2/09/2019

Mil millones nos levantamos en solidaridad con las mujeres y niñas explotadas


La Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés) se suma a la campaña mundial Mil Millones nos Levantamos por la Revolución en Solidaridad con las Mujeres y Niñas Explotadas.
Este 16 de febrero de 2018, a las 16:00 horas, en la Alameda Central, sobre Avenida Juárez, en contra esquina con el Palacio de Bellas Artes, en el Monumento a Madero, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, la CATWLAC se sumará junto con organizaciones, colectivos mexicanos y activistas de todo el mundo a la movilización anual Mil Millones nos Levantamos en Solidaridad con las Mujeres y Niñas Explotadas y lo hará hasta que pare la explotación de mujeres y niñas, la desaparición y la violencia de género y feminicida.
Hoy 1 de cada 3 mujeres en todo el planeta será víctima de violencia familiar o violación durante su vida. Esto suma mil millones de mujeres y niñas. Es por eso que cada febrero nos levantamos –en cientos de países al rededor del mundo– para mostrar a nuestros gobiernos, a nuestras sociedades y al mundo entero lo que significan “mil millones” y encender una luz de esperanza contra la impunidad imperante y la injusticia, que en nuestro país asciende a 98 por ciento y que en la mayoría de los casos las sobrevivientes enfrentan solas.
Nos levantamos bailando para expresar alegría, solidaridad y celebrar el hecho de que esta violencia no nos ha vencido.  Nos levantamos para mostrar que estamos determinadas a crear una nueva clase de conciencia, una donde la violencia será resistida hasta que no sea aceptada, sea rechazada socialmente y nadie se atreva siquiera a pensarla o imaginarla.
Mil Millones nos Levantamos (o nos Ponemos de Pie) inició en 2013 con la lucha incansable contra la violencia física y sexual, levantando la voz contra la violación, la violencia familiar, el incesto, la mutilación genital femenina, el acoso y hostigamiento sexual y la trata y explotación sexual, temas que durante 20 años ha encabezado el movimiento V-Day.  
Durante los últimos seis años Mil Millones nos Levantamos ha crecido y las campañas locales se han profundizado, lo que trajo a colación la violencia económica y la violencia de la pobreza, la violencia racial, la de género, la violencia ocasionada por la corrupción, la ocupación de los territorios y la apropiación de los recursos naturales, la agresión y la violencia causada por los desastres ambientales, el cambio climático y el saqueo ambiental, violencias que impactan en las mujeres en el contexto de guerras patrocinadas por nuestros gobiernos, la militarización y la grave crisis interna e internacional de los desplazamientos forzados de millones de personas, y la violencia creada por la codicia capitalista, entre muchas otras.
Este año, la revolución de Mil Millones nos Levantamos, se enfoca una vez más dar visibilidad a la explotación sexual y reproductiva de mujeres y niñas y para estrechar una solidaridad global más fuerte para exigir poner fin a todas las violencias contra las mujeres, en todas sus formas y modalidades.
La Campaña 2019 es de nuevo un reconocimiento de que no podemos erradicar la violencia contra las mujeres sin tomar en cuenta la intersección con la pobreza, el racismo, la guerra, el saqueo ambiental, el capitalismo, el imperialismo y el patriarcado. La impunidad vive en el corazón de estas fuerzas entrelazadas. Además se enfoca en el trabajo doméstico, en el trabajo infantil, en la mendicidad forzada, en los matrimonios infantiles y embarazos forzados.
Entendemos la explotación como la acción o el hecho de tratar a alguien injustamente para obtener un beneficio de su trabajo o de su cuerpo y la acción de hacer uso de ella y beneficiarse de sus recursos. Las mujeres y las niñas son mucho más vulnerables al abuso de poder en todas las áreas: la casa, el lugar de trabajo y económicamente cuando tienen pocas o ninguna oportunidad para sobrevivir.
En México nos levantamos por las desaparecidas, por las víctimas de feminicidio, las víctimas de la delincuencia organizada, las desplazadas, las víctimas de violación, las niñas, contra la explotación sexual y reproductiva, por las madres que buscan a sus hijas e hijos, las víctimas y por las sobrevivientes de trata, de prostitución, de los vientres de alquiler y de otras formas de explotación, las víctimas del trabajo infantil y del turismo sexual y la pornografía infantil, fenómenos que crecen en total impunidad en nuestro país.
Por eso, este 16 de febrero, a las 16:00 horas, nos reuniremos en la Alameda Central para realizar el acto central, para bailar, para protestar.
Mil Millones nos Levantamos es la acción de masas más grande en el mundo para exigir poner fin a la violencia contra las mujeres. La Campaña se desarrolla en o alrededor del Día de San Valentín, que se conmemora el 14 de febrero, y se seguirá desarrollando hasta que logremos erradicar la violencia feminicida y la explotación sexual y reproductiva.
Hoy y cada día, en América Latina, una mujer o niña será víctima de feminicidio, según datos de ONU Mujeres. En nuestro país, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) estima que 9 mujeres son asesinadas al día, lo que significa que el feminicidio ya ha alcanzado niveles pandémicos.
Por eso, hoy, hacemos un llamado a unirse, a ponerse de pie, a levantarse contra la violencia, a resistir, hasta que venzamos al sistema patriarcal.
“En Solidaridad con la Mujeres y las Niñas Explotadas”, Levántate, Resiste, Únete.

*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, (CATWLAC por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Facebook: @CATWLAC

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*
Cimacnoticias | Ciudad de México.

“Las mujeres en Brasil somos las voces más fuertes de la resistencia”: Milena Argenta


En el país, afirma, el fundamentalismo religioso impera en la política


Milena Argenta es defensora de Derechos Humanos de las mujeres de Brasilia y trabaja en Centro Feminista de Estudos e Assessoria (Cfemea), en Brasil. Ella participó en la “Misión de Solidaridad El Abrazo”, organizada por defensoras que del 20 al 25 de enero visitaron Honduras para intercambiar estrategias de lucha.
A propósito de esa visita, Cimacnoticias la entrevistó sobre la situación del movimiento feminista en Brasil después de la toma de posesión del ultraderechista Jair Bolsonaro como presidente del país, el 1 de enero 2019, y sobre los avances en la investigación del crimen contra la política y defensora Marielle Franco, asesinada el 14 de marzo de 2018.

Sonia Gerth (SG): ¿Trabajas con defensoras en Brasil?

Milena Argenta (MA): Si. Trabajamos con defensoras, con protección principalmente, con autocuidado y cuidado de mujeres defensoras de los derechos de las mujeres y derechos territoriales.

SG: ¿En la región de Brasilia o en todo el país?

MA: En todo el país. Cfemea tiene 30 años de existencia. Al principio estuvimos en el proceso de democratización de Brasil después de la dictadura militar y trabajamos mucho con incidencia política para implementar los derechos de las mujeres conquistadas después de la dictadura militar. Con la constitución de 1988. Trabajamos durante muchos años con eso, incidencia, elaboración de leyes de derechos de las mujeres, políticas públicas. Escribimos una de las leyes más importantes para las mujeres en Brasil, que se llama “Ley María da Penha” junto con otras organizaciones feministas y de mujeres.

SG: ¿De qué se trata esa ley?

MA: Es una ley que criminaliza (sanciona) la violencia doméstica. La violencia en las familias, contra las mujeres y criminaliza principalmente los hombres que ejercen violencia contra sus parejas, sus compañeras. En los últimos años, la política en Brasil cambió mucho. Hay una fuerte influencia del fundamentalismo religioso en el parlamento brasileño. Y el diálogo con el parlamento y la presidencia ha sido mucho más difícil.

“Entonces, ahora concentramos nuestro trabajo en la sociedad, especialmente los movimientos de mujeres. Estamos menos dedicadas a la incidencia en el parlamento, más con las mujeres activistas en los territorios, en las comunidades, las organizaciones feministas, para fortalecer la resistencia. Porque hoy vivimos un momento de pérdida de derechos. Entonces tenemos que estar fortalecidas para resistir, más que avanzar porque no nos dejan avanzar”.

SG: Ustedes comenzaron este año con mucho miedo por lo que hará Bolsonaro este año y n los años que vienen ¿Me podrías contar un poco sobre esta situación?

MA: Si. Estamos con mucho miedo porque Bolsonaro ha hecho muchas amenazas a las mujeres, a la gente gay, a la gente que resiste en los territorios, la gente que no tiene tierra. Él dijo que va acabar con todos los activismos, todas las formas de resistencia en Brasil. Entonces, no sabemos cómo va ser este año. Muchas cosas han pasado desde que empezó el nuevo gobierno, hubo ataques a comunidades rurales, indígenas, negras, ataques muy violentos, muertes, y muchas denuncias de corrupción. Hay un intento descarado de criminalización de movimientos sociales.

“La primera medida del nuevo gobierno fue el 2 de enero, (cuando) cambia la ley para que el Gobierno federal tenga el poder de fiscalizar y controlar la actuación de las organizaciones no gubernamentales internacionales en Brasil. Por eso tenemos miedo y necesitamos apoyo, fortalecer las redes de apoyo de las mujeres, de los movimientos sociales en este momento”.

SG: Antes de las elecciones vimos grandes movilizaciones, sobre todo de las mujeres, parece que las mujeres ya sabían qué iba a venir con la llegada de Bolsonaro. ¿Eso también fortalece, tener este movimiento masivo?

MA: Si, por cierto, el movimiento de mujeres en Brasil desde hace mucho tiempo habla de lo que está pasando. La influencia de los fundamentalistas religiosos en la política. La ocupación de los espacios políticos por las iglesias, los discursos conservadores contra los derechos de las mujeres. Y hubo algunas movilizaciones antes, en 2013 tuvimos muchas mujeres en las calles, denunciando la violencia sexual. Las mujeres salieron a las calles para denunciar a un diputado que era muy corrupto y que era una amenaza a los derechos sexuales reproductivos de las mujeres. Se llamaba Eduardo Cunha.

“Salimos a las calles, y después él fue a la prisión. Eduardo Cunha cayó. Ese momento fue muy fuerte para el movimiento feminista brasileño y lo llamamos “Primavera feminista”. Después, las mujeres siguieron movilizadas. Siempre en las calles, siempre denunciando y, por ejemplo, antes de las elecciones, hicimos este movimiento de resistencia para denunciar la amenaza que Bolsonaro representa para los derechos de las mujeres, de los trabajadores, de la gente que lucha.

“Fue una de las movilizaciones más grandes en Brasil. Que iniciamos nosotras, las mujeres, pero mucha gente fue. Y pienso que las mujeres hoy en Brasil somos las voces más fuertes de la resistencia. Los partidos políticos tradicionales están en crisis. El Partido de los Trabajadores (PT) está muy mal visto en la sociedad, ha sido difamado y la política institucional tradicional está en un momento muy malo. Y la fuerza feminista, la fuerza revolucionaria, la rebeldía de las mujeres es una de las voces más fuertes ahora. Pero estamos con miedo de criminalización. No sabemos cómo proceder en este momento que estamos en riesgo”.

SG: Leímos mucho sobre la corrupción en Brasil y cómo la gente se frustró con el PT, pero ¿Cómo fue que tantos eligieron a Bolsonaro, incluso mucha gente negra?

MA: No toda la gente negra. Algunos, pero no son la mayoría. Eso no pasó de un día a otro en Brasil. Hace tiempo que el poder económico, la derecha, loa élites brasileños están uniéndose para retirar la clase trabajadora del poder. Eso empezó antes con la destitución de Dilma Roussef del poder. Con una campaña muy fuerte en los medios de comunicación. En la televisión por ejemplo, toda la investigación sobre corrupción que se llama “Operación Lava Jato” se enfocaba solamente en el Partido de los Trabajadores.

“Todos los otros partidos estaban involucrados en esto también, pero ninguno de sus funcionarios fue a la prisión, solamente los políticos del PT. Entonces hace algunos años que esto se prepara. Y (hubo) una influencia muy fuerte en el pueblo, en los trabajadores para que lo elijan, fueron las iglesias. Bolsonaro está aliado con los fundamentalistas religiosos, gente que tiene poder económico también. Y las iglesias hicieron este movimiento de convencer a la gente de que tenían que votar a favor de Bolsonaro, que la religión y la moral dependían de su elección.

“Pienso que Bolsonaro es como un payaso para el poder de los militares y también de los ultra liberales. No es él la gran persona, pero los demás poderosos están detrás. Él es un ridículo, una broma”.

MARIELLE FRANCO

SG: Pronto, en marzo, será el primer aniversario del asesinato de Marielle Franco. ¿Nos puedes detallar en qué está el proceso, o las indagaciones en el crimen?

MA: Bueno, durante todo este tiempo no sabíamos nada. Las investigaciones eran sigilosas, secretas, no se decía nada. Ayer (22 de enero) tuvimos la noticia de que algunas personas relacionadas con las milicias de Rio de Janeiro fueron detenidas. Cinco hombres, porque descubrieron que estaban involucrados en el asesinato, y uno de ellos es alguien que tiene relaciones laborales con Flavio Bolsonaro, el hijo del presidente.

“Flavio es un diputado de Rio de Janeiro que contrató a la familia de este hombre que está en prisión ahora. Entonces, ya es público que hay una relación entre la familia de Bolsonaro y las milicias de Rio de Janeiro. Pero no tenemos acceso a muchas informaciones. Lo hacen todo en secrecía, sin decir nada, por eso todas las mujeres estamos muy enojadas, con la impunidad, la dificultad de transparentar cómo está la investigación. Sabemos quién está involucrado, pero oficialmente no tenemos más que esto.

SG: ¿Y quién está involucrado?
MA: Están las milicias en Río, porque ella (Marielle Franco) estaba denunciando la violencia que las milicias ejercían contra la población de las favelas y las acciones de las milicias en Río en general. Entonces, para nosotras está claro que fue uno de ellos.

SG: ¿Hay algo importante sobre la situación de las defensoras de Brasil que olvidamos de mencionar?
MA: Brasil es uno de los países en Latinoamérica que mata más defensoras de Derechos Humanos. Está como en tercer lugar. Hay muchos asesinatos especialmente en las áreas rurales, y también en las favelas, las áreas periféricas de las ciudades. Cuando la gente muere en las favelas, los medios de comunicación dicen que son narcotraficantes, entonces ni sabemos números concretos.

“Con el nuevo gobierno la posibilidad que empeore es grande. El Gobierno no va invertir en la protección de defensoras y defensores. Y hay una particularidad: muchas organizaciones y movimientos sociales son relacionados con las iglesias. Éstas ven a las mujeres en un lugar muy específico, en la familia. Entonces las mujeres en lucha siguen invisibilizadas, por los mismos movimientos sociales.

“Entonces tenemos este agravante, de cuidar y proteger a las mujeres que no están en la cuenta de los movimientos sociales en general. Toda la violencia sexual por ejemplo, que se ejerce contra las mujeres para que dejen de luchar. Estamos muy preocupadas, necesitamos el apoyo de todos, que acompañen la situación, que nos ayuden a visibilizar las violencias que ocurren, más con este gobierno que prometió que va acabar con nuestra existencia. Toda solidaridad es muy bienvenida para nosotras”.

Milena acaba de trabajar en un documental del Cfemea sobre defensoras del territorio en la Amazonía de Brasil. 

Se puede ver en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=-PvE8bpJJI8

CIMACFoto: Sonia Gerth
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | San Pedro Sula, Hon.- 

Exigen sancionar a funcionarios que impidan justicia en casos de feminicidio


Organizaciones enviarán propuestas a gobierno federal y de los estados 
   


Sancionar a los funcionarios que obstaculicen el acceso de las mujeres a la justicia y evaluar el impacto de las 18 Alertas de Violencia de Género (AVG) vigentes en 17 estados del país son dos peticiones que hoy hicieron 43 organizaciones integradas en el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
Luego de que el viernes 1 de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara que se la Secretaría de Gobernación está trabajando en un plan para atender el feminicidio, la coordinadora del OCNF destacó que “las autoridades en México han demostrado su negligencia, falta de voluntad política e incapacidad gubernamental para emprender acciones contundentes, imperando un clima de permisibilidad a la violencia feminicida en el territorio nacional”.

En conferencia de prensa, aseguró que las autoridades estatales invisibilizan y reducen el feminicidio al ámbito familiar, “dejando en la impunidad y no investigando los que se comenten en el ámbito comunitario, en donde muchos casos son cometidos por diversas estructuras criminales”.
En este sentido, expuso que de acuerdo con un análisis del OCNF en estados como Jalisco, Oaxaca, Puebla, Guerrero, Chiapas, entre otros, 70 por ciento de los casos de feminicidio los cometen desconocidos que pertenecen a grupos delictivos encargados de reclutar a mujeres para explotación sexual o laboral.
Es por ello que las organizaciones que pertenecen a este Observatorio elaboraron una serie de propuestas para atender el feminicidio, las cuales serán entregadas a las autoridades estatales y al Gobierno federal.
Entre las recomendaciones está que el Gobierno federal actúe de manera urgente en los lugares en los que se han identificado patrones criminales y en los espacios públicos donde los cuerpos de las mujeres son encontrados.
Además, exigieron la generación de una estrategia integral de seguridad, vinculada y coordinada de manera efectiva a nivel municipal, regional, estatal y federal con el objetivo de prevenir los delitos contra las mujeres.

TRANSPARENTAR RECURSOS PARA IGUALDAD

Otras propuestas son fortalecer la figura y la autonomía de los Institutos o Secretarías de las Mujeres y transparentar los recursos que se les otorga.  
El OCNF destacó que “las autoridades realizan prácticas de violencia institucional al negar los hechos y al desmantelar los Mecanismos de Adelanto para las Mujeres y los Centros de Justicia como es el caso de Oaxaca, las Comisiones de Víctimas, la Coordinación de Implementación de la AVG en Morelos, o los Institutos de las Mujeres, como sucedió con el Instituto Jalisciense de las Mujeres”.
El 30 de enero el Congreso de Jalisco aprobó en sesión extraordinaria el decreto del gobernador Enrique Alfaro para desaparecer el Instituto Jalisciense de las Mujeres. Al respecto, la coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem) Jalisco, María Guadalupe Ramos Ponce, denunció que este acto fue un retroceso para los derechos de las mujeres.
La defensora alertó que con la desaparición del mecanismo de adelanto para las jaliscienses y su presunta inclusión en la Secretaría de Igualdad Sustantiva del estado, disminuirán los recursos para la atención de la AVG porque de acuerdo con el Periódico Oficial del estado de Jalisco esta Secretaría recibirá un bajo presupuesto.
Agregó que esta decisión se da en un contexto de violencia porque en lo que va de este 2019 ya se registraron 26 homicidios dolosos en contra de mujeres en Jalisco, de los cuales cuatro fueron considerados feminicidio.
Ante esto, la directora de Consorcio para el Diálogo y la Equidad Oaxaca, Yésica Sánchez Maya, añadió la necesidad de que el Gobierno federal garantice transparencia en el presupuesto que se envía a los gobiernos estatales, esto con la finalidad de evitar desvíos o uso indebido de los recursos.  
En Chihuahua, denunció Norma Ledezma Ortega, fundadora de la organización Justicia para Nuestras Hijas, casi 21 millones de pesos fueron destinados a comunicación social y solo 19 millones para atención de la AVG en el estado.
La defensora detalló que en Chihuahua la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género únicamente está presente en seis de los 67 municipios. Por ello, reafirmó la obligación de fortalecer a las instituciones encargadas de la procuración de justicia de las mujeres.

DEJAR DE INVISIBILIZAR

Ante la poca y vaga información que se tiene respecto a los casos de feminicidio, otras peticiones de las organizaciones del OCNF son la creación de Bancos Estatales de Datos de Violencia hacia las Mujeres, actualizados y desagregados que permitan realizar diagnósticos apegados a la realidad evitando subregistros y estadísticas no confiables.
También, se exige la creación de un Consejo ciudadano de familiares y organizaciones defensoras de Derechos Humanos, que incluya a expertas en evaluación, que permita supervisar el funcionamiento de los mecanismos de búsqueda de mujeres y niñas desaparecidas, tales como el Protocolo Alba.
Finalmente, se pidió la creación y fortalecimiento de las Unidades de Análisis y Contexto que dependan de las Fiscalías Generales de los Estados, como la recientemente creada en Veracruz, la cual tiene como objetivo investigar delitos de violencia contra las mujeres, niñas, niños y trata de personas.
Lo anterior con el fin de identificar cómo, dónde y por quién son asesinadas las mujeres. A partir de estas unidades, asegura el OCNF, se fortalecerán las investigaciones, se sancionará a los responsables y se evitará la propagación del feminicidio.
Foto: Sandra Segura
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.

Abolir la esclavitud



Esta semana leía con alegría que el Consejo Constitucional francés avala la ley sobre prostitución que, desde 2016 está vigente en Francia. En esta ley se penaliza a los clientes y no a las mujeres prostituidas.
Esta ley, al igual que la aprobada en Suecia en 1999, son modelos a seguir puesto que ponen el acento en el gran negocio que supone tratar y explotar sexualmente a mujeres en situación vulnerable y, al parecer, también señala la necesidad de un acompañamiento y recursos para las mujeres que quieran abandonar esta situación.
La prostitución no es, como interesadamente se quiere hacer creer, el “oficio” más antiguo del mundo. En todo caso, lo que sí se podría afirmar es que consiste en el acto de esclavitud y sometimiento del patriarcado hacia las mujeres y las criaturas más antiguas del mundo.           
Todo el mundo sabe que es, para las redes de tratas de personas, uno de los negocios más lucrativos del mundo y que se sustenta sobre tramas criminales que no tienen reparos a la hora de secuestrar, raptar, explotar y esclavizar a las mujeres con tal de mantener sus beneficios.           
Cuando el capitalismo impone sus normas más salvajes quienes primero lo acabamos pagando somos las mujeres, puesto que se ceba en nosotras en forma de feminización de la pobreza y, por tanto aumenta el grado de vulnerabilidad. Precisamente en ese momento y a través de la trágica alianza entre el capitalismo y el patriarcado aparece el mito neoliberal de la “libre elección” de las mujeres para ser explotadas sexualmente.          
¿Quién no ha escuchado alguna historia de mujeres extranjeras que han confiado en alguien, generalmente un hombre que las ha seducido y prometido un trabajo en el Estado español, por ejemplo y cuando han llegado se han encontrado sin documentación, sin el amor prometido, y sometidas sexualmente? Os aseguro que yo lo he escuchado.
No me ha hecho falta ir a ver ningún documental. Lo tenía muy cercano. Y después de haber podido escapar de la red y volver a cambiar de país, esta mujer extranjera, seguía atemorizada por si la red criminal de la que escapó la encontraba.          
Tiemblan y hablan bajito por el miedo y solo cuando se encuentran seguras hablan y describen cómo han vivido o, mejor dicho malvivido durante el tiempo que estuvieron explotadas. Y cómo se siguen sintiendo sucias y sin deseo sexual.           
Ellas, “las otras” son estigmatizadas socialmente por haber sido “usadas” por muchos hombres para saciar el deseo sexual de ellos, nunca el de ellas. Han sido explotadas, violadas, agredidas, etc. solo para aumentar el beneficio de sus explotadores. Solo han sido mercancía para ellos. Ni siquiera han tenido la consideración hacia ellas de considerarlas personas.           
Leía estos días en una red social una frase lapidaria que decía “siempre va a haber putas y drogas porque siempre habrá consumidores”. Es terrible porque implícita y simbólicamente pone al mismo nivel sustancias tóxicas como lo son las drogas con personas, mujeres prostituidas, sin ningún pudor, sin analizar en absoluto las situaciones de esas mujeres. Nada, sencillamente justificar que el deseo de ellos ha de ser satisfecho a cualquier precio. Me parece terriblemente doloroso e humillante.        
Justificar la existencia y no abolición de la prostitución es ponerse abiertamente de parte del capitalismo más salvaje y al lado del patriarcado opresor.       
A estas alturas no me valen justificaciones de ningún tipo. Pretender llevar al ámbito laboral la esclavitud o  escudarse en el mito de la libre elección no lo puedo entender, puesto que, como ya he comentado, se esconde un lucrativo negocio ilícito que explota sexualmente en régimen incluso de esclavitud a mujeres e incluso niñas vulnerables.        
Pretender asimilar la prostitución con el empoderamiento de las mujeres es dar alas a un patriarcado capitalista que pretende mantener sus privilegios a toda costa y sus deseos en forma de imposición.           
La misoginia y el desprecio hacia las vidas de las mujeres prostituidas forma parte del rechazo que socialmente existe hacia ellas, porque se las considera responsables y culpables de su propia situación y no víctimas de un engranaje que las usa como materia prima para consumo y privadas de cualquier derecho humano.         
Posiciones como la de Suecia y la recientemente tomada en Francia las dota de humanidad y de derechos. Lo contrario significa legitimar la trata de personas, la esclavitud sexual, la cosificación de los cuerpos para satisfacer deseos privando de derechos a esas mujeres e incluso niñas.

*Corresponsal, España. Comunicadora de Ontinyent
CIMACFoto: Anayeli García Martínez
Por: Teresa Mollá Castells*
Cimacnoticias | Ontinyent, Esp.-

Pobreza por ingresos en las Mujeres


Por: Carmen R. Ponce Meléndez*

La pobreza es una manifestación extrema de las múltiples facetas de la desigualdad. La insuficiencia de recursos monetarios para alcanzar un nivel de bienestar compatible con la dignidad humana es una de las formas más alarmantes en que se presentan las diferencias sociales. En ella se concentran a su vez privaciones en el acceso a los bienes y servicios básicos, y a una protección social adecuada, así como la falta de participación en los espacios fundamentales de la sociedad, entre otras. 
A su vez, la elevada desigualdad y la pobreza generan desincentivos para la innovación y la inversión en los países, por lo que representan una ineficiencia de alto costo en el proceso de desarrollo.
A fin de superar la pobreza se requiere ir más allá de garantizar mínimos de bienestar como objetivo de las políticas de desarrollo. Sin abordar las desigualdades y las asimetrías entre grupos de población que se producen en el proceso de desarrollo, tanto nacional como global, no es posible lograr transformaciones económicas y sociales más profundas. 
La insuficiencia de recursos debe ser abordada a través de aspectos como la igualdad en el empleo, la titularidad de los derechos y la convergencia productiva, entre otros.
Esos son señalamientos del documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) titulado: “Medición de la pobreza por ingresos. Actualización metodológica y resultados”.
En México la mujeres enfrentan niveles de pobreza muy graves por ingresos insuficientes desde hace más de 30 años; estos salarios bajos no sólo son producto de la política laboral neoliberal, también de la cultura patriarcal y machista: brecha salarial, discriminación y una desigualdad en el mercado laboral, ya sea en salarios o en acceso a derechos.
Sus trabajos son precarios y con bajas retribuciones. Por lo que hace a los otros elementos de su autonomía económica como acceso a tierra, agua, crédito y educación, su acceso es menor al de la población masculina. 
Las cifras sobre capilaridad social confirman que las mujeres que están en pobreza tienen mínimas posibilidades de mejorar.
Las niñas nacidas en el segmento correspondiente al 20 por ciento más pobre tiene el doble de probabilidades de seguir en esa situación toda su vida, comparadas con los niños que se encuentran en estas condiciones.
Desde esta mirada se pueden entender las causas que llevaron a las obreras de la maquila en Matamoros, Tamaulipas, a enfrentar una huelga con la exigencia de mejorar salarios y condiciones laborales, o a las y los maestros de Michoacán, a quienes simplemente no les pagan sus salarios. Además habría que decir: sus bajos salarios.
Por primera vez en muchos años las autoridades laborales federales respetan y reconocen una huelga de las y los trabajadores. Las autoridades estatales y los empresarios tuvieron las mismas respuestas de siempre: desconocer la huelga, quejarse de las “enormes pérdidas” que esto provoca y amenazar con la pérdida de empleos. ¡Uf!
Ahora, si bien es cierto que el aumento salarial del 16 por ciento o del 100 por ciento para la frontera norte es inédito en más de tres décadas, precisamente por el gran rezago que tienen los salarios y la enorme pérdida de su poder adquisitivo, su recuperación  tendrá que ser un proceso gradual, pero continúo.
De acuerdo a un estudio realizado por Picodi (publicado en el periódico El Economista el 30 de enero), una canasta básica alimenticia es compuesta por ocho productos, cuyos precios son observados y actualizados constantemente en todo el mundo: pan, leche, huevos, arroz, queso, carne, frutas y verduras. 
Aunque la lista puede parecer corta estos alimentos cubren las necesidades de proteínas, carbohidratos, fibra y minerales de una persona adulta promedio. Esta canasta básica tiene un costo promedio de 1 mil 543.65 pesos y el salario mínimo vigente es de 3 mil 061 pesos mensuales netos.
Por tanto el gasto para la canasta básica considerada es la mitad del salario mínimo mensual (50.4 por ciento). Esto comparado con cinco países latinoamericanos ubica a México en el último lugar. 
Por ejemplo, un australiano sólo invierte 6.7 por ciento de su salario mínimo mensual para la canasta básica alimentaria, un español destina 9.1 por ciento. Los trabajadores en Australia, Irlanda y Gran Bretaña disfrutan de las mejores condiciones salariales de la lista. Esto se debe a que un empleado australiano, irlandés o británico sólo gastará alrededor de 7 por ciento de su salario mínimo en la canasta básica alimenticia.
Conclusión: Las y los trabajadores del país básicamente trabajan para apenas comer, basta ver los precios de los alimentos que aparecen en la gráfica anterior. Los altos precios de los energéticos siguen siendo determinantes. Y el precio de las hortalizas creció más del 90 por ciento, tan sólo en los últimos cinco años. En ese mismo período el salario mínimo tuvo una tasa media de crecimiento anual de apenas el 6.4.
¿Y esto afecta más a las mujeres? Si, y en forma muy importante. Por ejemplo, solamente 10.4 por ciento de los trabajadores perciben hasta un salario mínimo, mientras que este porcentaje crece a 17.3 en las mujeres trabajadoras. De entrada aquí se tiene mayor pobreza por ingresos femenina y una desigualdad de género laboral considerable. El problema del país no sólo es la pobreza, también la desigualdad.
En los ingresos más altos sucede lo mismo. Las trabajadoras con más de cinco salarios apenas alcanzan 6.7 por ciento, en contraste los trabajadores representan el 16.6 por ciento. Aquí la brecha de género y la desigualdad económica que provoca es más amplia, en detrimento de las mujeres y sus familias (datos del segundo trimestre 2018, Enoe-Inegi).
Con este escenario habrá que ver los efectos positivos de la ampliación de la canasta básica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya no serán 23 sino 40 sus productos y estará disponible en las tiendas de Seguridad Alimentaria Mexicana, que surgió a partir de la fusión de Diconsa y Liconsa.
Pero así como las mujeres salen a las calles para exigir seguridad y un alto al feminicidio o secuestros, también deben exigir el cumplimiento de sus derechos económicos y laborales. En ambos casos es obligación del Estado atender estas justas exigencias.

*Economista especializada en temas de género
twitter @ramonaponce

CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México

Convocan a mujeres de todo el país para tejer la bandera feminista más grande del planeta

Argentina: El colectivo “Tejiendo Feminismos”

Llama tejer cuadrados verdes de 20 centímetros que lleven el nombre de alguna víctima de femicidio
 
Buenos Aires, 07 feb.-19. AmecoPress.- El colectivo “Tejiendo Feminismos” llama tejer cuadrados verdes de 20 centímetros que lleven el nombre de alguna víctima de femicidio. Entremujeres entrevistó a las responsables del proyecto.
¿Cómo sería la bandera feminista “más grande y sorora del planeta”?
Requiere de muchas manos, mucha memoria, mucho trabajo y mucho pero mucho verde. Así la imaginaron Victoria Zapata, María Del Mar Gelabert y Daniela Zapata, fundadoras de “Tejiendo Feminismos”, el colectivo que busca presentar su creación durante el 34° Encuentro Nacional de Mujeres que tendrá lugar en octubre en La Plata.
Su mensaje es claro: “Estamos acá, vivas, unidas y empoderadas... y estamos tejiendo una nueva realidad”. Así, las organizadoras convocaron a mujeres de todo el país a tejer cuadrados verdes de 20 centímetros a los que, opcionalmente, se les puede añadir el nombre de alguna víctima de femicidio.
La respuesta fue inmediata: desde niñas hasta abuelas pusieron manos a la obra y les hicieron llegar sus trabajos, donde incluso aparecieron casos que parecían haber quedado olvidados pero estaban ahí, latentes, guardados en aquellas páginas donde aún se hablaba de “crímenes pasionales” y no de violencia de género.
La idea nació en un almuerzo donde la realidad económica, política y social, local y regional, era el tema de conversación. “Nosotras nos preguntábamos qué hacer concretamente, buscábamos de qué manera poner de manifiesto nuestro reclamo. Y surgió la idea de que todas podamos tejer la bandera. Creemos que es insoslayable el hecho de que la sororidad organizada es nuestra herramienta de lucha primordial. Todos los logros de las mujeres han sido a partir de pensarnos y de actuar colectivamente.
Jamás nos hubiésemos imaginado que Tejiendo Feminismo se iba a convertir en lo que hoy es, lo cual nos enorgullece muchísimo”, dijo a Entremujeres Victoria Zapata, militante feminista y estudiante de Ciencias Políticas y Trabajo Social.
La respuesta sorprendió incluso a las fundadoras, quienes si bien confiaban en su proyecto no dimensionaron el alcance que iban a lograr. “Yo sabía que íbamos a tener una buena respuesta pero no me imaginé que tan buena. Más allá de las tejedoras que yo conozco -quien habla es una de las fundadoras de la Asociación Civil “Abrazos de Pulpitos”, que teje pulpos para bebés prematuros de todo el país- se sumaron un montón de tejedoras que tienen este arte ancestral aprendido como un saber de familia. Quizás no eran tejedoras asiduas pero se conmovieron con la propuesta y sintieron la necesidad de aportar su granito de arena, de ser escuchadas, de formar parte de este colectivo.
También se sumaron un montón de chicas a quienes nunca en la vida se les había pasado por la cabeza tejer y sólo por este motivo fueron aprendiendo. Ha sido increíble a nivel federal, pensábamos que se iban a prender más chicas de nuestras edades, pero se sumaron abuelas, niñas, superó ampliamente nuestras expectativas.
Y va a superar las expectativas de cualquiera cuando vean esa bandera armada entre todas, con los nombres de las hermanas que ya no están unidos en un gran grito, va a ser el grito verde”, sostuvo Gelabert, economista y tejedora. Al respecto, Victoria añadió que por cada cuadrado “hay pibas súper jóvenes y abuelas femininjas, una diversidad etaria maravillosa, así como varones que tejieron sus cuadrados y que participan. Este es un llamado abierto en todo sentido”.
La bandera será cosida con los cuadrados que mandaron tejedoras expertas o improvisadas desde todas las provincias. “Lo que logramos fue una articulación de red entre mujeres de todo el país, desde Ushuaia hasta Jujuy. La bandera tiene un mensaje simbólico que es visibilizar a aquellas mujeres que ya no están y que en gran parte de nuestra sociedad están representadas estadísticamente por un número. Nosotras lo que hacemos es ponerles un nombre”, detalló Daniela Zapata, quien es otra de las organizadoras, además de trabajadora social.
Foto: “Tejiendo Feminismos”.

Prostitución: ¿Legalización o abolición?

Prostitución & Debates

Sobre las posiciones, dilemas y debates de la prostitución

Los lugares comunes permean nuestra vida y condicionan tanto nuestros pensamientos como nuestras acciones. Un tópico actual dentro del progresismo es el de “feminizar la política” en la idea de que las mujeres serían, en general, menos competitivas y ambiciosas y, en particular, más suaves y mesuradas en los debates que los hombres, bastante “machos” y “alfas” casi todos ellos. 

Esta media verdad nos revelaría su parte errónea en lo que a la suavidad en la discusión se refiere si asistiésemos a una reunión de feministas que estuviesen hablando sobre la prostitución. Porque si hay un tema que divide y encona al feminismo es el del mal llamado oficio más viejo del mundo. Sin entrar a valorar, por razones de espacio, la posición que proclama la prostitución como un arma liberadora para la mujer y un factor de desestabilización de la cultura heterosexual y patriarcal, dos son las principales corrientes que se enfrentan dentro del movimiento feminista: la que defiende la legalización y la partidaria de la abolición. Veámoslas brevemente. 

La postura por la legalización. 

Para las partidarias de la legalización, la prostitución sería un trabajo como otro cualquiera. Simplemente consistirá en el intercambio de un servicio por dinero, no muy diferente – o nada distinto – del que pueda realizar cualquier otro trabajador. Se cambia una mercancía por otra entre personas adultas. Por supuesto, se está hablando de la prostitución consentida, siendo este punto, el consentimiento y la decisión autónoma y personal de la prostituta en ejercer esta actividad, el segundo concepto básico de las partidarias de la legalización. Nadie tendría derecho a estigmatizar, prohibir o castigar a una persona que decida libremente “utilizar” su cuerpo para sacar un beneficio. 

 En consecuencia, al ser esta prostitución libre y consentida una actividad laboral, debería ser regulada como todas las demás: seguridad social, pensiones, impuestos, cotizaciones, etcétera. De esta manera el Estado sacaría beneficios por vía impositiva, se protegería el bienestar de las prostitutas y se combatirían los abusos de los empresarios y las enormes ganancias de las mafias de trata de mujeres y niñas, favorecidos por la actual situación de “imprecisión” legal. 

 Por último, las partidarias de la legalización critican a las abolicionistas por inmiscuirse en el derecho al propio cuerpo, las recriminan que en el fondo estigmatizan la prostitución por principios puritanos inconfesables, las tildan de paternalistas al considerar a todas la prostitutas como víctimas sin capacidad de agencia y las advierten de que llevar a la práctica la abolición solo conduciría a aumentar la explotación y debilidad de las prostitutas frente a empresarios y mafias al ser desterradas al mundo de la ilegalidad. Un ejemplo de esta postura sería Holanda. 

La postura abolicionista. 

La posición abolicionista – la de mayor tradición dentro del movimiento feminista – defiende que cualquier medida legislativa que se plantee debe tener como objetivo acabar con la prostitución. Afirma que la prostitución es la esclavitud moderna – de ahí su nombre de abolicionista – y que, por ende, solo cabe luchar por su erradicación. Niega el carácter de “trabajo como otro cualquiera” de la prostitución, alegando no solo su “especificidad” y sus posibles peligros, sino conceptualizándolo como símbolo extremo y revelador de la situación de dominación de fondo del hombre sobre la mujer. 

También rechaza el argumento de la “libre decisión” al considerar que, en la aplastante mayoría de los casos, el ejercicio de la prostitución viene motivado más por la necesidad que por una hipotética libertad personal sobre el propio cuerpo. Acusando a las pro-legalización de caer en las concepciones liberales del individualismo contractualista, las abolicionistas utilizarían un doble enfoque al aproximarse al fenómeno de la prostitución: de clase y de género. Por el enfoque de clase arguyen que la casi totalidad de las prostitutas pertenecen a la clase baja y que, por añadidura, se da una especie de neocolonialismo pues la presencia de mujeres del tercer mundo es cada vez más importante. 

Por el enfoque de género, definen a la prostitución no como un contrato de intercambio de servicios entre individuos, sino como una institución que asegura a los hombres el acceso a ciertas mujeres previo pago de una determinada cantidad de dinero, esto es, una especie de harén “democrático” permanente o un supermercado del orgasmo masculino abierto las veinticuatro horas. 

En este sentido, las abolicionistas creen que es posible influir legislativa y culturalmente sobre la demanda, ya sea multando a los puteros, ya sea deslegitimando la práctica del sexo comprado – o ambas cosas a la vez – Por último las abolicionistas consideran que la legalización de la prostitución solo beneficia a las mafias y empresarios al expandir el mercado del sexo y al dividir, en la práctica, a las putas en legales e ilegales. Un ejemplo de esta política sería Suecia. 

 ¿Es posible un terreno común? 

Como ya dijimos al principio estas dos posturas están muy encastilladas en sus posiciones y han generado un encono muy profundo en el movimiento feminista. 

El resultado inmediato de esta situación ha sido la incapacidad del feminismo de dar una respuesta práctica y unitaria, aquí y ahora, al problema de la prostitución y a la enorme expansión del mercado del sexo pagado, y más particularmente al inhumano tráfico de mujeres y niñas, al crecimiento del turismo colonialista sexual y a la sangrante situación de muchas putas emigrantes en burdeles y calles. 

 Esta parálisis debe concluir para bien del feminismo, las afectadas y la sociedad en general. Para salir de este bloqueo propositivo es necesario dejar a un lado por el momento las diferencias “ontológicas” – trabajo/no trabajo, libre decisión/necesidad... – que solo conducen al atrincheramiento, y buscar aquello que une a las dos corrientes mayoritarias. Veamos. Ambas posturas tienen en común tres cosas. 

La primera es que tanto una como otra pretenden defender el bienestar de las prostitutas y liberarlas del estigma social que suele conllevar su actividad, evitando cualquier tipo de condena moral o criminalización legal. 

La segunda es que legalizadoras y abolicionistas tienen como uno de sus principales objetivos la lucha contra las mafias, el tráfico de mujeres y niñas, y la conversión del tercer mundo en fuente de mano de obra prostituta y en burdeles neocoloniales. 

La tercera es que comparten un mismo desiderátum: preferirían un mundo donde no existiese la prostitución. Dentro de este tercer aspecto, se podría considerar que, coincidentes en el largo plazo – una sociedad de iguales –, difieren en el corto y medio plazo y en el método para alcanzar esa humanidad donde reinaría una sexualidad realmente libre: unas creerían que el mejor medio sería la abolición, las otras pensarían que la legalización es un camino más adecuado. 

 Una modesta proposición. 

En nuestra opinión, y en base a los tres puntos reseñados, creemos que existe un terreno común sobre el que es posible edificar una propuesta unitaria. Esta tercera vía la podríamos calificar de alegalidad con un horizonte ético abolicionista. Tendría como mayores fundamentos, por un lado, la convicción de que ni la abolición, ni la legalización pueden resolver el problema de la prostitución a medio y corto plazo; y por otro, la imperiosa necesidad de dar una respuesta unitaria, aquí y ahora, a la cuestión que nos ocupa y preocupa. A grandes rasgos este mínimo común consistiría en lo siguiente: 

1o.- La prostitución ni se legalizaría, ni se ilegalizaría, dejándola así en una situación de alegalidad. 
2o.- Se perseguirían de una forma eficaz y contundente las mafias y el tráfico de mujeres y niñas. 
3o.- Las prostitutas no sería penadas, al contrario se velaría por sus derechos humanos y se combatiría cualquier forma de explotación. 
4o.- Se implementarían fondos para ofrecer a las prostitutas que lo quisieran salidas profesionales de otro tipo. 
5o.- Se deslegitimaría al putero y a la banalización de la sexualidad que suele conllevar la práctica del consumidor de sexo pagado. 

La responsabilidad de los hombres. 

Por último, añadir algo de transcendental importancia: hay que dar un giro copernicano al análisis de la prostitución. Es necesario dejar de verla desde el lado de la puta y empezar a mirarla desde el lado del putero. La responsabilidad de los hombres en este sentido es grande. La prostitución degrada al sexo masculino al considerar que los varones son sacos de testosterona, gorilas incapaces de reprimir sus ansias de orgasmos simiescos, violadores en potencia cuya única forma de reprimir su insaciable sed de sexo es ofrecerles el desaguadero de las putas. Los hombres tienen que dar un paso adelante, levantar la voz y oponerse a esta idea depredadora de su sexualidad, y reivindicar como suya una sexualidad libre entre iguales. Sin puteros no habría putas.

“Me alegro cuando me dicen Resistencia”: María López


Trabaja para erradicar la violencia de género en Honduras
   

María Felicitas López es una mujer indígena lenca que vive en una comunidad del departamento de La Paz, en las montañas de Honduras. Es coordinadora de Género del Movimiento Indígena Independiente Milpa y forma parte de la Red Departamental de La Paz Contra la Violencia Familiar. 
A propósito de la “Misión Feminista de Solidaridad El Abrazo”, que se realizó a finales de enero, Cimacnoticias se entrevistó con María López, quien se declara orgullosamente feminista indígena y habla de los problemas que enfrenta en su organización mixta, de su empoderamiento y del Mecanismo de Seguridad para Defensores y Defensoras Hondureñas, que para ella, está fallando.
Sonia Gerth (SG): ¿Desde cuándo te nombras feminista?
María López (ML): Me llamo feminista desde que comencé a conocer mis derechos, desde que yo tomo mi decisión, que soy dueña de mi cuerpo, yo hago lo que a mí me gusta. No soy la niña obediente como cuando los papás lo crecen, que uno tiene que hacer lo que los papás le dicen. Desde ahí me digo feminista, porque conozco mis derechos y todo lo que es ser una mujer feminista, ser rebelde, no aceptar lo que el sistema patriarcal ha in-culturizado a las mujeres indígenas.
SG: Pero, tu misma dijiste que no creciste así, que tus papás te inculcaron otras cosas. ¿Cómo fue que te emancipaste?
ML: Bueno, cuando crecí era la niña que sufría violencia, que los niños me fugaban era algo normal, que yo tenía que hacer todo lo que se me decía, sufría bullying. Fui violada de seis años. Todo eso para mí era normal. Entonces ya cuando conozco todo, me nombro así. Y agradezco al Centro de los Estudios de la Mujer en Honduras (CEMH), porque CEMH fue que me abrió los ojos.
SG: Cuéntanos, ¿qué es Milpa?
ML: Milpa es una organización, Movimiento Indígena Independiente de La Paz, Honduras. Más que todo se enfoca en lo que es la defensa de los territorios, la violación de Derechos Humanos de los pueblos indígenas y contra los proyectos extractivistas, porque en el departamento de La Paz tenemos ya varias concesiones.
“Pero también, como las mujeres ya habíamos andado en lo que es la lucha y no había el reconocimiento ni también vimos que había mucha urgencia de la violencia doméstica y de violación sexual a niñas y que no había quien tenía conocimientos ni cómo crear una alianza o una estrategia, fue entonces cuando entro a sacar el primer diplomado en CEMH.
“Y fue como que de uno sólo me abrieron las puertas y rompí las cadenas del patriarcado. Yo entro de inmediato como coordinadora de Género de Milpa. Desde entonces empiezo a divulgar que se debe tomar la participación de las mujeres, que se debe reconocer la lucha de las mujeres. La organización está más enfocada en lo que es derechos del territorio, pero también yo me metí a trabajar bastante lo que es el tema de violencia doméstica y a sensibilizar a los compañeros que las cosas de violencia no tienen negociación. Porque el machismo mata.
“Entonces yo me metí en el tema de Derechos Humanos de las mujeres. Ya tengo varias delegaciones líderes aparte de mí. Yo entré de primera, con la compañera Margarita”.
SG: ¿Hace cuánto tiempo fue eso?
ML: Hace seis años. Éramos tres compañeras, pero había una que decía: “¡No, el tema de la mujer es muy peligroso, arriesgado, que vamos a ponernos en conflicto!”. “No”, le digo yo, estamos en una organización mixta, y el hecho es que somos defensores de Derechos Humanos, de los territorios, pero también tenemos que ver que nuestro primer territorio lo vamos descuidando y es el cuerpo de nosotras. Y tenemos que empezar de allá.
“Entonces, mi compañera me dice: ‘Ay de ti, porque vos estás muy joven. Mira que te van a venir las dificultades con tu pareja.’ Dicho y hecho. Yo que empecé a divulgar y hablar de las leyes, a mencionar todos los tipos de violencia, empecé a decir que van a ser castigados. A mí me terminaron de trabajar (influencias) a mi esposo, destruyendo mi hogar, ahí fue cuando yo fui a esta casa refugio mis quince días. Porque a mí me pedían de favor que me apartara de la organización y que me apartara de mi cargo.
SG: ¿Quién te pidió eso?
ML: A mi esposo se lo trabajaban (lo influenciaba) su familia. Mi esposo me lo pidió. “Salgase de eso. Porque ahí la van a matar. Ustedes lo que andan haciendo es algo malo”. “No. No me voy a salir”. “Pues váyase”. “Pues me voy”, le digo yo. Porque conozco  mis derechos. Pero le voy a denunciar. Conmigo la violencia ya no va. Ya había pasado todito lo que era violencia. Todo lo que estaba viviendo en mi vida era violencia y la descargaba con mis hijos. La cólera que yo sentía, la descargaba con mis hijos.
“Entonces, cuando voy al Centro de Estudios de la Mujer, (allí se) me forma y digo: ¡No, alto! Conmigo la violencia ya no va. Entonces desde ahí, yo entré en lleno. Pero sí, he tenido bastantes dificultades en la organización. Porque también cuando los hombres ven que una mujer se empodera, ya conoce y busca ese derecho que sea reconocido, ellos empiezan a cuestionarlo. A decir que no, que mire, que la agenda es ésta. ¡No! Perdón. La agenda de la mujer es otra. La tenemos que trabajar nosotras.
SG: ¿También quieren impedir que las mujeres participen en tus talleres?
ML: Bueno, sí. Había bastantes desafíos, más que todo cuando nosotras hacíamos réplica de diplomados. No había participación de las compañeras. O sentían timidez, miedo, entonces desde ahí, yo tengo un grupo de autoayuda. Es para auto-sanarnos de la violencia. Es un grupo para aprender. Lo que se trata ahí se queda. Es un grupo confidencial. Secrecía y sororidad, para poder ayudar a las demás compañeras, a otras que no han podido salir de los vínculos de la violencia. Porque también eso hay en los pueblos lencas, no lo voy a negar. Porque también va de una raíz, de un sistema.
SG: ¿Hay gente que te quiere hacer ver como una mancha en la imagen de la organización sólo por estar hablando de la violencia que de género?
ML: Por ejemplo ahorita, en el municipio de Santa Elena, los representantes ahí dicen: “Ay, esa mujer de Milpa es una revoltosa, como tiene embrujada el marido, por eso ya quiere hacer los mismo con las demás mujeres”. Dicen que somos unas mujeres guerrilleras, revoltosas, ñangaras y que somos una resistencia. Pero yo me alegro cuando me dicen resistencia. No me debilita, me fortalece mejor que me digan resistencia.
“Ahorita las comadronas, las parteras las estaban queriendo procesar, que si atendían partos en las comunidades rurales las iban a criminalizar. Y a las mujeres estaban sacándoles una multa de mil 500 lempiras (moneda hondureña). Si no presentaban una constancia de que ya habían pagado la multa no se podía hacer el registro del niño en el registro nacional de personas. Entonces empecé a denunciar eso, y fue cuando más odio me pusieron.
"Hace poco a mi esposo lo intentaron matar un militar. Tenemos medidas cautelares 15 compañeros, pero no me siento segura. Una, porque el mecanismo es un irresponsable. Podemos ver el ejemplo de Berta Cáceres. Ella tenía medidas cautelares. Y qué, luego salieron con lo de que Berta había renunciado a sus medidas. Y es una mentira. Yo no me siento segura. Pero no me voy a callar. Voy a seguir denunciando. Porque la idea mia es eso. Un día tener una organización sólo de mujeres.
"Atrás de mi espalda tengo un montón de compañeras que me dicen: María la felicitamos porque usted es la mujer que habla por las mujeres indígenas, porque nosotras no tenemos conocimiento. A veces me dicen compañeras, ‘¿Dónde sacó ese don?’ Don natural. De una mujer que tiene que aprender de sus derechos”.
SG: ¿Por quéno pudiste ir a la escuela?
ML: Yo sólo saqué sexto grado. Una mujer de sexto grado, discriminada, porque no tiene ningún espacio público.
SG: Pero sexto grado en escuela nocturna.
ML: Si. Trabajé de 12 años. Me regalaron de siete años, pero a mí no me gustó donde la doña que me regalaron, porque de chiquita era muy rebelde. Mi madre discapacitada, no tenía cómo crecerme, no tenía un hogar, no tenía nada. Ella me regaló de siete años. Yo me vine de Tegucigalpa, me vine a vivir con mis abuelos, y de 12 años me fui a trabajar. Ahí fue donde yo deseaba saber leer porque no sabía leer.
SG: ¿En la casa de tus abuelos ibas a la escuela?
ML: No iba a la escuela, no me mandaron porque yo era la niña como quien dice ‘la que pasaba con mi mamá’. A mi abuel Mamá le digo porque ella me creció. Y el caso más duro fue que yo me recuerdo y no me olvido: De 16 años me toca andar en los juzgados y en la fiscalía porque violan a mi hermana de 12 años. Y la embaraza el padrastro. Y desde ahí me pusieron una amenaza de muerte, el padrastro. Porque yo había tocado las leyes.
"Ahorita tengo dos casos recientes. Y son demandas que ya he ido a la Fiscalía, ya reporté al Mecanismo, absolutamente nada (pasó). Por eso a veces me rio cuando me dicen: Tienes medidas, no es ninguna seguridad. Es un peligro. Porque ahorita el Mecanismo de Seguridad no está respondiendo a ninguno de los que tenemos medidas”.

CIMACFoto: Sonia Gerth
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | San Pedro Sula, Hon

México: Feministas alertas por retroceso en derechos humanos de las mujeres

El Frente Feminista Nacional (FFN)

Llama a activistas, sindicalistas, académicas, defensoras, redes, grupos, mujeres en general y a las organizaciones de la sociedad civil a estar atentas ante cualquier retroceso

 
México, 17 feb. 17. AmecoPress/SEMlac.- El Frente Feminista Nacional (FFN) llamó a activistas, sindicalistas, académicas, defensoras, redes, grupos, mujeres en general y a las organizaciones de la sociedad civil a estar atentas ante cualquier retroceso en materia de derechos humanos de las mujeres a nivel federal y en las entidades, en un contexto de creciente violencia feminicida en México.

En una reunión para establecer estrategias de vinculación y articulación, unas 25 integrantes del FFN de la Ciudad de México y en comunicación virtual con feministas de los estados de Querétaro, Tabasco, Guerrero y Jalisco, hicieron un balance de la situación a dos meses de los nuevos gobiernos, tanto del federal como de otras entidades y municipios, así como de las legislaturas. Coincidieron en que el panorama es desalentador y preocupante.

Esta situación también se identificó en las cuatro entidades, como en el caso de Jalisco, donde el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, de Movimiento Ciudadano, desapareció el Instituto Jalisciense de las Mujeres. Pese a que no hubo una postura unificada del movimiento feminista, el hecho crea un precedente que no se puede pasar por alto, señaló Nahela Becerril, de la coordinación nacional del FFN.

El movimiento feminista a nivel internacional luchó por la creación de estos mecanismos para el adelanto de las mujeres. En esta época en que se tendría que estar buscando su fortalecimiento, se está peleando para evitar que desaparezcan, puntualizó.

Las participantes expusieron que pese a que dos meses no son suficientes para exigir resultados, se ha identificado que existe nulo interés por las políticas para la igualdad de género y para erradicar la violencia contra las mujeres, como lo establece el marco normativo en las materias, pues únicamente se han anunciado medidas aisladas y coyunturales, además de que se les están quitando recursos, indicó Lourdes García Acevedo, igualmente de la coordinación nacional frentista.

Lo mismo pasa en las otras entidades en las que se ha observado que para los nuevos gobiernos no son prioridad ni la transversalidad de la perspectiva de género en todas las políticas públicas, ni la cultura institucional para erradicar prácticas discriminatorias y el hostigamiento sexual en las instituciones públicas, por lo que las feministas han buscado alianzas y articulación para evitar retrocesos.

Las activistas, reunidas en la sede del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), reconocieron, sin embargo, que las cuestiones más preocupantes para el movimiento feminista en materia de derechos humanos de las mujeres son los feminicidios -los cuales todavía se sigue considerando crímenes pasionales-, la violencia de género, el acceso a la justicia, la impunidad, corrupción, la despenalización del aborto y la defensa del Estado laico.

De igual forma, les preocupa la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo discurso se centra en la moral y los valores, con ideas conservadoras como su Cartilla y el proyecto de una Constitución Moral.

Ante ello, el FFN -que agrupa a feministas de 28 entidades del país- convoca al diálogo y articulación nacional. Aunque reconocieron que no hay unificación de criterios entre las feministas y las organizaciones porque el feminismo es diverso y amplio, llamaron a respaldar, difundir e integrarse a todas las iniciativas y movilizaciones que se han emprendido desde distintos espacios, como las marchas programadas en distintas ciudades del país.

Foto: Archivo AmecoPress.

“Se vacían nuestras comunidades y el más interesado es el Estado”


Defensora Aurelia Arzú alerta sobre la migración en Honduras 
   

Aurelia Arzú pertenece al pueblo indígena garífuna, una población históricamente discriminada en Honduras. Su región se enfrenta a megaproyectos mineros, de represas y de turismo y a los problemas que surgen de la migración. Arzú es sub-coordinadora de la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh).
En entrevista con Cimacnoticias, durante la Misión Feminista de Solidaridad El Abrazo”, que se realizó por el país centroamericano, a finales de enero, Aurelia Arzú, quien también colabora con la Red Nacional de Defensoras, llamó la atención sobre el futuro de su país, un lugar donde la juventud es obligada a migrar y dejar las comunidades en manos de las grandes empresas extractivas.
Sonia Gerth (SG): ¿Cómo es la región donde vive, el paisaje?
Aurelia Arzú (AA): Yo vengo de una región, por lo general los garifunas en Honduras, estamos en lo que es la costa norte, asentados en el Caribe, en la orilla del mar. Mi comunidad se llama Santa Rosa de Aguán y es una comunidad única para mí, porque es la única comunidad de los 47 pueblos garífunas que es totalmente arena.
“Tenemos muchas dunas de arena, preciosas, pero tienen su característica el resto de las comunidades. La mujer garífuna y la mujer en general en Honduras estamos sufriendo mucho femicidio (feminicidio). No se están respetando los derechos de la mujer, como al nivel mundial se hace.
“La verdad que el patriarcado está jugando un papel en contra de la mujer. Y el sistema también, porque se ha por mucho tiempo manejado que la mujer es incapaz, no es capaz de hacer labores que pertenecen al hombre. Pero eso es un error, es una equivocación, nosotras somos capaces y lo hemos demostrado.
“La mujer garífuna, una luchadora desde sus antepasados, que siempre hemos estado en resistencia y seguimos en resistencia. Estamos siendo asesinadas, en Honduras hay una estadística en 2018 de 180 mujeres asesinadas, si no me equivoco. Pero no queremos seguir siendo una estadística. Nos necesitamos vivas. Es mucho la discriminación hacia la mujer en todos los ámbitos en este país.
“También se nos mira mal por el hecho de ser defensoras. Ser defensora en este país implica muerte, pero la mujer es la que defiende. Por ejemplo, nosotros los garífunas en este momento tenemos una preocupación sobre la migración que se está dando en Honduras, porque anteriormente el hombre era el que migraba y la mujer se quedaba en casa cuidando los bienes comunes. Hoy en día no, y eso es una preocupación para nosotros como organización, como mujeres garífunas, que la que está migrando es la mujer y se está llevando sus hijos. Quiere decir que cuando viajen, es un viaje sin retorno.
“Y si nosotros hablamos que el futuro de este país es la juventud, y la juventud se está yendo, ¿de qué futuro hablamos? También pienso que es un plan estratégico para vaciar las comunidades. Y ya cuando están vacías, hacer uso de estas comunidades. Entonces, han cambiado de táctica. Porque nos oponemos, a la minería, a la represa, a las ciudades modelos”.
SG: Entonces, en su comunidad las mujeres se quedan como cabezas de hogar, ¿Y los hombres se van y desaparecen?
AA: No. Los hombres vuelven. Emigrar no es un delito, es un derecho. Pero por lo general, por costumbre, el hombre es el que se va a buscar los medios de vida, y la madre se queda en casa con los hijos. Pero lo sorprendente ahora (es) que han cambiado los papeles, la mujer es la que va migrando, y se lleva a los hijos. Y cuando la mujer se va a un país, ilegal, y en estas condiciones, quiere decir que no va volver. Entonces, si el Estado de Honduras se preocupa por la niñez, entonces por qué hay que dejar que estos niños migren.
“¿Cuántos niños hay en la calle? Deambulando, que no tienen casa, no tienen a donde vivir, entonces, ¿cómo es que se preocupan por los niños que salen?”.  
La defensora se refiere a la política del Gobierno de Honduras que amenazó con encarcelar con penas de 1 a 3 años de prisión a las y los migrantes que lleven menores de edad fuera del país, sin los documentos necesarios.
“Porque la recomendación a las madres es que no se vayan con sus hijos de acá, porque es un peligroso. Pero antes de decir eso, deberían de preocuparse por la cantidad de niños que hay en este país que no tienen padres que no tienen a donde vivir. Entonces si podemos dar un consejo a esas madres (de) que no se vayan. Mientras tanto no, porque si tú te fijas en este Honduras, de aquí, hay muchísimos que no tienen padres, porque las madres las han asesinado, o por diversas razones. Pero (hay) muchísimos niños en la calle.
SG: ¿Cómo trabaja Ofraneh y a qué se están enfrentando?
AA: Mire, Ofraneh es la organización defensora de los derechos del pueblo garífuna, y también del pueblo indígena. “Ofra” tiene programas que trabajan con la mujer, la Asociación de Mujeres también. Trabaja con el grupo de jóvenes, con el LGBTI, trabaja tierra y territorio. Y Ofraneh se enfrenta a muchas cosas. Al patriarcado que tenemos, al Estado que no le conviene que la Ofraneh exista, porque es la que pelea por el derecho del pueblo garífuna.
“En tierra y territorio por ejemplo tenemos dos casos que los hemos llevado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) en Costa Rica, y la Corte falló a favor del pueblo garífuna. Hay una sentencia que el Estado no quiere cumplir, no es que no pueda, no quiere. La Corte dijo, sanar e indemnizar a las comunidades de Punta Piedra y a la comunidad de Triunfo de la Cruz.
“La Corte dio dos años máximo para que el Estado de Honduras hiciera las remediciones, hiciera todas las evaluaciones que tenían que hacer para poderle dar seguimiento a la sentencia. Pero el Estado de Honduras no tiene la voluntad política para resolver esa situación, para cumplir con la sentencia”.
SG: ¿Qué es lo que más les ayudaría en este momento?
AA: Que cese la migración. Porque estamos viendo un vaciamiento en las comunidades que nos preocupa. Que se cumpla (la) sentencia que dictó la CoIDH, porque de esa sentencia para nosotros dependen muchas cosas, porque daría paso a otras demandas. Urge para nosotros, porque tampoco queremos que se quede en una simple sentencia. La gente de Punta Piedra y Triunfo de la Cruz necesitan sus tierras. Nosotros los garífunas no necesitamos dinero, el dinero lo tenemos en lo que es la Madre Tierra.
SG: Cuando la gente migra, se dan todas esas rupturas en las familias y comunidades. Y en el caso de las y los garífunas, que ya son pocos, se pierde una cultura única…
AA: Ese es una preocupación enorme que tenemos. Porque se están yendo los niños, estamos luchando por conservar nuestra cultura y estamos buscando que con los niños no se pierda esta cultura. Por eso te decía que hay un vaciamiento de las comunidades, y el más interesado es el Estado de Honduras. Entonces la lucha se nos vuelve más difícil, más fuerte porque al irse una madre con sus hijos, hay una ruptura de un hogar y un pueblo en sí porque cada madre, cada niño representa un pueblo.

CIMACFoto: Sonia Gerth
Por: Sonia Gerth
Cimacnoticias | San Pedro Sula, Hon

Apremian ONG a atender violencia contra mujeres y revisar alertas de género

Llamado a López Obrador

Autoridades estatales y municipales invisibilizan el problema: Observatorio Ciudadano del Feminicidio
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) apremió al gobierno federal a atender la violencia contra las mujeres que se presenta en el ámbito comunitario y revisar las 18 alertas de género declaradas en el país. En este sentido, pidió que el presidente Andrés Manuel López Obrador dialogue con las organizaciones.
María de la Luz Estrada, coordinadora del OCNF, expuso que 70 por ciento de los feminicidas se mantiene en el estatus de desconocidos, ubicando sólo a 30 por ciento de los agresores como personas conocidas de las víctimas, tales como sus parejas y familiares cercanos, entre otros, “lo que refleja un evidente contexto criminal.
Lo que han hecho las autoridades estatales es invisibilizar y reducir el feminicidio al ámbito familiar; del 24 por ciento de los asesinatos de mujeres que se reconoce como tal, la mayoría lo ubican en este círculo, dejando en la impunidad y no investigando los que se cometen en el espacio público, donde en muchos casos están involucrados diversas estructuras criminales, señaló.
La impunidad, corrupción y omisión de las autoridades municipales y estatales busca poner bajo la sombra un crimen abominable, que rebasa la violencia familiar y la discriminación, y a la que se imponen los grupos delincuenciales, dijo en conferencia de prensa.
Informó que han documentado cómo los cuerpos de mujeres y niñas son ocultados y sepultados incluso en viviendas, como fue el caso en Empalme, Sonora. Asimismo, cómo abandonan o arrojan los cuerpos en la vía pública, o cómo matan a embarazadas para extraer a sus bebés del vientre.
El OCNF también acusó que en algunos estados se han desmantelado los mecanismos de adelanto para el sector femenino, como sucedió con el Instituto Jalisciense de las Mujeres.
Activistas integrantes de diversas organizaciones que forman parte del OCNF destacaron que los gobiernos estatales no destinan ni ejercen plenamente los recursos para atender la violencia feminicida.
En el caso de Guerrero, señalaron que se asignaron 64.7 millones de pesos para atender la alerta de violencia de género contra las mujeres, declarada en 2016. Los recursos se distribuyeron en gasto burocrático, pago de conferencias y un banco de datos; de este último, no se tiene la información.
Además, denunciaron que a pesar de que se detectó una red de trata en el interior de la Universidad Autónoma de Guerrero, se ha encubierto el caso.
En relación con Ciudad de México, señalaron que no hay avance. Estrada añadió que los casos de intento de secuestro en el Metro pueden estar relacionados con la trata de personas.

Cinco razones por las cuales la paridad es clave para democracias de América Latina

Mujeres participan en una actividad política en Santo Domingo.
Crédito: PNUD República Dominicana
Este es un artículo de opinión de Richard Barathe, director del Centro Regional del PNUD en América Latina y el Caribe

PANAMÁ, 6 feb 2019 (IPS) - En el 2019, América Latina y el Caribe será el escenario de 12 procesos electorales. Momentos como este llaman a pensar en los sistemas democráticos nuevamente y el impacto que tienen estos en la presencia de las mujeres en la política como una oportunidad para renovar nuestro compromiso por una inclusión de las mujeres en la política y así, la transformación hacia un nuevo sistema democrático paritario.
Desde el año 2000 el porcentaje de parlamentarias elegidas a nivel local en América Latina se ha incrementado de 13,23 por ciento a 30,7 por ciento en el 2018; sin embargo, en la región persisten importantes deficiencias en el empoderamiento político de las mujeres.
La baja participación de las mujeres en espacios de decisión y los obstáculos que deben sobrellevar para formar parte de los sistemas democráticos muestran una situación crítica, pero también una oportunidad para generar un cambio positivo en la región.
La paridad política es necesaria para que las mujeres contribuyan a la toma de decisiones que afectan sus vidas y se beneficien del proceso de la democracia.  La democracia paritaria propone un nuevo modelo de un estado inclusivo, tal como lo propone la Agenda 2030, y un nuevo pacto social donde la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres sea una realidad.
  1. Calidad y legitimidad democrática: Cuando la diversificación en la toma de decisiones no existe es probable que los intereses que se traducen en políticas representen sólo a un grupo determinado en desmedro de otros.  La democracia paritaria es una oportunidad para que las necesidades del 50 por ciento de la población sean atendidas a través de decisiones y políticas más inclusivas desde todos los poderes del Estado y en todos los niveles de gobierno. La experiencia ha mostrado que la participación de mujeres en espacios donde se decide la agenda política contribuye a que se incorporen temas que repercuten en beneficio de toda la sociedad, como la custodia parental, legislación contra la violencia de género, la salud sexual y reproductiva, el empleo y autonomía económica de las mujeres, seguridad en espacios públicos, educación, gestión del agua, etc.

    Richard Barathe
    Richard Barathe
  2. Igualdad real en el acceso al poder: Además de que haya más mujeres en los diversos espacios y órganos de decisión política, es igualmente necesario promover las mismas condiciones y oportunidades para hombres y mujeres, en todos los niveles jerárquicos de las estructuras políticas. La paridad, como medida legal en lo político electoral ha demostrado ser la política más efectiva para lograr esa diversidad en el acceso al espacio público: en las democracias latinoamericanas que la han aplicado en nominaciones electorales, se ha logrado el mayor número de mujeres electas como parlamentarias en la historia de dichos países alcanzado rangos cercanos al 40-50 por ciento en Bolivia, México, Costa Rica y Ecuador (CIM e IDEA Internacional, 2016). A su vez, Bolivia, Costa Rica y México son los países de la región con la proporción más equitativa de mujeres y hombres en sus parlamentos.
  3. Igualdad real a través de nuevas leyes y políticas: La paridad permite que más mujeres lleguen y cuando eso sucede, tal como señalan diversos estudios como el del Banco Mundial (2014), se produce un impacto positivo en el tipo de políticas, temas y soluciones consideradas (incluyendo presupuestarias). Tomando como ejemplo el parlamento, las mujeres electas han impulsado nuevas leyes desde su llegada, relacionadas por ejemplo, a propiciar la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el hogar, a la igualdad salarial y la mitigación de la violencia de género en una región en la que -según datos de CEPAL- solo en 2017, 2795 mujeres fueron víctimas de feminicidio. 
  4. Aprovechar el capital humano y mejorar el desarrollo: La desigualdad tiene costos para el desarrollo de los países. Recientes estudios del plano económico señalan que las brechas que afectan a las mujeres en el mundo empresarial y salarial suponen una pérdida del 14 por ciento del producto interno bruto en América Latina y el Caribe (Cuberes y Teignier, 2014). En el plano educativo, las mujeres superan a los hombres en el número máximo de años de instrucción:  23 por ciento de mujeres frente a 20,2 por ciento de hombres con más de trece años (CEPAL, 2017). La democracia paritaria plantea la incorporación plena e igualitaria de las mujeres en los aspectos económicos, sociales y políticos, aprovechando así un valioso capital humano.
  5. Trasformación en las relaciones de poder: Que haya mujeres líderes políticas contribuye a generar nuevos roles y prototipos de mujeres, distintos de las tradicionales. El redistribuir el poder de forma equilibrada entre hombres y mujeres como plantea la democracia paritaria (tanto en el mundo público como en la vida privada) ayuda a construir relaciones horizontales de igualdad y liderazgos libres de estereotipos y prejuicios. Además, las mujeres líderes refuerzan el concepto de la mujer ciudadana frente a la mujer víctima, vulnerable y económicamente dependiente.  Dicho esto, la paridad también supone la liberación para los hombres de un tipo de masculinidad muchas veces anclada en relaciones de subordinación.
Por ello desde el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)ONU Mujeres e IDEA Internacional, hemos lanzado recientemente la Red de Democracia Paritaria compuesta de más de 200 líderes en la región, con el objetivo de formar un diálogo regional que busque impulsar la participación política de las mujeres en América Latina, y promover reformas legislativas que les permitan ocupar cargos de liderazgo político para representar e influir en el desarrollo de sus sociedades.

RV: EG