3/23/2019

“Un hombre blanco hetero”


Miguel Lorente Acosta

Brenton Tarrant, el asesino que ha acabado con la vida de 50 personas y ha herido a 36  en el atentado que ha llevado a cabo contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, es un “hombre blanco y hetero”. Puede parecer algo anecdótico o secundario, pero no lo es, hasta el punto de que él mismo se ha encargado de recogerlo en su manifiesto al definirse como “un hombre blanco normal”.
“La realidad no un accidente, es un resultado”, con frecuencia insisto en esta idea para hacer ver que muchas de las agresiones y homicidios que se producen son consecuencia de elementos estructurales y de un contexto violento que se mantiene en el tiempo alimentado a diario por el odio. No son “hechos aislados” o consecuencia de circunstancias y factores individuales que actúan de manera puntual en un momento dado, indudablemente, al final en cada uno de los casos hay elementos individuales y elementos del contexto que influyen en la forma de llevarlos a cabo, pero no son la causa de esos homicidios.
Los asesinatos de Brenton Tarrant son un crimen islamófobo y racista, pero no podemos olvidar que han sido planificados desde una posición de ultraderecha basada en ideas supremacistas que parten de la base de que hay determinadas personas que por su condición son superiores a otras, y que, en consecuencia,  sus ideas, creencias y valores están por encima de las del resto. Esa es la razón que lleva a que cuando deciden que ellos, por su condición, son los que tienen la capacidad para desarrollar determinados roles y funciones nadie diferente pueda ocuparlos, pues si lo hacen lo interpretan como una usurpación y un ataque que debe ser contrarrestado.
Este planteamiento es la esencia del machismo al situar, hace 10.000 años, allá por el Neolítico, la condición de los hombres como superior a la de las mujeres, pilar básico sobre el que luego se han introducido otros elementos de discriminación conforme se iban incorporando personas de diferentes características a los núcleos de población cada vez mayores y más complejos. La forma de pensar no ha cambiado en esencia, tal y como se ve en el propio Europarlamento cuando un eurodiputado como Janusz Korwin-Mikke pide desde la tribuna que las mujeres cobren menos porque “son más débiles y menos inteligentes”,u otro eurodiputado, también polaco y de ultraderecha, en este caso Stanislaw Zóltel, ha insistido recientemente (7-3-19) en el mensaje de que “hay tareas para hombres y tareas para mujeres”.
Esa idea basada en la condición como referencia para organizarlo todo es la razón de que cada vez haya más perfiles en las redes sociales que construyen sus argumentos desde la referencia de ser “un hombre blanco y hetero”para así demostrar y reivindicar su condición y presentarla como plataforma superior para lanzar sus argumentos en cada uno de los elementos que la componen:
  1. Hombre como referencia superior a las mujeres
  2. Blanco como referencia superior a otros grupos y extranjeros
  3. Hetero como referencia superior a otras orientaciones sexuales e identidades de género, pues no basta ser “hombre y blanco”, sino que además hay que ser heterosexual, tal y como la cultura patriarcal dice que han de ser los hombres.
Puro machismo. Un machismo que está en la esencia de toda esta construcción, puesto que el machismo es cultura, no conducta. La cultura que define esas identidades y al mismo tiempo establece las pautas, formas, espacios… de relación y convivencia en sociedad a través de lo que consideran que es el “orden social” y las ideas, valores, creencias, costumbres, tradiciones… que lo definen. Por eso, cuando interpretan que ese orden es alterado se ven en la necesidad de corregirlo, y de hacerlo con ese doble componente que imprimen a su conducta: el de castigo y el de lección.
Castigo sobre las personas concretas que entienden que lo han cuestionado (mujeres, extranjeros, practicantes de otras religiones, homosexuales, trans…), y lección para el resto en un doble sentido, por un lado, para los grupos diana que pueden sufrir esas agresiones con el objeto de que no se salgan de los roles, espacios, tiempos… asignados; y por otro, para toda la sociedad, con la idea de que sea consciente de los auténticos valores que le dan sentido, y de que hay gente que está dispuesta a defenderlos en cualquier momento.
El machismo está cada vez más organizado y articulado sobre esos elementos nucleares que vinculan la capacidad y el disfrute de los derechos a la condición de las personas, por eso en una época en la que la Igualdad avanza de forma imparable, y las mujeres ocupan el protagonismo y el liderazgo de la transformación social y cultural que se está produciendo, tanto a nivel local  como global, debemos estar pendientes de todo lo que sucede cada día para erradicar la violencia que ejercen y prevenir los golpes que dan desde sus posiciones y condición. Algunas de las informaciones que han aparecido estos días sobre el atentado de Brenton Tarrant lo han recogido de forma clara, el principal problema que lleva a este tipo de ataques es la “cultura online que existe, las redes sociales y las webs sobre asesinos de masas”, justo lo mismo que ocurre con la violencia machista y el odio que se inyecta a diario contra las mujeres con total impunidad.
“El machismo es la ideología de las ideologías”ya lo escribí en “La trampa del odio fragmentado” (19-6-16) tras el atentado de Orlando contra gais y lesbianas, por eso conforme pasa el tiempo y la Igualdad se asienta más, aumenta también la reivindicación de sus posiciones de poder a través de la exhibición de su condición de “hombre blanco y hetero”… Lo dicho, puro machismo.

El pato y el machista


Miguel Lorente Acosta

Todo comenzó con los versos del poeta norteamericano James Whitcomb Riley (1849-1916), pero en la actualidad ha superado los límites de la lírica para destacar la obviedad que muchos intentan ocultar tras sus razonamientos, y para ello recuerdan los versos del poeta para decir aquello de “…si camina como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, es un pato”Puede parecer demasiado simple, pero los disimulos, el ruido de fondo y la bruma de la distancia que el tiempo introduce entre cada uno de los pasos, nados y graznidos del pato pueden llevar a la confusión. De ahí la necesidad de aplicar el “test”.
En esta época falaz y fugaz que miente hasta con la forma de llamar a la mentira al referirse a ella como “postverdad”, el machismo y los sectores conservadores de la sociedad intentan pasar desapercibidos bajo disfraces que confunden a quienes se relacionan con ellos. Por dicha razón se llenan de “centro” para ocultar su derecha, dicen amar a España pero odian a la mitad de las españolas y españoles que no piensan como ellos, quieren la “igualdad real” pero sin hacer nada contra la desigualdad… y con el objeto de lograrlo juegan con el disfraz de las palabras para presentarse como los elegidos en su pureza, una especie de rescatadores del abismo, cuando en realidad es a esa oscuridad de la que parten a la que nos quieren hacer volver.
Se pueden utilizar muchas estrategias para desenmascarar a ese machismo camuflado de normalidad, pero una de las más sencillas y accesibles es aplicar el “test del pato” en lo que sería su adaptación a esta realidad mediante el “test del machista”. Es muy fácil, ante las dudas que puedan generar determinadas manifestaciones o propuestas, el razonamiento que habría que aplicar a través de este test sería el siguiente: “si plantea el tema como un machista, argumenta y manipula como un machista, y reacciona y ataca como un machista, es un machista”.
El “test del machista” se convierte así en un instrumento necesario a la hora de salir de casa y en el momento de ver cómo algunos reflejan la realidad en los medios de comunicación y, sobre todo, en las redes sociales. Su planteamiento es tan tramposo y su posición tan inconsistente, que ni siquiera reivindican lo que proponen.
Una de las características que sorprenden del machismo es su propia negación. ¿Qué clase de ideología defiende unos determinados valores, ideas y todas sus consecuencias, y al mismo tiempo niega la posición desde la que las plantea y avala?. ¿Por qué sus planteamientos reflejan esa idea de superioridad de los hombres y luego no la reivindican como tal para desarrollar sus políticas? Ocurre con frecuencia y es un actitud habitual, tanto que cuando alguien hace algún comentario contra las mujeres, luego finaliza diciendo “…y yo no soy machista”. Pero no es incoherencia, sino parte de la estrategia que busca la negación para ocultar el significado de sus propuestas.  Y la negación exige conciencia para elegir entre afirmar o negar una realidad, por eso con el tiempo se ha pasado de hacer la gracia de decir “yo soy machista leninista” cuando percibían que ese tipo de afirmaciones no tenían ningún coste, a afirmar “yo no soy machista”  para no tener ese coste ahora, pero sin dejar de hacer y decir lo mismo que se hacía antes.
El machismo es consciente de su injusticia y de los privilegios que le acarrea a los hombres, así como de las ventajas de un modelo de sociedad donde la jerarquía de la desigualdad se refuerza y aumenta a diario para hacer a los poderosos más poderosos, y a las personas vulnerables más vulnerables. Por eso no hay reivindicación directa ni pancarta a favor del machismo, y por ello su estrategia se basa en dos elementos fundamentales:
  1. Atacar a las personas y a las posiciones que piensan de manera diferente para que nada de lo que planteen sea considerado como serio o razonable. La idea es devaluar la fuente de esas propuestas para no tener que buscar argumentos para contra-argumentarlas. Se limitan a poner de manifiesto el desprestigio de quienes los plantean, un desprestigio generado de manera falaz bajo su estrategia manipuladora, por eso el ataque en debates y redes es tan habitual.
  2. Otorgarse el liderazgo y la defensa de los valores que atacan para confundir y retener entre sus filas a quienes perciben la injusticia del machismo en las consecuencias que produce (discriminación, abuso, acoso, violencia de género…) Y para lograrlo lo que hacen es situar cada uno de los casos de la violencia de género, el abuso, la discriminación… en determinadas circunstancias personales o contextuales, no como parte del problema social y cultural que supone la desigualdad. Luego se presentan como defensores de la Igualdad y hablan de “igualdad real”, de medidas “para hombres y mujeres, no sólo para mujeres”, muestran a los “hombres como víctimas de las mujeres, de las circunstancias, de la historia”… y con todo ello generan la suficiente confusión para retener a mucha gente entre sus filas y posiciones, pero, sobre todo, para mantener a una gran parte de la sociedad dentro de una aparente neutralidad, y alejada de un mayor compromiso e implicación con la Igualdad y la lucha contra la violencia de género. Desde el machismo no dicen estar en contra de la Igualdad, pero afirman que Igualdad es lo que ellos deciden.
Las redes y la política están llenas de ejemplos de esta estrategia, por eso el test del pato en su versión machista se hace necesario. De manera que cuando veamos algún perfil o alguna declaración desde la que se viertan criticas contra la Igualdad o las medidas dirigidas a erradicar la violencia de género, debemos aplicar el test y preguntar, ¿plantea el tema como un machista?, ¿argumenta y manipula como un machista?, ¿reacciona y ataca como un machista?…
Y si plantea el tema como un machista, argumenta y manipula como un machista, y reacciona y ataca como un machista; la conclusión es sencilla: es un machista.

Garantizar políticas para el adelanto de mujeres en el PND


Movimiento de mujeres impulsará transversalidad


Para el diseño del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND), el instrumento del gobierno que define los objetivos nacionales del sexenio, el movimiento de mujeres buscará que se garanticen políticas a favor del adelanto de la población femenina y la transversalidad de la perspectiva de género en todos los programas del gobierno. 
Esta mañana el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) convocó al "Foro Mujeres", con el propósito de recoger las propuestas del movimiento amplio de mujeres para la conformación del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público es la encargada de coordinar a la Administración Pública Federal para la edificación del Plan Nacional en el que se deben precisar los objetivos nacionales, las estrategias y las prioridades del desarrollo integral del país que seguirán durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
El Plan marcará las responsabilidades que tienen las dependencias de gobierno y debe tener entre sus ejes transversales la perspectiva de género, garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, además de promover el adelanto de la población femenina por medio del acceso equitativo a los bienes, recursos y beneficios del desarrollo, indicó en la inauguración del foro la presidenta del Inmujeres, Nadine Gasman Zylbermann.
Cerca de 300 asistentes discutieron nueve temas en los que se observa el rezago y las brechas de género más amplias en México: igualdad de género, no discriminación e inclusión y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); la violencia contra mujeres y niñas; participación plena y efectiva de las niñas y las mujeres en la educación.
También salud de las mujeres; derechos sexuales y reproductivos; enfoque intercultural y enfoque de desarrollo territorial de mujeres indígenas y afromexicanas; y desafíos para la participación de las mujeres en la economía nacional.
En las discusiones hechas en paneles participaron integrantes de organizaciones de la sociedad civil, académicas, legisladoras y servidoras públicas. En representación de estos sectores inauguración el foro las legisladoras Wendy Briseño Zuloaga y Martha Lucía Micher Camarena, la comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Candelaria Ochoa Ávalos, la magistrada Lilia Mónica López Benítez, la directora de Católicas por el Derecho a Decidir, María Consuelo Mejía Piñeros y la abogada Elvira Constantina Pablo Antonio.
Al encuentro de mujeres para la construcción del PND también acudieron las representantes de los institutos para el adelanto de las mujeres de los estados de la República y las consejeras del Inmujeres.
En su turno la diputada presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, Wendy Briseño Zuloaga, destacó que las legisladoras tienen la responsabilidad de dar seguimiento al cumplimiento del PND, para ello dijo que es necesario precisar indicadores que permiten medir los avances obtenidos en el ejercicio de los Derechos Humanos de las mujeres.
Mientras tanto, señaló la diputada federal, desde el legislativo se encuentran trabajando en generar presupuestos públicos con perspectiva de género, seguridad y paz para las mujeres, y atender temáticas como la violencia política en razón de género.
Por su parte la directora en México de Católicas por el Derecho a Decidir y quien este año recibirá el galardón “Elvia Carrillo Puerto” por parte del Senado, María Consuelo Mejía, indicó que es un momento clave para monitorear la efectiva instrumentación de políticas públicas que existen a favor de los derechos de las mujeres, asimismo de legislaciones como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la Ley de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres.
Mejía Piñero refirió además que en el PND 2019-2024 se deben introducir las recomendaciones que el año pasado dictó el Comité de expertas de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) y las recomendaciones derivadas del Examen Periódico Universal (EPU) a México, ambos mecanismos de Naciones Unidas.
El “Foro Mujeres” es parte de las consultas para la integración del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2014 a las que está convocando el gobierno Federal a lo largo del país, generar un proceso en el que participe la ciudadanía para la construcción del PND es un mandato establecido en la Constitución mexicana.  

Imagen retomada de Twitter del Inmujeres
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México

El tabaco y esa zona de silencio


María Teresa Priego

Por segundos deseo fumar. Por segundos pienso el cigarro como una especie de esclavitud remotísima. 

Un salón de la clínica contra el tabaquismo en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Somos un grupo de catorce personas con un objetivo en común: dejar de fumar. Sentados en círculo rumbo a lo que podríamos llamar el destete, nos lanzamos sonrisitas incómodas. ¿Cuándo es un "buen momento" para dejar de fumar? Siempre. Nunca. Cada momento de la vida es igual de malo, pésimo, inadecuado y absurdo para dejar de fumar. Tanto como para comenzar. ¿Qué seres perversos podrían haber inventado algo tan dañino y tan placentero? Había comenzado la terapia en noviembre y tuve que dejarla. En febrero me llamaron: podía comenzar. El barquito y nosotras/os sus viajeras/os (con el corazón lleno de volutas de humo), nos echamos al mar.
Llegamos titubeantes y humildes (o realistas): "lo voy a intentar". El "cigarro daña mi salud", es una constante, pero también: "me siento incómoda porque ya nadie fuma", "me molesta el olor que impregna mi casa y mi ropa", "ya no quiero sostener una dependencia", "me enoja gastar en cigarros". Cantidad de razones. Incertidumbre. Miedo de fallar. Duelos recientes. Un cierto enojo como si la decisión nos fuera impuesta y no consecuencia de un deseo muy íntimo y muy propio. Quizá éste sea un punto fundamental. Cuando comenzó la prohibición de fumar en espacios cerrados, los fumadores entendimos, pero con un cierto despecho. Cada vez que una persona le sugiere a un fumador que deje de fumar es probable que se encuentre con una respuesta de molestia y de enojo. El fumador responde como si un ejército enemigo invadiera su cuerpo mismo. Hay algo en el vínculo con el cigarro que es necesario encarar a solas. "Dejo de fumar porque ese es mi deseo". Eso, asumir el deseo.
Nuestra terapeuta (congnitivo-conductual), se llama Andrea Hernández. Las terapias son diez sesiones que funcionan más o menos así: ¿Qué hago aquí? ¿Por qué vine? ¿Cómo me siento ante esta decisión? La escucha es muy interesante. Es interesante compartir. Conmovedor, también. Ese espacio de personas muy distintas entre sí que se reúnen dos veces por semana para enfrentar una adicción. Con solidaridad y con cariño. ¿Puedo imaginarme a mí misma sin una cajetilla de cigarros al lado? No podía. Hasta que comencé a pensar en la relación amo-esclavo y en la cantidad de esclavitudes -conscientes o no- con las que las personas vivimos. Fumadores o no. El cigarro es una esclavitud muy evidente, a condición de no padecerla. Para quien fuma sobrarán pretextos para colgarse de su cajetilla como de una caja de chupones. La búsqueda inmediatista de una satisfacción oral que suponemos nos calma, nos protege, nos acompaña.
En inglés los chupones se llaman "pacifiers" (pacificadores). "Pacificar" es una de las virtudes que cualquier fumador leal le concedería a su cigarro. Funciona. Porque el cigarro tiene una innegable utilidad: encubre, oculta, tapa. Está allí colocado en el lugar de otra cosa: aquello que falta. Es como un ritual de resarcimiento aparente. En la segunda sesión nos preparamos para el destete. El Instituto ofrece tres posibilidades para el viaje: los parches de nicotina, el bupropión y el champix. Antes hubo ya una entrevista a partir de la cual nos sugieren de manera singular lo que podría ser más adecuado. Una elige en toda libertad. Al champix (sugerido) preferí los parches.
Quería una inyección de nicotina diaria y en descenso, en eso consiste el tratamiento, pero no un medicamento oral, lo que más me preocupaba no era la lucha del cuerpo contra la demanda de nicotina sino el asunto de los rituales. Para cada persona es distinto, por supuesto. Vuelvo al punto: en sus orígenes adicción significa "no dicho". A la tercera sesión (y es la parte que más le agradezco a la terapia: el compromiso de una fecha fija para detenerse) la invitación era a llegar "en abstinencia". Suena de lo más extraño. Había que despedirse del cigarro, escribirle una cartita. Pintarlo, bordarlo, hacerlo en cerámica. Lo que más se acercara a nuestras necesidades.
¿Cuál es el último cigarro? El domingo fumé antes de dormir. Nada especial. Al día siguiente quedaban dos cigarros en la cajetilla. Rompí uno en pedacitos muy pequeñitos con una mezcla de odio-amor, me fumé el otro. Con un enorme placer. Inhalaciones largas, largas. Fue hace dieciocho días. Algunas personas dejaron de llegar a la terapia, para quienes seguimos, nos ha parecido difícil, pero nunca, jamás tanto como imaginamos. Se desarrollan artimañas. El trabajo. La conversación, la lectura, el cine. El ejercicio, las paletas de limón, las de caramelo. Las ramitas de regaliz. El deseo de fumar llega y lo sorprendente es que dura poquísimo. Son sólo segundos, recurrentes, claro. Pero algo comienza a desatarse, sensaciones que no creo que tengan que ver con la nicotina, sino con las zonas de silencio. Mi primer síntoma feucho fue un dolor en la garganta, eso a lo que llamamos "el nudo". Otras compañeras sentían lo mismo. El nudo se desató para cada una de una manera muy parecida: una llorada más larga de lo habitual.
Tristeza por momentos. Sensación de desamparo. Nos estamos separando. ¿De quién? Historias de los principios de los tiempos. La cuarta sesión compartimos las emociones y los síntomas. Practicamos técnicas de respiración profunda. La quinta regresamos a la respiración y a técnicas de meditación. La sexta, los médicos nos explicaron los daños que produce el tabaquismo, la séptima los nutriólogos hicieron propuestas alimenticias para evitar que "las grasas saturadas" y los chocolates sustituyan al cigarro. O sea: no cambiar –si se puede- una oralidad por otra. La octava se dedicó al "manejo de emociones" y los "cambios de conducta". La novena y la décima sesión aún no las hemos vivido. Continuará...

Moverse de lugar


Hondamente. Me puse metafórica y moví muebles. Coloqué mi mesa de trabajo en donde estaba la sala (medio raro) pero no importa, miro la jacaranda a través de los ventanales. Miro el cielo y sus nubecitas. El semestre pasado me dediqué (de manera casi compulsiva) a leer acerca de las adicciones desde la teoría psicoanalítica. Es fascinante. Hoy, ya ninguno de mis compañeros y yo fumamos. Son sólo dieciocho días. ¿Palpo ya las ventajas de haber dejado el cigarro? Apenas alguito. Me dijeron (y me daba ilusión) que recuperaría la calidad del sentido del olfato. Se recupera pronto, es cierto, me reí mucho cuando lo primero que percibí fue el olor de los escapes de los camiones en avenida universidad y los olores de fritanga en una esquina de insurgentes. ¡Ya no quiero fumar, pero anhelo de regreso mi olfato estropeado! Quizá cuando comience la primavera sentiré el olor de las flores. Extraño el olor de la tierra húmeda tras la lluvia.
Creo que lo que más me llama y me conmueve son las preguntas que surgen para cada una/o de nosotras/os desde esa sensación de nudo en la garganta, de ese dolorcito, de ese desamparo que conduce a empujoncitos hacia una zona de silencio: ¿cuáles son sus contenidos? ¿qué memorias, qué miedo, qué angustias la habitan? Y esa sensación que se insinúa de libertad otra. Como si la vida se abriera a los grandes espacios, (no sé aún que significa). Nos ha dado insomnio. Extiendo la mano en la madrugada y busco mi tableta. No es necesario levantarse, ni prender la luz. La tomo como quien se cuelga de un chupón y comienzo a leer, tomo notas. Succiono palabras. ¿Cuáles serán esos No dichos? Lo indagamos juntos. Por segundos deseo fumar. Por segundos pienso el cigarro como una especie de esclavitud remotísima. Lo quise mucho, es verdad. A ese amante bandido. Así me daba por pensarlo en los últimos años. Cuánto placer y cuánto daño. Reconocer ese vicio generalizado: somos de tantas maneras las sanguijuelitas de nosotros mismos.
Si desearan intentarlo, la clínica anti-tabaquismo del INER es un buenísimo lugar. El costo de la terapia se decide después de un estudio socioeconómico e incluye varios exámenes. Atiende un equipo interdisciplinario de especialistas. Son comprensivos y amables. Lo más dulce de todo: no hay juicios. Ni exigencias, ni juicios.


La Cuarta Transformación y la violencia contra las mujeres


Mujeres Cautivas
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*


Es de llamar la atención la visión del presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, quien considera que con el ejemplo puede cambiar la realidad que ha azotado a nuestro país, en la que la violencia contra las mujeres, la corrupción, la impunidad, la delincuencia organizada y el neoliberalismo se resuelven por decreto.
Hoy, ni más ni menos, decretó que el neoliberalismo se terminaba, como si no fuera un sistema económico mundial. El neoliberalismo surge como reacción a la intervención del Estado como garante de una mayor justicia social (es decir, del Estado benefactor), y toma fuerza gracias a las debacles de la economía capitalista del siglo XX, particularmente las registradas a finales de los años 20 y la de la década de 1970.
Y efectivamente, lo que se está intentando construir en México es un Estado benefactor, como solución a los problemas que nos aquejan.
El populismo apela al pueblo para construir su poder, entendiendo al pueblo como las clases sociales bajas y sin privilegios económicos o políticos. Suele basar su estructura en la denuncia constante de los males que encarnan las clases privilegiadas. Los líderes populistas, por lo tanto, se presentan como redentores de los humildes.
Y hasta ahí, tal vez siempre ha sido su compromiso: “por el bien de todos, primero los pobres”; sin embargo, eso de acabar con la corrupción con el ejemplo, eso, creo que está más difícil y prueba de ello son tantos funcionarios sin las calificaciones que se han enquistado en puestos de su gobierno y si bajamos a los gobiernos de los estados, las cosas son todavía peores, o tantos que se han enquistado en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Acabar con la impunidad no es un tema que se pueda hacer desde la presidencia, ya que la Fiscalía General de la República es autónoma y el Poder Judicial es un poder distinto al del presidente.
También hace unos días lo oí decir que daba por terminada la guerra contra el narcotráfico, pero las desapariciones, los levantones, el secuestro y el tráfico de drogas no han terminado, sino por el contrario, han aumentado.
Pero un tema grave, donde se ha demostrado falta de conocimiento y compromiso es el del feminicidio y la violencia contra las mujeres. Y el plan emergente que presentaron, es más de lo mismo, ni siquiera se contempla erradicar los estereotipos de género y abrir los esfuerzos a medidas inmediatas, a mediano plazo y a largo plazo. Ni siquiera se reconoce que el feminicidio se ha convertido en una pandemia que le arrebata cada día la vida a 9.46 mujeres.
Escuché que el presidente hablaba de la sociedad civil organizada como un grupo de intermediarios, y que este año iba a darles los fondos presupuestados a los refugios, pero que ya el próximo año no.
Yo no entiendo cómo un apoyo económico va a salvar la vida de las mujeres violentadas y sus hijas e hijos. Es un poco utópico, ya que sí, a lo mejor necesitan apoyos económicos, pero primero y antes que otra cosa, debe protegerse su vida y recibir la atención médica y psicológica que necesitan. ¿Cómo se van a tramitar los apoyos? ¿Cuándo les va a llegar? ¿Tendrán que presentar denuncia para recibir el apoyo?
Yo sólo quiero recordarle al presidente que la Ley General de Víctimas dice en su Artículo 4 que:
“…La calidad de víctimas se adquiere con la acreditación del daño o menoscabo de los derechos en los términos establecidos en la presente Ley, con independencia de que se identifique, aprehenda, o condene al responsable del daño o de que la víctima participe en algún procedimiento judicial o administrativo...”
Y yo le quiero decir que las compañeras que atienden los Refugios son profesionistas especializadas que brindan una atención y protección a las víctimas que lo necesitan, ni somos de derecha y nuestro trabajo beneficia justamente a las mujeres más pobres y a sus hijas e hijos.
En nuestro caso, y en el mío particular, cumplo 50 años de estar en la lucha social de nuestro país, en la izquierda. Defensoras Populares cumple 25 años de prevenir y asistir jurídicamente a las víctimas de todas las formas de violencia y la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, cumple 15 años que se constituyó legalmente en nuestro país.  Siempre hemos servido a las mujeres, niñas, niños y adolescentes que están en condiciones de exclusión social y que ni en sueños podrían acceder a un servicio jurídico especializado, como el que brindamos.
Y le bastaron 100 días al presidente López Obrador para acabar con nosotras y dejar en estado de indefensión a todas las víctimas que atendemos, un poco más de 300 cada año, víctimas de todas las formas extremas de violencia, incluyendo los delitos en materia de trata de personas, en todo el país y fuera de él. 
Del gobierno federal recibíamos 300 mil pesos cada año y no contamos ni con inmuebles, ni nos dieron una millonada. Cada año concursábamos ese dinero y rendíamos cuentas y los gastos se nos revisaban con lupa, como sucedía con todas las organizaciones que presentaban proyectos en el Programa de Coinversión Social.
Y tendríamos que reconocer que, efectivamente, hay personas que han recibido muchos millones de pesos del gobierno federal y han hecho grandes negocios utilizando a las víctimas. Lo que es cierto es que no todas somos así y en todo caso, que sancionen a las que lo han hecho.
Vale la pena recordar que en el compromiso de la Unión Europea con la sociedad civil, se dice:
“…Una sociedad civil capaz es un componente crucial de cualquier sistema democrático y constituye una baza en sí misma. Representa y fomenta el pluralismo y puede contribuir a unas políticas más efectivas, un desarrollo equitativo y sostenible y un crecimiento integrador. Constituye un actor importante en la promoción de la paz y en la resolución de conflictos. Al articular las preocupaciones de los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil operan en la esfera pública, tomando parte en iniciativas que refuerzan la democracia participativa. Encarnan una demanda creciente de una gobernanza transparente y responsable…”
Esta frase puede sintetizar el pensar de un gran número de gobiernos de países democráticos hacia la sociedad civil desde hace décadas, por lo que su incorporación a la definición de políticas públicas es cada vez más extensa y siempre necesaria. En los últimos años han sido muchos los cambios: la sociedad civil es reconocida como un actor con voz y derecho propios; el número de organizaciones de la sociedad civil (OSC) ha aumentado y su papel se ha ido adaptando a nuevas realidades (de ser prestadoras de servicios y sustituir al Estado en algunos casos, a desarrollar acciones en nuevos sectores, a ser elementos de sensibilización de la sociedad hacia los cambios, formar parte de la toma de decisiones o ser organizaciones que obligan a la rendición de cuentas por parte de los gobiernos, etcétera). Hoy, en muchas partes del mundo, es innegable la importancia de las OSC en todos estos campos y sobre todo su peso de cara a la formación de políticas públicas. Su participación en espacios de poder es un hecho y, por lo tanto, se han ido generando mecanismos de incorporación de las OSC en las decisiones.
Los gobiernos democráticos no pueden darse el lujo de no incorporar a las OSC en su toma de decisiones pues éstas aglutinan y movilizan a un gran número de ciudadanos, dan voz a aquellos que no la tienen por sí mismos, fomentan la innovación, son creadores de opiniones (como los movimientos antiliberalización comercial) o de una mayor conciencia medioambiental, y son potentes generadores de cambio, como lo hemos visto en la llamada “Primavera árabe”.
¿Qué lugar y qué papel jugará la sociedad civil organizada en el gobierno del presidente López Obrador?
*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: @CATWLAC

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Demandas y aspiraciones del feminismo


Por: Carmen R. Ponce Meléndez*


Demandas y aspiraciones del feminismo: que las mujeres sean concebidas como ciudadanas en la seguridad social; que los derechos se funden en la condición de ciudadanía; que el cuidado sea reconocido como un bien público y, en consecuencia, como materia de políticas públicas; que su redistribución entre mujeres y hombres y entre el Estado y la familia, sea un prioridad, y que se reconozca que el trabajo de cuidado no remunerado que realizan principalmente las mujeres subvenciona a los Estados y que, por lo tanto, este aporte debe ser reconocido en la seguridad social.

Afirmaciones del texto publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con el titulo: “De beneficiarias a ciudadanas. Acceso y tratamiento de las mujeres en los sistemas de pensiones de América Latina”.

Las mujeres constituyen la mayoría de la población adulta mayor, salvo excepciones, están subrepresentadas entre quienes perciben pensiones. La proporción de mujeres de 65 años y más que reciben algún tipo de pensión o jubilación es menor que la de hombres. Si bien en la región se ha avanzado en la inclusión por medio de pensiones no contributivas, estas son las prestaciones de menor monto y no permiten a las mujeres superar la situación de pobreza. Como sucede con las tarjetas para Adultas Mayores que otorga aquí el gobierno.


La gráfica anterior muestra en forma muy clara que la brecha de género de México supera con mucho a la de los otros países, es del orden del 42.0 por ciento; quiere decir que los hombres perciben casi el doble de las pensiones (de toda índole), así como las jubilaciones, por encima del monto que reciben  las mujeres. En estas condiciones el presente y el futuro demográfico del país indica una vejez femenina en la pobreza y la desigualdad;  por supuesto evidencia que no se respetan los derechos de las mujeres. Esto significa un grave retroceso en los derechos femeninos más elementales, también conlleva un menor crecimiento del país, en todos los órdenes, no únicamente en el económico.

Esta brecha que se aprecia en México responde en buena medida al fin de la pensión solidaria y la llegada de las Afores. Argentina que mantiene una pensión solidaria muestra una brecha de género de tan sólo 9.6  por ciento.

Es indispensable que de verdad se realice una reforma en el sistema de pensiones, las tarjetas para adultas o adultos mayores del Estado simplemente revisten el problema como un asunto de pobreza y no de Ciudadanía, un derecho básico femenino y por supuesto no resuelven la brecha entre géneros, simplemente la pueden suavizar levemente.

“Lograr que la dimensión de género esté presente de forma integral en el diseño de las reformas de los sistemas de pensiones constituye un desafío. La inclusión de las mujeres en los sistemas de pensiones es indispensable para hacer frente a la nueva estructura de edades de la población, a la demanda y la necesidad de autonomía económica y al ejercicio de sus derechos. Además, es también un requisito para la sostenibilidad de los propios sistemas.

Básicamente, en la seguridad social se pueden tomar dos grandes rumbos. Uno de ellos es asumir una seguridad social fundada en la ciudadanía, financiada con impuestos generales y desvinculada del mercado laboral. El otro es implementar un modelo financiado con aportes provenientes de las remuneraciones de las propias personas; estos son los regímenes denominados contributivos, en que la jubilación representa una proporción del salario”.

“En este contexto, las mujeres están en peor situación que los hombres en términos de cobertura. Esto ocurre tanto en el caso de personas cotizantes o afiliadas (activas), como de personas mayores receptoras de pensiones (pasivas). También están en peor situación en términos de suficiencia de las prestaciones, pues en todos los casos perciben prestaciones inferiores a las de los hombres y están sobrerrepresentadas entre quienes perciben pensiones no contributivas o sociales, que son de menor monto que las contributivas”. Por ejemplo las tarjetas que otorga el Estado a las adultas mayores.
Baste citar que en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979) se establece la obligación de los Estados de adoptar todas las medidas necesarias para asegurar a las mujeres el ejercicio del derecho a la seguridad social en igualdad de condiciones con los hombres.

A continuación se hace mención a los compromisos asumidos por los gobiernos en el marco de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (CEPAL, 2017):

• Ofrecer cobertura universal, integral y eficiente mediante el financiamiento solidario.

• Articular los sistemas previsionales con un amplio espectro de políticas públicas que garanticen el bienestar, la calidad de vida y el retiro digno, y fortalezcan el pleno ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres.

• Incluir a las mujeres rurales, las trabajadoras domésticas, las autónomas, las informales y las trabajadoras por contrato, así como las distintas formas de familia, incluidas las parejas del mismo sexo.

• Incorporar mecanismos que permitan reconocer y compensar el cuidado no remunerado que brindan predominantemente las mujeres en sus hogares, a fin de integrarlas en los sistemas de seguridad social.

Aumentar la inversión pública en seguridad social, de manera que se aborden en forma integral las demandas específicas de cuidado y protección social que tienen las mujeres en situaciones relacionadas con la enfermedad, la discapacidad, el desempleo y los ciclos vitales, sobre todo en la infancia y la vejez.

• Adoptar medidas que favorezcan el ejercicio del derecho al cuidado y una repartición más equitativa de este entre la sociedad, el Estado y las familias, así como el avance de la legislación laboral y los sistemas de seguridad social hacia licencias para hombres y mujeres que permitan distribuir el cuidado de forma más justa en las familias.

La normatividad nacional e internacional es muy clara, el asunto o el problema es empujar para que las mujeres informadas y organizadas luchen por estos derechos y los vuelvan realidad, pese a las resistencias que muestran los gobiernos o los partidos políticos.

*Economista especializada en temas de género
twitter @ramonaponce

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Derechos de mujeres podrían estancarse en este sexenio, advierte Patricia Mercado


Necesario diálogo del gobierno con movimiento feminista
   

Si el gobierno federal no dialoga de manera seria con el movimiento feminista va a tomar decisiones equivocadas y desafortunadamente este puede ser un sexenio donde los derechos de las mujeres se estanquen, afirma la senadora Patricia Mercado Castro.
En entrevista con Cimacnoticias la política y militante del feminismo hace un balance sobre lo acontecido con los Derechos Humanos de las mujeres durante los primeros tres meses de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador y alerta sobre el desinterés del Ejecutivo por las políticas de igualdad de género.
Como ejemplo cita las pifias del mandatario al cancelar los recursos que se les otorga a las organizaciones que operan refugios que atienden a mujeres víctimas de violencia (decisión que rectificó) y el riesgo financiero en el que permanecen las organizaciones que atienden a personas con VIH/Sida o las estancias infantiles para hijas e hijos de madres trabajadoras. 

VISIÓN A SEIS AÑOS

A la excandidata presidencial en 2006 y exsecretaría de Gobierno de la Ciudad de México de 2015 a 2018 se le pregunta qué opina de la política de género de López Obrador pero ante la falta de señales sobre cuál es la política en este tema asegura que primero hay que conocer el Plan Nacional de Desarrollo para saber cuál es la visión para lograr mayor igualdad en seis años. 
“Conocemos algunas cosas. Sin duda hay una preocupación sobre el tema de violencia. Hay una idea de revisión de la Alerta de Violencia de Género. Ahí hay un tema, se está revisando por parte del Gobierno y lo veremos en el Plan Nacional de Desarrollo. ¿Qué piensa hacer en términos de justicia y de procuración de justicia para el tema de la violencia? Esto ligado a la mala noticia sobre el tema de los refugios. 
“Me parece que ahí es muy delicado el tema porque, sin duda, quienes han acumulado experiencia y conocimiento para atender a una mujer en crisis son las organizaciones del movimiento de mujeres dedicada a esto. Un gobierno que llega no puede tomar decisiones sin hablar, sin sentarse a la mesa, sin analizar con estas organizaciones. A partir de eso ¿cómo fortalecemos la atención de las mujeres en situación de crisis?
“Independientemente de los recursos (para los refugios), en la práctica no sabemos qué se va a hacer. En general me parece que esta idea del Gobierno de 'pueblo', es un pueblo sin diferencias. En esta visión del Gobierno federal de que lo que existe es el 'pueblo' como un pueblo uniforme se borra la política transversal”.

Por otro lado, la esperanza, considera Patricia Mercado, es que este Gobierno tiene un gabinete paritario y tiene feministas en puestos de decisión como la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y hay hombres que están comprometidos con la agenda de los derechos de las mujeres como Alejandro Encinas.
“Fui secretaria de Gobierno y sé que no por ser secretaria de Gobierno tienes todo el poder e influyes y das órdenes, depende el tramo de poder que tengas. La secretaria de Gobernación tiene muy claro que ésta es su agenda, incluso la agenda de la despenalización del aborto es suya.
“Ahora, ¿cuál es su tramo de poder, cómo puede influir, con el apoyo de otras mujeres feministas que hay en la nueva mayoría  política de Morena, que hay en todo lo largo y ancho del país? Hay muchas mujeres que vienen del movimiento de mujeres y feministas comprometidas con esta agenda.
“¿Cómo van a lograr consensar al interior de esta nueva mayoría que estos derechos se concreten? y que se separen de esta historia más priista donde siempre se decía: 'estamos de acuerdo' pero nunca se concretaba, ¿cuál va a ser la novedad que van a poder negociar en este sexenio? Bueno, todo eso está ahí, medio en duda”.
La política explicó que la igualdad de género no es un tema de interés para el presidente de la República. “Ya lo conocíamos desde que fue jefe de Gobierno (de la Ciudad de México del 2000 al 2005). Recuerdo que Patricia Olamendi era la (presidenta) del Instituto de las Mujeres y renunció a medio periodo. No pudo avanzar con él. Me parece que ya lo conocemos”.
“Entonces, si esa es la mirada del gobierno sin duda nos vamos a estancar. Quizás no retrocesos pero nos vamos a estancar”.

ABORTO, GRAN PENDIENTE

Aunque Patricia Mercado no integra la Comisión de Igualdad de Género en el Senado de la República, tiene varios temas de interés en materia de género: el derecho al aborto, el derecho a una vida libre de violencia para las mujeres, los derechos laborales de las trabajadoras y el acceso a la seguridad social universal, por mencionar algunos.
“Me parece que una feminista como yo, en este momento, tiene que ver cómo, en la tarea legislativa, tienes una mirada transversal”, explica la también presidenta de la Comisión de Zonas Metropolitanas y Movilidad.
Al ser fundadora de organizaciones civiles como el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), que ha liderado la defensa del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, Mercado tiene clara la necesidad de despenalizar el aborto a nivel federal.
Pero como conocedora de la política mexicana y presidenta de partidos políticos como “Diversa” Asociación Política Feminista (1999-2003), México Posible (2002-2003) y Alternativa Social Demócrata y Campesina (2005-2006), también sabe que la iniciativa ganadora debe surgir de la pluma del partido en el poder.
“En el tema del aborto me parece muy importante que la estrategia la marque el movimiento feminista. En el momento que votemos una ley sobre el aborto es porque ganamos la despenalización si no, no. En eso hay que bajarle siempre a nuestras ansias del tema.
“En el Senado ya van dos iniciativas del PRD que ha presentado para la despenalización. Iniciativas para despenalizar existen. Todas estas iniciativas van a las Comisiones de Justicia, Estudios legislativos y de Salud.

“¿Por qué en Movimiento Ciudadano no metemos una iniciativa? Lo de menos es presentarla. Porque me parece que quien tiene que meter la iniciativa es la mayoría, con su masa crítica feminista, de Morena”.
En este tema hay una división al interior del partido en el poder: Movimiento Regeneración Nacional (Morena). La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero opta por un Código Nacional Único mientras que López Obrador afirma que la despenalización se debe someter a consulta. Además en paralelo hay otras voces como la de la senadora Martha Lucía Micher que apoya la despenalización o la de la también senadora Lilly Téllez que está en contra.
Para Mercado es claro que ni el Partido Acción Nacional (PAN) ni el Partido Revolucionario Institucional (PRI) votarían una reforma por la despenalización pero hoy que el aborto vuelve a ser parte de la agenda legislativa y social, sostiene que quien lo puede hacer realidad es la mayoría legislativa de Morena.
“En un Gobierno que se define de izquierda, estas son las cosas que marcan entre la derecha y la izquierda”.

MUJERES, MÁS DESIGUALES

El pasado 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, Andrés Manuel López Obrador dejó ir la oportunidad de mandar un mensaje claro a favor de los Derechos Humanos de las mujeres. “Fue un mensaje débil. Siempre, los 8 de Marzo se espera el gran anuncio del presidente, siempre hay un gran anuncio. No hubo este grana anuncio”, explica la senadora.
“Sobre el tema del aborto volvió a decir lo de la consulta, volvió a decir que no es un tema porque necesitamos serenar al país. Nos pide a nosotras sacrificar un tema tan importante para las mujeres pobres, que es su prioridad, cuando él confronta al país todas las mañanas.
“Finalmente la Cuarta Transformación necesita confrontación en el sentido del cambio, del mensaje, de poner a todos en una nueva realidad. Se confronta (López Obrador) con muchos sectores, entre ellos las organizaciones de la sociedad  civil y a nosotras si nos pide: 'serénense'.
“La Cuarta Transformación no se basa en la serenidad. Se basa en la construcción de acuerdos para transformar al país de verdad, un país tan desigual. Dentro de esa desigualdad la discriminación y la desigualdad hacia las mujeres. Me parece que en ese sentido no fue el gran discurso, el gran compromiso”.
Hoy está claro que el compromiso es “primero los pobres” pero para la legisladora es necesario que las mujeres, las que están en el gobierno y las que están en el Legislativo pongan la mirada de género. “Sí pueden, en algún momento, romper disciplina o hablar de otra manera con el presidente. No pueden apoyarlo acríticamente sobre el tema de las mujeres”, opinó.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Reacción a Trump empujó a las mujeres a la política



Algunas de parlamentarias estadounidenses elegidas
en noviembre de 2018. Crédito: Cortesía.
NUEVA YORK, 22 mar 2019 (IPS) - El notorio aumento de legisladoras votadas en noviembre y el histórico número de candidatas registradas para las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos cambió de forma drástica el paisaje político, hasta ahora con gran predominio de hombres.
Las razones de la transformación tienen que ver con el crecimiento de una nueva estructura de poder político y del empoderamiento de las mujeres, del gran impacto del Movimiento #MeToo (yo también) contra el acoso y el abuso sexual y quizás, lo más importante de todo, la reacción a los insultos públicos constantes del presidente Donald Trump denigrando a las mujeres, tildándolas de “muñecas”, “perras”, “bagres”, “animales desagradables” y con “poco coeficiente intelectual”.
En las elecciones de mitad de mandato, realizadas en noviembre, 102 mujeres quedaron en la Cámara de Representantes y 10 llegaron al Senado, un número histórico nunca visto en el Congreso legislativo de este país.
Jody Williams, premio Nobel de la Paz 1997 y presidenta de la Iniciativa de las Mujeres Premio Nobel, dijo a IPS: “Como ciudadana estadounidense y defensora de los derechos de las mujeres quedé encantada, como muchas, con el resultado de las elecciones de mitad de mandato de 2018.”
“La misoginia grandilocuente de Trump influyó en el resultado, tanto en términos del número de mujeres que decidieron presentarse a las distintas elecciones en este país, como en la votación que llevó a muchas a ocupar un cargo”, opinó.
“También es resultado de que las mujeres reconocieran el cambio en las estructuras de poder, aun si es demasiado lento para algunas, y decidieran usar su poder individual para impulsar esos cambios”, añadió Williams.
La Unión Interparlamentaria, con sede en Suiza, señaló que las elecciones de noviembre fueron “históricas”, pues la diversidad de representantes femeninas fue particularmente notoria, ya que jóvenes e integrantes de minorías ingresaron a ambas cámaras del Congreso por primera vez.
Tanto la Cámara de Representantes, como el Senado tienen más mujeres que nunca, con 23,5 por ciento y 25 por ciento respectivamente.
De ellas, 37 por ciento no son blancas: hay dos musulmanas y la primera mujer indígena en ocupar un asiento parlamentario.
Tras las elecciones de 2018, también ingresaron las dos mujeres más jóvenes de la historia del Congreso, ambas con 29 años, además de cinco representantes de la comunidad LGBT, cuatro de los cuales mujeres.
Deb Haaland y Sharice Davids son las primeras indígenas con un asiento en el Congreso, mientras Rashida Tlaib y Ihlan Omar son las primeras musulmanas en representar a sus estados en la Cámara de Representantes.
Y con 29 años, Alexandria Ocasio-Cortez y Abby Finkenauer son las legisladoras más jóvenes de la historia de Estados Unidos.
Tlaib, de padres palestinos, nació en Estados Unidos, y Omar, quien emigró a este país procedente de un campamento de refugiados en Kenia tras huir de la guerra civil de Somalia, es la primera somalí-estadounidense en tener una banca en el Congreso.
Deb Haaland, de la tribu Pueblo de Laguna, es la primera indígena en el Congreso, junto con Sharice Davids, de la nación Ho-Chunk, de la zona del estado de Wisconsin.
También es histórico el número de mujeres, seis en total, que declararon formalmente su candidatura a las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
Ellas son: Kirsten Gillibrand, de Nueva York, Kamala Harris, de California, Amy Klobuchar, de Minnesota, y Elizabeth Warren, de Massachusetts, además de la representante Tulsi Gabbard, de Hawaii, y Marianne Williams, candidata independiente.
Sanam Aderlini, fundadora y directora ejecutiva de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), dijo a IPS: “la supremacía blanca” tuvo un crecimiento significativo en Estados Unidos con la llegada de Trump a la Presidencia.
Su retórica y actitud hacia las mujeres, y en particular hacia las que son fuertes e independientes y lo cuestionan, siempre fue virulento.
“Y por supuesto, el hecho de que gran parte de eso esté dirigido a las mujeres que no son blancas es en sí un indicio de la horrible mezcla de racismo y sexismo en el centro de esos movimientos e ideologías”, indicó Anderlini.
“Observamos el crecimiento y propagación de diferentes formas de identidades extremistas. Esos movimientos aprovechan identidades etno-raciales o una fe visceral. Todos abogan por la subordinación de las mujeres y por la noción de hipermasculinidad y de patriarcado en su seno”, explicó.
En lo que respecta a las mujeres de esos movimientos en particular, buscan cooptar a sus congéneres para que apoyen el movimiento o a coaccionarlas para controlarlas, analizó Andelini, quien integra el Grupo de Expertos de la Mancomunidad para la Prevención del Extremismo Violento.
Es bien evidente en su obsesión por el control de los cuerpos de las mujeres, ya sea en términos de que se cubran o en términos de sus capacidades reproductivas.
Por su parte, Mavic Cabrera Balleza, directora ejecutiva de la Red Global de Mujeres Constructoras de Paz (GNWP), dijo a IPS: “Preferiría llamarlo ‘redux de movimientos feministas’ en vez de ‘reacción’ porque se inspiran en las activistas feministas de generaciones anteriores”.

El plural “movimientos” también representa la diversidad y la universalidad de la ideología feminista, precisó.
“También creo que la elección nunca antes vista de una mayor diversidad de mujeres en el Congreso solo se debe en parte a Trump”, opinó Cabrera Balleza.
Como puede ver, las mujeres no solo condenan los mensajes sexistas y misóginos o reclaman castigo para los abusadores sexuales, sino que también centran la atención y reclaman respuestas a cuestiones que hace años que están en el tapete y no se han atendido como corresponde, si es que se atendieron, explicó.
Entre ellos, migraciones, violencia armada, cobertura de salud universal, degradación ambiental, guerras y militarismo, entre otros.
El fenómeno en las redes sociales de #MeToo contra el abuso sexual derivó en otras movilizaciones como #Time’s Up, #Niunamenos, #NotOneMore, #BalanceTonPorc, #TotalShutDown, entre otras campañas similares en distintos idiomas, observó Cabrera Balleza.
“Mi gran esperanza es que los resultados de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos se hagan eco en el resto del mundo, pues muchos países experimentan o están bajo la amenaza del autoritarismo”, indicó
“Quiero ver movimientos de resistencia no violentos exitosos en el mundo en la próxima década. Con mis colegas en la GNWP contribuimos a la concreción de esa visión”, indicó Balleza.
Anderlini dijo a IPS que la superposición o la relación transaccional de beneficio mutuo entre la derecha blanca y el movimiento evangélico tampoco es una coincidencia.
“Lo vemos en el dúo Trump-Pence”, observó, refiriéndose al vicepresidente Mike Pence.
“Precisamente porque apuntan y buscan controlar a las mujeres, ellas fueron las primeras en movilizarse y denunciar y resistir. Eso ha pasado en todos los países que conozco, del Irán de 1979, cuando los islamistas buscaron imponer el hiyab y 100.000 mujeres salieron a protestar, hasta Washington en 2017, cuando fue la marcha del millón de mujeres”, ejemplificó.
La movilización de mujeres en la esfera política es una extensión de esos acontecimientos, indicó Anderlini.
En muchos países, el camino al poder está bloqueado para las mujeres, por lo que mantienen su activismo en la sociedad civil.
En Estados Unidos, por suerte, hay más oportunidades. También obedece a los muchos años de trabajo de organizaciones como la Lista de Emily, y otras que alientan y ayudan a las mujeres a presentarse a cargos electivos, destacó Anderlini.

Traducción: Verónica Firme

Presentan en Washington Ley Modelo de Feminicidio


laman a países de América Latina armonizar su normativa
   

El Mecanismo de Seguimiento de la Convención Belém do Pará (Mesecvi) presentó la “Ley Modelo Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Muerte Violenta de Mujeres Femicidio/Feminicidio” a fin que los países de América Latina armonicen su legislación en la materia.  
La Ley Modelo de Feminicidio se presentó este día en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, Estados Unidos, busca que las naciones de la región fortalezcan las acciones para la prevención, protección, atención, investigación, persecución, sanción y reparación integral en los casos de feminicidio y garanticen el derecho de las mujeres y niñas a una vida libre de violencia.
Actualmente en América Latina, excepto Cuba y Haití, han aprobado leyes que penalizan el feminicidio o femicidio: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, y Venezuela.
La Ley Modelo de Feminicidio fue aprobada por el Comité de Expertas del Mesecvi en diciembre de 2018 y es resultado de una colaboración que hicieron con ONU Mujeres.
Aporta una descripción amplia de las razones de género para acreditar el feminicidio; sanciones a funcionarios públicos o personas que obstaculicen el acceso a la justicia; reparación del daño a los hijos e hijas de mujeres asesinadas; medidas de política de prevención y contempla penar como feminicidio a quien impida el aborto a una mujer cuya vida está en riesgo.

LEY MODELO DE FEMINICIDIO

La Ley Modelo del Mesecvi define al feminicidio como “cualquier hombre que mate o participe en la muerte de una mujer por el hecho de ser mujer” e incorpora once características para acreditarlo:
Tiene o ha tenido con la mujer una relación de pareja; el hecho ocurre dentro de las relaciones de familia; ha ejercido previamente uno o más actos de violencia; se alegan razones de honor, reputación familiar o creencias religiosas para justificar una transgresión sexual real o encubrir la violencia sexual.
El hombre es parte de la actividad de un grupo delictivo organizado o en el marco de un rito o ceremonia grupal; es ejecutado como forma de impedir u obstaculizar los derechos políticos de la víctima o de otras mujeres; el asesinato es porque la mujer está embarazada; o en situación de prostitución, explotación sexual, víctima de trata o ejerce alguna ocupación estigmatizada.
La mujer está en situaciones de conflicto o de guerra, es utilizada como botín de guerra; o bien, en cualquier otro tipo de situaciones en la que se den las circunstancias de subordinación por las relaciones desiguales de poder entre el agresor y la víctima.
La normativa indica que la pena contra quien comete un feminicidio no puede ser menor a la sanción estipulada para el homicidio calificado en la legislación de cada país. Contempla que quien impida que se practique un aborto en caso de riesgo de vida de la mujer y ello causa su muerte, será sancionado con la pena prevista para el delito de feminicidio.
La sanción se agravará cuando el agresor sea agente del Estado o tenga el apoyo de uno o más funcionarios del Estado; cuando la víctima sea una niña o mujer mayor, o se encuentre en situación de vulnerabilidad por su raza, condición étnica, descendiente de pueblos originarios, migrante, con una condición socioeconómica desfavorable, entre otras razones.

REPARACIÓN DEL DAÑO A LA NIÑEZ

La normativa también busca garantizar el interés superior de la niñez cuando es el padre quien está sujeto a proceso penal por los delitos de feminicidio, inducción al suicidio de la madre, ya sea consumado o en grado de tentativa. La patria protestad de éste quedaría suspendido hasta la resolución del proceso penal.
De la misma manera la Ley incorpora que el Estado asegure el sustento de las personas dependientes de la víctima de feminicidio, sus hijos e hijas, personas en situación de discapacidad, personas mayores y de quienes asuman el cuidado de las mismas.
Este sustento debe comprender la atención integral, que garantice servicios psicológicos, un subsidio monetario mensual que asegura la vivienda, alimentación, educación y la salud.
Para estos recursos se pide a los países crear un Fondo de Reparaciones que sea administrado por los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres.

INVESTIGACIÓN DEL FEMINICIDIO

A fin de una adecuada investigación de los delitos de feminicidio, la Ley Modelo marca pautas que deben seguir las autoridades de procuración de justicia, tales como: asegurar la inmediata y exhaustiva búsqueda e identificación de las víctimas o sus restos en casos de desaparición; investigar toda muerte violenta de mujeres como un probable feminicidio; indicar los antecedentes de violencia del agresor; valorar el contexto en que se cometió el delito; y adoptar medidas para eliminar los obstáculos que producen impunidad en los casos de feminicido.
En el caso de México varias de estas diligencias en la investigación de las muertes violentas de mujeres fueron delineadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la sentencia que emitió por el caso de Mariana Lima Buendía, quien fue privada de la vida por su pareja pero fingió que ella se suicidó.

PREVENIR, POLÍTICA FUNDALMENTAL

La presidenta del Comité de Expertas del Mesecvi, durante su participación en la presentación, indicó que la prevención de este delito es un paso primordial que contempla la Ley. Entre las medidas que proponen a los Estados de prevención está:
Mantener registros accesibles de feminicidio, bases de datos nacionales de mujeres y niñas desaparecidas; establecer un banco genético confidencial que tenga información de los familiares de mujeres y niñas desaparecidas, o de los cuerpos de mujeres no identificadas, así también de las personas condenadas por delitos de feminicidio, violación y abuso sexual.
Instituir medidas para regular la posesión y uso de armas, establecer “observatorio judiciales” para recopilar información de sanciones y sentencias en los casos de muertes violentas de mujeres; capacitar a las autoridades en Derechos Humanos y perspectiva de género; desarrollar campañas para concientizar a la sociedad sobre la violencia contra las mujeres.
La Ley Modelo de Femincidio también contempla establecer un Sistema Nacional de Alerta de Género que sea coordinado por poder Ejecutivo a fin de que se ejecuten acciones gubernamentales de emergencia para erradicar el feminicidio. Dicho mecanismo de Alertas de Género es único en México. 
En la exposición de la Ley Modelo de Feminicidio participó la antropóloga argentina y una de las voces más reconocidas en feminista, Rita Laura Segato, quien sentenció que la destrucción del tejido social que actualmente atraviesa la región se ha dado través de la destrucción del cuerpo de las mujeres.
Segato quien es referente por su investigación del feminicidio en Ciudad Juárez y autora de libros como “La guerra contra las mujeres”, añadió que el cumplimiento de este tipo de leyes se ve afectado por la idea que persiste en fiscales, jueces y policías de que el feminicidio “es un crimen menor”.
Una idea peligrosa para protección de las mujeres, declaró Segato, pues si el movimiento feminista no logra corregirla no se alcanzará la implementación de estas normativas.

El CASO MEXICANO

La Ley Modelo de Feminicidio busca ser un soporte para los países que carecen de leyes integrales y abordan con dificultad esta violencia contra las mujeres. La tipificación de feminicidio en América Latina cambia en cada país, algunos solo lo contemplan como un crimen que ocurre en el ámbito familiar o son muy ambiguos para que las autoridades puedan clasificarlo como tal.
En el caso de México el Código Penal Federal contempla siete razones de género para acreditar el feminicidio, no obstante, la tipificación de este crimen es distinto en cada entidad federativa, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio calcula que sólo 19 estados tienen un tipo penal que cumple parcialmente con las características adecuadas para acreditarlo.
En tanto, seis estados no tienen protocolos de actuación para la investigación de las muertes violentas de mujeres y el resto de los estados a pesar de tener protocolos no están adecuados a los estándares de debida diligencia que estableció la Suprema Corte de Justicia y la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia por el feminicidio en Ciudad Juárez conocida como “Campo algodonero”.

Imagen retomada de Twitter
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Elimina Senado excepciones que permiten matrimonio infantil


Evitar más violencia contra niñez y adolescencia


El pleno del Senado de la República reformó 44 Artículos del Código Civil federal para eliminar las excepciones a la edad mínima para contraer matrimonio, de 18 años, en todo el país. 

En la sesión de este jueves, con 118 a favor, senadoras y senadores de todos los partidos políticos manifestaron la urgencia de legislar en este tema para evitar más violencia contra niñas, niños y adolescentes.

Actualmente, en México, 1 de cada 4 niñas contraen matrimonio antes de cumplir los 18 años, razón por la cual el pleno del Senado avaló el dictamen elaborado por las Comisiones unidas de Justicia; de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia; y de Estudios Legislativos, segunda.


En el documento se explica que de acuerdo con los datos obtenidos en la última Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid), realizada en 2014, en el país la proporción de nupcialidad en menores de 19 años representa 15 por cada 100 adolescentes.

La reforma aprobada por las y los senadores borra todas las excepciones al matrimonio infantil. Hasta ahora las niñas y adolescentes se pueden casar si cuentan con el consentimiento de sus padres, de sus abuelos (paternos de preferencia), de sus tutores o de un Juez Familiar. 

El Código Civil es tan permisivo en este tema que se derogó un Artículo para evitar que las niñas y adolescentes sean obligadas a pedir al Jefe del Gobierno o a los Delegados que les concedan autorización para casarse o que las obliguen a acudir al Tribunal de Justicia para recibir el permiso.
Además, se deroga el Artículo 237 que hoy permite que las niñas menores de 14 años se casen si ya tiene hijos o si se unen a un hombre de 18 años de edad.

NIÑAS, MÁS AFECTADAS

Al hablar en tribuna y frente a representantes de organizaciones defensoras de los derechos de la infancia como Save the Children, UNICEF, Juconi, World Vision y del al Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, la senadora de Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota habló de los riesgos del matrimonio infantil y adolescente.

La legisladora expuso que en México se estima que casi 7 millones de niñas contrajeron matrimonio antes de cumplir los 18 años de edad, lo que las expone a no permanecer en la escuela, tener embarazos prematuros y vivir discriminación y violencia en casa.

La senadora de Movimiento Reservación Nacional (Morena), Ana Lilia Rivera Rivera, agregó que las niñas y adolescentes no se casan con sus pares sino con hombres mayores. Afirmó que actualmente se autorizan matrimonios de menores de edad por desconocimiento de las leyes, por corrupción o por “usos y costumbres” y conceptos de discriminación contra las mujeres.

La senadora del Partido Encuentro Social (PES), Eunice Renata Romo Molina, dijo que claramente el matrimonio infantil es un asunto que afecta sobre todo a las niñas. Aseguró que el principio del interés superior de la niñez no debe convertirse en una frase vacía.

En el dictamen se conservó el Artículo 159 del Código Civil federal que decía que “el tutor no puede contraer matrimonio con la persona que ha estado bajo su guarda, a no ser que obtenga dispensa, la que no se le concederá por el presidente municipal respectivo, sino cuando hayan sido aprobadas las cuentas de la tutela”.

A petición de la senadora y coordinadora del Partido del Trabajo, Geovanna Bañuelos de la Torre, en una segunda votación, de 104 votos a favor, se modificó la redacción de esta fracción normativa por considerar que era confusa.

Este Artículo dirá que: “El tutor no puede contraer matrimonio con la persona que ha estado bajo su guarda, salvo en el caso de que obtenga dispensa, la cual se le concederá por el presidente municipal respectivo cuando hayan sido aprobadas las cuentas de tutela”.

PROCESO PARLAMENTARIO

Con esta reforma avanza la prohibición del matrimonio infantil y adolescente. Sin embargo, para que una reforma de esta naturaleza entre en vigor debe ser avalada por el Senado y por la Cámara de Diputados.

Ahora que el Senado aprobó modificaciones al Código Civil federal este dictamen será enviado a las Comisiones de la Cámara de Diputados para su análisis y luego pasará al pleno para su ratificación.
En este contexto, el pasado 27 de febrero la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen para prohibir el matrimonio antes de los 18 años en el Código Civil federal y en la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

El dictamen de la Cámara baja aún debe ser aprobado por el pleno, por lo que es probable que una vez que en San Lázaro se reciba el documento aprobado por el Senado, ambos sean analizados.

La intención de senadores y diputados de poner un alto a las uniones tempranas avanza pese a la pretensión de algunas organizaciones civiles de reconocer estas uniones como un derecho de las y los adolescentes.

Por ejemplo, en julio de 2018 las organizaciones Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Fundación Mexicana para la Planeación Familiar, Internacional Planned Parenthood Federation Western Hemisphere Region y Data Cívica, pidieron a la ONU reconocer el derecho de las y los adolescentes a casarse.

Durante una sesión del Comité de Expertas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), que se realizó en Ginebra, Suiza, las organizaciones presentaron datos para que las expertas reconocieran la necesidad de tener excepciones a la edad mínima para casarse.

Incluso, las cuatro organizaciones publicaron el informe “Prohibir sin proteger: El matrimonio adolescente en México” donde aseguraron que las edades de los contrayentes cuando uno es menor de edad no son tan dispares; que el principal motivo de la deserción escolar no es el matrimonio; y que las adolescentes casadas presentan menores índices de embarazo.

Como resultado de la evaluación de CEDAW, en julio de 2018 el Comité de Expertas emitió la recomendación 20 que llama al Estado mexicano a: “asegurar la armonización de las disposiciones estatales con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que permite el matrimonio hasta los 18 años; elaborar campañas para combatir el matrimonio infantil, en específico en áreas rurales y remotas”.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Protegiendo el espacio de las mujeres en la política

Este es un artículo de opinión de Isabelle Arradon, directora de Investigación y asesora especial de género de Crisis Group. 

Activistas chilenas por los derechos de las mujeres, durante una manifestación contra la violencia de género. Crédito: Crisis Group
BRUSELAS, 6 mar 2019 (IPS) - A principios de enero de 2019, hombres armados no identificados asesinaron a Maritza Isabel Quiroz Leiva, una activista colombiana por el derecho a la tierra de 60 años, en una pequeña granja cerca de la ciudad caribeña de Santa Marta.
Su asesinato fue un duro recordatorio de que hablar sobre temas sociales y políticos en Colombia, ya sea sobre disputas por la tierra, derechos de las mujeres o sobre la violencia política que persiste pese al acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, es algo muy peligroso.
La muerte de Maritza no es un incidente aislado: en los últimos tres años, las guerrillas (remanentes de las FARC y otros), agrupaciones criminales y otros grupos delictivos no identificados han asesinado a más de 300 activistas(hombres y mujeres) como ella.
Colombia no es el único país de esta región donde la violencia contra los defensores de derechos humanos está poniendo a destacadas mujeres activistas en riesgo de ataques físicos y otros abusos.
En 2018, nuestro boletín de alertas tempranas sobre conflictos globales CrisisWatch, registró varios asesinatos de este tipo en otras partes de América Latina, incluyendo el de la activista indígena guatemalteca Juana Raymundo en julio o el de la activista colombiana por los derechos de las mujeres María Caicedo Muñoz en octubre.
Aquellas mujeres que están bajo el escrutinio público cuando desafían las normas establecidas y confrontan poderosos intereses, desde gobiernos a insurgencias y a grupos criminales, son blancos más notables; y las lideresas que representan a los grupos marginados, como personas en condición de pobreza, minorías étnicas o sexuales, personas desplazadas o migrantes, se convierten también en objetivos de ataques.
Isabelle Arradon, directora de Investigación y asesora especial de género de Crisis Group. Crédito: Crisis Group
El asesinato en marzo de ese año de la brasileña Marielle Franco, concejal de la ciudad de Rio de Janeiro, es muestra de ello. Además de hacer campaña en contra de la corrupción y la brutalidad policial, Franco era una poderosa defensora de las mujeres negras, la comunidad LGBTI y la juventud. La investigación avanza lentamente.
Desde una perspectiva global, el relator especial de la ONU sobre los Defensores de Derechos Humanos, Michael Frost resaltó en un informe de 2019 que en el actual clima político, donde ha habido un retroceso contra los derechos humanos en todo el mundo y un aumento en la retórica misógina entre los líderes políticos, las defensoras de derechos humanos “han estado afrontando una represión y violencia creciente alrededor del mundo”.
El informe sugiere que estas mujeres son algunas veces señaladas por las causas que promueven, y otras veces simplemente porque son mujeres que se reafirman públicamente.
Además del riesgo de ataques que enfrentan todos los activistas, las activistas son vulnerables al abuso específico de género, que puede incluir estigmatización, ser avergonzadas públicamente (como una forma de dañar su “honor”), amenazas de violencia sexual, ciberacoso y asesinatos.
En abril de 2018, individuos que buscaban socavar e intimidar a la periodista investigativa hindú Rana Ayyub la amenazaron con violencia sexual en redes sociales y utilizaron un video pornográfico falso para manchar su reputación.
En junio,  desconocidos saquearon el hogar de la periodista y activista Marvi Sirmed, quien ha hecho mucho para resaltar el rol central de los derechos de las mujeres y el Estado de derecho en la transición política de Paquistán.
En julio, un sujeto desconocido atacó con ácido sulfúrico a la activista anticorrupción Kateryna Handzyuk en Jersón, Ucrania; con quemaduras en más del 30 por ciento de su cuerpo, murió debido a sus heridas en noviembre.
Y en septiembre, agresores enmascarados abrieron fuego contra Soad Al Ali, una destacada activista de derechos humanos y madre de cuatro hijos de unos  cuarenta años, a plena luz del día en la ciudad de Basora al sur de Iraq.
Durante el mismo periodo, otras tres influyentes mujeres iraquíes, incluida la lideresa de redes sociales Tara Fares, fueron asesinadas, o encontradas muertas bajo circunstancias sospechosas, en otros lugares.

Una de las preocupaciones en torno a la amenazas o ataques a mujeres activistas es que no solo afecta su seguridad, sino que frena su participación en la vida pública, donde las mujeres ya están sub-representadas.
Globalmente, solo un cuarto de los parlamentarios son mujeres y casi todos los jefes de estado o líderes gubernamentales son hombres. Esto no quiere decir que abordar los riesgos de violencia política por sí solo aumentará la representación de las mujeres en la política, ya que hay muchas razones posibles para la baja participación política de las mujeres en todo el mundo.
Tampoco el progreso en este sentido se correlaciona necesariamente con un peligro menor para las mujeres. (América Latina, que tiene algunas de las más altas tasas de violencia contra defensores de derechos humanos en el mundo, cuenta con un vibrante movimiento de derechos de las mujeres, y muchos de sus parlamentos tienen niveles relativamente altos de representación femenina).
Hacer que la participación en la actividad pública sea más segura para las mujeres es algo que realmente puede ayudar. Los estados y sus líderes deberían usar las herramientas a su alcance, desde leyes justas hasta castigos severos para asegurar que las fuerzas de seguridad estén en sintonía con las necesidades de protección de las mujeres, y así combatir la violencia contra las activistas.
Proteger el espacio de las mujeres en la política es especialmente importante en el área de resolución de conflictos. Pese al rol histórico de las mujeres en resolución informal de disputas, su práctica ausencia de los diálogos de paz y procesos y mecanismos internacionales de seguridad similares, como en Yemen o Afganistán, requiere una atención particular.
Dejar de lado a las mujeres afectadas por el conflicto, o a las mujeres que representan a aquellas percibidas como de bajo estatus en la sociedad debido a su condición socioeconómica, edad, educación, etnia o religión, no es la forma de construir una estructura inclusiva y duradera para la paz.
En esta celebración del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, los líderes mundiales deben pronunciarse de manera más vehemente sobre la crucial importancia de la participación de las mujeres en la vida política.
Deben tomar más medidas para prevenir y condenar los ataques verbales y físicos contra las defensoras de derechos humanos o lideresas políticas y sus familias. También deben forjar espacios más amplios y seguros para la sociedad civil, incluidos los grupos de mujeres, a modo de garantizar su participación en las políticas gubernamentales que afectan sus vidas.
Las implicaciones de la violencia utilizada contra las mujeres activistas y políticas son muy grandes, no solo para sus familias, sino también para el bienestar de la sociedad en general.
No proteger a mujeres como Maritza Quiroz Leiva y Marielle Franco envía una terrible señal para las mujeres y niñas que quieren alzar sus voces en la plaza pública. Frenar su participación en la vida pública sería una tragedia no solo para las mujeres cuyo potencial está siendo desperdiciado sino para las comunidades en las que viven.
Este artículo fue originalmente publicado por Crisis Group. IPS-Inter Press Service lo distribuye por un acuerdo especial con esa organización internacional.

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