2/13/2016

Gana Cimacnoticias primer lugar del concurso Género y Justicia


   Documental “23 años de impunidad en Ciudad Juárez”

La lucha de las mujeres contra el feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua, y la historia de 11 jóvenes secuestradas, explotadas sexualmente y asesinadas en 2009 y 2010 fue el eje del documental “Ecos de justicia, 23 años de impunidad en Ciudad Juárez”, ganador del primer lugar del concurso Género y Justicia 2015, organizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

En el documental producido por Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) se narra la historia de las jóvenes secuestradas, explotadas sexualmente y asesinadas, y cuyos restos óseos se localizaron en 2012 en el Arroyo El Navajo, en el Valle de Juárez, lo que derivó en el llamado “Juicio Arroyo El Navajo”, que culminó con la sentencia de cinco responsables de los hechos.

El concurso Género y Justicia lo realiza la SCJN desde 2009, para promover el análisis y el debate jurídico-académico sobre los Derechos Humanos (DH) de las mujeres, e incentivar la investigación y difusión de la problemática vinculada al género y la justicia.

Este martes 2 de febrero, la Corte difundió los resultados del concurso que organizó a través de la Subdirección General de Igualdad de Género y la Dirección General del Canal Judicial, junto con la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ONU-Mujeres, Mujeres en el Cine y la Televisión, y Periodistas de a Pie.

El trabajo periodístico de CIMAC originalmente fue publicado en la agencia Cimacnoticias en agosto de 2015 bajo el título de “Ni una más”, una frase que organizaciones civiles, activistas y familiares de víctimas han posicionado para hacer visible la realidad violenta en Ciudad Juárez, y exigir que el Estado mexicano tome acciones para frenar los asesinatos de mujeres por razones de género.

En el documental se hace un recorrido del feminicidio en Juárez desde 1993 con las primeras denuncias de las madres de desaparecidas, la creación de grupos civiles como Casa Amiga, Nuestras Hijas de Regreso a Casa o la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, hasta la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) en 2009, con la que se responsabilizó al Estado mexicano por no investigar los crímenes.

Se aborda también el “Juicio Arroyo El Navajo”, llevado a cabo en julio de 2015, y en el cual durante tres meses un tribunal recibió testimonios, revisó pruebas documentales, y escuchó las declaraciones de seis imputados, de los cuales cinco fueron sentenciados a 697 años y seis meses de prisión, por los delitos de trata de personas y homicidio agravado en razón de género.

En el trabajo periodístico se habla del asesinato de Mónica Liliana Delgado Castillo, Jessica Terrazas Ortega, Jazmín Salazar Ponce, María Guadalupe Pérez Montes, Lizbeth Avilés García, Perla Ivonne Aguirre González, Idalí Juache Laguna, Beatriz Alejandra Hernández Trejo, Jesica Leticia Peña García, Deisy Ramírez Muñoz, y Andrea Guerrero Venzor.

El documental “Ecos de justicia, 23 años de impunidad en Ciudad Juárez” se puede consultar en la liga https://www.youtube.com/watch?v=kYWLjb0Ru-s

          

El segundo lugar del concurso correspondió al trabajo “Cherán desde las mujeres. Las K’eri en el Consejo Mayor de Gobierno Comunal”, y en tercer sitio “Reflejar los sueños rotos”. Los tres documentales premiados serán transmitidos en un programa especial del Canal Judicial de la SCJN.

En la categoría de reportaje escrito, el primer lugar fue para “Las niñas no tienen derecho a decidir y terminan siendo madres”, de Ana Karen de la Torre Panduro; el segundo lugar fue para “Siete historias ‛rotas’, el duelo de las rosas”, de José Alfredo Beltrán, Marcos Vizcarra, Sheila Arias, Nelly Sánchez y Sergio Lozano; y el tercero, para “Rosi Orozco y la trata de personas”, de Shaila Rosagel Carranza.

En tanto que el reportaje “Mujeres migrantes, víctimas del plan antitrata”, de la periodista chiapaneca Ángeles Mariscal, recibió una mención especial.

En la categoría de ensayo, el primer lugar fue para “Las mujeres en la integración de los tribunales mexicanos: Radiografía actual y recetas hacia la paridad”, elaborado por Ivonne Garza Garza.

El segundo lugar correspondió a “Democracia misógina: la inequidad de género en la era de la igualdad política”, de Abraham Sánchez Ruiz, y el tercero lo obtuvo “Análisis jurídico respecto de la labor ministerial y policial en casos de feminicidio”, de Gerardo Centeno García.
 


Especial
Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.- 

En Leeds como en muchos lugares…


   MUJERES CAUTIVAS
Por: Teresa Ulloa Ziáurriz*



El asesinato de una mujer, sobre todo si es de una que está en situación de prostitución, no es nada nuevo en una sociedad como la occidental, donde los cuerpos de las mujeres se siguen viendo como mercancías que pueden usarse, comprarse, venderse o desecharse sin mayor problema, y con la permisiva inacción de las autoridades.

Este fue el caso de una joven de 21 años que fue brutalmente asesinada en la primera zona controlada (o lo que conocemos como “zona de tolerancia” o “zona roja”) en Gran Bretaña (GB), particularmente en el ayuntamiento de Leeds –por cierto, un distrito pobre–, como parte de un programa piloto de 12 meses.

El objetivo, a decir de Marcos Dobson, miembro ejecutivo del Consejo de la Ciudad, era proteger a quienes ofrecen “servicios sexuales” y “aumentar la seguridad” en la demarcación, ya que la prostitución –o el “trabajo sexual”, como él lo llama–, sigue siendo una “ocupación extremadamente peligrosa”.

Este lunes 8 de febrero, Taina Bien-Aimé, directora ejecutiva de Coalition Against Trafficking in Women (CATW) con sede en Nueva York, hizo en The Huffington Post un recuento pertinente de los efectos que ha tenido esta decisión, y detalla con argumentos el por qué no sólo este tipo de medidas no resuelve lo que se percibe como una situación “peligrosa para la sociedad”, sino que dispara riesgos y problemas en todos los ámbitos.

Justamente porque GB es un país con niveles mucho más altos de desarrollo que México, vale la pena conocer las repercusiones.

En primer término, “legalizar” el comercio sexual al interior de una zona controlada equivale a avalar el trabajo de proxenetas y dueños de burdeles dedicados a la explotación sexual, cuyas víctimas son generalmente mujeres y niñas víctimas de trata.

Esta es la razón principal que a lo largo del orbe se le expuso a Amnistía Internacional (AI) para instarla a no aprobar su política de despenalización, para todas las personas involucradas en la industria del sexo. AI no quiso escuchar.

La zona controlada de Leeds siguió reportando violaciones y asaltos, pero también la prensa registró una notable ausencia de la policía por varias horas y al menos durante dos noches consecutivas del mes pasado, con lo cual se otorgó un permiso implícito para ejercer la violencia.

“Lo que el ayuntamiento de Leeds debe saber es que el comercio sexual fue diseñado intencionalmente para comercializar la violencia sexual y legitimar el control sobre los seres humanos vulnerables con fines de lucro. Incluso si la prostitución fuera tan antigua como los tiempos inmemoriales –como nuestra cultura occidental cree–, también lo son el asesinato, la violación y la violencia doméstica…”, afirma Taina en su artículo.

Como sabemos, las cifras indican que una vez legalizado el comercio sexual en Alemania, se registró un aumento considerable en el número de casos de feminicidio y violencia contra las mujeres prostituidas, y los responsables han sido ni más ni menos que los propios compradores de “servicios sexuales”.

Y no sólo eso, sino que además se ha registrado un aumento exponencial de la trata de personas con fines de explotación sexual, y el nacimiento de cadenas de burdeles en todo el país. Países Bajos o Nueva Zelanda ahora deben afrontar efectos similares.

No pasamos por alto las voces de quienes afirman que la prostitución bien puede tratarse de un acto voluntario. ¿Quién de niña aspira a prostituirse?

Está comprobado, como afirma Taina, que la gran mayoría de las mujeres y personas transexuales son compradas y vendidas en el comercio sexual porque no tienen elección. Tienen hijos que alimentar, necesitan vivienda, o padecen trastornos propios de su experiencia de trata que les hace imposible escapar.

Los nuevos tiempos exigen medidas estructurales urgentes. No se trata solamente del caso de Leeds porque, como podemos adivinar, en México y América Latina el panorama es peor, principalmente por los altos niveles de impunidad, corrupción y machismo que parecen no tener fin, visto desde el creciente número de niñas, niños y mujeres desaparecidas que son “carne nueva” para los tratantes y compradores de sexo.

Como se ha propuesto desde CATW, CATWLAC y diversas tribunas feministas a favor de la abolición de la prostitución, y de acuerdo con lo que señalan diversos tratados internacionales en materia de Derechos Humanos y protección de los derechos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes, resulta imperante que en vez de promover medidas inútiles y por demás riesgosas, se invierta en oportunidades educativas y económicas, brindando capacitación para el trabajo y financiamiento suficiente y real (no sólo el que estipula la ley, pero que no existe en concreto), para ofrecer servicios de primera línea que se traduzcan en verdaderas salidas para las personas prostituidas, independientemente de su condición migratoria.

No olvidemos, como dice Taina, que en los 16 años que tiene implementado el Modelo Nórdico –que penaliza a los compradores–, el gobierno sueco ha logrado que ninguna mujer prostituida haya sido asesinada por un “cliente”, entre muchos otros cambios positivos.

Mientras esto no ocurra, los gobiernos seguirán llenándose la boca de anuncios oficiales y cifras alegres, pero en la realidad seguirán aumentando las desapariciones, los casos de feminicidio y la violencia.

Por más que intenten proteger a las víctimas, estas medidas no hacen otra cosa que contravenir el Protocolo de Palermo y la CEDAW, que estipulan claramente la prohibición de todas las formas de trata y prostitución.

Twitter: @CATWLACDIR

*Directora Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.-


 

Paridad: oportunidad para la democracia


  
   ZONA DE REFLEXIÓN
Por: Lucía Lagunes Huerta*



En este 2016 nuevamente tenemos la posibilidad de seguir construyendo democracia en México. Trece entidades federativas encararán procesos electorales para renovar legislaciones o gubernaturas. Procesos en los que los partidos políticos, grupos de poder y autoridades electorales deben destapar sus oídos para escuchar las exigencias ciudadanas de transparencia e igualdad.

Exigencias que buscan realmente construir ciudadanía. Ya no se puede seguir el juego político de los pactos secretos, la encuestología y el pragmatismo partidario que ha llevado al poder a uno y otro personaje autoritario y corrupto. La lista la conocemos muy bien y es bastante larga, y las consecuencias las padecemos cada día.

Construir una verdadera democracia es actuar de cara a la sociedad, utilizar los recursos públicos, los de toda la ciudadanía, para el beneficio de toda la población y no del gobernador y sus grupos, dejar de hacer promesas que no se cumplen en la práctica, con todo y notario público, o que se mal cumplen, porque no transforman la condición de desigualdad y marginación en el que vive casi el 80 por ciento de nuestra población. Y si no, veamos en qué quedó la propuesta de Salario Mínimo empujada por Miguel Ángel Mancera.

Democracia implica dejar de excluir, y no me refiero a integrar a una o dos personas de grupos específicos: personas con discapacidad, indígenas, jóvenes, personas de la diversidad sexual, etcétera; me refiero a asumir que hasta ahora el pastel lo ha partido un pequeño grupo que una y otra vez blinda sus privilegios por sobre los derechos de la humanidad.

Democracia es asumir que el mundo está integrado por mujeres y hombres diversos, que deben tener las mismas condiciones, el mismo valor y las mismas responsabilidades en la vida pública como en la privada, es decir ser pares.

Paridad no sólo implica la mitad, que en el caso de la vida pública, es la mitad del poder, implica transformar nuestra  lógica, concepciones, ideas y reglas, para garantizar que el juego público y el privado sea sin ases bajo la manga, sin trampas ocultas que lleven a la mitad de la población, que son las mujeres, a seguir impedidas de los espacios públicos y donde la otra mitad, o más bien el 48 por ciento restante, siga ajeno de los espacios privados.

Que la ley se cumpla es un buen camino para la democracia paritaria. Está mandatada desde la Constitución la paridad entre mujeres y hombres, y así debe ser. Todos los partidos políticos, los viejos, los nuevos  y los que vengan; los independientes y ciudadanizados, todas las instituciones políticas que decidan contender en la vida electoral deben garantizar la mitad de puestos de elección popular para las mujeres. Pero lugares con oportunidades reales.

No como favor o concesión, sino como el reconocimiento del derecho que tienen a participar en la vida pública, de la cual durante siglos han sido excluidas.

Este 2016 por lo menos mil mujeres tendrán que ser candidatas en estas 13 entidades federativas; se sabe que ya algunos grupillos masculinos buscan y rebuscan cómo escamotear la ley, qué artilugio, argumento discriminatorio y sexista podrán usar para seguir conservando el privilegio por encima del derecho de las mujeres a participar en la política.

Y es ahí donde la sociedad también tiene que dar el salto a la democracia, al reconocimiento del derecho de las mujeres para  hacer realidad lo que desde 1953 se les reconoce a las mexicanas, ser electas, con reglas de juego nuevas, reglas que buscan equilibrar las condiciones desiguales en las cuales durante, por lo menos, 62 años han jugado las mexicanas.

Apuntar el derecho a estar en la vida pública ha implicado sin duda una gran labor de mujeres sabias y de autoridades electorales que se han sumado a la paridad, y que este 2016 tendrán que jugar un gran papel para garantizar, con las nuevas reglas de juego, ese piso equilibrado para que las mujeres que así lo deseen, puedan ser electas a cualquier cargo.

Como verán, la apuesta que tenemos para construir y consolidar democracia ya está; de todas y todos depende también que esto se cumpla.

Twitter: @lagunes28
*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.
 


Archivo CIMACFoto | César Martínez López

Cimacnoticias | México, DF.-

Feministas... ¿ocupando los medios?


   LENGUANTES
Por: Las Punto Género*


“Si nuestro cuerpo es el hardware y nuestra mente es el software, juntas podemos aprender a ¡hackearnos!”

Punto Género inició como un programa de radio dentro de una barra de programas de jóvenes. ¿La idea? Que una diversidad de jóvenes tuvieran un espacio para expresarse, para comunicar, desde música, movimientos sociales, exposiciones y oferta cultural; es así que hacen la invitación a una de nosotras para tener un programa temático sobre medio ambiente.

Sin embargo ése no fue el tema que elegimos. Después de darle vueltas entre dos de nosotras, resolvimos que feminismo era lo que queríamos abordar, puesto que, a diferencia de lo que mucha gente cree, mujeres y feministas estamos trabajando en cada espacio, en cada movimiento, y nosotras queríamos escucharlas y aprender juntas.

Es así como surge el programa pero, de esa diversidad de feministas, todas con tantas experiencias y saberes ¿a quiénes queríamos entrevistar?

Es ahí donde pensamos en las jóvenes, primero, desde nuestra propia condición como jóvenes feministas, reconociendo que en muchos espacios son nuestras voces las que menos se escuchan, sin embargo, dentro del movimiento, organizaciones y colectivas, nuestro trabajo es importante y no siempre visible.

Así, nos fueron re-uniendo estas dimensiones, ese impulso personal que nos llevó a ser feministas, ese descontento y esas dudas que nos llevaron a leer, a acudir a espacios y, por otro lado, esa necesidad de accionar en colectivo.

Actualmente las puntas somos cinco mujeres jóvenes con diversos puntos de vista y muchas habilidades con un interés común, utilizar la tecnología para comunicar los feminismos, feminismos manifiestos en las voces de muchas mujeres, cuya apuesta ha sido el cambio social a favor de la población femenina.

El camino ha sido interesante, dando lugar a muchos espacios de reconocimiento; por un lado, el reconocimiento de la otra, de sus habilidades, de la importancia de su palabra y de su trabajo; del reconocimiento de las diferencias, de disentir y acordar.

Asimismo creemos que ha habido un gran reconocimiento de cada una, de nuestras limitaciones personales, pero también de nuestras vocaciones, de nuestros aciertos y de nuestras apuestas políticas comunes como comunicadoras sociales: promoviendo encuentros entre feministas y, sobre todo, buscando diálogos intergeneracionales.

Desde que el programa radial inició, se reconoció feminista y partió de la idea de que el ejercicio del Derecho Humano a la comunicación debe posibilitarse para garantizar que diversas voces se conozcan, se encuentren y se desencuentren.

Para nosotras, como comunicadoras sociales, es imprescindible visibilizar a las mujeres que, como muchas, hacemos historia porque nos encontramos con otras y así, enlazamos y diversificamos feminismos, de manera particular desde nuestra enunciación como jóvenes; así como otras lo hacen desde otras identidades políticas; desde ahí hemos diversificado el trabajo, no sólo en radio, sino en otras plataformas audiovisuales y de medios de comunicación alternativos.

A través del trabajo juntas, nos percatamos que, como en muchos otros espacios, el aire no es para todas; los medios son más bien para quienes “los conocen” y “los manejan”, para quienes “saben”, no sólo se trataba de quiénes eran las voces autorizadas, sino también de quiénes podían manejar los aspectos técnicos, esas personas  generalmente son hombres. ¿Por qué?

Sin dejar de reconocer la importancia que tiene el trabajo que las personas realizan, nos llegó muchas veces la impotencia del “no saber hacer” y en ese sentido, decidimos fortalecernos, capacitarnos, y así, desde la autonomía técnica, generar contenidos y plataformas que permitan encontrarnos y reconocernos entre nosotras, entre feministas, añadiendo nuestra visión, nuestra mirada crítica, y nuestro análisis a las ya de por sí infinitas posibilidades que tienen los medios de comunicación y cómo han ampliado su espectro de manifestaciones utilizando la tecnología.

Nos reconocemos como movimiento y a esta colectividad es a la que queremos abonar desde nuestra visión y con nuestras habilidades, las cuales hemos buscado fortalecer, ampliar y transmitir.

El camino ha sido lento y nada sencillo, ha representado muchos retos para nosotras, desde técnicos, financieros, laborales, de intereses, personales, sin embargo para nosotras, como mujeres, como jóvenes y como feministas, decidimos ocupar, junto con otras, los medios porque, como muchos, es parte de los espacios que nos pertenecen y que nos han querido arrebatar, nos quisieron hacer pensar que no estamos hechas para esto... sin embargo, aquí estamos, intentando, tejiendo y logrando.

Twitter: @laspuntogenero
 *Las Punto Género son comunicadoras feministas.

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.- 

El embarazo en las adolescentes


   QUINTO PODER
Por: Argentina Casanova*

Un espectacular en una lona de casi cuatro metros de alto colocado sobre la fachada de una delegación del IMSS resume la actitud del Estado frente al embarazo en las adolescentes: dejar la responsabilidad en las mujeres y omitir la violencia sexual contra las niñas en el país.

La propaganda dice: “1 de cada 2 mujeres que inicia su vida sexual antes de los 15 años se embaraza”, y está en toda la fachada de la delegación del IMSS en Campeche, pero forma parte de una campaña nacional contra el embarazo en adolescentes. Y no es casual ni accidental el uso de la palabra “contra”.

Con el título “Vivencias y relatos sobre el embarazo en adolescentes. Una aproximación a los factores culturales, sociales y emocionales a partir de un estudio en seis países de la región”, se presentó un informe que pretende explicar los factores que contribuyen a las altas tasas de embarazo en la población adolescente, y este documento aporta datos muy relevantes que tendrían que ser incorporados a las políticas públicas.

Según este informe, que el IMSS y el equipo –que diseñó la estrategia basado sólo en números– no debe conocer, en estas edades el embarazo “suele ser producto” de la violencia sexual, dado que las adolescentes están “expuestas a condiciones de alta vulnerabilidad, entre ellas a varios tipos de violencia y riesgos”.

El anuncio del IMSS forma parte de la criminalización que desde las políticas públicas equivocadas se ha hecho del embarazo en las adolescentes, porque sí, en esa política pública institucionalizaron la responsabilidad en las mujeres de 15 años, a las que de golpe y discurso se les suprime su condición de niñas y se invisibiliza la responsabilidad que el otro tiene en el embarazo, que siempre es de dos.

O al menos eso creíamos hasta que el IMSS viene a decirnos que las “mujeres se embarazan”, es decir son mujeres y ya toman sus decisiones, y deciden embarazarse con todo lo que eso implica.

Eso nos lleva a pensar en la tarea que desde la sociedad civil tenemos por delante para hacer ver esos gravísimos errores que se convierten o son reflejo de los discursos institucionales.

En defensa de la campaña, precisan algunas personas, “esas son las cifras oficiales” y reiteran que se pierde de vista que para hacer una estrategia para lo que consideran un problema de suma importancia, carecen de la perspectiva de género para su desarrollo, y de la sensibilidad para entender que no puede hablarse del embarazo porque “ellas se embarazan”.

No es de sorprender que las personas que tenemos perspectiva de género o las mujeres lo leemos y sabemos que algo está mal. Muy mal. Es inaudito que se utilicen recursos públicos para una campaña que criminaliza, discrimina y sobre todo naturaliza hechos de violencia contra las niñas.

Desde la perspectiva feminista partimos de que el embarazo en adolescentes entraña una responsabilidad compartida en los casos en los que hay consentimiento, aun así al ser menor de 18 años están implicados contextos, en la gran mayoría de las veces, de abuso contra las niñas.

Donde ellos ven adolescentes embarazadas, nosotras vemos niñas que pudieron ser víctimas de abuso. El 80 por ciento de los embarazos en adolescentes está relacionado con abuso. Y las niñas no “se embarazan solas”.

Una estrategia de prevención del embarazo en adolescentes no se debe hacer desde la improvisación, además sin perspectiva de género que no es poner “a” en las palabras y mucho menos culpar a las mujeres como responsables de los embarazos.

Pero lo más preocupante es que se les vea como mujeres a las que se les demanda responsabilidad sobre su sexualidad, pero se les condena a la minoría de edad al no tener acceso a los métodos anticonceptivos, principalmente los de barrera para prevenir el VIH, acceso a la pastilla de anticoncepción de emergencia, y por supuesto a la interrupción legal del embarazo al despenalizar y ampliar las excepciones.

No es posible que se sigan gastando recursos públicos en actos que claramente violan los Derechos Humanos y la dignidad de las mujeres y las niñas.

*Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
 
CIMACFoto: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | Campeche.- 09/02/2016

En la película Across the Line los espectadores experimentan el maltrato ejercido por manifestantes antiabortistas


Democracy Now!

La semana pasada (mediados de enero) hubo una serie de manifestaciones contrarias al aborto cuando se cumplió el 43 aniversario del caso Roe contra Wade. En la ciudad de Washington, los manifestantes con fotos de fetos se dirigieron al lugar donde se construye una nueva clínica de Planned Parenthood y obligaron a que la escuela chárter que se encuentra al lado cerrara sus puertas. Un nuevo proyecto presentado en el Festival de cine de Sundance pone a los espectadores en el lugar de una mujer que tuvo que soportar los insultos y maltratos de los manifestantes anti abortistas, para llegar a la clínica de aborto. "Across the Line" (Del otro lado) es una experiencia de inmersión y realidad virtual de siete minutos de duración que usa los audios reales de una manifestación contra el aborto. Hablamos con una de las creadoras del proyecto, Nonny de la Peña, conocida como “la madrina de la realidad virtual” y con la productora ejecutiva, Dawn Laguens, vicepresidente ejecutiva de la organización Planned Parenthood Federation of America.

TRANSCRIPCIÓN Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.

AMY GOODMAN: Estamos transmitiendo desde el Festival de Cine de Sundance en Park City, Utah. La semana pasada tuvieron lugar una serie de protestas antiabortistas en el contexto del 43º aniversario del caso de Roe contra Wade, la decisión del Tribunal Supremo que aseguró el acceso de la mujer al aborto en todo Estados Unidos en 1973. En Washington, DC, manifestantes portando fotos de fetos invadieron el lugar donde se está construyendo nueva clínica de la organización Planned Parenthood. Las protestas obligaron a la escuela charter situada junto al lugar a cerrar durante dos días. Vamos a hablar ahora de un nuevo proyecto presentado aquí en Sundance que te pone en el lugar de una mujer que se ve obligada a pasar entre un pasillo de manifestantes para llegar a una clínica de abortos. Se llama "Across the Line" (Del otro lado). Es una experiencia de realidad virtual inmersiva de siete minutos de duración que utiliza el audio real de manifestantes antiabortistas. Hablé con la cocreadora del proyecto, Nonny de la Peña, conocida como la "madrina de la realidad virtual" —ella lo llama periodismo inmersivo— y con uno de los productores ejecutivos, Dawn Laguens, la vicepresidenta ejecutiva de Planned Parenthood Federation of America. Comencé preguntándole a Dawn que explicara qué es "Across the Line".

DAWN LAGUENS: Es una oportunidad para que la gente experimente en primera persona lo que mujeres y hombres de todo el país sufren, al igual que los proveedores, cuando en ocasiones tratan de acceder a la asistencia sanitaria en los centros de salud para mujeres como los de la organización Planned Parenthood. En esta experiencia de realidad virtual, usted puede ver a alguien mientras está en un centro de salud, así como parte de su llegada al lugar, pero luego pasa a situarse en el lugar de esa persona y experimentar lo que se siente al caminar al lado de un grupo de manifestantes que le gritan cosas obscenas y escandalosas mientras usted trata de acceder al centro de salud reproductiva.

AMY GOODMAN: Vamos a ir a un clip de "Across the Line".
http://www.democracynow.org/es/2016/1/25/across_the_line_virtual_reality_immerses

MANIFESTANTE ANTIABORTISTA 1: ¿Alguien se preocupa por la vida del niño? ¿Es que su hijo no tiene derechos? ¿Cómo puedes pedir que "se protejan los derechos de la madre", si no estás dispuesta a proteger los derechos del niño?

MANIFESTANTE ANTIABORTISTA 2: ¡Debería darte vergüenza!, entrar con una sonrisa en una clínica de asesinatos. ¡Debería darte vergüenza! Dios te destruirá en un lago de fuego, y entonces ya no sonreirás. Llorarás, gemirás y harás rechinar tus dientes. ¡Debería darte vergüenza, mujer impía y patética! ¡Infame Jezabel feminista! No deberías haber sido una puta. No deberías haberte acostado con todos los chicos del bar, ¡infame Jezabel!

AMY GOODMAN: Una de las cosas que le gritaron a esta mujer mientras iba a la clínica fue: "Infame Jezabel feminista". Háblenos acerca de la realidad detrás de esta realidad virtual, Dawn.

DAWN LAGUENS: Queríamos mostrar lo que sucede realmente. Así que, de hecho, simplemente fuimos y grabamos lo que sucedió, el audio real de lo que dice la gente. Nada de esto se ha creado o inventado. Así que esto es realmente a lo que se enfrentan las mujeres mientras caminan hacia estos centros de salud. Y algunas personas salen de esta experiencia llorando, muchos de ellos cuentan sus propias historias, muchas personas que dicen: "No tenía ni idea de que eso ocurriera. Sabía que algunas personas protestaban en algunas ocasiones. Pero no sabía como era en realidad. Y ahora siento que tengo que hacer algo al respecto".

AMY GOODMAN: Nonny de la Peña, este es un proyecto muy impactante. De hecho, se usted le llama a esta pieza de realidad virtual, "Across the Line", periodismo de inmersión. Explíque eso.

NONNY DE LA PEÑA: El periodismo de inmersión es un concepto que se me ocurrió unos años atrás para describir el uso de la realidad virtual con el objetivo de colocar a la gente en los lugares donde los hechos reales ocurren. Across the Line es una pieza interesante porque mezcla video de 360 ​​grados y material generado por computador. Y la razón por la que escogimos el modo en que montamos la pieza, porque es interesante que de algún modo esto es un montaje de las voces de todo el país, del tipo de cosas que se les grita a mujeres jóvenes en todo el país, en lugar de mostrar solo una escena independiente. Así que cuando usted está caminando entre la gente, a través de ese pasillo, en esta pieza, le están gritando lo mismo que les gritan a mujeres en todo el país. Así que es una interesante amalgama de piezas.

AMY GOODMAN: Así que me introduje este fin de semana en esta especie de caja de realidad virtual, me puse las gafas, y de repente estoy en una clínica. Y puedo girar la cabeza hacia cualquier lado y ver toda la habitación, al médico hablando con al paciente, que está extremadamente perturbada por el pasillo de gente que tenido que recorrer para entrar. Y en la segunda escena estoy sentada en el asiento trasero del coche de estas dos mujeres. El conductor está agarrando la mano de la mujer que va a la clínica. Y ves por qué estaba tan molesta cuando estaba en la sala de la clínica, ya que ves a un hombre quien tiene la cabeza metida por la ventanilla de coche, diciéndole que no entre en la clínica, que no mate a bebés.

PACIENTE: No estoy seguro de que edificio es.

MANIFESTANTE ANTIABORTISTA 3: ¿Perdón?

PACIENTE: No estoy seguro de que edificio es.

MANIFESTANTE ANTIABORTISTA 3: ¿La clínica de abortos?

PACIENTE: La clínica de atención médica.

MANIFESTANTE ANTIABORTISTA 3: Es una clínica de abortos, señora. Van a llevar a cabo de 20 a 30 abortos hoy aquí. Mira, hay un lugar que es muy seguro en la calle llamada Waterleaf. Por favor, deja que te lleve allí. Por favor.

PACIENTE: No puedo.

MANIFESTANTE ANTIABORTISTA 3: Por favor. Mira, sé que estás pasando por algo difícil, ¿de acuerdo? Pero yo no quiero ver que te hagan daño.

AMY GOODMAN: ¿Y entonces tienes la última, en la que camina guiada por uno de los voluntarios de la clínica para tratar llegar a la clínica a través de este pasillo de gente. Describa esta escena, porque en esta realmente estoy caminando.

NONNY DE LA PEÑA: Sí. Así que los nuevos auriculares de realidad virtual le permiten caminar entre la gente. Y es muy difícil describir lo impactante que es esta experiencia. Tienes la sensación de estar presente en este mundo, de la misma forma que lo haría en su vida real. No es al 100 %, pero es sin duda muy evocador. Sabes que estás aquí, pero al mismo tiempo te sientes como si estuvieras allí. Y debido a que te sientes como si estuvieras allí, debido a que tienes que caminar entre la gente, y escuchar todas esas voces reales, sientes esa experiencia de una manera que es muy personal y muy visceral.

MANIFESTANTE ANTIABORTISTA 4: Eres una mujer malvada, ¿lo sabías? Eres una mujer malvada. ¿Qué crees que estás haciendo aquí?

NONNY DE LA PEÑA: Uno de los diseños de las piezas, es que son predominantemente hombres blancos los que están gritando a mujeres jóvenes. ¿Correcto? Simplemente es así. Y no creo que la gente entienda cómo mordaz es la conversación en la calle y cómo...

AMY GOODMAN: ¿Es eso cierto, en todo el país...

NONNY DE LA PEÑA: Sí, bien...

AMY GOODMAN: ...en estas protestas?

NONNY DE LA PEÑA: Hay mujeres, pero entre las personas que están gritando predominan los hombres blancos. Y tengo que decir que cuando usted trata de poner a la gente en la escena, la idea que ellos entiendan lo que está pasando. Y si hay una manera de hacerlo, tal vez podemos hacerlo a través de conversación mucho más civilizada. No se trata de quién tiene razón o quién está equivocado. Las mujeres tienen que ir a los centros de salud y obtener atención médica. ¿Correcto? Las mujeres de bajos ingresos dependen de estos centros, y no parece apropiado que al ir a buscar atención médica, usted deba experimentar ese tipo de situaciones en las que tenga que escuchar como se le dicen cosas tan violentas y terribles. Es horrible. "Tú, puta, no deberías haberte acostado con todos los tíos del bar". Es bastante desagradable. Por lo tanto, el motivo de la pieza es que eso está ahí... esto es lo que está sucediendo, por lo que es periodísticamente importante. Esto es lo que estamos viendo en la calle. Pero también, ¿Se presta esta situación para de alguna manera lograr tener una conversación más civilizada?

AMY GOODMAN: Escuchábamos a Nonny de la Peña. Conocida como la "madrina de la realidad virtual "—ella lo llama periodismo de inmersión— es la cocreadora de " Across the Line", al igual que Dawn Laguens, vicepresidenta ejecutiva de Planned Parenthood, quien junto con Caren Spruch y otras personas ha producido "Across the Line". Esto es Democracy Now!, democracynow.org, El informativo de guerra y paz. Estamos transmitiendo desde el Festival de Cine de Sundance aquí en Park City, Utah.

Traducido y editado por Igor Moreno y Demoracy Now! en Español.
Fuente: 

Mujeres en tránsito irregular por México


Brecha

Numerosos son los estudios publicados en los últimos años que hablan de la migración en tránsito irregular por México a partir de lo que acontece alrededor del tren de carga “La Bestia”, casi siempre bajo la mirada y las experiencias de los hombres. Sin embargo, desde hace seis décadas el 50 por ciento de las personas que migran de forma irregular alrededor del mundo son mujeres.

Hacer visible la participación de las mujeres en tránsito irregular por México necesariamente involucra un enfoque de género que permita analizar sus experiencias y las condiciones que enfrentan en este proceso migratorio. De acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, las mujeres constituyen aproximadamente el 20 por ciento del total de personas detenidas en tránsito irregular. La mayoría proviene de Centroamérica, especialmente de Guatemala, Honduras y El Salvador. Son jóvenes y madres, que trabajan en su lugar de origen antes de migrar.
Quienes deciden hacerlo cuentan con redes y apoyos, tanto en su país de origen como en el de destino. Las estrategias para migrar de las mujeres se distinguen por la forma en que se toma la decisión. Aunque las razones son diversas, destaca la necesidad de mayores ingresos económicos para brindar a sus hijas e hijos mejores condiciones de vida; escapar de la violencia (en sus diferentes tipos y modalidades); o como parte de un acuerdo dentro del grupo familiar (influido, casi siempre, por las relaciones de poder existentes en la familia).
La ruta de migración irregular más conocida en México comienza en la región del Soconusco, en Chiapas, hacia Oaxaca y Veracruz. Las y los migrantes de Centroamérica suelen viajar en autobús desde su lugar de origen hasta Tecún Umán (Guatemala), donde cruzan el río Suchiate (Chiapas) en balsas; y, quienes así lo hacen, posteriormente montan en el tren. De acuerdo con la Encuesta sobre Migración de la Frontera Sur de México, en 2010 sólo 14 por ciento de las personas deportadas por México y 10 por ciento de las deportadas por Estados Unidos utilizaron el tren de carga conocido como La Bestia.

Bestia más, bestia menos
Las migrantes hondureñas suelen viajar más en tren que las de Guatemala y El Salvador, ya que cuentan con menos recursos económicos y redes de apoyo. En general, las estrategias de viaje de las mujeres migrantes se distinguen de las de sus pares hombres porque: viajan de forma más clandestina; la mayoría contrata los servicios de un traficante, ya sea para todo el viaje o una parte de éste; portan documentación falsa; evitan el tren de carga; se alojan en hoteles y casas de huéspedes, evitando los albergues; se vinculan con transportistas mexicanos para hacer parte de su recorrido; cuentan con redes trasnacionales para planear, realizar y costear su viaje, con el objetivo de llegar con éxito a su destino. Sin embargo las estrategias que siguen no implican necesariamente un viaje más seguro o libre de violencia. Por el contrario, durante su experiencia migratoria continúan inmersas en las estructuras desiguales de poder y violencia estructural de género que permean la región.

En los últimos años se ha incrementado y agudizado la violencia contra las personas migrantes en tránsito irregular por México. Entre los riesgos que corren se encuentra la extorsión, con la participación de autoridades de distintos niveles de gobierno, principalmente durante los operativos de revisión y detención realizados en puntos móviles carreteros; tráfico de personas, resultado de la falta de posibilidades y/o de programas para que puedan migrar de forma regular; y diversas modalidades de violencia.
Luego de la puesta en marcha de la estrategia fallida del presidente Felipe Calderón para combatir al narcotráfico se colocó el tema de la migración como un asunto de seguridad nacional, lo que amplió la participación de las autoridades de seguridad pública y militares en las actividades de control migratorio; dicha estrategia abrió las puertas a una mayor corrupción e impunidad.

De acuerdo con el “Informe especial sobre secuestro de migrantes en México”, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (Cndh), de los 214 eventos de secuestro documentados entre abril y setiembre de 2010, que involucraron a más de 10 mil víctimas, 16 por ciento de los testimonios de víctimas y testigos correspondieron a mujeres. El mismo informe señala que durante ese año sólo se presentaron 13 denuncias de secuestro ante la Procuraduría General de la República, y apenas fueron sentenciadas dos personas por el delito de secuestro de migrantes. Por lo que las violaciones a los derechos de las personas migrantes son agravadas por la omisión, la inacción, la aquiescencia y el perjuicio de las prácticas de las autoridades, en todos los niveles.

(Los datos consignados en esta nota fueron fueron obtenidos de: Gabriela Díaz Prieto y Gretchen Kuhner (2014), Un viaje sin rastros. Mujeres migrantes que transitan por México en situación irregular. México, Cámara de Diputados LXII Legislatura, Imumi, 4ª Editores. Disponible en: unviajesinrastros.imumi.org)

Factores
Entre los factores que contribuyen a la violencia contra las mujeres migrantes en tránsito irregular por México se destacan:
Bajos índices de desarrollo humano, tanto en los países de origen como en el de tránsito.
La militarización de la seguridad pública y el combate al narcotráfico con un Estado de derecho débil.
La securitización de la política migratoria, que descuida los derechos humanos de las personas migrantes y carece de una perspectiva de género.
Los vacíos de información estadística sobre las mujeres migrantes que atraviesan México, que impiden explicar las especificidades de la participación femenina en los eventos de detención, y la documentación de las violaciones de las que son objeto.

La falta de reconocimiento del papel de las migrantes como trabajadoras que contribuyen al desarrollo económico y social de sus familias, comunidades de origen y de destino.
Falta de congruencia entre la legislación, las políticas migratorias y los instrumentos jurídicos de protección de los derechos humanos de las mujeres migrantes.
Desconocimiento de los derechos de las migrantes en México por parte de las autoridades, pero también de las propias mujeres.
Discriminación, xenofobia, normalización de la violencia contra las mujeres, desigualdad y exclusión social.
Falta de reconocimiento de la corresponsabilidad de proteger y garantizar la vida y los derechos de las mujeres migrantes que comparten los países de origen, tránsito y destino.

La corrupción, la falta de rendición de cuentas y la impunidad.

Las estrategias de migración más clandestinas que siguen las mujeres durante su tránsito irregular por México pueden contribuir a que lleguen a su destino con éxito. Sin embargo, las exponen a situaciones que involucran riesgos, violencia y violaciones a sus derechos humanos, que difícilmente pueden sortear. De hecho, las extorsiones, la violencia sexual y las vicisitudes asociadas al tráfico de personas muchas veces son vistas por las mujeres migrantes como trámites por los que “deben pasar” a fin de llegar a su destino, normalizando con ello la violencia, ante la falta de un mecanismo de tránsito regular acorde a las necesidades de las mujeres en la región.
Ante esta situación es necesario garantizar la seguridad de las mujeres migrantes y su acceso al desarrollo humano, reducir la clandestinidad y las consiguientes situaciones de vulnerabilidad de las mujeres migrantes, y reconocer las realidades demográficas, de integración económica y del mercado de trabajo de la región, así como la contribución de las personas migrantes al desarrollo económico y social de los países de origen, tránsito y destino. Además de homologar la nueva programación política mexicana, como el Plan Nacional de Desarrollo 2012-2018, el Programa Especial de Migración 2014-2018, y el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres 2013-2018 con las leyes en la materia.

Ignorando el terrorismo machista


Se debe empezar reconociendo que este texto se escribe desde una mezcla de visceralidad, enfado y el intento por mantener la razón despejada tal y como siempre es necesario para el análisis y la reflexión. Aunque muchas veces en la vida, y ésta es una de esas, todo empuja a que sea lo visceral, lo irreflexivo lo que domine el análisis.

no_violencia_mire_gob_paPartimos de la constatación de que el Estado no considera las violencias machistas como un asunto de máxima prioridad en sus políticas, manteniéndolas en la dimensión de un problema, condenable sí, pero limitado en el fondo a una cuestión del ámbito privado, algo menor. Posible, por tanto, de solventar con declaraciones, concentraciones institucionales y alguna campaña en la televisión a cargo de institutos diversos de la mujer. Acciones que se convierten en casi pura demagogia ante la dura evidencia del continuo aumento de las agresiones y asesinatos. En este sentido, el Estado considera que las violencias machistas son una cuestión coyuntural, que tienen más que ver con la individualidad retorcida y machista de determinados hombres, que con un problema que hunde sus raíces en la sociedad y en el sistema dominante, en lo estructural por lo tanto. Lo que automáticamente, adjudicará a dicha sociedad un papel de simple, aunque indignada, espectadora pasiva ante un hecho lamentable, ante un incidente más y al Estado le libra de su responsabilidad.

Sin embargo, como se suele decir popularmente la realidad es testaruda y hoy ésta nos demuestra que vivir en la ficción del reduccionismo del problema a hechos aislados no es lo mejor, especialmente para las mujeres que siguen siendo agredidas o asesinadas de múltiples formas. Así, es un hecho innegable que las violencias machistas causan de media más de una cincuentena de asesinatos de mujeres en el Estado español anualmente. Además, habría que sumar al cómputo de estas violencias, lo cual no suele hacerse nunca, a todas aquellas miles de mujeres que no son asesinadas, pero si golpeadas sistemáticamente día sí y día también. Sin entrar en la más abultada estadística que saldría de un sencillo estudio de las veces que las mujeres son agredidas psicológicamente, tanto en la casa como en el trabajo, en los centros de estudios o en la calle. Un hecho más son los múltiples casos de marginación o insulto verbal que sufren muchas mujeres por el hecho de serlo. En este mismo sentido, se puede constatar la distinta vara de medir a mujeres y hombres que ocupan cargos públicos. Valga, como ejemplo paradigmático, el caso recientemente denunciado por las mujeres de la CUP (Candidatura d’Unitat Popular) en Catalunya, sistemáticamente insultadas (“putas”, “amargadas”, “mal folladas”, “feas”, “viejas”…) desde una parte importante de la clase política tradicional y muchos comentaristas en periódicos y radios, por el solo hecho de ser mujeres con ideas políticas propias, diferentes a las del sistema dominante. Insultos asociados directamente a su condición de mujeres y no al hecho de su ser o hacer político.

Todo esto evidencia la magnitud de la sistemática agresividad a la que se somete a las mujeres. No es un mero problema de cuatro locos machistas y, por mucho que esto sea el civilizado occidente, no somos una sociedad donde las mujeres vivan en igualdad y equidad; es mentira esa percepción y los hechos antes citados así lo demuestran. Y por ello, la sociedad, pero especialmente el estado debería aceptar que las violencias machistas no son un problema familiar, no es un "problemilla" casero que se soluciona con las reiteradas concentraciones de repulsa de las instituciones cada vez que ocurre un nuevo asesinato. Nos juntamos unos minutos, alguno de éstos estamos en silencio, otros hacemos declaraciones grandilocuentes a los medios, salimos en las fotos y volvemos a lo nuestro, a esa labor política cotidiana que solo se volverá a sobresaltar con este asunto ante la próxima concentración por un nuevo asesinato de otra mujer.

Pero, tratemos de ahondar un poco más. El problema no se convierte en prioritario, no es política de Estado, posiblemente porque las violencias machistas no ponen en cuestión el sistema, al contrario, son resultado del mismo porque éste es patriarcal, aunque estas dos últimas características (ser sistema y ser patriarcal) se trate permanentemente de ocultar. Así, cuando el Estado habla de terrorismo, rápidamente argumenta el hecho de que esa violencia pone en cuestión la democracia, el orden establecido, afecta a toda la sociedad, en suma, cuestiona el sistema, ya hablemos del político, social o económico. Ahí no hay dudas y con agilidad y resolución firme el Estado analiza, propone, aprueba e implementa medidas políticas, define campañas mediáticas con los medios de comunicación, retuerce el código penal o genera nuevos planes de estudio para luchar contra dicha violencia. Todo ello, en un reconocimiento explícito de que ese terrorismo supone una amenaza para él mismo. Se siente atacado, luego se revuelve y ataca.

Sin embargo, las violencias machistas, comparten hoy en día muchas de las características con las que el Estado define el terrorismo. Entre éstas, el hecho de ser violencia directa y continua, de tener intencionalidad política para mantener el sistema de dominación patriarcal, o que agrede a unas para aterrorizar y mantener el control sobre todas, induciendo mediante el miedo a modificaciones en los comportamientos. Y así, ese terror se extiende entre prácticamente la mitad de la población que no sabe cuándo podrá ser violada en un descampado, manoseada en unas fiestas, vejada en el trabajo o asesinada por su pareja. Pero este terror no cuestiona el sistema, no lo amenaza. Además, esa misma omisión de la responsabilidad política del Estado y la propia cultura patriarcal, inciden también en mantener la idea en la otra mitad de la población, la de los hombres, en la consideración de que eso de las violencias machistas está mal, sí, pero no le implican directamente. Lo cual refuerza la actitud de “mirar para otro lado”, en vez de ser parte activa y contundente en la lucha contra las violencias machistas.

Pero, no sólo el estado es responsable en esta situación, aunque es importante decir con claridad que tiene la máxima responsabilidad. Los medios de comunicación igualmente, tienen un importante papel respecto a estas violencias. Mientras, por ejemplo, en muchos programas televisivos se siga presentando a los hombres como machos protectores (luego con autoridad) y a las mujeres como indefensas princesas en espera de esa protección, se mantendrá la imagen de la mujer como objeto al servicio del hombre o, en el “mejor” de los casos, en situación de inferioridad, en espera de ser protegidas por éste. De ahí, es fácil inferir que el hombre tendrá autoridad para castigar a la mujer si ésta se sale de esa norma.  Al fin y al cabo, la idea no difiere tanto de la consideración y actuación que los esclavistas tenían hacia sus esclavos. Unos los “protegían”, siempre que les sirvieran, otros, les castigaban si faltaban, o les asesinaban cuando ya no les eran útiles, les molestaban demasiado o pretendían salirse de la norma establecida. Pero ninguno podía considerarles en igualdad de condiciones o con derecho a la libertad. Eso era inimaginable.

Por todo ello, y para finalizar este texto, es necesario decir, susurrar y gritar con la máxima claridad que las violencias que se ejercen contra las mujeres hoy es terrorismo machista y supone por ello mantener a la mitad de la población en un déficit evidente de derechos, por ello y por la inacción y/o tolerancia del Estado. Y aunque se van dando pasos firmes, sobre todo a nivel social, para la deslegitimación más absoluta de las distintas violencias machistas, todavía queda mucho por andar, tanto respecto a la más evidente agresividad, como hacia aquellas otras violencias más sutiles que permanecen casi ocultas y no se perciben como tales (micromachismos). Y ante esta situación, el Estado debería así entender las violencias contra las mujeres, como terrorismo machista, y actuar en consecuencia. Es su responsabilidad, no se puede ni se debe ignorar.
2016/02/05

- Jesus González Pazos, Miembro de Mugarik Gabe

Por desobedecer a su mamá, se convirtió en araña


¿A quién pudo ocurrírsele inventar un personaje tan temible? 

lasillarota.com

La semana pasada un amigo me envió una fotografía de la Mujer Araña.  Me la envió con la mejor intención, le pareció interesante.  Así nada más, en toda ingenuidad. Me quedé catatónica. Con Mujer Araña (con mayúsculas) no me refiero a ninguna osada spider girl  de las que escalan paredes, dan saltos espectaculares y se pasean colgadas de un helicóptero con un hilito delgadísimo, pero resistente. La spider girl, a fin de cuentas es humana, divertida, inteligente y hasta bien guapetona, su arañeidad  (por llamarle de alguna manera bien concreta) no sólo no le resta, sino que le suma. Tiene poderes y los pone al servicio de la justicia y el bienestar común. Cosas de esas muy admirables, bien feministas  y hasta heroicas.
                                                                                                                                                  
La otra Mujer Araña, la de las ferias, a esa me refiero. Por si tuvieron la fortuna de no conocerla, pueden observarla en la imagen.  Espero que lo hagan de día, ya ven que luego la noche es bien traidora. Paseaba su infinita desgracia de plaza en plaza.  Dolida, resentida, amargada, arrepentidísima. Por momentos (según quien la personificara) ligera o brutalmente histérica. También conmovedora, es lo peor, una no podía odiarla así nada más.

También la quería, deseaba adoptarla, llevársela a su casa y ser su amiga. Un tormento de ambivalencias. Pero en general, la señora tendía a ser cruel y despiadada en sus respuestas. Implacable. Quizá me tocó ver a una Mujer Araña buena persona y no la recuerdo. Le pido unas disculpas retrospectivas por mis fallas de memoria. Aquello era tan horrible, que toda ola empática quedaba sepultada por la inminencia de la amenaza. ¿Existirá todavía? ¿Continuará atormentando infancias femeninas con sus patas peludas? Nunca he vuelto a verla anunciada por ningún lado, de todas maneras, si me tropezara con su carpa, saldría corriendo en la dirección contraria. 

¿Cuántas niñas se mordieron las uñas desesperadas en esas carpas? ¿Habré sido la única? Nunca he interrogado a mis amigas, tal vez ya es tiempo de hacerlo. Quizá mi amigo me envió la foto con tanto desparpajo, porque nunca hubo hombre araña alguno en ninguna feria. Y miren que me fijé. Lo busqué ansiosa porque estaba ansiosa por entender el mensaje. Descifrar los detalles del misterio. Ningún varón se convirtió en araña por desobedecer a su mamá. Es un hecho. Así de injusto e inequitativo: Desobedecer con grandes letras se conjugaba en femenino. Niñas del mundo, parecían decirnos: a obedecer se ha dicho. Como si se pudiera.




Es sábado de feria. Un señor vestido con un frac deslucidísimo y marcado por los planchazos anuncia -micrófono en mano- el plato fuerte de entre todos los espectáculos: La Mujer Araña. La mujer que “por desobedecer a su mamá se convirtió en araña”. “¿En araña?” Se dice la pobre niña bajitito, como una pregunta aterradora lanzada al abismo. ¿Acaso semejante cosa es posible? Pero, ¿podría un adulto en frac anunciar así en púbico algo que no es posible? ¿Entraría tanta gente al espectáculo si no fuera posible? Hay cola. Hay personas que hasta comen palomitas y cacahuates tranquilamente mientras hacen la cola.

“¿Quieres entrar?”. La niña dice que sí de inmediato. Ya trae el corazón al borde del precipicio. Seguro es una niña muy desobediente. La más desobediente de todas las niñas. Entrar suena a película de horror, como la de “El niño de piedra” que le causó pesadillas por meses, pero no entrar es permanecer en la ignorancia ante una amenaza de dimensiones muy considerables.  Inminente. No entrar es peor. La niña entra a la carpa de la mano de su madre.  Allí está la personaja.  Ocupa todo el escenario. Con fondo de una tela negra, una cabeza de mujer mira al público. Triste. Tristísima. No tiene cuerpo. Es decir, sí, de su cuello salen unas espantosas, repulsivas, peludas patas de araña.

La niña tiembla. La expresión de la mujer cambia de la tristeza a la amenaza, de la amenaza al odio. El público puede hacerle preguntas. La niña se sorprende de las boberías que preguntan: “¿Qué comes?”. “¿De niña ibas a la escuela?”. “¿Cómo era tu mesa-banco?”. ¿A quién podrían importarle esas tonterías? ¿Qué más da lo que una coma una vez que ya es araña? Preguntan y devoran sus papas fritas como si nada. Aunque las apariencias engañan. La niña entonces era católica y asistía a una escuela religiosa. Convocó a la virgen de Guadalupe, a San Francisco de Asís (que era su santito preferido), a San Martín de Porres (otro de sus preferidos).  “Que nunca me pase eso, por favor, cualquier cosa menos eso. Si soy una araña, ¿quién me va a querer? ¿Quién se va a casar con una araña?

Por allí un adulto grita: “Es un truco”. Ya está. Las cortes celestiales escucharon sus plegarias. Pero la niña no logró descubrir el truco. Ni en esa ocasión, ni nunca. A esa visita siguieron otras. En esa y en más ferias. “Por desobedecer a su mamá se convirtió en araña”.  En alguna ocasión, envalentonada porque se había confesado el día anterior, se atrevió a preguntar: “¿En qué desobedeciste a tu mamá? ¿Cuál desobediencia?  ¿Cuál? ¿Eres araña desde chiquita?”.  La mujer que en esa ocasión tenía los cabellos pintados de rojo (era horrible: el rojo de los cabellos, los ojos maquilladísimos, las patas peludas) respondió de una sola tirada: “Como de tu edad, así como de tu edad me convertí en araña, en araña me convertí, por las desobediencias, una niñez de puras desobediencias”.


 

La niña lo supo al instante: estaba frita. “Las desobediencias”. El absoluto. ¿Quién puede no caer en alguna funesta desobediencia? Pero la niña sabía más de lo que ahora confiesa. Sabía que hay una desobediencia más culposa que todas las otras. La Desobediencia a una prohibición clarísima. Dicha o no dicha. Clarísima. No es casualidad que esa pobre niña –ahora mitad insecto, mitad mujer- haya perdido justo su cuerpo. Un dato duro, ¿no? No perdió su inteligencia, ni su posibilidad de hablar, ni su hambre, puesto que dice que come insectos más pequeños y hasta ratones crudos. Perdió su cuerpo. “Una niña tiene que cuidar de su higiene con mucho esmero. Pongan mucho cuidado al bañarse, al asearse. Pero que el aseo no sea un pretexto para tocarse donde no se debe”.  La mirada inquisidora recorre el salón de clases. “Dios está en todas partes”.

¿Dónde no se debe? ¿Sí estará en todas partes? La niña se hace la hipócrita, sabía muy bien donde sí se debe y donde no se debe, porque se siente distinto donde no se debe que donde sí se debe.  También porque hay experiencias que casi cualquier niña sabe –a la mera intuición- que jamás de los jamases se le platican a un confesor. “Dime tus pecados”. Ella tenía su letanía siempre a punto: “Dije una mentira (o dos), dije una grosería (o dos), no hice mi tarea, no le presté a mi amiga mi juego de matatena”. Sale y sonríe ingenua, fresca y campirana.  

La mujer araña de niña perdió su cuerpo porque desobedeció en su cuerpo. Esa fue la conclusión a la que llegó la pobre escuincla en una de esas carpas siniestras y polvorientas, frente a esa figura sufriente. Sufriente y malvada, hay que decirlo. Como que  la mayoría de las veces, lo disfrutaba la Mujer Araña, como que sentía bonito de pensar que una vez ella condenada por la maldición de la desobediencia, estaba sabroso deseárselo a las demás.
                                                                                                                                                    
La prueba rotunda de que es un horrible truco.La niña miraba obsesivamente su cuerpo, constataba sus extremidades, se sabía al borde del diluvio. “Ya nadie me va a querer”.  La niña adoraba ciertos tipos de irrenunciables Desobediencias. Quizá la amenaza más cruel era la de convertirse en araña muy prontito, tan prontito como para ni siquiera tener tiempo de que se desarrollaran sus senos.  Conocer el amor. Las lágrimas, el sudor y el sexo. Perdería todo antes de tenerlo. Alguna vez preguntó cómo era el truco y si era un truco. “Pues no sé, pero qué importa, tú no tienes nada de qué preocuparte, tú no eres una niña de esas”. Después se fue olvidando del asunto. Bueno, al menos el “asunto” dejó de figurar entre sus preocupaciones conscientes y cotidianas. Ni para qué insistir, ¿cómo desilusionar a su pequeño mundo? Sí, ella sí era una niña “de esas”. 

La prueba rotunda de que es un horrible truco. 
¿A quién pudo ocurrírsele inventar un personaje tan temible?  ¿Quién se tendió en su cama a imaginar los mecanismos para ocultar un cuerpo femenino y colocarle esas patas tan repulsivas?  No me es dado creer que la idea les pareció divertida.  ¿Y de qué tamaño y qué tan perseguidor podría ser el super ego de un adulto a quien además se le ocurre agregarle aquello de “por desobedecer a su mamá?” Un amigo de Veracruz y una amiga de Nuevo León me cuentan que la conocieron en sus infancias, pero que allá era: “Por desobedecer a sus padres se convirtió en araña”.  Lo que ya repartía de una manera muy distinta los territorios de la desobediencia y sus condenas. Pero también los territorios de las responsabilidades filiales.
                                                                                                                                        
Por alguna razón en Tabasco, desobedecer al padre no traía consigo una maldición tan tremenda. ¿Sería el caso? ¿De dónde vendría nuestra mujer araña y por qué su publicidad era distinta? ¿Será que en Tabasco se daba tan por hecho que la educación de una niña era la entera responsabilidad de la madre, al punto que ni siquiera se les ocurría mencionar al papá?  ¿O será que allí los papás eran considerados - todos ellos y sin falla- buenísimas personas incapaces de arañizar a una hija? Podríamos darle cantidad de vueltas, por ejemplo: leyeron “La metamorfosis” de Kafka y salieron de allí oscuramente inspirados. O que la mujer que se convirtió en araña por desobedecer a su mamá nombra (a hurtadillas) ese particular conflicto/rivalidad/malentendido específico y tan común entre la madre y la hija.
                                                                                                                                           
No es que suponga que en la feria se ponían bien divaneros y bien freudianos para planear sus espectáculos, es solo que ese conflicto madre/hija con frecuencia está allí, y ambas lo saben, aunque nadie lo nombre. Aunque lo nieguen por “inaceptable”. Es como una corriente silenciada, subterránea, que forma parte de la cantidad de indecibles que atraviesan las relaciones familiares.  Entonces de pronto por allí aparece una señora, o un señor, a quien se le ocurre inventar a una mujer condenada en su cuerpo a ser un insecto, sin saber ni de dónde le viene una idea tan cruel y disparatada.

En todo caso y en resumen: la amenaza estaba dirigida a las niñas. Era un cuerpo de niña el que corría el riesgo de transformarse en araña. Eso le pasaba por Desobediente. Una vez cometidas un cierto número de desobediencias, o ciertas Desobediencias (difícil saber si aquello era de calidad o de cantidad) la niña estaba frita. Sólo una forma de vida: la soledad infinita. La eterna desamada. Sólo un oficio posible: pasear su miseria de carpa en carpa. Amenazar niñas con voz resentida y temblorosa.
                                                                                                                                                    Ya entradas en gastos, bastante más deseables los destinos de “La bella durmiente”, “La Cenicienta”, hasta el de “Caperucita”. ¿No eran envidiables? Si te quedas dormidita no te pasa nada. Dormidita a tus horas y con los brazos y las manitas -en las que suelen terminar los brazos- extendidas por encima de las sábanas. Bañarse rapidito y con camisón. Dormidita. Dormidita y llega un príncipe y te rescata. O un leñador. Alguien te “rescata”, ¿verdad? Pero ¿a quién se le ocurriría andarse dando de besos con la Mujer Araña? Unas se ganaron palacios y Caperucita  la libertad del bosque. ¿No es lindo? Ningún destino femenino más desgraciado que el de la Mujer Araña.

Me río, pero sólo de ladito. Que una niña conociera su cuerpo, que deseara aprehenderlo; le arrebataba el cuerpo. Me río, pero sólo de ladito. O sí, sí que a la larga o a la corta entendíamos el mensaje. Y el castigo -para peor- nos llegaría por los poderes oscuros de otra mujer: acá no era la “malvada madrastra” (lo que como quiera es un alivio), sino La Madre. Creo que las niñas tabasqueñas teníamos una salida casi como de manual freudiano: correr hacia los brazos del padre.  En fin, no lo sé, invento. Siento el deseo de hacer una encuesta: ¿Te sucedió conocer a la Mujer Araña? ¿Creíste que era de a de veras? ¿Cómo te deshiciste de ella? ¿Te deshiciste de ella? ¿Puedes jurarlo?

México: Mujeres, candidatas a contracorriente


A golpe de ajustes legislativos los propios partidos abren espacios, pero a la vez usan artimañas para mantenerlas relegadas e impedirles posicionarse

 por Carina García


México, 08 feb. 16. AmecoPress.- Este año más de mil mujeres serán candidatas, propietarias o suplentes a algún cargo de gobierno o legislativo en 13 entidades, y lo serán pese a las resistencias de sus dirigencias, compañeros de partido o un sector de la clase política que ha buscado fórmulas para evadir la postulación paritaria de candidatos e incluso ha ejercido la violencia para cerrarles el paso.

Aunque aún existe la tendencia de las fuerzas políticas a postular más candidatas mujeres donde el triunfo no es seguro, también hay líderes o militantes que se han hecho responsables de hacer de la paridad una práctica cotidiana, operan en sus partidos, y a veces en contra de ellos, para alcanzarla.
En las elecciones de 2016 los partidos tendrán que aplicar, por ley, la paridad en todos los niveles de elección y se aprestan para cumplir porque, además, les ha permitido diversificar su oferta y aumentar su competitividad: en 2015, en elecciones federales, aunque a las mujeres aún se les destinaron más posiciones perdedoras que ganadoras, buena parte de ellas triunfó, pese a todo.
Puesto que la ley prevé que los partidos harán públicos los criterios para la aplicación de la paridad en sus postulaciones, se espera que en breve los presenten ante los organismos electorales locales.
El Instituto Nacional Electoral (INE), en tanto, prevé emitir lineamientos en la materia aplicables a las entidades con elección, pero aún se analizan los alcances.
Lo que viene
En 2015 fue la primera vez en que aplicó el principio de paridad de género en elecciones, por lo que los partidos registraron igual número de candidaturas de mujeres y hombres, pero al resolver diversos juicios ciudadanos, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) amplió este concepto.
La nueva dimensión obliga a la paridad vertical, es decir a la postulación de hombres y mujeres de forma alternada (hombre—mujer—hombre) para integrar cada ayuntamiento: presidente municipal y cabildo (órgano colegiado formado por regidurías y sindicaturas).
Deberán cumplir la paridad horizontal, es decir, el registro de 50—50 en el total de los cargos a elegir en un estado.
De los estados con elección el 5 de junio próximo, en Baja California, Veracruz y Sinaloa se estableció en sus leyes la paridad horizontal; en Chihuahua se incluyeron las sindicaturas y en Oaxaca se incorporó el concepto. Por eso, asegura la investigadora y especialista en temas de género, María Teresa Hevia, en todos los estados, con o sin nueva legislación local, es obligatorio atender estos criterios del TEPJF y se verá cómo los partidos responden voluntariamente a esto, pero también se verá qué partidos y estados impugnan.
“El tema es que las mujeres a las que postulen cuenten con una trayectoria dentro del partido, capital político, en contraposición con que se elija a mujeres que son cercanas a las dirigencias o que no tienen la trayectoria”. Podría darse el caso de que se postulen familiares, y hay muchas que tienen trabajo partidista, “aquí el tema es que los partidos no privilegien a mujeres que son controlables” por carecer de base social o trayectoria, establece.
Tema pendiente por revisar será también en qué posiciones se les registra, pues en las pasadas elecciones federales de 2015 se detectó que, veladamente, los partidos aún reservan más posiciones ganadoras para varones.
Pero en general “todos los partidos en algún momento han sido omisos” y la muestra es, por ejemplo, la pasada elección en Chiapas, en donde 11 de 12 partidos incumplieron con el argumento de “falta de mujeres” que registrar, lo que llevó al TEPJF a revocar, a 11 días de la elección local, las listas de todos los candidatos a diputados, alcaldes y regidores.
Por ejemplo, el PRI registró 102 aspirantes a alcaldes varones contra 14 mujeres; el PVEM, 106 contra 14; el PRD, 73 contra 26; el PT, 63 mujeres contra sólo cinco. Al final los partidos, sobretodo el PVEM, optaron por registrar a hijas, hermanas y esposas.
Los peores distritos para mujeres
A instancias del INE, el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Javier Aparicio, realizó un diagnóstico sobre cómo han actuado los partidos en torno a las cuotas de género en las elecciones federales de 2009, 2012 y 2015.
Además de la segmentación que hizo el INE de la fuerza electoral de cada partido de los 300 distritos según votación (alta, media y baja) para verificar equilibrio de género, el investigador clasificó tres tipos de distritos: “bastión”, donde el partido ganó en el proceso anterior al menos con 5% de ventaja; “reñido” el distrito donde ha ganado o perdido por más o menos de 5% de distancia y el “perdedor”, donde fue derrotado por más de 5%.
En esta tipología fue evidente que en esas tres elecciones en los bastiones de los tres partidos hay una mayoría de candidatos hombres y, en contraste, en los distritos perdedores hay más mujeres que hombres.
“En 2015 existió un sesgo de género en el posicionamiento de las candidaturas de mayoría relativa del PAN y PRD… el partido que presentó un sesgo de género de mayor magnitud fue el PAN, seguido por el PRD, mientras que el del PRI no resultó estadísticamente significativo”.
Aunque el estudio es amplio, bastan tres botones: en 2009 Acción Nacional postuló a 78 mujeres en distritos perdedores, 84 en 2012 y 117 en 2015. En bastiones la cifra se redujo, en esos mismos años, de 19 en 2009 a 22 en 2012, y 10 en 2015.
El PRI hace seis años registró mujeres en 27 distritos perdedores, en la siguiente elección 61, y 49 en 2015. En sus bastiones fue a la inversa: 18, 25 y 55 abanderadas en 2015.
El PRD anotó 71 candidatas en distritos derrotados previamente; 89 en 2012 y 106 el año pasado. En los ganadores anotó nueve en 2009, 21 hace tres años y 26 el año pasado.
Las cifras revelan que siguen privilegiándose los mejores espacios para varones. En el caso de los demás partidos la situación es peor, pero como han competido coaligados han postulado escasos candidatos propios o no hay datos históricos, dada su reciente creación, como Morena y Encuentro Social (PES).
Tienen ventaja competitiva
Datos del INE estiman que, en 2015, en 43 distritos perdedores donde las mujeres contendieron superaron esa adversidad y consiguieron ganar el distrito para sus partidos.
Por esta ventaja competitiva de las mujeres y por la obligación paritaria por ley, los partidos han puesto más interés que nunca en cumplir con el registro igualitario de mujeres.
En el caso del PRI, aunque existen dos métodos para la selección de candidatos, la convención de delegados y la designación por un Consejo de Postulaciones, en algunos casos los mismos precandidatos al gobierno estatal asumieron la tarea de operar para que ese partido cumpla los criterios de paridad en todos los cargos a elegir en sus entidades.
El senador y precandidato único de ese partido al gobierno de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, admite que esa tarea ha sido difícil, “porque aún hay resistencias de quienes dicen ‘es que no lo va a ganar una mujer, no hay mujeres’, pero sí las hay, capaces, a veces más que el varón”.
Para sorpresa de muchos, dice, hubo solicitud de registro de candidaturas de más mujeres que hombres en algunos cargos, lo que demuestra interés. Sí persiste el machismo en el país, no en un partido o estado, pero “se va a vencer pronto”, señala.
Para cumplir con la paridad, el PRI acordó “analizar las condiciones propicias para que vayan los mejor posicionados y mejor vistos, los demás no queden al margen y se ubiquen en los cabildos, en las sindicaturas, en los espacios de la administración buscando equilibrio.
En el PRD, la activista Beatriz Cosío Nava, quien ha litigado y vencido a su partido en juicio ante el TEPJF en reclamo de equidad en sus órganos dirigentes, explicó que la paridad es un tramo difícil, pues aunque su partido es precursor de las cuotas de género, hay resistencias.
El paso ahora es “ir por igual cantidad de recursos y apoyos para las candidatas mujeres y que pongamos figuras con presencia y no a las esposas de los que creen que salieron afectados, amenazan con irse y para contentarlos les dan el cargo a la esposa, la hija, la mamá”, indica.
Por el PAN, la senadora Marcela Torres Peimbert, secretaria de Acción Política de la Mujer del CEN albiazul, expone que su partido está preparado no sólo para cumplir con la paridad, sino dar esos espacios a mujeres capacitadas.
Foto: (Ilustración: Rosario Lucas)

Gloria Poyatos: "La educación es la vacuna contra la violencia de género"


Entrevista a una de las fundadoras de la primera Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE) que se integrará en la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ)

Mujeres referentes de la justicia, la política y el cine apoyan la jornada ‘No hay justicia sin Igualdad’ que servirá de presentación de la AMJE el 26 de febrero en Madrid
por Gloria López

Madrid, 11 febrero. 16. AmecoPress. Gloria Poyatos es una de las doce fundadoras de la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE), creada casi cincuenta años después de la ley (Ley 92/1966), que derogó la prohibición del acceso de las mujeres a la carrera judicial, y que será presentada en Madrid en la jornada ‘No hay justicia sin igualdad’ el próximo 26 de febrero. Casi cincuenta años después de estar legalizadas, las juezas representan ya el 52% de la carrera, aunque no haya ni rastro de ellas en lo que algunas llaman “el olimpo judicial”: cuentan con un escaso 13% de representación en el Tribunal Supremo - 11 mujeres frente a 68 hombres-, y sólo una de las diecisiete presidencias de los Tribunales Superiores de Justicia de las CCAA tiene nombre de mujer. Pero la AMJE no solo busca transformar esta situación, sino que defiende los derechos humanos en general, y especialmente los derechos de las mujeres y las niñas de todo el mundo. Como primera aportación, un total de 12 propuestas de justicia hacia la igualdad, una por cada jueza promotora de este proyecto asociativo, construidas para combatir de un modo claro y directo todas las variedades de discriminación de género que se proyectan, sin pudor, en una sociedad todavía pensada y dirigida en masculino.
 
JPG - 66.4 KB
¿Cuáles son los objetivos de esta asociación?
 
Nuestra asociación se incluye, como sección territorial, dentro de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ), que cuenta con más de 4000 socias, en 75 países del mundo. Entre sus objetivos, que son también los nuestros, está la defensa de la mujer, no solo de la mujer jueza, que también, sino la defensa de la mujer a un nivel global e internacional. Entre sus propuestas está la del liderazgo judicial de la mujer, en países como Afganistán, Bangladesh, Camerún, Túnez, etc., lugares donde existe una degradación de los derechos humanos, donde la mujer tiene una posición más vulnerada y más vulnerable. Trabajamos a nivel de intercambio informativo para ayudar a las juezas de estos lugares a hacer una buena interpretación de las normas y a promover un debate para cambiarlas allí donde se vulneran derechos humanos a través de determinadas prácticas como la ablación o normas que suponen una clara discriminación para la mujer. Ya a nivel nacional, pretendemos promover un sistema judicial igualitario para hombres y mujeres, luchar contra cualquier tipo de discriminación y sobre todo contra la violencia de género.
 
¿Cuál es el perfil de las juezas que han formado esta asociación?
 
Somos doce magistradas fundadoras, tenemos un perfil joven, para lo que suele ser habitual en la carrera judicial, estamos entre los 30 y 50 años, de distintas localidades de la geografía española, de distintas jurisdicciones, con lo cual tenemos una gran riqueza cultural judicial y somos de instancias inferiores, lo más cercano al ciudadano posible. Eso sí, todo el equipo se compone por mujeres con una gran fuerza, con mucha capacidad de trabajo, imaginación, energía, y ganas por cambiar las cosas.
 
Violencia de género
 
Desde esa cercanía a la ciudadanía y ese contacto permanente con el día a día del ámbito judicial, os encontraréis de pleno con la violencia de género. Por lo que puede leerse en documentos de la asociación, enfocáis la violencia de género como consecuencia de la desigualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, a veces existe la sensación de que la aplicación de las leyes por parte del poder judicial y el trato que reciben las mujeres que se atreven a denunciar, dista mucho de tener en cuenta esta desigualdad. ¿Crees que jueces y juezas tienen la formación y sensibilidad necesaria? ¿Qué propuestas hacéis?
 
Partimos de una evidencia y es que en toda la sociedad, en todos los estamentos, falta formación y sensibilidad en cuanto a este problema que es genérico y en el que queda mucho que hacer, desde la misma educación, que es la vacuna de prevención frente a la violencia de género. Ahora bien, el poder judicial no se excluye de esa falta de sensibilidad, falta de conocimiento y de formación en la materia. En este país, tenemos un colectivo de jueces y juezas de gran responsabilidad, grandes profesionales que hacen su labor con los medios que se les da, por parte del Gobierno, que en la mayoría de las ocasiones no son los adecuados, y con lo que tienen, hacen su trabajo con toda la responsabilidad que pueden. Yo soy jueza, y si no dispongo de formación y de medios adecuados, puedo cometer errores. No voy a pasar por alto que existe una falta de formación y más medios para llevar a cabo una buena aplicación de las normas, pero también he de decir que tenemos un equipo de jueces y juezas en este país, sensible y de gran formación.
 
En el informe del Comité de la Cedaw sobre el caso de Ángela Carreño, (cuya hija fue asesinada por su padre después de que la mujer denunciara al maltratador y advirtiera de este peligro reiteradamente), se dice que se tiene que dotar de mayor formación, pero no solo a los jueces, sino a las fuerzas de seguridad, a los psicólogos, a todo el personal que está en derredor de la víctima de violencia de género. Los jueces somos un engranaje más del sistema de protección de las víctimas, sin ánimo de excluir la responsabilidad que podamos tener. Nosotros y nosotras no decidimos unilateralmente, sino que tomamos decisiones apoyadas en expertos que conocen determinadas materias (informes de psicólogos, trabajadores sociales, médicos, etc. ), nosotros no somos técnicos, en todo caso técnicos jurídicos, pero no sabemos de todo.
JPG - 73.4 KB
 
De las 12 medidas que proponéis para garantizar la igualdad, la que habla de la sextorsión es especialmente novedosa. ¿Qué significa?
 
En primer lugar aclarar que esas doce medidas que mencionas, cada una de las cuales ha sido confeccionada por una de las juezas fundadoras de la AMJE, son nuestra hoja de ruta para defender los derechos de las mujeres.
 
La sextorsión es un viejo mal que ahora se está definiendo y desde la asociación internacional se está promoviendo una lucha para eliminar el uso del sexo como moneda de cambio y lograr crear una regulación específica para la sextorsión que venga a cubrir un vacío legal que existe. Es utilizar el poder a cambio de sexo y ahora esta práctica está creciendo con el uso de las tecnologías, chicas que cometen el error por juventud o por inexpertas de trasladar fotografías con escasa ropa o posiciones “inadecuadas” a personas desconocidas, que son hombres y éstos, posteriormente, las presionan para que lleven a cabo relaciones sexuales de cualquier tipo con ellos a cambio de no publicar esas fotos. Es solo un ejemplo.
 
En nuestro país, existen tipos penales que recogen esa actuación, pero están focalizados en funcionarios de prisiones o en algunos tipos de contratos o relaciones laborales, bajo el acoso sexual, sin tener cabida de forma clara otras tipologías. Si bien es cierto, que con las últimas reformas penales se han incluido nuevas tipologías que con una interpretación abierta podría llegar a este tipo de supuestos.
 
En los documentos de la asociación hay bastante espacio para la educación. Las próximas jornadas, contarán con la participación de la fiscal y presidenta de la Asociación contra violencias machistas “Gafas Lilas”, Inés Herreros, que expondrá proyectos educativos que han desarrollado. ¿Es la educación la clave para acabar con la violencia y la discriminación de las mujeres?
 
Entiendo que es la vacuna para acabar con la violencia y también con la discriminación. Si a los niños y niñas se les educa en unos valores que promuevan la igualdad, es fácil que cuando crezcan irradien esos valores a su alrededor. Nosotras somos una asociación, no tan teórica del discurso feminista, que entiendo es necesario hacer también, sino que somos una asociación más ejecutiva y vamos a llevar a cabo una serie de proyectos que entendemos pueden ayudar a abrir el camino hacia una justicia igualitaria. Por tanto, partimos de una perspectiva de justicia con criterios de género y en segundo lugar, de medidas como la educación para conseguir nuestros propósitos. Ya en Madrid, dos compañeras han empezado a realizar un trabajo de campo, acudiendo a una serie de centros educativos para llevar a cabo charlas informativas, y también se ha realizado a niños y niñas de distintas edades un test sobre cuestiones relacionadas con la igualdad y ya tenemos algunas conclusiones. Nosotras vamos a los colegios, nos ofrecemos para hablar y trabajar con los y las jóvenes y seguiremos en ello.
 
Jornada
 
Cuéntanos acerca de las jornadas del próximo día 26 de febrero. Presentáis la asociación con un respaldo de lujo.
 
El objetivo de la jornada, además de presentarnos, es llevar a cabo una jornada práctica, en el que se de un tratamiento a los doce puntos que componen nuestra hoja de ruta. Se desarrollará en dos mesas de trabajo, mañana y tarde, abriéndose el debate público al finalizar las intervenciones.
 
Por la mañana se tratarán las Discriminaciones de género en el empleo, que son muchas y que tienen unas consecuencias más allá del empleo. Con un total de cinco microponencias, se abordarán materias tan polémicas como la brecha salarial, la conciliación de la vida laboral y familiar, los derechos sociales de la víctima de violencia de género, la feminización profesional, el techo de cristal y el acoso sexual ocupacional.
 
JPG - 21 KB
En esta jornada vamos a sentar a las mujeres más rompedoras del techo de cristal en el ámbito jurídico y judicial de este país. Contaremos por ejemplo, con la participación de Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, la primera mujer en acceder a ese cargo. Y muchas más.
 
Por la tarde, se hablará de las Violencias de género y otras discriminaciones sociales. Se analizará esa gran desconocida que es la CEDAW, se abordará la educación como vacuna frente a las violencias machistas, la “sextorsión”, el Estatuto de la víctima del delito y su impacto de género, que es una herramienta fundamental con la que contamos, pero que es muy desconocida y no se está aplicando también por falta de recursos. Viene también Alicia Gil, para hablar de igualdad y modelos de poder, desde un punto de vista más teórico, que también es necesario.
 
Tanto en la inauguración como en la clausura contamos con el respaldo de mujeres de la cultura, de la política muy importantes, como Isabel Coixet o Manuela Carmena. Nos ha superado el interés que está generando esta jornada.
 
Techo de cristal
 
Antes comentabas que en la jornada van a participar mujeres que han roto el techo de cristal. Al igual que en otros ámbitos, a pesar de ser más y con mejores resultados académicos, el estancamiento profesional de las mujeres es grande. ¿Por qué?
 
Después de cincuenta años de estar legalizadas, las juezas representan el 52% de la carrera, pero cuentan con un escaso 13% de representación en el Tribunal Supremo (11 mujeres frente a 68 hombres), y sólo una de las diecisiete presidencias de los Tribunales Superiores de Justicia de las CCAA tiene nombre de mujer (la valenciana). Es un anacronismo. No es exclusivo de este ámbito, es generalizado. Y la explicación la encontramos en algunas estadísticas de CGPJ. Por ejemplo, las licencias y excedencias por cuidados de familiares y de hijos se están utilizando en un 99’9 por ciento por la mujer jueza, no por el hombre. Eso quiere decir que hay una preferencia femenina por los cuidados familiares, frente a los criterios masculinos, que tienen otras preferencias que se enmarcan más en la mejora del currículum, como realizar cursos de formación, dar clases en la universidad. Hay otro dato interesante en las estadísticas del CGPJ y es que aquellas formaciones internacionales que la carrera judicial nos brinda a los jueces y juezas, en su mayoría se realizan por hombres, es decir, la mujer renuncia a la formación por los cuidados.
 
Más estadística: yo soy jueza decana, en la última reunión que se produjo en Vigo, de los 43 jueces y juezas que éramos, solo estábamos 11 mujeres; al decanato se llega por elección de tus propios compañeros, la mujer no se presenta tanto como ellos porque es una ampliación de competencias y de trabajos que te impide realizar otras actividades.
 
Explicado el panorama, ¿cómo lo solucionamos? Actualmente el mérito y la capacidad se está midiendo a golpe de currículum y está claro que la mujer, según administra su tiempo y dando prioridad a otras cuestiones frente a las actividades formativas, no puede competir con el hombre, está en clara desventaja. Nosotras proponemos que se tengan en cuenta criterios de género a la hora de valorar currículums, a ellos y a ellas, tampoco queremos que se nos discrimine. Pedimos que tanto a ellos y ellas, cuando utilicen permisos para cuidar a familiares, se tenga en cuenta y se haga una valoración objetiva y cuente, porque por ejemplo, gobernar una familia, ocuparse de cuidar a las personas, aporta una serie de habilidades que son necesarias y muy valiosas para tomar decisiones que afectan a grandes colectivos humanos. Es preciso que los altos tribunales cuenten con la representación de las mujeres, porque aportamos una sensibilidad y una inteligencia emocional que es necesaria para conseguir la perfección en las decisiones que se tomen.
 
Prostitución
 
Hay un tema controvertido, incluso dentro del feminismo existen posiciones encontradas entre las que a veces no es fácil dialogar: la prostitución. Su abolición, su regularización, cómo abordar el componente de violencia de género que lleva implícita…. En 2011 tú fuiste protagonista de un experimento, casi por casualidad, que inspiró la primera cooperativa de prostitutas en Ibiza. Cuéntanos tu postura.
 
En primer lugar, creo que las mujeres tenemos que unirnos y debatir más entre nosotras, de un modo positivo y enriquecedor y lograr un discurso plural.
 
Quiero dejar claro que en nuestra asociación existen juezas con un criterio abolicionista y otras con criterios más pro regularización en materia de prostitución, y todavía no tenemos establecido un criterio o postura común.
JPG - 22.3 KB
 
Personalmente siempre he defendido que tanto para las abolicionistas, como para las que defienden la regularización, el objetivo común es proteger a la víctima, a la mujer. Y ese debe ser el referente que nos lleve a dialogar y aunar fuerzas para luchar contra el enemigo que, en materia de prostitución son los tratantes, delincuentes, los proxenetas.
 
Es un tema muy complicado, que se debate también dentro de la asociación internacional de juezas. Y mi postura personal es un poco rara, es intermedia entre el abolicionismo y la regularización incondicional -que defiende los locales de alterne o que las prostitutas puedan trabajar para terceros, por ejemplo-, pero creo que es importante buscar fórmulas que permitan respetar los derechos de un colectivo. Quisiera que se erradicara la prostitución, me encantaría que no existiera, pero ahora mismo es una quimera, y mantener la situación en un limbo normativo tampoco ayuda. Creo que hay que conseguir que ese trabajo sea lo menos penoso posible y que una fórmula es reconocer a las prostitutas como trabajadoras autónomas y también las cooperativas, para garantizar los derechos de las mujeres. En el caso de la prostitución, que una tercera persona obtenga beneficio de la actividad sexual de alguien, puede atentar contra la libertad sexual de quien practica la prostitución y por tanto, no es una fórmula válida. Pero insisto, este es un punto de vista personal, que no se corresponde con la postura de la asociación, en la que conviven varios criterios.
 
Para más información sobre la Asociación de Mujeres Juezas de España y de las jornadas ‘No hay justicia sin igualdad’ en la web
 
Foto: Archivo Amecopress, cedidas por Gloria Poyatos.
---
Pies de foto: 1) Gloria Poyatos; 2) Juezas de la AMJE; 3) Grafica de las 12 propuestas de justicia para la igualdad de la AMJE; 4) Gloria Poyatos interviniendo en una jornada
---
Estado español – Legislación y género – Encuentros y jornadas – Voces de mujeres – Feminismo – Violencia de género – Empoderamiento; 11 febrero. 16.