7/28/2023
El salario mínimo 30 veces menor al del presidente y 60 veces menor al de otros magnates
Estrategia o desesperación del FAO
Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
La orquestación de una decena de columnistas y editores vinculados a Carlos Salinas de Gortari –rebautizado por Porfirio Muñoz Ledo como Homúnculo criminoide– para responsabilizar al presidente Andrés Manuel de un hipotético magnicidio en contra de Xóchitl Gálvez, la inflada precandidata presidencial que no levanta vuelo por más ruido mediático que se le invierte y desfiguros que hace–, provocó que en dos mañaneras fuera desmontada lo que parecía una estrategia desesperada, “producto de un coraje exacerbado, en virtud de que no han podido detener la transformación”, como explicó el destinatario de Palacio que la denomina campaña negra.
Está por verse el alcance verdadero de los textos de los desprestigiados y veteranos mercenarios del comentario, mas no pueden medirse sólo porque “son cinco”, como asegura Ciro Gómez, porque sería tanto como asegurar que el condenable atentado de que fue víctima no importa mucho porque salió ileso o debido a que se trata de un caso entre un centenar de famosos. Por supuesto que no, ¿verdad Ciro? Personaje de Imagen Televisión que hace poco exigió desde su noticiero a Obrador resultados de la investigación ministerial, como si la Fiscalía General y el Poder Judicial capitalinos fueran simples floreros y la división de poderes ilusión óptica. Adoran al gran Tlatoani cuando les conviene política y mercantilmente.
López Obrador no ahorró adjetivos calificativos que también describen: “Es muy sucia, muy perversa, muy inhumana, muy autoritaria, fascista, de mucha maldad”. Y lanzó la interrogante: “¿Por qué esa actitud golpista, de mala fe, inmoral? No tiene nada que ver con la ética”.
Más vale exagerar que quedarse corto en estos casos tan delicados por sus implicaciones, por la tentación del Frente Amplio Opositor –que no acaba ni logra mostrar la amplitud– de que forme parte de su estrategia para junio de 2024, como lo prefiguró Marko Cortés al secundar a los columnistas involucrados, pero no tanto como para abusar del concepto fascista. Por cierto, basta de censura a Vicente Fox, los mexicanos tienen derecho a escucharlo y leerlo con todo y sus hilarantes errores y tonterías.
En la percepción presidencial no existe reciprocidad de lo que llama conservadurismo o derecha –indispensable el plural porque son varias las que no forman parte del FAO–, ya que siempre enfrenta a sus adversarios en buena lid, “si llegué hasta acá es porque conservé inalterables mis principios, no llegué dejando en el camino trozos de dignidad”. Sólo que en la lucha por el poder político o partes de él, no es dable que los medios guarden afinidad con los fines que se persiguen, como lo muestran siglos de práctica política del viejo y el nuevo conservadurismos, pero también de porciones importantes de sus opuestos.
La estimación de que lo tenían como bandera porque “pensaban que no íbamos a poder, pero como se les está cayendo, pues ahora estoy viendo ya una campaña, estoy sintiendo una campaña muy sucia”, es para tomarse en cuenta, sobre todo cuando las más recientes encuestas de Covarrubias y Asociados y De las Heras Demotecnia, de las que se ocupó, El País (España), que se distingue por su espíritu híper critico a la 4T, revelan que son 30 los puntos porcentuales por los que supera Claudia Sheinbaum a la indígena de las Lomas. Y lo que es peor, que cualquiera de los seis aspirantes obradoristas la derrotarían en las urnas.
El panorama y su previsible evolución no favorecen en lo más mínimo a los partidos y organismos liderados por Claudio X. González Guajardo, en representación de buena parte de la plutocracia mexicana.
Acuse de recibo
El tono amistoso con los adversarios, el de los besos tronados, el paz y amor, y “¡Serenos, morenos!” que utilizó el miércoles 26 el tabasqueño de Tepetitán desde Palacio Nacional, despareció al día siguiente con todo y los obligados matices o por lo menos “con sus honrosas excepciones”, al meter en el mismo saco a “todas” las organizaciones no gubernamentales, los ambientalistas, los organismos de la sociedad civil y del movimiento social. En el mismo costal de la dependencia y alineación con la mafia del poder… Los reporteros trabajan para un medio como asalariados o por honorarios y, por ello, Reforma o El Universal no es “tu periódico”, como repitió AMLO a la reportera de Reforma… Brújula Metropolitana recomienda este enlace sobre el último desfalco en la Universidad Nacional que mal administra el demasiado gris rector Enrique Graue: https://contralinea.com.mx/wp-
http://www.forumenlinea.com/
Prensa México viernes 28 de julio de 2023
LA JORNADA
7/27/2023
Querer otro Colosio
Esta semana, cuatro destacados comunicadores del grupo de Claudio X. González hablaron del asesinato de su candidata a la Presidencia, la Senadora Gálvez. Fueron Beatriz Pagés, exdiputada del PRI y oradora de las marchas del INE No Se Toca; Raymundo Riva Palacio, de El Financiero; Ricardo Alemán en La Silla Rota, y Joaquín López-Dóriga. Una característica de los atentados contra los poderosos es que, por lo general, nadie los avisa, no salen antes en los periódicos y en la radio. Pero estos cuatro usaron ese último recurso ante el desplome de la candidatura de la Senadora del conflicto de interés. Esta columna trata de explicar por qué le desean la muerte violenta a su propia candidata.
Antes de pasar a los dichos de estos cuatro propagandistas de la involución, me gustaría hablar un poco del asunto Colosio. Como ustedes saben y recuerdan quizás vívidamente, el 23 de marzo de 1994, se asesinó a Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI para suceder a Carlos Salinas de Gortari en la Presidencia de la República. A pesar de que sufrió dos entradas de bala, las distintas fiscalías especiales concluyeron en que sólo un hombre, Mario Aburto, al que se le inventó una locura muy particular en la que él se concebía como un Caballero Águila azteca, era el único responsable. No había dos balas, una en la sien derecha, otra en el abdomen izquierdo, sino que el mismo cuerpo de Colosio había dado una voltereta para recibir los dos impactos. Cuando, con Miguel Montes como Fiscal, se simuló investigar la posibilidad de una conspiración para matarlo se estudió un complot dentro del propio mitin en Lomas Taurinas, Tijuana, y no afuera de ese mitin en la vida política nacional. Así, simularon que era dentro del mitin y no afuera donde estaba la respuesta de una supuesta conjura y se quiso ver a personas que lo detenían, jalaban, se tiraban a sus pies, le gritaban advertencias. Tuvimos “el clavadista” y “el lentes”, una supuesta señora que gritaba: “Lo van a matar”, en vez de: “Y en el hogar”. Los fiscales volvieron al asesino solitario y Mario Aburto sigue purgando su condena. El punto del homicidio de Colosio y esta nueva deseo-premonición de los comunicadores del viejo régimen, es su efecto: el PRI, que ya había perdido seis años antes contra el movimiento cardenista del Frente Democrático Nacional y había tenido que ordenar un fraude de carnicero, logró obtener el 48 por ciento de los votos con una campaña que no se hizo con el rostro del candidato sustituto, Ernesto Zedillo, sino con moños negros de luto. El miedo a la violencia había sostenido, por última vez, al PRI. Un crimen del que sólo tenemos la misma imagen de espaldas con una pistola apareciendo de la nada, había hecho ganar una vez más al PRI, su última vez ininterrumpida, hasta su regreso del brazo de las televisoras y Enrique Peña Nieto. Lo que hizo el grupo que llevó a cabo el homicidio de Colosio fue generar terror ante un Gobierno que, para ganar, era capaz de asesinar a su propio competidor. Los electores reaccionaron ante la enormidad del desajuste votando casi como un conjuro para apaciguar a la bestia priista.
La aventura de López-Dóriga, Riva Palacio, Alemán y Pagés se explica de esta forma. Su candidata, la Senadora Gálvez, venía de una semana negra donde ella misma declaró su intención de disolver la seguridad social a favor de que cada empleado del Gobierno comprara un seguro médico. En Chihuahua, a pregunta expresa, la candidata del PRIAN dijo: “Mira, yo realmente creo que es un tema que hay que estudiar. El tema de seguros de gastos médicos creo que lo deben de pagar los empleados. Si podrías hacer un paquete de funcionarios a un precio muy competitivo”. Por ejemplo, mi seguro que yo pago pues pago como 130 mil pesos mensuales, que por cierto lo he pagado siempre, estando fuera del Gobierno porque para mí es muy importante la antigüedad de mi seguro”. Pero si ese seguro lo contratara en un paquete de 300 mil empleados, pues a lo mejor podría costar 70 mil pesos. Entonces a lo mejor el Gobierno podría licitar ese paquete de seguro para todos, pero que lo pagaran los empleados y lo podría licitar a un precio mucho más competitivo del que hoy pagamos de manera privada. Esa parte creo que se podría hacer que sería muy factible para los empleados, pero lo que ya no está para el erario no puede volver. O sea, creo que sí es importante pues que cada quien pague su seguro, así como yo pago mi gasolina, como pago mi automóvil”. La declaración la sumió en la penumbra porque trata, al igual que sus patrocinadores neoliberales, la salud como una mercancía, como la gasolina para un automóvil, justo uno de las ruinas que se asomaron cuando tuvimos que enfrentar la pandemia de COVID-19: el sistema de salud público desmontado a favor de las aseguradoras, los privados, los consultorios privados adyacentes a las farmacias, la falta de doctores y enfermeras porque las universidades rechazan al 90 por ciento de quienes quieren estudiar esas profesiones.
Pero unos días más tarde, su principal palero, el expresidente Vicente Fox, se aventó dos declaraciones funestas para cualquier candidato que no quiera hacer el ridículo en las elecciones de 2024. Fox dijo en una entrevista en Latinus: “ “Los huevones no caben en el Gobierno y tampoco en el país; ya se acabó que estén recibiendo programas sociales. ‘A trabajar, cabrones’, como dice Xóchitl”. Fox pasó a insultar en una sola frase al 71 por ciento de los hogares mexicanos que reciben uno de los programas sociales constitucionales de la 4T. Fox pasó en una sola frase a quitarles la nacionalidad mexicana o, al menos, a no considerarlos dignos de vivir en México a 25 millones de personas. Fox pasó, en una sola frase, a equiparar el recibir un derecho constitucional a ser perezosos, cuando, quizás él no lo sepa, las becas, los apoyos, no son como eran las pensiones a los expresidentes, es decir, que se les daban sólo por existir, sino que están condicionadas a estudiar, a capacitarse o a trabajar. No existe un programa en el que los beneficiarios no hayan ya trabajado, como los adultos mayores, o estén trabajando y estudiando. La economista Viridiana Ríos analizó a los llamados “parásitos” por Vicente Fox y encontró que los beneficiarios trabajan las mismas horas que los que no reciben apoyos, es decir, entre 36 y 52 horas semanales. Pero lo interesante es que tomó al segmento que trabajo hasta extenuarse, el que lo hace 76 horas, es decir, el doble del promedio, y encontró que esos son los que reciben más apoyos de los programas sociales. Concluye la economista: “El 10 por ciento más rico recibe 174 por ciento más dinero regalado que el 10 por ciento más pobre”. Pero, además de humillarse a sí mismo, Vicente Fox logró hundir también a su candidata. Pero no terminó con ella en esa entrevista de Latinus. Por deseo propio de ayudar, tuiteó en su cuenta Vicente Fox: “Sheinbaum es judía búlgara, Ebrard es fifí francés, Noroña es extraterrestre, y Adán Augusto de Transilvania. Xóchitl es la única mexicana”. A su manera, Fox quiso abarcar un tema que está latente en la derecha del PRIAN: la xenofobia. Han dado muestras de ella al protestar contra la implantación de los programas de siembra de árboles y de capacitación de jóvenes en Guatemala, Honduras y El Salvador para despresurizar las olas migratorias. Las senadoras de Acción Nacional han dicho que se le da el dinero de los mexicanos a los “extranjeros”. Dijeron lo mismo cuando se contrató a los médicos cubanos para atender poblaciones marginadas. Dijeron lo mismo cuando se rescató a Evo Morales de una muerte segura durante el golpe de Estado en su contra en Bolivia. Les preocupaba mucho cuánto ganaban los salvadoremos o los médicos cubanos o qué comía Evo. La xenofobia ha estado ahí y es Fox el que, a su pedestre manera, trata de articularla en un discurso vagamente “nacionalista”, que recordó la mentira de Donald Trump sobre que Barak Obama no era estadunidense, sino keniano. Así que fue una mala semana para la Senadora Gálvez, no imputable al Presiente López Obrador o al Partido Morena, sino a su propia concepción de la salud como una mercancía más y a los dichos reaccionarios de un digno representante de la derecha yunquista y panista, Vicente Fox.
Así que alguien ideó la forma de salir de esta semana ordenando que cuatro Claudiopinadores sembraran la posibilidad de un atentado contra la vida de la Senadora Gálvez. ¿Para qué? Para re-centrar la atención en López Obrador como el Presidente que le “teme” —así dicen ellos— a Xóchitl Gálvez, a pesar de que el Presidente tiene la aprobación de ocho de cada 10 mexicanos, según todas las encuestas de opinión y que Morena ronda la identificación de casi la mitad de los electores en el país. Aún así, se le “teme” a la Senadora de los conflictos de interés.
Empecemos con López-Dóriga. Él dice lo siguiente sin miedo al abismo comparativo y menos al pozo de su dislexia: “Porque como está siendo víctima de una ofensiva desde el Presidente de la República, diputados y senadores de Morena, una violencia verbalmente violenta —así habla López-Dóriga— entonces, lo que está en riesgo es su seguridad. ¿Por qué? Porque siempre hay un ofrecido, un loquito, un ofrecido que dice “Yo voy a quedar bien con el Presidente”. Entonces, habló —así dice en pasado el locutor— de su seguridad. Yo insisto: que le tienen que garantizar su seguridad y que se la tiene que garantizar el Estado mexicano. ¿Por qué? Porque lo peor que le podría pasar a este país en este momento, que le sucediera algo a Xóchitl Gálvez, porque sólo habría un responsable. Así como este grupo que hoy gobierna, al asesinato de Colosio señaló al entonces Presidente Carlos Salinas como el autor intelectual, esto se repetiría en la oposición”. Así habló López Dóriga sin ningún respeto por la propia familia de Colosio que rechazó en su momento la idea del “loquito” en el asesinato político. Yo pregunto: ¿de dónde saca López Dóriga que los asesinatos políticos son de alguien que quiere “quedar bien” con el Presidente en turno? No hay uno solo de que dispararon contra Manuel Ávila Camacho o Díaz Ordaz, en la posguerra o el que asesinó a Álvaro Obregón el 17 de julio de 1928, que se haya convertido en criminal por “quedar bien”. Es un argumento tan cretino que ni siquiera valdría la pena mencionarlo, pero sí lo hago es porque ya lo usaron fallidamente en el caso Gómez Leyva. Por poner un ejemplo, de decenas que hubo en esas fechas de diciembre del año pasado, Denise Dresser escribió: “Este es el clima para el periodismo en México, donde las descalificaciones emanadas de la ‘mañanera’ importan. Dan permiso para agredir así. Basta ya”, dijo al mostrar agresiones que ha recibido en redes sociales. Hoy tocó a Ciro Gómez Leyva. Mañana será alguien más. Esto debe parar”. Así, Dresser trató de embonar la guerra que el grupo de Claudio X. González ha emprendido contra las “mañaneras” con un atentado que tuvo que ver con el crimen organizado y que terminó con Ciro refugiado en casa de, precisamente, Manlio Fabio Beltrones.
En El Financiero, Raymundo Riva Palacio ignora lo de “asesinar a una persona sólo por convivir” y se va a otra posible fuente de violencia: el crimen organizado, que fue lo de Gómez Leyva. Para ello, tiene que asociar al Presidente con los narcos y lo hace de la forma más burda que su perspicacia le regala. Escirbe: “Han ubicado a Gálvez como una candidata que amenaza el verdadero statu quo, el de los cárteles de las drogas, porque la forma como los ha tratado López Obrador les ha permitido aumentar su control territorial, ampliar su base social y realizar su negocio ilegal sin intromisión de la autoridad, con lo cual aumentan sus ventas domésticas, el trasiego de drogas a Estados Unidos, Europa y Asia, y obtienen los recursos suficientes para armarse y seguir extendiendo el dominio territorial en la Nación”. Eso asegura Riva Palacio para quien no existe la disminución de los delitos en 32 por ciento en el país y el primer lugar de homicidios en Guanajuato, gobernado eternamente por Acción Nacional. No existe la detención de los generadores de violencia, incluido a Ovidio Guzmán, el hijo del “Chapo”, cuya liberación, en un primer operativo fallido, le sirvió a la oposición para alegar un acuerdo. Pero sigue Riva Palacio: “La situación de la que López Obrador es arquitecto es más delicada y peligrosa de la que se vivió desde finales de 1993 hasta el 23 de marzo de 1994, cuando Mario Aburto mató al candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio. Aburto, hasta donde las pruebas hoy en día muestran, fue un asesino solitario confeso”. Es decir, Riva Palacio insiste en rememorar a Colosio, cuando la Senadora Gálvez ni siquiera es candidata, ni una figura nacional. Lo digo por el dato en las encuestas de que no la conoce el 26 por ciento.
Escribe Ricardo Alemán en La Silla Rota: “No es exagerado advertir del peligro potencial en que se encuentra la Senadora Xóchitl Gálvez. Riesgo de que el fanatismo que acuna la casa presidencial sea lanzado contra la integridad física de la más aventajada precandidata presidencial. No es exagerado advertir del peligro potencial en que se encuentra la Senadora Xóchitl Gálvez. Amenaza de que el odio expresado desde Palacio –que ya se transformó en guerra sucia contra la empresaria desde medios oficialistas–, termine en un atentado en su contra. Y no es exagerado porque en la historia de la humanidad siempre han existido consecuencias cuando, desde lo más alto del poder se señala, acusa, cuestiona o censura a un ciudadano”. Es decir, la única prueba de Alemán es la historia de la Humanidad. Vaya. No recuerdo en qué mañanera el César romano habló mal de Cristo y provocó que un “loquito” lo crucificara. O si los senadores ya habían hablado mal de Julio César antes de apuñalarlo.
Con menos miedo al ridículo todavía, Beatriz Pagés, escribió desde el 7 de julio en su revista, lo que la hace precursora del delirio. Escribe Pagés: “La pregunta es si López busca parar con balas a la oposición. Con sus palabras pone la vida de los aspirantes en la mira de los delincuentes. La campaña presidencial del 2024 será la más peligrosa de la historia moderna. Si en las elecciones intermedias del 2021 los “narcos” secuestraron y asesinaron candidatos para favorecer a Morena, en la contienda por la Presidencia un magnicidio puede llegar a formar parte de algún plan. El Gobierno está obligado a cuidar la integridad física de los futuros candidatos a la Presidencia. De volverse a repetir en el país un magnicidio –como en 1994– esa muerte, tendrá un solo responsable político. López Obrador acabará sus días tratando de hacer olvidar lo que él mismo sembró y propició”. Los mismos argumentos se repiten en los cuatro claudiopinadores: alguien va a asesinar a la Senadora, será como Colosio, y será culpa de quien ellos llaman “López” como un insulto.
Pero la semana negra de la Senadora Gálvez terminó con la primera encuesta que la carea contra cualquiera de los aspirantes de Morena. En cualquiera, hasta con Manuel Velasco, del Verde, la Senadora perdería por 30 puntos, porque Sheimbaum, Ebrard o Noroña obtendrían más de la mitad de todos los votos, más del 50 por ciento en todos los casos. Ella sólo obtendría la mitad de la mitad, alrededor del 25 por ciento. Y esa realidad no es un atentado sino una decisión soberana.
Fabrizio Mejía Madrid
Es escritor y periodista. Colabora en La Jornada y Aristégui Noticias. Ha publicado más de 20 libros entre los que se encuentran las novelas Disparos en la oscuridad, El rencor, Tequila DF, Un hombre de confianza, Esa luz que nos deslumbra, Vida digital, y Hombre al agua que recibió en 2004 el Premio Antonin Artaud.
¿A quién representa Movimiento Ciudadano, partido de desencantados?
#PuntosYComas
Movimiento Ciudadano, un partido socialdemócrata, ha tenido un crecimiento importante en los últimos años, sobre todo por las adhesiones que ha tenido de políticos de otras fuerzas políticas como sucede en Jalisco con el panismo. Sobre esto y más se ahondó en Puntos y Comas.
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– Movimiento Ciudadano es un partido bisagra que lo mismo capta a simpatizantes del PAN que del PRI e incluso integrantes de Morena. Se trata de una fuerza política que se ubica en el centro de todo el universo político y que recibe a los desencantados de diferentes expresiones políticas, se explicó en el programa Puntos y Comas que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
Movimiento Ciudadano es un partido político nacional que tiene dos ejes de poder esenciales: la gubernatura de Jalisco, con Enrique Alfaro Ramírez, y la de Nuevo León, con Samuel Alejandro García Sepúlveda. La fuerte presencia del partido naranja en Jalisco ha derivado en el control absoluto del Congreso Estatal, en una alianza muy estrecha de los legisladores de MC con los diputados locales del PAN y en el sometimiento del Poder Judicial de la entidad, en donde Alfaro Ramírez es la voz más influyente. En esta misma entidad, es evidente cómo este partido se ha fortalecido con integrantes del panismo que forman parte de su estructura electoral.
No es el mismo caso de Nuevo León. Ahí García Sepúlveda padece sobresaltos permanentes ante un congreso estatal dominado por sus opositores de PAN y PRI, y un Poder Judicial con influencia determinante de los partidos opositores al gobierno estatal. Pese a todos estos sobresaltos, Movimiento Ciudadano, que se asume como un partido socialdemócrata, es ya la tercera fuerza político electoral del país, sólo superado por Morena y el PAN.
¿Cómo sucedió esto? En la elección de junio pasado al haber perdido el PRI el Estado de México, impulsó a Movimiento Ciudadano, aún cuando este partido no participó en la contienda de este año, como tercera fuerza política en cuanto a población gobernada al tener en su control al estado de Jalisco y a Nuevo León, que de manera conjunta tienen 10 millones 778 mil 709 posibles votantes.
Antes de ser Movimiento Ciudadano, esta organización se llamó Convergencia por la Democracia y obtuvo su registro como Agrupación Política Nacional en 1997.
El 5 de diciembre de 1998, Convergencia por la Democracia efectuó en la Ciudad de México, su Asamblea Nacional Constitutiva como partido político y el Instituto Federal Electoral (IFE) le otorgó su registro oficial el 1 de agosto de 1999.
Los 586 delegados asistentes a la Tercera Asamblea Nacional Extraordinaria de Convergencia aprobaron, el 31 de julio de 2011, reformas de fondo a los documentos básicos que convirtieron a esa organización política en el partido Movimiento Ciudadano y con el lema: “Por México en Movimiento”.
El promotor y primer presidente de Convergencia fue Dante Alfonso Delgado Rannauro, del 1 de agosto de 1999 al 11 de febrero del 2006. Del 8 de septiembre del 2012 al 3 de diciembre del 2018, Dante fue coordinador nacional de Movimiento Ciudadano. Del 2018 al 2021 le relevó como Coordinador de la Comisión Operativa Nacional de MC el Senador José Clemente Castañeda Hoeflich y Dante Delgado asumió la coordinación de la fracción de senadores de MC. Después, en el 2021 hubo un enroque en la cúpula de Movimiento Ciudadano: Delgado Rannauro regresó a asumir la coordinación nacional y Castañeda Hoeflich se reincorporó al Senado de la República como coordinador parlamentario.
En los últimos cuatro procesos electorales a MC le ha ido mejor jugando solo, como muestran los números oficiales. En 2012, cuando abanderó junto al PRD y el PT a Andrés Manuel López Obrador, obtuvo 2 millones 128 mil 671, es decir el 4.36 por ciento de la votación total; en 2015, al ir en solitario alcanzó 2 millones 431 mil 63 sufragios, el 6.44 de la votación total; tres años después, como aliado del PAN y PRD y con Ricardo Anaya como abanderado, su votación fue de 2 millones 485 mil 198, un 4.60 del total, y en 2021, de nuevo en solitario, tuvo 3 millones 449 mil 982 votos, 7.01 por ciento del total.
¿Quién es Dante Delgado? Priista de origen, fue Gobernador interino de Veracruz de 1988 a 1992, cuando relevó a Fernando Gutiérrez Barrios, quien fue invitado por el presidente Carlos Salinas de Gortari a desempeñarse como Secretario de Gobernación. Al dejar la gubernatura, Delgado Rannauro fue acusado en 1994 por presunto desvío de fondos por 450 millones de pesos; estuvo un año preso en el penal de Pacho Viejo en Coatepec, Veracruz, pero fue absuelto de todos los cargos en su contra, e incluso ganó una demanda por daño moral al Estado Mexicano.
En sus estatutos Movimiento Ciudadano establece que “toda persona ciudadana en pleno goce de sus derechos políticos, puede solicitar su afiliación como militante, simpatizante o adherente de Movimiento Ciudadano, la cual deberá inscribirse en el Registro Nacional. Las personas jóvenes mayores de 16 años podrán participar como militantes de Movimiento Ciudadano, y las personas menores de 16 años, pero mayores de 14, podrán solicitar su participación como simpatizantes o adherentes”.
Con respecto a las candidaturas ciudadanas, el Artículo 47 de los estatutos de Movimiento Ciudadano establece lo siguiente: “La Coordinadora Ciudadana Nacional, erigida en Asamblea Electoral Nacional aprobará la postulación de candidaturas externas de la sociedad que serán por lo menos la mitad del total de candidaturas que Movimiento Ciudadano deba postular en los niveles de elección que correspondan”.
En ese sentido, Enrique Alfaro, por ejemplo, no es militante de Movimiento Ciudadano, al igual que Pablo Lemus, Alcalde de Guadalajara y principal aspirante a la candidatura en 2024 en el estado.
Ahora bien, en el Congreso, durante la legislatura de 2018-2021, MC tuvo 28 diputados, una cifra que en la reciente legislatura disminuyó a 27. En la Cámara Alta, tiene 12 senadores, sobre todo porque ha sumado adhesiones de legisladores configurándose como la tercera fuerza en esta instancia.
Sobre su ideología, el partido naranja señala en su Declaración de Principios: “En Movimiento Ciudadano suscribimos los principios y valores de la Socialdemocracia”.
Agrega: “Estamos comprometidas y comprometidos con la democracia participativa, las libertades fundamentales y la progresividad de los derechos humanos; bajo una perspectiva transversal de género e intergeneracional. Es decir, promovemos la equidad de condiciones e igualdad de oportunidades para los géneros, adecuadas a las diferentes etapas de su vida, a fin de garantizar el pleno ejercicio de todos sus derechos”.
Precisa en su Declaración de Principios que “Movimiento Ciudadano acepta el sistema de libre mercado, como la mejor manera de organizar la producción de bienes y servicios requeridos para la satisfacción de necesidades materiales; al mismo tiempo, tiene como objetivo la intervención del Estado para garantizar que los beneficios y dividendos sean producidos y distribuidos en función de la necesidad de asegurar una vida cabal y plena para toda la sociedad”.
Explica Movimiento Ciudadano que “quienes somos socialdemócratas aspiramos a construir una sociedad incluyente y tolerante, en la que todas las personas puedan realizarse plenamente. Las diversas crisis económicas y sociales que han acontecido alrededor del mundo en los últimos veinte años dan cuenta de que el libre mercado no resuelve por sí mismo las inequidades ni garantiza el bienestar. Para estimular el crecimiento económico, crear nuevas empresas y trabajo digno, el Estado tiene que dar garantías al capital y a los mercados. Al mismo tiempo, el Estado debe cumplir su función reguladora y acompañar al libre mercado con acciones políticas orientadas a promover el desarrollo humano”.
Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante más de cuatro décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace más de tres décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Es profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad jesuita de Guadalajara.
El GIEI, el Ejército y los esfuerzos por la Verdad
Se va el GIEI. El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes deja México. Sus miembros habían anunciado su retiro hace algunos meses, pero ayer, con la presentación de su último informe, dan punto final a un trabajo de más de ocho años. No son buenas noticias.
A pesar de la sensación de derrota —que no es de Ángela Buitrago o Carlos Beristain (sus últimos dos miembros), sino del propio Estado mexicano— conviene hacer balance de este ejercicio como lo que fue: una de las experiencias más extraordinarias de búsqueda de justicia en el México contemporáneo. La sensación de derrota no debe esconder su carácter excepcional.
El GIEI fue un ejercicio como ningún otro en el país. El grupo desmenuzó, mapeó, estructuró y comprendió, desde lo más local, y en un caso paradigmático, las imbricaciones entre Estado y crimen organizado en México. Desde su primer informe, el GIEI descreyó la narrativa del gobierno de Peña Nieto y se atrevió a cuestionar, detalle a detalle, las bases mismas de la investigación oficial. Esclareció —en el sentido de iluminar— aquellos lugares a los que las instituciones locales, estatales y federales no quisieron o no se atrevieron a mirar. El GIEI fue luz en una caverna que solo mostraba sombras.
Cada informe mostraba una nueva avenida de investigación. Así, por ejemplo, el primero descubrió la existencia de un quinto autobús que salió de la estación de Chilpancingo. El último resaltó la aparición de ocho bolsas con restos humanos en el rio San Juan que no volvieron a asomarse nunca más en documentos oficiales. Con todos sus reportes, sin embargo, el GIEI confirmó el involucramiento de actores de todos los niveles de gobierno, sea en la desaparición de los estudiantes o en el encubrimiento de los culpables. Sus seis informes son, desde ya, una fuente primaria excepcional para entender el país en el que vivimos. Leerlos será obligatorio para explicar el México moderno.
Ahora bien: ¿Por qué se van? Entre otras cosas, por la falta de respaldo de la presidencia de la República a su investigación. Durante meses, Buitrago y Beristain acusaron el ocultamiento de evidencia y la obstaculización sistemática por parte de las Fuerzas Armadas a su investigación.
Digamos las cosas tal cual son: las Fuerzas Armadas no entregaron información que podía ayudar a esclarecer el caso. Fingían la inexistencia de documentos clave, mentían sobre la existencia de otros, entregaban reportes a medias. El presidente, jefe de las fuerzas armadas del país, pudo hacer más —mucho más— frente a todo ello. Prefirió no hacerlo.
Escribo esta columna a título personal, pero también como uno de los cuatro comisionados del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico de la Comisión de la Verdad de la Guerra Sucia (CoVEH, 1965-1990). No señalar las similitudes entre los retos que enfrentó el GIEI y aquellos que afrontamos nosotros frente a las Fuerzas Armadas sería, por decir lo menos, deshonesto.
Al igual que al GIEI, a los comisionados de la CoVEH se nos prometió, desde la presidencia de la República, acceso ilimitado y sin cortapisas a los archivos del Ejército y de cualquier fuerza de seguridad potencialmente involucrada en graves violaciones a los DDHH entre 1965-1990. Hay grabaciones, videos y compromisos firmados. Está la promesa presidencial frente a las víctimas de la llamada Guerra Sucia.
Sin embargo, a casi dos años de creada la CoVEH, esa promesa no ha sido honrada. Hasta hoy, el acceso a los archivos históricos ha sido limitado, dilatado y entorpecido. Más todavía, en los últimos meses las Fuerzas Armadas han asumido una posición cada vez más inaccesible a nuestras peticiones para abrir y digitalizar documentos históricos relacionados con graves violaciones a los Derechos Humanos. Asimismo, se han cancelado visitas a campos militares programadas desde hace meses. La evidencia del espionaje telefónico a Alejandro Encinas y a uno los funcionarios clave de la CoVEH termina por dibujar un panorama de obstrucción. En pocas palabras: el mandato de transparencia y máxima accesibilidad no se ha cumplido. Las víctimas reclaman. Y tienen razón.
No solo son las Fuerzas Armadas. Es también el viejo CISEN, hoy CNI. A pesar de la cacareada promesa presidencial de desclasificación de sus archivos históricos, es la hora que estos continúan reservados por “razones de seguridad nacional”. Otra vez, a casi dos años de creada la CoVEH, no existe una ruta crítica que garantice que los investigadores de la comisión tendrán acceso a los archivos históricos antes del fin de su mandato en septiembre de 2024. Bastaría una nueva y reforzada orden presidencial para que esto cambiara. ¿Llegará?
No regateo los avances de esta administración en generar condiciones de Verdad y Justicia. Hoy duermen tras las rejas varios de los mandos militares y civiles envueltos en la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Del mismo modo, desde la CoVEH se han impulsado procesos de apertura de archivos históricos antes negados a la sociedad, incluyendo el de la policía de la Ciudad de México. Los avances están ahí. Es imposible no reconocerlos. Y, sin embargo, son todavía insuficientes frente al tamaño de reto que el presidente eligió asumir, y frente a las demandas de las víctimas.
El sexenio está por terminar. ¿Habrá oportunidad para una vuelta de timón? Quizás el presidente no se da cuenta, pero en este tema —también— se juega su lugar en la Historia.
Carlos A. Pérez Ricart
Carlos A. Pérez Ricart es Profesor Investigador del CIDE. Es uno de los integrantes de la Comisión para el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (COVeH), 1965-1990. Tiene un doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Libre de Berlín y una licenciatura en Relaciones Internacionales por El Colegio de México. Entre 2017 y 2020 fue docente e investigador posdoctoral en la Universidad de Oxford, Reino Unido.
Prensa México jueves 27 de julio de 2023
7/26/2023
Parasitar alrededor de AMLO
Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Ya es costumbre que los aspirantes a sustituir al presidente Andrés Manuel en Palacio Nacional el 1 de septiembre de 2024, mas no sólo los de las oposiciones –en plural porque son varias– sino también la sexteta de la Cuarta Transformación, se recarguen para bien y para mal en lo que hace, deja de hacer y opina el titular del Ejecutivo federal.
Hoy nos ocupamos de los primeros, agrupados en el Frente Amplio por México, Movimiento Ciudadano que más bien es un partido regenteado por Dante Delgado, y el ultraconservador Eduardo Verástegui que cuenta con el apoyo abierto del troglodita Donald Trump.
En mayor o menor medida todos centran sus baterías en la crítica y hasta la diatriba contra López Obrador en busca de que el tabasqueño de Tepetitán (Macuspana) se ocupe de ellos en la muy escuchada, vista y leída mañanera, mas no contamos con datos oficiales al respecto, salvo los que dio Sabina Berman en Largo Aliento –Canal 14 los jueves a las 21 horas y tres horas más tarde por el 11– y que estimó en 15 millones.
Los aspirantes de las oposiciones manejan como primer objetivo que a veces se convierte en obsesión, el diálogo circular del salón Tesorería de Palacio porque tienen claro que lo expuesto y denunciado allí queda ampliamente registrado por los medios de manipulación –previa censura por los departamentos “de corte y confección”, con sus plausibles excepciones–, y buscan ser mencionados, así sea críticamente por AMLO.
El caminito lo inauguró Ricardo Anaya, el prófugo de la justicia mexicana que despacha en Estados Unidos, semanalmente daba a conocer un video en confrontación directa con Obrador. Y éste lo atendió algunas veces, pero al ser ignorado casi despareció del mapa político, al punto que no fue incluido en la lista de aspirantes presidenciales de Acción Nacional y del FAM.
Así que pareciera un pésimo cuento la protesta y los recursos judiciales de la señora que vendía gelatinas y a base de un gran esfuerzo personal se encumbró socialmente hasta residir en las Lomas, por la presunta violencia de género que ejerció en su contra el presidente. Lo que busca en forma tenaz la aún senadora Xóchitl Gálvez pese a la orden del Tribunal Electoral para que renuncie, igual que el güerito de ojos azules porque no “se pude mamar y dar topes”, es que “el señor López” se ocupe de ellos aunque sea un minuto. Ya desinflada la promotora de sus negocios privados desde cargos públicos que desempeñó y todavía ocupa, pues no tiene ningún sentido, amén de la prohibición expresa contra AMLO. Según varias encuestas, Xóchitl está 30 puntos por debajo de Claudia Sheinbaum. ¡Hasta con Manuel Velasco Coello perdería la elección!
Así que la idea de que Obrador ayudó involuntariamente a la señora X a proyectar su precandidatura hasta ámbitos desconocidos, no se sostiene más que por la puntual y por lo visto no tan convincente orquestación mediática que inventó un “fenómeno electoral sin precedente”, a cargo de los mismos de casi siempre, la crema y nata de los intelectuales orgánicos y los más famosos y muy bien pagados, pero también desacreditados conductores de noticieros y analistas de la dictadura mediática.
Son los mismos, por cierto, que ahora presentan la existencia de una grave amenaza a la vida de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz y de antemano responsabilizan al jefe del Estado mexicano, sin mediar argumentos, reflexiones. Se trata, al parecer, de que la desesperación ante sus fracasos los empieza a dominar, hasta el punto de optar por la desestabilización con apuestas criminales. Pero éste es un tema para la próxima Utopía.
Acuse de recibo
“La (sede de la) Secretaria de Salud federal en Acapulco, la mandó a construir en 2005 Zeferino Torreblanca quien se sintió ‘gran arquitecto’. Se encuentra en el puerto sobre los lotes 225 y 256 de la Costera Miguel Alemán, esquina con Diego Hurtado de Mendoza del Fraccionamiento Hornos, en la Zona Dorada del puerto y nunca se ha utilizado. Pero hoy tiene tamaño anuncio que dice ‘Salud’. Desde que la construyó en 2005 quien sabe a qué precio Torreblanca Galindo. Se previó que albergaría a cuando menos 17 dependencias estatales. Pregunto hoy a los doctores Jorge Alcocer y Hugo López-Gatell, quienes operan y ocupan en 2023 semejante e inmensa obra. Aparentemente está siempre vacío ese conjunto. MD” (Manú Dornbierer)… Una de las agrupaciones que ha comenzado a dar síntomas de tener el poder de desafiar la vieja articulación de organismos que responden a intereses de Washington y Bruselas, es el BRICS que forman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y que comenzó con economías emergentes y tiene una variedad de países con pretensiones serias –algunos con acciones bastante encaminadas para sumarse–, superó recientemente al G-7, las economías más industrializadas, en influencia económica. El PIB del BRICS alcanzó el 31.5%, gracias al empuje chino, superando el 30.7% del PIB del G-7. Los datos corresponden a Anisley Torres Santesteban, de Contexto Latinoamericano.
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