12/05/2015

Ordenan al Estado mexicano disculparse por retraso en AVG


   Fallo reconoce negligencia oficial ante feminicidio en Edomex


El Estado mexicano debe ofrecer una disculpa pública a las mujeres por haber obstaculizado durante más de cuatro años la declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AVG) para el Estado de México, y con ello permitir que las desapariciones y asesinatos se siguieran acumulando.

Así lo determinó la Jueza Segunda de Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal, Paula María García Villegas Sánchez Cordero, al conceder un amparo promovido por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) y el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).

En su resolución dictada el pasado 25 de noviembre y difundida ayer a las partes involucradas, la jueza ordenó al Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (SNPASEVM) –encabezado por la Secretaría de Gobernación (Segob), e integrado por dependencias federales y los 32 institutos estatales de la Mujer– a comprometerse por escrito a no volver a minimizar los casos de feminicidio.

La jueza María García Villegas resolvió en el juicio de amparo indirecto 429/2015, que al haber demorado cuatro años y medio en emitir la AVG el SNPASEVM minimizó la gravedad de la violencia feminicida en la entidad, vulneró la seguridad de las mujeres, y violentó los Derechos Humanos (DH) tanto de las víctimas de delitos de género, sus familias y el resto de la sociedad.

Igualmente, la resolución mandata al Sistema Nacional no volver a sostener que las solicitudes de declaratoria de AVG son un “ataque político” en contra del gobierno estatal en turno.

Así, para reparar el daño ocasionado en cuatro años y medio de dilación, los integrantes del SNPASEVM deben emitir una disculpa pública por el retraso en la declaratoria de AVG, y comprometerse por escrito “con la parte quejosa y ante la fe de un fedatario público” a no volver a retrasar, ni a minimizar el aumento en el índice de homicidios de mujeres.

En cuanto al gobierno del Edomex, el fallo contempla que la Procuraduría General de Justicia mexiquense (PGJEM) realice un acto público de reconocimiento de responsabilidad en memoria de las mujeres asesinadas en la entidad, y hacer un compromiso con la sociedad para hacer cumplir en todas y cada de sus partes la declaratoria de AVG.

Al mismo tiempo se ordenó a las autoridades del estado crear estadísticas confiables en materia de violencia de género.

En caso de desacato judicial de la sentencia, la sanción podría implicar la remoción de funcionarios de sus cargos públicos.

BATALLA LEGAL POR LA JUSTICIA

El juicio de amparo fue interpuesto por la CMDPDH y el OCNF en febrero pasado, cuando aún no se declaraba la AVG para 11 municipios mexiquenses, pero ya habían transcurrido cuatro años desde que las organizaciones civiles solicitaron su emisión.

La AVG fue demandada inicialmente por ambas agrupaciones en diciembre de 2010 (ante los 922 asesinatos registrados de 2005 a 2010 en la entidad, cuando era gobernaba por el ahora titular del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto).

Sin embargo, en enero de 2011 el SNPASEVM negó, sin justificar o argumentar su decisión, la procedencia de una investigación de la violencia feminicida en la entidad mexiquense, por lo que la CMDPDH y el OCNF presentaron en 2011 una primera demanda de amparo contra esa resolución, que al ser resuelta en 2012 se ordenó la realización de la indagación.
Luego de que el Sistema Nacional impugnó ese primer amparo, en abril de 2014 (es decir, dos años después) el SNPASEVM anunció que realizaría la investigación, y que ésta correría a cargo de un Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario conformado por funcionarios y sin la participación de gente de la academia.

Ya en febrero de este año, mientras las organizaciones civiles seguían documentando casos de feminicidio en el Edomex y las autoridades “investigaban”, se promovió un segundo amparo ante la dilación del gobierno para declarar la AVG. Este juicio es el que se resolvió el pasado 25 de noviembre.

Previamente, el pasado 31 de julio el Sistema Nacional ya había emitido –con cuatro años y medio de retraso– la declaratoria de AVG para 11 municipios mexiquenses: Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Ixtapaluca, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco.

“DECISIÓN SIN PRECEDENTES”

María de la Luz Estrada Mendoza, coordinadora nacional del OCNF, dijo a Cimacnoticias que la resolución del juicio de amparo es una “decisión sin precedentes” al determinar que hubo negligencia de las autoridades encargadas de emitir la AVG, y en la que se reconoció el derecho de las mexiquenses a acceder a la reparación del daño, luego de que los representantes del Estado violaran sus DH.

Estrada explicó que la jueza Paula María García Villegas realizó un análisis jurídico del procedimiento de cuatro años y medio que tuvieron que librar las organizaciones para que finalmente se emitiera la Alerta, y determinó que de haberse declarado la AVG en un primer momento muchos casos de feminicidio y desaparición se pudieron haber evitado.

Con el fallo se “responsabiliza, en cierta forma, al Sistema (Nacional) de esta violencia”, advirtió la activista.

Según datos oficiales, de 2011 a agosto de 2014 se registraron 162 víctimas de feminicidio en el Edomex, cifra a la que deben sumarse los asesinatos dolosos de mujeres que no fueron investigados bajo el tipo penal, y que según el OCNF ascienden a más de 500 casos.

María de la Luz Estrada destacó que es la primera vez que una orden judicial a nivel nacional retoma los acuerdos internacionales a favor de las mujeres, y mandata la reparación integral del daño por parte de las autoridades responsables de violar los DH de las mexicanas.

En tanto, Nayomi Aoyama, abogada de la CMDPDH, apuntó que si bien quienes integran el Sistema Nacional son los responsables directos de las violaciones a DH al demorar, de manera injustificada, cuatro años en emitir la declaratoria de AVG, la PGJEM negó la información solicitada en mayo pasado por la jueza García Villegas sobre estadísticas de homicidios de mujeres.

Al respecto, en su resolución la jueza subrayó que las autoridades mexiquenses “muestran una clara resistencia a que se conozcan las cifras reales y confiables sobre el número de mujeres víctimas de homicidio, dañando la credibilidad de las autoridades, y mostrando una alta intolerancia a la crítica pública”.

Por ello en la sentencia, Paula María García ordenó además al gobierno mexiquense contar con estadísticas confiables, y hacerlas públicas en la página oficial de las dependencias de procuración de justicia para que se vean los avances en prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia.

Igualmente, la autoridad local deberá dar seguimiento a los homicidios perpetrados en contra de las mujeres y determinar cuáles son casos de feminicidio.

María de la Luz Estrada y Nayomi Aoyama confiaron en que las autoridades no apelarán la sentencia y en cambio cumplirán con su contenido de manera inmediata, pues de esta forma cobrarían sentido los discursos, tanto del gobernador mexiquense, Eruviel Ávila, como del Ejecutivo federal, respecto a que trabajan “a favor de las mujeres”.



CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 
  

Mujeres mayas dan ejemplo de cómo combatir la violencia


   Activistas forman líderes en comunidades guatemaltecas

Doña Sebastiana y Olga en la presentación del documental ‘Ruda’ en Marienea, Basauri

Cuando doña Sebastiana recibe a una mujer violentada, lo primero que hace es prepararle una infusión de ruda, para calmar sus angustias.

Es una de las 12 mil líderes guatemaltecas formadas para acompañar a las mujeres en situación de violencia en sus comunidades.

La mayoría no tiene un título universitario, muchas no saben leer ni escribir, pero ejercen como psicólogas, médicas y abogadas para suplir las carencias de un Estado que no garantiza el derecho a una vida libre de violencia.

La escuela de la aldea Toj Mech, en el municipio de San Martín de Sacatepéquez, hoy está llena de mujeres de todas las edades. No estudian matemáticas ni idiomas: se están formando como líderes de su comunidad. Llenar el aula de mujeres ha sido todo un logro.

“Antes no había nada de participación, cuando convocábamos a las mujeres, apenas venían cuatro o cinco”, recuerda una de las facilitadoras de la reunión de hoy, Sabina López. “Ahora sí vienen, entre ellas se informan, les interesan los temas que tratamos y ya se ve que hay cambios en sus vidas”.

Estamos en una de las réplicas del proceso de formación que dinamiza la Asociación Mujer Tejedora de Desarrollo (Amuted). Una treintena de mujeres, entre ellas Sabina, se han formado con Amuted y ahora replican en sus aldeas los conocimientos adquiridos sobre derechos de las mujeres.

El tema de hoy es la participación política. Las tres facilitadoras, que apenas tienen 20 años de edad, explican en mam (una de las 21 lenguas mayas que se hablan en Guatemala) y en español qué es la democracia interna, qué es la participación activa, cuál es la diferencia entre una cooperativa y un sindicato o entre una federación y un gremio.

Las mujeres escuchan y asienten, algunas dan pecho a sus bebés, las hay que miran sus celulares e incluso se permiten echar una dormidita.

Cuando termina la sesión, que incluye también dinámicas para sazonar la reunión con carcajadas, algunas se incorporan a otra reunión sobre la gestión del agua en la que los hombres siguen siendo mayoría.

“Antes dos mujeres de esta aldea intentaron participar en los Cocodes (Consejos Comunitarios de Desarrollo), pero se les dijo que las mujeres no podían. En estos años organizando las réplicas ya hemos informado que tenemos derecho a participar”, explica Sabina, a quien ser líder le ha servido para defender otros derechos, como el de decidir cuándo y con quién se casa o el de dar rienda suelta a su vocación artística.

Las que no entran a la reunión del agua se sientan en los muros del patio, toman atole de plátano y tamal de pollo y charlan entre ellas.

“El objetivo de las réplicas no está dirigido sólo al traslado de contenidos y de información. Otro de los objetivos es que ellas encuentren un espacio de relacionamiento entre mujeres, ya que esos espacios comunitarios entre mujeres indígenas se han ido perdiendo”, agrega Edna Cali.

“NOSOTRAS PARTIMOS DE LA HISTORIA”

“Mi nombre es Olga Candelaria Quiej y les mando un cordial saludo desde el municipio de Zunil, Quetzaltenango, tierra de Huitzitzil Tzunum, capital de las verduras del occidente”.

Las cámaras y micrófonos se amontonan alrededor de esta joven maya, atraídos por el vibrante colorido de su huipil y la cinta con la que recoge su melena lacia.

¿Quién le iba a decir que participaría en una rueda de prensa con el miedo que le daba hablar en público? En la semana que ha pasado en el País Vasco ha concedido una entrevista diaria y ha explicado su trabajo ante auditorios de más de 50 personas.

Olga, de 22 años, ha cruzado el charco para presentar, a través del documental “Ruda: mujeres indígenas organizadas por una vida libre de violencia en Guatemala”, las iniciativas de formación de líderes que impulsa Amuted.

Olga empieza sus intervenciones hablando en quiché, también en el País Vasco, convencida de que la equidad de género tiene que ir acompañada del respeto a la diversidad y del reconocimiento a los pueblos e identidades oprimidos.

“Nosotras partimos de la historia, donde las mujeres hemos estado excluidas y marginadas, a lo que se suma el racismo y la discriminación que hemos sufrido los pueblos originarios”, explica Julia Sum, fundadora de Amuted.

En su trabajo con mujeres en situación de violencia, considera clave “trabajar las emociones y la sanación utilizando los saberes de nuestras ancestras, para poder seguir adelante”.

Maestra de Educación Primaria Bilingüe Intercultural, por ahora Olga promueve de forma voluntaria la alfabetización de las mujeres enseñando tanto lengua castellana como quiché y, como parte de su rol de líder en Zunil, facilita réplicas sobre derechos de las mujeres y acompaña a aquellas que vivan situaciones de violencia o de discriminación.

Ella misma acudió a Amuted porque ocupaba un cargo municipal, pero se sentía ignorada y excluida sistemáticamente por ser una mujer joven e indígena.

“Conocer mis derechos me dio como una nueva respiración de vida. Decidí seguir adelante”. Olga se muestra muy crítica con la actitud de la clase política hacia las mujeres indígenas.

En la campaña electoral que culminó en los comicios del pasado septiembre en los que Jimmy Morales fue electo nuevo presidente de la nación, Olga observó cómo, a nivel municipal, las mujeres indígenas eran utilizadas: “Se nos invita a ir en la planilla pero en los últimos puestos, para que la mujer indígena esté presente en la publicidad, pero sin opciones reales de tener un cargo después”.

SABIDURÍA ANCESTRAL

Se cuece la hoja de naranja, o de limón, se le agregan cuatro hojitas de ruda y se deja reposar. Esta infusión calma la ansiedad de las mujeres que han sido violentadas.

Las curanderas maya, como doña Sebastiana, tienen claro que para que una mujer se desahogue, para que pueda poner nombre a lo que está viviendo, lo primero es que se recomponga emocionalmente.

Cuando la mujer se ha tomado su infusión de ruda, doña Sebastiana puede platicar con ella. Después hablará con el agresor (el esposo, por ejemplo). Si él no recapacita, la líder se volcará en conseguir justicia gratuita a la mujer y la acompañará a los juicios.

Ser líder en 12 comunidades del municipio de Chichicastenango resulta sanador para Sebastiana Aquino, sobreviviente de 22 años de maltrato por parte del hombre con el que su madre la obligó a casarse cuando tenía 12 años de edad.

“Ahora entiendo que Dios me dejó sufrir para que ahora yo pueda apoyar a mis compañeras”. La vida le cambió cuando conoció a María Morales, entonces fundadora del colectivo de viudas de Guatemala Conavigua.

Doña Sebastiana no encajaba ahí puesto que no había perdido a su marido en la guerra, pero Morales la apoyó y, cuando después fundó otro colectivo, Majawil Q’ij, la sumó a los procesos de capacitación de autoridades ancestrales que promueve esta asociación en su trabajo de desarrollo de planes de prevención comunitaria de la violencia.

¿Por qué se forma a las autoridades ancestrales? Porque la comadrona, la curandera, el o la guía espiritual son figuras que merecen la confianza y el respeto de la comunidad.

“Lo que hacen las autoridades ancestrales es ver cómo disminuir la violencia desde un consejo, no llegar precisamente a los juzgados porque sabemos que ahí no nos hacen caso”, explica Brenda Ramírez, técnica de la organización, consciente de que la impunidad de la que gozan los agresores (en Guatemala el 98 por ciento de la violencia denunciada por mujeres queda sin castigo) es peor cuando las víctimas son mujeres indígenas.

Majawil Q’ij explora cómo aplicar la metodología maya del “soloj” como mecanismo de prevención comunitaria. Resulta difícil explicar qué es el “soloj”, pero tiene que ver con reconocer la violencia como un asunto público que concierne a toda la comunidad y, por ello, contribuir a que la víctima pueda obtener reparación y sanación, a través de un apoyo emocional y espiritual.

Respecto al agresor, se busca que reconozca públicamente el daño ocasionado. “Que pida disculpas a la mujer frente a toda la comunidad es un acto que nosotros vemos como algo grande. Después las autoridades ancestrales velan que eso se cumpla, van verificando que no haya violencia”, abunda.

Esta organización está implicada también en la defensa del territorio, frente a la amenaza que suponen los megaproyectos extractivistas tanto por su impacto medioambiental como por su falta de reconocimiento a la soberanía de los pueblos que habitan las tierras en las que instalan minas o hidroeléctricas.

LUCHAR CONTRA MEGAPROYECTOS

Además de relacionar la explotación de la madre tierra con la violencia hacia las mujeres, Majawil afirma que las mujeres están viviendo acoso y agresiones por parte de los militares que defienden estos proyectos.

No es fácil ser líder. Sebastiana ha sido amenazada y difamada. “¿Vos quién te creés que sos? ¿Sos la Rigoberta Menchú o la Rosalina Tuyuc?”, le dijo con desprecio un abogado, indignado con su empeño por que se haga justicia con las mujeres más desprotegidas.

Doña Sebastiana estuvo a punto de ser linchada en su comunidad porque se opuso a que el Partido Patriota controlara a su grupo de mujeres. Se la acusó de guerrillera, una vieja estrategia de descrédito que evoca los tiempos del genocidio maya.

“Muchos me dicen: ‘Doña Sebastiana, va a llegar un día que te van a matar’. Si me matan, que me maten. Dios me está viendo que yo no estoy haciendo nada malo, sino que yo estoy apoyando a mis compañeras”.

Pero el trabajo tiene sus recompensas. La última, viajar a Europa como representante de Majawil Q’ij. Recibir los aplausos de quienes aprenden la lección de que la respuesta a la violencia hacia las mujeres no puede limitarse a lo policial y judicial, que hay que humanizar el acompañamiento a las víctimas, que hay que empezar por el apoyo emocional.

Doña Sebastiana conoció el mar en Ondarroa, un pueblo pesquero de Bizkaia. Se llevó una botellita llena de agua de mar y una pelota de arena escondida en su delantal.

La angustia se adivina en seguida en el rostro tenso de Johana. Tiene motivos para estar afligida. En el barrio ha sido señalada como la colaboradora de la policía en la desarticulación de bandas de crimen organizado.

En una escuela empezaron a extorsionar a unas maestras, amenazaron con violarlas una a una si no pagaban y cumplieron la amenaza con una de ellas. Johana Ramírez, como tantas otras defensoras de Derechos Humanos, vive una paradoja: salvar vidas pone la suya en riesgo.

EMPODERARSE

Johana Ramírez de Hernández, líder en el municipio de Cuilapa, departamento (estado) de Santa Rosa, cuenta con la barbilla bien alta que es sobreviviente de violencia, que fue víctima de trata porque su madre, una campesina muy pobre, vendió a sus propias hijas.

Johana pudo sobreponerse a una biografía tan devastadora cuando entró en contacto con el Centro de Investigación, Capacitación y Apoyo a la Mujer (CICAM).

Realizó varios talleres y diplomados sobre derechos de las mujeres con esa organización y descubrió su vocación de orientar a las mujeres en situación de violencia sobre sus derechos y acompañarlas en el proceso de denuncia.

En este proceso de empoderamiento se reconcilió también con su identidad: es de las pocas líderes de Santa Rosa que se nombra como mujer indígena xinca, una cultura en vías de extinción debido al racismo por el que la mayoría de personas se avergüenzan de reivindicarla.

CICAM promueve la participación de líderes sobrevivientes de violencia en la Red de Derivación del Ministerio Público, que integra a instituciones responsables de la atención a mujeres en situación de violencia: operadores de salud, de justicia y de seguridad.

Johana expone los casos de su comunidad con una implicación emocional y un compromiso que dista de la actitud de la funcionaria que atiende a las víctimas en su despacho.

No se deja amilanar por las actitudes clasistas y machistas de aquellos que se resisten a aprender de una mujer humilde como ella.

Ocurrió una vez que CICAM le pidió que fuera a dar una charla de sensibilización a un encuentro de maestras y maestros. Cuando entró, sin tiempo de acicalarse y con ropa sencilla, varios le increparon, le dijeron que se fuera, que ese era no era su sitio.

Johana avanzó hacia la parte delantera del aula y alzó la voz: “Soy Johana Ramírez y vengo a capacitarles sobre prevención de la violencia”.

Los jueces son otro hueso duro de roer: “Revictimizan a las víctimas; les dicen que si no se lo estarán inventando; muchos son también maltratadores en sus propios hogares”, lamenta. Pero a Johana le motiva especialmente sensibilizar a los hombres.

Se dio cuenta cuando fue a una aldea llamada El Sauce a dar una charla sobre violencia y, para su sorpresa, asistieron 85 hombres y sólo ocho mujeres.

“Al principio me quedé bloqueada, pero de igual manera entendí que no podía irme sin dar orientación a los hombres, porque de hecho son ellos los agresores. Me armé de valor y sí pude orientarles”. Formaron una comisión de seguridad local, integrada por cuatro mujeres y tres hombres. Cinco de los asistentes a esa reunión aceptaron que eran agresores y pidieron ayuda psicológica.

En su visita al País Vasco, Johana aporta estrategias que han funcionado en su comunidad, como la de regalar silbatos, también a las y los niños, para que avisen cuando presencien situaciones de violencia y que así la comunidad actúe.

Su trabajo (agotador y no remunerado) está transformando su entorno y su propia familia. “Mientras que estoy de gira aquí en Europa, mi esposo se ha quedado apoyando a las mujeres”, cuenta con una sonrisa triunfal.

*Este artículo fue retomado de Pikara Magazine.
  Foto: Ecuador Etxea
Por: June Fernández*
Cimacnoticias | Madrid, Esp.- 

Hoy también es 25 de Noviembre


   DESDE LA LUNA DE VALENCIA
Por: Teresa Mollá Castells*


No, no me he equivocado de fecha. Y, que yo sepa, al menos de momento, todavía no he perdido del todo el juicio. Me explico.

Cuando se acercan las fechas del calendario feminista, pero especialmente el 25 de Noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, los actos para conmemorarlo se multiplican por mucho a lo largo de esa semana.

Nos encontramos con charlas, conciertos, video foros, recitales, concentraciones, manifestaciones y un largo etcétera de formas de recordar a la sociedad en su conjunto que las violencias machistas siguen campando a sus anchas cada día y en cada rincón. Y, sobre todo, para recordarnos que a las mujeres y niñas nos siguen asesinando por ser mujeres.

Pasada esa fecha, es como si los grandes medios de comunicación que hace sólo una semana nos bombardeaban con informes, cifras, fechas, fotos y entrevistas sobre este doloroso tema, pasaran la hoja y se olvidaran de que esta realidad sigue existiendo.

Que sobre las mujeres y niñas se siguen ejerciendo violencias machistas cada día. Y lo que es todavía peor, se sigue asesinando a mujeres por ser mujeres.

Como es lógico y (no) lo entiendo, quizás no se pueda mantener esa presencia mediática a lo largo del año, pero lo que encuentro del todo ilógico es que pasado el 25N caiga un velo de silencio y de inactividad alrededor de este tema.

Para mí lo más duro de este año no ha sido ir de la ceca a la meca con actividades diversas llevando el mensaje de denuncia sobre la inactividad del gobierno en esta materia.

Ni haber tenido que lidiar con algún que otro energúmeno de los que casi siempre acuden a este tipo de actos a reventarlos y a escucharse a sí mismos, al tiempo que se victimizan contando “su historia” intentando universalizarla, para continuar criminalizándonos a las mujeres por perversas, mentirosas y no sé cuántas cosas más.

No. Eso, al fin y al cabo, forma parte de la normalidad y sabemos que esos “personajillos” existen. Lo más duro de todo fue escuchar al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Eso me revolvió las tripas y me dieron ganas de escupirle los datos que manejamos en las narices.

Me niego a reproducir sus palabras porque me siguen doliendo y las considero un insulto a la inteligencia ciudadana. Pero sí quiero decir alto y claro que no se puede mentir como lo hizo, ni utilizar el sufrimiento de tantas mujeres con fines electorales que es lo que hizo el pasado miércoles este hombre.

Lo he dicho por activa y por pasiva: en las próximas elecciones generales es posible que sea la primera vez que vote nulo si no veo reflejadas medidas concretas y realizables en los programas electorales.

Medidas claras y eficaces que no dejen en manos de las víctimas su propio destino con un simple “denuncia” o “llama al 016”. No. Quiero partidas destinadas a la prevención de las violencias machistas en la educación. Quiero partidas específicas para formar a todas las personas implicadas es este tema desde la judicatura hasta las instituciones penitenciarias, pasando por personal sanitario y el de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Quiero partidas para seguir formando al personal docente. Partidas para los centros educativos para que se realicen actividades con toda la comunidad educativa.

También quiero recursos para las administraciones locales para que desde su posición más cercana a la ciudadanía y, por tanto a las mujeres que están sufriendo, puedan articular protocolos de actuación mucho más rápidos y por tanto efectivos.

Sin estos requisitos mínimos en algún programa electoral por primera vez en mi vida anuncio que mi voto será nulo.

Y, por supuesto, a quienes no consideran las violencias de género como un problema político de primer orden, mi máximo desprecio, puesto que lo que están demostrando es su consideración mínima a las vidas de las mujeres que sufren cada día el infierno de las violencias machistas.

Para esas formaciones políticas que abogan porque “la violencia no tiene género” o que “podemos hablar de violencia, pero no de género”, mi desprecio más absoluto.

Y ese desprecio es en respuesta al suyo para con la vida de tantas mujeres que padecen en sus carnes la inactividad impuesta por el discurso patriarcal que impone mantener las cosas como están, y no cambiar el orden para seguir con los privilegios heteroasignados históricamente.

El 25 de noviembre de este año ya pasó, pero para mí y para muchas más mujeres, tal y como demostramos en la gran marcha feminista del pasado 7 de noviembre, cada día es un 25 de noviembre. Y lo es porque conocemos el sufrimiento de muchas mujeres en nuestros pueblos y ciudades.

Porque, al menos en mi caso, mi compromiso y militancia contra este tipo de terrorismo que asesina a tantas mujeres es vital.

Y sigue siendo cada día un 25 de noviembre porque las violencias machistas no cesan, porque siguen vivas en todos los ámbitos.

Porque hay que luchar contra esos tipejos que consideran la legislación actual en materia de igualdad y protección contra la violencia de género como obsoleta, y abogan por su derogación porque cuestiona el orden patriarcal de la sociedad y define a las mujeres como víctimas y no lo pueden soportar.

Y sigue siendo 25 de noviembre cada vez que asesinan a una mujer y se pone el énfasis en la “normalidad” del perfil del asesino, victimizando, de nuevo, a la víctima. Y cuando los medios de comunicación hablan de “muertas” y no de asesinadas. O cuando tratan estos asesinatos como crímenes “pasionales”.

Sigue siendo 25 de noviembre cuando el miserable y cómplice silencio del gobierno se convierte en la tónica general en cada asesinato. O cada vez que mis amigas abogadas comentan algunas de las sentencias que se están dictando en esta materia o la actitud de algunos de estos agentes jurídicos, e incluso su parcialidad e impunidad. Y así un largo etcétera.

No podemos caer en la tentación del descanso porque ya pasó el 25 de noviembre. Está claro que las actividades se reducen. Pero la denuncia ha de ser constante y, al menos en mi caso (y sé que en el de muchas amigas y compañeras lo van a hacer igual), acudiré donde se requiera mi presencia y seguiré escribiendo para seguir denunciando este terrorismo sea la fecha que sea.

Me da igual que sea noviembre, febrero o mayo. Porque las violencias machistas, y su máximo exponente el terrorismo machista, no entienden de fechas ni tienen vacaciones.

En esa trinchera he decidido quedarme. Y sé, que somos muchas y cada vez más hombres nos acompañan.

Bienvenidas sean todas las buenas personas que tengan claro quiénes son las víctimas y quiénes los verdugos. En este perpetuo 25 de noviembre nos encontraremos siempre.

tmolla@telefonica.net

*Corresponsal en España. Comunicadora de Ontinyent.


CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | España.- 


La participación y organización de las mujeres indígenas



   QUINTO PODER
Por: Argentina Casanova*

En momentos en los que la participación se representa como “tener voz”, “hablar”, irrumpir en la escena pública, abandonar el silencio y por fin tomar la palabra, la intervención de las mujeres de los pueblos originarios afronta dilemas adicionales a la participación de los hombres de las mismas comunidades.
La violencia estructural ha implicado la invisibilización de las mujeres, principalmente de las indígenas.
Por un lado, algunos pueblos se plantean el silencio. Sí, el abstenerse de la participación como una forma de mantener la autonomía y alejarse de las estructuras de control ajenas a la comunidad, porque se ve a la participación como una vía para abrir la intervención al otro, a los de afuera que históricamente representan la pérdida de la autonomía.
Hablar, responder, se convierte en una forma de reconocer al “otro” o la otra, como interlocutor, validar el discurso de las instituciones y del gobierno federal o estatal, externo a los usos y costumbres de muchos de los pueblos originarios.
Un dilema adicional desde la mirada de las mujeres, sin centrarnos en la autonomía y la participación se reconoce desde algunas posturas un riesgo al estar en oposición a la autonomía, viéndose como una forma de control desde un otro ajeno a la comunidad, por ello se discute hacia el interior el abstenerse o esa auto regulación a través de los “usos y costumbres” o “derecho consuetudinario”  entraña para las mujeres de los pueblos originarios el silenciamiento y no sólo para un hablar e intervenir en los espacios comunitarios y de autogobierno de sus pueblos.
Además, están las prácticas que violentan la vida de las niñas y de las mujeres.
No se trata sólo del silencio de los pueblos originarios que se propone como una forma de dejar sin contraparte en el diálogo al otro, formado en un mundo diferente, una visión influenciada desde la educación ajena, desde un “afuera”, sino del silencio impuesto y la abstención a la participación de las mujeres de los pueblos originarios hacia el interior  de sus comunidades que se rigen en gran medida desde una suma de patriarcados, resultado del “entronque patriarcal” que reúne a las formas de control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres desde un afuera con el de adentro de la comunidad.
Ese control que acalla la voz de las mujeres naturalizando su no participación en la toma de decisiones o que mantiene una aparente apertura, pero sin alterar o modificar las condiciones de violencia en las que viven en los espacios privados y los riegos permanentes en los espacios públicos para todas a través del acoso, la delincuencia y las ciudades construidas sin la visión de las mujeres.
Además de que en la mayoría de los esfuerzos de autonomía comunitaria, aún está lejana la identificación de la verdadera dimensión que la participación de las mujeres de los pueblos originarios representa en los espacios públicos, y en el reconocimiento igualitario de sus propuestas y aportes a la comunidad.
Para las mujeres, la disyuntiva no es sólo el reconocimiento de la participación hacia afuera de la comunidad, sino en la gran mayoría de los casos se trata de empezar a tejer las condiciones para la intervención en la toma de decisiones de la propia comunidad para construir espacios públicos y privados imaginados desde y por las mujeres.
El dilema va desde este ámbito hasta el exterior, a plantearse cómo se construirá entonces la intervención/participación de las mujeres de los pueblos originarios en los contextos externos para incidir en la toma de decisiones.
Para empezar a influir en cómo se planea el futuro inmediato, la participación a través del voto, el derecho a ser votadas, a opinar y a decidir las acciones de las instituciones.
Este es el “nudo” de la democracia que lleva a reflexionar acerca de la viabilidad de nombrar la democracia como una práctica política válida y como mecanismo de construcción de toma de decisiones, si es por excelencia una  estructura heredada del sistema patriarcal occidental en la que no están las mujeres, pero mucho menos las mujeres de los pueblos originarios. Y ya sabemos que sin las mujeres no hay democracia.
La disyuntiva de la participación en los espacios públicos de las comunidades indígenas en los espacios de gobierno y toma de decisiones para las políticas públicas de los Estados es al mismo tiempo un riesgo para la autonomía comunitaria-indígena que puede implicar el silenciamiento de las mujeres hacia el exterior, y la posibilidad de incidir y decidir sobre temas fundamentales como el cuerpo y con ello los derechos reproductivos.

*Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.
CIMACFoto: César Martínez López


Cimacnoticias | Campeche.- 

Manual digital para establecer una relación laboral justa entre trabajadoras del hogar y empleadoras

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México D.F., 30 nov. 15. AmecoPress/SemMéxico.- Durante el Foro por los derechos de las trabajadoras del hogar: experiencias latinoamericanas, el Director General de la Editorial Ink, Diego Echeverría, presentó un Manual para empleadas y empleadoras del hogar para que ambas partes cuenten con información necesaria para establecer una relación laboral justa, apropiada y respetuosa.
Se trata de un documento en formato digital que puede ser descargado desde un teléfono móvil o desde una computadora, dijo Echeverría quien añadió que el deseo fundamental es que el manual esté al alcance de todas las trabajadoras del hogar y de las empleadoras no sólo en México sino para el resto del mundo, ya que puede servir como referencia.
El manual contiene información sobre el trabajo en el hogar, los derechos de las trabajadoras del hogar, el calendario de asuetos oficiales, una calculadora de aguinaldo y prima vacacional y un formato de contrato.
Además, está diseñado para que sea de fácil lectura para cualquier persona, tiene índices inteligentes, videos, audios, es posible hacer anotaciones y subrayar, todo eso desde el móvil o la computadora.
“Estamos facilitando en este manual información sobre tus derechos y obligaciones, súmate a nuestros esfuerzos para un trabajo digno”, se escucha en la introducción en la que se presenta un audio de Marcelina Bautista, fundadora de CAEH.
Este documento fue realizado con la colaboración de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal , el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar A.C. (CACEH) y la organización Hogar Justo Hogar.
Foto: SemMéxico.

Las señales


   CRISTAL DE ROCA
Por: Cecilia Lavalle*


Son como las moscas. Cuando aparecen, están por doquier. Y, a menudo, se suele hacer lo que se hace con las moscas: las ignoramos o, peor, nos convencemos de que no molestan.

Me refiero a las señales. A esos avisos que nos pone la vida arriba, abajo, enfrente, alrededor, para advertirnos, para avisarnos, para cuidarnos. Y me refiero, también, a lo mucho que con frecuencia las ignoramos.

Ahí estaba yo, sentada en la sala de espera de un aeropuerto, cuando fue inevitable levantar la vista y mirar a la pareja que estaba frente a mí.

Y no porque él fuera un hombre joven y guapo (que lo era), con aires de actor de telenovela (y en una de ésas lo era). Y no porque ella fuera una mujer joven y bella (que lo era), vestida como modelo de revista (y en una de ésas lo era). Sino porque discutían en voz alta.

Con voz de niña que quiere un caramelo antes de la comida, ella le decía que estaba molesta porque la había tratado como una idiota al depositar el equipaje. Y él, con el tono que usan quienes se creen dioses del Olimpo, entre condescendiente y a punto de lanzar un rayo, le respondía que no era cierto, que él no había dicho nada.

Con la cabeza ladeada, como niña que no quiere ser regañada, ella insistía en que no era lo que él había dicho, sino en cómo lo había dicho, que por el tono y el gesto que puso en su cara le quiso decir que era una imbécil.

Y él, sin bajarse medio milímetro de su pedestal, le contestaba irónico “¿¡Qué!? ¿¡Ahora resulta que eres adivina, que sabes lo que quiero decir!?”

Sí, ahí estaban las señales como moscas. Ahí estaban volando alrededor de la joven para advertirle que el tipo que tenía al lado la trataba mal y la consideraba un ser muy inferior a él.

Y también ahí estaba ella ignorando las señales, haciendo caso omiso a lo que percibió con toda claridad, y negando que su adonis era, en realidad, un macho de pies a cabeza.

Porque más allá del motivo de la discusión, en realidad el hombre la estaba tratando con desprecio. Ignoraba y descalificaba lo que ella sentía y, por si fuera poco, casi podría decir que se esmeraba en hacer evidente para la concurrencia que, en efecto, su acompañante no estaba a su altura, era una idiota; pero, era hermosa.  

Pensé en lo mucho que sufriría esa bella mujer si insistía en no mirar las señales, si se empeñaba en desmentir sus percepciones, sus sentimientos.

Pensé en el daño que se nos ha hecho a las mujeres al ser formadas para asumir que nuestros galanes son como dioses del Olimpo que hay que tratar con veneración.

Pensé en lo importante que es que las mujeres identifiquen con toda claridad la violencia emocional. Una violencia que deja enormes moretones en la autoestima.

Pensé en el daño que se hace a las personas al educarles para descalificar sus percepciones, para desoír lo que su intuición les dice, para callar su voz interior.

La discusión terminó con un: “No me vuelvas a decir eso, porque te doy una bofetada”, dijo él, rió y le plantó un beso. Ella rió también y respondió al beso.

Y yo me quedé helada mirando señales de peligro por todas partes, mientras la bella mujer flotaba como si el amor la cobijara.

Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.

*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.


CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.- 

Se debe asumir como natural que las mujeres estén en política


   Pide experta a candidatas “no encasillarse” en temas de género

En América Latina (AL) predominan las mujeres políticas que hacen campaña electoral bajo un perfil de “madre-guerrera”, a fin de atraer el voto ciudadano, observó Luciana Panke, investigadora de la Universidad Federal de Paraná en Brasil.



Al presentar ayer en esta capital su libro “Campañas electorales para mujeres. Retos y tendencias”, la especialista señaló que en política las mujeres se presentan ante el electorado como personas “maternales”, tal como los hombres se presentan como figuras “paternales”.

En su investigación, la académica entrevistó a candidatas presidenciales y aspirantes a cargos parlamentarios en países de AL, analizó spots en medios electrónicos, y conversó con consultores políticos que diseñaron campañas para las mujeres.

Panke afirmó que hay más mujeres que se presentan como “guerreras”: mujeres que no tienen miedo y que afrontan los retos, concepto asociado con la maternidad; por tanto las candidatas hacen un símil de cuidar y defender a la ciudadanía como las madres hacen con sus hijas e hijos.

A decir de la investigadora, el hecho de que las mujeres que incursionan en política hagan uso de estos roles de género “no necesariamente es negativo”, pues si lo saben aprovechar pueden ser puntos a su favor en la campaña electoral, en particular en el caso de mujeres presidenciables.

De acuerdo con el análisis de la doctora en Ciencias de la Comunicación, hay tres perfiles de las mujeres políticas: la “guerrera”, que se presenta como líder; la “madre”, que se asume como cuidadora; y la profesionista, que prefiere destacar por sus estudios y experiencia en cargos públicos o privados.

Cuando Luciana Panke realizó su investigación sólo había cuatro mujeres presidentas en América: Laura Chinchilla (Costa Rica); Cristina Fernández (Argentina); Michelle Bachelet (Chile), y Dilma Rousseff (Brasil). Las dos últimas siguen en el cargo.

Según la también consultora, la campaña “ideal” sería conjuntar los tres perfiles (la “guerrera”, la “madre” y la profesionista), pues un equilibrio de esta imagen puede llevar al éxito electoral como lo hizo Michelle Bachelet.

“La sociedad tiene el reto de naturalizar la presencia de la mujer en la política, verlo como un hecho natural, ver como algo natural que mujeres y hombres trabajen en la política”, explicó, y por ello conminó a las políticas a no decir que son mujeres “porque eso todo mundo lo sabe y lo ve”.

Asimismo, Panke destacó que las candidatas a cargos de elección “no se pueden encasillar” en cuestiones de género, porque deben dejar claro que estarán gobernando para todas y todos.
 

Archivo CIMACFoto
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.-

Presentan en Chiapas revista feminista Enheduanna


   Periodismo cultural para visibilizar a las mujeres

El primer número de la revista Enheduanna fue presentado por la directora general de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), Lucía Lagunes, y la coordinadora de Información de la agencia Cimacnoticias, Lourdes Godínez, el pasado jueves en las instalaciones del Museo del Café, en esta capital del estado de Chiapas.

Durante la presentación, moderada por la etnomusicóloga Aurora Oliva, se reprodujo un video hecho por Iyari Tirado Burnat, para informar sobre quienes participan en Enheduanna y la importancia de hacer periodismo cultural con un enfoque feminista.

El público escuchó el audio donde se da a conocer quién es Enheduanna, así como la entrevista realizada por el periodista Luis Alfaro.

En su intervención, Lucía Lagunes resaltó la importancia de hacer periodismo y sobre todo periodismo feminista. También reconoció el proyecto y alentó a que continúe y que el público lector se suscriba.

Por su parte, Lourdes Godínez mencionó que es necesario realizar un trabajo cultural, por lo que definió a este proyecto como “transgresor” por ser una revista feminista que visibiliza a las mujeres. Además, señaló que convocar a las mujeres a escribir es “motivante y participativo”.

La editora de la revista, Valeria Valencia Salinas, habló de cómo el feminismo se volvió parte importante de su vida, y cómo coincidió con las demás integrantes que tras siete meses de tener sólo una edición digital, ya se cuenta con una versión impresa.

La coordinadora del proyecto, Cinthya Vasconcelos, destacó:
“Nosotras no íbamos a esperar que alguien lo hiciera, era necesario hacer un periodismo con enfoque feminista”.

Al evento asistieron lectoras y lectores de la revista, público en general, así como algunas de las artistas que han sido entrevistadas para el formato de internet e impresa, como la baterista, Alejandra Aviña; la pintora Gely Pacheco, directora de la Botica Fundación de Arte Contemporáneo; la columnista y activista feminista Dianne Padilla; y la directora de la galería independiente “Rodolfo Disner”, Damaris Disner, por mencionar algunas.

Se premió con un reconocimiento y obsequio de libros a María de la Luz Carrillo, proveniente del Estado de México, al ganar la convocatoria del concurso de cuento corto que lanzó la revista con el tema “El ser mujer”, y fue evaluado por la poeta y feminista Patricia de Souza.

Se contó con la exposición colectiva “Yomo” (“mujer” en lengua zoque), a cargo de la curaduría de las pintoras y maestras Luz Martínez y Carito Gómez.

En la exhibición de unas 14 piezas hubo bordados, fotografías y pinturas realizadas por las creadoras chiapanecas Ana Ruth Esponda, Aura Karenina Bermúdez Bartolomé, Pita Sandía,  Evelon Tormenta, Carito Gómez García, Astrid Breiter, Luz Martínez, Kitian Balam, Gina Vega Aguilera, Lizzeth Sanchéz, Elvia Olivia Martínez Dantán y Carolina Cobian.

Quienes deseen adquirir el primer número de la revista –con temas como feminicidio, mujeres artesanas, mujeres artistas y la próxima inauguración del Museo de la Ciudad–, pueden acudir a las instalaciones de la Galería-Taller “Caleiodoscopio”, “Visualizarte”, Galería “Rodolfo Disner”, Museo del Café o la Casa de la Cultura “Luis Alaminos Guerrero”, en Tuxtla Gutiérrez, por mencionar algunos recintos.

El equipo de Enheduanna está conformado por la coordinadora, Cinthya Vasconcelos; la editora Valeria Valencia; la fotógrafa Karina Álvarez; las reporteras Sandra de los Santos, Gabriela Montoya y Karla Gómez; y las publirrelacionistas Mariana Culebro y Linda Vasconcelos.

*Artículo retomado de la revista Enheduanna.


Por: Karla Gómez*
Cimacnoticias/Chiapas Paralelo | Tuxtla Gutiérrez, Chis.- 

Inicia Encuentro Nacional de Defensoras de Derechos Humanos


   Destacan necesidad de seguir articuladas ante ola de violencia

A fin de construir propuestas y alternativas para que las activistas realicen su trabajo en un entorno seguro, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos (RNDDH) realiza su Cuarto Encuentro Nacional en esta ciudad.

Hace cinco años, a finales de 2010, un grupo de activistas de diversas partes del país se reunieron para analizar cómo enfrentar la violencia de cada región y aprender las estrategias de acción de unas y otras, así nació la RNDDH.

A la distancia, un centenar de defensoras de Derechos Humanos (DH) que enarbolan diversas causas se reúnen hoy y mañana a fin de hacer un balance del camino recorrido durante este tiempo.

Actualmente, la RNDH está conformada por 189 defensoras de 23 estados del país, pertenecientes a 103 organizaciones civiles que trabajan con indígenas, feministas, movimientos en defensa de la tierra, o víctimas de violencia, entre otras causas.

En voz de Marusia López, coordinadora de Asociadas por lo Justo (Jass) e integrante del grupo impulsor de la Red, las redes ayudan a entender y vivir el significado de la solidaridad, así como a entender vidas y realidades distintas, por eso la necesidad de seguir articuladas.

Uno de los objetivos de este encuentro es revisar la trayectoria y logros de la Red, que entre otras actividades acompaña a mujeres amenazadas y en riesgo por su activismo, y promueve medidas de auto cuidado con la idea de que estas mujeres cuiden su bienestar físico y emocional.

Ello porque entre 2012 y 2014 la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras, de la cual forma para la Red, registró un total de mil 688 agresiones a mujeres defensoras en El Salvador, Guatemala, Honduras y México; de las cuales 414 corresponden a 2012, 512 a 2013, y 762 a 2014.

En este encuentro participa una comitiva de defensoras de Medio Oriente y África, Jordania, Yemen y Turquía, que participan como observadoras para escuchar las experiencias de las mexicanas en tareas de auto cuidado y protección.

Asimismo se espera que en el segundo día del encuentro las activistas reciban a la XI Caravana de Madres Centroamericanas que Buscan a sus Hijos Desaparecidos en Tránsito por México, que del 30 de noviembre al 18 de diciembre recorre el país en busca de sus familiares migrantes.
 

CIMACFoto: Anayeli García Martínez
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- 

La Navidad y esa vaga inquietud


¿Quizá este miedo, el de hoy, tiene que ver con el mes de diciembre? 

lasillarota.com

María Izquierdo.
¿Hacia dónde se va una/o cuando se va de sí misma/o? Cayetana amaneció miedosa. ¿Les sucede? Así, sin demasiado ruido alrededor, sin razón aparente. Una también amanece miedosa de sus ocultas e ignoradas sin-razones. ¿Miedo a qué? Si cada una/o de nosotras/os hiciera su lista, ¿miedo a qué? Mira el día como si fuera una resbaladilla muy empinada. Fue un fin de semana bonito, aunque distraído. Con “distraído”, nuestra personaja suele referirse a esos días en los que una tiene miedo de sentir. ¿Les sucede tener miedo de sentir?  Andar “a lomo de venado”. Como quien anda haciendo equilibrios.

María Izquierdo.

Va más o menos así: algo adentro nuestro coloca un cristal entre lo que sucede y nosotros. Un cristal protector. Escuchas, lees, pero no entiendes, no con detalle. Extiendes la mano y acaricias, pero sabes que algo de tu caricia se quedó en el aire.  Una/o está, pero no está. Se instala una cierta ausencia interior que no es elegida. Llega, se impone. Hay personas que ante estos estados de ánimos dicen: “tengo un presentimiento”. Cayetana no cree en los presentimientos como interpretación de la distancia interior, aunque la vida le haya probado dos o tres veces que sí, “presentir” sucede.

“Ya se me cayó encima la vaga inquietud”, se dice Cayetana un poco contrariada. Cada quien tiene su versión de “la vaga inquietud”. En principio se le hace frente con rituales: una rebanada de sandía, una taza de café. Mira el amanecer desde el sofá colocado en esa parte del balcón que no se llueve.  Como no han cortado los árboles en el jardín allá abajo, las ardillas se pasean por el balcón. Nunca más de una al mismo tiempo. Como si tomaran turnos.  ¿O será cada vez la misma ardilla disfrazada de otra ardilla? ¿Será cada vez el mismo miedo disfrazado de otro miedo?

“¿Qué habré soñado, ardilla?” A veces una se acuerda, a veces no. Pero aún cuando una se acuerda de sus sueños, queda claro que no son sino fragmentos de una abundantísima actividad onírica. “La procesión va por dentro”. Y aún cuando la tenebrosa “vaga inquietud” (expresión que Cayetana toma del escritor japonés Mishima), fuera una consecuencia de los sueños, los sueños son a su vez una consecuencia: memorias inconscientes. Culpas. Deseos reprimidos. Emociones inconfesables. Una trae dentro una verdadera tiendita de abarrotes.
María Izquierdo. 
No es fácil acomodar la tiendita: ¿Qué hacen los botecitos de cajeta junto al agua oxigenada? ¿Así cómo va a encontrar una sus “objetos”? ¿Por qué si una desempolva una esquina no se da cuenta que ya se le empolvó la otra? “Orden y progreso”, se murmura Cayetana, como decían don Porfirio y su mamá. La mamá de ella, no la de don Porfirio. El miedo puede parecer como la puerta hacia un cierto caos. Eso es lo que da más miedo del miedo, una cierta sensación de que el desorden irrumpe. ¿Y si el miedo crece y se sigue de largo y una ya no llega a la cita de las nueve de la mañana?

María Izquierdo.


La sensación de desorden podría venir de nuestra aferrada demanda de que lo que nos sucede sea “lógico” y de nuestra desazón cuando la vida nos confronta a nuestra inevitable y recurrente “ilogicidad”.  “Sí, soy ilógica, también, lo que no me impide que estaré puntual a la cita, con mi carpetita bajo el brazo y por lo menos dos o tres de mis supuestas cinco facultades funcionando”, se dice Cayetana –en un humilde intento de autoayuda- mientras lava los platos con particular minuciosidad.

Así vamos todas/os, a veces seguros, a veces temerosos, a veces felicísimos, a veces al borde de la lágrima y/o todo junto y revuelto como los ingredientes para el jugo en la licuadora.  Cayetana suele encontrar mucha paz en esas metáforas/analogías que tienen que ver con la cocina, los utensilios, los ingredientes, la compra de los alimentos.  Nutrir. Nutrirse.  ¿Acaso no es el principio básico del amor? Se imagina una mesa de madera vieja a mitad de su cocina (en la que no cabe una mesa) y a toda una familia que desayuna. Panecitos con nata fresca. Recuerda una frase en una novela autobiográfica de Edmée Pardo: “Fue la última vez que dormimos los cinco bajo el mismo techo”.  “La última vez”. Lloró como una desquiciada cuando leyó esa frase.

¿Quizá este miedo, el de hoy, tiene que ver con el mes de diciembre? Con la navidad, con el fin de año.  Con ese “bajo el mismo techo” que cambia tanto y de tantas maneras a lo largo de la vida. ¿Cuál podría ser –de entre los miedos que no tienen que ver con la realidad inmediata- el peor de todos los miedos?  “El miedo a la pérdida”, se dice Cayetana, ya en su esquinita del Metrobús. El miedo a no saber querer a quienes nos quieren, a que no sepan querernos quienes queremos. La memoria de los que ya no están para compartir la mesa, de los que quizá en un tiempo no demasiado largo no van a estar.

Y es ese miedo a la pérdida lo que desata –quizá- el mecanismo de la distancia interior que nos ataca a veces. Cuando una extiende la mano y acaricia, como si la caricia se quedara flotando. Cuando una mira en una exposición una fotografía extraordinaria y se echa hacia atrás, porque no puede con ella. Como si ese miedo que nos lleva a protegernos colocando el imaginario cristal en medio, fuera el miedo a un caos muy concreto: que nos desborden nuestras emociones. Tenemos palabras, por suerte. Palabras que acomodan la tiendita de abarrotes. Hay que elegirlas con cuidado: desempolvan, deshollinan, pulen,  sacan brillo. Nos llevan hacia los otros, las palabras. Hacia una/o misma/o. Las palabras.

María Izquierdo.Una muchacha a su lado acomoda como puede su bolsa gigante. Trae de esos guantecitos que dejan la mitad de los dedos de fuera. Se frota y frota las manos.  ¿Cayetana estará proyectando en ella su propio miedo, o ese miedo que siente que le llega no es el suyo? Sino el de ella, su vecinita de silla en el Metrobús. “Qué bonitos tus guantes”, le dice.  “Los tejió mi tía que es como mi mamá”. Le llegaron de Guatemala sus guantes, de la zona de El Petén.  Le llegaron de regalo por las fiestas de navidad.  
María Izquierdo.
Cayetana reconsidera la navidad. Quizá no es una experiencia tan amenazante a pesar de su carga de “¿y si mis emociones se desbordan?”. “¿Y si no logramos estar juntos?”. “¿Y si no logramos estar juntos aún cuando estemos juntos?”. La muchacha se llama Zúrica y va a presentar su examen final. Quiere trabajar en un salón de belleza. Lo que más le gusta es el manicure, colocar uñas de acrílico. Decorarlas. Tiene un niño pequeño, allá, en El Petén.

Cayetana siente de golpe que quiere ser la tía de esa chamaca, la tía que es “como su mamá”. Siente que la escucha y deja de tener miedo porque tiene que asegurarle lo bien que le va a ir en su examen. El futuro salón de belleza. El cafecito para las clientas. Las uñas con florecitas y dibujos geométricos. Los viajes de Zúrica para ver a su tía y a su hijo. Cuando Cayetana tiene que despedirse la muchacha le da las gracias. Agita su mano. Tan dulce, tan sola, tan confiada. No sabe ella lo que acaba de regalarle a Cayetana: el corazón que se estruja, la tiendita de abarrotes que se ordena en el interior. Los panecitos de nata. Esa mesa de madera del desayuno en la que siempre estarán todos –de alguna manera- “bajo el mismo techo”.

A veces una/o tiene miedo de sentir. A veces. Miedo de sentir “de más” y quedarse desprotegida/o. Quedarse a la intemperie. Es la misma ardilla disfrazada de  tantas ardillas e invadiendo el balcón.  Pero  surgen esa cantidad de bondades que ofrece la vida: la confianza que otro ser humano coloca en una/o, por ejemplo. Constatar que una/o abraza y recibe abrazos a pesar de los miedos,  los caos imaginarios,  los malos sueños.

Cayetana pensó en su hijo Santi, el que se fue hace pocos meses, y en una señora en un hotelito de aquella ciudad nueva: cuando supo que era extranjero y estaba solo, comenzó a invitarlo a desayunar con ella: su café con leche y sus bollitos.  No fue una invitación expresa,  cada vez le decía: “Hasta mañana. Ya verás que cuando comiencen tus clases encuentras amigos. Hasta mañana”.

Entonces una/o aterriza en su reunión de las nueve de la mañana, y escucha y hasta toma la palabra cuando toca. “Me tardé por el tráfico y la distancia”, dice una compañera cuando llega.  Cayetana sabe que una vez que venció su miedo puede mirarla a ella, mirar. Escucharla a ella, escuchar.  Sabe que si camina sus distancias con respecto a ella misma, camina la distancia que –a veces- puede separarla de los demás. Y viceversa. “Hasta mañana, queridas/os mías/os”, se dice Cayetana. “Los que están en cualquier lugar de este mundo en donde estén, y los que ya no están en ningún lugar del mundo conocido. Hasta mañana”.

11.5 millones de niñas y mujeres son “esclavas modernas”: OIT


   Forzadas al trabajo doméstico, en maquilas, o en sexo comercial

Como parte del Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, que Naciones Unidas conmemora hoy por primera vez, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llamó a poner fin a la “esclavitud moderna” que, bajo engaños, obliga a 21 millones de mujeres, niñas, niños y hombres en el mundo a realizar trabajos forzados.

El director general de la OIT, Guy Ryder, exhortó a los gobiernos a ratificar el Protocolo sobre Trabajo Forzoso, que publicó en 2014 y que hasta ahora sólo Níger y Noruega lo han adoptado.

Según cifras de la OIT, 55 por ciento de los 21 millones de personas que realizan trabajo forzoso en el mundo (11 millones 550 mil) son mujeres y niñas, quienes son engañadas y obligadas a realizar trabajo del hogar, en maquilas, o a enrolarse en redes de explotación sexual comercial.

El dirigente del organismo internacional señaló que no debería conmemorarse ninguna efeméride para abolir la esclavitud porque simplemente ese flagelo no debería existir ya, pero en lugar de eso genera un beneficio ilícito de 150 mil millones de dólares para las y los explotadores.

Dijo que si bien el compromiso internacional para luchar contra la esclavitud moderna se ha fortalecido, las medidas efectivas al respecto aún están muy lejos de abordar el problema, por lo que los gobiernos requieren de una legislación eficaz y estricta.

Además del llamado, la OIT recordó que puso en marcha el pasado 19 de octubre la campaña “50 for Freedom” (50 por la Libertad), para lograr que al menos 50 países ratifiquen para 2018 el Protocolo sobre Trabajo Forzoso que entrará en vigor en 2016.

Con la campaña, la OIT explica que las nuevas formas de esclavitud moderna hacen difícil el reconocimiento del trabajo forzoso, ya que la mayoría de las víctimas son inducidas a aceptar lo que parece una buena oportunidad laboral, pero luego las y los explotadores las mantienen aisladas, las anclan a una deuda muy grande, las amenazan, les prometen salarios que nunca reciben, las hacen trabajar jornadas extremas, y viven y trabajan de formas abusivas.

La ONU estableció el 2 de diciembre como el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, a fin de recordar la fecha en que se aprobó el Convenio contra la trata personas, de 1949.

Este día –dijo Naciones Unidas– se centra en la erradicación de las formas contemporáneas de esclavitud, como la trata, la explotación sexual, el trabajo infantil, el matrimonio forzado, y el reclutamiento forzado de niños en conflictos armados.


Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.- 

Reglamento obliga a estados a erradicar matrimonio infantil


   Sistemas locales de protección a niñez, a más tardar el 30 de abril

Con la publicación del Reglamento de la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, y la instalación del Sistema Nacional de Protección Integral para la Infancia, el gobierno federal y los locales tendrán que garantizar medidas para erradicar la violencia sexual, el trabajo infantil, los matrimonios en menores de 18 años de edad, y las privaciones de la libertad de niñas y niños migrantes.

Hoy se cumple un año desde que se decretó la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, que presentó el Ejecutivo federal en septiembre de 2014 como iniciativa urgente, pero que el Congreso de la Unión, con apoyo de grupos civiles, modificó casi en su totalidad.

No obstante, apenas hace dos días se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Reglamento de esa ley, y se instaló formalmente el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, encargado de coordinar trabajos conjuntos con los gobiernos de los estados, garantizar el cumplimiento de recomendaciones internacionales a México en materia de infancia, y vigilar el acceso a la justicia de las y los niños víctimas de delitos.

De acuerdo con lo que establecen la ley y su reglamento, las entidades federativas deben modificar sus códigos civiles para establecer los 18 años como edad mínima para el matrimonio, ya que a nivel nacional 21.5 por ciento de las mujeres se unieron antes de esa edad.

La norma también señala que en los casos de niñas y niños víctimas de abusos físicos, psicológicos y sexuales, abandono, trata de personas, trabajos en condiciones inseguros o insalubres, de incitación para cometer delitos, entre otros, las procuradurías de protección de niñas, niños y adolescentes –que deberán instalarse a nivel federal y local– están obligadas a garantizarles justicia, reparar el daño y, en su caso, brindar medidas especiales de protección.

El Reglamento también dice que el personal del Instituto Nacional de Migración está obligado a informar a la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes cuando inicie un proceso administrativo contra una niña o niño migrante, además de darles toda la información sobre sus derechos, y en tanto se resuelva su condición migratoria deberán ser atendidas y atendidos por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

Por otra parte, el Sistema Integral de Protección –encabezado por Ricardo Bucio– quedó integrado por cinco comisiones sobre Abuso Sexual Infantil, Justicia para Adolescentes, Cumplimiento de Recomendaciones del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas, Trabajo Infantil, y de Secretarías Ejecutivas Nacional y Estatales.

Además de que se destinaron ocho espacios para la participación de organizaciones civiles y una comisión para especialistas.

Hasta ahora, 29 entidades ya cuentan con su propia ley de infancia, mientras que aún no la publican. Las y los gobernadores de los estados se comprometieron a instalar a más tardar el 30 de abril de 2016 los sistemas locales, así como a modificar sus códigos civiles para erradicar el matrimonio infantil.
 

Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- 

Feministas demandan igualdad de género en agenda de COP 21


   Mujeres y niñas, más vulnerables ante el cambio climático

La Red Feminista por la Justicia Climática pidió al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) que promueva un acuerdo global que en todas sus acciones incluya la igualdad de género, los Derechos Humanos y los derechos de las comunidades indígenas.

En una manifestación afuera del INECC al sur de esta ciudad, las activistas entregaron un pronunciamiento a Juan Luis Bringas Mercado, director de administración del organismo, para que lo haga llegar a la delegación oficial mexicana que se encuentra en Francia en las negociaciones sobre un nuevo acuerdo climático.

Del 30 de noviembre al 11 de diciembre se desarrolla la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, conocida como COP 21, en la localidad francesa de Lebourget, donde los gobiernos del mundo acuerdan acciones para disminuir los gases de efecto invernadero (GEI).

La actividad humana, en especial la generación de energía, provoca contaminantes como los GEI y con ello el calentamiento global, el desequilibrio ambiental y el deterioro de la calidad de vida.

A propósito del encuentro internacional, las mujeres recordaron que las poblaciones de mayor marginación en México suelen ser las más afectadas por los desastres generados por el cambio climático, donde mujeres y niñas viven condiciones de vulnerabilidad.

Ante ello y considerando la participación de México en la COP 21, aseguraron que quienes desempeñan responsabilidades públicas, sobre todo en las áreas de ecología y medio ambiente, tienen la obligación de atender los reclamos ciudadanos y tomar decisiones que ayuden a generar un ambiente más saludable.

La Red Feminista señaló que el nuevo acuerdo climático debe tener un objetivo global, que incluya la reducción progresiva de tecnologías nocivas y del consumo de combustibles fósiles, así como un cambio estructural en el modelo económico y político.

Destacó que se requieren iniciativas para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, y dar apoyos a los países en desarrollo para diseñar, implementar y evaluar acciones que hagan frente a los fenómenos climáticos.

En su pronunciamiento también se dijeron a favor de un financiamiento transparente y progresivo, que se otorgue a través de mecanismos financieros como el Fondo Verde, y que se conceda como subvención y no como préstamo a los países en desarrollo.

Las activistas agregaron que es el momento de visibilizar y hacer presente la participación, el conocimiento y el liderazgo de las mujeres en la lucha mundial contra el cambio climático.


CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- 
  

Caravana de Madres logra primer reencuentro al llegar a México



   Hondureña Isis Gómez se reúne con su hermano migrante
La XI Caravana de Madres Centroamericanas que Buscan a sus Hijos Desaparecidos en Tránsito por México, que recorre el país desde ayer y hasta el próximo 19 de diciembre, ya consiguió en el primer día reunir a un hombre hondureño con su hermana que no veía desde hace 10 años.

Ayer inició en el puente fronterizo de El Ceibo, en el estado de Tabasco, la Caravana de Madres Centroamericanas. Gracias a este esfuerzo de organizaciones civiles y madres y familiares de las y los migrantes desaparecidos –que han logrado reunir a más de 70 personas con sus familias–, Jorge Jovel Gómez, originario de Honduras, pudo reencontrarse con su hermana menor, Isis Gómez, con quien no tenía contacto desde hace más de una década.

El defensor de personas migrantes Rubén Figueroa narró en entrevista a esta agencia que Jorge –proveniente del país con los más altos índices de delincuencia en Centroamérica– emigró a México cuando tenía 16 años, y desde entonces sufrió muchos avatares para mantenerse con vida (entre accidentes, ataques con arma de fuego y pobreza), que le impidieron comunicarse con su familia.

La víspera, Jorge Jovel Gómez estaba de pie en una capilla en el refugio para migrantes “La 72”, en Tenosique, Tabasco, cuando su hermana menor entró al recinto y al verlo por primera vez en 10 años se aferró a él en un abrazo interminable, contó el activista.

A inicios de 2015, la madre de Jorge, Claudina Gómez –desesperada por no recibir noticia de su hijo desde que llegó a México– contactó en el departamento (estado) de Francisco Morazán, en Honduras, al Movimiento Migrante Centroamericano, del que supo gracias a su campaña “Puentes de Esperanza”.

Tras recolectar la información sobre Jorge, las y los activistas que acompañan y apoyan esta Caravana lo encontraron hace dos meses en el municipio de Catazajá, en Chiapas, mientras reparaba un tractor.

Jorge Jovel trabaja las tierras de otra persona. Se casó en México, es padre de dos hijos y de uno más que viene en camino. Su madre no pudo venir a su encuentro porque enfermó tras la emoción de saber que su hijo seguía con vida, pero el migrante planea regresar a su país –como siempre ha sido su anhelo–, pero ahora acompañado de toda su familia para luego regresar a México y seguir trabajando.

Martha Sánchez Soler, organizadora de la Caravana, informó también en entrevista que durante su estancia en “La 72”, las madres centroamericanas recorrieron la nueva ruta por la que atraviesan las personas migrantes tras el endurecimiento de la política migratoria, y corroboraron que es un paraje desolado y de “mucho riesgo”.

La activista dijo que hoy las madres continuaron su camino hacia Palenque, en Chiapas, y adelantó que mañana se reunirán con el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, para exponer las distintas violencias que enfrentan las personas migrantes durante su paso por ese estado.

La Caravana migrante llegará al Distrito Federal el próximo sábado 5 de diciembre y culminará su jornada el día 18, cuando se conmemora el Día Internacional del Migrante.
 

CIMACFoto: Anayeli García Martínez
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-

Las ciudadanas están marginadas de la planeación urbana



   Alistan mujeres agenda para Cumbre Hábitat III
Grupos civiles que defienden los derechos de las mexicanas preparan una agenda integral, para garantizar a las ciudadanas su derecho a gozar plenamente de la ciudad, la cual será discutida en la Cumbre Hábitat III a celebrarse en Ecuador, en 2016.

El pasado 20 de noviembre culminó en esta capital el Encuentro Internacional “Por el derecho a una ciudad igualitaria, incluyente, productiva, segura y habitable para mujeres y hombres rumbo a la Cumbre Hábitat III”.

Magdalena García Hernández, integrante de Pensadores y Pensadoras Urbanas (conformada por más de 30 organizaciones civiles de diferentes entidades de México y Perú), precisó en entrevista que el encuentro se desarrolló como una reunión de trabajo en la que se discutieron temas de transporte, economía social y solidaria, ciudadanía, derecho al suelo y otros, desde un enfoque de género.

El documento final, que será presentado en 2016 durante la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible –a celebrarse en Quito, Ecuador–, quedará listo en febrero próximo y se entregará a la ONU y a los gobiernos de México y Perú, dijo la también directora del Bufete de Estudios Interdisciplinarios.

Agregó que si bien se está buscando el bienestar de toda la población en general, se hará énfasis en los casos en los que las mujeres están más afectadas, como la violencia de género en el transporte público.

La agenda integrará temas de seguridad, equipamiento y servicios integrales de cuidado, promoción del liderazgo femenino, mecanismos de participación ciudadana, diseño de barrios integrales con servicios de proximidad, relación campo-ciudad, presupuestos públicos sensibles al género, presupuestos participativos territoriales, y transporte de calidad, entre otros.

La también integrante de Mujeres Iberoamericanas en Red por la Igualdad (Red MIRA) dijo que el encuentro también contribuyó a que las organizaciones civiles sean visibilizadas por los gobiernos, tal es el caso del Gobierno del Distrito Federal que ahora las está tomando en cuenta para el Programa de Desarrollo Urbano que se aplicará a partir de 2016.

La también directora precisó que esto es importante porque es una oportunidad para que la sociedad civil ejerza su derecho a la ciudad desde el diseño de la política pública.

También detalló que uno de los grandes retos de las urbes es “acoger a más de la mitad de la población del mundo”, ya que la tendencia a la urbanización y la migración del campo a la ciudad genera desigualdades en el acceso, disfrute y ejercicio del derecho a la ciudad, que es un derecho colectivo de las y los habitantes.

Y agregó que las mujeres no gozan de su ciudadanía plena porque son sujetas de discriminación, tienen una participación limitada y desvalorizada a las riquezas, a pesar de que contribuyen en mayor medida al cuidado de niñas, niños, adolescentes, enfermos temporales, personas con discapacidad y adultas y adultos mayores.

A esto se suma –expresó– que por el simple hecho de ser mujeres, ellas enfrentan diferentes violencias en los hogares, en los espacios públicos, laborales y escolares.

García Hernández explicó que la estructura espacial de las ciudades afecta en mayor medida a las mujeres, ya que tienen que hacer frente a los altos costos económicos y de tiempo del transporte, pero con peores ingresos que sus pares varones y dobles jornadas laborales.

Sentenció que la calidad de vida de las mujeres depende en gran medida de lo que se produce en el proceso de urbanización, el cual “debe ser reorientado para garantizar el derecho de las mujeres a la ciudad, a una ciudad igualitaria, incluyente, productiva y segura”.

Asimismo, la subrrepresentación femenina en los puestos de decisión las excluye de participar de forma plena en la planeación de la ciudad, en el diseño de su barrio y su vivienda y en los requerimientos de mobiliario, movilidad, transporte urbano y seguridad.

La activista precisó que este encuentro forma parte de la campaña “La ciudad que necesitamos”, que impulsó desde 2014 ONU Hábitat, y que consiste en visibilizar los esfuerzos de mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños de México y Perú que se reúnen para “pensar la ciudad que necesitamos”.

El encuentro fue auspiciado por la Cátedra UNESCO y estuvo organizado por la Red MIRA, la Federación de Mujeres Municipalistas de América Latina y el Caribe, y la Comisión Huairou.
 

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-

Matrimonio de niñas



Gabriela Rodríguez
La Jornada

Cuenta Nayeli, niña me’phaa, que vive allá en la Montaña alta de Guerrero: Tenía 12 años al terminar la primaria; ya no estudié más, porque tenía flojera. Después me junté a los 14 años con el que ahora es mi esposo; fue mi decisión, nadie me obligó. Hoy me siento feliz con mis tres hijos. Si hubiera tenido la oportunidad me hubiera gustado ser maestra, pero ya no, porque tengo a mis hijos y mi esposo (estudio de Martha Ramírez, en Paloma Bonfil, coord., Derechos y SSR entre jóvenes indígenas, GIMTRAP, AC, 2014).
Nayeli es una de las 14 millones de niñas que se casan cada año en el mundo. Se trata de un acto que limita gravemente el desarrollo de las mujeres: las oportunidades para educarse y conseguir mejores empleos, la salud sexual y reproductiva y el poder para tomar decisiones en los hogares. Las mujeres que se casan muy chicas suelen tener una posición subordinada dentro de la familia política y mayor violencia doméstica en comparación con quienes se casan más tarde. Además, tienen muchos hijos, y altas tasas de mortalidad materna. Las más altas tasas de matrimonio temprano (anterior a los 18 años) ocurren en los países del sur de Asia (48 por ciento); les siguen los africanos (con 42 por ciento) y el tercer lugar lo ocupa la población de América Latina, donde 29 por ciento del total de jóvenes de 15 a 24 años se unieron antes de los 18 años.
La diversidad de circunstancias que llevan a las niñas a casarse es amplia, aun en el interior de México. No siempre es una decisión voluntaria; a veces son matrimonios forzados o arreglados por los padres, otras veces se casan ante un embarazo, muchos de los cuales pueden ser producto de violación. Hay también quienes se casan para huir de una familia violenta.
La falta de oportunidades para estudiar más es una constante entre quienes se casan muy chicos, aun en quienes deciden voluntariamente iniciar la vida conyugal. El matrimonio en la segunda década del ciclo de vida es un síntoma de exclusión social que seguirá ocurriendo mientras no se superen las condiciones materiales y culturales. En México solamente la mitad de los y las jóvenes llegan al nivel de educación media superior, y la tercera parte terminará este nivel. La necesidad de dinero o de trabajar los lleva a abandonar la escuela; el matrimonio y el embarazo son la tercera causa de abandono escolar. La gran mayoría de jóvenes que ni estudian ni trabajan son mujeres que están cuidando hijos; algunas son solteras y otras ya están unidas. De acuerdo con el Censo General de Población y Vivienda 2010, del total de madres que tienen entre 12 a 19 años, 60 por ciento son solteras y 36 por ciento tienen una relación conyugal: 8 por ciento están casadas y 28 por ciento están unidas, 5 por ciento ya están separadas o son ex unidas.
Entre los factores que se correlacionan con el matrimonio a edad temprana están: la pobreza y la desigualdad de género, los entornos de violencia y de coacción sexual, la permanencia de usos y costumbres patriarcales, la falta de una educación integral de la sexualidad, las políticas que dificultan el acceso de adolescentes a los anticonceptivos o a servicios de salud reproductiva, así como el desconocimiento de la población joven sobre los derechos humanos. Una de cada cinco mujeres mexicanas inicia la vida conyugal antes de cumplir 18 años y cerca de 4 por ciento lo hace antes de cumplir 15 años; la tendencia, que no ha cambiado, persiste tanto como se reproduce la pobreza. Las mayores proporciones se registran en comunidades indígenas de Chiapas, Guerrero y Veracruz (Enadid, 2014), hay zonas donde la proporción alcanza 32 por ciento.
Ante esa situación, ONU Mujeres arrancó la campaña De la A (Aguascalientes) a la Z (Zacatecas): únete para prevenir y eliminar la unión temprana y el matrimonio de las niñas. La idea es lograr la armonización legal en todo el territorio mexicano para establecer los 18 años como la edad mínima para el matrimonio, de acuerdo con los instrumentos internacionales y el marco jurídico nacional. El organismo considera que el matrimonio de niñas y las uniones tempranas constituyen una violación a sus derechos humanos, son prácticas nocivas que afectan gravemente la vida, la salud, la educación y la integridad de las niñas.
Nota. La renuncia de Arturo Escobar como subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la SG es un acto de gran trascendencia para el país. A través de la Fepade el Estado tuvo que reconocer la falta de calidad moral y los delitos electorales del vocero del Partido Verde, tal como lo vinieron denunciando organizaciones de la sociedad civil (habría que sancionar a los otros partidos que también cometieron estos delitos). Hoy estas mismas organizaciones exigen que en ese cargo se asigne a un servidor confiable, a una persona con experiencia y conocimiento en la materia, con sensibilidad y capacidad de diálogo. Se mantendrá vigilancia en torno al nombramiento del o la sucesora de Escobar, así como al Programa Nacional de Prevención del Delito, para que contribuya a sus fines, y evitar que se utilice como espacio de negociación política o electoral. La lección es que ¡si se pudo tirar a un funcionario corrupto, se puede tirar a los demás!