1/03/2014

Los periodistas pal café . .



La esencia de la reforma energética (RE) consiste en dos modificaciones al texto del artículo 27 constitucional (CPEUM). Este cambio esencial se complementa con reformas a los artículos 25 y 28 de la CPEUM y, repitiendo una práctica legislativa mañosa que se ha acentuado en los últimos gobiernos, mediante 21 artículos transitorios de los cuales 19 son sustantivos y adelantan mucho de lo que debería corresponder a la legislación secundaria. La reforma a la CPEUM propiamente dicha (es decir, sin los transitorios) trata de mantener la retórica nacionalista de la redacción originaria (de 1917) como en la frase con la que inicia el párrafo sexto reformado en diciembre de 2013: “En los casos a que se refieren los dos párrafos anteriores, el dominio de la Nación es inalienable e imprescriptible…”, que es idéntico al texto de 1917. Comparando el texto del párrafo sexto del artículo 27 vigente con el que estaba vigente en febrero de 2013 (es decir, antes de las reformas peñistas), resaltan dos cambios fundamentales: a) En el párrafo sexto se suprimieron las palabras en cursivas de la frase “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones…”. El grueso de esta frase, salvo la inclusión de o materiales radioactivos [que se añadió posteriormente pues la utilidad energética de los materiales radiactivos es posterior a la segunda guerra mundial], corresponde a la reforma a este párrafo realizada durante el gobierno de Lázaro Cárdenas (promulgada el 9 de noviembre de 1940) después de la expropiación petrolera de 1938. En el texto hoy vigente del párrafo sexto la frase sólo dice: Tratándose de minerales radiactivos no se otorgarán concesiones. Pero la RE añade un párrafo séptimo que restaura completa la frase de la reforma de Lázaro Cárdenas para añadirle dos frases que muestran que la tesis dura no se otorgarán concesiones se le puede dar la vuelta usando otras palabras que, aunque impliquen lo mismo, permiten sostener al PRIAN que se ha respetado escrupulosamente la reforma cardenista. La materia del petróleo queda, entonces, así en el nuevo párrafo sexto:
Tratándose del petróleo y de los hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos, en el subsuelo, la propiedad de la Nación es inalienable e imprescriptible y no se otorgarán concesiones. Con el propósito de obtener ingresos para el Estado que contribuyan al desarrollo de largo plazo de la Nación, ésta llevará a cabo las actividades de exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de contratos con éstas o con particulares, en los términos de la Ley Reglamentaria. Para cumplir con el objeto de dichas asignaciones o contratos las empresas productivas del Estado podrán contratar con particulares. En cualquier caso, los hidrocarburos en el subsuelo son propiedad de la Nación y así deberá afirmarse en las asignaciones o contratos.
Este párrafo tiene varias cosas extrañas: la primera es la frase con el propósito que pareciera equivalente a la justificación de la apertura al capital privado de todo lo relacionado con el petróleo, pero ese propósito se reduce a la obtención de ingresos para el Estado, aunque inmediatamente se le quiera dar más vuelo relacionándola con el desarrollo a largo plazo de la Nación que, como argumenté en la entrega anterior (27/12/13), es justamente lo que la privatización impide, al propiciar la atrofia de las capacidades empresariales y tecnológicas de la nación. Entonces ¿por qué esta obtención de ingresos que en los transitorios suenan ya a obsesión, redactada como maximizar los ingresos ‘de la Nación’ (por ejemplo, en los dos párrafos del transitorio cuarto) siempre asegurando que en las frases se use explícitamente la palabra ingresos? Al margen de volver sobre el asunto, adelanto que muy probablemente se trata de inocular, en el texto de la RE, lo que creen que es la vacuna contra el artículo 35 de la propia CPEUM, que establece los derechos del ciudadano y que, en su fracción VIII (adicionada como parte de las reformas estructurales peñistas en agosto de 2013), y que instituye el derecho de votar en las consultas populares sobre temas de trascendencia nacional. Pero se insertan las siguientes exclusiones de lo que se puede votar en ellas: No podrán ser objeto de consulta popular la restricción de los derechos humanos reconocidos por esta Constitución; los principios consagrados en el artículo 40 de la misma; la materia electoral; los ingresos y gastos del Estado; la seguridad nacional y la organización, funcionamiento y disciplina de la Fuerza Armada permanente. La consulta popular es, como acertadamente señala Jorge Eduardo Navarrete en La Jornada de ayer, una amenaza real para la RE porque, entre otras cosas, señala que Cuando la participación total corresponda, al menos, al cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, el resultado será vinculatorio para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y para las autoridades competentes. Es decir, si se somete a consulta popular la RE y participan 40 por ciento o más de los votantes potenciales, y la gente vota mayoritariamente en contra de la RE, la reforma constitucional tendría que abrogarse. Como hipótesis, y basado también en algunas declaraciones de legisladores del PRIAN en los meses precedentes, la inclusión de la palabra ingresos en el párrafo séptimo del artículo 27 constitucional y su repetición en otras partes de la RE obedece a este intento de vacunar la RE contra la consulta popular. Naturalmente, bastaría invocar el nombre del decreto con el cual se promulga la RE para echar abajo tal intento: Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Energía, mostrando así que los ingresos y gastos del Estado no son su materia.
En materia de electricidad, la frase modificada del párrafo sexto del artículo 27 había sido establecida en la reforma que nacionalizó la electricidad durante el gobierno de López Mateos (29/12/60) y rezaba así (sin cambio, durante 53 años): Corresponde exclusivamente a la Nación generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines. En la nueva versión ya no hay exclusividad de la nación en la generación, conducción y transformación: Corresponde exclusivamente a la Nación la planeación y el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica; en estas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes, mismas que determinarán la forma en que los particulares podrán participar en las demás actividades de la industria eléctrica. La gráfica muestra que, a partir de la privatización de facto en el panismo se empieza a estancar la generación eléctrica total; en cambio, después de la nacionalización, en 1960, creció aceleradamente.
julioboltvinik.org



En la ya larga cuan triste historia de tres décadas de privatizaciones fallidas, ayer mordió el polvo otra empresa creada y financiada por el Estado mexicano, la cual, tras ser administrada por eficientes empresarios nacionales, terminó donde ya parece normal que lo hagan las no pocas ex paraestatales ofrecidas en la venta de garaje del neoliberalismo a la mexicana, es decir, extranjerizada (cualquier similitud con lo registrado en la banca que opera en el país no es mera coincidencia).
Se trata del consorcio Satmex (Satélites Mexicanos), puesto en marcha en el sexenio de Miguel de la Madrid (1985) y privatizado (cambios constitucionales de por medio, de sector estratégico a prioritario, es decir el mismo truco aplicado ahora a petróleo y electricidad) en el de Ernesto Zedillo (1997). Lo mejor del caso es que cuando esto último se hizo público, el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán (hoy, como tantos otros ex funcionarios, al servicio de las trasnacionales energéticas), aseguró que su privatización garantizaba una nueva era de inversión, competitividad a nivel internacional, rentabilidad económica y social, calidad y eficiencia operativa para que el sector se consolide como factor primordial del desarrollo nacional.
Desde luego que sucedió todo lo contrario, y, gracias a Zedillo y socios, Satmex (que reportaba números negros en sus finanzas) quedó en manos de Loral Space (quebró en 2003) y de la familia Autrey, históricamente dedicada a los negocios farmacéuticos en México (también compró, en tiempos de Salinas, Multibanco Comermex, rescatado por el Fobaproa y extranjerizado poco después –ahora es canadiense–, y Altos Hornos de México, junto con Alonso Ancira, uno de los nefastos barones de la minería) y que nada sabía de los menesteres satelitales (ni bancarios ni siderúrgicos). No obstante, el gobierno zedillista le entregó la tienda y concesiones por 20 años, renovables, obviamente.
De Satmex el gobierno federal conservó un paquete minoritario (25 por ciento, sin derecho a voto, que terminó vendiendo en 2011, cuando un fondo de inversión –Holdsat– metió la mano en el negocio; apenas le dieron 6.25 millones de dólares por sus acciones) y tuvo la gentileza de prestar dinero a los nuevos propietarios privados para que éstos compraran la ex paraestatal, de tal suerte que, como por arte divino, la autoridad reguladora se transformó en la Santísima Trinidad: vendedor, deudor-acreedor y copropietario de la misma empresa que privatizó. Una maravilla, pues.
Pues bien, luego de varios intentos fallidos, ayer finalmente la noticia llegó de París: Eutelsat (con sede en la capital francesa y originalmente propiedad pública) anuncia el cierre de la transacción para adquirir el 100 por ciento del capital social de Satélites Mexicanos, Satmex. La transacción asciende a 831 millones de dólares (la deuda de la otrora empresa del Estado no era menor a 800 millones de billetes verdes), y las necesidades de financiamiento con relación a esta compra están cubiertas con la emisión, el 13 de diciembre 2013, de bonos senior por un total de 930 millones de euros. Las posiciones orbitales estratégicas de Satmex se ampliarán en 2015 con dos satélites de alto rendimiento. Hasta allí el comunicado del nuevo dueño europeo. Lo mejor del caso es que por medio de Satmex el gobierno mexicano transmite información de seguridad nacional, incluida la militar. Tal vez por eso no se queja de espionaje, toda vez que él mismo se pone de pechito.
En una de sus últimas comparecencias ante los diputados (2006), el secretario de Comunicaciones y Transportes de Vicente Fox, Pedro Cerisola, detalló lo siguiente: “cuando nosotros empezamos la administración había un operador satelital, que era un monopolio y que además estaba quebrado, que es Satélites Mexicanos. ¿Por qué estaba quebrado Satmex? Por una privatización tremendamente mal ejecutada, sobre todo por los privados… el gobierno se quedó con 25 por ciento (porción de la que se deshizo en 2011) y vendió 75 por ciento, y ese 25 por ciento, al contener deuda, para poder comprar Satmex y haberse dado en garantía el 100 por ciento de las acciones de la empresa, generó que hubiera lo que se llama un menoscabo para el gobierno”.
En junio de 1985 Miguel de la Madrid celebraba que México cuenta ya con un sistema propio de satélites, con los que se recibirán y trasmitirán señales a todo el territorio nacional. Se trataba del Sistema Morelos. Como inquilino de los Pinos Carlos Salinas de Gortari garantizaba que es irreversible la propiedad (del Estado) sobre comunicación vía satélite y lanzaba sus satélites Solidaridad. Pero a Zedillo le resultó más atractivo privatizar toda la red, con todo y paraestatal que la administraba. Pasó el tiempo y sucedió lo que era más que obvio: los nuevos propietarios tronaron la empresa, la endeudaron hasta la coronilla, la quebraron y (¡sorpresa!) la extranjerizaron.
El truco zedillista (igualmente utilizado en su momento por De la Madrid, Salinas, Fox, Calderón y, ahora, Peña Nieto) fue reclasificar al sector satelital mexicano: en términos constitucionales ya no sería estratégico (sólo participación del Estado), sino prioritario (al que le mete la mano el que pueda y tenga los amigos necesarios). Por este caminito pasaron todos los sectores económicos, incluidos, a raíz de la reciente reforma, el energético, porque dicen en Los Pinos que petróleo y electricidad no son estratégicos para el país (es de suponer que hablan de México, porque para los gringos es más que estratégico).
En fin, otra ex paraestatal que muerde el polvo, en el entendido de que el segundo acto de la privatización es la extranjerización. Ahora una empresa francesa administrará los satélites mexicanos. Y en lista de espera, petróleo y electricidad, estratégicos en todo el mundo, menos para el gobierno mexicano. Como diría (1997) Carlos Ruiz Sacristán, quedó claro que, como tantas otras, la venta de Satmex fue para iniciar una nueva era de inversión, competitividad a nivel internacional, rentabilidad económica y social, calidad y eficiencia operativa para que el sector se consolide como factor primordial del desarrollo nacional. Sí, Chucha.
Las rebanadas del pastel
¿De plano no existe una empresa mexicana que instale escaleras eléctricas?, porque el director del STC-Metro, Joel Ortega, anunció que destinará 244.5 millones de pesos para que la japonesa Mitsubishi instale 62 de ellas en las líneas 1, 2, 3 y 7. ¿No hay una mexicana que lo haga? ¿Dejaron alguna? Y el dinero saldrá del reciente aumento a la tarifa del Metro.
Twitter: @cafevega



Para Guerrero, 2013 fue un año lleno de dificultades. Éstas comenzaron en enero, con el levantamiento de las autodefensas armadas en Ayutla, y con ello lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos calificó de doble discurso del gobierno del estado, al apoyar incluso con dinero a las autodefensas y por otra parte dividir a la Policía Comunitaria.
En sólo este año, el gobierno estatal ha detenido a 42 integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC)-Policía Comunitaria, que opera desde hace 17 años en la Montaña con aval de la ley 701, aprobada al inicio del gobierno de Ángel Aguirre.
No obstante, entre los detenidos se encuentran tres de sus dirigentes, Nestora Salgado, Gonzalo Molina y Arturo Campos, de la casa de justicia de El Paraíso.
En el año que terminó, 13 luchadores sociales fueron asesinados; cuatro eran dirigentes de organizaciones con amplia trayectoria de activismo: Arturo Hernández Cardona, de la Unión campesina Emiliano zapata (UCEZ); Raymundo Velázquez, de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (Larsez); Rocío Mesino, lideresa de la Organización campesina de la Sierra del Sur (OCSS), y Luis Olivares, de la Coalición de Productores de Costa Grande.



A propósito del 20 aniversario del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, al revisar una misiva dirigida al subcomandante Marcos, publicada en este espacio en 2006, Del EZLN al Vive Latino (http://bit.ly/1dXxDYv y http://bit.ly/19DzvZt, en realidad, un recuento del rock en México de 1994 a 2006), quien escribe notó con alegría su vigencia, y que reúne instantes que ayudan a entender la actual escena. Sólo que la cuenta en dicho texto se detuvo en los tiempos de la red social Myspace (hoy prácticamente en desuso), y en esos días en que los foros agendaban con mayor soltura a bandas emergentes, a diferencia de lo que hoy sucede, tema sobre el que quisiera abundar, a manera de propuesta.
Con la expansión casi absoluta de la música digital como forma de difusión e intercambio, la remuneración al artista por venta de sus grabaciones se redujo al mínimo, de modo que, como se ha documentado en este apartado (http://bit.ly/1drMKLr), el músico hoy tiene más oportunidad de obtener un sustento por actuar en vivo, que por la venta de su música. De hecho, esa venta o incluso la descarga gratuita, sirve sobre todo para promover la asistencia a los shows.



 Apropósito del 20 aniversario del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, al revisar una misiva dirigida al subcomandante Marcos, publicada en este espacio en 2006, Del EZLN al Vive Latino (http://bit.ly/1dXxDYv y http://bit.ly/19DzvZt, en realidad, un recuento del rock en México de 1994 a 2006), quien escribe notó con alegría su vigencia, y que reúne instantes que ayudan a entender la actual escena. Sólo que la cuenta en dicho texto se detuvo en los tiempos de la red social Myspace (hoy prácticamente en desuso), y en esos días en que los foros agendaban con mayor soltura a bandas emergentes, a diferencia de lo que hoy sucede, tema sobre el que quisiera abundar, a manera de propuesta.
Con la expansión casi absoluta de la música digital como forma de difusión e intercambio, la remuneración al artista por venta de sus grabaciones se redujo al mínimo, de modo que, como se ha documentado en este apartado (http://bit.ly/1drMKLr), el músico hoy tiene más oportunidad de obtener un sustento por actuar en vivo, que por la venta de su música. De hecho, esa venta o incluso la descarga gratuita, sirve sobre todo para promover la asistencia a los shows.




En el contexto del 20 aniversario del alzamiento indígena chiapaneco de 1994, el comisionado gubernamental para el Diálogo con los Pueblos Indígenas, Jaime Martínez Veloz, reconoció, en una entrevista reproducida hoy en estas páginas, que la pobreza que aún afecta a los pueblos indígenas del país es la expresión del fracaso de una estrategia de política pública de Estado, y consideró injusto atribuir al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) los niveles de marginación que prevalecen en Chiapas, como han pretendido hacerlo algunas voces oficiosas. Así, el funcionario hizo frente a una idea de moda en los foros de opinión afines al gobierno: si las comunidades zapatistas siguen siendo pobres, la culpa es de ellas. Por lo demás, Martínez Veloz dijo que es necesario abordar el conflicto en Chiapas y la problemática de los pueblos indios en general desde una óptica diferente, y confirmó que la administración de Enrique Peña Nieto prepara una iniciativa de reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígena.

Destacan cualidades de Manuela Garín
Seguramente muchas personas agradecemos la publicación en La Jornada de la entrevista a Mane, Manuela Garín Pinillos, que nos hace presente su fructífera y longeva vida, en la que ha ejercido las mayores virtudes que un ser humano puede tener y entregar a otros. Quienes hemos tenido la oportunidad de conocerla, como se dice, hemos recibido de tan gran mujer toda clase de beneficios y nos complacemos en exaltar su calidad humana.


Durante 20 años, desde su levantamiento armado en 1994, los zapatistas han hecho una de las cosas más difíciles que puede acometer el ser humano: han dejado de ser siervos, han dejado de obedecer las causas de otros, se han empeñado en construir y defender su propia forma de vida y de gobierno. Y es por eso que, para muchos, resultan molestos o incómodos, y los tres niveles de gobierno pretenden destruirlos de muchas formas y con todos los recursos a su alcance. No lo van a lograr.

Las observaciones de los estudiosos y las impresiones de la gente común parecen coincidir: la incertidumbre se ha convertido en una característica esencial de la modernidad. Desde el mercado hasta la vida emocional, todo está edificado en la inseguridad y el riesgo. El amor no es ninguna excepción. Ulrich Beck, en su nuevo libro: Amor a distancia (2012), coescrito con su esposa Elisabeth Beck-Gernshei, ofrece una interpretación sociológica de estos cambios analizando el papel de las nuevas tecnologías, Internet y procesos globales como la migración en la conformación de nuevos modelos del amor, la familia o la maternidad (y su mercantilización). La disolución de las viejas instituciones y barreras legales, políticas y sociales (la modernidad reflexiva) ofrece oportunidades de emancipación (p.ej. el caso de las mujeres-migrantes, que dejan sus entornos conservadores), pero trae nuevas angustias: ayer cuidar de alguien significaba estar cerca; hoy es estar lejos, mandando remesas. Aunque todo coincide con lo que observamos o vivimos, el problema con Beck es el mismo de siempre: la apenas vaga presencia del capitalismo en su análisis (aquí solo bajo el ambiguo avatar del capitalismo global) y relegación de todo a los cambios culturales acelerados por la globalización. Esto y la falta de más análisis político impiden ver los mecanismos y paradojas de transformaciones en cuestión. Bien dice David Harvey que nadie ha hecho más para minar la familia tradicional que Reagan con su revolución neoliberal (orquestada por los círculos conservadores que decían defenderla) que la reconfiguró según las nuevas necesidades del capital y el mercado laboral. El patriarcado no era sólo una firme base social y cultural, sino un necesario mecanismo económico, igual que hoy las familias multicontinentales de las que habla Beck (que ni siquiera menciona al neoliberalismo).

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