12/31/2013

La falta de “contundencia y fuerza” de la CNTE ha permitido a la clase dominante burlarse de ella


Pedro Echeverría V.
 1. Los maestros de la Coordinadora (CNTE), aunque son más de 300 mil asociados,  han sido demasiado respetuosos y pacientes en sus luchas; siguen teniendo confianza en que la clase dominante algún día los escuchará y resolverá sus demandas. A pesar de sus discursos radicales –antigobiernistas y anticapitalistas-, de sus más de mil marchas o manifestaciones, de la firmeza en defensa de sus derechos, no han realizado ninguna acción realmente contundente; por el contrario –para demostrar su limpieza- han dado pasos atrás al devolver el Zócalo y al "comprimirse" en el Monumento de la Revolución.
2. Han cedido ante la gran campaña diaria que han impulsado los medios electrónicos (TV, radio) buscando desprestigiarlos ante la opinión pública, en particular, frente a los habitantes de la ciudad de México. A partir del 1 de enero deben adoptar otra estrategia que obligue al gobierno a abrogar esa reforma privatizadora y al mismo tiempo a asegurar la estabilidad en el trabajo de todos los maestros del país. ¿Desde cuando los trabajadores son culpables por reclamar derechos, de hacer paros o huelgas? Los maestros no están incumpliendo con los niños por que sus demandas son concretas. Son las autoridades las culpables.
3. Los maestros han hecho todo: acudir a Gobernación cuando los han citado, han realizado marchas, plantones, mítines, acordonamiento, bloqueos en embajadas, en el aeropuerto, etcétera, pero nada les ha funcionado porque no lo están haciendo en serio, sino con mucho miedo a los desprestigios en la TV y radio y con temor –por las permanentes provocaciones y amenazas- a que se desate una feroz represión contra ellos. A partir de las muchas enseñanzas de movilización se puede concluir que ninguna estrategia de protesta sirve para que el gobierno reconozca los derechos de los demás y que lo único válido es el uso de la fuerza de masas.
4. No ha habido ningún movimiento en el país que valientemente no haya acudido, pedido, exigido, soluciones legales con bases "constitucionales" y todos han sido motivo de burla al darles largas sin solución. En los últimos tiempos Cárdenas, López Obrador, el EZLN, los electricistas, los mineros, el EPR, la CNTE; nadie, absolutamente nadie ha logrado solucionar algo. A los zapatistas, después de la gigantesca y combativa movilización de 2002 le impusieron una ley por Fox y el congreso, absolutamente contraria a lo que pedían; los electricistas perdieron su trabajo; a los de Mexicana nada y el líder minero continúa en el exilio.
5. La bronca es que si un millón de maestros y de apoyadores decidiéramos tomar en serio el aeropuerto, algunos bancos y cerrarlos por tres días, el gobierno concentraría también a un millón de soldados y marinos, con tanques, perros, caballos, gases lacrimógenos y fusiles  para reprimirnos y encarcelarnos. Son tan grandes ya las fuerzas militares armadas mexicanas con la asesoría de los EEUU,   los miles de millones que dilapidan en ellas,  que tienen personal para ocupar todo el país. El gobierno siempre ha sabido que poder es fuerza; los trabajadores han creído ilusamente en la fuerza de la razón.

6. Lo que ha sucedido es que antes se informaba que los miembros del ejército sólo eran 300 mil, aunque no se decía nada de la marina; a partir del surgimiento del EZLN esas fuerza se duplicaron y a partir del la llamada Iniciativa Mérida se multiplicaron con la asesoría de los EEUU. Los gobiernos de México en vez de solucionar los problemas mediante el diálogo amenazan con usar la fuerza por cualquier problema a fin de que cualquier persona o movimiento se eche para atrás. Pienso que Sicilia –quien fuera líder del movimiento por la paz- ha sido muy claro en la denuncia de cómo el gobierno siempre engaña y hace largo el conflicto.
 7. La estrategia del cansancio –como en otras décadas- ha sido la que el gobierno de Peña Nieto ha aplicado contra los maestros. No tengo duda de que los maestros están enraizados en la defensa de sus derechos después de verlos 34 años batallando dos o tres meses por año y, en 2013, nueve meses plantados en el DF, desde que estuvieron en la plaza Tolsá. Pero tengo confianza que a partir de 2014 las luchas se van a elevar con la mayor participación de los electricistas, del EZLN, de Lópezobradoristas y los estudiantes. Ahora la CNTE buscará ser más contundente para evitar que su movimiento se canse y deteriore, tal como espera el gobierno.         (31/XII/13)


PAN: antimaderos vs anticalderones


El exgobernador panista de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez. Foto: Eduardo Miranda
El exgobernador panista de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez.
Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (apro).- Gobernador bajo sospecha de corrupción y de sometimiento a la Iglesia católica por su militancia en El Yunque, en cuya organización secreta tiene el seudónimo de “Eugenio Pacceli”, Juan Manuel Oliva irrumpe en el Partido Acción Nacional (PAN) como el más fuerte prospecto para disputarle la presidencia a Gustavo Madero, un personaje también de escándalos por sus vínculos con casineros y su connivencia con Enrique Peña Nieto.

Al finalizar 2013, cuando debió haber dejado ya la presidencia –cuyo periodo cumplió el 5 de diciembre–, Madero no puede decir ya que su reelección es de trámite, como ha sido la impresión que ha tratado de generar, porque si bien ha sabido manejar a su favor los tiempos y las circunstancias, para desde el poder armar una estructura para su proyecto, también es cierto que se han agrupado en su contra los que lo detestan.

El “anticalderonismo” que Madero agrupó cuando Felipe Calderón trató de volver a apoderarse por completo del PAN, antes de finalizar su desastrosa gestión, ha generado un “antimaderismo”, que está derrumbando los alegres escenarios que se han hecho en la cúpula nacional de ese partido y en réplicas estatales.
No es Josefina Vázquez Mota, la candidata que condujo al PAN al tercer lugar en la elección presidencial y quien ya renunció a presidirlo, ni Ernesto Cordero, el apocado protegido de Calderón, los que articulan el bloque opositor a Madero, sino alguien con menos brillo nacional, pero con más arrojo y aptitud política: El exgobernador Oliva, el único de los gobernadores panistas que ganó en 2012.
Oliva ha armado una amplia estructura en al menos 30 de los 32 estados del país –que ya alarma a Madero y sus aliados–, cimentada en los principales municipios y liderazgos, donde se ha generado un antimaderismo por la lógica cupular de la dirigencia que no los respalda ante los cacicazgos priistas estatales mientras hace arreglos con el gobierno de Peña Nieto.
Conocedor del panismo desde la base, Oliva es, además de Madero, el que conoce dónde están los militantes que sí votan y es con los que ha estado trabajando desde al menos mayo de 2012 cuando solicitó licencia y se convirtió en el estratega nacional del PAN para la elección que Vázquez Mota perdió.
A esta estructura se prevé que se sume lo que queda del felipismo, aquel que –a través de Germán Martínez– fracasó en la “guanajuatización” de México, poniendo precisamente a Oliva como ejemplo, y que ahora se articula en torno de Margarita Zavala Gómez del Campo, la operadora de Calderón.
Justamente por eso Oliva viajó a la Universidad de Harvard para entrevistarse, el 26 de noviembre, con Zavala, como lo reveló al semanario Proceso, cuyos proyectos convergen claramente: Como presidente la haría diputada y coordinadora, en 2015, para catapultarse a la candidatura presidencial de 2018, mientras él se reeligiría.
Es temprano aún para saber quién ganará, cuando no se sabe aún cuándo será la elección en la que, por primera vez, votarán los militantes activos del PAN, pero Madero ya tiene un rival de cuidado, que encabezará lo que se perfila como un polo opositor antimaderista.
Oliva tampoco puede decir que ya la tiene ganada, porque, además de los factores de la lógica interna del PAN –como el anticalderonismo que no le beneficia–, gravita también la decisión de Peña Nieto, a quien Madero tiene en un pedestal.
En este escenario de competencia en el PAN, el dinero será –otra vez– un factor clave y se configura también una contienda de mapaches contra tejones…
¡Feliz año!
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado

Gasta gobierno de Peña casi 155 mdp en producción de spots


Foto de un spot sobre la reforma educativa.
Foto de un spot sobre la reforma educativa.
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- El gobierno federal ha gastado, hasta octubre de este año, casi 155 millones de pesos en la producción de spots.

Una tercera parte del presupuesto para campañas de comunicación social fue destinado principalmente a contratos con Estudios Churubusco Azteca y Estudios Azteca del Grupo Salinas, según el diario Reforma.

Entre las secretarías que reportan los mayores pagos millonarios a las productoras están Hacienda, Defensa Nacional, la SEP, Marina, Desarrollo Social y la Presidencia de la República.
El diario cita el Informe sobre la Ejecución de los Programas y las Campañas de Comunicación Social del gobierno federal de enero a octubre de 2013 entregado al Congreso de la Unión.
El documento detalla que la administración de Enrique Peña Nieto gastó 485 millones 600 mil pesos para promoción y publicidad en medios electrónicos, impresos y en Internet. De esa cantidad, un 32% fue destinado para la producción de spots.

Además, de un total de 4 millones 242 mil pesos gastados por la Presidencia, 4 millones 54 mil pesos se destinaron al pago de servicios a Estudios Churubusco Azteca, que ofrecen, además de la filmación de películas, la realización de spots y campañas de comunicación con imagen para materiales cinematográficos.

Reforma agrega que aun cuando los Estudios Churubusco Azteca es una entidad paraestatal dependiente de Conaculta y de la Secretaría de Educación Pública, es precisamente esta última la que efectuó los pagos más cuantiosos para spots y campañas publicitarias.

El informe detalla que del gasto de 68 millones de pesos, la SEP pagó a la productora 60 millones 873 mil pesos.

Las empresas transnacionales que controlan el petróleo mexicano




La reciente contrarreforma energética que permitirá en el corto plazo la formalización de la ya puesta en marcha de la enajenación privada de gas, petróleo y derivados, representa el final de un ciclo de mecanismos coactivos y coercitivos para la integración-subordinación de México a los Estados Unidos, que comenzó hace 20 años con la entrada en vigor el primero de enero de 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
  Se trata de un evento contemporáneo que revela ---en un análisis histórico de largo plazo--- la vigencia del espíritu imperialista y expansionista estadounidense que comenzó con las anexiones de Lousiana y Florida, la guerra de invasión a México con el despojo de más de la mitad del territorio nacional (siglo XIX) y el actual lanzamiento de la estrategia homeland defense considerando el norte del continente americano como área natural de influencia de la poderosa nación yanqui (finales del siglo XX e inicios del XXI).

La configuración de un bloque regional de poder mundial en el hemisferio occidental, dominado por la nomenclatura corporativa y militar estadounidense, está definida. Estados Unidos, subordinando a Canadá y México, va delineando un protoestado regional empresarial autoritario al servicio de las grandes compañías capitalistas dispuestas a desafiar a cualquier otro Estado o alianza de Estados europeos o asiáticos, por el liderazgo mundial.

Los cambios a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales de la Carta Magna mexicana formalizan lo que en los hechos se fue haciendo desde el gobierno neoliberal de Carlos Salinas de Gortari: The Purchase Mexico, la compra-venta de México. El capital privado, fundamentalmente trasnacional, obtiene plena intervención para explorar, explotar y comercializar el petróleo en todas sus fases. Es el final de la Constitución Política que emergió en 1917 a raíz de la Revolución Mexicana.

El territorio, el campo, la electricidad, los puertos y zonas marítimas, zonas de despegue, minerales, riqueza del subsuelo, agua, mano de obra, prácticamente todo lo que da sentido a una nación, se encuentra en manos ya de las corporaciones estadounidenses que representan el verdadero Estado profundo en construcción timoneado desde Washington.

Los responsables directos de la pérdida de la nación mexicana y su entrega son un grupo de tecnócratas corruptos que asaltaron el poder mediante un fraude electoral en 1988 y dilapidaron al país en cada sexenio durante los gobiernos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. El despojo ha sido consumado con el actual gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

¿Cuáles son las empresas trasnacionales petroleras que se benefician de la entrega de la industria petrolera nacional con la mal llamada reforma energética?

En la lista destacan las gigantes Exxon, Chevron, Schlumberger y Halliburton, todas articuladas a las poderosas familias petroleras y militares de los Estados Unidos. Los personajes más visibles de la trama son, ni más ni menos, que los artífices de la doctrina de la guerra preventiva, George W. Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld, quienes iniciaron con las guerras de rapiña sobre Afganistán e Irak, precisamente por el control del petróleo en Medio Oriente y hacer de esa región la principal fuente de abastecimiento de la hiperconcentración del consumo energético mundial centrado en un 25 por ciento en los Estados Unidos.

Exxon y Chevron muestran entusiasmo carroñero, sobre todo por las exploraciones en aguas profundas del Golfo de México, donde en la capa de roca en los territorios binacionales se encontraron ricos yacimientos de oro negro. Mientras que Schlumberger y Halliburton han acaparado en la última década contratos entregados en licitaciones internacionales por un monto de alrededor 2 mil millones de dólares.

Otras de las empresas beneficiadas son Petroleum Corp, Velvet Energy LTD y TLP Energy, dedicadas a la exploración, explotación, mantenimiento y rehabilitación de la industria petrolera y petroquímica en Canadá y Estados Unidos. Se aliaron con Evercore de línea extractiva, primera corporación en obtener en 2012 la licitación para sacar combustible por diez años en el estado de Veracruz, territorio que colinda con el Golfo de México.

Jacobs Engineering Group con sede de Houston, Texas, se ha apoderado de contratos para la construcción de 18 plataformas por un monto de 2 mil 500 millones de dólares.

Otras firmas como Tecpetrol, Norpower, ICA, Sempra Energy, Axis, Ares Management y Temasek promueven adjudicaciones directas en construcción de infraestructura, exploración, petroquímica, energía eléctrica y gas.

Todas estas empresas, gigantes y grandes, cuentan asimismo con el respaldo financiero de los bancos estadounidenses, especialmente de Morgan Stanley, el cual presenta un corte de financiación a largo plazo que prevé inversiones por 50 o 100 a ñ os o más, si la nueva producción energética lo amerita.

También empresas espa ñ olas y británicas como OHL, Repsol, British Petroleum contarán con inversiones menores, pero con grandes dividendos.

Así, la visión imperial monroísta se renueva. Después de la adjudicación del Golfo de México, las corporaciones estadounidenses van tras El Caribe, incluyen en su plan bajo la óptica de la regionalización energética a Cuba y Venezuela, territorios con grandes yacimientos de crudo.
En lo inmediato han lanzado el plan Connect America, un sistema eléctrico hemisférico que buscará la interconexión energética desde la frontera formal entre Estados Unidos y México hasta la Tierra del Fuego.

El mensaje del secretario de Estado, John Kerry, ante la OEA sobre el fin de la doctrina Monroe debe entenderse como el inicio de la doctrina de la Patria Segura (Homeland Defense), bajo la égida estadounidense. ¿Los pueblos del continente americano lo permitirán?

Este artículo se publicó originalmente en RT. Puede verlo en el siguiente link 
http://actualidad.rt.com/blogueros/ricardo-martinez/view/115720-empresas-transnacionales-controlan-petroleo-mexicano
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

El espejismo del TLCAN





Editorial La Jornada

En vísperas de que se cumplan 20 años de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, anticipó que el gobierno de nuestro país, junto con los de Washington y Ottawa, buscará avanzar en una nueva visión estratégica de ese instrumento comercial durante la cumbre de líderes a realizarse en febrero próximo.
Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, dijo que en la coyuntura actual es oportuno replantear y relanzar el TLCAN, el cual ha entrado a una fase de relativo estancamiento.

La insistencia de las autoridades y de la iniciativa privada en la necesidad de reformular el TLCAN obliga a recordar el carácter inequitativo y contrario a los intereses de la nación que tuvo desde sus orígenes ese convenio, el cual constituyó en su momento un espejismo de impulso para nuestro país. Por el contrario, a lo largo de estas dos décadas ese acuerdo comercial tripartito ha tenido gravísimas consecuencias en México para los sectores mayoritarios, ha causado un profundo daño en diversos ramos de la economía nacional –como el sector agrícola y el industrial– y ha debilitado el mercado y la economía internos, a consecuencia de los términos inequitativos en que fue suscrito –el sometimiento de nuestro país a un proceso integracionista profundamente desigual– así como por el cumplimiento irregular de ese instrumento del gobierno de Washington, el cual ha mantenido los subsidios a su sector agrícola y ha tolerado e impulsado prácticas comerciales desleales.

En términos macroeconómicos las cifras son contundentes. Al momento de la firma del TLCAN, la balanza comercial de México con el exterior registraba un superávit de más de 500 millones de dólares; ese mismo balance acusaba un déficit de más de 2 mil millones de dólares al primer semestre de este año. En estos 20 años, las importaciones de granos y oleaginosas pasaron de 8.8 millones de toneladas en 1993 a 29.26 millones en 2012, lo que ha destruido una parte significativa de la infraestructura productiva, ha multiplicado el desempleo agrícola y ha profundizado el abandono de los entornos rurales.

En lo social, la promesa de que el TLCAN aceleraría el ingreso de México al primer mundo se ve desmentida por datos como los recientemente publicados en un reporte del Banco Mundial, según el cual la proporción de mexicanos en pobreza respecto del total de la población es ahora tan alta como hace dos décadas: 52 habitantes de cada 100.

En una circunstancia como la actual, y habida cuenta de la correlación de fuerzas políticas y la ideología del grupo en el poder, es previsible que el anunciado relanzamiento del TLCAN, en caso de concretarse, derivaría en un apuntalamiento de los vicios y del potencial nocivo de ese instrumento. Es de suponer, por ejemplo, que se incorpore a él la apertura del sector energético de nuestro país, derivada de la reforma constitucional recientemente aprobada y promulgada.

Con todo, es pertinente y necesario insistir en que la superación de los rezagos sociales y económicos del país requiere de este gobierno una reformulación profunda de ese instrumento, que corrija las enormes deficiencias estructurales del mismo: la dependencia económica de México respecto a la nación vecina; el abandono de los entornos agrícolas, con la correspondiente pérdida sostenida de soberanía alimentaria, la destrucción de tejidos sociales comunitarios y la dolorosa emigración del agro; el desmantelamiento de la industria nacional, acompañado de contenciones salariales injustificables, y el abaratamiento de la mano de obra nacional con el fin de beneficiar a los capitales trasnacionales.

Petróleo y soberanía: más allá de México



Pedro Salmerón Sanginés

Los partidarios de la reforma energética prianista nos piden que comparemos, que revisemos los benéficos efectos de la operación de dichas compañías en los países que no han cometido la torpeza de echarlas de su territorio, como hizo el general Cárdenas en 1938. De acuerdo, hagamos un poco de historia.

Las grandes compañías petroleras ejercen un poder político y económico inaudito y a escala universal. Tres de esas compañías, la Standard Oil, la Royal Dutch Shell y la Anglo-Iranian, se repartieron el mundo en 1928 y, al parecer, sus herederas continúan ese acuerdo: la Shell mantiene su nombre; la Anglo-Iranian se convirtió en British Petroleum, y complejos procesos de fragmentación y fusión han convertido a la Standard Oil en la ExxonMobil y la Chevron-Texaco.

Estas compañías controlan entre 10 y 15 por ciento de la producción global de crudo, frente a 30 por ciento de las mayores empresas estatales del mundo. Sin embargo, las cuatro gigantescas multinacionales obtienen ganancias muy superiores a las empresas estatales porque se enfocan a la refinación, industrialización y comercialización de derivados del petróleo, negocios mucho más rentables que el de la extracción. En la época en que controlaban la extracción, el petróleo mexicano fue de su propiedad; luego, durante 40 años decidimos con relativa libertad nuestra política petrolera, pero en 1977 hubo un cambio de paradigma que reorientó a Pemex hacia la extracción, lo que, sumado a su descapitalización y sabotaje por los gobiernos neoliberales, hará del negocio petrolero mexicano exactamente lo que necesita el oligopolio mundial: un país exportador de crudo para beneficio de aquellas empresas. Exactamente igual que en el porfiriato.
El oligopolio mundial del petróleo ha financiado golpes de Estado, impuesto monarcas y dictadores e impulsado sus intereses de manera criminal. De una lista muy larga vale recordar el boicot al petróleo mexicano entre 1938 y 1942 (así es: el actual gobierno quiere abrir la puerta a las mismas empresas que hicieron todo lo posible por empujar a sus gobiernos a hacernos la guerra); el bloqueo a Cuba iniciado en 1960 por presiones de la Standard Oil; el golpe de Estado en Uruguay en 1933, que acabó con el intento de control de la refinación de petróleo por el Estado. Este golpe, así como las sucesivas amputaciones de Petrobras, fue precedido por una campaña propagandística orquestada por la Standard Oil y la Shell, cuyo tono y términos son extraordinariamente parecido al que enfilan contra Pemex nuestros gobernantes.

En Argentina el cártel mundial del petróleo financió los golpes militares de 1930, 1943 y 1966, que se dieron con toda oportunidad para evitar leyes que las empresas consideraban nocivas para sus intereses. Y necesitaríamos varios artículos para contar las presiones, mutilaciones y agresiones sistemáticas del oligopolio contra los intentos brasileño y venezolano por controlar y aprovechar en beneficio propio sus riquezas del subsuelo. Además de cuartelazos, la Standard Oil y la Shell provocaron la guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia (1932-1935). Si nos vamos a Medio Oriente la historia es igual de aterradora: guerras, cuartelazos, invasiones y destrucción para que los gobernantes locales se plieguen a los dictados de las cuatro: La gran guerra por la civilización, de Robert Fisk, ilustra con claridad y precisión quiénes están detrás de los genocidios y las catástrofes humanas de Medio Oriente, y por qué las provocan.

Dicen los jilgueros del gobierno que aquí no pasará eso cuando nos entreguemos a las cuatro (o dada su división del mundo, más bien a la ExxonMobil y a la Chevron: la misma Standard Oil que se rebeló contra nuestras leyes en 1927 y 1938), porque serán reguladas y acotadas. Más allá de que jamás nadie ha podido hacer eso (o se les expulsa, o ellas imponen sus reglas), ¿quién las regulará y las acotará?, ¿los mismos que han regulado el monopolio en telefonía y el duopolio televisivo?; ¿los que impiden que nuestro sistema financiero pase por completo a manos extranjeras?, ¿los que acotan y limitan el poder del crimen organizado?, ¿los que estorban que la minería vuelva a ser el negocio más sucio y uno de los más criminales de nuestra historia?

Historia, dirán las derechas entreguistas, esas generosas trasnacionales ya no se portan así. Ideología, dirán, haciendo caso omiso de los hechos. No son verdades, sólo interpretaciones, dirán otra vez mis críticos. Por eso EPN puede mentir impunemente, porque sólo hay una verdad: el dogma de la mano invisible del mercado.

¿Cómo no llamarlos por su nombre, traidores a la patria?

Twitter: @salme_villista

El maíz mexicano, 20 años después


TLCAN, dos décadas

Ana de Ita

El campo mexicano ha cambiado sustancialmente durante los pasados 20 años y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido pieza clave. Uno de los efectos más evidentes es la concentración e integración regional de la producción y los mercados en favor de firmas trasnacionales. El gobierno mexicano eliminó las empresas estatales de regulación que operaban en el sector agropecuario. El vacío que dejó el Estado fue aprovechado por trasnacionales subsidiarias de firmas estadunidenses, muchas de las cuales se vincularon a partir de fusiones o compra de acciones con las empresas mexicanas más fuertes. Sin regulaciones estatales ni protección, muchos de los pequeños productores comerciales y de las unidades campesinas de producción sucumbieron frente a la competencia con las exportaciones que inundaron el mercado doméstico. Los grandes productores empresariales, mejor dotados de tierra, riego, insumos, crédito, e incluso beneficiarios del grueso de los subsidios, aprovecharon las ventajas de la apertura para absorber una mayor porción del mercado interno.

Para México, la producción de maíz fue la piedra de toque en la negociación del tratado. El maíz es el cultivo más importante en cuanto volumen de producción, superficie sembrada y número de productores, además de ser el alimento básico de toda la población, pero no tiene ventajas comparativas frente a la producción de Estados Unidos y Canadá. En 1991 existían 3.1 millones de productores de maíz y, desde el enfoque de los diseñadores de las políticas, la actividad de 85 por ciento de ellos, con predios menores a cinco hectáreas, no sería competitiva; 4.7 millones de hectáreas deberían ser reconvertidas a otro cultivo y se dejarían de producir 7.1 millones de toneladas de maíz en esa superficie. La pequeña producción campesina de maíz debía desaparecer, a pesar de que aportaba más de la mitad de la producción nacional, aunque destinaba la mitad de ella para autoconsumo.
Sin el consenso de la sociedad civil, el gobierno mexicano acordó la liberalización del maíz en el tratado y argumentó haber conseguido una protección extraordinaria por 15 años con aranceles altos y cuotas de importación reducidas. Pero a partir de 1996, el gobierno mexicano realizó dumping contra los productores nacionales de maíz al eliminar unilateralmente la protección acordada, para favorecer a las comercializadoras trasnacionales como Cargill, Archer Daniels Midland, Corn Products International, Arancia, Maseca, Minsa, quienes controlan actualmente el mercado mexicano de maíz. 

La reducción unilateral de los aranceles también fue una concesión a los productores de ganado vacuno, porcino y pollo –crecientemente integrados con sus contrapartes de Estados Unidos– que utilizan el maíz como insumo para la fabricación de alimentos balanceados y piensos.

A pesar de las intenciones gubernamentales, la producción de maíz no sólo se ha mantenido, sino se ha duplicado entre 1989 y 2012 a partir del aumento de los rendimientos, al sobrepasar los 22 millones de toneladas, en una superficie sembrada relativamente constante de más de 7 millones de hectáreas. Sin embargo, sí ha ocurrido una mayor polarización de los productores maiceros. Los productores de riego, que producen con un paquete tecnológico similar al de Estados Unidos, con semillas comerciales, fertilizantes y plaguicidas químicos, y maquinaria agrícola para el cultivo de grandes extensiones, aportan actualmente más de 42 por ciento de la producción de maíz, cuando a finales de los 80 únicamente aportaban 25 por ciento. El volumen de producción de maíz en riego ha aumentado dos y media veces, aunque se concentra en sólo 40 mil unidades de producción. En contraste, la gran mayoría de unidades de producción de temporal, alrededor de 2.6 millones, han perdido importancia a pesar de que aportan todavía 57 por ciento de la producción y aumentaron su volumen en 50 por ciento, durante estos más de 20 años.
Las importaciones de maíz crecieron exponencialmente, alentadas por el gobierno mexicano desde 1996 y actualmente absorben 30 por ciento del consumo nacional de maíz. El grueso de las importaciones son de maíz amarillo destinado a la alimentación de ganado. En 1995 la crisis económica en la ganadería mexicana provocó la destrucción de gran número de explotaciones y la concentración del sector en grandes productores modernizados, integrados horizontal y verticalmente, y vinculados a las principales corporaciones productoras en Estados Unidos. El gobierno mexicano eliminó unilateralmente los aranceles que protegían a los productores nacionales de maíz para dotar al sector pecuario de maíz amarillo importado y barato para que pudiera competir con las importaciones de carne. Las importaciones de maíz sin arancel causaron la caída de los precios del maíz en el mercado interno y llevaron a la ruina a miles de productores. Mientras, las corporaciones pecuarias instaladas en el país, como Smithfield –líder mundial en la producción de puercos y responsable de la fiebre porcina H1N1–, Tyson, Pilgrims Pride y Cargill –en la de pollos–, así como IBP y Tyson –en la de res– aprovechan las ventajas de la falta de regulaciones ambientales y establecen explotaciones intensivas en el país para lanzarse a los mercados asiáticos, además de absorber el crecimiento del consumo interno.

Los maiceros mexicanos, primer eslabón de la cadena, son los perdedores netos del TLCAN, pero también la única posibilidad de soberanía alimentaria.

2014: volver a la izquierda




Alejandro Encinas Rodríguez

Hace unos días, junto a la Fundación Friederich Ebert, convocamos a un diálogo intergeneracional a representantes de la generación emergida del movimiento estudiantil de 1968 y a jóvenes que participan desde temprana edad en la vida partidaria, para discutir sobre la militancia política.

Más allá de las anécdotas a las que dan lugar más de cuatro décadas de transformaciones sustanciales en la vida pública del país y a la enorme brecha entre la militancia clandestina y la persecución política, y el periodo del reconocimiento legal, la participación electoral, el arribo de las izquierdas al parlamento y a los gobiernos locales, junto con el acceso a recursos públicos, hubo en el contexto del debate un reclamo del más joven de los participantes que se resume en una frase lapidaria: “Ustedes son una generación que fracasó”.

A 45 años del 68, ¿qué tan certera puede ser dicha afirmación? Las generaciones de jóvenes que emergieron del movimiento estudiantil y más adelante de la guerra sucia que desató en los años 70 el Estado mexicano para aniquilar cualquier intento de disidencia, se formaron en la confrontación permanente con un régimen político profundamente autoritario, en el que la hegemonía de un partido no reconocía más diversidad que la de pensamientos circundantes en torno a la órbita presidencial, donde el propio sistema creaba y sostenía a sus partidos opositores.

Son generaciones que se forjaron en los más diversos movimientos sociales: en la toma de tierras y la conformación de organizaciones campesinas independientes; la invasión de predios para vivienda o el rescate de los damnificados tras los sismos de 1985 desde el movimiento urbano popular; la lucha contra el charrismo y por la libertad sindical; la democratización de las universidades; la lucha feminista; la libertad de presos políticos, la presentación de desaparecidos y la defensa de los derechos humanos, que obligó, tras la campaña de Valentín Campa por la Presidencia de la República en 1976, a una reforma política con la que inició un proceso de crecimiento y unidad de las izquierdas que condujo a las primeras regidurías y diputaciones de representación proporcional, a gobernar cientos de municipios, diversas entidades del país y a disputar la Presidencia de la República.

Fue un proceso exitoso que alcanzó sus mejores momentos durante la elección presidencial de 1988; la formación del PRD, el desafuero de López Obrador y el fraude electoral del 2006, y que hoy se ha agotado.

La izquierda partidaria se encuentra nuevamente fragmentada, en medio de un desdibujamiento ideológico que confunde sus relaciones con el poder y que establece alianzas con la clase política corrupta a la que se pretendía derrotar. Que se mantiene ajena a las causas sociales, sustituyendo su otrora cercanía por prácticas corporativas. Donde los gobiernos que encabeza confunden su responsabilidad legal con una insana convivencia que no permite diferenciar el proyecto político que se pretende representar; y donde los fuertes liderazgos que le dieron cohesión orgánica han sido sustituidos por grupos de presión que han impuesto un modelo de disciplina partidaria sujeto a la subordinación al dirigente o al grupo, fortaleciendo a una partidocracia que impide el relevo generacional.

Viejos y nuevos problemas que en su conjunto allanaron el camino a la mayor derrota política e ideológica infringida a la izquierda en su historia reciente, como la que representan las contrarreformas constitucionales que desmantelan los derechos sociales de los mexicanos y entregan los recursos naturales de la nación, mientras la derecha consolida una coalición conservadora subordinada al poder económico, cediendo poder y soberanía.

En ese contexto la afirmación respecto al fracaso político de las generaciones emergidas de los años 60 y 70 tiene plena validez, aunque trasciende a éstas. Se trata de una derrota de la izquierda que debe replantear el conjunto de su desempeño. Es momento de que la izquierda vuelva a ser izquierda. En estos 45 años han surgido nuevas generaciones que deben superar esta derrota, que no pueden anclarse en el pasado, deben construir su propia identidad, generar sus propios espacios, asumir sus retos, y eliminar el principal obstáculo para su desarrollo: la existencia de una partidocracia que se niega a renunciar a sus nimios privilegios.

Senador de la República

2013, todos los expedientes abiertos




 Alberto Aziz Nassif

Cada vez que termina un año se puede hacer un recuento. Se podría pensar que cada 365 días se hace sólo un ritual de paso, en el cual únicamente cambia la fecha. Sin embargo, existe una buena cantidad de referentes que se miden de forma anual: desde evaluaciones, balances, presupuestos, procesos económicos y políticos, hasta referentes jurídicos o educativos. El año se llena de personajes, los que murieron o los que destacaron por alguna hazaña deportiva o artística; cada día queda habitado por lo que sucedió. La memoria de los registros ayuda a que nuestros recuerdos no se queden anclados en la percepción subjetiva de lo creemos que pasó.

Este año tuvo singularidades que no estarán presentes en el 2014. Un recuento mínimo nos recuerda el Pacto por México, la expectativa de un intenso periodo de reformas legislativas y el regreso del PRI a Los Pinos. Los desastres en Guerrero enseñaron una vez más los entramados de la corrupción y la construcción social de las tragedias. La violencia llevó a ciertos territorios del país a una crisis, como en Michoacán, donde se intensificó la generación de grupos de autodefensa en contra del crimen organizado. En 2013 metieron a la cárcel a Elba Esther, como el quinazo de este sexenio; al sindicato petrolero lo sacaron del consejo de administración de Pemex, pero las estructuras del SNTE y los privilegios sindicales persisten.

Este año hubo una gran actividad legislativa en el Congreso, pero de las 12 reformas importantes que se procesaron, quedan al menos 11 sin leyes secundarias en las que se establecerá la normatividad, las reglas del juego y los alcances de los cambios. Hemos escuchado en muchas ocasiones que en México no se hacen las reformas necesarias, sino las posibles, las que surgen del consenso entre las fuerzas partidistas. Esa afirmación puede referirse a casi cualquier país democrático en donde hay pluralidad, pero en México queda la sensación de que los resultados hubieran podido ser mejores y que lo posible no satisface las necesidades, quizá porque después de cada cambio se tienen que hacer nuevas reformas para medio dejar las reglas en un nivel aceptable, pero muchas veces quedan peor.

Las cuerdas de la economía tocaron una melodía que fue bajando de volumen casi hasta ser inaudible. Los planes del crecimiento económico quedaron deshechos frente a una realidad que se impuso a la baja. Los cambios fiscales y financieros sólo son promesas que supuestamente anuncian que habrá mejoría, pero la desmesura entre las promesas y su grado de cumplimiento es una brecha creciente, como la que se da entre la realidad y los spots publicitarios que son como la ficción frente a los hechos que pasan todos los días. Los cuentos de los políticos son cada vez menos creíbles. Las cuerdas de la política nos mostraron en este año, como pocas veces, el enorme desencanto democrático que se vive en el país. La desconexión entre la clase política y la ciudadanía muestra signos preocupantes que nos llevan a plantear la problemática como una crisis de representación.

El cierre de 2013 nos enseña que las críticas al país apuntan en tres direcciones complicadas que no han tenido avances: la corrupción que se mueve a lo largo y ancho de todo el territorio, sin que se vea la menor muestra de voluntad política para combatirla. Estuve recientemente en la ciudad de Chihuahua y me llamó la atención que no escuché una sola opinión favorable del gobernador César Duarte, los que no hablaron de su prepotencia insistieron en la gran corrupción de su gobierno y otros lo calificaron como uno de los peores gobernadores que ha tenido la entidad. El problema es que no estamos frente a una excepción, sino a una manera de funcionamiento político que se ha generalizado. Sin duda los otros dos grandes temas son la desigualdad y la inseguridad, como apuntó la OCDE en diversos informes: México termina el año como una de las naciones más inseguras y con peor calidad de vida. Sólo la cifra de homicidios dolosos del primer año de Peña Nieto llega ya a 18 mil 432. También han crecido —preocupantemente— el secuestro y la extorsión. Si a ese panorama le añadimos los datos económicos de un año en que el crecimiento fue de 1.3% del PIB, 60% de la economía ya es informal, además creció la pobreza y el empleo formal se deterioró, nos queda un balance muy negativo del año que termina. Se termina el año con todos los expedientes abiertos…

Investigador del CIESAS

Tanta vida, y jamás...




 Tomás Mojarro

Porque sólo venimos a soñar. Con la desalentada filosofía del rey poeta, y para todos ustedes, mi retablillo anual:

            No es cierto, no es cierto que venimos a vivir sobre la tierra. Si yo nunca muriera…

           Con reflexiones en torno a la fugacidad de la vida que a su hora han formulado poetas de la hondura y reflexión deOmmar Khayyam yJorge Manrique hoy entrego   a todos ustedes, al igual que cada fin de año por estos días, este mi mensaje de principios de año  con la secreta esperanza de que a alguno sea de provecho con la reflexión de lo efímero de festividades como las que en el tiempo han quedado atrás dentro de la fugacidad de una vida que en estampida se nos huye para nunca más. Mis valedores:

El cuerpo aún fatigado después de la celebración navideña y estragado todavía el gaznate por el regusto a festividad y derroche imprudente, y una vez que a regocijos y litros de alegría embotellada se habrán  deseado felicidades y parabienes para el año que estaba ahí nomás, acechando, y que acaba de pegarnos un primer zarpazo que ahora percibimos apenas, ¿me permiten que los invite a frenarnos el tanto de un suspirillo para reflexionar sobre el tiempo que pasa para nunca volver? Por desdicha. Y qué hacer...

 Estamos a la vuelta de un año más; de uno menos, contradictoria la aritmética de nuestro humano existir. Andamos, dos o tres de nosotros, doblando ya el Cabo de Buena Esperanza. Será por eso que, al menos de forma inconsciente, alienta dentro de nosotros la sentencia inmortal de Manrique:

            Nuestras vidas son los ríos – que van a dar a la mar – que es el morir...

          ¿Por qué este ánimo ceniciento, cuando en derredor todo es júbilo, azucarillos y aguardiente? Será, tal vez, porque a algunos se nos quiebra el ánimo, se nos resfría con la certidumbre de que vivimos en el cogollo de lo fugaz, lo finito, lo perecedero; de que existimos en la sustancia misma de nuestra muerte propia y particular, intransferible, a la que vivimos alimentando día a día con el tiempo de nuestro cotidiano existir. Clamor dolorido, Job: Mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor y fenecieron sin esperanza...

          Acá, en el otro polo del mundo, Nezahualcóyotl: ¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra? – No para siempre en la tierra - Sólo un poco aquí – Si yo nunca muriera – Si nunca desapareciera...

          ¿No es verdad que al cabo del año y principios del nuevo tal sentimiento de lo transitorio y una sensación de errabundaje y romería vienen a depositar en la almendra del ánimo un regustillo a ceniza, a terral, a aliento de despedida apenas postergada? Y qué hacer con esta tristura que se nos aposenta aquí,  en lo más blando de la corazonada, por cuestión de este otro año que se nos ha ido para nunca más. Y qué hacer. Mis valedores:

            Hoy, porque los miro correr a lo desalado rumbo a ninguna parte, invoco para ustedes la voz de poetas filósofos que de repente perciben el aletazo del tiempo que pasa para no retornar; voz que es sabiduría quintaesenciada que provoca serenidad y quebranto machihembrados, y un como regustillo a lejanía y desprendimiento del ánimo bien dispuesto en el final de un año más, que a fin de cuentas vino a ser uno menos. Y cierto sabor de amargura en el villancico que entonamos hace apenas  algunas noches:

             La Nochebuena se viene – La Nochebuena se va – y nosotros nos iremos – y no volveremos más...

                        Hoy, con el poeta, “Tanta vida, y jamás”, digo a todos ustedes. En fin. A vivir. Qué más. Qué mejor. (Vale.)

Ni más ni mejores empleos con el tratado comercial


TLCAN, dos décadas
Grupo de ONG realiza un recuento de los daños

Patricia Muñoz Ríos
 Periódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 3

A 20 años de haber sido suscrito el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), éste ha fracasado en cada una de sus promesas. Más comercio y más inversiones no se han traducido en más y mejores empleos para los mexicanos. Por el contrario, en dos décadas se ha registrado ecocidio y la devastación del campo mexicano, la industria nacional está desmantelada, en el país crece el desempleo, la precariedad laboral y bajos salarios y se sigue arrojando a millones de compatriotas a la migración.

Organizaciones no gubernamentales realizaron un recuento de daños de las dos décadas del TLCAN, en el que concluyeron que el sueño norteamericano se convirtió para los mexicanos en pesadilla económica.
Entre las organizaciones que realizaron este análisis se encuentran la Asociación Mexicana de Mujeres Líderes Micro Empresarias; Bia’lii, Asesoría e Investigación; el Centro de Promoción y Educación Profesional Vasco de Quiroga; Colectivo Ciudadano Conciencia Libertaria; Comité 1968 por las Libertades Democráticas y Jóvenes frente al G-20, entre otras.

En un pronunciamiento público que dieron a conocer ayer señalan que sólo con la razón de la fuerza, el fraude, el engaño y el sometimiento a intereses extranjeros se ha podido mantener el TLCAN.
Indicaron que afianzada en más de un millar de reformas constitucionales y modificaciones a leyes y reglamentos nuestro sistema jurídico se adapta a las disposiciones del TLCAN y se ha configurado a la Constitución de nuestro país, como la que arropa a los grandes capitales privados, a quienes se les otorgan plenos derechos, privilegios y garantías para sus inversiones y ganancias pero nulas obligaciones laborales, sociales, ambientales y productivas para con México.

Con este tratado, el país se enganchó a la región de América del Norte, encabezada por Estados Unidos, en la que corporaciones expolian y explotan a los pueblos, y reprodujo el modelo económico que le dictaron desde los organismos financieros mundiales, caracterizado por la polarización y descomposición social, la desarticulación regional y productiva. Una región en la que la militarización y el gasto bélico no tienen comparación en otras latitudes, desde la cual se promueve el gobierno de las corporaciones.


TLCAN, dos décadas
Daños por 40 mil mdd a transportistas

Miriam Posada García
 Periódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 3

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha dejado a los transportistas mexicanos daños por 40 mil millones de dólares, discriminación, la imposibilidad de ampliar su mercado e invertir en Estados Unidos, porque Washington mantiene cerrada su frontera.

El director general de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), José Refugio Muñoz López, dijo que después de 20 años de incumplimiento y de haber recurrido a todas las instancias que el TLCAN establece, los transportistas mexicanos interpusieron una demanda en contra del gobierno estadunidenses por los daños ocasionados al mantener cerrada su frontera, impedirles circular por sus carreteras e inhibir inversiones.

El daño estimado, dijo, es de 40 mil millones de dólares, 2 mil millones por cada año que la frontera ha estado cerrada para las unidades nacionales; sin embargo, las disposiciones en materia de arbitraje establecidas en el propio acuerdo señalan que sólo se pueden reclamar las afectaciones de los pasados tres años, de tal forma que además de todos los agravios los transportistas aspiran a ser indemnizados con sólo 6 mil millones de dólares.

Explicó que la Canacar presentó la demanda en contra del gobierno estadunidense a través de un despacho de aquel país, porque así lo permite el acuerdo comercial. Además de la Canacar demandan en lo individual las empresas nacionales de transporte, y están a la espera de la resolución.

José Refugio Muñoz López dijo que la Canacar optó por esta medida a pesar de que el gobierno mexicano está a la espera de que el Congreso de Estados Unidos resuelva si el Programa Demostrativo de Transporte Transfronterizo dio resultado y existen condiciones para abrir la frontera a los transportistas mexicanos, pero es programa no es representativo porque sólo participan alrededor de 20 empresas con 44 unidades que no reflejan la realidad ni el tamaño del sector mexicano.

Aseguró que si en este momento se abriera la frontera, habría por lo menos mil 200 empresas de transportes dedicadas a la importación y exportación listas para entrar a las carreteras estadunidenses y competir de manera leal con los transportistas de ese país, que han sido los principales opositores a la entrada de los camiones mexicanos.

Muñoz López dijo que el TLCAN consideraba también que los mexicanos pudieran invertir en empresas de transporte en Estados Unidos, al principio el gobierno incumplió también con esa parte del acuerdo. Ahora ya podemos invertir allá, pero si no podemos llevar nuestras unidades a nadie la interesa establecer una empresa en Estados Unidos.

Al cierre de la frontera y las limitaciones para invertir se suma uno de los factores que más mella han hecho en el gremio: la discriminación a la que son sometidos los transportistas mexicanos a quienes se les exige hablar inglés a pesar de que no se internan más allá de la zona comercial de Estados Unidos, presentar documentación, someterse a diversas pruebas y revisiones exhaustivas, además de llevar las unidades impecables.




TLCAN, dos décadas

Reportan que la apertura de Pemex es fruto del tratado

También en EU el empleo sigue siendo tema pendiente


Walmart se consolidó en México después de la firma de TLCANFoto Ap
David Brooks

CorresponsalPeriódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 5
Washington, 30 de diciembre.

La promesa fue de mayor prosperidad y empleo como resultado del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canada, pero 20 años más tarde Estados Unidos tiene el nivel más alto de desigualdad económica en casi un siglo, una de sus capitales industriales acaba de declarar la bancarrota, se han perdido millones de empleos de ingreso medio, hay más hambre y menos movilidad socioeconómica y el propio presidente estadunidense reconoce que la esencia de lo que se llamaba el sueño americano se está anulando.

Aunque las condiciones económicas actuales en este país no se pueden atribuir exclusivamente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es innegable que estas tendencias se aceleraron en los 20 años en que ha estado en vigor el acuerdo, y por ello continúa el gran debate que estalló con la promoción del tratado en este país.

Aquí, los promotores del libre comercio y gran parte de la cúpula política y empresarial señalan como prueba del éxito de su gran experimento la multiplicación del volumen comercial entre México y Estados Unidos a más de 500 mil millones de dólares, como el incremento en inversión estadunidense en México, y repiten que eso ha generado millones de empleos.
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Carla Hills, quien fue representante de Comercio de Estados Unidos y principal negociadora del TLCAN, celebra en el número más reciente de la prestigiosa publicación Foreign Affairs que el acuerdo creó un mercado regional con un valor de 19 billones de dólares, con 470 millones de consumidores y subraya que la Cámara de Comercio calcula que unos 6 millones de empleos estadunidenses dependen del comercio con México. El TLCAN fue el primer acuerdo integral de libre comercio en vincular naciones desarrolladas y en desarrollo, y logró un apertura de mercado más amplio y más profunda que cualquier acuerdo comercial anterior.

A la vez, los promotores consideran que fue a partir del TLCAN que México no sólo abrió sus mercados, sino ocasionó un giro en su política que llevó a mayor democracia y cooperación en asuntos de seguridad nacional. De hecho, dentro de la Casa Blanca, la promoción del acuerdo no se contemplaba sólo como un tratado comercial, sino fue explícitamente considerado una prioridad de seguridad nacional.

Más aún: aquí se reporta que la actual apertura de Pemex y el sector energético mexicano es fruto de tendencias políticas que se fueron promoviendo a partir del TLCAN. El Wall Street Journal, en un editorial, señaló que la ley de energéticos aprobada en México continúa una tendencia que se inició con una serie de presidentes promercado y que continuó con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1993.

Los opositores sostienen que el acuerdo fue nada menos que un experimento peligroso de cúpulas empresariales que estableció no sólo la liberalización comercial, sino también un código de derechos y privilegios supranacionales para la inversión internacional; de hecho, consideran que es más bien un acuerdo de inversión para facilitar el flujo del capital. Afirman que sirvió de marco para políticas económicas internacionales de privatización y desregulación que tienen relación directa con desastres para sectores sociales en el sector manufacturero, pequeños productores agrarios y la crisis ambiental en los tres países.

Según un nuevo informe que resume los resultados del acuerdo a sus 20 años elaborado por Public Citizen, el tratado es causante de la pérdida de un millón de empleos estadunidenses, un déficit comercial estadunidense de 181 mil millones de dólares con sus socios del pacto, la duplicación de la migración desde México, más de 360 millones de dólares en fondos públicos de cada uno de los tres países pagados a empresas por demandas contra regulaciones nacionales o locales, y un mayor nivel de desigualdad económica, entre otras cosas (el informe completo, que incluye efectos en los tres países).

Este mismo debate continúa hoy día con la negociación de más acuerdos comerciales, como la Asociación Transpacífico, que Lori Wallach, de Public Citizen, caracteriza como el TLCAN en esteroides, entre otros. Los críticos advierten que el tratado sigue siendo el marco para la Asociación Transpacífico, como antes para otros acuerdos, incluso para la Organización Mundial de Comercio, todo a pesar de que los daños del TLCAN para las poblaciones están a la vista.




TLCAN, dos décadas
Nueva visión o será obsoleto: Medina Mora
En febrero se reunirán los líderes de México, EU y Canadá

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Jaime Serra Puche, Carla Hills y Michael Wilson (sentados) firmaron en San Antonio el protocolo del acuerdo que acabaría por convertirse en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el 7 de octubre de 1992. Estuvieron presentes Carlos Salinas de Gortari, George Bush y Brian Mulroney, mandatarios de México, Estados Unidos y CanadáFoto Los Pinos

Notimex
 Periódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 2

México, Estados Unidos y Canadá buscarán en la cumbre de líderes de febrero avanzar en una nueva visión estratégica de Norteamérica, al cumplirse el 20 aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseguró el embajador mexicano ante Washington, Eduardo Medina Mora.

El diplomático comentó que la nueva visión debe incorporar sectores que no tenían el mismo peso hace 20 años, como la tecnología de la información, operaciones en red, así como la nueva realidad energética regional y la formación de capital humano.

De lo que ahora se trata es de construir esta visión de gobiernos para que, a través de políticas públicas enfocadas en bajar los costos de transacción y aumentar la competitividad de la región, podamos aprovechar mucho más del potencial que todavía tenemos, afirmó el funcionario en entrevista.

Los presidentes Enrique Peña Nieto, Barack Obama y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, tienen previsto reunirse en la segunda mitad de febrero en algún lugar de México, aún por definir, como parte de los encuentros de líderes de Norteamérica que se realizan desde 2005.

Entre los temas de interés para el gobierno mexicano figuran el crecimiento económico, la competitividad, ciencia y tecnología, así como infraestructura y educación.

Medina Mora, quien asumió el cargo el pasado 14 de enero, dijo que el TLCAN dio pasos a una muy efectiva integración de las cadenas productivas y de valor en manufacturas, y servicios, con énfasis en la industria automotriz y electrónica.

Ahora también involucra el sector aeroespacial y manufactura avanzada en componentes más sofisticados para la industria y también en el diseño e investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos equipos, que empresas como General Electric o 3M realizan en México, destacó.

Medina Mora sostuvo que la lógica de la nueva visión es incrementar las capacidades de los tres países para impulsar los niveles de bienestar y empleo en toda la región.

En el caso de la relación económica México-Estados Unidos, el diplomático comentó que muchos de los avances en los primeros 20 años del TLCAN fueron producto de sus reglas, pero no necesariamente por acciones de los gobiernos, sino de las empresas y agentes económicos.

Ambos gobiernos enfocan ahora sus esfuerzos en construir una visión estratégica compartida respecto del espacio económico común que es Norteamérica, puntualizó.

Medina Mora afirmó que en ese marco se inscribió la visita de Obama a México en mayo, cuando los dos mandatarios acordaron crear un grupo de diálogo de alto nivel y el foro binacional sobre educación e innovación.

Vamos a proteger, preservar y potenciar la relación que tenemos a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y sobre todo que esto se mire como la región compitiendo y comerciando con Asia, explicó.

El embajador hizo notar, por ejemplo, que en la frontera México-Estados Unidos existe un avance importante, pero ciertamente insuficiente respecto de la dimensión y la dinámica del comercio.
Hay mejor infraestructura y mejores sistemas, pero no a la altura del potencial de intercambio comercial, subrayó en alusión al hecho de que por la frontera transitan unos 420 mil millones de dólares de mercancías con costos más altos de lo que deberían ser.

El Banco Norteamericano de Desarrollo (Nadbank) estima que se requiere una inversión de mil millones de dólares anuales durante una década para modernizar la infraestructura de la frontera México-Estados Unidos.
Ex embajador en Gran Bretaña, Medina Mora expresó que México también sigue con atención las negociaciones del acuerdo de inversión y comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, aun cuando no están tan avanzadas como las de la Alianza Transpacífica (TPP).

México y Canadá no sólo estamos atentos a negociaciones con Europa, sino creo que tenemos un papel activo que jugar, como en el sector automotriz que es una actividad integrada de un producto norteamericano, explicó.

En nuestro interés está la preservación de la acumulación de la regla de origen porque uno de las factores fundamentales en nuestra capacidad de mayor comercio y más interacción con Europa es que incorporemos contenido que no sólo es mexicano o canadiense, sino norteamericano.

Aunque Medina Mora aplaudió que la administración de Obama haya aceptado tener consultas permanentes, expresó su expectativa de que México y Canadá puedan incorporarse a esta negociación en el momento oportuno.


Antonio Estrada, tseltal de Bachajón, libre pero "por beneficio de ley"




El pasado día 24 de diciembre salió por fin libre Antonio Estrada Estrada,
 preso político Adherente a la Sexta
Declaración de la Selva Lacandona y ejidatario de San Sebastián Bachajón -en la zona selva centro del estado de Chiapas- municipio de Chilón.
Durante la tarde de hoy hizo su primera comparecencia pública en el Espacio Cultural El Paliacate, en San Cristóbal de Las Casas. Llegó con su abogado, Ricardo Arturo Lagunes, Domingo Pérez Álvaro, autoridad de Bachajón, y compañeros activistas que estuvieron también luchando por su liberación.

Entre abrazos y sonrisas llegó el profesor Alberto Patishtan y su hijo Héctor quienes viajaron desde su comunidad de El Bosque, en Los Altos, para abrazar a otro compañero preso injustamente. A pesar de que la lengua materna de “El Profe” es el tsotsil y Estrada habla tseltal, Patishtan conversó con él en tseltal y se dieron ánimos mutuamente para seguir en la lucha por la justicia y por la liberación de otro preso adherente a "La Sexta", Alejandro Díaz Santis que aún sigue recluido injustamente en el penal número 5 de San Cristóbal de Las Casas.
Santis estuvo presente en este momento de alegría vía telefónica y Estrada consiguió cruzar unas palabras de ánimos para él.

Hace una semana liberaron a Miguel Demeza Jiménez, también adherente a “La Sexta” y del mismo ejido. Con la liberación de ambos, procesados durante el gobierno del anterior gobernador de Chiapas Juan Sabines Guerrero, los ejidatarios adherentes a “La Sexta” ya no tienen compañeros presos, aunque persiste el hostigamiento hacia los que resisten al despojo del territorio que vive la comunidad.

Además, aún no se aclaró quien fueron los autores del asesinato del líder de la organización de ejidatarios de Bachajón adherentes a La Sexta, Juan Vázquez Guzmán ejecutado el 24 de abril de este año.

Detención ilegal

Antonio Estrada fue detenido el 7 de agosto de 2011 cuando salía de su casa. Policías estatales lo detuvieron sin orden de aprehensión ni orden ministerial y según apuntó su abogado, Ricardo Lagunes, “lo detuvieron en base a un señalamiento de la misma gente del partido oficial que vive en su comunidad y que, en otros momentos han participado en acciones violentas como el desalojo del 2 de febrero de 2011 de la caseta de ingreso a Cascadas de Agua Azul”. Una caseta de cobro construida por el gobierno y administrada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

Estrada estuvo desaparecido e incomunicado durante más de 24 horas y fue torturado en las oficinas del ministerio publico. Ahí se le fabricó el delito de asalto y delincuencia organizada y portación de arma de uso exclusivo del ejercito.

El mismo Estrada contó el episodio de su detención durante la conferencia de prensa:
“Soy agricultor y trabajo en el campo y les voy a decir lo que me pasó el agosto de 2011: me detuvo la sectorial, me secuestró, me llevó a Palenque, me torturaron, me golpearon, me torcieron la nariz y me fracturaron la costilla. De ahí me llevaron a Ocosingo y a esto de las 3 de la mañana me fabricaron un delito. Ahí estaba la patrulla de la judicial que supuestamente estaba yo asaltando.

¿y quienes me señalaron? Fueron Francisco Guzmán, ex comisariado ejidal del PRI (Partido Revolucionario Institucional) y Juan Álvaro Moreno y Manuel Jiménez, me señalaron. Porque al siguiente día ellos llegaron a la ministerial a presentarse para acusarme.”

El 8 de agosto lo trasladaron a un tramo de la carretera Ocosingo-Palenque a la altura del banco de grava principal de Bachajón. Ahí, 6 elementos de distintas corporaciones fabricaron la escena del lugar de los hechos e inventaron que lo detuvieron en flagrancia cuando estaba por asaltarlos a ellos como policías. “Eran elementos de la policía especializada de Palenque, estatal y federal los que montaron la escena del supuesto asalto de Estrada con una arma que luego, en el expediente resultó que no tenía ni balas ni cartuchos”, comentó el abogado.

Lagunes definió los hechos como una “farsa jurídica y una simulación”. El costo, para Estrada fue que le dictaran 7 años de injusta prisión por asalto y delincuencia organizada. Al mismo tiempo le obligaron a firmar una declaración ministerial bajo tortura en donde supuestamente confiesa que realizó “este asalto y muchos otros”.

Se trata de una confesión obtenida bajo tortura sin la presencia de un traductor en su lengua materna ni de un defensor publico o particular que conociera su lengua o cultura. El único defensor público que le asignaron le hizo renunciar a todos sus recursos legales: no apeló el auto de formal prisión, ni la sentencia, dejándolo en completa indefensión”, comentó Lagunes.

Libre, pero “por beneficio de ley y en calidad de culpable”

En septiembre de este añoel abogado de Estrada presentó un amparo contra la sentencia de 7 años argumentando estas violaciones a los derechos humanos, la tortura a la que fue sometido y finalmente ahora le dieron su libertad, pero jurídicamente mantiene la calidad de culpable. Sus antecedentes están registrados pero, a diferencia de Miguel Demeza Jiménez, que sale absuelto completamente, a Estrada se le da la libertad mediante un “beneficio de ley” que, según el abogado, “aún no se sabe cual es porque ni siquiera cuando le dan su libertad el 24 de diciembre, le entregan un documento, lo que debería ser una boleta de libertad y ni siquiera le dan una copia.”

Domingo Pérez Álvaro, autoridad de Bachajón, comentó que Estrada y Demeza “fueron presos por venganzas por parte de este grupo que el propio estado ha empoderado para despojar al ejido, de manera ilegal, de sus tierras”

Pérez recalcó que la situación que viven en el ejido sigue siendo de despojo: “los compañeros están libres pero la lucha por la defensa de la tierra sigue y la lucha para que el asesinato de Juan Vázquez Guzmán no siga impune, también”. Tanto Estrada como Pérez exigieron la liberación inmediata del preso indígena inocente Alejando Díaz.

Un mensaje desde El Harlem de Nueva York

Al final de la conferencia de prensa los ejidatarios de Bachajón leyeron una carta enviada por los compañeros del Movimiento por Justicia de El Barrio desde Harlem, Nueva York, en la que celebran “ese gran triunfo fruto de la lucha digna de Juan Vázquez que ya luchó por la libertad de ellos” e insisten en que “ya es hora de que los de arriba comprendan que ni por detenciones arbitrarias podrán derrotarles”.

El Movimiento por Justicia de El Barrio también son adherentes a La Sexta y siguen el caso de Bachajón desde 2011 cuando asesinaron a Juan Vázquez y detuvieron a 117 compañeros y los 5 presos que quedaron, como el mismo Domingo Pérez, Estrada y Demeza.

Fue a través del fallecido Juan Vázquez Guzmán que, Juan Haro, miembro de “El Barrio” de Nueva York recorrió el territorio de Bachajón y las Cascadas de Agua Azul radiografiando la violencia y la represión que sufren los ejidatarios de Bachajón por defender su territorio.
“La semilla de Juan Vázquez seguirá floreciendo aquí en el Barrio, allá en San Sebastián Bachajón y en otros rincones del mundo”, comentaron los compañeros de Nueva York quienes exigieron en su mensaje en forma de carta “una investigación exhaustiva y justa de los autores materiales e intelectuales del asesinato de Juan Vázquez Guzmán y el castigo de los responsables; el respeto de los derechos humanos fundamentales de los pueblos indígenas tzeltales de San Sebastián Bachajón y las garantías para su seguridad e integridad”. También en su carta se suman a la exigencia por la liberación de Alejandro Díaz Santis.

Blog de la autora: http://martamoli.wordpress.com/


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.