió comunicarle a su esposo su deseo de formarse en Israel. Poco después, juntos se embarcaron en la profundización de sus raíces.

Hoy, Daniela ha grabado cerca de 300 videos de formación, los cuales se encuentran en las plataformas de AishLatino. También, escribió el libro Vivir con sentido. Ambos medios le han permitido cambiar millones de vidas en el mundo.

Su búsqueda personal y espiritual le permite hoy concluir que “estamos llegando al momento en que el mundo empieza a valorar a la mujer como lo hacemos dentro el judaísmo”.

Conocimiento y espiritualidad

Ser mujer; oriunda de Paraná, en el interior de una provincia Argentina, y practicar su religión llena de orgullo a Amelia Spector, pero también la ha obligado a luchar con más fuerzas para llegar a donde está.

Ella es la directora ejecutiva de Ieladeinu, organización que protege a niños, niñas y adolescentes de la comunidad judía contra el maltrato, abuso y negligencia. Respalda su cargo con estudios de administración de empresas y contaduría; un posgrado en Dirección de instituciones sin fines de lucro, entre otros.

Recuerda el momento en que le manifestó a Hashem su deseo de “usar el conocimiento y las capacidades para generar un mayor impacto, desde un cargo directivo en una organización dedicada a causas sociales. Estoy convencida de que cuando una mujer asume la dirección de estas, las hace más eficientes y transparentes”.

Su trabajo le ha permitido concluir que, si se tiene una convicción social, guiada por los valores, es posible conseguir el apoyo de la gente y sacar adelante cualquier proyecto.

El gran desafío actual es, para ella, “lograr un mundo más inclusivo, con más respeto, amor y humildad. Un mundo más humano donde todos aprovechemos la posibilidad de hacer cosas con mayor impacto”.

Foto: SemMéxico. 

Dan a feminicidas penas menores a las que señala el Código Penal

  

De acuerdo a la respuesta del Poder Judicial del Estado a la solicitud de información con folio 00363421, de enero del 2018 a junio del 2021 se han dictado 61 sentencias por los delitos de feminicidio (50) y tentativa de feminicidio (11).

De las 50 sentencias por feminicidio, 11 fueron absolutorias y el resto condenatorias. Sin embargo hubo personas que tienen condenas menores a las que marca el Código Penal del Estado de Chiapas.

En 2018 se dictó una sentencia de 18 años y nueve meses a una persona de 39 años y otra de 27 por el delito de feminicidio. En ese mismo año se dictó otra sentencia de 16 años y ocho meses a una persona de 32 años también por el delito de feminicidio. Estas sentencias no alcanzan ni siquiera los 20 años como mínimo que señalaba el Código antes de que se incrementara la pena, en 2012.

“Esto es una muestra de cómo logran torcer el Código Penal para inventarse sentencias que benefician a los feminicidas y no a las mujeres”, señaló la abogada feminista, Martha Figueroa Mier.

Según los datos oficiales, por el delito de feminicidio se dio una pena en el 2019 de dos años y 6 meses a una persona de 16 años de edad. Por este mismo delito en 2020 se sentenció a una persona de 17 años de edad a una condena de tres años y otro menor de edad se le dio un año, dos meses y un día.

Las penas por tentativa de feminicidio también han sido menores a las que establece la ley: en 2018 se condenó a 9 años a una persona de 54 años de edad. En 2019 se sancionó a un hombre de 43 años con tres años y cuatro meses por ese delito.

Respuestas a la solicitud de información

La respuesta a la solicitud de información muestra la afectación al acceso a la justicia del cierre de los tribunales, tanto del estado como federales, durante la pandemia por COVID-19. En 2018 se resolvieron 18 sentencias. En 2019 fueron 32. En 2020 la cifra cayó a siete; y hasta junio de 2021 había apenas cuatro.

Durante la pandemia las cifras de violencia contra las mujeres se incrementaron, pero el acceso a la justicia para ellas, prácticamente, se imposibilitó.

De acuerdo al Código Penal, la sentencia mínima, actualmente, es de 25 años de cárcel por feminicidio, y las y los jueces optaron en 31 de los 50 casos de feminicidio en los que dictaron sentenciaron en dar lo que marca la ley como mínimo. Solo en 11 casos dieron penas mayores, pero eso se debió a que se sumaron otros delitos y no porque hayan dado una pena mayor al feminicidio.Hay un caso de hasta 85 años de prisión, pero es porque se sumó otro delito.

Hasta ahora no se ha dado la pena máxima por el delito de feminicidio que es de 60 años de prisión.

De acuerdo a información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en Chiapas de enero del  2018 a junio del 2021 se abrieron 97 carpetas de investigación por el delito de feminicidio, es decir, se abrieron mucho más carpetas por este delito que el número de sentencias que se emitieron por el mismo.

*Información publicada originalmente en aquinoticias.mx

Estados deben prevenir desapariciones de mujeres y niñas en América Latina

 

La desaparición de mujeres y niñas tiene conexión con otras formas de violencia como el femicidio/feminicidio, la trata y la violencia sexual, es por eso que en 2018 el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (Mesecvi) elaboró la Recomendación General de Mujeres y Niñas Desaparecidas en el Hemisferio.  

Sobre esta recomendación, las causas de la desaparición de mujeres y niñas, la relación entre desapariciones forzadas y desapariciones de mujeres, y las obligaciones de los Estados, hablamos con la abogada y experta del Mesecvi, Susana Chiarotti.  

Latiendo Libres es una producción conjunta del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (Mesecvi), CIMAC y Violeta Radio 106.1 FM, se transmite cada jueves en el 106.1 FM a las 11 horas o lo puedes escucharla en tu plataforma de podcast preferida

Aída González Martínez y la diplomacia feminista

 

El trabajo de la embajadora fue pieza clave en este encuentro que dio pie a tres conferencias similares: la Conferencia del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (en Copenhague, 1980), la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (en Nairobi, 1985), y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (en Beijing, 1995).

Su trabajó no empezó ni terminó ahí. Entre 1974 y 1979 Aída González participó en la elaboración, negociación y consolidación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), un instrumento internacional que se considera la “Constitución de las mujeres a nivel mundial” por marcar las disposiciones para eliminar la discriminación contra las mujeres.

De acuerdo con un recuento del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) sobre el legado de González Martínez, la redacción de la CEDAW implicó llevar difíciles negociaciones entre grupos de mujeres de todas nacionalidades y una intensa labor de convencimiento a los niveles de mando y decisión, tanto de los Estados Miembros como de la propia ONU.

La embajadora ejerció una diplomacia feminista que la llevó a apoyar la redacción de la CEDAW, “convención que buscó consagrar en disposiciones jurídicamente vinculantes el derecho de las mujeres a la igualdad y a la no discriminación en el goce y ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluyendo el muy importante ámbito de la familia”, como ella misma describió en 2002.

Su trabajo conciliador logró que 1992 fuera elegida como la primera mexicana en formar parte del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas, organismo que vigila el cumplimiento de este tratado. González Martínez participó en este organismo desde su primera sesión en octubre de 1992 y hasta 1992, y después de 1997 hasta 2004. Además lo presidió de 1999 al año 2000.

La exlegisladora federal, Guadalupe Gómez Maganda, quien entre 1999 y el año 2000 fue coordinadora ejecutiva de la Comisión Nacional de la Mujer, en la Secretaría de Gobernación, antecedente de lo que hoy es el Inmujeres, recuerda que la embajadora fue solidaria con las mujeres interesadas en avanzar en los derechos de las mexicanas, sin importar si eran de la sociedad civil o representantes del Gobierno mexicano.

Aída González comenzó a trabajar como secretaria en la Cancillería desde muy joven, cuando aún era estudiante universitaria. “Fue no solo promotora, sino una mujer muy comprometida con estos temas (Igualdad entre mujeres y hombres) y lo demostró participando el organización, por parte de la delegación mexicana, de las cuatro conferencias de la Organización de Naciones Unidas sobre la mujer”, destacó en entrevista la ex senadora priista.

El trabajo diplomático de la embajadora, recalcó Gómez Maganda, refleja la importancia de tener más mujeres en el servició exterior. Ellas, las embajadoras, son representantes de México ante instancias internacionales o en diversos países. “Afortunadamente creo que se ha avanzado porque además de los temas centrales de la política bilateral o multilateral que tiene México ya están actuando con esa perspectiva de género”, dijo.

En 2013 un recuento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos señaló que en el servicio exterior mexicano había 52 hombres embajadores y apenas 12 mujeres. Ellas eran embajadoras en Bélgica, en la representación ante la Unión Europea, Australia, Brasil, Finlandia, Hungría, Indonesia, Nueva Zelanda, Panamá, Rumania, Serbia, Turquía y Ucrania.

Asimismo, hasta ese año había cinco embajadores eméritos, pero solo dos eran mujeres: las ex cancilleres Rosario Green y Patricia Espinoza; y de los diez embajadores eminentes sólo dos eran mujeres: Aída Gonzalez Martínez y Carmen Moreno Toscano. Apenas este mes de enero el Gobierno mexicano anunció el nombramiento de 16 embajadores, entre ellos seis mujeres y un acusado de acoso sexual, el historiador Pedro Salmerón. 

La jurista Leticia Bonifaz Alfonzo, académica de la Facultad de Derecho de la UNAM y quien en 2020 fue elegida como la segunda mexicana en la historia en formar parte del Comité CEDAW, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que destacó que la embajadora González Martínez propició cambios dentro de la Secretaría de Relaciones Exteriores en favor de la igualdad entre mujeres y hombres.

La embajadora González Martínez también fue representante de México ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de 1977 hasta 1982, donde fue coordinadora de asuntos laborales internacionales y representante de México para asuntos de la mujer.

En 1979, fue elegida para presidir el grupo gubernamental del Consejo de Administración de la OIT y, en 1982 fue elegida presidenta del Consejo de Administración, convirtiéndose en la primera mujer en la historia de la OIT en ocupar ese cargo.

A las condolencias por su muerte se han sumado feministas como la senadora Patricia Mercado Castro; la diputada federal y exgobernadora de Zacatecas, Amalia García Medina; la exgobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri Riancho; el canciller Marcelo Ebrard Casaubon; y la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, entre otras personas. 

Instancias municipales de las mujeres, “cajas chicas” de autoridades insensibles

  

Las Instancias Municipales de las Mujeres, llamadas también “Mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer”  (Mujeres, 2014), se crean en México, en cumplimiento a la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing –resolución adoptada por la Organización de las Naciones Unidas el 15 de septiembre de 1995 al final de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, China– (Mujeres, 2022), instrumento internacional al que se adhirió México.

Lo primero con lo que cumplió el Estado mexicano, fue la creación del Mecanismo Federal y “en marzo de 1996, se instituyó el Programa Nacional de la Mujer 1995–2000, Alianza para la Igualdad (Pronam), cuya coordinación ejecutiva dependía de la Secretaría de Gobernación (Segob). Para fortalecer las acciones en favor de las mujeres, en agosto de 1998, dicho programa se transformó en la Coordinación General de la Comisión Nacional de la Mujer (Conmujer), lo que permitió elevar el tema de los derechos de las mujeres en la interacción institucional para impulsar más acciones e iniciativas. Sin embargo, la construcción de un andamiaje institucional se detonó al dar cumplimiento a la Ley de Creación del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), promulgada en enero de 2001, mediante la cual se colocó a nivel ministerial al instituto, en congruencia con los mandatos de Beijing y las demandas de movimientos amplios y plurales de mujeres, así como del movimiento feminista  (Beijing, 2014).

Como lo señala la Plataforma de Acción de Beijing, “Los mecanismos nacionales para el adelanto de la mujer son los organismos centrales de coordinación de políticas de los gobiernos. Su tarea principal es prestar apoyo en la incorporación de la perspectiva de la igualdad de géneros en todas las esferas de política y en todos los niveles de gobierno” (Mujeres, 2014) y justo esta es la razón del por qué opera en Tlaxcala el Instituto Estatal de la Mujer y en los municipios se replicó dicha acción.

A la par de lo que sucedía en el gobierno federal, era también su obligación impulsar en las entidades del país la creación de las instancias estatales de las mujeres y Tlaxcala fue el estado número 23 que lo logró, los trabajos se iniciaron desde enero de 1999 y fue hasta junio del mismo año, que se publicó en el Periódico Oficial del estado, el decreto de creación del Instituto Estatal de la Mujer (Tlaxcala, 1999).

La Plataforma de Acción de Beijing es muy clara al señalar que en todos los niveles de gobierno se tenían que promover los Mecanismos de Atención para el Adelanto de las Mujeres, y eso implicaba para Tlaxcala, impulsar su creación en los 60 municipios. Fue en el año 2000 cuando se creó la primera instancia de nivel municipal, esto en San Pablo del Monte y a partir de ahí fueron surgiendo con mucho esfuerzo en el resto de los municipios que integran al territorio tlaxcalteca.

Es lamentable que a 20 años ya de esta política pública, las instancias de las mujeres se encuentren en condición de vulnerabilidad, y funcionen sin el respaldo de presidentas y presidentes municipales, y menos de las y los integrantes del cabildo, que al parecer no le entienden al tema o no quieren aprender.

Lo único que les ha interesado a quienes ya se desempeñaron como alcaldes –incluyendo a las  y los actuales–, es el recurso económico que reciben las instancias de las mujeres de parte de Inmujeres o bien del ahora desaparecido Indesol, ahí sí voltean a verlas, porque de ese recurso han hecho su caja chica o se han visto favorecidos con recursos financieros que no les correspondían, pues se habían etiquetado para las mujeres de los municipios que gobiernan, pero hábilmente con la ayuda de sus tesorerías municipales, han sabido “comprobarlos” sin ser observados, o bien con la complacencia de “despachos” que han encontrado una mina de oro en los recursos que emite la Federación año con año y que ahora en la nueva historia que se escribe de Tlaxcala y en otros estados, las mismas corruptelas se repiten.

Hay tantas historias de corrupción al respecto, que lo mismo se ha sabido de alcaldes tlaxcaltecas que a cambio de otorgar los proyectos a tal o cual consultoría solicitaron a éstas el pago de los  impuestos de dicho proyecto, o pidieron “algún apoyo material o de equipo para la presidencia”, o incluso de plano se quedaron hasta con el 70 por ciento del monto del proyecto y dejaron a las consultorías desarrollaran con el 30 por ciento restante el trabajo a entregar, y ya no hablamos de las decenas de “consultores” que han surgido de la noche a la mañana y apoyados por lideres partidistas –hombres y mujeres–, quienes se presentan como expertos en la gestión de recursos ante el gobierno federal, llevándose su respectiva comisión económica los gestores y los lidercillos, y así, cuando llega el proyecto las responsables de las instancias de las mujeres no les queda muchos por ejecutar, porque en muchos casos ellas ni estuvieron presentes en la negociación que hizo el alcalde o alcaldesa, aprenden de botepronto las reglas de operación y tienen que trabajar para comprobar eficientemente los pocos recursos económicos recibidos.

¡Es increíble que Inmujeres o el propio Órgano de Fiscalización Superior de Tlaxcala no han actuado al respecto, administraciones van, administraciones llegan y todo sigue igual y se lucra al mas no poder con el tema de género!

Lo que no son las instancias municipales de las mujeres…

Por lo anterior, es importante aclarar que las instancias de las mujeres no son caprichos del movimiento de mujeres feministas y defensoras de derechos humanos; tampoco son oficinas de apoyo de los DIF municipales y mucho menos administrativamente deben pertenecer a esta estructura, cuyo fin es trabajar en la asistencia social.

No son fichas “comodines” de otras áreas de las alcaldías, no son “la caja chica de autoridades municipales”, no es el lugar de pago de facturas políticas, no es el cajón de dinero de alcaldes o alcaldesas del que pueden disponer para lo que se les antoje, ni tampoco son monedas de cambio para pagar favores políticos, no son los espacios para ir a aprender administración pública, llevamos 20 años con esta política no es posible que cada tres años se reinvente y se tenga que partir de cero.

Señores alcaldes y alcaldesas, la Instancia Municipal de la Mujer –independiente del nombre que le hayan puesto, dirección, instituto, coordinación o secretaría-, debe ser un organismo autónomo, no dependiente del Sistema DIF –insisto–, como está sucediendo en Tlaxcala capital, Huamantla e Ixtacuixtla, cuando andaban en campaña y en su toma de protesta se comprometieron a un cambio, sin embargo, es visible que desconocían de lo que hablaban, aún están a tiempo de dar un golpe de timón a sus administraciones, y demostrar que en su municipio cumplen con instrumentos internacionales firmados por el Estado mexicano desde hace más de dos décadas.

*Artículo publicado originalmente en La Jornada Oriente